La Rueda de la Fortuna en Bogotá 1910-1934 PARQUES DE DIVERSIONES Y RENTA URBANA EN EL LAGO GAITÁN Y EL LUNA PARK
Juan Carlos Gómez Sánchez
ALCALDESA MAYOR DE BOGOTÁ Claudia López Hernández Secretario de Cultura, Recreación y Deporte Nicolás Montero Domínguez Director Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Patrick Morales Thomas Subdirectora de Divulgación y Apropiación del Patrimonio Angélica María Medina Mendoza ••• Investigación y Textos Juan Carlos Gómez Sánchez Coordinación Editorial y Edición Ximena Bernal Castillo Diseño Gráfico Yessica Acosta Molina Corrección de Estilo Bibiana Castro Ramírez Revisión Histórica y Apoyo Imágenes de Archivo Alfredo Barón Leal Fotografías Archivo de Bogotá, Archivo General de la Nación, Biblioteca Del Congreso EE. UU., Bibliothèque de l’INHA, Bibliothèque Patrimoniales Paris, Brown University Library, Casa del FloreroMuseo de la Independencia, El Gráfico Diario Ilustrado, Fondo Archivo del Patrimonio Fotográfico y Fílmico del Valle del Cauca, Fondo cartográfico y Álbum familiar de Bogotá- Colección Museo de Bogotá, IHA, FADU-Udelar Montevideo, Uruguay, Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Digital Commonwealth, Massachusetts Collections online, Fundación de Amigos de Bogotá, Gallica Digital Library, Google Patents, Indiana University, Revista Chapinero, Revista Cromos, Royal Collection Trust, Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, Alfredo Barón Leal, Alberto Escovar, Camilo Rodríguez-IDPC, Juan Carlos Gómez Sánchez Impresión Buenos y Creativos S. A. S. ISBN 978-958-53758-1-9
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Rectora Dolly Montoya Castaño Decano Facultad de Artes Carlos Eduardo Naranjo Quiceno Vicedecana académica Tatiana Urrea Uyabán Vicedecano de Investigación y de Extensión Nelson Vergara Bobadilla Coordinadora académica de la Maestría en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad Sandra Reina Mendoza Centro de Divulgación y Medios Alfonso Espinosa Parada Coordinación de publicaciones Juan Francisco Poveda Aguillón Agradecimientos Al Instituto Distrital de Patrimonio Cultural en cabeza Patrick Morales Thomas, al sello y comité editorial del IDPC. A Ximena Bernal, Yessica Acosta, Alfredo Barón y Bibiana Castro Ramírez. A la Universidad Nacional; a Sandra Reina Mendoza y a la Maestría en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad; a Silvia Arango y Jorge Ramírez Nieto. A Carlos Roberto Pombo y la Sociedad de Mejoras y Ornato; a Germán Mejía Pavony; a Mauricio Tovar González en el Archivo General de La Nación; a María Elvira Herrera y la Fundación de Amigos de Bogotá. Gracias a Adriana Sofía Gómez por todo su trabajo en la organización de fuentes y fotografías.
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La presente publicación es el producto del trabajo editorial realizado por el sello del IDPC a la investigación presentada por parte de Juan Carlos Gómez como tesis de grado en 2011, en el marco de la Maestría en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.
La Rueda de la Fortuna en Bogotá 1910-1934 PARQUES DE DIVERSIONES Y RENTA URBANA EN EL LAGO GAITÁN Y EL LUNA PARK
Juan Carlos Gómez Sánchez
RUEDA LUNA PARK BOGOTÁ, S. F., SIGLO XX ARCHIVO DE POSTALES, FUNDACIÓN DE AMIGOS DE BOGOTÁ.
LAGO GAITÁN, LUGAR DE DIVERSIONES - CHAPINERO, BOGOTÁ. FOTO G. CUÉLLAR. EDIFICIO DE LA ISLA, AEROPLANOS LAGO Y ESCAÑOS. S.F. FUNDACIÓN DE AMIGOS DE BOGOTÁ. ARCHIVO DE POSTALES.
Contenido Prólogo 12 Presentación 14
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Introducción
EL PAPEL DE LA SOCIEDAD DE EMBELLECIMIENTO ESTRUCTURA DE LA RUEDA DE FORTUNA
El parque dentro del sistema urbano PARADIGMAS EXTERNOS, IDEAS E INTERCAMBIOS
34•La influencia de los tratadistas y el paso de André por Colombia 43•Londres y París. El parque y la estructura de expansión de las ciudades 76•El parque de diversiones de la ciudad norteamericana
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Bogotá: el parque se inserta en la plaza DE LA PLAZA AL PARQUE PARQUES DEL CENTENARIO Y DE LA INDEPENDENCIA AGUA, RÍOS Y LAGOS
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Lago gaitán y luna park EL PARQUE LAGO GAITÁN
105•La hacienda Chapinero. Crecimiento y urbanización del sector 117•Tradición del predio del Lago Gaitán 130•Parque de diversiones Lago Gaitán LUNA PARK
152•Indalecio Liévano: el patriarca agrimensor 161•Los herederos entran en el negocio urbano 166•Tradición de los terrenos del Luna Park 172•La Compañía de Desarrollo Urbano y los socios del embellecimiento 181•Parque de diversiones Luna Park 205•El intento de venta del Luna Park al municipio 215•Adjudicación de predios por subasta arreglada
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El resultado del proyecto urbano LA RUEDA DE LA FORTUNA Y LOS PRECIOS DE LA TIERRA EL GRAN PARQUE IMAGINARIO
Anexo 246 Bibliografía 250
Y los caminos de ida, en caminos de regreso se transforman, porque eso, una puerta giratoria, no más que eso, es la historia. Bolivia, Jorge Drexler
Dedicado a Gabriel Antonio, Juan Martín y Carmen
Prólogo Ya entrado el siglo XX, pero todavía en sus décadas iniciales, circuló por la ciudad la idea de crear un gran parque urbano, capaz no solo de incorporar lo que para la época debía contener en materia de paisajismo, sino también de solaz para los agobiados habitantes de la entonces densa e infecta capital. Desde las estribaciones del cerro de Guadalupe, en lo que hoy es el centro urbano, hasta los alrededores de la parte alta de la quebrada de Las Delicias, al oriente de la carrera Séptima en el corazón de Chapinero, el parque así concebido cambiaría por completo la fisonomía de Bogotá y el modo de habitarla. Pero esto nunca sucedió. Con el examen de esta propuesta urbana termina este libro. Y es un magnífico final. Lo es porque le da valor de futuro a lo que unos tres o cuatro decenios antes habían planteado las élites capitalinas en beneficio de una urbe que apenas distraía las atiborradas manzanas con los espacios abiertos a que daban lugar las antiguas plazas y plazuelas de la ya triplemente centenaria Bogotá. La idea de este parque, magnífico por su extensión y por lo que podría contener, fue utópica no tanto por ilusoria, pues podría habérsele dado forma, sino porque los intereses de propietarios y rentistas, así como la cortedad
de perspectiva de los gobernantes, que eran los mismos propietarios y rentistas, la hizo irrealizable. Esta es la idea central que recorre este libro. La rueda de la fortuna se convierte en metáfora no de las grandes ruedas mecánicas —de Chicago les decimos nosotros en alusión a la que en dicha ciudad se construyó para competirle a la Torre Eiffel, como nos lo cuenta el autor—, sino de la renta del suelo. En efecto, el deseo de enriquecerse primó por sobre cualquier otra consideración y deseo de una élite urbana que había entendido, ya desde las décadas centrales del siglo XIX, que el suelo de la ciudad era motor de enriquecimiento. Esto es, no solo las actividades productivas y comerciales, la atención de las necesidades de los habitantes, el control de las circulaciones, en fin, podrían producir utilidades en dinero: el suelo de la ciudad también lo generaría si tan solo se acumulaba y se sabía vender. De esta manera, comprar grandes globos de tierra para luego venderlos por lotes se convirtió en el equivalente del comercio de exportación, de la producción de bienes, de la construcción de medios de transporte y comunicación. Proponer, diseñar y poner en funcionamiento parques de diversiones
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también podía ser rentable para el capital, de una doble manera: porque los visitantes gastaban dinero en el parque y porque el parque valorizaba los terrenos aledaños. El autor nos propone que lo segundo fue realmente lo que orientó la organización y funcionamiento de los dos parques de diversiones de los que se ocupa, en menor medida en el Lago Gaitán, pero de forma más evidente para el caso del Luna Park. Un siglo más tarde, hoy, apenas queda como huella de su existencia el nombre: el sector de El Lago y el de Luna Park, convertidos ambos en barrios en los que no perdura traza alguna de los parques de diversiones, pues el loteo para un aprovechamiento del suelo obligó a los propietarios a rellenar los lagos y demoler las construcciones que allí daban albergue a restaurantes y otras atracciones. Y lotearlo todo. Nos dice el autor que tampoco dichos parques contribuyeron realmente a valorizar la tierra en la que fueron construidos y la que los circundaba, porque al final, cuando fueron desmontados, lo que le dio valor a la tierra fue la especulación con los lotes y la propuesta de amoblamiento barrial que hubo que realizar como cumplimiento a disposiciones municipales y a la hegemónica ley de una oferta que debía competir con los muchos otros barrios que estaban a la venta en esos momentos. Tampoco quedaron en la memoria. Por eso la necesidad de este libro. No recordamos nada de estos dos parques. Podríamos preguntarnos por la posibilidad de este re-
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cuerdo y tenemos que confesar que no hay nada en la ciudad que nos permita saber que durante unos decenios existieron y funcionaron en el norte el parque Lago Gaitán y en el sur cercano, el de la cuenca del río Fucha, el Luna Park. Se pregunta con razón el autor por qué no dejaron memoria y su respuesta no es otra que afirmar documentadamente que “todos los privilegios y monopolios económicos, políticos y sociales, que se concentraron en unos pocos ciudadanos, se capitalizaron con la renta del suelo, pero, por ejemplo, ni en el caso del Luna Park ni en el del Parque Lago Gaitán quedó una huella urbana significativa ni se logró un desenlace urbano que combinara la renta urbana con el desarrollo de espacios públicos”. Claro, siempre es posible afirmar que fue la desidia o la incapacidad de los gobernantes de la ciudad lo que dio lugar a que dichos espacios, los parques de diversiones de la primera mitad del siglo XX bogotano, no dejaran huella perdurable en la ciudad. Pero lo que no podemos olvidar, y el autor dedica largas páginas a este asunto, es que dichos gobernantes fueron los mismos dueños de dichos parques o dirigentes de las asociaciones que se hacían cargo de su existencia en la urbe. Luego, es evidente, su ausencia en la memoria no fue causada por la incapacidad. La raíz está en La rueda de la fortuna.
Germán Rodrigo Mejía Pavony
Presentación Para el sello editorial del IDPC, el tema de los parques de Bogotá ha representado, en los últimos tiempos, uno de los focos de exploración más prolíficos desde los cuales ha sido posible expandir y complejizar las interpretaciones sobre el patrimonio cultural de la capital. El primer título de esta línea temática fue Parque del Centenario. Transformación urbana, itinerario y significado, de Hugo Delgadillo, publicado en 2019, al que le sobrevino La vida privada de los parques y jardines públicos. Bogotá, 1886-1938, de Claudia Cendales Paredes, publicado en 2020. El impulso dado por este último título permitió que se consolidara la iniciativa de dar continuidad a esta línea a partir de dos nuevos libros: Coser con un río. El parque Nacional Olaya Herrera en Bogotá, de Sandra Reina Mendoza, y el que presentamos en estas líneas, La rueda de la fortuna en Bogotá, 19101934, acerca de dos parques: el Lago Gaitán y el Luna Park. Más allá de un estudio alentado por la nostalgia, o bien por los anhelos de rememorar la vida de dos espacios desaparecidos que otrora fueran significativos para la ciudad, en esta investigación Juan Carlos Gómez pro-
pone un análisis que devela las lógicas económicas y políticas que propiciaron sendos proyectos urbanísticos, cuyo propósito fue el aprovechamiento rentable de los terrenos sobre los cuales se habían asentado tanto el Luna Park como el Lago Gaitán. Un grupo compuesto por comerciantes, terratenientes, empresarios y concejeros municipales, además de algunos miembros de la Sociedad de Embellecimiento, capitalizaría el valor de los terrenos localizados en el norte de Chapinero (para el caso del Lago Gaitán) y en el sur de la capital (para el caso del Luna Park). El resultado de esta alianza, que subordinó la política urbanística a la esfera del usufructo económico, se evidencia no solamente en la ausencia de cualquier huella, perceptible en la geografía de la ciudad, de lo que fueron estos parques, sino también en la manera, relativamente azarosa, con que se desarrollaron los procesos de configuración espacial de los barrios en ambas zonas. Con el propósito de dilucidar los efectos de la alianza entre poderosos sectores sociales en su empresa por rentabilizar bastos terrenos de la capital, La rueda de la fortuna apela a un detallado análisis catastral a través del cual presenta una reconstrucción predial que evidencia las dinámicas de loteo y venta con-
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cebidas para las áreas mencionadas. En este sentido, más que exhortar a la historia en razón a la añoranza o a la idealización de aquello perdido, la investigación se sitúa en una indagación histórica por el comportamiento de las lógicas, entramados y connivencias a partir de las cuales se dio forma al crecimiento de la capital desde el siglo pasado. Agradecemos a la Maestría en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, por haber propuesto la investigación realizada por Juan Carlos Gómez al sello editorial. Igualmente, a la ciudadanía que participó en la convocatoria del programa Álbum Familiar de Bogotá, abierta durante los primeros meses de 2021, pues muchas de las imágenes aportadas hacen parte de la presente edición.
Patrick Morales Thomas Director Instituto Distrital de Patrimonio Cultural
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Introducción
LEAVING BOGOTÁ, CA. 1852 SALIENDO DE BOGOTÁ, 20 DE JUNIO DE 1852. AL FONDO LA CATEDRAL Y EL CENTRO DE LA CIUDAD DESDE 16LA ALAMEDA VIEJA HASTA EL PUENTE DE SAN ANTONIO DE LA ZANJA EN FONTIBÓN. EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2003656953/.LITOGRAFÍA. BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
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En un predio en el extremo norte de Chapinero se construyó el parque Lago Gaitán hacia 1917 y en la periferia sur del centro de Bogotá se erigió el Luna Park en 1921. Los dos parques tenían cosas en común: aunque de propietarios diferentes, surgieron por iniciativa privada como “parques de diversiones” y se localizaron sobre importantes ejes de transporte y desarrollo, como el Ferrocarril del Norte, en el caso del Gaitán, y sobre la carrera 13 y el río Fucha, en el caso del Luna Park al sur de la ciudad. Su aparición tuvo lugar en un periodo de pasividad municipal con respecto a la intervención y gestión del espacio público, en el que el gobierno de Bogotá incluso cedió la administración y el cuidado de los parques, jardines y alamedas de la ciudad a la Sociedad de Embellecimiento1. Estamos hablando también de la etapa de algo más de dos décadas que transcurrió entre la inauguración
1 Existen diversas versiones sobre la fecha de constitución de la Sociedad de Embellecimiento: 1863, 1874, 1883, 1884, 1898, 1913 y 1917. En realidad, fue creada mediante el Decreto 10 del 17 de marzo de 1917, del alcalde de Bogotá, con base en una Resolución del Concejo de Bogotá expedida el 8 de julio de 1913. En un boletín que celebra el décimo aniversario de su fundación se aclara que las entidades anteriores fueron “Juntas Precursoras de la actual Sociedad de Embellecimiento y Mejoras Públicas de Bogotá”. “La sesión inaugural se verificó en el salón de la Alcaldía Municipal el 31 de marzo de 1917, […] se comisionó a los señores Marceliano Vargas, Antonio Izquierdo y José Joaquín Pérez para presentar un artículo relativo a las condiciones estéticas de las fachadas de los edificios que se construyan en la Ciudad, […] el socio Antonio Izquierdo ofreció un lote de terreno en Chapinero para la fundación de un semillero”. Daniel Ortega Ricaurte, “Décimo aniversario”, Boletín de la Sociedad de Embellecimiento (tercera época) 51, 372-373.
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del parque de la Independencia en 1910 y la concreción del proyecto del parque Nacional que situamos en 1934. A lo anterior podríamos sumarle también el fragoso proceso del parque del Centenario entre 1833 y 1925. El Luna Park desapareció en los años treinta luego de ser vendido por parcelas, mientras que el Lago Gaitán sobrevivió hasta la mitad del siglo XX, cuando se llevó a cabo su urbanización de manera fulminante. Con la desaparición de estos hitos urbanos de los años veinte se consolidó el lamentable fracaso en Bogotá de un paradigma urbano de la época, consistente en la organización de la expansión de la ciudad, a partir de la tensión generada alrededor de áreas verdes de escala considerable, ya fueran sistemas de parques y alamedas públicas producto de la iniciativa gubernamental, o áreas libres y verdes en torno a las cuales se generaban nuevas parcelaciones privadas con alta renta inmobiliaria. Y aunque el proyecto del parque Nacional tendría una extensión de área considerable, no fue planeado como parte de un sistema integrado con otras zonas de la ciudad, ni como un polo de expansión y aumento de la edificabilidad en sus zonas perimetrales. Dentro del contexto urbano un parque es una extracción de varios elementos que en mayor proporción son “naturales” o “verdes”. El parque a su vez permite ponderar la valoración que se hace en un determinado momento de los espacios verdes, en relación con el proceso de ocupación del territorio. En
LA PLAZA DE BOLÍVAR MOSTRANDO EN EL CENTRO DE SU RUDIMENTARIO EMPEDRADO LA SOLITARIA ESTATUA DE BOLÍVAR, ERIGIDA ALLÍ EN 1846, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR IX-658C.
OBRAS DE ORNATO PARA LA PLAZA DE BOLÍVAR DE BOGOTÁ, 1862 “1. ESTATUA DE BOLÍVAR. 2. ÁRBOLES ALREDEDOR DE LA ESTATUA. 3. CUADRO PARA SITUAR MÚSICA EN EL CENTRO DEL PARQUE. 4. COLUMNAS DE 2 METROS DE ALTURA I 80 CMTS DE ALTO. 5. ESTANQUES CON SURTIDORES DE TUBOS DE HIERRO DE 1 METRO DE ALTOS. 6. CALLES TORTUOSAS DE ÁRBOLES. 7. CUADROS DE FLORES. 8. REJA INTERIOR DE MADERA, LAS VARILLAS PEQUEÑAS TENDRÁN 1 METRO DE ALTO I LAS GRANDES 150 CENT. 9. PASEO ENLADRILLADO O ARENADO PARA EL PÚBLICO EN CONTORNO DEL JARDÍN. 10. REJA ESTERIOR”. AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS 4, REF. 38ª.
PLAZA DE BOLÍVAR, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XVI-1264B.
el caso de Bogotá y como antecedente al momento en el que surgieron el Lago Gaitán y el Luna Park, podrían describirse varios modelos que demuestran una secuencia de contrastes y relaciones directas entre la manera de concebir lo ocupado —la urbanización— y el vacío natural —el parque y/o la plaza—. El primer modelo es el de la plaza fundacional colonial de piso “duro”, centro de actividades públicas como el mercado y la picota, que se prolongó por tres siglos. Este paradigma se transformó durante los años del proyecto republicano a finales del siglo XIX, incorporando pequeños espacios ajardinados alrededor de bustos y esculturas, lo cual convirtió las plazas en la imagen conmemorativa del Estado, sus héroes y próceres.
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A inicios del siglo XX surgió un fuerte deseo por transformar en pulmones verdes las plazas coloniales y por construir nuevos parques extramuros. Este movimiento se alimentó ideológicamente de la mezcla de influencias, y de la interpretación de los modelos aplicados en las ciudades europeas y norteamericanas. Desde altos escenarios del poder social y gubernamental, personajes pertenecientes a los círculos intelectuales y políticos del país y de la ciudad, propusieron el desarrollo de Bogotá, teniendo en cuenta las influencias que sobre América Latina y Colombia ejercían los modelos del urbanismo francés, inglés y norteamericano de mediados del siglo XIX. Aunque el pensamiento de la época
se concentró en la imagen de las ciudades europeas, en la práctica se dio un giro que paulatinamente fue insertando en los parques y también en el trazado de los barrios los elementos propios del urbanismo norteamericano de principios del siglo XX. Las dos primeras décadas del siglo XX se caracterizaron por un fuerte debate acerca de la mejor ciudad posible, y se creó una serie de imaginarios urbanos sobre la construcción de nuevos equipamientos y la definición de parámetros claros para el crecimiento ordenado de Bogotá. Estos ideales no se materializaron y quedaron apenas en el campo de las propuestas. En el caso de los parques, existía cierta disposición hacia la construcción de nuevos espacios públicos ajustados a los tratados urbanos, estéticos y paisajísticos predominantes en el urbanismo europeo del siglo XIX, pero también en este campo los resultados tangibles se vieron disminuidos por las dificultades económicas y políticas del periodo. A lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX, se identifica un importante discurso y paradigma urbano: el parque de recreo como escenario lúdico y lugar de concentración de actividades relacionadas con el esparcimiento de los ciudadanos. Este discurso estuvo concentrado, en el caso de la capital, bajo el poder ideológico y político de la Sociedad de Embellecimiento, que dispuso libremente la transformación del espacio público, de la mano de las fuerzas económicas y de control de la propiedad privada de las tierras que
ejercían los mismos fundadores, miembros y seguidores de dicha Sociedad2. Siguiendo de cerca el modelo norteamericano del parque de diversiones, que se expandió rápidamente por todo el mundo durante la segunda década del siglo XX, en el caso bogotano se utilizó como recurso de atracción hacia predios no desarrollados, con fines de especulación sobre el precio de las tierras y renta urbana a través de proyectos de urbanización. Este ideal llevó implícita la búsqueda de un amplio sector de empresarios (los más leales seguidores de las ideas enunciadas anteriormente), quienes sumaron el poder económico con el impulso de las reformas, como medio para adquirir terrenos urbanizables de rápida valorización, basados en un modelo de renta y aprovechamiento del suelo. Urbanizadores privados, banqueros, empresarios y comerciantes promovieron y desarrollaron la expansión del espacio urbano ocupado, movidos por el alto interés y el 2 Desde enero de 1918 la Sociedad de Embellecimiento administró los parques, jardines y avenidas públicas de Bogotá. Este hecho marcó su carácter hegemónico sobre gran parte del espacio público, lo que permitió un nivel de intervención suficiente para dar a conocer e intentar materializar su proyecto de “higienización, ornato y embellecimiento” del espacio público de la ciudad. Para 1928, la administración delegada de la Sociedad de Embellecimiento había completado más de una década de actividades. A inicios de la década de los treinta decayeron considerablemente su capacidad de control y su poder político, por lo que poco a poco fue perdiendo la importancia que tuvo durante los primeros años, hasta quedar relegada de cualquier función pública hacia 1935.
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valor de prestigio que encerraba la adquisición de tierras, y no necesariamente como producto de una alta demanda de viviendas. Apoyados en su papel de propietarios, socios o negociantes de extensiones considerables de terrenos, se convirtieron en promotores de nuevas urbanizaciones, especialistas financieros y constructores. Esta ciudad construida, edificada y visible se valió de los discursos sobre embellecimiento urbano, con el fin de fortalecer los principios que garantizarían operaciones inmobiliarias exitosas.
El papel de la Sociedad de Embellecimiento Durante el periodo 1918-1928 la Sociedad de Embellecimiento administró los espacios públicos de Bogotá, propuso la construcción de nuevos lugares y el mejoramiento de los que ya existían, con el fin de darles condiciones adecuadas de ornato, higiene y belleza. Concibió los parques, alamedas, jardines y calles como trazas urbanas y entornos comunes a todos sus habitantes, por medio de los cuales sería posible transmitir el pensamiento modernizador y civilizador, que contribuiría en la formación de una adecuada cultura cívica. Es decir, el espacio público y los parques, más allá de sus aspectos puramente físicos y formales, se convertirían en soporte y pieza principal de una visión ideológica y política.
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En esta vía, el Concejo Municipal adoptó al pie de la letra varias normas sobre higiene y ornato de la ciudad. Los dos proyectos más importantes que se impulsaron fueron, por una parte y como ya se mencionó, la administración de los parques, jardines y avenidas de la ciudad en 1918 por parte de la Sociedad de Embellecimiento, que otorgaba a esta el suficiente margen de acción para transformar lo construido3, y, por otra, la adopción del plano Bogotá Futuro como eje de la expansión de la ciudad en 1918, aunque este solo se adoptó por ordenanzas de 1920 y acuerdos de 1923 y19254. La principal función a cargo del alcalde de Bogotá en este periodo era hacer respetar las disposiciones del Concejo5, así como cumplir funciones policivas y de control asignadas para el funcionamiento de la estructura gubernamental. Su papel administrativo era entonces secundario ante la cantidad de proposiciones que tuvieron los miembros del Cabildo, en particular su presidente, quien, como en el caso de Raimundo Rivas, ejerció casi en simultáneo la presidencia de la
3 Concejo de Bogotá, Acuerdo 51 del 6 de diciembre de 1917, https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/ Norma1.jsp?i=10548 4 Concejo de Bogotá, Acuerdo 74 del 7 de noviembre de 1925, https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/ Norma1.jsp?i=10031 5 Por Decreto 61 de diciembre de 1917 se reorganizó la Sociedad de Embellecimiento: “será integrada por treinta miembros ad honorem, nombrados por el Alcalde para un periodo de dos años, el cual comenzará a contarse desde el día 1 de enero de 1918”. Ortega Ricaurte, “Décimo aniversario”, 379.
PORTADA DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE EMBELLECIMIENTO 15, MARZO DE 1927. FUE UNA PUBLICACIÓN SERIADA DE APROXIMADAMENTE 60 BOLETINES EMITIDOS ENTRE 1918 Y 1928. ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ.
DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD DE EMBELLECIMIENTO, 1927 “EL DOMINGO CELEBRÓ LA BENEMÉRITA SOCIEDAD DE EMBELLECIMIENTO EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN. NUESTRA FOTOGRAFÍA MUESTRA EL PARQUE DE GIRARDOT (ANTIGUA PLAZA DE LAS CRUCES), DURANTE LA ENTREGA HECHA A LA MUNICIPALIDAD, COMO UNO DE LOS NÚMEROS DEL PROGRAMA DE FESTEJOS”. EN: EL GRÁFICO XVI, N.O 825, 2 DE ABRIL, 1927, 919.
Sociedad de Embellecimiento y del Concejo Municipal. Los dos parques en los que se concentra esta publicación —el Luna Park y el Lago Gaitán— nacieron por iniciativa particular y sin participación aparente de las autoridades locales. El Lago Gaitán fue, al parecer, el único espacio concebido únicamente para un parque de diversiones. El Luna Park, en cambio, se utilizó como mecanismo de atracción hacia nuevas zonas urbanizables en la periferia de
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la ciudad, amparado en el discurso de las viviendas dignas, salubres, rodeadas por la naturaleza y en un ambiente que engrandecía el espíritu y la moral. A la larga, los únicos beneficios tangibles de este proceso fueron los rendimientos económicos que lograron sus promotores mediante la venta de los lotes y parcelas. Si vemos las cosas con mayor profundidad, nos encontramos ante un ciclo manejado por los mismos poderes. La Sociedad de
BUSTO DE SANTIAGO PÉREZ, S. F. ESTE BUSTO SE INAUGURÓ EL 24 DE SEPTIEMBRE DE 1933 EN LA AVENIDA COLÓN. EN LA IMAGEN SE OBSERVAN EL DISEÑO DE LA CALLE Y EL ARBOLADO DE LA ÉPOCA. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XIV-1133.
Embellecimiento como grupo construyó imaginarios urbanos, definió una ciudad deseable y agitó los ánimos colectivos sobre el progreso de la capital. Las autoridades de los gobiernos nacional y municipal lo apoyaron desde sus posiciones, y finalmente los urbanizadores y/o especuladores, que inevitablemente hacían parte o controlaban a los dos grupos anteriores, iniciaron proyectos de urbanización, beneficiados por la flexibilidad brindada por las leyes hechas a la medida de sus intereses.
Los actores a los cuales nos referimos en este trabajo, sobre todo en el caso del Luna Park, (y, por qué no, otros como Antonio Izquierdo), son a la vez políticos, ideólogos, comerciantes, terratenientes, urbanizadores y constructores. En la aspiración de transformar la ciudad y el espacio público, el parque como idea material se constituye en el escenario físico privilegiado de sus propuestas y de intereses particulares claramente establecidos y aprovechados.
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Estructura de la rueda de la fortuna La presente publicación desarrolla el proceso de los parques Lago Gaitán y Luna Park como espacios privados de recreo, para luego describir las particularidades de la valorización y posibles escenarios de especulación urbana que concurrieron en su posterior urbanización. En el primer capítulo se explora como antesala la imagen paradigmática de los parques en el espacio urbano desde el siglo XVIII en Europa, con varias referencias a elementos relevantes del urbanismo moderno, como la superposición del trazado de jardines y parques privados, incorporados en los planes de ensanche de ciudades francesas. También, el desarrollo de grandes parques como ejes de expansión en los casos de Londres y Liverpool, hasta llegar a las primeras décadas del siglo XX en Norteamérica, con el surgimiento del amusement park o parque de diversiones, en el auge de los movimientos del city beautiful y el city planning. Se cierra con una corta referencia a la importancia de estos antecedentes en el contexto local. En el segundo apartado, se aborda el contexto de la ciudad en los años previos a la aparición del Lago Gaitán y el Luna Park; se hace una clara mención al proceso inicial de densificación del núcleo central de Bogotá y la consecuente expansión hacia el sur y el norte producto de la parcelación de terrenos para nuevos barrios. Así mismo, se presentan algunas referencias importantes sobre la transfor-
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mación de los espacios públicos coloniales en nuevos parques o plazas de corte republicano. Este capítulo cierra con la descripción de varios lugares de recreo y esparcimiento de la época, junto con la narración del complejo proceso de materialización de los parques del Centenario de Bolívar en 1883 y de la Independencia en 1910, permeados incluso por la pugna en la especulación de tierras entre el Gobierno y los terratenientes. En la tercera parte se reconstruye la historia de los dos parques de diversiones que, ubicados cada uno en los extremos norte y sur de Bogotá, tuvieron intereses y procesos independientes, como veremos más adelante. En primer lugar, describe la fragmentación de las grandes haciendas en terrenos más pequeños y luego se detalla la vida recreativa y social propia que tuvo lugar en cada parque, hasta llegar a los pormenores de su loteo y urbanización. El cuarto capítulo cierra la rueda de la fortuna con el análisis de algunos temas concluyentes sobre el urbanismo del periodo iniciado con la aparición de los parques Centenario y de la Independencia, hasta la construcción del parque Nacional, momento en el cual podríamos decir que culmina para Bogotá la búsqueda del proyecto urbano de los parques públicos y privados. Desde este momento se daría paso a nuevos ciclos, como por ejemplo el debate sobre planes viales y de transporte muy vigente desde 1938, o la posterior y eterna planeación de la primera línea del metro que abarcó más de medio siglo y llegó hasta años recientes.
El parque dentro del sistema urbano PLANTA CARNÍVORA NEPHENTES HOOKERII. PLANCHA N.O 61, 1867-1873 EN: HTTP://BIBLIOTHEQUE-NUMERIQUE.INHA.FR/IDURL/1/17298. ADOLPHE ALPHAND, LES PROMENADES DE PARIS: HISTOIRE, DESCRIPTION DES EMBELLISSEMENTS, DÉPENSES DE CRÉATION ET D’ENTRETIEN DES BOIS DE BOULOGNE ET DE 26 VINCENNES, CHAMPS-ELYSÉES, PARCS, SQUARES, BOULEVARDS, PLACES PLANTÉES, ÉTUDES SUR L’ART DES JARDIN (PARÍS: J. ROTHSCHILD. EX-LIBRIS BIBLIOTHÈQUE DE PAUL LACOMBE, 1832).
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El urbanismo de la primera mitad del siglo XX en Bogotá partía de los principios que se habían aplicado en Europa y Estados Unidos desde mediados del siglo XIX sobre el ensanche de las ciudades. Por ejemplo, el debate que se dio en nuestra ciudad en los años veinte y treinta del siglo pasado no trataba sobre las teorías contemporáneas de la época, como los modelos de Le Corbusier en Hacia una arquitectura6 de 1923 o Precisiones7 de 1929. Por el contrario, los paradigmas urbanos que se discutían eran las obras ya ejecutadas en ciudades como París, Londres, Chicago y Nueva York, y que se remontan a los procesos de expansión de los centros fundacionales o núcleos originarios, que datan de los siglos XVIII y XIX. Desde mediados del siglo XVIII hasta principios del siglo XX, las ciudades europeas y luego las estadounidenses se expandieron a partir de la lógica establecida por varios elementos: parques, avenidas y ferrocarriles. Las ciudades europeas redefinieron sus límites y aumentaron las áreas ocupadas, a partir de la generación de nuevas tensiones urbanas, debidas a la implantación de parques o plazas conectados con otras zonas por avenidas y calles arboladas.
mecanización de los sistemas productivos, cambian el sistema de los asentamientos europeos, tanto en cantidad como en calidad […] El aumento de la población y el desplazamiento del campo a la ciudad, provocan el crecimiento8.
Este sistema de tensiones hacia la periferia se rigió por la aparición de elementos que jalonaron y determinaron el sentido de la urbanización. En unos casos, el paulatino movimiento del límite de crecimiento hacia la periferia dio paso a los nuevos asentamientos y, en otros, fue debido a la liberación de áreas para el desarrollo urbano por saltos o por partes. Los parques son los principales elementos de tensión. Por ejemplo, el urbanismo norteamericano, “la ciudad del laissez faire, comparable con el modelo estructural de la ciudad burguesa europea: concentración comercial y productiva en el centro, y una amplia y elástica reserva de la fuerza de trabajo en la periferia”9, impulsó, con el surgimiento del city planning y el city beautiful movement, la aparición de espacios verdes dentro de la cuadrícula (cuadrillage), trazado que determina el mecanismo de explotación de las nuevas urbanizaciones.
Los mecanismos de la Revolución Industrial, el aumento de la producción industrial y la 6 Le Corbusier, Hacia una arquitectura, trad. Josefina Martínez Alinari, 2.ª ed. (Barcelona: Poseidón, [1923] 1978). 7 Le Corbusier, Precisiones, respecto a un estado actual de la arquitectura y del urbanismo, trad. Johanna Givanel (Barcelona: Poseidón, [1929] 1979).
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8 Leonardo Benévolo, La ciudad europea, trad. María Pons (Barcelona: Crítica, 1993), 167. 9 Giorgio Ciucci et al., La ciudad americana. De la guerra civil al New Deal, trads. Montserrat Alos y Josep Quetglas (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1975), 193.
COLTON’S NEW YORK CITY: BROOKLYN, JERSEY CITY, HOBOKEN, ETC., 1879 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/00557441/. NUEVA YORK: G.W. AND C.B. COLTON & CO. [PLANO] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
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A su vez, en la primera expansión de las ciudades latinoamericanas, que tuvo lugar después de las guerras de Independencia, durante los proyectos de consolidación de las nuevas repúblicas, se idealizó un modelo que tiene como base la construcción de parques y ejes viales arborizados, junto con la transformación de zonas deterioradas, por acción de los beneficios que se obtienen de los nuevos espacios públicos. Todo ello elaborado a partir de las influencias de los discursos europeos y norteamericanos. Para Marshall Berman, la modernización de las ciudades presenta el contraste entre el “hombre de la calle”, propio del urbanismo del siglo XIX, y el “hombre del automóvil”, en el siglo XX. Estas dos situaciones establecen paradigmas análogos de planificación, con diferentes respuestas en el espacio urbano. El signo distintivo del urbanismo del siglo XIX fue el bulevar, [y el parque] un medio para reunir materiales y fuerzas humanas explosivos; el sello del urbanismo del siglo XX ha sido la autopista, un medio para separarlos. […] una forma de modernismo se activa y se agota tratando de aniquilar a otra, todo en nombre del modernismo10. 10 Marshall Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire: la experiencia de la modernidad, trad. Andrea Morales Vidal (Ciudad de México: Siglo Veintiuno Editores, 1999), 167. Berman señala la diferencia entre el modernismo de Haussmann, que creó un “entorno en el que las realidades urbanas podían hacerse fácilmente mágicas y soñadoras. […] Proyectó un amplio sistema de planificación urbana, que incluía mercados centrales, puentes, alcantarillas, abastecimiento de agua, la Ópera y otros palacios destina-
Si partimos de la existencia de estos dos paradigmas, podemos señalar que la expansión de las ciudades latinoamericanas, que inició en promedio a partir de mediados del siglo XVIII, estuvo marcada por el parque y la calle como elementos ordenadores en la prolongación de la ciudad o en la perforación de la traza existente. El paradigma de la autopista y la torre, por lo menos en el caso de Bogotá, se estableció a mediados del siglo XX, y repitió el mismo proceso de adaptación del automóvil, cuando el sistema ya se había comprobado en otras ciudades. En esta transformación de las ciudades son tan importantes los espacios públicos en sí mismos como lo que se construye alrededor de ellos. Por lo tanto, los parques cumplen dos roles diferentes: primero, como objeto aislado (un asunto de composición y/o estilo), en el que se ordenan ciertos elementos naturales, como corrientes de agua, arborización, caminos, colinas y fuentes, con el fin de destinarlos al esparcimiento, recreo o contemplación11. El segundo señala su papel dos a la cultura, una gran red de parques”, y el modernismo o “momento mágico de Le Corbusier en los Campos Elíseos, [en el que] nace la visión de un mundo nuevo: un mundo totalmente integrado de altas torres rodeadas de amplias áreas de césped y espacio abierto —la torre en el parque— unidas por superautopistas aéreas y provistas de garajes subterráneos y arcadas con tiendas. […] un mundo espacial y socialmente segmentado: aquí la gente, allí el tráfico, aquí el trabajo, allí las viviendas”. Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire, 169. 11 Parque: “Terreno destinado en el interior de una población a prados, jardines y arbolado para recreo y ornato”. RAE, Diccionario de la lengua española, consultado el 6 de octubre de 2009, http://rae.es/parque
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dentro del espacio urbano y su relación con los demás elementos de la ciudad, principalmente el trazado (redes de calles y avenidas) y la misma arquitectura. El parque es el artefacto urbano que más activo se demuestra en la reorganización silenciosa de modalidades de ocupación del suelo: en una ciudad (en este caso Buenos Aires), sin grandes tradiciones de reflexión urbanística y sin instrumentos públicos afinados de intervención, el parque será también una de las modalidades de transformación cualitativa de la ciudad a través del cual el poder público realizará una progresiva experiencia de gestión metropolitana. El parque se irá constituyendo así […] en un instrumento privilegiado de intervenciones puntuales correctoras del curso de un laissez-faire […] El parque se constituye en un ideal siempre incompleto: un instrumento que en los objetivos específicos va siempre a la zaga de la “realidad” de la ciudad, pero cuyos efectos “silenciosos” no siempre son interpretados”12.
Es decir, además de los aspectos evidentes y comunes sobre la inserción de un parque en la ciudad, existen complejidades en su naturaleza, en los personajes que los impulsan, en los intereses de quienes se benefician 12 Adrian Gorelik, La grilla y el parque: espacio público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887-1936, eds. Anna Mónica Aguilar, Rafael Centeno y Victoria Villalba (Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 1998), 151. Negrillas en el original.
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directa o indirectamente y en las diferentes perspectivas que existen en la ciudad sobre su aparición. Esto nos presenta un panorama muy amplio de relaciones y definiciones, que complementan la noción que tenemos de los elementos que conforman y caracterizan estos espacios, como se puede encontrar a continuación en el análisis de algunos referentes.
Paradigmas externos: ideas e intercambios En Bogotá, desde finales del siglo XIX, se percibían inconformidades y problemas en el modo de habitar, que generaron los cambios que la ciudad requirió para adaptarse a los nuevos modos de vida. Particularmente, este problema se acentuó por la carencia de infraestructura, y el desequilibrio entre el número de pobladores y el área habitable disponible. La necesidad de superar la fuerte densificación del centro fundacional y la carencia de reglas y comportamientos de urbanidad motivaron un cambio en la manera de pensar y de construir el espacio urbano. A principios del siglo XX existían numerosas asociaciones cívicas, que eran controladas por un pequeño sector de la población, el cual pretendía conformar un sentido cívico y la responsabilidad colectiva de lo público. Poco a poco la alcaldía, el cabildo y las mismas asociaciones quedaron reunidos bajo el poder y
la responsabilidad de esta “élite burguesa conformada por los comerciantes, los profesionales y los intelectuales de la ciudad”13. En un contexto más amplio y a partir de una compleja red de interacciones con otros territorios latinoamericanos, norteamericanos y europeos, se presentaron distintos modelos de parque que se presumieron posibles de aplicar al espacio público en Bogotá, y que pretendían una transformación primeramente física y luego cultural del espacio, en la búsqueda de un nuevo modelo urbano moderno. Por ejemplo, Berjman (1998) se refiere a dos modelos de parque en las ciudades argentinas: “el español y el francés”, adaptados en el territorio latinoamericano, sin importar las marcadas diferencias culturales y geográficas con las regiones a las cuales hacen referencia. Las ideas y proyectos urbanos europeos y norteamericanos de mediados del siglo XIX y principios del XX influyeron fuertemente en la construcción de las ciudades latinoamericanas. Los planes de Haussmann en París, en los cuales el espacio público conformado por parques, plazas y avenidas eran un componente vital, lograron un reconocimiento tal que su ejemplo se expandió por diferentes lugares del mundo, incluida América Latina. Posteriormente, Adolph Alphand dirigió el Servicio de Parques de París, creado en 1885 13 German Mejía Pavony, Los años del cambio: historia urbana de Bogotá, 1820-1910, 2.ª ed. (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana; Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 2000), 398.
con la intención de transformar ideológica y físicamente la ciudad. Aunque la idea principal era intervenir primeramente el espacio urbano local, el proyecto francés consideró importante aconsejar técnicamente a aquellas municipalidades dispuestas a seguir desde lejos el ejemplo de París. Esta expansión del modelo francés fue vista como una conquista pacífica, que se dio en todas las latitudes, con el fin de lograr ciudades amables, saludables, higiénicas y democráticas14. Las ideas modernizadoras llegaron a Latinoamérica por medio de viajeros, inmigrantes, comerciantes e industriales. Política, ideológica y físicamente, la transformación y construcción de las ciudades latinoamericanas durante esta época siguieron de cerca las recomendaciones y el ejemplo francés. Su “expansión en todas latitudes”15 exigió la presencia de reconocidos urbanistas y jardineros provenientes de Francia, preferiblemente de la Escuela de Horticultura de Versalles, con amplios conocimientos del arte de la horticultura. En 1880 el Gobierno colombiano suscribió en París un contrato con el arquitecto italiano Pietro Cantini (1847-1929) como diseñador de parques del Ministerio de Fomento, quien arribó al país el 4 de junio de 188016. También se contó con la presencia de 14 Ver Sonia Berjman, Plazas y parques de Buenos Aires: las obras de los paisajistas franceses, 1860-1930 (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1998), 24-27. 15 Berjam, Plazas y parques. 16 Jorge Ernesto Cantini Ardila, Pietro Cantini: semblanza de un arquitecto (Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, 1990), 55.
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PERFILES Y PLANTAS PARA VÍAS PÚBLICAS. PLANCHA N.O 138, 1867-1873 EN: HTTP://BIBLIOTHEQUE-NUMERIQUE.INHA.FR/IDURL/1/17298. ADOLPHE ALPHAND,LES PROMENADES DE PARIS: HISTOIRE, DESCRIPTION DES EMBELLISSEMENTS, DÉPENSES DE CRÉATION ET D’ENTRETIEN DES BOIS DE BOULOGNE ET DE VINCENNES, CHAMPS-ELYSÉES, PARCS, SQUARES, BOULEVARDS, PLACES PLANTÉES, ÉTUDES SUR L’ART DES JARDIN (PARÍS: J. ROTHSCHILD. EX-LIBRIS BIBLIOTHÈQUE DE PAUL LACOMBE,1832.
FACHADA DEL TEATRO COLÓN, BOGOTÁ, OBRA DEL ARQUITECTO ITALIANO PIETRO CANTINI ENTRE 1885 Y 1892, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR V-377A
Florence Claes17, urbanista belga contratado en 1924, y con la del urbanista norteamericano Harland Bartholomew en 1931, quien presentó una propuesta para desarrollar un plan de crecimiento para Bogotá, que fue duramente criticada por su superficialidad y el alto costo económico de su trabajo. Es decir que, desde el retiro de Cantini en 1920 hasta la llegada del arquitecto austriaco Karl Brunner (1867-1960) en 1933, al parecer no estuvo vinculado de manera relevante al Ministerio de Obras Públicas o a la Secretaría de Obras Públicas Municipales ningún arquitecto o urbanista extranjero encargado de los temas relacionados con parques o jardines públicos18. Puede decirse entonces que la ciudad se encaminó hacia la modernización, la industrialización, el desarrollo y la reforma de su 17 Citado en Amaris Chávez, “Plazas, parques, jardines y avenidas en Bogotá, 1920-1930”, Textos. Documentos de Historia y Teoría 14 (2006): 119. 18 Según Hofer, “la estadía de Brunner en Colombia fue larga […] su trabajo entre 1933 y 1938 fue interrumpido solamente por los cuatro meses que estuvo en Santiago (de agosto a diciembre de 1934). Desde 1938 hasta 1948 Brunner trabajó como asesor del gobierno, como urbanista privado y como profesor universitario en Bogotá, Cali y otras ciudades”. Andreas Hofer, Karl Brunner y el urbanismo europeo en América Latina (Bogotá: El Áncora Editores; Corporación La Candelaria, 2003), 115. Sobre el trabajo de Bartholomew como urbanista, Brunner escribió: “Una investigación hecha por el urbanista Harland Bartholomew acerca de las dimensiones de lotes y de la densidad de población en 22 urbanizaciones independientes en los Estados Unidos (siendo satélites seis de estas ciudades), reveló lo siguiente: el término medio del área de lotes para casas de una sola familia era de 6.679 pies cuadrados (620 m2)”. Karl Brunner, Manual de urbanismo, vol. II (Bogotá: Imprenta Municipal, 1940), 85.
espacio urbano, dentro de un contexto especial. Internamente enfrentó grandes dificultades en distintos aspectos de la vida social y política, con un cubrimiento muy bajo de las necesidades básicas de sus habitantes y precarias condiciones cívicas y culturales en el espacio urbano. Por otro lado, en medio de las limitaciones mencionadas, la ciudad no fue ajena al debate y las influencias externas sobre los temas domésticos que causaban mayor preocupación, por lo que se buscaron respuestas y referencias en aquellos lugares de los cuales pudiera valerse para lograr dar el gran salto hacia su verdadera transformación. Como se verá a continuación, los nuevos espacios públicos que se trató de construir durante la época debían responder no solo al deseo local de desarrollo, sino también al ánimo de relacionarse con los grandes discursos urbanos que habían probado sus resultados en otras latitudes.
LA INFLUENCIA DE LOS TRATADISTAS Y EL PASO DE ANDRÉ POR COLOMBIA El parque se diferencia del jardín19 principalmente a partir de dos aspectos: su 19 Por ejemplo, en el Renacimiento italiano, el principio del jardín se origina a partir de la huerta o del vallado para el cultivo de plantas comestibles u ornamentales. En este sentido, se establece plenamente el concepto del dominio del hombre sobre la naturaleza y su intención de contenerla dentro de una forma perfecta, como un círculo, un cuadrado, un rectángulo, o también mediante el uso de trazados poligonales de hexágonos u octógonos, en los cuales
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vocación pública o de servicio público y su implantación estratégica en la estructura de la ciudad. El parque es en este caso —sin importar su trazado o composición— un elemento que hace parte de un sistema urbano más complejo. La idea del gran espacio verde privado destinado a un determinado propietario y sus más cercanos allegados o colaboradores (el jardín) se transformó en la posibilidad de construir grandes parques públicos en las ciudades. Es decir, no cambió la manera de concebir estética y formalmente los trazados ni los paradigmas de diseño, sino que adquirieron otra vocación, para facilitar el acceso de los pobladores a estos lugares. El jardín privado de iniciativa y construcción individual se transformó en un parque público, decretado por gobernantes y obviamente desarrollado con dineros de la ciudad. Para el caso que nos atañe, hacer referencia al modelo del parque francés en el siglo XIX es de gran importancia. Este incorporó elementos característicos del jardín inglés del romanticismo o “paisajista”, que se había dado en el siglo XVIII de la mano del pensamiento de la Ilustración, para transformar la percepción de la naturaleza y la idea del hombre como ser dominante de todo lo que lo rodea. La posición ya no era de control sobre aquella, sino deben primar la simetría y la axialidad, lo que resalta el papel del hombre como centro del universo. Ver Francesco Fariello, La arquitectura de los jardines: de la Antigüedad al siglo XX, 2.a ed., ed. y trad. Jorge Saínz (Madrid: Librería Mairea y Celeste, 2000), 20-69.
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que se creó una actitud pasiva y permisiva hacia la búsqueda de cierta “pureza natural”, que anulaba cualquier separación entre jardín y paisaje, o entre lo natural y lo artístico. En este caso, el hombre y la naturaleza eran uno solo y estaban regidos por la sabiduría divina, que creó las formas naturales cargadas de belleza y perfección. Aunque el jardín debía continuar respondiendo a estrategias compositivas y arquitectónicas, “los elementos debían aparecer casi como si hubieran sido dispuestos por la naturaleza misma”20. Por lo tanto, el jardín era una sublimación de la naturaleza en su estado más natural, intervenida en ciertos aspectos, con el fin de componer elementos que favorecieran una dimensión de solemnidad, melancolía e imaginación. El jardín inglés estaba compuesto únicamente por cuatro elementos, que son los mismos de la naturaleza en su estado inicial: el terreno, las plantas, el agua y las rocas, a los que se sumaban elementos secundarios introducidos por la mano del hombre, como las edificaciones y los ornamentos escultóricos. La combinación y modificación de estos instrumentos eran lo que lo conformaba y caracterizaba. En Francia, sin embargo, los arquitectos no aceptaron la fórmula como un modelo libre de críticas y modificaciones, y el papel de los paisajistas, arquitectos y horticultores france-
20 Fariello, La arquitectura de los jardines, 209.
PLANO DE LIVERPOOL CA 1900-1910. EN LA PERIFERIA DE LA CIUDAD SE OBSERVA LA APARICIÓN DE NUEVAS ZONAS URBANIZADAS ALREDEDOR DE GRANDES PARQUES. EN LA PARTE INFERIOR SE ENCUENTRA SEFTON PARK, PROYECTO DEL CONCURSO GANADO POR EDUARD ANDRÉ Y LEWIS HORNBLOWER. ADEMÁS DEL PARQUE, LA FIRMA CONOCIDA COMO MESSRS ANDRÉ & HORNBLOWER ARCHITECTS DISEÑÓ LOS EDIFICIOS Y VIVIENDAS A CONSTRUIR EN EL ENTORNO DE SEFTON. BARTHOLOMEW, JOHN, AND JOHN BARTHOLOMEW AND SON. “PLAN OF LIVERPOOL.” MAP. EDINBURGH: BARTHOLOMEW & SON, 1910. DIGITAL COMMONWEALTH, HTTPS://ARK.DIGITALCOMMONWEALTH.ORG/ARK:/50959/HT2505071.
ses en el desarrollo de este modelo de jardín fue un poco más activo. se alinearon con el estilo paisajista, [pero] se atuvieron a criterios muy sencillos: composición unitaria del conjunto; búsqueda de efectos amplios; pureza de formas y de líneas en el trazado de los paseos y en el modelado del terreno; aplicación y delicadeza en la distribución de las plantaciones […], reduciendo el tema del jardín a sus verdaderos términos de
composición estética, liberándolo así de prejuicios estilísticos y culturalistas21.
De la escuela de paisajistas y horticultores franceses se destacan Louis Varé, Pierre Barillet-Deschamps, Édouard André y los hermanos Bühler, en su totalidad alumnos y seguidores de Jean-Charles-Adolphe Alphand, ingeniero y paisajista nombrado por
21 Fariello, La arquitectura de los jardines, 270.
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ENSAMBLE DE SEFTON PARK, LIVERPOOL, S. F. “ENSAMBLE DE SEFTON PARK, LIVERPOOL. ED. ANDRÉ Y L. HORNBLOWER, ARQUITECTOS. GRAN PARQUE PÚBLICO, CREADO EN UN TERRENO ATRAVESADO POR DOS VALLES Y ORIGINALMENTE OCUPADO POR UNA FINCA AGRÍCOLA. RÍOS Y LAGOS LABRADOS ARTIFICIALMENTE; LAS PLANTACIONES SON MÁS RECIENTES. LOS TRABAJOS INICIARON EN 1867 Y SE TERMINARON EN 1872. ÁREA: 156 HECTÁREAS, SIN INCLUIR NUEVOS TERRENOS EDIFICABLES”. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA). EN: HTTPS://LCCN.LOC.GOV/82466904. EDOUARD FRANÇOIS ANDRÉ, L’ART DES JARDINS: TRAITÉ GÉNÉRAL DE LA COMPOSITION DES PARCS ET JARDINS / PAR EDOUARD ANDRÉ (PARÍS: G. MASSON, 1879), LÁMINA VIII.
Haussmann en la dirección y coordinación del Service des Promenades et Plantations. Edouard André (1840-1911, horticultor y arquitecto francés, paisajista, botánico, escritor, profesor y gran viajero) nació en Bourges, Francia. Estudió horticultura con su padre en Angers y a la edad de veinte años fue nombrado jefe de jardineros de París. En 1886 ganó, junto a Lewis Hornblower, un concurso público para diseñar el Sefton
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Park de Liverpool y en 1875 fue enviado por el Gobierno francés a una expedición por Suramérica, en la cual documentó más de 3.400 especies de plantas. André remitió en 1868 (sin visitar la ciudad previamente) un anteproyecto no ejecutado para Buenos Aires, mientras ejercía también como jardinero principal del Servicio de Parques de París y trabajaba en el proyecto
RÉCOLTE DES SCHOMBURGKIA (RECOLECCIÓN DE SCHOMBURGKIA), 1884 ÉDOUARD FRANÇOIS ANDRÉ, DISEÑO DE E. RIOU, CON BASE EN UN CROQUIS DEL AUTOR. ACUARELA, 15,7 X 15,2 CM, BLANCO Y NEGRO. COLECCIÓN DE GRABADOS BIBLIOTECA LUIS ÁNGEL ARANGO. PUBLICADO EN: ÉDOUARD FRANÇOIS ANDRÉ, L’AMÉRIQUE ÉQUINOXIALE (COLOMBIE-EQUATEUR-PEROU) (PARÍS, LIBRAIRIE HACHETTE, 1869), 168.
para Sefton Park en Liverpool (1866-1872), logrado mediante un concurso público22. En 1875 André viajó por Colombia y documentó diversas especies vegetales y animales (peces, aves, entre otros): subió el Río Magdalena hasta Honda en la clásica y entonces indispensable mula que en tres días lo condujo hasta Bogotá, viajó a través de la Cordillera Oriental a los Llanos de San Martín, visitó los cultivos de la Región de Soacha, la Catarata del Tequendama, Fusagasugá, Pasca, Pandi y el famoso puente natural de Icononzo, las montañas en los alrededores de Viotá y luego descendió por Tocaima hasta Guataquí en el Río Magdalena. Se dirigió a la Cordillera Central atravesando Chaparral, por el paso del Quindío llegó a la Villa de Cartago, y de Cali al Río Dagua, Popayán y Pasto. Visitó la Laguna de la Cocha y los Páramos de Chimbalán y Guapuscal, Por Túquerres bajó a Barbacoas y también subió al Volcán Azufral y de Rumichaca siguió hacia Ecuador camino de Tulcán finalizando su viaje en septiembre de 1876 23. 22 Sobre la influencia y el trabajo de los paisajistas franceses en Sudamérica ver también Berjman, Plazas y parques de Buenos Aires, 30; y Alberto de Paula y Vicente Rodríguez Villamil, “Carlos Thays”, en El tiempo de los parques, comp. Sonia Berjman (Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires; Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas Mario J. Buschiazzo, 1992), 13. 23 Carlos Chardon, “C. Édouard André (1840-1911), jardinero-naturalista y sus viajes por Colombia y el Ecuador”, Caldasia IV, n.o 19 (30 de mayo, 1947): 286, consultado el 28 de junio de 2021, https://repositorio.unal.edu.co/handle/ unal/48832
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A pesar de su exitosa carrera como urbanista y de reunirse personalmente con el presidente, Santiago Pérez Manosalva, al parecer no recibió ningún encargo relacionado con el diseño de parques y jardines en Colombia. Su filosofía sobre jardinería y horticultura fue presentada en L’art des jardins (traité général de la composition des parcs et jardins), publicado en 187924. Su obra se desarrolla teniendo en cuenta los efectos del relieve y la disposición de las plantaciones, con el fin de lograr extensas y profundas vistas del conjunto. En el tratado, establece una serie de clasificaciones y parámetros de diseño; tipologías; y análisis formales, estéticos, arquitectónicos y paisajísticos de los parques, lo que permite verificar la aplicación de los cánones franceses a los temas relacionados con el espacio público. Según André, los parques y jardines se clasifican por distinciones de género y estilo, de acuerdo con los criterios compositivos y el contexto en el que se insertan. Aunque sigue los principios del modelo inglés descrito anteriormente, en su tratado L’art des jardins señala claramente la separación que existe entre el jardín francés de la segunda mitad del siglo XIX, con respecto a los modelos clásicos y del romanticismo: El género que actualmente tiende a sustituir en Francia al estilo clásico de Le Nôtre y al estilo romántico de Laborde 24 Édouard François André, L’art des jardins: traité général de la composition des parcs et jardins (París: G. Masson, 1879).
no pertenece ni al uno ni al otro. Este género tiene una fisonomía propia, bien definida, que se distingue claramente de esa manera de hacer que estaba en boga en la primera mitad de este siglo. De la unión íntima del arte y de la naturaleza, de la arquitectura y del paisaje, nacerán las mejores composiciones de jardines que nos solicitarán en este momento. […] esta es la tarea de los paisajistas en el futuro25.
La distancia de André con respecto a los espacios clásicos y el paisajismo inglés, además de ideológica, se manifiesta en el trazado y composición de los parques y jardines que proyecta. Del jardín alemán señala que el prado central está demasiado dividido por caminos, las vistas no tienen direcciones claras, los cruces están poco estudiados y las flores de los canteros están mal colocadas. Del inglés destaca la gran sobriedad en el tratamiento de las avenidas y el cuidado por ocultar la masa verde en los sectores de servicios de la propiedad. –El francés por su parte tiende a la armonía entre todas las partes, como un término medio entre los tres estilos, que permitiría llegar a una ciencia más exacta del trazado de los jardines26. 25 André (1879), citado en Fariello, La arquitectura de los jardines, 277. 26 André (1879), citado en Berjman, Plazas y parques, 65. Una crítica a la concepción de los parques y jardines de André la escribió Gromort en 1934: “esta sucesión de elipses y círculos tangentes, por el interior o por el exterior, con o sin puntos de inflexión, cansa por su artificialidad bastante más que las líneas geométricas de una composi-
EJEMPLO DE UN JARDÍN FRANCÉS MODERNO, DE EDOUARD ANDRÉ, 1879 “EJEMPLO DE UN JARDÍN PAISAJÍSTICO EN EL GÉNERO FRANCÉS MODERNO. TRAZADO ARMÓNICO DE LAS CURVAS, CON EXAGERADA FRAGMENTACIÓN EN LA PARTE CENTRAL, EN DETRIMENTO DE LA UNIDAD DE LA COMPOSICIÓN Y LA EXTENSIÓN DE LOS EFECTOS PAISAJÍSTICOS. TAMAÑO APROXIMADO 7 HECTÁREAS. LÁMINA V”. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA.) EN: HTTPS://LCCN.LOC.GOV/82466904. ÉDOUARD FRANÇOIS ANDRÉ, L’ART DES JARDINS: TRAITÉ GÉNÉRAL DE LA COMPOSITION DES PARCS ET JARDINS / PAR EDOUARD ANDRÉ (PARÍS: G. MASSON, 1879), 464.
PLAN DE MONTEVIDEO. TEXTO DEL PLANO: PLANO GENERAL DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO INCLUYENDO LOS PARQUES, JARDINES PÚBLICOS, PLAZAS, BULEVARD MARÍTIMO, AVENIDAS PLANTADAS, VÍAS NUEVAS RECTIFICADAS, DIVISIÓN PARCIAL EN LOTES. PRESENTADO POR ED. ANDRÉ ARQUITECTO PAISAJISTA, PARÍS, ENERO 1891. “RAPPORT SUR LE PROJET DE TRANSFORMATION ET D’EMBELLISSEMENT DE LA VILLE DE MONTEVIDEO (URUGUAY) PRESENTÉ A LA JUNTA ECONÓMICO-ADMINISTRATIVA POR MR. ED. ANDRÉ, ARCHITECTE PAYSAJISTE À PARIS”. CENTRO DE DOCUMENTACIÓN E INFORMACIÓN DEL INSTITUTO DE HISTORIA DE LA ARQUITECTURA. FADU, UDELAR. CDI, IHA.CARP.1597, PÁG., 2A
DETALLES DEL TRAZADO DEL PARQUE DEL MIGUELETE, INCLUYENDO LAS ÁREAS PERIMETRALES PARA URBANIZACIÓN, CONSTRUCCIONES Y JARDÍNES PRIVADOS. TEXTO DEL PLANO: CIUDAD DE MONTEVIDEO. PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN DEL PARQUE MUNICIPAL DEL MIGUELETE (PRADO). PRESENTADO POR ED. ANDRÉ ARQUITECTO PAISAJISTA, PARÍS, ENERO 1891. “RAPPORT SUR LE PROJET DE TRANSFORMATION ET D’EMBELLISSEMENT DE LA VILLE DE MONTEVIDEO (URUGUAY) PRESENTÉ A LA JUNTA ECONÓMICO-ADMINISTRATIVA POR MR. ED. ANDRÉ, ARCHITECTE PAYSAJISTE À PARIS”. CENTRO DE DOCUMENTACIÓN E INFORMACIÓN DEL INSTITUTO DE HISTORIA DE LA ARQUITECTURA. FADU, UDELAR. CDI, IHA.CARP.1597, PÁG., 16A
André estudió los tres trazados según el estilo: “el alemán tiene algunas fallas como el prado central muy dividido, las vistas sin direcciones claras y los cruces poco estudiados. El inglés es de gran sobriedad en el tratamiento de avenidas. El francés atiende la armonía entre todas las partes”27. Este es el modelo que establece los parámetros de diseño de parques, avenidas y jardines franceses del siglo XIX, y que adoptó Adolphe Alphand (1817-1891) como director del Servicio de Parques de París entre 1852 y 1879, quien coordinó las obras generales de espacios verdes, encargadas a diversos paisajistas y horticultores, que debían transformar ideológica y físicamente la ciudad. Y estas ideas fueron las que le permitieron regresar a Latinoamérica en 1890 y, en compañía de su hijo René, elaborar un plan para Montevideo que incluía el trazado del sistema de avenidas y un sistema de parques y bulevares, siguiendo cuidadosamente el paradigma parisino. En el caso de Bogotá, a pesar de la escala reducida y los pocos parques existentes, la aplicación de planteamientos de André se llevó a cabo principalmente en la transformación de las antiguas plazas coloniales, que como ya se mencionó estuvo en manos de la Sociedad de Embellecimiento28. ción simétrica ordenada con sencillez. ¿A quién se quiere hacer creer que la naturaleza sea tan realmente experta en el ‘diseño gráfico’?”. En Fariello, La aquitectura de los jardines, 276. 27 André (1879), citado en Berjman, Plazas y parques, 63. 28 Ver el análisis de Cendales Paredes sobre el diseño del
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LONDRES Y PARÍS: EL PARQUE Y LA ESTRUCTURA DE EXPANSIÓN DE LAS CIUDADES Crecimiento urbano a partir del parque, la avenida y el square Un ejemplo muy temprano de construcción de espacios verdes como ejes de expansión para responder a la acelerada urbanización y el desarrollo de nuevos asentamientos inició en Londres en el siglo XVIII, con la llegada constante de nuevos pobladores, nobles o campesinos, obreros, sirvientes, comerciantes y personajes acaudalados, lo que generó un rápido incremento en el número de habitantes. Londres se convirtió en pocos años en la ciudad de “productores, capital del comercio mundial y de la industria, […] de los consumidores, la ciudad de la corte, de la nobleza y de los capitalistas retirados”29. En corto tiempo los solares y las grandes casas se dividieron, para dar paso a nuevos lugares de habitación y la ciudad se densificó. Londres era, en 1666, una típica ciudad medieval con calles y pasajes estrechos y serpeantes. La mayor parte de los edificios eran de estructura de madera, con frecuencia parque de la Independencia, que incorpora los elementos tipológicos descritos por André para el trazado de parques y jardines. Claudia Cendales Paredes, La vida privada de los parques y jardines públicos. Bogotá, 1886-1938 (Bogotá: IDPC / Alcaldía Mayor de Bogotá, 2020), 127-135. 29 Anthony Edwin James Morris, Historia de la forma urbana: desde sus orígenes hasta la Revolución Industrial, 2.ª ed., trad. Reinald Bernet (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1985), 301.
DETALLE DEL RECORRIDO DE REGENT’S STREET ENTRE ST. JAMES PARK Y REGENT’S PARK, 1862 EN: HTTPS://ARK.DIGITALCOMMONWEALTH.ORG/ARK:/50959/JH344003Z. LONDON: GUIDE TO THE INTERNATIONAL EXHIBITION. SUPLEMENTO DEL ILLUSTRATED LONDON NEWS, 24 DE MAYO, 1862. BOSTON PUBLIC LIBRARY.
REGENT’S PARK ,S.F. “MOSTRANDO EL SITIO DE LAS 26 VILLAS (NUMERADAS DE 1 A 26), DESTINADAS A CONSTRUIRSE DENTRO DEL ÁREA DEL PARQUE”. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA.) EN: HTTPS://WWW.RCT.UK/COLLECTION/702583/REGENTS-PARK. REGENT’S PARK. BOOSEY, J. & CO.: 310 STRAND. ROYAL COLLECTION TRUST. RCIN 702583.
provistos de techumbres de paja, y sus plantas superiores volaban sobre las calles con vistas a obtener la máxima superficie posible de suelo30. Entre junio y diciembre de 1665 la peste mató a 90.000 personas. Un año después, un incendio devastó 13.200 viviendas que ocupaban 151 hectáreas, situación que afectó directamente a un número de habitantes cercano a los 80.000; el colapso además se acrecentó si se tiene en cuenta que las viviendas arrasadas eran, en su mayoría, el lugar de trabajo de comerciantes y artesanos31. La reconstrucción inmediata a raíz de estas catástrofes y las necesidades generadas por la llegada de los nuevos pobladores exigieron la creación de nuevos desarrollos para vivienda, comercio y actividades de gobierno, con los cuales se vio ampliamente beneficiada la iniciativa y hubo presión de los intereses privados de propietarios de terrenos, que tenían una gran tradición en el impulso de nuevos desarrollos. El modelo de reconstrucción se estableció un año después de la catástrofe en el Act of Rebuilding Plan de 1667. Se determinó aumentar el ancho de las calles y la construcción de un sistema de plazas amplias, no solo circulares o elípticas, sino de diversas 30 A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 301. 31 Para Morris, la evolución de la población fue así: en 1650 tenía 350.000 habitantes. Pese al incendio y a la peste en 1700, Londres era “la mayor ciudad de Europa” con 550.000 habitantes, y en 1800 ya tenía 900.000. A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 294 y 300.
formas, en las que rematarían grandes ejes de perspectiva, conectados con otras plazas o con edificaciones significativas. El plan limitaba las posibilidades de los propietarios de terrenos, ya que, además de imponer cargas de expropiación, reducía el nivel de aprovechamiento económico y financiero pretendido por duques y empresarios. Esto llevó en 1774 a la expedición del Building Act, que fijó nuevos parámetros de urbanización, que privilegiaban y liberaban la iniciativa privada y la renta particular del suelo, de acuerdo con la “lógica del mercado”. El modelo de crecimiento fijado en estas dos reglamentaciones fue el de desarrollo por “partes”, cuyos límites se definían en la ocupación de la totalidad, o de una sección específica de la propiedad de un grupo familiar o de socios interesados. Este urbanismo combinaba el interés del terrateniente, generalmente de corte aristocrático, para quien además se reservaban los predios que rodeaban el square y el mercado, con las intenciones del constructor especulador, que construía las casas y se beneficiaba ampliamente como intermediario. Este trabajo comprendía el desarrollo total de la parte según el principio de “unidad urbanística completa”, que incluía las calles adyacentes, los mercados y la iglesia. El square es un espacio de forma definida rectangular o cuadrada, alrededor del cual se construyen edificios de alturas y ritmos similares, y se destaca el diseño de fachadas
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uniformes y análogas. Las calles se conectan en ángulo con el square y la parte central de este se reserva para el trazado de un parque o jardín, alrededor del cual se organiza el nuevo barrio o conjunto. Lo que distingue a los squares es la claridad de la forma planimétrica y la coherencia compositiva de las cortinas edilicias que a él miran, con una altura constante […] Las calles desembocan en ellos en los ángulos y más raramente en eje con los lados del perímetro planimétrico, mientras que el resto de la superficie se deja a la vegetación, dando lugar a parques o jardines bien trazados. Con esta técnica serán parcelados los terrenos privados (estates) en las nuevas ampliaciones, confiando a los squares el papel del centro de barrio. Se inicia así este proceso de formación de las zonas residenciales por partes formalmente completas […] que dibuja la tipología urbanística que caracterizará la edificación de los barrios ingleses y el desarrollo urbano de Londres32. La estructura y relación parque-avenida-square dispone el crecimiento de la ciudad y conforma un sistema jerárquico de funciones. El parque se convierte en el centro de un espacio de grandes dimensiones, que beneficia áreas privadas o “fincas” de distintos propietarios, localizadas en las zonas circundantes o sobre los ejes que los 32 Benedetto Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa: 1750-1960, trad. Juan Calatrava Escobar (Madrid: Akal, 1998), 26.
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comunican. El square en menor escala es el elemento que ordena el desarrollo de las urbanizaciones que hemos mencionado antes como estate, finca o parte. Las calles conforman una red que relaciona estos espacios. Una gran avenida atraviesa la ciudad conectando entre sí hitos significativos como parques y edificios representativos; diagonales y calles de menor escala se tejen dentro de los terrenos parcelados hacia el square. El norte de la ciudad de Londres tuvo un desarrollo muy temprano por la acción de especuladores urbanos, que propusieron el modelo del square como medio de desarrollo de sus predios, como en Cavendish Square (la finca se llamaba Cavendish-Harley), iniciada desde 1717 y que se consolidó solo hacia 1770. Un ejemplo más complejo es el sistema urbano que se conformó a partir de la apertura de Portman Square (C) entre 1761 y 1769, y Portland Place (B), por donde posteriormente, hacia 1774, se trazó Regent’s Street y luego Regent’s Park en 181233.
33 En El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde se describe el escenario del square, en el capítulo décimo, cuando Jekyll narra: “Me arreglé la ropa que llevaba encima lo mejor que pude, y llamé un coche para que me condujera a una posada de la que recordaba el nombre, en Portland Street”. El Dr. Lanyon, por su parte, reside en uno de los costados de Cavendish Square: “Apagó la vela, se puso un gabán y salió. Iba derecho a Cavendish Square, esa fortaleza de la medicina en que, entre otras celebridades, vivía y recibía a sus innumerables pacientes el famoso doctor Lanyon, su amigo. ‘Si alguien sabe algo es Lanyon’, había pensado”. Robert Louis Stevenson, El Dr. Jekyll y Mr Hyde, trad. Carmen Criado (Madrid, Alianza Editorial 2011), 12, cap. 2: “En busca de Hyde”.
El proyecto de Regent’s Park fue ideado en 1812 por John Nash (1752-1835), en un terreno propiedad de la Corona, con el fin de construir una escena rural dentro de la ciudad. Las nuevas viviendas que se elevarían alrededor de este parque estarían alejadas de la urbe y tendrían las imponentes vistas de los jardines de una casa de campo. Con su habilidad política, Nash articuló todos los intereses y dio a cada uno el mayor beneficio posible. El trazado de la Regent’s Street conectó el parque con la residencia del príncipe regente y, años después, unió los extremos norte y sur de la ciudad. “Nash creó una vía triunfal que atravesaría la capital siguiendo un eje norte-sur, uniendo diferentes espacios verdes”34. A su vez, proyectó ciertos cambios de dirección de la calle, con el fin de mantener distancia con los squares que quedaban a su paso, y proyectó diversos elementos como circus y crescents (rotondas), en los cruces con las vías importantes de los nuevos barrios. La función principal de su propuesta “vino marcada por la lógica de los bienes raíces” e incluso “Nash, llevado por su instintos inmobiliarios, había previsto un exceso de residencias en el parque, tanto en forma de casas aisladas, como en el grandioso great circus”35.
34 Michel Baridon, Los jardines: paisajistas, jardineros, poetas. Siglos XVIII-XX, vol. III, ed. José Tito Rojo, trads. Juan Calatrava y José Luis López Jiménez (Madrid: Abada Editores, 2008), 230. 35 A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 301.
Para algunos, Regent’s Park se constituyó en el elemento que controló el crecimiento desbordado y “el monstruoso Cáncer de ladrillo que iba extendiendo sus brazos en todas direcciones”36. Pero también es claro que urbanísticamente logró efectos articuladores favorables. Creó un polo de atracción y organización hacia el norte de Londres, y construyó un eje que tejió una red de avenidas conectadas entre sí y hacia el interior de las partes en el square. Es propiamente un ejemplo de la síntesis entre los elementos del jardín inglés y un proyecto urbano rodeado de especuladores interesados en la renta del suelo en las zonas inmediatas y en las parcelas cercanas. Renta del suelo a partir del sistema bosque, bulevar y place El terreno donde Le Nôtre construyó el Jardín de Versalles por encargo de Luis XIV era inapropiado para las respuestas que debían darse al programa del jardín, lo que hizo necesario drenar el área, ampliar una colina y canalizar el recurso hídrico existente en las cercanías, con obras como la desviación del río Biévre y la toma de agua del Sena. En la composición, el eje central predomina como paseo principal que remata en el horizonte. La mayor riqueza en el diseño de este jardín está en la red de paseos ortogonales y diagonales, que multiplican las direcciones del recorrido y las visuales en diferentes sentidos. Se aplicó un sistema de tres ejes 36 A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 318.
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longitudinales dispuestos de forma radial, desde la entrada del palacio y la plaza de armas. En el sentido transversal, diversas calles conectadas por places definen la forma de las manzanas. Es un jardín con un claro plan urbanístico: Existe una conexión directa entre la utilización del modelo de calles radiales en la ciudad y muchos detalles del trazado del parque; además, Le Nôtre había figurado como proyectista en la operación del planeamiento que trazó ejes radiales similares en los Champs Elysées y en el Cours-la-Reine, al oeste de los jardines de las Tullerías en París37.
La obra de Le Nôtre trascendió el campo de la jardinería y se convirtió en un esquema aplicable al trazado de las ciudades. En diversas ocasiones se han puesto de manifiesto las ascendencias históricas de los patterns morfológicos adoptados por Haussmann en sus trazados viarios —en “estrellas”, en “tridente” o en “cruz”— inspirados en la Roma de Sixto V, en el Versalles de Le Nôtre y, en un sentido más amplio, en el culte de l’axe barroco38.
El parque de carácter público, destinado a la mayor cantidad de habitantes posible y no reservado para unos pocos, se convirtió en uno de los elementos principales en la re37 A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 253. 38 Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa, 39.
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novación de las ciudades francesas. En esta transformación de las teorías sobre crecimiento y expansión, el paisaje y la naturaleza estaban íntimamente ligados al bienestar de los pobladores. En poco tiempo fue muy común la aparición de diferentes tratados sobre clasificación de los jardines, parámetros de composición, el uso de la vegetación y el manejo apropiado de las escenas y espacios, en los cuales se incluyeron combinaciones entre los tipos o modelos de jardín39. Estos tratados construyeron una nueva imagen de la ciudad, a partir de la incorporación de elementos naturales en el espacio urbano. Según la teoría del tratadista francés Marc-Antoine Laugier publicada en 1753, “el diseño de los parques está ligado al origen de la renovación de la morfología urbana”. Hay que considerar una ciudad como un bosque. Las calles de aquella son los viales de este, y se deben trazar del mismo modo. Lo que constituye la belleza esencial de un parque es la multitud de viales, su anchura, 39 De algunos de estos tratados debemos señalar aspectos en común, en especial, la clasificación de los espacios según el efecto deseado: 1774. Essai sur les jardins, de Claude-Henri Watelet. Tres tipos de jardín: el pintoresco, el poético y el romántico. 1775. Sur la formation des jardins, de Antoine-Nicolas Duchesne. Le da mayor importancia al jardín clásico y lo considera necesario en los alrededores del edificio, pero incorpora el diseño del paisaje de acuerdo con el modelo inglés, en los espacios más exteriores al edificio al que sirven. 1776. Théorie des jardins, de Jean Marie Morel. Cuatro géneros de jardín: el paisajista, el parque, el jardín (que se diferencia del paisajista por su escala) y la granja.
PLANO DE DETALLES DE VERSALLES. ELABORADO POR LEMONIER; GRABADO DE FAVRIN, CA. 1805-1812 EN: HTTPS://ARK.DIGITALCOMMONWEALTH.ORG/ARK:/50959/HT2506921. PLAN DE LA VILLE ET DU CHÂTEAU DE VERSAILLES. DRESSÉE SURE LES LIEUX PAR LEMONIER; GRAVÉ PAR FAVRIN. BOSTON PUBLIC LIBRARY
PLAN GENERAL DE PARÍS, PARQUES Y BULEVARES. LOS DOS GRANDES PARQUES: BOIS DE BOULOGNE, A LA IZQUIERDA; BOIS DE VINCENNES, COSTADO DERECHO DEL PLANO. ADOLPHE ALPHAND, 1867-1873 EN: HTTP://BIBLIOTHEQUE-NUMERIQUE.INHA.FR/IDURL/1/17298. LES PROMENADES DE PARIS: HISTOIRE, DESCRIPTION DES EMBELLISSEMENTS, DÉPENSES DE CRÉATION ET D’ENTRETIEN DES BOIS DE BOULOGNE ET DE VINCENNES, CHAMPS-ELYSÉES, PARCS, SQUARES, BOULEVARDS, PLACES PLANTÉES, ÉTUDES SUR L’ART DES JARDIN (PARÍS: J. ROTHSCHILD. EX-LIBRIS BIBLIOTHÈQUE DE PAUL LACOMBE, 1832.
su trazado rectilíneo; pero no basta: es necesario que un Le Nôtre diseñe su planta, que ponga en ella gusto e inventiva, que se encuentren al mismo tiempo orden y singularidad, simetría y variedad; que aquí se vea una estrella y allá una pata de oca; a este lado calles en espiga, al otro calles en abanico, más allá paralelas; por todas partes cruces de diseño y figura distinta. Cuanto mayor sea la elección, la abundancia, el contraste, e incluso el desorden de esta
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composición, tantas más bellezas excitantes y deliciosas tendrá el parque —o la ciudad—40.
Bajo estas premisas de Laugier, se proyectó un plan para París en 1765, “a la gloria de Luis XV”, elaborado por Patte y acompañado de un ensayo también citado por Gravagnuolo41, denominado Des embellissements de París, que propuso gran variedad en los elementos 40 Marc-Antoine Laugier, Essai sur l’architecture (París, 1753), citado en Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa, 16. 41 Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa, 20.
del trazado de la ciudad y exigió la correspondencia en altura de las edificaciones y la conformación de un perfil uniforme en las calles. El plan también contempló la demolición de la muralla, sustituida por un anillo de bulevares, que se conectaron con el sistema de parques de Le Nôtre. Se añadieron vías concéntricas, que unían el interior de la ciudad con este anillo periférico y se incorporaron además elementos de ornato, fuentes, obeliscos, estatuas, piezas decorativas, extensos bulevares arbolados y places royales, “elementos que tienen una larga génesis en el proceso de construcción histórica de las ciudades europeas, pero que asumen una inusitada validez y una particular fisionomía en la transformación de París en el siglo XVII y XVIII”42. La aparición de nuevos espacios en las ciudades francesas abarca dos siglos, desde las obras de Colbert a mitad del siglo XVII, el plan de Patte en el siglo XVIII y la transformación de París en el XIX. Aunque es común señalar que “la historia de París en tanto que ciudad del mundo moderno empieza con Napoleón III y Haussmann —en el siglo XIX—, las semillas de los programas de embellecimiento que germinaron entonces fueron sembradas mucho antes, en el reinado de Luis XVI”43. Haussmann, como prefecto del Sena, incorporó toda la experiencia precedente, el sentido estético y urbanístico de la obra 42 Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa, 20. 43 A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 247.
Le Nôtre y la teoría sobre organización y embellecimiento de Laugier, en una escala mayor en la que los trazados en estrella y las diagonales, propios de los jardines franceses, se convirtieron en avenidas arboladas que atravesaban y conectaban las nuevas plazas, paramentadas por edificaciones uniformes en sus líneas horizontales, remates y alturas. Fue en torno de las plazas y la confluencia de calles sobre ellas como se organizaron la urbanización y el crecimiento de la ciudad44. Sobre Londres describimos un modelo de crecimiento y ocupación de nuevos barrios, a partir de lo que se denominó expansión por desarrollo de partes. En el planteamiento de Haussmann encontramos claramente una estrategia más global, que buscó generar estas nuevas áreas de desarrollo, no solo a través de la expansión territorial ilimitada, sino también dentro de la ciudad ya construida. 44 “La haussmannización —que coincide con una época de drásticas medidas de centralización económica y una violenta renovación urbana— fue posible por la convergencia de fuerzas como el autoritarismo urbano, las nuevas estructuras del capitalismo y la crisis urbana que agobió a París. La alianza entre la inversión pública y la privada, lograda bajo una intervención intimidante de los símbolos del capitalismo, hizo posible el trabajo de Haussmann. ”Su probidad lo hace un personaje perfecto en una era de especulación, opulencia —pública y privada— y normas morales flexibles. Haussmann fue un servidor público dedicado, además de un miembro orgulloso de la nueva burguesía, que cambió hacer dinero profesionalmente por el servicio público. Sus luchas más amargas fueron con el viejo establecimiento bancario, los propietarios ‘landlords’ y los especuladores, a quienes despreciaba. Todos eran, en opinión de Haussmann, hombres sin dimensiones cívicas y sin sentido de sus obligaciones hacia el bien común”. David P. Jordan, Transforming Paris: The Life and Labors of Baron Haussmann (Nueva York: The Free Press, 1995), 10, 224. Todas las traducciones son mías.
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Bajo las órdenes de Napoleón III, Haussmann emprendió la transformación de París, estableciendo una estructura administrativa que se dividió en varios frentes de trabajo, de acuerdo con sus intereses y las necesidades más importantes del plan, para los cuales designó a personas de su total confianza. Deschamps fue encargado del plan general, Belgrand se ocupó del agua y el alcantarillado, mientras Adolphe Alphand fue nombrado en 1854 ingeniero jefe de embellecimiento; Haussmann, por su parte, asumió el manejo de los fondos y finanzas, con el fin de enfrentar personalmente las decisiones sobre políticas de expropiación, plusvalía y financiamiento. Las reformas de París tuvieron como eje principal el cumplimiento de ciertas disposiciones personales y políticas que el emperador consideró favorables, tanto en el campo urbanístico (saneamiento, vías, parques, nuevas edificaciones) como en el plan de gobierno (mayores ingresos por impuestos, puestos de trabajo, transformación social y progreso). Napoleón III impulsó la construcción de nuevos espacios públicos a semejanza de los ingleses ya existentes; Haussmann elaboró un proyecto ordenado jerárquicamente mediante la distribución de espacios verdes en toda la ciudad y propuso el Bois de Vincennes en la periferia oriental, opuesto al Bois de Boulogne en el otro extremo. Para el Bois de Boulogne se había planeado un siglo atrás, en el primer régimen, un trazado rectilíneo propio del trazado del jardín francés de Le Nôtre. En el Segundo
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Imperio, y con Haussmann, los dos parques fueron construidos por Barillet-Deschamps bajo supervisión y colaboración directa de Alphand, con un trazado que correspondía con las ideas expresadas por los paisajistas franceses del siglo XIX. Aunque se concibieron de una manera complementaria, guardan ciertas diferencias debido a la zona en la que cada uno se ubica. El Bois de Boulogne se construyó en el oeste con algunas calles pavimentadas para los coches, algunos senderos de arena para los jinetes y algunos de tierra para los caminantes. Los canales de agua llegan hasta las partes del bosque donde se encuentra la más pintoresca vegetación; se construyeron dos cascadas y grutas y se plantaron árboles en todos los lugares; el valor de la tierra en las parcelas circundantes al bosque se incrementó quince veces45.
El Bois de Vincennes, ubicado en el suroeste de la ciudad, además de los bosques y el sistema de canales, albergaba algunas atracciones particulares como un hipódromo y un escenario que imitaba una granja rural. Debido a su cercanía con los barrios obreros 45 Jordan, Transforming Paris, 272. “El enverdecimiento de París fue un proyecto político para Haussmann. Como prefecto siempre asumió el papel principal en los trabajos, aunque en realidad la inspiración para la creación de espacios públicos fue del emperador”. Jordan, Transformig Paris, 282.
LE BOIS DE BOULOGNE ARCHITECTURAL. PLAN GÉNÉRAL, 1856-1858 BOIS DE BOULOGNE TRANSFORMADO POR ADOLPHE ALPHAND CON LA ESTRUCTURA DE UN JARDÍN PAISAJÍSTICO EN: HTTPS:// WWW.PARIS.FR/ EQUIPEMENTS/ BIBLIOTHEQUEHISTORIQUEDE-LA-VILLE-DEPARIS-BHVP-16. BIBLIOTHÈQUE HISTORIQUE DE LA VILLE DE PARIS, 8-PLA-0094.
LA GRANDE CASCADE, BOIS DE BOULOGNE (LA GRAN CASCADA DEL BOIS DE BOULOGNE), CHARLES MARVILLE, 1858 EN: HTTPS://WWW. PARIS.FR/EQUIPEMENTS/ BIBLIOTHEQUEHISTORIQUE-DE-LAVILLE-DE-PARIS-BHVP-16. BIBLIOTHÈQUE HISTORIQUE DE LA VILLE DE PARIS, FONDS CHARLES MARVILLE, NV004-C-0219.
y populares, “se pretendía crear un parque que tuviese funciones y características distintas al de Boulogne, ya que estaba completamente rodeado por aglomeraciones superpobladas y su destino consistía en acomodar a grandes masas de ciudadanos”46. En esta nueva estructura que reformó el espacio urbano basada en la “ventilación” de la ciudad —que, para los opositores de Haussmann, era simplemente una manera de justificar las demoliciones—, las visiones naturalistas convivían con los intereses de terratenientes, que impulsaban la transformación de las ciudades francesas y promovían el desarrollo de nuevos asentamientos periféricos. Existía una idea de exaltación de la naturaleza mediante la incorporación en el paisaje de alamedas, bulevares y plazas, guiada por iniciativa de gobernantes y poderosos; a la vez, se buscaba expandir el área ocupada aumentando la renta sobre el suelo, a través de la construcción de nuevos barrios, iniciativa que surgió de los particulares47. 46 Fariello, La arquitectura de los jardines, 274. “El Bois de Boulogne se situó al oeste, junto a los barrios burgueses próximos a los Campos Elíseos; el Bois de Vincennes, en cambio, se ubicó al sureste, cerca de los barrios obreros y desplazados por las reformas de Haussmann”. Fariello, La arquitectura de los jardines, 272. 47 Las presiones de la nobleza al rey siempre estaban ligadas a sus intereses y a sus propiedades. De ahí que los tenedores de terrenos impulsaran continuamente el desarrollo y la expansión de las ciudades. “La función de la nobleza era casi exclusivamente ornamental. Estaban rigurosamente excluidos de todos los deberes ministeriales y de los consejos reales y no se les dejaba ejercer trabajos honrados de ninguna clase. La única cosa que se les permitía hacer era luchar y, por consiguiente, el más enérgico de ellos presionaba al rey para que fueran a la guerra a intervalos frecuentes.
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Alrededor de estas teorías de embellecimiento, reorganización, saneamiento y ensanche, en las cuales se reconoce la capacidad de Haussmann para llevar a cabo una transformación en el pensamiento de la ciudad —y la evidente influencia que tuvieron estos principios en las posteriores intervenciones en ciudades europeas y americanas—, surgieron algunas consideraciones de tipo económico y político, que detallaron el juego ambiguo entre las operaciones estrictamente urbanísticas y los intereses en el beneficio económico obtenido de este modelo de ensanche de la ciudad. En la práctica, el objetivo, perfectamente logrado, del plan haussmanniano es la potenciación de la renta del suelo como mecanismo de la expansión urbana y ciclo generador de riqueza autoinducida. Las tres redes (réseaux) de las nuevas infraestructuras viarias no solo revalorizan la renta de posesión de las áreas centrales, sino que abren programáticamente nuevas zonas edificables48.
Por medio del trazado de diagonales que generaron más frentes de manzana y la creación de places en terrenos desarrollables, que se conectaban con calles existentes o nuevas vías, se logró el aprovechamiento de las zonas demolidas o “ventiladas”, lo que aumentó el Los nobles franceses estaban exentos de cualquier impuesto, [pero] poseían fincas muy costosas de mantener y tenían que cumplir funciones ceremoniales muy onerosas”. A. E. J. Morris, Historia de la forma urbana, 251. 48 Gravagnuolo, Historia del urbanismo en Europa, 41.
beneficio económico derivado de su parcelación o reconstrucción. Además, se establecieron hitos monumentales, ejes de perspectiva y parámetros obligatorios de construcción, que homogeneizaron la imagen arquitectónica de los nuevos desarrollos, por lo menos en las alturas y en el diseño de las fachadas. Es importante observar el trabajo de Haussmann desde la conexión que existe en dos sentidos. Se construyeron grandes parques, nuevas vías, se arborizaron las avenidas y se transformó la imagen física de la ciudad, pero también se logró un gran empuje inmobiliario y especulador en el cual él participó conscientemente49. Sobre la construcción de los espacios públicos consignó en sus memorias: En 1850 había 47 acres de parques municipales, mientras que 20 años después, cuando fui retirado de mi cargo, había 4.500 acres (1800 hectáreas). Incorporé en la ciudad 80 plazas —más siete adicionales en las zonas anexas—. Casi duplico el número de árboles en avenidas y bulevares, con filas dobles a cada lado de las grandes calles. Además, planté árboles en todas las plazas públicas: plaza de la República, plaza de la Madeleine, plaza Malesherbes y plaza del Théâtre-Francais50.
49 Sobre la evolución de las demoliciones y la aparición de construcciones nuevas en París en el periodo 1850-1870, con Haussmann como prefecto, ver Gérard-Noël Lameyre, Haussmann: “préfet de Paris” (París: Flammarion Editeur, 1958), 144. 50 Jordan, Transformig Paris, 277.
La idea de un gobierno que construye las vías, provee los servicios públicos y organiza el tráfico, para que de manera privada e individual los propietarios procedan a su posterior desarrollo, no era nada correcta para Haussmann en su papel de prefecto. En su criterio, la expropiación de los terrenos necesarios para las obras públicas y el cobro de la plusvalía generada por el beneficio que el propietario obtenía de estas debían beneficiar también al Estado y financiar las intervenciones. También el Gobierno podía beneficiarse de la construcción en terrenos privados, exigiendo al propietario adelantar las obras en su totalidad, para finalmente retribuir los costos51. Es obvio que esto generó un gran rechazo en los propietarios de terrenos y en los opositores de Haussmann, quien recibió innumerables demandas, que perdió y debió acatar posteriormente, entre otras, las que derogaban sus proyectos de expropiación. Lo que marcó su salida fue la gran caída de su imagen y el juicio negativo de algunas de sus obras. En cierta forma, también perdió la batalla contra aquellos con quienes mantuvo
51 Benévolo señala sobre las cuentas de los trabajos: “Haussmann en los diecisiete años de actividad, gasta cerca de 2.500 millones de francos, recibe del estado solo 100 millones y no aumenta las tasas: se procura el dinero mediante deudas, que van saldándose a largo plazo porque las obras públicas hacen crecer la ciudad —que pasa de 1.200.000 a casi dos millones de habitantes y llega a los tres millones antes de acabar el siglo— y aumentan la renta media de 2.500 a 5.000 francos; la renta del ayuntamiento de París pasa así de 20 a 200 millones de francos al año”. Benévolo, La ciudad europea, 195. Las negrillas son mías.
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constantes fricciones, pero que en apariencia había beneficiado ampliamente: los terratenientes y especuladores. Para 1869 el ritmo de las expropiaciones parecía disminuir. Esta idea surgió porque la mayoría de los trabajos estaban en una zona escasamente urbanizada al oeste de París. Una vez que la mayor parte de las obras en el centro de la ciudad estaban terminadas, los proyectos de Haussmann dejaron de ser importantes para los terratenientes. La fiesta de la renovación había terminado para miles de propietarios. […] Las viejas disputas entre Haussmann y los landlords resultaron no solo por el cambio de actividades hacia el oeste de París, o por su arrogancia e impetuosidad. Era un problema estructural. La “haussmannización” descansaba económica y políticamente en la punta de una pirámide que respondía inadecuadamente a las necesidades y deseos de la burguesía parisina52. 52 Jordan, Transforming Paris, 310. Las negrillas son mías. Jordan enfatiza, además, lo siguiente: “Los ‘landlords’ de París —muchos a favor de la renovación urbana, muchos víctimas de la deteriorada provisión de viviendas, del congelamiento, o caída de las rentas y de la parálisis del comercio urbano— votaron en contra del gobierno en 1869, no porque hubiera poca intervención estatal en la ciudad, sino porque no habían obtenido lo suficiente bajo Haussmann. ”En realidad, el desprecio de Haussmann por los terratenientes era justificado. Ernest Picard expresó perfectamente que el odio burgués creció cuando notaron que la ciudad de París se convirtió en el más grande especulador de tierras, dejando por fuera a los propietarios o landlords. Incluso después de que los terratenientes obtuvieron mayores recompensas por sus terrenos mediante el dominio de los jurados de expropiación, no se consideraron
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CARICATURA DE HAUSSMANN COMO EL “ARTISTA DE DEMOLICIÓN”. (“HAUSSMANN AS ‘ARTISTE DÉMOLISSEUR’”), S.F. EN: HTTPS://REPOSITORY.LIBRARY.BROWN.EDU/STUDIO/ITEM/ BDR:80929/. PARIS: CAPITAL OF THE 19TH CENTURY. BROWN DIGITAL REPOSITORY, BROWN UNIVERSITY, LIBRARY.
El problema no radicó simplemente en la posición antagónica entre Haussmann y los landlords, sino en la esencia de los beneficios que cada uno deseaba. El papel del prefecto fue contrario al deseo y al beneficio económico particular, mientras que la “falta de compromiso social de los landlords”53 desarmó la estructura económica de financiación de los trabajos de “embellecimiento y ensanche”.
suficientemente recompensados”. Jordan, Transforming Paris, 310-311. 53 Jordan, Transforming Paris, 311.
DEMOLICIÓN DEL BULEVAR HAUUSMANN, CA. 1925 EN: HTTPS://GALLICA.BNF.FR/ARK:/12148/BTV1B9023129M.R=BTV1B9023129M?RK=21459;2 . GALLICA DIGITAL LIBRARY, LES TRAVAUX DU BOULEVARD HAUSSMANN [FOTOGRAFÍA] / AGENCE MEURISSE.
EL PARQUE DE DIVERSIONES DE LA CIUDAD NORTEAMERICANA Al referirnos en esta parte a las influencias del urbanismo norteamericano, debemos señalar su fuerte conexión y comparación con las ciudades y los “estilos” europeos, como la tendencia beaux-arts, dentro de la cual se menciona a Daniel Burnham como máximo exponente, y la ciudad clásica de canon romano, en la cual encontramos a Louis Sullivan y demás miembros de la escuela de Chicago54. 54 Sobre la biografía de Burnham y el Plan de Chicago ver:
También amerita una corta comparación el papel de los gestores de la intervención en las ciudades. Mientras que en los ejemplos citados anteriormente en Londres (Nash) y París (Haussmann) existieron ciertas iniciativas y parámetros del Estado sobre los modelos urbanos, e incluso ejercieron un
Chicago Public Library, “About Daniel Burnham”, 2009, 31 de octubre, https://www.chipublib.org/about-daniel-burnham/ Sobre Louis Sullivan ver: Art Institute Chicago, “Louis Sullivan Collection”, 2021, 28 de junio, https://www. artic.edu/archival-collections/digital-resources/louis-sullivan-collection
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cierto manejo o influencia en el control de la especulación, para Ciucci et al., en América, por el contrario, la generalización del quadrillage funciona como soporte neutral para la libre explotación de la plusvalía inmobiliaria, al mismo tiempo que la gestión urbana, en el Nuevo Mundo, por lo menos durante todo el siglo pasado, está en manos de los bosses de la construcción, sin que ninguna autoridad comparable a la de los prefectos europeos pudiera intervenir, ni siquiera en controles parciales55.
El espacio urbano tenía unas implicaciones políticas muy importantes para el especulador, ya que el sistema espacial de la ciudad norteamericana de principios del siglo XX se concebía con fines muy claros: división de clases, organización de las masas de inmigrantes y control del mercado de la fuerza de trabajo, entre otros. Esto exigía también segregar el espacio y construir partes aisladas entre sí, para evitar el contacto entre los grupos. Existe una delimitación contundente en la historiografía de la ciudad americana que separa dos movimientos que fácilmente pueden llegar a concebirse como parte de uno solo. Para los historiadores e investigadores, el city beautiful movement y el city planning movement fueron dos hechos que, aunque tenían ciertas conexiones y elementos en
55 Ciucci et al., La ciudad americana, 3.
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común, también estaban separados por diferencias ideológicas muy marcadas. El city beautiful, cuyo inicio estuvo marcado por la denominada “ciudad del capital” de finales del siglo XIX, y que tuvo su máximo punto de expresión en la exposición colombina de Chicago de 1893, se denominó la white city. Su modelo —el de la ciudad de Burnham— se replicó durante los cincuenta años siguientes alrededor del mundo. Según Ciucci et al., este movimiento concluyó con el hundimiento del Titanic, “City Beautiful flotante, que se ahoga miserablemente en la noche, junto con muchos otros personajes de la City Beautiful”. La verdadera City Beautiful es, para los americanos de aquella época —sobre todo, para D. H. Burnham— París: París de Napoleón (Primero y Tercero), del que Burnham tenía siempre un plano sobre la mesa. Y, para los Estados Unidos, la verdadera City Beautiful es Washington que, en cierto modo, tal como veremos, puede también considerarse única en el territorio nacional: la estabilidad de los valores, en el fondo, solo puede encontrar expresión completa en la capital, tras el gesto unitario de la White City56. La Exposición de Chicago de 1893 fue el paradigma y el punto más alto del city beautiful movement. Se reunió la máxima exigencia de edificación y volumen de Burnham, con el paisajismo de Olmsted y su defensa del 56 Ciucci et al., La ciudad americana, 62.
PLANO DE LA EXPOSICIÓN DE CHICAGO (WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION). HEINZE, H., A. ZEESE & CO., 1892 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2010587004/. SOUVENIR MAP OF THE WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION AT JACKSON PARK AND MIDWAY PLAISANCE, CHICAGO, ILL, U.S. A. CHICAGO: A. ZEESE & CO., ENGRAVERS. [MAPA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
EDIFICIOS DE ADMINISTRACIÓN Y DE MINERÍA. FOTOGRAFÍA DE JOHNSTON, F. B., 1892 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2021636191/ . ILL. CHICAGO, COLUMBIAN EXPO. [ESTADOS UNIDOS: S. E.] [FOTOGRAFÍA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE.UU.
ELECTRICAL BUILDING. WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION. WINTERS ART LITHOGRAPHING COMPANY, CA. 1892 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2003681665/. [FOTOGRAFÍA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO EE. UU.
THE FERRIS WHEEL. WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION, PRESS CHICAGO PHOTO-GRAVURE CO., 1893 EN: HTTPS://WWW.GUTENBERG.ORG/FILES/22847/22847-H/IMAGES/091.JPG. THE PROJECT GUTENBERG EBOOK OF OFFICIAL VIEWS OF THE WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION. C. D. ARNOLD (1844-1927); H. D. HIGINBOTHAM. ISSUED BY THE DEPARTMENT OF PHOTOGRAPHY
DISCO DE LA FERIA MUNDIAL. GRAN FINAL DEL ESTUPENDO Y ESPECTACULAR ACONTECIMIENTO DEL SHOW DEL TÍO SAM. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA.) OPPER, F. B., CHICAGO ILLINOIS, CA. 1893 EL TÍO SAM BAILANDO JUNTO A OCHO PERSONAJES QUE REPRESENTAN A OTROS PAÍSES. EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/93500086/. [FOTOGRAFÍA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
LARGE FERRIS WHEEL AT THE WORLD’S COLUMBIAN EXPOSITION CHICAGO, ILL. CHICAGO ILLINOIS, 1892 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2006680018/. [FOTOGRAFÍA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
área del Lagoon Park. De este esquema resaltamos dos aspectos: el intento de construir una ciudad ideal, a partir de la organización del conjunto de edificaciones alrededor de un lago artificial, y el manejo paisajístico que Olmsted logró con tres elementos: recorridos, agua y arbolado. Ciucci et al., en el análisis del conjunto, señalan lo siguiente: El Esquema está dirigido por algunos ejes visuales. Que, sin embargo, salvo el fundamental, que pasa por la puerta sobre el lago de Atwood y por el Administration Building de Hunt son muy lábiles. Además, la imposibilidad de recorrerlos debido a la existencia de los canales, hacía dificil la lectura del eje principal57.
La gran rueda, elemento icónico de esta exposición y posteriormente de los parques de diversiones, surgió cuando Burnham planteó la posibilidad de construir algo que rivalizara con la Torre Eiffel y “Ferris propuso, no sin dificultad, una rueda de estructura similar a las ruedas de Bicicleta, de 250 pies de diámetro, que hacía girar 36 vagones capaces, cada uno, para 60 personas”58. El city planning El city planning fue, en esencia, un ideal que propuso la organización por sistemas, cada uno dotado de los elementos suficientes para articular la ciudad. Según los historia57 Ciucci et al., La ciudad americana, 33. 58 Ciucci et al., La ciudad americana, 35.
ELEMENTOS ESENCIALES DEL CITY PLANNING. JOHN NOLEN, CA. 1915 CITY PLANNING: A SERIES OF PAPERS PRESENTING THE ESSENTIAL ELEMENTS OF A CITY PLAN, ED. JOHN NOLEN (NUEVA YORK: D. APPLETON, 1922). ARCHIVO UNIVERSIDAD DE MICHIGAN.
dores, respondió al city beautiful, pero llevó sus ideales a un campo más científico y eficiente, y sus conceptos lograron “un desarrollo significativo en el tercer mundo”59. El city planning estableció unos principios definidos para el funcionamiento de la ciudad, a partir de la integración de los elementos y los encuentros de sistemas. Por ejemplo, las vías están clasificadas por jerarquía y 59 Ciucci et al., La ciudad americana, 97.
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PLAN GENERAL QUE MUESTRA LOS SISTEMAS DE CALLES Y PARQUES, LOS SITIOS PARA EDIFICIOS PÚBLICOS Y OTROS ELEMENTOS DEL CITY PLANNING. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA), 1919 “A BRIEF SURVEY OF THE LAW RELATING TO THE CITY PLAN FOR AKRON, BY FRANK BACKUS WILLIAMS”, EN JOHN NOLEN, CITY PLAN FOR AKRON. PREPARED FOR CHAMBER OF COMMERCE (CAMBRIDGE, MA: THE UNIVERSITY PRESS, 1919), 69-77. ARCHIVO UNIVERSIDAD DE CORNELL.
ESQUEMA PRELIMINAR QUE MUESTRA LA PROPUESTA DE DESARROLLO DE LAS TIERRAS DE HAMPSTEAD GARDEN SUBURB. HAMPSTEAD TENANTS LIMITED, 1907 AL REFERIRSE AL “URBANISMO DE RAYMOND” O A LOS “BARRIOS CITY PLANING”, EL IDEAL PARA OLANO Y OTROS URBANIZADORES ES EL PROYECTO DE HAMPSTEAD GARDEN SUBURB, DESARROLLADO EN 1907 PARA LA TENANT’S SOCIETIES POR LOS ARQUITECTOS BARRY PARKER Y RAYMOND UNWIN, AFINES AL MOVIMIENTO GARDEN CITY Y A EBENEZER HOWARD. EN: BARRY PARKER Y RAYMOND UNWIN (ARQUITECTOS), HAMPSTEAD AND BALDOCK, MARCH. 1907. THE BRITISH LIBRARY BOARD. ASSET: G70075-46, MAPS 3479. (106). ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ.
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL DESARROLLO DE LONDRES. 1921 “UNWIN ESCRIBIÓ UN ARTÍCULO TITULADO “ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL DESARROLLO DE LONDRES”, PARA LA PUBLICACIÓN LONDRES DEL FUTURO EN 1921, INCLUYENDO IMÁGENES DE HAMPSTEAD GARDEN SUBURB COMO EJEMPLO DE CÓMO PODRÍAN VIVIR LOS LONDINENSES DEL FUTURO”. (LA TRADUCCIÓN ES MÍA.) ADEMÁS DE LA CLARA INFLUENCIA DE RAYMOND EN LOS URBANIZADORES COLOMBIANOS, VER TAMBIÉN EL ANÁLISIS SOBRE SU IMPACTO EN EL DESARROLLO DE NUEVOS BARRIOS EN CIUDADES DE ESTADOS UNIDOS Y DE LOS VIAJES A LONDRES PARA VISITAR LOS DESARROLLOS DE HAMPSTEAD GARDEN SUBURB EN: “A GROUP OF AMERICANS STUDYING ENGLISH PLANNING IN 1911”, EN JON PETERSON, THE BIRTH OF CITY PLANNING IN THE UNITED STATES. 1840-1917 (BALTIMORE: THE JHON HOPKINS UNIVERSITY PRESS, 2003), 233. EN: LONDON OF THE FUTURE (NUEVA YORK, DUTTON: ASTON WEBB, LONDON SOCIETY, 1921), 180. ARCHIVO UNIVERSIDAD DE INDIANA.
capacidad y los cruces vehiculares se organizan según el tráfico vehicular. Lo mismo debe ocurrir con los sistemas de abastecimiento, de trenes y tránsito, parques y zonas de recreo, y edificios públicos y religiosos. Dentro de esta retícula de sistemas, se lleva a cabo la zonificación de la vivienda y la industria, y se destinan las áreas para los suburbios y ciudades jardín.
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También fue un movimiento de congresos consecutivos, en los cuales se reunían planificadores de diversas corrientes a debatir los principios que debían regir a la ciudad moderna. Los proyectos del city planning tomaron como base los principios del city beautiful de Burnham, o del garden city de Howard, o del llamado zonning alemán de principios del siglo XX, pero siempre aplicando la lógica de la estandarización de patrones de desarrollo, con fines de renta. Para Peterson era,
en resúmen, una alianza entre arquitectos, planificadores, especuladores y “corredores de bienes raíces”60. El periodo de auge de estas ideas en los Estados Unidos fue entre 1909 y 1917. Si lo traemos a nuestro campo, fue el mismo principio de los planes futuros de las ciudades colombianas que surgieron hacia 1918. Bogotá Futuro es un proyecto tipo city planning, aunque sería oportuno analizarlo como un plan con más iglesias que parques, planteamiento acorde con lo que Dal Co definió como la comunidad utópica en algunas ciudades de la segunda mitad del siglo XIX: “algunas peculiaridades demuestran de qué manera las teorías sociales y religiosas han influido en la forma urbana de estos asentamientos”61. Bogotá Futuro es de cierta forma un proyecto de comunidad utópica católica y conservadora, comparable con lo que Dal Co explica sobre algunas ciudades americanas: “Incluso desde un punto de vista formal, las experiencias utópicas representan estructuralmente un nudo de continuidad entre la tradición reformadora urbana americana. En nuestra opinión, son los Mormones, quienes producen los modelos urbanísticos más asombrosos”62.
60 Jon A. Peterson, The Birth of City Planning in The United States. 1840-1917 (Baltimore: The Jhon Hopkins University Press, 2003), 291. 61 Ciucci et al., La ciudad americana, 153. 62 Ciucci et al., La ciudad americana, 153.
Tanto los planos como el texto de Bogotá Futuro, autoría del arquitecto Enrique Uribe Ramírez, están inspirados posiblemente en Olmsted y Nolen, aunque todos los gráficos y esquemas sobre trazados y tipologías aplicables que incluyó en la Revista Técnica de Obras Públicas están tomados literalmente de los trabajos de otros defensores de las mismas ideas. Por un lado, George McAneny, ideólogo del city planning y precursor de la conservación de edificios con valores históricos, quien entre 1913 y 1915 presidió el Board of Aldermen63 de Nueva York, e impulsó la zonificación y planeación a largo plazo de la ciudad, con el fin de ordenar el caos existente y lograr un crecimiento organizado. Por otro lado, Ricardo Olano, importante referente de quien hablaremos a continuación, junto con Raymond Umwin, fundador del Town Planning Institute de Londres en 1914, “célebre arquitecto inglés, dedicado a los problemas del urbanismo”64, cuyas obras se convirtieron en un referente de los urbanizadores norteamericanos de barrios de mediana escala; también varios de sus textos y discursos fueron traducidos y publicadas en Colombia en revistas de la época. El empresario Ricardo Olano fue un personaje central en el impulso del planeamiento de las ciudades colombianas en los años 63 Equivalente al Concejo Municipal. 64 Enrique Uribe Ramírez, “Bogotá Futuro. Por Enrique Uribe Ramírez. Ingeniero jefe de Obras Públicas de Cundinamarca”, Revista Técnica de Obras Públicas de Cundinamarca (Imprenta del Departamento) I, n.º 2 (febrero 1924): 51.
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DETALLE DEL PLANO DE BOGOTÁ FUTURO, 1923 EL PLANO MUESTRA EL PROYECTO DE EXPANSIÓN HACIA EL NORTE, SUR Y OCCIDENTE DE LA CIUDAD. EN LAS CONVENCIONES DEL PLANO SE INDICA: CIUDAD ACTUAL, CIUDAD FUTURA, IGLESIAS, PLAZAS DE MERCADO, PLAZAS COMERCIALES, PLAZAS ARTÍSTICAS, FERROCARRILES, TRANVÍA. BOGOTÁ FUTURO FUNGE COMO PROYECTO DE COMUNIDAD UTÓPICA CATÓLICA Y CONSERVADORA, COMPARABLE CON LO QUE DAL CO EXPLICA SOBRE ALGUNAS CIUDADES AMERICANAS: “INCLUSO DESDE UN PUNTO DE VISTA FORMAL, LAS EXPERIENCIAS UTÓPICAS REPRESENTAN ESTRUCTURALMENTE UN NUDO DE CONTINUIDAD ENTRE LA TRADICIÓN REFORMADORA URBANA AMERICANA. EN NUESTRA OPINIÓN, SON LOS MORMONES, QUIENES PRODUCEN LOS MODELOS URBANÍSTICOS MÁS ASOMBROSOS”. CIUCCI ET AL., LA CIUDAD AMERICANA. DE LA GUERRA CIVIL AL NEW DEAL, TRAD. MONTSERRAT ALOS Y JOSEP QUETGLAS (BARCELONA: EDITORIAL GUSTAVO GILI, 19759, 153. COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. S.919.316.
veinte65. El paradigma del city planning en el Primer Congreso de Mejoras Públicas Nacionales fue la obra de Burnham en Chicago Ciudad, que como ya vimos tiene sus orígenes en el movimiento city beautiful. A continuación, transcribimos los primeros párrafos del Discurso de Ricardo Olano, en el cual acota, temporal e ideológicamente, su visión del city planning: Aunque es un hecho evidente que desde tiempo inmemorial la fundación o el desarrollo de las ciudades obedeció a algún plan, por primitivo que fuese, y que desde principios del siglo XIX hubo felices iniciativas para el ensanche o mejoramiento parcial de algunas ciudades, es lo cierto que el movimiento City Planning apenas ha venido a intensificarse en los últimos tiempos. Este movimiento, como se entiende en la América del Norte, tuvo su iniciación en 1893, con la construcción de la Ciudad Blanca en la ciudad de Chicago, obra del genio de Mr. Daniel H. Burnham. La Ciudad Blanca dejó una honda impresión en todos los que la vieron. Se dice que esos grupos o series de edificios monumentales de armonioso dibujo han ejercido influencia permanente en los planos de la misma índole ejecutados con posterioridad.
65 Sobre Olano, ver Ricardo Olano, Memorias, vol. II. Colección Cielos de Arena. (Medellín: Fondo Editorial Universidad Eafit, 2004).
Hace veinte años en los países de Europa y de la América del Norte, City Planning significaba apenas embellecimiento de ciudades. Después el término ha venido ampliándose, y hoy es una ciencia que abarca gran cantidad de cuestiones: financieras, administrativas, estéticas, higiénicas, industriales, morales, recreativas, educativas. Cuestiones de transportes, de confort de arquitectura etc. En los países que van a la vanguardia del mundo, y especialmente en los Estados Unidos, hay juntas de City Planning en cada ciudad grande o pequeña. Se reúnen con frecuencia Congresos de Delegados de dichas Juntas para cambiar ideas y hacer más eficiente la acción. Se publican incesantemente gran número de libros sobre esa materia66. 66 Primer Congreso de Mejoras Públicas Nacionales (Bogotá: Imprenta Nacional, 1917), 23. Sobre estas comisiones y juntas organizadas también señaló Burnham, en un discurso en el Town Planning Conference de 1909 ante el Royal Institute of British Architects (RIBA), en Londres, lo siguiente: “el aspecto más significativo de esta nueva fase de vida en los Estados Unidos consiste en el tipo de hombre comprometido en el planning: los mejores y más poderosos hombres de negocios que tenemos. En Chicago, en tres años, se han hecho 200 reuniones del General Committee, en las que estaban presentes centenares de hombres públicos y especialistas —ingenieros, arquitectos, médicos, técnicos ferroviarios y de autotransporte y otros expertos […] En todas las ciudades los hombres del Town Planning son los más capaces […] En Chicago existe hoy una City Commission semioficial de 400 personas, nombradas por el mayor y confirmadas por el ayuntamiento […] 400 de vuestros mejores hombres, animados por un objetivo, son como una falange griega, irresistible contra los bárbaros”. Ciucci et al., La ciudad americana, 123. Las negrillas son mías.
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LUNA PARK Y CONEY ISLAND EN NUEVA YORK CONEY ISLAND A VUELO DE PÁJARO (BIRD’S EYE VIEW CONEY ISLAND). (1) LUNA PARK, (2) DREAMLAND (3) STEPLECHASE PARK, MARK, J. G, 1906 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/98687100/. [MAPA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU
En Coney Island, Nueva York, se dispusieron desde 1881 diversas atracciones de entretenimiento hasta conformarse una agrupación de varios parques de diversiones: Sea Lion (1895), Steeplechase (1895), Luna Park (1903) y Dreamland (1904). En ellos se instaló toda clase de inventos tecnológicos y de ingeniería. Los parques de diversiones, atracciones, juegos y apuestas surgieron de las exposiciones mundiales y el Luna Park en Coney Island nació de la Exposición Panamericana de 1901 en Búfalo, en la cual Frederick
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Thompson y su socio Skip Dundy construyeron un ciclorama que simulaba un viaje a la Luna en un barco gigante. Su éxito dio origen a un nuevo parque de diversiones al que llamaron Luna Park, por sugerencia de uno de sus propietarios. Convirtieron un lugar en el que anteriormente se habían construido otros similares, pero de menor tamaño, en un nuevo parque de recreo, ocio, diversión, apuestas y, por supuesto, dinero fácil.
HOTEL ELEFANTE (ELEPHANT BAZAAR). CONEY ISLAND. NUEVA YORK, CA. 1897 EL HOTEL ELEFANTE COLLUSSUS CONSTRUIDO EN MADERA EXISTIÓ ENTRE 1885 Y 1896. ESE MISMO AÑO SE INCENDIÓ, COMO SUCEDIÓ MUCHAS VECES CON VARIOS DE LOS PARQUES Y ATRACCIONES EN CONEY ISLAND. EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/91729695. [FOTOGRAFÍA] BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
CONEY ISLAND, VISTA DE LA TORRE, LA LAGUNA Y EL EDIFICIO DEL DRAGÓN GEORGE, DE JACK A. KLEIMAN, CA. 1927 EN: HTTPS://COMMONS.WIKIMEDIA.ORG/WIKI/ FILE:NIGHT_IN_LUNA_PARK,_CONEY_ISLAND_, BAJO LICENCIA DE CREATIVE COMMONS
ELEFANTE COLLOSSUS. PATENTADO EN 1882 POR JAMES V. LAPFERTY “LAS PATAS TENÍAN 60 PIES (18 M) DE CIRCUNFERENCIA. EN UNA PATA DELANTERA HABÍA UNA TIENDA DE CIGARROS, Y EN LA OTRA UN DIORAMA; LOS CLIENTES SUBÍAN POR UNA ESCALERA CIRCULAR SITUADA EN LA PATA TRASERA Y BAJABAN POR LA OTRA. SE PUEDEN UBICAR HABITACIONES EN LOS MUSLOS, LOS HOMBROS, LAS CADERAS O LA TROMPA”. VER “CONEY ISLAND LA TECNOLOGÍA DE LO FANTÁSTICO”, EN REM KOOLHAAS, DELIRIO DE NUEVA YORK. UN MANIFIESTO RETROACTIVO PARA MANHATTAN, TRAD. JORGE SAINZ (BARCELONA: EDITORIAL GUSTAVO GILI, 2014), 34. EN: HTTPS://PATENTS.GOOGLE.COM/PATENT/US268503 GOOGLE PATENTS N.O US268503A.
PANORÁMICA DEL LUNA PARK (UNITED STATES CONEY ISLAND NEW YORK LUNA PARK), CONEY ISLAND. N.O 2 OF LUNA PARK, CA. 1903 EN: HTTPS://WWW.LOC.GOV/ITEM/2007661244/. [FOTOGRAFÍA]. BIBLIOTECA DEL CONGRESO, EE. UU.
De este Luna Park se tomó el nombre del parque que se construiría años después en Bogotá, pero en general fue todo el conjunto de Coney Island el que inspiró la creación de los parques de diversiones bogotanos. Desde las atracciones mecánicas hasta el uso de la electricidad, buscaban transmitir asombro a sus visitantes. La arquitectura era monumental en su escala y estridente en el lenguaje, con una mezcla de elementos sin consideración.
Junto a las atracciones mecánicas y a las deslumbrantes demostraciones de las capacidades de ingeniería en las ruedas y montañas rusas, también existían espacios para tiro al blanco, salones de baile, restaurantes, casas de fantasmas y, en los parques que se ubicaban en la costa, había juegos en la playa y vapores que viajaban en el mar por las áreas cercanas.
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Una publicación de 1921 en El Gráfico reseñaba lo siguiente sobre Coney Island y el Luna Park: “Coney Island”, que es en Nueva York algo como la metrópoli de las diversiones veraniegas, ocupa un rango que le es peculiar, es un centro de la alegría, de la frenética “joie de vivre”, que por su índole de placer a todo trance parece ideado por el propio Dios Momo, y por sus enormes
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proporciones parece construido por un gigantesco Gargantúa jamás cansado de beber y comer, de zambullirse en el océano, de bailar y reír y hacer piruetas y cantar a pulmón lleno en un frenético deseo por hacer de la vida una broma sin fin. En los parques y salones de diversiones, la democracia reina soberana, pues el recién llegado tiene, si se aventura por esos sitios, que contribuir de grado o por fuerza a la
CONEY ISLAND FRENTE AL MAR. N.Y. 1911. CONEY ISLAND WATERFRONT N.Y. FECHADO AGO. 1911. ARCHIVO PARTICULAR JUAN CARLOS GÓMEZ.
diversión de los demás. Pisos que giran en diversas direcciones y huyen bajo vuestros pies, corrientes de aire que arrebatan el sombrero a los varones y soplan por debajo de las faldas de las damas, levantándoselas indiscretamente… La enumeración de esas tramoyas, que parecen comedias de magia, no tendría fin. Hay también salones misteriosos y fantásticos, grutas de fakires, paseos acuáticos y enormes montañas rusas, cuyos pasajeros llenos de emoción pasan de pronto por túneles sombríos donde el más tímido galán se atreve y la más pudorosa niña se resigna. Desde la “Garganta del Dragón”, que es su entrada, hasta su estación final, la montaña rusa del “Luna Park” es una odisea de sensaciones jocundas y picarescas. Ella y el “Pavillon of Fun”, son sin duda los magnos atractivos del Parque jubiloso, basílica de la religión pagana del placer “trust” de la alegría impetuosa y delirante.
[…] Poseen así mismo, hoteles y casinos, teatros, “dancing halls” y cabarets; pero para asistir a sus fiestas nocturnas no hay que vestir el frac ni calzarse con “pumps”. O bien los que no cuentan con una orquesta ni un piano propio y cuando viven muy lejos de los cafés cantantes, se conforman con bailar en el entarimado de las mismas tiendas, empleando como música un fonógrafo o victrola estridentes que son muy comunes en estas playas y muy populares por el constante y aturdidor ruido que producen. Las victrolas finas brillan por su ausencia en estos sitios, donde el aire del mar pronto las enmohece, y por eso, los aficionados a escuchar las máquinas de Edison, se concretan a traer “matracas” que han sacado de algún bazar o que han comprado en algún baratillo67.
67 J. Lara, “La vida en las playas de Nueva York”, El Gráfico 10-11, n.o 556, 25 de junio, 1921, 99-100.
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Bogotá: el parque se inserta en la plaza
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PARQUE SANTANDER, BOGOTÁ. CA 1910. FONDO LUIS ALBERTO ACUÑA, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ (MDB 00124)
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La Bogotá de finales del siglo XIX e inicios del XX ha sido descrita por distintos autores como un lugar melancólico, aldeano, encumbrado en las montañas, de luz tenue y opacas nubes. Se ha llegado incluso a definir despectivamente, señalando los atrasos en su desarrollo, las dificultades y distancias para llegar y salir de ella, y el carácter frío y en cierta forma retraído de sus habitantes. Este tipo de juicios sobre el pasado de la ciudad se han venido modificando con análisis más a fondo que han hecho recientemente algunos historiadores. Es necesario entonces acercarse al ambiente bogotano próximo a 1900, con una mirada que permita entender la velocidad de la transformación de los imaginarios y de los hechos físicos, como respuesta a sus propias dinámicas y movimientos, los cuales evidentemente no tienen las mismas lógicas y resultados de otros momentos históricos. El proyecto republicano introdujo en la plaza y en el espacio público colonial los símbolos de un nuevo poder. Desde finales del siglo XIX, el parque se insertó en la plaza y este espacio se dedicó a un prócer. Desaparecieron rasgos coloniales, como la pila o el mercado, y se ubicaron la estatua, el busto o un conjunto de esculturas como elemento principal. Se delimitaron los bordes de la plaza por medio de andenes y la vegetación se introdujo como ornamento. Setos, jardines, bancos, verjas, faroles y el trazado de recorridos enfocados en la contemplación de esculturas ubicadas sobre sus pedestales caracterizaron
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esta primera transformación en la imagen del espacio público. Una vez alcanzados los objetivos de los movimientos de independencia que derivaron en la formación de cada una de las repúblicas latinoamericanas, hubo un proceso de redistribución de los órdenes sociales y de la riqueza, en el que surgieron nuevas relaciones espaciales, monetarias, comerciales y territoriales entre sus habitantes. Una nueva clase poderosa apareció una vez se declaró la independencia, impulsada por su gran poder militar, que luego de vencer a los “señores” anteriormente dominantes se alzó con gran reconocimiento dentro del orden social. Si la estructura social colonial se estableció por medio de leyes basadas en el distingo de clases, el nuevo patrón estuvo marcado por la fractura y el desplazamiento de estos límites preestablecidos, reemplazados por un supuesto sistema de libertades y derechos individuales, en el que teóricamente predominaba el individuo “racional, ilustrado y económicamente libre”. El cambio en las estructuras sociales no derivó en transformaciones significativas de la imagen física de la ciudad. En términos de José Luis Romero, “su trazado y su arquitectura eran predominantemente coloniales, pero las sociedades eran criollas y estaban en plena ebullición. La misma plaza, la misma fuente, la misma iglesia, las mismas calles con las mismas casas”68. 68 José Luis Romero, Latinoamérica: las ciudades y las ideas (Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 1999), 242.
DETALLE DEL PLANO GEOMÉTRICO D’ SANTAFÉ DE BOGOTÁ EN 1810. VICENTE TALLEDO Y RIVERA. COPIA DE JULIO C. VERGARA Y VERGARA, 1921 SE OBSERVA LA ALAMEDA VIEJA (HACIA EL NORTE) Y LA ALAMEDA NUEVA (CAMINO DE FONTIBÓN HACIA EL OCCIDENTE)*.1 CASA DEL FLORERO, MUSEO DE LA INDEPENDENCIA
*1“Las alineaciones de árboles en los bordes de los caminos y en los bosquetes de la Antigüedad, serán los que en el siglo XVI permitieron concebir las alamedas en España durante reino de Felipe II, con el fin de generar sombra, factor determinante en la proliferación de las alamedas, ya que permitían dar agradable cobijo a grandes concentraciones humanas”. Antonio Albardonedo Freire, “La alameda, un jardín público de árboles y agua. Origen y evolución del concepto”, Anuario de Estudios Americanos 72, n.o 2 (2015): 425, https://doi.org/10.3989/aeamer.2015.2.02 Sobre el significado de las alamedas en las ciudades latinoamericas coloniales, Segawa escribe: “Las ciudades […] estaban rodeadas por cañadas, valles o caminos por los que pasaban los rebaños a los diferentes campos de pastoreo. Estas cañadas se mantuvieron en la estructura de las ciudades, independientemente del tráfico de animales. El Padre Guarda observa que para Santiago y Serena —núcleos más antiguos— las cañadas tenían otro propósito: ‘separaron el núcleo urbano significativo de sus ejidos, bordeados por sauces y álamos, recibieron el nombre genérico de Alamedas, un lugar preferido para caminar por los vecinos en las refrescantes tardes de verano, que acercan a la población a la presencia del campo y la imponente vista de los Andes’”. Hugo Segawa, Ao amor do Público. Jardins no Brasil (São Paulo: Livros Studio Nobel, 1996), 60.
Por otro lado, el modelo comercial de intercambio de mercancías se concentró en la exportación de materias primas y la importación de productos manufacturados, y ascendieron nuevos comerciantes extranjeros y criollos adinerados, y otros antes poderosos descendieron o cayeron en quiebra. Las ciudades empezaron a convertirse en centros de una nueva economía: recibían y distribuían las importaciones, aglutinaban las materias primas que se exportaban y eran el centro de los nuevos poderes políticos. Las transformaciones en la ciudad tuvieron que ver, principalmente, con lo que se ha denominado el tránsito de la ciudad colonial a la ciudad burguesa, en el que el territorio estaba controlado por un sector dominante capitalista y burgués. Entre 1819 y 1910 Bogotá era el eje de este proyecto republicano y se constituyó en el espacio principal de su desarrollo simbólico e ideológico, durante el periodo que marcó la transición entre el modelo colonial y el nuevo esquema político, económico y social, expresado en las siguientes descripciones: Bajo los dictámenes de esta transición, entendemos por ciudad colonial aquella de origen hispanoamericano, ordenada en su espacio por una estructura de damero, centrada en torno a la plaza mayor y zonificada principalmente a partir de las iglesias parroquiales, reciamente jerarquizada en sus sectores sociales, con fuerte predominio de los espacios interiores69. 69 Mejía Pavony, Los años del cambio, 23.
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Cordovez Moure refuerza esta idea de ciudad introvertida y de mínimo movimiento, a partir de la descripción de un instante en la noche, en un recorrido por algunos sectores, o desde algún lugar en el que puede divisar lo sucedido. En la calle apenas se advierten las pisadas del transeúnte que va para su casa, y el pitar de los serenos para avisar que no están dormidos o que los faroles alumbran poco o mucho. Si la noche está tranquila o hay luna, se alcanzan a oír los ladridos de los perros que moran por Egipto y el Aguanueva, y no es raro que algún alcoholizado trate de dirigirse hacia donde le parece que permanece su habitación. No deja de oírse el ruido de algún coche desvencijado, sin linternas, que va o viene de Chapinero, tirado por héticos caballos conducidos por mugriento y beodo postillón. ¡Imposible mayor movimiento!70
La aparición de nuevos elementos en la estructura urbana es definida por varios autores como un periodo de dominio del poder y de la cultura, de una generación de pacifistas y modernistas que buscaban consolidar un Estado (criollo) burgués. Hicieron parte de esta idea personajes de diferentes partidos, con la intención de mantener la tranquilidad y la cooperación entre los ciudadanos.
70 José María Cordovez Moure, Reminiscencias de Santafé y Bogotá, eds. Elisa Mújica y Gerardo Rivas Moreno Gerardo (Bogotá: Fundación para la Investigación y la Cultura [FICA], 2000), 335.
PANORÁMICA DE BOGOTÁ, 1910 ARCHIVO DE BOGOTÁ, ARCHIVO URNA CENTENARIA, MUSEO DE BOGOTÁ.
Lo que denominamos como ciudad burguesa, para el caso Bogotá, se destaca por la conformación de su centro como una zona extensa en área, pero aún aledaña a la plaza principal, que se ha convertido en núcleo financiero y de comercio […] El equipamiento de la urbe ha introducido mejoras provenientes de la segunda revolución industrial: acueductos a las residencias, luz eléctrica a las calles y casas, teléfono, tranvía, así como múltiples instituciones académicas, de estudios, asociaciones profesionales, juntas de ornato […] Las relaciones sociales son un poco más fluidas en los sectores pudientes, donde ahora las personas con capital ocupan un lugar destacado e influyente sobre la vida municipal. En fin, las instituciones de gobierno de la urbe se confunden o están supeditadas a los organismos del gobierno nacional.71
71 Mejía, Los años del cambio, 24.
Nuevamente podemos contrastar estos análisis teóricos con las crónicas que informaban sobre el progreso y los cambios en la ciudad: En la tarde del 20 de julio de 1889, día aniversario del natalicio de la patria, llegaron por primera vez las locomotoras del ferrocarril de la Sabana a la capital. En un vasto campo denominado La Floresta y Sansfasons, al occidente del barrio de Las Nieves, esperaba ansiosa la tercera parte de la población de la ciudad la llegada del ferrocarril. Cuatro locomotoras, llamadas Bogotá, Santander, Cundinamarca y Córdoba, máquinas usadas en Europa desde 1830 y conocidas en Bogotá setenta años después. […] Y entre los humos de carbón mineral, que da vida a la prodigiosa máquina de Jorge Stephenson, cortaron a la numerosa concurrencia, que admiraba entusiasmada “los animales de fierro”, poderosos vehículos de la civilización moderna72. 72 Pedro María Ibáñez, Crónicas de Bogotá, vol. IV (Bogotá:
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De la plaza al parque Según Mejía73, Bogotá compartió el papel protagónico durante la época colonial con Popayán, Tunja y Cartagena, pero una vez el país entró en la lógica del capital, la cúspide del poder se concentró en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Es decir, Bogotá fue el centro de la red urbana colonial y también el núcleo de la red capitalista. La ciudad antes ordenada en blancos, mestizos, negros e indios, se convirtió en una densa urbe poblada de ricos, de empleados y de profesionales, además del ejército de pobres y miserables que pulularon en sus calles. Esta densificación es explicada por la comparación del número de habitantes y el área ocupada por la ciudad: en 1870 había 40.086 personas, 80.000 “almas” aproximadamente en 1896 y 121.257 pobladores en
Tercer Mundo Editores 1989), 613. 73 Mejía, Los años del cambio.
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1912. Aprile-Gniset señala un crecimiento demográfico exponencial, según el cual se triplicó el número de habitantes en un rango de 40 años (1870-1912), aunque no hubo un aumento proporcional del área urbanizada y construida de Bogotá74. La fragmentación de las grandes manzanas fundacionales en parcelas y lotes de menor tamaño, como se observa en la imagen de la subdivisión de solares en el centro de Bogotá 74 Jacques Aprile-Gniset, La ciudad colombiana: siglo XIX y siglo XX (Bogotá: Banco Popular, 1992). El número exacto de habitantes varía con respecto a los datos de Aprile-Gniset (40.833 habitantes en 1870 y 116.951 en 1912). Este autor presenta un estudio detallado de los censos de población de la ciudad en el periodo 1801-1912. Es posible determinar que durante el siglo XIX no hubo un aumento permanente en el número de habitantes, sino que en varios periodos disminuyó, por causas como una epidemia de viruela entre 1840 y 1842; el retorno a partir de 1884 a las ciudades intermedias, después de la guerra que duró de 1875 a 1883; y un nuevo periodo de guerras civiles de 1885 a 1895, “lo cual siempre ocasionaba disturbios en la dinámica demográfica; de otra parte, las críticas condiciones que reinaban en Bogotá pudieron motivar la emigración de algunos de sus habitantes a zonas que ofrecieran mejores oportunidades”. Mejía. Los años del cambio, 240-241, cap. “La dinámica demográfica”.
en el siglo XIX, fue asimilada en su mayoría por la subdivisión dentro de cada parcela que se fraccionó, con el fin de permitir un número mayor de unidades residenciales habitadas en promedio por diez personas en cada una. Por su parte, Mejía señala: tanto el incremento [de población] que se presentó con relación a las cifras de 1878 como su posterior estabilización hacia 1885, indican que sobre la elasticidad en la incorporación de nuevos terrenos al casco urbano jugaron un papel muy importante las fluctuaciones en el movimiento de la población. Solo las grandes migraciones tuvieron la capacidad de generar un aumento en la superficie de Bogotá. La renta de la propiedad se fue en una barrera formidable que solamente las migraciones pudieron romper. Los nuevos contingentes de personas presionaron sobre la disponibilidad de viviendas, elevando el precio de los arriendos. Este factor alimentó la tendencia de los bogotanos a subdividir las propiedades y urbanizar los lotes vacíos o semi construidos que les pertenecían, con el fin de rentar mediante arriendos caros. De otra parte, la existencia de terrenos urbanizables por fuera del perímetro urbano no era muy amplia dado que las autoridades de la ciudad prefirieron mantener en arriendo los ejidos, ingreso importante para las menguadas arcas municipales75.
75 Mejía Pavony, Los años del cambio, 343. Las negrillas son mías.
En conclusión, Bogotá conservó un rasgo característico de las ciudades latinoamericanas en la segunda mitad del siglo XIX que, en términos de Romero, es “una fisionomía colonial o, una fisionomía envejecida”76, que ha sido objeto de múltiples transformaciones en el trazado preexistente. Este modelo de crecimiento, que no se corresponde con un proceso de expansión territorial proporcional al aumento de la población, en el que la ciudad se piensa y se adecúa a necesidades que requieren aprovechar las pocas zonas disponibles para satisfacer la demanda de edificaciones, dificultó la aparición de nuevos espacios públicos. La gran demanda de terrenos edificables y la oportunidad de renta a través de la parcelación no dieron lugar a la construcción de grandes parques o a la idea de conformar una red de calles arborizadas, y mucho menos a la existencia de una estructura verde articulada. Desde fines del siglo XIX y comienzos del XX, dentro de las plazas y plazuelas coloniales, cuyas actividades estaban caracterizadas por el uso de sus pilas, fuentes, chorros, mercados y la picota que se ubicaba en la plaza mayor, se insertaron nuevos elementos que transformaron el paisaje urbano y eliminaron sus rasgos hispánicos. Los monumentos, el parque y el jardín modificaron la fisionomía de la plaza, al espacializar el modelo social construido a partir del culto a los héroes y la nueva república, que además de intervenir el lugar, cambió también su denominación. 76 Romero, Latinoamérica, 256, cap. “Vista de la ciudad”.
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SUBDIVISIÓN DE SOLARES ENTRE LAS CARRERAS 8.ª Y 10.ª, CALLES 8.ª A 10.ª, EN EL CENTRO DE BOGOTÁ. SIGLO XIX TOMADO DE “FRAGMENTACIÓN PREDIAL Y DENSIFICACIÓN DEMOGRÁFICA EN EL CENTRO DE BOGOTÁ”, JACQUES APRILE-GNISET, LA CIUDAD COLOMBIANA: SIGLO XIX Y SIGLO XX (BOGOTÁ: BANCO POPULAR, 1992), 233.
IGLESIA Y PLAZA DE LAS CRUCES, S.F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR II-140B.
Podemos resumir la transformación de los principales espacios públicos a partir de la comparación del plano de Bogotá de Manuel María Paz, publicado en 1890, el de Julio Cuervo, de 189177, y el inventario de plazas y plazuelas de Mejía Pavony, complementados con algunos elementos encontrados durante esta investigación. (Para esto, ver al final del libro el Anexo: Plazas, jardines, plazuelas, parques, Alamedas y paseos hacia 1910).
77 Plano de localización de plazas y jardines, plazuelas, alamedas y paseos. Fragmento del Plano de Bogotá arreglado y publicado por Manuel M. Paz, París, 1890, levantado por el general de ingenieros Agustín Codazzi. 1852. Museo de la Independencia, Bogotá.
Parques del Centenario y de la Independencia El proceso masivo de aparición de grandes parques y avenidas en las capitales latinoamericanas se dio en promedio entre 1860 y 1910. Sin embargo, para el caso de Bogotá este proceso fue de menor proporción y más tardío con respecto a otras ciudades de su misma escala. Fue un periodo abundante en debates y normas al respecto, pero muy limitado en cuanto a los pocos proyectos que se materializaron. En 1880 se firmó en París un contrato con el arquitecto italiano Pietro Cantini para
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que se trasladara a Colombia, con el fin de continuar los trabajos del Capitolio según los planos de Thomas Reed, y también para ejercer como profesor de arquitectura en la Universidad Nacional, además de la redacción de varias memorias y documentos técnicos sobre vivienda y construcción según necesidades de la época. Una de las cláusulas de dicho contrato señala que se podía emplear a Cantini como arquitecto en los “trabajos de arquitectura que el Gobierno estime conveniente”, dentro de los cuales se le asignó en 1882 el diseño de un pequeño parque en la plazuela de San Diego, en el que seguramente se incorpo-
PLAZA SANTANDER. APORTANTE: PANTALEÓN MENDOZA, 1910 COLECCIÓN ÁLBUM FAMILIAR, MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 3445.
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raron libremente algunos de los elementos que caracterizaron el trazado de parques y jardines europeos de los siglos XVIII y XIX, analizados en capítulos anteriores. Un año después, con la obra retrasada y sin terminar, el gobierno de Otálora expidió el Decreto 245 de marzo de 1883, que destinó el parque de San Diego para la celebración del centenario del natalicio de Bolívar, e incorporó en el diseño una portada de acceso en cada uno de los cuatro costados. Así mismo, se firmó un nuevo contrato con Cantini para la construcción de un “kiosko en el centro del parque, dentro del cual debe colocarse la estatua del Libertador” y a Julio Barriga
de la Ferrería la Pradera se le contrató para la fabricación de una verja perimetral de dos metros de altura, cuatro puertas de hierro para las portadas, ocho faroles, orinales, varias sillas y dos fuentes78. En la inauguración del parque del Centenario el 24 de julio de 1883, se improvisó un kiosco de musgo decorado con banderas, debido a que solo se habían ejecutado las escalinatas y una parte de la estructura del Templete diseñado por Cantini. Las obras se suspendieron nuevamente en agosto del mismo año por falta de fondos e incumplimientos del Gobierno a lo establecido en sus propios decretos. Los trabajos se finalizaron entre 1886 y 1887, después de varias recisiones de contratos, robos de materiales, pérdidas de esculturas y cambios en los diseños para reducir los presupuestos. El periodo de 1890 a 1925 transcurrió entre años de abandono y deterioro, que alternaron con varios intentos de rescate y mantenimiento de este espacio emblemático. En conclusión, el resultado de este parque fue la suma de una serie de disposiciones administrativas, dificultades económicas y contractuales, sumadas a los cambios permanentes en su trazado y estructura para incluir “bustos de próceres”, según el ambiente político de entonces. Un croquis del parque del Centenario79 elaborado por la Dirección General de Edificios 78 Cantini, Pietro Cantini, 47, 258. 79 Ministerio de Obras Públicas, s. f. (¿1925?), ref. 149.
Nacionales presenta todas las intervenciones y remodelaciones mencionadas, incluida la determinación de talar casi todos los árboles para hacer postes y traviesas que se instalarían en el Ferrocarril del Norte80. Esta remodelación de 1926 fue liderada por la Sociedad de Embellecimiento y fue el trazado que se mantuvo hasta el inicio de las obras de ampliación de la carrera 10.ª y de la calle 26, que determinaron su desaparición paulatina entre los años cuarenta y cincuenta. Frente a este parque, en una propiedad de Antonio Izquierdo, se instaló en 1907 la Exposición Industrial y Agrícola, y un poco más arriba se construyeron los pabellones para albergar la Exposición del Centenario de 1910. Tiempo después de terminada esta última, el Gobierno nacional decidió comprarle los terrenos para convertirlo definitivamente en el parque de la Independencia. El paisajismo del predio fue un trabajo del jardinero japonés Tomohiro Kawaguchi, traído a Colombia por Antonio Izquierdo en un viaje a Japón y otros lugares de Asia en 1908, delegado por Rafael Reyes. Izquierdo era el dueño de terrenos aledaños al parque, entre ellos el conocido actualmente como Bosque Izquierdo, así que su interés en el sector, aparte del pago por la venta de su participación en el lote de las exposiciones de 80 Ver Hugo Delgadillo, El Parque del Centenario en Bogotá. Transformación urbana, itinerario y significado (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; IDPC / Alcaldía Mayor de Bogotá, 2019), 219, https://issuu.com/patrimoniobogota/docs/parque_del_centenario_web/288
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LA INAUGURACIÓN DEL PARQUE DEL CENTENARIO Y FUEGOS ARTIFICIALES EN LA NOCHE DEL 25. GRABADO DE RICARDO MOROS URBINA, PAPEL PERIÓDICO ILUSTRADO 50, AÑO III, 20 DE AGOSTO, 1873, 24.
1907 y de 1910, también pasaba por la posible valorización y beneficios futuros derivados de sus demás propiedades en el sector.
tal81. Sobre la marcha, el Gobierno nacional creó en agosto de 1909 una nueva comisión para la celebración, ya que
Similar a lo sucedido con la celebración del centenario del natalicio de Bolívar, para el caso del centenario de la Independencia, a celebrarse el 20 de julio de 1910, se proyectaron las festividades, se emitieron los respectivos decretos y leyes, y en el papel se destinaron las partidas presupuestales que se fueron reduciendo poco a poco, hasta llegar a la casi total indisponibilidad presupues-
los caballeros que constituían la Comisión creada por el Decreto número 1300 de 1907 para organizar la celebración del centenario de la Independencia nacional no han podido continuar los trabajos iniciados sobre el particular, unos por estar ausentes del país
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81 Ver, por ejemplo: Ley 60 del 8 de mayo de 1873, Ley 39 del 15 de junio de 1907 y Decreto 1300 de 22 de octubre de 1907.
PLANO PARQUE DEL CENTENARIO LEVANTADO POR ORDEN DEL MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS Y MODIFICACIONES PARA SU EMBELLECIMIENTO (INCLUYE CONVENCIONES DE ÁRBOLES, CANDELABROS Y CAÑERÍAS), S. F. AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS, FONDO INVÍAS, MAPOTECA 1, PLANOTECA 16, BANDEJA 22, CARPETA 39, REF. 909.
o de la capital, y otros por ocupar cargos importantes que no les permiten distraer su tiempo; y que el término de que se dispone para organizar los festejos es angustiado82.
Con el fin de recaudar fondos, la comisión organizadora de la Exposición Nacional
82 Decreto 61 de agosto de 1909, “Por el cual se reorganiza la Comisión encargada de preparar la celebración del centenario de la Independencia Nacional”, Bogotá, Colombia, consultado el 15 de agosto de 2021, http://www. suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1013648
Industrial y Agrícola de 1910 emitió una carta en septiembre de 1909, en la que llamaba a los “colombianos amantes de su patria” a realizar aportes voluntarios para enfrentar las dificultades “por el tiempo corto, porque un certamen de esta naturaleza es por sí mismo costoso y la situación de verdadera penuria del Tesoro Nacional no le permitirá al Gobierno suministrar solo todos los fondos que son indispensables”83. 83 “Convenio sobre terrenos del Parque de la Independencia”, Archivo General de la Nación (AGN), Libro
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PARQUE DEL CENTENARIO, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XVI-1308B.
TRAMO CENTRAL DEL PARQUE CENTENARIO. ERNST RIÖTHLISBERGER, EL DORADO: REIS-UND KULTURBILDER AUS COLUMBIEN (STUGGART: VERLAG VO STRECKER UND SCHRÖDER, 1897), CA. 1890-1897. ARCHIVO CENTRAL E HISTÓRICO, UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, CAJA 4, CARPETA 3.
EXPOSICIÓN AGRÍCOLA, 1907 INAUGURADA OFICIALMENTE EL 19 DE JULIO POR EL GENERAL RAFAEL REYES. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XVI-1282B.
KIOSKOS DE BAVARIA, MOLINO AMERICANO Y CHAVES Y EQUITATIVA, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XIII-1047C.
EXPOSICIÓN AGRÍCOLA. KIOSCO DE LA COMPAÑÍA DE CHOCOLATE CHAVES Y EQUITATIVA, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XVI1282C.
POSTAL EXPOSICIÓN AGRÍCOLA, 20 DE JULIO DE 1907 COMUNICACIÓN DIRIGIDA A MIGUEL SAMPER CON ESTE TEXTO: “MIRÁ TRES CHAPOLES DE LOS QUE TANTO AMABAS. NO HEMOS VISTO TODAVÍA TU RETRATO DE CUBILETE”. ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ.
Según Cendales84, se llegó a considerar varios predios como posibles escenarios para albergar la exposición, entre ellos, el Molino de Tres Esquinas al sur, la quinta en Teusaquillo, el polígono de tiro y el Bosque Hermanos Reyes de Antonio Izquierdo. Para febrero de 1910 se presentó la renuncia irrevocable pero “no aceptada” de varios miembros de la comisión, que condujo a la decisión por parte del Gobierno de admitir aceleradamente un convenio propuesto por Izquierdo y sus socios para prestar y/o vender y/o concesionar los terrenos, junto con la inminente disposición de “proceder a la construcción de tres Pabellones, que serán los de los proyectos presentados por los Sres Mariano Santamaría y Escipión Rodríguez (1), Escipión Rodríguez (2), y Arturo Jaramillo con Dn Carlos Camargo (3)85 para cuyo efecto el Sr Secretario se servirá excitarlos a que den principio a los trabajos a más tardar el día lunes 14”; se encargó a los mismos arquitectos proponentes la administración de las obras a ejecutar. CONVENIO. […] Izquierdo, Sánchez y Franco ceden gratuitamente el uso del lote de Interventorías, Ministerio de Obras Públicas, Bogotá, 1909, f. 115. 84 Cendales Paredes, La vida privada de los parques, 106-107. 85 Niño menciona la autoría de los pabellones: 1) Central o de Industria, por Mariano Santamaría y Escipión Rodríguez; 2) Pabellón de las Máquinas, por Escipión Rodríguez; y 3) Pabellón de Bellas Artes, por Arturo Jaramillo y Carlos Camargo. Niño Murcia, Arquitectura y Estado, 59.
situado en la Carrera 7 de esta Ciudad, hasta el último de Octubre del presente año para ensanchar el actual Parque de La Independencia y celebrar allí la Exposición del Centenario. […] El Gobierno se compromete a devolver en la fecha indicada arriba debidamente terraplenado y cercado por sus actuales linderos el lote materia de este convenio. De los linderos actuales del lote se dejará constancia en un plano general del Parque autorizado con las firmas de los interesados y del Director General de Obras Públicas86.
Sobre la historia precisa del parque y sus pabellones ya existen otras investigaciones, de lo cual no es preciso ocuparnos en este libro. Lo relevante para el tema aquí tratado es plantear como hipótesis que la ubicación del parque de la Independencia no fue resultado de un proceso de planificación urbana o de la aplicación de algún tratado o manual de la época sobre construcción de sistemas de parques, sino que surgió a partir de la unión de dos variables políticas y económicas: por un lado, las precarias finanzas estatales sumadas a la improvisación técnica del Gobierno, y, por otro, la habilidad comercial y la gran influencia de Izquierdo para convertir sus intereses de negocio en asuntos de Gobierno. En una carta escrita por Simón Araujo, ministro de Obras Públicas en febrero de 1911, 86 “Convenio sobre terrenos del Parque de la Independencia”, f. 117.
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PLANO DE UN LOTE DEL SR DN. ANTONIO IZQUIERDO SITUADO AL NORTE DEL PARQUE DE LA INDEPENDENCIA, 1911. LEVANTADO POR CARRASQUILLA B., DIBUJADO POR JOSÉ M PIEDRAHÍTA, ES FIEL COPIA. ÁREA TOTAL: 3 HECTÁREAS Y 6.260 VARAS CUADRADAS, O 5 FANEGADAS Y 6.656 VARAS CUADRADAS, S. F. AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS, FONDO INVÍAS, MAPOTECA 1, PLANOTECA 15, BANDEJA 18, CARPETA 09, REF. 194.
explica que el interés de Izquierdo cuando “prestó” sus propiedades para albergar esta exposición consistía, en primera instancia, en vender por $ 20.800 sus derechos proindiviso de un terreno de más de 2.600 varas cuadradas dentro del parque de la Independencia, y por $ 39.659,20 “un lote cubierto de árboles y plantas situado al oriente del Parque de La Independencia” de 56.600 varas cuadradas. El pago de estas sumas se haría entregándole a Izquierdo el
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usufructo del parque de la Independencia por cinco años contados a partir del 1.º de enero de 1912. Araujo emitió concepto desfavorable al negocio, y dejó entre líneas su preocupación por la “colisión entre el vendedor en cuyo interés está hacerle producir al Parque la mayor renta posible y el público que se siente vulnerado”87. 87 “Convenio sobre terrenos del Parque de la Independencia”, f. 144.
PABELLÓN DE BELLAS ARTES, 1910 MUSEO DE BOGOTÁ Y ARCHIVO DE BOGOTÁ, COLECCIÓN URNA CENTENARIA, N.O ÍNDICE 061.
ESCULTURA DE BOLÍVAR Y PABELLÓN CENTRAL O DE LA INDUSTRIA, ATRIBUIDO A MARIANO SANTAMARÍA Y ESCIPIÓN RODRÍGUEZ, 1910. MUSEO DE BOGOTÁ Y ARCHIVO DE BOGOTÁ, COLECCIÓN URNA CENTENARIA, N.O ÍNDICE 081.
El presupuesto total para la Exposición del Centenario de 1910 se fijó en la suma de $ 43.000 y el negocio con Izquierdo totalizaba un poco más de $ 60.000, y aunque posiblemente los terrenos no estaban incluidos dentro de estas partidas, superaban ampliamente la capacidad de pago del Gobierno. El ministro Araujo suscribió en mayo de 1912 un nuevo acuerdo que descartó la compra del predio oriental y definió la adquisición del terreno del parque a sus tres propietarios por valor de $ 39.432, a $ 12 por vara cuadrada, dividido en pagos mensuales con un interés del 8 % anual:
Antonio Izquierdo, Miguel Sánchez e Ignacio Franco Alcázar transfieren a título de venta al Estado el dominio de un lote de terreno que mide tres mil doscientas ochenta y seis varas cuadradas (3.286), según el plano respectivo y cuyos linderos son: Por el Norte, oriente y sur con terrenos del Parque de la Independencia, y por el occidente con la Carrera Séptima. El lote así deslindado es el mismo que Izquierdo, Sánchez F. y Franco U. cedieron temporalmente para celebrar la Exposición del Centenario88. 88 “Convenio sobre terrenos del Parque de la
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PABELLÓN DE LAS MÁQUINAS EN EL PARQUE DE LA INDEPENDENCIA. CLÍMACO NIETO, 1910 MUSEO DE BOGOTÁ Y ARCHIVO DE BOGOTÁ, COLECCIÓN URNA CENTENARIA, NO. ÍNDICE 058.
PLANO DEL PARQUE DE LA INDEPENDENCIA. FERNANDO PÁEZ. ÁREA 6 HECTÁREAS Y 1.400 VARAS CUADRADAS, S. F. EN ALGUNAS PUBLICACIONES SE MENCIONA ESTE PLANO CON EL TÍTULO LEVANTAMIENTO EN 1916 PLANO GENERALAGN, FONDO INVÍAS, BANDEJA 15, CARPETA 6, PLANO 27
Agua, ríos y lagos A inicios de siglo XX en Bogotá, además del circo, las galleras, el hipódromo, los primeros teatros y salones, y del contraste social entre los clubes y las chicherías, hubo un especial interés popular por el esparcimiento en los lagos y ríos. Esto en clara relación con la gran cantidad de quebradas, ríos y humedales que han caracterizado históricamente al territorio donde se ubica la ciudad.
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Registros fotográficos de finales de siglo XIX e inicios del XX muestran familias enteras que se divierten remando en balsas en los ríos o en los lagos artificiales construidos para ese fin. Al final de los años veinte existían por lo menos cinco lagos para barcas de remo y/o de motor en la ciudad (incluidos el Lago Gaitán y el del Luna Park). En el Asilo de San Antonio, ubicado entre Tres Esquinas y el Luna Park89, existió un pequeño lago que se registró en la revista Cromos en 1918. También en la parte alta de San Cristóbal, junto a la Urbanización de Santa Ana, había hacia 1919 otro lago que utilizaba las aguas del río Fucha y al cual hace referencia la cartografía de Bogotá hasta 1938. Por último, se encontraba el lago del Bosque Calderón Tejada sobre el que vale la pena detenernos brevemente, antes de adentrarnos en el Lago Gaitán y el Luna Park, por ser casi que el antecesor de estos dos parques de diversiones. Independencia”, f. 158. 89 Ver, en el capítulo 4, “El gran parque imaginario”.
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1. QUEBRADA DE LA CABRERA, 1797/1920 RÍO NEGRO, 1930 2. QUEBRADA ROSALES, 1920 3. QUEBRADA DE LA VIEJA, 1920 4. QUEBRADA DEL CHAPINERO, 1797 QUEBRADA LAS DELICIAS, 1920 5. RÍO DEL ARZOBISPO, 1797/1920 6. RÍO DE SAN FRANCISCO, 1920 7. RÍO DE FUCHA, 1820 RÍO SAN CRISTÓBAL O FUCHA, 1920 8. RÍO TUNJUELO, 1920 9. QUEBRADA DE LA CHIGUANA, 1797 10. QUEBRADA SANTA CATALINA, 1820 QUEBRADA DEL TEÑIDERO, 1920 11. AGUA DE LOS MOLINOS, 1820 QUEBRADA DE LOS MOLINOS, 1920 12.QUEBRADA DE LA MOSCA, 1820 QUEBRADA DE LA GALERA, 1920 13. QUEBRADA SAN JUANITO, 1920 14. RÍO SAN AGUSTÍN, 1920 15. CHORRO DE SAN DIEGO, 1810
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PLANO DE RÍOS Y QUEBRADAS DE BOGOTÁ, 1791-1920. ELABORADO SOBRE EL PLANO CROQUIS DE LA CIUDAD DE SANTAFÉ DE BOGOTÁ Y SUS INMEDIACIONES DE 1797. COPIA DE INDALECIO LIÉVANO, 1853 AGN. TEXTO EN EL PLANO: “PLANO TOPOGRÁFICO DE BOGOTÁ Y SUS ALREDEDORES. LEVANTADO EN 1797 POR CARLOS FCO. CABRER. I (SIC) COPIADO POR EL ALUMNO DEL COLEGIO MILITAR INDALECIO LIÉVANO REDUCIÉNDOLO A LA 1/4 PARTE. SETIEMBRE (SIC) DE 1853”.
PANORÁMICA DEL LAGO SAN CRISTÓBAL, 1919 REVISTA CROMOS 192, 13 DE DICIEMBRE, 1919.
LAGO SAN CRISTÓBAL. APORTANTE: PANTALEÓN MENDOZA, CA. 1960 ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 3471.
EL LAGO ROMÁNTICO. LAGO SAN CRISTÓBAL, 1919 REVISTA CROMOS 192, 13 DE DICIEMBRE, 1919.
BOSQUE CALDERÓN TEJADA OFRECIDO PARA LA REALIZACIÓN DEL PARQUE NACIONAL, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR X-773. ALGUNAS DE ESTAS IMÁGENES TAMBIÉN FUERON PUBLICADAS EN LA REVISTA CHAPINERO EN 1927 Y 1928, QUE MENCIONAN: “UN DETALLE DEL PARQUE, AL CUAL DESCIENDEN DESDE LA CERCANA CORDILLERA LOS VIENTOS DEL PÁRAMO”.
BOSQUE CALDERÓN TEJADA, FOTOGRAFÍA DE C. JARAMILLO, CA. 1927 COLECCIÓN PARTICULAR DE ALBERTO ESCOVAR.
Luis Calderón Tejada inició en 1913 la construcción del Bosque Calderón Tejada en la zona oriental de Chapinero, arriba de la carrera Séptima, que aparece anunciado así en 1928 en la revista Chapinero: BOSQUE CALDERÓN TEJADA Chapinero. Entre calle 54 y 55, por la Carrera del Norte. Bellísimos paisajes y panoramas. Salón de té – Carrousel – Lago – Gran Rueda –Cable – Tabogán [sic]. Juegos especiales para niños – Abierto todos los días. Dos poéticos rincones del magnífico bosque Calderón Tejada, situado al norte de la ciudad, y uno de los lugares de recreo más bellos de la capital, que empieza a ensanchar sus parques. Allí los bogotanos pueden pasar alegres ratos de verdadero campo, respirando a pleno sol los aires puros de la montaña. El bosque dispone de toda clase de aparatos de sport y diversión, de campos de Foot-ball y de tennis, y de encantadores senderos que ascienden suavemente a las cimas de los montes cercanos, proporcionando al visitante fáciles excursiones y un ejercicio saludable. Hacia el oriente, y desde los farallones de la cordillera, descienden las aguas del riachuelo de las “Delicias”, formando numerosas cascadas, que deleitan el espíritu y le dan al paisaje un encanto de primavera.90 90 Roberto Cuéllar, “Bosque Calderón Tejada”, Chapinero.
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A finales de la década de los treinta ya se hallaba urbanizado el costado oriental de la carrera Séptima entre las calles 54 y 63, incluido el nuevo barrio Calderón Tejada91. Es probable que su corta duración haya servido para promocionar los terrenos que adquirió en la zona la Compañía Constructora y Urbanizadora a cargo de Julio Calderón, que junto con Ospinas S. A. adelantaron las obras de urbanismo y venta de los lotes en 1935, a través de la Sociedad Urbanizaciones Calderón Tejada S. A.92. Todos estos espacios perdieron importancia en la década de los treinta y, poco a poco, desaparecieron, y quedó en pie tan solo el Lago Gaitán, hasta 1959.
Revista Quincenal Ilustrada, 3, año 1, 1.º de enero, 1928, 5. 91 Enrique Santos Molano, Crónica de una empresa. 19321995 (Bogotá: El Duende, 1995). A lo largo de la investigación, varios testimonios plantearon la hipótesis de que la rueda del Luna Park pasó a manos de Calderón Tejada, cuando este desapareció. En las imágenes se observa que ambas ruedas eran de doce carros. Sin embargo, no fue posible comprobar tales hechos ni se hallaron fuentes relacionadas. 92 Ver las áreas de El Polígono, Calderón Tejada y Granada, en Plano Bogotá 1938, en Marcela Cuéllar Sánchez y Germán Mejía Pavony, Atlas histórico de Bogotá. Cartografía 17912007 (Bogotá: Editorial Planeta, 2007), 92-93, plano n.o 403. Este parque privado incidió en el crecimiento de los barrios perimetrales urbanizados en terrenos de los mismos propietarios, principalmente la familia Calderón y otros socios capitalistas-urbanizadores, pero el proceso cambió de rumbo drásticamente con los diversos pleitos generados en la sucesión de Luis Calderón Tejada hacia 1946.
Lago Gaitán y Luna Park ADEMÁS DE LOS PARQUES DE DIVERSIONES QUE EXISTIERON EN BOGOTÁ A INICIOS DE SIGLO XX, A NIVEL NACIONAL SE DIERON OTROS EJEMPLOS COMO EL DEL PARQUE DE RECREACIONES LUNA PARK EN CALI. FOTOGRAFÍA DE ESCARRIA, 1930. ESTE PARQUE FUE CONSTRUIDO EN 1925 Y SE ENCONTRABA SITUADO EN EL BARRIO GRANADA. EL LAGO QUE SE OBSERVA EN LA FOTOGRAFÍA SE FORMÓ CON LAS AGUAS DE LA QUEBRADA QUE BAJABA DEL CERRO DE LAS TRES CRUCES. RESALTA AL FONDO LA RUEDA DE CHICAGO. 104ARCHIVO DEL BIBLIOTECA DEPARTAMENTAL JORGE GARCÉS BORRERO, FONDO PATRIMONIO FOTOGRÁFICO Y FÍLMICO DEL VALLE DEL CAUCA, REG. 402198.
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La aparición del parque de diversiones (amusement park) en Bogotá se dio en una escala y con presupuestos menores, veinte años después del nacimiento en Nueva York del grupo de parques de Coney Island: Sea Lion (1895), Steeplechase (1895) y Luna Park (1903). Su adaptación en nuestro medio fue paralela a la construcción de parques similares alrededor del mundo, por ejemplo, Berlín y París (1909), Los Ángeles (1911), Tokio (1912) y Osaka (1919), y otros que se construyeron, incluso entrando ya a la década de los treinta. En el ámbito nacional, por ejemplo, en el barrio Granada, en Cali, se construyó también un Luna Park en 1925 sobre la quebrada que bajaba del cerro de las Tres Cruces. Como ya se ha mencionado, en Bogotá Luis Calderón inició el Bosque Calderón Tejada en 1913, José Vicente Gaitán abrió las puertas del parque Lago Gaitán hacia 1917 y la Compañía de Desarrollo Urbano (CDU) el Luna Park en 1921.
El Parque Lago Gaitán LA HACIENDA CHAPINERO. CRECIMIENTO Y URBANIZACIÓN DEL SECTOR La hacienda Chapinero al parecer fue propiedad de Antonio Rosales que la vendió al Convento de Santafé en 1754. Pasó a manos del señor José Antonio Sánchez, posiblemente entre 1807 y 1808, por la
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suma de $ 23.000, pagados a los dominicos o al Gobierno español en remate público, después de “una orden del Virrey Amar y Borbón que obligó a la comunidad religiosa de los Dominicanos a poner en remate las tierras”93. Por tierras de Chapinero se entendían las tierras comprendidas entre el Río Arzobispo por el sur; los antiguos resguardos de Usaquén por el Norte; al Occidente colindaban con las lagunas de Suba; por el Oriente hasta llegar a la cuchilla de la Cordillera Oriental94.
Luego de la muerte de Sánchez en 1823, el lugar se dividió entre sus hijos. Al primero, llamado Narciso, le correspondieron los terrenos ubicados sobre el Camino de Suba y el río Negro, así como una zona denominada “la Casa de teja y un pedazo de tierra que está al pié del cerro”95 (hoy el Barrio Emaús); a Nicolás, el segundo heredero, se le otorgó una fracción ubicada en la mitad de las propiedades de sus hermanos Narciso y Ana María (a quien vendió una tercera parte de lo que le correspondió), cuyos linderos no han podido precisarse por posibles inconsistencias en las escrituras que los definen. Ana María Sánchez, la tercera heredera, dueña 93 DAPD, Tradición de la propiedad y precios de la tierra en Bogotá, D. E. (Zona de Chapinero) (Bogotá: Departamento Administrativo de Planeación Distrital, 1977), 26. 94 Daniel Ortega Ricaurte, Apuntes para la historia de Chapinero (Bogotá: Editorial Kelly, 1967), 7. 95 Juan Carrasquilla Botero, Quintas y estancias de Santafé y Bogotá (Bogotá: Banco Popular; Fondo de Promoción de la Cultura, 1989), 197
lindando al norte con la Cabrera, $ 500. Es decir, entre Carreras 7a y Autopista Norte, desde la calle 72 hasta la actual calle 85. […] 1837. Por citas de Escrituras se sabe también que la parte alta de Rosales, lindando con la Cabrera, de la carrera séptima hacia el oriente, la vendió a la señora Manuela Maza. Y al sur de Rosales, parte baja, traspasó otro lote grande llamado Tunalito al señor Francisco García96.
Este correspondería con los terrenos entre las carreras Séptima y la Autopista Norte, que comprenden lo que hoy es la avenida de Chile y zonas vecinas. FRAGMENTO CORRESPONDIENTE A LA GRAN HACIENDA DE CHAPINERO, 1850-1875 JUAN CARRASQUILLA, MAPA LA TENENCIA DE LA TIERRA EN LA SABANA DE BOGOTÁ DE 1539 A 1939 (FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Y LA TECNOLOGÍA, CENTRO DE INVESTIGACIONES Y EDUCACIÓN POPULAR, 1978-1979) MUESTRA LOS LÍMITES CON LA MERCED Y EL RÍO ARZOBISPO AL SUR, SIGUIENDO POR EL RÍO SALITRE Y RÍO NEGRO Y SUBIENDO POR EL LINDERO CON EL CHICÓ, HASTA LA PARTE MÁS ALTA EN LOS CERROS ORIENTALES. EN EL CENTRO SE LEE: “ALDEA DE CHAPINERO”
del área central de la hacienda y compradora de una parte de lo que le correspondió a su hermano Nicolás, vendió las parcelas más pequeñas, entre las que se incluyen la hacienda El Espartillal (futuro Lago Gaitán) y todos los predios que conformarán el cuadrante de las actuales calle 72 y calle 85 entre carrera Séptima y avenida Caracas: 1824. Rosales. Al Doctor José Joaquín Amaya, entre el Camino de Usaquén y el camellón,
Según las fuentes consultadas, cuando doña Ana María dictó su testamento, había parcelado casi todos los terrenos, incluidos los que había comprado a su hermano Nicolás, y se había quedado únicamente con los páramos en la parte alta de los cerros de Chapinero y una franja al sur de Quinta Camacho97. Entre 1823 y 1849 “vende la totalidad de la propiedad en pequeñas parcelas, muriendo, según queda consignado en su testamento, en la más grande pobreza. A sus hijos solo deja la parte paramosa del terreno”98.
96 Juan Carrasquilla Botero, Quintas y estancias de Santafé y Bogotá (Bogotá: Banco Popular; Fondo de Promoción de la Cultura, 1989), 196. 97 Carrasquilla, Quintas y estancias, 197. 98 DAPD, Tradición de la propiedad, 9.
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El proceso de subdivisión iniciado por los herederos de José A. Sánchez y la reconstrucción del sucesivo cambio de propietarios resultó dispendioso, pero era el que antecedía todo el proceso de traspaso de posesión de tierras al norte de Bogotá a inicios del siglo XX. A partir de 1850 la propiedad se distribuyó en su mayoría por medio de sucesiones y su posterior parcelación. Para el año de 1900 hay dos fenómenos contrarios para el sector de Chapinero. Por un lado, continúa el proceso de fragmentación de la tierra a través de sucesiones y ventas (caso del antiguo “Rosales Camargo”, “Laberinto Leones”, “Concepción”, “Barrocolorado” y “Magdalena”), mientras por otro lado se producen fuertes concentraciones en “Chicó” (Pepe Sierra), “Chapinero Carbonell” (Antonio Izquierdo) y “Paraíso Cataluña” (Marcos Ferré)99. Antonio Izquierdo inició en Chapinero el loteo y venta de tierras para habitación en este periodo100.
La tensión que dirigió el crecimiento de Chapinero fue el trazado de las vías de comunicación principales, sumado a la decisión de sus propietarios de urbanizar los predios 99 También propietario junto con F. Montaña y Justo Murillo de los predios ubicados al norte del río Arzobispo y al oriente de la carrera Séptima. Ver Cuéllar Sánchez y Mejía Pavony, Atlas histórico de Bogotá, 70-71, plano n. o 29 y plano Mantilla 1910: Paraíso Cataluña y Barro Colorado. Actualmente corresponden con las zonas cercanas a la Universidad Javeriana y el Hospital Militar. 100 DAPD, Tradición de la propiedad, 9.
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ubicados sobre la Carretera Central del Norte, el ferrocarril y las líneas del tranvía. La ocupación no fue concéntrica ni homogénea, sino que el desarrollo por “partes” o “saltos” dependió en gran medida de su localización con respecto a los caminos y a la decisión particular-privada que emprendió la urbanización de un sector determinado. Sobre el proceso de ocupación del territorio en Chapinero, las fechas parecen no coincidir: mientras que Carrasquilla101 señala que la totalidad de la hacienda estuvo en poder de Sánchez hasta 1823 cuando falleció, Ibáñez102 declara que José María Carbonell donó el terreno para fundar el caserío y Primo Groot cedió a Ignacio Forero “el área para construir la Capilla de Nuestra señora de la Concepción y formar alrededor de la iglesia una plaza”, ambos en 1812. Ibáñez complementa su hipótesis con la siguiente información: Hasta el año de 1885 Chapinero fue un miserable caserío; cuatro o cinco casas de teja, pertenecientes a las familias Grau, Orrantia, Mejía, Valencia, Diago, etc., eran los únicos edificios de algún valor que allí existían; de los dos caminos que lo unían con Bogotá, solamente era transitado el llamado carretera del norte; la vía que se mejoró en 1890, al pie de la Serranía había sido abandonada103.
101 Carrasquilla, Quintas y estancias, 196. 102 Ibáñez, Crónicas de Bogotá, 634. 103 Ibáñez, Crónicas de Bogotá, 634.
CAMPESINOS DEL NORTE EN BOGOTÁ. A SUS ESPALDAS SE VE LA IGLESIA DE CHAPINERO. 1890 SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR X-766A.
Las diferencias entre las versiones de Ibáñez y Carrasquilla están aún por aclararse; lo importante en este caso es señalar la temprana referencia al paulatino crecimiento del área ocupada y la importancia que adquirió poco a poco, primero como aldea o caserío y luego como barrio Chapinero. Mejía describe algunas de las razones que se conjugaron para su crecimiento acelerado durante las últimas décadas del siglo XIX: Chapinero ya era considerado un Barrio de Bogotá. Es indudable la importancia que
tuvo en este proceso la iglesia dedicada al culto de Nuestra Señora de Lourdes, cuya primera piedra se colocó el 8 de diciembre de 1875. Asimismo, en el crecimiento de Chapinero y su consolidación como sector urbano de Bogotá, influyeron en gran medida, primero, la construcción en 18831884 de una línea del Tranvía; segundo, el Ferrocarril del Norte que en 1891 llegaba hasta Chapinero; y, tercero, las mejoras introducidas en uno de los dos caminos carreteables, ya que sobre otro se trazó la línea del tranvía (actual cra. 13). […] Como resultado tanto de la mejor comunicación que tuvo Chapinero con el centro de la Ciudad, como del culto mariano que se rindió allí en épocas de la regeneración, comenzó con gran ritmo la edificación de numerosas viviendas en los alrededores de la iglesia, [y] la construcción de quintas de Recreo a lo largo de las vías principales104.
En el plano de Chapinero de 1907, en el que no aparece la iglesia de Lourdes, y en el
104 Mejía, Los años del cambio, 330, 332. Acuerdo 1 del 26 de febrero de 1866, “sobre impuesto directo”, en el cual define el lugar como, “la suprimida Aldea de Chapinero, que es hoy parte integrante del Distrito”. Ver también dibujo y fotografía de la primera capilla de Chapinero en Ortega, Apuntes para la historia de Chapinero, 19: “Capilla Antigua de Chapinero que se erigió en el costado norte-oriental del sitio que hoy se llama Parque Sucre o Colón, Calle 60 con Carrera 7 y que hoy ya no existe sino en el recuerdo de los antiguos chapinerunos”. “Lo que hasta hoy se ha conocido con el nombre de Caserío de Chapinero se denominará en lo sucesivo barrio de chapinero”. Acuerdo 12 de 1885, citado en Mejía, Los años del cambio, 327.
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BARROCOLORADO (CARRERA SÉPTIMA ENTRE LAS CALLES 40 Y 43), S.F. AQUÍ LA VEMOS DURANTE LA ÚLTIMA GUERRA CIVIL, CUANDO TRANSITABAN POR EL “CAMINO DE ARRIBA” DE CHAPINERO LAS FUERZAS DEL GOBIERNO. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR X-774C.
EL TEMPLO DE CHAPINERO. LA PRIMERA PIEDRA DE ESTE SANTUARIO GÓTICO FUE COLOCADA EN 1875, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XVI-1320A.
plano de Bogotá de 1913105, se puede comprobar que el desarrollo urbano se centró en un núcleo alrededor de la primera capilla106 y su plaza, y luego se consolidó el caserío alrededor de la plaza Jiménez de Quesada y la nueva iglesia dedicada a Nuestra Señora de Lourdes107. Por su parte, el tranvía trajo consigo nuevos habitantes y fomentó la consolidación del centro poblado; mediante el Acuerdo 29 de 1884 se estableció formalmente un “mercado de víveres” y se auguró “que con el establecimiento del tranvía se trasladarán muchos habitantes al caserío de Chapinero, y que debe fomentarse este caserío del Distrito”: ARTÍCULO 1. Desde el 1º. de enero de 1885 se establece un Mercado para venta de víveres y animales en pie en la Plaza del caserío de Chapinero, el cual tendrá lugar los domingos de cada semana. ARTÍCULO 2. Por los víveres o cabezas de ganado que se traigan al expendio a este Mercado no se cobrará derecho de ninguna clase, durante el término de dos años, contados desde la fecha citada en el artículo anterior. 105 Cuéllar y Mejía, Atlas histórico de Bogotá, 68-69, plano n.o 28. 106 La Sociedad de Embellecimiento promovió en 1918 la demolición de la “vetusta iglesita de Chapinero”: “se pidió al Municipio que reglamente las Urbanizaciones de Chapinero, desde la Calle 75 hasta el límite con Usaquén, la construcción de la línea doble del Tranvía de Chapinero y su prolongación de las Cruces a San Cristóbal, la destrucción de la antigua Capilla de Chapinero”. Ortega Ricaurte, “Décimo aniversario”, 384. 107 Cuéllar y Mejía, Atlas histórico de Bogotá, plano de Chapinero 1907, planos n.o 23, 58 y 59.
ARTÍCULO 3. El Alcalde del Distrito reglamentará este Mercado, dando todas las facilidades posibles, con el objeto de que los vivanderos tengan absolutas garantías y comodidades para expender sus artículos. ARTÍCULO 4. Se establecerá un coso en Chapinero, y su producto se destinará para atender a las mejoras necesarias del caserío108. El vínculo religioso-comercial de la misa dominical antes del mercado y la línea del tranvía que llegaba hasta la nueva plaza crearon condiciones muy favorables para el desarrollo del barrio. Sin embargo, recordemos que este asentamiento no se desarrolló sobre terrenos baldíos de los cuales la Municipalidad pudiera disponer. Según señala otro acuerdo distrital de 1889, la familia Carbonell, la familia Ribas, el Banco de Colombia y otros eran dueños cada uno de “su Chapinero”109. Abraham Aparicio, presidente del Concejo en representación del Municipio, suscribió dicho acuerdo con los tres propietarios, en el cual cedían las áreas necesarias para la construcción de la plaza de mercado, de los edificios municipales y un parque. El convenio bien podría considerarse de fundación, muy 108 Acuerdo 29 del 27 de diciembre de 1884, “Por el cual se establece un mercado de víveres, en el caserío de Chapinero”, https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=11113 109 Acuerdo 15 de 1889, “Sobre fomento del barrio de Chapinero, y aprobatorio de unos convenios”, https://www. alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=14947
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similar a los que se pactaban para las concesiones y la colonización de áreas rurales en cualquier lugar del país, cuando las aldeas pasaban de la “fase rural” a la urbana110. Primer Convenio: 1. María del Carmen Carbonell de Moreno cede a título gratuito al Distrito de Bogotá, un área de terreno que mide cuatro mil metros cuadrados, tomada de la hacienda de Chapinero, situada en jurisdicción de este Distrito de Bogotá. 2. María del Carmen Carbonell de Moreno hace esta cesión con la condición de que reconstruya [la Municipalidad] en el terreno cedido la plaza de mercado del barrio de Chapinero, para poner en ejecución el Acuerdo número 29 de 1884. 3. El área cedida se tomará del lote del terreno situado entre el camellón nacional 110 Sobre los procesos de ocupación de nuevos asentamientos, describe Aprile-Gniset: “desmontando el área escogida para la plaza, se forma el grupo de voluntarios encargados del trazado, al mando del más experto, aquel que sabe calcular un ángulo de 90 grados. Usando una varita cortada a 80 centímetros o un metro, según el caso, y una larga pita de cabuya, se miden las distancias: los ayudantes preparan estacas y otros las van colocando. A este primer ‘cuadrado’ se le agregan las calles perimetrales y se le señalan las esquinas. En un segundo convite se abren y se estacan las primeras calles, las cuadras enmarcando la plaza y se dividen en solares que se designan para la casa municipal, la cárcel, las escuelas y el templo; lo demás se adjudica a los primeros pobladores”. Aprile-Gniset, La ciudad colombiana, 106. Por ejemplo, para el caso de la fundación de Armenia, describe lo siguiente: “varios hechos atestiguan que desde el primer día la localidad experimentó la especulación y la diferenciación social. Es así que, definido el sitio definitivo, el vendedor de la mejora se reserva con prudencia tres solares de la futura traza”. Aprile-Gniset, La ciudad colombiana, 162.
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del Norte y el Ferrocarril de Zipaquirá, en el cual desemboca la calle que baja de la antigua plaza de Chapinero. 4. En caso de que transcurran cinco años contados desde hoy, sin que el Concejo Municipal haya dado principio a la construcción de la plaza, el terreno volverá a ser propiedad de la señora Carbonell de Moreno. 5. En caso de que en el terreno cedido se construya la plaza, la señora Carbonell de Moreno tendrá derecho a todas las basuras que se traigan de allí y a ser preferida, en igualdad de circunstancias, para el privilegio de construcción de la plaza, si esta se hace por cuenta de particulares. 6. La señora Carbonell de Moreno se obliga a ceder el terreno que sea necesario para la apertura de las calles que el Concejo crea conveniente abrir para el buen servicio de la plaza y para el ensanchamiento de la población de Chapinero. Las calles tendrán la anchura que determine el Honorable Concejo. Segundo Convenio: 1. Dionisio Mejía [gerente del Banco de Colombia] cede, a título gratuito, al Distrito de Bogotá, un área de terreno que mide tres mil doscientos metros cuadrados, tomada de los terrenos que posee el banco de Colombia en Chapinero. 2. Dionisio Mejía hace esta cesión con la condición de que se construyan en el terreno cedido los edificios municipales que determine el Concejo Municipal.
3. El área cedida se tomará de los lotes marcados con los números 21 y 23 en el plano de los terrenos de propiedad del Banco de Colombia formado por el señor D. Ruperto Ferreira. 4. En caso de que transcurran cuatro años contados desde el día en que se otorgue la correspondiente escritura, sin que el Distrito haya llevado a efecto la construcción de un edificio apropiado para el servicio administrativo del barrio de Chapinero, el terreno volverá a ser propiedad del Banco de Colombia. 5. Dionisio Mejía se obliga también a ceder el terreno que sea necesario para la apertura de nuevas calles en el barrio de Chapinero, siempre que estas se abran en terrenos pertenecientes al Banco de Colombia y a darles la anchura que fije el Concejo Municipal, la que no excederá del límite fijado por la ley. Tercer Convenio: 1. Luis G. Ribas cede, a título gratuito, al Distrito de Bogotá, un área de terreno que mide ocho mil metros cuadrados, tomada de los terrenos que posee Ribas en su Chapinero. 2. Luis G. Ribas hace esta cesión con la condición de que se construya un parque en el terreno a que ella se refiere. 3. El área cedida se tomará del lote situado frente a la Quinta del mismo señor Ribas, y separado de ella por la vía pública conocida con el nombre de “Camino de arriba de Chapinero”.
4. En el caso en que transcurran tres años contados desde el día en que se otorgue la correspondiente escritura de esta cesión, y no se hubiere dado principio a la formación del parque, el terreno volverá a ser propiedad de Luis G. Ribas. 5. Luis G. Ribas se obliga además a ceder el terreno necesario para la apertura de nuevas calles en el barrio de Chapinero, siempre que estas se abran en terrenos que sean de su propiedad, así como también a darles la anchura que fije el Concejo Municipal111.
Acto seguido a la creación de las condiciones favorables y de confort que entonces se consideraban superiores a las del centro de la ciudad, vinieron los procesos de loteo y parcelación de las nuevas urbanizaciones que se proyectaron en las dos primeras décadas del siglo XX, que podemos resumir en varias etapas. Primero, el núcleo original ya descrito; luego, la posterior expansión hacia el norte con la construcción de la plaza nueva y la iglesia de Lourdes, que apresuró el loteo de los más de cuarenta predios enumerados en el plano Lotes en Chapinero 1884 de Ruperto Ferreira. Según las escrituras públicas consultadas, este plano sirvió por más de quince años como guía de la compra y venta de las tierras relacionadas112. Se destaca la activa participación del Banco de Colombia como comprador y vendedor directo, pero también se hallaron varias ope111 Acuerdo 15 de 1889. Las negrillas son mías. 112 Escritura 1144, 2 de julio de 1898, Notaría 2.ª, Bogotá.
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PLANO DE LOTES EN CHAPINERO, 1884. LEVANTADO POR RUPERTO FERREIRA. ESCRITURA 1144, 2 DE JULIO DE 1898, NOTARÍA 2.ª, BOGOTÁ. (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA.)
raciones de retoma de predios por causa del incumplimiento en los pagos de las hipotecas suscritas con el banco. Además, se destaca la incorporación de los lotes 11, 12, 13 y 14 de Antonio Samper Uribe y los predios 15 y 16 de Jorge Ancízar, como porcentaje en la constitución de la Compañía Urbanizadora de Bogotá y Chapinero creada en 1900 por varios miembros fundadores de la Sociedad de Embellecimiento de 1898, incluido Eudoro Pedroza, su primer presidente.
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El siguiente paso lo dio Antonio Izquierdo cuando proyectó, en el preámbulo de la guerra de los Mil Días, los barrios Sucre y Quesada, localizados en terrenos medianeros entre el Ferrocarril del Norte y el Tranvía a Chapinero, y el barrio del Mercado, junto a la estación del Ferrocarril del Norte y la plaza de mercado. Izquierdo, como urbanizador, relata haber cedido a la Sociedad de Embellecimiento (y no entregado al Municipio) el parque del barrio Sucre; es decir, que urbanizó el terreno y cedió el parque a
una asociación de la que él hacía parte como socio fundador. Sobre las alternativas ofrecidas en cada uno de los barrios, escribió: El Barrio Sucre, es el más cercano a Bogotá, está a la mitad del camino entre la ciudad y Chapinero, los compradores que prefieren la mayor proximidad a Bogotá se han decidido por los lotes de este barrio, de donde puede venirse a la ciudad, en tranvía, en unos diez y seis minutos113. El Barrio Quesada consta de seis manzanas, cada una de veinte lotes, la mitad de los cuales dan frente al Camellón del Tranvía y la otra mitad a las calles laterales. […] En este barrio se han edificado lindas quintas, algunas de las cuales se vendieron antes de la guerra, por más de veinticinco mil pesos ($25.000). La manzana F se edificó en menos de un año, cosa desconocida en Bogotá114. El Barrio del Mercado solo dista una cuadra del Camellón del Tranvía, y está a unos sesenta metros de la Estación del Ferrocarril, a una cuadra del hotel Milton, a tres cuadras del templo nuevo de Chapinero y formando tres costados de la plaza de mercado de Chapinero, ya construida, la cual se
113 Antonio Izquierdo, Lotes en Chapinero (Bogotá, Tipografía Salesiana, 1900), 3, citado en Enrique Martínez Ruiz, “Haciendo comunidad, haciendo ciudad: los judíos y la conformación del espacio urbano de Bogotá” (tesis, Facultad de Artes, Maestría en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010). 114 Izquierdo, Lotes en Chapinero, 4.
ensanchará con un área de terreno que he regalado115.
El documento entrega también algunos datos sobre la prestación de los servicios públicos en la ciudad, como transporte, energía eléctrica y agua, que sorprende por el uso que hace Izquierdo de información privilegiada y también por la aparente fragilidad del Municipio frente a las disposiciones unilaterales que puede adoptar un urbanizador para favorecer sus intereses. El Tranvía pasa cada 10 minutos por el Camellón, y el Ferrocarril, que tiene una estación en Chapinero, hace tres viajes todos los días. El Ferrocarril tendrá pronto línea doble entre Bogotá y Chapinero, y entonces funcionará constantemente, y se podrán hacer viajes, en cinco o seis minutos del uno al otro lugar. Es probable que se aproveche la fuerza eléctrica que ha de ser traída pronto para el objeto principal del alumbrado de la ciudad. […] De acuerdo con el contrato vigente celebrado entre Gobierno y el empresario del Acueducto, el contratista debe poner agua en las casas de los particulares siempre que cinco vecinos de una misma manzana lo pidan de común acuerdo. Acabo de ceder a la compañía del Acueducto en la parte alta de Chapinero, un área de terreno donde se construirán los tanques para el acueducto de Chapinero, con las aguas de las Quebradas de las Delicias y la Vieja. 115 Izquierdo, Lotes en Chapinero, 4.
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CASA EN EL BARRIO SUCRE. FRENTE: 15 VARAS, 1900 ANTONIO IZQUIERDO, LOTES EN CHAPINERO (BOGOTÁ, TIPOGRAFÍA SALESIANA, 1900), 24.
[…] Al Barrio Sucre he traído agua de la cordillera, que revaliza [sic] en calidad con la de la Fuente de Padilla y tengo un arreglo pendiente con la compañía del Acueducto para traer el agua de Los Chulos, con lo que quedará perfectamente abastecido este barrio116.
Los lotes en las tres urbanizaciones se vendían a cuotas y sin intereses por el método de la Caja de Ahorros y sin tener en cuenta las fluctuaciones del papel moneda, incluso 116 Izquierdo, Lotes en Chapinero, 4, 8-9.
115
desde antes de la guerra de los Mil Días. El caudal económico le permitía a Izquierdo mantener un negocio a largo plazo, en el que no se lucraría por causa de los intereses en la venta de los lotes, sino porque le apostó a la valorización de las parcelas que reservó como de su propiedad. Antonio Izquierdo tenía dos convicciones: primero, era enfático en señalar el aumento acelerado del valor de la propiedad en la ciudad, por el simple efecto de la subdivisión en parcelas más pequeñas y la construcción de las edificaciones vecinas; la segunda era que la ciudad se extendería indudablemente hacia el norte y,
QUINTAS AL FRENTE DEL BARRIO QUESADA, 1900 ANTONIO IZQUIERDO, LOTES EN CHAPINERO (BOGOTÁ, TIPOGRAFÍA SALESIANA, 1900), 2.
BARRIO DEL MERCADO. ESTACIÓN DEL FERROCARRIL, VISTA NORTE DE CHAPINERO, 1900 ANTONIO IZQUIERDO, LOTES EN CHAPINERO (BOGOTÁ, TIPOGRAFÍA SALESIANA, 1900), 16.
de acuerdo con las leyes que rigen la ciudad moderna, reservándome algunos lotes, que no serán, eso sí, los mejores, aprovecharé yo, y aprovecharán los compradores: ellos, porque compran barato y con plazo y condiciones ventajosísimas; y yo, porque los lotes que me quedan aumentarán de valor por virtud de la división y de los edificios que en los otros se harán indudablemente117.
En la década de 1910 se consolidó el desarrollo sobre los camellones, desde el río Arzobispo hasta el centro de Chapinero. Se prolongaron las vías y se generaron lotes y parcelas; sin embargo, el tejido no tuvo el mismo ritmo de los urbanizadores, ya que la construcción de las quintas se llevó a cabo de manera individual. En 1917 se trazó el barrio La Gran Avenida, que incluyó los bordes de la calle 72 o avenida de Chile hacia el norte, y dejó vacía una parte en la zona sur que más adelante ocuparía la Urbanización Quinta Camacho. Esta limitaba con las parcelas en las que se construiría el parque Lago Gaitán, en el extremo norte de Chapinero en ese entonces.
117 Izquierdo, Lotes en Chapinero, 6.
117
TRADICIÓN DEL PREDIO DEL LAGO GAITÁN La hacienda Rosales Camargo se dividió a finales del siglo XIX en varios bloques. El primero se localizó al oriente de la carrera Séptima, mientras que el área occidental hasta el Camellón (Autopista Norte) se fragmentó en seis predios denominados: Quinta Camacho (de Enrique Camacho), Potrero Largo (inicialmente de Carmen Malo), El Espartillal (de Francisco Malo Leiva), El Nogal (barrio Parrish), La Cabrera y La Columna. En 1910 se integró el predio La Columna a la nueva La Cabrera. El Espartillal conservó su nombre, pero se dividió en dos: 33 fanegadas de Helí Mahecha y 15 fanegadas de Ana María Leiva118. La esposa de Francisco Malo, María Guarín de Malo, enajenó sus derechos en abril de 1910 a favor de Helí Mahecha, a cambio de una casa en Bogotá, “situada en la Calle 2a, marcada en su puerta principal con el número 89”119. Por el mismo valor pactado como derecho por la casa en Bogotá, equivalente a 1.500 pesos oro, Mahecha lo vendió en octubre de 1911 a José Miguel Rey. El terreno sobre el que se construyó el parque Lago Gaitán o Lago de Chapinero fue comprado el 4 de mayo de 1912 por José Vicente Gaitán al señor Rey. Según la Escritura 313 de 1912 de la Notaría 5.ª, el
118 DAPD, Tradición de la propiedad, A4-A5. 119 DAPD, Tradición de la propiedad, A4-A5.
PLANO TOPOGRÁFICO DE BOGOTÁ, CHAPINERO Y SAN CRISTÓBAL, ARREGLADO POR EL INGENIERO MUNICIPAL LUIS JOSÉ FONSECA S., DICIEMBRE DE 1915 BOGOTÁ HACIA EL NORTE DEL RÍO ARZOBISPO (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA). SE OBSERVAN LOS LOTEOS DE LAS HACIENDAS TANTO AL ORIENTE DE LA CARRERA SÉPTIMA, COMO EN LA PARTE CENTRAL Y BAJA DE CHAPINERO. EL NÚCLEO DEL CASERÍO DE CHAPINERO, LOS TRES BARRIOS DE ANTONIO IZQUIERDO: SUCRE, QUESADA Y DEL MERCADO. EN EL EXTREMO NORTE (IZQUIERDA) DEL PLANO, SE VE CLARAMENTE EL LUGAR QUE OCUPARÁ EL LAGO GAITÁN Y UN POCO MÁS AL CENTRO, EL LOTEO DE RUPERTO FERREIRA DE 1884, PRESENTADO ANTERIORMENTE. MUSEO DE BOGOTÁ, REG. S919.305.
BOGOTÁ. URBANIZACIÓN EN CHAPINERO, 1917 PLANO TOPOGRÁFICO Y PROYECTO DE URBANIZACIÓN DE LOS TERRENOS DENOMINADOS TUNALITO Y EL JUNCAL Y CEBA, SITUADOS EN EL BARRIO DE CHAPINERO, PROPIEDAD DEL SR EDUARDO QUINTANA VENEGAS CON EL CORRESPONDIENTE ESTUDIO PARA LA PROLONGACIÓN DEL TRANVÍA. (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA.) AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS, MAPOTECA 7, REF. 1350.
LOTES DE ANTONIO IZQUIERDO EN CHAPINERO, 1900 EN EL MAPA SE LEE: “LOTES EN CHAPINERO CON GRANDES PLAZOS SIN PAGAR INTERESES, VENTAJAS PARA LOS COMPRADORES. OFICINA DE ANTONIO IZQUIERDO, CALLE PALAU NO. 92-C, ESQUINA PARQUE SANTANDER”. ANTONIO IZQUIERDO, LOTES EN CHAPINERO (BOGOTÁ, TIPOGRAFÍA SALESIANA, 1900).
negocio entre Rey y Gaitán se llevó a cabo de la siguiente manera: lo vende por la suma de $2.800 oro inglés que el comprador paga así: $ 900 que hoy en mi presencia dio el otorgante y este declara recibidos a satisfacción, y $ 1.900 que el comprador pagará al vendedor o a su orden en esta ciudad, en oro inglés amonedado el día en que se termine el juicio de sucesión de Francisco Malo Leiva. El vendedor se obliga a entregar al comprador José Vicente Gaitán el día 2 de noviembre de 1912.
El predio, según describe la escritura mencionada, hacía parte de la hacienda El Espartillal y en la venta quedó alinderado así:
que en la partición que de la herencia del señor Malo Leyva se hizo, se adjudicó a su cedente Dr. Helí Mahecha un lote de terreno que hace parte del llamado “El Espartillal” ubicado en Bogotá que mide 32 fanegas, nueve mil setecientos seis varas cuadradas, que en la partición se alinderó así: Por el Oriente: con el lote que se adjudicó a la Señora Ana María Leiva de Malo y que forma parte del mismo potrero del Espartillal. Por el Norte: con terrenos de los herederos del señor Julio Mallarino120. Por el Occidente: Con terrenos de la Señora Rosa Malo de Barrera y del Ferrocarril del Norte; 120 Es el predio en el que años después se construyó el Country Club.
120
Y por el Sur: con terrenos de la señora Ana María Malo de Leiva121.
En 1918 Gaitán vendió una pequeña parte triangular en la zona occidental, con linderos contra el Ferrocarril del Norte, a Carlos Corradine y en 1927 compró a la Compañía Colombiana de Seguros de Vida un área equivalente a 21.500 v2 del barrio El Nogal, colindante por el oriente con el parque descrito más adelante, que luego vendió sin que fuera posible establecer los detalles de la transferencia122. La propiedad permaneció en manos de Gaitán hasta su muerte en 1931 y luego fue adjudicada al señor Ricardo Cubidez en el juicio de sucesión, por causa de un préstamo de $ 30.000 respaldado mediante hipoteca del parque123. De Cubidez podemos señalar que es un caso muy llamativo dentro del proceso de compraventa de tierras y bienes con fines de renta a corto y mediano plazo. No solo obtuvo el parque Lago Gaitán como pago por el préstamo a su favor, sino que compró la totalidad de la herencia a los familiares y acreedores a 121 Escritura 313, 1912, Notaría 5.ª, Bogotá 122 Escritura 1028, 17 de junio de 1928, Notaría 2.ª, Bogotá. Escritura 1610, 7 de noviembre de 1927, Notaría 2.ª, Bogotá. 123 Juzgado 5 Civil del Circuito, Bogotá, 13 de septiembre de 1934, f. 647. José Vicente Gaitán nació el 24 de abril de 1870 y falleció a los 61 años en 1931, soltero y sin hijos. La totalidad de sus bienes les correspondía a sus hermanos y a los acreedores con los cuales tenía un alto porcentaje de compromisos.
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los que se les adjudicaron las demás propiedades. Entre estos bienes se encuentran una finca denominada Nueva Bretaña, sobre “el camino que va al Prado junto al potrero del Martillo” en Suba; la cuarta parte de un terreno en Chapinero, cuya descripción y linderos no permite localizarlo: “situado más o menos doscientos metros al norte, del quilómetro sexto del Ferrocarril Central del Norte”; dinero en efectivo, diecisiete acciones de la Compañía Hidroeléctrica de Oriente, “cada una a un valor de diez (10) pesos”124, y parte en terrenos fuera de Bogotá (Guavio, Cundinamarca) que correspondían por herencia a José Vicente Gaitán y sus hermanos. Sin entrar en gastos mayores o en mejoras significativas de los bienes, Cubidez enajenaba sus derechos sobre las propiedades, y continuaba un proceso cíclico con el cual obtenía rendimientos económicos. Por ejemplo, consultando varias escrituras se determinó la adquisición de pequeñas parcelas y su participación como primer comprador sobre planos de lotes en urbanizaciones en Las Cruces, Teusaquillo y Chapinero, los cuales vendía años después. También alternaba los negocios individuales con otros en sociedad, con empresarios eminentes como Gustavo Uribe Ramírez y José María Gómez Campuzano125. 124 Juzgado 5 Civil del Circuito, Bogotá, 13 de septiembre de 1934. 125 Como ejemplo, en septiembre de 1936 compró el lote 11, manzana H, de la Urbanización Sur de Teusaquillo, que vendió en mayo de 1938, asociado con Uribe Ramírez y Gómez Campuzano. Ver: Escritura 900, 2 de mayo de 1938,
LINDEROS DEL PREDIO DEL PARQUE LAGO GAITÁN. PLANO DE LA CIUDAD DE BOGOTÁ, EJECUTADO POR LA SECCIÓN DE LEVANTAMIENTO. SECRETARÍA DE OO. PP. MUNICIPALES, 1930 EN LA PARTE BAJA ESTÁ DELIMITADO EL PREDIO OCCIDENTAL TRIANGULAR VENDIDO A CARLOS CORRADINE. EL VACÍO ENTRE EL PARQUE Y LA URBANIZACIÓN PARRISH O EL NOGAL AL ORIENTE (ARRIBA) CORRESPONDE AL TERRENO COMPRADO POR GAITÁN EN 1927, QUE PROBABLEMENTE TRANSFIRIÓ ANTES DE 1930 Y QUE SE URBANIZÓ HACIA 1944 COMO BARRIO EL ESPARTILLAL., COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REF. MDB S.919.309. (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA.)
DESARROLLO URBANO EN LOS PREDIOS ALEDAÑOS AL LAGO GAITÁN. SECRETARÍA DE OBRAS PÚBLICAS MUNICIPALES, SECCIÓN DEL PLANO DE BOGOTÁ, 1938 COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REF. S.919.336. (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA.)
Los socios de Cubidez en la compra de los derechos de la herencia de Gaitán fueron Roberto Härtel y Antonio Kraus, dos ciudadanos alemanes. Con ellos había suscrito un acuerdo privado en 1933, para que cada uno obtuviera una cuarta parte de la totalidad de los bienes, una vez se protocolizara debidamente el traspaso de los derechos. La operación se llevó a cabo en marzo de 1935 y los dos inversionistas extranjeros recibieron lo que les correspondía en 1936126. José María Gómez Campuzano, mencionado anteriormente, obtuvo comisiones del 6½ % por cada uno, como “portafoliero” o intermediario, ya que logró que Cubidez llevara a feliz término el negocio con los ciudadanos alemanes127. Lo mismo sucedió en las áreas cercanas al parque durante las dos décadas en que fue propiedad de Gaitán. Se parcelaron los predios inmediatos y se urbanizaron al sur los barrios La Porciúncula y Quinta Camacho; al nororiente, El Nogal, San Antonio y El Retiro; al occidente, los barrios San Felipe y la Concepción; y al norte se construyó el Country Club. En el juicio de sucesión de Notaría 2.ª, Bogotá. 126 Protocolo de la sucesión: Escritura 449, 1.º de marzo de 1935, Notaría 2.ª, Bogotá. Protocolo documento privado: Escritura 468, 2 de marzo de 1935, Notaría 2.ª, Bogotá. Traspaso de la cuarta parte a Härtel: Escritura 543, 3 de marzo de 1936, Notaría 2.ª, Bogotá. Traspaso de la cuarta parte a Kraus: Escritura 611, 4 de marzo de 1936, Notaría 2.ª, Bogotá. 127 Escritura 468, 2 de marzo de 1935, Notaría 2.ª, Bogotá. De Härtel y Kraus no se halló más información que permitiera identificar su actividad comercial principal o su participación en otros negocios.
Gaitán, se puede determinar que hubo varios traspasos entre propietarios de los terrenos circundantes así: Un globo de terreno denominado “Parque Gaitán”, situado en el Barrio Chapinero de esta ciudad, y alinderado así: Por el Occidente con terrenos que fueron de Rosa Malo de Barrera hoy herederos de Justiniano Correal, y con el Ferrocarril del Norte; por el sur, con terrenos que fueron de Ana María Malo de Leyva, hoy en parte de herederos de Justiniano Correal y con Terrenos de la Familia Samper, Calle 72 en proyecto de por medio; por el oriente, con terreno que fue de la Compañía Colombiana de Seguros, hoy urbanización Parrish128, y luego formando 128 La Urbanización Parrish es el barrio El Nogal. “Karl Parrish Ingeniero de Minas y su hermano Robert, representan un tipo peculiar de empresarios aventureros, con oficina en Nueva York, residencia en Barranquilla. […] Actúan como puente entre Estados Unidos y Colombia, agentes de gran cantidad de empresas norteamericanas financieras, de ingenieros, de electricidad (o de plantas eléctricas), de teléfonos, tranvías, de obras civiles y de construcción, de automóviles, de maquinaria, y varias empresas comerciales e industriales. Aprile-Gniset, La ciudad colombiana, 38-42. Al respecto, Posada señala: “Además de sus intereses en la minería, los Parrish invirtieron en otros negocios en el interior del país. En 1928 comenzaron sendos proyectos de urbanización en Cali y Medellín y en 1929 crearon la Compañía Urbanizadora El Nogal en Bogotá. Cerca de Bogotá adquirieron un aserradero de tamaño considerable: el Andean-Saw-Mill. Por intermedio de la Compañía Colombiana de Inversiones, controlaban la Sociedad Importadora de Automóviles, el Cine Bolívar y una panadería”. Fue socio de Carlos Dávila en negocios relacionados con oro, cuarzo y platino. Hacia 1928-1931 “comenzó a promover la fundación de una nueva empresa Exploration Company de la que esperaba grandes resultados por la posibilidad de explotar varios yacimientos en las regiones de los ríos Atrato y San Juan”. Posada
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una escuadra, con terreno de herederos de Antonio Izquierdo de por medio, bajando con calle en proyecto, hasta encontrar tierra de esta sucesión, y luego hacia el Norte, lindando con los mismos herederos; y por el Norte, con tierras que fueron de Julio D. Mallarino, hoy del Country Club129.
Si comparamos los propietarios de los terrenos lindantes con el parque Lago Gaitán en 1912 con los de 1931, cuando pasó a manos de Ricardo Cubidez, y tenemos en cuenta los barrios que se urbanizaron en ese lapso, comprobamos que el proceso paralelo de concentración de la propiedad en algunos casos y de acelerada división en otros sectores de Chapinero, descrito en el estudio de tradición de la propiedad ya citado130, puede tener los siguientes protagonistas: En primer lugar, están los herederos a favor de los cuales se dividió la hacienda; luego vienen negociantes que tenían interés en mantener la tierra por corto tiempo y que podían venderla nuevamente en su totalirefiere, además, otro negocio que los vincula a Dávila: “por conducto de la Compañía Colombiana de Inversiones, la Compañía Urbanizadora Bellavista y Parrish Investment Co. obtuvieron el control de la Compañía de Maderas La Industria, de la que también fueron socios Carlos A. Dávila, Rafael Obregón, Carmelo Arango, Jorge Obando, Gregorio Armenta y Eduardo Hughes”. Eduardo Posada Carbó, “Karl Parrish. Un empresario colombiano en los años veinte”, Boletín Cultural y Bibliográfico XXIII, n.o 8 (1986): 16. https:// publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/3111/3198 129 Juzgado 5 Civil del Circuito, Bogotá, 13 de septiembre de 1934, f. 643. 130 DAPD, Tradición de la propiedad.
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dad, o fragmentarla de acuerdo con las condiciones de quienes finalmente compraran parcelas para urbanizar. En esta dinámica hubo sucesivos traspasos a intermediarios negociantes (Cubidez, por ejemplo) y a grandes compradores con fines de urbanización, como Antonio Izquierdo o sus herederos y compañías urbanizadoras. Roberto Härtel vendió su cuarta parte en 1938 a Alfonso Acevedo Bernal, quien tomó el control de la administración y le dio un segundo aire al parque. Acevedo era parte de la familia de reconocidos cineastas colombianos conformada por su padre, Arturo Acevedo Vallarino, y sus tres hermanos, Gonzalo, Álvaro y Armando. Sin embargo, un grupo de empresarios con actividad económica principal en Bogotá y Medellín compró el parque con fines claros de urbanizarlo. Cubidez les vendió en 1943 el 50 % que le correspondía por $ 125.000131; los herederos de Kraus, la cuarta parte en su poder, también en 1943, por un valor de $ 70.000; y Acevedo hizo lo propio con la otra cuarta parte en 1944, por un valor de $ 100.000, seguro de estar entregando un antiguo parque de diversiones deteriorado, que no generaba rentabilidad, y no un predio 131 Además de los ingresos indeterminados que Cubidez obtuvo por la explotación de los bienes comprados en 1935 por un valor total de $ 96.737,28, ocho años después, sumando las ventas a Härtel, Kraus y a la Sociedad representada por José Manuel Rodríguez Rey, únicamente por el Lago Gaitán la suma de sus ventas alcanzó un valor total de $ 173.564,64.
COMPAÑÍA DE ATRACCIONES DEL PARQUE GAITÁN LIMITADA Socio
Capital valorado en 1955
Porcentaje de participación
Julio Ramírez Jhons
$ 868.000
411/3 %
Santiago Vergara Galvis
$ 462.000
22 %
Ernesto Moreno A.
$ 336.000
16 %
José Manuel Rodríguez Rey
$ 224.000
102/3 %
Jesús Ramírez Jhons
$ 140.000
62/3 %
Luis Vergara Galvis
$ 70.0000
31/3 %
CONSTITUCIÓN DE LA COMPAÑÍA DE ATRACCIONES DEL PARQUE GAITÁN LTDA., SEGÚN ESCRITURA 2782, 22 DE JUNIO DE 1955, NOTARÍA 7.ª, BOGOTÁ.
con el potencial de urbanización que era evidente para sus compradores. Al parecer, transcurrieron diez años durante los cuales el parque entró en un periodo de decaimiento que marcó su definitiva desaparición. No se hallaron registros sobre alguna intervención que buscara reactivar sus actividades o sobre la llegada de nuevos aparatos de diversión que atrajeran visitantes, pero sí una mención a un proyecto de urbanización en 1945, que alcanzó a ser aprobado por el Distrito, pero que no se llevó a cabo. En 1955 los mismos compradores iniciaron el proceso de protocolización de los requisitos que llevarían a la eliminación del Lago Gaitán y a la aparición de un nuevo barrio. El primer paso fue formalizar los porcentajes correspondientes a cada socio, producto de la compra a Cubidez, Kraus y Acevedo, mediante la constitución de la Sociedad de Atracciones del Parque Gaitán:
Comparecieron los señores Julio Ramírez Jhons, hombre de negocios, en su propio nombre y como apoderado del señor Jesús Ramírez Jhons, Luis Vergara Galvis en su propio nombre y como apoderado general del señor Santiago Vergara Galvis, comerciantes vecinos de esta ciudad, José Manuel Rodríguez Rey Industrial, y Elkin Peláez Villegas apoderado especial del señor Ernesto A. Moreno, Ganadero de Medellín y dijeron: […] el objeto de la Sociedad es la explotación de los aparatos de diversión y deporte que hoy existe en los predios denominados “Parque Gaitán” o “Lago Chapinero”. La sociedad no se ocupará de compraventa de bienes raíces, pero en forma ocasional podrá disponer mediante enajenación a cualquier título de los bienes raíces que hacen parte de su patrimonio132. 132 Escritura 2782, 22 de junio de 1955, Notaría 7.ª, Bogotá.
126
El precio total de la compra del Lago Gaitán en 1944 sumó $ 295.000 y para la constitución de la compañía de atracciones en 1955 se valoró por un total de $ 2.100.000, cuyos porcentajes estaban organizados como se indica en la tabla de la página opuesta. La compañía duró solo nueve meses y entró en liquidación el 17 de marzo de 1956, para ser disuelta definitivamente el 24 de diciembre, mediante un avalúo general que incluyó el predio, “los edificios, construcciones, aparatos de diversión y demás enseres”, por valor de $ 4.489.000. En realidad, su aparición tenía como fin adelantar los requisitos previos a la constitución de la empresa que en menos de un mes daría paso a la urbanización del predio. Urbanización Autopista Lago de Chapinero Limitada, es la razón social de esta Sociedad colombiana domiciliada en Bogotá. […] el objeto de la sociedad será la urbanización de lotes o solares y la compra y venta de estos, en el distrito Especial de Bogotá. Dentro de este objeto principal, la compañía podrá efectuar todos los actos o contratos necesarios para la elaboración de planos, acueductos, andenes, alcantarillados, instalaciones eléctricas, pavimentos y en general todo lo indispensable en una urbanización133.
El 31 de diciembre de 1958 la Oficina del Plan Regulador de Bogotá aprobó la urbani-
133 Escritura 147, 17 de enero de 1957, Notaría 7.ª, Bogotá.
127
zación y fijó las pautas para su legalización. Hasta los años cincuenta el desarrollo de Chapinero transcurrió paralelo, por un lado, a la explotación comercial de los terrenos, primero del Lago Gaitán y luego del Country Club (1929-1954), y, por otro lado, a los negocios con fines de renta por propiedad de las tierras y la urbanización de las parcelas que había empezado en el siglo XIX. Si analizamos detenidamente cómo se llevó a cabo este proceso durante medio siglo, en realidad el parque Lago Gaitán o Lago de Chapinero tuvo un gran significado como espacio de recreo y por su valor adicional como área libre en el norte de la ciudad, pero no podría considerarse un polo de desarrollo o de atracción de nuevas ocupaciones, por varias razones. La primera y tal vez la más contundente, porque José Vicente Gaitán al parecer no tenía vocación ni llevó a cabo actividades como negociante de predios con fines de urbanización, ni en este ni en otros terrenos de su propiedad. El inventario de juicio de Gaitán señala permanentemente el carácter de sus otras propiedades como predios agrícolas y de pastoreo, con “casa de adobe y teja y unas herramientas, dos cantinas, seis azadones y un barretón”134. Sobre los bordes del parque tampoco se planeó ningún espacio significativo ni se es134 Juzgado 5 Civil del Circuito, Bogotá, 13 de septiembre de 1934, f. 643.
PORTADA DEL FOLLETO DE VENTAS DE LA URBANIZACIÓN LAGO DE CHAPINERO, S. F. DOCUMENTO DE TRABAJO DEL ARCHIVO PARTICULAR DEL ARQUITECTO ERNESTO JIMÉNEZ / JIMÉNEZ & CORTÉS BOSHELL ARQUITECTOS. ARCHIVO DE JUAN CARLOS GÓMEZ PORTADA DEL FOLLETO DE VENTAS DE LA URBANIZACIÓN LAGO DE CHAPINERO, S. F. DOCUMENTO DE TRABAJO DEL ARCHIVO PARTICULAR DEL ARQUITECTO ERNESTO JIMÉNEZ / JIMÉNEZ & CORTÉS BOSHELL ARQUITECTOS. ARCHIVO DE JUAN CARLOS GÓMEZ
SECTOR DEL LAGO GAITÁN YA URBANIZADO. DETALLE PLANO BOGOTÁ D. E., 1958 INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, REFERENCIA 16-33-4-003.
VIVIENDA CONSTRUIDA EN LA PRIMERA ETAPA DE DESARROLLO DE LA URBANIZACIÓN LAGO DE CHAPINERO. ESQUINA CALLE 79 CON CARRERA 18 BOGOTÁ D.C. FOTOGRAFÍAS: ALFREDO BARÓN LEAL, 2021
EDIFICIO DE OFICINAS Y APARTAMENTOS DE LA PRIMERA ETAPA DE CONSTRUCCIÓN DE LA URBANIZACIÓN LAGO DE CHAPINERO. ESQUINA CALLE 79 CON CARRERA 15 BOGOTÁ D.C.
tructuró algún tipo de elemento urbanístico correspondiente. Por el contrario, el primer barrio que nació a principios de la década de los veinte, denominado La Gran Avenida, se desarrolló con el parque a su espalda. El barrio El Espartillal se trazó a principios de la década de los cuarenta, y dio continuidad a la estructura de El Nogal y San Antonio hasta el lindero occidental con el Lago Gaitán. Algo similar ocurrió con el barrio Country Club en la década de los cincuenta, separado por la calle 85 y con pocos elementos urbanos en común, salvo la continuidad de las vías principales.
PARQUE DE DIVERSIONES LAGO GAITÁN
A pesar de estar ubicado sobre un eje tan importante como el antiguo Camellón que en los años veinte ya era denominado del Ferrocarril del Norte, y de ocupar un terreno relativamente central entre Rosales Carbonell y los desarrollos al occidente del ferrocarril, el Parque Lago Gaitán no fue el elemento que jalonó el desarrollo de las zonas circundantes.
El impulso para la dotación de las atracciones necesarias en el lugar probablemente se logró mediante un préstamo del Banco Hipotecario de Colombia, consignado en la Escritura 495 del 12 de marzo de 1917 de la Notaría 2.ª, en la cual José Vicente Gaitán hipotecó el predio por la suma de 800 libras esterlinas oro inglés, a pagar durante 10 años. No se menciona en dicha escritura ni el
La construcción del Lago Gaitán se llevó a cabo por etapas. Inició con el lago y las edificaciones, y tiempo después se incorporaron las atracciones mecánicas y los demás elementos. Gaitán compró el predio en 1912 y adelantó las obras del lago (sin fecha exacta), que entró en servicio con barcas de remo. El primer registro hallado en las publicaciones desde ese tiempo es de 1918, durante las Fiestas de la Patria en Chapinero.
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LAGO Y BARCAS. FIESTAS DE LA PATRIA EN CHAPINERO I, 1918 “DOS DE LOS MÁS BELLOS KIOSCOS: EL JAPONÉS Y EL ESPAÑOL, EN LOS QUE ADORABLES DAMISELAS VENDIERON JUGUETES Y GOLOCINAS [SIC] PARA BENEFICIO DEL TEMPLO DE LA VIRGEN DE LOURDES” REVISTA CROMOS 125, 3 DE AGOSTO, DE 1918.
LAGO Y BARCAS. FIESTAS DE LA PATRIA EN CHAPINERO II, 1918 “EL LAGO A LA HORA DEL PASEO”, REVISTA CROMOS 125, 3 DE AGOSTO, 1918.
ALMUERZO EN EL LAGO CHAPINERO I, 1922 “EMPLEADOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE CORREOS, LOS CUALES OBSEQUIARON EL 25 DEL PRESENTE MES AL SEÑOR DON CÉSAR GARCÍA, DIRECTOR DEL RAMO CON UN ALMUERZO EN EL LAGO DE CHAPINERO. ASPECTO DE LA MESA DURANTE EL ALMUERZO CON QUE FUE OBSEQUIADO EL SEÑOR DIRECTOR DE CORREOS” REVISTA CROMOS 307, 27 DE MAYO, 1922.
ALMUERZO EN EL LAGO CHAPINERO II, 1922 “ASPECTO DE LA MESA DURANTE EL ALMUERZO CON QUE FUE OBSEQUIADO EL SEÑOR DIRECTOR DE CORREOS” REVISTA CROMOS 307, 27 DE MAYO, 1922.
nombre del Lago o Parque Gaitán, ni se hace referencia a la existencia de alguna construcción o aparato de diversiones: compareció el señor José Vicente Gaitán varón soltero, mayor de edad y dijo: que ha recibido a su entera satisfacción un monto a préstamo de consumo, del Banco Hipotecario de Colombia […] la cantidad de 800 libras esterlinas oro inglés. […] El compareciente se obliga a pagar al Banco en esta ciudad de Bogotoficinas del mismo banco durante 10 años que empiezan a correr hoy otrar informacido cho tiempo uno de los sitios mñas á en las oficinas del mismo banco durante 10 años que empiezan a correr hoy cuotas o contados trimestrales anticipados iguales entre sí, cada uno de ellos de 37 libras esterlinas, nueve chelines y dos peniques oro inglés amonedado, que dan la suma total del 1.498 libras esterlinas y ocho chelines oro inglés. […] además de obligarse personalmente y con lo general de sus bienes […] constituye hipoteca especial y expresa a favor del banco, sobre la finca rural que es parte de la denominada antiguamente el Espartillal situada en jurisdicción del municipio de Bogotá Municipio de Chapinero, con todos sus accesorios, edificaciones, terrenos, plantaciones, mejoras y anexidades, que es el lote que mide treinta y dos mil fanegadas nueve mil seiscientas seis varas cuadradas135. 135 Escritura 495, 12 de marzo de 1917, Notaría 2.ª, Bogotá.
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Existe una versión que fijó la inauguración del parque en 1913 y dos que lo ubican en 1914. Lo cierto es que su desarrollo fue progresivo y que la atracción principal en su origen, que fue el lago, se hallaba habilitada a mediados de 1918. los progresistas empresarios José Vicente y Domingo Gaitán fundaron sobre la carrilera del tren del norte y en la calle 76 un admirable centro de diversión en octubre de 1913, cavaron a punta de azadón y garlancha un inmenso lago, establecieron ruedas de Ferris, Carroussel y mil atracciones más, aparte de los grandes comedores con exquisitas viandas, por lo cual fue durante mucho tiempo uno de los sitios más concurridos por los muchachos que iban a ejercitarse en natación o remo, por las gentes que querían una fiesta de campestre en las tardes o por los novios que con sus familias iban allí a navegar y se sentían como en las góndolas venecianas. Agua, remo, amor y un poco de fantasía. Aquel lago se llamó en su principio “Petit Trianon” y luego “Parque Gaitán”136.
Por su parte, Daniel Ortega narra: “El Lago de Chapinero o Parque Gaitán fue fruto de las corrientes subterráneas que hay al norte de la ciudad. Este extenso lote fue adquirido por don José Vicente Gaitán T. en compañía de sus hermanos 136 Fray Lejón, “Chapinero”, Revista Cromos 2717, 19 de enero, 1970, 8.
Vicente y Rafael. Para regocijo de los chapinerunos y diversión de los niños, inició [en los años veinte] la construcción de un parque, con muchos atractivos, semejantes al Coney Island de los Estados Unidos. (...) Los dueños tenían numerosos caballos que alquilaban a precios muy módicos. Para recreo de los niños tenían la rueda gigante. y Posteriormente don Camilo Daza hacía la delicia de los adultos con su avioneta particular, paseando por encima de la Ciudad de Bogotá, lo que hizo acrecentar en los Bogotanos el deseo de ser aviadores”137.
Un testimonio similar se encuentra en el libro de postales de la Fundación de Amigos de Bogotá que cita: El emblemático Lago Gaitán o de Chapinero, fue construido en un lote propiedad de Vicente Gaitán y de sus hermanos Domingo y Rafael; […] fue inaugurado hacia 1914. Ostentaba una extensa zona para practicar diversidad de juegos: burros ensillados para niños, whip, un túnel. Sin embargo, sus dos mayores atracciones, la rueda de Chicago y el carrusel, se encontraban en el parque mecánico. En el lago se realizaban competencias deportivas así como paseos familiares en botes de remos y en lanchas motoras138.
137 Ortega Ricaurte Daniel, Apuntes para la historia de Chapinero (Bogotá: Editorial Kelly, 1967), 55-56 138 Fundación de Amigos de Bogotá, Antigua Bogotá. 18801948. (Bogotá: Fundación de Amigos de Bogotá, 2010), s. p.
Ninguno de los dos autores revela las fuentes documentales que sustentan sus afirmaciones, lo que hizo imposible hallar nuevas evidencias al respecto. Así mismo, en la búsqueda en periódicos y revistas entre septiembre de 1913 y agosto de 1914 no se encontró información adicional. La Revista Cromos publicó algunas imágenes del parque Lago Gaitán, aunque en menor medida con relación a otros lugares como el Bosque Izquierdo, el Hipódromo de la Merced, el Circo de San Diego y el mismo Luna Park. En comparación con la información “social” sobre los sitios de interés en Bogotá, este parque no fue un espacio muy promocionado en los medios impresos. Precisamente, las siguientes imágenes continúan mostrando el desarrollo paulatino del parque y la aparición de la Gran Rueda en los primeros años de la década de los veinte. José Vicente Gaitán murió en 1931 en las circunstancias descritas atrás y la totalidad de sus bienes pasó a manos de Ricardo Cubidez. En el juicio de sucesión se inventarió el total de sus propiedades, y en el recorrido que adelantaron los peritos por cada dependencia del lugar se detallaron ampliamente todos y cada uno de los enseres del parque: En Bogotá, a veinte de junio de mil novecientos treinta y uno, siendo el día y la hora señalados para continuar en la diligencia de inventarios y avalúos de la presente sucesión del señor José Vicente Gaitán, el señor Juez, asociado del mismo personal que concurrió a la diligencia
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anterior, a excepción del DR. Gonzales G., y con asistencia del heredero Teodoxio Acero Gaitán, se trasladó al Barrio de Chapinero, al punto denominado “Parque Gaitán”, y una vez allí se procedió así: El señor Luis M. Otálora, bajo la gravedad de juramento denunció como de la sucesión, lo siguiente: ACTIVO PARTIDA SEGUNDA: Un globo de terreno denominado “Parque Gaitán”, situado en el Barrio Chapinero de esta ciudad, y alinderado así: Por el Occidente con terrenos que fueron de Rosa Malo de Barrera hoy herederos de Justiniano Correal, y con el Ferrocarril del Norte; por el sur, con terrenos que fueron de Ana María Malo de Leyva, hoy en parte de herederos de Justiniano Correal y con Terrenos de la Familia Samper, Calle 72 en proyecto de por medio; por el oriente, con terreno que fue de la Compañía Colombiana de Seguros, hoy urbanización Parrish, y luego formando una escuadra, con terreno de herederos de Antonio Izquierdo de por medio, bajando con calle en proyecto, hasta encontrar tierra de esta sucesión, y luego hacia el Norte, lindando con los mismos herederos; y por el Norte, con tierras que fueron de Julio D. Mallarino, hoy del Country Club. […] Dentro de esta finca se encontró lo siguiente, que pertenece a la sucesión: efectos de Cantina: Doscientas cuarenta botellas de cerveza gaseosa, diez y siete de Bretaña, sesenta y dos de mascota, treinta y tres de Pola, diez y seis de Maltina, diez y
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siete de Cóndor, una de aporto Tres Águilas, un Octavo de Botella de Wisky [sic], doce de vino Moscatel, una de Sabajón, tres sacos de galletas, dos potes de salmón, un pote de dulces, uno de espárrago, tres de Kssegrain [probablemente se refiere al vino Cassegrain], una docena de cajas de fósforos y tres paquetes de cigarrillos Pierrot. APARATOS DE DIVERSIÓN: Una rueda giratoria de 16 carros, con sus barandas, taquilla y motor eléctrico de 15 H.P., bastante deteriorada. Dos aeroplanos con cuatro carros nuevos y cuatro viejos: taquilla, barandas y su motor eléctrico de 19 H. P. Con bastante uso pero en buen estado. Un aparato de tiro al blanco; consta de edificio de dos pisos, la maquinaria con su motor eléctrico, de 1 H.P. en muy mal estado. Un armarillo con cuatro rifles en regular estado y cuatro en mal estado; además cinco escaños pequeños. – La casa fantasma de dos pisos; en el segundo piso, el aparato del mismo nombre en mal estado. – El deslizador, en edificio propio con su motor eléctrico de 3 y medio H.P., en mal estado. – El túnel, contiguo al deslizador, con su motor eléctrico de 4 H.P. dañado y 2 escaños en mal estado. – El Tabogán [sic]; en edificio especial, estructura metálica, con su lago apropiado, tres barcas metálicas y su motor eléctrico de dos y medio H.P., no funciona el aparato. –
BARCA DE REMOS LAGO GAITÁN. APORTANTE: HUMBERTO SARMIENTO LEÓN, S. F. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 4114.
LAGO GAITÁN, LUGAR DE DIVERSIONES - CHAPINERO, BOGOTÁ. FOTOGRAFÍA DE G. CUÉLLAR, S. F. EDIFICIO DE LA ISLA Y BARCAS. FUNDACIÓN DE AMIGOS DE BOGOTÁ, ARCHIVO DE POSTALES.
en el primero el laberinto, en el segundo un salón de baile con su pianola, seis consolas y veintiséis sillas de madera. En el tercer piso un salón de té con siete mesitas y nueve sillas de madera. El edificio está completamente vencido. Existe además en esta isla un puente.
CULTIVANDO RECUERDOS. LAGO GAITÁN. APORTANTE: ESPERANZA GONZÁLEZ, CA. 1943 ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 1549
El laberinto, situado en el primer piso del edificio de la isla, en buen estado, pero no el edificio. – Los aparatos de mazo, son tres, dos dañados, y uno en regular estado. – El Lago con sus barcas llamadas América, Antioquia, Bolívar, Boyacá, Bogotá, Caldas, Colombia, Niña, Nariño, Ricaurte, Reina, Sucre, Santander, Ondina y Alemania, estas dos últimas son de madera y se encuentran en el taller de mecánica y la última está completamente inservible; las demás son de lámina y están dotadas de remos; y una taquilla para el expendio de las boletas para las mismas. – Un edificio situado en la isla, que consta de tres pisos distribuidos así:
– Un edificio de un solo piso y tres patios, con baño y dos W.C. funciona en este edificio la cantina y dos vitrinas, un salón de comedor enchapado en madera, con cuarenta y tres láminas de vidrio, seis cuadros, dos espejos grandes, dos escaños extranjeros, seis mesas grandes, tres mesitas, veinticuatro asientos, una pianola en mal estado, tres aparatos de hacer fuerza en regular estado, una báscula sin llave, y un reloj de propaganda de la leona. –Un salón de baile, enchapado de madera, con cincuenta y cinco láminas enmarcadas todas con vidrio, doce espejos pequeños enmarcados, once floreros de cristal, una pianola en mal estado con ciento treinta y nueve rollos dañados, seis consolas y sesenta y dos sillas de madera buenas. - Ocho mesas, diez asientos de hierro sencillos y seis dobles. […] Dos bancas largas; once escaños con soportes de hierro, siete de madera largos y dos pequeños. – Un estante grande, un arado mico, un yugo, dos picos, dos garlanchas, una pala, un barreno, tres azadones, un cable de acero para la rueda, un rastrillo, un trocero, todo lo cual está en la casa llamada Fantasmas.
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LAGO GAITÁN. APORTANTE: ANDRÉS DELGADO DARNALT, CA. 1946. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 5933.
LAGO GAITÁN. APORTANTE: ANDRÉS DELGADO DARNALT, CA. 1948. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 5935, 5936.
[…] La arboleda del parque. Un Kiosco con un orquestón dañado y varios rollos para el mismo. – COCINA Y COMEDOR: Cuatro bandejas grandes, cuatro medianas y seis pequeñas, trescientos diez y siete platos, que se descomponen así: dos redondos grandes, diez y seis para ensalada, cuatro hondos, diez y siete para sopa, veintiuno pequeños, veinticuatro para seco, cuarenta y uno grandes, setenta y nueve pequeños, doce pequeños, sesenta y dos dulceros, veintinueve pequeños. Total (317) – Treinta pocillos de pedernal para tinto, cuarenta y nueve tazas para te, de porcelana, ocho platos para bizcochos de cristal, veintidós conchitas para helado, setenta y dos platicos para dulce, cuatro más, cincuenta y una cucharas, cuarenta y tres cuchillos, sesenta y siete tenedores, tres cucharones, ciento once cucharitas, dos cafeteras de aluminio, dos calderos, dos calderos esmaltados, cincuenta y dos cazuelas de barro, dos pailas de cobre, una pantalla y una lámpara. Un kiosco situado en la parte oriental de la finca139.
En la aerofotografía de 1938 se observa la organización en planta del parque. La entrada no es por el costado occidental hacia el Ferrocarril del Norte, sino por la carrera 15 que atraviesa la urbanización La Gran Avenida, desde la calle 72 hasta la 75 donde está el ingreso. El edificio principal en el cual se encuentran los salones más importantes,
el restaurante y la cocina, está orientado hacia el lago, por un eje que sugiere cierta relación de simetría entre los dos. Dentro del lago se observan las barcas y cinco islas, una de las cuales está comunicada por un puente que da acceso al edificio del laberinto, y los salones de baile y de té. El lago tiene una forma ovalada casi perfecta y las islas están equidistantes del borde, organizadas entre sí, con un aparente criterio paisajístico del recorrido por el lago. Sin embargo, ni sobre las islas ni en el contorno del predio se observan elementos de composición que sugieran algún estudio de las escenas del parque o de organización de elementos naturales con un claro sentido de composición. Es una distribución aleatoria y funcional similar a la que se observa en los amusement parks norteamericanos, sin ninguna relación con los parámetros paisajísticos de los parques europeos. Hacia el oriente del lago se encuentran todas las atracciones mecánicas y de diversiones. En primer lugar, están tres kioscos en los que funcionan el tiro al blanco, los juegos y la cantina. Luego la Gran Rueda y al otro lado del sendero, el carrusel y los aeroplanos. La aerofotografía corresponde a la época en la que el Lago Gaitán se hallaba bajo la administración de Alfonso Acevedo Bernal, que era copropietario junto con Ricardo Cubidez y Antonio Kraus, antes de ser vendido a la sociedad que lo urbanizaría.
139 Juzgado 5 Civil del Circuito, Bogotá, 13 de septiembre de 1934, ff. 645-650.
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DETALLE DEL LAGO GAITÁN EN AEROFOTOGRAFÍA. BOGOTÁ, 1952 INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, VUELO C-619, FOTOGRAFÍA 0046. (NORTE HACIA ARRIBA).
NAVEGANDO POR EL LAGO GAITÁN. APORTANTE: ÁNGELA GUZMÁN, CA. 1950. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 2069.
La obra de José Vicente Gaitán consolidó el parque entre 1918 y 1931 y luego Acevedo Bernal y sus socios le dieron un segundo aire de 1935 a 1955, hasta cuando sus propietarios decidieron edificar sobre él. En este caso
no se hallaron evidencias de alguna reacción o intento de evitar su desaparición, ni tampoco reglamentación alguna del municipio tendiente a exigir la permanencia de este tipo de espacios.
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ELISA VILLATE Y HERCILIA MORENO EN EL LAGO GAITÁN. APORTANTE: ÁNGELA GUZMÁN, 1951. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REGS. 2104 Y 2077.
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ELISA VILLATE Y HERCILIA MORENO EN EL LAGO GAITÁN. APORTANTE: ÁNGELA GUZMÁN, 1951. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REGS. 2104 Y 2077.
DEL LAGO GAITÁN A UNILAGO. APORTANTE: ÁNGELA GUZMÁN, CA. 1951. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 2073.
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LAGO GAITÁN. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ. -FOTOS 1, 3, 6: APORTANTE ANDRÉS DELGADO DARNALT, CA. 1951-1953. REG.5930,5931, 5939. -FOTO 2: APORTANTE GERARDO BENITEZ. S.F. REG. 3729. -FOTO 4, 5, 7: APORTANTE GABRIELA ARDILA HIDALGO, CA. 1955. REG. 5908, 5909, 5910
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Luna Park INDALECIO LIÉVANO: EL PATRIARCA AGRIMENSOR Dos generaciones de la familia encabezada por el ingeniero Indalecio Liévano, seguido años después por su hijo Nicolás Liévano Daniés, describen un largo y rentable proceso de beneficio en la renta de tierras, que va desde la adquisición y/o adjudicación de baldíos rurales, a través de bonos de deuda pública a finales del siglo XIX, pasando por la fundación de pueblos y caseríos en zonas estratégicas del país, hasta llegar, en las primeras décadas del siglo XX, a la compra de áreas suburbanas en el sur de Bogotá para urbanización y ¡para construir el Luna Park! Mediante bonos de deuda externa, Nicolás Daniés, un comerciante de Curazao y suegro de Indalecio Liévano, otorgó en 1860 al Gobierno colombiano un préstamo de $ 100.000, que le fue cancelado en 1867 con la entrega de una parte del Edificio de las Galerías, que el Gobierno nacional había comprado a Juan Manuel Arrubla. Antes de la construcción de las Galerías, el costado occidental de la plaza de la Constitución (Bolívar) estaba dividido entre dos propietarios: la mitad sur era de la Municipalidad y la mitad norte, de los hermanos Arrubla. En 1842 se planteó la construcción de un edificio para el cabildo, con un amplio pórtico en la fachada principal hacia la plaza de la Constitución y algunos locales comerciales en el piso bajo.
Todo resultó apropiado para Arrubla, pues apoyado en su experiencia de largos años en la construcción y reparación de casas, obtuvo fácilmente el contrato de construcción del nuevo edificio, y de inmediato inició todas las obras, tanto las correspondientes al Municipio como las pertenecientes a sus dos predios. De inmediato propone prolongar el pórtico o soportal por toda la cuadra integrándolo a sus propiedades140.
En 1862 los hermanos Arrubla vendieron a la Nación la parte norte de ese edificio y los locales de su propiedad pasaron a manos del señor Daniés en 1867. Cuando ocurrió el célebre incendio de 1900, las Galerías no eran de Arrubla, sino de Daniés y Liévano. Según Corradine, la propiedad se organizó entre “más de 35 propietarios: la Municipalidad, Liévano, su esposa y sus cuñadas, además de treinta propietarios de los locales comerciales que tenían frente a la Plaza”141. Luego del incendio originado paradójicamente en el local llamado El Progreso y que destruyó la totalidad de las Galerías, el arquitecto Gastón Lelarge142 propuso 140 Alberto Corradine Angulo, “Las Galerías de Arrubla, sobre la Plaza de Bolívar en Bogotá”, Credencial Historia 125, mayo, 2000, https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-125/las-galerias-dearrubla-sobre-la-plaza-de-bolivar-en-bogota 141 Corradine Angulo, “Las Galerías de Arrubla”. 142 Sobre Lelarge ver Silvia Arango, Historia de la arquitectura en Colombia (Bogotá: Centro Editorial y Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, 1989), 137: “el arquitecto más importante de la generación de los Mil Días
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EDIFICIO LIÉVANO Y ALMACÉN DEL DÍA. APORTANTE: PANTALEÓN MENDOZA, S. F. ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 3401.
EDIFICIO LIÉVANO, PLAZA DE BOLÍVAR. APORTANTE: LUIS PANTALEÓN GAITÁN, 1910 ÁLBUM FAMILIAR DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. 3398.
EN 1919 SE PUBLICA ESTA RESEÑA BAJO EL TÍTULO “DOCTOR INADELECIO LIÉVANO”. (EL GRÁFICO 9, N.O 507, NOVIEMBRE, 1919): “DOCTOR INDALECIO LIÉVANO. MURIÓ EL 20 DE NOVIEMBRE DE 1913. DISTINGUIDO INGENIERO CIVIL, AUTOR DE VARIAS OBRAS DE MATEMÁTICAS Y DE UN IMPORTANTE LIBRO TITULADO INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS, MIEMBRO DE LA SOCIEDAD ASTRONÓMICA DE FRANCIA. NOS LEGÓ TEXTOS DE ENSEÑANZA QUE ENCIERRAN EL CONJUNTO SUSTANCIAL Y RIGUROSO DE LOS RAMOS FUNDAMENTALES DE LAS CIENCIAS EXACTAS, Y EN LOS CUALES FIGURAN MULTITUD DE DEMOSTRACIONES COMO EN LA TEORÍA DE LOS NÚMEROS PRIMOS Y SOBRE LA PROPORCIONALIDAD DE LAS CANTIDADES (1). A ÉL SE LE DEBE UNA BRILLANTE TEORÍA, COMPLETAMENTE ORIGINAL Y RIGUROSA SOBRE LOS NÚMEROS INCONMENSURABLES (2) Y LA GENERALIZACIÓN DE LA FÓRMULA DEL INTERÉS COMPUESTO, DEMOSTRACIÓN DIFICILÍSIMA Y DE UN RIGOR EXTREMO (3). EN EL RAMO GEOMÉTRICO CONSUMIÓ GRANDES ESFUERZOS, A FIN DE HACER DESAPARECER LOS VACÍOS; LABOR EXCEPCIONALMENTE DIFÍCIL SI SE ATIENDE A LA NATURALEZA MISMA DE ESE RAMO. FUE NOMBRADO DIRECTOR DEL OBSERVATORIO NACIONAL POR EL ILUSTRE GENERAL DON TOMÁS CIPRIANO MOSQUERA, Y EN DESEMPEÑO DE ESE PUESTO ESTABLECIÓ LAS OBSERVACIONES METEOROLÓGICAS, LAS QUE HABÍAN SIDO SUSPENDIDAS DURANTE MUCHOS AÑOS. DETERMINÓ LA ALTURA DE BOGOTÁ SOBRE EL NIVEL DEL MAR MEDIANTE UNA SERIE DE OBSERVACIONES CORRESPONDIENTES CON CARTAGENA, DATO QUE SE HALLA CONSIGNADO EN LA OBRA DEL PROFESOR P. STROOBANT, LES OBSERVATIONS ASTRONOMIQUES ET LES ASTRONOMES. PRACTICÓ UNA SERIE DE OBSERVACIONES HIPSOMÉTRICAS EN RELACIÓN CON NUESTROS PRINCIPALES CULTIVOS E HIZO LARGOS Y PENOSOS ESTUDIOS SOBRE LAS VÍAS PRINCIPALES DEL PAÍS (4). SERÍA DEMASIADO LARGO DETALLAR LOS RESULTADOS DE LAS LABORES A QUE SE DEDICÓ. “DOCTOR INDALECIO LIÉVANO”.
nuevamente un edificio con fachada aporticada, que ocupara el costado occidental de la plaza, pero “no construyó sino el pabellón norte”143, que corresponde a la propiedad es sin lugar a duda, Gastón Lelarge. […] Al terminar la guerra empieza a construir su primer encargo importante: las cuatro casas en serie que conformaban el llamado Palacio Echeverry (1904-09) y las galerías de la Plaza de Bolívar quemadas en el incendio de 1900. Estas dos obras, en estilo ‘Renacimiento Francés’, con techos en mansarda y detalles ornamentales en hierro, tendrán un gran impacto en la Bogotá de la época; las galerías tardarían mucho tiempo en hacerse y con modificaciones a los planos originales”. 143 Arango, Historia de la arquitectura en Colombia, 136.
de los Liévano Daniés. El 20 de julio de 1910 se inauguró la nueva edificación con locales comerciales y oficinas. A pesar de estar distribuida entre varios propietarios, se le colocó en el centro y en la cornisa superior un letrero con el nombre de Edificio Indalecio Liévano. Indalecio Liévano (1833-1913), nacido en el Carmen de Apicalá, fue ingeniero del Colegio Militar y discípulo del geógrafo Agustín Codazzi en la sexta expedición de la
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Comisión Corográfica, que hizo el levantamiento del río Bogotá y llegó hasta el municipio de Pandi en 1855. Dos años después, en la novena expedición, Codazzi se ocupó del trazado del camino entre Facatativá y Beltrán. Al respecto, no se cita a Liévano directamente; sin embargo, en documentos escritos desde 1860 sobre el trazado del Ferrocarril al Magdalena, el ingeniero Liévano hizo evidentes sus conocimientos de la geografía entre la sabana de Bogotá y el río: Cuando se trata de construir el primer ferrocarril de Bogotá al bajo Magdalena, lo primero que se ocurre, como lo más natural, es adoptar la línea que vaya de Bogotá al punto más próximo del Río Magdalena, hasta donde sea bien navegable; en el caso actual este punto es Conejo. Luego, si no hubiere línea bien practicable a dicho punto, o bien fácil relativamente, debe escojerse el punto más próximo que satisfaga a esta condición. El problema siempre será mui difícil por cualquier parte, porque hay que descender 2,500 metros de altura que tiene la altiplanicie sobre el rio Magdalena, i lo peor es que el trayecto es muy corto para ese descenso, por estar muy próxima la cordillera al río144. 144 Indalecio Liévano, Comparación de los proyectos Ferrocarril del Carare y Ferrocarril del Guarumo (Bogotá: Imprenta de Nicolás Pontón y Compañía, 1875), 3. La red de Ferrocarriles en la sabana propuesta por Liévano coincide en gran parte con lo que se construyó años después. “En resumen, estas son mis ideas: Ferrocarril del Norte de Bogotá a Sangil, pasando por Tunja i Chocontá, o bien por Zema (trazado Ridley) con ramal a Tunja y Ferrocarril de Bogotá a Guarumo (cerca de Puerto Liévano) […] Basta
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Con la debida demostración sobre el caso, Liévano convenció al presidente de la Junta Auxiliar del Poder Ejecutivo para la Construcción del Ferrocarril del Norte de abandonar el proyecto de construcción del Ferrocarril al Magdalena, contratado con una firma inglesa a cargo de un señor Ridley, que propuso un trazado de 331 kilómetros hacia el Carare, pasando por Chiquinquirá y el Valle de Ubaté. La obra costaría 17 millones de pesos y requeriría “túneles y viaductos muy costosos”145. En cambio, argumentó que desde 1865, mediante exploraciones con hipsómetro y barómetro de los puntos más notables, había propuesto una vía férrea más económica y con una longitud de solo 160 kilómetros: el ferrocarril de Guarumo no cuesta más de seis millones de pesos; yo lo garantizo así i estaría dispuesto a contratar la construcción de este ferrocarril por esa suma. […] hoi me creo en la posición de poder trazar la mejor línea que pueda haber para un ferrocarril de Bogotá al Bajo Magdalena, en un punto comprendido entre el salto de Honda i la boca del Rio Negro146.
refleccionar un momento sobre este plan para comprender que su ejecución exijiria mucho menos esfuerzos i sacrificios por parte de la nación, i satisfaría mejor los intereses de Boyacá i Santander, que la construcción del solo ferrocarril al Magdalena por el Carare”. Liévano, Comparación de los proyectos, 14. 145 Liévano, Comparación de los proyectos, 5. 146 Liévano, Comparación de los proyectos, 4.
el camino se convirtió en el Ferrocarril de Cundinamarca. La población se trasladó unos kilómetros arriba y pasó a llamarse Puerto Salgar.
VISTA INTERIOR DEL PUENTE SOBRE EL RÍO MAGDALENA. RICARDO MOROS URBINA. GIRARDOT. 1884. PUBLICADO EN PAPEL PERIÓDICO ILUSTRADO 59, AÑO III, 15 DE FEBRERO, 1884, 173.
El empeño de Liévano lo llevó a obtener, el 16 de mayo de 1875, la concesión para construir un camino de herradura sobre la misma ruta propuesta para el tren. Con recursos propios lo terminó en 1889 y cobró un peaje por su uso durante casi quince años, hasta que, en el gobierno de Rafael Reyes, se le permutó por un latifundio llamado Tati, en el municipio de Caparrapí. Sobre las tierras a orillas del Magdalena que eran de su propiedad, se instaló un terminal y se construyó un caserío llamado Puerto Liévano. En 1923
Lo anterior nos demuestra un negocio muy rentable. A las actividades comerciales de Liévano se le sumaron sus capacidades como ingeniero y geógrafo, que le permitieron obtener la concesión del camino de herradura para el desplazamiento de sus mercancías y el cobro de un peaje por su uso a los demás. Y, mejor aún, cuando el Gobierno nacional decidió adquirir el camino, el concesionario fue recompensado con la entrega de un latifundio de su elección. El círculo se cerró con la adquisición de tierras, así como con el empréstito mencionado anteriormente, que conllevó tanto la adjudicación de la mitad del costado noroccidental de la plaza de Bolívar en Bogotá, como que la construcción del camino de herradura al Magdalena le mereciera un latifundio en Caparrapí, conocido todavía como Tati. En el mismo estudio sobre los ferrocarriles, Liévano afirmó: el hecho simple de atravesar un ferrocarril regiones desiertas i feraces, no basta para que las tierras aumenten de valor; se necesitan otras circunstancias. Ahí tenemos el ferrocarril de Panamá que no ha mejorado la condición de las tierras que atraviesa; tenemos también las inmensas selvas vírjenes y feraces que atraviesa el Río Magdalena transitado por vapores hace más
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de 25 años y sin embargo estas tierras no tienen valor ni demanda todavía147.
Sin embargo, sobre la adjudicación de baldíos a la familia Liévano, Aprile-Gniset destaca lo siguiente: En 1878 un señor Indalecio Liévano titula, en jurisdicciones de la Paz, Caparrapí y Puerto Boyacá, 4.322 hectáreas con 8.175 metros cuadrados; se le agrega en 1881 en San Antonio (Magdalena) otra adjudicación por 2.389 hectáreas con 9.000 metros cuadrados. No era ningún cultivador ni “trabajador de tierra caliente” sino uno de los ingenieros contratistas al servicio de la compañía inglesa construyendo el ferrocarril Girardot-Tocaima. Quizá eso explique por qué su familiar Antonio María Liévano también recibió en 1880, en Pandi148, un título de propiedad sobre 5.000 hectáreas de tierras baldías. […] la concesión solicitada por los Liévano en 1890, en Pandi, lleva a las tensiones con los colonos en los años siguientes. Finalmente los Liévano venden las 5.000 hectáreas a un comprador en 1909, y este último es quien negocia con los ocupantes, les cobra sus mejoras o vende a otros compradores durante los años 1910-1915, generando desde luego nuevos conflictos que se van extendiendo como mancha de aceite por toda la zona149. 147 Liévano, Comparación de los proyectos, 12. 148 Recordemos que Liévano fue en 1855 aprendiz de Codazzi en la sexta expedición de la Comisión Corográfica que exploró Pandi. 149 Aprile-Gniset, La ciudad colombiana, 30.
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Sobre la sabana de Bogotá también se destaca la labor del ingeniero Liévano, quien elaboró en 1853 una copia del plano de Carlos Francisco Cabrer (1797) de Santafé de Bogotá y sus inmediaciones y en 1862 llevó a cabo un plano “de una parte de los ejidos del distrito de Bogotá, levantado por orden del Gobierno de Unión y dividido en pequeños lotes para la enajenación”. El eje de organización del plano es el Camino de Fontibón o Alameda Nueva, también llamado en un tramo Segunda Calle del Prado. Al oriente presenta un límite quebrado, que empata con las manzanas occidentales de San Victorino. Al sur, con la hacienda La Estanzuela y la Estancia de Montes; al norte con los pantanos del Salitre, y el límite más occidental es el vértice de Puente Aranda. Más al sur, en el sitio conocido como Tres Esquinas, levantó en 1862 el plano del ejido llamado Ninguna Parte, que diez años después (1872) fue adquirido en remate por el señor Januario Salgar por un valor de $ 12.000150. Coincidencia o no, el caserío Puerto Liévano a orillas del Magdalena se llamó luego Puerto Salgar, en honor al presidente de la República en el periodo 1870-1872, Eustorgio Salgar, quien además había ocupado altos cargos en los gobiernos para los cuales trabajó Indalecio Liévano como agrimensor y
150 Carrasquilla, Quintas y estancias, 54.
PLANO DE UNA PARTE DE LOS EJIDOS DE BOGOTÁ, LEVANTADO DE ORDEN DEL GOBIERNO DE LA UNIÓN POR INDALECIO LIÉVANO I DIVIDIDO EN PEQUEÑAS PARTES PARA LA ENAJENACIÓN. AÑO DE 1862. AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS, 3, REF. 1004. “EN EL CENTRO DEL PLANO SE VE EL CAMINO DE OCCIDENTE. EN 1862 LO ENCARGA [A LIÉVANO] ‘EL GOBIERNO DE LA UNIÓN’, DE PARCELAR LO QUE QUEDABA DEL EJIDO DE BOGOTÁ. […] VARIOS PLANOS ILUSTRAN UNA RAPIÑA EN LA CUAL ESTA SUBDIVISIÓN PREDIAL ACTÚA A FAVOR DE LA INCORPORACIÓN AL MERCADO DE TIERRAS SUBURBANAS, EXTENSOS GLOBOS AL OCCIDENTE Y AL SUR DE LA TRAZA, MAYORES QUE LA MISMA CIUDAD HACIA MEDIADOS DEL SIGLO. QUIZÁ INDALECIO LIÉVANO RECIBIÓ LOTES Y GLOBOS EN PAGO DE SUS LABORES, COSTUMBRE CORRIENTE DE LA ÉPOCA, LO CUAL EXPLICARÍA CÓMO SURGIÓ A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX EL LLAMADO ‘BARRIO LIÉVANO’”. JACQUES APRILE-GNISET, LA CIUDAD COLOMBIANA: SIGLO XIX Y SIGLO XX (BOGOTÁ: BANCO POPULAR, 1992), 239. (EL NORTE DEL PLANO ESTÁ HACIA LA IZQUIERDA.)
PLANO TOPOGRÁFICO DEL EJIDO CONOCIDO COMO NINGUNA PARTE LEVANTADO POR INDALECIO LIÉVANO DE ORDEN DEL GOBIERNO DE LA UNIÓN I DIVIDIDO EN PEQUEÑOS LOTES PARA LA ENAJENACIÓN. BOGOTÁ, 22 DE AGOSTO DE 1862 AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS, 5, REF. .307-B.
PLANO DE LA URBANIZACIÓN DE SANTA ELENA, LIÉVANO, DÁVILA Y CÍA. ESCRITURA 2937, 1928 NOTARÍA 2.ª, BOGOTÁ.
constructor151. Januario Salgar (¿su hermano?), quien hacía parte también del grupo de liberales radicales conocido como los gólgotas, fue igualmente secretario del gobernador de Cundinamarca en 1852, representante a la Cámara por la provincia de Bogotá en 1853, secretario de Hacienda y Fomento en 1870 y 1876, y beneficiario del remate del ejido Ninguna Parte en 1872152, cuando Eustorgio era presidente. En la urbanización llamada Santa Helena, que se construyó sobre este ejido, también fueron socios los hijos de Indalecio Liévano y los Dávila.
LOS HEREDEROS ENTRAN EN EL NEGOCIO URBANO En el caso de la segunda generación de la familia, no podemos hablar de especulación 151 Eustorgio Salgar (1831-1885). En 1862 el presidente Tomás Cipriano de Mosquera lo ascendió a general. En 1863 fue nombrado miembro del Ministerio Ejecutivo. Ejerció como presidente del Estado de Santander hasta 1864, cuando fue nombrado ministro de Hacienda por Manuel Murillo Toro durante un corto tiempo. Entre 1864 y 1867 fue ministro plenipotenciario de Colombia en los Estados Unidos. Fue presidente entre 1870 y 1872. Una vez cumplido su periodo de gobierno, continuó ocupando altos cargos hasta su muerte en 1885. Javier Ocampo López, “Salgar, Eustorgio”, Banrep Cultural, s. f., consultado el 18 de septiembre de 2011, http://www.banrepcultural.org/ blaavirtual/biografias/salgeust.htm 152 Sobre Januario Salgar, dice González: “Eminente liberal, considerado uno de los hombres más adinerados de la época; Rafael Núñez le exigió un empréstito forzoso, imponiéndole el primer decreto de exacción de guerra a comienzos de 1885”. Beatriz González, José Gabriel Tatis Ahumada. Un pintor comprometido (Bogotá: Carlos Valencia Editores; Pavco, 1988). Banrep Cultural, consultado el 18 de septiembre de 2011, http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/todaslasartes/tatis/indice.htm
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o improvisación. Además del capital, heredaron toda la experiencia en el manejo de los asuntos comerciales y el negocio de tierras. Algo adicional que puede demostrarse con facilidad es la gran destreza política de los Liévano y su encumbrada posición en los más altos círculos del poder municipal y nacional a principios del siglo XX. En 1904 los hijos de Indalecio y Margarita Daniés, Félix, Enrique y Nicolás Liévano, constituyeron una sociedad dedicada a los mismos negocios familiares descritos anteriormente, a la que denominaron Liévano Hermanos y Cía., compañía de comercio regular colectiva. Según la escritura pública: todos los tres socios están encargados de la administración de los negocios de la compañía. Han aportado un capital de $ 10.000. […] La compañía se ocupará en negocios de comercio en el país y fuera de él, en negocios de importación y exportación de mercancías, en operaciones de giro y descuento, en la compra y venta de fincas raíces y en negocios de agricultura. […] las utilidades se distribuirán así: el 70 % para el fondo de reservas y el 30 % para repartir entre los socios a razón de 10 % por cada uno. […] es absolutamente prohibido a los tres socios dar su firma como fiadores o personas o compañía alguna, y el socio que contravenga esta disposición, tendrá de multa una cantidad igual a la suma que fíe.153 153 Escritura 643, 27 de septiembre de 1904, Notaría 1.ª, Bogotá.
FACHADA EDIFICIO INDALECIO LIÉVANO. ALMACÉN DEL DÍA, BOGOTÁ. 1918 LIBRO AZUL DE COLOMBIA, ED. JORGE POSADA CALLEJAS (NUEVA YORK: THE J. J. LITTLE & IVES COMP., 1918), 371.
ALMACÉN DEL DÍA, BOGOTÁ. 1918 LIBRO AZUL DE COLOMBIA, ED. JORGE POSADA CALLEJAS (NUEVA YORK: THE J. J. LITTLE & IVES COMP., 1918), 371.
El principal activo comercial de esta sociedad en Bogotá estuvo representado en el Almacén del Día, ubicado desde 1903 en el mencionado Edificio Liévano. En un “plano-propaganda” de Bogotá publicado en 1910, se destaca la localización del almacén con el número 51. Sobre los cuatro lados del membrete, se describen los artículos ofrecidos: talleres de sastrería, artículos para caballero, sombrerería-relojería, calzado, artículos eléctricos, materiales para sastres y ropa hecha. En la parte inferior izquierda presenta veintiún figuras masculinas con diferentes trajes, enumerados consecutivamente desde R44 hasta R64 y con la sigla Copyright. Según el Libro azul de Colombia, la especialidad del almacén fue la de todos los artículos que se relacionan con el vestido para hombres. Más tarde se abrieron departamentos especiales de relojería, máquinas de escribir y artículos eléctricos. […] la política de este almacén es vender solo los mejores productos. Es el único agente para los sombreros hechos por Henry Heat Ltda., Londres154.
Mediante la Escritura 726 del 17 de mayo de 1918 de la Notaría 1.ª, ampliaron los fines comerciales y fijaron un término indefinido de duración de la sociedad; registraron el
154 Libro azul de Colombia, ed. Jorge Posada Callejas (Nueva York: The J. J. Little & Ives Comp, 1918), 372, https:// www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2864963/
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nombre de la marca y detallaron los nuevos productos “exclusivos” importados: Que una de las marcas que usan y usarán para distinguir las mercancías son “almadía” para máquinas de coser y para artículos eléctricos y el nombre “Almacén del Día” para todo establecimiento de comercio; Dos cuadros circunscritos con una A en medio será el distintivo para todos los relojes fabricados por la “Ansonia Clocke [sic] y compañía” de New York, de quien son únicos agentes en la República de Colombia. […] las negociaciones que debe versar el giro de la Sociedad son las indicadas en las Escrituras preinscritas y en las cláusulas anteriores155, y además serán la adquisición y enajenación a cualquier título de Bienes Raíces, Urbanizaciones, edificaciones, importación y exportación, transportes, seguros, adquisición y enajenación a cualquier título de bienes muebles, giro de letras y todas las operaciones mercantiles156.
155 “Cada uno de los tres socios o comparecientes tiene el libre uso y administración de la firma social, con representación judicial, administrativa y de policía de la Sociedad y con franca, libre y general administración de tomar y dar dinero a interés o sin él, de celebrar el Contrato de Mutuo en toda forma, de celebrar y ejecutar el Contrato de Cambio, girar letras de cambio, libranzas, cheques, y cartas y órdenes de crédito, de celebrar el Contrato de Sociedad, de cuenta corriente en todas sus manifestaciones, sean bancarios o comerciales, de adquirir y enajenar y empeñar bienes muebles de la Sociedad”. Escritura 726, 17 de mayo de 1918, Notaría 1.ª, Bogotá. 156 Escritura 726, 17 de mayo de 1918, Notaría 1.ª, Bogotá.
PLANO DE BOGOTÁ, ALMACÉN DEL DÍA, 1910 MUSEO DE BOGOTÁ, REG. S.919.306.
EL RÍO SAN AGUSTÍN A SU PASO POR EL BARRIO LIÉVANO EN LA CALLE 7.ª, 1924 SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR. IX-696A.
CALLE 7.ª. BULEVAR MOSQUERA EN EL BARRIO LIÉVANO, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR. IX-696D.
en todas las operaciones de compra, loteo-saneamiento y venta fue el control absoluto de Nicolás Liévano como gerente.
TRADICIÓN DE LOS TERRENOS DEL LUNA PARK En la cartografía de Bogotá del siglo XIX, el límite sur de la ciudad corresponde al lugar conocido como Tres Esquinas, borde suroccidental de la parroquia de Las Cruces. Se denomina así por la convergencia de la carrera 13 o Carrera de Juanambú y su continuación por el camino de Tunjuelo, con la calle 1.ª o Carrera de Callao y el Camino a Soacha. En este mismo vértice, la quebrada de la Mosca desemboca en la de San Juanito, que continúa hacia el occidente hasta su encuentro con el río San Francisco. PUBLICIDAD ALMACÉN DEL DÍA. JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ, “BOGOTÁ CÓMICO”, SEMANARIO ILUSTRADO (TALLERES DE LA TIPOGRAFÍA MINERVA, BOGOTÁ) I, 1917
La vinculación de la familia Liévano al negocio de tierras con fines de urbanización a partir de 1918 fue muy amplia. Para 1925 ya habían conformado por lo menos tres compañías urbanizadoras y participaban, a través de ellas, en el negocio inmobiliario de nuevos barrios en la capital. Un término acuñado en las escrituras mencionadas atrás describe el grado de interés en el negocio: entraron en la renta del suelo urbano “en todas sus manifestaciones”, participando con distintos socios y con porcentajes diferentes para cada uno de ellos. La única constante
Entrado el siglo XX la expansión hacia el sur se dio en la parte alta de la ciudad sobre el Camino de San Cristóbal, que es la prolongación de las carreras 6.ª y 7.ª, y en la parte baja, siguiendo el Camino de Tunjuelo o carrera 13. Entre 1910-1920 se consolidaron el caserío de San Cristóbal y el “barrio del padre Campoamor”. Pero lo más llamativo de este desarrollo es la concentración de instituciones de caridad y de equipamientos de los gobiernos municipal y nacional en la periferia sur: en Tres Esquinas, el Asilo de Locos, las Hermanitas de los Pobres, el Asilo de San José y el Hospital Barbery; más al sur, la iglesia de San Antonio y el Asilo de la Santa
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COPIA DEL PLANO DE MOLINO DE TRES ESQUINAS EN BOGOTÁ. FERREIRA I. C., R. (COPIADO), RUPERTO FERREIRA (LEVANTADO, 1876). ORDENADO POR EL MINISTERIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO Y EL INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, 1985 FONDO CARTOGRÁFICO, MUSEO DE BOGOTÁ, REG. MDBP00351
FRAGMENTO CORRESPONDIENTE A LA DIVISIÓN DE LAS HACIENDAS SANTA CATALINA Y QUIROGA, POR EL RÍO FUCHA. PLANO, 1875-1900 JUAN CARRASQUILLA, MAPA LA TENENCIA DE LA TIERRA EN LA SABANA DE BOGOTÁ DE 1539 A 1939 (FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Y LA TECNOLOGÍA, CENTRO DE INVESTIGACIONES Y EDUCACIÓN POPULAR, 19781979)
Infancia; en la entrada a Villa Javier o Barrio Obrero, se estableció la iglesia del Aserrío. En el costado occidental de la carrera 13 sobre los dos bordes del cruce con el río Fucha o San Cristóbal, se conformó el globo de terreno en el que se construyó el Luna Park, por la unión de dos predios ubicados en ambos costados del río. En el sector norte al occidente del Camino de Tunjuelo, entre el Camino de Soacha y el río de Fucha o San Cristóbal, conformando una especie de ojiva, se delimitó la hacienda Santa Catalina. Por la mitad de la hacienda cruzaba la quebrada, también de Santa Catalina o del Teñidero. Limitaba al norte con el ejido de Ninguna Parte y al occidente, con La Estanzuela. Por el sur, en la otra margen del río, se encontraban las haciendas Quiroga y La Fragua. Sobre la tradición de la hacienda, Carrasquilla hace un recuento entre 1584 y 1836, en el que describe varios pleitos y traspasos, pero ninguna subdivisión o parcelación157. A principios del siglo XX ya se había parcelado en varios propietarios, entre los que se incluye el predio del Asilo de San Antonio o de la Santa Infancia. Para el tema central de esta investigación citaremos fuentes primarias sobre los propietarios desde 1914, por considerar que los documentos anteriores a ese año que rela157 Carrasquilla, Quintas y estancias, 41.
tan procesos de compra y venta son de difícil comprensión. En ninguna de las escrituras consultadas que datan de 1890 se hallaron planos de los predios, lo cual hace muy difícil referenciar cada parcela. Un señor Jorge González, que había comprado en 1914 el predio de Santa Catalina a Manuel Cuestas, lo vendió a Ernesto Duperly por $ 25.000 en 1916, cuando ya no hacía parte de la extensión total de la hacienda158. A Duperly se le atribuye la propiedad del Cadillac A, primer vehículo en Bogotá hacia 1903, y la instalación en la capital de los servicios de bombas de gasolina y talleres para los automóviles que importaba. También fue el propietario del Almacén Gabinete Artístico en la calle 11, en el que vendía toda clase de mercancías. Además de los artículos ofrecidos en la imagen publicitaria, proveía “máquinas y materiales de toda clase para fotografía. Vistas fotográficas de todo el país, ampliaciones en retratos al Crayón, Cuadros, Marcos, molduras, Objetos para regalos, tarjetas postales, Grabados, Gramófonos de la mejor marca, Muebles, Vajillas”159. Unos meses después, mediante la Escritura 320 del 21 de marzo de 1917, de la Notaría 3.ª, el empresario Carlos Deneumostier, ingeniero agrónomo de nacionalidad belga, director de la Escuela Superior de Agronomía 158 Escritura 1304, 26 de octubre de 1916, Notaría 3.ª, Bogotá. 159 Julio Parga Polania, Guía del comercio de Bogotá (Bogotá: Escuela Tipografía Salesiana, 1905), 124.
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en todas las fases del proceso, ya fuera en la adquisición de casas y almacenes en el centro, en la construcción de su propia quinta en Chapinero y/o en la compraventa de parcelas en las zonas de mayor demanda; y tarde o temprano, si estaba vinculado con algún sector del Gobierno o conocía información privilegiada, los límites entre el beneficio general que buscaba la administración pública se desvanecían a la hora de tomar decisiones en su propio beneficio. Como decía Olano: “Yo no tenía otra mira que los beneficios de la ciudad, y cuando estos eran claros, a mí no me importaba que me beneficiara o perjudicara personalmente, siempre que la ciudad ganara”160.
ALMACÉN GABINETE ARTÍSTICO. ERNESTO V. DUPERLY, 1905. “CADILLAC AUTOMOBILE, LOS ÚNICOS AUTOMÓVILES PRÁCTICOS PARA LOS CAMINOS DE ESTE PAÍS”. JULIO PARGA POLANÍA, GUÍA DEL COMERCIO DE BOGOTÁ (BOGOTÁ: ESCUELA TIPOGRAFÍA SALESIANA, 1905), 10.
de Bogotá desde 1915, compró a Duperly dos quintas partes del terreno, equivalentes a 8 fanegadas con 3.155 varas cuadradas, a las que luego denominó predio de La Colmena. Duperly continuó como propietario del fragmento (3/5) que conservó el nombre de Santa Catalina y que tenía 14 fanegadas con 6.933 varas cuadradas. Es decir, que cualquier empresario, sin importar su actividad comercial principal, tarde o temprano incursionaba en alguna o
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Al inicio de 1917, el ministerio de Agricultura del cual dependía la escuela dirigida por Deneumostier, buscaba en las “goteras” de la ciudad un predio que sirviera para los edificios adecuados a la enseñanza, laboratorios, anfiteatros, administración, así como para la fundación de campos didácticos, jardines botánico, agrícola, tecnológico, silvícola y previéndose también la creación posterior, en el mismo lugar, de la Facultad de Veterinaria; y finalmente, haciendo que el conjunto de todas estas instalaciones constituya un lugar de paseo para los habitantes de la ciudad, provisto de parques y jardines de ornamentación161.
160 Olano, Memorias, 375. 161 Luis Montoya S., Memoria del Ministro de Agricultura y Comercio (Bogotá: Imprenta Nacional, 1918), 24.
Deneumostier compró su porcentaje del predio Santa Catalina en marzo, y ya en septiembre de 1917 y durante 1918 gestionó ante el ministro, en su doble condición de director de la escuela y copropietario (vendedor) del predio: “la adquisición por parte del Gobierno de un lote del predio de Quiroga, y de otro en el predio de Santa Catalina, separados entre sí por el río Fucha y situados en la vía que de esta Capital conduce al fundo de La Picota”162. Los siguientes son los argumentos más importantes explicados ante el Ministerio: Entre Quiroguita y Santa Catalina corre el Río Fucha, y en lo que corresponde a Santa Catalina existe una vega ancha que permite establecer, mediante una represa de las aguas del río, un lago para fines de riego, que a la vez que adornaría los paseos y jardines, constituiría un utilísimo reservorio de agua. […] El lago cubriría como tres o cuatro fanegadas en este último predio, a las cuales se deben suministrar las necesarias para los caminos de contorno, y algún terreno más para tener el control del lago por el lado norte. Habría pues que comprar de ocho a diez fanegadas; pero sería conveniente todas las quince que ofrecen en venta. Soy del Señor Ministro atento servidor, C. Deneumostier163.
162 Montoya, Memoria, 24. 163 Montoya, Memoria, 28.
De inmediato se aprobó la compra en los términos sugeridos y se nombraron tres peritos que procedieron al avalúo de los terrenos. Dos de ellos determinaron que el precio “equitativo” equivalía a $ 1.800 oro por fanegada en Quiroguita y $ 2.800 oro en Santa Catalina. El tercer perito valoró en $ 1.560 en Quiroga y $ 1.950 por fanegada, considerando “las mayores facilidades que Santa Catalina presenta para el aprovechamiento de las aguas del Río San Cristóbal, Fucha, y en que este, en grande extensión, los atraviesa”164. En el avalúo menos favorable, el valor de los terrenos prácticamente se duplicaba entre 1916 y 1918. Pero como el Estado carecía de los recursos suficientes para efectuar el pago en efectivo y de forma inmediata, el otro beneficio para los terratenientes era la retribución que aquel hacía mediante bonos de deuda interna, que en teoría les garantizaba intereses adicionales. El propio Gobierno asumió el papel negociador con los dueños de los predios circundantes, con el fin de evitar incidentes que pudieran generarse por la “elevación de las aguas” del río San Cristóbal. El negocio pereció a finales de 1918 sin que, en las memorias del ministro de Agricultura correspondientes al periodo 1918-1920 se mencionaran claramente las razones que llevaron a su desistimiento; sin embargo, el “terreno” estaba abonado para lo que vendría por medio de los Liévano.
164 Montoya, Memoria, 26.
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PLANO DEL POTRERO DENOMINADO “EL ALMACÉN”, 1919 TOMADO DEL PLANO GENERAL DE QUIROGA, HACIENDA SITUADA EN JURISDICCIÓN DE BOGOTÁ PERTENECIENTE A LOS HEREDEROS DEL SR. ALEJANDRO OSORIO, LEVANTADO EN 1889 POR EL INGENIERO SR. ANDRÉS ARROYO. EL PREDIO QUE SE INCORPORÓ AL LUNA PARK ES EL FRAGMENTO LOCALIZADO ENTRE LA LÍNEA PUNTEADA JUNTO A LA COTA Y EL RÍO (NORTE DEL PLANO A LA IZQUIERDA). LA LÍNEA DE PUNTOS SEPARA EL LOTE ADJUDICADO A LA SRA. DÑA. MARÍA DEL CARMEN GUTIÉRREZ DE O., DEL QUE QUEDA EN COMUNIDAD ENTRE VICENTA, MAMERTA, MATILDE, MARÍA DEL CARMEN E IGNACIO OSORIO”. ESCRITURA 1391, 2 DE SEPTIEMBRE DE 1919, NOTARÍA 3.ª, BOGOTÁ.
En el sector sur, la gran hacienda Quiroga tenía como límite al norte el río Fucha; al oriente, el Camino de Tunjuelo; al occidente, el Camino para Bosa y Soacha; y al sur al parecer se extendía hasta los límites con el municipio de Usme. Una gran parte perteneció al señor Alejandro Osorio y luego de su fallecimiento, en 1891, se dividió entre su esposa, Carmen Gutiérrez, y sus siete hijos, Vicenta, Manuela, Matilde, María del Carmen, Ignacio, Manuel y Luis Enrique Osorio Gutiérrez, según la Escritura 1913 de 11 de diciembre de 1891, Notaría 2.ª, en la cual se menciona un plano de levantamiento de Quiroga, que no se encontró dentro del libro de escrituras. El proyecto de compra de los terrenos propuesto por Deneumostier al Ministerio de Agricultura165 contemplaba la adquisición de “cuarenta y dos fanegadas propiedad de la señora Carmen Gutiérrez”. Sin embargo, el predio que se incorporó a la sociedad que construiría el Luna Park tenía solo 8 fanegadas con 6.445 varas cuadradas. Se denominaba El Almacén y estaba alinderado, como se observa en el plano adjunto, que es una “copia parcial del plano de Quiroga levantado en 1899 por el Ingeniero Andrés Sotomayor”.
165 Montoya, Memoria, 27.
LA COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO Y LOS SOCIOS DEL EMBELLECIMIENTO Muy por debajo de lo que los avaluadores habían determinado un año antes, los predios de las dos riveras, Santa Catalina y El Almacén, fueron vendidos en 1919 a la Compañía de Desarrollo Urbano y con cada uno sucedió algo diferente. Duperly y Deneumostier vendieron su parte y recibieron el valor acordado por las 23 fanegadas del sector norte, mientras que la señora Carmen Gutiérrez de Osorio avaluó sus 8,6 fanegadas en $ 12.102,30, de los cuales aportó directamente $ 10.000 como accionista de la compañía y lo restante lo recibió en efectivo. Las tablas que se presentan a continuación analizan los valores de las tierras, descritos en las escrituras públicas de compraventa y en los avalúos de los peritos nombrados por el Ministerio de Agricultura. No es posible calcular el porcentaje de valorización de Quiroga y del predio El Almacén, al no tener un precio de referencia inicial y por tratarse de un área resultante de la subdivisión material de la hacienda que data de 1891. Lo que sí se puede comparar es la equivalencia entre las 42 fanegadas iniciales que el ministerio pretendió adquirir, con las 8 que pasaron a manos de los urbanizadores. Los datos revelan hechos predecibles: el precio de venta de un terreno aumentaba considerablemente si el Estado era el comprador. De haberse logrado el traspaso al
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PRECIOS SANTA CATALINA
SANTA CATALINA (ORILLA NORTE) Año 1916
1918
1918
1919
Unidades Duperly Compra Santa Catalina
Avalúo 1 Santa Catalina
Avalúo 2 Santa Catalina
CDU Compra Santa Catalina
Valor total (pesos oro)
Valor por fanegada (pesos oro)
Porcentaje de valorización
Fanegadas
23
$ 25.000
$ 1.087
0%
Fanegadas Duperly (3/5)
14,7
$ 41.160
$ 2.800
158 %
Fanegadas Deneumostier (2/5)
8,3
$ 23.240
$ 2.800
158 %
Total predio
23
$ 64.400
$ 2.800
158 %
Fanegadas Duperly (3/5)
14,7
$ 28.665
$ 1.950
79 %
Fanegadas Deneumostier (2/5)
8,3
$ 16.185
$ 1.950
79 %
Total predio
23
$ 44.850
$ 1.950
79 %
Fanegadas Duperly (3/5)
14,7
$ 20.000
$ 1.361
25 %
Fanegadas Deneumostier (2/5)
8,3
$ 12.500
$ 1.506
39 %
Total predio
23
$ 32.500
-
-
Valor total (pesos oro)
Valor por fanegada (pesos oro)
PRECIOS QUIROGA Y EL ALMACÉN
QUIROGA (ORILLA SUR) Año
Unidades
1891
Hacienda Quiroga, propiedad de don Alejandro Osorio
1918
Avalúo 1 Quiroga
1918
1919
Avalúo 2 Quiroga
CDU incorpora El Almacén
Fanegadas Carmen Gutiérrez de Osorio (El Almacén)
8,6
$ 15.560
$ 1.800
Total predio Quiroga
42,0
$ 75.600
$ 1.800
Fanegadas Carmen Gutiérrez de Osorio (El Almacén)
8,6
$ 13.485
$ 1.560
Total predio Quiroga
42,0
$ 65.520
$ 1.560
Fanegadas Carmen Gutiérrez de Osorio (El Almacén)
8,6
$ 12.102
$ 1.400
Total predio Quiroga
42,0
$ 58.800
$ 1.400
Porcentaje de valorización
Sin información
Ministerio de Agricultura, en 24 meses el terreno de Santa Catalina se habría valorizado un 158 % (el predio norte) o un 79 % (el predio sur) en cada caso, sin contar los intereses corrientes de los bonos de deuda interna con los que se pagarían las tierras. El Ministerio de Agricultura avaluó de forma diferente los predios, considerando un mayor precio para los que se encontraban ubicados al norte del río Fucha o San Cristóbal. Sin embargo, en la operación comercial con la Compañía de Desarrollo Urbano, el menor precio por fanegada ($ 1.306) fue en ese costado, en la parte de Santa Catalina de Duperly, que obtuvo de este negocio un rendimiento neto del 25 % en tres años. El gran beneficiado fue sin duda Deneumostier quien, a pesar de ser el dueño del terreno más pequeño, vendió cada fanegada por $ 1.506, lo que le significó un rendimiento del 39 % en dos años y medio. En las cartas que le escribió al ministro acerca de los predios, señaló siempre que ese predio (sin identificarse como su propietario) era imprescindible y el más adecuado para anegar en la construcción del lago artificial. Es posible que haya aprovechado la localización estratégica de su zona para elevar el precio cobrado por las tierras. En el sector sur, la Compañía de Desarrollo Urbano solo vinculó 8,6 fanegadas de las 42 que doña Carmen Gutiérrez de Osorio había ofrecido al Ministerio de Agricultura, probablemente porque la composición accionaria de la sociedad se hubiera volcado a favor de ella. Los límites que se fijaron para el predio
El Almacén permiten deducir la intención de los urbanizadores de incorporar solamente el área necesaria para el contorno inmediato del lago en el costado sur. Esta compañía reunió a varios empresarios prestantes de la sociedad bogotana, presididos por Nicolás Liévano, y fue la que adquirió los terrenos para la urbanización del Luna Park. La idea de construir las instalaciones agrícolas que se había propuesto la Escuela Superior de Agricultura no llegó ni a la compra de los terrenos. Durante 1918 los funcionarios públicos realizaron las gestiones y el ministro, en su informe a final de año, presentó con gran optimismo el negocio: “las tierras en cuestión se hallan muy bien situadas, y con la construcción de la línea del tranvía, ya iniciada en esa dirección, y la urbanización de los predios vecinos, mejorarán aquellos cada día de precio”166. Contrario a los pronósticos iniciales, en el primer semestre de 1919 se cancelaron las operaciones y el capital provino de la intervención privada. En agosto de 1919 se negociaron los predios de Santa Catalina y La Colmena167 con
166 Montoya, Memoria, 36. 167 Carlos Deneumostier denominó como La Colmena al predio de 8,3 fanegadas resultante de las 2/5 partes compradas a Duperly en Santa Catalina. Ambos fragmentos constituyen la Santa Catalina, de 23 fanegadas. Escritura 1190, 4 de agosto de 1919, Notaría 3.ª, Bogotá. Compradores: Enrique Silva Silva, Julio Montoya Balén, Guillermo Sáenz, Gabriel Sáenz, Zenón Escobar, Francisco Olarte Camacho, Margarita Daniés de Liévano, Catalina Liévano Daniés y Liévano Hermanos y Cía. Ver porcentajes en la tabla “PRECIOS SANTA CATALINA”.
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Carlos Deneumostier y la señora Blanca de Duperly como apoderada de su esposo. Un mes después, junto con la parte sur correspondiente a El Almacén, fueron incorporados en la escritura que constituyó la Sociedad Comercial Anónima, denominada Compañía de Desarrollo Urbano: El Objeto de la sociedad será la compra, adquisición, y venta de inmuebles a cualquier título, en jurisdicción de este Municipio, la urbanización total o parcial de los mismos inmuebles, el arreglo y ornato de los mismos y la construcción en ellos de las edificaciones y obras necesarias para el establecimiento de diversiones y espectáculos honestos públicos y privados, o para otros fines; la explotación de todos los elementos antedichos, la celebración de actos y contratos de mutuo acuerdo con garantía hipotecaria de los inmuebles de la Sociedad, o sin garantía y con o sin intereses. […] La Sociedad durará por el término de cincuenta años contados desde hoy, pero se disolverá antes si llegan a perderse el cincuenta por ciento de su capital, o si así lo resolviere válidamente la Asamblea General de Accionistas. […] La Sociedad será administrada por una Junta directiva, un Gerente, un Secretario y los demás empleados que fuesen necesarios nombrar. […] en el primer periodo será Gerente el Señor Nicolás Liévano D; serán directores segundo, tercero y cuarto, los señores Francisco Olarte Camacho, Zenón Escobar
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Padilla y el Doctor José María Montoya y suplentes de los Directores segundo, tercero y cuarto, los señores Julio Montoya Balén, Guillermo Sáenz y Gabriel Sáenz L. Será Revisor Fiscal el Señor Enrique Silva y suplente el Señor Alejandro Osorio [hijo de Carmen Gutiérrez]168.
La conformación de la compañía fue la suma de políticos y acaudalados comerciantes, empresarios y/o terratenientes, algunos de quienes en realidad se desempeñaban en todas las anteriores actividades y muchos procedían de otras regiones del país. Los grandes propietarios eran la familia Liévano, que en conjunto compró el 20 % de las acciones. Llama la atención el alto porcentaje (8 %) que individualmente se otorgó a los señores Zenón Escobar Padilla, Francisco Olarte Camacho y Gonzalo Posada. Más adelante se resumen los pormenores de la constitución de la CDU. Los señores Olarte Camacho, Montoya Balén, Guillermo y Gabriel Sáenz, Zenón Escobar Padilla y los tres hermanos Enrique, Félix y Nicolás Liévano eran integrantes de la Sociedad de Embellecimiento cuando se inició el proyecto, y al menos tres de ellos ejercieron años después como presidentes de la sociedad. Alejandro Osorio se vinculó hacia 1924, lo cual también coincide con las fechas de desarrollo del Luna Park. La suma de los porcentajes de participación accionaria de cada 168 Escritura 1391, 2 de septiembre de 1919, Notaría 3.ª, Bogotá.
uno nos indica que el 63 % de la Compañía de Desarrollo Urbano les correspondía a los socios del embellecimiento de Bogotá. Para el Primer Congreso de Mejoras Nacionales que se realizó en Bogotá en octubre de 1917, se determinó la asistencia de delegados de las sociedades de Embellecimiento y de Mejoras Públicas de los municipios del país, y se restringió en cierta forma la presentación de un número excesivo de delegados de las ciudades con más “civismo”, como Bogotá, Medellín y Barranquilla. Al final, se nombraron delegados adicionales y el Congreso se convirtió en la reunión de los más poderosos urbanizadores y terratenientes de las capitales. Ricardo Olano era miembro de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, pero asistió al congreso como delegado por el municipio de Jericó, Antioquia, después de conseguir la autorización del alcalde, lo que facilitó la presencia de los señores José A. Gaviria, delegado por el municipio de Medellín, y Jorge Rodríguez, por la Sociedad de Mejoras Públicas de la misma ciudad. Olano quería asistir en compañía de sus socios en los negocios urbanos en Medellín y Antioquia: “El Dr. Enrique Olarte fue nombrado por Sonsón y Rionegro y yo me hice nombrar por Jericó. Así quedaba integrada la representación de Antioquia y yo logré la promesa de todos de ir a Bogotá”169. Lo mismo sucedió con Nicolás Liévano, quien se presentó como delegado del departa169 Olano, Memorias, 88.
mento de Cundinamarca, junto con Eduardo Santos y Enrique Uribe Ramírez, mientras la Sociedad de Embellecimiento de Bogotá envió a Raimundo Rivas, Antonio Izquierdo y Arturo Jaramillo. Otro miembro de la misma sociedad, Simón Araujo, asistió en nombre del municipio de Bogotá. Es decir, que los emisarios (urbanizadores y negociantes de tierras) de Bogotá y Medellín ocuparon once de las veintinueve plazas asistentes. Otros dos asistentes a quienes vale la pena mencionar fueron los delegados por la Sociedad de Agricultores de Colombia: Jorge Ancízar, accionista de la Compañía Urbanizadora de Bogotá y Chapinero mencionada anteriormente, y Carlos Deneumostier, el vendedor de los terrenos de Santa Catalina que acabamos de relacionar. El tema central del congreso fue un estudio sobre el city planning, presentado por Ricardo Olano en un extenso análisis, a partir del cual la comisión organizadora conformó grupos de trabajo. La primera de las comisiones, City Plannings y Urbanización, estaba conformada por seis personajes muy influyentes en el negocio de tierras: de Medellín, Ricardo Olano, José Antonio Gaviria, Enrique Olarte; y de Bogotá, Enrique Uribe Ramírez, Eugenio Ortega y Nicolás Liévano. Probablemente en esta comisión por Bogotá faltó Antonio Izquierdo, quien se presentó en otros grupos con un trabajo sobre “estudios forestales”. Las relaciones entre todos los empresarios mencionados en la Sociedad de Embellecimiento y en la Compañía de Desarrollo Urbano eran muy estrechas en
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COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO Capital total de la Compañía de Desarrollo Urbano 130 $ 500
Socios fundadores
Profesión y estado según escritura
Enrique Silva
Empresario
Julio Montoya Balén
Comerciante
Gabriel Sáenz L.
Industrial
Guillermo Sáenz L.
Industrial
Liévano Hermanos y Cía.
Comerciantes
Margarita Daniés de Mujer viuda Liévano
Pago mediante
Porcentaje en participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén Porcentaje de participación en Santa Catalina y El Almacén
Acciones
Valor acción (pesos oro)
Capital (pesos oro)
%
130
$500
$ 65.000
%100
Valor acción (pesos oro)
Capital (pesos oro)
%
5
$ 2.500
4%
4%
5
$ 2.500
4%
4%
5
$ 2.500
4%
4%
5
$ 2.500
4%
4%
10
$ 5.000
8%
8%
10
$ 5.000
8%
8%
$ 2.500
4%
4%
10
$ 5.000
8%
8%
10
$ 5.000
8%
8%
Acciones
$ 500
Total aportado Total aportado en dinero a la en terrenos a la CDU (%) CDU (%)
Catalina Liévano Daniés
Mujer soltera
Zenón Escobar Padilla
Comerciante
Francisco Olarte Camacho
Empresario
Gonzalo Posada
Fabricante
Pesos oro “al contado”
10
$ 5.000
8%
8%
Abogado
Pesos oro “al contado”
1
$ 500
1%
1%
Mujer viuda
Globo de terreno El Almacén
20
$ 10.000
15 %
34
$ 17.000
26 %
Pedro María Carreño Carmen Gutiérrez de Osorio Acciones disponibles
“se reservan para los socios fundadores que quieran tomarlas después, o para las personas que no habiendo intervenido en el otorgamiento de la presente Escritura social, deseen adquirirlas”.
Total aportado en dinero a la CDU (%) Total aportado en terrenos a la CDU (%)
5
15 %
26 %
35 % 65 %
CONSTITUCIÓN DE LA COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO. EL PORCENTAJE DE PROPIEDAD SOBRE SANTA CATALINA SE ASIGNÓ EN LA COMPRA PREVIA MEDIANTE LA ESCRITURA 1190 DEL 4 DE AGOSTO DE 1919, NOTARÍA 3.ª, BOGOTÁ. NOTA: TABLA CONSTRUIDA CON BASE EN LA ESCRITURA 1391 DEL 2 DE SEPTIEMBRE DE 1919, NOTARÍA 3.ª, BOGOTÁ. DICHA ESCRITURA CONDICIONA LA LIQUIDACIÓN DE LA COMPAÑÍA A LA PÉRDIDA DEL 50 % DE SUS RECURSOS. LO PARADÓJICO ES QUE CON UN 65 % DEL CAPITAL ORIGINADO EN LA INCORPORACIÓN DE LOS PREDIOS, Y SIN QUE NINGUNO SE HAYA ENAJENADO O DESVALORIZADO, LA CONTABILIDAD PRESENTADA AÑOS DESPUÉS SOPORTÓ PÉRDIDAS SUPERIORES AL 50 % QUE NO HACÍAN VIABLE LA CONTINUIDAD DE LA SOCIEDAD (VER APARTADO “ADJUDICACIÓN DE PREDIOS POR SUBASTA ARREGLADA”).
el ámbito social. Sin importar su actividad comercial o empresarial, por ejemplo, si usamos la misma denominación del Primer Congreso de Mejoras Públicas, todos eran delegados del Gun Club. Aparte de lo relacionado con la Sociedad de Embellecimiento, las referencias encontradas sobre algunos de los socios170 de los Liévano en la CDU son las siguientes: El abogado conservador Pedro María Carreño fue ministro de Gobierno entre 1911 y 1912, durante el mandato del presidente Carlos E. Restrepo (1910-1914), y se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores en los periodos 1912-1913 y 1933-1934, en el segundo mandato de Enrique Olaya Herrera (1930-1934). Los tres hicieron parte del movimiento político que provocó la renuncia de Rafael Reyes en 1909 y de la Asamblea Nacional Constituyente de 1910. Olaya Herrera también fue ministro de Relaciones Exteriores del presidente Restrepo entre 1910 y 1911. Puerto Carreño, en el Vichada, fue nombrado en 1922 en su honor, por el general Buenaventura Bustos171. Su acti170 De los hermanos Gabriel y Guillermo Sáenz L. no se hallaron datos confiables. Sobre Julio Montoya Balén, se pudo establecer superficialmente su relación con los negocios de urbanización de la hacienda Las Mercedes, que originó el barrio Teusaquillo. 171 “En 1922 el General Buenaventura Bustos, primer comisario del Vichada, funda a Puerto Carreño en el lugar conocido como ‘El Picacho’ en honor a su amigo Pedro María Carreño, quien por ese entonces era ministro de Gobierno. Cuentan que Bustos logró que la gente dejara de llamar El Picacho al poblado, amenazando con el cepo y tres pesos de multa a quién no lo llamara Puerto Carreño”.
vidad parece haber estado ligada más a la política y al ejercicio de su profesión que a la urbanización o compraventa de terrenos y baldíos. Su participación con una acción, equivalente a menos del 1 % de la Compañía de Desarrollo Urbano, sugiere su vinculación por amistad o cercanía con algunos socios, más que por una vocación hacia el negocio. Zenón Escobar Padilla, comerciante y político, fue designado alcalde de Bogotá por unos meses, entre el 28 de abril y el 12 de noviembre de 1920172. Francisco Olarte Camacho era comerciante y cabeza principal de la Compañía del Tranvía de Oriente, que en la década de los veinte construyó la línea que partía de la plaza de Bolívar, bajaba por la calle 10.ª, luego tomaba la carrera 10.ª hacia el sur, hasta la calle 1.ª (lindero norte del hospital San Juan de Dios), en Tres Esquinas, y tomaba la carrera 13 en sentido sur hacia Tunjuelo, con una parada establecida en Puente Restrepo, frente a la entrada del Luna Park173.
El “fabricante” Gonzalo Posada formó parte desde 1913 de la Sociedad G. Posada & Tobón, que transformó y capitalizó una Natalia Hernández, “Puerto Carreño: a orillas del Orinoco”, Revista Credencial Historia 229, enero, 2009, https://www. banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/ numero-229 172 El Tiempo, 30 de enero, 1961, 11. 173 Acuerdo 51 del 20 de diciembre de 1918, https://www. alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=9390; Cuéllar y Mejía, Atlas histórico de Bogotá, 74, plano 31.
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Magangué, Cúcuta, Popayán, Pasto, Buenaventura e Istmina175.
ALMACÉN DE FRANCISCO OLARTE CAMACHO, 1911 PUBLICIDAD EN EL PERIÓDICO EL TIEMPO, 27 DE OCTUBRE, 1911, 3.
empresa de gaseosas fundada en 1904 en Medellín por Gabriel Posada y Valerio Tobón. Hacia 1915 establecieron domicilios de la fábrica de gaseosas en Medellín, Manizales, Cali y Bogotá, y el 18 de abril de 1917 la convirtieron en sociedad anónima. Las marcas insignes de la compañía nacieron así: Kola y Cerveza de Uva (1909); Popular (1912); El León Kola (1913); Bretaña y Agua Cristal (1918), Freskola y Espumosa (1919)174. En 1922 inició labores su fábrica en Cali, en 1925 en Armenia, en 1926 en Manizales, en 1927 en Sevilla (Valle) y en 1931 en Calarcá. Como se puede apreciar su primer gran mercado fue la zona cafetera. Antes de 1933 la compañía realizó las negociaciones pertinentes para la anexión de Arango & Villegas y Gaseosas de Manizales, Lila de Bogotá, y Ordóñez de Girardot. En 1946 tenía plantas propias en Barranquilla y Pereira y concesiones, es decir, la cesión de sus marcas en Puerto Berrío, Titiribí, Aguadas,
174 Revista Dinero, 17 de septiembre, 2004.
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No se pudo determinar con total precisión, pero en el caso de Enrique Silva Silva podría tratarse de uno de los dos hermanos integrantes de la firma comerciante Julio & Enrique Silva, compañía sucesora de Estanislao Silva e Hijos, originarios y vendedores en Bucaramanga, y luego establecidos en Bogotá. Hacían parte de un reducido grupo de firmas importadoras de gran escala, dedicadas también a los negocios de agricultura, venta en plazas de mercado y prestamistas particulares. Para Avellaneda y Guerrero, era la segunda empresa más grande de importación de productos extranjeros hacia Santander a finales del siglo XIX, con cerca de 26.078 bultos durante la década de 1890. Un reducido grupo de individuos y casas comerciales se hizo al control de la compra de mercancías en el exterior para distribuirlas y expenderlas en las tiendas y almacenes de la región y la ciudad. […] Las sociedades de origen bogotano, como las de Francisco Vargas & Hermanos y Julio & Enrique Silva, fueron las que más importaciones realizaron en el periodo
175 Maribel Avellaneda Nieves y Amado Antonio Guerrero Rincón, “La elite empresarial de Santander (1880-1912)”, en Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos XIX-XX, comp. Carlos Dávila L. de Guevara (Bogotá: Editorial Norma; Ediciones Uniandes, 2003), 226.
estudiado (1891-1898), ubicándose siempre en los primeros lugares176.
Aunque no presentan datos específicos sobre el capital de los hermanos Silva, en un panorama general del bienestar de los comerciantes santandereanos a finales del siglo XIX, destacan que, “a pesar de los riesgos, la inestabilidad política, las guerras civiles, y la existencia de ciclos de boom de la agroexportación, con las consecuentes quiebras de muchos de los empresarios, se lograron incrementar los niveles de riqueza”177. Si analizamos proporcionalmente el ejemplo de otra firma santandereana llamada Reyes González y Hermanos —décima en la lista en la cual los Silva figuran como segundos—, esta cuadriplicó su riqueza calificada entre 1889 y 1897, y apenas importaban cantidades equivalentes a una quinta parte de lo que comerciaban los Silva178. Las otras 34 acciones reservadas que menciona la escritura de constitución de la Compañía de Desarrollo Urbano tenían un plazo único de dos meses para su adquisición. De haber existido algún negocio en ese sentido, probablemente se llevó a cabo mediante documentos privados, ya que no se 176 Avellaneda y Guerrero Rincón, “La elite empresarial”, 159. 177 Avellaneda y Guerrero Rincón, “La elite empresarial”, 154. 178 Como estrategia de evasión de impuestos y peajes, la riqueza acumulada que los comerciantes declaraban anualmente en promedio solo era el 50 % de la que se les calificaba para el pago. Por ejemplo, en 1897 Reyes González y Hermanos declararon $ 43.000 en bienes raíces, mientras que el jefe departamental la calificó en $ 80.000.
mencionan posteriormente en ninguna fuente consultada. La posesión de las acciones no se certificaba mediante escritura pública o documento autenticado por notario público, sino que el Código de Comercio permitía su titulación de manera privada o reservada, como lo determinó el reglamento aprobado en la misma escritura de constitución: Artículo 7. Los Títulos de las Acciones se expedirán en serie numerada y continua; deberán ir autorizadas con las firmas del Gerente y del Secretario y serán transferibles por una cesión escrita, que será notificada al Gerente de lo cual se tomará nota en el libro respectivo179.
Según los documentos posteriores a la constitución de la empresa, entraron como accionistas el doctor José María Montoya180 y Pedro M. López, en porcentajes indeterminados. Así mismo, las acciones de doña Margarita Daniés de Liévano pasaron a manos de Nicolás Pineda y de su nieto Indalecio (hijo de Nicolás).
179 Escritura 1190, 4 de agosto de 1919, Notaría 3.ª, Bogotá. 180 José María Montoya, médico de profesión, fundador en 1902 de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, que construyó el Hospital San José, proyectado por Pietro Cantini en 1904 e inaugurado en 1925. Fundó también la revista Repertorio de Medicina y Cirugía que se publicó interrumpidamente entre 1909 y 1951; ver fotografía en Cantini, Pietro Cantini, 280. En ocasiones se confunde con José María Montoya Valenzuela (1897-1977), arquitecto de la Universidad Nacional de la generación de transición. Ver Arango, Historia de la arquitectura en Colombia, 181.
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PARQUE DE DIVERSIONES LUNA PARK La información hallada sugiere que las obras del parque de diversiones tardaron alrededor de un año y medio, teniendo en cuenta el intervalo entre la constitución de la Compañía de Desarrollo Urbano en septiembre de 1919 y una publicación de enero de 1921 en la Revista Cromos, que dice en un pie de foto: “Lago de Luna Park, situado al sur de la ciudad y que próximamente será abierto al público”181. En las imágenes ubicadas en la siguiente página, se observan el lago terminado y algunas barcas; al fondo, el Pabellón Chinesco aparenta estar ya construido en su totalidad. En mayo de 1921 la Compañía de Desarrollo Urbano solicitó la licencia de construcción para las obras del parque, cuando estas ya se habían llevado a cabo casi en su totalidad; la aprobación que otorgaron la Dirección de Obras Públicas Municipales y la alcaldía estuvo dirigida al cumplimiento de un requisito para su funcionamiento y a la legalización de algo ya ejecutado con anterioridad. Tanto la Dirección de Higiene y Salubridad como la de Obras Públicas expresaron su satisfacción por la construcción del parque que, según se aprecia en el texto, fue visitado por los funcionarios de la Alcaldía Municipal. La siguiente es la solicitud de la licencia de construcción182:
181 Revista Cromos 243, 23 de enero, 1921. 182 Licencia de construcción parque Luna Park, Alcaldía Municipal, Bogotá, 13 de mayo de 1921, Archivo de Bogotá, Fondo Secretaría de Obras Públicas.
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Bogotá, Mayo 6 de 1921. Señor Alcalde de la Ciudad, Presente. Con toda atención me dirijo a usted, para remitirle por duplicado el plano del proyecto que está ejecutando la Cía. de Desarrollo Urbano de la cual soy en la actualidad gerente, proyecto que se está llevando a cabo en terrenos de la Compañía situados en la proximidad del Puente Restrepo de esta ciudad. Este sitio estará dedicado a deportes y está denominado “Luna Park”. Por mi conducto la compañía solicita de Ud. muy respetuosamente el apoyo de esta alcaldía y la aprobación del plano en referencia, previa consulta de la Dirección de Obras Públicas Municipales y de la Dirección de Higiene y Salubridad. Con sentimientos de la más alta consideración soy del señor alcalde su Atto., y S.S. Gabriel Sáenz.
Traslado a las dependencias municipales: Alcaldía Municipal Bogotá, Mayo 9 de 1921 Pase a la Dirección de Higiene y a la de Obras Públicas, para que estudien el plano del campo deportivo denominado “Luna Park” y emitan su concepto.
Concepto de la Dirección de Higiene y Salubridad: Habiendo visitado personalmente y habiendo estudiado los planos del campo denominado “Luna Park” esta Dirección los aprueba y
ARRIBA: ASPECTO DE LAS AVENIDAS QUE CRUZAN EL PARQUE. ABAJO Y A LA IZQUIERDA: EL RESTAURANTE CHINESO Y A LA DERECHA: UNA VISTA PANORÁMICA DEL LAGO, 1921. “UN BELLO SITIO DE DIVERSIÓN – BOGOTÁ, LA URBE MELANCÓLICA Y GRAVE, TAN FALTA DE SITIOS DE DIVERSIÓN, CONTARÁ MUY PRONTO CON UNO MUY ELEGANTE, “LUNA PARK”, EL EXTENSO Y HERMOSO PARQUE DE RECREO QUE ACTUALMENTE CONSTRUYE LA COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO EN LA PARTE SUR DE LA CIUDAD, Y EN LA CUAL HABRÁ CAMPOS ESPECIALES PARA ‘FOOT BALL’, ‘TENNIS’, ‘POLO’, ETC., FUERA DE UN PINTORESCO LAGO PARA EL DEPORTE DEL REMO”. EL GRÁFICO 542, 12 DE MARZO, 1921.
EL RESTAURANTE CHINESCO A LA ORILLA DEL LAGO, 1921 EL GRÁFICO 542, 12 DE MARZO, 1921.
considera debe apoyarse su Desarrollo por cuanto con esta obra no solo se provee a la higienización de esta parte de la ciudad, sino que se llena un vacío y se atiende una de las necesidades de Bogotá, como era el establecimiento de un lugar apropiado para la práctica de los sports que como bien se sabe, constituyen uno de los medios de educación física y moral de los individuos de una población. Vuelva al Señor Alcalde. V-9-1921.
Concepto de la Dirección Obras Públicas Municipales: Luna Park, 12 de mayo. Apruébense los Planos presentados como proyecto para la construcción de un campo destinado a deportes, por reunir los requisitos que la técnica aconseja, en todos los casos y encómiese la inteligente distribución hecha en el plano referente a los distintos deportes, avenidas, etc., etc., Finalmente, apláudase tan loable esfuerzo, digno de todo apoyo, por dotar a esta ciudad de un sitio de recreo tan educador y moral como el que se trata. Pase a la Alcaldía, Dirección de Obras Públicas Municipales, Sección de construcciones y urbanización.
En vista de los conceptos anteriores de las direcciones de Higiene y Salubridad y Obras Públicas Municipales, se concede Licencia a la “Compañía de Desarrollo Urbano” para construir en terrenos cercanos al Puente Restrepo un campo deportivo denominado Luna Park, siempre que se sujete a los planos aprobados y demás disposiciones sobre construcciones.
Las revistas y periódicos consultados no registraron el día exacto en el que el parque entró en funcionamiento, pero su apertura al público se dio probablemente en el mes de marzo de 1921, primero con el restaurante en el Pabellón Chinesco y luego con las barcas de remo en el lago183. El primer evento registrado en las publicaciones de la época es la fiesta ofrecida en honor de los presidentes de la Sociedad de Agricultores y de la Cámara de Comercio el domingo 29 de mayo de 1921 y, un mes después, la fiesta de la Asociación Automoviliaria. El primer gran suceso que dio a conocer de manera masiva el nuevo parque fue el desfile del 20 de julio, que terminó en una Batalla de Flores en el Luna Park. Del evento se ocuparon ampliamente tanto Cromos como El Gráfico, publicaciones que destacaron la participación de más de ochenta coches de caballos y automóviles, decorados con orquídeas y festones. En las mejores carrozas se instalaron sombri-
Licencia de construcción: Alcaldía Municipal, Bogotá, 13 de mayo de 1921
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183 No fue posible encontrar documentos sobre la etapa de las obras de construcción del parque, ni en las publicaciones seriadas consultadas ni tampoco en los archivos de la Secretaría de Obras Públicas y el Acueducto de Bogotá correspondientes a los años 1918-1923.
LICENCIA DE CONSTRUCCIÓN PARQUE LUNA PARK, ALCALDÍA MUNICIPAL, BOGOTÁ, 13 DE MAYO DE 1921 ARCHIVO DE BOGOTÁ, FONDO SECRETARÍA DE OBRAS PÚBLICAS.
IZQUIERDA: LICENCIA DE CONSTRUCCIÓN PARQUE LUNA PARK, ALCALDÍA MUNICIPAL, BOGOTÁ, 13 DE MAYO DE 1921 “PLANO DEL CAMPO DEPORTIVO DENOMINADO LUNA PARK DE PROPIEDAD DE LA COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO, SITUADO EN EL MUNICIPIO DE BOGOTÁ, EN LAS PROXIMIDADES DEL PUENTE RESTREPO. PRESENTADO POR EL GERENTE SR. NICOLÁS LIÉVANO Y APROBADO POR LA ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS. DISTRIBUCIÓN Y DIRECCIÓN A CARGO DE NICOLÁS LIÉVANO SOBRE PLANOS Y MENSURAS DE JORGE ACOSTA”. ARCHIVO DE BOGOTÁ, FONDO SECRETARÍA DE OBRAS PÚBLICAS.
NOTAS GRÁFICAS ‘LUNA PARK’. “LUNA PARK, EL HERMOSO Y EXTENSO SITIO DE RECREO, CUYA CONSTRUCCIÓN ACOMETIÓ HACE ALGUNOS MESES LA COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO Y DEL CUAL YA DIMOS UNA INFORMACIÓN GRÁFICA EN UNA DE NUESTRAS ENTREGAS ANTERIORES, ACABA DE SER ABIERTO AL PÚBLICO. EN ESE PINTORESCO SITIO LA ASOCIACIÓN DEL COMERCIO DE BOGOTÁ OFRECIÓ EL DOMINGO PASADO UNA ARISTOCRÁTICA FIESTA AL SEÑOR MINISTRO DE AGRICULTURA Y COMERCIO Y A LOS SEÑORES PRESIDENTES DE LA CÁMARA DE COMERCIO Y DE LA SOCIEDAD DE AGRICULTORES DE COLOMBIA. A ESA FIESTA ASISTIERON, ADEMÁS, GALANTEMENTE INVITADOS POR LOS ANFITRIONES, ALGUNOS PERIODISTAS Y VARIOS CABALLEROS DE ESTA SOCIEDAD. COMO UNO DE LOS NÚMEROS DE LA FIESTA, SE VIO UN ELEGANTE LUNCH EN EL ARTÍSTICO PABELLÓN CHINESCO CUYA FOTOGRAFÍA APARECE EN ESTA PÁGINA. DE HOY MÁS, LOS HABITANTES DE ESTA MELANCÓLICA Y FRÍA CIUDAD TENDRÁN EN LUNA PARK UN SITIO IDEAL PARA PASAR AGRADABLES HORAS DE ESPARCIMIENTO Y ADMIRABLEMENTE ACONDICIONADO, CON SUS PRADOS, SUS CAMPOS DE FOOT-BALL Y TENIS, Y SU LAGO, PARA EL EJERCICIO DE TODOS LOS DEPORTES”. EL GRÁFICO 553, 4 DE JUNIO, 1921.
EL GRÁFICO 553, 4 DE JUNIO DE 1921 “LA ASOCIACIÓN AUTOMOVILIARIA DE COLOMBIA, CELEBRÓ EL DOMINGO PASADO UNA SIMPÁTICA FIESTA QUE SE INICIÓ CON UN GRAN DESFILE DE AUTOMÓVILES Y CAMIONES DE TODAS LAS MARCAS, DE LA PLAZA DE BOLÍVAR A SAN DIEGO. EL DESFILE CONCLUYÓ EN LUNA-PARK DONDE SE OBSEQUIÓ AL PRESIDENTE HONORARIO DE LA ASOCIACIÓN, SEÑOR MEYER LABASTILLE, CON UN ELEGANTE ALMUERZO”. EL GRÁFICO 556, 6 DE JUNIO, 1921.
LOS ALEDAÑOS DE BOGOTÁ - LUNA PARK - CREPÚSCULO EN LUNA PARK. REVISTA CROMOS 260, 4 DE JUNIO, 1921.
llas y figuras de aves o globos y arreglos florales gigantes. Hasta junio de 1922 las actividades del Luna Park se concentraron especialmente en los eventos sociales de empresas públicas y privadas, fiestas de celebración o reconocimiento de personalidades y varias competencias de boxeo y partidos de fútbol. El lago era el lugar de mayor actividad, ya que en él se desarrollaban los paseos en botes de remos y de motor, pero también exhibiciones y competencias de natación, como la efectuada en diciembre de 1921 durante la Fiesta de los Estudiantes.
La entrada al parque en 1921 costaba 20 centavos ($ 0,20). Según el aviso publicitario, contaba con “restaurantes, servicios de arcas, campos deportivos, etc.”. En el plano del parque se detallan además dos zonas de graderías, una de las cuales servía al público que observaba las competencias de natación desde el borde del lago. Tenía también canchas de tenis, una zona para patines, una zona de tiro al blanco, un establo y dos embarcaderos. Las primeras atracciones mecánicas del parque se inauguraron a principios de junio
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“CON MOTIVO DE CUMPLIRSE EL PRIMER ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES, LOS SOCIOS TUVIERON EN DÍAS PASADOS UNA ANIMADA REUNIÓN EN LUNA PARK”. REVISTA CROMOS 265, 9 DE JULIO, 1921.
PUBLICIDAD LUNA PARK. FRAGMENTO. REVISTA CROMOS 275, 17 DE SEPTIEMBRE, 1921.
“ESTÁ ABIERTA LA TEMPORADA”. ANUNCIO DEL LUNA PARK PUBLICADA PERIÓDICAMENTE ENTRE 1921 Y 1923 REVISTA CROMOS 323, 16 DE SEPTIEMBRE, 1922.
“PARA PASAR EL WEEK END Y LOS DOMINGOS NO HAY OTRO LUGAR MÁS AGRADABLE QUE LUNA PARK, DONDE HALLARÁN LOS VISITANTES UN BUEN NÚMERO DE BARCAS DE REMO Y GASOLINA, MAGNÍFICO SERVICIO DE RESTAURANTE, TIRO DE PICHÓN, Y DONDE MUY EN BREVE SE REUNIRÁN LOS PRINCIPALES TIMS DEPORTIVOS DE LA CIUDAD. EN ESTE LUGAR SE EFECTUÓ LA BATALLA DE FLORES DEL 20 DE JULIO”. REVISTA CROMOS 269, 6 DE AGOSTO, 1921.
de 1922. Se instaló una rueda de doce cabinas (la del Lago Gaitán era de dieciséis) y un carrusel tradicional. Luego, hacia enero de 1923, se agregó un carrusel de aeroplanos (sillas colgantes de una rueda giratoria) y un whip (carros sobre un trazado de rieles). La obra de mayor envergadura fue sin duda el lago. Vale la pena recordar lo mencionado en el estudio de 1918 del Ministerio de Agricultura, en el cual se resaltaban las facilidades del terreno, por ser una “vega inundable”, que no requería más que elevar el nivel
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del río Fucha para crear artificialmente el reservorio. La topografía del predio permitió que con la construcción de la “represa del lago”, en la parte baja, este se llenara de agua al nivel planeado; las obras menores de ingeniería corresponden a la nivelación de los campos de fútbol y tenis y a la construcción de los caminos trazados en el contorno. El diseño general del conjunto del Luna Park no responde a ninguno de los tratados o paradigmas sobre el trazado de parques y bosques. No hubo un sentido de composición
INSTANTÁNEAS DE LA BATALLA DE FLORES. ARRIBA: DOS CARRUAJES ELEGANTEMENTE ADORNADOS Y UN PRECIOSO COCHECITO EN FORMA DE GLOBO, CON NIÑOS EN LA CANASTILLA, TIRADO POR DOS DIMINUTOS “PONNEYS” (SIC) Y CONDUCIDO POR EL POPULAR Y GIGANTESCO NEGRO ALBERTO. EN EL CENTRO: EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ACOMPAÑADO DEL MINISTRO DE AGRICULTURA Y COMERCIO PRESENCIANDO LA BATALLA, Y UN ASPECTO DE LAS TRIBUNAS. ABAJO: LOS MIEMBROS DEL JURADO CALIFICADOR, SEÑORES MARCELINO VARGAS, ALCALDE DE LA CIUDAD, EMILIO CUERVO MÁRQUEZ, ALFONSO ROBLEDO, LUIS E. NIETO CABALLERO Y LUIS CANO. EL GRÁFICO 560, 23 DE JULIO, 1921.
NOTAS GRÁFICAS ‘MATCH DE BOXEO EN LUNA PARK. “EL MOMENTO CULMINANTE DEL ESPECTÁCULO- ARRIBA, EL BOXEADOR BEN BREWER YACE VENCIDO SOBRE LA ARENA, DESPUÉS DE RECIBIR EL VIGOROSO PUÑETAZO CON QUE SU ADVERSARIO VÁSQUEZ LO PUSO KNOK.OUT EN EL CUARTO RAUND. EN EL RING DE LUNA - PARK- LOS AFICIONADOS VAN-HOORDE Y RODRÍGUEZ EN TRES MOMENTOS DE SU JUEGO DE EXHIBICIÓN EL DOMINGO EN LUNA PARK, POCO ANTES DEL COMBATE ENTRE BREWER Y VÁSQUEZ. ABAJO, EN EL ÁNGULO, UN ASPECTO DE LA NUMEROSA CONCURRENCIA”. EL GRÁFICO 579, 3 DE DICIEMBRE, 1921.
NOTAS GRÁFICAS. ‘FIESTA DE ESTUDIANTES EN LUNA PARK. “LA FIESTA DE LOS ESTUDIANTES - UNO DE LOS MÁS ATRACTIVOS NÚMEROS DE LOS FESTEJOS ESTUDIANTILES, FUE EL CONCURSO DEPORTIVO VERIFICADO EN LUNAPARK, EL MIÉRCOLES DE ESTA SEMANA. ARRIBA, VISTA PARCIAL DE LA CONCURRENCIA A ORILLAS DEL LAGO; ABAJO, INSTANTÁNEAS TOMADAS AL INICIARSE LAS CARRERAS DE NATACIÓN, EN LAS CUALES SALIÓ VENCEDORA LA ESCUELA DE MEDICINA”. EL GRÁFICO 579, 3 DE DICIEMBRE, 1921.
IMAGEN PANORÁMICA DEL LUNA PARK, DURANTE LA BATALLA DE FLORES DEL 20 DE JULIO DE 1921, TOMADA DESDE EL COSTADO NOROCCIDENTAL DEL PARQUE. EL LAGO A LA DERECHA, EN EL CENTRO EL PABELLÓN CHINESCO Y A LA IZQUIERDA LOS CAMPOS DEPORTIVOS. AÚN NO ESTABAN INSTALADOS LA RUEDA NI EL WHIP. EL GRÁFICO561, 30 DE JULIO, 1921.
“INSTANTÁNEAS DE LA BATALLA DE FLORES. DOS DE LOS VEHÍCULOS QUE MÁS LLAMARON LA ATENCIÓN POR SU ARTÍSTICO ARREGLO DURANTE LA BATALLA DE FLORES”. FOTOGRAFÍA DE L. LARA S. EL GRÁFICO 560, 23 DE JULIO, 1921.
“INSTANTÁNEAS DE LA PARTIDA DE FOOT-BALL VERIFICADA EN DOMINGO PASADO EN EL CAMPO DE LUNA PARK ENTRE LOS PARTIDOS INGLÉS Y LATINO”. REVISTA CROMOS 272, 27 DE AGOSTO, 1921.
“FIESTA EN LUNA PARK: A BENEFICIO DEL ORATORIO FESTIVO SE VERIFICÓ EL LUNES PASADO EN LUNA PARK UN ELEGANTE TÉ, AL CUAL CONCURRIÓ GRAN PARTE DE LA ALTA SOCIEDAD BOGOTANA. DURANTE LA FIESTA DOS AEROPLANOS MILITARES REALIZARON VUELOS POR SOBRE LA MULTITUD”. REVISTA CROMOS 271, 20 DE AGOSTO, 1921.
claro de elementos paisajísticos ni tampoco una agrupación de atracciones de ocio en la que se dispusieran las diferentes instalaciones según la eficiencia del uso. Desde el inicio se concibió un globo interior destinado al lago y los pabellones, con la intención de que sirviera como elemento de atracción de compradores de los predios en las manzanas que lo rodeaban. El rótulo del plano de la licencia de construcción no da lugar a dudas sobre su diseñador y cabeza principal: “Distribución y Dirección a cargo de Nicolás Liévano, sobre planos y mensuras de Jorge Acosta N. […] presentado por el Gerente Sr. Nicolás Liévano y aprobado por la Asamblea General de Accionistas. L. A. Gutiérrez N. dibujó”. Para ser puntuales, no es el trazado de un parque sino el de una urbanización. Se rige por la disposición de calles y avenidas en el contorno del gran lago, que vendría siendo la “manzana” más grande, alrededor del cual se ubican el Pabellón Chinesco, el carrusel, el restaurante o Pabellón del Lago y un óvalo de patines. En los demás intersticios determinados por la fragmentación del terreno se instalaron otros elementos de diversión, y las calles y avenidas del parque, que no tienen relación con la organización del conjunto recreativo. Tres pequeñas secciones (manzanas) son para “deportes varios”; en frente se ubica en una gran manzana el campo de fútbol y, pasando la calle, los campos de tenis. Hacia el oriente, en el área cruzada por más avenidas arborizadas, se destinan tres partes
a “deportes varios”, otra para el estadio y, en la más cercana a la entrada contra la carrera 13, se propone el Pabellón Azul. En las siguientes imágenes se observa el Luna Park dentro del contexto de la ciudad hacia 1925. La fotografía panorámica muestra el cauce del río San Cristóbal y el lago, y a la derecha se ve la explanada del campo de fútbol. El detalle ampliado abarca el Luna Park y, en la parte baja, la plaza de Las Cruces; en el centro se encuentra el sitio de Tres Esquinas, rodeado al suroriente por las edificaciones del hospital San Juan de Dios y al noroccidente el hospital Barbery, dentro de los terrenos llamados Ninguna Parte. De Tres Esquinas parte la avenida del Tequendama o Camino de Bosa y Soacha, y en toda su longitud se observan los pantanos y áreas anegadas al suroccidente de la ciudad. Más adelante se observa otra imagen que muestra una panorámica del Luna Park hacia los cerros Orientales y el centro de la ciudad, en la que se puede ver el lago en primer plano, junto con la rueda y el Pabellón Chinesco. En este contexto transcurrió la vida del parque de diversiones entre 1921 y 1925. Al campo deportivo se le sumaron las instalaciones mecánicas mencionadas y que fueron las primeras en ser retiradas, si nos basamos en el remate de los bienes de la Compañía de Desarrollo Urbano que se llevó a cabo en octubre de 1924, y en el cual no se hace mención alguna a la rueda, al whip ni al carrusel de aeroplanos. Por otro lado, las operaciones de loteo y venta de los terrenos se
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CENTRO DE BOGOTÁ HACIA EL SUROCCIDENTE. DETALLE DEL LUNA PARK EN FOTOGRAFÍA PANORÁMICA DESDE EL CERRO DE GUADALUPE, 1925 ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ. (NORTE DE LA FOTOGRAFÍA HACIA LA DERECHA.)
“PARQUE LUNA PARK. CON INMENSA CONCURRENCIA FUERON INAUGURADOS, EL PASADO MIÉRCOLES, LOS HERMOSOS APARATOS QUE LA EMPRESA DE LUNA PARK ACABA DE INSTALAR EN ESE PINTORESCO SITIO. EN LAS FOTOGRAFÍAS QUE AQUÍ PUBLICAMOS APARECEN EL CARROUSEL Y LA GRAN RUEDA”. REVISTA CROMOS 310, 17 DE JUNIO, 1922.
PANORÁMICA DEL LUNA PARK HACIA EL ORIENTE. LAGO, RUEDA Y PABELLÓN CHINESCO, S. F. FUNDACIÓN DE AMIGOS DE BOGOTÁ. ARCHIVO DE POSTALES. (NORTE DE LA FOTOGRAFÍA HACIA LA IZQUIERDA.)
“WHIP Y CARROUSEL EN EL PARQUE LUNA PARK. ARRIBA: FOTOGRAFÍA DE WHIP Y DEL CARROUSEL DE AEROPLANOS, NUEVOS APARATOS DE DIVERSIÓN, ÚLTIMAMENTE INSTALADOS EN LUNA PARK, LOS CUALES HAN CONSTITUIDO LA MAYOR ATRACCIÓN DE LA NUEVA TEMPORADA DE ESTE DELICIOSO SITIO DE RECREO. CENTRO: UN ASPECTO DEL WHIP, ACABADO DE INAUGURAR EN LUNA PARK. ABAJO: HERMOSO LUGAR DONDE FUNCIONAN LOS PRINCIPALES APARATOS DE LUNA PARK”. REVISTA CROMOS 339, 3 DE FEBRERO, 1923.
LUNA PARK, POSTAL FECHADA EN 1923 ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ.
PLANO VENTA LOTES LUNA PARK, 1922 “VENTA DE 20 LOTES PARA RESIDENCIAS SITUADAS EN LA AVENIDA DE LUNA PARK. PARA INFORMES DIRIGIRSE A: CÍA. DE DESARROLLO URBANO. OFICINA NO. 104 EDIFICIO LIÉVANO PLAN PRESENTADO A LA ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS EL 10 DE ENERO DE 1921 POR NICOLÁS LIÉVANO”. REVISTA CROMOS 289, 14 DE ENERO, 1922.
hicieron públicas empezando en el año 1922. La intención fue clara: a partir del uso de las aguas del río San Cristóbal, de las barcas del lago y de la vida social en los pabellones, se generaría una “feria” o “exposición” de los demás predios. La venta de parcelas edificables estaba prevista incluso desde antes de la llegada de las primeras atracciones mecánicas en junio de 1922, como se registró en una tímida publicación seis meses antes en la Revista Cromos.
En un pequeño plano de todo el parque, se enfatizó el loteo de las manzanas ubicadas hacia la carrera 13 en los costados de la avenida de Luna Park; el loteo indicaba la intención de vender predios para la construcción de grandes quintas, ya que cada uno medía casi 2.000 varas cuadradas184. Así como en la propaganda utilizada por los Liévano en el plano de locali184 En comparación, los lotes de Antonio Izquierdo (1900) para construir quintas en el barrio Quesada tenían entre 700 y 1.000 varas cuadradas.
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zación del Almacén del Día, se ilustraron figuras humanas con los trajes de la época en la imagen de loteo del Luna Park de la Compañía de Desarrollo Urbano. Se incluyeron elementos que pudieran llamar la atención de los lectores de la Revista Cromos y el aviso de oferta de los lotes se publicó superpuesto a una fotografía panorámica del lago hacia el occidente, con dos barcas y un espeso bosque en el fondo. Este primer intento de loteo y venta fracasó por completo. Lamentablemente, en la época de auge y mayor expectativa en la ciudad por la aparición del Luna Park, se registran solo un par de compradores de dos pequeños predios al costado norte del río contra la carrera 13 (ver más adelante manzanas Q1, Q2). Sin embargo, no se edificó en ellos ninguna quinta o residencia hasta la década de los cuarenta, como se puede observar en aerofotografías de Bogotá. En adelante, la Compañía de Desarrollo Urbano dejó de lado su intención de generar un desarrollo global del conjunto, para concentrarse en la búsqueda de alternativas rentables con la venta de los terrenos.
EL INTENTO DE VENTA DEL LUNA PARK AL MUNICIPIO Los recursos públicos y el Estado en particular, como primer comprador opcional de bienes, despertaba un amplio interés en los negociantes de tierras. Tanto el Gobierno nacional, en el caso descrito cuando Deneumostier y Duperly en 1918
intentaron vender los predios al Ministerio de Agricultura, como el Municipio, en el ofrecimiento del globo de 400.000 v2 del Luna Park que se le presentó en 1924, fueron los primeros clientes “preferentes”. Alejandro Osorio, gerente de la Compañía de Desarrollo Urbano, presentó el 14 de marzo de 1924 ante el Concejo Municipal un ofrecimiento del “Parque de Luna Park y de Terrenos adyacentes”. Esta carta y las que le siguieron al cruce de correspondencia revelan en todas sus líneas los pormenores del discurso higienista y civilizador utilizado por los urbanizadores, para aumentar el interés y el valor de sus propiedades. Osorio inició la propuesta haciendo clara referencia a los espacios similares existentes en la época, como el lago San Cristóbal, el lago del Asilo de San Antonio y, tal vez directamente, al Lago Gaitán o Chapinero: La Compañía que represento fundó hace algunos años la empresa de Luna Park con el objeto de procurar a esta capital un centro de diversión y esparcimiento, cuya falta se sentía dado el aumento de población y las proporciones bien limitadas de otros lugares arreglados con fines análogos. La empresa no ha omitido esfuerzos ni gastos para convertir a Luna Park en un parque amplio y dotado de los principales elementos que hoy lo hacen digno de la Capital de la República185. 185 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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Más adelante y sin citar el proceso previo mediante el cual se habían intentado lotear y vender las manzanas adyacentes, describió los motivos por los cuales la Compañía de Desarrollo Urbano debía vender el globo total de terreno: El deseo de reorganizar la compañía con fines distintos ha sugerido la idea de enagenar [sic] el parque y los terrenos que lo circundan, y antes de adelantar negociaciones con particulares, los directores de la Sociedad, de acuerdo con el pensamiento de los accionistas, han creído natural presentar de preferencia la primera propuesta al Honorable Concejo de Bogotá186.
Aunque no se hizo público el precio que la CDU cobraría por sus terrenos, dejó en claro que, si la propuesta era acogida, “al adelantar las correspondientes conferencias de la negociación, podrían estudiarse los términos y facilidades que el Municipio necesitara para el pago, de acuerdo con las circunstancias del fisco”. Entre las múltiples ventajas para la ciudad, Osorio se concentró en el civismo y en la balanza existente entre las actividades del Luna Park y las otras diversiones dañinas para el ciudadano: La adquisición de Luna Park le reportaría ventajas de suma importancia al Municipio, pues allí tendría, no solamente un centro propio para traer a él con sanas diversiones a tantas gentes que en los días feriados, 186 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
particularmente, buscan expansión en lugares nocivos por todos conceptos, sino también campos de extensión suficiente para desarrollar juegos y sports para las escuelas públicas, para construir hornos crematorios que contribuirían a la salubridad pública, y para otros servicios que quizá no admiten hoy ensanche adecuado por carencia de lotes, que como los de Luna Park, por su sitio, extensión y facilidades de transporte con dos líneas de tranvía, reúnen las condiciones convenientes187.
La Dirección de Obras Públicas Municipales emitió un concepto favorable a la compra el 20 de junio de 1924, considerando que la oferta era útil para los intereses de la ciudad. Si además la alcaldía eliminaba el costo de entrada al parque, se atraerían más usuarios y aumentarían los ingresos al fisco por cuenta de los pasajes del tranvía. En términos urbanísticos, se resaltó la importancia que tenía la localización del Luna Park: “La Parte sur de la Ciudad que cuenta con no menos de cincuenta mil habitantes, carece de un parque, lo que no es justo y produce un desequilibrio en la población”188. El Municipio tomó en serio la oferta para la compra del globo total del Luna Park. Pero el interés preferencial en el tema se vino abajo ante una inesperada decisión de la Compañía de Desarrollo Urbano de vender 187 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925. 188 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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PLANO DE DEMARCACIÓN DE LOS PREDIOS A URBANIZAR ALREDEDOR DE LUNA PARK. AGN, SECCIÓN NOTARÍAS, ESCRITURA 1732 DE 1924, F. 360, NOTARÍA 3.ª, BOGOTÁ.
PABELLÓN CHINESCO Y LAGO. S. F. FUNDACIÓN DE AMIGOS DE BOGOTÁ. ARCHIVO DE POSTALES.
todos los predios, exceptuando el área del lago y del Pabellón Chinesco, llamada para ese entonces la Manzana J, y el negocio fracasó. Osorio explicó al Concejo Municipal lo sucedido: Señor presidente del H. Concejo municipal, Presente. El suscrito gerente de la Compañía de Desarrollo Urbano tiene el honor de manifestar a Ud. lo siguiente: En meses pasados se hizo por esta Compañía una oferta de venta de los
terrenos de su propiedad denominados “Luna Park” que tenían en ese entonces una extensión superficiaria de 400.000 (cuatrocientas mil) varas cuadradas comprendidas las zonas destinadas para las calles. […] Forzada la Compañía por la situación en que se encontraba, no pudo esperar a que el Honorable Concejo que Ud. dignamente preside, resolviera el asunto de la compra total del parque y de los terrenos de Urbanización adyacentes a él. En tal virtud la Compañía procedió a rematar por lotes los terrenos destinados a Urbanización y
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que son los marcados en el plano que se acompaña al presente memorial, con las letras A, B, C, D, E, F, G, H, I, LL, M, N, O, P, Q, los cuales fueron adjudicados y vendidos por Escrituras públicas otorgadas ante el Sr. Notario 3., en el mes de Octubre ppdo. La Compañía se reservó el lote J con una extensión que llega casi a 140.000 varas cuadradas o sea una superficie muy superior al mayor de los parques que tiene la ciudad. Estoy autorizado para ratificar la oferta de venta al Municipio, pero concretándola únicamente al lote citado y marcado con la letra (J) del plano que se acompaña. Si ese honorable Concejo tiene a bien considerar esta propuesta, el suscrito se pondrá a las órdenes de la comisión que se nombre para fijar las bases que deben ser sometidas a ese Honorable Concejo. Señor Presidente, 28 de Noviembre de 1924189.
La alcaldía, por medio de la Dirección de las Empresas Municipales, consultó en diciembre de 1924 a los gerentes del Tranvía y del Acueducto acerca de los ingresos en la línea que llegaba al Luna Park y también sobre la disponibilidad de suficiente caudal en el río San Cristóbal para mantener el nivel de los “lagos artificiales”. Como por acuerdo municipal el control sobre los temas relacionados con el desarrollo de Bogotá, en especial las vías y los espacios públicos, 189 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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desde 1917 estaba en manos de la Sociedad de Embellecimiento, la citada Dirección le solicitó a esta, el 18 de marzo de 1925, que enviara su concepto sobre la viabilidad de la nueva oferta para la compra por parte del Municipio. De esta sociedad hacían parte la mayoría de los accionistas de la Compañía: Francisco Olarte Camacho, Julio Montoya Balén, Guillermo y Gabriel Sáenz, Zenón Escobar Padilla, Alejandro Osorio y los tres hermanos Félix, Enrique y Nicolás Liévano, y que ofrecieron en noviembre en venta el Luna Park como accionistas de la Compañía de Desarrollo Urbano, y respondieron la petición del Municipio en marzo, junto con los demás miembros de la Sociedad de Embellecimiento: Bogotá, Marzo 26 de 1925 Señor: SECRETARIO DE LA DIRECCIÓN DE LAS EMPRESAS MUNICIPALES Presentes. En referencia a su atento oficio número 153 del 18 de los corrientes, tengo el gusto de transcribir a Ud. la proposición aprobada por la Sociedad de Embellecimiento, en su sesión de anoche. 1º Dígase a la Dirección de las Empresas Municipales, que la Sociedad de Embellecimiento, en términos generales, favorece y acoge con gusto toda idea o proyecto que tenga en mira la formación de nuevos parques para la ciudad, por los
“LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE PROTECCIÓN MUTUA CELEBRÓ EL RECONOCIMIENTO DE SU PERSONERÍA JURÍDICA CON UNA ELEGANTE FIESTA EN EL SALÓN CHINESCO DE LUNA PARK EN SÁBADO PASADO”. REVISTA CROMOS 430, 8 DE NOVIEMBRE, 1924.
benéficos resultados que obtienen sus habitantes, que en tratándose del área de que nos ocupamos, o sea, parte del terreno que ocupaba la Empresa de “Luna Park”, sin estar muy excéntrico de la parte más habilitada, tiene la grandísima ventaja de que ya existe una línea de tranvía especial que del centro conduce a ese sitio; 2º Infórmese igualmente, que como la mayor parte del terreno ofrecido está ocupado por lagos artificiales, quedando en consecuencia poca área para nuevas
edificaciones, mucho convendría la adquisición de una mayor extensión de terreno en donde con alguna comodidad se pudieran proyectar los hornos de cremación, con sus depósitos un poco más retirados y los demás que fueran necesarios para esos servicios y otros, lo que insinuamos por saber que propietarios aledaños ofrecen los terrenos que se estimen necesarios para ese objeto y con motivo de que la Compañía de Desarrollo Urbano dispuso ya de los que mejor se prestaban para esos objetos, y:
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3º Que como los lagos artificiales de que se ha hecho mención, son un aliciente de gran consideración para el parque, bueno sería desde el principio adquirir la seguridad de que la Empresa del Acueducto podrá siempre surtirlos del líquido necesario e indispensable para su servicio correcto. Así mismo devuelvo a Ud. los Documentos relacionados con este asunto, que Ud. tuvo la bondad de remitir. Soy de Ud. muy atento y S. S., Secretario190.
De manera muy escueta el Municipio envió varias comunicaciones en las que agradeció a la Sociedad de Embellecimiento por su participación y le comunicó el rechazo de la oferta a los vendedores: Marzo 28 de 1925. Señor Don Alejandro Osorio, Gerente de la Compañía de Desarrollo Urbano. Me permito comunicar a Ud., que la Dirección de las Empresas Municipales, en su Sesión de ayer, después de reconocer la necesidad y la conveniencia de adquirir para la ciudad algunos lotes de terreno destinados como los de Luna Park, ofrecidos por Ud., como para un Parque Público, conceptuó que no podría por ahora entrar en ninguna negociación tendiente a hacer tal adquisición. 190 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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La Dirección de las Empresas conceptuó esto, en vista de la oferta hecha por Ud., al Consejo Municipal en memorial de fecha 14 de Marzo de 1.924, venido a la Dirección el 14 de Marzo de 1.925. Soy de Ud., muy atento servidor. Secretario191.
Es evidente que para el Municipio el negocio carecía de cualquier beneficio, si la compra que se efectuaba correspondía a la manzana del lago, que tenía poca área libre y además quedaba dentro de las parcelas con destino a urbanizaciones privadas. En tal caso, perdieron otra vez los urbanizadores que no lograron ninguna venta ni pudieron desarrollar nuevas edificaciones alrededor del gran parque público que pretendían. En medio del fracaso político y económico que venía representando la falta de ingresos considerables que compensaran la inversión inicial, la Compañía de Desarrollo Urbano señaló, en la misma carta del 28 de noviembre de 1924, que el pago hecho por ellos para las obras de prolongación de la línea del tranvía hasta la entrada del Luna Park era el causante del déficit en el balance de sus cuentas: La compañía se encontraba en dificultades debido a las ingentes sumas que invirtió para la construcción y embellecimiento del parque a las cuales se agregó la de $ 18.000. oo que la Compañía pagó a la empresa del Tranvía Municipal por motivo de la 191 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
“‘CONCURSO DE DISFRACES INFANTILES EN LUNA PARK’. EN LAS FOTOGRAFÍAS QUE PUBLICAMOS PUEDEN VERSE VARIOS DE LOS MEJORES DISFRACES QUE SE PRESENTARON AL CONCURSO INFANTIL VERIFICADO EL DOMINGO PASADO EN LUNA PARK”. REVISTA CROMOS 476, 3 DE OCTUBRE, 1925.
prolongación de la línea hasta una cuadra delante de San Antonio. Esta prolongación aumentó las entradas de la Empresa Municipal citada en la suma de $ 1.000.oo por cada mes desde que empezó a funcionar el servicio, según datos tomados de los cuadros del tranvía, en cambio el desembolso de 18.000.oo que tuvo que hacer la Compañía a favor del Municipio fue la que motivó principalmente el desequilibrio en sus operaciones. Esta prolongación ha sido de benéficos resultados inmediatos no solamente para la Empresa Municipal citada, sino que también para la importantísima institución de la Infancia Desamparada, para las propiedades de la Universidad Libre y en general para todos los terrenos que se encuentran en esa región192.
Tal afirmación resulta muy contradictoria si tenemos en cuenta que Francisco Olarte Camacho era el gerente de la Compañía del Tranvía de Oriente, que desde 1918 obtenía licencias y adjudicaciones de contratos de arrendamiento de las líneas que iban hacia el sur de la ciudad. Olarte Camacho y sus socios obtuvieron una concesión para llevar los carros de su empresa de transportes hasta la entrada del parque y los terrenos de los cuales eran copropietarios, pero luego asignaron la responsabilidad de sus aparentes pérdidas al pago efectuado al Municipio por cuenta de sus propias actividades comerciales y económicas.
192 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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Es probable que otros accionistas de la Compañía de Desarrollo Urbano también participaran en negocios de transporte y que fueran socios de Olarte Camacho, como sugiere la siguiente cita de Zambrano (2007) sobre el boicot organizado en 1910 y que buscaba la municipalización del Tranvía: El 20 de marzo se constituyó en el Almacén del Día de la familia Liévano, una junta que se llamó Mantenedora del Tráfico, cuya misión fundamental era la de recaudar los fondos necesarios para mantener el boicot como mínimo durante cuatro meses […] integrada por los miembros más conspicuos de la sociedad, el comercio y las finanzas de la capital. Ellos eran Tomás Samper Brush, Félix y Nicolás Liévano, Hernando Holguín y Caro, Carlos Dávila, Francisco Olarte Camacho y otros. Desde este grupo se orientó el movimiento hacia la municipalización del servicio, lo cual se logró el 7 de octubre de 1910, luego de varios meses de boicot de la ciudadanía al Tranvía193.
La propuesta presentada a la Municipalidad no arrojó ningún resultado favorable para alguna de las partes, pero de su lectura se desprende una serie de acontecimientos que demuestran que la información y las entidades eran utilizadas a conveniencia, y que los procedimientos de la CDU fueron erráticos y contradictorios. Luego del aparente fracaso de la Compañía por la falta de interés en las 193 Zambrano, Historia de Bogotá, 123.
DESDE EL CERRO DE GUADALUPE. BOGOTÁ, 1925. SE RESALTA EL SECTOR DEL LUNA PARK TEXTO EN EL COSTADO DERECHO DE LA IMAGEN: “PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, EXMO. SR. GRAL. D. PEDRO NEL OSPINA. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, DOCTOR D. EDUARDO RESTREPO SÁENZ. SECRETARIO DEL MINISTERIO DE R. R. E. E., DOCTOR D. ANTONIO GÓMEZ RESTREPO. OFICINAS: PALACIO DE SAN CARLOS, CARRERA 6 Y CALLE 10. BOGOTA LA CIUDAD DE BOGOTÁ CAPITAL DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA FUE FUNDADA EL 6 DE AGOSTO DE 1538. SU TEMPERATURA MEDIA ES DE 15° CLIMA SECO. TIENE HOY LA CIUDAD UNA URBANIZACIÓN DE 79 CALLES QUE PARTEN DE ORIENTE A OCCIDENTE Y 27 CARRERAS QUE ARRANCAN DE SUR A NORTE. LA CIUDAD, AUNQUE MUY LARGA ES IRREGULAR; PUES SOLAMENTE EN EL CENTRO SE FORMA UN CUADRILÁTERO EL CUAL SE COMPRENDE DE LAS CARRERAS 1A A 13 Y DE LAS CALLES 5A A 22A. ESTÁ A UNA ALTURA SOBRE EL NIVEL DEL MAR DE 2644 METROS. AQUÍ RESIDEN LAS MÁS ALTAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS, POLÍTICAS, MILITARES Y ECLESIÁSTICAS Y EL CUERPO DIPLOMÁTICO Y CONSULAR. ESTÁ SERVIDA POR VARIAS LÍNEAS DE TRANVÍAS ELÉCTRICOS QUE RECORREN LA CIUDAD EN TODAS DIRECCIONES PERMANENTEMENTE; CUENTA ADEMÁS CON TRES LÍNEAS DE FERROCARRILES QUE PONEN EN COMUNICACIÓN RÁPIDA LA CAPITAL CON ALGUNOS DEPARTAMENTOS DEL PAÍS. TAMBIÉN EN SU PARTE LOCAL OFRECE AL VISITANTE TODAS LAS COMODIDADES DEL CONFORT, LA MODA, EL SPORT Y MULTITUD DE ASUNTOS QUE LE PERMITEN LAS FÁCILES TRANSACCIONES Y LA FACILIDAD PARA HACERSE CONOCER EN SOCIEDAD Y EN LOS NEGOCIOS”. LA FECHA DE LA IMAGEN UBICADA EN 1925, SE DETERMINÓ CON BASE EN LOS RECONOCIMIENTOS AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN EL PERIODO 1922-1926 PEDRO NEL OSPINA, Y AL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES EDUARDO RESTREPO SÁENZ, QUIEN OCUPÓ ESE CARGO ENTRE 1925 Y 1926. PARA ESTO VER: “CRONOLOGÍA DE MINISTROS”. REPÚBLICA DE COLOMBIA, MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, 7 DE AGOSTO, 2010, CONSULTADO EL 19 DE JUNIO DE 2011, HTTP://WWW.CANCILLERIA. GOV.CO/MINISTRY/ABOUT/HISTORICAL ARCHIVO PARTICULAR DE JUAN CARLOS GÓMEZ.
parcelas, se decidió la venta y adjudicación por subasta de las manzanas urbanizables entre los accionistas que en realidad eran los únicos seguros compradores. La operación fue una especie de liquidación a medias, que repartió los terrenos entre los socios para que cada uno desarrollara el loteo y venta a su manera, y que reservó para la Compañía el llamado lote J.
ADJUDICACIÓN DE PREDIOS POR SUBASTA ARREGLADA El proceso de reparto de los lotes urbanizables transcurrió paralelo al intento de negociación con el Municipio, en los términos descritos por Alejandro Osorio en la carta enviada al Concejo con la segunda oferta de venta. A cada accionista se le entregaron las bases de la licitación y una tabla de áreas y precios base, junto a un plano con
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la nomenclatura asignada a cada lote. En caso de ser adjudicatario de algún predio, su valor se debía pagar haciéndose cargo de un porcentaje del total de una hipoteca de $ 55.600, otorgada a diez años por el Banco de Colombia (de la familia Holguín), y el resto con la suscripción de acciones de la compañía, cada una por valor de $ 20, entregadas directamente al gerente. Como los libros de contabilidad eran privados, no fue posible establecer si efectivamente el proceso ocurrió como se protocolizó, o si se utilizaron los mismos activos de la compañía para llevar a cabo un simulacro de capitalización y/o reparto de los bienes, sin que los accionistas desembolsaran dinero ni ingresaran nuevos fondos a las arcas de la empresa. A continuación, presentamos los documentos publicados con la oferta de subasta, y en la tabla 8 se resume el extenso protocolo de adjudicación efectuado en la Notaría 3.ª,
comparando los precios base establecidos por la compañía con los valores asumidos por los adjudicatarios. El único accionista que no ofertó fue Alejandro Osorio, quien evidentemente no estaba interesado en readquirir parte de los terrenos de El Almacén que su familia había aportado en la constitución de la Compañía de Desarrollo Urbano. Recordemos que los Osorio eran los propietarios de la hacienda Quiroga, en la que se inició también la urbanización del barrio Restrepo a finales de la década de los veinte. COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO LUNA PARK Bogotá, Mayo 1924 Sr, ___________________ Accionista de la Compañía de Desarrollo Urbano Muy Señor nuestro: La Gerencia en obedecimiento a lo dispuesto por la Asamblea General de Accionistas de la Compañía, da a Ud. los siguientes informes acerca de la licitación que de los terrenos urbanizables ha resuelto llevar a cabo. La licitación se hará por lotes de diferentes dimensiones y cada uno de estos lotes será una suma que se pagará al Banco Acreedor, o a quien lo represente durante el término de 10 años. La base para hacer postura, el área de cada lote, la cantidad hipotecaria por la que puede pagarse por acciones, la encontrará Ud. en el cuadro que va al pie de esta circular.
Las propuestas deben hacerse a la Gerencia por escrito hasta el día 3 de Junio remitiendo oferta en acciones o en documento firmado por el accionista, más el 5 % sobre la base de licitación, cantidad que será de la Compañía en caso, de que no se llevare a efecto la operación por culpa del accionista. La licitación se cerrará el 4 de junio en el Pabellón Azul de Luna Park, en sesión extraordinaria. En esta sesión se oirán pujas y repujas verbales, las cuales no podrán ser menores de $ 60. La Gerencia dará a Ud. los informes que tenga a bien solicitar. De Ud. atto. y S. S. Compañía de Desarrollo Urbano El Gerente194.
Las escrituras señalan la subdivisión en porcentajes de área y valor de los lotes P y Q, y la eliminación de la oferta del lote O, que no se adjudicó. Teniendo en cuenta que el valor total ofertado suma $ 120.460, el valor promedio de la fanegada equivale a $ 6.050. En la adjudicación, la balanza estuvo a favor de los Liévano nuevamente. Por ejemplo, en las manzanas D, E y F, pagaron los valores equivalentes al precio base, y los lotes N y Q2 tampoco aumentaron considerablemente su valor. Por su parte, Olarte Camacho, los hermanos Sáenz, Pedro M. López y Montoya 194 Libro de Interventorías VIII, n.o 242, 1925.
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LOTE
ÁREA APROXIMADA (V2)
BASE DE LA LICITACIÓN $
VALOR HIPOTECARIO EN 10 AÑOS (PESOS)
SUMA EN ACCIONES DE $ 20
A
4.600
$ 5.280
$ 3.100
$ 2.180
B
6.900
$ 7.480
$ 4.400
$ 3.080
C
9.100
$ 9.520
$ 5.600
$ 3.920
D
8.300
$ 8.320
$ 4.900
$ 3.420
E
10.900
$ 4.420
$ 2.600
$ 1.820
F
22.200
$ 5.280
$ 3.100
$ 2.180
G
1.200
$ 340
$ 200
$ 140
H
11.600
$ 3.900
$ 2.300
$ 1.600
I
12.300
$ 5.280
$ 3.100
$ 2.180
K
19.700
$ 3.400
$ 2.000
$ 1.400
L
18.700
$ 3.560
$ 2.100
$ 1.460
LL
20.200
$ 4.080
$ 2.400
$ 1.680
M
24.300
$ 9.520
$ 5.600
$ 3.920
N
11.600
$ 3.580
$ 2.100
$ 1.480
O
2.000
$ 2.040
$ 1.200
$ 840
P
8.900
$ 7.640
$ 4.500
$ 3.140
Q Lote
6.600
$ 6.800
$ 4.000
$ 2.800
$ 4.000
$ 2.400
$ 1.600
$ 94.440
$ 55.600
$ 38.840
Q Construcción TOTAL
199.100 v
2
LICITACIÓN DE LOS PREDIOS URBANIZABLES DEL LUNA PARK (LIBRO DE INTERVENTORÍAS VIII, N.O 242, 1925). NOTA: EL PRECIO BASE DE LICITACIÓN DE LA VARA CUADRADA EQUIVALE EN PROMEDIO A $ 0,47. ES DECIR, QUE UNA FANEGADA DE 10.000 V2, VALORADA EN $ 1.500 EN 1919, VALDRÍA $ 4.700 EN 1924.
Balén duplicaron el precio inicial en los lotes que adquirieron. José María Montoya, que no hacía parte de los socios fundadores, adquirió los predios LL, P1 y Q1, sobre el precio base de la licitación. Desde entonces inició una puja y competencia entre los mismos socios, que lotearon sus parcelas e iniciaron el proceso de venta de manera independiente. La empresa existía como un ente que agrupaba la copropiedad
217
de la manzana J y las calles y avenidas, que seguían como propiedad privada y no se habían entregado al Municipio. Así transcurrió hasta abril de 1928, cuando se procedió a protocolizar la primera escritura de liquidación de la Compañía de Desarrollo Urbano. El lote J del lago, junto con el Pabellón Chinesco, fue vendido a Julio Montoya Balén y Jesús María Robledo en junio de 1928, y luego de varios traspasos se corrigió el cauce
“PLANO DE LOS TERRENOS DE LA ‘COMPAÑÍA DE DESARROLLO URBANO’ CON DEMARCACIÓN DE LOS PREDIOS PARA URBANIZAR ALREDEDOR DE ‘LUNA PARK’. ES COPIA REDUCIDA. RAMÓN G. GUTIÉRREZ. DISTRIBUCIÓN Y PLANEAMIENTO DE NICOLÁS LIÉVANO SOBRE PLANO LEVANTADO POR J. ACOSTA V”. LIBRO DE INTERVENTORÍAS VIII, N.O 242, 1925. (NORTE DEL PLANO A LA DERECHA, COMO SE INDICA DENTRO DE LA IMAGEN.)
VALOR EN PESOS OFERTADO EN LA SUBASTA
PAGADOS ASÍ: PORCENTAJE EN PRESOS HIPOTECA
ACCIONES $ 20
$ 10.300
$ 3.250
$ 7.050
$ 26.720
$ 10.500
$ 16.220
Liévano Hermanos y Cía.
$ 8.320
$ 5.140
$ 3.180
v0
Indalecio Liévano, Nicolás Pineda
$ 4.540
$ 2.730
$ 1.810
F
$ 5.280
Liévano Hermanos y Cía.
$ 5.280
$ 3.250
$ 2.030
G*
$ 340
H
$ 3.900
Pedro M. López
$ 5.800
$ 2.620
$ 3.180
I
$ 5.280
Pedro M. López
$ 8.800
$ 3.250
$ 5.550
J
$
Lago y terreno Luna Park
$
$
$
K L
$ 3.400 $ 3.560
Liévano Hermanos y Cía. Liévano Hermanos y Cía.
$ 5.500 $ 5.660
$ 2.100 $ 2.200
$ 3.400 $ 3.460
LL
$ 4.080
José M. Montoya
$ 5.000
$ 2.520
$ 2.480
M
$ 9.520
Francisco Olarte Camacho
$ 11.800
$ 5.880
$ 5.920
N
$ 3.580
Liévano Hermanos y Cía.
$ 4.500
$ 2.200
$ 2.300
O
$ 2.040
No se adjudicó
$
$
$
(P1) José M. Montoya
$ 2.220
$ 1.050
$ 1.170
(P3) Margarita Daniés de Liévano
$ 2.300
$ 1.260
$ 1.040
José M. Montoya
$ 5.000
$ 3.150
$ 1.850
Liévano Hermanos y Cía.
$ 4.500 Por el lote $ 4.220 Por el Pabellón Azul
$ 3.570
$ 5.150
$ 120.460
$ 54.670
$ 65.790
LOTE
BASE LICITACIÓN
A
$ 5.280
B
$ 7.480
C
$ 9.520
D
$ 8.320
E
P
Q1
$ 7.640
$ 5.000
SOCIOS ADJUDICATARIOS Francisco Olarte Camacho, Pedro M. López Enrique Silva Silva, Guillermo Sáenz, Julio Montoya Balén (Montoya Patiño y Cía.)
(P2) Sin información
$ 1.800 Lote Q2 TOTAL
$ 4.000 Pabellón $ 94.440
TABLA DE RESUMEN DE LAS ADJUDICACIONES EFECTUADAS. ESCRITURAS PÚBLICAS 1732 A 1755, 1.º DE OCTUBRE DE 1924, NOTARÍA 3.ª, BOGOTÁ.
del río y se rellenó el terreno a inicios de la década de los treinta195. El ciclo del Luna Park se cerró con la liquidación de la compañía mediante la Escritura 1094 del 14 de abril de 1928 de la Notaría 2.ª de Bogotá, en la cual se presentó un balance general de las finanzas con las cuentas generales en cero, al fijar como valor de los activos la suma de $ 170.654,58 y la misma cantidad para los débitos. El 4 de junio de 1929, mediante la Escritura 1951 de la Notaría 2.ª, se entregó al Municipio de Bogotá “el pleno dominio y propiedad de las zonas de terreno que forman parte de la urbanización de Luna Park, zonas que se traspasan al Municipio con destino a vías públicas”. Mientras la alcaldía tomaba debida posesión de los predios, Nicolás Liévano, por medio de otra de sus compañías urbanizadoras, la Empresa de Urbanización Moderna S. A., se comprometió a continuar con el mantenimiento del cauce del río y de los árboles existentes:
195 Escritura 1949, 15 de junio de 1928, Notaría 2.ª, Bogotá.
El Municipio por su parte se obliga a los servicios de alumbrado, aseo y vigilancia de dichas calles, cuando las edificaciones allí levantadas así lo requieran. […] en este estado agregan los otorgantes, que mientras el Municipio establece los servicios de alumbrado, aseo y vigilancia en las zonas a que se refiere esta Escritura, queda a título gratuito a cargo de las Empresas de Urbanización Moderna S. A., la vigilancia para la conservación de las arborizaciones hoy existentes y la limpieza del cauce del Río. Presente el Señor Don Nicolás Liévano, dijo que, en su carácter de Gerente de la Empresa de Urbanización Moderna S. A., de cuyo conocimiento personal y carácter doy fe, acepta la anterior declaración, y que la Empresa que representa cumplirá con la obligación que ella le impone. Doy fe196.
196 Escritura 1951, 4 de junio de 1929, Notaría 2.ª, Bogotá.
220
ENTREGA DE VÍAS Y CESIONES DEL LUNA PARK AL MUNICIPIO, 1929 LOS BORDES DEL LAGO SE DENOMINAN AVENIDA DE QUIROGA, AVENIDA DEL FUCHA Y PASEO DEL LAGO. AGN, SECCIÓN NOTARÍAS, PLANO DE LA ESCRITURA 1951 DEL 4 DE JUNIO DE 1929, NOTARÍA 2.ª, BOGOTÁ.
PLANO DE URBANIZACIÓN LUNA PARK DONDE SE MUESTRA LA SUBDIVISIÓN DE LAS MANZANAS A2, D, F, F1, F2, J, N, N1, L, L1, L2 ESCALA 1:1000. DIBUJO DE A. GÓMEZ A., 1925 AGN, LIBRO DE INTERVENTORÍAS VIII, N.O 242, 1925.
PANORÁMICA DEL LUNA PARK, EN LA CUAL SE PUEDE OBSERVAR EL RELLENO DEL ÁREA OCUPADA POR EL LAGO Y LOS AVANCES DE LAS CONSTRUCCIONES EN LAS MANZANAS A, B, C Y D. EL BARRIO RESTREPO LIMITA AL SUR CON LOS TERRENOS DE LA URBANIZACIÓN DE LUNA PARK, 1935 INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, VUELO 13, 1935.
El resultado del proyecto urbano
EL JUEGO DE LOS TERRATENIENTES. PATENTADO EN 1904 POR ELIZABETH MAGIE PHILLIPS (1866-1948). EL TABLERO HACE UNA CRÍTICA DIRECTA AL MODELO DE RENTA Y ESPECULACIÓN DEL SUELO SIN CONTROL. POR EJEMPLO, UN JUGADOR VA A LA CÁRCEL SI SU MOVIMIENTO CAE SOBRE LA CASILLA DE ADVERTENCIA DE “NO INGRESAR, PROPIEDAD DE UN SEÑOR DE SANGRE AZUL, LONDRES INGLATERRA”. LAS SIGUIENTES ESQUINAS INDICAN: 1. “EL TRABAJO SOBRE LA MADRE TIERRA PRODUCE SALARIOS”, 2. UNA CÁRCEL Y LA DEPENDENCIA DEL CARBÓN EN LAS CIUDADES Y 3. UN PARQUE PÚBLICO CON VIVIENDAS POBRES. FINALMENTE, LA CAJA QUE GUARDA TODO EL JUEGO OBVIAMENTE ES EL BANCO. [LA TRADUCCIÓN 224 ES MÍA]. EN: HTTPS://PATENTS.GOOGLE.COM/PATENT/US748626. THE LANDLORD’S GAME. GOOGLE PATENTS N.O US748626A.
Una persona de alguna notoriedad refiriéndose a mis actividades en urbanismo y en favor del progreso de Medellín, decía que, urbanismo es una calle que va a propiedades de Don Ricardo Olano*. * Olano, Memorias, 315
•
El discurso del embellecimiento, del urbanismo, del city planning, de la ciudad ordenada y del crecimiento armónico, promovido ampliamente durante las primeras décadas del 1900, no tuvo un resultado plausible en la ciudad desde el punto de vista de los dos parques estudiados. Aun cuando el Luna Park fue resultado del concepto de urbanización del city planning de Bogotá Futuro, este tuvo dos caras. Por una parte, se trató de una idea innovadora, ambiciosa y reconocida en su momento por la capacidad de lograr una nueva imagen en el espacio urbano de la ciudad. Su discurso era el mismo del progreso y el desarrollo. En la otra cara estuvieron los movimientos políticos, los negocios y el comercio privado; el control del aparato económico y administrativo estatal, y la capacidad para generar opiniones favorables a sus ideas a través del discurso promovido desde la Sociedad de Embellecimiento y las normas fijadas a conveniencia por el Concejo Municipal. El Luna Park no fue un polo de atracción del crecimiento ni tampoco tuvo éxito el desarrollo del predio por implosión. Si bien desde su origen fue una urbanización, extrañamente no se consolidó como barrio ni como
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espacio de recreo. El resultado, en términos urbanísticos, es todavía una suma de partes desarticuladas y que contrasta con el hecho de que, iniciando la década de los treinta, se hubiera desarrollado un poco más al sur el barrio Restrepo, en un proceso más rápido y quizás mucho más rentable. Por causa de la debilidad del gobierno municipal no se concretó un proyecto urbano consistente. Tampoco, un proyecto capaz de incorporar cierto orden, como sí sucedía en el esquema del urbanismo inglés; de haber sido este el modelo a seguir, debería haberse iniciado con la parcelación desarticulada de las haciendas, para luego convertirlas en urbanizaciones desarrolladas por saltos o partes, y terminar con la construcción de las viviendas en cada predio de manera particular. Mientras que en el discurso sobre el urbanismo y la ciudad futura se llegó a unos altos niveles de sofisticación, en la práctica, el desarrollo de los nuevos barrios fue básico y desarticulado. Todos los privilegios y monopolios económicos, políticos y sociales, que se concentraron en unos pocos ciudadanos, se capitalizaron con la renta del suelo, pero, por ejemplo, ni en el caso del Luna Park ni en el del Parque Lago Gaitán quedó una huella urbana significativa ni se logró un desenlace urbano que combinara la renta urbana con el desarrollo de espacios públicos, como en el ejemplo citado de Sefton Park.
PLANO DE URBANIZACIÓN DE TERRENOS EN EL PRADO DISTANTES 200 M APROX DEL FERROCARRIL DEL NORTE, FRENTE AL KILÓMETRO 12. PROPIEDAD DEL DR. GUILLERMO FRANKY, 1930 EJEMPLO DE UN INTENTO DE ESPECULACIÓN Y URBANIZACIÓN DE TERRENOS AISLADOS EN LA ZONA QUE ACTUALMENTE CORRESPONDE A PADRO VERANIEGO AL NORTE DE LA CIUDAD. AGN, SECCIÓN DE MAPAS Y PLANOS, 5, REF. 317-B.
El parque Lago Gaitán fue por cuarenta años un magnífico parque de diversiones, que desapareció para ser totalmente urbanizado y convertirse en un sector desprovisto de áreas verdes. Fue planeado como un parque de recreo, que tuvo varios momentos de auge: el primero, iniciando los años veinte, cuando se incorporaron los principales aparatos de entretenimiento. El segundo, hacia 1938, con la llegada de Alfonso Acevedo Bernal como administrador y copropietario. Y el tercero, aún recordado por algunos bogotanos que asistían al lugar, corresponde a los primeros años de la década de los cincuenta, antes de su inesperada desaparición. No fue un polo de atracción de nuevos asentamientos ni los barrios de su entorno lo tuvieron como punto de referencia para su organización; al final, la sucesiva valorización que alcanzó el predio, cuando toda la gran hacienda Chapinero estaba urbanizada, fue aprovechada por los empresarios que arrasaron el parque e integraron el nuevo barrio a la traza de la ciudad ya consolidada. La diferencia en los tiempos y procesos de consolidación de los parques y, posteriormente, de su desaparición y urbanización, guarda relación con el debate que se ha dado en términos históricos y urbanos en torno a la diferencia del amplio y acelerado crecimiento de Bogotá hacia el norte, frente a uno más contenido y lento hacia el sur de la ciudad. Al respecto, hay varios factores que pueden ser tenidos en cuenta: uno de ellos es la ubicación del llamado “tapón de los hospitales”, término acuñado por Silvia
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Arango para señalar la concentración de servicios de salud y beneficencia cerca de Tres Esquinas. La década de los veinte se caracterizó por un fuerte rechazo social a cualquier lugar en el que pudiera existir concentración de aires viciados, los cuales siempre estaban asociados con la densidad del centro de la ciudad y los hospitales, cárceles, orfanatos y manicomios. Pero, sin lugar a duda, lo que pudo marcar la demora en el crecimiento de la ciudad hacia el sur sobre el eje del Camino del Tunjuelo fue la posesión de la tierra en manos del Estado, casi hasta finales del siglo XIX. Mientras en Chapinero podemos reconstruir traspasos y construcciones antes de 1860, al sur, y en 1862 Indalecio Liévano realizaba el levantamiento de los terrenos de los ejidos para un remate y adjudicación que tan solo sucederían una década después. Esto quiere decir que al norte de la ciudad existió desde el principio una mayor disponibilidad de tierras en las áreas circundantes al centro y que, una vez construidos los equipamientos de salud justo en el borde que daba inicio al sur, se creó un tapón de las haciendas privadas de esta zona, que terminó de impulsar la expansión hacia Chapinero. Con los servicios de acueducto e iluminación sucedió lo mismo. El Ferrocarril del Norte (1874), el tranvía de sangre llamado transway (1876) y los tranvías de William Randall (1882), que se le otorgaron como concesión “en su calidad de particular y negociante, no en su carácter de Cónsul de los Estados unidos de
América”197, agilizaron el ciclo. Las rutas de transporte se construyeron con el fin de unir el centro con los asentamientos y suburbios y, a la larga, las nuevas urbanizaciones aparecieron alrededor de estas líneas. En 1905 Bogotá tenía dos líneas de ferrocarril: la del Norte, con estación en Chapinero, en el barrio del Mercado, y la línea del ferrocarril de la Sabana, que pasaba por Fontibón. El tranvía formaba una T que partía de Las Cruces y llegaba a la plaza de Lourdes, mientras por el occidente subía por la calle 13 o avenida Cristóbal Colón y se bifurcaba hacia las plazas de Bolívar y Santander (ver plano del Almacén del Día). La primera línea por la parte baja hacia el sur llegaba hasta Tres Esquinas. Esta era la Compañía del Tranvía de Oriente de Francisco Olarte Camacho, a quien se le otorgó su administración después del Boicot de 1910. Hacia 1922 esta misma empresa prolongó el tranvía unos metros hasta la entrada del Luna Park (entre San Diego y Chapinero hay 4 kilómetros, mientras que entre Tres Esquinas y el Luna Park hay 1 km). En términos de transportes, Bogotá tuvo una cobertura más temprana en el corredor hacia Chapinero, mientras que el tranvía al sur tardó más de veinte años. Además de las razones técnicas que hacían más atractivos los terrenos al norte, estaban los imaginarios urbanos que desde muy temprano relacionaron el progreso de Bogotá 197 Acuerdo 22 del 28 de octubre de 1882, “Aprobatorio de un contrato”, Bogotá, https://www.alcaldiabogota.gov. co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=8840
con el crecimiento de Chapinero. Izquierdo escribió: “¡Vamos hacia el norte, pues!” No sé por qué, pero es lo cierto que la generalidad de nuestras ciudades se extienden hacia el norte. Bogotá ha crecido un 80 por 100, y la mayor parte de este crecimiento lo ha tenido hacia ese lado. […] No hay Duda: Santa Fé quedó al sur y Bogotá corre hacia el norte. La ciudad del Porvenir, la grande, hermosa, cómoda y salubre Capital del Colombia, busca la ancha Sabana para extenderse, aire para oxigenarse, luz para iluminar sus edificios y alegrar a sus habitantes. […] Deja la cloaca inmunda, la alcantarilla sin aguas, las orillas del San Agustín y del San Francisco, foco de putrefacción, el chiribitil198 ahumado y asfixiante, la calle torcida, estrecha y desfondada… ¡Sí! La ciudad de la República se desprende de la ciudad de la Colonia199.
Los precios de la tierra: la verdadera rueda de la fortuna Comparando Chapinero con el sector del Luna Park, el precio de la tierra siempre fue 198 “Chiribitil. (De chivitil). 1. m. Desván, rincón o escondrijo bajo y estrecho. 2. m. coloq. Pieza o cuarto muy pequeño”. RAE, Diccionario de la lengua española, https://dle.rae. es/chiribitil?m=form 199 Izquierdo, Lotes en Chapinero, 19.
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mayor al norte de la ciudad200. Diez años antes (hacia 1900), Antonio Izquierdo vendía cada parcela a un promedio muy superior al que José Vicente Gaitán pagó en 1912, cuando compró las 33 fanegadas del barrio El Espartillal. Los precios en el Lago Gaitán muestran cómo las compras del predio en juicios de sucesión (1911) y lo pagado por Cubidez en 1935 bajaban considerablemente los precios reales. De ahí que José Miguel Rey le vendiera en 1912 el predio a Gaitán casi por el doble del valor por el que lo había comprado un año antes. Entre 1912 y 1943 no se realizó una transacción que enajenara el predio del Lago Gaitán, ajustado al precio comercial de las tierras en el sector. Es evidente que Ricardo Cubidez, al comprar el total de las propiedades de Gaitán, recibió el parque por un valor inferior. Esto explica por qué se disparó el valor de la vara cuadrada y de la fanegada en 1959, cuando se urbanizó el lote y se reflejó el valor 200 Con los datos recopilados en los traspasos de predios descritos en el capítulo 2, en la tabla que se presenta en la siguiente página, se compara la evolución de los precios de la tierra. Los datos consignados son transcripción de los precios hallados en las escrituras y no están convertidos a pesos constantes. Para las tasas de cambio y conversión de unidades, tomé como base los datos consignados en Guillermo Torres García, “Historia de la moneda en Colombia”, en La conversión del papel moneda 1906-1922, 1945, consultado el 13 de enero de 2012, https://babel. banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll18/id/448. Las compras de grandes globos de terreno reportan un valor menor por vara cuadrada al ofrecido en áreas ya urbanizadas.
229
comercial de la época. Los ganadores fueron Rey, en 1911, Cubidez, en 1935 y, fuera de concurso, la Compañía Urbanizadora Lago de Chapinero, que compró a precios muy bajos y obtuvo un retorno de capital abrumador. Durante todo el proceso los predios del Lago pasaron en 1931, junto con todos los demás bienes, de manos de los herederos de Gaitán a Cubidez y sus socios, lo que hace imposible analizar las tendencias de manera paralela con el Luna Park. En el sur, la tendencia parece haber estado más ajustada a la lógica del mercado, aunque hay que tener en cuenta que la Compañía de Desarrollo Urbano nunca encontró un comprador particular para los globos de terreno. Entre 1919 y 1924, el Luna Park se valorizó un 400 %, teniendo en cuenta los valores que fueron asignados de común acuerdo entre los accionistas en la subasta de reparto de las tierras. En 1938, Nicolás Liévano vendía la vara cuadrada en promedio a $ 1,5, que es el mismo valor que Antonio Izquierdo decía cobrar en Chapinero tres décadas atrás. Es muy probable que haya dos situaciones: que Izquierdo aprovechara el interés por Chapinero para aumentar considerablemente el valor de las tierras, y que años después haya disminuido su costo, y, por otro lado, que Liévano en el sur haya tenido que ajustar los precios a la competencia declarada de las urbanizaciones en Restrepo, Olaya Herrera y el barrio Libertador, entre otros. El primer fracaso fue la imposibilidad de lograr ventas de terrenos
Precios en Chapinero según evolución del Lago Gaitán Año
Precios en Puente Restrepo según evolución del Luna Park
Transacción
Terreno
Tamaño en $ fanegadas
1911
Helí Mahecha a José Miguel Rey
El Espartillal
33
$ 1.500
$ 45*
1912
José Miguel Rey a José Vicente Gaitán
El Espartillal
33
$ 2.800
$ 85**
$/ Transacción Fanegada
Jorge González Santa a Ernesto Catalina Duperly Santa Ernesto Duperly Catalina a CDU (3/5) Carlos Santa Deneumostier Catalina a CDU (2/5) Carmen El Gutiérrez de Almacén Osorio a CDU Precio promedio Luna Park subasta Luna Park Lote A, manzana Nicolas Liévano F2, Luna a Sofía Puerto Park (100 v2)
1916
1919
1919
1919
1924
1938
1943
1943
1944
1959
Terreno
Ricardo Cubidez a Compañía de Atracciones del Parque Gaitán Limitada Herederos de Kraus a Compañía de Atracciones del Parque Gaitán Limitada Alfonso Acevedo Bernal a Compañía de Atracciones del Parque Gaitán Limitada José Manuel Rodríguez a Jiménez & Cortés Boshell Arquitectos
Parque Lago Gaitán (50 %)
16,5
$ 125.000 $ 7.576
Parque Lago Gaitán (25 %)
8
$ 70.000
Parque Lago Gaitán (25 %)
8
$ 100.000 $ 12.500
Lotes Urbanización Autopista Lago Chapinero ($ 250 v2)
$ 8.750
$ 2.500.000
Tamaño en $ fanegadas
$/ Fanegada
23
$ 25.000
$ 1.087
14,3
$ 20.000
$ 1.399
8,3
$ 12.500
$ 1.506
8,6
$ 12.102
$ 1.407
19,9
$ 120.460
$ 6.053
0,01
$ 150
$ 15.000
PLANO DE LOTEO, SECTOR CHAPINERO, ANDRADE GÓMEZ S. SAMPER ARQUITECTOS INGENIEROS. PROYECTO URBANIZACIÓN LAGO DE CHAPINERO. LOTE 0. ESC.: 1:1000, 16 DE NOVIEMBRE DE 1959, OBRA N.O 200, DECRETO 306 DE 23 DE MAYO DE 1961 EL PLANO CONTIENE CUADROS DE ÁREAS DE LOTES POR MANZANA. PLANO SECRETARÍA DISTRITAL DE PLANEACIÓN, N.O 187/46. ( NORTE HACIA ARRIBA).
URBANIZACIÓN LAGO CHAPINERO, 1966 INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, VUELO C-118, SEPTIEMBRE DE 1966. ( NORTE HACIA ARRIBA). PÁGINA OPUESTA: COMPARACIÓN DE LOS PRECIOS DE LA TIERRA EN CHAPINERO Y PUENTE RESTREPO SEGÚN LOS VALORES HALLADOS EN LAS ESCRITURAS DE TRASPASO. LOS PRECIOS NO ESTÁN CONVERTIDOS A PESOS CONSTANTES * VALOR EN PESOS ORO. ESTO QUIERE DECIR QUE EN PESOS DE 1916 EL VALOR DEL TERRENO FUE DE $ 150.000 Y EL VALOR POR FANEGADA FUE DE $ 4.545 ** VALOR EN ORO INGL$4.545VALOR POR FANEGADA FUE DE 6 EL VALOR DEL TERRENO FUE DE 150.000ÉS AMONEDADO. LA MONEDA LEGAL ERA “ORO INGLÉS O MONEDA LEGAL COLOMBIANA”. ES DECIR, QUE GAITÁN PAGÓ EL EQUIVALENTE A $ 280.000 POR EL TERRENO Y A $ 8.500 POR FANEGADA. VER GUILLERMO TORRES GARCÍA, “HISTORIA DE LA MONEDA EN COLOMBIA”, EN LA CONVERSIÓN DEL PAPEL MONEDA 1906-1922, 1965. CONSULTADO EL 13 DE ENERO DE 2012. HTTPS:// BABEL.BANREPCULTURAL.ORG/DIGITAL/COLLECTION/ P17054COLL18/ID/448. HACIENDO UN CÁLCULO SIMILAR PARA LOS PREDIOS OFERTADOS POR IZQUIERDO (1900), EL VALOR DE LA VARA CUADRADA ERA DE $ 1,5 EN LOS BARRIOS SUCRE Y QUESADA Y DE $ 2,4 EN EL BARRIO DEL MERCADO, QUE ERA EL MÁS CERCANO AL NÚCLEO DE CHAPINERO. LA FANEGADA DE UN TERRENO URBANIZADO LLEGABA EN 1900 A $ 15.000 Y $ 24.000 RESPECTIVAMENTE.
en la década de los veinte, cuando el Luna Park tuvo el privilegio de ser el único desarrollo en el sur sobre el Camino de Tunjuelo. El segundo, que en los treinta, cuando se aceleró el crecimiento hacia el sur de la ciudad, por razones inexplicables haya sido uno de los de más lento desarrollo. Es probable también que los hermanos Liévano hubieran tenido el suficiente capital para reservar los predios del Luna Park y venderlos según las fluctuaciones de los precios. No eran urbanizadores ni especuladores inexpertos y tenían negocios de tierras por toda Bogotá, lo que sugiere que podían manejar las ventas de las parcelas. Puede que urbanísticamente el proyecto del Luna Park haya sido más expectativa que resultados, pero sin conocer la verdadera contabilidad de la Compañía de Desarrollo Urbano no podemos asegurar que reportara pérdidas económicas reales. También es posible que, en términos de pérdidas, los urbanizadores del Luna Park hayan tenido que afrontar las afectaciones del crack de 1929, pues algunos de ellos no tenían únicamente sembradas sus ideas en el progreso norteamericano. Antonio Izquierdo y Ricardo Olano, por ejemplo, eran propietarios de cuentas y acciones en el Bank of New York, y en la misma ciudad se encontraban los acreedores de sus almacenes y de las firmas que representaban en Colombia. El oro que Olano extraía en sus minas en Yolombó se vendía en el extranjero y regresaba convertido en mercancías que eran ofrecidas en
las vitrinas de su almacén. Parte de las ganancias las dedicaba a la compra de predios para urbanización. Con seguridad, la crisis bursátil del jueves negro, el 24 de octubre de 1929, impactó fuertemente el ciclo de renta de los comerciantes y urbanizadores colombianos que, como ellos, alternaban el comercio con el urbanismo. Entre octubre y diciembre de 1929, Olano no se refirió al tema en sus memorias. Sin embargo, el 1.º de enero de 1930 relató el panorama al que se enfrentaba: Otro Año! Un año que comienza bajo malos auspicios. La República está desorganizada, en una terrible crisis fiscal y económica. Todos los negocios van mal. El comercio está completamente paralizado, las acciones han bajado enormemente, las propiedades no se venden a ningún precio, los arrendamientos tienen más de 50 % de rebaja, los ganaderos están perdiendo, los deudores no pagan, los bancos están recogiendo la cartera, y no hacen nuevas operaciones. […] en esta desesperante situación ha surgido un rayo de luz: la candidatura del Dr. Enrique Olaya Herrera para Presidente de la República201.
La compañía Ansonia Clock, de la cual los hermanos Liévano eran únicos agentes para la República de Colombia, fue una de las tantas empresas que no sobrevivieron a la crisis 201 Olano, Memorias, 227.
232
URBANIZACIÓN AL ORIENTE DEL LUNA PARK. COMPAÑÍA URBANIZADORA TRES ESQUINAS. CALLE 1B CON CARRERA 13, 1929 AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS 4, REF. 661A.
URBANIZACIÓN AL SUR DEL LUNA PARK. COMPAÑÍA URBANIZADORA QUIROGA, SECCIÓN 1.RA. PLANO ACOTADO, SEPTIEMBRE DE 1932 AGN, SECCIÓN MAPAS Y PLANOS 4, REF. 663A.
LUNA PARK Y URBANIZACIÓN QUIROGA Y RESTREPO, 1936 LA LÍNEA MARCA LA CALLE QUE DIVIDE LAS DOS URBANIZACIONES. EN LA PARTE ALTA SE OBSERVA LA OCUPACIÓN DE LAS MANZANAS A, B, C Y D DEL LUNA PARK. INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI, VUELO 46, 22 DE DICIEMBRE DE 1936
RECONSTRUCCIÓN DEL GLOBO DE TERRENOS DEL LUNA PARK CON BASE EN LOS SIGUIENTES PLANOS: PLANO 92/ 4-1: URBANIZACIÓN LUNA PARK, PARA LAS MANZANAS E/1 A E/4 - 1/1 A 1/4 - GH1 A GH4 Y PARTE DE LAS MANZANAS J.300, J-500. ESC.: 1:500, S. F. PLANO 92/4-11: URBANIZACIÓN LUNA PARK LTDA. SECTOR 2, ARINCO LTDA. PLANO DE LOTEO. ESC.: 1:500. PROYECTÓ: PATRICIO SAMPER, PROPIETARIO LUNA PARK. PLANO N.O 2. CON NOTAS DE ACTAS DEL 26 DE JUNIO DE 1962 Y DECRETO 757 DEL 29 DE AGOSTO 29 DE 1963. PLANO 92/4-12: URBANIZACIÓN LUNA PARK LTDA. SECTOR 1, ARINCO LTDA. ANTEPROYECTO GENERAL. ESC.: 1-100. PROYECTÓ: PATRICIO SAMPER, PROPIETARIO LUNA PARK, INGENIERO ANTONIO CASTILLO S. PLANO N.O 1. CON NOTA A MANO: “SE REVALIDA LA VALIDEZ DEL PLANO POR TÉRMINO DE DOS (2) AÑOS A PARTIR DE FEBRERO 22/69”. PLANO 143/ 4: BARRIO RESTREPO. PLANO DE LOTEO, S. F. ARCHIVO SECRETARÍA DISTRITAL DE PLANEACIÓN.
“AVENIDA LUNA PARK”. ENTRADA AL LUNA PARK, BOGOTÁ. ACTUALMENTE CALLE 11 SUR CON AV. CARACAS, 2021 CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC
ACTUALMENTE ESQUINA CALLE 10.ª SUR CON CARRERA 19A. BARRIO LUNA PARK, 2021 CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC
EDIFICACIONES QUE SE LEVANTARON SOBRE EL TRAZADO ORIGINAL DE LA MANZANA O DEL LUNA PARK, CON LICENCIA OTORGADA A NICOLÁS LIÉVANO EN 1921. ACTUALMENTE AVENIDA CALLE 11 SUR Y/O TRANSVERSAL 18 BIS CON CARRERA 16, 2021 CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC
ACTUALMENTE CANAL DEL RÍO FUCHA. ESQUINA DONDE CONFLUYEN LA DIAGONAL 13 BIS SUR, CALLE 10A SUR, CALLE 11 SUR Y CARRERA 24, 2021 CAMILO RODRÍGUEZ-IDPC
y, según su reseña histórica, fue la primera gran empresa de relojes que se vino abajo. Esto sugiere un impacto directo en las actividades comerciales de los tres hermanos. La Compañía de Desarrollo Urbano había entregado las calles del Luna Park al Municipio en junio de 1929, lo que implicó que, en el inicio de la venta de los lotes, se enfrentaron a una época en la que “las propiedades no se venden a ningún precio”. Lo interesante es que Nicolás Liévano no vendió sus predios en el Luna Park, sino que años después compró a Carlos Dávila los lotes que él le había adquirido a Montoya Balén y otros, durante los años de la crisis202. Es probable que las ventas de predios se afectaran y que los urbanizadores se replegaran durante la época difícil. El músculo financiero de la familia Liévano soportó los años más difíciles y, entrando en la década de los treinta, continuaron sus operaciones como socios de compañías urbanizadoras integradas con los mismos miembros del boicot del Tranvía de 1910, del Gun Club, de la Sociedad de Embellecimiento y del Banco de Colombia.
202 Escritura 2200, 10 de diciembre de 1937, Notaría 3.ª, Bogotá.
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El gran parque imaginario La rueda de la fortuna es una metáfora de las diferentes alternativas que se buscaron para generar espacios verdes públicos y/o privados en Bogotá, sin éxito a inicios del siglo XX. Como se mencionó anteriormente, desde finales del siglo XIX se intentaba lograr un lugar público significativo en área, lo cual no fue posible entre 1910 y 1934. Siguiendo el mismo patrón referenciado en los parques del Centenario de 1884 y de la Independencia en 1910, se creó un parque por medio de una ley de noviembre de 1915: “Autorizase al Gobierno Nacional para que abra un parque de diez mil (10,000) metros cuadrados, destinando el efecto el terreno de la parte oriental del lote de la Nación comprendido entre las calles cuarta y quinta y carreras doce y trece”203. Diez años después y sin entrar en mayores detalles, el parque fue eliminado por medio de otra ley: “Artículo 3º. Derogase el artículo 2º de la Ley 40 de 1915”204.
203 Ley 40 de 1915, “Por la cual se ceden unas zonas de terreno al Municipio de Bogotá y se autoriza al Gobierno Nacional para la apertura de un parque en la misma ciudad”, http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument. asp?id=1595285 204 Ley 70 del 17 de noviembre de 1925, “Por la cual se destinan los edificios y lotes del Aserrío y de Ninguna parte, para manicomios de mujeres y de hombres”, Bogotá, http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument. asp?id=1619961
LAGO DEL ASILO DE SAN ANTONIO, S. F. FUE HECHO EN 1916 POR EL BENEFACTOR DE ESTA CASA DE NIÑOS DESAMPARADOS, EL CANÓNIGO CAMARGO SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR IV-269B.
ASILO DE LOCOS, S. F. ESTUVO SITUADO EN LA MANZANA COMPRENDIDA ENTRE LAS CALLES 4.ª Y 5ª Y LAS CARRERAS 11 Y 13. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR IX-688A.
En varias de las actas iniciales de la Sociedad de Embellecimiento se planteaba como fecha de inauguración del parque en San Antonio, o de la Ley 40, el 20 de julio de 1917. En adelante se describen, en otras actas, las dificultades para lograr el desalojo del Asilo de Locos que allí existía, lo cual impidió iniciar su apertura en el predio que ya contaba con el lago descrito en páginas anteriores. Este proyecto encontró una voz de apoyo en Nicolás Liévano, entre otras cosas por ubicarse muy cerca al barrio Liévano: El señor Liévano habló largamente acerca de este asunto y se nombró partidario de que en atención al crecido número de habitantes de esa parte de la ciudad se deberá abrir el parque inmediatamente, acto seguido se aprobó una proposición: Dirigir al M. de O. P. pidiéndole que se sirva: hacer levantar un plano y proyecto de parque y dar comienzo a los trabajos preliminares, como siembra de árboles y arreglo de senderos.205
A pesar de que la norma ya estaba derogada, la Sociedad de Embellecimiento, que para entonces ya se llamaba de Mejoras y Ornato, insistió sin éxito durante varias décadas en la búsqueda de consolidar este proyecto, como puede leerse en actas de julio de 1936: Teniendo en cuenta que los barrios de la Catedral, Santa Bárbara, Las Cruces, San
205 Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, Acta sesión n.o 7, Proposiciones Ley 40 de 1915, 24 de mayo de 1917, Bogotá.
239
Cristóbal, 1º de Mayo, 20 de Julio, Olaya Herrera, Restrepo, Santander, Santa Helena, Bravo Páez y los demás del circuito del sur, que cuentan con una población de 150,000 habitantes, carece de un parque o lugar de recreo, singularmente para los niños y las clases obreras y trabajadoras, se permite solicitar del señor alcalde de la ciudad, que el primero que ha reconocido el abandono de los barrios del sur, y el primero también en hacerles justicia, se sirva interponer su valiosa y activa influencia ante el gobierno nacional para que este, en cumplimiento de la ley 40 de 1915, por la cual se ceden zonas de terreno al municipio de Bogotá, proceda a llevar a término tales cesiones que permitirán la ampliación de importantes vías del sector sur de la ciudad.206
En el cierre del periodo estudiado apareció el parque Nacional. El 12 de julio de 1932 se reunió la Junta Asesora del Ministerio de Obras Públicas para debatir sobre la ubicación del nuevo “gran parque”, basados en la oferta de venta recibida por parte de los propietarios de doce terrenos privados, entre los cuales vale la pena mencionar algunos a los que nos hemos referido anteriormente. Todas las transcripciones están tomadas del libro207.
206 Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, Acta sesión n.o 22, “Por un parque al sur de la ciudad”, 15 de julio de 1936, Bogotá. 207 AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, ff. 162-203.
OFERTAS DE TERRENOS PARA EL GRAN PARQUE NACIONAL, 1932 AGN, MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS, PARQUE NACIONAL, OFERTAS DE TERRENOS, VOL. EDIFICIOS NACIONALES, T. 311, BOGOTÁ, 1932, F. 162.
(2) Bosque Calderón Tejada. Oferta Julio Calderón B. Bosque de Eucaliptos que se calcula en $ 800.000, minas de arena y canteras de piedra, maquinaria moderna para fabricación ladrillos, aparatos de atracciones, más de 300 fanegadas, se venden cuantas se quieran a razón de $ 5000,00 cada una208.
En una carta dirigida al ministro de Obras Públicas, Julio Calderón describió el Bosque Calderón así: Los aparatos de atracciones, entre los que se encuentran: “La Gran Rueda”, “El Whip”, “El Carrousel”, “La Ruleta Humana”, “El Puente del Movimiento”, “El Carrousel de Aereoplanos”, “El Lago”, “El Canodromo”, Etc. Etc. que están montados y listos para funcionar en cualquier momento209.
208 AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, f. 162. 209 “El único predio urbano que reúne todas las condiciones que desea el Gobierno para el Gran Parque Nacional, ya que mi padre desde hace veinticinco años animado del espíritu público que lo caracterizó y comprendiendo desde ese entonces, la necesidad imperiosa de dotar a Bogotá de un verdadero pulmón, de un lugar de esparcimiento para el descanso de las labores de los habitantes de la ciudad, emprendió a su costa con sus propios recursos a formar un gran Bosque. […] incomparables y variadísimos paisajes, recorriendo por entre un bosque de más de 800.000 eucaliptos, sembrados en 300 fanegadas, y las rumorosas cascadas que forma la quebrada de ‘Las Delicias’ al atravesar la parte alta del Bosque, que se contemplan desde los muchos senderitos construidos en los abruptos cerros, constituyen la realización verdadera de la idea que ese Ministerio se propone”. AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, f. 288.
241
(3) Parque Gaitán. Oferta Amadeo Abello. Propietarios, herederos José V. Gaitán. Aguas propias, edificios, aparatos de atracciones, lago, árboles, 38 fanegadas. Precio $ 100.000210.
Más adelante Abello describía el estado del Lago Gaitán para la venta propuesta: tiene edificios de consistencia, elegancia y capacidad para salones de té, de baile, esgrima. Disfruta de aguas propias y tiene un lago de grande extensión que ha sido por mucho tiempo del regocijo del público bogotano. Está dotado de una serie de aparatos mecánicos para gimnasios populares y deportes de todo género, debidamente montados211. (7) Bosque Izquierdo. Oferta Bernardo Izquierdo. A espaldas del Parque de la Independencia. Extensión 6 fanegadas. Bien arborizado, precio último $ 150.000212. La junta en su sección del 30-VIII fue de opinión que se adquiera como complemento del Parque de la Independencia213.
210 En 1943-1944 fue vendido a la Compañía de Atracciones del Parque Gaitán Limitada por $ 295.000. AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, f. 162. 211 AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, f. 259. 212 En el convenio no celebrado en 1911, Antonio Izquierdo lo había intentado vender al Estado por $ 39.659,20. 213 AGN, Ministerio de Obras Públicas, Parque Nacional, Ofertas de Terrenos, Edificios Nacionales, t. 311, 1932, f. 162.
TERRENO PARA PARQUE EN BOGOTÁ. PROYECTO DEL GOBIERNO NACIONAL. LEVANTAMIENTO DE 1932 CON LOS TERRENOS QUE FINALMENTE FUERON ADQUIRIDOS PARA EL PARQUE NACIONAL ENRIQUE OLAYA HERRERA EN BOGOTÁ. 1933. AGN, L. J. ARCINIEGAS, SECCIÓN DE DIBUJO, MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS. CITADO EN: RAMÍREZ NIETO ET AL., PABLO DE LA CRUZ (BOGOTÁ: INSTITUTO DISTRITAL DE PATRIMONIO CULTURAL, 2019), 141.
BARRIO DE LA MERCED Y PARQUE NACIONAL. AQUÍ VEMOS EL CAMPO DE LA MERCED EN UNA TARDE DE GRANIZO DE 1931 SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR X-782.
PASEO BOLÍVAR. BOGOTÁ, S. F. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR XII-962A.
CARRERA SÉPTIMA ENTRE LAS CALLES 36 Y 38, 1930 LA FOTO MUESTRA EL TRAYECTO DE LA ENTONCES CARRETERA CENTRAL DEL NORTE. LOS RANCHOS MISERABLES DE LA DERECHA ACTUALMENTE EQUIVALEN AL FRENTE DEL PARQUE NACIONAL. SOCIEDAD DE MEJORAS Y ORNATO DE BOGOTÁ, FONDO JVOR X-786A.
ÁREA QUE OCUPARÍA EL GRAN PARQUE IMAGINARIO, DESDE LA ZONA ORIENTAL DEL CENTRO, CONECTANDO EL PASEO BOLÍVAR CON EL PARQUE DE LA INDEPENDENCIA, EL BOSQUE IZQUIERDO, EL PARQUE NACIONAL EN EL MEDIO Y CONTINUANDO HASTA EL BOSQUE CALDERÓN TEJADA, POR LA CARRERA SÉPTIMA Y/O POR EL PROYECTO DE PROLONGACIÓN DEL PASEO BOLÍVAR HASTA EL NORTE. BOGOTÁ, 1938 SECRETARÍA DE OBRAS PÚBLICAS MUNICIPALES, SECCIÓN DEL PLANO DE BOGOTÁ, COLECCIÓN MUSEO DE BOGOTÁ, REG. MDB S.919.336. (NORTE DEL PLANO HACIA LA IZQUIERDA.)
En principio el Bosque Calderón parecía ser el lugar elegido para convertirse en el Gran Parque Nacional, además por la consistente rebaja que sus dueños ofrecieron en varias ocasiones. Sin embargo, la Junta Asesora sesionó nuevamente el 30 de agosto y el 12 de septiembre de 1932, y descartó la mayoría de los terrenos, entre ellos el del Lago Gaitán, pero planteó una gran utopía en la operación de compra de lotes complementarios para aumentar los parques en la zona central de la ciudad, muy similar a lo ya descrito a lo largo de este libro: Comprar el Bosque Izquierdo para anexarlo al parque de la Independencia, comprar un terreno de los señores Vega en los cerros Orientales para conectar el Paseo Bolívar, arrendar con opción de compra el Bosque Calderón y procurar que el parque Nacional atravesara toda la ciudad, para lo cual se compraría una faja de terreno de 200 metros desde la carrera 17 hasta la carrera 13, y luego por el río Arzobispo hasta la carrera Séptima, para conectar completamente con el globo conformado por la zona en la que se localizó definitivamente el parque, comprendido por el terreno del río del Arzobispo (que también era de los herederos de Izquierdo y de Francisco Montaña), y los lotes llamados Las Mercedes y El Tejar de Alcalá, más la franja hasta la cima de la montaña en los cerros Orientales. Con el desvanecimiento de este gran parque imaginario concluye la rueda de la fortuna.
Anexo PLAZAS, JARDINES, PLAZUELAS, PARQUES, ALAMEDAS Y PASEOS HACIA 1910 Si tomamos como puntos de inflexión la construcción del parque del Centenario del Natalicio de Bolívar, iniciado en 1880 e inaugurado en 1883, y del Bosque de la Independencia, inaugurado en 1910, se puede asegurar que la ciudad mantuvo durante todo el siglo XIX, como elementos principales de su espacio público, una serie de plazas y plazoletas resultado de la no construcción de una manzana o de un sector de manzana.
PLANO DE LOCALIZACIÓN DE PLAZAS Y JARDINES, PLAZUELAS, ALAMEDAS Y PASEOS, 1852-1890. FRAGMENTO DEL PLANO DE BOGOTÁ ARREGLADO Y PUBLICADO POR MANUEL M. PAZ*,1 PARÍS, 1890, LEVANTADO POR EL GENERAL DE INGENIEROS AGUSTÍN CODAZZI, 1852. CASA DEL FLORERO, MUSEO DE LA INDEPENDENCIA
*1Sobre Manuel María Paz ver Atlas geográfico e histórico de la República de Colombia (París: A. Lahure, 1889), Biblioteca Digital de Bogotá, consultado el 15 de agosto de 2021, https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2093368/
246
247
NOMBRE COLONIAL
NOMBRE REPUBLICANO
OBSERVACIONES
GRILLA DEL PLANO DE LOCALIZACIÓN
Plazas y jardines Plaza Mayor
Plaza de Bolívar
Plaza de la Yerba, Plaza-parque plaza de San Francisco Santander
Plaza de San Victorino
Plaza de Nariño
Huerta de Jaimes
Plaza de los Mártires
Plazuela de San Diego
Parque del Centenario
Plaza de Maderas
Plaza España
Bosque de la Independencia
Parque de la Independencia
Estatua a Bolívar erigida en 1846. Jardines plantados en 1881 y cerrados con verja. Posteriormente adornada con fuentes. Estatua a Santander erigida en 1877. Adornada con jardines y fuentes; cerrada con verja. El cambio de nombre se realizó a finales de la década de 1870 o a comienzos de la siguiente. La estatua no fue colocada sino hasta principios del siglo XX. Su función de puerto terrestre de la ciudad permaneció durante todo el siglo XIX. En 1872 se colocó la primera piedra del monumento. Se adornó con jardines y se cerró con verja. La plazuela es del siglo XIX, ubicada al frente de la iglesia, la que comenzó a construirse hacia 1832. Inaugurado como parque del Centenario en 1883. El lago fue construido en 1862. Adornado con jardines y arboledas y cerrado con verja. Allí se ubicó el carrusel. Se construyó un templete para colocar una estatua de Bolívar. Rebautizada en 1902. Se creó en 1883 como plaza de Maderas para remplazar la función que cumplía la plazuela de San Victorino como sitio de venta de materiales de construcción y miel al por mayor. Los discursos pronunciados en la inauguración de la exposición en la semana del 23 al 30 de julio de 1910 dan fe del optimismo y la esperanza con respecto al progreso de la nación, como también de los valores invocados por la generación centenarista: la raza, la paz, el progreso, la nación, la imagen europea y su civilización. Según Enrique Olaya Herrera, “estos pabellones, por su elegancia arquitectónica, por su magnitud, por su apropiación al objeto al que se les destina, dan idea muy ventajosa de los adelantos que en materia de construcciones hemos alcanzado. Sin hipérbole puede decirse que el parque presenta un aspecto europeo”1.
3E 2D
4D
5D
2A
5C
1A
Para Miguel Triana, “aquellos soberbios edificios son como una revelación fulgurante del campo de Marte de Versalles, del Palacio de Cristal, de la maravilla europea […] trasladada de repente y por arte mágico a Bogotá”2.
1 Carlos Niño Murcia, Arquitectura y Estado. Contexto y significado de las construcciones del Ministerio de Obras Públicas. Colombia 1905-1960 (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2003), 59. 2 Niño Murcia, Arquitectura y Estado, 60.
248
NOMBRE COLONIAL
NOMBRE REPUBLICANO
OBSERVACIONES
GRILLA DEL PLANO DE LOCALIZACIÓN
Plazuelas De las Nieves
De San Agustín Plaza de Armas
En 1884, plaza de Jiménez de Quesada. En 1910, plaza de Caldas Siglo XX, plazuela de Rufino Cuervo Plazuela de Las Cruces
De San Carlos
Plazuela de Egipto
Nunca se colocó allí la estatua de Jiménez de Quesada. En 1910 se instaló un busto de Caldas. La pila colonial fue remplazada en 1897 por otra de bronce. No tuvo transformaciones mayores durante el siglo XIX. El cambio de nombre se realizó a finales de la década de 1880 o comienzos de la siguiente. Fue adornada con jardines y un reloj. La pila colonial fue remplazada por la que existió en la plaza Mayor hasta 1846. Esta permaneció allí hasta 1891, cuando fue sustituida por otra de bronce y se adornó la plaza con jardines. La estatua es del siglo XX.
Plazuela de Camilo No cambió durante el siglo XIX. Torres
2C
4F 4C
3E
1F
Paseos y Alamedas
Alameda Vieja
Alameda (carrera 13)
Alameda Nueva
Calle del Prado, Carrera de Palacé, Camellón de San Victorino y Paseo Colón
Paseo de Agua Nueva
Paseo Bolívar
3 Mejía Pavony, Los años del cambio, 190. 4 Mejía Pavony, Los años del cambio, 192.
249
Paseos públicos: “es de lo que más carece Bogotá. Se acabó el antiguo paseo de La Alameda; hoy es una vía intransitable, cubierta de polvo en verano y de lodo en invierno. Lo mismo sucede con el Camellón de San Victorino. Para el lado del ‘Aserrío’ el muladar 3A, B detiene a los viandantes en la Plaza de Armas (las Cruces). La ‘Agua Nueva’ fue; hoy es poco menos que otro muladar, desde Egipto hasta el Chorro de Padilla”3. “Steuart describió la Alameda como ‘una vía ancha, con cuneta y vallado a ambos lados y es susceptible de mejoras, porque no hay nada que agrade más a la gente. Al presente los hermosos setos de rosa están a punto de desaparecer, y una bella arboleda que bordea una parte del paseo últimamente ha sido 5C talada y, lo peor de todo, el extranjero sufre a cada paso con la necesidad de limpieza del populacho, pues ni el dulce perfume de las flores puede evitar el mal olor. El paseo tiene una milla de largo. Aquí no hay grandes caminadores y una milla es suficiente’”4. 1D, E
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