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decoloniales
través de una “Carta a mis lectorxs”, reflexiono sobre el proceso de investigación, manifestando mis emociones, preocupaciones e interrogantes sobre la vulnerabilidad de la escritura autoetnográfica y la importancia de analizar la propia experiencia desde el cuidado feminista. Por último, en las conclusiones de este trabajo reflexiono acerca de las discusiones y resultados de mi investigación, aportando nuevas líneas de investigación y expresando mis opiniones sensibilizadas e inacabadas sobre un presente pandémico que aún nos desafía y afecta, individual y colectivamente, en todos los ámbitos de nuestra vida. En este sentido, considero que este trabajo es un aporte a los análisis actuales sobre la pandemia, ya que da cuenta de un fenómeno social desde el análisis de su dimensión emocional y subjetiva. A través de este trabajo autoetnográfico reflexiono desde mi experiencia, sobre cómo han cambiado nuestras vidas, de qué forma y cómo nuestras emociones hacen a la construcción de significados propios y colectivos de la pandemia. Estudiar las emociones desde esta perspectiva feminista decolonial, encarnada y afectiva y hacerlo a través de una metodología autoetnográfica es también un aporte desde la academia para sensibilizar los análisis “pandémicos” en pos de mostrar las tensiones, las potencialidades y contradicciones de este fenómeno sin caer en explicaciones descontextualizadas, descorporizadas, negacionistas, patriarcales, racistas, estereotipadas, panfletarias o “nostálgicas” del pasado. Por otro lado, mi trabajo realiza un aporte a los Estudios culturales y Sociales de las emociones, ya que describo y analizo cómo se construyen y qué hacen mis emociones pandémicas, corporizadas y encarnadas tanto en mis vivencias del confinamiento como en la propia escritura reflexiva acerca de investigar la pandemia mientras aún seguimos viviendo este fenómeno. De esta forma, doy cuenta de cómo las emociones son sociales, contextuales y relacionales, fundamentales para comprender la forma en que sentimos o nos afectan los fenómenos sociales, y de esta forma constitutivas de la realidad social.
Por último, a partir de este análisis situado y encarnado desde perspectivas teóricas feministas, contribuyo a reflexiones presentes y urgentes de los Estudios de Género y los movimientos feministas sobre temas claves que marcaron mi vivencia de la pandemia: las redes afectivas, el cuidado, la vida inter-especies y la vulnerabilidad de nuestra condición humana, así como sobre la posibilidad de dar respuestas afectivas a nuestras vivencias tanto personales como colectivas.
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