No.4 Parroquia San Joaquín de Flores Diócesis de Alajuela Semana del 24 al 30 de diciembre del 2012 www.parroquiasanjoaquindeflores.org Tel-Fax. 2265-1215 - E-mail: pa.sanjoaquin@gmail.com
IV Domingo de Adviento “¡Dichosa tú que has creído!”
Termina el Adviento y ya es Navidad. Se alegra la tierra y también la Liturgia toma un tono festivo, acorde con la inminencia del nacimiento del Redentor del mundo. La Primera Lectura nos informa que éste nacerá en Belén, esa “pequeña entre las aldeas de Judá”. Pero, dice esta profecía de Miqueas (Mi. 5, 1-4) “de ti saldrá el jefe de Israel, cuyos orígenes se remontan a los días más antiguos”. Probablemente, la Virgen y San José conocían esta profecía y por ello el viaje obligado de José a Belén para el censo, les dará una certeza adicional de que Quien nacería del seno de la Virgen, era verdaderamente el Mesías. La profecía también anunciaba a María, la Madre del Redentor. “Si Yahvé abandona a Israel, será sólo por un tiempo, mientras no dé a luz la que ha de dar a luz”. María, la que habría de dar a luz, preanunciada desde el comienzo de la Escritura (Gn. 5, 30) como la que aplastaría la cabeza de la serpiente con su descendencia divina, es la Madre del Mesías y la vencedora del Demonio por su fe y su entrega a Dios. María era simple criatura de Dios, adornada -es cierto- de dones inmensos, pero tuvo que tener fe y tuvo que dar su sí. Y con su fe y con su sí se realizó el más grande milagro: Dios se hace Hombre y nos rescata de la esclavitud del Demonio. El Evangelio nos trae la visita de María a su prima Santa Isabel. “Dichosa tú que has creído que se cumpliría cuanto te fue anunciado de parte del Señor” (Lc 1, 39-45). Son palabras de Santa Isabel, la prima de la Virgen, cuando María llegó a visitarla. No son superfluas estas palabras. Con ellas la prima alaba la fe de la Virgen, una fe que no todo el mundo tenía. Isabel lo sabía de sobra, pues su marido, Zacarías, no había creído lo que el Ángel le había anunciado a él sobre la concepción milagrosa de su hijo, San Juan Bautista, el Precursor del Mesías, cuando Isabel, conocida como estéril, no estaba ya en edad de concebir.
Año de la Eucaristía y Año de la Fe
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IV Domingo de Adviento Ciclo C