Sí, mi querido lector, la vida es un don maravilloso que Dios nos ha dado a través de nuestros progenitores, cualesquiera que hayan sido o sean, pero ha sido Dios quien ha determinado darnos el aliento de vida que nos renueva cada día que amanecemos, y que tenemos la oportunidad de vivirlo como queramos. Es verdad que las situaciones exteriores pueden influenciar nuestro ánimo para vivirlo, pero no determinarlo.