CONCILIO VATICANO II “UNA LLAMADA DEL ESPÍRITU A LA IGLESIA DE DIOS”
50 años
después del Concilio
DIÓCESIS DE IRAPUATO
LAS CUATRO CONSTITUCIONES DEL CONCILIO VATICANO II “Una llamada del Espíritu a la Iglesia de Dios”
Redactor: Lic. Miguel Ángel Villalobos Gallardo Encargado de la Educación Católica de la Diócesis Imprimatur: José de Jesús Martínez Zepeda I Obispo de la Diócesis de Irapuato
Irapuato, Gto., 11 de octubre de 2012
PRESENTACION
E
l Santo Padre Benedicto XVI ha convocado un Año de la Fe en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, para
invitarnos a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del Mundo. Nos ha recordado que con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza. Nos aseguró que si lo leemos y acogemos, guiados por una hermenéutica correcta, puede ser una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia. El Canónigo Claudio del Pero, de Brescia, Italia, con quien he compartido muchos momentos de la vida desde estudiantes de teología en Roma, ha preparado para esta ocasión una síntesis de los 16 documentos conciliares que fueron publicados en esos años, para brindar la oportunidad de reflexionar sobre las reformas desde entonces introducidas en la vida eclesial. Su aparición en Español es inminente en la editorial PPC. Así mismo, pedí al Profesor Miguel Ángel Villalobos Gallardo, responsable de la Dimensión de Educación de la Diócesis de Irapuato, que elaborara para esta Iglesia local una guía pedagógica que permitiera un acercamiento fresco al magisterio del Concilio. Tengo el gusto de presentar el fruto de esa fatiga, con la esperanza y el augurio de que esta obra sea una herramienta que alimente variadas experiencias de fe que hagan resplandecer la verdad que el Señor Jesús nos dejó. Ambos folletos iluminarán nuestro caminar en este año de la fe.
+ José de Jesús Martínez Z. I Obispo de Irapuato
CONCILIO VATICANO II “Señor abre mis ojos para que yo vea las maravillas de tu ley” “Dame inteligencia para guardarla y la observe de todo corazón”. (Ps. 118, 18 y 34)
INTRODUCCIÓN El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) ha sido el acontecimiento más trascendente de los últimos tiempos para la Iglesia universal. Los 3,000 obispos del mundo entero reunidos en asamblea, en comunión con el Papa y con la asistencia del Espíritu Santo, iluminaron con su doctrina y enseñanzas nuestra vida cristiana. Convocado por S.S. Juan XXIII tuvo como propósito principal poner la Iglesia al día (aggiornamunto): • En el desarrollo o crecimiento de la fe • En la renovación de la vida moral y costumbres • Y adaptar la normatividad de la Iglesia a las necesidades del mundo actual, su relación con el Mundo y las otras religiones. Los documentos que emanaron del Concilio fueron:
u Cuatro Constituciones
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Sobre la Sagrada Liturgia. Sobre la Identidad de la Iglesia. Sobre la Revelación divina. Sobre las relaciones de la Iglesia con el Mundo Moderno.
u Tres Declaraciones
1. Sobre la Educación Cristiana 2. Sobre las Religiones no Cristianas 3. Sobre la Libertad Religiosa
u Nueve Decretos 1. 2. 3. 4.
Sobre los Medios de Comunicación Social. Sobre las Iglesias Orientales Católicas. Sobre el Ecumenismo. Sobre el ministerio pastoral de los Obispos. CONCILIO VATICANO II
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Sobre la Vida Religiosa. Sobre la Formación Sacerdotal. Sobre el Apostolado de los Laicos. Sobre la Actividad Misional. Sobre los Presbíteros.
Presentamos las Cuatro Constituciones que son como los pilares y la columna vertebral del saber doctrinal, como guía segura para vivir el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo la tradición establecida por los Concilios anteriores desde el primero convocado por San Pedro en el año 52 hasta el último realizado en el Vaticano en 1869 por su santidad el Beato Pío IX. La Doctrina del concilio Vaticano II aparece en forma aún más explícita en el Catecismo de la Iglesia Católica publicado por su santidad Juan Pablo II en 1992. Ambos documentos constituyen la fuente donde el Papa Benedicto XVI nos invita a renovar, alimentar y robustecer nuestra fe. Ambos documentos son el regalo más maravilloso que el Espíritu Santo ha dado a su esposa la Iglesia en los últimos tiempos. El Papa desea que con la lectura meditada de estos documentos y la obediencia filial a lo que ellos nos prescriben, sean para la Iglesia un nuevo Pentecostés que santifique y renueve a los fieles. Miguel Ángel Villalobos Gallardo
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CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE LA IGLESIA
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PROEMIO La Lumen Gentium constituye el documento clave del Concilio. Manifiesta una profunda conciencia que la Iglesia tiene de sí y define con diáfana claridad su identidad propia. Para tener un conocimiento más amplio y más profundo es necesario complementar su estudio con los demás documentos conciliares (Constituciones, Decretos y Declaraciones), junto con el compendio del Catecismo de la Iglesia Católica donde encontramos gran parte de su fundamento doctrinal. C.I.C. 32, 35, 38, 51 a
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LA IGLESIA: Misterio de Comunión del Dios TRINO con el Hombre y la Creación
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I – EL MISTERIO DE LA IGLESIA
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CREO en la Iglesia que es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA La Iglesia, con la luz de Cristo, que resplandece sobre su faz, desea iluminar a todos los hombres, con el anuncio del Evangelio y declarar al mismo tiempo su naturaleza y su misión universal.
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Para entender la Iglesia en su aspecto visible y en su dimensión espiritual se requiere junto con la ilustración del entendimiento, la Fe, para confesarla como extensión de la vida Trinitaria a la humanidad.
II – EL PUEBLO DE DIOS
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El A.D.N. del cristiano se encuentra en el Bautismo, al ser sumergido en la vida de la Trinidad, injertándose en Cristo y recibiendo las arras del Espíritu.
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Toda semilla o embrión vivo, posee desde su origen un “programa” que culmina en la flor y el fruto, como culmen exquisito de su existencia. Valga esa analogía con la vida del cristiano cuya vida está destinada a identificarse con el mismo Cristo.
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El campo propicio para el desarrollo de la fe es la Iglesia, que con la Predicación de la Palabra y el auxilio de los Sacramentos nos ayuda a crecer y a madurar hasta conseguir la santidad o comunión íntima con Dios. CONCILIO VATICANO II
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III – CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA
Como Institución visible, la Jerarquía, es la Cabeza de la Iglesia. Los obispos perpetúan la presencia de los apóstoles a quienes Jesús dio toda autoridad para predicar su Palabra y edificar su Reino sobre la Tierra.
IV – LOS LAICOS 178
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Junto con la Jerarquía y de manera corresponsable está el laicado, que en virtud de su Bautismo hace presente a Cristo en aquellos espacios que componen el tejido social e integran todos los aspectos y dimensiones de la vida humana, destacándose la familia. V – UNIVERSAL VOCACIÓN A LA SANTIDAD La asistencia que la Jerarquía brinda a los bautizados con la Doctrina, los Sacramentos y la oración, orienta y hace fecundo su apostolado ya que es la comunión con Cristo, lo que permite al cristiano vivir en el amor de Dios y servir al prójimo, sobre todo en la persona de los más necesitados.
VI – DE LOS RELIGIOSOS 67 Tanto jerarquía como laicado, tienen un mismo origen: participan del 153155 oficio sacerdotal y profético de Cristo, así como de su función regia; 160 188 cada quien según la vocación y los carismas que recibió señalándose 190de una manera especial los llamados a la vida Religiosa. Todos tene191 193 mos como meta común la identificación plena con Cristo y el compartir la bienaventuranza eterna en la otra vida.
VII – LA IGLESIA MILITANTE Y SU UNIÓN CON LA PURGANTE Y CELESTE
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La iglesia peregrinante posee las arras del Espíritu, militando llena de esperanza para ser un día transfigurada por Jesús que murió y resucitó por nosotros. Por la comunión de bienes espirituales, ofrece sufragios por los ya fallecidos en la fe, e invoca la intercesión de los que ya gozan de la presencia del Señor.
Congregados en una misma Iglesia, es en la sagrada Liturgia cuando mejor nos unimos para ensalzar, alabar y adorar al Dios Uno y Trino. CONCILIO VATICANO II
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VIII – MARÍA EN EL MISTERIO DE DIOS, DE CRISTO Y DE LA IGLESIA
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Quien personifica plenamente este programa o camino de santidad es María, y que por ser la Madre de Dios, la llena de Gracia, ocupa un lugar eminente en la Iglesia. Su función es ser abogada e intercesora nuestra cabe su Hijo. Hija predilecta del Padre, Madre amorosa del Hijo y Esposa fiel del Espíritu Santo.
REAFIRMA TUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA IGLESIA 1.- ¿Cuáles son las notas fundamentales de la Iglesia? (I) 2.- ¿Cuáles son los medios con los que la Iglesia nos ayuda a madurar en la fe? (II) 3.- ¿En quiénes Jesucristo perpetúa su presencia aquí en la Tierra? (III) 4.- ¿Cuál es la misión de los laicos en este mundo? (IV) 5.- ¿Qué es lo que permite hacer fecundo su apostolado? (V) 6.- ¿Cuál es la meta a la que está llamado todo bautizado? (VI) 7.- ¿Cuál es el culto que rendimos a Dios, cuando la Iglesia nos congrega en la celebración litúrgica? (VII) 8.- ¿Cuál es la función que María tiene en la Iglesia? (VIII)
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CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE LA DIVINA REVELACIÓN PABLO VI. 18 – NOV – 1965
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INTRODUCCIÓN “La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras, como al cuerpo mismo de Cristo” (D.V.6) Lo más íntimo del hombre es su palabra y su amor. Dios nos hace partícipes de su intimidad al regalarnos su Palabra divina en la persona de Jesús y el envío del Espíritu Santo que es el Amor que une al Padre y al Hijo. Palabra que nos fue dada desde antiguo por los profetas que cuando los leemos de nuevo, continuamos escuchando la voz del Espíritu Santo que los inspiró. Palabra hecha carne, que actúa en nuestro interior de una manera viva y eficaz. (Heb. 4,12). San Pablo nos dice: “Que la Palabra de Dios habite en lo más íntimo de nuestros corazones” (Col. 3,16), “hasta que alcancemos la Ciencia eminente de Cristo” (Fil 3,8). Para leer e interpretar la Sagrada Escritura necesitamos la asistencia del Espíritu Santo, ya que El es su autor y el que las inspiró. Así mismo, necesitamos de la oración, ya que a Dios hablamos cuando oramos, y le escuchamos cuando leemos. “Todo ha sido escrito para edificación nuestra”. (Rom. 15,4) Laus Deo
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CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE LA DIVINA REVELACIÓN PROEMIO: 1
El concilio Vaticano II propone la genuina doctrina acerca de la revelación y su transmisión, a fin de que el mundo crea, creyendo espere y esperando ame.
CAP. I – LA REVELACIÓN EN SÍ MISMA 2 y
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Dios quiso revelarse a sí mismo. u Lo hace mediante la Creación. El hombre puede conocer a Dios con certeza, por la luz natural de la razón humana. u Por medio de Abraham, de Moisés y los profetas, Dios educó a su pueblo para ser conocido como un solo Dios, único, vivo y verdadero. u Jesucristo, su Hijo, es el mediador y la plenitud de toda la Revelación; en él se cumplió la promesa de la Salvación. u Jesús nos revela el misterio de la Sma. Trinidad. Nos da a conocer la voluntad del Padre y mediante el envío del Espíritu Santo perfecciona la fe y nos explica lo íntimo de Dios. Mediante el misterio de su muerte y resurrección, Cristo nos hace partícipes de su naturaleza divina (Ef. 2,18) y nos invita a la comunión íntima con Dios. La economía de la revelación se cumple por medio de hechos y palabras. u Las obras manifiestan y corroboran la doctrina y las cosas significadas por las palabras. u Las palabras proclaman las obras, y esclarecen el misterio contenido en ellas.
CAP. II – SOBRE LA TRASMISIÓN DE LA REVELACIÓN DIVINA 7
En Cristo se consuma toda la revelación. El dio mandato a sus apóstoles de trasmitir lo que ellos habían recibido de la boca, trato y obras de Él. CONCILIO VATICANO II
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Los apóstoles bajo la inspiración del Espíritu Santo consignaron por escrito el mensaje de salvación y transmitieron a sus sucesores lo que ellos mismos habían recibido. Los obispos como sucesores de los apóstoles transmitieron y siguen transmitiendo lo que contribuye a que el pueblo de Dios lleve vida santa y acreciente la fe. De esta manera, la Iglesia en su doctrina, vida y culto, perpetúa y transmite a todas las generaciones todo lo que es ella y lo que cree; y con la asistencia del Espíritu Santo, tiende a la plenitud de la verdad divina. Por la tradición, la Iglesia conoce el canon íntegro de los libros Sagrados, y con la asistencia del Espíritu Santo conduce a los creyentes a toda la Verdad, hablando sin intermisión como lo hiciera en tiempos pasados.
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Tradición y Sagrada Escritura están estrechamente unidas entre sí, ya que tienen como origen un mismo manantial divino, confluyen en cierto modo en uno y tienden al mismo fin. Ambas constituyen un solo depósito sagrado. Dios ha confiado al magisterio de la Iglesia la correcta interpretación de su Palabra, poniéndose ella, enteramente al servicio de la misma para enseñar y proponer para ser creído como divinamente revelado, cuanto le ha sido transmitido.
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En conclusión: Tradición, Sagrada Escritura y magisterio de la Iglesia por designio divino, se traban y asocian entre sí, de tal manera que uno no subsiste sin los otros y todos juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de los fieles.
CAP. III – LA INSPIRACIÓN DIVINA DE LA SAGRADA ESCRITURA Y SU INTERPRETACIÓN 11
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Las cosas divinamente reveladas están contenidas en la Sagrada Escritura, Antiguo y Nuevo Testamento. Dios es su autor. El se valió de hombres (hagiógrafos), para que obranCONCILIO VATICANO II
do en ellos y por ellos, consignaran por escrito todo aquello y sólo aquello que el quiso para nuestra salvación. Estos autores (hagiógrafos) inspirados por el Espíritu Santo, enseñaron con firmeza, con fidelidad y sin error cuanto Dios quiso comunicarnos. 13
Para su correcta interpretación y conocer lo que realmente Dios quiso comunicarnos, la Iglesia toma en cuenta el estilo o género en el que los libros fueron escritos: históricos, proféticos o poéticos… las condiciones del tiempo y la cultura; el modo de sentir, decir y narrar del lugar y de la época.
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La Iglesia tiene por sagrados y canónicos todos los libros; es a ella a quien Dios le ha confiado su custodia y su interpretación. Para leer e interpretar la Sagrada Escritura necesitamos la asistencia del Espíritu Santo ya que él es su autor y el que las inspiró.
CAP. IV– SOBRE EL ANTIGUO TESTAMENTO 14
Dios escogió un pueblo a quien confió sus promesas.
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Por medio de Abraham, Moisés y los profetas fue revelándose como Dios único, vivo y verdadero. Esta economía de la salvación, anunciada, narrada y explicada por medio de palabras y obras, quedó como verdadera palabra de Dios en los libros del ANTIGUO TESTAMENTO, divinamente inspirados. Dios fue preparando la venida de Cristo Redentor, poniendo de manifiesto el conocimiento y los modos de obrar con ellos como Dios justo y misericordioso. Todos estos libros expresan un vivo sentido de Dios con sublimes enseñanzas que ocultan el misterio de nuestra salvación.
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El ANTIGUO TESTAMENTO oculta de alguna manera el NUEVO, éste a su vez le da al ANTIGUO su significación completa, lo ilumina y explica. Dios es el autor de ambos. CONCILIO VATICANO II
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CAP. V – SOBRE EL NUEVO TESTAMENTO 17
La Palabra de Dios se hace presente de modo eminente en los escritos del NUEVO TESTAMENTO. El VERBO DE DIOS hecho hombre, instauró sobre la tierra el Reino de Dios; nos manifestó a su Padre y con el misterio de su muerte y resurrección, con su ascensión y el envío del Espíritu Santo funda y congrega a su iglesia, completando así su obra. Estos misterios fueron consignados en los escritos del NUEVO TESTAMENTO, ordenados a suscitar la fe en Jesús CRISTO y SEÑOR, mediante la predicación del Evangelio.
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Los cuatro Evangelios de origen apostólico, escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan, transmiten lo que Jesús, hijo de Dios, hizo y enseñó realmente mientras vivió entre los hombres y son fiel testimonio de su vida y doctrina. Los apóstoles enseñados por el Espíritu Santo transmitieron a sus oyentes de una manera sincera lo que Jesús había dicho y hecho.
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El NUEVO TESTAMENTO contiene además de los 4 evangelios, las cartas de San Pablo y otros escritos apostólicos redactados por inspiración del Espíritu Santo, confirmando con ello lo que atañe a Cristo, y esclareciendo su doctrina.
CAP.VI – LA SAGRADA ESCRITURA EN LA VIDA DE LA IGLESIA 21
LA IGLESIA por medio de la LITURGIA da a sus fieles el pan de la Eucaristía y el pan de la palabra de Dios. Es necesario que toda predicación se nutra y rija por la Sagrada Escritura, ya que la palabra de Dios que es viva y eficaz: u Es sostén y vigor de la Iglesia. u Fortalece la fe de sus fieles. u Es manjar para el alma. u Es fuente pura y perene de vida espiritual.
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Es necesario que los fieles tengan acceso a la Sagrada Escritura proporcionándoles versiones adecuadas con aprobación eclesiástica, incluso las que con esfuerzo mancomunado se elaboren con los hermanos separados (con la supervisión de la Iglesia).
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La Iglesia se esfuerza por alcanzar una inteligencia cada vez más profunda de las Sagradas Escrituras a fin de alimentar a sus hijos con la palabra de Dios que es luz para la mente, firmeza para la voluntad y enciende el corazón en el amor de Dios.
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La Sagrada Escritura es el alma de la Teología; ésta junto con la Tradición escudriña la verdad escondida en el misterio de Cristo. La homilía, así como todo ministerio de la palabra y la catequesis deben tener en lugar preeminente la Sagrada Escritura.
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Por consiguiente, los sacerdotes en primer término, así como los diáconos y los catequistas deben familiarizarse con la asidua lectura y esmerado estudio de la Escritura para no ser “vano predicador por fuera de la palabra de Dios, por no ser oyente de ella por dentro”, (Sn. Agustín) cuando su deber es comunicar a los fieles, la riqueza de la palabra de Dios que les ha sido confiada. “Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. (S. Jerónimo).
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El estudio de la Escritura debe ir acompañado de la oración. A Dios hablamos cuando oramos, y le escuchamos cuando leemos. La Iglesia espera con la Lectura de la Palabra de Dios y la asidua recepción de los Sacramentos impulsar la vida espiritual de sus fieles.
18 – nov – 1965 Pablo VI Obispo de la Iglesia Católica
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CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS SOBRE LA REVELACIÓN Cap. I 1.- ¿De qué manera Dios fue revelándose como Dios único, vivo y verdadero? (C. I) 2.- ¿Por qué se dice que la revelación se llevó a cabo por medio de hechos y palabras? (C. II) Cap. II 1.- ¿Por qué se dice que la Sagrada Escritura y la Tradición constituyen un solo depósito sagrado? (C. III) 2.- ¿Cómo fue transmitiéndose la Revelación Divina a través de los tiempos? (C. II) Cap. III 1.- ¿Qué es lo que los escritores sagrados por inspiración del Espíritu Santo consignaron por escrito? (C. III) 2.- Para la interpretación correcta de las Escrituras ¿qué es lo que la Iglesia toma en cuenta? (C. III) 3.- ¿Por qué para leer e interpretar la Sagrada Escritura necesitamos de la asistencia del Espíritu Santo? Cap. IV 1.- ¿Qué relación existe entre el Antiguo y el Nuevo Testamento? 2.- ¿Qué es lo que descubrimos en los libros de la Sagrada Escritura? Cap. V 1.- ¿Qué es lo que consignaron los cuatro evangelistas? 2.- ¿Cuáles son los escritos que contiene el Nuevo Testamento? Cap. VI 1.- ¿Qué relación existe entre la Liturgia y la Sagrada Escritura? 2.- ¿Qué efectos o frutos produce la lectura de la Palabra de Dios?
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CONSTITUCIÓN SOBRE LA SAGRADA LITURGIA
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INTRODUCCIÓN Lee pausadamente este valioso Documento, con detenimiento, para que en él puedas encontrarte con Cristo, de otra manera no podrás descubrir la importancia tan grande que tiene para tu vida de fe. Que tu comunión con Cristo sea plena. El es el que ora, canta, lee, actúa, cuando tú lo haces en comunión con el sacerdote que representa a Cristo. Que tu fe en Cristo Jesús te lleve cada vez más y más a la plena identificación con él.
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Lo que el Concilio se propuso con esta Constitución fue: u Acrecentar la vida cristiana de los fieles. u Adaptar la Liturgia a las necesidades del tiempo. u Promover la unión de los creyentes e invitar al seno de la Iglesia a los que no lo son.
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u Manifestar y expresar por medio de la vida de sus fieles el miste rio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. u Acompañar con la Liturgia a los fieles en su caminar, hasta llegar a la medida de la plenitud de la edad de Cristo (Ef. 4,13) u Reabastecer la fe para predicarlo, y atraer a todos a la unidad.
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CAP. I – PRINCIPIOS GENERALES PARA LA REFORMA Y FOMENTO DE LA SAGRADA LITURGIA I. NATURALEZA DE LA SAGRADA LITURGIA Y SU IMPORTANCIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA 5
Dios obró nuestra salvación por medio del misterio de su Hijo, Dios y hombre verdadero que padeció, murió y resucitó por nosotros. El Verbo de Dios asumió nuestra condición humana y se ofreció a sí mismo en sacrificio. Mediante su pasión y muerte y con su gloriosa resurrección, nos ha reconciliado plenamente con el Padre. Al restaurar nuestra condición humana, Jesús glorifica a Dios, constituyéndose “único Mediador entre Dios y los hombres” (I Tim. 2,5)
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Toda la vida de la Iglesia gira en torno a este misterio que se perpetúa a través del tiempo. Así como Cristo fue enviado por el Padre, El a su vez envió a sus apóstoles, no sólo a anunciar el Evangelio, sino también a continuar su obra de salvación mediante los sacramentos, a través de los cuales se hace presente.
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Por consiguiente es por medio de la Liturgia como se ejerce la obra de nuestra redención. Jesucristo ejerce su sacerdocio asociado a la iglesia en el culto de glorificación que tributa al Padre Eterno. Cristo está presente en toda acción litúrgica: en el sacrificio de la Misa, en la administración de los sacramentos, cuando se lee se ora o se canta. De tal manera que es Cristo el que celebra, es Cristo quien bautiza, el que perdona, etc. CONCILIO VATICANO II
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En consecuencia toda celebración litúrgica – acción sagrada por consecuencia - es obra de Cristo y de su Iglesia por la que se realiza la santificación del hombre y se ejerce el culto público íntegro. 8
La Iglesia al celebrar la liturgia terrena pregusta y toma parte de la liturgia celestial, por ello canta el himno de gloria con los ángeles, venera la memoria de los santos con quienes espera gozar un día de su compañía.
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Por medio de la Liturgia u La Iglesia invita a la fe y a la conversión u Prepara a los sacramentos u Enseña a cumplir lo que Cristo mandó u Estimula a toda obra de caridad para poner de manifiesto ser luz del mundo y dar gloria al Padre delante de los hombres.
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La liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo es fuente de donde brota toda fuerza. Es cumbre porque con ella al participar en el sacrificio de Cristo, glorificamos a Dios y es fuente porque, al renovar la alianza del Señor, obtenemos con la máxima eficacia nuestra santificación.
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Para asegurar plenamente la eficiencia de la Liturgia, es necesario que los fieles: u Se acerquen con recta disposición de ánimo. u Pongan su alma en consonancia con su voz. u Colaboren con la gracia divina. u Participen de una manera consciente, activa y fructuosa.
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Junto con la participación en la Liturgia, el cristiano debe atender a otros aspectos de su vida espiritual como son la oración personal y la mortificación entre otros.
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También se recomiendan los ejercicios piadosos y las prácticas religiosas, sobre todo aquellas aprobadas por la autoridad eclesiástica. II. NECESIDAD DE PROMOVER LA EDUCACIÓN LITURGICA Y LA PARTICIPACIÓN ACTIVA
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La Iglesia desea de sus fieles una participación plena, consciente y activa en la celebración litúrgica, ya que ella es la fuente primaria y necesaria donde se bebe el espíritu cristiano. Para ello se requiere que los sacerdotes estén impregnados del espíritu y de la fuerza de la liturgia para animar a los fieles.
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El Concilio decreta proveer de una educación litúrgica estableciendo: u Una formación a conciencia de los profesores que se asignen para enseñar esa asignatura, en los seminarios y casa de formación. u Debe considerarse la asignatura de sagrada liturgia como nece saria y muy importante. u Los profesores de otras asignaturas teológicas deben tomar en cuenta las conexiones que existan relacionadas con la Liturgia des de los más diversos aspectos: teológicos, históricos, espiritual, pas toral y jurídico, con el fin de respetar la unidad de la formación sa cerdotal. u En los seminarios y casas religiosas tanto la formación litúrgica de la vida espiritual como cualquier ejercicio de piedad, deben estar impregnados del espíritu de la Sagrada Liturgia, de tal manera que los formandos puedan comprender los sagrados ritos y participar en ellos con toda el alma. u A los sacerdotes se les ha de ayudar a comprender cada vez más plenamente lo que realizan en sus funciones sagradas, vivir la vida litúrgica y comunicarla a los fieles. u A los pastores de almas, fomenten la educación litúrgica y la partici pación activa de los fieles guiándolos no solamente con la palabra, sino también con el ejemplo. III. REFORMA DE LA SAGRADA LITURGIA
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Esta reforma se hace para que los textos y los ritos expresen con mayor claridad su significado y el pueblo pueda comprenderlas fácilmente y participar en ellas. A. Normas generales:
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Nadie por iniciativa propia puede añadir, quitar o cambiar cosa alguna en la liturgia, esto es de competencia exclusiva de la Sede Apostólica CONCILIO VATICANO II
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o del Obispo. 23
Para esta revisión, la Iglesia tomó en cuenta u Los aspectos teológicos, históricos y pastorales. u Las leyes generales y la estructura. u La mentalidad litúrgica. u Si la innovación realmente exige una utilidad verdadera y cierta.
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En la celebración litúrgica, la importancia de la Sagrada Escritura es muy grande: u De ahí se toman las lecturas que se explican en la homilía. u Así mismo: los salmos, las oraciones e himnos. u De ella reciben su significado las acciones y los signos.
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B. Normas derivadas de la Liturgia como acción jerárquica y comunitaria 26
Las acciones litúrgicas son celebraciones del pueblo de Dios, congregado y ordenado bajo la Dirección del Obispo; por lo tanto pertenecen a todo el cuerpo de la Iglesia.
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La celebración de la Misa es de naturaleza pública y social, con asistencia y participación activa de los fieles.
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Los acólitos, lectores, comentadores, cantores desempeñan un auténtico ministerio, por lo que cada uno debe hacer su función, penetrado del espíritu litúrgico, con orden y sincera piedad. Para promover la participación activa de los fieles es necesario fomentar: u Las aclamaciones u las respuestas u la salmodia u las antífonas u los cantos u acciones, gestos y posturas corporales u silencios sagrados. La sagrada Liturgia es ante todo culto a Dios. Cristo por medio de la Iglesia tributa a Dios un culto (de adoración, de CONCILIO VATICANO II
alabanza, de acción de gracias). A su vez, Dios por medio de Cristo (único Mediador entre Dios y los hombres) da a su Iglesia la abundancia de su gracia. u Dios habla al pueblo en la Liturgia. u Cristo sigue anunciando el Evangelio. u Cristo representado por el Sacerdote ora en nombre de todo el pueblo, lo mismo cuando éste lee, ora, canta o actúa, tributa a Dios un culto racional. u Los signos visibles que se usan en la Liturgia, fueron escogidos por Cristo, para significar realidades divinas invisibles. C. Normas derivadas del Carácter Didáctico y Pastoral de la Liturgia 34
Los ritos deben ser: Sencillos, breves, claros, adaptados a la capacidad de los fieles.
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La íntima conexión entre palabra y rito debe aparecer con mucha claridad.
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a) En las celebraciones las lecturas de la Escritura deben ser más abundantes, más variadas y más claras. b) La Homilía o sermón u Es necesario cumplir con fidelidad y exactitud. u Las fuentes de la predicación son principalmente la Sagrada Escri tura y la Liturgia ya que es una proclamación de las maravillas obradas por Dios en el misterio de Cristo presente particularmen te en la celebración litúrgica. c) La catequesis prevista en los ritos, debe estar acompañada de breves moniciones en momentos oportunos y con las palabras prescritas u otras semejantes. d) En los lugares donde no haya sacerdotes, háganse celebraciones de la Palabra de Dios sobre todo en las vísperas de las fiestas más solemnes, en algunas ferias de Adviento y cuaresma, domingos y días festivos. Se conserva el uso del latín para los ritos latinos. La lengua popular, se empleará en la celebración de la Misa, en la administración de los sacramentos, en las lecturas, moniciones, oraciones y cantos, cuya autorización depende del Obispo. CONCILIO VATICANO II
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D. Normas para adaptar la liturgia a la mentalidad y tradiciones de los pueblos 37
La Iglesia respeta y promueve el genio y las peculiaridades de los pueblos. Conserva aquellas costumbres que no estén vinculadas con supersticiones y errores, con tal que se puedan armonizar con el verdadero espíritu litúrgico.
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Para los lugares de misión pueden admitir variaciones y adaptaciones.
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El Obispo es quien determina dichas adaptaciones sobre todo en lo tocante a la administración de los sacramentos, a los sacramentales, procesiones, lengua litúrgica, música y arte sagrado. Además considerará los elementos que se pueden tomar de las tradiciones culturales para incorporarlas al culto divino.
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IV. FOMENTO DE LA VIDA LITÚRGICA EN LA DIÓCESIS Y EN LA PARROQUIA 41 y
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Hay que tener en gran aprecio la vida litúrgica en torno al Obispo, particularmente en la Eucaristía, ya que debe ser considerado como el gran sacerdote de su grey de quien deriva y depende la vida en Cristo, de sus fieles. Esto mismo vale para los párrocos que a su vez hacen las veces del Obispo y que de alguna manera representan a la Iglesia visible. Hay que trabajar para que florezca el sentido comunitario parroquial, sobre todo en la misa dominical.
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Vale aplicar ahora lo que en el tiempo del Concilio se dijo: “La reforma litúrgica, es paso del espíritu Santo por su Iglesia por disposición providencial de Dios, para darle un sello característico a la vida, al pensamiento y a la acción religiosa de nuestra época”.
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Cada diócesis, sea ella sola o con las de su Provincia, debe contar con comisiones que promuevan la acción pastoral litúrgica, la música y el arte sacro, bajo la dirección de la autoridad eclesiástica.
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EVALÚA TUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA LITURGIA 1.- ¿Qué es lo que conmemora la Iglesia a través de la Sagrada Liturgia? (1-5) 2.- ¿Cómo se hace presente Cristo en toda celebración litúrgica? (7) 3.- ¿Por qué es importante para el bautizado participar en la Liturgia? (9-10) 4.- ¿Cómo debe ser nuestra participación en la celebración litúrgica? (14) 5.- ¿Por qué en la celebración litúrgica es importante la Sagrada Escritura? (24, 25) 6.- ¿Cuál es el culto que la Iglesia tributa a Dios y qué es lo que ésta recibe a cambio? (33) 7.- ¿Por qué se dice que la forma de la Liturgia es paso del Espíritu Santo por su Iglesia? (43)
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CAP. II – EL SACROSANTO MISTERIO DE LA EUCARISTÍA 47
Jesucristo instituyó en la última cena, el sacrificio eucarístico de su cuerpo y sangre con el cual iba a perpetuar el memorial de su muerte y de su resurrección.
u Sacramento de piedad u Signo de unidad u Vinculo de caridad u Banquete pascual u En el cual se recibe a Cristo como alimento u El alma se llena de gracia u Se nos da una prenda de la gloria futura. 48
La Iglesia quiere de los fieles una espiritualidad eucarística. u Que participen en la celebración eucarística de una manera cons ciente, piadosa y activa. u Sean instruidos en la palabra de Dios. u Se fortalezcan en la mesa del Señor. u Den gracias a Dios. u Aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer a Cristo en la Eu caristía, junto con el sacerdote y los demás fieles para que Dios sea todo en todos.
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Para que el sacrificio de la misa alcance toda su eficacia pastoral, de modo que se ponga de manifiesto con mayor claridad el sentido de cada una de sus partes y se logre la participación adecuada de los fieles es necesario: u Simplificar los ritos. u Leer al pueblo las partes más significativas de la Sagrada Escritura. u Exponer en la homilía a partir de los textos sagrados, los misterios de la fe y las normas de la vida cristiana. u Restablecer la “oración común” o de los fieles después del Evan gelio y la homilía.
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El uso de la lengua vernácula no contradice el que en ciertas circunstancias se pueda orar o cantar en latín. La participación en la misa es más perfecta recibiendo la comunión. En determinadas solemnidades y a juicio del obispo, la comunión puede CONCILIO VATICANO II
ser bajo las dos especies. 56
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Tanto la Liturgia de la palabra como la liturgia de la eucaristía, constituyen un solo acto de culto. El concilio exhorta a todos los fieles a participar en toda la misa sobre todo los domingos y fiestas de precepto. La concelebración manifiesta apropiadamente la unidad del sacerdocio. Al obispo le corresponde reglamentar la disciplina de la concelebración en la diócesis.
CAP. III – OTROS SACRAMENTOS Y LOS SACRAMENTALES 59
Los sacramentos están ordenados: u a la santificación de los hombres. u a la edificación del cuerpo de Cristo u a dar culto a Dios u suponen la fe y a la vez la alimentan y la robustecen u confieren la gracia u alimentan la vida cristiana.
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Los sacramentales: “Son signos sagrados que poseen efectos de carácter espiritual, ya que disponen a recibir el efecto de los sacramentos y a santificar las circunstancias de la vida”.
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Ambos: sacramentos y sacramentales emanan del misterio pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, de quien reciben su poder y hacen que el uso honesto de las cosas materiales, puedan ordenase a la santificación del hombre y a la alabanza de Dios.
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El concilio determina lo siguiente:
u No omitir las instrucciones del ritual romano que procedan para 71 a
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cada rito.
u Restaurar el catecumenado de adultos. u Revisar el rito del bautismo: el de adultos, el de niños, y el de los que se convierten al catolicismo, tomando en consideración la participación y las obligaciones de padres y padrinos. u Revisar el rito de la Confirmación, (Antes de su celebración en la CONCILIO VATICANO II
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misa hay que renovar las promesas del Bautismo) el de la peniten cia, es de la unción de los enfermos, Orden sacerdotal y el del Matrimonio. 80 y
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Finalmente es necesario revisar los ritos de profesión religiosa y el de las exequias. Algunos sacramentales pueden ser administrados en determinadas circunstancias por laicos que tengan las cualidades convenientes a juicio del Obispo.
CAP. IV – EL OFICIO DIVINO 83
CRISTO Sumo y Eterno Sacerdote de la nueva Alianza, al tomar la naturaleza humana, introdujo el himno de alabanza, asociando y uniendo a sí la comunidad entera de los hombres.
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Esta función sacerdotal se prolonga a través de la Iglesia, no sólo celebrando la Eucaristía, sino también por el rezo del Oficio divino; de tal manera que cuando los fieles oran juntos con el sacerdote, es la oración de Cristo: su cuerpo, su esposa que alaba al Padre.
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Todos aquéllos que ejercen esta función, cumplen con esta obligación de alabar a Dios, consagrando el curso entero del día y de la noche, participando del altísimo honor de estar ante su trono en nombre de la madre Iglesia.
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Los sacerdotes rezarán con fervor las alabanzas de las Horas imitando a los apóstoles que dijeron “dedicarse de lleno a la oración y al ministerio de la palabra” (Act. 6,4). El fin del Oficio Divino es la santificación del día. Es fuente de piedad y alimento de la oración personal; al rezarlo, la mente debe concordar con la voz. El concilio ha determinado lo siguiente:
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Laudes debe considerarse como oración matutina y vísperas como oración vespertina; ambas son como el doble quicio sobre el que gira CONCILIO VATICANO II
el Oficio cotidiano. Completas es una forma que responda al final del día. Por motivos de apostolado, maitines, tercia, sexta y nona, puede rezarse una que se acomode al momento del día. No así en las comunidades conventuales o que tienen órdenes mayores, están obligados a rezar diariamente en privado o en común todo el oficio. 98 y
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Para los Institutos de Vida consagrada que por sus Constituciones oran con los salmos, alaban como cuerpo místico públicamente a Dios, por lo que deben de cumplir esta función con la máxima perfección, tanto por la devoción interna como por el proceder exterior. A los seglares también se recomienda rezar al Oficio divino, ya sea con los sacerdotes, ya sea reunidos entre sí, o en particular.
CAP. V – EL AÑO LITÚRGICO 102
A través del año la Iglesia conmemora y celebra el misterio de CRISTO, desde la Encarnación y Navidad, hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa venida del Señor; de esta manera nos pone en contacto con los misterios de la Redención, abriéndonos las riquezas del poder santificador de los méritos de Nuestro Señor Jesucristo que nos llenan de la gracia de la salvación.
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Durante el ciclo litúrgico, la Iglesia también celebra y venera a la Santísima Virgen María, unida de manera indisoluble a la obra salvadora de su Hijo. En ella: u La Iglesia admira y ensalza el fruto más esplendido de la Redención. u La contempla como imagen de lo que ella ansía y espera ser.
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También recuerda a los santos que alcanzaron la perfección y que en el cielo alaban a Dios e interceden por nosotros. La Iglesia proclama en ellos las maravillas de Cristo en su misterio pascual ya que padecieron y fueron glorificados con Cristo. La Iglesia los propone como ejemplos, para imitar sus virtudes.
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El domingo o día del Señor es el fundamento y el núcleo de todo el CONCILIO VATICANO II
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año litúrgico. La Iglesia nos congrega para escuchar la Palabra de Dios y participar en la Eucaristía, recordando la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es la fiesta primordial de alegría y de acción de gracias a la que no se le puede anteponer otras solemnidades. 107 y
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La celebración de los misterios de la redención es la forma de inculcar y alimentar la piedad de los fieles.
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La Cuaresma es el tiempo más favorable que nos prepara a la celebración del misterio pascual. Sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del Bautismo y mediante la Penitencia, en cuya catequesis debemos considerar: u Las consecuencias sociales del pueblo. u La naturaleza propia de la penitencia que detesta el pecado en cuanto es ofensa a Dios.
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La Iglesia nos recomienda la penitencia en este tiempo cuaresmal, no sólo la interna e individual sino también la externa y social. Así mismo el ayuno, sobre todo el viernes de la pasión y muerte del Señor.
CAP. VI – LA MÚSICA SAGRADA 112
La Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte auténtico, siendo de gran estima el canto sagrado y que unido a la acción litúrgica, constituye una parte necesaria e integral de la liturgia solemne. El canto sagrado expresa con mayor delicadeza la oración, fomenta la unanimidad, pero sobre todo se le rinde gloria a Dios, que es su fin principal, y ayuda a la santificación de los fieles.
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La acción litúrgica reviste mayor solemnidad cuando se celebra en la Iglesia catedral y más cuando intervienen otros ministros sagrados con la participación de los fieles y la animación de un coro (scholae cantorum). La Iglesia considera importante: u La enseñanza y práctica musical en los seminarios y casas de for mación religiosas. CONCILIO VATICANO II
u La erección de institutos superiores de música sacra. u La educación litúrgica, a compositores, cantores y niños. u El canto gregoriano como el propio de la liturgia romana. u El canto polifónico con tal que responda al espíritu de la acción litúrgica. 118 y
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Es importante fomentar el canto religioso popular que haga resonar las voces de los fieles, así como el darle su lugar a la tradición musical que permita fomentar el sentido religioso al acomodar el culto a la idiosincrasia de lugares de misión.
CAP. VII – EL ARTE Y LOS OBJETOS SAGRADOS 122
La Iglesia ha sido siempre amiga de las bellas artes por ser un reflejo de la infinita belleza de Dios, sobre todo sí éstas contribuyen a su alabanza y a su gloria. Ella ha incorporado constantemente su noble servicio a fin de que las cosas destinadas al culto sagrado sean en verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbolos de las realidades celestiales. La Iglesia discierne entre aquellas obras que están de acuerdo con la fe, la piedad y las leyes religiosas tradicionales, aptas para el uso sagrado que sirven al esplendor del culto con dignidad y belleza.
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La Iglesia ha ido creando en el curso de los siglos un tesoro artístico, digno de ser conservado cuidadosamente, incluyendo el arte de nuestro tiempo con tal que sirva a los edificios y ritos sagrados con el debido honor y reverencia.
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El Concilio pide a los obispos en la edificación de los templos, buscar más una noble belleza que una mera suntuosidad, desechando aquello que repugne a la fe o a la piedad cristiana, u ofenda al sentido auténticamente religioso.
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Que los templos sean aptos para las celebraciones litúrgicas y la participación activa de los fieles, así mismo la construcción de los altares, el lugar y seguridad del Sagrario, la funcionalidad y dignidad del baptisterio, las imágenes sagradas, en fin toda la decoración y el ornato. CONCILIO VATICANO II
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Es bueno escuchar a la comisión diocesana de arte sagrado y a las personas entendidas en ello. 125 y
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Los artistas imbuidos del espíritu del arte sacro y de la Sagrada Liturgia deben tener presente que su trabajo es imitación sagrada de Dios Creador y que sus obras están destinadas al culto católico, a la edificación de los fieles y a su instrucción religiosa. En cuanto a objetos y vestiduras sagradas pueden adaptarse a las costumbres y necesidades locales, de acuerdo a la autorización del obispo del lugar. Pablo VI. Obispo de la Iglesia Católica. Roma. 5 – dic – 1963.
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EVALÚA TUS CONOCIMIENTOS SOBRE LA LITURGIA 8.- ¿Qué es lo que el Concilio nos dice de la Eucaristía? (47) 9.- ¿De qué manera Jesucristo perpetúa el memorial de su muerte y resurrección? (47) 10.- La Iglesia quiere para sus fieles una espiritualidad eucarística, ¿qué comporta esto? (48) 11.-¿Entre la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística hay una que sea más importante que otra? ¿Por qué? (56) 12.- ¿Cuáles son los frutos que producen los sacramentos? (59) 13.- ¿Qué otra oración existe, además de la celebración de la Eucaristía, por la que la Iglesia alaba a Dios? (84) 14.- ¿Qué es lo que la Iglesia conmemora y celebra a través de todo el año? (102) 15.- ¿Por qué es importante la celebración del domingo, de tal manera que no se puede anteponer ninguna otra solemnidad? (106) 16.- ¿Por qué es importante el canto sagrado? (112)
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CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA Y SU RELACIÓN CON EL MUNDO Pablo VI – noviembre 1965
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Introducción: He aquí una de las joyas más preciosas que la iglesia ha recibido del Espíritu Santo. Contar con una doctrina cierta, segura, como en otro tiempo lo hiciera Moisés con su pueblo, resulta un don inapreciable que hacía clamar al salmista:“lámpara para mis ojos es tu palabra, una luz en mi sendero. Tus estatutos son mis consejeros.” (Ps. 118) Para gustar de la Sabiduría de Dios oculta en este Documento, es necesario leerlo en forma pausada, reflexiva, meditada. No se trata de una información o una ilustración para saber más. Se trata de gustar de las cosas de Dios, como lo hacía María que conservaba en su corazón las palabras de su Hijo. Toma en cuenta que es la expresión de toda la jerarquía de la Iglesia acompañada del pensamiento de grandes Teólogos y de numerosos expertos y hombres de ciencia que en un momento de la historia recapitularon todo su saber en este precioso documento que su santidad Pablo VI promulgó con la calidad de Constitución Pastoral sobre la Iglesia y su relación con el mundo. Laus Deo
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CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO DE HOY (Gaudium et spes)
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Después de verse a sí misma, la Iglesia se pregunta: “Siendo luz del Mundo, ¿cómo ve a éste, y qué relación guarda con él”?
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La iglesia frente al mundo mira su función o proyección al exterior:
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I. La Iglesia solidaria al hombre: No está fuera o al margen del mundo. Ella es Luz y es fermento.“Está en el Mundo sin ser del mundo”. (Jn 15,19) “Todo lo verdaderamente humano tiene resonancia en su corazón” por lo tanto es solidaria del Género humano y de su historia” II. La Iglesia Luz de las gentes: Ella permanecerá siempre como el Norte que ilumina y orienta a todo hombre, por su unión íntima con Cristo, “clave, centro y fin de toda la Historia. El brilla en las tinieblas del pecado y de todo aquello que aleja al hombre de Dios”. El misterio del mal subsistirá hasta el final. El demonio y todos los enemigos de Dios harán guerra a los hijos de Dios. Habrá persecución pero Cristo estará con su Iglesia hasta el final. III. La Iglesia defiende y promueve:
u La dignidad de la persona humana. u La familia. u Todo aquello que mira al Bien Común. u Todos los valores auténticos que ayudan a lograr la fraternidad universal. IV. La Iglesia Sacramento universal de Salvación: La Iglesia prolonga la acción redentora de Cristo con una conciencia viva de ser para el Mundo “Sacramento Universal de Salvación”. CONCILIO VATICANO II
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PRIMERA PARTE: LA IGLESIA Y LA VOCACIÓN DEL HOMBRE A. Dignidad y vocación de la persona humana 11
La fe es la que ilumina al hombre sobre su dignidad y su vocación.
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Fue creado por Dios a su imagen y semejanza. Constituye la obra cumbre de la creación. En él se conjunta la materia y el espíritu.
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Dotado de libertad y herido por el pecado, puede hacer lo más abominable, como también con la ayuda de la gracia y adhiriéndose libremente a Dios, lo más sublime como: u Conocer el plan de Dios u Participar de su vida divina u Rendir un culto libre a Dios u Liberarse de la cautividad de sus pasiones
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También posee la conciencia en el núcleo más secreto de su ser como árbitro que pone de manifiesto su actuar, reprobándolo o acreditándolo.
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Su vocación: El hombre por la revelación acepta en la fe estar llamado por Dios, para vivir en comunión con él como hijo suyo. Esta es la razón más alta de su dignidad humana.
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Asociado al misterio pascual de CRISTO, el hombre es restaurado y conformado con él, recibiendo con ello además, las primicias del Espíritu Santo.
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Hay quienes no aceptan esta verdad, o la desconocen, o son indiferentes a ella y hay quienes hasta la combaten: el ateísmo.
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La Iglesia no sólo rechaza toda forma de ateísmo por atentar a la dignidad humana, sino además la denuncia y combate.
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En conclusión: el misterio del hombre, su dignidad y vocación se esclarece en el misterio de CRISTO. CONCILIO VATICANO II
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La Iglesia no deja de reconocer que su Mensaje está de acuerdo con los deseos más profundos del corazón humano. B. La comunidad humana
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El Creador grabó en la naturaleza espiritual y moral del hombre las leyes que regulan la vida social, fundamentalmente el respeto a su plena dignidad.
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La creciente interdependencia de los hombres nos llevan a constituirnos en una sola familia y tratarnos entre sí con espíritu de hermanos. Esto es lo que corresponde al plan de Dios en el que no podemos separar el amor de Dios al del prójimo.
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Esta interdependencia entre persona y sociedad o socialización, encierra para La persona tanto peligros como ventajas, porque la pueden apartar del bien e inducirla al mal, como también la pueden engrandecer y capacitarla para responder a su vocación.
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Ambos: persona y sociedad se complementan. El orden social fundado en la verdad, edificado sobre la justicia y vivificado por el amor, debe subordinarse al bien de la persona que es principio, sujeto y fin de todas las instituciones sociales y cuyos derechos y obligaciones son universales e inviolables.
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El respeto a la persona humana implica proporcionarle lo necesario para una vida digna como si se tratase de “otro yo”. u Evitando todo aquello que atenta contra su vida, o viola su integridad u ofende a su dignidad. u Eliminando toda forma de discriminación por diferencias físicas, intelectuales o morales; u Luchando contra cualquier tipo de esclavitud social o política; u Respetando siempre los derechos fundamentales del hombre; u Contribuyendo al bien común, es decir, todo lo que ayuda a mejorar las condiciones de vida; u Practicando las virtudes morales y sociales.
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Necesitamos una más amplia cultura espiritual: pues tanto la pobreza extrema, como la vida demasiado fácil, atentan contra la dignidad y el auténtico sentido de la libertad humana. CONCILIO VATICANO II
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Conclusión: Dios creó al hombre para formar sociedad; lo santifica y lo salva como pueblo. Cristo nos dio ejemplo de ello y así lo predicó, para hacer de todos la familia de Dios. A los que no piensan como nosotros hay que respetarlos y cumplir con el precepto del amor (Mt. 5,43) C. La actividad humana en el mundo
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El hombre puede ofrecer con el desarrollo un planteamiento más humano en los problemas sociales en bien de la justicia y de la fraternidad. Las realidades terrestres tienen consistencia propia. Están dotadas de verdad y de bondad y de un orden regulado que el hombre debe respetar ya que su origen está en Dios. Cuando el hombre desconoce este principio, “la criatura queda oscurecida”, o dicho de otra manera: “La criatura sin el creador se esfuma”.
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El progreso es altamente benéfico para el hombre, máxime cuando reconoce a Dios como Creador, sabe darle gracias y hace uso correcto de los bienes, usando y gozando de las criaturas en pobreza y con libertad de espíritu; no así cuando se deja llevar por la vanidad, la ambición, el egoísmo y toda actitud que lo conduzca al pecado al hacer mal uso de ellas.
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El sentido de la transformación del mundo se encuentra en el amor que nos impulsa a instaurar la fraternidad universal.
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El hombre con su trabajo y con su ingenio ha logrado transformar la naturaleza en bienes que proporcionan mejores condiciones de vida, lo cual, responde a la voluntad del Creador.
Es el Espíritu Santo quien alienta estos deseos con los que la familia humana intenta hacer más llevadera su vida. El es quien reparte sus dones, ayudando a los hombres a emplear sus energías en pro de la vida humana. El progreso temporal puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, e interesa al reino de Dios, ya presente; en espera de nuevos cielos y nueva tierra donde habite la justicia y la paz que anhela el coCONCILIO VATICANO II
razón del hombre. D. Misión de la iglesia en el mundo contemporáneo 40
Relación mutua entre la iglesia y el mundo La Iglesia es una entidad social visible y a la vez es comunidad espiritual. Existe en el mundo, vive y actúa con él a la manera de fermento y como alma de la sociedad, Ella además de comunicar la vida divina, consolida la sociedad dándole un sentido más humano al hombre y a su historia.
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La ayuda que la iglesia procura a cada hombre: La iglesia en virtud de habérsele confiado la manifestación plena del misterio de Dios: u Descubre al hombre el sentido de la propia existencia, el de su vida, el de su acción, el de su muerte. u Le garantiza la dignidad personal y la libertad. u Respeta la dignidad de su conciencia y su libre decisión. u Advierte que todo talento humano debe redundar en servicio de Dios y bien de la humanidad. u Afirma que el que sigue a Cristo se perfecciona cada vez más en su propia dignidad de hombre.
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Ayuda que la iglesia procura a la sociedad
u Fundamenta en Cristo la unión de la familia. u Establece y consolida la comunidad humana. u Crea obras de misericordia a favor de los necesitados. u Enseña la genuina unión social. El fin de la iglesia es de orden religioso.“Ella puede desarrollarse bajo cualquier régimen político que reconozca los derechos fundamentales de la persona y de la familia y los imperativos del Bien Común”. 43
Lo que la Iglesia procura a través de sus hijos La Iglesia exhorta a todos los cristianos a cumplir sus deberes temporales con espíritu evangélico evitando el divorcio entre fe y vida diaria. Compete a los laicos el que la Ley divina quede grabada en la ciudad terrena con la ayuda de la sabiduría divina, la doctrina del magisterio y el impulso espiritual del clero. CONCILIO VATICANO II
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Ayuda que la IGLESIA recibe del MUNDO u Cada pueblo ha proporcionado a la Iglesia su propia cultura. Ella ha adaptado su predicación y ha expresado el mensaje cristiano de modo apropiado a cada uno de ellos. u La Iglesia además de auscultar, discernir, interpretar y valorar las múltiples luces de nuestro tiempo, reconoce agradecida la ayuda que recibe de parte de los hombres, aún de aquellos que les son contrarios o padece persecución.
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La Iglesia pretende el advenimiento del reino de Dios, y la salvación de toda la humanidad, restaurando todo en Cristo, Señor de la Historia. RESPONDE A ESTE IMPORTANTE CUESTIONARIO SOBRE
LA IGLESIA EN EL MUNDO DE HOY 1.- ¿Qué es lo que la Iglesia defiende y promueve como misión en el mundo? (intr. III) 2.- ¿Qué quiere decir: “La Iglesia, Sacramento universal de salvación”? (intr. IV) 3.- ¿En dónde radica la dignidad de la persona humana? (11 a 22) 4.- ¿Cuál es la relación que se da entre personas y sociedad? (26) 5.- ¿Cuáles son las acciones que el Concilio pide como apoyo para una vida digna de la persona humana? (27) 6.- ¿Por qué decimos que las realidades terrestres tienen consistencia propia? ¿Qué significa esto? (36) 7.- ¿Cuándo el Progreso es realmente benéfico? (39) 8.- ¿Por qué la Iglesia es una entidad visible y a la vez espiritual? (40) 9.- ¿Cuál es la ayuda que la Iglesia procura a cada hombre? (41) 10.- ¿A quién compete el que la Ley Divina quede grabada en la ciudad terrena? ¿Cómo puede hacerse eso? (43)
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SEGUNDA PARTE: ALGUNOS PROBLEMAS MÁS URGENTES CAP. I – DIGNIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA 47
El bienestar de la persona y de la sociedad está relacionado con la comunidad conyugal y familiar. Atentan contra esta institución la poligamia, el divorcio y el amor libre y la debilitan el egoísmo, el hedonismo y otros usos ilícitos.
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El carácter sagrado del matrimonio y de la familia u El matrimonio es una alianza de vida y amor establecida por los mismos cónyuges de una manera libre e irrevocable. u Dios es su autor. Por su índole natural está ordenado a la procreación y a la educación religiosa de los hijos. u Por su unión y mutua entrega exige de los cónyuges fidelidad y unidad indisoluble. u El sacramento del matrimonio ayuda a los esposos a cumplir dignamente el deber de estado; al pleno desarrollo de la persona y a su mutua santificación a la manera como Cristo santifica a su Iglesia. u Los hijos: contribuyen a la santificación de los padres. u Deben manifestar gratitud y confianza. u Deben asistirlos en sus necesidades, sobre todo en la ancianidad.
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Del amor conyugal: Debe ser casto y único, que comprenda el bien de toda la persona y que valore con dignidad las manifestaciones del cuerpo y del espíritu. El sacramento perfecciona y eleva este amor en el que se asocia lo humano y lo divino; ayuda a superar la inclinación erótica y egoísta. De esta manera el amor con el que se unen los esposos es honesto y digno.
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Fecundidad del matrimonio El matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y educación de los hijos. De esta manera participan y cooperan con el amor de Dios Creador. La Iglesia bendice a los que con sentido humano y cristiano procrean una familia numerosa. También aquéllas que no pueden procrear, su matrimonio lo considera indisoluble. CONCILIO VATICANO II
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Respeto a la vida humana Dios ha confiado al hombre la misión de proteger la vida, motivo por lo que tanto el aborto como la regulación natal son enérgicamente reprobados. Para alentar la fidelidad, la Iglesia invita a cultivar la virtud de la castidad e invita a considerar el destino eterno del ser humano. Su criterio es objetivo ya que no puede haber contradicción entre las leyes divinas de la transmisión de la vida y el fomento del auténtico amor conyugal.
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El progreso de la familia y del matrimonio debe ser obra de todos u Por parte de los padres debe haber: u Comunicación y unión u Presencia tanto del padre como de la madre u Formación con sentido de responsabilidad para que los hijos puedan escoger estado de vida en favorable condición: social, moral y económica.
u Por parte de las autoridades civiles: u Deben considerar obligación suya sagrada, reconocer la verda dera naturaleza del matrimonio y de la familia. u Deben defender la moralidad pública u Deben favorecer la prosperidad doméstica u Deben respetar el derecho de los padres para procrear y educar.
u Todos los cristianos: u Deben defender el bien del matrimonio y de la familia con senti
do cristiano y recta conciencia moral.
u Los científicos: u Con sus estudios pueden contribuir a la honesta ordenación de la
procreación humana.
u Los sacerdotes: u Con su pastoral deben cultivar la vocación de los esposos, forta lecerlos y confortarlos.
u Las asociaciones familiares: u Pueden ayudar a formar a los matrimonios jóvenes en la acción y en la vida familiar, social y apostólica. 42
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SUGUNDA PARTE
LA IGLESIA EN EL MUNDO DE HOY 11.- ¿Cómo define el Concilio la institución del matrimonio? (48) 12.- ¿Por su índole natural, cuál es el fin del matrimonio? (48) 13.- ¿En qué ayuda el matrimonio religioso a los esposos? (48) 14.- ¿Cómo debe ser el amor conyugal? (49) 15.- ¿De qué manera la Iglesia alienta la fidelidad de los esposos? (51) 16.- ¿Quiénes deben cuidar de la familia y del matrimonio? ¿Y de qué manera hacerlo? (52)
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CAP. II – EL SANO FOMENTO DEL PROGRESO CULTURAL 53
Entendemos por cultura todos aquellos bienes y valores naturales que permiten al hombre un sano y armónico desarrollo personal y una vida social más humana. Hay pluralidad de culturas según el estilo de vida y la escala de valores de cada pueblo. A. Situación de la cultura en el mundo actual
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El hombre es autor y promotor de la cultura. El concilio advierte en los nuevos caminos y estilos de vida de las diferentes civilizaciones a una forma de cultura más universal que ponen de manifiesto la unidad del género humano. La Iglesia advierte una mayor responsabilidad en pro de la madurez espiritual y moral del género humano; al mismo tiempo advierte contrastes entre tradición y nueva cultura, entre ciencia y sabiduría y otras expresiones que pretenden un humanismo contrario a la religión, y por lo tanto también contrario a la tarea de los cristianos para hacer de todos una sola familia humana. B. Algunos principios relativos a la promoción de la cultural
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La fe y la cultura El hombre está llamado por Dios a perfeccionar la creación y hacer de este mundo un mundo más humano, elevándose sobre el bien, la verdad y la belleza, hasta llegar a la contemplación del CREADOR. Impulsado por la Gracia, reconozca al VERBO DE DIOS como la verdadera luz y suprema norma para hallar la verdad, contrario a los que piensan que el hombre se basta a sí mismo y deja de buscar cosas más trascendentales. La Buena Nueva y la cultura La Iglesia puede entrar en comunión con las diversas civilizaciones para difundir y expresar el mensaje de CRISTO, el cual renueva al hombre caído, combate el error, aleja del pecado, purifica, fecunda, perfecciona y lo restaura todo; con la liturgia educa al hombre para la libertad interior.
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Armonizar valores y cultura Fe y Razón constituyen dos órdenes de conocimiento. Cada una posee sus propios principios, método y campo de acción. La Iglesia reconoce la legítima autonomía de las ciencias sin dejar por ello de reconocer que la cultura debe estar subordinada al desenvolvimiento integral de la persona humana y del Bien Común. C. Algunas obligaciones más urgentes relacionadas con la cultura
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El derecho a la cultura u Urge romper el yugo de la ignorancia y facilitar a todos el acceso a la cultura básica. u A los bien dotados procurarles estudios superiores para que des empeñen en la sociedad el papel que les corresponda y a su vez ayuden a otras a hacerlo. u No olvidarse de los obreros y agricultores para que atiendan a su desarrollo humano. u Hay que reconocer y promover la participación de la mujer en la vida cultural.
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Cultura íntegra del hombre La familia es la primera fuente que puede alimentar los valores universales para la inteligencia, la voluntad, la conciencia y la fraternidad. Hay que fomentar todas aquellas actividades que favorezcan el equilibrio espiritual, así como las relaciones fraternas que ayuden a la adquisición de una cultura universal.
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Cultura humana y educación cristiana Hay que esforzarse en comprender la manera de pensar y de sentir de los hombres de ciencia y de los que se dedican al arte, y que la Iglesia debe reconocer, de tal manera que se pueda mantener un diálogo entre la cultura y la formación cristiana. Para los que se dedican a las ciencias teológicas y filosóficas así como a los ministros sagrados, se les invita a buscar la Palabra y el conocimiento de Dios, de tal manera que resulte más transparente a la inteligencia humana.
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LA CULTURA 17.- ¿Cuáles son los elementos que constituyen la cultura según el pensar del Concilio? (53) 18.- ¿Cuáles son los valores sobre los cuales el hombre debe perfeccionar la creación para llegar a la contemplación del CREADOR? (57) 19.- ¿Por qué es importante que el mensaje de Cristo penetre en las diversas civilizaciones? (58) 20.- ¿A quiénes debe la cultura estar subordinada? (59) 21.- Al promover las actividades culturales ¿cuáles son los fines que debemos proponernos? (61)
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CAP. III – LA VIDA ECONÓMICO – SOCIAL 63
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Es necesario que el desarrollo de la vida económica esté ordenado y orientado de una manera más racional y humana, para evitar los desequilibrios entre el lujo y la opulencia y los que se encuentran viviendo en la miseria o en condiciones de vida y trabajo indignos de la persona humana. A. El desarrollo económico: Ley fundamental del desarrollo: el servicio del hombre. Ante un aumento de población hay que favorecer todo cuanto pueda contribuir al progreso en función y servicio del hombre, tomando en cuenta todas sus necesidades y aspiraciones. Debe haber una cooperación orgánica y concertada entre agremiados y los que fungen como propietarios o en su lugar las autoridades públicas y no dejarlo al simple juego de las fuerzas económicas, ni a la sola decisión de la autoridad pública. Hay que procurar: u Desaparecer las diferencias económicas monstruosas. u El que los agricultores tengan una justa ganancia. u Un trato más humano y equitativo a los migrantes, eliminando toda marginación y ayudándoles a incorporarse a la vida social del país. B. Principios reguladores Condiciones de trabajo: El trabajo no solo es medio de sustento, también es un servicio, y un medio de perfeccionamiento y de santificación. Su remuneración debe ser justa, tomando en cuenta las condiciones de la empresa. No debe regirse por las simples leyes económicas sino ajustarse al desarrollo y condiciones de vida de cada uno, sobre todo si se trata de madres de familia. Debe contar con un tiempo de reposo y descanso. Hay que promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, incluso en las decisiones que puedan afectar el porvenir de los trabajadores. Pueden fundar libremente asociaciones obreras que representen al trabajador y ayuden a una recta ordenación de la vida económica. En caso de conflicto emplear el diálogo para encontrar soluciones pacíficas y en último extremo la huelga. CONCILIO VATICANO II
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Los bienes de la Tierra tienen un destino común Todos los hombres tienen derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para su familia. Los que más tienen están obligados a ayudar a los que lo necesitan; esto es válido incluso a nivel internacional. Es necesario invertir para crear fuentes de empleo a fin de satisfacer las necesidades individuales y colectivas, previendo el futuro. Tratándose de política monetaria hay que procurar no dañar ni a la propia nación, ni a las ajenas. El hombre tiene acceso a la propiedad privada en razón de su autonomía personal y familiar. El Estado debe velar para evitar todo abuso que perjudique al bien común. También hay que tomar en cuenta que la propiedad tiene una índole social. Donde existan latifundios donde se encuentre dañada seriamente la justicia, se imponen reformas para establecer condiciones más humanas y favorables para el desarrollo del hombre. En caso de expropiación es necesario ser equitativo. Aquéllos que tienen en sus manos la actividad económica, actúen con justicia y caridad motivados por el Evangelio y el espíritu de las Bienaventuranzas.
VIDA ECONÓMICA Y SOCIAL 22.- ¿Cuál es la revelación que debe de existir entre trabajadores (empleados) y patrones (propietarios) y qué es lo que se debe evitar? (65) 23.- ¿Cuál es el concepto cristiano del trabajo? (67) 24.- ¿Por qué es lícita la asociación de obreros y cómo es que se debe actuar en caso de conflicto? (68) 25.- ¿Cuáles son las obligaciones que el Concilio señala a los que poseen riqueza? (69 – 70)
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CAP. IV – LA VIDA EN LA COMUNIDAD POLÍTICA 73
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Nuevas expresiones en la vida pública: Libertad de asociación, de expresión, de profesión religiosa, democracia, respeto al derecho de las minorías. La comunidad política y la autoridad pública se fundan en la naturaleza humana y están orientadas para a el Bien Común. El ejercicio de la autoridad política debe realizarse dentro de los límites del orden moral para procurar el Bien Común. De ser así, los ciudadanos están obligados en conciencia a obedecer, de lo contrario, es lícito defender sus derechos. Todos deben colaborar en la vida pública: u Votando libremente para la elección de gobernantes u Estableciendo una adecuada división de funciones en el orden jurídico u La autoridad política debe respetar y promover los derechos de las personas en función del Bien Común u Toda forma de Dictadura o totalitarismo es inhumano u Reconociendo la legítima pluralidad de opiniones cuando los partidos políticos promueven el Bien Común u Es necesaria la educación cívica y política para preparar jóvenes al difícil arte de gobernar. u Hay que luchar con integridad moral y prudencia contra la injusticia, la opresión, la intolerancia y el absolutismo. La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno, aunque estrechamente unidas entre sí; ya que la Iglesia se sirve de medios temporales en cuanto su propia misión lo exige como: u Para difundir la justicia y la caridad u Predicar la verdad evangélica u Promover la libertad y la responsabilidad política u Enseñar su doctrina u Ejercer su misión u Dar su juicio moral incluso sobre el orden político u Fomentar y elevar todo cuanto de verdadero, de bueno y de bello hay en la comunidad.
COMUNIDAD POLÍTICA 26.- Para los que ejercen la autoridad civil, ¿cuáles son los criterios que deben normar su actuar para con la ciudadanía? (73-74) 27.- ¿Cuál es la revelación que debe existir entre la Iglesia (jerarquía) y la comunidad política (autoridad civil)? (76) CONCILIO VATICANO II
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CAP. V – LA COMUNIDAD DE LOS PUEBLOS Y EL FOMENTO DE LA PAZ 77
La Iglesia condena la guerra y secunda los anhelos y esfuerzos en la construcción de un mundo más humano, cimentando la paz en la justicia y el amor.
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La paz es obra de la justicia y del amor. Exige dominio de sí mismo, respeto a los demás y el ejercicio de la fraternidad, imagen y efecto de Jesucristo que ha reconciliado a todos los hombres por la cruz. SECCIÓN I OBLIGACIÓN DE EVITAR LA GUERRA
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Hay que frenar las guerras. La barbarie y la crueldad de la guerra hoy día, supera a la de los tiempos pasados: Las armas científicas son más devastadoras: los nuevos métodos subversivos como el terrorismo y la metódica exterminación de un pueblo o etnia son más inhumanos. Hay que respetar los tratados internacionales para atenuar la crueldad con los heridos o prisioneros. Una vez agotados todos los recursos pacíficos de la diplomacia, no se puede negar el derecho a la legítima defensa. Los obispos de toda la Tierra condenan con firmeza y sin vacilación toda acción bélica por el alcance mortífero de las actuales armas científicas y la consideran un crimen contra Dios y la humanidad.
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La carrera armamentista es la plaga más grave de la humanidad; no es camino para establecer la paz. Hay que renovar la mentalidad teniendo una mayor conciencia de la propia responsabilidad.
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La Iglesia urge para que con el acuerdo de todas las naciones cualquier guerra quede absolutamente prohibida. La paz debe nacer de una mutua confianza y no por el terror que imponen las armas y tener como gravísima obligación la preocupación de formar la mente de todos en nuevos sentimientos pacíficos. Es necesario renunciar a toda ambición de dominio, a todo sentimiento de hostilidad, a todo menosprecio u odio racial.
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SECCIÓN II EDIFICAR LA COMUNIDAD INTERNACIONAL 83
Causa y origen de toda lucha y violencia se encuentra en la condición humana herida por el pecado. Para prevenir tales males en la comunidad internacional, la Iglesia invita a la formación de instancias que se preocupen por procurar la paz.
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La Iglesia pide haya un ordenamiento que provea a las diversas necesidades tales como: alimentación, salud, educación, empleo, así como las que se suscitan por motivos de migración u otros conflictos.
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Para evitar las desigualdades, así como la dependencia de países pobres para con los ricos, la Iglesia pide a los primeros: prepararse mediante la educación para salir del subdesarrollo buscando ante todo la plena perfección humana; y a los segundos: evitar toda pretensión de lucro excesivo, ambición de dominación, así como el deponer todo prejuicio.
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Que la ayuda que ofrezcan sea hecha con espíritu de generosidad y de justicia evitando todo aquello que se oponga a la naturaleza y al perfeccionamiento espiritual del hombre. 87
La cooperación internacional debe atender primordialmente al problema de la alimentación y al de la educación. Para ello: u Ayudar a pasar en la agricultura de lo arcaico a métodos más modernos. u Que haya una equitativa distribución de la tierra. u No frenar el crecimiento poblacional con medidas que contradigan la moral. Adoptar más bien aquellos métodos que ayuden a determinar el número de hijos que estén en concordancia con el orden moral establecido.
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La Iglesia insta de una manera muy especial a todos los seguidores de Cristo a acudir en la medida de sus fuerzas a ayudar a los necesitados no solo con los bienes superfluos sino también con los necesarios y evitar a toda costa el escándalo de una vida opulenta frente a los que viven atormentados por el hambre y toda clase de necesidades.
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La presencia de la Iglesia asegura mediante la predicación del EvanCONCILIO VATICANO II
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gelio la paz y la convivencia fraterna entre los hombres y considera de gran importancia la formación de la juventud tanto en lo religioso como en lo civil. 90
La Iglesia juzga oportuno la creación de un organismo internacional capaz de dialogar y de cooperar activa y positivamente con los hermanos separados y todos aquéllos que promueven la paz, el desarrollo de los países pobres y la justicia social internacional. Conclusión:
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El concilio ha pretendido:
u Ajustar el mundo a la dignidad del hombre. u Responder a las necesidades más urgentes. Su forma de expresarse es genérica y es conciente que todo está sujeto a cambio por lo que su doctrina debe ser continuada y ampliada en el futuro. 92
La Iglesia aspira a una fraternidad universal lo cual requiere diálogo sincero, unidad en lo necesario, libertad en lo dudoso y caridad en todo. Toma en cuenta a todos, empezando por lo que profesan su fe en Dios, por los no creyentes e incluso por los que se oponen a ella y la persiguen, ya que toda la familia humana, está llamada en Cristo Jesús a ser la familia de los hijos de Dios.
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Busca ante todo que amemos a Cristo; seamos fieles servidores de palabra y con las obras comunicando a los demás el amor del Padre celestial.
Roma 7 de diciembre 1965 Pablo VI. Obispo de la Iglesia católica
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FOMENTO DE LA PAZ 28.- ¿Por qué la Iglesia condena la guerra y toda violencia? (80) 29.- ¿Qué es lo que la Iglesia pide para que haya paz en los pueblos? (82) 30.- ¿Cuál es la causa y el origen de la violencia? (83) 31.- ¿Para evitar las desigualdades entre pobres y ricos, ¿qué es lo que la Iglesia pide a unos y a otros? (85-86) 32.- ¿Qué es lo que nos debe distinguir a los seguidores de Cristo en cuanto al uso de los bienes materiales? (88) 33.- ¿Cuáles son las aspiraciones de la Iglesia respecto al Mundo y a la sociedad en general? (91-93)
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