Carlos Vermut y Nacho Vigalondo

CARLOS VERMUT

&

EXTRATERRESTRE

NACHO VIGALONDO Tras su paso por festivales y otras plataformas, por fin llegan a las pantallas los dos largometrajes que definirán el cine patrio del futuro: “Diamond Flash” de Carlos Vermut y “Extraterrestre” de Nacho Vigalondo.

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Cine de bajo coste pero con mucho ingenio, cine de sentimiento urgente.

Tanto el último trabajo de Nacho Vigalondo, “Extraterrestre”, como el primero del dibujante de cómics Carlos Vermut, “Diamond Flash”, coinciden en ser ejemplos de esa ristra de definiciones tan categórica que encabeza el artículo.

Y en más cosas: uno y otro explican qué sucede en el relato cuando el héroe anda fuera de la pantalla y, además, estrenan este mes. El primero el próximo 23 de marzo; el segundo, después de estrenarse en Filmin, tiene pensado llegar a salas de Barcelona y Madrid tras un pase este mes en La Casa Encendida. Para hablar de sus películas, del cine español, de la exhibición, de por qué parecen estar tan lejos y sin embargo tan cerca, suyas son estas páginas para una conversación que dará para nuevas citas.

CÓMICS, CINE Y GOTELE Vermut: Es verdad que Nacho y yo tenemos referentes comunes en el cine, en el cómic.

De hecho, en lo extradiegético tenemos una referencia común clara: el cine de los años 90.

Por ejemplo, Tarantino funciona a ese nivel. En sus películas el atraco nunca importa, sino lo que rodea al atraco: los detalles y nunca el maletín.

Eso es algo que pasa, creo, en nuestras películas.

En “Los Cronocrímenes”, en “Extraterrestre”…

Vigalondo: Conocí a Carlos como dibujante antes que como director de cine. Y tengo que decir que tengo un prejuicio sobre el tipo de cine que hace alguien que hace cómics: es cine próximo a una experiencia estética. Hay dos tipos de directores: el que sabe dibujar y el que no. Yo claramente me posiciono con la cabeza gacha entre los que no, y esa frontera marca mucho. Lo curioso de Carlos es que hace un cine de alguien que no dibuja cómics. Jamás hubiese sospechado que iba a tirar por ahí.

Vermut: Cuando dibujaba, era como si un director de cine hiciera cómics. Mucha gente me decía que la secuenciación de mis viñetas era muy cinematográfica, más como un story board que como un cómic…

Vigalondo: No creo que tenga que ver con la planificación o con una narrativa determinada, pero tu trabajo en el cómic da pie a sospechar que, como director de cine, intentarás evitar a toda costa que en cámara aparezca el gotelé.

Pero, en cambio, no temes el gotelé. Y me parece memorable. En tu último corto, el gotelé no sólo no se ha evitado, sino que está expuesto sin vergüenza.

Vermut: Además, ese cortometraje comparte gotelé con “Diamond Flash”, porque está rodado en la misma cocina.

Vigalondo: Ahora tenemos plug-ins que imitan el cine mudo o el VHS… Cuando hacíamos cortos en VHS, el formato era el enemigo: no queríamos que aquello pareciese VHS. Ahora intentamos imitar el VHS, el 8mm y en un futuro estoy convencido de que buscaremos un plug-in que nos permita dar gotelé en las paredes donde no lo hay.

ESTETICA Y EL RETO DEL CINE Vermut: ¿Qué es la estética? Apichatpong es un tío muy estético, por ejemplo. Pero lo antiestético, no sé, las películas de Von Trier… Al inicio de su carrera, Von Trier huía de una estética que acabó convertida en tal. A mi me parecen bellas las primeras películas de ese director porque ha pasado suficientemente tiempo como para que esa sea una estética que pueda gustarte.

Vigalondo: Creo que se puede concretar más.

Cuando haces películas en España ya naces bajo el fantasma de un cine que aparenta ser lejano en el tiempo y en el espacio. En mi caso y en el de Vermut, no tenemos miedo a combinar propuestas que identificamos como lejanas, una película de superhéroes o extraterrestres, y utilizar lo cercano como una herramienta, no como algo a expulsar de las películas.

Vermut: En mi caso, la estética está condicionada por la dificultad de hacer películas. A veces me preguntan: ¿por qué haces cine si en el cómic es mucho más fácil hacer lo que quieres hacer? Pero a mí esas limitaciones me parecen maravillosas porque tienen ese punto de aventura, como si fuera una expedición: tengo que buscar a un tipo que escale, a un excavador… El cine tiene un componente de aventura en el sentido más literal de la palabra que la literatura o el cómic no tienen.

Vermut: El cine digital tiene una trampa: pensar que rodar es gratis. Pero cada toma es tiempo y ese tiempo cuesta dinero. La gente se relaja ante el digital. En “Diamond Flash”, cuando quedaban muy pocas horas para terminar le llamaba el efecto 35 mm: “Ya quedan pocas horas y ésta ha de ser la buena”.

DISTRIBUCIÓN Vermut: Envidio que Nacho pudiera disponer de una productora con “Los Cronocrímenes”, que llegara a las salas y que se haya convertido en una película de culto internacional. Como yo he empezado por mi cuenta, he chocado con la vieja era a la que creo que él se ha adaptado de puta madre… Pero a la que yo he llegado tarde.

Vigalondo: Hombre, ¡yo tuve la suerte del Oscar!

Vermut: Si, pero pillaste esa ola. En mi caso he tenido que buscar otros medios, sobre todo a la hora de distribuir el film. Algo así como una distribución de guerrilla: crear el evento. Hay ahora dos mundos y a mi me está costando. Creo que Nacho se ha adaptado mucho mejor al modelo convencional. H Paula A. Ruiz Más info: twitter.com/vigalondo diamondflashfilm.com

PRODUCCIÓN Vigalondo: El presupuesto es una herramienta creativa. El consejo que doy a cualquier aspirante a cineasta es trabajar desde el guión. Porque el error que siempre se ha cometido es escribir con una libertad próxima a la de un cómic, como dice Carlos, y después pretender rellenar con trucos de producción. Es un poco el síndrome “El Mariachi”.

Vermut: Yo tenía una necesidad imperiosa de rodar enseguida. En España pensamos que los productores son muy tontos y que no saben apreciar un guión. Es un prejuicio. El caso es que quería rodar y me encontré con muchas limitaciones económicas. No escribía en base a eso, pero es obvio que, al ser a la vez productor, había escenas que no rodaría por ahorrar presupuesto. Y eso condiciona la estética.

Vigalondo: Hay una fantasía al respecto de lo digital… Lo que condiciona un día de rodaje es la cantidad útil de material que ruedas. Poder repetir una toma varias veces no implica que todo lo que se rueda sea válido.

DIAMOND FLASH

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