El Redentor #45 by Parroquia Cristo Redentor

El Redentor Nº 45 Mayo 2016 INFORMACIÓN PARROQUIAL P. Jaime Paredes (Párroco) P. Roberto Trejo (Vicario) P. Arturo Escalante OFICINA PARROQUIAL Tel. (503) 2263-1218 / (503) 2264-4829 Email: oficina@parroquia-cristoredentor.org

Saludo .................................................................................3 Avisos Parroquiales....................................................4 Liturgia y Espiritualidad..................................................................5

COMUNICACIONES Email: comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org Sitio Web: www.parroquia-cristoredentor.org

Al César lo que es del César............................................................6-7

ADMINISTRACION Email: administracion@parroquia-cristoredentor.org

Dejando Huella .........................................................8-9

TRABAJO SOCIAL Tel. (503) 2263-7547 / (503) 7079-6036 Email: trabajosocial@parroquia-cristoredentor.org

Misterios Finales de Jesús.....................10- 11-12

CLINICA PARROQUIAL Tel. (503) 2264-2376 Email: clinica@parroquia-cristoredentor.org FUNDACION REDENTOR Tel. (503) 2131-8440 Email: norellana@fundacionredentor.org comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org www.parroquia-cristoredentor.org facebook.com/ParroquiaCristoRedentorSan Salvador

Twitter:@parroquiaCR Paseo General Escalón, 50 metros al poniente del Redondel Masferrer, Colonia Escalón San Salvador. DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN EDITORIAL Jaime Paredes Carlos Torres Gabriela Huezo Alejandro Villalta Patricia Ticas de Villalta Neto Segovia Hector Meza Carlos Figueroa Gracia Najarro Una Producción de: Comisión de Comunicaciones Parroquia Cristo Redentor - San Salvador

Misericordia ..........................................................13-14 Fuerzas Vivas................................................................15 Publicidad ................................................................16-17 Fotografías ...............................................................18-19

Mensaje del Padre Jaime Mayo siempre nos marca. Quién no tiene recuerdos bonitos de este mes? No sólo porque vienen las lluvias, cambia el clima, abundan los mangos deliciosos y el campo reluce sus verdes… Tenemos lindos recuerdos relacionados con la Mamá. Cada 10 de mayo en las Escuelas los actos para las madres, poesías y regalitos. Y en la casa la familia reunida en torno a la Mamá para mostrarle el amor y el corazón agradecido… Esté viva o haya muerto, la Mamá está siempre presente en la vivencia o la memoria de su protección y enseñanza, de su espiritualidad y su amor; del hogar que nos ha regalado. En la Parroquia y en las casas cristianas, en los colegios católicos y los grupos juveniles este mes está centrado en la Virgen. El rosario, los cantos y flores, las procesiones y la experiencia de sentirnos hijos de María. En estos días los creyentes volvemos a la Virgen la mirada, el corazón, la oración. Y en este mes celebramos el 10 como madre nuestra a la madre de Jesús! (Jn 19, 26-27). El 13 en sus apariciones en Fátima y el 31 en su fiesta de la visitación (Lc 1, 39 ss). Desde el año pasado mayo tiene nuevos ecos y resonancias. Hace un año, el 23 de este mes, celebramos gozosos la Beatificación de nuestro Pastor mártir. De aquí en adelante no solo marzo y agosto (por su martirio y nacimiento) tendrán “sabor” a Monseñor Romero sino también mayo, como debía ser, por el alma mariana de Monseñor. Pero este año mayo nos trae también (por la semana Santa tan adelantada) las hermosas

solemnidades con que concluye este Tiempo Pascual: La Ascensión y Pentecostés. Y las otras tan importantes, de la Santísima Trinidad y el Corpus Christi con las que retomamos el tiempo ordinario. ¿Cómo vivir tanta fiesta, disfrutar tanta alegría, aprovechar tanta gracia? Sólo con el corazón abierto y la fe despierta. Sólo amando intensamente a la Mamá, a Monseñor, a la Virgen, al Señor Jesús! Ellos, todos, nos han dado vida y nos han mostrado su amor para nuestro bien y felicidad.

¡Qué hermoso mes vamos a vivir!

Avisos Parroquiales El próximo Sábado 7 de Mayo a las 9am, todos los niños de catequesis (de todos los sectores) harán su Rosario Viviente, para que nos acompañen ¡Están todos invitados en familia! Esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre …

VEN! CELEBREMOS A JESÚS EN LA EUCARISTIA GRAN FIESTA DEL CORPUS CHRISTI

Domingo 29 de mayo 8:00 am celebración A continuación la procesión

FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS! El 10 de mayo, las Misas en la Parroquia Son por ellas.

Bendiciones a todas.

TE ESTAMOS INVITANDO A MISIONAR

Que el Espíritu Santo te haga testigo de Jesús Que puedas llevar la misericordia del Señor a tus hermanos A PARTIR DE PENTECOSTÉS

INSCRIBETE CON TUS COORDINADORES Misión Evangelizadora casa por casa

A un año de la Beatificación

Un año ha pasado desde que como católicos tuvimos la gran dicha y privilegio de vivir la beatificación de Mons. Oscar Arnulfo Romero. Como sabemos en la Iglesia católica, la beatificación de una persona tiene un enorme significado, pues es el paso previo a su santificación, lo cual constituye el mayor reconocimiento eclesial: un santo (o una santa) sólo lo es cuando la Iglesia acepta el vínculo íntimo de esa persona con Dios. Aquel 23 de mayo fue muy especial y diferente, una vivencia que nunca vamos a olvidar. Desde el día anterior (viernes 22 de mayo) inició nuestra cobertura. Toda una aventura llena de imprevistos. Era el mediodía y Catedral estaba llena, diferentes grupos, iglesias y feligreses se acercaban para ser parte de la procesión y vigilia que partiría desde allí hasta El Salvador del Mundo. Vendedores ofreciendo todo tipo de artículos alusivos a Monseñor Romero; en la cripta todos unidos en un rezo y cantos. Se llegaba la hora de iniciar la procesión, todos listos con pancartas, megáfonos, cohetes y unas nubes de tormenta aparecen amenazando con arruinar la celebración. Inicia la procesión e inicia la lluvia. Vendedores de capas y sombrillas aparecen pero pueden más los cantos y las ganas que la lluvia. Luego de un largo recorrer al final de la tarde llegamos a la plaza Salvador Del Mundo. La lluvia no paró ni la alegría de los feligreses, quienes permanecieron hasta el amanecer.

Liturgia y Espiritualidad

A la mañana del sábado, desde muy temprano mucha gente llegaba desde diferentes partes del país y el mundo. Entre la multitud se lograban apreciar banderas centroamericanas, latinoamericanas, incluso alguna europea. Fue muy bonito conocer personas que desde muy lejos habían venido a presenciar ese momento. Ver cómo en algunos casos, ellos conocen más sobre la vida de Monseñor y no nosotros que lo tuvimos más cerca. Nuestras acreditaciones no nos permitían acceder al área de fotógrafos. Todos entraron y nosotros quedamos a la espera de la encargada de comunicaciones de CAPRES, argumentando que éramos fotógrafos de una revista católica. Inmediatamente nos permitieron el acceso y ubicándonos en el área de camarógrafos, que incluso tenía una mejor panorama, dejando afuera incluso a algún canal de televisión. Fue una mañana larga, llena de sol y muy cansada, pero llena de alegría de estar viviendo y casi que enfrente del altar la Beatificación de nuestro mártir Mons. Romero. Una experiencia que no encuentro palabras para describirla, y que me imagino cada uno de los que estuvimos presentes la vivimos de diferente manera. Al leer un poco más sobre Monseñor y después de haber tenido la dicha de la beatificación, solo puedo decir que como católicos tenemos mucho que aprender de él. Ser humildes, hablar siempre con la verdad y sobre todo luchar contra las injusticias; creo que son de las cosas que debemos imitar de Monseñor.

Al César, lo que

es del César

Queridos hermanos, como ocurre en estos períodos de vacaciones los días hábiles se acortan y los gastos se alargan. Tenemos nuevamente una situación económica deficitaria, pero siempre confiamos en la misericordia de Dios que mueve las voluntades y los corazones de nuestros benefactores (feligresía) y de alguna manera misteriosa nos permite mantenernos a flote en esta barca que es su Iglesia.

“El que conoce mis mandamientos y los guarda, ese me ama “ Jn 14,21 6

Hermanos, DAR EL DIEZMO ES AMAR A CRISTO.

Dejando huella

Prevenir la violencia exige reeducar

a la población Guillermo Galván Bonilla

Está claro que la grave situación de violencia en el país requiere mucho más que prevenirla. Es necesario el control y la seguridad en los territorios con mayores índices de violencia y delincuencia. También en los municipios que todavía no tienen cifras alarmantes. Sin hacer un esfuerzo estratégico en la prevención de la violencia, aunque la acción sostenida de fuerza logre contener y disminuir la criminalidad, no solo no saldremos del problema, sino que al poco tiempo tendremos de nuevo el mismo problema. Similar situación sucedería si para erradicar el analfabetismo solo se concentrara esfuerzo en las personas analfabetas de 15 años y más, sin hacer también un esfuerzo extraordinario para que todo niño en edad de iniciar la escuela ingrese al sistema educativo escolar. Si esto no se hace bien, siempre seguiremos teniendo jóvenes y adultos analfabetas. Ambas acciones requieren más recursos. Un esfuerzo preventivo serio no puede estar desligado de un proceso sistemático que brinde más y mejores oportunidades educativas y formación integral para la vida, no solo en escuelas sino en las comunidades, más y mejores espacios públicos, que genere más oportunidades capacitación laboral, de inserción productiva y con mejores ingresos, además, acercar los servicios del Estado a las familias. Se trata de hacer un magno esfuerzo por transformar la vida de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, involucrando a sus familias, sobre todo de quienes han tenido más limitaciones para capacitarse y formarse en zonas más abandonadas por el sistema nacional. ¿Tendrá sentido este propósito de cambiar esta situación?

¿Tendrá sentido apostar a desarrollar más y mejores oportunidades educativas y formativas en todos los municipios del país, sobre todo en los prioritarios por sus elevados índices de violencia? ¿Será lógico y consecuente poner recursos suficientes para ayudar a transformar estas vidas y que tengan otra perspectiva, otro marco de referencia? ¿Procederá tomar decisiones para brindar a los hijos de quienes viven en comunidades con más riesgos, una formación integral que contribuya a su desarrollo como personas? ¿Será conveniente que en comunidades y escuelas se desarrollen valores a partir de actividades deportivas, culturales, recreativas? ¿Que por medio del juego y del deporte se genere convivencia y se forje el respeto a las personas y a las reglas?, ¿Qué se promueva el juego limpio? ¿Qué se forje disciplina, solidaridad, esfuerzo personal y trabajo en equipo?

Se trata de hacer un magno esfuerzo por transformar la vida de niñas, niños, adolescentes y jóvenes ¿Tendrá sentido aprovechar expresiones artísticas y actividades culturales para apoyar a muchachas y muchachos a desarrollar factores protectores que los alejen de los riesgos de la violencia? ¿Tendrá importancia en su formación como personas y para su vida que niños y jóvenes fortalezcan su autoestima, la confianza en sí mismos, su comunicación, la cooperación y sepan resolver de forma no violenta los conflictos? ¿Qué adquieran herramientas para la mediación y negociación? ¿Será importante que niñas y niños, muchachos y muchachas, identifiquen actitudes, comportamientos, prácticas y relaciones que reproducen la violencia de genero?

¿Será que interesa que haya apoyo para transformarlas y generar una convivencia basada en el respeto de los derechos humanos? La respuesta pareciera obvia, claro que sí es importante y necesario, no solo en comunidades y escuelas de los 10 municipios priorizados por el Plan El Salvador Seguro, pero lo proyectado no se hará solamente por un voluntarismo de quererlo o por lo justo que nos parezca. Es necesario tomar opciones y decisiones para enfilar con fuerza y de inmediato un proceso sistemático, ordenado, novedoso y gradual, que impulse estos cambios en la formación de nuestra niñez y juventud. Es necesario que la proyección trazada cuente con las condiciones, mecanismos y personal idóneo para que sea realizada. Hay pocos recursos para hacer esto de buena forma y masiva, aunque se constata que llegarán gradualmente. Pareciera que no hay criterio claro para destinarlo a las acciones estratégicas que podrían llevar a cambiar las proyecciones de vida de estos niños y jóvenes del país. El tiempo pasa y este hecho no afecta de la misma manera a todos, las concreciones se retrasan y las oportunidades no llegan, aunque son estos niños y adolescentes los más afectados. Pareciera evidenciarse que a quienes la realidad le afecta menos, menos les importa perder tiempo en tomar de decisiones y hacer que las cosas se concreten. En el país siempre ha existido un abismo entre quienes tienen acceso a una educación de mejor calidad y quienes se deben limitar a las precarias condiciones educativas que tiene disponibles. Esta situación profundiza y hace perdurar las desigualdades en el país, por lo que no tiene sentido tardarse en poner las condiciones para que haya igualdad de oportunidades . Mayor posibilidad habrá si nos reeducamos como sociedad!

Tema Central

Misterios finales de Jesús Cuando leemos una historia, o cuando vemos una película, rara vez nos sentimos satisfechos al dejarla inconclusa; ya sea porque no entendemos completamente la trama, porque quedaron preguntas en nuestras mentes, o simplemente porque no llenó nuestras expectativas. Muchas veces es culpa del medio: una trama mediocre, personajes aburridos, mensajes confusos; sin embargo, otras veces la historia puede ser una verdadera obra de arte, pero porque nos saltamos el inicio o porque dejamos el tema a medias es nuestra culpa perder la riqueza que de otro modo pudimos haber ganado. Esto mismo sucede cuando recortamos la historia de la salvación que Cristo vino a realizar al mundo y nos quedamos solo con las partes convenientes, las partes que más nos gustan, o las partes en las que públicamente nos podemos dar a ver, como si fuéramos “católicos de vitrina”, de aquellos ejemplares que están presentes para Miércoles de Ceniza, pero se pierden la Semana Mayor; o de los tantos para los que la Pascua empieza y termina con el Domingo de Resurrección, sin saber que al ignorar el resto de los misterios de Cristo se roban a sí mismos del entender, y más importante aún, del vivir lo qué significó en realidad esa resurrección.

La mayoría de cristianos está consciente, por ejemplo, de la Navidad, o por lo menos del día en que esta se celebra, de Miércoles de Ceniza, de Semana Santa, pero se quedan ahí, y con esto se quedan cortos: se salieron de la película antes que terminara. Ven al Cristo, Dios y hombre, que nace, crece, se sacrifica y muere por la humanidad, y finalmente triunfante se levanta, pero esto es solamente el nudo, la parte medular de la historia, falta aún el desenlace de la historia, que lejos de darle un final, le otorga la inmanencia a una historia sin fin. Lo primero que se roban a sí mismos los que con la misma prisa que llegaron a unirse con la Iglesia, ahora huyen de ella, es de la Ascensión del Señor. Fiesta celebrada cuarenta días después del Domingo de Resurrección que lleva a su plenitud la resurrección de Cristo y lo vuelve a su sitio de origen a la derecha del Padre. Sin esta totalidad de la nueva vida de Cristo, entronado junto al Padre, nos robamos la verdadera

alegría de la promesa de algún día llegar a estar ahí, junto a Él. Se roba la verdadera esperanza del cristiano que tiene fe de algún día subir como Cristo a los cielos. Quien se queda sin esto se limita al ver cómo el Cristo que alguna vez fue cercano, se aleja del hombre para sentarse a la derecha de Dios Padre y se queda ciego a la nueva cercanía que adquiere con su Pueblo. La luz de Dios ascendió a los cielos no para alejarse del hombre, si no para iluminar más plenamente a quienes saben dónde mirar. No porque la vela esté más cerca esta ilumina más que el sol. Acto seguido, como a quien no le bastara haber perdido la vista, se roban a sí mismos de vivir su propio Pentecostés, y no solo de la fiesta cincuenta días después de la Resurrección, si no de remembrar y hacer vida, hacer propia, la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Ese gusto que se adquirió por predicar la Palabra, el oído que se agudiza a la voz del Señor, todo eso queda perdido

para quien se sale temprano de la función. No se puede sentir con la Iglesia si no se tienen el Espíritu y no puede comulgar en ese Espíritu quien lo descuida y lo abandona. Los Apóstoles temerosos solo fueron capaces de salir al mundo después de recibir al Espíritu Santo en Pentecostés; solo fueron capaces de verdaderamente entender las enseñanzas de Cristo cuando esas lenguas de fuego descendieron sobre ellos, y no es por falta de recibir ese Espíritu que nosotros nos quedamos en las tinieblas, si no, como lo pronunció Oseas desde el Antiguo Testamento, porque Su pueblo elige perecer“por falta de conocimiento”(Os. 4, 6). Porque teniendo al Consolador entre nosotros escogemos muchas veces ignorarlo, porque es inconveniente a nuestros planes“una vigilia más”, o simplemente no queremos juntarnos con los demás, olvidando así que fue en comunidad que el Espíritu Santo vino al hombre, y es en la comunidad en la que se perpetúan sus bondades. Por otro lado, es quizá un poco más comprensible que muchos elijan dejar fuera de sus apretadas agendas el momento que la Iglesia ha dedicado a quien ella misma llama“el misterio central de la fe y de la vida cristiana”y“el misterio de Dios en sí mismo”(CCE 234) en la celebración a la Santísima Trinidad, solo una semana después de Pentecostés. Digo “más comprensible” porque al ser el misterio por excelencia de la fe católica lo dejamos de lado gracias a la tendencia humana de ignorar o temer aquello que no entendimos, y es justo en esa cualidad en la que radica gran parte de lo que debería ser la belleza de este misterio, porque su complejidad, su naturaleza divina, nos invita a seguir el consejo de Jesús al jefe de la sinagoga:“no temas, basta que creas”(Mc 5, 36). No nos engañemos y pensemos que la naturaleza de Dios está a nuestro alcance, es este el momento perfecto para volcarnos a Él y reconocer nuestra pequeñez, y que a veces debemos solo aceptar que somos como niños pequeños en los brazos del Padre. El niño no debe entender todo lo que su padre le dice para saberse amado, no debe comprender todo lo que su padre hace para saber que lo hace por su bien. El niño acepta su incapacidad de comprender enteramente a quien lo protege, pero esto no impide que su corazón esté en el sitio correcto. Es al aceptar que nuestro entender es limitado y que a veces solo debemos creer cuando esta fiesta se arraigará en nuestro corazón como recordatorio permanente que contrarios a SantoTomás no siempre es viendo cómo se cree, si no que a veces

solo creyendo primero es como se logra ver. Finalmente, como broche de oro para estos misterios que tantas veces dejamos de lado, tenemos el culmen de la comunión de Dios con el hombre: El milagro de la Eucaristía. Ignorar propiamente la Eucaristía es muy difícil, quizá imposible. Es suficiente con ir a una misa para tenerla presente, o asomarnos siquiera a una capilla de adoración al Santísimo Sacramento, para tenerlo frente a nosotros, pero es en la celebración del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) en que podemos hacer pública y verdadera nuestra adoración a la Eucaristía. Declarar ante Dios y los hombres que en verdad el Cuerpo y la Sangre de Dios Hijo se encuentra presente en el Santísimo Sacramento del Altar. No es un momento para nosotros, no es para vanagloria del hombre que recibe la comunión, si no para la mayor gloria de Dios, cuando su pueblo se levanta, y lo lleva por las calles declarando que en esa custodia que lleva el sacerdote en sus manos está el Hijo de Dios vivo. Es un acto de amor especial. Un acto de amor público. El salir a las calles como un solo pueblo a dar testimonio que Cristo sigue con nosotros en espíritu y en verdad es el“hacer lío” que nos pedía el Papa Francisco desde el año 2013 y que la Iglesia pide con el Corpus Christi desde el siglo XIII. No hay poco amor en los misterios finales de nuestro Señor Jesucristo. No hay pocas gracias otorgadas en estas fiestas. Mucho pierde el hombre en su afán por estar en el mundo, con sus ajetreadas agendas, con su catolicismo de vitrina, con su religiosidad minimalista, como para robarse a sí mismo de la riqueza que la Iglesia nos regala en torno a los sagrados misterios que rodean a nuestro Señor después de su triunfal resurrección. “¿Por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir”(Hechos 1, 11), y ha venido, junto a su Espíritu Santo, como un solo Dios en la Santísima Trinidad, y a quedarse con nosotros en la Eucaristía“hasta el fin del mundo”(Mt. 28, 20).

Misericordia

3ra 3ra obra obra de de

Misericordia Corporal CORPORAL:

Dar posada al necesitado En la antigüedad el dar posada a los viajeros era un asunto de vida o muerte, por lo complicado y arriesgado de las travesías. No es el caso hoy en día. Pero, aún así, podría tocarnos recibir a alguien en nuestra casa, no por pura hospitalidad de amistad o familia, sino por alguna verdadera necesidad. Y no sabemos a quién ayudamos. Algunos han ayudado a Angeles bajo formas humanas: A Abraham y Lot les sucedió esto. Esto lo recuerda posteriormente San Pablo: “No dejen de practicar la hospitalidad, pues algunos dieron alojamiento a Angeles sin saberlo”. (Hb. 13, 2)

ESPIRITUAL:

Corregir al que está en error No se trata de estar corrigiendo cualquier tipo de error. Esta obra se refiere sobre todo al pecado. Otra manera de formular esta Obra de Misericordia es así: Corregir al pecador. Es de suma importancia, al estar en nuestra pequeña Comunidad dentro de nuestra respectiva Fuerza Viva, seguir los pasos de la“corrección fraterna” que Jesús nos dejó muy bien descritos: “Si tu hermano ha pecado, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma contigo una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos. Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea” (Mt. 19, 15-17)

Para cumplir esta Obra de Misericordia convenientemente hay que tener en cuenta dos cosas: que pueda preverse un resultado positivo a nuestra corrección y que no nos causemos un perjuicio a nosotros mismos. Debemos corregir a nuestro prójimo con mansedumbre y suma consideración. Una corrección ruda puede tener el efecto contrario. No podemos convertirnos en policías de la gente; es decir en estar pendientes de todo lo que haga la gente. Sin embargo, corregir al errado en fe y moral es un consejo del Señor. Así termina el Apóstol Santiago su Carta: “Sepan esto: el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados” (St. 5, 20).

3ra.Obra

Misericordia Espiritual 14

Aquí es bueno destacar que el consejodebe ser ofrecido, no forzado. Y, la mayoría de las veces es preferible esperar que el consejo sea requerido. Asimismo, quien pretenda dar un buen consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios. Sólo así su consejo podrá ser bueno. No se trata de dar opiniones personales, sino de verdad aconsejar bien al necesitado de guía. “Los guías espirituales brillarán como resplandor del firmamento”. (Dan. 12, 3a)

COMISIÓN DEL AÑO DE LA MISERICORDIA

Fuerzas Vivas

Iniciación Cristiana de Catecúmenos La comunidad cristiana de la Parroquia Cristo Rendentor lleva a cabo la iniciacion cristiana de los catecúmenos mediante un proceso gradual, en el que avanzan hacia la puerta de la vida y del reino. Este año, la parroquia abrió las puertas a tres catecúmenos que se prepararon para recibir los tres sacramentos en la noche Santa de la Vigilia Pascual, además de unirse a sus respectivas parejas en el sagrado sacramento del matrimonio. En el caso de los catecúmenos Maura Flores, Idalia Pérez y Andrés Esteban, iniciaron su proceso cristiano el 10 de octubre del 2015 donde mostraron mucho interés, dedicación y meditación en la lectura de la palabra. Además de recibir la bendición del Espiritu Santo, ellos han transformado sus corazones y sus vidas personales, llevando el perdón en sus corazones hacia aquellas personas con quien se sentían enojados. Ellos han considerado 3 aspectos para tomar el camino de la inicación cristiana:

Evangelio de Mateo, tambien el estudio bíblico donde se lee la palabra y ellos puedan comentar lo que en ese momento está impactando a su corazón, sus vidas, sus enfermedades, problemas y sueños.

2)Su Fe crece por la perseverancia en la Iglesia y en el proceso.

“Me da mucho gozo ver la transformación que van teniendo por la lectura y meditación de la palabra. Pongo un ejemplo: usted siembra una plantita y poco a poco ve su desarrollo o crecimiento porque la ha cuidado, la ha abonado, la ha regado, la ha protegido de las inclemencias del tiempo y eso es lo que hace la palabra de Dios en nuestros catecúmenos”, dice Julieta de Ramírez, catequista de la parroquia.

3)Culminación de su preparacion espiritual. Momento en el cual están listos para recibir los sacramentos del bautismo, confirmación y eucaristía.

“Ayudar en el proceso de iniciación Cristiana es toda una experiencia de gozo, de agradecimiento a Dios y sobre todo el ser la guía en la cual podernos acercar a los hermanos a la bondad de Jesús”, añade Julieta.

La iniciacion cristiana incluye como primer sacramento el Bautismo, que es la puerta para optar a los sacramentos de la Confirmación y Eucaristía, sumando así los 3 sacramentos de los que se conforma la iniciación cristiana. A los catecúmenos se les da el conocimiento de la apasionante vida de Jesús en el

Para esta gran labor, Julieta cuenta con el apoyo de María Teresa Villacorta, con quien desde hace cuatro años comparte una forma de trabajo, una amistad y un servicio en el que brindan lo mejor de sí, sirviendo a Dios sin egoísmo, humildad y alegría.

1)Quieren ser cristianos y son recibidos por la Iglesia.

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Semana Santa