Liberando Gaviotas
Abrí los ojos Abrí los ojos, tanta maravilla existe Y yo me quejaba fue cuando descubrí poemas contando historias en planetas encendidos, imaginario de pájaros.
La gran aventura humana nacida en pueblos distantes, a la orilla del mar. En caminos secretos en ciudades asfixiantes aĂşn en la soledad del desierto hasta en los techos llenos de gatos mirando las estrellas.
Había tantos seres escribiendo poesía Libros pidiendo ser amados mensajes llenos de entrega. Comencé a leer sentimientos A llenarme de pasión y estremecerme de vidas ocultas. Conocí poetas como el día, como la noche transitando la ruta perdida del recuerdo y la caricia de mil ojos
Poetas que podĂan sacarle la piel al amor, degustarlo, delicioso manjar. Y no dudaban en acunar en sus brazos cuerpos deformes y almas llenas de luz o de sombra. Algunos motivados por una taza de cafĂŠ, un trago, los pasos de la lluvia, la luna distante y cercana atardeceres dormidos como territorio reciĂŠn descubierto.
Otros poetas lamen las calles buscando en cada rinc贸n miserias y encantos. Algunos hurgan entre la basura, Otros escriben a r铆os sucios, a la muerte, a la patria a su propio dolor.
Las palabras escogidas asombran Explotan ideas latiendo entre espíritus tuyo, mío Sí, la poesía me abrió los ojos Más que un suceso luminario Me invitó a beber sangre de estrellas Un brindis de eternidad.