Un Bosque de Cuentos Gabriela Simonetti - Grez, Javier A. Simonetti & Masisa Forestal S.A.
[Portada: El copihue y la niña. Belén Rayén Cayuqueo Ancamilla, alumna de la Escuela Las Colinas de Pantano (hasta diciembre 2011)]
Un Bosque de Cuentos Gabriela Simonetti - Grez, Javier A. Simonetti & Masisa Forestal S.A. Editores
Patrocinan:
Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
kauyeken
Índice AGRADECIMIENTOS PRÓLOGO Ximena Abogabir UN BOSQUE DE CUENTOS Gabriela Simonetti-Grez y Javier A. Simonetti EDUCACIÓN AMBIENTAL MASISA FORESTAL S.A. Equipo del Programa Educación Ambiental, Masisa Forestal S.A.
LA MUERTE DEL LEÓN Bastián Enrique Maureira Arias EL PUMA ABANDONADO Gustavo Leonardo Cereceda Lepimán LA SERPIENTE ABANDONADA Diego Arturo Lemunao Colicheo UN LOBO Y UNA LOBA Luis Alexis Neliman Manque EN EL BOSQUE NATIVO HAY VARIOS ANIMALES Estephannie Francini Lefimil Huillin LA SERPIENTE MUERTA Armando Alexis Ancán Ancán
CUENTOS DE MI BOSQUE ESCUELA MUNICIPAL G 366 JUNTA HUAMAQUI EL BOSQUE NATIVO Jairo Lisandro Vidal Mesias EL BOSQUE NATIVO Antonio Maximiliano Leviqueo Catripi ESCUELA MUNICIPAL LOS GALPONES EL CONEJO David Nicolás Antilef Millaman EL PICAFLOR Y YO Giselle del Carmen Maureria Lemunao LA FLOR BORDADA Y EL COPIHUE Millaray Teresa Huaiquimil Manque LA TRAMPA DEL PUMA Ronald Andrés Huillin Colicheo LA ZORRA DEL BOSQUE Glenn Aymar Pérez Santín KRISNA VE UN ZORRITO EN EL BOSQUE NATIVO Krisna Ornella Colicheo Santín EL PICAFLOR DEL NIDO Gianfranco del Piero Colicheo Santín
ESCUELA MUNICIPAL TROMEN QUEPE EL BOSQUE Y LOS ANIMALES Felipe Alejandro Vidal Lefiqueo LA AVENTURA Daniela Alejandra Navarrete Riquelme EL ZORRO Y LA LIEBRE Roxana María Tragol Manqueo EL CONEJO Y LA LIEBRE Manuel Jesús Tragol Manqueo LOS ANIMALES, LAS NIÑAS Y EL BOSQUE Rocío Nicole Martin Cabrera EL PUMA Y YO Juan Eduardo Currin Marillan EL ZORRO Y EL BOSQUE Marco Antonio Hueche Arias EL MEDIO AMBIENTE Carla Andrea Quiñelef Huiriqueo ESCUELA ALBERTO MOLINA CASTILLO EL NIÑO Y SU ZORRO Génesis Catalina Ortega Saravia GARDENIA EN EL BOSQUE Cristina Elizabeth Gómez Tejos
EL BOSQUE DE CHILE Felipe AndrésTorres Muñoz EL PUMA Montserrat Andrea Rojas Castro EL HIJO PERDIDO Scarlett Berenice Quezada Leiva ESCUELA EVARISTA OGALDE ORTEGA ROSALIA Y SU MONTAÑA Ulda Espinoza Díaz LA LIEBRE Y LA TORTUGA Iván Andrés Godoy Castro EL BÚHO Diego Castillo Sánchez EL CONEJO EN EL BOSQUE Karina Yolanda Utreras Castillo EL CAZADOR Luis Humberto Ferrada Briones EL LOBO Y EL PEDAZO DE CARNE Alonso Sebastián Ramírez Martínez EL CUERVO Johnatan Carter González UN ZORRO EN LOS PIES DE MI CAMA Javiera Urrutia Matamala EL CONEJITO PERDIDO EN EL BOSQUE Felipe Eduardo Andrés Sandoval Sandoval ¡A SALVAR EL BOSQUE! Monserrat Alejandra Arias Hidalgo LA IDEA DE PEDRO Carlos Alberto Sandoval Chandía ESCUELA LOS COIGÜES ¿POR QUÉ ESTÁS TRISTE MADRE TIERRA? Bastián Jean Pool Muñoz Sepúlveda EL CASTAÑO
Monserrat Alejandra Elgueta Fuentes CUENTOS DEL MEDIO AMBIENTE Yeison Juvenal Muñoz Sepúlveda CUENTO DEL MEDIO AMBIENTE Jaime Ignacio Muñoz Sepúlveda EL PATRÓN, EL VENADO Y EL LEÓN Alexis Antonio Elgueta Sepúlveda ARRIBA EN LA CORDILLERA Bayron Jesús Sepúlveda Guzmán EL BOSQUE ENCANTADO Estefanía Urzula Sepúlveda Lillo MI BOSQUE Cristián Alexis Sepúlveda Lillo EL COIGÜE Cesar Ignacio Lillo Sepúlveda LAS PROTECTORAS DEL BOSQUE ANA Y SOFÍA Krishna Yuyuniz Sepúlveda Guzmán LA HORMIGA DEL BOSQUE Maikel Fuentes Sepúlveda LOS AMIGOS DEL BOSQUE Maximiliano Sebastián Reynoso Canales UNA LECCIÓN PARA EL CAZADOR Nicolás Danilo Fuentes Sepúlveda EL NACIMIENTO DE UNA SEMILLA Scarleth Alejandra Contreras Contreras TRES AMIGOS DE VACACIONES Cristofer Bryan Elgueta Sepúlveda ESCUELA PARTICULAR SUBVENCIONADA DIEGO PORTALES EL GRAN BOSQUE Rosa Abigail Callumán Pichiñan EL ZORRO HAMBRIENTO Fabián Alonso Atriñanco Millapi EL BOSQUE NATIVO Gonzalo Israel Huichacura Antil
EL BOSQUE NATIVO Rosa Isabel Caniupan Huenchulao EL BOSQUE NATIVO Marcos Florencio Treupil Llanquileo EL BOSQUE NATIVO Milena Aanais Treupil Llanquileo LOS ÁRBOLES NATIVOS Angela Loreto Catriñanco Millapi EL BOSQUE Génesis Daniela Huichacura Llanquileo EL BOSQUE Y LOS ANIMALES Camila Belén Ñanculeo Cona EL CONEJO Y EL ZORRO Yaritxa Liliana Caniumil Llanquileo EL BOSQUE María Francisca Cáceres Levil EL BOSQUE Patricia Yenifer Ñanculeo Rivas EL ZORRO V/S LAS GALLINAS Diego Andrés Huichacura Norambuena EL BOSQUE NATIVO Alexis Rodrigo Mayolafquen Llanquileo EL ÁRBOL HECHIZADO Javiera Andrea Rucan Lizama ESCUELA PARTICULAR SUBVENCIONADA LAS COLINAS LA MACHI Y EL CANELO Wagulen Wekuyen Chehuan Huala EL COPIHUE Y LA NIÑA Belén Rayén Cayuqueo Ancamilla EL ÁRBOL NATIVO Jonathan Matías Ancamilla Nauelpi VIOLETA Y EL CANELO Rosa Elisa Maldonado Calluqueo
EL PEQUEÑO HUALLE Violeta Amara Sepúlveda Roa EL CANELO MÁGICO Miguel Angel Norin Chehuán LOS ÁRBOLES Y EL NIÑO Héctor Leonardo Huenchunado Ancamilla LA MACHI Y EL CANELO Aiyen Carolina Nahuelpi Aguilera EL CONEJO EN EL BOSQUE Emerson Eliecer Nahuelpi Marin ESCUELA BÁSICA E-431 MENQUE EL TIBURÓN Y LA BALLENA Guiselle Stephanie Orellana Yévenes EL ÁRBOL GIGANTE Jorge Raúl Mato Poblete LA NATURALEZA Carlos Mauricio Escalona Pérez LA NATURALEZA Y LOS ANIMALES Ignacio Andrés Vergara Fuentealba EL PÁJARO COPITO Katherine Gumercinda Carrasco Torres MIS VACACIONES Bastián Alberto Alarcón Jara EL JARDÍN NATURAL Thiare Escarleth Jeréz Avello EL BOSQUE DE MENQUE Yasna Margot Riffo Salas LA NATURALEZA ES MI HÁBITAT Carolina Scarlet Jara Paredes LA TAREA DE LOS NIÑOS EN EL BOSQUE NATIVO Olga Yulissa Granadino Salas CUIDADO CON EL INCENDIO Camila Constanza Álvarez Mondaca & Elizabeth Alejandra Granadino Salas
Agradecimientos Este libro no sería posible sin el entusiasmo de las niñas y niños, sus padres y apoderados, sus profesores y las monitoras del Programa de Educación Ambiental de Masisa Forestal S.A., Dalia Paredes y Carolina González. Agradecemos a Roberto Mesa, supervisor de Masisa Forestal S.A. y parte del equipo del Programa de Educación Ambiental, y a todos los colaboradores directos de operaciones de Masisa Forestal S.A., quienes apoyan permanentemente el desarrollo de las actividades con las escuelas. Agradecemos también a las Profesoras Alejandra Aravena (Escuela Los Coigües), Miriam Huechucura (Escuela Diego Portales), Rosalía Huenulaf (Escuela Junta Huamaqui), María Victoria Riveros (Escuela Evarista Ogalde), Julia Torres (Escuela Las Colinas) y los Profesores José Nelson Muñoz (Escuela Los Galpones), Pedro Muñoz (Escuela Alberto Molina Castillo), Ramón Salinas (Escuela Tromen Quepe) y Héctor Parra (Escuela Menque) por su apoyo al motivar a los niños a escribir y dibujar sus cuentos. Agradecemos asimismo a todos los padres y apoderados, quienes autorizaron la publicación de los cuentos y dibujos elaborados por los niños. Un agradecimiento especial merece Margarita Celis Plá, Jefe de Gestión Social y Ambiental, responsable del Programa de Educación Ambiental en Masisa Forestal S.A., quien en rigor es una coeditora de este libro. Roxana Pérez (Secretaria de Dirección) y Ronny Zúñiga (Asistente de Investigación), ambos del Departamento de Ciencias Ecológicas, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile, colaboraron decididamente en la preparación del libro, transcribiendo los textos manuscritos de los niños y preparando las figuras en formato digital para su impresión. Su ayuda diligente y desinteresada es muy agradecida. Este libro es un proyecto de la naciente organización Kauyeken, y es posible gracias al generoso apoyo de Masisa Forestal S.A., quien financia esta iniciativa como parte de su programa de actividades de su Programa de Educación Ambiental. Su apoyo es reconocido con gratitud.
Prólogo Tiempo atrás quisimos averiguar por qué algunas personas habían desarrollado esa especial sensibilidad que las movía a “tomarse la molestia” de minimizar y separar sus residuos para posibilitar su reciclado, que hacían un uso eficiente del agua y de la energía, que cuidaban plantas y animales y una larga lista de hábitos que caracterizan el comportamiento sustentable. Después de mucho preguntar, llegamos a la conclusión que la mayoría de ellos rememoraban un instante en su niñez en que, generalmente de la mano de un adulto, se habían detenido a contemplar un atardecer, se habían refrescado en un río cristalino, habían observado el vuelo de un pájaro o el laborioso quehacer de un insecto… en medio de un bosque nativo. Concluimos así que una experiencia en la naturaleza valdría siempre más que mil palabras, y de ahí nuestro compromiso con la educación al aire libre, especialmente si los participantes son niñas y niños urbanos de escasos recursos que viven en un ambiente artificial, generalmente hostil. Por ello, el libro “Bosque de Cuentos” me parece una gran iniciativa que posiblemente dará semillas que germinarán en las mentes y los corazones de los niños que participaron, de los profesores que los guiaron y posiblemente de los apoderados que les ayudaron. A medida que revisaba los cuentos y dibujos, recordé a un periodista quien se propuso investigar cómo se había generado el fin de la Guerra Fría que tantos beneficios -y nuevos desafíos- significó para toda la Humanidad. Para ello, entrevistó a Mijail Gorbachov, autor intelectual de la caída del muro de Berlín. El ex Premier de la extinta URSS declaró haberse inspirado en Lech Valesa, creador del Movimiento Solidaridad en Polonia. A continuación, el periodista consultó al carismático Lech Valesa, quien afirmó que su motivación surgió a partir de los principios de Martín Luther King, el padre de los derechos civiles en Estados Unidos.
Dado que Martín Luther King había sido asesinado en 1965, el investigador debió revisar sus escritos. En ellos constató que King afirmaba que su opción por terminar con la discriminación racial nació en Alabama, durante un viaje en autobús, mientras él estaba sentado en la parte trasera porque así estaba establecido que debían situarse las personas de raza negra. Durante el trayecto, subió Rose Parks, una mujer afroamericana de 42 años, de baja estatura, quien se sentó en la parte delantera. Al ser conminada a ceder su asiento a un hombre blanco, fue arrestada y debió pagar una multa de 14 dólares. Constatar el acto de coraje de esta mujer, llevó a Martín Luther King a comprometerse con la resistencia no violenta a los actos de discriminación que en esos tiempo sufría la población de color en Estados Unidos, opción que años más tarde le costaría la vida. Posiblemente, nunca sospechó Rose Parks que su pequeño acto de desafío a lo que ella consideraba injusto, generaría posiblemente el mayor cambio en el rumbo de la Humanidad que cincuenta años después transformaría el destino de 6 billones de personas. Probablemente, esta modesta costurera nunca se sintió responsable de la Humanidad toda, ni pretendió realizar un acto heroico. Simplemente se propuso actuar en la forma que ella consideraba correcta en todos los ámbitos de su vida, responsabilizándose de sus opciones y no de sus resultados, ya que éstos, definitivamente no dependerían de ella. He aprendido a desconfiar de quienes se proponen cambiar a la humanidad, imponiendo lo que ellos estiman correcto para todos. En cambio, cada día admiro más a las personas que se proponen ser impecables en todo lo que hacen, asumiendo plenamente las consecuencias de cada decisión cotidiana. Es fácil estar de acuerdo con la necesidad de proteger los recursos naturales y, sin darnos cuenta, derrochar agua y energía en nuestros actos cotidianos. O votar por quienes ofrecen mejorar nuestra particular posición en la sociedad, o conservar nuestros privilegios, sin preguntarnos si lo que es bueno para mí, es bueno también para toda la sociedad.
Si cada empresario, cada trabajador, cada educador, cada vecino, cada representante gubernamental se concentrara en imitar a Rose Parks, y simplemente intenta ser impecable en todo lo que hace durante el día, posiblemente nuestra comunidad nacional podrá dar un salto similar al que dio Estados Unidos con la discriminación racial, y la cultura occidental con la caída del Muro de Berlín. Ese cambio cultural que requerimos para avanzar en la construcción de un país sustentable para todos, definitivamente no será producto de una ley, sino de la transformación profunda de cada uno de nosotros. “Bosque de Cuentos” me parece ser una iniciativa que apunta en esa dirección, por lo que felicito de corazón a Masisa, al grupo editor, a los profesores, apoderados y, muy especialmente a los niños y niñas de todas las Escuelas……. La invitación es a esforzarnos cada día por plantar las semillas del mundo que deseamos dejar para ellos. Ximena Abogabir S. Fundación Casa de la Paz Septiembre, 2012
Los Bosques son nuestro patrimonio Gabriela Simonetti-Grez & Javier A. Simonetti
Los bosques son parte de nuestro patrimonio. Nuestros bosques son reconocidos mundialmente por albergar una diversidad biológica única y rica en especies, incluyendo una gran variedad de árboles y enredaderas. Entre los árboles se encuentra la araucaria, uno de los árboles más longevos del mundo. Entre las enredaderas se encuentra el copihue, nuestra flor nacional. Entre los animales destaca el ciervo volante, el insecto más grande del país, así como la ranita de Darwin, cuyos machos incuban sus crías en sus sacos bucales y el monito del monte, un verdadero fósil viviente. Estas especies, junto a muchas otras como los hualles, las costillas de vaca, digüeñes, chucaos y pudúes son ejemplos de la diversidad biológica propia de los bosques del centro y sur de Chile, la que constituye un acervo biológico distintivo de nuestro país.
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Flores de copihue en un bosque del Maule. Ciervo volante en bosques de La Junta
La riqueza biológica de los bosques y las especies que lo habitan forman parte de nuestra cultura. El copihue por ejemplo, es la flor nacional y el canelo es un árbol sagrado. Estas y muchas otras especies han inspirado los poemas de Gabriela Mistral, Pablo de Rokha y Pablo Neruda entre otros poetas. Boldos, araucarias, musgos, junto a la selva austral son retratadas en el Poema de Chile de la Premio Nobel Gabriela Mistral, donde nos muestra que toda cultura comienza por el contacto con lo propio de nuestra tierra, nuestros bosques. Por su parte, en su Epopeya de las comidas y bebidas de Chile, Pablo de Rokha resalta ramadas con quincha de chilcas, los costillares preparados en asadores de maqui a los pies de peumos, pataguas y boldos, las bondades del humo de ulmos para el ahumado de la carne, entre otras delicias culinarias de nuestros bosques en una actividad tan diaria como alimentarnos. Los poemas de Gabriela Mistral y Pablo de Rokha resaltan el valor de lo nuestro en el diario vivir. Es más, Juvencio Valle, otro de nuestros grandes poetas, autor de “Del monte en la ladera” se identificaba tanto con nuestros bosques que es conocido como “antropodéndrico”, esto es, un “hombre arbóreo”. Para él, el bosque es una casa, nuestra casa.
El futuro de estos bosques, el cuidado y conservación de este patrimonio, de esta casa, depende en buena medida de si nosotros, en especial por las futuras generaciones, los niños de hoy, comprendemos y valoramos su importancia biológica y cultural. Como ha expresado en forma elocuente Baba Dioum, conservacionista de Senegal, “En definitiva, sólo conservaremos lo que amamos, sólo amaremos lo que conocemos, y sólo conoceremos lo que nos enseñen”. Por lo tanto, conocer este patrimonio resulta entonces indispensable si queremos seguir gozando de los beneficios que nos presta. Respecto de nuestros bosques, Pablo Neruda, otro gran poeta, nos dice que “Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta”. Los cuentos y dibujos expresan las visiones del mundo, especialmente en los niños y jóvenes. Estas miradas, que reflejan su modo de entender el mundo que les rodea, guían sus conductas hacia el entorno. Los bosques son, por excelencia, donde ocurren muchos de nuestros cuentos infantiles. En este contexto, hemos querido invitar a jóvenes de escuelas del centro-sur para que nos cuenten historias de sus bosques, nos compartan sus miradas sobre el bosque y sus significados, siendo ellos actores privilegiados al vivir donde nacen los cuentos. De hecho, Jorge Teillier, otro de nuestros poetas, dice que “el sur de Chile… es un lugar de bosques como aquellos donde se ambientan nuestros cuentos infantiles”, de manera que conocer de historias escritas por niños y jóvenes que viven precisamente en la zona de los bosques nos ilustrará sobre el patrimonio que estos bosques representan. 14
Al mismo tiempo, transmitir las vivencias y visiones sobre nuestros bosques y las especies de plantas y animales que lo habitan es indispensable para mantener viva la memoria. Con la creciente urbanización de nuestra población, cada vez se tiene menos contacto con la naturaleza. Con ello se nos extingue la experiencia, no recibimos la educación que la misma naturaleza nos provee sobre nuestros bosques y así, dejamos de conocerlos y con ello, de quererlos y protegerlos, como nos recuerda Baba Dioum. La extinción de la experiencia la refleja nítidamente nuestra poetisa Gabriela Mistral cuando dice “Gentes hay que ni las ven y pasan como que nada” en su poema sobre las flores de nuestros cerros. La gente a la cual se refiere mira pero no ve, mira pero no sabe que lo que observa, ven nada donde hay vida. Desarraigados de los bosques, estos comienzan a ser ignorados, como lo relata la Profesora Ulda Espinoza en su cuento “Rosalía y su montaña” en este libro. Evitar esta pérdida del conocimiento y aprecio al bosque es un desafío que debemos abordar, y los cuentos escritos por los niños y jóvenes son un mecanismo para compartir experiencias sobre el bosque, manteniendo vivo nuestro conocimiento y apreciación sobre los bosques en nuestra vida cotidiana. En los cuentos publicados en este libro, los niños rescatan su relación con el bosque, se apropian de su entorno y expresan a través de su imaginario su conocimiento, las inquietudes, preocupaciones y valores que relacionan con la naturaleza, compartiendo lo que el bosque significa para cada uno de ellos. De hecho, la mayoría de los niños escribe sobre la protección de la naturaleza, de los árboles, de los bosques en general y como hábitat de flora y fauna. De igual manera, los niños reconocen a numerosas actividades humanas como una amenaza para el bosque,
incluyendo a los incendios intencionales, la contaminación y la tala excesiva. Además, ellos mismos proponen iniciativas de cuidado y protección, incluyendo actividades como reforestación, limpieza de basura y entrega de información mediante conversaciones y carteles. Todo ello refleja sensibilidad hacia la pérdida de los bosques. Ello se relaciona en parte con el hecho que los niños reconocen al bosque como un elemento de su bienestar, ya que indican que el bosque les provee numerosos servicios ecosistémicos. Entre ellos destacan con mayor frecuencia las oportunidades de recreación y esparcimiento que ofrecen los bosques, así como los recursos medicinales, leña y alimento. La mayor parte de los niños que mencionan usos del bosque se refieren a estos de manera positiva. Por lo tanto, la pérdida o degradación de los bosques les significaría una pérdida de oportunidades. Perdido el bosque, no solamente se perderían las especies de plantas y animales, sino también los paisajes, sus significados, los recursos y las historias que nacen de ellos, todo lo que se traduce en un empobrecimiento cultural. Los cuentos recopilados en este libro recogen una variedad de temas, los que además de la protección de la naturaleza abarcan el carácter de hábitat del bosque, como un espacio no solamente donde viven muchas especies sino también como el lugar donde nacen historias de amor incluyendo el cuidado de los padres a sus hijos, tanto entre humanos como entre la fauna del bosque. Además, el bosque es el lugar donde se recrean, juegan y fantasean. Otro tema muy frecuente entre los cuentos de este libro es el bosque como el lugar donde habitan, la casa, muchas especies. En ocasiones, el bosque conlleva riesgos, en especial por la fauna de carnívoros que lo habita, como los zorros y los pumas. Estos son descritos como depredadores de las aves de corral y ganado, además de una amenaza directa a los humanos. Sin embargo, en otros cuentos, el puma aparece como una animal preferido e incluso, inserto en historias de amistad con los niños. Los bosques retratados en los cuentos de este libro son habitados por numerosas especies. La mayoría son árboles y aves. Entra las especies de plantas, el roble o hualle, el canelo, el coigüe y el copihue son actores frecuentes de los cuentos. El canelo es interesante pues la mayor parte de sus menciones se refieren a este como un árbol medicinal. Efectivamente, sus hojas y corteza se usan para limpiar heridas, contra dolores, ayuda a cicatrizar úlceras, además de emplearse contra el escorbuto. No obstante los bosques contienen otras especies que son usadas con frecuencia como alimento, tales como nalcas y digüenes, estas especies aparecen pocas veces en los cuentos. De hecho, el bosque como proveedor de alimentos es mucho menos frecuente que el uso como fuente de medicinas y leña. Casi la mitad de las especies de plantas mencionadas son especies exóticas, sean estos árboles frutales como manzanos, ciruelos y castaños, o de interés forestal como el pino y el eucalipto. Los niños también mencionan especies de flor, como rosas, margaritas y dalias. Los animales que aparecen en los cuentos son generalmente vertebrados: aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces. Entre las aves, las más mencionadas son el búho y el picaflor. Aves propias de los bosques como el chucao y el colilargo son, curiosamente, muy poco mencionadas en los cuentos y aparecen junto a tencas, tordos, halcones,
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águilas, perdices, torcazas, codornices, pidenes, queltehues y zorzales en las descripciones de las aves del bosque. Entre los mamíferos, el zorro, puma y conejos son los más mencionados. Otros que se señalan en menor frecuencia son la liebre, el chingue, la guiña, el pudú y el coipo. Así como mencionan al conejo y la liebre, los niños también reconocen la presencia de otra especie exótica y peligrosa en nuestros bosques: el jabalí. De igual forma aparecen mencionadas las especies domésticas más comunes, incluyendo con mayor frecuencia al perro y la oveja. Los reptiles y anfibios aparecen en menor cantidad de cuentos y los niños se refieren a ellos solamente en términos muy generales como culebras o serpientes, sin distinguir si es una culebra de cola corta o una de cola larga, por ejemplo. Igual cosa ocurre con los sapos, sin distinguir si es un sapito de Darwin, la rana grande o el sapito de cuatro ojos entre otros. En breve, son solamente “sapos y culebras”. En la naturaleza, los invertebrados, incluyendo todo tipo de insectos, arañas, milpiés y gusanos, son el grupo más rico en especies diferentes, pero muy pocas son mencionadas en los cuentos. Así, tímidamente aparecen una lombriz, una araña, una mariposa y una hormiga, además de la madre de la culebra y un palote. Este desbalance a favor de mencionar preferentemente los vertebrados, y dentro de ellos a las aves es muy común en todos los niños del mundo, y guarda relación con la facilidad para observar animales más grandes y visibles. Aquí emerge el riesgo del que nos alerta Baba Dioum: si no los conocemos, no los valoramos. 16
Cabe mencionar que en varios cuentos, las plantaciones forestales son consideradas bosque y viceversa, se considera al bosque nativo como resultado de una plantación. Otra confusión que aparece en los cuentos de nuestros bosques se refiere a la fauna que lo habita, la que incluye lobos, tigres, monos, tortugas y ardillas, aún cuando ellos sean fauna que no está presente en los bosques de nuestro país. Estos hechos también son frecuentes en los niños de diferentes partes del mundo, quienes conocen más de fauna de otros países usualmente por medio de programas de televisión, los que comienzan a reemplazar la experiencia directa con el entorno que les rodea. No obstante, los cuentos hacen alusiones muy sensibles e inteligentes sobre los organismos que habitan el bosque, mencionando por ejemplo a las interacciones entre los depredadores y sus presas, a la competencia entre animales por algunos recursos, los perros como amenaza a la fauna silvestre o los efectos de la sequía, lo cual sugiere observación y asimilación de los hechos observados. Este conocimiento y experiencia son elementos indispensables para contar con generaciones futuras cultas y concientes de la relevancia del bosque en sus vidas. De hecho, la mayoría de los niños expresa su preocupación por el futuro de los bosques y menciona la necesidad de mantenerlos como partes consustanciales a su bienestar. Esta actitud augura una buena posibilidad para tener ciudadanos concientes de sus actos hacia el bosque y del valor biológico, económico, social y cultural que estos tienen en nuestro diario vivir: son nuestro patrimonio. Los niños y jóvenes educados nos permitirán seguir contando con bosques, las especies que los habitan no estarán amenazadas como tampoco lo estará nuestro futuro. Ello se refleja en el verdadero bosque de cuentos que nos entregan los niños de Junta Huamaqui, Los Galpones, Los Coigües, Diego Portales, Las Colinas y Menque.
Educación Ambiental en Masisa Forestal S.A. Equipo del Programa Educación Ambiental, Masisa Forestal S.A.
Para la empresa Masisa Forestal S.A, la relación con sus comunidades vecinas está presente en los valores y principios de la organización. Dentro de la Unidad de Gestión Social y Ambiental, se han incorporado los principios de la responsabilidad social en una relación e interacción con las comunidades priorizadas de los entornos forestales. En razón a la amplia distribución del patrimonio forestal de Masisa Forestal S.A., cada unidad territorial responde a una realidad local, considerando la presencia desde la región del Maule hasta la región de Los Lagos. En cada área se identifican los sectores donde la presencia patrimonial y las acciones forestales tienen relevancia e impactan el mundo social, cultural y económico de las comunidades locales, bajo un enfoque de gestión del entorno. Cada uno de estos sectores y comunidades reviste características especiales, pero al mismo tiempo comparten elementos, los que se tienen en cuenta. Así, se reconocen dos grandes divisiones territoriales: en las Regiones del Maule y del Bío-Bío se trata principalmente de comunidades rurales campesinas y, en las Regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos se trata de comunidades rurales campesinas donde se encuentran también comunidades rurales indígenas. 17
En aspectos de transferencia educativa de orden ambiental, el Programa Educación Ambiental de Masisa Forestal S.A. trabaja en forma directa con las comunidades a través de la vinculación con sus escuelas rurales, desarrollando programas con los alumnos y capacitación de profesores de escuelas con el fin de dejar instaladas capacidades en ellos. Además, promueve la incorporación de las escuelas al Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE) del Ministerio de Medio Ambiente, agregándole de esta forma valor a la gestión de las escuelas. Además, el Programa enfatiza en la ejecución de proyectos ambientales de manejo sustentable de residuos, conservación del bosque nativo y biodiversidad, y la participación de la comunidad en actividades de carácter ambiental. Todo lo anterior incorporado al Programa de Eco Acción de Masisa, el cual está orientado a mitigar los efectos del cambio climático, ahorrando energía y recursos. Una de las temáticas más demandadas por las escuelas es la referente a la conservación del bosque nativo. Por esta razón, todos los años, como Programa realizamos jornadas de plantación de árboles nativos en las escuelas, actividad gestionada en conjunto con la dirección de cada escuela, los alumnos y en muchos casos, sus apoderados. De igual manera, hacemos jornadas de educación ambiental al aire libre, actividades que se realizan en predios de la empresa, en donde existe bosque nativo, o en visita a Áreas Silvestres Protegidas o en campos particulares cercanos a las escuelas.
Como la mayoría de las escuelas que visitamos se encuentran dentro del Sistema de Educación Preferencial (Ley SEP) y son evaluadas anualmente por la prueba Simce, nuestro apoyo pedagógico está enfocado a la realización de actividades que promuevan el desarrollo del lenguaje, las matemáticas y las ciencias. En este contexto, en varias escuelas nuestro Programa promueve la elaboración de cuentos, redactados por los niños, cuentos que reflejan su realidad rural, desde su visión infantil. La llegada de la propuesta de escribir cuentos sobre el Bosque Nativo, presentada por Masisa a las escuelas durante el 2011, generó gran interés por los niños y profesores, quienes en horas de clases se dispusieron a redactar sus historias. Muchos de los cuentos son extraídos de sus propias vivencias en el bosque, y otros tienen matices de cuentos inventados desde su imaginación infantil. Para esta propuesta, elegimos alumnos de 2º a 6º básico, entre 6 y 13 años, ya que sería un buen desafío medir sus aprendizajes en escritura y redacción, elementos que fluyeron libremente en la ejecución de cada obra. Dejando así contentos a ellos mismos y a su profesores.
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Pero interpretar su cuento escrito a través de un dibujo, entusiasmó mucho más a los pequeños, quienes con sus lápices de colores y plumones fueron dando forma a sus relatos, aunque cortitos, con mucha significación de la interpretación de la experiencia personal. De esta forma los niños reflejaban la visión, conocimiento y realidad que presenta el bosque nativo, desde su mirada y en su localidad. Por otra parte, si bien al principio, cada niño escribió su cuento muy entusiasmado, la situación cambió cuando llegamos con la carta que solicitaba la firma del padre o apoderado para publicar sus obras en el libro “Bosque de Cuentos”. Esto generó gran emoción en mucho de los niños y niñas, quienes ya empezaron a sentirse unos grandes escritores. A través de la publicación de este libro, Masisa Forestal S.A, brinda la oportunidad a muchas escuelas rurales del centro-sur de Chile, a salir del anonimato y, principalmente, dar una oportunidad a los niños, para compartir sus talentos, y con ello, motivar a la ciudadanía en la conservación, restauración y preservación de nuestro Bosque Nativo.
Un Bosque de Cuentos Gabriela Simonetti - Grez, Javier A. Simonetti & Masisa Forestal S.A. Editores
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ESCUELA MUNICIPAL G 366 JUNTA HUAMAQUI Sector Junta Huamaqui, Comuna de Chol Chol, IX Región Profesora Rosalía Huenulaf
El Bosque Nativo Jairo Lisandro Vidal Mesias (8 años, 3er Año Básico)
Y
o voy a hablar de mis quebradas. Mis quebradas son grandes y tengo una cascada. Está rodeada de quila, cunquillo y trunes. Yo tengo al lado de mi galpón un avellano, tengo un castaño, gualle y boldo. Entonces cuando se está oscureciendo anda un zorro y unos chingues. Un día el zorro con el chingue se encontraron y el zorro le dijo al chingue “¿quieres casarte conmigo?”, “sí, acepto”. Y se celebró la boda del zorro y el chingue. El chingue es chico y con rayas, el zorro es grande y café. Se casaron, el zorro se está casando con el chingue. Fueron felices para siempre.
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El Bosque Nativo
Antonio Maximiliano Leviqueo Catripi (8 años, 3er Año Básico)
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Y
o voy a hablar de mi quebrada. Mi quebrada tiene canelos, nalcas, quilas, sauces, álamos, cunquiyo y quilcos. Cuando estaba pasando por unos quilcos y vi una tenca y un tordo, yo corrí para alcanzar al tordo y la tenca. Corrí y corrí. Cuando la tenca aterrizó, se posó en su nido y estaba poniendo huevos. De repente, vi a mi abuelita que estaba sacando remedios que se llaman quilco y canelo. Vi a la tenca que no estaba en el nido. Mi abuelita ya estaba yéndose y yo le ayudé a mi abuelita a llevar los remedios. Yo me fui con mi abuelita y llegamos a la casa y mi fantasía se terminó. Mi abuelita recoge yerbas por que tiene una enfermedad.
ESCUELA MUNICIPAL LOS GALPONES Sector Los Galpones, Comuna de Pitrufquén, IX Región Profesor José Nelson Muñoz
El Conejo
David Nicolás Antilef Millaman (9 años, 4º Año Básico)
H
abía una vez un conejo muy inteligente en un bosque nativo. Entonces se dijo “¿por qué está tan feo el bosque?” Entonces llamó a sus amigos y trabajaron y trabajaron hasta que el bosque floreció y el conejo fue unos de los mejores animales. 23
El Picaflor y Yo
Giselle del Carmen Maureria Lemunao (8 años, 2º Año Básico)
C
uando yo fui donde mí tía, vi una campana que estaba en la puerta como un timbre y la toqué. Después sentí una cosa como un ratón, pero no era un ratón, era un picaflor. Lo saqué de la campana y lo llevé a mi casa. Después me sentí arrepentida y lo quise sacar de mi bolsillo porque pensé que se iba a morir y se voló. Después lo volví a ver en el bosque. Estaba feliz y me di cuenta que no era feliz en la campana. Aprendí ahí que no hay que quemar los bosques porque ahí viven los pájaros y picaflores.
La Flor Bordada y El Copihue Millaray Teresa Huaiquimil Manque (8 años, 3er Año Básico)
H
abía una vez un animalito que estaba jugando con otro animalito y eran dos conejitos. Después se fueron a su madriguera en donde se escuchaban puros conejitos. Más allá había un pajarito que atrapó una lombriz y arriba se escuchaban unos pajaritos más pequeños. Después llegó una niña que estaba buscando algo para regalarle a su mamá en su día. Entonces ella vio el nido y lo comenzó a observar y vio un copihue, se lo llevó donde estaba la madriguera. Encontró una flor que parecía como si estuviera bordada y esas dos flores se las llevó a su mamá.
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La Trampa del Puma Ronald Andrés Huillin Colicheo (9 años, 4º Año Básico)
C
uando mis papás fueron al cerro a buscar las ovejas, de repente vieron a un puma. Era color plomo con café. De repente el puma estaba al lado de mi papá y mi mamá estaba en el cerro. De repente había subido al cerro y el puma estaba mirando a mi mamá. Al otro día fueron a buscar la trampa del puma y pusieron un pato y un gallo y los metimos a la trampa del puma. Pasaron los días y nunca pudo caer, pero estaba al lado del gallinero y con una carreta fueron a dejar la trampa allá abajo y tampoco pudimos agarrar al puma.
La Zorra del Bosque Glenn Aymar Pérez Santín (8 años, 3er Año Básico)
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abía una vez un señor llamado Henry. Había pillado una zorra muy pequeña. Henry la cuidó muy bien. Después hizo un bosque nativo y no cobraba nada. Henry sólo tenía 12 años y un mes para sus 13 años. Cada día Henry tenía 1.345 visitantes en el bosque nativo. Al mes llegaron 11.235.400 y al final los policías llegaron. Los policías se sorprendieron que fuera un niño de solo 13 años. Al final, murió el zorro. 25
Krisna ve un Zorrito en El Bosque Nativo Krisna Ornella Colicheo Santín (9 años, 4º Año Básico)
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abía una vez una niña que vio un zorrito en el bosque nativo. Entonces la niña vio al zorrito y llevaba una manta, entonces tapó al zorrito. Se lo llevó a su casa y al otro día después estaba creciendo y creciendo y se fue de la casa. Entonces vio una cueva y entró y una zorra vio y dijo “¿quién eres tú?”, “yo me llamo el zorrito abandonado”, “yo tuve un hijo llamado así ¿y tu mamá donde está?”, “no tengo mamá, porque me había perdido ayer”, “yo perdí a mi hijo ayer a las 12:00”, “yo a esa hora me perdí. Entonces tú eres mi mamá”, “yo también creo que eres mi hijo”.
El Picaflor del Nido
Gianfranco del Piero Colicheo Santín (8 años, 2º Año Básico)
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abía una vez un picaflor que era muy feliz y le daban comida y sus hijos nacieron y se fueron para siempre. Su mamá se preocupó, y los fue a buscar. Había un halcón y se la comió.
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La Muerte del León Bastián Enrique Maureira Arias (9 años, 3er Año Básico)
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n día estaba durmiendo un caballero, sintió un ruido y se levantó, sintió algo y vio a un león. Fue a buscar su escopeta y salió corriendo. Salió por ayuda, fue tocando puerta por puerta de todos los vecinos. Desapareció y se comió una oveja y se subió a un árbol, se quedó un ratito y saltó y le disparó y le disparó. Se metió en una cueva, se desangró y se murió.
El Puma Abandonado Gustavo Leonardo Cereceda Lepimán (8 años, 3er Año Básico)
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abía una mamá puma que tenía cuatro hijitos y justo en ese instante llegó un cazador que mató a la mamá de los pumas y un puma se cayó en un agujero y cuando salió ya no estaban sus hermanos. El puma esperó toda la noche, el puma se quedó tirado y una mamá puma lo pilló y lo adoptó y fueron felices para siempre.
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La Serpiente Abandonada Diego Arturo Lemunao Colicheo (8 años, 3er Año Básico)
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abía una vez un bosque nativo. En la mañana despertaban los animales y una serpiente sin su madre estuvo buscando una madre. De pronto encontró un compañero, que era otra serpiente. Revisó todo el bosque. Después vino un zorrito y le dijo “ya sé dónde está tu madre, está en tu casa” y después que encontró su madre, vivieron felices para siempre.
Un Lobo y una Loba Luis Alexis Neliman Manque (8 años, 3er Año Básico)
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a loba encontró un cachorro y lo alimentó con comida y de repente llegó el lobo y lo quiso como hijo y jugaban lindo para siempre. Después de madrugar llega la mamá y le dijo a papa zorro “tu hijo quiere jugar contigo, tu hijo está bien, pero que no salga solo”. Yo te llamo “papá, papá”, “¿qué cosa?”, “quiero salir para afuera del bosque porque puedo pillar animales malos” y vivieron felices.
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En el Bosque Nativo hay varios animales Estephannie Francini Lefimil Huillin (9 años, 4º Año Básico)
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abía una vez una niña que había visto unos zorritos que pasaron por la calle, que estaba buscando comida en el bosque. Después llegaron los dos zorritos a su casa con su madre y aparecieron dos conejos que estaban jugando, pero sus madres los iban llamando para que se fueran a comer, después van a jugar los dos con sus amigos zorritos. Después cruzaron la calle para ir a dormir y mañana pueden jugar con sus amigos. La niña se iba para la casa antes de que sea tarde o si no la van a retar y llegó y se acostó en la cama. Después los animales se iban despertando para jugar con sus amigos, y después se fueron a comer.
La Serpiente Muerta Armando Alexis Ancán Ancán (8 años, 3er Año Básico)
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reo que antes de ayer mi hermano estaba cuidando las ovejas y mi mamá me dijo “vamos donde tu hermano”, “vamos donde mi hermano” y fuimos donde mi hermano. Nos sentamos en una tabla que hay yo, mi hermano y mi mamá, y dijo mi mamá “vamos a caminar” y fuimos. Primero mi hermano cierra la tranca y fuimos caminando tanto que descansamos un poco y ahí está la serpiente muerta, al lado de un bosque con hartos pinos y un barranco. Después llegamos a la casa.
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ESCUELA MUNICIPAL TROMEN QUEPE Sector Roble Huacho, Comuna de Padre Las Casas, IX Región Profesor Ramón Salinas
El Bosque y Los Animales Felipe Alejandro Vidal Lefiqueo (9 Años, 4º Año Básico)
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n el campo de mi abuelo hay un bonito bosque, donde voy todos los años a ver los árboles y los animales que habitan en el bosque. De repente cuando me iba, vi a una perdiz que estaba enredada con un alambre, la solté y me fui feliz.
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La Aventura
Daniela Alejandra Navarrete Riquelme (8 años, 3er Año Básico)
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n día dos chicas que se llamaban Daniela y Roxana estaban en el colegio, estaban jugando a las escondillidas. Daniela y Roxana se escondieron juntas y vieron un espejo Mágico. En el espejo apareció un bosque, se metieron en el espejo, estaban recorriendo y en la escuela pasó una hora, allá pasó un minuto. A Daniela se le ocurrió una idea, sacó un espejo y se metieron al espejo y salieron del espejo. Ahí las pillaron y Roxana y Daniela lo rompieron y salieron los animales del bosque y la escuela se llenó de animales: el puma, la culebra, los conejos, sapos y muchos más.
El Zorro y La Liebre Roxana María Tragol Manqueo (9 años, 4º Año Básico)
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n día tres hermanos fueron al bosque, se llamaban: Manuel, Yasna y Roxana. Iban caminando por el bosque y se encontraron con Daniela, su amiga. Se juntaron para jugar. Roxana se encontró con un zorro y lo miró con sus propios ojos, se acercó muy lento y el zorro escapó. Tres días después Roxana se fue a la casa con sus hermanos y se despidió de su amiga Daniela “chao” y Roxana se fue a dormir. Despertó y se asustó y apareció el zorro. Estaba botado en la puerta y sangrando. Lo ayudó, fue a buscar un pañuelo y se lo puso. Una liebre apareció justo en la puerta y la liebre estaba muy triste porque era su amigo. El zorro se movía un poco y Roxana llamó a su amiga y le dijo “Daniela”, “¿qué pasa?”, “Daniela venga por favor, un zorro está herido y una liebre esta triste”. Daniela llegó y dijo “muy bien” y lo operaron y se recuperó y fueron muy felices por siempre y los hermanos estaban muy bien felices. 31
El Conejo y La Liebre Manuel Jesús Tragol Manqueo (10 años, 2º Año Básico) El conejo y la liebre yo he visto un conejo, un bosque una primavera, unos frutos, arboles un puma, animales, zorro vives en un bosque ratones culebras y serpientes muy feliz, bien tigres Mamá y papá feliz yo paso muy feliz yo soy feliz. fin.
Los Animales, Las Niñas y El Bosque Rocío Nicole Martin Cabrera (8 años, 3er Año Básico)
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yer fui a donde mi abuela, ahí había un bosque nativo. Ahí habían unos pajaritos muy lindos y se llaman torcazas y un conejito salió a mirar a las torcazas. Después de un largo rato las torcazas se van y después aparecen unas plantitas hermosas, se llama dalias y las otras se llaman rosas y flores blancas. Después me fui a la casa y le conté a mi mamá y al día siguiente fui al bosque con mis primas, con la Lorena, la Camila, la Llamile, la Valentina y yo y jugamos todo el día. Después de un año no lo volví a ver y cortaron el bosque y quedó el puro roble.
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El Puma y Yo
Juan Eduardo Currin Marillan (9 años, 4º Año Básico)
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na mañana yo fui a un bosque muy lejano y ese bosque, muy bonito, tenía muchos animalitos y entre esos animalitos estaba el puma, que era mi favorito y yo me acerqué al puma, y él me se me acercó y yo le hice cariño y de repente el puma vio un conejo y corrió para comérselo y el puma lo alcanzó y se lo comió. De repente me fui a la casa donde le conté a mi papá y a mi mamá y me contaron que al puma no hay que destruirle su hábitat porque eso es muy malo y eso me deja mucha enseñanza.
El Zorro y El Bosque Marco Antonio Hueche Arias (10 años, 4º Año Básico)
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n el bosque había un zorro que estaba en una cueva y no podía salir de la cueva. No quería que lo ayudara, tiré y de pronto salió y me fui de allí. Le dije a mi mamá y papá que el zorro era plomo y chico y ahí terminó mi aventura.
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El Medio Ambiente Carla Andrea Quiñelef Huiriqueo (9 años, 4º Año Básico)
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yer fui al bosque y me encontré un pajarito que estaba cantando arriba de un árbol porque estaba feliz en el bosque, pero no era un pájaro corriente, era un pidén que estaba muy muy feliz por su bosque y siempre lo oía. El bosque tenía muchos árboles y canelos y salió greda. Yo siempre iba a jugar con la greda. El bosque era lleno de alegría cuando yo iba y hay aire fresco.
ESCUELA ALBERTO MOLINA CASTILLO Sector Catillo, Comuna de Parral, VII Región Profesor Pedro Muñoz
El Niño y su Zorro Génesis Catalina Ortega Saravia (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un niño que como cualquiera, estaba en su casa muy aburrido y se le ocurrió una idea, crear un lugar maravilloso con muchas flores, arbustos, árboles y animales como por ejemplo el zorro, el sapo y la madre de la culebra y los árboles como el pino, roble y el maqui. A mi mamá le encantaban los zorros, siempre quiso tener uno o conocerlos, entonces el niño dijo “le buscaré a mi mamá un zorro hermoso”, empezó a buscarlo hasta que encontró uno que era muy lindo, color café y lo primero que hizo fue bañarlo, alimentarlo y quererlo. Luego fue de noche, durmieron juntos y al otro día se lo mostró a su mamá y ella quedó impactada y se lo dejaron y fueron felices.
gardenia en el Bosque Cristina Elizabeth Gómez Tejos (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un niño con una niña que se llamaban Rodrigo y Victoria, vivían en un pueblo llamado Andrea y les gustaba soñar con mundos mágicos, con animales como los pumas, zorros, coipos, zorzales y muchos animales más, pero cada animal tenía algo especial y cada vez que cerraban los ojos entraban a ese mundo mágico que un día Rodrigo y Victoria, por la belleza de ese mundo, le pusieron por nombre Gardenia. Cada vez Gardenia era más hermoso porque empezaron a crecer diferentes tipos de árboles como robles, pinos etc. Un día cuando cerraron los ojos, Rodrigo se dio cuenta de que un hombre también podía entrar a ese mundo encantado, pero ese hombre, que se llamaba Pedro, entra a ese mundo para destruirlo. Pero Rodrigo con Victoria en el mundo mágico tenían poderes y lo derrotaron y vivieron felices para siempre. 35
El Bosque de Chile Felipe AndrésTorres Muñoz (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un bosque muy lejano de Chile en donde vivían muchos animales como el puma, el zorro, el coipo, el chingue, el chucao, el queltehue y muchos otros animales del bosque. También habían muchas clases de árboles como el canelo, el arrayán y muchos robles. Un día apareció el zorro que era el más astuto porque sabía todo y era el más inteligente de todos en el bosque. De repente se encontró con el puma y querían hacer una competencia de inteligencia y el zorro le ganó al puma y todos los animales lo desafiaron y ninguno fue capaz de ganarle y hasta que un sapo lo desafió y pudo ganarle.
El Puma
Montserrat Andrea Rojas Castro (12 años, 5º Año Básico)
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rase una vez en un lejano bosque un puma buscando un hermoso lugar. Una mañana él salió en busca de ese lugar soñado, se encontró en el camino con una puma hembra y le dijo “¿a dónde vas?” ella respondió “busco un lugar donde vivir”, él respondió “vamos juntos, yo igual busco un lugar” y siguieron su rumbo. Más adelante encontraron un lugar muy hermoso, era el lugar de sus sueños. Había una laguna junto a un lindo y gigante canelo. Pasó el tiempo y se enamoraron y pasó el tiempo y pasaron los meses y tuvieron cachorros muy juguetones. Formaron una gran manada y juntos se protegían uno al otro y vivieron muy felices.
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El Hijo Perdido
Scarlett Berenice Quezada Leiva (12 años, 5º Año Básico)
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abía una vez una mujer que vivía al medio del bosque con su esposo. Un día paseando en el bosque se encontró una cascada hermosa. Por sus al rededores (la cascada) tenía flores, árboles y animales como el sapo, coipo y el conejo. El esposo de la mujer se encontró, en medio de dos robles, un pequeño niño en una canasta. El esposo fue corriendo a su casa a decirle a la mujer que ese niño estaba perdido, entonces la mujer dijo “lo vamos a cuidar”. El niño creció en la cascada. Un día llegaron los cazadores y acabaron con los árboles del bosque y los animales. Ese lugar tan bonito había desaparecido con las llamas del fuego y nunca más fue tan bonito. La mujer, el esposo y el niño alcanzaron a escapar del bosque y vivieron muy tristes por la pérdida de los árboles y su casa.
ESCUELA EVARISTA OGALDE ORTEGA Sector Tres Esquinas, Comuna de Bulnes, XII Región
Profesora María Victoria Riveros
Rosalia y su Montaña Ulda Espinoza Díaz Educadora de Párvulos Escuela Evarista Ogalde Ortega
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rase una vez, hace muchos, muchos años, una pequeña niña llamada Rosalía, quien vivía con sus padres y abuelos, lejos allá en las montañas, rodeada de grandes bosques de arrayanes, avellanos, y canelos. Su madre le tejía guantes, gorros y calcetines de lana de oveja, que su padre trasquilaba. Los inviernos en la montaña eran muy fríos, caía nieve y Rosalía se entretenía haciendo monos de nieve, ayudando a su abuelita a recoger leña para cocer las tortillas, que luego vendían en el camino a las termas de Chillán. Ese era el momento más esperado por Rosalía, cuando sus abuelos le contaban historias, las que ella escuchaba con mucha atención y así aprendía cada día más. Rosalía tenía un escondite secreto…debajo de un gran avellano. Allí había una copihuera, rodeada de piedras y helechos, ahí se refugiaba. En el otoño le gustaba sentir el viento en sus mejillas y escuchar caer las hojas de los árboles, y descalza corría por el bosque; se quedaba quietita cuando sentía el toc–toc del pájaro carpintero, el que con su poderoso pico perforaba los troncos viejos y sacaba las larvas para llevárselos a sus polluelos. ¡Qué feliz era Rosalía! Cuando cumplió 7 años, sus tíos se la llevaron lejos, a la ciudad de Santiago, para que aprendiera a leer y escribir. Pero, Rosalía no era feliz allí. El ruido y la gente extraña le asustaban mucho, no había bosques, ni pajaritos a quienes admirar y comenzó a sentirse muy mal. Sus tíos preocupados la llevaron al doctor, y él pregunto ¿qué sientes Rosalía, ¿qué te duele? y ella respondió: de donde yo vengo, el bosque está vivo, hay árboles grandes, pequeños arbustos y enredaderas, hongos, pajaritos, abejas, insectos y animales; cuando caminaba descalza, crujían las hojas del otoño y la tierra estaba pintada de helechos y flores ... Yo tenía un escondite secreto…mi copihuera ¿sabe doctor lo que es? … Sí, respondió él, son enredaderas de copihues…. Yo ahí, dijo Rosalía, escuchaba a los pajaritos trinar, y sentía el ruido del agua del río Diguillín. Y de los ojos de Rosalía brotaron lagrimas de pena; entonces el médico dijo: Rosalía, que hermoso lo que me cuentas, al escucharte siento nostalgia de mi infancia, cuando vacacionaba en casa de mis abuelos, en el sur, allá de donde tú vienes, de la Octava Región, en los Lleuques. Luego el doctor dijo: pequeña, tu cuerpo no está enfermo, es tu corazón, sientes pena y extrañas tu tierra… ¡si todos fuéramos como tú el futuro de la naturaleza estaría asegurado! Rosalía debes ser fuerte, debes estudiar y así con tu convicción podrás ser de gran ayuda, para enseñar a las personas a tomar conciencia, a amar la tierra y todo lo que nos rodea….sueña pequeña niña por las noches con tus montañas, con los bosques nativos y con el agua de los ríos y cuando crezcas enseña a los niños tu amor por la naturaleza.
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Pasaron muchos años. Cada noche soñó y grabó en su mente el paisaje de su tierra natal. Regresó siendo una profesional, y al recorrer, observó horrorizada que el bosque nativo había desaparecido. Estaba talado, quemado y contaminado… sus paisajes tantas veces añorados estaban profundamente transformados. Los hombres con sus motosierras talaron y talaron árboles grandes y chicos para venderlos como leña y luego reemplazarlos por pinos y eucaliptos. Nadie pensó en los pájaros carpinteros, en los conejos, en los pudúes, en los ciervos… Sólo les interesaba el dinero. Rosalía conversó con los niños del lugar. Ellos ya no conocían la flora ni la fauna; ya no quedaban ni abuelos ni padres que enseñaran el amor a la tierra, a las plantas... a las aves… Rosalía recordó las palabras del doctor de su niñez y comenzó a enseñar a los más pequeños de la escuela. Les mostró las huellas de los animales, cómo calcular los años de los árboles, a plantar y cuidar arbustos, les enseñó a caminar con los pies descalzos, a sentir el aroma del bosque, a cerrar sus ojitos y escuchar atentamente los sonidos de la naturaleza…. ¿que será ese ruido ...¿un conejito, una perdiz, una torcaz, un pájaro carpintero o un monito del monte. Así, observando directamente la naturaleza, entregó las enseñanzas que sus padres y abuelos le habían heredado. De tanto mostrar y recorrer lugares junto a sus alumnos, un día, en un lugar muy alejado, bajo un gran arrayán encontró una enredadera, era una mata de copihue ….y Rosalía con sus lágrimas la regó… … y colorín colorado este cuento se ha acabado, pasó por una matita de poroto...si te gustó…mañana te cuento otro.
La Liebre y La Tortuga Iván Andrés Godoy Castro
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(9 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un conejo que era muy rápido y decía que nadie le ganaba. Un día le dijo a una tortuga que ella era muy lenta y un día la tortuga se cansó y le dijo que ella le corría y le dijo que mañana estuviera en el camino de al lado del maíz. Le corrió la tortuga y partieron y la liebre partió embalada y la tortuga empezó y el conejo se puso a dormir porque dijo que no va a llegar nunca y la tortuga lo pasó y se dio cuenta cuando ya iba llegando a la meta y ganó y el conejo no puedo ganar.
El Búho
Diego Castillo Sánchez (10 años, 5º Año Básico)
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ace mucho tiempo, un búho estaba en un bosque. Al lado había una casa donde vivía Nati. En la noche el búho hacía ruido y Nati no sabía qué era. Entonces se levantó a ver qué era y en una rama había un búho. Eso era lo que hacía mucho ruido. Pasó el día siguiente, Nati le dio un pedazo de pan y ella le dijo a su madre que eso era lo que hacía ruido en las noches. Llegó la noche y el búho no hacía ruido. Ella se levantó y no vio al búho, se puso triste. Pasaron los días y no aparecía y cuando llegó una noche se encontró una sorpresa, que el búho estaba en la rama y nunca más se perdió y Nati lo tuvo como una mascota.
El Conejo en El Bosque Karina Yolanda Utreras Castillo (9 años, 5º Año Básico)
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n día cuando pasé cerca de un bosque se sentía un ruido muy extraño. Me acerqué más y se sentía cada vez más fuerte y cuál fue mi sorpresa, un caballero estaba con una escopeta y lo peor era que estaba matando un conejo. Pensé y dije “tengo que aconsejarlo”. El caballero no pasaba, pero lo aconsejé y le dije lo siguiente “caballero a usted no le gusta la naturaleza” y él me dijo que sí, y yo le dije “¿pero por qué mata a los animales?” y él me dijo “porque me gusta”, “pero usted debe cuidar la naturaleza”.
Pasaron los días y pasé otra vez por ahí, pero no sentí nada, me acerque más y no lo vi. Bueno, me fui contenta. Después, cuando pasé de vuelta, escuché ruidos, pero cuál fue mi sorpresa, no era el caballero era otra persona, pero dije “esto no tiene límite”, ya no era con los conejos, era con otro animal en peligro de extinción. El caballero, cuando lo vi era demasiado tarde, ya estaba muerto. Me dio tanta rabia, pero que le iba a hacer, si ya estaba muerto.
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El Cazador
Luis Humberto Ferrada Briones (11 años, 5º Año Básico)
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n día estaba en mi casa. De repente escuché un sonido fuerte y veo que es en el patio de mi casa. Entonces salgo para afuera y veo un pajarito parado en la cerca, lo quise recoger y saltó y no pudo volar. Corrí detrás de él y no podía agarrarlo. Lo revisé y tenía su ala quebrada. Finalmente le empecé a dar comida y empezó a comer y todavía lo veo en los árboles.
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El Lobo y El Pedazo de Carne Alonso Sebastián Ramírez Martínez (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un lobo que robó un pedazo de carne y entonces el carnicero salió corriendo detrás del lobo. Él paró y se metió al bosque y se encontró con un zorro que se lo quería robar y se tiró arriba del lobo y el lobo se tiró al suelo y el zorro quedó aplastado por el lobo y el lobo salió corriendo y se encontró con un río con pirañas. El lobo no sabía cruzar, vio un árbol caído y pudo cruzar. Al otro lado había un palote que le dijo que había un puma, pero el lobo no lo escuchó. Se encontró con el puma y el puma le quitó el pedazo de carne y el lobo se puso a pelear por su pedazo de carne y salió perdiendo. El lobo salió arrancando y se quedó sin el trozo de carne porque no le hizo caso al palote y él salió perdiendo y no pudo comerse su pedazo de carne.
El Cuervo
Johnatan Carter González (12 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un cuervo con mucha sed y todos los días recorría los bosques en busca de agua. Días después, recorriendo los bosques, se dio cuenta que allí pasaba un río, pero el río iba sin agua y el cuervo no aguantaba más la mucha sed que tenía. Un día vio uno jarro con agua y fue hasta allá y se dio cuenta de que el agua estaba muy baja y el cuervo muy astuto buscó unas piedras y las pesco con su pico, las tomó y fue a echarlas a la jara y el agua empezó a subir y de tanto que subió el agua, el cuervo pudo tomarla con facilidad. Después siguió su camino y siguió buscando agua por los bosques, y después poco a poco se fueron resolviendo los problemas. 41
Un Zorro en los pies de mi Cama Javiera Urrutia Matamala (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un zorro que se vino a acostar encima de mis pies. Yo estaba acostada en mi carpa cerca de la playa. Me estaba calentando relajadamente, me puse a gritar y mi hermana se despertó, me fue a ver y me dijo “¿qué te pasó?”, le dije “me dio miedo porque había un zorro en mis pies”. Mi hermana lo sacó con mucho miedo, me dio agua para que me tranquilizara, me tranquilicé y me fui a bañar a la playa junto con mi hermana.
El Conejito Perdido en El Bosque Felipe Eduardo Andrés Sandoval Sandoval (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un conejito que estaba jugando a la escondida con sus hermanitos y se fue a esconder al bosque, se fue al medio del bosque y se perdió. Un cazador que merodeaba esas tierras encontró al conejo, le disparó y el conejo alcanzó a escaparse y se escapó, se escondió en una cueva y el cazador no lo encontró. El conejito buscaba y buscaba la salida pero no la encontraba. De repente se encontró con un zorro y el conejito se asustó porque pensó que se lo iba a comer, pero el zorro le dijo que no se lo comería y el conejo se tranquilizó un poco, le preguntó si conocía la salida y le dijo que no y también le dijo que él se había perdido. El cazador los encontró a los dos y corrieron y corrieron y de repente encontraron la salida y fueron a la casa del conejo y el cazador no los encontró y vivieron felices.
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¡A Salvar El Bosque!
Monserrat Alejandra Arias Hidalgo (8 años, 3er Año Básico)
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ste era un bosque con muchos animalitos. Un día, un conejo que salía todas las mañanas a jugar, vio que unos hombres estaban cortando los árboles del bosque. El conejo, corriendo le avisó a los pajaritos, que salieron volando de sus nidos y avisaron a los demás animales para que arrancaran. Al ver que el bosque ya no tenía árboles, los animalitos se unieron, fueron muy valientes y entre todos replantaron el bosque y volvieron a tener un hogar donde vivieron felices, disfrutando del verde bosque.
La Idea de Pedro
Carlos Alberto Sandoval Chandía (12 años, 8º Año Básico)
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odas las noches, un joven llamado Pedro, salía a pasear por el bosque. Un día, Pedro, fue a pasear al bosque y vio que dos personas hacían daño a un animal. Pedro pasó toda la noche sin dormir, pensando cómo podría ayudar a que las personas no maltraten a los indefensos animales del bosque. A Pedro, que era muy inteligente, se le ocurrió la idea de construir un cartel grande que dijera “Si los animales no te causan daño, no dañes a los árboles del bosque”. Pasaron los días y la idea de Pedro fue un éxito. Ninguna persona se acercaba a los animales para maltratarlos, si no por el contrario, ayudaban a proteger la vida en el bosque. Pedro saltaba de alegría porque con su idea ayudó a salvar y a proteger a los animales que viven en el bosque.
ESCUELA LOS COIGÜES
Sector La Montaña, Comuna de San Fabián de Alico, VIII Región Profesora Alejandra Aravena
¿Por qué estás Triste Madre Tierra? Bastián Jean Pool Muñoz Sepúlveda (9 años, 4º Año Básico)
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ace mucho tiempo que Pedro notaba que la tierra estaba triste. Cuando volvía de la escuela esa tarde le preguntó “¿por qué has estado tan triste últimamente, qué es lo que te molesta?”, la tierra le respondió “¿cómo quieres que esté contenta, si hace tanto tiempo que mi amiga la lluvia se olvidó de mí? Cada día que pasa estoy más seca. Así las semillas no pueden brotar y ya no tengo pasto para mantener el ganado. Y estoy triste porque esas nubes ingratas que pasan llenas de agua no dejan caer una gota y el viento arrebata mi arcilla que le regalo a las plantas”. “¿Y qué podría hacer yo para hacerte feliz?” preguntó Pedro. La tierra le contestó “corre y dile al viento que se calme, grítale a las nubes que pasan que se acuerden de mí. Que feliz sería si cayera una lluvia abundante y brotaran todas esas semillas dormidas para vestirme con sus flores. Yo quiero lo mejor para la tierra, no como los hombres que queman sus bosques y maltratan a los animales”.
El Castaño
Monserrat Alejandra Elgueta Fuentes (6 años, 2º Año Básico)
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n las oscuras noches de invierno mi abuelo contaba siempre una historia y se reunía toda la familia y él empezaba con su relato: “Que en un sector cercano, había un castaño, que toda la gente contaba historias sobre él. Pero un día que él regresaba de su trabajo se le hizo tarde y llovió mucho. Cuando llegó a la parte llamada El Castaño, de repente vio una silueta blanca en medio de la oscuridad, el miedo lo estremeció, siguió caminando y la silueta blanca lo siguió. Él corrió y corrió hasta llegar a su casa y nunca más se atrevió a pasar solo por ese lugar”.
Cuentos del Medio Ambiente Yeison Juvenal Muñoz Sepúlveda (10 años, 4º Año Básico) 45
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abía una vez un bosque lleno de animales, frutos y vegetación para que los animales pudieran alimentarse. Hace mucho tiempo la gente no cuidaba el medio ambiente, botaban mucha basura y no cuidaban los árboles que son los nativos. Ahora los cuidamos con mucho amor y cariño, como la limpieza y no maltratar los árboles. Nosotros, como niños del colegio Los Coigües, fuimos un colegio certificado por mantener la limpieza. Junto a mis profesoras logramos ganar un premio, que tuvimos que ir a recibir a Santiago al Canal TVN. Fuimos contentos por el logro que tuvimos juntos a mis compañeros.
Cuento del Medio Ambiente Jaime Ignacio Muñoz Sepúlveda (7 años, 2º Año Básico)
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es voy a contar de un sector que se llama La Montaña. Es un lugar muy limpio, la gente cuida el medio ambiente, especialmente los niños del colegio Los Coigües. Cuidan los árboles nativos para que no dañen la capa de ozono acompañados de sus profesoras.
El Patrón, El Venado y El León Alexis Antonio Elgueta Sepúlveda (8 años, 3er Año Básico)
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rase una vez un patrón muy rico que tenía muchos animales vacunos. Entonces se le estaban perdiendo los animales más gordos y no sabía qué estaba pasando con los animales. Un día mandó a sus empleados a recorrer el campo y solo encontraron un venado y pensaron que era él quien se comía a los animales, entonces lo pillaron y lo manearon de sus patas para matarlo y él lloraba y decía “me matan por no comerme los animales del patrón” y pasa el león y lo escucha y le pregunta “¿qué pasa venadito?” y él le responde “tío león, me matarán por no comerme las vacas del patrón” y el tío le dice “¿y por qué no te las comes?”, “¿cómo me voy a comer un animal si soy tan chico?” y el tío le dice “¿y qué vas a hacer?” y el venado le dice “tío ¿quieres comerte tú las vacas gordas?”, “ya”, le dijo el tío, “suélteme” le dijo el venado “y yo lo amarro a usted” y después que lo amarro le dijo “ya tío, usted se comerá los animales del patrón” y el venado se fue contento porque ya no lo matarían a él, sería al tío león. Al día siguiente, llegaron los empleados a matar al venado y le dicen “¡que creciste anoche!” y el león les dice “me matan por no comerme las vacas” y los empleados le decían “ya te las vas a comer”. Cuando llegan con agua caliente, y le tiraron el agua caliente hasta que pensaron que estaba muerto. Estuvo una semana en que casi no caminaba y él muy enojado con el venadito decía “la burla que hizo este venado conmigo, donde te encuentre me la vas a
pagar”, hasta que un día lo encontró en un estero donde el venado iba a tomar agua y el león se escondió para pillarlo y comérselo, pero el venado era muy astuto y se dio cuenta y le dice “ayuda que no habla veo yo” y el león le responde “aquí estoy yo” y el venado se fue antes que el león se lo comiera. El león decía “voy a comerme este venado pícaro”. Después de unos días lo vuelve a encontrar en un árbol grande, donde habían bosques y el venado se empieza a amarrar en un árbol y el león le dice “aquí te comeré” y el venado le dice “no diga eso tío, amárrese porque vendrá un viento muy fuerte y solo quedará este árbol” y el león se asusta y le dice “¿cómo me voy amarrar yo? mira en los estados que estoy, viejo y quemado. Amárrame tú, venado”, “ya tío”. Lo amarró y él se fue y el león estuvo amarado hasta que se cortaron los bosques y ahí se cayó al suelo.
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Un día se encontró con una zorrita y se pusieron de acuerdo para pillar al venado. Entonces el león mando a la zorrita donde el venado a que le dijera que él estaba muerto. El venado le dijo “no te creo” y la zorrita lloraba, entonces el venado le dijo “vamos a ver al tío”, hasta que llegaron donde estaba y el venado le dijo “te creo que está muerto si él levanta un pata” y el león levantó una pata y el vendo dice “no está muerto” da la vuelta y se va. Cuando va caminando se encuentra con un hombre que andaba en el pueblo comprando cosas en un carro y el venado hace que le duele una patita, entonces el hombre le dice “te llevo venadito”, “ya”, le dile él. Entonces el venado en cada vuelta tiraba algo abajo del carro. Tiró ron, empanadas y queso. Después se fue al río donde había un árbol caído hacia al río y se subió al árbol con sus cosas y además subió dos piedras, una chica y una grande. Ahí estaba cuando llega el león y le dice “a ti te quería pillar”, “no diga eso tío, cómase una mascada”, “¿y qué comes tú?” le dijo el león y el venado le tiró un pedazo de queso y después una empanada y le dice el león “¿de dónde sacas esto?”, “de esta piedra chica porque, yo soy chico” y el león le dice “¿y yo puedo sacar?, “sí tío, pero usted puede sacar de esta grande, porque usted es grande. Venga tío, tiene que amararse esta piedra al cuello”. Cuando está listo, el venado le suelta la piedra y cae al río y se ahoga. Después el venado le sacó el cuero e hizo montura y rienda y se fue a pillar a la zorrita que le había mentido. La encontró y la ensilló y subió a caballo. Cuando los empleados andaban viendo los animales y andaban con perro, pillaron al venado y lo mataron.
Arriba en la Cordillera Bayron Jesús Sepúlveda Guzmán (10 años, 5º Año Básico)
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sta historia ocurrió de verdad, sucedió en el Risco del Macho, que es un cerro muy alto por donde hay que cruzar en caballo hacia Argentina. Un día mi tata Geño me despertó temprano por la mañana, habíamos dejado listos los caballos con las provisiones la noche anterior. Mi abuela también nos acompañaba en este viaje, además de mi hermanito pequeño Carlitos, que mi abuelo lo llevaba en sus brazos. Comenzamos la travesía. Habíamos avanzado mucho, cuando en eso divisamos a lo lejos el Risco del Macho. Al llegar nos detuvimos antes de comenzar a cruzar. Debíamos ir en hilera uno tras otro, ya que el sendero es demasiado angosto. Íbamos en silencio. Y de pronto el caballo de mi tata Geño resbaló sin motivo alguno. Mi tata solo quedó sujeto por la rienda del caballo hacia abajo del sendero con mi hermanito en un brazo y la otra mano sujetando la rienda y mi abuelita sin poder pasar por detrás del caballo para ayudarlos y yo solo los miraba detrás, muy asustado. En eso mi abuelita logró pasar por detrás del caballo para ayudarlos a subir. Después de este gran susto, logramos salir sin poder creer lo que había ocurrido. Afortunadamente todos estábamos bien, llegando sin otra novedad al puesto El Frutillar.
El Bosque Encantado Estefanía Urzula Sepúlveda Lillo (9 años, 4º Año Básico)
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abía una vez un bosque encantado donde había muchos pajaritos y animalitos. Un día llego una niña al bosque encantado, y se sorprendió mucho cuando vio a los animales y tantos pajaritos hermosos que cantaban muy alegres. La niña se hizo amiga de los animales y jugaba entre los árboles preciosos que había en ese bosque. También habían muchas flores hermosas, pero un día a lo lejos vieron unos hombres extraños en el bosque. Ellos querían destruir los árboles y los animales y la niña corrió junto con los animales a un lugar secreto que tenían. Ellos estuvieron mucho rato escondidos. Cuando salieron vieron que muy lejos se veía salir mucho humo. Ellos pensaron que se iban a morir quemados, cuando divisaron en el aire un avión que botaba agua. Estaban contentos porque iban apagar el fuego y su bosque encantado no se iba a quemar. Al día siguiente todos los animales volvieron a estar felices porque ya no había fuego, y desde ese día la niña venía todos los días a jugar con los animales y las flores y estaban felices porque ya no tenían peligro.
Mi Bosque
Cristián Alexis Sepúlveda Lillo (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un niño que desde muy pequeño caminaba por un bosque muy cercano a su casa y se juntaba con sus amigos a jugar y a comer frutas, hasta que un día se dieron cuenta que un zorro estaba en una trampa y lo ayudaron a escapar. El zorro se fue feliz y ellos estaban jugando tranquilamente hasta que llegó un niño que estaba matando los animales y otro niño le dijo que no los matara. El niño no le hizo caso y siguió matando a los animales. El niño iba caminando, se tropezó con un animalito y por suerte no le pasó nada, porque ellos cuidaban los animales y las plantas. Pero estos niños crecieron y se fueron, hasta que un día volvieron a su bosque y no estaba su bosque. Solo encontraron ramas y basura. Pero ellos se propusieron levantar su bosque y limpiaron y plantaron árbol tras árbol, hasta que dieron término a su trabajo y desde entonces vienen todos los años con sus hijos a ver su bosque y a jugar. Por eso, no boten basura y no corten los árboles, cuidemos nuestros bosques y el medio ambiente y así vivirán felices sin contaminación.
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El Coigüe
Cesar Ignacio Lillo Sepúlveda (10 años, 5º Año Básico)
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rase una vez una escuela muy especial llamada Escuela de Árboles, donde iban todas las especies de árboles y plantas existentes en el planeta, donde aprendían todo sobre la naturaleza y porqué eran tan importantes: eso era porque son los pulmones del planeta. Un día, un arbolito chiquitito dijo muy asustado, que en su tierra los humanos estaban cortando los árboles y no los dejaban multiplicarse y que no iban a poder seguir dándole aire al planeta. Entonces el árbol profesor dijo que había que enseñarles a los humanos a cuidar los bosques. Entonces el profesor se comunicó con un humano y le dijo que en las escuelas humanas certificaran a los colegios para que ayudaran a cuidar el medio ambiente. Ese árbol profesor tan inteligente era un coigüe.
Las Protectoras del Bosque Ana y Sofía Krishna Yuyuniz Sepúlveda Guzmán (10 años, 5º Año Básico)
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rase una vez en un gran y verde bosque, lleno de pájaros, flores y enormes ríos azules, en donde vivía Ana, una pajarita de cola larga con ojos grandes y una tierna mirada. Un día Ana salió y mientras volaba se encontró con una hermosa niña llamada Sofía, que recogía flores, y miraba como los pájaros volaban y cantaban. La niña Sofía vio a Ana y quiso acariciarla. La niña curiosamente se acercó con mucho cuidado donde Ana y le habló “¡Hola pajarito hermoso! como quiero tocar tus lindas plumas y ser tu amiga”. El pajarito respondió “acepto ser tu amiga con la condición que juntas cuidemos el bosque y también a los míos”. “Acepto” dijo Sofía, “juntas cuidaremos de la naturaleza que nos rodea y que es tan importante para todos nosotros”. Sofía y Ana empezaron su aventura y cada día se juntaban en el mismo lugar que se conocieron y las dos planeaban como proteger el bosque del ser humano. Las amigas todos los días regaban las flores y cuidaban los animales. Ana y Sofía se preocupaban de tener el bosque limpio y verde para los animales que allí habitan, el agua del bosque siempre azul y sin basura. Los animales muy agradecidos por lo que la niña y el ave hicieron, quisieron hacerles una fiesta y adornaron el bosque con muchas flores. Cuando Sofía y Ana llegaron, se encontraron con la gran sorpresa, y los animales con la niña y el ave festejaron por el buen trabajo que hicieron
La Hormiga del Bosque Maikel Fuentes Sepúlveda (8 años, 3er Año Básico)
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n un lugar llamado La Montaña, vivía una hormiga y su familia muy feliz. La mamá hormiga trabajaba todo el día para guardar comida para el invierno. Un día se dio cuenta que la comida se estaba acabando y les faltaba oxígeno para respirar. No entendía porque. Muy preocupada reunió a su familia y contó la situación y decidieron averiguar. Al día siguiente se encontró con un águila que también vivía allí, le contó su problema. El águila le dijo que eran leñadores que estaban cortando el bosque para hacer leña, por eso no encontraba hojas y semillas. Todos los animales del bosque se organizaron para hacer una trampa. Cuando al día volvieron, los leñadores cayeron en ella. Les dieron una gran lección y prometieron nunca más volver a cortar árboles y la hormiga y todos los animales del bosque hicieron una gran fiesta para celebrar que ya no destruirían el medio ambiente.
Los Amigos del Bosque Maximiliano Sebastián Reynoso Canales (7 años, 2º Año Básico)
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n un lejano bosque vivía un anciano con su hijo, a quien de muy pequeño le enseñó todos los secretos del bosque. Desde muy niño jugaba con los pajaritos del bosque, le gustaba cantar con ellos. Caminaba en medio de los lobos y hasta dormía con ellos, trepaba los árboles y comía sus frutas, danzaba con los árboles cuando soplaba el viento. Pero un día, el anciano enfermó, estaba muy grave. Mandó al hijo a buscar hierbas medicinales. Estaban muy lejos, como a un día de camino. El niño pidió ayuda a sus amigos. Montó en un oso que corrió todo el camino junto muchas plantitas y para regresar el águila lo tomó con sus garras y voló con él y así llego más rápido donde su padre. Le dio las hierbas y el hombre se mejoró de inmediato, le agradecieron a los amigos del bosque y vivieron felices para siempre.
Una Lección para el Cazador Nicolás Danilo Fuentes Sepúlveda (9 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un conejo que vivía muy feliz en el bosque con los demás animales y aves. Tenían el bosque muy hermoso y limpio, sin basura, hasta que un día llegó un humano a cazar animales y a matarlos. Una paloma iba volando y con la escopeta del cazador le disparó y casi la mató, dejándola gravemente herida. La paloma se posó en un árbol a proteger a sus crías, el bosque quedó muy destruido y sucio con botellas y papeles, el agua quedó contaminada, los peces estaban tristes por que iban a morir. De pronto se hizo de noche y el cazador perdió su rumbo…estaba muy asustado por la fuerte tormenta que comenzaba a caer. No se dio cuenta, cuando de pronto resbaló y cayó a un río. Se estaba ahogando, ya que no sabía nadar. Pedía “¡auxilio!”. Un búho lo escuchó desde un árbol cercano y llamó a sus amigos para socorrerlo. Todos los animales llegaron a sacarlo a pesar de todo el daño que les había causado, ya que los animales son muy generosos. El cazador no podía creer lo que estaba sucediendo. Los animales lo sacaron con lianas del caudaloso río, y desde entonces, el cazador aprendió que todos, seres humanos y animales, tenemos derecho a vivir en este planeta juntos compartiendo la naturaleza.
El Nacimiento de una Semilla Scarleth Alejandra Contreras Contreras (8 años, 3er Año Básico)
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abía una vez un pajarito que se robó una semilla de avellano y comenzó a volar y volar con ella de un lugar a otro, empujada por el viento, hasta que se le cayó en un campo recién arado. Una mañana despertó la semilla y de repente comenzó a llover y sintió mucho frío, entonces se acurrucó y se metió en una hojita más adentro de la tierra para abrigarse. Así estuvo muchos años durmiendo. Una mañana despertó y la tierra estaba húmeda, pero en el cielo brillaba el sol, la semilla sintió latir de felicidad, notó que le habían crecido los brazos y se levantó para gozar del día. Al asomar su tallo sobre la tierra, los insectos vinieron a saludarlo “arriba, arriba, hace años que esperábamos tu venida avellano, cuando crezcas serás el rey del bosque”. Pasó el tiempo y la semilla creció tanto que llegó a ser un hermoso avellano. Con el correr del tiempo vinieron trabajadores y trajeron muchas semillas como, coigüe, roble y canelo. Poco a poco los árboles formaron una gran familia y así nació el bosque.
Tres Amigos de Vacaciones Cristofer Bryan Elgueta Sepúlveda (8 años, 3er Año Básico)
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abía una vez tres amigos inseparables, que siempre al salir de la escuela se iban de vacaciones al campo, a la orilla de un río. Como todos los años, este año no fue la excepción y se fueron a vacaciones. Llevaban de todo: ropa, alimentos y sus carpas para acampar a la orilla del río. Al llegar al lugar se llevaron una gran sorpresa, todo estaba muy cambiado. Estaba abandonado, como si hace mucho tiempo nadie hubiese pasado por ahí. Sin embargo, igual armaron sus carpas y se fueron de pesca. Al regresar de la pesca estaban muy contentos porque habían sacado muchos pescados, pero toda la felicidad se les acabó al llegar a sus carpas. Todo estaba en el suelo, no había nada de alimento. Miraron al alrededor de las carpas y encontraron huellas de lobos. Se asustaron mucho y sin pensarlo dos veces se regresaron a sus casas, sin haberlo pasado bien en sus vacaciones como todos los años, pero dando las gracias porque a ellos no les había pasado nada y entendiendo que no todas las vacaciones son iguales.
ESCUELA PARTICULAR SUBVENCIONADA DIEGO PORTALES Sector Chanquín, Comuna de Temuco, IX Región Profesora Miriam Huechucura
El gran Bosque
Rosa Abigail Callumán Pichiñan (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un bosque muy hermoso y espeso, era grande y verde. Un día muy lindo, en el que había mucho sol, se vio salir para beber a unos animales. Eran pudúes, los cuales después de beber comían pasto. Los pájaros cantaban preciosas melodías, las arañas tejían telas trasparentes, las mariposas volaban, los conejos corrían, habían cerca unas ovejas de una casa, pero solo ellas se dieron cuenta del peligro y huyeron: era el puma, el animal muy temido, el cual salió a buscar comida y volvió a su cueva. En el bosque había robles, alerces, hualles y muchos más. Habían flores magníficas, como: copihues, margaritas, jacintos y rosas. En los árboles más altos se enredaban las serpientes, en otros, ardillas. En una madriguera vivía un conejito, blanco como un papel, el cual un día quiso meterse en lo más espeso del bosque. Este conejito era muy curioso y tuvo que huir muchas veces de las serpientes coloradas, las cuales también eran muy rápidas para arrastrarse. Había también una niña llamada Melanie, que buscaba su gato que escapó. Melanie lo buscó hasta la noche y lo encontró. Pero del bosque salieron unos perros que corrieron a morderla, pero ella se escondió en una gruta, se fue a su casa y miró al bosque. Le gustó el bosque nativo y decidió cuidar del bosque.
El Zorro Hambriento Fabián Alonso Atriñanco Millapi (8 años, 2º Año Básico)
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abía una vez un zorro que estaba muy hambriento y quería ir a un campo donde habían muchas gallinas. Un día que tenía mucha hambre decidió ir al campo y siguió a una gallina hasta que el campesino salió y tenía muchos perros y los perros siguieron al zorro y el zorro huyó. Al otro día, de mucho calor, el zorro que tenía mucha sed decidió ir a tomar agua a un puente y se cayó. Intentó salir pero no pudo. En la noche salió del río y el campesino lo vio, lo llevó a su casa y lo adoptó como su mascota.
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El Bosque Nativo
Gonzalo Israel Huichacura Antil (8 años, 3er Año Básico)
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abía una vez unos niños que estaban jugando en el bosque. Cuando se iban vieron una casa que tenía puros árboles nativos y cuando los niños tocaron la puerta le dijeron a la señora “usted tiene puros árboles nativos” y la señora les respondió “sí” y los niños le dijeron “¿usted trabaja en vender árboles nativos?” y la señora les dijo “sí” y los niños le preguntaron si en los bosque igual hay zorros, leones y búhos y la señora les dijo “sí, hay zorros, leones, etc., igual hay que cuidarse de esas cosas porque te pueden hacer daño”.
El Bosque Nativo
Rosa Isabel Caniupan Huenchulao (7 años, 2º Año Básico)
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abía una vez un bosque nativo que tenía muchas flores. Tenía la flor nacional: el copihue, canelo, poleo, digüeñes, la margarita, manzano, ciruelo, cerezo y eucalipto. El animal más tenebroso era la cascabel y siempre pasaba por ese bosque y se divertía y jugaba todos los días. Y el animal que andaba, pero que no se cansaba, es el zorro y también el conejo.
El Bosque Nativo
Marcos Florencio Treupil Llanquileo (9 años, 3er Año Básico)
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abía una vez un bosque que era muy grande, que era muy lindo, que tenía muchos árboles nativos, que andaban culebras y había muchas, andaban conejos y vimos un puma. Nosotros nos subimos a un árbol y después mataron al puma y después vimos a un conejo y lo mataron al conejo.
El Bosque Nativo
Milena Aanais Treupil Llanquileo (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez unos animales que habitaban en un bosque nativo y uno de ellos era el zorro. Al frente había una casa y vivía una señora que tenía muchos pollos y cada vez que a la señora le faltaba un pollo, era el zorro que se lo comía. También habían otros animales. En el bosque nativo también hay árboles como roble, temu, castaño y araucaria. Y también hay flores como el copihue, que va a recoger la señora todos los días porque le encantan, porque le gustan porque son nativos. En fin, fue una linda historia hablar de los árboles nativos y de los animales que hay en el bosque.
Los Árboles Nativos Angela Loreto Catriñanco Millapi (10 años, 4º Año Básico)
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rase una vez muchos árboles en los bosques, con flores como el copihue y frutas como el digüeñe y muchos árboles con flores y frutas. Mi padre conoce muchos árboles nativos y yo casi no conozco a ningún árbol nativo. Conozco a uno que es el Roble. Pero conozco muchos animales salvajes, como el pudú, el león, el tigre y muchos animales más. Si ustedes van al bosque, encontrarán muchos árboles nativos que algunos no conocen. El bosque es muy lindo, tiene muchos árboles que yo conozco, el castaño, la araucaria y el roble y muchos árboles. 63
El Bosque
Génesis Daniela Huichacura Llanquileo (8 años, 3er Año Básico)
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l bosque es un lugar oscuro, donde viven animales como el zorro, búhos, conejos y ratones. El zorro grita en las noches, el búho igual. Los conejos salen en las noches, a algunos conejos los matan, porque su carne es muy rica. Los ratones se quedan en sus casas y también hay cuevas de zorro, de conejo o de ratones. Los búhos pueden doblar la cabeza y tienen su casa en un árbol.
Bosque y Los Animales Camila Belén Ñanculeo Cona (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un bosque en que había muchos animales como, el puma, el zorro, la serpiente, etc. Pero un día con mi prima Kathi, mi primo Jhon, mi primo Cristofer y mi hermano Mati, fuimos a andar en bicicleta. Ese día era muy hermoso. Luego fuimos al bosque, íbamos tranquilos, pero de repente apareció una serpiente y todos nos caímos. Estábamos asustados, pero de repente mi hermano agarró un palo, pero el palo tenía una cuncuna. Después mi primo Cristofer agarró el palo y le pegó a la serpiente. De tanto pegarle la mató. Pero había un problema con mi hermano Matías: lo había picado la cuncuna. A mi prima Kathi se le ocurrió que lo cubriéramos con un pañuelo, entonces lo cubrimos y nos fuimos a la casa de la serpiente. La encontramos, con suerte la encontramos y nos dimos cuenta de que la serpiente era roja. Después nos fuimos a la casa y mi mamá le echó alcohol.
El Conejo y El Zorro Yaritxa Liliana Caniumil Llanquileo (10 años, 4º Año Básico)
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abía una vez un conejo, que todos los días se lo pasaba comiendo zanahoria y había un zorro, que era como el rey de el bosque y todo los días pasaba por donde vivía el conejo y pasaba a asustar a todos los conejos.
Un día el zorro les dijo a los conejos que si no hacían todo lo que él decía se los iba a comer a todos y los conejos estaban muy asustados. Los conejos todos eran amigos y querían irse de ese bosque. Un día llego un zorro muy bueno y los conejos se asustaron y corrieron a esconderse y el zorro malo salió de su cueva, se enfrentó, pero el zorro bueno le ganó la pelea. El zorro malo estaba muy enojado porque le había ganado la pelea. Finalmente como el zorro bueno ganó la pelea, los conejos decidieron echar al zorro del bosque. El zorro se fue y zorro bueno y los conejos vivieron felices para siempre.
El Bosque
María Francisca Cáceres Levil (10 años, 4º Año Básico)
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abía una vez un bosque cerca de Chanquin y ahí vivía un zorro que siempre cuando iban a cortar leña con perros, los mataba. Pero un día una señora fue sola allá y vio al zorro. En ese bosque la gente empezó a botar los árboles y el pobre zorro quedo sin hogar. Un día un caballero que amaba los árboles, vio al zorro y le dio pena y se lo llevó en una jaula directo a otro bosque en que nadie lo iba a molestar. El caballero todos los días le iba a dar agua y pescado y creció mucho. Un día el caballero lo fue a ver y era grande y el caballero tuvo que alejarse de ahí porque era malo, pero él lloro. El zorro tuvo su familia, tuvo hartos hijos y los hijos crecieron y el caballero los vio y el caballero veía como los zorritos se comían a los conejos.
El Bosque
Patricia Yenifer Ñanculeo Rivas (8 años, 2º Año Básico)
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l bosque es un lugar donde muchos animales viven, pero el puma es un animal muy feroz y puede comerse a un conejo y la serpiente puede morder a una persona y si la muerde le pega todo el veneno. El bosque nativo es un lugar hermoso, con los pájaros, los conejos, los árboles, los búhos y los zorros. El bosque es oscuro y fresco y lindo. Pero el bosque nativo me causa emoción, mucha. El bosque tiene muchos animales y me gusta el bosque.
El Zorro V/S Las gallinas Diego Andrés Huichacura Norambuena (10 años, 4º Año Básico)
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abía una vez un zorro que vivía en un bosque nativo muy grande. Pero él tenía un pequeño problema, le daban miedo las gallinas, aunque las gallinas son la comida preferida del zorro. Pero él decía que no le tenía miedo a nada, hasta que empezó a entrenar. Peleó con leones, serpientes y todo tipo de animales. Pero un día hizo una apuesta con otro zorro que se llamaba Óscar, la apuesta era quién atrapaba más gallinas en cinco minutos. Llegó el día de la apuesta, pero todo iba a ser en el bosque. Iba a empezar la apuesta y el zorro contrincante empezó a decir las reglas de la apuesta. Partieron, el zorro llamado Óscar le dio ventaja, mientras el otro zorro tenía la delantera pilló una granja con hartos pollos, se acercó todo miedoso diciendo “vengo en paz, vengo en paz, por favor no me hagan daño. Les quiero proponer algo: si ustedes fingen que yo les doy miedo, ganaré la apuesta”. Mientras, el otro zorro no quiso ganar, así que se retiró de la apuesta y se dio por ganador el zorro.
El Bosque Nativo
Alexis Rodrigo Mayolafquen Llanquileo (9 años, 4º Básico)
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abía una vez unos niños que fueron al bosque y se pillaron unos pumas que eran muy cariñosos y los niños se acercaron a los pumas. Un puma, que se llamaba Churuy, al que unos pájaros molestaban, el puma los mató y se los comió de un solo tragón. Esos niños pasaron por un puente que no estaba tan firme y el niño que pasó primero, que se llamaba Juan, se cayó y el puma Churuy de un salto lo sacó. El puma se había lastimado donde se pegó, en un pata y en la costilla. Ese día, cuando el puma quería ir con Juan a la escuela, el puma quiso subir solo el auto bus adonde se iba Juan y sus demás amigos. Juan se subió en el auto bus y el puma persiguió al auto bus. Ese día le pegaron en la escuela a Juan y el puma lo defendió y quiso matar al niño que se decía el “chico malo”. El puma y el niño, que fueron al bosque, se encontraron con un pájaro malo y peleó el puma y el pájaro y mataron al pájaro. Un día, un puma malo peleó en el bosque nativo. Pelearon con todos los conejos, pájaros y el niño se asustó y mataron a un puma bueno.
El Árbol Hechizado Javiera Andrea Rucan Lizama (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un día muy hermoso, en un bosque muy grande donde hay mucha vegetación. Un mago iba pasando muy furioso, porque su esposa Emili lo había dejado y luego tropezó contra una piedra y se golpeó en la cabeza. Luego llegó un mono y lo ayudó y le curó la cicatriz. Luego el mago despertó y vio que un mono estaba al lado suyo y le preguntó “¿cómo te llamas?” y el mago le respondió y le dijo “¡yo me llamo Jorge!” y el mono de dijo “¡estos son mis amigos” y se presentaron “uno se llama serpiente, el otro conejo, el otro zorrillo y el último, puma.” El mago le dijo “¡me tengo que ir!” y el mono y sus amigos dijeron “¡adiós!”. Y el mago se fue muy furioso, porque había recordado que su esposa lo había dejado y vio a un árbol inocente y lo hechizó. El árbol podía hablar, podía moverse, pero el problema era que era malo como el mago. Pero existía otro ser, que era el mago franco, era el mago más bueno que había existido en el mundo. Pero el mono se dio cuenta del mago que había curado y el mono corrió y corrió para ir a buscar al mago franco y el mago franco le dijo “¿qué quieres mono?”, el mono le dijo “el mago que curé es malo, muy malo” y el mago le dijo “¡cálmate, cálmate y explícame!” y el mono se calmó y le explicó lo que había pasado. Y el mago corrió con el mono a salvar al árbol. Pasaron por animales muy salvajes y por espinas, hasta que llegaron y pudo detener el hechizo y el árbol pudo volver a ser feliz para siempre.
ESCUELA PARTICULAR SUBVENCIONADA LAS COLINAS Sector Pantano, Comuna de Lumaco, IX Región Profesora Julia Torres
La Machi y El Canelo Wagulen Wekuyen Chehuan Huala (12 años, 5º Año Básico)
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rase una vez una machi muy joven llamada Millaray, que no recibía el apoyo de su familia. Cada mañana al amanecer tocaba su cultrún con gran alegría, pero a la vez se sentía muy triste porque su familia no estaba ahí para acompañarla. Un día ella decidió ir al bosque a buscar remedios y se encontró con un canelo. Millaray se puso a llorar y una lágrima cayó sobre el canelo. El canelo habló y le dijo a Millaray, “Millaray, no llores, tú sabes que si no tienes el apoyo de tu familia podrás seguir igual adelante. Tienes un don especial que no cualquier persona tiene. Vas a encontrar una persona que te quiera y te apoye”. Después de escuchar las palabras del canelo, el canelo se convirtió en un joven. Millaray quedó sorprendida. El joven le dijo “te voy a apoyar en todo y te voz a querer mucho”. Así fue como Millaray pudo tener al apoyo que tanto quería.
El Copihue y La Niña Belén Rayén Cayuqueo Ancamilla (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez una niña llamada Rayen que significa flor, cada día veía en el bosque un copihue rojo, que a ella le gustaría cortarlo. Un día fue donde estaba el copihue para cortarlo, pero de repente el copihue le habló y le dijo “por favor no me cortes, pídeme lo que quieras y yo te lo concederé”; Rayen le dijo “quiero ser hermosa como tú”; el copihue le dijo “lo serás, cuando despiertes serás tan hermosa como yo”. A la mañana siguiente cuando despertó se sentía diferente, fue donde el copihue a agradecerle por lo que le dio, así que todos los días iba a conversar con el copihue y se enamoró del copihue. Pasaron muchos años y encontraron a Rayen al lado del copihue, muerta a sus pies.
El Árbol Nativo
Jonathan Matías Ancamilla Nauelpi (10 años, 5º Año Básico)
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rase una vez un árbol llamado hualle que estaba muy triste porque un llamado Jonathan le sacaba los digüeñes. Un día el niño fue a pedirle perdón por el daño que le había hecho. Pero una noche el hualle se le apareció al niño en sueño y le dijo “no me quiebres mis ramas”. Al día siguiente Jonathan fue a donde estaba el árbol nativo y alrededor le puso guano de animal y tierra y así el árbol por fin fue feliz y le dio mucho digüeñes a toda su familia y después le dio mucha leña para el invierno.
Violeta y El Canelo
Rosa Elisa Maldonado Calluqueo (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez una niña llamada Violeta, ella un día se dirigía al colegio, pasó por un bosque caminando, pero de repente sintió una motosierra y corrió a ver lo que pasaba. Violeta vio a un hombre que trataba de cortar un canelo. Ella corrió y le dijo al hombre que no cortara el canelo, porque él igual quería vivir. El hombre se fue y Violeta quedó muy contenta porque el hombre no cortó el árbol. El canelo le dio las gracias. Ella se fue al colegio y al volver pasó a ver al canelo, lo saludó y así Violeta fue muy feliz junto al canelo.
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El Pequeño Hualle
Violeta Amara Sepúlveda Roa (11 años, 6º Año Básico)
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n un lejano bosque había un pequeño hualle que se sentía muy débil por sus pequeñas ramas. Un día el bosque se incendió, pero el pequeño hualle se salvó. Después de muchos años el hualle creció y fue el más grande del bosque y cada noche les decía a los árboles lo importantes que son por muy pequeños que sean. Ellos vivieron felices hasta que un día llegó el ser humano y derribó al hualle, los árboles estaban muy tristes pero recordaron lo que les había dicho el hualle y las sabias palabras del hualle pasaron de generación en generación.
El Canelo Mágico
Miguel Angel Norin Chehuán (10 años, 5º Año Básico)
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l canelo mágico era muy bueno para sanar a las personas. La machi hacía muchos remedios. Un día un pajarito estaba muy herido, un hombre malo, muy malo, con una escopeta le disparó al pajarito herido en el suelo, lo recogió y lo llevó a su ruca. La machi fue a buscar el canelo mágico, lo lavó y lo molió y sacó un jugo de color verde, que le dio de tomar al pajarito. El pajarito al tomar el jugo abrió los ojos y se levantó. La machi lo llevó a donde estaban otros pajaritos, arriba de un árbol que estaba dentro del bosque nativo.
Los Árboles y El Niño
Héctor Leonardo Huenchunado Ancamilla (11 años, 5º Año Básico)
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ra un día que estaba anocheciendo, los arboles ya estaban durmiendo con los animalitos muy tranquilos, pero había algo malo: los niños querían quebrar los ganchos de los árboles y asustar a los animalitos. Entonces ellos llegaron, pero muy tranquilos. El niño Juan vio que unos niños querían quebrar los ganchos. Juan fue corriendo a despertar al león y el león rugió, los niñoS se horrorizaron y se fueron a su casa gritando y llorando. Los animalitos, los árboles y el león le agradecieron muy felices. Pasaron los días. Juan siempre iba a ver a sus amigos de la naturaleza, era como un protector. Al final se fue a la universidad, pero él escribía siempre cuentos a sus amigos, él era el único que podía hablar con la naturaleza. Pasaron los años, Juan se casó y tuvo una familia. Él siempre le contaba a sus hijos cuentos de la naturaleza.
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La Machi y El Canelo Aiyen Carolina Nahuelpi Aguilera (10 años, 5º Año Básico)
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rase una vez una machi muy joven llamada Millaray, que vivía en Pantano. Un día le llegaron personas enfermas, que necesitaban hacerse remedios donde la machi, pero la machi necesitaba canelo para hacerles remedios. Pero el canelo era muy escaso; de pronto tuvo una visión, en la visión salía un canelo en un bosque. El canelo estaba en un lugar muy lejos, tenía que pasar por un río, bosques llenos de animales y al final llegar al canelo. La machi pasó por todas esas partes, pero cuando estuvo en el río le costó más porque el río se había elevado y por suerte cerca de ese lugar había una campesina con un bote. La campesina la ayudó a cruzar el río, después se fue sola y llegó al bosque donde los animales trataron de atacarla, pero había un puma bueno que la defendió y por fin, la joven llegó al bosque donde estaba el canelo. Le sacó dos hojas al canelo. La machi se devolvió a su ruca y sanó a los enfermos.
El Conejo en el Bosque Emerson Eliecer Nahuelpi Marin (10 años, 5º Año Básico)
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abía una vez un conejo que vivía a orillas de un bosque. Un día se juntó con una familia de conejos que vivían en un manchón de carrumbas. El conejo les preguntó “¿para dónde van?”, “vamos al bosque”, “¿a qué van?”, “vamos al bosque a comer”, “entonces ¿puedo ir yo?”, “si puedes, pero tienes que andar con cuidado porque hay un león muy hambriento y lo único que él quiere es comernos a nosotros”. Pero un día llegó el ser humano y cortó todos los árboles. Los pobres conejitos se entristecieron mucho. Pasaron los años y los árboles crecieron y los conejitos volvieron a ser felices porque volvieron a tener su comida en el bosque.
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ESCUELA BÁSICA E-431 MENQUE Sector Menque, Comuna deTomé, VIII Región Profesor Héctor Parra
El Tiburón y La Ballena Guiselle Stephanie Orellana Yévenes (12 años, 6º Año Básico)
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abía una vez un tiburón que se llamaba Lenny. Un día llegó una ballena y se enamoró, y el papá que se llama Lino dijo “que raro que mi hijo se enamore de una ballena”. Después el hijo se acerca y le dice “¿cómo te llamas?” y ella responde “yo me llamo Magdalena y tú ¿cómo te llamas?” y él contesta, “yo me llamo Lenny, y vivo en un submarino hundido ¿y tú?”, y ella le responde “yo vivo muy lejos y no sé cómo se llama”. Cuando se presentaron padres con padres dijeron “que raro”. Un día le pidió matrimonio. La ballena pensó mucho porque ella viajaba mucho y le dijo que tenía que preguntarle a los padres y le dijeron que sí, si él quiere viajar con nosotros, y le dijo que sí, si viajaría con ella y se casaron y vivieron felices por siempre.
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El Árbol Gigante Jorge Raúl Mato Poblete (10 años, 5º Año Básico)
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na vez, como por el año 2.000, un árbol (pino) en el medio del bosque, era el más grande que todos los tipos de árboles en el bosque. Medía más de 500 metros de alto, estaba muy bien cuidado, tenía un cerco para que no entrara nadie a hacerle algo malo. El cerco era alto, cosa que las personas malas no lo escalaran. Sobre el árbol se paraban de todas las especies de pájaros: codornices, picaflor, zorzal… etc. El bosque en el que estaba el árbol (pino) se llama el Bosque de Menque. Menque es un pueblo chico, pero con un bosque grande, en realidad es más un campo lindo, pues claro, es donde está el árbol más grande de Menque.
La Naturaleza
Carlos Mauricio Escalona Pérez (9 años, 4º Año Básico) N = Nada se iguala a la naturaleza A = Andan aves volando y aleteando T = Tanto de norte a sur cruzando el planeta U = Unas aves tan hermosas con sus colores R = Ratas o lo que sea también es un ser vivo A = Animales es una palabra hermosa L = La luna se refleja en el agua y en los ojos de los animales E = Es increíble las hierbas medicinales Z = Zarzamora que da frutos comestibles A = Árboles que nos limpian el oxígeno
La Naturaleza y Los Animales Ignacio Andrés Vergara Fuentealba (9 años, 4º Año Básico)
El árbol nos da vida y también aroma limpia nuestro aire y a todos nos enamora. Hay animales roedores y también voladores pero me gustan los peces de distintos colores. Las flores son muy lindas pero me gusta el girasol se mueve y se mueve en la dirección del sol. Naturaleza de mi vida Naturaleza de mi amor te quiero y te quiero con todo mi corazón.
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El Pájaro Copito
Katherine Gumercinda Carrasco Torres (11 años, 6º Año Básico)
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abía una vez un bosque donde vivía un pajarito llamado Copito, vivía en un árbol en medio del bosque y tenía muchos amiguitos. Al lado del bosque corría un río donde él iba a tomar agüita con todos sus amigos, jugaban tanto que le daba tanta sed. El bosque le proporcionaba alimentos donde iba a comer con todos sus amigos. Uno de sus amiguitos se envenenó porque comió desechos humanos, pero gracias a la ayuda de mis amigos me salvé. Por eso tenemos que botar todos los desechos en bolsa de basura, para mantener nuestra naturaleza bonita.
Mis Vacaciones
Bastián Alberto Alarcón Jara (9 años, 5º Año Básico)
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n mis últimas vacaciones de verano Danixa y yo tuvimos la oportunidad de recorrer el sur de Chile, gracias a un viaje que se programó en mi pueblo. El viaje era destinado a muchos lugares del sur de Chile. Danixa estaba muy entusiasmada pues le habían contado que podría ver bosques, lagos, ríos, volcanes, animales y mucha vegetación. De todos los lugares que conocimos nos gustó el parque de Chiloé. El guarda parque nos informó que este parque tiene un bosque siempre verde y allí pudimos encontrar mucha naturaleza y árboles de esa zona como por ejemplo el Tepú y el Alerce y muchos animales y entre los dos pudimos conocer la naturaleza poco a poco y el hábitat de preciosos animales.
El Jardín Natural Thiare Escarleth Jeréz Avello (11 años, 6º Año Básico)
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abía una vez un Jardín Natural que se caracterizaba por sus flores de muchos colores muy fuertes y muy apagados. La gente todos los días pasaba a ver las flores y a fotografiarse junto a su familia de muy lejos. Un día la gente dijo que debería formarse un centro turístico y un día la gente de tanto verlas, las flores estuvieron en peligro de extinción. Pero gracias a la naturaleza se salvó el jardín y todos los días salen a visitarlos.
El Bosque de Menque Yasna Margot Riffo Salas (11 años, 6º Año Básico)
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abía una vez un pueblo llamado Menque. Este pueblo estaba rodeado de bosques muy preciosos. Había una montaña Chilena. En esta habían muchos árboles, hermosos pájaros y animales. Dicen que andan leones y zorros. Cierto día en el colegio del pueblo de Menque, los profesores pensaron hacer deportes fuera del colegio y de pronto se les ocurrió hacer una caminata a la montaña, pero no entraron en ella por miedo a extraviarse, pero cuentan que, por lo que vieron, es hermosa pero tenebrosa. En el pueblo hay personas que piensan hacer turismo en Menque, quieren enseñarles a las personas de otros lugares la maravillosa naturaleza de este pueblo. Algún día este pueblo será conocido por sus bosques hermosos, que nos dan nuestro aire puro para respirar y algún día tendremos una historia para nuestros hijos y nietos que contar.
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La Naturaleza es Mi Hábitat Carolina Scarlet Jara Paredes (11 años, 5º Año Básico)
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abía una vez, hace mucho tiempo, una cabrita que vivía en la naturaleza porque esa era su hábitat. La naturaleza a la cabrita le daba de todos sus frutos, como por ejemplo, manzanas, peras, etc. Pero de repente llegó un enorme venado y le dijo, “yo soy el que manda aquí, porque ésta es mi naturaleza, así que me tienes que hacer caso ¿me escuchaste?” le preguntó el venado a la cabrita, pero ella no le respondió. Pero al final a la cabrita se le ocurrió preguntarle a la naturaleza, “naturaleza ¿tú de quién eres en verdad, mía o del enorme venado?” y la naturaleza le respondió “por supuesto que tuya” y la cabrita finalmente se puso contenta.
La Tarea de Los Niños en El Bosque Nativo Olga Yulissa Granadino Salas (13 años, 8º Año Básico)
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abía una vez un bosque nativo que sobrevivía cerca de un poblado, porque lo rodeaban de basura, ratas e insectos. Por las tardes los niños jugaban en los árboles de la orilla y quebraban sus ramas, los niños no entendían el daño que le hacían a los árboles, solo se entretenían en sus juegos y travesuras. Cierto día un grupo de niños de otra localidad cercana, pasaban por ahí y observaron lo que ellos hacían y recordaron la clase de ciencias que habían tenido recientemente. Uno de los niños del grupo los saludó y les dijo lo que a ellos les habían enseñado, los demás niños miraron con asombro al darse cuenta que los árboles tenían vida, igual que los humanos, que respiraban, se reproducían y lo más importante de la lección, fue que los arbolitos tienen una tarea muy, pero muy importante en el ecosistema: ellos son los únicos capaces de transformar el aire que nosotros ocupamos al respirar y lo vuelven nuevo al ambiente y así podemos respirar nuevamente. Aquellos niños que tenían esa costumbre, no lo hicieron más ya que empezaron a ver los árboles de una manera diferente, le entregaron valor y juntos limpiaron la basura y rodearon con letreros para que nadie más lo hiciera.
Cuidado con El Incendio
Camila Constanza Álvarez Mondaca & Elizabeth Alejandra Granadino Salas (9 años, 4º Año Básico)
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abía una vez un bosque hermoso y muy colorido, lleno de flores y árboles nativos. Allí vivía la señora tortuga, que era tierna, verde y terrestre. Ella siempre admiraba el lugar donde vivía. Ahí vivía su amiga flor, era muy linda y tenía muy rico olor, y por eso en el bosque era la más preferida. También un conejo llamado Brincón era amigo de la flor y de la tortuga. Un día la señora tortuga y el conejo Brincón salieron a pasear a una laguna cercana y cuando regresaran, le contarían a su amiga flor y a los demás árboles todo lo que verían. Al llegar a la laguna quedaron impresionados con su belleza. Se fueron de regreso al bosque, emocionados a contarles a sus amigos. Cuando llegaron al bosque, notaron que todo el bosque se estaba quemando y que ya no tenía sus lindos colores y no tenía su rico olor, lloraron de tristeza y de inmediato pensaron “¿cómo estará nuestra amiga flor?” Corrieron hacia ella y estaba a punto de quemarse.
El conejo Brincón zapateó y zapateó hasta que apagó el fuego y salvó a su amiga. La tortuga traía agua en su caparazón, así salvó a la flor y a algunos árboles. La tortuga y el conejo tuvieron que irse a la laguna a vivir porque en el bosque no había alimentación para ellos. Siempre visitaban a su amiga flor y a todos los árboles que se salvaron. Todos quedaron muy tristes, por lo que los hombres provocaron con un cigarrillo malo.
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