Cuadernillo práctico de pastorcicos “Huele a belén, a Navidad” comentó alguien cuando los participantes en el taller comenzaron a completar sus grutas con musgo, serrines, arenas... Probablemente, el “belén popular” mueve sentimientos como ningún otro: a muchos les recuerda a su infancia, despierta un calor especial. Sin embargo, parece haber quedado en un segundo plano: mientras sigue presente en multitud de hogares, el belenismo asociativo, en muchos casos, parece volcarse en otros materiales y por tanto, en otros formatos de belén. Y ello, a pesar de que afrontar la construcción de un belén de corcho y musgo, brinda
_Corcho bornizo _Tablero de contrachapado, Dm, aglomerado... _Atornillador eléctrico _Punzón _Lima plana _Serrucho de mano _Pistola de silicona caliente y recambios _Tirafondos de diferente métrica (recomendamos 4´5x65 y 4´5x45) _Musgo de diferentes tonos y espesor _Ramitas, árboles, arbustos _Serrines de diferentes tonos y rugosidades _Hojas secas de diferentes tonos trituradas _Escayola _Cola blanca _Papel de embalaje
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Saludo
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2O15/O1
Materiales
Paso a paso
corcho y musgo: regreso al orígen de nuestros belenes
las misma oportunidades creativas al belenista. La mecánica resulta sencilla a priori, y en general el trabajo es mucho más ágil, permitiendo ver enseguida volúmenes y resultados. Ahora bien, requiere saber elegir las piezas, detenerse a observar el avance de la idea, etc. Hay una gran diferencia entre “apilar” corcho y realizar un belén en corcho. El bornizo es un material barato, de poco peso, flexible, y con muchas posibilidades. Probablemente ahí resida lo interesante de este material, combinarlo con escayolas, estucos, pintura con acrílicos o tierras... Partir del belén popular e incluir otro tipo de materiales y construcciones es una opción increíblemente atractiva (y divertida). Nadie mejor que Luis Pozuelo Mascaraque para ayudarnos en ello: miembro de la Asociación de Belenistas de Madrid, lleva cuarenta años realizando este tipo de montajes. “Espero ver más belenes de corcho estas navidades, porque lo vais a disfrutar” nos dijo. Pasa página, ¿te animas a intentarlo?
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Comenzamos...
TRUCO 01: El corcho bornizo es flexible y aguanta el calor, con lo que resulta un material muy adecuado para el montaje de belenes; además, no tiene un gran uso industrial, por lo que es barato.
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El corcho suele venir en piezas excesivamente grandes para lo que necesitamos, así que con ayuda de un serrucho, cortaremos piezas más pequeñas. De todos modos, es mejor tratar de romperlo haciendo palanca, para evitar obtener líneas rectas más irreales en la naturaleza.
TRUCO 03: Guarda el serrín que vayas haciendo al cortar y romper el corcho, te vendrá muy bien para los suelos.
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TRUCO 02: Fíjate en la naturaleza: no hay una gruta modelo “estándar”, ni simetrías. Huye de las líneas rectas.
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Podemos preparar una subestructura de listones a los que amarrar las piezas de corcho con tirafondos, pero también podemos prescindir de ella para aligerar peso del montaje. Comenzamos atornillando varias piezas directamente al tablero base, que atravesaremos con el tirafondo y ayudándonos del punzón NOTA: Se pueden usar también siliconas, espuma de poliuretano... pero la tornillería siempre da estabilidad y seguridad, sobre todo en los primeros montajes.
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Para cubrir los suelos, si se trata de montajes que quieras conservar o vas a tener que desplazar, prepara una solución de cola blanca y agua al 70-30%, y con ayuda de un pulverizador, humedece todo el espacio. Espolvorea con serrines, paja... cubriendo toda la zona de una forma irregular, y rocía de nuevo todo el espacio con el pulverizador hasta dejarlo bien empapado. En uno o dos días, una vez seco, habrá quedado completamente fijado.
10 Si quieres simular un riachuelo o manantial, preparar una base escayola para formar y delimitar el cauce de agua. Una vez seco, dale un tono neutro, gris verdoso, inserta algunas piedras en el cauce y cúbrelo con silicona transparente, ayudándote de una espátula. Si a la escayola le añades cola blanca y serrín del producido al cortar y romper las piezas de corcho, obtienes un estuco perfecto para disimular las uniones de las piezas, cubrir huecos... que luego, pintados con acrílicos o tierras, será imposible distinguir del corcho. Puedes también realzar las irregularidades del corcho, sus entrantes y salientes, con ayuda de la pintura, obteniendo resultados increíbles.
NOTA: Vestir la gruta es el último paso; aperos, sacos, alguna valla para el ganado, árboles y arbustos, cuanto se te ocurra
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Una vez que tengas las “paredes” del interior de la gruta, comienza a darle forma a la boca; recuerda que no ha de ser un acceso perfecto, sino irregular, arqueada. Procura hacerlo con diferentes piezas de corcho, y mete tirafondos sin miedo y de la largura que necesites. Busca la máxima firmeza de la construcción.
NOTA: ¡No tengas miedo a romper el corcho! Cuantas más piezas pequeñas tengas, más fácil te resultará obtener formas irregulares, entrantes, salientes... Ayúdate de la silicona caliente.
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Para ir cubriendo el techo, atornilla las piezas que utilices a las paredes que has creado para el interior de la gruta. Dependiendo de cuánto vaya a verse desde el interior, tendrás que jugar de nuevo para percibir rugosidades y texturas similares. Ten en cuenta dejar espacios para la iluminación de vayas a instalar.
TRUCO 04: Evita construir una gruta versión “caja de zapatos”; aunque hablemos de piezas verticales y horizontales, son sólo términos para que sea más sencillo seguir el “PaP”. Dale inclinaciones diferentes a las piezas, huye de ángulos rectos...
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Una vez que tengas el “armazón” de la gruta levantado y comiences a ver sus volúmenes y formas definidas, tendrás que empezar a cubrir los huecos que te hayan ido quedando entre las piezas. Puedes utilizar para ello trocitos de corcho, o bien papel de embalaje que luego cubrirás con musgo o líquenes.
08 A la hora de ir añadiendo musgo al montaje, tened en cuenta que ha de parecer lo más realista posible. No se trata de cubrirlo todo, ni crear un espacio que recuerde a un campo de golf; trata de imitar la vegetación que sale entre las piedras, en los cortes del terreno, etcétera.
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Hay que “jugar” con las piezas de corcho. Busca formas interesantes, rugosidades, etc. Procura extender todo el corcho del que dispongas para poder verlo de un golpe de vista, y evita crear alturas excesivas en el interior de la gruta.
04 A la vez que vamos definiendo el contorno de la gruta, podemos ir añadiendo elementos en otros materiales, como muretes, paredes, contrafuertes... que se integren en la composición.
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