MISA DE FIN DE CURSO DE LA AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS BAEZA 14 DE JUNIO DE 2013
“Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento para gloria de Dios” (2Co 4,15) Hermanos, clausuramos el Curso Cofrade en esta tarde y podemos hacerlo desde este pensamiento de San Pablo a los cristianos de Corinto. Podemos hacerlo como revisión y como promesa. Como revisión por el curso pastoral que hemos compartido, como promesa pensando ya en el curso pastoral que comenzaremos en Octubre. Comenzamos con la gran alegría de ver proclamado a San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia Universal, el domingo 7 de Octubre. Algunos tuvieron la dicha de poder viajar hasta Roma y ser testigos en primera persona. Otros, desde un lugar tan emblemático para la Cofradía de las Escuelas y nuestra ciudad de Baeza como es el Paraninfo de la Antigua Universidad. Con qué emoción vimos el tapiz descolgado en la logia de la Basílica de San Pedro con la imagen de San Juan de Ávila y en el fondo del tapiz nuestra Catedral de Baeza y la fuente de Santa María. Comenzaba para nosotros, como Agrupación una gran tarea en la colaboración y difusión de la vida y doctrina del nuevo doctor tan ligado a Baeza. El centro Avilista, situado en la sede de nuestra Agrupación está siendo el referente de muchos peregrinos que vienen a visitarnos y se está haciendo una magnífica labor de acogida y coordinación. San Juan de Ávila, en los memoriales del Concilio de Trento y en las disposiciones posteriores del Concilio provincial de Toledo habla de las Cofradías y les encarga la tarea de la Caridad, especialmente atender a los que tienen necesidades.
Creo, que en la implicación que estamos teniendo en la acogida y atención a peregrinos estamos cumpliendo esa caridad de acoger al forastero en el espíritu evangélico: “lo que hagáis a uno de estos mis hermanos a mí me lo hacéis dice el Señor”. Toda peregrinación o peregrino que acogemos en nuestra casa común que es la Sede de la Agrupación se convierte en una magnífica ocasión de cumplir también lo que hemos escuchado en la primera lectura de Corintios: creemos y por eso hablamos. Es una oportunidad de manifestar nuestra fe en Jesucristo, muerto y resucitado, en la Iglesia que es nuestra madre. Algunos de nuestros guías son también miembros de cofradías y hermandades que desde ahí hacen este servicio de acompañar y no sólo para explicar arte o historia, sino también cómo se vive la fe cristiana en Baeza. Junto a esa “caridad de acoger al peregrino” también nuestras Cofradías en este año han doblado el esfuerzo en contribuir con Cáritas Baeza para remediar las penurias de nuestros hermanos, sean de Baeza o no, sean cristianos o no. El que llama a la puerta de Cáritas no se le pregunta por nación, sexo o religión, es el mismo Cristo pobre quien llama a nuestras puertas. Iniciativas de nuestros jóvenes cofrades sensibles ante tanto dolor, iniciativas desde la misma Agrupación, desde cofrades particulares, desde las vocalías de caridad. Por desgracia nunca es suficiente y no debemos de bajar la guardia en la vigilancia para que ninguno de entre nosotros se encuentre solo, sin recursos, desesperado o abandonado. Nuestra Cofradías y Hermandades a aglutinan a tantos tienen que estar con los oídos muy abiertos para descubrir esas situaciones en las que podemos remediar como hermanos y movidos por el amor. También inauguramos con toda la Iglesia no sólo un curso pastoral el 7 de octubre y lo ofrecimos a la protección de la Virgen María bajo la
advocación de nuestra Señora del Rosario, sino que con toda la Iglesia universal abrimos el Año de la Fe. En todos nuestros encuentros, especialmente en los pregones, hemos comenzado este año profesando la Fe solemnemente. Al recitar el Credo de la Iglesia Católica estamos proclamando a los cuatro vientos cuál es nuestra fe y qué nos mueve como creyentes. Nuestras Cofradías han de hacer un gran esfuerzo por hacer llegar la Fe a aquellos que no la tienen, o aquellos que la recibieron en el bautismo pero la tienen adormecida. A los que estén más fuertes en la fe hay que seguir creciendo y alimentándose porque San Pablo lo decía hoy muy claramente: “Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro”. La fe es un gran tesoro, don de Dios, pero se encierra en nosotros, en cada uno de nosotros miembros de la Iglesia que formamos la Iglesia, y somos vasijas de barro. En el año de la fe, celebramos la efemérides de una Cofradía, la Humildad, que lleva 450 años de fe, viviendo bajo esta virtud fundamental, la humildad, porque nos lleva hasta Dios, como dicen sus estatutos fundacionales. Cuántos hermanos cofrades en estos años de historia que han vivido por la fe y desde la fe y que han ido pasando el testigo. Felicidades hermanos de la humildad y ahora os toca pasar el testigo a otros. También el 50 aniversario de la imagen de la Virgen de la Cofradía de la Caída. Tejiendo historia de fe, experiencias, al amparo de la Madre de Dios y nuestra, Reina de las Cofradías de la que tanto tenemos que aprender para ser verdaderos hombres y mujeres de fe. Felicidades también a vosotros.
Lo que hemos vivido en este año por lo que en esta tarde damos gracias. También pedimos perdón si no hemos hecho todo lo que podíamos hacer, si no hemos dado el cien por cien. Y lo que está por venir. Un curso nuevo a partir de Octubre donde cerraremos el año de la Fe y en nuestra Diócesis lo dedicaremos a las vocaciones, especialmente al sacerdocio. Os encomiendo ya esta intención desde esta misma tarde. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a la mies. Muchos y santos sacerdotes que asistan tantas comunidades parroquiales y tantos grupos, movimientos y asociaciones. Nuestras cofradías tienen muchos niños y jóvenes, tendremos que ser nosotros quienes los acerquemos más a Dios y hacerles la propuesta de la llamada del Señor, sin miedo y sin complejos. Actualmente, algunos jóvenes que están en el Seminario han salido de ambientes cofrades, por tanto puede ser un camino para descubrir la llamada de Dios. Pues ofrezcamos en esta tarde todas estas intenciones en el altar del Señor en esta celebración fin de curso pastoral de nuestra Agrupación. Que el Señor escuche nuestras súplicas y la Santísima Virgen interceda por nosotros junto al nuevo doctor San Juan de Ávila. Que así sea.