TRIDUO COFRADIA DE LA COLUMNA 2013

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DOMINGO V DE CUARESMA PRIMER DÍA DE TRIDUO DE LA COFRADÍA DE LA COLUMNA BAEZA 17 DE MARZO DE 2013 PARROQUIA EL SALVADOR DE BAEZA D. MARIANO CABEZA PERALTA


“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” Queridos hermanos, En este domingo podemos decir con el salmista estas palabras de reconocimiento a Dios y de gozo. Estamos alegres porque ya contamos con un nuevo sucesor de Pedro, nuestro nuevo Papa Francisco. Un hombre de Dios que en estos primeros días de pontificado nos está recordando mucho la frescura que trajo al papado el beato Juan Pablo II. Con su humildad, su austeridad, pero a la vez con su sencillez, calidez, alegría y cercanía está dando una nueva imagen de la Iglesia. Pidamos al Señor por nuestro nuevo Papa, que Dios lo bendiga, que el Espíritu Santo lo aliente en todos los momentos de su misión pastoral. Estamos alegres porque es el Día del Seminario y la jornada de oración por las vocaciones al sacerdocio secular. Estamos alegres porque tenemos dos seminarios, el menor y el mayor. Estamos alegres porque tenemos seminaristas mayores y menores. Estamos alegres por Andrés, una promesa, una esperanza de esta comunidad parroquial de El Salvador que tanto ora por esta intención. Hoy día del Seminario pedimos al Señor por vosotros, los niños, jóvenes y adultos que aun no habéis hecho una opción de vida. En palabras del Salmo: ¡Ojalá escuchéis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones! No hay crisis de vocaciones lo que hay es crisis de oídos, crisis de escucha, crisis de generosidad, crisis de valentía, crisis de amor y servicio a los demás. Habrá cosa más hermosa que entregar la vida por amor. Queridos hermanos es bien hermoso entregarse al Señor y a la Iglesia para donarse al mundo como sacerdote de Cristo. Servir la Palabra de Dios, los sacramentos, la caridad en el nombre del mismo Cristo, siendo embajadores del Señor.


Si alguno de vosotros escucha esta llamada que no tenga miedo, que supere el qué dirán, incluso los propios egoísmos y que de el paso al frente. Pido al Señor que algunos de vosotros hagáis compañía a Andrés en el Seminario Mayor, o entréis en el Seminario Menor. Pido al Señor que nuestra Parroquia de El Salvador sea fecunda en vocaciones. También hoy ayudaremos con nuestros donativos a mantener el Seminario, la colecta que haremos a continuación es para ellos así que os pido mucha generosidad. Estamos alegres en este Domingo porque comenzamos el Triduo preparatorio de nuestra Cofradía de la Columna y la Virgen de la Lágrimas. Tres días junto a la Virgen María, sentados a los pies del Señor de la Columna para escuchar su Palabra, para llenarnos de vida eterna. No hay preparación mejor que celebrar la Santa Misa, comulgar al mismo Cristo habiendo puesto anteriormente nuestra alma en paz con el Sacramento de la Confesión. Sólo así iremos verdaderamente preparados para hacer la estación de penitencia buscando el consuelo de nuestro Dios y de su bendita Madre. Pidamos en este primer día por todos los cofrades, para que muy abiertos a la voluntad del Señor, nos asociemos sin reservas a su pasión y muerte para poder gozar de su resurrección y así alcancemos la meta gloriosa que es Cristo Jesús. Estamos alegres porque el camino Cuaresmal toca a su fin y las palabras del Señor son cada vez más esperanzadoras. Lo hemos podido escuchar al final del evangelio: “Vete y en adelante no peques más”. El Señor no nos hace mirar hacia atrás, porque mirar hacia atrás es pararse, es convertirse en estatua de sal. El Señor nos hace mirar siempre hacia adelante, hacia el futuro, hacia lo que está por venir, también en nuestra vida.


Ciertamente aquella mujer había cometido adulterio, se había equivocado, había obrado mal. El Señor no le quita importancia al pecado de aquella mujer pero no la hunde en su miseria, no acaba con ella. Yo tampoco te condeno pero no peques más. El Señor nos ha hecho mirar en estas semanas de Cuaresma hacia nuestro interior, nos ha llamado a la conversión, nos ha llamado como el hijo pródigo a volver a la Casa del Padre para perdonarnos. El Señor nos ha llamado a la penitencia, a la confesión de nuestros pecados para decirnos, ¡ánimo! No peques más, tienes una nueva oportunidad, con mi gracia tú puedes, yo tampoco te condeno. Qué alegría gozar de la misericordia del Señor, del amor de Dios que no tiene límite, de su paciencia infinita. Mirar hacia adelante, correr la carrera para llegar a la meta, saber que podemos estar llamados a una vida nueva, mejor, más depurada. Son las palabras del Señor: “anda”… indica movimiento, indica novedad, Indica esperanza. Cómo no vamos a estar alegres y contentos con lo que el Señor hace por y con nosotros. Pido al Señor que nos preparemos para estas fiestas de Pascua. Es Cristo el que va a pasar entre nosotros en la algarabía del Domingo que viene, Domingo de Ramos, en la emoción del Jueves Santo día sacerdotal, eucarístico y de caridad, en la tensión del Viernes Santo día de la cruz y de la muerte, en el Sábado Santo día de silencio y meditación, en la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección día de fiesta grande porque todos resucitaremos con Cristo. Lo viviremos de la mano de la Virgen María, con sus lágrimas de dolor y de gozo, con su voz materna que nos dirá como siempre nos dice: “Haced lo que El os diga”. Que así sea. SEGUNDO DÍA DE TRIUDO DE LA COFRADÍA DE LA COLUMNA I VÍSPERAS DE LA SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ


“Cuando José se despertó hizo lo que le había mandado el ángel del Señor” Queridos hermanos cofrades: Vivimos el segundo día de triduo preparatorio de nuestra Cofradía del Señor de la Columna y la Virgen de las Lágrimas. Como os decía ayer, el sentarnos durante tres días a los pies del Señor Palabra viva y de la Virgen, maestra, madre e intercesora, nos ayuda enormemente a encontrarnos con las raíces de nuestra Fe. No se puede sostener la Fe sino es en el encuentro íntimo con el Señor y Dios se vale de muchas formas, medios, circunstancias y personas para encontrarse con nosotros. Es Dios el Padre cercano que nos ama, es Dios el Hijo Redentor que nos sana y es Dios el Espíritu Santo que nos consuela, nos fortalece y nos guía dentro de la barca de Pedro que es la Iglesia. Ponemos la mirada en esta tarde en San José, esposo de la Virgen María, glorioso patriarca de la Iglesia, intercesor de los sacerdotes y protector de las familias cristianas. Para él la experiencia de Fe no fue fácil. En realidad para nadie es fácil porque la voluntad de Dios se encuentra con el elemento humano que en ocasiones nos hace vacilar, temer, no dejarnos tirar al vacío siguiendo la voz del Señor que nos dice ven y sígueme. San José es calificado por el Evangelista Mateo como un hombre justo, un hombre bueno. En cuanto oyó la noticia de la preñez de María decide repudiarla en secreto. No quería hacer daño, no quería perjudicar a nadie, pero la experiencia de Dios en María, la concepción virginal por obra del Espíritu Santo, le hacía saltar los cauces de la lógica, de lo razonable, de lo que el entendimiento humano puede captar.


He dicho que Dios se vale de cualquier medio y en este caso fue el sueño, el cansancio que hace dormir a José. Ahí se le manifiesta el ángel del Señor, el que visitó a María despierta ahora visita a José dormido. Y a José se le revela una gran verdad que iría experimentando a la largo de toda su vida: ¡Que para Dios nada hay imposible! Mirad de la experiencia de Fe brota rápidamente la obediencia a Dios y el movimiento: José acepto a María (obediencia). José se llevó a María y al Niño (movimiento). Comenzaría para José igual que para María un camino jalonado por luces y sombras, alegrías y penas, entendimiento y silencios del corazón. Pero es el camino de la Fe en definitiva, de cruz y de gloria. Queridos hermanos cofrades, todo un ejemplo para nosotros que con nuestras debilidades y torpezas podemos sentir el mismo vértigo de San José cuando Dios nos llama, cuando Dios nos habla, o nos pide algo. ¡No tengáis miedo!, no os durmáis hermanos. Siempre despiertos, siempre atentos a la voz del Señor igual que los costaleros están pendientes de las órdenes del capataz, o los músicos a la orden del director, o el guión a la orden de la alzada de la cruz guía. Apliquemos en nuestra vida el lema del Seminario de este año: ¡Se bien de quien me he fiado! En las palabras de nuestro Señor de la columna no hay mentira, ni doblez, ni engaño. En la mirada y actitud de la Virgen de la Lágrimas no hay duda, ni titubeos, en San José hay una decisión firme de aceptar y vivir la voluntad de Dios. ¿Y en nosotros hermanos, qué es lo que hay? Yo le pido al Señor en esta noche por todos nosotros y por los hermanos que no han venido, y por los hermanos de nuestra cofradía que no conocen a Dios ni tienen experiencia profunda de él. Que sepamos nosotros guiarlos, atraerlos, llevarlos de la mano, como San José hace con el niño Jesús, porque en ese encuentro con Dios está la clave y el fundamento de una vida nueva, de una vida distinta. Que así sea.


TERCER DÍA DE TRIDUO DE LA COFRADÍA DE LA COLUMNA SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN “Apoyado en la esperanza creyó contra toda esperanza” La esperanza, la fe, no defraudan queridos hermanos. Celebramos hoy la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María, y en él vemos cumplidas estas palabras. San José se apoyó en la fe en Dios, su esperanza fue la palabra de Dios que escucho en sueños y que le dio todas las certezas que necesitaba. Ciertamente Dios cambió los planes de José, le cambió la vida, y él con enorme humildad aceptó la voluntad de Dios y se entregó en cuerpo y alma al proyecto de Dios, ser el padre adoptivo de Jesús, proteger a la Sagrada Familia de Nazaret, inscribir a Jesús en el censo y darle así plena identidad como hombre. En esta mañana, el Papa Francisco hablaba de San José como ejemplo de creyente que no antepone su proyecto al proyecto de Dios. San Pablo en la carta a los romanos nos hablaba de Abraham que se puso en movimiento a la llamada de Dios y sin ver cumplida las promesas de Dios, abandonó su raíces buscando un horizonte nuevo que le marcó Dios. Seguramente el Papa Francisco se ve reflejado en estas lecturas y en esta fiesta, porque él salió de Buenos Aires, Argentina, como Arzobispocardenal y ya no volverá nunca más a su tierra, a sus raíces, ahora es Obispo de Roma y sucesor de Pedro de por vida. Mis queridos hermanos cofrades, esto también vale para nosotros porque estamos llamados a vivir de la Fe. Estamos llamados a ser personas de esperanza, humildes y obedientes a Dios. Nuestra identificación piadosa con el Cristo de la Columna así nos lo demanda.


Contemplamos a Jesús con una gran humildad y paciencia, atado a la columna, abrazando un castigo que no se merece, abrazando un destino que no le corresponde. No protesta, no abre la boca, no echa en cara. Acepta, calla, y ofrece con infinita paciencia y ternura. Es la enseñanza que expresa nuestra sagrada imagen y vosotros al portarla en el trono, al acompañarla por las calles de Baeza os estáis comprometiendo a seguirla pero viviendo en nuestra propia vida ese misterio de pasión. Qué importante en nuestra vida diaria ponernos en la presencia del Señor y a la escucha de su Palabra, en un clima de silencio, oración y reflexión para contrastar nuestros planes con los de Dios, nuestros proyectos con los suyos. La felicidad plena en la persona es cuando corresponde su ser con su existir. Cuando realizamos en la vida aquello que somos, para lo que hemos sido creados y destinados, encontramos el gozo de una vida con pleno sentido y correspondencia. Es Dios el que nos ha dado la esencia y la existencia. Lo decía claramente San Pablo en la segunda lectura: “Dios llama a la existencia lo que no existe”. Por eso, al igual que Abraham, que José, que María, digamos un sí, un hágase a lo que Dios quiere, porque El que nos ha dado la vida sabe mejor que nadie lo que nos conviene, nuestra vocación y a aquello que estamos destinado por su infinita sabiduría y misericordia. Que sea esta nuestra oración en la Fiesta Solemne de San José, que sea esta nuestra oración en el último día de Triduo preparatorio a la Semana Santa: Escucha, humildad, obediencia, fidelidad y seguimiento. Que la Virgen de las Lágrimas, madre de Dios y nuestra interceda por nosotros y por nuestra Cofradía. Que así sea.


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