El redentor #31 by Parroquia Cristo Redentor

El Redentor Nº 31 Marzo 2015

comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org www.parroquia-cristoredentor.org facebook.com/ParroquiaCristoRedentorSan Salvador

Mensaje del Padre Jaime...........................................................................3

Twitter:@parroquiaCR

Avisos Parroquiales..........................................................4

Paseo General Escalón, 50 metros al poniente del Redondel Masferrer, Colonia Escalón San Salvador

Liturgia y Espiritualidad.........................................................................5

Tel: (503) 2263-1218 Tel: (503) 2264-4829

Al César lo que es del César..........................................................................6

DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN EDITORIAL Jaime Paredes Carlos Torres Roberto Velasco Gabriela Huezo Alejandro Villalta Patricia Ticas de Villalta Neto Segovia Julio César Cabrera Francisco Magaña Javier Rodríguez Miguel López Hector Meza Una Producción de: Comisión de Comunicaciones Parroquia Cristo Redentor - San Salvador

Fuerzas Vivas .................................................................7-9 Dejando Huella ...............................................................10-11 Conviértete y cree en el evangelio ...............12-14 Perfiles ...................................................................................15 Fotografías Actividades........................................18-19

Mensaje del

Padre Jaime ¿Sobre qué va a hacer este mes el saludo en el Boletín? me preguntó una feligrés amiga. ¿y de qué crees? le contesté. Los dos sonreímos porque ya sabíamos que iba a ser sobre Monseñor Romero. ¡Y estábamos felices! Me di cuenta de la declaración del Papa Francisco sobre el martirio de Monseñor cuando ya estaba en la reunión del Clero ese día. Casi nunca oigo radio; en la mañana no veo la tele para llegar a la Misa sólo con el Evangelio en mi cabeza; no soy cibernético… así que no sabía nada! Amigos sacerdotes me felicitaban y no sabía porqué. Al fin me contaron… La reunión perdió el rumbo programado y encontró su propio rumbo celebrativo… era fiesta!… y después la Eucaristía!. Era en verdad justo y necesario dar gracias al Padre por Jesucristo y su obra salvadora entre nosotros a través de su amado siervo Oscar Arnulfo… Mártir de la Iglesia!

Nuestro mártir, de nuestra Iglesia arquidiocesana! Junto a Monseñor Urioste me llamó Monseñor Rosa a compartir la homilía ese martes 3 de febrero. No era día para palabras, sólo para emociones y gracias espirituales. ¡35 años de espera! Haber tenido la gracia de conocerlo, escucharlo en su predicación de profeta, recibir de él el Ministerio Sacerdotal, compartir en algo su pastoral, contemplar su admirable testimonio de pastor, su amor por Jesús, el Reino, los pobres… haber podido besar su cuerpo martirizado… ¡Bendito Dios por haber llegado a este día santo! Y mientras esperamos ilusionados el día de su beatificación, entramos en la Cuaresma. En cuaresma me ordenó Presbítero; en cuaresma

lo mataron. ¡Y es tiempo de conversión! Gracia de Dios para abrir el oído y el corazón al pedido exigente de conversión personal, social, nacional, eclesial, que el Señor nos hizo y nos sigue haciendo a través de Monseñor Romero. Porque no hicimos caso entonces estamos como estamos. Podemos hacer ahora que Monseñor Romero y la Cuaresma vayan juntos y nos animemos a cambiar, a convertirnos. No de “cositas” sino de verdad, de corazón. No de “intimidades personales” sino de actitud social. No de comportamientos aislados sino de vida eclesial. ¡Bendito sea Dios si logramos hacer de esta cuaresma un tiempo santo!.

Avisos Parroquiales Marzo 2015

Celebremos La Pascua DOMINGO DE RAMOS (No habrá Misa de 7:00 ni de 9:00 a.m.) 10:00 a.m. Bendición de Ramos (Redondel Masferrer) Procesión hacia el Templo Solemne Celebración Eucarística 5:30 p.m. Celebración Eucarística (No habrá Misa de 4:00 ni de 7:30 p.m.)

LUNES, MARTES Y MIÉRCOLES SANTO 7:00 a.m. Celebración Eucarística 5:30 p.m. Celebración Eucarística

SANTO TRIDUO PASCUAL JUEVES SANTO 6:00 a.m. Solemne Eucarístia de la Cena del Señor - Lavatorio de los pies - Memorial de la Institución de la Eucarístia Adoración Eucarística en el Monumento (A continuación de la Celebración y hasta la medianoche)

VIERNES SANTO 10:00 a.m. Vía Crucis Vicarial (Saliendo de San José de la Montaña y recorriendo la Plaza del Salvador del Mundo) 3:00 p.m. Celebración de la Pasión del Señor - Proclamación de la Pasión - Veneración de la Cruz Procesión del Santo Entierro ( A continuación de la Celebración)

SÁBADO SANTO La Iglesia vela en oración junto al Sepulcro del Señor, y alimenta su esperanza de la vida nueva prometida.

PASCUA DE RESURECCIÓN 10:00 p.m. Santa Vigilia Pascual - Rito de la luz - Renovación de Bautismo - Solemne Celebración Eucarística de la Resurección del Señor - Convivio de Pascua ( No habrá Misa de 7:00 ni de 9:00 a.m.) 11:00 p.m. Solemne Celebración Eucarística de Resurección 5:30 p.m. Solemne Celebración Eucarística de Resurección ( No habrá Misa de 4:00 ni de 7:30 p.m.)

¡Felices Pascuas de Resurección! 4

Liturgia y Espiritualidad La oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe Tres son los pilares que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres pilares son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente. La oración es la primera actividad de la Cuaresma; es un tiempo muy apto para renovarla. En efecto, todo se apoya en la vida espiritual. El mismo San Agustín decía también a sus fieles en un sermón de Cuaresma: “Para que nuestras oraciones puedan más fácilmente tomar su vuelo y llegar hasta Dios, es preciso darles el doble ceremonial de la limosna y el ayuno”. “Nuestra oración apoyada en la humildad y la caridad, en el ayuno y la limosna, en la abstinencia y el perdón de la injuria, en el cuidado que pondremos en hacer el bien en lugar de devolver el mal y de evitar el mal y practicar el bien busca la paz y la obtiene porque esa oración vuela, sostenida y llevada a los cielos, donde nos ha precedido Jesucristo que es nuestra paz”. “Estas piadosas limosnas y este

frugal ayuno son las alas que en estos santos días ayudarán a nuestra oración a subir hacia el cielo”. Se ve cómo San Agustín liga las tres actividades, ayuno, oración y limosna para la Cuaresma. El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca. En consecuencia, la oración, la misericordia y el ayuno deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios, una única llamada, una única y triple petición. El ayuno no germina si la misericordia no lo riega, el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecundiza: lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo es la misericordia para el ayuno. Recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre, te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro no lo tendrás tampoco para ti. En la misericordia Dios reencuentra su propia imagen: “Ninguna devoción en los fieles es más agradable a Dios que la que se dedica a sus pobres; allí donde Dios encuentra la preocupación por la

misericordia, reconoce la imagen de su propia bondad” La caridad no consiste sólo en aliviar la desgracia ajena, sino ante todo, en compartir su sufrimiento. Para el cristiano, la caridad comienza a partir del momento en que se priva o se empobrece por los demás. Por eso el Padre celestial es el único que lo ve, allá en lo secreto. La misericordia cristiana es el encuentro de dos manos que se tienden una hacia otra, la mano de dos hermanos que se juntan, el más emocionado y el más dichoso de los cuales no es el que recibe, sino el que da. Más que un deber es una necesidad de nuestro corazón con respecto a los que sufren. Miremos mucho a Cristo en esta Cuaresma. Antes de comenzar su misión salvadora se retira al desierto cuarenta días y cuarenta noches. Allí vivió su propia Cuaresma, orando a su Padre, ayunando...y después, salió por nuestro mundo repartiendo su amor, su compasión, su ternura, su perdón. Que Su ejemplo nos estimule y nos lleve a imitarle en esta cuaresma. Consigna: oración, ayuno y limosna.

Al César, lo que es del César

PARROQUIA CRISTO REDENTOR MES DE ENERO DEL 2015 INGRESOS Colectas Intenciones y ofrendas Diezmo de comunidades Contribución de movimientos y ministerios Programa de donantes voluntario mensuales Nichos y osarios Publicidad El Redentor otros GASTOS Pastoral Pastoral Social Administración Arquidiócesis de San Salvador Infraestructura Previsional

$ 19,872.72 8,874.72 939.00 2,925.00 900.00 1,974.00 600.00 3,315.00 345.00

44.66 % 4.73 % 14.72 % 4.53 % 9.93 % 3.02 % 16.68 % 1.73 %

$ 5,325.75 $ 4,178.48 $ 10,467.12 $ 171.43

24.70 % 19.38 % 48.55 % 0.80 % 6.57 %

$ $ $ $ $ $ $ $

$ 21,557.78

$ 1,415.00 DEFICIT

1,685.06

Nuestro Mártir En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque la sangre del glorioso mártir Oscar Arnulfo Romero, derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio, por Cristo, Señor nuestro. Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos.

Fuerzas vivas RESEÑA HISTÓRICA DE NUESTRO NACIMIENTO… NUEVA EVANGELIZACIÓN El 25 de Enero, mientras hacíamos la cola para entregar la ficha de compromiso de servicio en algún ministerio, pasaron por mi mente muchas cosas. Le comentaba a mi señora: hace 22 años el domingo 24 de enero, entrábamos por la puerta de la capillita 60 corazones rebosantes de Espíritu Santo y con una cabeza llena de ideas y deseos de hacer… Fuimos las primeras 4 comunidades que salieron de la pesca inicial que el P. Angulo lanzó para echar a andar el proceso de la nueva evangelización. El 8 de Noviembre de 1992, 125 personas hicimos eco al llamado de nuestro párroco de entonces, el P Raúl Angulo, que se auxilió del padre Octavio Cruz para comenzar tal proyecto. De esa reunión en Monte Tabor, salieron 7 grupos que el siguiente lunes por la noche se reunieron en la parroquia para dar comienzo a las primeras casas de oración. En esta ocasión fuimos orientados por personal de la parroquia Sagrada Familia, quienes ya tenían algún tiempo de funcionar con este proceso.

El dedo de el Espíritu Santo se dejó sentir en esa reunión del lunes, pues se eligieron los coordinadores de dichos grupos, ¿con qué conocimientos? Con los que el Espiritu Santo te iluminara. Con esa valentía que Dios te da, se pasaron las ocho semanas de preparación para el primer retiro que se realizó en Monte Tabor los días 17,23 y 24 de Enero de 1993 dando un fruto de 4 comunidades, El Buen Pastor, Compartir en Cristo, Discípulos de Cristo y Alegría Con Jesús y María. De esa primera pesca se quedó la mitad para el segundo retiro que se impartió los días 21,27 y 28 de marzo de 1993. De este retiro salieron tres comunidades más: Ríos de Agua Viva y Manantial de Amor y el resto se incorporaron a las comunidades del primer retiro. La semilla ya estaba sembrada, y en espera de buena cosecha, fuimos llamando a mas personas, por medio de asambleas, por medio de misiones, y por invitaciones personales. El número de comunidades fue creciendo a paso lento, pero ahí fuimos experimentando deserciones constantes, que reducían el número de participantes en las comunidades, por diversas razones, pero eso lo seguimos viviendo en la actualidad. Sólo que después de 22 años, vemos que muchos de los que abandonaron la comunidad, no podrán volver a ella, pues ya están en el reino de los cielos. Nuestra insistencia era: Ojalá que todos nuestros parroquianos un día formen parte de este proceso y es interesante ver cómo el Señor escribe recto por líneas torcidas. A pesar de las deserciones y las desapariciones de comunidades enteras, nunca nos rendimos ni tiramos la toalla, seguimos adelante con las misiones por sector, hasta que se tomó la decisión de cambiar el estilo de pesca a las invitaciones por medio de una carta, que el párroco firmaba. De esa forma seguimos creciendo, y llevando a cabo convivios, para avivar el espíritu de los que permanecían en el proceso. Lamentablemente nunca tuvimos una participación del 100 por ciento, siempre existían excusas para no hacerse presente, unas con razón y otras sin ella.

Cambiábamos las horas para ver si así lográbamos una mejor participación, pero cuando lo hacíamos por la tarde llegaban los que no ponían por excusa el trabajo, y cuando lo hacíamos por la noche llegaban otros, pero faltaban los que habían llegado de día…el número de asistentes era más o menos el mismo. Muchas anécdotas tenemos a lo largo de 22 años, pero se me ocurre trasladarles una, que tuvo su culminación en un convivio navideño. Para que veamos que cuando Dios quiere, las cosas suceden. En la comunidad ALEGRIA CON JESUS Y MARIA, la cual coordinaba yo, acostumbrábamos invitar a los cónyuges a las actividades sociales, tales como la celebración de cumpleaños, con la idea que la pareja también formara parte de la comunidad. En nuestra comunidad estaba Ester de Echeverría y queríamos que su esposo, se nos uniera; pero él no quería, siempre se negaba. De tal manera que cambiamos la reunión a su casa para que se diera cuenta de lo que se trataba; pero él se retiraba a su cuarto con el televisor a todo volumen. Lo invitamos al convivio mencionado en donde se improvisaron con los asistentes diversos cuadros bíblicos y don Sarbelio aceptó tomar parte en la presentación donde le tocó hacer el papel de Dios. No tenia que decir ni una palabra pero ese fue el golpe rotundo para sus NO. En la siguiente reunión de comunidad, se presentó con Tey y solicitó dar su testimonio y pidió que se le aceptara en la comunidad. Había sido tal su conversión que aceptó asistir a nuestra comunidad y a la reunión de la casa de oración para prepararse y hacer el retiro. Desde ese momento fue un asiduo miembro de la comunidad, hasta que el Señor lo llamó a su presencia. Dos años después se le unió Teycita, convirtiéndose ambos en miembros honorarios de nuestra comunidad. En nuestra lucha por crecer llegamos a tener 42 comunidades. De esa forma nos mantuvimos hasta 2009 cuando el P. Jaime tomó posesión de la parroquia. Y a partir de ese momento tuvimos más asistencia a los eventos, los coordinadores recibimos una formación más ordenada, comenzando por una formación espiritual; de tal manera que el dedo del Espíritu Santo aunque siempre señalaba, ya no se sentía el señalado tirado al ruedo sin saber torear, por lo menos ya se le entregaba una capota para poder lidiar al toro.

Me dió mucho gusto el martes 27 de enero cuando se presentó el grupo de nuevos pre coordinadores, escuchar sus presentaciones con un entusiasmo increíble. Saben que han sido señalados por el dedo del Espíritu Santo, pero no temen, al contrario, se sienten felices y honrados de poder servir en nuestra comunidad parroquial. Ellos comienzan su preparación para coordinar su comunidad, pero lo harán después de un año de formación. Que diferencia de cuando comenzamos, esta semana nos elegían y a la siguiente estábamos coordinando la comunidad. Esto no significa que se nos dejara solos, todos los martes teníamos una reunión de coordinadores, donde se presentaban los problemas de la comunidad, y se les buscaba alguna solución, siempre se les hacia hincapié en que el coordinador no era un sabelotodo, sino que estaba en la comunidad, para coordinar la reunión. Si se le presentaba un problema que no era fácil de resolver, que lo trajera a la reunión, y si era Teológico, ahí estaba el P. Raúl Angulo para poder responder, si era de cualquier otra índole, entre todos buscábamos una solución. No quiero terminar esta reseña, sin lanzarte una invitación a que te unas a nosotros, engrandezcamos el Reino, trabajemos por él. El Señor te ama y te invita a seguirlo, no rechaces esa invitación y súbete a la lancha para que rememos juntos. Entre más personas rememos en la misma dirección, más fácil, y más rápido impulsaremos la lancha, y alcanzaremos la meta que Jesús nos ha señalado. Juan Antonio Cruz

Por odio a la fe.

Por Carlos Mayora Re @carlosmayorare

Dejando huella El pasado martes 3 de febrero, nos despertamos con la buena noticia de que pronto contaremos con el primer beato salvadoreño, pues la muerte de Monseñor Romero ha sido reconocida como martirio por la Santa Sede. Si uno se dejara llevar por corrientes de pensamiento sesgadas, o por la simple ignorancia de los hechos, con facilidad y simpleza podría concluir que Monseñor fue asesinado porque representaba una seria amenaza para los privilegios de clase de sus asesinos. Sin embargo, si esa hubiera sido la única razón de su muerte, la Santa Sede no habría

declarado mártir al futuro beato, pues todo sería bien diferente si las causas de su muerte hubieran sido simples condiciones de conveniencias políticas, sociológicas o económicas, y no el odio a la fe. Monseñor fue asesinado por su amor a la justicia y su profundo amor por los más necesitados, y la Santa Sede ha declarado que la causa del martirio fue el odio a la fe. Entonces, cae por su peso, que es la fe cristiana la que promueve ese amor a la justicia y amor por los más débiles que encarnaba Romero, y que quienes tomaron las armas para matar al Pastor no odiaban a Monseñor por ser quien era, un clérigo, un obispo,

sino por lo que su vida y sus palabras representaban: amor al prójimo hasta el extremo, imitación de Aquél que dio su vida por sus hermanos. Paulatinamente ha ido quedando clara una idea que se barajó desde el principio por personas expertas: “Oscar Romero no fue asesinado por apoyar la teología de la liberación, ni por estar a favor de los grupos revolucionarios, como tampoco por ser un ´buen tonto útil´ engañado por los intereses del comunismo internacional; una serie de pretextos repetidos ´ad nauseam´ e indistintamente por cuantos han querido sacar raja política de su asesinato”.

Monseñor Romero fue asesinado “por odio a la fe católica, por seguir a Cristo, defender a los más pequeños, ser la voz de los que no tienen voz, con fidelidad incuestionable al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia. En suma, fue martirizado por dar supremo testimonio del Dios de la vida encarnado en el carpintero de Nazaret”; y si en algo se le puede emular, que es uno de los principales motivos por el que la Iglesia decide incluir a alguien en la lista de los Santos, es para animar a los cristianos, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a conocer su vida,

imitarla, y acudir a su intercesión. Afirmar el martirio no es, en rigor, ni exculpar ni condenar a los asesinos, sino principalmente exaltar y hacer más visible, al mismo tiempo, la riqueza del Evangelio y la grandeza de los límites a los que el amor al prójimo pueden hacer llegar a hombres que, como Monseñor, tienen el Amor de Dios como eje de su vida. Es inevitable que todos veamos las cosas con la óptica de nuestros intereses; precisamente en eso toma pie el dicho que reza que “lo que dice Pedro de Juan, dice más de Pedro que de Juan”; y

entonces no sea de extrañar que quienes acostumbran a opinar desde los extremos intenten llevar a su terreno extremista, la muerte y la próxima beatificación de Monseñor. Pero también es verdad que podemos apuntarnos al bando de los sensatos, los que ven en todo esto una real ocasión de unidad, de reconocer el valor de los méritos de Oscar Arnulfo Romero por encima de los defectos de sus asesinos, y procurar al menos conocer un poco más de la vida, de los dichos y hechos, del que será declarado próximamente beato.

“Monseñor Romero fue asesinado por odio a la fe católica, por seguir a Cristo, defender a los más pequeños, ser la voz de los que no tienen voz”

Conviértete y cree en el evangelio “Conviértete y cree en el evangelio” nos dicen al imponernos la ceniza al iniciar la Cuaresma. Es un eco directo de la predicación inicial de Jesús: “El Reino está cerca; conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15). Es pues un llamado, o más bien, un imperativo para cambiar. “Conviértete”, “metanoia” en griego, es un cambio de rumbo, de orientación de la vida. Es cambio interior, de modo de pensar, de anhelos y gustos. En consecuencia, cambio exterior de vida, de actividades y de modos de relacionarme con Dios, con los otros, con el trabajo, el tiempo, el dinero, etc. Y es un llamado personal. A mí me lo dicen. Qué sano es eso. El cambio es mío, está en mis

manos. No depende de otros. Si me lo piden o me lo ordenan, “conviértete”, es porque yo puedo hacerlo. Lo decido yo. Puedo tomar conciencia hoy de que necesito cambiar y tengo capacidad para hacerlo. Para eso viene en mi ayuda la gracia de Dios. Para eso ha decretado el Señor un tiempo de gracias y conversión. “Este es el tiempo favorable; este es el día de la salvación”( 2 Cor 6,2). Y para enseñarme cómo hacer posible ese cambio el mismo Jesús me instruye: “Cuando vayas a orar entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto” (Mt 6,6). Y “que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre, que está allí, en lo secreto” (Mt

6,18). Y también nos ha enseñado: “Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre que ve lo secreto, te recompensará” (Mt 6, 1-3). Este trío de medios espirituales tiene una lógica interna que sí funciona. La oración es el inicio de todo, pues la oración es el ablandador de corazones. Me pongo a la escucha de la Palabra de Dios. Con la Biblia en la mano pido “habla Señor, que tu siervo te escucha”: Y el que escucha la Palabra con ánimo humilde se vuelve creyente.

Y el creyente pone su confianza en el Señor y en su voluntad y mandamientos. Esa confianza se vuelve rápidamente en obediencia, que es práctica de la Palabra. La oración se ha hecho acción! (cfr 1, 38; Mc 3, 35; Mt 7, 24-25). Entonces es posible el ayuno que, cristianamente es la negación de uno mismo (Mt 16, 24-26). Ayuno de mis pecados y de toda inclinación o gusto que me aparte de Jesús. Puede ser que a veces necesite también, para empezar, ayunar también de comida pues, misteriosamente, Dios se acerca siempre al débil. Pero no es un ayuno dieta el que nos pide el Señor, ni le agrada el ayuno hambre simplemente, como si se complaciera en nuestro sufrimiento. “Este es el ayuno que yo quiero, dice el Señor: desatar los lazos de maldad, deshacer las amarras del yugo, dar libertad a los quebrantados…. Partir el pan con el hambriento y hospedar a los que no tienen casa… y no apartarte de tu hermano sufriente” (Is 58, 6-7). Este tipo de ayuno, el de verdad, sólo es posible al orante. El mundano, de corazón duro no puede ni quiere hacerlo. Se queda con no comer carne los viernes y banquetearse con camarones! Cuando el ayuno agradable al Señor se practica, inmediatamente vienen los frutos, con garantía divina (cfr Is 58,11). Y el fruto más visible es

que mi corazón se ha ablandado ante Dios para obedecerle y ante los hermanos para compadecerme. La compasión es la caridad práctica que se apiada del sufriente. Su padecimiento, su pasión es mía también y me compadezco. Esa es la fuerza interior que lleva a compartir generosamente, alegremente, permanentemente. La limosna, palabra que hemos arruinado por nuestras prácticas vergonzosas de “centavear” al pobre, para apartarlo de nosotros, es la acción solidaria que me hace

sentirme y comportarme como hermano, hacerme cercano al otro, “Prójimo” como lo llama Jesús. Así dijo “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto… un samaritano llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; acercándose, vendó sus heridas,… y montándolo en su propia cabalgadura lo llevó a una posada y cuidó de él…” (Lc 10, 30 ss).

La limosna testimonia que le he creído al Evangelio y que ya me he convertido. Hay otro corazón, otra sensibilidad, otra práctica. Me he hecho creyente y soy hermano. “Conviértete y cree en el Evangelio” no es una frase ritual para el momento de la ceniza, sino un programa espiritual. “Conviértete” no es para ir a confesarme sin cambiar nada de verdad y seguir desperdiciando la Cuaresma. “Conviértete y cree en el Evangelio” es hacerle caso a Jesús y tomar en serio este tiempo santo. Así, haciéndole caso, empezó la vida cristiana y empezó la Iglesia. Y necesitamos hacerlo todos, pues la conversión nunca es definitiva y la fe y práctica de la Palabra, siempre necesita mayor profundidad. Pero también queremos hacerlo, y con alegría, pues sabemos que la Cuaresma no se cierra en sí misma; que la conversión no es un fin en sí mismo. La Cuaresma es camino y preparación de la Pascua y la conversión es el primer paso de la vida nueva en Cristo. Por eso acogemos la Cuaresma con agrado. Por eso recibimos la ceniza con conciencia y compromiso. Por eso escuchamos “Conviértete y cree en el Evangelio” para hacerlo vida. Pues queremos gozarnos celebrando de verdad la Pascua y queremos con anhelo profundo tener vida nueva, la del discípulo, la de Cristo Resucitado! “Así, pues, si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la tierra. Porque han muerto, y la vida de ustedes está oculta con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes aparecerán gloriosos con él”: (Col 3, 1-4).

Perfiles Nombre: Lourdes Torruella Edad: 24 años Estudios: Ing. Biomédica Soy Coordinadora General del Movimiento Juventud Cristo Redentor. Sirvo en mi Parroquia desde el 2009, me gusta leer más que todo clásicos como Dickens y Julio Verne. ¿Qué cómo Llegué a ser líder del grupo de jóvenes? Llegue a la Parroquia en el 2009, perseverando y poniéndole amor para el siguiente año me dieron el privilegio de ser Pastora de Comunidad. Para el 2013 servía como Coordinadora de Comunidades y ya para el 2014 me eligieron como Coordinadora General del Movimiento Juventud Cristo Redentor. Me alegra poder poner la pizca de los jóvenes, y llevar alegría y energía. También el hecho de poder mostrar al mundo que los jóvenes podemos ser sinónimo de cambio. Cuando me preguntan cuál creo yo que es la visión de la parroquia al trabajar con las fuerzas vivas, siempre respondo lo mismo, representamos el futuro de la Iglesia y muchos se alegran que comencemos jóvenes, porque tenemos las ganas de servir, y cuando ven ese entusiasmo y energía lo transmitimos y motivamos a los demás a servir.

Hacemos convivios de integración, partidos de fútbol, conciertos de alabanza, noches de películas y otras cosas motivadas por la palabra de Dios. ¿Cuál ha sido la experiencia más satisfactoria de trabajar con las fuerzas vivas? En misiones me sentía cerca de Dios. Ya conocía de Él, pero verlo reflejado en otras personas es más gratificante. Y yo ¿qué le diría a los jóvenes

de la comunidad para invitarlos al grupo? Bueno que todo es parte de la vida en comunión. Todos creemos que vivimos bien la fe, pero siempre hay tropiezos. Es más fácil levantarse con el apoyo de alguien similar a la par, así no perdemos el hecho de ser jóvenes. Quiero motivar a los jóvenes a que vivan la Parroquia y vivir la alegría de estar enamorado de Dios.

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