Novena a
San José patrono de
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Cómo se reza esta Novena?
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1 Comenzamos nuestra oración poniendo nuestro día en la presencia de Dios: Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 2 Les invitamos a rezar el acto de contrición, como un modo de reconocer nuestra necesidad de conversión permanente, poniendo en manos del Señor nuestro deseo de responder a su voluntad, a ejemplo de San José, varón justo que siempre buscó estar en gracia ante Dios. Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser Tu quien eres, bondad infinita y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido, también me pesa por el castigo que merezco por mis pecados. Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que el sacerdote me mande, para el perdón de mis pecados. Amén 3 Oración inicial de todos los días a San José. Bendito padre adoptivo de Jesús, San José Esposo de la Virgen María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra, la Sagrada Familia de Nazaret; protégenos también a nosotros, que pertenecemos a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias:
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Novena de preparación al día de San José la de no cometer jamás ningún pecado mortal; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Amén 4 Evangelio 5 Reflexión 6 Peticiones 7 Oración final para todos los días. Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén. San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro SeñorJesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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Día 2
Día 6
Día 3
Día 7
Día 4
Día 8
Día 5
Día 9
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Primer día de Novena
San José, padre amado En el primer día de la novena contemplamos a San José, como esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Queremos como San José, recibir a Jesús y a María en nuestras vidas.
José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados»… Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor. 3. Reflexión:
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
)
2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Mateo (Mt. 1, 18-25) “Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.
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“La grandeza de San José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y el padre de Jesús. En cuanto tal, «entró en el servicio de toda la economía de la encarnación», como dice San Juan Crisóstomo. San Pablo VI observa que su paternidad se manifestó concretamente «al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al
Novena de preparación al día de San José haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa»” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica Patris Corde). 4. Peticiones:
5. Oración final (encuéntrala aquí
)
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Dirijamos nuestras intenciones al Señor: Hoy le pedimos al Señor Jesús, la gracia de acoger con amor en nuestra vida y en nuestras familias a San José, como nuestro padre. Para que siguiendo su ejemplo, como esposo, como padre, como trabajador, aprendamos el valor de la vida cotidiana, junto a nuestras familias, como el lugar donde Dios quiere realizar su obra de amor y salvación en nosotros. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ponemos esta intención en el Corazón de Jesús, rezando: Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
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Segundo día de Novena
San José, padre en la acogida En el segundo día de la novena a San José queremos fijar nuestra atención en una de sus actitudes principales: San José es el hombre que acoge el misterio de Dios en su vida. De este modo participa de la acción de Dios en favor de toda la humanidad. 1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
)
2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc 1, 26-38). “En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era
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María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: « ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor.
Novena de preparación al día de San José 3. Reflexión: “José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte. La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Sólo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica Patris Corde).
5. Oración final (encuéntrala aquí
)
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
4. Peticiones: Oremos para que en medio de la enfermedad, los problemas o el dolor, podamos acoger la presencia y la cercanía de Jesús y de la Virgen María, del mismo modo que los acogió San José. Para que de este modo, al modo de José, aprendamos a fundar nuestra vida en la presencia de Dios. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ponemos esta intención en el Corazón de Jesús, rezando: Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
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Tercer día de Novena
San José, padre en la ternura En el tercer día de la novena nos acercamos a San José y contemplamos cómo él puso toda su confianza en Dios. San José nos enseña que Dios nos ama con ternura, por eso envía a su Hijo a vivir en medio nuestro. 1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
)
2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc 2,1-7). “En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José,
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que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor. 3. Reflexión: “José toma en sus manos este misterio y ayuda: con su silencio, con su trabajo, hasta el momento en que Dios lo llama a sí. De este hombre que se hizo cargo de la paternidad y del misterio, se dice que era la sombra del Padre: la sombra de Dios Padre. Y si Jesús hombre aprendió a decir papá, padre, a su Padre que conocía como Dios, lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante toda paternidad y todo misterio, pero que no toma nada para sí mismo” (Papa Francisco, Homilía, 18 de diciembre de 2017).
Novena de preparación al día de San José 4. Peticiones: Dirijamos nuestras intenciones al Señor: le pedimos, por medio de San José, que nos conceda la gracia de tratar a todos con amabilidad, nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo o estudio. Para que de este modo, por medio de nuestra alegría y buen trato, muchos de acerquen a Dios. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos, presentando ante el Señor nuestras intenciones: Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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Cuarto día de Novena
San José, padre en la obediencia
Hoy, en el cuarto día de la novena, nos acercamos a San José para aprender de él cómo obedecer con docilidad, prontitud y alegría a la voluntad amorosa de Dios.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
)
escrito en la Ley: “Todo varón primogénito será consagrado al Señor”. También debían ofrecer un sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor.
2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc. 2, 22-33). “Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y él le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción. Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está
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3. Reflexión: “Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la
Novena de preparación al día de San José plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente ministro de la salvación” (Exhortación Apostólica, Patris Corde, 2020). 4. Peticiones: Oramos para que el Señor, por medio del ejemplo y la intercesión de San José, nos regale la gracia de escuchar su voluntad y seguirla con alegría y decisión, al modo de San José, el hombre obediente. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos presentando ante el Señor nuestras intenciones: Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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Quinto día de Novena
San José, padre de la
valentía creativa En el quinto día de la novena, en preparación a la Solemnidad de San José del 19 de marzo, recordamos un rasgo de la persona de José: su valentía creativa para asumir los desafíos de la vida familiar y social.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: desde Egipto llamé a mi hijo. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los mayor le habían indicado.” Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor.
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2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Mateo (Mt 2,9b-16). “La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron
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homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.
3. Reflexión: “Debemos preguntarnos siempre si estamos protegiendo con todas nuestras fuerzas a Jesús y a María, que están misteriosamente confiados a nuestra responsabilidad, a nuestro cuidado, a
Novena de preparación al día de San José nuestra custodia. El Hijo del Todopoderoso viene al mundo asumiendo una condición de gran debilidad. Necesita de José para ser defendido, protegido, cuidado, criado. Dios confía en este hombre, del mismo modo que lo hace María, que encuentra en José no sólo al que quiere salvar su vida, sino al que siempre velará por ella y por el Niño. En este sentido, San José no puede dejar de ser el Custodio de la Iglesia, porque la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia, y al mismo tiempo en la maternidad de la Iglesia se manifiesta la maternidad de María. José, a la vez que continúa protegiendo a la Iglesia, sigue amparando al Niño y a su Madre, y nosotros también, amando a la Iglesia, continuamos amando al Niño y a su Madre” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica, Patris Corde, 2020). 4. Peticiones:
centrarnos en nosotros mismos. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos, presentando ante el Señor nuestras intenciones: Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hoy le pedimos al Señor la gracia de estar siempre atentos al cuidado y la protección de las personas que ha puesto en nuestra vida. De modo particular por los miembros de nuestras familias para que, a ejemplo de San José, sepamos protegerlos de todo mal, y estemos siempre atentos de su cuidado espiritual y material, venciendo de este modo el egoísmo que nos hace
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Sexto día de Novena
San José, padre trabajador En este sexto día de la novena de San José, recordamos al padre adoptivo de Jesús como un hombre de trabajo, quien por medio del trabajo como obrero asumió el cuidado y la formación de Jesús.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
)
2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Mateo (Mt 2,19-23). “Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño».
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José se levantó, tomó al niño y a su madre,
y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor. 3. Reflexión: “La persona que trabaja, cualquiera que sea su tarea, colabora con Dios mismo, se convierte un poco en cocreador del mundo que nos rodea. La crisis de nuestro tiempo, que es una crisis económica, social, cultural y espiritual, puede representar para todos un llamado a redescubrir el significado, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva normalidad en la que nadie quede excluido. La obra de San José nos recuerda que el mismo Dios hecho hombre no desdeñó el trabajo. La pérdida de trabajo que afecta a tantos hermanos y hermanas, y que ha aumentado en los últimos tiempos debido a la pandemia de Covid-19, debe ser un llamado a revisar nuestras prioridades. Imploremos a San José obrero para que encontremos caminos que nos lleven a decir: ¡Ningún
Novena de preparación al día de San José joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica, Patris Corde, 2020). 4. Peticiones: Ponemos ante Jesús a todas las personas que buscan trabajo. Que San José, quien conoció el desempleo, interceda ante el Señor para que pronto puedan encontrar un trabajo digno, que les sirva para el sostenimiento de sus familias.
San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Hoy también rezamos para que el Señor nos regale la gracia de realizar nuestras labores cotidianas, como estudiantes o trabajadores, con alegría y responsabilidad, a ejemplo de San José. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos y presentamos ante el Señor nuestras intenciones... Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María...
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Séptimo día de Novena
San José, padre en la sombra En el séptimo día de la novena a San José, nos acercamos a su persona y contemplamos su silencio abierto a la Palabra de Dios, por medio del cual acoge el misterio de Dios que se manifiesta en Jesús y en la Virgen María.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
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2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc 3,40-50). El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero
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Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: « ¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Ellos no entendieron lo que les decía. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor. 3. Reflexión: “La paternidad que rehúsa la tentación de vivir la vida de los hijos está siempre abierta a nuevos espacios. Cada niño lleva siempre consigo un misterio, algo inédito que sólo puede ser revelado con la ayuda de un padre que respete su
Novena de preparación al día de San José libertad. Un padre que es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida, cuando se pone en la situación de José, que siempre supo que el Niño no era suyo, sino que simplemente había sido confiado a su cuidado. Después de todo, eso es lo que Jesús sugiere cuando dice: «No llamen “padre” a ninguno de ustedes en la tierra, pues uno solo es su Padre, el del cielo» (Mt 23,9)” (Papa Francisco, Exhortación Apostólica, Patris Corde, 2020).
5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
4. Peticiones: Oremos por todos los padres para que el Señor les conceda la gracia de crecer en la conciencia de la vocación que han recibido, para cuidar y guiar a sus hijos. Que el ejemplo de San José les anime a vivir su paternidad como camino de felicidad y plenitud. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos y presentamos ante el Señor nuestras intenciones: Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
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Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor.
Octavo día de Novena
San José, patrono de la
Iglesia Universal. José, como padre adoptivo de Jesús, se le ha encomendado el cuidado de todo el Misterio de Jesús. Así la Iglesia Cuerpo de Cristo, se encuentra custodiada por la intercesión de San José.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
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2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc 2,51-52). “Jesús regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres”.
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3. Reflexión: “¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación” (Papa Francisco, Homilía Solemnidad de San José, 19 de Marzo 2013).
Novena de preparación al día de San José 4. Peticiones: Oremos por toda la Iglesia, encomendada de modo especial a la protección de San José. Para que gracias al ejemplo y a la intercesión del Custodio de Jesús, María y la Iglesia, podamos ser fieles a la vocación a la santidad que recibimos el día de nuestro bautismo, y así abracemos con decisión la vida cristiana, amando a Jesús y María, sirviendo con nuestro trabajo a todos nuestros hermanos. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos, presentamos ante el Señor nuestras intenciones: Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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Noveno día de Novena
San José, Esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús.
En el último día de la Novena a San José lo contemplamos en el corazón del misterio de su vida, su relación familiar con la María Santísima y Jesús. Es por la vocación de esposo y padre, que nosotros le veneramos, como padre y señor de todos los cristianos.
1. Oración Inicial (encuéntrala aquí
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2. Escuchemos la Sagrada Escritura: Del Evangelio según San Lucas (Lc 3,21-23). “Todo el pueblo se hacía bautizar (por
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Juan el Bautista) y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección». Cuando comenzó su ministerio, Jesús tenía unos treinta años y se lo consideraba hijo de José”. Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor. 3. Reflexión: “Yo también quisiera decirles una cosa muy personal. Yo quiero mucho a San José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y tengo en mi escritorio una imagen de San José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema” (Papa Francisco, Viaje Apostólico a Filipinas, 16 de enero de 2015).
Novena de preparación al día de San José 4. Peticiones: Hoy rezamos de modo espacial para que el Señor nos conceda la gracia de tener a San José como padre y señor de nuestra vida. Para que la intercesión y la atención paternal de José nos impulse a confiar en Dios, animados por la cercanía permanente del esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús. Con San José, roguemos al Señor. R./ Escúchanos Señor te rogamos. Ahora rezamos, presentamos ante el Señor nuestra intención: Padre Nuestro, Ave María y Gloria... 5. Oración final (encuéntrala aquí
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Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María... San José, ruega por nosotros. R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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