Bร SCANOS EN
EL DIVINO SALVADOR
Nยบ 72 www.parroquia-cristoredentor.org
AGOSTO 2018
Nº 72 - AGOSTO 2018 INFORMACIÓN PARROQUIAL
P. Jaime Paredes (Párroco) P. Roberto Trejo (Vicario) P. Arturo Escalante OFICINA PARROQUIAL
Tel. (503) 2263-1218 / (503) 2264-4829 / (503) 7069-0598 Email: oficina@parroquia-cristoredentor.org ADMINISTRACIÓN
Email: administracion@parroquia-cristoredentor.org Tel. (503) 7956-1600 TRABAJO SOCIAL
Tel. (503) 2263-7547 / (503) 7069-6036 Email: trabajosocial@parroquia-cristoredentor.org CLÍNICA PARROQUIAL
Tel. (503) 2264-2376 Email: clinica@parroquia-cristoredentor.org FUNDACIÓN REDENTOR
Tel. (503) 2131-8440 Email: norellana@fundacionredentor.org comunicaciones@parroquia-cristoredentor.org www.parroquia-cristoredentor.org facebook.com/ParroquiaCristoRedentorSan Salvador Twitter:@parroquiaCR Paseo General Escalón, 50 metros al poniente del Redondel Masferrer, Colonia Escalón San Salvador. DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN EDITORIAL Jaime Paredes Carlos Torres Gabriela Huezo Alejandro Villalta Patricia Ticas de Villalta Neto Segovia Andrés Werner Carlos Figueroa Gracia Najarro Rigoberto Hernández Lucia Arguello Brenda Rivera Gabriela Gutierrez
Una Producción de: Comisión de Comunicaciones Parroquia Cristo Redentor - San Salvador
Índice 03 Saludo 05 Avisos Parroquiales 06 Al César lo que es del César 07 Conversión y Espiritualidad 09 Pastoral Familiar 10 Divino Salvador 15 Dejando Huella 18 Fotografías
SALUDO
Mensaje del
Padre Jaime Entre nosotros la fiesta patronal de la Arquidiócesis pasa desapercibida. Incluso entre los católicos practicantes muchos no asocian y mucho menos viven, la solemnidad de la Transfiguración del Señor como fiesta propia. Incluso si van a la “Bajada” el 5 de agosto o la ven por la tele, no la hacen suya. Es que agosto se asocia siempre con vacaciones! Y vaya si toda la gente las aprovecha y las disfruta! Pero si nos detenemos un momento y tomamos conciencia, nos damos cuenta que nuestra Iglesia local, la Arquidiócesis, tiene una fiesta muy hermosa y muy significativa. Contemplar la transfiguración del Señor es inspirador. Nos marca una meta a alcanzar como Iglesia y como País. Y nos va dando los pasos para conseguirlo. Lo primero es hacer caso a Jesús y seguirlo. Después hay que subir, y eso es difícil. Salir de “lo de abajo” e ir a lo alto, sacar lo mejor de cada uno como persona, y lo mejor como Iglesia. De lo que se trata en la altura es de contemplar a Jesús en su transfiguración. Todos los signos que nos da el Evangelio hablan del bautismo: Luz y vestiduras blancas. Ese sacramento, la vida de hijos, el “modelo” de Jesús nos van transfigurando. Esa es la necesidad urgente que tenemos.
Nuestra Arquidiócesis necesita con urgencia transfigurarse; cambiar de raíz; mostrar en su humilde humanidad los signos de la divinidad, del reino de la que es portadora. Sin la transfiguración seguiremos mostrando nuestra desunión, frialdad espiritual, pecados y escándalos de sacerdotes y laicos. Cuánto en verdad desearía que todos en la Parroquia hiciéramos nuestra la fiesta patronal! Más cuando como Parroquia no tenemos una. Porque sin fiesta patronal, o sin hacerla nuestra, perdemos algo de nuestra identidad. Que hagamos verdad la palabra que se escuchó al final de la transfiguración: “Este es mi Hijo amado; ¡escúchenlo!. “ Así será segura nuestra transfiguración y será posible que celebremos felices nuestras fiestas. Que agosto no sólo sea de vacaciones, sino de cambio para hacer presente a Jesús, el Salvador del Mundo.
“Que agosto no sólo sea de vacaciones, sino de cambio para hacer presente a Jesús, el Salvador del Mundo” 3
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AVISOS PARROQUIALES ENVÍO DE MISIONEROS
¡FIESTAS PATRONALES!
Honremos al Divino Salvador participando DIA 5 - 3:00 pm. - VISPERAS y predicación Basílica del Sagrado Corazón de Jesús - 3:30 - PROCESIÓN con el DIVINO SALVADOR - 6:30 - “BAJADA” frente a Catedral DÍA 6 - 9:00 am.
- CELEBRACIÓN EUCARISTICA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR Frente a Catedral - VENERACIÓN de la Imagen
• Alégrate en esta fiesta misionera • Bendice al Señor por este don que da a la Parroquia • Encomienda a Dios a todos los enviados • Pide por las familias que serán visitadas DOMINGO 12 DE AGOSTO 11:00 am TEMPLO PARROQUIAL Vives triste, vacío, estresado? Tienes tanto, y sin embargo… nada te llena? Estás sediento de Dios? ¡ACOGE LA MISIÓN EN TU CASA! ¡ILUMINA TU VIDA, ALEGRA A TU FAMILIA! ¡CRISTO ESTÁ CERCA, ABRE TU PUERTA! Desde el 18 de agosto hasta el 8 e septiembre estaremos visitando las casas, los días lunes, jueves y sábados. Si no llegan los misioneros a tu zona o no estabas cuando tocaron, llama al 2263-1218 / 2264-4829 / 7069-0598 para que te visiten.
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AL CÉSAR, LO QUE
ES DEL CÉSAR
PARROQUIA CRISTO REDENTOR MES DE MAYO, 2018 INGRESOS $27,587.58 Colectas $5,530.11 20.05% Colectas Especial de Pentecostes P/ Guatemala $675.09 2.45% Colecta Clínica $1,200.29 4.35% Otros ingresos Clínica $1,756.89 6.37% Intenciones y ofrendas $1,019.50 3.70% Diezmo de comunidades $4,444.01 16.11% Contribución del Mov. de Enc. Conyugales $500.00 2.90% Pograma de donantes voluntario mensuales $2,590.00 9.39% Alcancía del Santísimo $367.83 1.33% Publicidad Boletin $405,00 1.47% Donativo Becas Fund. Simán $750,00 2.72% Tarjetas cena de la alegría $6.264,77 22.71% Otros ingresos $1.704,09 6.18% GASTOS $25,206.86 Pastoral $10,317.58 40.93% Pastoral Social $2,742.04 10.88% Administración $4.404,32 17..47% Gastos de operación $3,466.40 13.75% Arquidiócesis de San Salvador $652.09 2.59% Prestaciones $1,589.24 6.30% Aporte a Clinica $1,200.29 4.76% Comisiones bancarias $63.19 0.25% Pagos de prestamos $1,000.00 3.97% Otros egresos $71.20 0.28% SALDO $2,080.72 Cuentas por pagar del mes $2,795.08 ($714.36) Cuentas por pagar de meses anteriores $4,416.57 ($5,131.23) “ TENEMOS LA GRAN OPORTUNIDAD NO SOLO DE SOSTENER TODA LA OBRA QUE ACTUALMENTE REALIZA NUESTRA PARROQUIA, SINO DE HACERLA CRECER !!!
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CANALICEMOS NUESTRA GENEROSIDAD EN NUESTRA COMUNIDAD PARROQUIAL PUES EN LA ACTUALIDAD LOS INGRESOS NO ESTÁN PUDIENDO SOSTENER EL NIVEL DE OBRA ALCANZADO !!!”
CONVERSIÓN
“Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares a donde debía ir.” (Lc 10, 1) Al igual que hace 2,000 años, Jesús sigue escogiendo de entre sus discípulos a quienes enviará de dos en dos a predicar su mensaje por el mundo y este mes de agosto envía a los discípulos de la Parroquia Cristo Redentor a misionar, a predicar su mensaje. Cabe mencionar que, en griego, enviado se dice apóstolos, por lo que estos discípulos al ser enviados se convierten en sus apóstoles. Y en similitud a esos 72 discípulos enviados por Jesús, estos nuevos discípulos (llamados misioneros por la Parroquia) han compartido su tiempo y sus vidas con Jesús: Son hombres y mujeres que participan activamente en la vida de comunidad de la Parroquia, en una de sus tres fuerzas vivas: Comunidades Cristianas, Movimiento Encuentro Conyugales, Juventud Cristo Redentor.
llevarán la Palabra de Dios escrita y viva a aquellos que estén dispuestos a recibirla. La Palabra de Dios escrita por cuanto han estudiado las lecturas que compartirán, pero además la Palabra viva en cuanto a que en obediencia al mandato son capaces de dejar a un lado la comodidad del sillón, a como dice el Papa Francisco, y se aventuran a las calles no siempre seguras con la firme convicción de que nada les podrá hacer daño (Lc 10, 19c) y que son simples siervos cumpliendo con su deber (Cf. Lc 17, 10). Pero no todos somos enviados al mismo servicio, muchos están llamados a dar ejemplo de su discipulado abriendo la puerta de su casa, de su hogar, de su corazón para compartir con los misioneros, sus familias y vecinos lo mejor que tienen: a Jesús. Todos juntos hacemos Iglesia, con la participación activa de todos, ya sea tocando o abriendo puertas nos enriquecemos todos y juntos nos evangelizamos.
De manera especial, los que han recibido el llamado para esta misión se han preparado durante todo el mes de julio para comprender mejor el mensaje que Jesús quiere hacer llegar a los hogares a los que tocaran sus puertas. Ellos
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PASTORAL FAMILIAR
FAMILIA,
LUGAR DE PERDÓN
No existe familia perfecta, No tenemos padres perfectos, No tenemos hermanos perfectos, No tenemos tíos perfectos, No tenemos primos perfectos, No tenemos sobrinos perfectos, No somos perfectos, No nos casamos con una persona perfecta ni tenemos hijos perfectos. Tenemos quejas unos de otros. Decepcionamos unos a otros. Por eso, no hay matrimonio saludable o familia saludable sin el ejercicio del perdón. El perdón es vital para nuestra salud emocional y supervivencia espiritual. Sin el perdón la familia se vuelve un espacio de conflictos y un cúmulo de amarguras. Sin perdón la familia se enferma.
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El perdón es la esterilización del alma, la limpieza de la mente y la liberación del corazón. Quien no perdona no tiene paz en el alma ni comunión con Dios. La amargura es un veneno que intoxica y mata. Guardar amargura en el corazón, es un gesto autodestructivo. Quien no perdona padece física, emocional y espiritualmente. Es por eso que la familia necesita ser un lugar de vida y no de muerte; territorio de cura y no de enfermedad; palco de perdón y no de culpa. El perdón trae alegría donde la amargura produjo tristeza y cura, donde la amargura causó enfermedad. Laus Deo (Alabado sea Dios) Diario Digital Católico www.lausdeo.world
“la familia necesita ser un lugar de vida y no de muerte”
EL DIVINO SALVADOR
Historia En la fundación de la Provincia de San Salvador, el Emperador Carlos V de Alemania y Rey I de España, como era su costumbre, obsequió “La imagen patronal”, es decir, el Divino Salvador del Mundo, la cual se conserva desde 1546 en la Catedral Metropolitana. La imagen donada por el Emperador Carlos V, no se prestaba “para representar el acto bíblico de la transfiguración, ya que se trata de una bella talla de una sola pieza, lo que hacía difícil el colocar la vestimenta requerida”, por lo que en 1,777 el artista y devoto Silvestre Antonio García esculpe la imagen actual del Divino Salvador. En la actualidad, cada 5 de agosto, a las tres de la tarde se da inicio al solemne acto rezando de la Liturgia de las Horas, La hora Nona. Posteriormente da inicio la procesión con la imagen que sale de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada sobre la calle Arce, pasa por el Parque Bolívar, baja por la calle Rubén Darío, circunda la plaza Gerardo Barrios y finaliza su recorrido frente al portón principal de la Catedral Metropolitana, en el corazón del
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Centro Histórico de San Salvador. Allí se realiza “la transfiguración”, es decir, el momento en que la imagen sale de una estructura en forma de globo terráqueo vestida de blanco. Antiguamente la sagrada imagen tenía otro recorrido. Entre 1777 y 1963 la procesión salía de la Iglesia El Calvario, hacía la transfiguración frente a la Plaza de Armas (hoy llamada Parque Libertad) y de allí seguía hasta la Catedral. Es en el marco del cambio del recorrido que el Arzobispo de la época, Monseñor Luis Chávez y González, prometió a los Calvareños que a las 8:00 de la mañana del 5 de agosto la imagen visitaría siempre la Iglesia El Calvario, de donde sería trasladada a la Basílica para que a las 4:00 de la tarde saliera en procesión.
“La bajada” Sobre el momento solemne que los católicos salvadoreños viven cuando el santo patrono llega hasta la Catedral, existe un explicación religiosa
TEMA CENTRAL
ubicada en el pasaje bíblico del Evangelio de San Mateo, capítulo 17, versículos del 1 al 6 y en Mc 9, 2-13 y Lc 9, 28-36. En este texto se plasma la escena en la que Jesús, en la cima del Monte Tabor, apareció con el rostro resplandeciente vestido con blancura de luz, hablando con Moisés y Elías ante tres de sus discípulos, Pedro, Juan y Santiago. Se conoce que Silvestre García cuidó de la imagen y de las fiestas en su honor hasta su muerte en 1808. Algunos escritos señalan que desde el año 1,787 una cofradía se encarga de organizar la procesión. Esta se llamó primero Cofradía de la Transfiguración, después pasó a llamarse Cofradía de San Salvador y luego Asociación Cofradía del Divino Salvador del Mundo. Los organizadores detallaron que antiguamente la imagen de El Divino Salvador del Mundo recorría las calles sobre un camión y el conjunto alcanzaba entre 15 y 20 metros de altura. Así se mantuvo hasta el año 2000 porque, debido a que la ciudad se fue llenando de cables aéreos de telefonía y energía eléctrica, se vieron obligados a recortarle.
Ahora es transportada sobre una anda de diez metros de largo. Indicaron que son 75 personas, que son miembros de distintas cofradías de todo el país, quienes cargan el anda del patrono de los salvadoreños. No obstante, que la mayoría de personas espera con mucha expectativa el recorrido de la imagen del “Colocho” como le llaman popularmente, la fiesta principal es el 6 de agosto. Ese día, por la mañana, se lleva a cabo una solemne misa concelebrada por el Arzobispo de San Salvador, los Obispos del país y los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis.
Fiesta y devoción del pueblo Salvadoreño El hecho de que el Divino Salvador del Mundo sea el titular de la nación, de la ciudad capital y de la Arquidiócesis, puede darnos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra identidad salvadoreña. Muchas veces hemos comentado el especial privilegio que supone el que nuestra nación lleve
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el honroso nombre de El Salvador. Es una gracia muy especial que la misma esencia de nuestra nacionalidad haga referencia al Hijo de Dios hecho hombre. Somos salvadoreños y el mismo nombre tiene un sentido trascendente y eterno. Somos una nación y pertenecemos de un modo muy particular al Señor y Salvador de todas las naciones. La identidad del salvadoreño esta inevitablemente integrada con nuestra fe en Jesucristo, Divino Salvador del Mundo. Esta identidad tiene un valor incalculable en estos tiempos en que la humanidad experimenta constantes y profundos cambios culturales, económicos, políticos. Esos cambios podrán ser convenientes o no, pero es importante que no olvidemos que, en la base de la existencia de El Salvador como pueblo, hay una connotación religiosa. La fiesta del Divino Salvador del Mundo tiene lugar precisamente cuando la Iglesia conmemora el Misterio de la Transfiguración del Señor. Jesús en el monte Tabor quiso fortalecer la fe de Pedro, Santiago y Juan
para que pudiesen soportar la dura prueba que supondría para ellos la pasión y muerte del Señor. La experiencia anticipada de la gloria eterna supuso para ellos gran consuelo y la fortaleza durante toda su vida. La sencilla ceremonia de la Bajada que tiene lugar frente a nuestra Catedral, produce a todos los participantes singular alegría. Sin duda que el Espíritu Santo infundió en nuestros corazones sus gracias y sus dones: nos sentimos más salvadoreños y más cristianos. La esencia religiosa del pueblo salvadoreño resplandece también en el lema de su bandera: DIOS, UNIÓN Y LIBERTAD. La fuente de nuestra unión y la garantía de nuestra libertad es Jesucristo nuestro Dios. A los labios de nuestro pueblo fluye espontánea la expresión “Primero Dios”. Demos gracias al Señor por tenernos tan unidos a Sí. Pongamos de nuestra parte lo necesario para que nunca se apague la clara conciencia del contenido religioso de la esencia del pueblo salvadoreño.
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EN CAMINO
EL NIÑO OSCAR Hace 102 años nació Oscar Arnulfo. Era el 15 de agosto de 1917. Sucedió en Ciudad Barrios, en las montañas al norte de San Miguel, cercano ya a Honduras. Era un pueblo pequeño, de unos mil habitantes, de clima fresco y de gente pobre, católica, mestiza. La plaza, y en torno, la Parroquia, la alcaldía y las casas principales. Una de esas casas era de la familia de Monseñor, los Romero Galdámez. Cerca de la casa, una pequeña finca: un cafetalito, árboles frutales y vacas. Con eso se ayudaban para la comida de la familia. Eran 8 hermanos, 6 varones y 2 niñas, su mamá Guadalupe de Jesús y su papá Santos. Oscar era el tercero de los hijos. Apenas tenía 4 años y se enfermó de polio. Pasó postrado 7 meses. Su Mamá atribuía la curación a un milagro que ella pedía en sus oraciones. El niño quedó marcado en su cuerpo, siempre débil, sin aptitudes para el deporte. También en su espíritu, volcado hacia el interior, más bien callado y reflexivo. El lugar y el ambiente en que fue creciendo era sencillo. Calles de tierra, casa sin electricidad, una sola escuela en el pueblo, que solo impartía hasta 3er grado de primaria, un templo sin sacerdote permanente, la necesidad de trabajar desde pequeño para ayudar en la casa… con su hermana Zaida iba todas las mañanas temprano a ordeñar la vaca; a su papá, telegrafista del pueblo le ayudaba repartiendo los telegramas en las casas más lejanas; pronto estuvo de aprendiz de carpintero. Fue creciendo también en su vida cristiana. Su familia era devota y todas las tardes rezaban juntos el rosario, dirigidos por su Mamá. Su Papá también era fervoroso. Oscar, ya joven seminarista, recuerda… “mi entendimiento de
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niño va grabando el padre nuestro, el avemaría, el credo, la salve, los mandamientos que sus labios de padre me van enseñando…”. La gente mayor recordaba que ese niño acostumbraba ir a la iglesia a rezar cuando regresaba de clases. Y su hermano Mamerto, con quien compartía cama, cuenta que de noche el niño Oscar se levantaba a rezar. Otros de sus hermanos decían que se excedía en sus prácticas religiosas, como cuando jugaba de procesiones de Semana Santa y todos debían participar! En su ambiente familiar fue desarrollando cualidades y aficiones que lo acompañarán toda su vida. Siempre estuvo apegado a sus hermanos y recordando la casa paterna. Mantuvo una vida austera, simple, sin sofisticaciones. El gusto por los micrófonos, grabadoras y la comunicación social, que heredó del oficio de su papá. La oración personal y diaria, y un cuidado por los pequeños servicios y atenciones para los demás que aprendió de su Mamá. La afición por la lectura, “en casa había una biblioteca al menos de cien libros, mayor incluso que la del párroco” recordaba. Su papá dedicaba buena parte de su descanso a leer. Igualmente con la música, que gustó en su casa. Aprendió a tocar flauta y a leer y escribir solfa siendo niño, gracias a la afición de su papá. Todo esto le sirvió al futuro pastor para su ministerio. Celebramos este mes, el 15, el cumpleaños de Monseñor Romero. Agradecemos al Señor la vida de su siervo bueno y humilde y el hogar donde se formó la personalidad y la fe del futuro santo. Así influye la familia en todos. Así Dios aprovecha las vivencias de cada uno, pues “todo sirve para el bien de los que Dios ama”.
EN CAMINO
CAMINO DE ROMERO Nuevamente miles y miles de creyentes, de cristianos de diferentes iglesias y no creyentes de buena voluntad participaron en la caminata hacia Ciudad Barrios.
kms. A su paso otros miles fueron acompañando con su saludo, sus comidas y bebidas, dando lugar de reposo, adornando casas y Ermitas, cantando y rezando con los peregrinos.
Por 2º. año se organiza la “Peregrinación a la cuna del Profeta”, para poner a todo un pueblo en la ruta de Monseñor Romero.
De la Parroquia también estuvimos. Desde San Martín nos unimos a la peregrinación e hicimos una parte de ese “camino santo” que es un signo de querer seguir las huellas del profeta.
Con gran entrega y humildad, de nuevo el Cardenal Gregorio Rosa presidió la marcha. La multitud, alegre, de jóvenes y mayores, con cantos, signos, oraciones y silencio fue recorriendo los 157
Una experiencia muy hermosa, una fraternidad muy cálida, un espíritu muy renovador para nuestra Iglesia.
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DEJANDO HUELLA
LA PASIÓN POR EL REINO POR JUAN VALIENTE
En la parroquia cada vez que se acercan los meses de julio a septiembre hay ebullición espiritual por las misiones. Hace unos días participábamos con mi esposa en la formación misionera y daba un gozo particular el ver el templo repleto de misioneros, de todas las edades. Ojalá que el Señor nos bendiga con misioneros que sepan mostrar su compasión a todos. El ejemplo de la vocación misionera surge del mismo Jesús, del Buen Pastor. Sin embargo, cuando alguien nos habla de los misioneros normalmente solo pensamos en el sacerdote o en el laico que partió a África o a Asia a llevar la Palabra a los que aún no conocen, al Señor o en la monjita que atiende en el profundo Petén o Amazonas a aquellas tribus que ni siquiera conocen el desarrollo de la civilización actual. Pocas veces pensamos en los miles de
católicos que salen una o varias veces al año, dentro del límite territorial de su parroquia, a anunciar la Buena Nueva a todos los que allí residen. Muchos de los que hemos sido bautizados o que incluso hemos avanzado recibiendo el sacramento de la Eucaristía en la Primera Comunión ya no parecemos católicos. Incluso entre los que vamos a misa religiosamente todos los domingos hay muchos que quizás no hemos logrado convertirnos y parecernos a Jesús. Somos católicos de nombre, pero sin sustancia. Desde el Concilio Vaticano II, en la Iglesia Católica adquirió nueva relevancia la tarea de evangelizar, en particular por parte de los laicos. Ya Jesús nos había demostrado como para él la tarea de llevar la Buena Nueva era interminable, era permanente, sin descanso. “Pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza (Mt 8, 20).” Jesús hizo una opción radical por la misión. Aun
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cuando debía descansar, Jesús al final no lo hacía. “Y cuando vio las multitudes, tuvo compasión de ellas porque estaban acosadas y desamparadas como ovejas que no tienen pastor (Mt 9, 36).” Debemos aprender de Jesús. Debemos imitar a Jesús. Primero es importante que tengamos consciencia de ser enviados por él en esta misión. “Ustedes no me eligieron a mí; más bien, yo los elegí a ustedes y les he puesto para que vayan y lleven fruto, y para que su fruto permanezca (Jn 15, 16).” Él nos ha elegido. Él nos ha ungido. Él nos ha enviado. También debemos cultivar un corazón sensible, que tenga compasión, que sienta el dolor de los hermanos, que se resista a creer que el paganismo ha ganado en el mundo. La compasión debe movernos como movía a Jesús. No la lástima. No el orgullo disfrazado. No el menosprecio. La Real Academia de la Lengua dice que la compasión es un sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien. Es sentir por el otro, en especial por el que sufre. Y por último debemos sentir pasión por el Reino. Buscar construir el Reino entre nosotros siempre, sin descanso… y solo podremos
lograr sentir esa pasión si vivimos en un proceso de conversión permanentemente, encontrándonos siempre y de mejor manera con Jesús. La intensidad de la vida santa nos permitirá ser mejores y más efectivos en la misión. Ese es parte de nuestro reto como católicos en el mundo actual. No podemos llamarnos católicos si no encontramos sentido a la misión permanente. Nuestro reto debe ser convertirnos en misioneros cada vez más capaces de mostrar la compasión del Señor a todos, de llevar su Palabra para que sea acogida por los que aún no lo conocen y así ayudar a que nuestra parroquia, nuestra Iglesia, nuestro país y nuestro planeta sea cada vez más signo de su Reino.
“Debemos aprender de Jesús. Debemos imitar a Jesús.”
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FORMACIÓN DE MISIONEROS
CORPUS CHISTI
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ACTIVIDADES FUNDACIÓN REDENTOR
ASAMBLEA JCR
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