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Editorial
Se trata de una tendencia en crecimiento. No nos referimos solamente a la participación de la mujer en la industria minera, situación que ha aumentado exponencialmente su rol protagónico a lo largo de los últimos años, sino al acompañamiento que ha permitido llegar a una realidad no imaginada hasta hace algún tiempo Lo más importante de todo: la presencia de la mujer en la industria minera seguirá creciendo
El protagonismo de la mujer en nuestra industria abarca no solamente tareas administrativas u operativas, sino también funciones en cargos gerenciales y de directorio Esta tendencia se puede observar en algunas de las principales compañías mineras mun- diales, donde sus CEO son mujeres. En el caso de Argentina, el máximo cargo público asociado a la minería –la Secretaría de Política Minera de la Nación- está en manos de una mujer, la Ing Carolina Sánchez.
A diferencia de otros segmentos industriales, en la minería se observan salarios altamente competitivos, situación que les permite a las mujeres acceder a un importante sustento económico. Ello complementado con cursos de capacitación y reuniones donde ellas asumen un liderazgo vital
Algunas de las características inherentes de la minería, que forman parte de su ADN, son el trabajo en equipo, la comple- mentariedad y la camaradería Estos elementos crean vínculo de pertenencia a grupos que se caracterizan por su solidaridad y ayuda a miembros de equipo. Estos rasgos peculiares de la minería han servido como facilitadores para una inserción armoniosa de la mujer en este sector.
En este marco, cabe destacar que el Comité de Mujeres en Minería de Fundamin (Fundación para el Desarrollo de la Minería Argentina), tiene como objetivo hacer visible la contribución de la mujer en la industria minera, bregando y fomentando su labor, con mesas de diálogo permanentes donde se percibe la pasión con la que las mujeres llevan a cabo su trabajo