Santos del mes septiembre

en compañía

Santos

de los

del mes de

Septiembre

Día 3 SAN GREGORIO MAGNO (540-604) Papa y Doctor de la Iglesia

G

regorio nació en Roma, alrededor del año 540, de una familia noble convertida al cristianismo desde antiguas generaciones. Basta saber que su bisabuelo fue el Papa Felix III y su abuelo el Papa Felix IV; esto fue en la época en que la Iglesia no tenía como disciplina para ser sacerdote, obispo y Papa el que fuesen célibes como sucede en nuestros tiempos, sino que podían ser casados. El papá de Gregorio fue el senador Gordanius, quien renunció a su cargo para hacerse uno de los siete Diáconos de Roma.

Siendo joven aún, Gregorio se dedicó a la política, y en 573 alcanzó el puesto de Prefecto de Roma, la dignidad civil más alta a la que se podía aspirar en esos cargos, pero muy pronto renunció a ese puesto para dedicar de lleno su vida a Dios haciéndose monje en la vida religiosa, renunciando así al matrimonio y a todo honor y gloria de este mundo.

Al morir su padre, transformó su mansión en un monasterio llamado San Andrés, donde actualmente se encuentra la Iglesia de san Gregorio Magno. Trabajó incansablemente por hacer conocer la regla benedictina y fundó seis monasterios, tanto en Roma como en Sicilia. Precisamente Gregorio es uno de los más cercanos biógrafos de san Benito, de sus obras y de muchas anécdotas que han llegado hasta nuestros días a ser conocidas.

En el año 579 el Papa Pelagio II le otorgó a Gregorio la orden del Diaconado y lo envió como embajador de Roma, a Constantinopla, donde conoció a Leandro de Sevilla, hermano del también Doctor de la Iglesia, Isidoro de Sevilla. Regresó a Roma en el 585 o 586 y se retiró de nuevo al monasterio. Posteriormente, solicitó permiso para ir a evangelizar en la Isla de los anglosajones, pero el pueblo pidió al Papa que no lo dejara ir porque era una persona muy valiosa y ejemplar y no querían perderse de sus enseñanzas y presencia. Para evitar su ida, el Papa lo nombró uno de sus más cercanos colaboradores, ocupándose desde entonces a ser secretario del Papa, cargo que desempeñó hasta que éste murió.

Al quedar vacante la sede pontificia, el clero y el pueblo eligieron a Gregorio como sucesor del pontífice.

Es así, que Gregorio se convirtió en el primer Papa monje, y por ser de la orden de San Benito, por el estilo de vida que llevan, le proporcionará una grande fortaleza espiritual que lo hará célebre en todo el Occidente.

Siendo Papa, se propuso organizar las tareas administrativas, litúrgicas y eclesiásticas. A él corresponde la

autoría de la “Regula Pastoralis”, que es un Manual de moral y de predicación destinada a los obispos.

Recopiló y contribuyó a la evolución del Canto Gregoriano, llamado en su honor: “Antifonario de los Cantos Gregorianos”; también ordenó que se recopilaran los escritos de los himnos cristianos primitivos: Antífonas, Salmos e Himnos. Fue un prolífero autor de obras administrativas, de estado y de diferentes asuntos eclesiásticos.

Falleció el 12 de marzo del 604. Fue declarado Doctor de la Iglesia por Bonifacio VIII el 20 de septiembre de 1295. Es uno de los cuatro Santos Padres de la Iglesia Occidental junto con san Jerónimo de Estridón, san Agustín de Hipona y san Ambrosio de Milán.

Día 5 BEATA TERESA DE CALCUTA (1910-2003) Religiosa y Fundadora

A

gnes Gonxha Bojaxhiu, nació el 26 de agosto de 1910 en Uskub, en la República de Macedonia.

Fue la menor de los hijos del matrimonio formado por Nicole y Dranafile, de una familia acomodada, ya que su padre era político de Albania. Su padre murió de forma misteriosa y repentina, cuando ella tenía apenas ocho años de edad; por consecuencia, la familia quedó en estreches económica y la mamá tuvo que hacerse cargo de sacar adelante a sus hijos. Por ello, Dranafile se empeñó en dar una educación en los valores y principios cristianos a su hija Agnes, y también encontró apoyo para su formación católica en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, que era atendida por los padres Jesuitas; ahí ella adquirió una firme devoción cristiana.

Durante su infancia, Agnes asistió a la escuela estatal; fue solista del coro de su parroquia y, en ausencia del director, ella dirigía al coro.

Pertenecía al Sodalicio de Nuestra Señora, donde comenzó a interesarse por la lectura de las historias de los misioneros jesuitas de la ex República de Yugoslavia que estaban realizando la misión en Bengala, India. Desde entonces, sintió el deseo de trabajar como ellos en la India. Para lograr su objetivo, el 26 de septiembre de 1928, poco después de haber cumplido 18 años, decide ingresar a la Abadía de Loreto, en el Instituto de “La Bienaventurada Virgen María”, en Irlanda.

A partir de ese momento, no volvería a ver a su madre ni a su hermana.

Inicia su proceso de formación en Irlanda y recibe el nombre de hermana María Teresa, en honor de santa Teresa de Lisieux. En diciembre de ese mismo año, es enviada a la India para que realice su noviciado y

sus Primeros Votos religiosos. Después de esto, fue enviada a la comunidad de Loreto para que impartiera la enseñanza a las jóvenes de la escuela de Santa María. El 14 de enero de 1937, hizo los Votos solemnes de Pobreza, Castidad y Obediencia, y fue nombrada directora de la escuela donde impartía la enseñanza.

En la escuela de St. Mary pasó veinte años, educando a las chicas que asistían al colegio.

Sin embargo, la realidad de extrema pobreza existente en Calcuta le inquietaba. Por ser una persona de oración profunda y de delicada atención al prójimo, al ver el abandono y dolor en que vivían tantos pobres, sentía dentro de sí un “llamado dentro de la llamada”, escucha y siente la voz de Dios que le pedía dedicar su vida a los más pobres de la sociedad. En sus momentos de oración, Jesús le reveló el deseo de su corazón para que encontrara “víctimas de amor” que “irradiasen a las almas su amor”. Le decía Jesús: “Ven y sé mi luz”.

“No puedo ir solo”. Le pide entonces que funde una congregación religiosa, las Misioneras de la Caridad, para que se dedicaran a servir a los más pobres entre los pobres. Así dejó pasar dos años antes de pedir permiso de salir de su congregación para ir a comenzar una nueva, la que Jesús le estaba solicitando.

Por fin, el día 17 de agosto de 1948, vistió el sari blanco orlado de azul y dejó el convento de Loreto para entrar en el mundo de los más pobres entre los pobres.

Para poder atender a los abandonados por la sociedad, Teresa se fue a recibir capacitación médica básica en Paris, y a su regreso a Calcuta, con el apoyo financiero de un empresario católico hindú, comenzó a trabajar entre los pobres en 1948, enseñándoles a leer. Adoptó la ciudadanía india, y finalmente como enfermera se insertó en los barrios más pobres. Inauguró una escuela en Motijhill, en Calcuta, enfocándose a las necesidades de los indigentes y hambrientos. En 1949 con un grupo de mujeres jóvenes, sienta las bases para fundar una nueva comunidad religiosa que ayudara a los “más pobres de entre los pobres”, llamadas “Misioneras de la Caridad”, mismas que están ya en todo el mundo. Posteriormente, en 1963, funda también la rama masculina llamados “Hermanos Misioneros de la Caridad”.

Así pasó los siguientes 35 años de su vida, abriendo nuevos comunidades de hermanas y hermanos Misioneros de la Caridad para atender a los pobres abandonados de muchos países en el mundo.

Después de una vida entregada plenamente, en fundaciones, visitas y negociaciones, le entregaron varios premios a su labor humanitaria de parte de gobiernos y asociaciones. Toda su vida fue un testimonio de amor por la grandeza y la dignidad de cada persona humana, del valor de las pequeñas cosas hechas con fidelidad y amor, del valor incomparable de la amistad con Dios.

Finalmente, el 5 de septiembre de 1997, su vida terrena llega a su culmen. Por los muchos milagros que le comienzan a atribuir, a menos de dos años de su muerte, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura del proceso de beatificación, y fue el mismo Papa quien en el año 2003 la nombra Beata Teresa de Calcuta.

Día 9 SAN PEDRO CLAVER (1580-1654) Patrono de las misiones entre los esclavos negros y Defensor de los Derechos Humanos

P

edro nació en Verdú, España el 26 de junio de 1580. Fue hijo de Pedro Claver y Juana Corveró, una pareja de campesinos catalanes que poseían modestas propiedades de viñedos y olivares, y que gracias a su trabajo, gozaban de una moderada solvencia económica, pero eran muy ricos en virtudes humanas y cristianas. De la infancia de Pedro no sabemos nada, pero sabemos que al llegar a la edad de 19 años se graduó en la Universidad de Barcelona.

Por esta época también decide consagrarse a Dios en la congregación de los jesuitas en ingresa el 7 de agosto de 1602 en Tarragona. Después de hacer su noviciado y Primera Profesión Religiosa entre los Jesuitas, es enviado a Gerona para estudiar humanidades y luego a Palma de Mallorca a estudiar filosofía. En 1605 se encuentra con san Alonso Rodríguez, quien por inspiración de Dios le anima para que vaya a evangelizar los territorios españoles de América.

Pedro creyó en esta inspiración y con el beneplácito de sus superiores, se embarca hacia Nueva Granada, y en 1610 estudia la Teología en Santa Fe de Bogotá, Colombia. Un año después lo envían a Cartagena, una de las costas colombianas con puerto hacia el Océano Atlántico, donde el 20 de marzo de 1616 es ordenado sacerdote.

Cuando Pedro llegó al Continente Americano, pudo darse cuenta de la terrible realidad de esclavitud institucionalizada en la que vivían desde 1510, tanto algunos nativos de esas tierras conquistadas por los españoles, como la gente de color traída como esclavos desde tierras africanas. Cartagena, como lugar estratégico, se había convertido en el principal centro de comercio de esclavos en el Nuevo Mundo.

Pedro no podía cambiar el sistema reinante bajo la corona española, pero sí podía hacer mucho con la gracia de Dios; y así lo hizo con grande fe y amor por Dios y por la gente sometida a la esclavitud; decidió “Ser esclavo de los esclavos negros para siempre”. Supo ser servir en aquella situación; organizó la forma de estar con ellos y brindarles lo que más podía para mitigarles sus sufrimientos dándoles alimentos, instrucción religiosa a través de intérpretes, atención médica cuando estaban enfermos. Se ingenió para tener contactos y saber cuándo y de dónde llegaría algún barco trayendo esclavos para prepararse con provisiones de alimentos, agua y cobijo; incluso muchas veces llegó a usar su mismo manto para dar abrigo a los desnudos y enfermos. Con estas acciones, se atrajo muchas inconformidades y difamaciones de quienes veían afectados sus intereses, pero supo superarlos con la oración, grandes ayunos y penitencias rigurosas, carecía de la comprensión de las personas, pero encontraba la fuerza en Dios.

Muchos, aún los que se sentían molestos, al ver la caridad del padre Claver para con los esclavos, sabían que hacia la obra de Dios, siendo un gran profeta del amor evangélico que no tiene fronteras ni color. Pedro era conocido en toda Nueva Granada por su gran caridad y ayuda para con los esclavos negros.

El 6 de septiembre de 1654, enfermó gravemente y, con gran paz, recibió el sacramento de la extremaunción para entregar finalmente su alma a Dios el 9 de septiembre de 1654. Su causa de beatificación comenzó en 1658, pero será a casi un siglo después de su muerte que será declarado venerable, en 1747.

Volverá a pasar otro siglo más para que sea canonizado en el año 1850 por el Papa Pío IX; será el Papa León XIII quien lo canonice el 15 de enero de 1888. El 7 de julio de 1896, fue declarado Patrono de las Misiones entre los negros, y en el año 1985, fue nombrado Defensor de los Derechos Humanos.

Día 13 SAN LUIS BATES SAÍNS (1870-1926) Sacerdote y Mártir mexicano

L

uis nació en San Miguel del Mezquital el 13 de septiembre de 1870. Cuando tenía 12 años ingresó en el Seminario de Durango, donde sobresalió por su gran piedad. Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de enero de 1894. Desde ese momento se desempeñó como director espiritual del Seminario conciliar y Párroco de Chalchiuites hasta su muerte. Tuvo un gran celo pastoral y capacidad organizativa y dio un gran impulso a la Acción Católica. Fundó un taller de obreros católicos y también una escuela para niños.

“Cuidaba la enseñanza de la doctrina a los niños de manera personal, y por la noche enseñaba catecismo a los adultos. Era un sacerdote lleno de fervor y celebraba la Eucaristía con mucha reverencia.”

En una ocasión ante Jesús Sacramentado dijo: “Señor, quiero ser mártir, aunque indigno ministro tuyo quiero derramar mi sangre, gota a gota, por causa de tu nombre”.

En 1926 después de celebrar una junta de la Liga para la Defensa de la Libertad Religiosa, antes del cierre de las Iglesias, lo denunciaron con calumnias, diciendo que armaba un complot contra el gobierno y que preparaba un levantamiento armado. El padre Luis, a partir del cierre de los templos, dejó su parroquia y se fue a vivir en un casa particular a donde llegó un pelotón de soldados que lo tomo preso con el fin de asesinarlo. El pueblo reclamó su libertad pero todo fue inútil.

Cuando los soldados le comunicaron que se lo llevarían, el padre Luis solo dijo: “Que se haga la voluntad de Dios, si Él quiere, yo seré uno de los mártires de la Iglesia”. El 15 de agosto de 1926 junto con sus más cercanos colaboradores, fue llevado a un lugar conocido como “Puerto de Santa Teresa”. El padre Batis y Manuel Morales fueron llevados a la carretera, para ser fusilados, el padre intercedía por su compañero porque tenía esposa e hijos y decía: “Les ruego que en atención a los niños pequeños que forman la familia de Manuel Morales, le perdonen la vida. Yo ofrezco mi vida por la de él. Seré una víctima, estoy dispuesto a serlo”. Pero todo fue inútil, entonces, viendo que no lograba convencer a los soldados, dirigió mirada y su bondadosa sonrisa hacia su compañero para absolverlo antes de ser ejecutado y le dijo: “Hasta el cielo”.

Pocos segundos después, también el padre Batis consumaba su vida en el martirio.

Día 30 SAN JERÓNIMO (342-420) Pesbítero y Doctor de la Iglesia

J

erónimo nació al alrededor del año 342 en Stridon, entre Dalmacia y Panomia, territorio de Italia en aquellos tiempos. Su padre trató de brindarle una instrucción general desde su propio hogar y posteriormente en las escuelas de Roma. En la gran ciudad, Jerónimo tuvo como tutor al famoso gramático pagano, Donato, y en poco tiempo llego a dominar perfectamente el latín y el griego, (su lengua natal era el Ilirio), pero con poco conocimiento en los libros de espiritualidad y religión. Su pasión era leer a los grandes autores latinos como Cicerón, Virgilio, Horacio y Tácito, además de algunos otros autores griegos como Homero y Platón; nunca dedicó tiempo para leer y conocer sobre temas religiosos. Llegó a terminar sus estudios, y aunque no tenía los vicios de los jóvenes romanos, si era adicto a la vanidades, lujos y otras debilidades.

En Roma recibió el bautismo después de pasar por la etapa de catecumenado cuando tenía unos 18 años de edad. Tenía la costumbre de ir a visitar, junto con sus amigos, las tumbas de los mártires y de los apóstoles que estaban en las galerías subterráneas de la ciudad de Roma, donde se conservan las reliquias de los mártires. Después de 3 años en Roma, decidió ampliar sus conocimientos y, en compañía de su amigo Bonoso, se marchó a Tréveris donde renació en su corazón el espíritu religioso, desde entonces entrego su corazón completamente a Dios. Jerónimo estuvo unos años en Aquilea, después se retiró al desierto para hacer penitencia

por sus pecados, ya que lo dominaban la sensualidad, el mal genio y el orgullo. Llego a Antioquia el año 374, ahí sufrió enfermedad y fuertes tentaciones. Entonces dedicó tiempo al estudio absorbente, incluyendo el hebreo. Sin embargo, a pesar de dedicar mucho tiempo a la oración, al ayuno y al estudio exhaustivo, no lograba conseguir la paz interior.

Acudió entonces en busca del auxilio divino y dirá más tarde al recordar esos tiempos: “Me arroje en espíritu a los pies de Jesús, los bañe con mis lágrimas y al fin pude domar mi carne”. También descubrió que su misión no era vivir en la soledad y decidió regresar a Roma.

Al estar de vuelta en la ciudad, se encontró que los obispos y el Papa habían nombrado como secretario papal a san Ambrosio, pero calló repentinamente enfermo y entonces eligieron nombrar a Jerónimo como secretario, el cual aceptó y asumió con mucha responsabilidad, sabiduría y eficacia. Jerónimo recibió la ordenación sacerdotal de manos del Papa Dámaso, aunque nunca celebró. Poco después se trasladó a Constantinopla para estudiar las Sagradas Escrituras bajo la dirección de san Gregorio Nacianceno.

Al ver el Papa Dámaso la sabiduría y conocimiento que poseía Jerónimo, le hizo el encargo de redactar todas las cartas que debía hacer el Pontífice, además, le pidió hacer un traducción de la Biblia al latín, porque las traducciones existentes por entonces tenían muchos errores de lenguaje. Además, Jerónimo poseía una elegancia al expresarse en latín y sin duda podría hacer una traducción más precisa y refinada; así surge la traducción conocida como “La Vulgata”, que se convirtió en la versión oficial para la Iglesia católica durante poco más de 15 siglos.

Al morir el Papa San Dámaso, Jerónimo se había ganado muchas enemistades a causa de su forma de vivir y por las denuncias que hacía de la mala vida en Roma, Jerónimo se fue a vivir cerca de la Basílica de la Natividad, cerca de la ciudad de Jerusalén, en una amplia caverna; ahí estableció una escuela gratuita para niños y vivió unos años en paz. En aquel lugar se hizo famoso por sus obras sobre las Sagradas Escrituras.

A san Jerónimo la Iglesia lo reconoce como a un hombre especialmente elegido por Dios y le tiene por el mayor de sus grandes doctores, en la exposición, explicación y comentario de las Sagradas Escrituras. El Papa Clemente VIII afirma que Jerónimo tuvo la asistencia divina al traducir la Biblia. El Concilio de Trento designó la traducción de “La Vulgata”, de San Jerónimo, como el texto auténtico de la Biblia en latín autorizado por la Iglesia Católica.

Después de permanecer 35 años en la gruta de Belén y de vivir una vida santa, el 30 de Septiembre de 420, cuando su cuerpo extenuado por el trabajo y la penitencia al grado de parecer una sombra, y de habérsele agotado la vista y la voz, pasó a mejor vida. Sus restos fueron sepultados cerca de la Iglesia de la Natividad, y tiempo después, fueron trasladados a la Iglesia de Santa María la Mayor, en Roma.

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