Importancia del matrimonio como base de la familia: La Educación en valores. Las palabras forman, el ejemplo arrastra
Rocío Barba Ruiz Deborah Asencio Toledo Patricia Bautista Peña
Escuela de Pedagogía Universidad Panamericana
Resumen El tema de los valores en la sociedad mexicana nunca debe dejarse en el olvido, este asunto es el principal objetivo de la investigación, el presente ensayo ataca directamente el olvido de la promoción de valores familiares, principalmente los originados por la ausencia de matrimonio en la familia. Son los valores aquellos que nos dan guía y formación para sobre llevar los problemas y aprender a tener una relación armoniosa y vivir en sociedad. Es importante que los valores sean inculcados desde muy cortas edades para que estos puedan integrarse en la personalidad del niño. Niños con valores serán ciudadanos con valores y la vida la llevaran siempre de acuerdo a esta formación, son estos los ciudadanos que la sociedad mexicana necesita. La familia es la principal fuente de formación de valores, es importante la formación teórica pero siempre será aún más fuerte un buen ejemplo de vida basado en valores, el ejemplo de un matrimonio estable nos habla sobre el valor del respeto, tolerancia, fortaleza, lucha, comunicación, perseverancia, y sobre todo de amor y fidelidad. El matrimonio en la familia es fuente directa de los valores antes mencionados, los cuales son integrados en la personalidad y armonio del niño quien afortuna mente crece en este vínculo familiar.
Palabras clave •
La familia institución.
como
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Valores la base de la educación.
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La importancia del matrimonio en la educación de los hijos.
Introducción Sabiéndonos parte de la sociedad mexicana y reconociendo la falta de valor que se le da hoy en día al matrimonio en esta comunidad, surge la inquietud sobre identificar y estudiar un poco sobre las causas de la perdida de este valor de manera paulatina, así como el estudio de la importancia de que existan matrimonios sólidos en las familias mexicanas. Con este estudio se pretende conocer las causas para darles una guía e instrucción, evitando que esta problemática siga creciendo, empezando por lo pronto en nuestras comunidades y familias, de igual forma se pretende conocer las consecuencias de no contar con un ejemplo de matrimonio en la vida familiar y como estas afectan directamente a los niños de la sociedad mexicana. Reconocemos que la familia es la base de la sociedad. Es en el núcleo familiar en donde se cultivan los valores de los niños que serán la sociedad del mañana. La familia se conforma por padre y madre, que, dentro de un matrimonio dan vida a los que serán llamados sus hijos, mismos que estarán a expensas de los padres, es decir, serán los padres quienes guiaran los pasos para un sano desarrollo de los niños y por lo tanto de la sociedad. Es por esto que esta investigación se encuentra justificada por el valor tan importante de que los padres den ejemplo de valores, sobre todo ejemplo del valor del matrimonio. Con esto los niños pueden repetir sabios ejemplos de vida, en donde la perseverancia, lucha, donación, respeto y aceptación transcienden y marcan sus vidas. El matrimonio y la familia son el fundamento de la sociedad. Su importancia es tan grande que el Papa Benedicto XVI señala que la familia es el lugar donde se forman los seres humanos como personas y Juan Pablo II afirmaba que en la familia se juega el futuro de la humanidad (Rader, 2011). Una vez analizada la importancia de la temática de este trabajo, se da paso a las siguientes preguntas: • • • • •
¿Cuál es el papel fundamental de la familia en la educación de los hijos? ¿Los valores realmente se aprenden en casa? ¿La familia es una pequeña sociedad? ¿Las virtudes humanas y la educación para el amor de los hijos nace en un ambiente familiar? ¿La importancia del matrimonio se aprende en la familia?
De estas preguntas surge la a pregunta principal a resolver en esta investigación: ¿En qué manera es importante que las familias estén formadas por un matrimonio estable? En base esto surge la siguiente hipótesis: Se cree que los hijos son parte fundamental de los matrimonios y que la familia es el lugar donde se forman los seres humanos como personas en todos los aspectos, y que la base de una buena sociedad se encuentra en la institución de la familia ya que los hijos que forman ahí son el futuro de la sociedad. El objetivo con este trabajo es Dar a conocer el papel que tiene la familia en la formación integral de los hijos, haciendo énfasis en la gran cantidad de valores que estos reciben gracias a la familia con el ejemplo que los padres proyectan y como estos se magnifican en la sociedad.
Marco teórico Para el análisis de estos efectos me basaré en datos confiables de libros y páginas de internet, es necesario mencionar que esta investigación estará basada principalmente en fuentes bibliográficas mexicanas y algunas de España.
Según Vázquez, A. en su libro de “Educación familiar y sensatez” La experiencia de cada día nos confirma que la familia no está edificada sobre un islote en altamar, ni que los niños de hoy están viviendo en un planeta solitario, son hijos de familia, pero a la vez son hijos de una época bien precisa, una sociedad concreta, una civilización determinada y una cultura milenaria, donde se han ido depositando torrentes de influencia. Sobre su persona y la nuestra, inciden los estímulos más variados que van dejando su huella, aunque eso puede ser de manera positiva o negativa, hasta componer la imagen. Nada es neutro. Todo el acontecer diario deja su huella en nuestras vidas. Es de ahí donde surge la importancia de observar sobre que terreno nos movemos y cuáles son los rasgos que configuran la situación del mundo que nos rodea.
Según Rader, D. (2011) en su artículo “La Importancia del Matrimonio”. El matrimonio tiene 3 principales propósitos: 1. Compañía. Al tener un matrimonio se crea un lazo de confidencialísimo, unión, fidelidad, entrega y apoyo mutuo. Es un crecimiento constante de ambas partes 2. Criar hijos. Es posible tener hijos aun fueran del matrimonio, los que no será pasible es brindarles una familia altamente efectiva, bríndales la seguridad paternal y maternal, así como las necesidades principales sobre el ejemplo de roles de vida padre y madre y el tiempo necesario para su sano desarrollo. Sano autoestima etc. 3. Para las relaciones sexuales - para evitar la fornicación. Para que el hombre no se comportara como un animal y buscara satisfacer su deseo con cualquiera que deseara, diseñó el matrimonio para la unión sexual lícita, en la cual se basada en la fidelidad, solo una pareja, entrega a solo una pareja y confidencialísimo de una sola pareja. Según Meily, A (2010) en su ensayo “Para tener un matrimonio feliz” afirma que es importante conocer el verdadero sentido del amor, para buscarlo, encontrarlo y mantenerlo vivo, dando ejemplo de vida a tus hijos y a la sociedad: 1.-Cuando la seguridad, la satisfacción y el desarrollo de la otra persona son tan importantes para ti como el tuyo, existe el amor. 2. Es el esfuerzo continuo de crear las condiciones bajo las cuales la persona amada se pueda convertir en la persona que Dios quiere que sea. 3. El verdadero amor es incondicional, acepta a la persona como es; perdona, es paciente y comprensivo. 4. Es un acto de la voluntad, una decisión, no se basa en caprichos o emociones. 5. Es dinámico, no estático, crece. 6. Es necesario el amor divino para darle poder al amor humano.
Ahora bien nos adentraremos en el tema de la familia y su dinámica, según Gonzales, F. (2004) en su Artículo “Las relaciones en la familia” Las relaciones en la familia tienen características únicas: son íntimas, continuas, variadas y complejas; se dan en situaciones de trato directo y son complementarias. La interacción se desarrolla en tres niveles: 1. No verbal. 2. Emocional. 3. Intelectual o verbal. La interacción no verbal se llama también sensorial o gestual. Incluye el tono de la voz, la expresión del rostro, la proximidad física entre dos personas, etc. Parece que este nivel es el de mayor influencia en los primeros años, tanto por la asiduidad del nexo emocional entre padres e hijos como por la falta de recursos lingüísticos del bebé. El segundo nivel, la interacción emocional, reclama la intervención del sentimiento: amor o desamor, aceptación o rechazo. Todos sabemos que un niño intuye con asombrosa agudeza cuando es amado o cuando no lo es, y también conocemos los efectos de apertura, seguridad básica, confianza, autoestima, etc., que ello produce en él. El amor engendra amor y el odio engendra odio. En todo caso, la indiferencia produce retrase en el desarrollo, cuando no regresión, tal como lo demuestra la conocida experiencia de Spitz en algunos casos de hospitalismo, en los que los niños bien atendidos desde el punto de vista físico enfermaban e incluso morían por falta de manifestaciones de cariño. Por último, el nivel intelectual se refiere a la expresión verbal o racional de sentimientos, ideas, juicios o valoraciones. Este nivel no es sólo el que aparece más tardíamente, sino que se sustenta en los otros dos. Si existe una relación afectiva aceptante y aceptada, entonces la información verbal será objeto de mayor aceptación; en caso contrario será tanto más rechazada. Múltiples estudios han confirmado la influencia de los elementos emocionales en el desarrollo del lenguaje.
Por otro lado Solé, I. (1996) en su artículo “Las relaciones entre familia y escuela” Las personas aprendemos a hablar, a pensar, a amar, a memorizar...porque interactuamos con otros de forma sistemática y continuada, y porque los otros, según una organización que en cada grupo social puede presentar variaciones, nos ofrecen una serie de experiencias educativas que nos permiten incorporar los elementos básicos de nuestra cultura e incorporarnos a ella, en un proceso que conduce al desarrollo personal en el marco de la socialización. Estas interacciones provechosas y las experiencias educativas promotoras del desarrollo se construyen en los diferentes contextos en que se participa; se entiende de este modo la importancia creciente que se atribuye desde la psicología a los contextos en que las personas crecen y viven. Se entiende también que la Psicología de la Educación preste cada vez mayor atención a los procesos educativos que tienen lugar en instituciones distintas de la escolar, cobrando en esta tendencia un interés relevante las prácticas educativas familiares (Solé, 1995). Parece hoy en día claro que la comprensión del desarrollo humano exige algo más que la observación directa de la conducta de una o más personas en el mismo lugar; requiere el examen de sistemas multipersonales de interacción, que no se limiten a un solo entorno, y debe tener en cuenta los aspectos del ambiente que vayan más allá de la situación inmediata que incluye al sujeto. El auge de los paradigmas contextuales y ecológicos en Psicología ha contribuido no sólo a hacer una psicología menos individualista, menos extraña, sino que además ha dirigido nuestra atención hacia la calidad de los entornos, escenarios, contextos o como quiera llamárseles, en las que los individuos de la especie humana encontramos los recursos necesarios para convertirnos en personas. Desde dichos paradigmas se asume que el contexto no es una realidad fija e inmutable; lo construyen sus participantes mediante su propia interacción. Se considera, además, que lo que importa fundamentalmente del contexto no son sus elementos físicos —aunque éstos son también relevantes— sino el contexto percibido. En dicha percepción intervienen las actividades que se realizan, los roles que se desempeñan y las relaciones que los participantes establecen en cada contexto. Así, la potencialidad educativa de un contexto para el desarrollo del niño radica, por una parte, en la posibilidad que le ofrece de implicarse activamente en un conjunto de tareas que le permiten adquirir de forma progresiva un conjunto de competencias mediante la ayuda de los otros participantes. Por otra parte, depende también de las oportunidades que aporta para desempeñar dichas competencias de forma autónoma.
Familia y escuela son los principales contextos de desarrollo en los primeros años de la vida del niño. La importancia de estos «microsistemas» y las condiciones que deben observar para llegar a ser «contextos de desarrollo», en los microsistemas las personas asistimos y participamos en formatos de actividad progresivamente complejos, que nos conducen a adoptar papeles específicos, a aprender aspectos concretos de nuestra cultura y a dominarlos de forma autónoma. El potencial de desarrollo de cada uno de esos sistemas primarios depende, como ya hemos señalado, de sus propias características, de la capacidad que tengan para crear Zonas de Desarrollo Próximo sucesivas y de ayudar al niño a recorrerlas. Sin embargo, quizá la principal aportación de la perspectiva ecológica tenga que ver con el hecho de que, por una parte, alerta sobre la realidad de que la misma persona pertenece a diferentes sistemas primarios; el niño es a la vez hijo, hermano, nieto, alumno, compañero...etc.; es el mismo niño, pero asume papeles diversos, aprende cosas distintas, y utilizará probablemente estrategias específicas en cada caso.
Según Gregorio, A. Nieto, J. (1988) en su libro “familia y educación “Si se quiere educar a los hijos en ciertos valores como la responsabilidad radica de realizarse, personalizarse, perfeccionarse, no podemos olvidar que no hay realización posible sin una causa final. Esa causa final de la existencia dada o mejor dicho encomendada; la auténtica frustración existencial es la de una vida sin sentido, de tal manera en que el hombre se realiza solamente en la edad en que es capaz de dar significado y de descubrir el significado de su propia existencia, toda vez que el sentido del hombre, que no se ha hecho así mismo, es siempre supra-sentido, en cuanto hombre, y es siempre misión en cuanto individuo. Esto quiere decir que la persona no es solamente impulsada por tendencias vitales, y psíquicas de dentro, sino que puede ser atraída desde más allá desde si misma por el sentido del proyecto desde el que estará construida y por la misión o proyecto coherente que quiere dar a su vida. En ambos casos hay un bien trascendente al yo y que le atrae a salir de sí mismo para realizarse; es más se podría afirmar que en cuanto mas trascendente y absoluto es el bien hacia el cual se orienta ese proyecto de vida, más posibilidades existen de colmar la necesidad de trascendencia del hombre y por ello, de sentirse más plenamente personalizado.
Por otro lado, Bernal, A. (2005) en su libro “La familia como ámbito educativo” nos dice que la familia, originalmente se entiende cabalmente como comunidad más que como asociación; es decir, como unidad de convivencia en la que: a) Los fines son las mismas personas que la integran; b) El contrato legal la define solo parcialmente, pues la familia se funda en un compromiso personal con carácter ético; c) Se cultiva mediante actos libreas de aceptación- donación interpersonales.
Según Franco, G. (1995) En su libro “La comunicación en la familia” afirma que La familia constituye el núcleo por excelencia en el que puede mantenerse una comunicación profunda, gracias a la proximidad, intimidad, contacto estrecho y frecuencia en las relaciones de los que la componen. Ningún otro medio social, educativo o profesional da las oportunidades que en cuanto a relaciones interpersonales, ofrece la familia. Esta es considerada como un lugar de ENCUETNRO PERSONAL. Solo en la familia se puede dar una relación íntima, plena, permanente y, además, generadora de amor. Cuanta más intimidad se comparte en ella la comunicación se hace más constante y permanente, mas durable y más difícil de destruir. También nos encontramos con que el proseo educativo está directamente relacionado con el proceso de comunicación. Cuando los padres educan a sus hijos deben tener en cuenta la manera como trasmiten la formación que quieren darles. No basta con decir las cosas porque eso no segura una adecuada comunicación, para obtener éxito educativo a su vez, si hay una buena comunicación entre los miembros de una familia, resulta más fácil conseguir una educación apropiada para ellos. La autoridad paterna., la unidad familiar, la responsabilidad de los hijos, la obediencia y algunos otros aspectos de la vida familiar, no llegarían a convertirse, en algunos casos en verdaderos problemas, si desde las primeras edades se lograse una comunicación fluida entre padres e hijos. Este autor propone una teoría para logar esta educación y formación de los hijos llamada “teoría Z” , teoría japonesa aplicada a la vida familiar, es una posibilidad, entre otras, para abrirse camino en la adquisición de virtudes, cuando varios miembros de la familia la viven al mismo tiempo y se ayudan a mejorar entre ellos.
Aplicada a la comunicación familiar, ordinan de forma provechosa los esfuerzos individuales de cada uno de sus miembros, estos podrán conseguir finalmente una comunicación aceptable entre ellos. La comunicación interpersonal les facilitará conseguir los objetivos comunes que se hayan trazado para la familia en general y para cada uno de sus componentes en particular. Gracias a la aplicación de esta teoría en la familia se podrán adquirir virtudes como: • • • • • • • • • • • • • •
La amistad Comprensión Generosidad Humildad Justicia Laboriosidad Obediencia Optimismo Paciencia Prudencia Respeto Responsabilidad Sinceridad Sociabilidad
Todas y cada una de ellas entran en el juego de la comunicación interpersonal.
Según López, A. (2001) en su libro “Educación en valores, educación en virtudes” podemos ver que en la actualidad se habla de los valores porque se intuye que pueden ser el fundamento del orden y del equilibrio personal y social. La mayoría piensa que con mencionarlos está hablando de algo muy bueno y bien fundamentado. El concepto del autor de valor tiene una perspectiva filosófica para evitar la reducción a un enfoque meramente económico, que también es legítimo. Etimológicamente la palabra valor deriva del latín tardío valor, emparentado con la palabra valere, que significa ser fuerte, ser potente. Entendemos como Valor: a
toda perfección real o posible que procede de la naturaleza y que se apoya tanto en el ser como en la razón de ser de lo que es real. Los valores son inamovibles en los individuos (no en la sociedad) porque se encuentran vinculados al ser de cada sujeto o de cada cosa, y ese ser no cambia nunca. Se considera que existen cuatro valores fundantes (ordinarios) porque en ellos se apoyan los demás y se encuentran en toda realidad creada: seres inherentes, vivientes y sociedades, estos valores son los trascendentales: unidad, verdad, bien y belleza. Por otro lado, Pellegrino, P. (1996) en su libro “Educar a los hijos” nos habla también sobre los valores y afirma que es todo eso que ayuda a la persona a ser más persona, todo lo que es factor de su crecimiento, es un valor. Puesto que son factores de crecimiento, serán valores el entusiasmo, el silencio, la ternura, la alegría, la paz, la justicia, el amor… No serán por el contrario Valores: la tristeza, la melancoliza, el aburrimiento, la pereza, el individualismo, la mentira… Hasta el momento, de hecho, no se ha encontrado otro camino para hacer que las personas sean grandes, si no es el camino de los valores. Las personas no vale por lo que tienen, no valen por lo que saben, no valen por lo que pueden, no valen por lo que hacen: valen por lo que eligen.
Conceptos clave La familia como institución Según la real academia española, la palabra Familia del lat. Familía, es: 1. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven jutas; 2. Conjunto de personas que tienen alguna condición, opinión o tendencia común. Pero claro que va más allá, a diferencia de estas definiciones que no nos dicen mucho la autora Bernal, A. nos dice que la familia, originalmente se entiende cabalmente como comunidad más que como asociación; es decir, como unidad de convivencia en la que: a) Los fines son las mismas personas que la integran; b) El contrato legal la define solo parcialmente, pues la familia se funda en un compromiso personal con carácter ético; c) Se cultiva mediante actos libreas de aceptación- donación interpersonales.1
Existen diversas visiones de lo que es una familia y lo que es una buena familia, sobre todo para los niños. Pero con todos los puntos de vista y opiniones existentes de todos tipos de edades se puede observar que hoy en día la familia sigue siendo apreciada. Ella satisface necesidades tan elementales del hombre – como el anhelo de poseer un hogar, de sentirse protegido y de tener confianza- de tal manera que su existencia no puede ser puesta seriamente en duda, ya que está íntimamente ligada a la felicidad del hombre. Con todas las ideologías y culturas que se están viviendo hoy en día se ve amenazada la familia en el futuro. Sin embargo para todos es importante seguir teniendo familias. “La opinión pública no se muestra siempre favorable al matrimonio y a la familia”, afirma Juan Pablo II “y a pesar de todo, ambos sobresalen m en nuestra anónima civilización de masa, como un refugio en el camino del hombre en su búsqueda de afecto y de felicidad. Matrimonio y familia son hoy más importantes que nunca: son focos para la renovación de la sociedad, fuentes de energía a través de las cuales la vida se hace más humana. 1
(Bernal, 2005:22)
La familia no se puede observar con la mirada ruin de los cínicos. Toda persona anhela, si es sincero consigo mismo, tener a alguien en quien poder abandonarse, alguien que siempre este con él, pase lo que pase, que confíe en el cuándo todo está en contra… y en estos momentos de sinceridad, cualquier persona reconoce que también ella debería ser capaz de ofrecer a los demás esta satisfacción. FAMILIA: Es una realización cotidiana que se lleva a cabo en todos los aspectos del ser humano, que exige todos los aspectos del ser humano, que sirve a todos los aspectos del ser humano. “Lo que la familia brinda a los hijos y a la sociedad no podrá nunca ser sustituido” (Gregorio, Nieto, 1988:32). La familia es importante pues es en ella donde se toman valores, enseñanzas, ejemplos de vida. El ambiente familiar no es fruto de la casualidad ni de la suerte. Es consecuencia de las aportaciones de todos los que forman la familia y especialmente de los padres. Los que integran la familia crean el ambiente y pueden modificarlo y de la misma manera, el ambiente familiar debe tener la capacidad de modificar las conductas erróneas de los niños y de potenciar al máximo aquellas que se consideran correctas. Para que el ambiente familiar pueda influir correctamente en las actitudes y conductas de los niños, es fundamental que los siguientes elementos tengan una presencia importante y que puedan disfrutar del suficiente espacio: Amor, autoridad participativa, intencionalidad, trato positivo, tiempo de convivencia.
Valores la base de la educación Etimológicamente la palabra valor deriva del latín tardío valor, emparentado con la palabra valere, que significa ser fuerte, ser potente. Entendemos como Valor: a “toda perfección real o posible que procede de la naturaleza y que se apoya tanto en el ser como en la razón de ser de lo que es real” (López, 2001: 43). Como lo vimos anteriormente “Los valores son inamovibles en los individuos (no en la sociedad) porque se encuentran vinculados al ser de cada sujeto o de cada cosa, y ese ser no cambia nunca” (López, 2001:44 ). Es por esto que los valores son considerados únicos e inalienables a cada persona ya que estos se forman en el núcleo familiar; la auténtica educación en valores más que enseñarse, se transmite, pasa de los padres a sus hijos desde el mismo día del nacimiento hasta el fin de la vida.
Los valores se transmiten a través del ejemplo es por esto que la a convivencia familiar favorece la creación de hábitos. Primero se trata de fomentar los hábitos externos de disciplina, orden, sinceridad, higiene, etc. Más tarde, a partir de la adolescencia, se formarán los hábitos internos a partir de ciertas convicciones que el hijo aceptará, no sin antes haber reflexionado sobre ellas por su cuenta. Es importante que la relación de los conyugues, así como la de padre-hijo, sea una relación armoniosa y basada en el respeto, dando seguridad y sobretodo un buen ejemplo al niño sobre la vida en sociedad; para así crear personas virtuosas que habiten nuestra sociedad. Y esto se puede reafirmar con lo siguiente “Hasta el momento, no se ha encontrado otro camino para hacer que las personas sean grandes, si no es el camino de los valores” (Pellegrino, 1996:39) como nos afirma Pino Pellegrino en su libro un ser humano se vale por lo elige ser, por lo que lo hace mejor persona, no por lo que tiene. Y es ahí donde entra la formación de los padres en conjunto con las instituciones hay que apostarle a una educación virtuosa que nos brinde estudiantes capaces pero sobre todo que nos brinde personas dignas de vivir en sociedad.
La importancia del matrimonio en la educación de los hijos La importancia del matrimonio no todo el mundo la reconoce, el valor del matrimonio va en caída constantemente. Esta problemática en vez de detenerse se encuentra en aumento día a día. Las instituciones y valores que apoyan en la promoción y difusión de la grandeza, dignidad y misión del matrimonio y de la familia han decaído de tal forma que casi podemos notarlo en los índices de crecimiento en divorcios. El error y drama de todas estas situaciones que, hoy en día, se presentan con tanta frecuencia esta, principalmente, en que se ha confundido el verdadero sentido del amor. Hablar de familia como escenario educativo es un punto muy importante ya que la misma radical de la familia, considerada desde la perspectiva antropológica- ética: “la formación de una comunidad de personas” (Bernal, 2005:33). Es por esto que la familia es considerada el núcleo de la educación de la sociedad en ella se
forman los seres humanos que en conjunto forman parte de la comunidad, seres capaces de llevar relaciones interpersonales, esto se puede contrastar con lo mencionado anteriormente “Ningún otro medio social, educativo o profesional da las oportunidades que en cuanto a relaciones interpersonales, ofrece la familia” ( Franco,1995: 152) La familia es generadora de amor, la cual no brinda una relación entre los miembro de ella única “Solo en la familia se puede dar una relación íntima, plena, permanente” (Franco, 1995: 153) y mientras más intimidad tengan estas relaciones interpersonales se fortalece la comunicación haciéndola más constante y permanente; como se dijo anteriormente el proseo educativo está directamente relacionado con el proceso de comunicación. Cuando los padres educan a sus hijos deben tener en cuenta la manera como trasmiten la formación que quieren darles. El ejemplo de unión, confidencialísimo, apoyo, confianza, respeto, entre muchos otros valores se les da a los hijos será insustituible. Es importante fomentar la vida en matrimonio, para que estos matrimonios den ejemplo de vida se continúe con esta forma de vida en donde la unión, amor y ejemplos dan el mejor camino a los niños que serán la sociedad del futuro. Como ya sabemos uno de los objetivos del matrimonio es la procreación de los hijos, “Es posible tener hijos aun fueran del matrimonio, los que no será pasible es brindarles una familia altamente efectiva, bríndales la seguridad paternal y maternal, así como las necesidades principales sobre el ejemplo de roles de vida padre y madre y el tiempo necesario para su sano desarrollo. Sano autoestima etc.” (Rader, 2011: 06’06’2011), por esto y muchas coas más es importante que la idea de aquello que es matrimonio y familia, no se pierda ni se confunda, sino por el contrario, se fomente y se aprendan a vivir aún más esos valores.
Conclusiones Después de haber expuestos los puntos anteriores se ha llegado a las siguientes conclusiones.
Necesitamos tener modelos de matrimonios buenos, hacer que el amor sea visible para fomentar este valor de la familia y del matrimonio.
Dar ejemplo de vida luchando por sostener nuestro matrimonio. Conociendo a la persona y amándola verdaderamente por lo que es será más fácil sostener el matrimonio.
El matrimonio es la unión de dos personas con mismos interés y amor mutuo para la creación y formación de una familia, y como la familia es la base de una sociedad es un gran proyecto la labor del matrimonio.
Un matrimonio basado en el amor y respeto, será ejemplo a seguir. Hoy en día hacen falta muchos de estos matrimonios, pues al ver tantos divorcios hace que esta problemática se vea cada día más común y aceptable y es por esto que los matrimonios jóvenes ya no luchan por mantener vivo ese amor y ese compromiso. El matrimonio es una matriz de relaciones humanas arraigada en la complementariedad sexual y en las posibilidades de procrear, y en la necesidad de los niños de tener unos padres que los alimenten y los eduquen como ellos se merecen.
En cuanto a la formación de valores es importante que exista continuidad entre la estuca y la casa ya que la práctica de ciertos valores o virtudes no debe de quedar solo en casa sino reforzare y trabajarse en el colegio o viceversa.
Ya es tiempo de decidir qué valores son importantes para el futuro de nuestros hijos y familias, de apoyar y alentar la práctica de estos valores en nuestra vida diaria, la responsabilidad es de cada uno de nosotros. Nos demos cuenta o no, siempre estamos enseñando valores, pero debemos de hacer un esfuerzo más consciente respecto a su enseñanza
Los valores que hoy inculcamos a nuestros hijos, mañana consciente o inconscientemente, tendrán un mayor impacto en la sociedad, si seguimos dejando la enseñanza de los valores a la suerte corros el riesgo como comunidad de perder una pieza integral de toda nuestra cultura.
Bibliografía
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Bernal, A. (2005). La familia como ámbito educativo. Madrid: Ediciones RIALP
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Franco, G. (1995). La comunicación en la familia. México, D.F.: Editorial MiNos.
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Gonzales, F. (2004) .Las relaciones en la familia. http://www.sembrarfamilia.org/articulo.php?id=168 03’06’2011
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Gregorio, A. RIALP.
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López, A. (2001). Educación en valores, educación en virtudes. México, D.F.: Editorial Continental
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Meily, A (2010).Para tener un matrimonio feliz http://www.vidahumana.org/vidafam/matrimonio/matrimonio-feliz.pdf. 28’05’2011
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Pellegrino, P. (1996). Educar a los hijos. Madrid: Editoriales CCS
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Rader, D. (2011).La Importancia del Matrimonio. http://www.bible.ca/spanish/familia-importancia-matrimonio.htm 01’06’2011
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Solé, I. (1996). Las relaciones entre familia y escuela. http://edu.jccm.es/orientacuenca/images/stories/felix/participacion/localidad/ relaciones.pdf. 7’06’2011
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Vázquez, A. (1991). Educación Familiar y Sensatez. Madrid: Ediciones Palabra
Nieto, J. (1988). Familia y educación. Madrid: Ediciones