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Hola a todos los monaguillos y monaguillas de Jaén: De nuevo llega a tus manos o a tu pc (si es en formato digital) nuestra revista, «La Revista de los Monaguillos de Jaén». Una revista que va creciendo porque cada vez sois más los niños y jóvenes que le leéis. ¡Cada vez somos más los monaguillos y monaguillas de Jaén que nos vamos conociendo a través de estas páginas! Parecía que no éramos tantos pero lo cierto es que nuestra revista en su número anterior llegó casi a trescientos monaguillos en la edición impresa. Formamos una gran familia: niños, niñas, jóvenes... de las 200 parroquias de nuestra Diócesis, de la ciudad y de todos los pueblos. ¡Somos los monaguillos y monaguillas de Jaén! Siempre al servicio de Señor, acompañando al sacerdote en las celebraciones. ¡Qué contento está el Señor Jesús con vosotros! Cuando recéis, antes de acostaros, dadle las gracias al Señor porque os ha llamado a ser monaguillos y esforzaros por hacer vuestro servicio lo mejor posible. Quiero felicitar a todos los niños y niñas que han hecho la Primera Comunión. Algo tan importante y tan bonito: recibir al Señor en la Eucaristía. Sé que estabais esperando este día con mucha ilusión y alegría. Y también sé que muchos de vosotros esperabais este día para decirle a vuestro cura que queríais ser monaguillos o monaguillas en vuestra parroquia. ¡Enhorabuena! Así podéis ser más y mejores amigos del Señor Jesús. También felicito a los monaguillos que se han confirmado. Vais creciendo y de nuevo Dios os bendice con este sacramento tan importante
en la vida de un adolescente o joven. ¡Qué siempre viváis impulsados por el Espíritu Santo, como auténticos hijos de Dios! Haber hecho la Primera Comunión, estar confirmado y ser monaguillo tres razones para estar super contentos. Y para que el Señor lo esté con vosotros. Y también las vacaciones: la mejor época de todo el año. Más tiempo libre: para estar con la familia, para pasarlo bien con los amigos, para jugar, leer, montar en bici, ir a la playa o a la sierra... y más tiempo para poder ir todos los días a Misa y estar en la parroquia. O para apuntarse a un campamento. En Ibros ya lo tenemos todo preparado para el campamento de este verano. Los monitores están acabando sus exámenes en la universidad y deseando de veros de nuevo. Me preguntan mucho por vosotros. ¡Qué bien lo pasamos el verano pasado con «La Máquina del Tiempo». Este año «Hacia Ibros y más Allá». ¿Qué ocurrirá? Ahhh... es sorpresa. Os esperamos...
Y ahora quiero pedirte una cosa, una cosa muy importante: quiero pedirte que hagas una oración pidiendo al Señor Jesús que llame a jóvenes para que sean sacerdotes. Porque hacen falta más sacerdotes en nuestra tierra de Jaén. Si quieres me la mandas a mi correo electrónico (jamali10@hotmail.es) y la publicamos en la próxima revista. Así podremos rezar todos juntos pidiendo nuevas vocaciones. ¡Cuento con ello! Bueno te dejo para que puedas seguir pasando las páginas de nuestra revista con sus interesantes artículos: Si quieres ser Buen Monaguillo, Niños Santos, Confío en ti, Nuestros Amigos los Monaguillos de «San Pablo» en Baeza, Liturgia para monaguillos... ¡Feliz Veranooooo!
Vuestro amigo: Juan Antonio Marín Linares Director del Secretariado para los Monaguillos en la Diócesis de Jaén 4
NUESTROS AMIGOS LOS MONAGUILLOS de «SAN PABLO», en BAEZA
Holaaa me llamo Antonio y estoy de monaguillo en la parroquia de San Pablo de Baeza. Empecé el año pasado y voy muy bien. Ya tengo 10 años, los cumplí en Diciembre, el 28. Voy también mejor en los estudios. Y sabes... lo que más me gusta es el fútbol como a mi cura; también el tenis. Vivo en el Cristo de la Yedra, portal 1 y bajo A. Y tengo dos hermanas. La mayor se llama Yessi y la menor Erica y mis papás se llaman Raquel y Antonio. Y me gusta ir mucho a la fiesta de los monaguillos porque dice Don Manuel que es muy divertida. Y mis amigos preferidos son Jesús, Mario, Iván e Ismael.
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Hola me llamo Pedro Tribaldos Ruiz. Tengo 12 años y llevo de monaguillo 2 años en la parroquia de san Pablo, Baeza (Jaén). Me hice monaguillo al hacer la comunión. Soy monaguillo porque me gusta ayudar al sacerdote en las tareas de misa, bautizos, bodas, comuniones, etc. Estudio 6º de Primaria en el colegio San Juan de la Cruz, Baeza.
Pedro José Pérez Méndez - tengo 17 años Llevo 7 años de monaguillo en la parroquia de san Pablo, Baeza (Jaén). Como me hice monaguillo: Baje un Domingo por la tarde a misa y me dijo D. Miguel, el sacerdote anterior a D. Manuel, que si quería ser monaguillo, le dije que sí. Estudio 4º de ESO en el I.E.S. Santísima Trinidad, Baeza.
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NIÑOS SANTOS
MANUEL ARANDA MANUEL fue un chico que quiso ser Sacerdote, ser un Cura para atender a los niños y a todas las personas que lo necesitaran. Os voy a contar algo de él: • Nació hace ya muchos años en un pueblo muy pequeño, en realidad era una aldea, llamado Monte Lope Álvarez, cerca de Martos; allí no había parroquia, ni sacerdote, ni siquiera escuela. Manuel aprendió de un «maestro que enseñaba en su casa»; era listo y «travieso», alegre y buen amigo, ¡quizá como vosotros! 7
• Pasado el tiempo, comenzó a ir por allí un sacerdote que trataban con los niños y les daba Catequesis… Manuel asistía y el sacerdote le encomendó repasara con los más pequeños la doctrina, el catecismo… vamos que lo hizo catequista. Después le propuso que fuera al Seminario para ser Sacerdote… Manuel escuchó la llamada. • Pero el Señor comenzó a trabajar en su corazón y recibió con gusto aquella propuesta, es decir, que sintió ganas de ser un día Sacerdote. Se lo dijo a su padre; este se opuso, porque aquellos tiempos no eran buenos para la Religión. Nuestro amigo Manuel siguió insistiendo, la madre y los hermanos le apoyaron, Dios también hizo su parte, y por fin el padre dio el permiso. • Ya tenemos a Manuel en el Seminario de Baeza, frente a la Catedral… aquello era el Seminario Menor entonces. Si habéis ido a Ibros, seguro que lo conocéis; si vais en estos años que Don Juan Antonio os lo enseñe y explique. Manuel comenzó a conocer al Señor, le encantaba participar en la Misa y ayudaba siempre que podía… en su pueblo, como apenas había Misa… pero ahora se desquitaba. Comenzó a sentir un cariño muy fuerte por la Virgen María. Estudiaba mucho, porque tenía que ganar tiempo, pues no venía muy bien preparado. Con su 8
esfuerzo y los buenos profesores que le ayudaban salió adelante y hasta adelantó cursos. Total que pronto pasó al Seminario Mayor de Jaén, aquí ya para estudiar «la carrera» Filosofía y Teología. • En el Seminario era estudioso, amable, sencillo y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Los profesores lo estimaban mucho y también los compañeros. Era un buen muchacho, quería al Señor Jesús, presente en la Eucaristía, rezaba el Rosario a la Virgen, confiaba en Dios. Esto le hacía ser un buen Seminarista y así se preparaba para ser un buen Sacerdote, aquello que deseaba. • En el verano, cuando iba a su pueblo, reunía a los niños y les enseñaba las cosas de Dios y también a leer y escribir… era muy amigo de todos y preparó a algunos para que fueran a estudiar y también para el Seminario. Trataba con los jóvenes y les ayudaba con libros y con charlas y reuniones. Era bueno con los enfermos y los pobres…iba a visitarlos y, de lo poco que tenía, les llevaba algo. Compartía con los demás. Eso sí, defendía las cosas de Dios y cuando alguno lo ofendía se disgustaba mucho, y es que a un padre no se le puede ofender… y Dios es Nuestro Padre. 9
• Total, Manuel llegó a finalizar los cursos de Filosofía en el año 1936, le quedaban cuatro años para ser Cura, pero Dios quiso llevárselo para que gozara de Él en el cielo y para que ahora fuera un ejemplo y un intercesor nuestro ante su Amigo Jesús. Por eso podemos rezar a Manuel para que interceda por nosotros ante Dios. Y es que sucedió… que en el año 1936, la gente se volvió bastante loca… entraron en una guerra y muchos se dedicaron a perseguir la Religión y a los que la practicaban, a los Curas, Religiosos y cristianos que iban mucho a la Iglesia. A Manuel, nuestro amigo, le hicieron prisionero, con otros, en una pequeña iglesia que se había construido en su pueblo, le trataron mal, le quisieron obligar a romper santos y cuadros del Vía Crucis, le mandaban que ofendiera a Dios y que se arrepintiera de querer se Cura. Lógicamente no lo consiguieron, Manuel nunca decía lo mal que le trataban y los perdonaba de corazón. Un día, los jefes debieron mandar a los guardianes que lo mataran… y así fue: a las afueras de pueblo, entre olivos, un 8 de agosto, le dispararon y murió, derramando su sangre por no ofender a Dios. Ahora la Iglesia lo va a proclamar como modelo para niños y jóvenes, especialmente para los que quieran ser Sacerdotes. Os he hablado de MANUEL ARANDA ESPEJO, SEMINARISTA DE JAÉN, que será proclamado Beato el 13 de Octubre en Tarragona. 10
«¡CONFÍO EN TI!» ¡Hola, amig@! ¿Cómo ha terminado el curso? Espero que muy bien, y ahora puedas aprovechar bien el verano para descansar y participar más en tu servicio de monaguillo. Ahora estarás más tiempo con tus padres… aprovéchalo para quererlos más y obedecerles siempre. ¿Por qué? Sencillamente, porque creo que confías en ellos. Eso es lo importante, que tienes tu confianza puesta en ellos, porque sabes que nunca te harían ningún mal, sino todo lo contrario, todos los días tus padres procuran el mayor bien para ti. Pero, ¿te has puesto a pensar alguna vez lo que es confiar en una persona? • Algunas veces les dices a tus amigos algún secreto o les das alguna cosa querida por ti para que te la cuiden. Ello lo haces porque te fías de ellos. • Tienes la seguridad de que tus padres te quieren y te dan todo lo que necesitas: comida, calzado, ropa, libros, etc. Confías en ellos.
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• Sin embargo, para los que creemos en Dios «confiar» es una palabra que aplicamos, sobre todo, a Dios: nos fiamos de Él, porque nos quiere hasta la locura, está siempre con nosotros, nos fiamos igualmente de su Palabra y de lo que nos pide. Esto es muy importante, pues en quien más podemos confiar es en el Señor; murió en la cruz, ¿qué mayor prueba de amor necesitamos de Él?; pues nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos, y tú eres uno de ellos.
Pero, te quiero hacer una pregunta: ¿eres tú de fiar para tus padres, para tus amigos y para el mismo Dios? ¿Los traicionas algunas veces? ¿No los quieres de verdad? Jesús se fió de sus discípulos y les confió la misión de ir por todo el mundo a llevar su Evangelio. Y también se fía de ti, no lo olvides. Eres muy valioso para el Señor.
¿De qué manera le respondes a lo que te pide? Pues, por ejemplo, Dios te llama para que seas responsable en tus estudios, para que obedezcas a tu madre cuando te manda algo y lo hagas de buena gana, para que cuides tus cosas y no las pierdas o rompas, para que hagas siempre el bien a todos y no les realices ningún daño… 12
¿Cómo respondes a estas llamadas del Señor? Son detalles pequeños, pero te van preparando para una entrega más grande a Él, para responder a una vocación, que es la llamada que Dios nos hace. Como a Moisés, para salvar a su pueblo. Como a Pedro, para continuar la misión de Jesús en el mundo. Como a María, para ser la madre de Jesús. Dios nos ha llamado, en el bautismo, para hacernos hijos suyos. Para cada uno de nosotros Dios tiene un camino y una misión que cumplir en el mundo como cristianos. Algunos son llamados a vivir su fe desde la familia y el trabajo. Y algunas personas son llamadas a una vocación de especial consagración, para ser religiosos, religiosas o sacerdotes, viviendo más de cerca la unión con Jesús y la misión a la que Jesucristo nos envía. En toda vocación es como si Cristo nos dijera: «Confío en ti», en el sentido de que Él confía en nuestras manos continuar la tarea que Él comenzó. La misma que Dios confió a Moisés, a María, a Pedro… ¡Dios también te confía una misión! ¿Te animas? Fíjate en este dibujo en el que aparece un joven saltando sobre las aguas. Lee este texto del evangelio de San Mateo (14,22-36). Es muy interesante.
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Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente.Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua». Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame». Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?». En cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante Él diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios». Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto. Y cuantos la tocaban quedaban curados. ¿Te has dado cuenta? Hay en el texto algunas ideas importantes. Mira: 1. Tras el episodio de la multiplicación de los panes, Jesús se retira a orar y envía a sus discípulos a la otra orilla. Para Él es muy importante la oración. Como también para nosotros, ya que en ese diálogo con el Señor, nuestro amigo, descubriremos qué quiere de nosotros. 2. La barca, en medio del mar, se tambalea y los discípulos tienen miedo. Las olas representan los problemas de cada día que nos hacen dudar y preocuparnos. 14
3. Jesús aparece caminando sobre el mar y les invita a confiar. Jesús es capaz de vencer todos los problemas y adversidades, también los nuestros. 4. Pedro también quiere también andar sobre las aguas, como Jesús, y éste le llama a hacer lo que Él hace. Pero Pedro tiene miedo y duda, deja de confiar en Jesús y comienza a hundirse. 5. Sin embargo, en Él nos podemos apoyar siempre, a Él podemos acudir siempre, de Él nos podemos fiar siempre. Como Pedro, cuando en medio del mar tuvo miedo y gritó «sálvame», y Jesús le tendió la mano y le puso de nuevo en pie. Tú también puedes decirle al Señor: «Confío en ti». 6. Llegados a la orilla, Jesús continúa su misión, llevando palabras y signos de amor a los que más lo necesitan, curando a los enfermos. Los discípulos están con Él en esta misión, como tú que sientes que Cristo te necesita para servir a los demás como Dios quiere, haciendo el bien a todos. ¿Te animas a confiar totalmente en Dios, a escuchar su llamada y a responderle con generosidad? ¡Ánimo! Pregúntate en tu interior: «Señor, ¿qué quieres de mí?». Y escucha en el corazón, como María. Fuente de paz y de fidelidad, Virgen María. Dios se fijó en ti por tu humildad, Virgen María. Elegida del Señor, siempre dócil a su voz, en el amor. Hágase, Señor, en mí tu voluntad, hágase en mí según tu palabra. Con María, unimos nuestras voces al cantar: Hágase, Señor, tu voluntad en mí, hágase, Señor, tu voluntad. José Mª Romero García Delegado episcopal de Vocaciones. 15
CATEQUESIS LITÚRGICA PARTICIPAR DE LA EUCARISTÍA Agustín Rodríguez Gómez. Párroco de Santa María Magdalena y formador del Seminario Menor Diocesano, de Jaén
Queridos monaguillos/as: A través de estas páginas de nuestra revista estamos intentando aprender a identificar y familiarizarnos con el vocabulario propio de la Liturgia, así como a conocer el significado de los objetos litúrgicos, de los ornamentos y sus colores…, con el objetivo de realizar mejor nuestro servicio comprendiendo lo que hacemos. En este número te propongo que iniciemos juntos una aventura: recorrer las partes de la celebración de la Eucaristía; pero no lo haremos sólo para aprender cosas que tienen que ver con la función del monaguillo, sino sobre todo para comprender y disfrutar de algo que, por hacerlo con tanta frecuencia, puede ser que termine convirtiéndose en aburrido, sobre todo si no sabemos bien qué ni por qué lo hacemos. Ten en cuenta que el monaguillo no es sólo el ayudante del sacerdote; antes que eso es un cristiano que vive y celebra su fe. Por eso, más que «ayudar a Misa», como si fuera un oficio, el monaguillo celebra la Eucaristía, junto al sacerdote y los demás fieles, y dentro de esa celebración desempeña un 16
ministerio, un servicio, de la misma manera que otros desempeñan otros ministerios (el sacerdote preside la celebración, el lector proclama la Palabra, el coro anima el canto…, etc.); lo importante no es lo que cada uno hace en particular, sino lo que entre todos tenemos que conseguir: sentirnos una comunidad unida en la que el Señor Jesús se hace presente, nos habla, escucha nuestra oración y comparte su Vida con nosotros en el pan y el vino convertidos en su Cuerpo y su Sangre. La celebración de la Eucaristía consta de dos partes bien diferenciadas que se llaman «Liturgia de la Palabra» y «Liturgia Eucarística»; estos nombres nos dan a entender que durante la primera parte de la celebración nos centramos en escuchar la Palabra de Dios, y durante la segunda parte el centro de atención es el Cuerpo y la Sangre de Jesús, es decir, la Eucaristía, el Sacramento por el que Él se sigue entregando por nosotros como lo hizo una vez para siempre en la Cruz. Antes de la Liturgia de la Palabra hay una introducción que nos ayuda a centrar la atención en lo que vamos a celebrar y a prepararnos para ello. El canto de entrada forma parte de esta introducción, y si se elige bien, sirve para dos propósitos: aclamar y recibir a Jesucristo en la persona del sacerdote que preside la Eucaristía, y orientar a los fieles en el sentido de la celebración (por eso hay cantos de entrada distintos para el tiempo de Pascua, de Adviento, Navidad, Cuaresma, Domingos del Tiempo Ordinario…). 17
El canto de entrada puede ir precedido de una monición, que es como un aviso de que la celebración va a empezar y nos debemos disponer para ello. Una vez que acaba el canto de entrada, desde la sede, el sacerdote saluda a los fieles y los invita a reconocer sus pecados y pedir perdón al Señor, pues lo que vamos a celebrar exige de todos una perfecta unión con Dios, y el pecado impide esa unión; en algunas celebraciones, sobre todo en los Domingos de Pascua, este primer rito, que se llama acto penitencial, se puede sustituir por la aspersión del agua bendita en recuerdo de nuestro Bautismo. Después del acto penitencial o de la aspersión del agua bendita, cantamos o recitamos un himno muy antiguo de alabanza y gloria a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; este himno sólo se canta o se recita en las Eucaristías de los domingos, fiestas y solemnidades, pero no durante los tiempos de Adviento y Cuaresma, para que así tenga más sentido su canto en la Navidad o en la Pascua de Resurrección. Acabado el himno del Gloria, el sacerdote eleva a Dios una oración en nombre de todos, que se llama oración colecta, porque recoge el sentir de toda la Iglesia que se ha reunido para celebrar el acontecimiento principal de nuestra fe. Acabada esta introducción ya estamos preparados y dispuestos para escuchar la Palabra de Dios, para adentrarnos en la Liturgia de la Palabra que es la primera parte de la Eucaristía. Pero de esto seguiremos hablando en el siguiente número de la revista.
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Ahora toca despedirnos y recordar que durante las vacaciones de verano seguimos siendo cristianos y monaguillos; no dejes de visitar a tu mejor amigo, Jesús, en el Sagrario; y por supuesto, no dejes de participar en la Eucaristía, sobre todo los domingos, aunque viajes fuera de tu pueblo o ciudad. Recuerda que no tienes que ir a Misa porque seas monaguillo, sino que eres monaguillo porque vas a Misa como buen cristiano. Que descanses del curso y disfrutes de las vacaciones.
Si quieres, escribe a los seminaristas menores de la Diócesis presentándote a ellos y contándole lo que piensas de todo esto…
¡Pronto te responderán!
Seminario Menor Diocesano «San Juan de Ávila» C/ Juan Montilla, 1 23002 Jaén Blog: http://seminariomenorjaen.blogspot.com.es E-mail: josema_1963@yahoo.es 19
SI QUIERES SER UN BUEN MONAGUILLO TIENES QUE... Para ser Monaguillo se necesitan desarrollar ciertas cualidades entre las que están las de: 1º Piedad: que se manifiesta sobre todo en la participación en los sacramentos, en la oración y en el gusto por las cosas sagradas. 2º Obediencia: hacer con prontitud y eficiencia lo que debo hacer y de buena gana. 3º Respeto: en especial para con el sacerdote, con los lugares y objetos del templo con los que tienes contacto. 4º Reverencia: darla a Dios, a los Santos, al Templo y a los objetos que sirven para el culto divino. 5º Buena Educación: el buen Monaguillo la practica siempre: - Se presenta limpio a todas las ceremonias. - Es atento con todos, a todo y en cualquier parte. - Es servicial e imaginativo. - Está atento para que su servicio al Altar sea siempre correcto y preciso. Ahora anota tú otra cualidad que debas desarrollar como Monaguillo: 6º _________________________________________________.
No olvides nunca que el MONAGUILLO ES EL QUE ACOMPAÑA A JESÚS. El Monaguillo es el que acompaña, el que sigue el mismo camino del sacerdote. Su tarea es la de SERVIR al sacerdote en el altar. Ayuda y sirve al sacerdote en las funciones de la sagrada liturgia, de manera especial en la Eucaristía y en el Bautismo. Los monaguillos no reciben el misterio instituido, a los que si lo reciben se les llama acólitos y son personas de mayor edad. Cuando el Monaguillo asiste al Sacerdote, ministro representante de Cristo en el altar, ayuda muy de cerca al mismo Jesucristo en el Sacrificio de la Eucaristía y está en contacto con las cosas dedicadas al uso de Jesús. Por eso el Monaguillo debe distinguirse por su Piedad, es decir, por recibir frecuentemente los sacramentos de la Reconciliación y de la Comunión; por la constante práctica de la oración y por su gusto y alegría por participar en celebraciones litúrgicas. El Monaguillo se presenta limpio a todas las ceremonias. Está atento, es muy servicial y tiene un gran respeto para el Sacerdote, para sus compañeros, para el templo y para los objetos que sirven para el culto divino. ¡GRACIAS, SEÑOR JESÚS, PORQUE ME HAS LLAMADO PARA ESTAR A TU LADO, PORQUE CADA DÍA ME SIENTO FELIZ CONTIGO, PORQUE QUIERES SER MI AMIGO, PORQUE ME QUIERES TANTO PORQUE SOY MONAGUILLO! ¡GRACIAS, SEÑOR JESÚS!
Campamento de Ibros Hola monaguillos, somos dos monaguillos de la parroquia san Pedro y san Pablo de Ibros. Nos llamamos Diego y Nicolás y os invitamos al campamento que se hace todos los años en el centro parroquial desde el año 2010.Nosotros en el primer campamento nos lo pasamos muy bien y desde entonces vamos todos los años. Cuando llegamos, nos inscribimos y nos instalamos en nuestras habitaciones. En los campamentos hacemos muchas cosas como gimkanas, nos bañamos en la piscina, jugamos a futbol, hacemos diferentes juegos, también hacemos manualidades, fiesta de disfraces, salimos por las calles de nuestro pueblo, también hacemos catequesis y nos enseñan como ser un buen monaguillo o monaguilla, guerras de globos de agua y muchas cosas más... Rezamos cuando nos levantamos y antes de acostarnos. Los monitores son buenos y simpáticos y organizan cosas muy divertidas y nos lo pasamos muy bien con ellos. Vienen niños y niñas de muchos pueblos de la provincia de Jaén y de Castilla la Mancha. En la despedida del campamento nos hacen una presentación con fotos y videos de todo lo que hemos hecho en este campamento. Avisad a vuestros amigos/as para que vengan a pasar una semana muy buena y divertida en Ibros. Apuntaros y venid. ADVERTENCIA: Prepararos para pasar una semana muy divertida. Hasta el campamento, Diego y Nicolás.
Delegación Episcopal de Vocaciones DIÓCESIS DE JAÉN