Libro album ilustrado El Principe Makuna

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DiseĂąadores: Addie Duvan Castro Luna Juan Camilo Paniagua Diaz


ISSN: 245 - 4586 - 25 - 7

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©Editorial Imnsomnie, 2017

"“El sentido de pertenencia hacia nuestra cultura se ve reivindicado cada vez que homenajeamos a nuestros ancestros, cada vez que decidimos contar sus historias, cada vez que investigamos un poco más sobre ellos, porque hacemos visible un pasado que al parecer algunos quieren olvidar.”"


Un destello de luz fue lo que despertó a Makuna, lo primero que hizo el joven príncipe al despertar fue mirar las copas de los árboles que rodeaban su toldillo, su sin fin de verdes, soñando que de alguna manera podría alcanzarlo con sus manos.


Su tranquilo despertar fue interrumpido por Kofan, su chaman, con un grito estremecedor -ยกTU LA TOMASTE! ยกDIME LA VERDAD!


El desprevenido y atortolado Makuna entro en la maloca e hizo gestos de no saber que estaba pasando. -¿De qué hablas Kofan?, acabo de despertar... Se acercó, sin quitarle la mirada a sus ojos cafés, aclaro su voz y con tono serio le dijo. Sé que sientes curiosidad por los objetos de Yokuna, pero son cosas muy delicadas que aún no conoces...si la tomaste solo devuélvemela. El príncipe abrió sus ojos, titubeando trato de responderle -Ko-Kofan...esta vez no la he tomado.


El Chaman tomo una bocanada de aire y exhalo lentamente mientras su mirada se perdía dentro de la m a l o c a y susurro. -Por fin lo consiguió... Makuna seguía sin s a b e r exac tamente que estaba sucediendo, y lo único que supo decir en ese momento fue un - ¿Es muy

grave? Su chaman ahora buscando entre sus cosas de aquí y allá, -es mucho más grave de lo que te imaginas y ahora necesito que nos ayudes, es tu deber. -¿Mi deber? ¿Que nos ayudes? ¡De que estas hablando Kofan!


El muchacho agarra de los hombros al anciano - ¡te exijo que me explique qué es lo que está sucediendo!

Con un tono ahora más calmado, prendió una fogata que tenía en el centro y el chamán le pidió que se obse ara…


- Te lo explicare muchacho, Romi-Kumo ha sido por mucho tiempo un espíritu maligno que quiere acabar con nosotros, buscando diferentes maneras de acabar con nosotros, esta vez consiguió la esmeralda de Yokuna,

que controla TODO el ritmo de la selva, ¿puedes imaginar que puede hacer Romi-Kumo con ella? Tu pueblo ahora te necesita y depende de ti si nos quieres salvar de nuestro peor temor...que nuestra inmensa naturaleza se extinga y se convertirá en un oscuro fango.


Makuna se quedó sin palabras, tratándose de imaginar como él podría ayudar a toda su tribu, agacho su cabeza y pensó que no lograría nada. -¿crees que te dejare solo con esta responsabilidad?


Le grito con entusiasmo Kofan, -¡No lo haría muchacho!, ahora lo que debemos hacer es pedirle ayuda a Yokuna, el a n c i a n o busco entre sus cosas hasta sacar una hoja gigante.

-¿Qué es eso o mejor, para qué es eso? Le pregunto curioso Makuna. -Con esto podrás ir a visitar a la gran Yokuna, este es el único medio para encontrarla, ten mucho cuidado, prepara tus cosas nos vemos al frente del rio.


Dirigiéndose a donde Yokuna, entraron por unos túneles donde sus mayores miedos se volvían realidad, y tomaban forma de animales extraños.


Allí tuvieron que luchar sin parar con sus miedos. Kofan era un hombre muy sabio pero no puedo hacer nada contra sus miedos transformados en animales y allí murió. En su estado le susurro un secreto a Makuna: chico la única forma de vencer a Romi-Kumo es hacer que Yokuna intervenga por ti con los demás dioses para que ellos te den habilidades extraordinarias.


Makuna después de haber salido vencedor, en la batalla con sus miedos y viendo perecer a Kofan. Se dirige a donde Yokuna con más valor que antes, pensando que lo que hizo Kofan no quedaría en vano y tenía que luchar hasta el cansancio para salvar su pueblo.

Siguió el mapa y atravesó toda la selva, pero en lo alto de una montaña, con el amanecer al lado de ella, encontró a la gran Yokuna, ella lo ve detalladamente.


-Así que tú eres Makuna, si que tienes una dura tarea, los Dioses y yo hemos visto tu valentía en los túneles y sé que te mereces esto. La Diosa le entrego una corona con plumas colorida - con esto puedes ser tener la fuerza y agilidad de un tigrillo, ahora ve al lago Marajo sabemos que Romi-Kumo estará esperándote.


El joven salió corriendo entre los arbustos -¡Gracias! grito con fuerza, sabía que ese lago se encontraba cerca y entre más corría, más podía sentir la destreza del tigrillo.


Antes de entrar al claro del lago, convirtiendose casi por completo en animal.


-¿Tú eres el que mando Kofan? ese anciano sí que estaba desesperado, dijo Romi-Kumo, sin mediar palabra y solo mostrando sus dientes Makuna empezó su ataque en contra de este espíritu.


Una batalla campal se desato en el lago, estaba empeùado en quitarle la esmeralda que juntos cayeron en el lago y solo podían verse como seguir luchando en el agua hasta que todo ceso‌


De un momento a otro sale una mano sosteniendo esa roca brillante y verde, era Makuna como sĂ­mbolo de victoria, empiezo a caminar a la orilla del lago, colocĂĄndose la gema en el pecho.


Deseando profundamente que ese fango oscuro fuera opacado con la naturaleza que ĂŠl y su tribu tanto amaban, poco a poco las raĂ­ces, las hojas y las flores acabaron extinguiendo lo que quedaba de ese espirito maligno retornando la tranquilidad en la selva.




Esta es la historia de Makuna, un joven indĂ­gena de la selva colombiana, que debe salvar a su tribu con ayuda de los dioses y de su chaman, enfrentĂĄndose en una batalla contra un espĂ­ritu maligno que se quiere apoderar de su pueblo y acabar con la naturaleza que lo rodea.


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