ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL EN CLAVE DE “RESIGNIFICACIÓN DE EXPERIENCIAS” Método que parte de lo experiencial Hemos comprendido que el lugar donde se da el encuentro entre nosotros y Dios es en todas las experiencias de la vida humana. Necesitamos un “conocimiento” de lo que las habita que nos lleve a contemplar la presencia de Dios en nuestra historia. A ese conocimiento experiencial se llega por caminos que recojan las vivencias que nos acompañan y las resignifiquen desde el encuentro con los demás y con Jesucristo. Partimos de la unidad básica de vivencia de este hombre, a la que llamamos: · ·
la experiencia, contiene lo que nos pasa dándose en todas las dimensiones de la persona a la vez. lo experiencial contiene todas esas dimensiones de una experiencia y lo explicita favoreciendo en el hombre un darse cuenta de lo vivido unificadamente. · lo experiencial se da cuando el hombre encuentra otro hombre a quien comunicar la experiencia y así darse cuenta de quién es y está siendo, de hacia dónde está yendo, y qué sentido tiene lo que está viviendo. · lo experiencial es para decir, narrar, comprender, mostrar, visualizar, simbolizar, trascender, y no tanto para explicar.
Leer atentamente antes de comenzar a diseñar el encuentro
La secuencia metodológica del Método de Formación Experiencial
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Vale la pena detenerse a profundizar cada paso de este método: 1º) MOTIVACIÓN: Este primer paso del Método de Formación Experiencial se fundamenta en un hecho simple: nadie está en situación de escuchar una respuesta, si antes no se hizo una pregunta. Es preciso despertar un impulso motivacional interior si se pretende ensanchar los intereses de los jóvenes, de tal modo que se abran a la propuesta novedosa del Mensaje y que, esa propuesta, sea significativa para ellos. Normalmente la motivación se logra cuestionando la experiencia que viven los jóvenes, introduciendo un elemento perturbador que despierte inquietud, que haga explícitas sus interrogantes latentes y que exijan la necesidad de reestructurar la experiencia en una síntesis nueva. 2º) DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA: Este paso metodológico pretende que los jóvenes, progresivamente, se hacían capaces de identificar sus experiencias, al comunicarlas. El proceso de maduración que viven los jóvenes, les exige asumir lo que sienten, piensan y hacen a fin de lograr una integración de su personalidad y elaborar un proyecto vital que la consolide. El momento de la descripción de sus experiencias les ayuda a superar la tendencia "idealizadora" que suelen tener los jóvenes, avanzando hacia una percepción cada vez más realista de sí mismos y de su medio Se suele decir que una evangelización profunda no puede quedarse en un puro compartir experiencias, que los jóvenes necesitan aprender ciertos contenidos de fe, para asegurar una formación sólida. No hay duda sobre esto. Sin embargo, la separación entre la fe y la vida, nace de procesos de educación de la fe que promueven la incorporación abstracta de los contenidos de la fe, sin favorecer una adhesión vital. El Método de Formación Experiencial propone introducir a los jóvenes en sus experiencias, porque es la manera de acoger a cada cual donde está, respetando el protagonismo de la experiencia de conversión, que significa asegurar el tránsito desde una conciencia dependiente y con control externo hacia una conciencia autónoma y con control interno. La descripción de la experiencia es un paso metodológico necesario para restituir la palabra a los jóvenes, y ayudarlos a dar nombre a lo que viven Para facilitar esta autoaclaración existencial, es importante que la evangelización no se anticipe a formular preguntas desde fuera de la experiencia de los jóvenes, sino más bien los acompañe a adueñarse de su existencia y a comprender lo que viven. ¹ Tomado de Díaz, Ana María, Proceso formativos en la Pastoral Juvenil en clave vocacional.
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3º) ANÁLISIS DE LA EXPERIENCIA: La comprensión profunda de las experiencias personales no se logra solamente describiéndolas. Ese primer relato hay que considerarlo casi como un mensaje a descifrar. El análisis de la experiencia, es un paso metodológico que pretende profundizar en ellas a fin de comprenderlas efectivamente. El momento del análisis pretende retomar las experiencias personales y desplegar sus significados, facilitando el proceso de "darse cuenta" ya que ellas expresan los criterios, las valoraciones conscientes o inconscientes, la información que se maneja, la autoimagen, la conciencia social, las posibilidades de acción que se reconocen, las atribuciones de causalidad que se establecen entre los hechos, lo que se considera bueno o malo, justo o injusto, falso o verdadero, en fin, todo lo que se llama ''visión del mundo" Esto es lo que importa evangelizar en profundidad. Es necesario tener presente que la "visión del mundo" no es sólo percepción intelectual o modo de pensar, Induce además, conductas y fuertes connotaciones afectivas. Para dar coherencia a la vida, se ponen en juego una serie de mecanismos como las "racionalizaciones", las "negaciones" y las "percepciones selectivas", que llevan a esconder a la propia conciencia, hechos y actitudes que obligarían a buscar fundamentación teórica e instrucciones para su desarrollo práctico nuevas respuestas a determinadas situaciones. Es así como se sostienen las ideologizaciones que hacen persistir en determinadas actitudes, aún en la insatisfacción. En este contexto cobra sentido el momento del análisis de las experiencias, constituyéndose en un momento de descodificación de las mismas (descodificación: descubrir los códigos que orientan nuestra conducta; el conjunto de situaciones bajo las cuales se actúa y se otorga sentido a la acción) Importa hacer explícito todo lo que hay de implícito e inconsciente en las experiencias y así abrir mayor cauce al protagonismo de la propia vida, dándole mayor autodirección El trabajo progresivo de analizar las propias experiencias permite facilitar el proceso de desprenderse de las ideologizaciones e idolatrías que empobrecen la vida, aumentar la autoestima, elevar la autoimagen y crecer en el sentimiento de potencia y, al mismo tiempo, dar espacio a la elaboración de actitudes alternativas a través del ensayo de experiencias más auténticas. Para lograr bien este paso, los jóvenes necesitan el apoyo de elementos de análisis para comprender mejor lo que viven, elementos de los cuales normalmente carecen. Por tanto, ese momento de proporcionarles la información que necesitan a fin de confrontar su vida. Sin embargo, estos elementos no son contenidos abstractos, sin relación con su vida. Por el contrario, son contenidos llamados vitalmente desde sus experiencias, que les permiten profundizarlas y asumirlas.
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4º) DISCERNIMIENTO DE LA EXPERIENCIA: La fe ejerce una función de resignificación y de crítica profética de las experiencias de vida. Es por esto que este último paso del Método de Formación Experiencial propone realizar una lectura del significado más hondo de la experiencia de vida: su significado de fe. Los pasos anteriores del Método se constituyen en una preparación necesaria para acoger el don trascendente de la revelación de la fe sobre la vida. La fe revela en plenitud el profundo valor de toda experiencia auténtica y la amplifica en el horizonte de lo divino, otorgándole un significado definitivo. La fe se propone como el criterio último que permite ordenar, jerarquizar y autentificar los proyectos y realizaciones personales. En referencia a Jesucristo y su Mensaje, las experiencias de vida encuentran un criterio de autoevaluación y de unificación. El paso metodológico del discernimiento se apoya en: - Una actitud personal - La proclamación de la Palabra o el Magisterio de la Iglesia - La dimensión comunitaria Los momentos de descripción y análisis, favorecen una disposición personal hacia la búsqueda de un nuevo sentido en las experiencias personales, búsqueda que nace de constatar los límites de las respuestas hasta ahora encontradas. Es esta disposición la que permite involucrarse personalmente en la respuesta. La proclamación de la Palabra de Dios es acogida como un anuncio que invita a vivir un Mensaje que está más allá de la responsabilidad personal y de la autosuficiencia; un anuncio que es don gratuito de liberación. Así, la Palabra se convierte en un "evangelio" capaz de develar, interpretar y consolidar las búsquedas presentes en las experiencias de vida, que sólo Él es capaz de colmar. Es un mensaje que anuncia y al mismo tiempo arrastra y convierte a cada uno en esa novedad sorprendente que anuncia. La dimensión comunitaria fortalece el proceso de discernimiento puesto que la fe es siempre "crecer con", de modo que la comunidad es el lugar de encuentro y celebración del acontecimiento de la fe y actúa como corriente de testimonio y apoyo al discernimiento. Es importante notar que el discernimiento no es un proceso puramente intelectivo, sino que involucra a toda la persona, aun cuando se requiera un momento de reflexión para favorecer la integración de las nuevas perspectivas que ofrece la mirada desde la fe. El paso del discernimiento cierra el proceso del Método de Formación Experiencial, ofreciendo a cada uno la posibilidad de volver a contar su historia, en una "segunda descripción", pero esta vez es una historia más completa, más veraz, más profunda y fundamentación teórica e instrucciones para su desarrollo práctico liberadora. Es la historia del caminar en el abandono de sí en el Dios que salva en Jesucristo. Es vivir la experiencia pascual que lleva de la insatisfacción a mayor plenitud, de la falta de contacto consigo mismo a mayor identidad, del individualismo a caminar junto a un pueblo, de la confusión a la luz, del pecado a la reconciliación, del intimismo a la acción transformadora, abriendo a alternativas de cambio (personal-social) como expresión de compromiso cristiano. Esta nueva historia es la que regala a todos un corazón nuevo, una sabiduría nueva y una práctica nueva.
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El diseño del encuentro a. PARA DISEÑAR UN ENCUENTRO. Para diseñar un encuentro que permita la resignificación de experiencias, lo primero es mirar la realidad de quienes participarán y explicitar algunas características de las vivencias de que está hecha “la experiencia”. Por eso nos hacemos siete preguntas que ponen la mirada identificando lo que la vuelve interesante como para despertar preguntas, aspectos que tendremos que poner en juego para la narración y análisis, el marco conceptual que ya tienen los participantes y los aportes que haremos, y la “Buena Noticia” que puede volverse motivadora de discernimientos personales y comunitarios. Antes de comenzar a diseñar el encuentro, y con lo que se respondió a las siete preguntas, se explicita: la experiencia a resignificar, y el objetivo que se pretende alcanzar. b. DISEÑAR UN ENCUENTRO. Como segundo paso comenzamos a diseñar el encuentro considerando que habrá cuatro momentos, que tienen en el título el objetivo fundamental y en la pregunta que lo acompaña la clave para decidir la didáctica. De lo que se trata es de establecer dinámicas, preguntas, momentos personales, intercambios que permitan llegar a lo que se espera de cada uno de los cuatro momentos. c. PARA DISEÑAR UNA CELEBRACIÓN. Como lo específico del cuarto momento del discernimiento en clave de celebrativa no es habitual, brindamos algunas preguntas a hacerse que permiten definir cómo será. d. PARA EVALUAR LA EFICACIA RESIGNIFICADORA PASTORAL. Por último, las preguntas finales son para una evaluación de la eficacia resignificadora pastoral que ha tenido el encuentro, muy importante para una devolución al grupo y a las personas si lo que se ha realizado es un encuentro puntual, o para decidir por dónde continuar si se está acompañando un proceso.
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c. PARA DISEÑAR la celebración en vistas a discernir desde la experiencia. 1. ¿qué están viviendo? 2. ¿qué es lo extraordinario, dentro de eso que se está viviendo? 3. ¿qué descubrimos como algo que trasciende lo que vivimos? 4. ¿qué textos, gestos, ambientes, luces, sonidos, objetos nos permitirán explicitar en una celebración lo anterior?
d. PARA EVALUAR LA EFICACIA RESIGNIFICADORA PASTORAL. 1. ¿qué descubrí en los jóvenes, en los otros animadores, y en mí? 2. ¿qué semillas del Reino hay en nosotros, qué trigo, qué cizaña? 3. ¿qué nos dice Jesús para nuestra conversión y envío a la misión? 4. ¿qué novedad integraremos a nuestra planificación para continuar luego de este encuentro? (comenzar a recorrer las preguntas 1 a 7 de PARA DISEÑAR UN ENCUENTRO)
Esquema de preparación de una oración Metodología creativa de cuatro tiempos (consulta-diseño-ejecuciónevaluación), para que sea un hecho comunicativo de espiritualidad. Objetivo: El final o principio del camino al cual queremos llegar o partir. 1er. Tiempo CONSULTA El equipo responsable define los criterios del encuentro. Se consulta, se ve la realidad local de las casas, de los jóvenes, de un grupo. Primeras seis preguntas del punto anterior. El tema explicitará lo que de las vivencias de los jóvenes se tendrá como trasfondo para el diseño del encuentro. 2do. Tiempo DISEÑO D e c i d i r e l t i p o d e m o m e n to : o ra c i ó n , c e l e b ra c i ó n l i t ú rg i c a . Diseñar el encuentro a partir del tema, el símbolo foco, y los criterios, con un equipo integrado por: músico, redactor, ambientador, iluminador, narradores, creador de campaña de convocatoria, diseñador de impresos, administrador web, etc. Personas que tengan ganas de trabajar, conozca la EJS y pueda trabajar en equipo, sinergia. Prever materiales e insumos a trabajar, recursos, presupuestos, lugares, plan B… 3er. Tiempo EJECUCIÓN Contar con todos los materiales, personas que están encargadas de la animación. Ceñirse, según el caso, a lo ya establecido y planificado con anterioridad (ej.: encuentro experiencial). La presencia de un monitor, alguna persona que coordine el encuentro, las situaciones que se dan en simultáneo, los hitos, en sí un veedor que pueda estar atento a todo lo que el animador no pueda hacer y las necesidades que surjan. 4to. Tiempo EVALUACIÓN Terminado el encuentro, es necesaria la evaluación. Partiendo de la experiencia del equipo organizar, cómo se sintió en la preparación y en el momento de la ejecución, celebrando. Posteriormente a lo que ocurrió o no ocurrió. Si es viable a los participantes enviarle alguna “encuesta”, que nos ayuda a ver como lo viviendo nos destinatarios. Se procesan los datos para aportar a la creación del próximo encuentro.
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