Parroquia San Joaquín de Flores Diócesis de Alajuela Boletín Pastoral N.10 www.parroquiasanjoaquindeflores.org www.facebook.com/parroquiasanjoaquin Tel-Fax. 2265-1215 E-mail: pa.sanjoaquin@gmail.com
Semana del 2 al 8 de febrero del 2015
IV Domingo Tiempo Ordinario “Sé quién eres: el Santo de Dios” “Suscitaré un profeta de entre tus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca y él les dirá lo que yo le mande” (Dt 18,18). Según el libro del Deuteronomio, con esas palabras anuncia Dios el envío de un profeta semejante a Moisés. Como se ve, será un profeta tomado de entre sus hermanos, es decir partícipe de la suerte de su pueblo y comprometido con él. Además, habrá de transmitir las palabras del Señor para ser escuchado como su mensajero. Esa elección por parte de Dios exige una fidelidad exquisita por parte del elegido. El mismo texto añade que el profeta no deberá caer en la arrogancia de proclamar en nombre de Dios aquello que Dios no le haya mandado. Pero la fidelidad es don y tarea. Un don de Dios en beneficio del pueblo. Y una tarea que atañe también a los que escuchan o han de escuchar el mensaje del profeta enviado por Dios. Así lo manifiesta el mismo oráculo del Señor que se recoge en el texto. “A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas”. El evangelio de Marcos que hoy se proclama (Mc 1, 21-28) nos presenta a Jesús en Cafarnaúm, la ciudad costera del lago de Galilea que él habría de convertir en la base de su misión. Es un sábado y Jesús acude a la sinagoga. Cuando toma la palabra los asistentes quedan admirados, porque enseña con autoridad. La autoridad no puede confundirse con el poder. El poder es transitorio, mientras que la autoridad permanece. El poder viene determinado por un golpe de fuerza o por la veleidad de los que eligen al gobernante. Pero la autoridad proviene del valor del mensaje y de la coherencia del mensajero. El poder aplasta a las gentes, la autoridad las ayuda a crecer. La autoridad de Jesús se vincula a su forma de enseñar y a su forma de actuar. Sus palabras son corroboradas por sus acciones. En este caso, por la curación de un enfermo. En tiempos en que la enfermedad se atribuye a un mal espíritu, Jesús demuestra su autoridad liberando de él a este pobre paciente. La autoridad de Jesús se identifica con la compasión. Tiempo Ordinario Ciclo B 1