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Argentina, y una ventana de oportunidad para los metales preciosos

Por Alberto Carlocchia1

El desarrollo del sector minero Argentino, a través de la sanción de la Ley 24196 de Inversiones Mineras, tuvo su primer ejemplo en Bajo la Alumbrera, donde el oro participaba como importante subproducto que acompañaba la producción cuprífera del yacimiento situado en la provincia de Catamarca. En paralelo, o mejor dicho con sólo un año de diferencia, nacía en la provincia de Santa Cruz el proyecto aurífero más icónico de la era moderna en nuestro país y que fuera la cuna de este subsector minero en Argentina. Estoy hablando de Cerro Vanguardia.

Con el correr de los años, se fueron sumando distintos emprendimientos situados en el Macizo del Deseado de la provincia de Santa Cruz, en la región Cuyo, así como en el NOA en lo que a producción de metales preciosos refiere.

Industria movilizadora y trasformadora de las economías regionales, verdadero motor del desarrollo comunitario, su trascendencia excede las áreas de influencia donde se alojan los recursos: su impacto económico alcanza inclusive a Nación, de la mano de impuestos, tasas y contribuciones. A este preciso momento, el sector minero es el quinto complejo exportador de Argentina y va alternando lugares en los primeros puestos del ranking, siendo a la vez el segundo complejo con mayor balanza comercial positiva en lo que va de este siglo. El fundamento de esa permanencia desde hace 25 años es este subsector aurífero.

La minería hoy en día está en boca de todos, inclusive en los grandes centros urbanos de Argentina y medios de comunicación. Se trata de un sector industrial que dejó de ser tabú: los beneficios están a la vista, surgen inquietudes y dudas, pero no tienen el tono apocalíptico de años pasados. En el mundo, la minería goza de viento en popa: los re- cursos se agotan, los precios acompañan, y Argentina no deja de ser unos de los destinos con mayor potencial geológico. Atento a este escenario, se presenta una importante ventana de oportunidad para Argentina, que no estará abierta por siempre, y para ello se necesita de previsibilidad, y del mantenimiento de las reglas de juego a largo plazo.

Una oportunidad de trascendencia, tal vez única en la historia, requiere de medidas de cambio en el contexto coyuntural de nuestro país. A pesar de una balanza comercial súper positiva, nos encontramos con la complejidad producto de los diferentes tipos de cambio, con una presión tributaria inédita, con tremendas dificultades en las importaciones, todo lo cual impacta en las estructuras de costos, atentando contra la vida útil de las minas en producción y contra la posibilidad de generar recambio a través de nuevos proyectos desde que la mayoría de esas minas en producción ya se encuentran muy maduras.

A continuación, algunas reflexiones com- partidas en el marco de Arminera 2023:

 “La exportación minera se basa y se basó en el oro y la plata como principales referentes de las últimas décadas”

 Los “avatares económicos” de nuestro país han hecho que decaiga el subsector aurífero a niveles impensados y que hoy no solo no tengamos reemplazo de los proyectos actuales sino que estos estén acortando cada año su vida útil. Hoy nos están desangrando.”

 ”Que no se crea que somos inmortales porque somos una “mina de oro”. Somos finitos y cada crisis nos impacta muy fuerte y es nuestro deber decirlo para que se sepa que nos acortan la vida.”

 “El camino parece ser políticas y estrategias específicas para el sector aurífero discutidas y decididas conjuntamente con el sector privado que entiende del tema y en el marco de programas y planes de reposicionamiento de la minería en general.”

 “El sector aurífero ha dado y sigue dando mucho a los pueblos y comunidades donde se ha desarrollado. Los números de las provincias de San Juan y Santa Cruz, así lo demuestran.”

 ”Entendemos, acompañamos y celebramos el salto que ha dado el litio y el atractivo que está generando al igual que el cobre con excelente proyectos en ciernes, esto posiciona a nuestro país bien arriba. Pero no se olviden de la gran contribución hecha y que sigue siendo y que sin duda puede hacer la minería aurífera. Hablo en nombre de los miles de trabajadores, de proveedores, de comunidades y de ciudadanos de las provincias que han vivido y se han beneficiado de lo que sector aurífero ha realizado en las últimas décadas.”

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