Buenos Aires Karma

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NOTA SUPLE SÍ! EDICIÓN IMPRESA

BUENOS AIRES KARMA Somos alternativos pero poderosos, con muchos riffs pero con melodías. Son muchos peros", coinciden Emanue!, voz y guitarra, Gregorio, bajo, y Juan, batería de Buenos Aires Karma. El cuarto integrante del grupo es Pablo, que también canta y le da a las cuerdas. En esta fecha van a presentar Terrícolas, su primer CD, luego de tres EPs (Bs. As Karma, 2003; Nadie respira por vos, 2005 y The Wonderland Sessions, 2006). En el arte de tapa aparecen haciendo gestos de enojados, tristes o desorientados. En cierta medida, eso refleja el contenido."Tiene partes oscuras, luminosas y al final se pudre todo aunque deja una esperanza", explica Emanuel. Los sonidos


cuasi grunge o hard se van alternando con lapsos más tranquilos, influenciados por sus gustos musicales, que van desde Peter Gabriel a Pantera. Empezaron escribiendo sus letras en inglés y ahora van alternando el idioma aunque el español se impone en las diez canciones de este CD en el que Martín Carrizo fue el productor. "Después de tanto tiempo nos merecíamos tocar en un lugar como éste", dice Gregorio. La referencia es a La Trastienda y lo argumenta contando las evoluciones de la banda que, en sus comienzos, supo tener el visto bueno de Ricardo Mollo.


NOTA SUPLE NO. Jueves, 16 de abril de 2009

BUENOS AIRES KARMA

"No nos desesperamos por tener guita, ni chicas, ni drogas" Del dengueano Oeste –con la venia desinteresada de Ricardo Mollo–, los BAK acaban de editar Terrícolas, con un sonido rockero sórdido y furioso.

Por Daniel Jimenez En agosto de 2004, este cronista se encontraba en la quinta que los Divididos tienen en el Oeste del conurbano (más precisamente en Parque Leloir), en ocasión de entrevistar a Ricardo Mollo, a pocos días de que Catriel Ciavarella ingresara a la aplanadora en reemplazo de


Jorge Araujo. “¿Qué banda nueva escuché y me gustó mucho? Buenos Aires Karma. Esos chicos son muy buenos... lástima que canten en inglés”, confesaba Ricardo, hombre poco afecto al elogio fácil.

Cinco años después, los cuatro Buenos Aires Karma –Emanuel Sáez, guitarra y voz; Pablo Passano, guitarra y voz; Juan Carlos Ruiz, batería; y Gregorio Martínez, bajo– se bajan


unos tostados en un bar de Castelar. Mollo nunca produjo a los Karma y tampoco los recomendó a una compañía, pero les tiró una señal que los cuatro entendieron perfectamente: acá hay algo. “En 2003, cuando grabamos nuestro primer EP, que fue el que escuchó Ricardo, no teníamos experiencia en grabación. Pero, al parecer, ese material lo flasheó y nos tiró buena onda. Creo que ahí nos dimos cuenta del potencial que teníamos; pero como éramos más pendejos lo grabamos todo así nomás, aunque a mucha gente le gustó”, dice con orgullo Emanuel. “Somos pacientes y metódicos”, agrega Pablo, la pata hinduista de BAK. “Hay bandas que se desesperan y en tres años tienen que tener todo resuelto, y para nosotros no es así. La idea es hacer música, cada vez mejor, y progresar en la composición.” Y como toda buena historia, el componente bizarro dice presente: “En ese tiempo también grabamos otro EP de cinco temas que nunca editamos y que era una mezcla de rock barrial y glam rock. Aquellas canciones las grabamos con una portaestudio digital que nos prestó Guillermo Vilas a través del papá de Ema (Julio Sáez, guitarrista y compositor de Plus y Taxi, hombre de confianza del Indio Solari, alguna vez integrante de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado). Sería


muy largo de explicar, pero podés poner que de alguna manera Willy estuvo en nuestro inicio”. El ahora de Buenos Aires Karma no tiene destino de estadios, pero para un grupo que recién asoma su cabeza desde Ituzaingó, y que lucha contra la falta de difusión y un mercado cada vez más chico, es mejor de lo que ellos imaginaban: acaban de lanzar Terrícolas, un poderoso disco de diez canciones de rock de guitarras espesas y oscuras, hijas de la densidad nerviosa de Alice in Chains y Soundgarden, producido por Martín Carrizo, levantaron el pasado fin de semana un Niceto ante 400 personas –junto a sus coterráneos de Yicos y Planta–, y a fines de mayo se van de gira con los Natas. “Tuvimos veinte días para grabar todo porque Martín estaba muy ajustado con su agenda y lo teníamos que hacer rápido. Al final quedó buenísimo porque fue muy orgánico y muy crudo, sin meterle ninguna máquina; no es Nevermind, pero es el disco de una banda de rock al palo”, cuenta Emanuel. La prehistoria de Buenos Aires Karma dice que en el comienzo fue el inglés. Con la misma formación editaron luego de su debut un segundo mini álbum (Nadie respira por vos,


2005) y un tercero –sacando provecho de la ductilidad armónica de los cantantes– con versiones acústicas (The Wonderland Sessions, 2006). Todos en inglés. Hasta que llegó Carrizo y las cosas empezaron a transformarse, como quería Mollo. Gregorio planta bandera: “Ahora nos sentimos cómodos con el español, aunque el próximo disco tal vez lo grabemos en castellano y en inglés”. Buenos Aires Karma promedia los 27 años y una carrera en el under que no comenzó con sus primeros shows como proyecto establecido a inicios de esta década sino en el secundario. Su primer concierto lo dieron sin Gregorio (el bajista en ese momento era su hermano mayor) a los quince años en una fiesta de la escuela. El repertorio incluía Ratones Paranoicos, La Renga, Sumo y sólo dos composiciones propias. Se guardaron dos años entre 1999 y 2001 para darle forma a la criatura. Esquivaron la tentación de salir a rockear y perfeccionaron su sonido hasta que decidieron que ya era hora de pisar los escenarios y lo hicieron como Underglam. Ema, Pablo y Carlos tenían 18 y Goyo 15. ¿Qué sucedió entre los Ratones y el rock oscuro y heterodoxo que hoy profesan? Habla el pequeño Sáez: “Estábamos descubriendo mucha música y eso nos hizo abrir la mente. Tal vez la primera etapa era más industrial y había más temas instrumentales, no como ahora, que tal vez haya


más canciones. La culpa la tienen el hermano y el primo de Gregorio, que nos quemaron la bocha” (risas). Pero ellos saben que hacer pie en el rock argentino no es tarea fácil. “Hace poco fuimos a tocar a General Rodríguez, al costado de la vía, para cuarenta personas. Cuando llegamos había un tipo haciendo karaoke de Palito Ortega y un inflable con chicos jugando; un bajón, pero fuimos igual”, cuenta Carlos. “Si hay un evento, tenés que ir a volantear; si hay un concierto, tenés que ir a volantear, a estar presente para que se conozca tu banda. Lo mismo acá en el Oeste. Nosotros armamos fiestas en nuestra casa y cae gente que por ahí te vio tocar y que se mandó, pero es un trabajo que lleva tiempo”, reconoce Passano. “Acá tenés que cuidarte, ensayar, estar bien y prepararte para un mercado que no te da ni bola. En Europa te hacen videos, te preparan una gira; acá en muchos lugares ni siquiera hay equipos para tocar y las compañías esperan que metas mil personas o que entregues el orto para que te consideren. Nosotros queremos mostrar lo que hacemos y, fundamentalmente, mostrar nuestro vivo, que es un show contundente de rock. Hay bandas como No Lo Soporto que aparecen en los diarios y cuando las ves en vivo no pasa nada, y no queremos eso. Aspiramos a tocar cada día con mejores bandas y salir del barrio,


sin ser un producto que un medio te mete en los oídos a la fuerza.” Las performances de Buenos Aires Karma, además de ser poderosas entregas de adrenalina, son cambiantes. Desde aquellas noches de desmadre de 2005, cuando explotaban con maquillaje corrido Locomondo en Ramos Mejía ente 50 efusivos fanáticos, hasta la presentación reciente de Terrícolas en el Teatro Antesala lookeados como guerreros tribales, ellos manejan su tiempo y espacio. Por eso no llamó la atención que se unieran al beat multicolor de Yicos y la cadencia combativa de Planta para la fecha de Niceto. Terrícolas fue editado de manera independiente por Buenos Aires Karma y la distribución, uno de los principales obstáculos de los artistas independientes, está a cargo de DBN. Un plan que, como reconoce Emanuel, “ayuda pero no te cambia la vida, porque la tenemos que seguir remando, y los shows sirven para eso. Nuestra meta es artística y no nos desesperamos por llevar mucha gente, ni tener guita, ni chicas, ni drogas, sino que se trata de un proyecto artístico serio”, apunta el bajista. Y remata: “Las chicas y las drogas ya estaban en el colegio; entonces, ¿para qué armar una banda para tenerlas?”.


NOTA DIARIO CRÓNICA

LA CIUDAD DE "BUENOS AIRES TIENE KARMA”

El explosivo grupo Buenos Aires Karma, verdaderos herederos del rock alternativo hecho a fuego lento, compartieron vivencias, rememoraron inicios y de cara a sus proyectos charlaron gustosos en la redacción de "Crónica". Emmanuel Sáenz en guitarra y voz; Gregorio Martínez en bajo; Pablo Passano en voz y guitarra y Juan Carlos Ruiz en batería coincidieron en un par de conceptos que los


pinta de cuerpo entero: "Somos básicamente una banda auténtica, venimos del oeste del GBA, nos pensamos como catalizadores de influencias diversas y proponemos un show crudo y sincero, bien para el cuerpo'. Banda básicamente bilingüe, con acento depositado en las guitarras, BAK cuenta con trabajos en formato EP como "BAK", "Nadie respira por vos", "The wonderland sessions" y el álbum "Terrícolas". "El trabajo con Martín Carrizo (ex A.N.I.M.A.L. y ex banda de Gustavo Cerati) y las palabras y aliento de Ricardo Molió han funcionado para nosotros como aliciente", coinciden otra vez. Sobre "Terrícolas", el álbum que están presentando en los shows, Emmanuel señala: "La acumulación de experiencia, la depuración de la técnica y la apertura a lo nuevo se suman en este disco, testimonio verídico de nuestro presente", que mostrarán el 6 de agosto en La Trastienda. Buenos Aires Karma, un vendaval eléctrico en combustión al que vale la pena asomarse.


NOTA REVISTA ROLLING STONE

Conocé a Buenos Aires Karma Con producción de Martín Carrizo y apoyo de Ricardo Mollo, cuatro pibes del oeste amplifican su visión del mundo.



NOTA REVISTA ROLLING STONE

"Tal vez necesites tapones", dicen mientras entran los cuatro en la sala de ensayo: un cuartito mal acustizado en una casa de Castelar, al oeste del Gran Buenos Aires. La advertencia no es en


vano, porque la potencia de los equipos que amplifican los instrumentos de Emanuel Sáez (guitarra y voz), Gregorio Martínez (bajo), Juan Carlos Ruiz (batería) y Pablo Paisano (guitarra y voz) está a tope. "Nuestra intención es que el show en vivo sea bien crudo. Algo así como uno de Kiss pero canibalesco", explican los Buenos Aires Karma que, a la hora de pisar el escenario, desatan furia rockera, lookeados con una capa de make-up fluorescente inspirado en los aborígenes pre Julio Argentino Roca. ZONA Mientras del lado oeste de la General Paz los ritmos latinos manchan la identidad sonora de la zona, los BAK son como una liebre encandilada por el rock anglosajón. Así dejaron atrás la pertenencia al barrio y se encerraron durante dos años a pulir su sonido ¿El resultado? Una pared de guitarras con melodías elaboradas bien resueltas y un


dejo de nostalgia noventosa. "Creo que cargamos con el karma de ser profetas fuera de nuestra tierra. Algunos verían como algo negativo que nos separemos de la movida del oeste, pero seguir nuestro propio camino demuestra la convicción que tenemos", dicen. LENGUA Con su primer EP homónimo (2003) cosecharon nada menos que el visto bueno de Ricardo Mollo. "Nos juntamos con él y, además de tirarnos buena onda, nos dio un par de consejos", rememoran. Hoy, después de otros dos EPs (todos en inglés), acaban de editar por DBN su primer LP, Terrícolas, en el que viraron casi de lleno la dirección lingüística: ahora las canciones están en español. Diez tracks de oscuridad rockera en los que Martín Carrizo metió mano como productor (recomendación del papá de Ema, Julio Sáez, ex Fundamentalistas del Aire Acondicionado). Ellos terminan:


"Martín nos dijo que con él sólo podíamos grabar canciones en español, pero el cambio llegó porque sentíamos la necesidad de que haya una conexión más directa con el público, sin barreras. Aunque también estaría bueno hacer un álbum bilingüe, que lo puedan escuchar en Berlín o Tokio, y flasheen". Por Gonzalo Chaves Mirá a Buenos Aires Karma interpretando "Elevándome con ilusiones"



CRÍTICA DE DISCO REVISTA SOY ROCK


BUENOS AIRES KARMA El karma alternativo. Buenos Aires Karma es lo que se dice una banda de rock alternativo. Alternan todo: las voces, con los dn ferentes registros de sus dos cantantes; los idiomas (español e inglés); el rock‐pop con elementos electrónicos; y los sabores de las canciones, algunas amargas, otras más dulces. De la mano de la dupla de guh tarras y canto compuesta por Emanuel Saez y Pablo Passano, el cuarteto navega por el universo apoyado en la presencia de Martín Carrizo, productor del disco "Violento para los niños" lleva la marca del ex batero de A.N.I.M.A.L. una pieza que suena fría con cobertura de metal. Mientras que los sintetizadores dan un aire pop‐rock a "Galága" y '"Químicos''con sus dulces juegos de voces y sus historias de viajes, amores y conexiones extraterricolas. La amorosa "Navegantes" y la dura "Droga alienígena" traen reminiscencias del nuevo rock argentino de los 90. "Zoológico urbano" es un ácido paseo nocturno de estos muchachos de Itu‐zamgó por el porteño barrio de Palermo. donde aprovechan para criticar a los diversos especímenes que habitan la noche. Ftor último. "Buenos Aires Karma" es un rapcore en el que el grupo declara sus principios y en abre otra puerta hacia nuevos sonidos. ¡A alternar que se acaba el mundo! • Leo Ros Distorsión: 70% Clima: noche estrellada Tapa: 6 (beatles galácticos) Consumir mientras... caminas por secretos pasadizos.






Después de editar tres EP, acaban de lanzar TERRÍCOLAS. Un disco de diez canciones, producido por Martín Carrizo, ex baterías de A.N.I.M.A.L. Hace poco volvieron de gira, invitados por Los Natas, y el cantante de Divididos los llamó para darles consejos. Entrevista de Sebastián Duarte Resulta fantástico encontrar grupos genuinos a nivel musical. Por lo general existen numerosas bandas de rock dando vueltas, pero no muchas cuentan con una personalidad definida. Claro que para alcanzar eso se necesita tiempo, lleva su proceso. Buenos Aires Karma (B.A.K.), grupo de zona oeste, cuenta con un notorio influjo de varios conjuntos anglosajones, pero con una particularidad: canaliza todo a través de un sonido que no está en boga. En TERRÍCOLAS, su primer disco, se refleja claramente su estilo. En los temas se entrelazan melodías ochentosas con el grunge y derivados del metal de los ´90, además de un interesante vaivén de climas sonoros que se potencian con el notable paisaje de sus letras. Inquietud mediante, esta arriesgada propuesta tiene a sus protagonistas: Emanuel Sáez y Pablo Passano (voces y guitarras), Gregorio Martínez


(bajo) y Juan Carlos Ruíz (batería). “Indudablemente nos marcó la música de las dos décadas anteriores. Grupos como Smashing Pumpkins, Nirvana, Rage Against The Machine, Depeche Mode y Nine Inch Nails fueron algunas de nuestras cabeceras fundamentales”, enumera Ema, cantante y mentor de B.A.K, a pocos días de presentarse por primera vez en La Trastienda.

—Sin embargo, también hay influencia de otros conjuntos anglo más antiguos, ¿no es así?

—Por supuesto. Los Beatles, Black Sabbath, The Clash y de acá. Nos identificamos con la lírica de Babasónicos, Los Redondos, Soda Stéreo y Luis Alberto Spinetta. Con la poesía de Charly García me empapé para sentarme a escribir.

—Al principio cantabas prácticamente todas las canciones en inglés y recién en TERRÍCOLAS apostaste más por el castellano, ¿por qué el cambio? —En 2003, cuando sacamos nuestro primer EP, el 90 por ciento era en inglés y sólo destellábamos alguna frase en castellano. Jugábamos con los dos idiomas. En 2005 el EP fue íntegramente en inglés. Y recién para este disco invertimos, tal como vos decís. Resulta que para la post producción de TERRÍCOLAS teníamos 20 temas preparados. Hasta que un día llegó a la sala Martín Carrizo, nuestro productor, y nos sugirió que cantemos en castellano. Entendimos la razón y le metimos para adelante. Ahora nuestros shows son de dos sets: uno en castellano y otro en inglés.


—¿Ricardo Mollo los conoció cuando cantaban en inglés? —En 2004 laburaba en la calle Talcahuano. Un día estaba con mi viejo y nos cruzamos con Ricardo Mollo. Mi papá lo conoce de hace mil años, son colegas de la música, de la década del ´80. Esa vez aproveché para darle el EP de la banda, y no esperaba su respuesta. Hasta que un día me llamó, me dijo que lo escuchó y que le gustó mucho la crudeza musical. Después me ofreció que vayamos a su estudio en Parque Leloir para darnos algunos consejos. ¿Cómo no íbamos a ir? De una nos mandamos. Y él nos tiró buenos consejos. Primero de todo, que lo mejor sería que apostemos al castellano, que nos iba a convenir por una cuestión de público. Nos habló de la perseverancia. Hizo mucho hincapié en el esfuerzo y en cómo enfrentarnos al público y conquistarlo. También hablamos sobre negociaciones. Mollo nos motivó cuando nos puso su pulgar hacia arriba. Después llegaron los cambios.

—Últimamente suelen lookearse para salir al escenario, ¿a qué se debe?

—Es cierto. Apareció este año esa idea. Hay una vuelta hacia un esquema que tiene que ver con nuestras raíces. En enero estuve en Bolivia, Jujuy y Salta, quedé muy tocado con la cultura. Me influenció cómo los tipos se pintaban para salir a las batallas. Fue impresionante recorrer todos los momentos históricos: el español cuando llegó a colonizar, los restos del imperio Inca y las culturas anteriores. Cuando les conté a mis compañeros sobre la experiencia, enseguida se re engancharon.


Tenemos un estilo musical muy anglosajón y está bueno mezclarlo con una imagen autóctona. Esa es la idea: conseguir buena música con algo propio. Hacerlo local. Es como hacen los Babasónicos: son muy europeos pero muy argentinos a la vez. Las bandas argentinas deberían buscar un mejor nivel, al estilo de las de afuera, y mixturar con nuestra cultura.

—Su sonido, más allá de las diferencias de estilo, se emparenta a los trabajos del Indio Solari en lo sofisticado y tecnológico, ¿influye el acercamiento que tienen al ex cantante de Los Redondos debido a que tu padre es su representante?

—Como te decía antes, son muchas las influencias. Incluso hasta el Nü Metal. Para nosotros los primeros tres discos de Korn fueron fundamentales. Lo del parecido con lo del Indio tiene que ver con la mano de Martín Carrizo, quien intervino en el último disco. En el sonido de la batería se nota la mano de Martín tanto en lo de Solari como en lo nuestro. Pensá que él estuvo muy metido en el disco a la hora de la grabación.

—Así como hablan de la contaminación en la canción que lleva el nombre del grupo, ustedes abordan con esmero lo que se ve en la ciudad, ¿se consideran cronistas de Buenos Aires? —En las letras tratamos de mostrar la realidad que vivimos en el país a través de un abanico de colores. Por eso cuentan cosas buenas y terribles a la vez. Aquí ves a turistas que flashean con la


ciudad. Ves a pibitos fumando paco, a tipos que matan y a la gente que pide para comer. De eso también habla “Zoológico urbano”, de las tantas cosas que se ven a la vez en las calles. En este caso hablamos del barrio de Palermo: ves a los policías haciendo sus transas y mientras tanto los travestis trabajando en la calle.

—Hace poco hicieron una gira con Los Natas. ¿Cómo fue la experiencia?

—Habíamos tocado el año pasado y nos enganchamos mutuamente. El manager de Los Natas nos dijo que ellos no suelen hacer giras con otros grupos, pero que se coparon con nuestra música. A nosotros nos motivó haberlos conocido, ya que son anti comerciales y laburan de la música. No es que uno quiere ser Cerati y llenar estadios de fútbol para vivir de la música. Si llega el éxito, buenísimo, a disfrutarlo, pero no es lo central. Hay muchos músicos que se equivocan y creen que el objetivo es llenar estadios para llenarse de guita. Pero te aseguro que uno puede vivir de la música de una forma tranquila y sin llenar grandes lugares. Sólo hay que trabajar y apostar a los ideales. Nosotros hacemos lo que queremos y vivimos de lo que queremos. Nuestro vicio es la música. DESTACADAS: “Hay muchos músicos que se equivocan y creen que el objetivo es llenar estadios para llenarse de guita.”


“En las letras tratamos de mostrar la realidad que vivimos en el país a través de un abanico de colores. Por eso cuentan cosas buenas y terribles a la vez.”


Buenos Aires Karma

"Terrícolas"

El disco de Buenos Aires Karma fue editado en 2009. La lista de temas es: 1. Violento para los niños 2. Galaga 3. Droga alienígena 4. Zoológico urbano (noches londinenses en Palermo) 5. Navegantes 6. Elevándome con ilusiones 7. Adoleciencia 8. Químicos 9. Buenos Aires Karma 10. Nubes negras


Del dengueano Oeste –con la venia desinteresada de Ricardo Mollo–, los BAK acaban de editar Terrícolas, con un sonido rockero sórdido y furioso.


En agosto de 2004, este cronista se encontraba en la quinta que los Divididos tienen en el Oeste del conurbano (más precisamente en Parque Leloir), en ocasión de entrevistar a Ricardo Mollo, a pocos días de que Catriel Ciavarella ingresara a la aplanadora en reemplazo de Jorge Araujo. “¿Qué banda nueva escuché y me gustó mucho? Buenos Aires Karma. Esos chicos son muy buenos… lástima que canten en


inglés”, confesaba Ricardo, hombre poco afecto al elogio fácil. Cinco años después, los cuatro Buenos Aires Karma –Emanuel Sáez, guitarra y voz; Pablo Passano, guitarra y voz; Juan Carlos Ruiz, batería; y Gregorio Martínez, bajo– se bajan unos tostados en un bar de Castelar. Mollo nunca produjo a los Karma y tampoco los recomendó a una compañía, pero les tiró una señal que los cuatro entendieron perfectamente: acá hay algo. “En 2003, cuando grabamos nuestro primer EP, que fue el que escuchó Ricardo, no teníamos experiencia en grabación. Pero, al parecer, ese material lo flasheó y nos tiró buena onda. Creo que ahí nos dimos cuenta del potencial que teníamos; pero como éramos más pendejos lo grabamos todo así nomás, aunque a mucha gente le gustó”, dice con orgullo Emanuel. “Somos pacientes y metódicos”, agrega Pablo, la pata hinduista de BAK. “Hay bandas que se desesperan y en tres años tienen que tener todo resuelto, y para nosotros no es así. La idea es hacer música, cada vez mejor, y progresar en la composición.” Y como toda buena historia, el componente bizarro dice presente: “En ese tiempo también grabamos otro EP de cinco temas que nunca editamos y que era una mezcla de rock barrial y glam rock. Aquellas canciones las grabamos con una


portaestudio digital que nos prestó Guillermo Vilas a través del papá de Ema (Julio Sáez, guitarrista y compositor de Plus y Taxi, hombre de confianza del Indio Solari, alguna vez integrante de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado). Sería muy largo de explicar, pero podés poner que de alguna manera Willy estuvo en nuestro inicio”. El ahora de Buenos Aires Karma no tiene destino de estadios, pero para un grupo que recién asoma su cabeza desde Ituzaingó, y que lucha contra la falta de difusión y un mercado cada vez más chico, es mejor de lo que ellos imaginaban: acaban de lanzar Terrícolas, un poderoso disco de diez canciones de rock de guitarras espesas y oscuras, hijas de la densidad nerviosa de Alice in Chains y Soundgarden, producido por Martín Carrizo, levantaron el pasado fin de semana un Niceto ante 400 personas –junto a sus coterráneos de Yicos y Planta–, y a fines de mayo se van de gira con los Natas. “Tuvimos veinte días para grabar todo porque Martín estaba muy ajustado con su agenda y lo teníamos que hacer rápido. Al final quedó buenísimo porque fue muy orgánico y muy crudo, sin meterle ninguna máquina; no es Nevermind, pero es el disco de una banda de rock al palo”, cuenta Emanuel.


La prehistoria de Buenos Aires Karma dice que en el comienzo fue el inglés. Con la misma formación editaron luego de su debut un segundo mini álbum (Nadie respira por vos, 2005) y un tercero –sacando provecho de la ductilidad armónica de los cantantes– con versiones acústicas (The Wonderland Sessions, 2006). Todos en inglés. Hasta que llegó Carrizo y las cosas empezaron a transformarse, como quería Mollo. Gregorio planta bandera: “Ahora nos sentimos cómodos con el español, aunque el próximo disco tal vez lo grabemos en castellano y en inglés”. Buenos Aires Karma promedia los 27 años y una carrera en el under que no comenzó con sus primeros shows como proyecto establecido a inicios de esta década sino en el secundario. Su primer concierto lo dieron sin Gregorio (el bajista en ese momento era su hermano mayor) a los quince años en una fiesta de la escuela. El repertorio incluía Ratones Paranoicos, La Renga, Sumo y sólo dos composiciones propias. Se guardaron dos años entre 1999 y 2001 para darle forma a la criatura. Esquivaron la tentación de salir a rockear y perfeccionaron su sonido hasta que decidieron que ya era hora de pisar los escenarios y lo hicieron como Underglam. Ema, Pablo y Carlos tenían 18 y Goyo 15. ¿Qué sucedió entre los Ratones y el rock oscuro y heterodoxo que hoy profesan? Habla el pequeño Sáez: “Estábamos


descubriendo mucha música y eso nos hizo abrir la mente. Tal vez la primera etapa era más industrial y había más temas instrumentales, no como ahora, que tal vez haya más canciones. La culpa la tienen el hermano y el primo de Gregorio, que nos quemaron la bocha” (risas). Pero ellos saben que hacer pie en el rock argentino no es tarea fácil. “Hace poco fuimos a tocar a General Rodríguez, al costado de la vía, para cuarenta personas. Cuando llegamos había un tipo haciendo karaoke de Palito Ortega y un inflable con chicos jugando; un bajón, pero fuimos igual”, cuenta Carlos. “Si hay un evento, tenés que ir a volantear; si hay un concierto, tenés que ir a volantear, a estar presente para que se conozca tu banda. Lo mismo acá en el Oeste. Nosotros armamos fiestas en nuestra casa y cae gente que por ahí te vio tocar y que se mandó, pero es un trabajo que lleva tiempo”, reconoce Passano. “Acá tenés que cuidarte, ensayar, estar bien y prepararte para un mercado que no te da ni bola. En Europa te hacen videos, te preparan una gira; acá en muchos lugares ni siquiera hay equipos para tocar y las compañías esperan que metas mil personas o que entregues el orto para que te consideren. Nosotros queremos mostrar lo que hacemos y, fundamentalmente, mostrar nuestro vivo, que es un show contundente de rock. Hay bandas como No Lo Soporto que aparecen en los diarios y cuando las ves en vivo no pasa nada, y


no queremos eso. Aspiramos a tocar cada día con mejores bandas y salir del barrio, sin ser un producto que un medio te mete en los oídos a la fuerza.” Las performances de Buenos Aires Karma, además de ser poderosas entregas de adrenalina, son cambiantes. Desde aquellas noches de desmadre de 2005, cuando explotaban con maquillaje corrido Locomondo en Ramos Mejía ente 50 efusivos fanáticos, hasta la presentación reciente de Terrícolas en el Teatro Antesala lookeados como guerreros tribales, ellos manejan su tiempo y espacio. Por eso no llamó la atención que se unieran al beat multicolor de Yicos y la cadencia combativa de Planta para la fecha de Niceto. Terrícolas fue editado de manera independiente por Buenos Aires Karma y la distribución, uno de los principales obstáculos de los artistas independientes, está a cargo de DBN. Un plan que, como reconoce Emanuel, “ayuda pero no te cambia la vida, porque la tenemos que seguir remando, y los shows sirven para eso. Nuestra meta es artística y no nos desesperamos por llevar mucha gente, ni tener guita, ni chicas, ni drogas, sino que se trata de un proyecto artístico serio”, apunta el bajista. Y remata: “Las chicas y las drogas ya estaban en el colegio; entonces, ¿para qué armar una banda para tenerlas?”.


Desde Ituzaingó, en el Oeste del Gran Buenos Aires, llega Buenos Aires Karma con “Terrícolas”, su disco debut. La banda ya registró tres EPs, entre 2003 y 2006, con letras en inglés y castellano, y está integrada por Emanuel Sáez (voz y guitarra), Gregorio Martínez (bajo), Juan Ruiz (batería) y Pablo Passano (voz y guitarra). “Terrícolas” fue producido artísticamente por la propia banda y por Martín Carrizo. Las canciones del podcast: “Galaga”, “Zoológico urbano”, “Adolescencia” y “Buenos Aires Karma”.



Droga alienígena para terrícolas Buenos Aires Karma presentó oficialmente su primer disco “Terrícolas” en La Trastienda. Crónica de una noche llena de distorsión, sonidos extravagantes y un poco de pintura fluorescente. La noche del jueves arranco a las 21hs, con la participación como banda invitada de Proyecto Esencial. Oriundos de zona norte, con melodías compuestas por guitarras de acordes dulces, mezcladas con letras oscuras, la banda tocó un repertorio de unos 30 minutos, mientras la gente de iba acercando al lugar. Fue una buena introducción para lo que vendría. A las 22hs. puntual se abrió el telón y Buenos Aires Karma salió a escena. Se trataba de un show particular, ya que la banda del Oeste


presentaba en forma oficial su primer LP “Terrícolas”, el cual cuenta con la producción de Martín Carrizo. El grupo empezó su show con luces tenues y salieron a escena con algunas partes de sus caras pintadas con maquillaje fluorescente, lo cual sólo permitía ver algunas manchas de color sobre el escenario mientras se escuchaba la música que tocaban envueltos en una bruma de luz azul. Finalizada la introducción con “Aborigenes”, casi sin parar de tocar, la banda arrancó con los primeros acordes de su tema “Zoológico Urbano”. Esa fue la invitación para subirse a un tren de sonidos llenos de acordes estilo grunge, zapadas sónicas y mucho hard rock. Seguidamente tocaron “The Secret”, donde se pudo apreciar no sólo la combinación en el escenario de las voces de los dos guitarristas, Emanuel Sáez y Pablo Passano, sino que también se escucharon las primeras estrofas cantadas en inglés mezcladas con estribillos en castellano. La lista de temas siguió con “Galaga”, otro hit de su reciente álbum, que cuenta con el primer video clip realizado por la banda, dirigido por Iván Vaccaro. El viaje sonoro siguió con más temas de su nuevo disco y se escucharon los primeros ritmos de “Droga alienígena”, donde la


batería de Juan Carlos Ruiz se fusiona con los acordes interpretados por el bajo de Gregorio Martínez. Los BAK tocaron una seguidilla de temas colmados de zapadas como “Navegantes” y “Samsara”, y este último duró casi diez minutos de los cuales siete fueron pura energía instrumental. El show volvió a su fuerza inicial con “Another gun for my crimes” y “Químicos” para dar lugar a su primer invitado, Pepo de la banda Planta, que se subió al escenario para cantar el tema “Buenos Aires Karma” con una mezcla de hip-hop y reggae que le dio un toque de originalidad y marcó una gran diferencia llegando al final del show. Los BAK se despacharon con sus últimas canciones “The Riddler” y “Violento para los niños”, y sorprendieron al público al invitar a Martín Carrizo para el cierre del show, quien se encargó de terminar de llenar de energía el escenario al ritmo de la percusión. Así, a todo volumen y con el guitarrista Pablo Passano revolcándose por el piso con su guitarra, los BAK terminaron un concierto que se podría definir como un viaje musical en el que todos los estados emocionales pasaron sin dejar de opacarse entre sí y donde los cuatro músicos se complementaron generando un sonido completamente diferente al que se escucha en las radios de hoy.


¿Serán la banda que se viene como ellos se anuncian? Desde un lugar completamente original y auténtico, y manifestando un género musical tan propio que es difícil encasillarlos, los Buenos Aires Karma prometen…y no defraudan. TXT: Anabella Reggiani Tweet

Fotógrafo: Anabella Reggiani





Terricolas Desde el Oeste del Gran Buenos Aires llega Buenos Aires Karma con el sonido noventoso como bandera. Cuenta la historia oficial que Buenos Aires Karma se formó en Ituzaingó a fines de los noventa y que luego se recluyeron durante dos años, entre 1999 y 2001, para pulir su sonido y mejorar las composiciones. Pero cuando finalmente el cuarteto integrado por Emanuel Saéz (voz y guitarra), Gregorio Martinez (bajo), Juan Carlos Ruiz (batería) y Pablo Passano (voz y


guitarra) decidió despertar a la criatura dormida, los resultados favorables no tardaron en llegar. En 2003 editaron su primer EP homónimo, en 2005 fue el turno del segundo EP, Nadie respira por vos, y el último fue The Wonderland Sessions de 2006, todos cantados en inglés. Sin embargo, la aparición del productor Martín Carrizo, por recomendación del papá de Emanuel (Julio Saéz, manager del Indio y guitarrista en el primer disco solista del ex Redondos) cambió fuertemente los planes de la banda ya que tuvieron que virar al castellano para plasmar los diez temas que componen Terrícolas. Como en casi todas las producciones en las que Carrizo toma el mando, el sonido violento y la pared de guitarras distorsionadas son la característica principal. Así lo demuestran la voz densa y el aire comprimido de “Violento para los niños” mientras en “Galaga”, los Buenos Aires Karma sacan a relucir un costado más amable y melódico, cercano al grunge. La batería de Juan Carlos Ruiz sumada al bajo de Gregorio Martínez da comienzo al ritmo más pesado de “Droga alienígena” en la cual se mezclan líneas en inglés y castellano. El cuarto tema, “Zoológico urbano”, va subiendo la apuesta de a poco sobre una base de pop inglés en donde las violas muteadas suenan hipnóticas


y logran así uno de las mejores canciones de Terrícolas. “Navegantes” es otra demostración pop del cuarteto del Oeste que aquí baja los decibeles con esta especie de balada calma que se va en fade out para darle paso al interesante juego de guitarras que muestran Emanuel Sáez y Pablo Passano en “Elevándome con ilusiones”. Los efectos a lo Audioslave en “Adoleciencia” recuerdan a Tom Morello al tiempo que pasa la potencia de “Químicos” y Pepo, de la banda amiga Planta, agrega su voz en esa mezcla de hiphop y grunge bonaerense denominada “Buenos Aires Karma”. El inocente comienzo de “Nubes negras” se suma a unos acordes que remiten a los temas más oscuros de Soda Stereo y que en la segunda parte se fusionan con distorsiones y sonidos que irradian la sensación de que el mundo se destruye en cualquier momento.

Buenos Aires Karma demuestra en Terrícolas que son fieles seguidores del sonido marca `90´s y que, a pesar de haberse iniciado haciendo covers de los Ratones Paranoicos y La Renga, la maduración les llegó para el lado de la oscuridad y ese costado queda muy bien reflejado en este primer trabajo.


La espera valió la pena En la presentación de su primer disco recientemente editado, el cuarteto del Oeste del Gran Buenos Aires, brindó un potente e intenso show en el barrio de Palermo. Luego de más de media docena de canciones en formato acústico interpretadas por el grupo soporte Flip Invaders, que sirvió de buen contraste para la posterior electricidad y distorsión del conjunto principal, Buenos Aires Karma salió a escena para presentar su primer disco, titulado “Terrícolas”, casi tres horas después de cómo estaba anunciado en los afiches. Eran las 00:45hs. El lugar elegido para el recital fue un reducto denominado “Antesala”, en el cuál se pudo ver a un público 100 % joven que colmó la capacidad


del lugar. Con un riff bien grunge, uno de los mejores temas de su flamante primer disco en estudio, “Galaga”, dio comienzo al recital de una manera bien potente. El ritmo bien marcado por el bajo al principio de “Aborígenes” introdujo a un rock bien rabioso y violento que contó también con la buena armonización de las voces de sus dos guitarristas, Emanuel Sáez y Pablo Passano. En “Alien” se pudieron apreciar unas guitarras al estilo britpop, pero siempre combinadas con la decisión del grunge. La exhibición de los temas del primer álbum siguió de la mano del riff pegadizo de “Zoológico urbano” en dónde la energía que el grupo ofrece, queda resumida en la frase “ya habrá tiempo para dormir“. “Navegantes”, en el que se destaca una guitarra espacial, empieza con un tempo un poco más lento que el resto de los temas, pero sin perder la intensidad, que parece ser una de las constantes de la banda. La base rítmica conformada por Gregorio Martínez en bajo y Juan Carlos Ruiz en batería proporcionó seguridad y un desempeño bien firme durante todo el concierto. Uno de los dos cantantes de la banda, invita al público a pararse, para que pudiesen bailar y sentirse más libres al percibir todo lo que ofrecía


el grupo. Dentro de la gran cantidad de influencias que se pueden descubrir en el grupo, en “Another gun for my crimes” parecería haber, por momentos, posturas del new-metal de los 90’. En esta canción que forma parte del segundo EP de la banda ”Nadie respira por vos”, se vislumbra una melodía interesante. El solo que Passano realiza se adapta al tema de una manera perfecta. La estrella parece ser el sonido del grupo. Con un buen detalle del baterista con su high-hat al comienzo del tema “The secret that we know”, se muestra otra faceta del grupo, que es la distorsión pero aplicada a un estilo que podría ser cercano al punk. Dicha canción culminó a todo volumen e intensidad. Martínez con su bajo, empieza con un ritmo bien funk para introducir otro variante más en el estilo rockero y violento del grupo, para interpretar la canción que hace referencia a un ingrediente vital para cualquier tipo de relación amorosa, “Químicos”. Según uno de sus dos cantantes, Emanuel Sáez, interpretarían la versión original del tema que se encuentra en su flamante primer disco y que le da nombre a la banda. “Buenos Aires Karma”, fue tan vibrante que el público agradeció con una gran ovación la interpretación de esa canción.


Una guitarra con flanger dio introducción a una especia de balada apocalíptica, titulada “Nubes negras”, cuya letra dice “no quiero estar en un mundo sin control, sin color, que no libera su dolor”. De todos modos, termina con un poco de fe hacia la posibilidad de un cambio favorable, “ sin embargo, hay una esperanza, inquebrantable”. No es casualidad que este cuarteto haga acordar un poco al grupo Carajo, que lidera el ex-Animal Marcelo "Corvata" Corvalán, ya que “Terrícolas” fue coproducido con otro ex-Animal, Martín Carrizo. Luego de doce temas, en un plasma se proyectó el video del tema “Galaga”. En “Samsara” continúan con la distorsión característica del grupo, pero con un detalle estético: los cuatro integrantes aparecieron pintados en la cara y el cuerpo. Antes del cierre, interpretaron una canción que los autores contaron que la compusieron a los 18 años : “The riddle” contiene un riff bien duro y machacante que lleva adelante a todo el tema. Tanto el eco utilizado en una de las dos voces, el wah-wah en la guitarra de Sáez y los gritos desencajados que provenían desde el escenario, trajeron el momento mas violento e intenso, hablando en términos artísticos. “Violento para los niños”, que abre el disco nuevo, fue el tema elegido para cerrar el recital a


todo volumen y descontrol. La banda suena como una verdadera pared maciza, que sirve para que los cuatro integrantes se destaquen todo el tiempo. Por suerte, en el rock nacional hay grupos como Buenos Aires Karma que se alejan del género tan básico como lo es el del rock “chabón”, “barrial”, o como se quiera llamarlo. Este conjunto explora todo el tiempo nuevo sonidos y estilos, siempre de una forma bien personal y auténtica. A lo largo de todos los temas, se pudo percibir una especie de “sábana” psicodélica que recubre a todo el repertorio de la banda, dándole otro toque de distinción y originalidad. Quizás uno de los secretos de este grupo de tanta calidad artística sea la conjunción de las dos guitarras, una especie de Fender Stratocaster por un lado y por el otro, una Gibson. Quién haya escuchado los tres EP’s del grupo y ahora el nuevo disco, sólo conoce un 50% de “Buenos Aires Karma”, el resto del porcentaje se experimenta en el viaje que es el grupo en vivo. Y sí, la espera, finalmente, valió la pena.



Oriundos de Ituzaingo, B.A.K. (Buenos Aires Karma) se formó en el año 2002; la componen: Emanuel Saez en voz y guitarra, Pablo Passano en voz y guitarra, Juan Ruiz en batería, Gregorio Martinez en bajo. Con bases en el Rock Alternativo, el Punk, la Electrónica y el Pop, B.A.K. siempre esta en la búsqueda constante de expandir el universo y las barreras de la música. Influencias innegables y experiencias vividas pasan a través del filtro, espiritual, físico y mental, de sus 4 integrantes, dándole vida al sonido y la imagen de la banda. Desde el vestuario hasta las caracterizaciones, el estilo de B.A.K. es urgente y hormonal, con


armonías vocales elaboradas, con letras en inglés y castellano. La banda tiene en su haber 3 Ep: Buenos Aires Karma (2003), Nadie Respira Por Vos (2005), The Wonderland Sessions (2006). "TERRÍCOLAS" su primer LP, contó con la producción artística conjunta de Martín Carrizo y B.A.K y la distribución de D.B.N. "TERRÍCOLAS" tiene diez canciones... Un primer trabajo discográfico que resume la jóven carrera artística de la banda y que les permitirá subir un escalón más a estos cuatro amantes de L’Musique.


BUENOS AIRES KARMA: “Es una oscuridad media porno”. “Buenos Aires Karma” se funda en el año 2003 desde el oeste del gran buenos aires. Lograron editar 3 EP (“Bs. As. Karma” 2003, “Nadie respira por vos” 2005 y “The Wonderland Sessions” 2006) hasta que este año editaron su primer disco oficial titulado “Terrícolas”. Su nuevo y primer CD contiene 10 canciones que junto con la lírica pasan por distintos momentos, violentos, oscuros, psicodélicos y “poperos”. “Buenos Aires Karma” buscó plasmar una oscuridad impactante para que sea un disco potente. No se dejan de lado las canciones que mezclan el castellano con el inglés. “Terrícolas” fue lanzado y grabado de forma independiente por la banda, aunque cuenta con la distribución de DBN y con la producción de Martín Carrizo. A pesar de haber lanzado hace muy poco su primer disco, “Buenos Aires Karma” ya tiene canciones nuevas, que intentarán ser más luminosas para lanzar en un futuro un segundo disco que haga contraste con el primero


Entrevista con “Buenos Aires Karma” en “Rock en las Venas”.


“Estamos tratando de dar el siguiente paso” Antes de desembarcar con toda su potencia rockera en San Telmo, la banda más experimental del Oeste habla de su pasado, presente y futuro.

“Elegimos tocar en La Trastienda para ponernos en el lugar en que creemos que merecemos estar”, afirman los cuatro Buenos Aires Karma (Emmanuel Sáez, voz y guitarra; Pablo Passano, voz y guitarra; Juan Carlos Ruiz, batería y Gregorio Martínez, bajo)


en su centro de operaciones, ubicado en Castelar, en medio de una ansiedad generalizada ante la presentación más importante de la banda, al menos hasta el momento. Si bien las primeras zapadas comenzaron cuando tenían 13 años coincidiendo con el descubrimiento de la música, el origen de BAK data de 2001, tiempo en que la formación se terminaba de ensamblar con el ingreso de Gregorio en bajo (puesto que antes había ocupado su hermano) “Con la banda fuimos atravesando muchas etapas y descubriendo diferentes estilos de música”, rememora Pablo. “En el 2003 cuando sacamos el primer EP todo se hizo más formal y comenzamos a tocar más seguido”, agrega Emanuel. Justamente, ese primer material disparó elogios de Ricardo Mollo, aunque la banda mantiene su perfil bajo y le resta importancia a las declaraciones del líder Divididos: “A veces los medios ponen que somos los protegidos de Mollo y nada que ver” Luego de otros dos EP (“Nadie respira por vos” de 2005 y “The Wonderland Sessions” de 2006) tambien en ingles, llegaría el turno de grabar el primer disco con la producción de Martín Carrizo. “Siempre tuvimos admiración por él como músico, al batero (Juan Carlos) le gustaba ANIMAL y a mi me encanta Cerati. Cuando nos enteramos que tenía un


estudio, fuimos y sonaba increíble”, comenta Pablo, y añade sobre la influencia del productor en “Terrícolas” : “En un principio, el disco iba a ser 50 y 50 pero Martín nos convenció para que sea todo en castellano, aunque quedaron algunas frases en ingles. Influyó mucho en el audio, prácticamente le dimos la libertad para que tome las decisiones que crea convenientes. Aunque tuvimos alguna riña al final salió bien.” En tanto, el otro cantante analiza que “la respuesta de la gente y los medios refleja que los pasos fueron los correctos.” Además, BAK define al disco como “potente y crudo, pero si se lo escucha atentamente tiene mucho trabajo, arpegios de viola, arreglos y armonías vocales.” Entre la falta de difusión y un mercado plagado de bandas, BAK busca una solución, “Estamos en el proceso de tratar de dar el siguiente paso. Trabajamos tanto por nuestra música que ya estamos hartos de hacerle el negocio a otro, entonces nos resignaremos a tocar menos o a elegir mejor las fechas”, sostiene Sáez, y arremete sobre la convocatoria: “Nosotros hacemos una música que no tiene nada que ver con lo popular y masivo. Creo que hay un público pero es una minoría. Passano, habitual generador de declaraciones fuertes, dispara contra los canales de música: “Si MTV pasa tu video es un milagro, pero te lo pasa a las 3 de la mañana mientras que a la tarde pasan


Tokio Hotel. Estos medios no promueven lo artístico sino el consumo, difunden lo que van a comprar todos los teenagers.” Y Gregorio redobla la apuesta con una elocuente comparación: “MTV es como Tinnelli (Marcelo) si lo que más garpa son los videos de los Chili Pepers y Queens Of the Stone Age ponen eso, si de repente lo que más garpa son las minas que se suben a una limusina y se meten en las piezas de los chavones ponen 12 horas de eso.” En 2009, la banda paseó su hard rock alternativo por diferentes circuitos y reunió buena convocatoria de público, primero se presentaron en Antesala de Palermo y luego en Niceto junto a Yicos y Planta: “Es re loco que metemos más gente en Capital que en el Oeste”, comenta sorprendido Juan Carlos. Más tarde, la actividad continuó con una gira junto a Los Natas, y Emanuel alecciona sobre esa experiencia: “Nos sirvió para darnos cuenta que una banda que va por un camino distinto al que va la masa, como Los Natas, puede laburar. Sergio (Chotsurián) nos dijo: “la música ya esta, sigan tocando y no flasheen que van a ser Motley Crue.” Ahora se viene La Trastienda, el 6 de agosto, y la banda coincide: “Lo estamos encarando como la presentación más importante del año. Tocar en ese lugar nos incentiva a preparan un show especial con más temas, con invitados como Martín Carrizo y Pepo Rotondi (PLANTA), entre otros.”


Los BAK no se conforman con esta actualidad y miran hacia delante: “La confianza que tenemos en nuestras canciones nos estimula a seguir” y adelantan, entre bromas, que el género que predominará en el próximo disco será “pop pasado por acido lisérgico. El metal no murió, pero el pop tiene que nacer.”


Buenos Aires Karma Ramos Mejía, Buenos Aires Banda de rock del oeste del Gran Buenos Aires. "Terrícolas" (2009) fue el nombre del disco debut, que contó con la producción artística conjunta de Martín Carrizo y B.A.K. Género: Alternativo, Rock, Post-punk.


NOTICIA

BuenosAiresKarma,LaissezFairedicen: GIRAMOSPORLACOSTA! Cuando sólo quedan días nomás para que se termine el verano, las bandas que en esta temporada que ya se va aprovecharon para girar por la costa al ritmo del rock, el reggae, el ska, y los sonidos del rock alternativo hablan de cómo les fue y cuentan cuales son los pro y los contra de vivir este tipo de experiencia.

Quince tipos viviendo en un misma casa durante días, ensayos sobre el pasto de los parques y también sobre la arena, giras nocturnas –en paralelo- por los casinos de las


ciudades balnearias, el ‘no podemos volver, falta uno’, noches cortas pero intensas, los asados y las fogatas son tan sólo algunos de los clásicos en todo tour en los que de las bandas y gran parte del público rockero argentino se embarcan durante los meses de enero y febrero recorriendo ciudades como Mar del Plata, Villa Gessel, San Bernardo, Mar de Ajó y Necochea para dar a conocer su música en vacaciones. De esto mismo hablan en esta nota Buenos Aires Karma, Laissez Faire los grupos que en el verano protagonizaron este tipo de movida.


El caso de Buenos Aires Karmay Laissez Faire, que decidieron combinar e involucrarse juntas en su gira veraniega –la cual tuvo su cierre el pasado 25 de febrero ni más ni menos que en el local palermitano de Niceto- demuestra como se puede llevar a cabo un tour junto a otra banda con todo lo que eso implica. Leo Moreno, Cantante y guitarrista de Laissez Faire confiesa que ‘además de la solvencia y la

constancia sonora que adquiere el grupo, uno forja un caparazón en todo sentido: artístico, musical y humano, ya se vive todo el tiempo con los compañeros de banda en todo momento, y a veces cuesta, pero abarca desde ya un lado muy


fuerte en caminar y tocar mucho’. ‘El hecho de compartir tantos días con tus compañeros de ruta, te curte y te une mucho, eso es buenísimo’, resumen Buenos Aires Karma que en enero plantaron su rock alternativo en quince shows dados en catorce intensos días junto a sus colegas de Laissez Faire.


CRÓNICA DE SHOW‐ AT CONCERT

Bs As Karma en La Trastienda Jueves por la noche, el aire frío que golpea contra el rostro. Jueves por la noche, a pasos del último día

laboral de la semana. Jueves por la noche, con ese condimento especial que tiene el cuarto día hábil de la semana en el que siempre suceden cosas interesantes. Jueves por la noche, qué mejor ocasión

para la presentación de un disco. Jueves por la noche, en La Trastienda; jueves por la noche, Buenos Aires Karma. De a poco la gente comenzó a acercarse al reducto ubicado en la calle Balcarce 460, para una noche a

puro rock. Y digo a puro rock, porque en primer turno Proyecto Esencial subió al escenario para ir calentando los motores. La banda surgida en zona norte del Gran Buenos Aires, presentó un set bien rockero: durante tramos del show, muy al estilo Los 7 Delfines, pero

sin dejar la impronta propia de la banda, presentaron temas de su segundo disco Arderás, que cuenta con la producción de Martín Carrizo.


A la noche del jueves le restaban apenas dos horas para transformarse en viernes; era hora del plato

principal. Una melodía un tanto psicodélica sirvió para cambiar la atmósfera de La Trastienda previo a la apertura del telón. Rápidamente los músicos subieron a escena, todos maquillados con colores

fluorensentes en sus rostros marcando de entrada que no solo buscan su propio estilo desde lo musical sino también a la puesta en escena. Terrícolas, nombre del nuevo disco (y primer LP de la banda), se abrió paso con Zoológico urbano y

Elevándome con ilusiones, que junto con The secret that we know, proveniente del EP Nadie respira por vos, dieron el punta pie inicial. La característica

central del arranque (y de casi todo el show, pero más que nada del comienzo) fue la distorsion en las guitarras, que incluso en tramos sonaron con violencia. No obstante un armonioso arpegio para la

intro de Adoleciencia, volcó el sonido para el lado del pop hacia el inicio de la canción, que contra todo pronóstico culminó con un Juan Carlos Ruiz furioso en cada golpe a su batería, Gregorio Martínez muy sólido con el bajo y las guitarras de Emanuel Saéz y Pablo Paisano rockeando desenfrenadamente.


No podía faltar Galaga, tema que cuenta con video propio que se estrenó muy recientemente. Dentro de ese segmento también se escuchó Navegantes, y como para no quedarse solamente en el nuevo

material, Samsara llegó desde el EP Buenos Aires Karma, que data de 2003. Con un fragmento de Canción para un marino de

Haydee Vegazzi como introducción (tal como en el trabajo de estudio), Nubes fue la elegida para continuar con la presentación de Terrícolas. Químicos y Another gun for my crimes, pasaron sin invitados al

igual que todas las canciones anteriores. Pero Buenos Aires Karma no iba a dejar impaga esa cuota, por eso


Pepo de P.L.A.N.T.A. se sumó para aportarle la voz al tema homónimo al cuarteto sobre el escenario, como así también Martín Carrizo a la percusión en el cierre del show.

Jueves por la noche; jueves que se terminaba y Buenos Aires Karma nada más y nada menos que en La Trastienda, presentó su nuevo disco Terrícolas. Difícil de encasillar en un género, ya que transita pasajes oscuros, violentos y por momentos transitando la esfera de lo pop, con un estilo clásico de dos guitarras, bajo y batería, Buenos Aires Karma trata de pegar el salto, salir del under y empezar mostrarse para más gente.


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Antes de desembarcar con toda su potencia rockera en San Telmo, la banda más experimental del Oeste habla de su pasado, presente y futuro. “Elegimos tocar en La Trastienda para ponernos en el lugar en que creemos que merecemos estar”, afirman los cuatro Buenos Aires Karma (Emmanuel Sáez, voz y guitarra; Pablo Passano, voz y guitarra; Juan Carlos Ruiz, batería y Gregorio Martínez, bajo) en su centro de operaciones, ubicado en Castelar, en medio de una ansiedad generalizada ante la presentación más importante de la banda, al menos hasta el momento. Si bien las primeras zapadas comenzaron cuando tenían 13 años coincidiendo con el descubrimiento de la música, el origen de BAK data de 2001, tiempo en que la formación se terminaba de ensamblar con el ingreso de Gregorio en bajo (puesto que antes había ocupado su hermano) “Con la banda fuimos atravesando muchas etapas y descubriendo diferentes estilos de música”, rememora Pablo. “En el 2003 cuando sacamos el primer EP todo


se hizo más formal y comenzamos a tocar más seguido”, agrega Emanuel. Justamente, ese primer material disparó elogios de Ricardo Mollo, aunque la banda mantiene su perfil bajo y le resta importancia a las declaraciones del líder Divididos: “A veces los medios ponen que somos los protegidos de Mollo y nada que ver”

Luego de otros dos EP (“Nadie respira por vos” de 2005 y “The Wonderland Sessions” de 2006) tambien en ingles, llegaría el turno de grabar el primer disco con la producción de Martín Carrizo. “Siempre tuvimos admiración por él como músico, al batero (Juan Carlos) le gustaba ANIMAL y a mi me encanta Cerati. Cuando nos enteramos que tenía un estudio, fuimos y


sonaba increíble”, comenta Pablo, y añade sobre la influencia del productor en “Terrícolas” : “En un principio, el disco iba a ser 50 y 50 pero Martín nos convenció para que sea todo en castellano, aunque quedaron algunas frases en ingles. Influyó mucho en el audio, prácticamente le dimos la libertad para que tome las decisiones que crea convenientes. Aunque tuvimos alguna riña al final salió bien.” En tanto, el otro cantante analiza que “la respuesta de la gente y los medios refleja que los pasos fueron los correctos.” Además, BAK define al disco como “potente y crudo, pero si se lo escucha atentamente tiene mucho trabajo, arpegios de viola, arreglos y armonías vocales.”


Entre la falta de difusión y un mercado plagado de bandas, BAK busca una solución, “Estamos en el proceso de tratar de dar el siguiente paso. Trabajamos tanto por nuestra música que ya estamos hartos de hacerle el negocio a otro, entonces nos resignaremos a tocar menos o a elegir mejor las fechas”, sostiene Sáez, y arremete sobre la convocatoria: “Nosotros hacemos una música que no tiene nada que ver con lo popular y masivo. Creo que hay un público pero es una minoría. Passano, habitual generador de declaraciones fuertes, dispara contra los canales de música: “Si MTV pasa tu video es un milagro, pero te lo pasa a las 3 de la mañana mientras que a la tarde pasan Tokio Hotel. Estos medios no promueven lo artístico sino el consumo, difunden lo que van a comprar todos los teenagers.” Y Gregorio redobla la apuesta con una elocuente comparación: “MTV es como Tinnelli (Marcelo) si lo que más garpa son los videos de los Chili Pepers y Queens Of the Stone Age ponen eso, si de repente lo que más garpa son las minas que se suben a una limusina y se meten en las piezas de los chavones ponen 12 horas de eso.”


En 2009, la banda paseó su hard rock alternativo por diferentes circuitos y reunió buena convocatoria de público, primero se presentaron en Antesala de Palermo y luego en Niceto junto a Yicos y Planta: “Es re loco que metemos más gente en Capital que en el Oeste”, comenta sorprendido Juan Carlos. Más tarde, la actividad continuó con una gira junto a Los Natas, y Emanuel alecciona sobre esa experiencia: “Nos sirvió para darnos cuenta que una banda que va por un camino distinto al que va la masa, como Los Natas, puede laburar. Sergio (Chotsurián) nos dijo: “la música ya esta, sigan tocando y no flasheen que van a ser Motley Crue.” Ahora se viene La Trastienda, el 6 de agosto, y la banda coincide: “Lo estamos encarando como la presentación más importante del año. Tocar en ese lugar nos incentiva a preparan un show especial con más temas, con invitados como Martín Carrizo y Pepo Rotondi (PLANTA), entre otros.” Los BAK no se conforman con esta actualidad y miran hacia delante: “La confianza que tenemos en nuestras canciones nos estimula a seguir” y adelantan, entre bromas, que el género que predominará en el próximo disco


será “pop pasado por acido lisérgico. El metal no murió, pero el pop tiene que nacer.”



BUENOS AIRES KARMA FECHAS Y NUEVOS PROYECTOS Este 2010 arranco sin descanso para B.A.K. Con un Tour a través de la Costa Atlántica junto a sus colegas, Laissez Faire y un cierre explosivo en Niceto Club (Febrero). Luego la banda se encerró a pulir la preproducción de lo que será el predecesor de "Terrícolas" y comenzó a impulsar y a darle más vuelo a las fiestas que organizan y en las que hacen de anfitriones: "Que La Pases Bien Amiguito" y "La Fiesta Del Futuro". Por ellas han pasado bandas emergentes de diversos estilos, con la idea de generar una movida en común: Los Umbanda, Viva Elástico, P.l.a.n.t.a, Yicos, Les Mentettes, Le Microkosmos, 107 Faunos, Trueno Blanco, Artifex, Explorador Azul, Juanito Flow, Alfonso el Pintor y Patricio Martinotti entre otros. "Que La Pases Bien Amiguito" surgió incipientemente a principios del 2008 en La Casa Wonderland (Sala y estudio de B.A.K en Castelar)


pero con el tiempo fue tomando fuerza hasta llegar a la actualidad. Con bases en el Rock Alternativo, el Punk, la Electrónica y el Pop, B.A.K. siempre está en la búsqueda constante de expandir el universo y las barreras de la música. Influencias innegables y experiencias vividas pasan a través del filtro, espiritual, físico y mental, de sus cuatro integrantes, dándole vida al sonido y la imágen de la banda. Desde el vestuario hasta las caracterizaciones, el estilo de B.A.K. es urgente y hormonal, con armonías vocales elaboradas, con letras en inglés y castellano. Por estos tiempos el grupo entra a grabar su 2do Lp (aún sin título) que cuenta con la producción artística de Damián Torrisi en conjunto con B.A.K.











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