El redentor #47 by Parroquia Cristo Redentor

El Redentor

No.47 Julio 2016 INFORMACIÓN PARROQUIAL P. Jaime Paredes (Párroco) P. Roberto Trejo (Vicario) P. Arturo Escalante OFICINA PARROQUIAL Tel. (503) 2263-1218 / (503) 2264-4829 Email: oficina@parroquia-cristoredentor.org COMUNICACIONES Email: comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org Sitio Web: www.parroquia-cristoredentor.org ADMINISTRACION Email: administracion@parroquia-cristoredentor.org TRABAJO SOCIAL Tel. (503) 2263-7547 / (503) 7079-6036 Email: trabajosocial@parroquia-cristoredentor.org CLINICA PARROQUIAL Tel. (503) 2264-2376 Email: clinica@parroquia-cristoredentor.org FUNDACION REDENTOR Tel. (503) 2131-8440 Email: norellana@fundacionredentor.org comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org www.parroquia-cristoredentor.org facebook.com/ParroquiaCristoRedentorSan Salvador

Twitter:@parroquiaCR Paseo General Escalón, 50 metros al poniente del Redondel Masferrer, Colonia Escalón San Salvador. DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN EDITORIAL

Saludo ................................................................3 Avisos Parroquiales............................................4 Liturgia y Espiritualidad......................................................5 Al César lo que es del César..................................................6-7 Dejando Huella ..............................................8-9

Jaime Paredes Carlos Torres Gabriela Huezo Alejandro Villalta Patricia Ticas de Villalta Neto Segovia Hector Meza Carlos Figueroa Gracia Najarro

Tema Central .......................................10- 11-12

Una Producción de: Comisión de Comunicaciones Parroquia Cristo Redentor - San Salvador

Fotografías ...................................................18-19

Misericordia ............................................... 13-14 Fuerzas Vivas......................................................15 Publicidad ....................................................16-17

Mensaje

del Padre Jaime

En mi caso, dos grandes ayudas he tenido para llevar adelante mi enfermedad. Primero la fe en el Señor, que es confianza en El. En sus manos, en su amor, qué mal puede haber? En esa fe recibí la Unción de Enfermos para que el Señor uniera mis padecimientos a los suyos y no vivir por mi cuenta esta prueba. El sacramento me fue llevando a desear que sólo la voluntad buena y santa del Señor se realizara en mí. Eso es lo único que pedí en mi oración para otros enfermos y para mí mismo. La segunda gran ayuda, cercana y concreta, es la que me prestó tanta gente buena. Comencemos por los médicos. Sigamos con las personas que en la casa me cuidaron. Continuemos con los que trajeron medicinas, alimentos, dinero y sobre todo tanto cariño y tanta oración. Pude ver en todos ellos el espíritu de Jesús, que amó y curó a los enfermos; que llamó dichosos y prometió su Reino para los que visitaran enfermos; que quiso El mismo hacerse el más enfermo y doliente en su pasión y su cruz.

La enfermedad lo lleva a uno a otra dimensión de la vida. La debilidad, el dolor, la incapacidad, lo llevan a rezar con el salmo 8: “Señor, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él?”. Puede así el enfermo tomar mayor conciencia de lo relativo y dependiente que es y, por ese camino, ir llegando a la humildad, a la paciencia, a la esperanza.

Desde mi debilidad sólo puedo felicitar y agradecer a todos por lo buenos que han sido conmigo, y bendecir al Señor por la obra que va haciendo en nosotros. Al Señor y a ustedes

¡un inmenso gracias!

Avisos Parroquiales

SIGAMOS ORANDO POR LA MISIÓN EVANGELIZADORA:

“Señor Jesús: Que así como el Padre te envió, envías a tu Iglesia a llevar la Buena Nueva, derrama la gracia de tu Espíritu sobre nosotros; danos misioneros capaces de mostrar tu compasión a todos; haz que tu Palabra sea acogida por los que aún no te conocen y que nuestra Parroquia sea cada vez más signo de tu Reino. Amén”

RETOMAMOS LA FORMACIÓN UNIFICADA DE LAS FUERZAS VIVAS: Martes 12 de julio 7:30 p.m. Salón Parroquial

INICIA LA FORMACIÓN DE MISIONEROS: ¡ No te la puedes perder! + Sábado 2 de julio 3:00 - 6:00 p.m. Salón Parroquial + Continúa la formación Sábados 9, 16 y 23

Hermanos y hermanas de las Comunidades Cristianas: MISA DE COMUNIDADES - Para unirnos todos en Cristo - Para disponernos a la formación de la misión VEN — Viernes 1º. de julio 7:00 p.m. en el Templo

Partes de la

Santa Misa Cuando vamos a una fiesta: ¿Llegamos directamente a comer o bailar, o qué pasos seguimos normalmente?. La Celebración Eucarística es una fiesta y tiene sus momentos: Primero se crea un clima de fiesta y de comunidad (Ritos de Entrada); luego se entabla un diálogo (Liturgia de la Palabra); enseguida se pasa al momento central, es decir al sacrificio y banquete sagrado (Liturgia Eucarística); y luego somos despedidos para volver a nuestra casa renovados (Ritos de Conclusión). 1. RITO DE ENTRADA Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan o dan conciencia, para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía. Comprende: 1. Procesión (vamos cantando alegres y contentos, recordamos que somos un pueblo, vamos hacia el encuentro con Cristo) 2. Veneración del altar 3. Saludo 4. Acto Penitencial 5. Gloria 6. Oración Colecta (recoge la oración de toda la Asamblea) 2. LITURGIA DE LA PALABRA La Palabra de Dios es lo único que produce Fe. Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, y respondemos cantando, meditando y rezando. Comprende: 1. Primera Lectura (Dios toma la iniciativa, Él nos busca) 2. Salmo Responsorial (nosotros respondemos, con su Palabra) 3. Segunda Lectura (Dios nos habla de nuevo) 4. Aleluya (El pueblo le responde y es preparación para lo siguiente) 5. Evangelio (Cristo nos habla, El es la Palabra definitiva) 6. Homilía 7. Credo (le contestamos al Señor, quizá no entendemos, pero creemos) 8. Oración universal ó de los fieles.

Liturgia y Espiritualidad

3. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA Es el núcleo de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias en la que actualizamos la muerte y resurrección de Jesús. Comprende: 1. Presentación de dones (Preparación de lo que viene) 2. Plegaria Eucarística (el corazón de la misa – momento culmen de la celebración) - Acción de gracias (prefacio) - Aclamación (santo) - Epíclesis (Imposición de manos sobre el Pan y el Vino. Viene el Espíritu Santo) - Narración de la institución y consagración - Anamnesis (memorial de Cristo, su Pasión, Resurrección y Asención) - Oblación - Intercesión - Doxología final (La Iglesia confiesa la única mediación de Cristo y su Sacerdocio supremo. Sólo “por Cristo, con Él y en Él” podemos llegar al Padre, “nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14,6). Sabemos que nuestras obras son agradables a Dios por la mediación de Cristo). - Padrenuestro 3. Fracción del pan 4. Comunión 4. RITOS DE DESPEDIDA Son ritos que concluyen la celebración. Comprende: - Recogimiento de la misa entera - Bendición - Despedida y envío

Al César, lo que

es del César

Queridos hermanos, ustedes observarán que hubo un aporte extraordinario que representó el 50.91% de los ingresos mensuales, lo que nos permitió realizar un pago de 12,000.00 dólares al crédito de la casa contigua (Centro Pastoral), quedando el saldo disminuido a 101,210.29 dólares y aun nos quedó un superávit de 5,584.85 dólares; le pedimos a la Divina Providencia que se multipliquen estas personas de corazones generosos.

“En cambio, cuando tu des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu padre que ve lo secreto, te recompensara.

(Mateo 6, 3-4) 6

El Consejo Económico y La Providencia Divina El Código de Derecho Canónico establece que en toda Parroquia debe existir un Consejo de Asuntos Económicos que colabore con el Párroco, prestándole apoyo profesional en materias financieras y administrativas (cánones 537 y 1280).

El Consejo es un ente asesor que debe ser escuchado, aunque las decisiones finales corresponden al Párroco. Por eso se requiere de personas que aporten ideas, desarrollen proyectos, entreguen su capacidad profesional y cooperen en la ejecución de los programas y acciones, según corresponda. Dentro de las principales funciones del Consejo Económico están: estimar los recursos financieros requeridos para implementar el Plan Pastoral; organizar actividades que contribuyan a financiar los gastos corrientes y extraordinarios de la Parroquia; llevar control sobre el manejo de las finanzas parroquiales y rendir cuentas a la comunidad; formular e impulsar proyectos que contribuyan a sostener la pastoral social de la Parroquia, entre otras. Para cumplir estas funciones, el Consejo ha desarrollado una diversidad de actividades, tales como: la venta de nichos, el programa de donantes mensuales, el programa 50 de $5,000 para hacer frente al pago de deuda del Centro Pastoral, la rifa parroquial, la motivación de segunda colecta cuando aparecen gastos extraordinarios, los sobres de misericordia y la búsqueda de donantes extraordinarios . Estos esfuerzos son necesarios, pero muchas veces insuficientes para cubrir los compromisos y la obra social de la Parroquia. Sin embargo, la Providencia Divina no nos desampara y nos vienen donativos extraordinarios como el que recién hemos recibido, que nos permitió este mes abonar al préstamo del Centro Pastoral y quedarnos con un saldo de $101, 210.29 tal como se refleja en el informe económico. Este tipo de aportes generosos de hermanos parroquianos nos motivan a seguir, y a confiar en que sin duda otras personas puedan verse motivadas a seguir este ejemplo de generosidad. Así necesitaríamos tener 20 donantes de $5,000 y pagar totalmente la deuda (todo aporte es deducible del impuesto a la renta); situación que nos aliviaría financieramente y podríamos destinar más recursos a las obras de la pastoral social.

Para quienes integramos el Consejo Económico, el principal regalo recibido, es que hemos entendido cómo se manejan las finanzas a la luz de la Providencia Divina. Prov.16, 9 “El hombre planea su camino, El Señor le dirige sus pasos”. Cuando los números y las cuentas no salen, cuando la lógica aritmética nos dice que no, la Providencia viene a nuestro auxilio y lo hace a través de cada uno de ustedes parroquianos y no parroquianos que nos apoyan con sus donaciones y hacen posible las obras de misericordia. Filipenses 1, 6 “Estoy seguro que quien comenzó en ustedes la obra buena, la llevará a término hasta el día de Cristo Jesús”. Eso lo vemos reflejado en el rostro alegre de muchos jóvenes que hoy tienen la oportunidad de formarse a través del programa de becas, a tener un espacio de esparcimiento y recreación, a compartir y aprender a pensar y actuar en equipo; en el rostro de mujeres y hombres que tiene la oportunidad de iniciar un pequeño proyecto productivo y así llevar dignamente el sustento a sus hogares (venta de tortillas, venta de granos básicos, compra de herramientas, etc.). También lo vemos en el rostro de niños y ancianos que reciben no sólo un plato de comida, sino el amor de todos aquellos que han asumido el compromiso de ser las manos de Jesús.

Damos gracias a Dios por cada uno de ustedes y por todo lo que Dios va a seguir permitiendo para que como Parroquia cumplamos el llamado a vivir la misericordia, a encarnarla en nuestras vidas no solo dando, sino dándonos de corazón.

Dejando huella

El Pastor Luis Mario Rodríguez

“No puedes ser un hombre de Dios y un asesino de hombres” Las pandillas son agrupaciones de individuos que gravitan en una espiral de sentimientos, frustraciones, comportamientos y peligros innumerables y contradictorios. El odio, el rencor y la venganza se mezclan con la incertidumbre, el miedo y la desesperanza. Buena parte de sus miembros son adolescentes que enfrentan la soledad debido a la desintegración de su familia. Buscan compañía, seguridad y pertenencia. Se aferran a la vida en barrios donde sobrevivir es su trabajo diario y el“salvoconducto” más eficaz lo administran pandilleros líderes cuando ofrecen“protección”a cambio de“lealtad”. El amparo que los muchachos encuentran en las“clicas”no es el de una parentela normal. Un porcentaje alto apenas alcanza la mayoría de edad. Son grupos de personas con diversos pensamientos y motivaciones. Algunos se involucran para evitar que los acosen o lastimen a sus seres queridos; otros han ennegrecido sus corazones, oscurecido su presente e hipotecado su futuro voluntariamente. Una tercera fracción, por temor a ser “ajusticiados”, permanece en esa negrura aguantando hora tras hora la deshumanización que destilan los cabecillas cuando deciden quién vive y quién muere. Existe una amalgama que combina asesinos, extorsionistas, violadores, acosadores, ladrones y matones con cipotes que sufren, atemorizados, raptados por una situación en la que no pidieron involucrarse pero que forzosamente padecen. Un buen número de jóvenes quiere dejar ese infierno en el que se encuentra y recuperar su autoestima de niños y niñas, de adolescentes, de hombres y mujeres a los que el sistema y la sociedad parecen haber abandonado.

Después de convivir con ellos por años, los ciudadanos ya no distinguen entre quienes están allí obligados por las circunstancias, de otros que intencionalmente han desarrollado un gusto por la muerte y el dolor ajenos. Ahora la población no diferencia a los que actúan con saña de aquellos que lo hacen porque los jefes pandilleriles y sus secuaces les intimidan y vigilan. Ciertamente la gente ya no soporta las extorsiones en sus pequeños negocios y los asesinatos de familiares y amigos. Se ha derramado demasiada sangre y el dolor, la angustia y el malestar de los residentes en caseríos, cantones, colonias, pueblos y ciudades es inaguantable. Sin embargo algunos mareros padecen la misma aflicción y abatimiento porque no encuentran una vía de escape. Sobrellevan un silencioso sufrimiento, tanto los reclutados sin su consentimiento, como los que, habiéndose incorporado voluntariamente, desean con todas sus fuerzas renunciar a esas tinieblas y encontrar la luz. Por esa razón cualquier idea que abra una rendija para rescatar a estos sujetos, por pequeña e insignificante que sea, debe ser aprovechada. Se trata de recuperar un espacio de bienestar y dignidad del que estos muchachos han sido despojados. Muchos no tuvieron más remedio que meterse en un túnel oscuro para resguardar su propia supervivencia. Puede tratarse de programas de reinserción, de proyectos que les brinden protección y los acepten como refugiados, de iniciativas que les ofrezcan la oportunidad de aprender un oficio, de obtener un empleo y recibir una remuneración producto de una actividad decente y ya no de

un acto delictivo. También lo sobrenatural, una conversión, Dios, puede representar una salida, quizás la opción más sólida para“llegar a puerto seguro”. Aquí es donde aparece el valiosísimo aporte de “El Pastor”. Se trata de una película en la que se relata la transformación de un pandillero que lo deja todo para seguir al Señor.“No puedes ser un hombre de Dios y un asesino de hombres”, sentencia el protagonista. El film tuvo su estreno de manera simultánea en 400 salas de los Estados Unidos en enero de este año. Su productor, y uno de los actores principales, es el salvadoreño Arturo Muyshondt. La semana pasada se presentó en el país a un grupo de empresarios, profesionales y organizaciones de la sociedad civil bajo el auspicio de la Fundación San Andrés. La finalidad de esta función privada era la de estimular a las iglesias, de diferentes denominaciones, y a la comunidad en general, para demostrar que sí es posible rescatar a los que dentro de las pandillas buscan una “liana” de la que tomarse para “dar el salto” a una vida distinta y para prevenir que otros ingresen a un mundo del que posteriormente les será muy difícil escabullirse. Ya muchas Iglesias, pastores y sacerdotes han abierto sus puertas a los jóvenes que viven en zonas marginales. La Parroquia Cristo Redentor se distingue por sus acciones en favor de la juventud en riesgo. Otros asisten en las cárceles y dan consuelo a quienes, arrepentidos por sus actos, buscan convertirse y el perdón de Dios. Pero faltan “más pastores” con “olor a oveja” que, como dijo el Papa Francisco, liberen de sus ataduras a estos hermanos nuestros.

Tema Central

Y les dijo: vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación” Mc 16, 15

Formación

de misioneros “Este clarísimo mandato del Señor, justo antes de ascender al cielo, es lo que impulsa a un numeroso grupo de hermanos, pertenecientes a las tres FuerzasVivas de la parroquia, a inscribirse como misioneros y apropiarse del inmerecido honor e insoslayable deber que todo cristiano bautizado tiene de proclamar la Buena Nueva de Cristo, de ser portador de la alegría de su Evangelio por todos los rincones de la tierra. Leemos en el Evangelio de Marcos que“Jesús subió al cerro y llamó a los que Él quiso… Para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, dándoles poder…”(Mc 3, 13-14) Todo misionero que se siente llamado por el Señor sabe que antes de salir a cumplir con la tarea de evangelizar, debe primero ir a Él y permanecer con Él. La primera vocación de un discípulo es estar con Jesús, acompañarlo y aprender a los pies del único Maestro, que es uno de los títulos que Jesús se atribuye a sí mismo (Jn 13, 1). Debe invertir tiempo para aprender su estilo, dejarse instruir por Él. A esto llamamos formación del misionero. La Comisión para la Misión es la responsable de esa importante etapa previa al visiteo. Movida por la clara preocupación de Jesús de formar a sus discípulos la Comisión ha diseñado y planificado un período de formación para aquellos hermanos que dotados por el Espíritu Santo de un corazón generoso han respondido a la invitación de unirse a la misión este año. Dicha formación será impartida en los primeros cuatro sábados del mes de julio, en horario de 3:00 P.M. a 6:00 P.M.

en las instalaciones de la parroquia (salón parroquial y Centro pastoral). Por razones de logística, los asistentes se dividen en dos niveles, según el número de misiones en las que han participado. Hay un tercer nivel para los jefes de grupo, designados por el párroco. Previamente, y luego de un tiempo de discernimiento, se procedió a nombrar al equipo de formadores, encabezado por nuestro Párroco, quienes, a criterio de la Comisión poseen la idoneidad para impartir la temática establecida: • Interpretación Bíblica, que consiste en descubrir y apropiarse del mensaje de un determinado texto y es referida a aquellos que se utilizan en las visitas. • Espiritualidad del misionero, se trata de ir descubriendo la espiritualidad misionera de Jesús y reproducirla en el discípulo. Jesús es el único modelo y por tanto el misionero debe aprender a distinguir sus actitudes, a someterse a ellas. Además de los Evangelios, recurrimos al magisterio de la Iglesia, que nos ofrece documentos cuyo análisis llevan al misionero a ponerse en sintonía con lo que se debe ser y conocer.

Toda esta temática se imparte en el nivel de formación más específica, según los requerimientos de la labor de pastoreo que los jefes de grupo deberán realizar. Jesús fue un maestro muy original, con una estrategia y una metodología que llevaron a los discípulos a comprometerse, a hacer vida la vida de su Maestro, a convertirse en apóstoles. Todas las enseñanzas de Jesús adquieren legitimidad porque Él mismo les da validez con su propio ejemplo y eso es, al final, lo que se pretende inculcar en los misioneros: que sean conscientes de la gran responsabilidad que implica ser portadores del Evangelio. El misionero no es un simple reportero que transmite una información, es un enviado, portador de la Palabra viva. Está comprometido con la causa de Cristo porque el mismo tiene una experiencia personal de lo que esa Palabra viva ha obrado en él. ¡El misionero es testigo de la Buena Nueva y por eso convence, por eso contagia! La labor del misionero es extender la obra salvífica de Cristo Jesús en el tiempo y el espacio, está llamado, no a comunicar teorías doctrinales si no a anunciar explícitamente la persona viva que es Jesús.

• Apologética, es la rama de la teología que da razón de la fe. Se pretende ayudar al misionero a tener certeza de lo que proclama y seguridad al hacerlo, preparándolo en la defensa de lo básico de la doctrina y proporcionándole herramientas para salir al paso de dudas, cuestionamientos, entre otros. • Metodología de la Misión, enseña al discípulo a misionar como lo hizo el maestro, utilizando su técnica y su método, es decir su estilo. • Práctica del visiteo, al finalizar y como parte del programa se realizan dramatizaciones de las visitas, en las que los misioneros tienen la oportunidad de actuar diversos casos propuestos, tal y como lo haría en sus visitas reales seguido se trata de hacer efectiva toda la enseñanza recibida.

Por eso, la formación que reciba deberá estar basada en la misma formación que Jesús dio a sus primeros discípulos a quienes repetía una y otra vez las mismas premisas, con la finalidad de que estas fueran quedando grabadas en sus mentes y corazones como si fueran escritas con tinta indeleble. De allí que todos los años el programa de formación para los misioneros en la parroquia incluye la misma temática. Nada cambia pero todo es siempre novedoso, ya que la fuente es el mismo maestro: Jesús ¡y él no se repite nunca! ¡”Siempre tan antiguo y tan nuevo”! Es imperativo creer, aceptar y obedecer la Palabra de Dios para llevar a cabo la Misión, para tener la “Santa osadía”y la valentía de engrosar las filas de los que componen el ejército de enviados por el señor. Y para eso no se requiere de“eruditos”sino más bien de “expertos” en el sentir, el querer y en el hacer de Jesús. ¡Expertos en el conocer a Jesús para imitarlo! Lo que se requiere es que cada misionero se impregne del espíritu de Iglesia, de solidaridad, amor, compasión y, por supuesto, sumisión al Espíritu Santo, que en su corazón arda ese fuego que lo impulse, como cristiano auténtico, a ir a iluminar con la Luz del Evangelio, todos los rincones de nuestro territorio en donde hay oscuridad porque el Señor no está… Y que nuestra parroquia sea cada vez más signo de su reino.

“…Adondeyoteenvíe,irás,loqueyote mande, los dirás… Yo estoy contigo…” (Jer 1, 7-8)

Misericordia

5ta. obra de

Misericordia CORPORAL: Visitar al enfermo Jesús es siempre el modelo de nuestro actuar. En su vida mortal mostró una inmensa cercanía a los enfermos. San Marcos resume: “Dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos lo tocaron quedaban salvador”. (Mc 6,56)

sobre él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración de fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante…”(Stgo. 5, 14-15). Es el Sacramento de la Unción de Enfermos que tanto bien hace y completa nuestra caridad con los sufrientes.

Lo mismo hicieron los apóstoles, pues aprendieron bien del Maestro y enseñaron a la Iglesia: “Benditos de Padre, vengan a recibir el Reino… porque estuve enfermo y me visitaron… les digo que lo que hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron“(Mt 25, 34-35). El Papa Francisco habla de acercarnos, tocar las llagas de los sufrientes; que sientan nuestro calor humano. No son“Cortesías”, son caridades; no es un acto“social”, sino espiritual; no es “a distancia “es en la relación de persona a persona. Pues es toda la persona la que en la enfermedad sufre, nuestra atención al enfermo es total: en lo humano y lo espiritual. Por eso dice la Biblia:“Si hay algún enfermo entre ustedes, llamen a los presbíteros de la Iglesia para que oren

5ta. obra de Misericordia

“Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús” (Flp 2, 5)

enseñaba San Pablo. Y también que nos consolemos unos a otros (2 Cor 7, 6 y 1ª. Tes 4, 18) ESPIRITUAL:

Consolar al triste Sólo consuela a otro el que siente compasión. Así sintió Dios por su pueblo (ver Joel 2, 12-13 Is. 12, 1 ss) y exclama: “Consolad, consolad a mi pueblo, dice el Señor. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle bien alto que ya ha cumplido su tiempo y ha satisfecho su culpa…”(Is. 40, 1 ss) En Jesús esa compasión para consolar al triste se hizo patente: Con la viuda en Naim (Lc 7, 11 ss), con Marta y María por la muerte de su hermano (Jn 11, 20 ss, sobre todo 33-38). El nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano y nosotros, sus discípulos, estamos llamados a tener sus mismos sentimientos y actitudes. Hay tanta tristeza, ofensa, desilusión entre nosotros. A veces en nuestras propias familias y muy cerca de nosotros. Es por el desempleo, las infidelidades matrimoniales, amenazas de violencia, la migración, la violencia intra-familiar, las humillaciones y la marginación, la muerte, que nos acosa por todas partes. Hay por eso, tanta necesidad de consuelo, de cercanía, de escucha, de abrazo, de manos tendidas en ayuda y corazones abiertos para

COMISIÓN DEL AÑO DE LA MISERICORDIA

Fuerzas Vivas

La necesidad de

Vivir

lo que se anuncia En estos próximos días en nuestra parroquia el tema central es la Misión Evangelizadora y cada fuerza viva comunica, motiva y ora para que este gran acontecimiento que se lleva una vez al año, pueda ser todo un éxito. En ese sentido, no es fin de este artículo hablar de qué tipo de parámetros deben utilizarse para que le califiquemos de éxito o – Dios no lo permita- algo que allí va, cada año, “a ver qué tal el otro”. Leyendo unas pocas líneas en un portal católico (Catholic.net), había una historia sobre la exhortación bastante clara, hecha por un hermano Testigo de Jehová a unos misioneros católicos: “Ustedes, misioneros católicos, vienen sólo una semana al año. Yo estoy aquí todo el año... ¿Quién va a ganar? Vean, además, cómo cada día se queda vacía su iglesia…” Lo anterior me hizo caer en la cuenta de dos cosas: 1. Si bien la Misión Evangelizadora es una vez al año, no significa que solamente una vez al año debamos hablar de las cosas de Dios, no es necesario andar de casa en casa como se hace en la misión para anunciar la Buena Nueva, sino que el reconocer la necesidad del prójimo sea espiritual o material es vivir lo que se evangeliza. Nuestro santo padre lo dice: “Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien (Evangelii Gaudium #9)”. Esto nos exhorta a ser coherente entre nuestro decir y actuar.

2. Anunciar el Kerigma, nos lleva a otro gran compromiso: vivir lo que se misiona, sino, nada de diferente tendríamos con los hipócritas como les llama Jesús en los primeros versículos del capítulo 6 de San Mateo, “porque ellos ya recibieron su paga” (Mt. 6,2), y en la Palabra, otra cuestión fundamental, la vivencia auténtica y constante de la fe y la alegría de ser hijos de un padre tan grande y misericordioso. Tan fácil de decir pero tan difícil de hacer, nada haríamos si al salir de la misión seguimos con las mismas costumbres del hombre viejo como dice San Pablo, que seamos nosotros esa“sal y luz del mundo” (Mt.5,14), lámparas encendidas y ardientes en la espera de nuestro Señor. No olvidemos que se puede hacer mucho con poco, evangelizar en la misión y evangelizar en mi metro cuadrado, sin necesidad de discursos, sino con la convicción del testimonio y la fe. Que esta Misión Evangelizadora casa por casa sea buena y fructífera como el viñador lo es con nosotros.

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