Dossier sobre la esclavitud infantil by pazybien.es

ÍNDICE

1. La infancia en el mundo, amenazada......................................................................................................3 2. La Iglesia Católica contra la esclavitud y en defensa de la infancia.........................................................4 3. El magisterio de la Iglesia y la esclavitud infantil....................................................................................6 4. Los niños empobrecidos luchan contra este crimen...............................................................................9 5. Campaña del Movimiento Cultural Cristiano por la Justicia en las relaciones Norte-Sur .....................11 6. Dieciocho años de Campaña contra la esclavitud infantil.....................................................................14 7. La vida de Iqbal Masih ¿Por qué el 16 de abril?....................................................................................19 8. Dossier gráfico y de prensa...................................................................................................................21

1. La infancia en el mundo, amenazada Hoy, podemos decir que la situación en el mundo de un niño que va todos los días a la escuela, que desayuna, come, merienda y cena, que vive en una casa digna en el seno de una familia, que dispone de agua potable, que la cubre un sistema sanitario… es una excepcionalidad. En pleno s. XXI... Más de 400 millones de niños en el mundo son esclavizados. Son explotados y forzados a participar del mercado laboral en sus más diversas formas: Niños soldados, Niñas explotadas sexualmente Niños asesinados para traficar con sus órganos Niños que son explotados trabajando en régimen de esclavitud... Al privarles de lo propio de la infancia, el juego y la educación, se les priva de la vida. Son más de 400 millones de niños esclavos, no de niños trabajadores. Este crimen mundial, según las estimaciones de la OIT, lejos de desaparecer ,aumenta anualmente en número y en crueldad. Las causas de este crimen son: • Unas relaciones económicas internacionales radicalmente injustas, representadas por las grandes corporaciones multinacionales y el sistema financiero que, en su carrera por el máximo beneficio, no repara en usar a los niños. • Un sistema político en los países enriquecidos, representado por los grandes organismos internacionales, y por todos los partidos con representación parlamentaria, incluidos los españoles, que legitiman esta situación y no han hecho nada para acabar con este crimen. • Un sindicalismo de los países enriquecidos, insolidario con los trabajadores empobrecidos y que, con su silencio ante la esclavitud infantil, manifiesta su complicidad.

2. La Iglesia católica, contra la esclavitud y en defensa de la infancia Los cristianos, desde los primeros tiempos, tuvieron presentes las referencias que los Evangelios recogieron respecto a la infancia, sobre todo las frases de cariño de Jesús, presentando a los niños como ejemplo de sencillez e inocencia:

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, y abrazándole les dijo: ‘Quien recibe a uno de estos niños en mi nombre, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, no es a mí a quien recibe, sino al que me ha enviado’ (Mc 9, 35-37). En otra ocasión, le presentaron unos niños para que les tocase, pero los discípulos les reprendían. Viéndolo Jesús, se enojó y les dijo: ‘Dejad que los niños vengan a mí y no les estorbéis, porque de ellos es el Reino de Dios. En verdad os digo: Quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él ‘(Mc. 10, 13-16). En una sociedad de esclavos, evangelizar es libertar: ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Jesús el Mesías. (Gal 3,28-29). Libertad y liberación están en la entraña misma de la fe y del acontecimiento cristiano. Cristo nos ha liberado para que permaneciésemos libres, expresa San Pablo. Ya desde la predicación apostólica se marca el comienzo de esta línea de redención, que se hace sin violencias y atacando el mal. Se deja sin fundamento a la esclavitud, al enseñar la igualdad originaria y radical de los hombres ante Dios. Es muy significativa la Carta a Filemón, que supone un documento impresionante de la lucha antiesclavista. San Cirilo proclama que, entre los obispos, sacerdotes o diáconos, no hay esclavos y libres. San Gregorio Nacianceno declara incompatible la esclavitud con el cristianismo y San Cipriano la reprueba en los cristianos como un delito. Ello lleva, incluso, a la paradoja de que el sometido y sin derechos en la sociedad civil, pueda tener un rango superior en la vida religiosa. Así por ejemplo, San Calixto fue un esclavo liberado y rescatado por la comunidad cristiana que llegaría a ser Papa. San Clemente Romano exalta el ejemplo de los cristianos heroicos que se sometieron a esclavitud para liberar a otros. En la Didaché, el más antiguo catecismo cristiano, se establece claramente lo que distingue a un cristiano de un pagano: “No matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido”, frente a las prácticas infanticidas aceptadas ampliamente entonces. Los Padres de la Iglesia también manifiestan la importancia de la protección de los niños, así como la lucha contra la esclavitud. Los Santos Padres afirmaban que Dios era contrario al dominio de unos hombres por otros. Jamás consideraron el trabajo como opus serville (como era considerado en la cultura de su tiempo) sino como opus humanum. En las Confesiones de San Agustín pueden leerse admirables páginas relacionadas con la infancia; cuestionó la existencia de la esclavitud, ya que Dios no ha creado al hombre para ser dueño de sus semejantes (La ciudad de Dios, 19, 15) y con su amigo San Alipio organizaron verdaderas campañas para luchar contra la esclavitud. Ya en la Alta Edad Media, los Concilios de Toledo, Braga… van poniendo disposiciones para la protección de los niños: los jueces y los obispos investigarán y castigarán con las penas más severas, excepto

la pena capital, a los padres que maten a sus hijos; normas contra la práctica de abortos y filicidios de niños nacidos fuera del matrimonio. En los siglos VII al XII surge el monacato, que se alzó como una defensa para los humildes contra los abusos de poder. Durante la Baja Edad Media, donde no había educación reglada ni para los hijos de los ricos, fueron estas instituciones de la Iglesia las pioneras en crear escolanías, colegiatas, universidades. En la Edad Moderna van surgiendo órdenes religiosas que servirán de amparo y protección a los niños: orfanatos, casas de expósitos, escuelas y hospitales para los niños pobres, adelantándose varios siglos a labores que muy recientemente ha asumido el estado. Hermanos de San Juan de Dios y Hermanos de la caridad de San Vicente de Paúl, entregando su vida por los últimos de entre los enfermos; también entre los niños, incurables, enfermos mentales… En 1597 se organiza la primera escuela gratuita tal y como hoy la conocemos (Instituto de las Escuelas Pías, de San José de Calasanz). Con el descubrimiento de nuevos mundos y el recrudecimiento de la esclavitud, también fue el cristianismo quien tomó a su cargo la defensa de los indios o de los esclavos negros. Los Papas fueron pioneros en la nueva causa antiesclavista. Solo por citar algunos ejemplos: el obispo de Cabo Verde, Pedro Brandão, Pablo III o Urbano VIII (1639), que condenaba la esclavitud y amenazaba con la excomunión a todos los que la practicasen. Pío VII en 1814 escribía al rey de Francia condenando y reprobando ese comercio innoble. Gregorio XVI escribe una encíclica contra la esclavitud en 1834: Nigritarum Commercium. Los misioneros combatieron los abusos, destacando en esta labor Antonio Montesinos, Bartolomé de las Casas o San Pedro Claver, que atendía a los esclavos de Cartagena de Indias y que Juan Pablo II pone como modelo de lucha contra las estructuras de pecado, desde la solidaridad. Además, durante todos estos siglos nacieron congregaciones religiosas para el rescate de esclavos o para luchar contra la esclavitud. Destaca la labor de los trinitarios y trinitarias, que intercambiaban sus vidas por las de esclavos. El descubrimiento del Nuevo Mundo dio la oportunidad a los teólogos de desarrollar lo que serían los principios legales y éticos para regir el trato de los nativos en los nuevos territorios. El más conocido fue Francisco de Vitoria, que defendió el principio de que todos los hombres son igualmente libres. En la recién descubierta América, como reconoce el historiador Gerald Brenan, la Iglesia fue un auténtico contrapoder a favor de los humildes, contra los abusos del estado, los ricos y los poderosos. Las reducciones del Nuevo Mundo, espacios de misiones con casi plena autonomía política y económica (organizadas por franciscanos y jesuitas) fueron, en pleno siglo XVI, los primeros lugares de la historia en abolir la pena de muerte y fomentar leyes muy proteccionistas con la infancia. Los siglos XIX y XX supusieron una eclosión de asociaciones religiosas comprometidas con la infancia y la juventud. Destaca, por ser pionero en planteamientos pedagógicos, la obra de Giovanni Don Bosco. Ya en pleno siglo XX, otro de los grandes apóstoles de la juventud será el cardenal Cardinj, que dedicó su vida a los jóvenes obreros de la JOC.

La preocupación de la Iglesia por los niños quedó muy marcada a lo largo de los siglos en la cultura popular: en épocas pasadas, cuando el índice de mortalidad infantil era muy elevado, una de las medidas adoptadas por la familia, con el afán de proteger al niño, era la de ponerle el nombre del santo del día en que había nacido. En esa preocupación por la infancia, la Iglesia ha propuesto, a lo largo de los siglos, modelos de santidad para los niños, los miles de santos inocentes: San Pelayo, Santo Dominguito del Val, Santa Eulalia, San Tarsicio, Santo Domingo Sabio, San Estanislao de Kotska, Santos Justo y Pastor, Alodia y Nunilo, Santa Josefina Bakita. .. Hoy en día, con más de 50.000 niños menores de 5 años muriendo de hambre cada día, con más de 400 millones de niños esclavizados, millones de cristianos siguen ese camino de liberación. En los basureros de la historia, donde mueren olvidados los empobrecidos, donde se asesina a la infancia, también están los cristianos. 300.000 organizaciones de la Iglesia católica luchan hoy contra el hambre y contra la esclavitud infantil. Es, de lejos, la mayor fuerza enfrentada al imperialismo. Y por eso los ataques contra ella irán a más.

3. El magisterio de la Iglesia y la esclavitud infantil El recorrido histórico por la tradición cristiana de protección de los niños, de denuncia y lucha contra la esclavitud y la situación actual de miles de organizaciones católicas jugándose la vida con los últimos de la Tierra tiene -cada vez con más fuerza- su acogida en el magisterio contemporáneo. El siglo XIX terminaba con las palabras de León XIII contra la esclavitud en su encíclica Rerum Novarum: “Un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios (…) Y en cuanto a los niños, se ha de evitar cuidadosamente y sobre todo, que entren en talleres antes de que la edad haya dado el suficiente desarrollo a su cuerpo, a su inteligencia y a su alma. Puesto que la actividad precoz agosta, como a las hierbas tiernas, las fuerzas que brotan de la infancia, con lo que la constitución de la niñez vendría a destruirse por completo”.

Pío XI, en la Quadragesimo anno, escribía que la muchedumbre enorme de proletarios por una parte, y los enormes recursos de unos cuantos ricos por otra, son argumentos perentorios de que las riquezas están mal repartidas e injustamente aplicadas a las distintas clases. El drama Norte-Sur, que según transcurría el siglo fue convirtiéndose en un genocidio de dimensiones incalculables con los niños como principales víctimas, fue permanentemente denunciado por los diversos pontífices del siglo XX: Pablo VI dijo: “Hemos echado una mirada al siglo del hambre; ahora preguntamos ¿es acaso exagerado advertir que los ricos sepan que los pobres acechan los restos de sus festines?”; en cuanto a la responsabilidad de esta situación, Juan XXIII afirmaba que todos nosotros somos responsables de las poblaciones hambrientas, por eso es menester educar la conciencia en el sentido de la responsabilidad que pesa sobre todos y cada uno, particularmente sobre los más favorecidos.

Juan Pablo II alzó su voz en solidaridad con los pobres de la Tierra y, en especial, de los que más sufren, como son los niños. Innumerables son las citas, las referencias, las iniciativas promovidas desde el Vaticano en defensa y en denuncia de los ataques a la infancia. Destacaremos alguna: La miseria está en el origen de condiciones de existencia y de trabajos inhumanos. En algunos países hay niños obligados a trabajar a corta edad, maltratados, castigados violentamente, remunerados con una paga irrisoria: al no tener manera de hacerse respetar, son los más fáciles de chantajear y explotar... En los últimos años de su pontificado, mensajes al pueblo cristiano tan importantes como los de Cuaresma o Navidad han estado dedicados a los más pequeños. Condenó el egoísmo de quienes no buscan el bienestar de los niños, futuro de la humanidad, y recordó a los menores heridos profundamente por la violencia de los adultos, desde la violencia sexual, la disgregación familiar o el oscuro tráfico de órganos. Respecto a enfermedades infantiles que en los países enriquecidos han desaparecido y que entre los niños pobres causan estragos por la falta de medios sanitarios, la Santa Sede ha emprendido iniciativas para hacer presión a las grandes industrias farmacéuticas con el objetivo de que rebajen los precios de los medicamentos. Juan Pablo II no se cansó de advertir que el trabajo debe ser rescatado de la lógica del beneficio, de la falta de solidaridad, del frenesí de ganar cada vez más, del deseo de acumular y consumir. Exigió, en múltiples ocasiones, no las mejoras de las condiciones de trabajo, ni derechos laborales, como hemos visto que pide el posibilismo de la mayoría de ONGs e instituciones internacionales, sino acabar con el abuso que constituye el trabajo infantil, pues impide la educación primaria de millones de niños en el mundo.

Por desgracia, muchos niños en el mundo están privados de la educación primaria y acaban siendo utilizados como mano de obra (Mayo del 2004, en la víspera de Congreso Mundial de niños contra el trabajo infantil que se celebró en Florencia). En julio del 2004 se celebró en Bangkok el Sexto Congreso Mundial sobre la Pastoral del Turismo. Allí, la Santa Sede dio a conocer un documento en el que se presentan propuestas concretas para que los estados combatan más enérgicamente el turismo sexual: combatir el turismo sexual, que involucra a los niños, pidiendo que operadores turísticos informen a sus clientes sobre los niños víctimas de la prostitución y las cuestiones criminales / legales acerca de los viajeros transgresores. En octubre del 2004 se celebró una nueva iniciativa de este tipo, el Primer Encuentro Internacional para la Pastoral de Niños de la Calle, que promovió ese dicasterio en el Vaticano. Allí habló Juan Pablo II y dijo claramente que para sacar a los niños de la miseria, hay que acabar con las causas que la provocan y no sólo con los efectos: Para hacer frente a este fenómeno, existen proyectos muy cualificados y eficaces, que afrontan las necesidades de naturaleza socio-asistencial y educativa, pero pocos proyectos de prevención a través de

la movilización de las comunidades cristianas hacia el cambio de las condiciones sociales y económicas, que están en el origen del problema. Una pastoral para los niños de la calle no puede limitarse a los efectos, sino que debe dirigirse también a las causas. ¿Qué causas? Las que ha gritado Juan Pablo II por todo el mundo, a lo largo de sus cientos de viajes, y a través de sus cartas apostólicas y encíclicas: un imperialismo político, económico y cultural; una cultura de muerte; unas estructuras de pecado; las empresas que dirigen a gran escala los medios de producción industrial (sociedades multinacionales o transnacionales). Asimismo, al igual que denuncia sin ambages la esclavitud originada en la miseria, denuncia también otro tipo de esclavitud: la de la opulencia. Monseñor Crepaldi, antiguo secretario del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, aseguró durante una rueda de prensa que usar productos que se basen en la explotación de pequeños esclavos, presenta aspectos intolerables y por tanto inmorales para la conciencia cristiana. En el capitulo sexto del Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, presentado por dicho Consejo Pontificio, se afirma que el trabajo de los menores constituye un tipo de violencia menos llamativa que otras, pero no por esto menos terrible. Una violencia que, más allá de todas las implicaciones políticas, sigue siendo esencialmente un problema moral.

Benedicto XVI continuó la senda de sus antecesores y no desaprovechó ocasión para defender a la infancia. Durante la primera visita Ad Limina de su Pontificado en mayo de 2005, el Santo Padre Benedicto

XVI recibió en audiencia a los obispos de Sri Lanka; en su discurso, dirigió su atención a los más jóvenes, afirmando que la comunidad cristiana tiene la obligación particular de cuidar de los niños. El reino de los cielos pertenece a estos miembros más vulnerables de la sociedad, pero, muy a menudo, se les olvida simplemente o se les explota sin escrúpulos como soldados, trabajadores o víctimas inocentes del tráfico de seres humanos. No hay que escatimar ningún esfuerzo para instar a las autoridades civiles y a la comunidad internacional a combatir estos abusos y brindar a los niños la protección legal que merecen justamente. La homilía de la Misa del Gallo 2006 hizo meditar a la Iglesia en torno a la infancia: “El niño de Belén nos hace poner los ojos en todos los niños que sufren y son explotados en el mundo, tanto los nacidos como los no nacidos. En los niños convertidos en soldados y encaminados a un mundo de violencia; en los niños que tienen que mendigar; en los niños que sufren la miseria y el hambre; en los niños carentes de todo amor. En todos ellos, es el niño de Belén quien nos reclama; nos interpela el Dios que se ha hecho pequeño”. El día siguiente, en su Mensaje antes de impartir su bendición Urbi et Orbi, el Papa Benedicto XVI nos interpeló de nuevo:

Se muere todavía de hambre y de sed, de enfermedad y de pobreza, en este tiempo de abundancia y de consumismo desenfrenado. Todavía hay quienes están esclavizados, explotados y ofendidos en su dignidad, quienes son víctimas del odio racial y religioso, y se ven impedidos de profesar libremente su fe por intolerancias y discriminaciones, por ingerencias políticas y coacciones físicas o morales. Hay quienes ven su cuerpo y el de los propios seres queridos, especialmente niños, destrozado por el uso de las armas, por el terrorismo y por cualquier tipo de violencia, en una época en que se invoca y proclama por doquier el progreso, la solidaridad y la paz para todos. En su discurso en 2008 ante los poderosos de la tierra, reunidos en Roma en la cumbre de la FAO, les exhortó a que “¡ha llegado la hora de garantizar, en nombre de la paz, que ningún hombre, mujer o niño vuelva a pasar hambre!”. El propio Benedicto XVI puso como modelo de esperanza, en su encíclica Spe Salvi a Santa Josefina Bakhita, una niña esclava que la Iglesia canonizó el año 2000. Originaria de Sudán, raptada y esclavizada a los siete años por traficante árabes, fue comprada y vendida 5 veces.

Francisco, antes de ser elegido Papa, ya gritaba en las calles y fábricas “No a la Esclavitud”: He dicho que los que nos enseñaban en el colegio, que la Asamblea del año XIII abolió la esclavitud, son cuentos chinos. En Buenos Aires, tan vanidosa, tan orgullosa, sigue habiendo esclavos, sigue habiendo esclavitud" (29 de marzo de 2011, misa en el lugar donde funcionaba un taller clandestino en el que murieron seis personas calcinadas por un incendio en 2006). Bergoglio, siendo Cardenal, ofreció varias misas en la calle por los trabajadores explotados y esclavizados. En Buenos Aires hablaba así en una homilía: “Hoy en esta ciudad queremos que se oiga el grito, la pregunta de Dios: ¿Dónde está tu hermano? Que esa pregunta de Dios recorra todos los barrios de la ciudad, recorra nuestro corazón y sobre todo que entre también en el corazón de los caínes modernos. Quizá alguno pregunte: ¿Qué hermano? ¿Dónde está tu hermano esclavo, el que estás matando todos los días en el taller clandestino, en la red de prostitución, en las ranchadas de los chicos que usás para mendicidad, para campana de distribución de droga, para rapiña y para prostituirlos…? ¿Dónde está tu hermano, el que tiene que trabajar casi de escondidas de cartonero porque todavía no ha sido formalizado...? ¿Dónde está tu hermano…?”. En agosto de 2008, una misa celebrada por el cardenal Bergoglio conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue “Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos”. En junio de 2013, siendo ya Pontífice, habló sobre la esclavitud infantil en estos términos: “un fenómeno deplorable en aumento constante, especialmente en los países pobres. Hay millones de menores, niños que son víctimas de esta forma escondida de explotación, que implica frecuentemente también abusos, maltratos y discriminaciones” e insistió en que “es una verdadera esclavitud”. Además, pidió a la comunidad internacional “adoptar medidas más eficaces para enfrentar esta auténtica plaga” e insistió en que “todos los niños deben poder jugar, estudiar, rezar y crecer, en las propias familias, en un contexto armónico, de amor y de serenidad”.

4. Los niños empobrecidos luchan contra este crimen La lucha contra la esclavitud infantil fue también una prioridad en las reivindicaciones del movimiento obrero. La diferencia sustancial con la realidad actual de los países enriquecidos fue la VIDA SOLIDARIA. Dice Juan Pablo II en la encíclica Laborem Exercens que la cuestión obrera hizo surgir y casi irrumpir un gran impulso de solidaridad entre los hombres del trabajo. Posteriormente, en su encíclica Solicitudo Rei Socialis, definió la solidaridad como compartir hasta lo necesario para vivir, reconociéndole a la solidaridad ser la fuerza de los pobres. Esa solidaridad se hace presente, se hace carne, entre los últimos de la Tierra y, por supuesto, también entre los niños esclavos.

En el Sudeste asiático y en todo el mundo, un número creciente de niños esclavos se está organizando. Su influencia crece a medida que exigen que se escuche su opinión en la lucha en torno a la esclavitud infantil. En Tailandia, niños de 16 años, explotados desde los 10 en el puerto de Bangkok, han fundado escuelas para niños esclavos. En la India abundan testimonios, como el del niño Praveen Kumar, que trabaja de sol a sol en un taller de reparación y es uno de los responsables de un sindicato de niños esclavos; su labor es formar nuevos militantes, celebrar reuniones y representar al grupo en conferencias internacionales. El niño cristiano paquistaní Iqbal Masih, militante de la sección infantil del Frente de Liberación del Trabajo Forzado de Pakistán, fue asesinado el 16 de abril de 1995 a la edad de 12 años por la mafia de la tapicería, después de múltiples amenazas, por cerrar empresas en las que todos los trabajadores eran niños esclavos. Su ejemplo trascendió internacionalmente, siendo premiado en Estocolmo y Boston, dedicando el premio para abrir una escuela, manifestando en la colocación de la primera piedra su intención de hacerse abogado para continuar la lucha contra la esclavitud infantil. En memoria de Iqbal, símbolo de los más de 400 millones de niños esclavos en la actualidad, se reivindica el 16 de abril como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Un niño de India de 14 años, Om Prakash Gurjar, resultó ganador del Premio Internacional Infantil de la Paz de 2006; el jurado dijo que el joven mereció el galardón por su incansable lucha contra la esclavitud infantil. Un niño esclavo que, después de ser rescatado, luchó por la educación gratuita en su estado natal de Rajastán y estableció una red de "aldeas favorables a los niños". Sin embargo, los sindicatos de niños esclavos han estado sistemáticamente excluidos del debate internacional sobre el trabajo infantil; la OIT ha excluido específicamente todo sindicato infantil de su actual campaña de erradicación de las “peores formas de trabajo infantil”. Las decisiones que afectan a los niños las toman adultos, pero somos nosotros quienes sufrimos las consecuencias -afirma Kumar- y quienes sabemos qué medidas hay que adoptar. Los niños de la calle brasileños fundaron el primer sindicato moderno de niños en 1985, cuya fuerza creciente consiguió persuadir al Congreso de ese país para que incluyese un apartado sobre los Derechos del Niño en la Constitución de 1988. En la región de Uraba de Colombia, una zona donde la guerrilla ha estado combatiendo 30 años, ha nacido el Movimiento de Niños por la Paz, que declaró en su manifiesto fundacional que para disfrutar de la Paz es preciso resolver el problema de la pobreza. Hoy, en el mismo Brasil, tenemos el testimonio de los niños del Movimiento de los sin Tierra (MST), que, en un manifiesto elaborado en 2001 expresan su espíritu combativo: “Somos niños y adolescentes, fruto de la reforma agraria, que ya conocemos mucho de nuestro Brasil. Escribimos este documento porque somos parte del pueblo brasileño y estamos preocupados por el futuro de la Nación. Sabemos que nuestro país posee muchas riquezas naturales, tierras fértiles y es un pueblo trabajador. Vivimos una situación de hambre y miseria. Muchos viven en barracas, sin condiciones de vida dignas, sin saneamiento básico ni agua y luz eléctrica. Nuestra patria está siendo entregada al FMI”. En Chile los niños mapuches luchan contra las empresas petrolíferas, como la Shell. Han sido acosados por la policía en múltiples ocasiones por el simple hecho, por ejemplo, de realizar murales en la calle contra la explotación.

En Argentina, todos los años el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo marcha contra el hambre y la explotación infantil. El propósito de esta marcha anual es muy claro: denunciar el hambre y la esclavitud infantil en el país; el lema es: El hambre es un crimen en la Argentina. Grupos similares han surgido también en África: en Sudán hay organizaciones de lucha contra la esclavitud infantil; algunos de sus militantes han sido encarcelados más de 30 veces, y varios han sido asesinados cuando iban a liberar niños esclavos. Hay manifiestos de niños esclavos de Burkina Fasso, Malí, Senegal y Costa de Marfil, en un encuentro celebrado en 1994. En 1996, representantes de 33 países se reunieron en Kundapur, en el Primer Encuentro Internacional de Niños Trabajadores. En Junio de 2004 se celebró el congreso mundial de niños y niñas sobre trabajo infantil. Entre las conclusiones se afirmaba que todo trabajo infantil debe ser eliminado. “Aunque mucha gente y gobiernos saben que estos problemas existen, son ocultado e ignorados. Muchos niños y niñas hemos perdido la fe en los gobiernos. Los gobiernos deberían fomentar el trabajo de los adultos. Son ellos los que tienen que trabajar y sus derechos tienen que ser respetados”. En el mundo de la esclavitud infantil siguen formándose millares de niños sindicalistas que son capaces de dar su vida por la liberación de sus hermanos. Los empobrecidos, los niños esclavos, a pesar de que nuestros medios de comunicación apenas si hablen de ello, siguen luchando por su liberación.

5. Campaña del Movimiento Cultural Cristiano por la justicia en las relaciones Norte-Sur Contra las causas del hambre, el paro y la esclavitud infantil No matarás (Dios) El Movimiento Cultural Cristiano es una asociación de fieles de la Iglesia Católica, cuya existencia se enraíza con la historia de liberación de los pobres en la España del siglo XX. Heredera del apostolado obrero nacido en los años 40, con Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón como representantes más caracterizados. La espiritualidad de encarnación y la vivencia misionera de la fe, cristalizó en una promoción de grupos de militantes en torno a la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), cuyo eje era la fidelidad a Cristo, la Iglesia y los Pobres. Herederos también de la editorial ZYX, que en los años 60 sirvió a la sociedad luchando por la cultura solidaria y autogestionaria, como bien universal y accesible a todos y formando una nueva generación de militantes. El Arzobispo de Burgos, encabezando un acto contra la guerra, bajo el lema: No Matarás (Dios)

Tras las crisis del apostolado laico (la de los sesenta profranquista y la de los setenta promarxista) y conscientes, a finales de los años setenta, de que en esa España, los pobres de la tierra ya no son la clase obrera europea, militantes cristianos pobres lanzan el Movimiento Cultural Cristiano.

La nueva situación exigía una nueva mentalidad: ante las causas políticas que generaban la miseria estructural, concretada en hambre, paro, esclavitud infantil, no se podía responder con localismos, con asistencialismos o con la resignación, que perpetúan la situación; se quería vivir la caridad política, el compromiso de los laicos, el amor al prójimo, a la Humanidad entera a través del plano institucional, del amor político. Para dar una respuesta solidaria, el Movimiento Cultural Cristiano ha puesto en marcha a lo largo de estos años una serie de realidades, agrupadas actualmente en la “Campaña por la justicia en las relaciones Norte-Sur, contra las causas del hambre, el paro y la esclavitud infantil. No matarás (Dios)”, que quieren dar respuesta al aumento de la miseria y la crisis de la militancia. La Campaña inicia su andadura con el primer manifiesto que se lanzó a la opinión pública española en 1988, con el título “Contra el robo del Norte al Sur”. En este manifiesto se marcaban las líneas maestras del futuro desarrollo de la campaña, al constatar la existencia de una mayoría de la humanidad aplastada por el hambre, la miseria, el analfabetismo y las guerras provocadas. Se denunciaba la existencia de unos mecanismos ladrones, consistentes en las relaciones de comercio, las estructuras financieras y el monopolio tecnológico del Norte y la manipulación de los medios de comunicación social. Ese primer manifiesto fue firmado por centenares de asociaciones, grupos y familias de toda España, Europa, África y América y su lanzamiento coincidió con la aparición de la Sollicitiudo rei Socialis, la segunda encíclica social de Juan Pablo II, que denunció, sin ambages, el imperialismo transnacional y las estructuras de pecado. Junto a los manifiestos que sucesivamente se fueron lanzando a la opinión pública, se desarrolló una fuerte actividad en todos los frentes. Es de destacar, en el apartado cultural, la labor de conciencia, la tarea dedicada a la difusión de carpetas, libros y videos, exposiciones sobre el drama Norte-Sur, jornadas culturales en institutos, universidades, asociaciones, mesas redondas y múltiples actividades en la calle, como exposiciones, campamentos juveniles, encuentros de familias… Todo ello, sin ninguna financiación ni subvención por parte de nadie, es decir con trabajo y dinero propio, con gratuidad, sin depender de nadie. Económicamente se puso en marcha la colecta restitutoria, con el único fin de dedicar a los empobrecidos un dinero producto del robo y que debe ser restituido: un enriquecido cuando da, no da nada, tan solo devuelve una minúscula parte de lo robado. La propia experiencia de la Campaña ha animado a muchas personas a poner en marcha iniciativas de solidaridad en medio de sus actividades profesionales, poniendo nuevas experiencias en marcha. Socialmente destacamos la enorme movilización que ha surgido en torno a la Campaña, mediante la creación de grupos militantes, asociaciones universitarias, de jóvenes, de familias, etc. No faltaron los llamamientos con un marcado acento político en épocas electorales, mediante la difusión del voto en blanco como forma de presión a los partidos, para que tengan en cuenta en sus programas los problemas de los empobrecidos en primer lugar, ¡que no los tienen!

Desde los principios de la Campaña, se planteó hacer pública en la calle la denuncia de las causas del hambre. Eran momentos en los que todavía nadie había dado un paso de este tipo y se eligieron las fechas navideñas por ser las de mayor agresión publicitaria y consumista y, por lo tanto, de mayor insolidaridad con los hambrientos. Ello motivó la aparición de los primeros carteles de la niña hambrienta que han pasado a ser paisaje común en nuestras paredes durante las Navidades y que anuncian en toda España las Marchas de Navidad contra las causas del hambre. Por esas fechas también se celebran en más de 30 diócesis eucaristías por la Justicia Norte-Sur (en muchas ciudades presididas por el pastor de la iglesia local). El principal objetivo de la Campaña es el de crear una opinión pública solidaria, que sea capaz de generar presión moral liberadora a las instituciones y estructuras que gobiernan el mundo. El verdadero aporte original que hace la Campaña en nuestra sociedad ha sido, precisamente, plantear que la lucha contra el hambre debe hacerse contra sus causas, es decir, contra las instituciones y estructuras del imperialismo transnacional y, por otra parte, hacerlo con una genuina vocación del fomento de la sociedad frente al Estado. Sólo una sociedad libre, con sus propios instrumentos, análisis y conciencia, será capaz de alentar en su seno un auténtico movimiento de liberación de los empobrecidos. Con este tema estamos aludiendo a uno de los debates más encendidos que ha generado la Campaña por la Justicia en la Relaciones NorteSur: el de las ayudas del Norte al Sur. La postura del Movimiento Cultural Cristiano a este respecto ha sido muy clara desde el principio: la verdadera solidaridad que podemos y debemos hacer los del Norte no es otra que detener la maquinaria del hambre. El obispo brasileño Dom Helder Cámara, cuando unos jóvenes europeos le manifestaban sus deseos de ir al Tercer Mundo, les decía que el causante de la miseria estaba en sus países y que combatieran allí. Y es que hay que mirar al hambre de frente: el hambre es un negocio y es necesario desenmascarar a los culpables y a los mitos que han venido lanzándose de forma insistente (superpoblación, falta de alimentos, sequías, etc.). Los mecanismos de la deuda externa, las transferencias comerciales, el monopolio tecnológico, etc., han logrado que el Sur esté, de forma permanente, financiando al Norte. Una de las realidades que primero se pusieron en marcha Julián Gómez del Castillo y Dom Helder Cámara fueron las ediciones Voz de los sin Voz, una plataforma que supone una novedad revolucionaria en el panorama editorial: radical servicio a la verdad e independencia, pluralismo real, medios de producción pobres, trabajo gratuito, distribución militante, precios un 500% por debajo de los precios del mercado... El libro sigue siendo hoy un instrumento de primera necesidad en la cultura de los pueblos y debe ser tratado como tal y no como instrumento de negocio. Dentro de las ediciones, destacamos especialmente las revistas bimestrales Autogestión e Id y Evangelizad. Todos los años, en el marco del Aula Malagón-Rovirosa, organizada por el Movimiento Cultural Cristiano se tienen encuentros en los que se estudian a fondo los fenómenos del mundo actual, en cursos de varios días. En estos encuentros han participado destacados pensadores, profesores de universidad, políticos con responsabilidades en ayuntamientos y otras instituciones, personajes destacados de la Iglesia española e iberoaméricana, etc. Fruto de este continuo debate e intercambio de ideas y fruto del dinamismo, ha sido la incorporación a la Campaña de nuevos retos y mensajes que transmitir a la sociedad. Destacamos la incorporación del paro y la puesta en marcha de iniciativas contra las causas de esta canallada, que afecta en el mundo a 1.600

millones de personas. En el año 2000, se incorpora al lema de la campaña, como resumen aglutinador, el lema NO MATARÁS (Por la justicia en las relaciones Norte-Sur, NO MATARÁS); esto quería poner de relieve otros muchos crímenes que sufre hoy el ser humano: se denuncia el crimen del terrorismo, la guerra, la pena de muerte, el aborto, la eutanasia... Destacamos también, como consecuencia del espíritu misionero, la presencia de la campaña, desde hace años, entre los empobrecidos de la Tierra, en Iberoamérica, concretamente en Venezuela, en estrecha colaboración con la Iglesia diocesana.

6. Dieciocho años de campaña contra la esclavitud infantil El 16 de abril de 1995 moría asesinado el niño de 12 años Iqbal Masih. Cristiano, en un país como Pakistán de mayoría musulmana, esclavo desde los 4 años; había cerrado varías fábricas esclavistas, había luchado asociadamente contra la mafia textil, había denunciado en Boston y en Estocolmo la complicidad de los países enriquecidos. Eso fue su sentencia de muerte. Este crimen sacó a las primeras páginas de los medios de comunicación un problema que se creía ya abolido hace décadas: la esclavitud de millones de niños. Desde ese momento, la esclavitud infantil fue incorporada como prioridad en la Campaña del Movimiento Cultural Cristiano, lanzándose desde entonces una fuerte labor en solidaridad con la infancia esclavizada. Aunque la campaña es permanente, se centran esfuerzos en torno al 16 de abril: desde un primer momento se reivindica esa fecha como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Como en su día fue el 1º de mayo, día de la solidaridad con los mártires obreros de Chicago, hemos querido desde el principio que el 16 de abril, en la figura de Iqbal Masih, simbolice la fecha de la liberación para millones de niños esclavos.

En estos dieciocho años de lucha se han realizado actos públicos cada 16 de abril en más de 30 ciudades; en estos actos se ha denunciado con nombres y apellidos a empresarios y empresas que se enriquecen con el sudor y la sangre de los niños, se ha acusado a los responsables políticos, se ha clamado a los sindicatos… Concentraciones frente a la sede de la OIT, frente a las delegaciones de gobierno, frente a Ayuntamientos... Se ha hecho teatro en la calle, cientos de conferencias, tertulias, vídeo forums, concursos de pintura para niños, murales en las calles, recitales de música y poesía, exposiciones en la calle, en centros cívicos, en el mobiliario urbano. Se han editado libros, vídeos, carpetas didácticas, pegatinas, camisetas, separadores… Cataluña, Galicia, Canarias, Andalucía, Castilla y León han sido escenario de campos de trabajo contra la esclavitud infantil: niños y jóvenes lo reproducen, en plena calle, actos no violentos de denuncia moral en centros comerciales como El Corte Inglés, Carrefour... y también en McDonald’s, Zara, Ikea… La creatividad no tiene límites: se ha caminiado descalzos con carteles que ponían “Nike explota niños”, se han pegado en las prendas pegatinas con el texto “Hecho por niños esclavos”, se han metido en los bolsillos de cientos de prendas octavillas denunciando la esclavitud infantil (¡en rebajas!), se ha paseado frente a las tiendas con pancartas, se ha caminado atados como esclavos por un centro comercial,… Todo para romper el ambiente de esos “templos” y sacar a la luz a los niños esclavos. Por toda España se han realizado talleres, unidades didácticas y catequesis en parroquias, colegios y asociaciones. La experiencia de distintos grupos de educadores es ya grande en el trabajo con niños y jóvenes: videos, dinámicas, materiales… han hecho que hoy Iqbal y los niños esclavos estén presentes. La campaña ha tenido repercusión incluso en la literatura juvenil y en los planes de estudio de determinadas asignaturas. Así podemos encontrar referencias a Iqbal en los libros de texto de editoriales escolares, como SM, Bruño o Edelvives. Destacamos la introducción que hace el autor del libro La Historia de Iqbal, de la colección juvenil El Barco de Vapor, al reconocer que escribió el libro al ver unos carteles de Iqbal en la calle. “Sobre este niño paquistaní había leído un artículo en un periódico, hace algunos años. El periodista lo definía como un pequeño Espartaco: me hizo pensar que, en otros tiempos, Iqbal se habría convertido en un símbolo, y quizá hubieran puesto su imagen en las camisetas juveniles (para bien o para mal). Y al día siguiente ya nadie hablaría de él. Hace un año volví a encontrar su nombre en un cartel pegado en una pared y que el viento arrancaba. Admito que lo había olvidado, como olvido muchas otras historias atroces, que cada día me conmueven. Quizá porque hay muchas y son demasiado tremendas. La memoria se va perdiendo. La colectiva, y también la individual -me parece- se torna cada vez más perezosa y desenfocada, ante un pasado que, al ser constantemente revisado, nos lleva a hacernos olvidar hasta de nuestros propios recuerdos. Por eso “La historia de Iqbal” es un testimonio, una pequeña contribución para fortalecer la memoria”.

De igual manera, el que fuera locutor de deportes de RNE, Ángel María de Pablos, tras conocer la vida de Iqbal por unos carteles en Valladolid, escribió y publicó un libro de poesías en solidaridad con los niños esclavos, Los niños del basurero y otros lamentos. Todos los beneficios fueron cedidos por el autor a la lucha contra la esclavitud infantil. Las repercusiones de la Campaña se pueden leer en varios libros. Pilar Rahola, en un libro que publica INTERMON, habla de la Campaña, por el 16 de abril, como una campaña de ámbito internacional, pero eludiendo decir que son cristianos los que la alientan, mostrando la mezcla de complejo y sectarismo antirreligioso que caracteriza a éstos que se dicen progresistas. Con la misma mezcla, CCOO ha publicado la vida Iqbal Masih en cómic, sin decir nada de la Campaña del MCC. Autores de literatura juvenil, como Jordi Serra, en el libro La música del viento, manipulan totalmente la lucha de Iqbal Masih, presentando una historia sensiblera y descafeinada. Posteriormente, en 2005 y 2007 otras editoriales han publicado otros dos libros sobre la figura de Iqbal, uno de ellos para aprender en inglés. Toda España se llena de carteles: se han pegado decenas de miles de carteles de Iqbal Masih cada año, y otros muchos más pequeños anunciando actos con su cara, su nombre… Miles de pegatinas, octavillas, libros y notas de prensa. Entre las experiencias institucionales destaca la moción declarando el 16 de abril como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, que han firmado ya más de 60 municipios: Almería, Avilés, Barcelona, Badalona, Burgos, Coria del Río, Córdoba, Gijón, Oviedo, Valladolid, Vitoria, Úbeda, Santander, Pamplona, Santa Lucía de Tirajana, cabildos de Gran Canaria, Fuerteventura… Vitoria, tres municipios de Gran Canaria (Santa Lucía, San Mateo y Telde) y Córdoba han levantado esculturas en conmemoración de Iqbal Masih. En Almería han dedicado una calle con una placa a la figura de Iqbal. Desde 2012 contamos en Santiago de Compostela con una Plaza llamada Iqbal Masih. Y hace pocos días se ha inaugurado el Parque Iqbal Masih en Ingenio (Gran Canaria). Los parlamentos autonómicos de Cataluña, Madrid, La Rioja y Andalucía han firmado declaraciones apoyando el 16 de abril como Día Interancional contra la Esclavitud Infantil. Otros municipios ya tienen en su agenda realizar actos similares… Calles, colegios, centros de menores, bufetes de abogados, asociaciones… con el nombre de Iqbal Masih por toda la geografía española.

Se han recogido miles de firmas contra las causas de la esclavitud infantil: personas, familias, asociaciones e instituciones han firmado bajo el lema Nò matarás (Dios); incluso el defensor del menor, Javier Urra, se ha adherido a la reivindicación. Son ya varias las diócesis que han incorporado la fecha del 16 de abril en su calendario diocesano, así como muchas revistas y publicaciones católicas (Mundo Negro, Misión Abierta, Javerianos, Sagrados Corazones, Alfa y Omega, Gesto Misionero, Antena Misionera, Aguiluchos, Noticias Obreras de la HOAC, Alba, Agenda Escolar Ignaciana, Familia Trinitaria…). Las agencias de prensa católica de España e Iberoamérica se hacen eco todos los años; incluso en estos últimos años ha tenido repercusión en la agencia internacional Zenit, en Fides y en Radio Vaticano. La CONFER española escribe un comunicado en 2012 donde reconocen la figura de Iqbal Masih y la celebración de esa fecha como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. En 2012 y 2013 casi la totalidad de medios de comunicación de España reconocen, y así lo reflejan en sus titulares, que el 16 de abril es el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Miles de webs, blogs y redes sociales se hacen eco de ello. TVE, ABC, Telecinco, Agencia EFE,... hablan ese día de que hay 400 millones de niños esclavos. El Movimiento Cultural Cristiano ha puesto a los niños esclavos ante la opinión pública y semejante campaña no la han podido silenciar los medios de comunicación: cientos de noticias, artículos de opinión, cartas al director.; las palabras “niño esclavo” circulando miles de veces por la prensa, las radios, las televisiones, aunque también con mucha manipulación y ocultando las causas. La revista Autogestión ha sido altavoz de los problemas de los niños esclavos. Estos han sido protagonistas de numerosos artículos de opinión y noticias, editoriales y portadas. Artículos sobre los niños esclavos, noticias solidarias de acción militante de niños y jóvenes… La sección fija, Esclavitud Infantil, es referencia para cualquiera que esté interesado en noticias de la situación mundial de los niños.

De Francia, Reino Unido, EEUU, Suecia, Canadá… llega información de campañas, estudios y acciones contra la esclavitud infantil. En general los enriquecidos nos limitamos a recaudar fondos, pero se han conocido interesantes campañas denunciando la esclavitud. Por ejemplo, la asociación Iqbal Masih de Sicilia, en Italia, que todos los años desde 1995 lucha contra la esclavitud infantil y recuerda a Iqbal; entre otras acciones, desarrollan una marcha por las calles, celebran festivales y actuaciones. En estos actos, llevan el protagonismo los más pequeños que, como Iqbal, quieren denunciar y dar a conocer la lacra que supone la esclavitud infantil. La televisión pública italiana, la RAI, en el año 2005 fue la productora de la película Iqbal Masih. En Italia, Francia y Venezuela hay colegios que llevan el nombre de Iqbal Masih (en España ha funcionado durante más de 7 años la Casa-Escuela Iqbal Masih).

La página www.solidaridad.net es referencia en Internet en cuanto a esclavitud infantil. En www. solidaridad.net/iqbal se está recopilando toda la información en torno a Iqbal: fotos, videos, audio, la vida de Iqbal y las campañas que se organizan a nivel internacional. En el 2000 sólo 10 webs hablaban de niños esclavos; en el 2004 lo hacían cerca de 4.000, de las cuales, más 1.500 webs asocian el término niño esclavo al Movimiento Cultural Cristiano o a www.solidaridad.net.

El nacimiento de la sociedad industrial generó organizaciones solidarias que un día fueron esperanza y brillaron con luz propia. Hoy, en cambio, muy pocos cogen la antorcha de la utopía; la crisis de la izquierda es terminal, porque ha traicionado la solidaridad hasta las últimas consecuencias y ya no es esperanza para los oprimidos. Pero es más necesario que nunca que asociaciones de hombres y mujeres libres hagan de la solidaridad su razón de ser. Por eso, la Campaña es más necesaria que nunca, porque no se limita a denunciar el drama de los empobrecidos, sino que lo que quiere es, fundamentalmente, transmitir la esperanza de los luchadores, invitar a dar sentido a la vida siendo solidarios, de verdad, con los empobrecidos de la Tierra. Solidaridad es compartir hasta lo que necesitamos para vivir, tal cual nos enseñó el movimiento obrero cuando era pobre y nos enseña la Iglesia.

En 2014 hay convocada una Marcha por la Solidaridad 2014, una marcha protagonizada por Camino Juvenil Solidario, integrado por jóvenes del Movimiento Cultural Cristiano, junto con otros, y que tiene como lema: "El mundo en que vivimos, este mundo de hambrientos... este mundo de oprimidos... este mundo de esclavos... solo puede tener remedio desde la Solidaridad". Una marcha contra las causas de la esclavitud infantil.

7. La vida de Iqbal Masih ¿Por qué el 16 de abril? El 16 de abril de 1995, Domingo de R esurrección, moría asesinado Iqbal Masih. En memoria de Iqbal, símbolo de los 400 millones de niños esclavos, reivindicamos el 16 de abril como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Iqbal era un niño pakistaní de 12 años. Católico en un país de mayoría musulmana, trabajó como niño esclavo desde los 4 años para las mafias textiles de su país. Junto con otros niños sindicalistas, consiguió la libertad y comenzó una lucha asociada para la liberación de los millones de niños esclavos que hay en el mundo. Esto le llevó al reconocimiento internacional, hablando ante parlamentos y universidades de Norteamérica y Europa, denunciando la responsabilidad que los habitantes del Norte del planeta tenemos en la miseria de la infancia del Sur. Cuando recibió un premio en Boston afirmó que el dinero no lo dedicaría a hacer un comedor, sino una escuela. Su intención era convertirse en abogado para seguir luchando por los derechos de los niños. No se lo perdonaron y, a su regreso, la mafia textil le asesinó el Domingo de Resurrección de 1995. Su muerte, puso de manifiesto ante el mundo esa realidad dramática de más de 400 millones de niños que viven bajo las más diversas formas de esclavitud. Dieciocho años después, la mecha encendida por este niño luchador prende por todo el mundo y se multiplican los actos e iniciativas para abolir la esclavitud infantil y para pedir que el 16 de abril sea declarado Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Las mafias textiles de Pakistán le asesinaron a los 12 años porque las denunció internacionalmente “No compréis alfombras hechas por niños esclavos”, dijo en Boston al recibir un premio por sus lucha solidaria. Dio su vida por denunciar las causas de este crimen.

8. Dossier grรกfico y de prensa

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Día Internacional Contra la Esclavitud Infantil: 16 de abril

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