Parroquia San Joaquín de Flores Diócesis de Alajuela Semana del 12 al 18 de mayo 2014
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IV Domingo de Pascua
“Yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante” “Hermanos, ¿qué debemos hacer?” Esa es la pregunta que se hacen las gentes de Jerusalén, tras escuchar la predicación de Pedro sobre la crucifixión de Jesús. Esa pregunta es también la que debe surgir de nuestros corazones después de escuchar la Palabra de Dios. Pero es también la pregunta que deberíamos hacernos al contemplar el panorama de nuestro mundo. Este mundo nuestro, acribillado por tantos dolores y por tantos errores humanos, hace sufrir a las personas y dificulta el entendimiento social. Es interesante ver cómo los medios de comunicación airean las noticias de los cambios que va poniendo en marcha el Papa Francisco. Muchos esperan cambios más radicales en los órganos supremos de gobierno de la Iglesia. Y con razón. Pero pocos nos hacemos esa pregunta sobre los cambios que Dios espera de nosotros: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?” Recordamos los versos de T.S. Elliot en Los Cuatro Cuartetos: “En nuestra memoria se oye el eco de unas pisadas, que bajan por el atajo que no hemos tomado hacia la puerta que nunca hemos abierto…” ¿Por qué se habrá aplicado Jesús a sí mismo la imagen de la puerta? Jesús se presenta a sí mismo como el buen pastor que conoce a sus ovejas. En el mismo contexto, también se aplica a sí mismo la imagen de la puerta, por la que entra el rebaño (Jn 10, 1-10). “Yo soy la puerta”. ¿Qué significa esta imagen? Bien sabemos que la puerta cierra la casa y su intimidad. Pero también la abre al encuentro con las gentes. Al revelarse como la puerta, Jesús se presenta como un lugar de encuentro. En Jesús toda persona puede encontrarse con Dios. Tiempo de Pascua
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Ciclo A