Navegantes_03

Page 1

No. 03 | JULIO-DICIEMBRE 2020 | $40.00

REVISTA SOBRE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

La importancia de llamarse Wilde Ana Rodríguez López Coral Aguirre

LA PALABRA COMO FUERZA UNIFICADORA Pamela Cedeño

Manifiesto de la escritura/juego Eleonora

Luna Reyes


EDITORIAL Desde que la humanidad empezó a asumirse como una colectividad, ha sido muy importante la función de la escritura como un recurso que nos ha permitido conocernos, saber las múltiples formas que hemos elegido para conectarnos y comprendernos. Desde entonces, las palabras, orales y escritas, son depositarias ancestrales de la magia con que nombramos y construimos múltiples universos que dejan constancia de cómo hemos sido, pero también revelan nuestras pasiones y deseos. A tráves de la escritura hemos nombrado la realidad y hemos creado otras; la literatura representa la posibilidad de evocar e invocar espacios que adoptamos como nuestros en la medida en que las ideas nos tocan y nos transforman. Así hemos reconfigurado nuestros contextos y, como seres gregarios, buscamos crear vínculos para fortalecer nuestra capacidad de crear civilizaciones. De ahí la entrañable y fundamental esencia de la literatura. Nos vincula a través del diálogo y la empatía. En este número dialogamos sobre algunas formas de la literatura infantil que nos llevan a reconocer que, a través de las palabras, nos hemos encontrado y reconocido en los otros, pero también, gracias a ellas, hemos dado espacio para que la imaginación se desborde y nos transcienda. La palabra no sólo convoca, urde y conecta, también nos provoca; por eso es esencial que sigamos permitiéndonos dialogar, crear vínculos, permanecer y transformarnos como ecos para que los lectores en formación también nos acompañen a ser parte de esta conciliación donde nuestros corazones transiten juntos.


revista sobre literatura infantil y juvenil Editora Dalina Flores Hilerio Coordinación editorial Susana Ruiz Espinosa Salma Guzmán Ortiz Jessica Nieto Pamela Cedeño Consejo editorial Adolfo Córdova Alberto Chimal Ana Romero Antonio Malpica Áurea Xaydee Esquivel Carlos Calles Jaime Alfonso Sandoval Jorge Alberto Silva Laura Guerrero Guadarrama Martha Riva Palacio Raquel Castro Ricardo Chávez Castañeda Víctor Ramírez Córtes Diseño e imagen Logo Ilustraciones (int. y portada) Mónica Cantú Rojas Paloma Ondarza S. BEF

Rogelio G. Garza Rivera Rector Santos Guzmán López Secretario General Celso José Garza Acuña Secretario de Extensión y Cultura Antonio Ramos Revillas Director de Editorial Universitaria

Navegantes. Revista sobre Literatura Infantil y Juvenil, Año 2, No. 03, julio-diciembre 2020, es una publicación semestral, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección de Editorial Universitaria, Casa Universitaria del Libro, Padre Mier 909 Pte. esquina con Vallarta, Monterrey, Nuevo León, México, C.P. 64000. Tel: +52 81 83294111. Reserva de derechos al uso exclusivo, ISSN en trámite. Impresa por SEPRIM-HEUA730908AMI Siembra #1 int. S-5, Col. San Simón Culhuacán, Del. Iztapalapa, C.P. 09800, Ciudad de México. Este número se terminó de imprimir el 30 de septiembre de 2020 con un tiraje 1,000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Prohibida su reproducción total o parcial de los contenidos de la publicación sin previa autorización del editor.


ÍNDICE Botella al mar

5 15

Hablar de lo innombrable: la LIJ como constructura de la memoria política a través de la lectura, escritura y oralidad / Natalia Duque Cardona y Viviana Mazón Zuleta Cervantes frente a Tolkien en la fantasía épica actual / Lidia López Espinosa

Mar abierto

39 Unas palabras sobre Wilde 43 El príncipe feliz (fragmento)

¡Tierra a la vista!

45

Las palabras como fuerza unificadora / Pamela Cedeño Reséndiz

50 Taller de fanfics en la UANL / Ana María Luna Peña

23 Los cantos de Orfeo, de Martha Riva Palacio / Alexis Ayala Ontiveros

24 Para hablar de lo efímero de la vida / Faviola Llamas

25 Múltiples juegos en Quinces, de Sara Pinedo / Salma Guzmán

Viento en popa 54 La cita 55 Aquí es un buen lugar 56 Ojos de lagarto 57 Serpiente, "espiral del tiempo"

Cartas náuticas 26 Un día de noviembre / Javier Malpica 32 Dudas / Paulino Ordóñez

Tinta de sirena 58 La escritura como juego / Eleonora Luna Reyes

34

Grandes capitanes

63 Cómo se dibuja la inocencia / Ana

La vida de Oscar Wilde / Ana Rodríguez López

66 Desarrollo de la empatía a través

36 En busca del amigo fiel / Coral Aguirre

Fabiola Medina Ramírez

de los libros para niños / Patricia Villarreal



BOTELLA AL MAR

HABLAR DE LO INNOMBRABLE:

la liJ como constructora

DE LA MEMORIA POLÍTICA A TRAVÉS DE LA LECTURA, ESCRITURA Y ORALIDAD Por Natalia Duque Cardona & Viviana Mazón Zuleta Existir es en parte resistir, puesto que se requiere coraje, no para expandirse sino para encogerse y, así, poder resistir la dureza de las condiciones exteriores. - Josep Maria Esquirol

E

dedican poemas por teléfono, leen cuentos, graban relatos que viajan por WhatsApp para sus lectores. Creadoras como María del Sol Peralta, Yolanda Reyes, Oliver Jeffers se han dispuesto a hacer de la lectura en voz alta y de los libros una posibilidad para el encuentro en medio de esta crisis. Promotores de lectura como Diego Ruiz (Colombiano), Colectivos como la Biblioteca Popular La Enjambre en las laderas de Medellín, Biblioghetto en Cali y organizaciones como Fundalectura-IBBY, Fundación Cuatro Gatos, Letra Inquieta, Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra y hasta celebridades como Sebastían Yatra, cantante

s 2020 y mientras transcurre la pandemia del COVID-19, una cantidad innumerable de personas se han dispuesto a generar acciones de promoción de lectura que buscan alivianar los espíritus del encierro obligatorio en el que estamos, las lecturas en voz alta son una de las posibilidades privilegiadas. Cada vez se multiplican más y más las personas que optan por obsequiar su voz a través de la lectura, no sólo pero principalmente, de cuentos, de literatura Infantil y Juvenil –LIJ–. En Medellín, Colombia, por ejemplo, el Sistema de Bibliotecas Públicas cerró sus puertas pero no detuvo su labor; día a día 5


03° NAVEGANTES

de las emociones a través de distintos lenguajes, asunto que se visibiliza en estos tiempos de encierro preventivo y coronavirus, siendo la LIJ una de las principales herramientas utilizadas para llamar a la calma, al regocijo y la esperanza en tiempos tan impredecibles e incomprensibles. A continuación se presentan cinco apartados para desarrollar estas ideas:

de pop colombiano y Ricky Martin, cantante puertorriqueño, se han dispuesto para que la lectura en voz alta nos ayude a resistir en estas épocas de crisis. En estos tiempos de desconcierto, desasosiego, aires distópicos y un no sé qué en el alma, se ve claramente que nuestras ideas se van transformando cuando nos enfrentamos a nuestros propios vacíos, y que incluso los Estados tienen la obligación de asaltar los sentidos para librar cualquier guerra. Se ha hecho evidente eso de que no sólo de pan vive el hombre, que también necesita “comer” cuento para que la vida cobre algún sentido. Las artes, entre ellas la literatura, han cobrado un protagonismo inimaginable por estos días. Museos y bibliotecas abiertas en línea, insisten en la idea de que estas instituciones son más que infraestructura. Música en las ventanas y lecturas en voz alta a través del teléfono, las notas de audio, los videos. Necesitamos de la palabra dulce, de esa que sana para seguir viviendo, para no morir en la incertidumbre, hoy y siempre. Si bien no es momento de andar dando respuestas sino, a lo sumo, pistas para seguir andando, tenemos la pretensión, en este texto, de resaltar el papel de la Literatura Infantil y Juvenil como objeto cultural de gran valor en la construcción de la memoria política para la denuncia y la enunciación de nuevos caminos en tanto que es un artefacto potenciador

Lo innombrable La resistencia es la fortaleza para levantarnos ante los procesos de desintegración y de corrosión que provienen del entorno e incluso de nosotros mismos. - Josep Maria Esquirol

Aún hoy, aunque los medios de comunicación, las redes sociales y la misma cotidianidad insistan en presentarnos tragedias sin disimulo, no implica que hablar de ello sea fácil. Por el contrario, estamos tan infoxicados1 con problemas, abusos, corrupción, mentiras, manipulación mediática y así escasamente percibimos lo que nos acontece. Poco hacemos al respecto y escasamente lo nombramos. No encontramos pues, pese a todo, cómo hacerle frente a

1 Esta palabra se refiere a la intoxicación por consumo excesivo de información.

6


BOTELLA AL MAR

lo “innombrable”. En un país como Colombia, no sólo cuesta creer que la barbarie ocurra a plena luz del día y frente a los ojos de todos; además se vuelve absurdo justificar lo injustificable, como que no se haga justicia, que no se impida el horror, y por supuesto, que la tragedia se vuelva parte del paisaje al que estamos acostumbrados. Dicha costumbre al absurdo está acompañada del ruido cómplice de los principales medios de comunicación, lo que impide “escuchar la voz que habita el cuerpo de las víctimas”. Así caemos en generalizaciones mudas como pobreza, hambre, asesinato, desplazamiento, sin que ello nos signifique algo de lo que realmente debemos hablar porque no pensamos en las víctimas como sujetos, como personas de carne y hueso que encarnan una injusticia. Ahora bien, que en Colombia abunden los temas “innombrables”, que la palabra otorgue poder a los victimarios, pero carezca de valor para las víctimas o para los ciudadanos de a pie, es un asunto que trasciende los contextos de guerra y se instaura en los escenarios más ordinarios del país. No sabemos cómo preguntar sobre lo ocurrido, cómo narrar lo que hemos vivido. Así pues, hablar de lo innombrable no es ponerle nombre a lo extraterrenal; por el contrario, se trata de desarraigar la biologización de la violencia de nuestras prácticas íntimas y sociales; reconocernos en este continuum de violencia que cer-

cena la posibilidad de imaginar otras relaciones, de ver a los otros en su humanidad y no como enemigos, culpables, monstruos. Hablar de lo innombrable es hablar de nosotros mismos y del lugar que ocupamos en esta historia desangrada y dolosa que es Colombia, que es el Cono Sur. Necesitamos convertir las fronteras en umbrales para reconocer cuáles emociones políticas nos habitan y cuál es la relación entre dichas emociones y la violencia política que aún vivimos, cómo hablamos de nuestras propias contradicciones, de nuestras comprensiones e incomprensiones. Cómo nos reconocemos dentro y no al margen de lo que nuestra sociedad padece. Hablar de lo innombrable es un viaje en espiral, dentro y fuera de nosotros, con los otros, como parte de este engranaje social.

Hablar de lo innombrable es un viaje en espiral, dentro y fuera de nosotros, con los otros, como parte de este engranaje social.

7


03° NAVEGANTES

Palabra tomada, realidad transformada

so de autoridad, desigualdad social, desplazamiento, violación de derechos humanos, crímenes de estado. Apropiarse de la palabra para opinar, debatir, argumentar o sentar posición es uno de los grandes retos que tenemos como sociedad en todos los niveles y esferas sociales porque la funcionalización del lenguaje limita nuestra capacidad de diálogo y escucha; más aún: nos dificulta la comprensión de asuntos complejos, esas “zonas grises” donde, por ejemplo, víctimas y victimarios encarnan un mismo cuerpo. He aquí la importancia de reflexionar y fortalecer las prácticas LEO y su promoción y mediación, con miras a darle un giro a las relaciones sociales y de poder que reproducimos tradicionalmente si queremos transformar las violentas relaciones humanas que persisten en el Cono Sur. Habrá que dotar y reforzar los sentidos éticos, políticos y estéticos de la promoción de las LEO en aras de contribuir en la construcción de un país mejor. Cultivar la empatía por el dolor de otros, o el mal hecho por otros, comprendiendo qué es lo que hay de fondo, qué o quién tira de las cadenas y qué ganamos y perdemos como sociedad si seguimos alimentando odio, rencor, venganza o indiferencia y egoísmo. La tarea de promover las prácticas de lectura, escritura y oralidad –LEO– al servicio de un país donde la vida valga la pena ser vivida, no es un asunto para tra-

La literatura no es necesariamente el lugar donde encontrar lo igual, a veces es la única ventana para asomarse a lo diferente. - María Teresa Andruetto

La restricción de la palabra, tan recurrente en contextos violentos o en regímenes autoritarios, es también una práctica que se ha hecho tradición en nuestra cultura, no solo en Colombia, sino en todo el Cono Sur. En las instituciones sociales como la familia, el trabajo o la escuela, el diálogo y la conversación se ven opacados por una subordinación de roles donde el lenguaje ha sido tradicionalmente instruccional. Las personas adultas hacen preguntas a los hijos en relación con el cumplimiento de sus deberes y dan órdenes o instrucciones que éstos deben seguir. Los empleados tienen restricciones y formas para el uso del lenguaje, así mismo los estudiantes en las instituciones educativas. No hay una libertad y un respeto genuino en el uso de la palabra. Existe un temor generalizado y permanente a tomarse la palabra, lo cual hace que situaciones dolorosas, complejas social y políticamente, parezcan “innombrables” aunque se llamen pobreza, abu8


BOTELLA AL MAR

analógicos de la LIJ no argumenta ni expone razones, sino que conmueve; busca producir emociones que induzcan a determinadas acciones, sea miedo o esperanza lo que profesen.

bajar sólo con las víctimas, sino también, y muy especialmente, con quienes nos sentimos al margen de la violencia, al margen del horror. Nuestra comodidad, silencio y ensordecimiento perpetúa y fortalece la violencia política que día a día anula subjetividades, pueblos y luchas en este continente.

El lenguaje transformador de la LIJ

Los lenguajes poéticos, como el de la literatura, cumplen cabalmente con el propósito de conmover, de generar imágenes, otros nombres, otras ideas de mundo, porque convocan los sentimientos, las pasiones, las emociones políticas que direccionan nuestro ser y hacer.

Sin duda, nada es más natural hoy día que ver a las gentes trabajar de la mañana a la noche y en seguida elegir, entre el café, el juego y la charla, el modo de perder el tiempo que les queda por vivir. Pero hay ciudades y países donde las gentes tienen, de cuando en cuando, la sospecha de que existe otra cosa. En general, esto no hace cambiar sus vidas, pero al menos han tenido la sospecha y eso es su ganancia. - Fragmento de La Peste, Albert Camus

Con base en las observaciones anteriores defendemos la capacidad de los lenguajes sensibles e incluso poéticos de la LIJ para abrir puertas y ventanas a la reflexión y práctica transformadora, partiendo de la idea de que, como plantea Andruetto (2018), la LIJ no es una literatura menor de edad, y que caer en adjetivos como “infantil” y “juvenil” podría restarle profundidad, e incluso esa capacidad inmanente al lenguaje de transformar de facto la realidad; las acciones venideras a partir de

En relación con lo anterior, y el poder transformador del lenguaje, los lenguajes poéticos, como el de la literatura, cumplen cabalmente con el propósito de conmover, de generar imágenes, otros nombres, otras ideas de mundo, porque convocan los sentimientos, las pasiones, las emociones políticas que direccionan nuestro ser y hacer. La poética presente en los lenguajes sensibles y

9


03° NAVEGANTES

zada, el secuestro, la violación, la guerra y, en fin, el largo etcétera que va borrando su nombre del mundo; pero al mismo tiempo, y en tanto artefacto portador de memoria, la LIJ bien podría hacer las veces de despertador de la memoria, porque su palabra, su imagen y su símbolo tienen la capacidad de detonar sensibilidades, recuerdos, sentidos de la vida íntima y del mundo social.

la palabra. No es posible cambiar los marcos de comprensión de la vida si no se alteran las emociones, las sensaciones. Si no se incomoda, si no se genera duda, desazón, la sensación de que algo debe transformarse. Estamos de acuerdo con Cerrillo (2013) en que la LIJ “es ante todo y sobre todo literatura, sin –en principio– adjetivos de ningún tipo” (p. 26), no obstante, y a falta de un lenguaje común, y por respeto a su génesis, conservamos el nombre de Literatura Infantil y Juvenil –LIJ–, pese a reconocer que ésta no se refiere exclusivamente a literatura escrita para niños y jóvenes, sino que, por el contrario, tiene una plasticidad que le permite también ser leída por niños y jóvenes. La LIJ ha recobrado en las últimas décadas un incalculable valor en la narración de acontecimientos innombrables, gracias al recursos estético y la capacidad para dar a entender temas difíciles, a través de los juegos de palabras, la ilustración y la recursividad artística y literaria que ofrecen. Mucha LIJ toma como fuente de vida la complejidad de lo humano y logra generar aperturas e inquietudes sobre acontecimientos del mundo social en todos los campos: educativo, político, económico, etcétera. Así pues, la LIJ ofrece unas posibilidades narrativas e ilustrativas de gran potencia para construir memoria de acontecimientos complejos y atroces, como la pobreza, la desaparición for-

La LIJ bien podría hacer las veces de despertador de la memoria, porque su palabra, su imagen y su símbolo tienen la capacidad de detonar sensibilidades, recuerdos, sentidos de la vida íntima y del mundo social. No podemos ver el horror de frente porque, como la Medusa, nos paralizamos, y por ello la LIJ posibilita el acercamiento a los hechos más atroces, sin perder la cabeza ante el horror. Las imágenes en los libros ilustrados o libros álbum son marcadores simbólicos que conectan las emociones, “asaltan los sentidos” y nos permiten acercarnos a la memoria de la barbarie reelaborando lo terrible. La LIJ es una herramienta para volver al pasado y cuestionar nuestro lugar en el presente.

10


BOTELLA AL MAR

acercarse al libro Mañana viene mi tío, de Sebastián Santana, y quedar profundamente conmovido.

Autores como Susan Sontag han defendido que el exceso de violencia genera un entumecimiento en la empatía de las personas. Las imágenes, como la fotografía, fracasan por su saturación, entumecen. Producen un efecto analgésico, contrario a lo que posibilita la LIJ desde sus múltiples recursos analógicos y estéticos que permiten volver al sujeto desvelando la banalización del horror, sin caer necesariamente en la violencia de ciertas imágenes o retóricas; la LIJ, por el contrario, permite diversificar las miradas. Volvemos a mirar para retornar sobre lo sucedido con otros ojos, para regresar a los desastres humanos que en su momento no supimos, no quisimos o no pudimos enfrentar. No obstante, somos conscientes de que las imágenes son adecuadas para conmover, pero poco para comprender las complejidades que encierran; aunque en la LIJ acontece que la imágen no es un simple apoyo sino también un dialogante, empero, la mediación se hace imprescindible en la promoción de las LEO. No cualquier persona puede leer a Primo Levi, porque no cualquier persona se siente motivada por acercarse al código escrito y tampoco cualquier persona, aún teniendo la capacidad de descifrar el código, puede comprenderlo. Sin embargo, confíamos en que cualquier persona podría

La LIJ configura la mirada del mundo La primera certidumbre de un escritor (y de un lector) es aprender a leer la vida de los otros, ser quien mira y también quien otorga sentido a lo que ve. - María Teresa Andruetto

Ver no es suficiente para actuar. Las imágenes fallan, no por falta de realismo, sino por la ausencia de un espacio político propicio que las haga hablar; por ello, la infoxicación de los medios no hace que hablar de la violencia política sea innecesario o redundante, al contrario, hay que rescatar la vida de las garras del espectáculo y, en dicha tarea, nos aferramos a la LIJ, una literatura que no necesita de la literalidad, de las descripciones cruentas, del horror encarnado en la imágen y la palabra, sino que logra informar, dar forma a las imágenes sobre el mundo a través de la sensibilidad y la estética de sus lenguajes. La LIJ no tiene ningún otro valor ni propósito que configurar la mirada del mundo. Abre puertas al diálogo de los espíritus sin necesidad de ser panfletaria, sin necesidad de grandes discursos y elaboradas retóricas. No hay una sola manera de

11


03° NAVEGANTES

mirar la guerra, ni una sola manera de vivirla, por ello ninguna imágen será suficiente o completa para mostrar el horror, no obstante la LIJ provoca grietas en las certezas, en los ojos cerrados; genera una mirada humanitaria sobre el horror. Tal vez sin consecuencias políticas directas, pero con fisuras íntimas, emotivas, con incertidumbres. En la LIJ, especialmente en esos “cuentos perturbadores” a los que se refiere Hanán (2008), se presentan temas complejos que trastocan la cotidianidad, como la guerra, el hambre, la desaparición forzada, los crímenes de estado, la violencia política; se evidencia un protagonismo en los testigos, las víctimas, los dolientes. Se ha centrado la mirada y se ha prestado oído a las voces de las víctimas, haciendo contrapeso a las “políticas del encuadre” de las que habla el profesor Bonilla (2019), donde la violencia política padece de un exceso de visibilidad desde el punto de vista dominante. Algunos autores (Cobb, Sontag, Bonilla) plantean que la verdad no está en lo que se muestra, sino en lo que se oculta. El marco de la fotografía es tan importante como la foto. Camino a Casa, por ejemplo, de Jairo Buitrago y Rafael Yockteng, no podría ser comprendido si no nos detenemos en sus marcos, que para

el caso serían las cubiertas, las portadas, pero también el contexto sociopolítico y cultural en el que fue escrito. Cada detalle es imprescindible para dar cuenta de la complejidad que encierra; el objeto libro es en sí mismo un hablante.

Resistir el despojo violento de la palabra Si el mundo en que vivimos es injusto, andrajoso su rostro y podrido su corazón, entonces nunca se nace tarde para destruirlo y rehacerlo. - Gonzalo Arango

Cada quien comprende desde donde los pies pisan, desde el acervo cultural que lo precede; desde sus experiencias, ritos y mitos, es por ello que la lectura implica un ejercicio de codificación y decodificación simbólica que permite nombrar la realidad a partir de la asociación de signos, representaciones e ideas que son, al mismo tiempo, constituidas por el lector y constituyentes del mismo porque modifican sus estructuras de pensamiento, al tiempo que dichas ideas son interpretadas o reconstruidas por él. Lo anterior se pone en evidencia por medio de la educación para la lectura y sus estrategias de promoción del lenguaje, las cuales permiten dilucidar en el escenario público las diferentes maneras en que

12


BOTELLA AL MAR

los lectores conciben su ser y estar en el mundo, sus representaciones sociales. Darle apertura al diálogo y reinterpretación del mundo a través de la educación lectora implica ser conscientes de las dificultades o retos que ello implica; de las puertas que se abren. Paola Roa (2010) plantea que muchos mediadores prefieren no hablar de temas difíciles como la desigualdad, la injusticia, los crímenes de estado, etcétera por temor a no saber manejar las emociones que surjan, lo cual implica, en muchos casos, reproducir una idea de que la promoción de las LEO, es una estrategia inofensiva para el entretenimiento o el aprendizaje del código escrito como si las LEO fueran prácticas buenas en sí mismas. El acto de leer y escribir no es una fórmula mágica para mejorar las relaciones interpersonales, ni para comprender el mundo desde una conciencia ética, pero las prácticas de LEO y la literatura, si bien no hacen milagros, sí forman parte de las posibilidades que tenemos los seres humanos para crear juntos un juicio crítico sobre las desigualdades y violencias persistentes en nuestros territorios. En Latinoamérica precisamos de mediadores que, como propone Paola Roa (2010), posicionen en el escenario público e institucional la importancia de las prácticas LEO en contextos de violencia, por su aporte a la transformación, cuestionamiento

y reinterpretación de las prácticas, significados y representaciones del mundo social a través de la “palabra, el diálogo, la literatura, la ética y el sentido de lo humano” (p.73); por ello, y a sabiendas de las latentes dificultades que, en términos de lenguaje, política y simple humanidad, tenemos para “hablar de lo innombrable”, acudimos a la Literatura Infantil y Juvenil como activador y artefacto de la memoria en un intento de sumar a las reflexiones y acciones en torno a la memoria política en el Cono Sur. Nuestro continente requiere fortalecer un modelo de educación para la lectura que se valga de las prácticas de LEO con el fin de posibilitar escenarios de diálogo en los que se rescate el sentido de lo humano y del hacerse cargo del otro en aras de transformar la manera en que lo niños, niñas, jóvenes, campesinos, indígenas, todas las personas, construimos nuestros imaginarios y miradas frente al mundo y frente a los demás.

Para “hablar de lo innombrable”, acudimos a la Literatura Infantil y Juvenil como activador y artefacto de la memoria en un intento de sumar a las reflexiones y acciones en torno a la memoria política en el Cono Sur. 13


03° NAVEGANTES

campos de concentración de la guerra en

Es necesario un modelo que contemple de manera fundamental el rescate de las memorias en aras de propiciar mejores condiciones para la vida digna, el buen vivir, el ser y estar con el “otro”, mediante la transmisión y construcción colectiva de narrativas encaminadas a generar rechazo a la violencia, la desigualdad social, la apatía y demás situaciones que mantienen a los países del Cono Sur en un campo de juego desigual e injusto. Debemos tratar de no caer en la revictimización a causa del desconocimiento, la indiferencia, la apatía o la estigmatización, como dice Paola Roa (2010) y procurar en cambio que los acontecimientos y testimonios atroces no se queden en el olvido, ni nos acostumbremos a ellos, “para que las víctimas además del desarraigo, la muerte y el terror, [no deban] soportar también el despojo violento de la palabra”.

Colombia. Comunicación y Sociedad, Núm. 31, Universidad de Guadalajara, pp. 95-121. Cerrillo, P. (2013). LIJ: una literatura mayor de

edad. Bogotá: Norma. Cobb, Sara (2016). Hablando de violencia. La

política y las poéticas narrativas en la resolución de conflictos. Barcelona, Gedisa. Hanán Díaz, F. (2008). Libros perturbadores para

niños: una categoría a la sombra. Conferencia Seminario Internacional de Promoción de la Lectura: Placer de leer, encuentros con la literatura. Buenos Aires. Rivillas Arbeláez, J. (2019). ¡Shsss! ¡De eso no se

puede hablar! Literatura infantil, en busca de palabras para nombrar [Tesis de Maestría]. Universidad de Antioquia. Roa, P. (2010). Al encuentro de la palabra:

consideraciones

para

las

prácticas

de

promoción de lectura en la escuela como escenario para la memoria y la ética. Bogotá: Asolectura. Sánchez, Gonzalo (2018). Reflexiones sobre genealogía y políticas de la memoria en Colombia. Análisis Político, 92. Uribe de Hincapié, María Teresa (2004). Las palabras de la guerra. Estudios Políticos, 25.

Referencias Andruetto, M. T. (2018). Hacia una literatura sin

adjetivos. Bogotá: Luna libros. Bahntje M.,Biadiu L., Lischinsky S. (2007) Despertadores del a memoria. Los objetos como soportes de la memoria. En: II Jornadas Hum.

H. A- Representación y soporte. Argentina. Disponible

http://repositoriodigital.uns.edu.

ar/bitstream/123456789/3516/1/Bahntje%20 y%20otros.%20Despertadores....pdf Bonilla, Jorge Iván (2018). Imágenes que vienen del pasado. Las fotografías de los llamados

14


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.