Y si mañana el COVID 19 ya no existiera?

— POR: CARLOS PÉREZ FIGUEROA* —

Escribo esta publicación mientras afino los detalles de la presentación a la que amablemente me invitaron para la edición del CONGRESO NACIONAL DE LA INDUSTRIA DE REUNIONES CNIR 2020. Entre mis anotaciones sobre innovación en épocas de crisis, voy relacionando algunos elementos en

común que han tenido algunas ideas que se han convertido en verdaderas historias de éxito y de dinero para algunas de ellas, pero no solo son exitosas por el modelo que construyeron, también lo son por la necesidad original que cubrieron y por la trascendencia que en épocas de crisis como esta pandemia han logrado.

Entre estos casos y para no extenderme mucho en ellos están, Whatsapp, ZOOM y Airbnb, en el orden en que los escribo, el primero buscaba comunicar de una manera muy simple a sus contactos el estado en el que el usuario se encontraba para facilitar la comunicación, ZOOM “según cuenta la leyenda” buscaba acercar al creador de la plataforma con su pareja sentimental y lograr tener una comunicación remota sin necesidad de estar inscrito en alguna plataforma donde dominaban sin competencia unas pocas y por último, un par

de “necesitados” que para cubrir su renta en San Francisco ofrecieron desayuno, camas inflables y networking (ojo aquí) a asistentes a un congreso que no habían encontrado hospedaje.

Todo este preámbulo me ha servido para preguntarme, y si mañana (como obra de José Saramago) el COVID-19 ¿ya no existiera más? ¿si las restricciones de viajes y reuniones de negocios, sociales, de entretenimiento etcétera, pudieran volver a la normalidad de un día para el otro? Nuestra industria seguramente se levantaría en una inmensa y esperanzadora felicidad y volvería a trabajar con el mismo ahínco y vocación de siempre. Pero otras preguntas surgen en el camino, ¿Qué estrategias habremos implementado que puedan ser replicables en destinos diferentes a los que usualmente llevan el mayor porcentaje de producción en el sector MICE? ¿Cómo vamos

a sensibilizar a los sectores productivos que nos contratan para explicarles que los modelos de financiamiento deben ajustarse y reactivar el motor económico que permeé de manera rápida a toda la cadena de valor donde todos somos en algún punto proveedores y clientes?; y en el

terreno de la innovación ¿qué solución disruptiva, aplicación tecnológica o uso de la comunicación en redes vamos a generar como industria, para hacer que así como los hicieron los ejemplos que daba, -una necesidad de hospedaje, información o videoconferencia- se pongan los ojos del mundo en nuestro país y que, cuando las vacunas y tratamientos hagan del COVID una historia dolorosa pero cada vez más lejana, sigamos siendo un país rentable y atractivo, que hoy más que nunca peleará por ser una opción más allá de nuestras hermosas playas, nuestro legado histórico o nuestra servicial sonrisa que hoy está oculta detrás de un cubre bocas?

Mañana el COVID-19 seguirá aquí. Pero nuestras ideas, nuestra creatividad, nuestra fuerza para seguir adelante y también la lucha será sin duda una de las más fuertes que nos toque vivir. La diferencia

es que nosotros somos millones de cerebros, millones de corazones, millones los que creemos que trabajando de la mano podremos salir adelante.

* CARLOS PÉREZ FIGUEROA ES SOCIO DIRECTOR DE CORPORATIVO CUATRO F Y PARADOX PLANNERS GROUP.