04 LA CARTELERA
Reportaje Cine 60 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN
Servicios mínimos con cine La huelga condicionó (hasta cierto punto...) un certamen en el que su director, José Luis Rebordinos, ha apostado por mucho (¿demasiado?) cine español y que dio una Concha de Oro que no provocó discrepancias
Blancanieves sonaba desde el primer momento a caballo ganador. No tan feliz resultó el premio para Fernando Trueba.
Katie Coseni y Macarena García. REUTERS/VINCENT WEST
Paula Arantzazu Ruiz Enviada especial
L
as huelgas ya no son lo que eran. Disculpen el arranque de nostalgia, pero después de ver cómo el paro que dividió en dos el Festival de CinedeSanSebastiánelpasado de septiembre se parecía más al amanecer de los muertos de hambre en busca de un bar de pintxos que a una verdadera exhibición sindical,resultaimposiblenopensar que tiempos pasados siempre fueron mejores. Elcertamendonostiarradirigido por José Luis Rebordinos emitió un comunicadosolidarizándoseconla causa huelguista que paró todo el País Vasco el día después que miles de personas rodearan el Congreso de los Diputados en Madrid. En tal declaración,laorganizacióndelcertamen se hacía eco de la difícil situación por la que están pasando numerosostrabajadoresysusfamilias, y anunciaba la suspensión de todaactividadquenoserealizaraen
Juan Antonio Bayona y Ewan McGregor. EFE/JUAN HERRERO
el Kursaal. La huelga también paró la gala de la película de Bahman Ghodabi,RhinoSeason,undramón debárbaraintensidadprotagonizado por Monica Belluci, quien, pese alasituación,estuvobella,simpática y concienciada: «No se trata de
unproblemaespañologriego,portuguésoitaliano,sinodeunproblema global», respondía sobre la situación financiera y la tensión económica en nuestro país. Así las cosas, hay que celebrar el bravo gesto del equipo de Rebordi-
nos, pues no son tiempos de ostentación y fastos. No obstante, y dado el clima en nuestro país de asfixia in crescendo,nohubieraestadodemás una solidaridad activa, más en la línea de Cannes en , cuando el descontentoestudiantil,laboralyartístico consiguió parar entera La Croisette. La jugada no supuso entonces para el certamen francés un paso en balde: de ahí nació la Quincena de Realizadores, evento paraleloalfestivaldefestivales,cuyamáximarezanodoblegarseanteningún tipo de censura o presión política. Es poco probable que el Festival deSanSebastiánestreneelañoque viene un nuevo programa, menos aún tan desafiante como la Quinzenaensusorígenes,peroenelaniversario de su sexenio un buen númerodetransformacioneshanempezado a notarse en el certamen, cambios provenientes de la sagaz astucia de Rebordinos, quien, si en su debut en la dirección el año pasadohizodelanecesidadvirtud,en éstehaconsolidadosupolítica:cine españoldealtosvueloscríticosyestrellas de alfombra roja. Habráquienacusealnuevomodelo de pasarela insustancial, pero por el momento las cuentas salen, gracias, sobre todo, al empuje del nuevo patrocinio de una multinacionalenergética,patrocinador,decían las malas lenguas, del desfile de premios Donostia: ¿Era de recibo otorgar tantos y, por otra parte, algunos tan innecesarios? Habrátambiénquienacuseesta