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L’OSSERVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum Año XLVII, número 17 (2.412)
EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt
Ciudad del Vaticano
24 de abril de 2015
La denuncia del Pontífice por la tragedia en el Mediterráneo y las nuevas formas de esclavitud
Es hora de responder Una nueva desgracia a las puertas de una Europa, la ocurrida el 18 de marzo, que muestra toda su debilidad, o su inconsistencia, en dar respuesta al grito de auxilio que se eleva desde el Mediterráneo. Afectado por la tragedia, el domingo 19 de abril después de la oración del «Regina caeli» en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco lanzó «un sentido llamamiento a fin de que la comunidad internacional actúe con firmeza y rapidez para evitar que se repitan tragedias similares». Y dijo: «Son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerra. Buscaban la felicidad». Preocupado igualmente por las diversas formas de injusticia, el sábado 18, el Santo Padre en la audiencia a la Academia pontificia de ciencias sociales había denunciado el «tráfico de seres humanos, trabajo forzado, prostitución, comercio de órganos» como formas modernas de esclavitud que hay que combatir a ejemplo de los santos. Asimismo, en la misa que celebró en Santa Marta el martes 21 de abril el Papa recordó a los «etíopes asesinados por ser cristianos» y a todos los creyentes que en diversas partes del mundo son víctimas de violencias y persecuciones, reafirmando que «hoy la Iglesia es Iglesia de mártires». DISCURSOS
DEL
PAPA
EN PÁGINAS
6
Y
Un grupo de inmigrantes rescatados procedentes de las costas de Libia (ANSA)
A los obispos de Kenia en visita «ad limina»
No a la violencia en nombre de Dios
Por la fiesta de san Jorge
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Visita del presidente italiano
Común responsabilidad Una invitación concreta hizo el Papa a los obispos de Kenia: «trabajar con los líderes, tanto cristianos como no cristianos, en la promoción de la paz y la justicia en el país a través del diálogo, la fraternidad y la amistad», para poder «presentar una denuncia más concorde y valiente contra toda violencia, especialmente de la cometida en nombre de Dios». El encuentro tuvo lugar el jueves 16 de abril en el Vaticano con ocasión de la visita «ad limina Apostolorum».
Icono del Museo bizantino de Atenas (siglo
XV)
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En la desesperación de nuestra noche
Durante el encuentro con la Fundación papal
Los sucedáneos de la felicidad
Formación y desarrollo
PABLO D’ORS
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Al término de cada encuentro, público o privado, el Papa Francisco pide que recen por él. Y esto hacen cada día muchísimas personas, y no sólo católicas, en todo el mundo. Por la fiesta de san Jorge, su onomástica, el recuerdo en la oración pro pontifice nostro se hace más cordial, con las antiguas palabras que L’Osservatore Romano repite en nombre de todos sus lectores: dominus conservet eum et vivificet eum.
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viernes 24 de abril de 2015, número 17
En la desesperación de nuestra noche
Los sucedáneos de la felicidad PABLO D’ORS n poema de Luis Rosales de inspiración sanjuanista dice así: «De noche, iremos de noche, que para encontrar la Fuente, sólo la sed nos alumbra». A Dios, por lo general, acudimos cuando en nuestra vida es de noche, es decir, cuando comprendemos que le necesitamos. Cuando es de día, en cambio, son tantas las luces que nos deslumbran que es fácil olvidarse de su luz. Al igual que al final de cualquier túnel, por largo y oscuro que sea, hay siempre una luz, en el más profundo centro de nuestras noches brilla siempre una llama. Esa llama es Dios, que nos espera en el corazón de nuestras tinieblas. La invitación, por tanto, no es a huir de la oscuri-
U
¿Cuál es hoy mi grito? Esta es la pregunta. ¿De qué necesito ser salvado en este momento de mi vida? dad, que es lo que normalmente hacemos, sino a entrar en ella. Nuestra noche oscura particular puede ser ahora un vicio no erradicado, una pasión desordenada, un pacto con la mediocridad, un problema económico o familiar grave, una crisis de pareja, un miedo de apariencia insuperable... Sea cual sea
piensa que eso es la nuestra noche actual, madurez, pero se trata Dios está ahí para nomás bien de la decasotros. Esta es la condencia espiritual o de vicción cristiana más la muerte en vida. radical. Crecer bien es crecer La felicidad del en vulnerabilidad. hombre en este munEs en esta situación do depende de su colímite, casi desesperanexión con su fuente da, cuando podemos interior, lo que los reconocer que estamos cristianos llamamos profundamente insaEspíritu Santo. Sólo tisfechos. Antes, quiesta Fuente puede sazá, no habíamos tocaciar el corazón humado fondo y aún nos no. El resto de las aledejábamos engañar gría son pasajeras, fupor los sucedáneos de gaces, efímeras... la felicidad: el prestiSeducidos por el esgio social, la compenpejismo de otras fuensación sensorial, la setes o, sencillamente, guridad material... Papor pereza, con frereja, familia, trabajo...; cuencia, conscientes o nadie niega que todo no, nos alejamos de eso sea importante y esa Fuente. A veces bueno, pero no es, nos distanciamos tanciertamente, el Reino to de Ella que ya ni la de los cielos. vemos y hasta dudaLo primero que hamos de que exista. Y Makoto Tojiki «El hombre ce falta para atisbar nos decimos: ¿No será sin sombra» (2009) algo de ese Reino es una ilusión juvenil? tener sed; sólo enton¿No me habré engañaces acudiremos a la Fuente. Lo prido cuando creí beber? Cuanto más lejos estamos de la mero es desear la luz; sólo entonces Fuente, más se van apagando las es- salimos de la noche. ¿Y cómo? Griperanzas y menos confianza tenemos tando. Sólo un grito imperioso y en nosotros mismos y en los demás. desgarrado es escuchado por Dios. El futuro se va estrechando. Senti- No hay oración sincera que Él no mos la vida como un peso que nos atienda. Ni una sola. Tampoco hay fatiga. Crecen los miedos y las segu- ritual vacío que Él escuche. Ni uno ridades a las que pretendemos aga- solo. Estar en Dios y estar en las cosas rrarnos. Todo esto deja una huella física: se ensombrece el rostro y de Dios no es en absoluto lo mismo. nuestra mirada se apaga. Hay quien Podemos ser muy religiosos y muy
El dolor del Pontífice por los coptos etíopes asesinados en Libia y por todos los cristianos perseguidos
Un martirio continuo «Consternación y dolor» por la «enésima estremecedora violencia perpetrada contra los cristianos inocentes en Libia» expresó el Papa Francisco en un mensaje enviado al patriarca de la Iglesia ortodoxa tewahedo etiópica, Abuna Matthias, tras la difusión del vídeo que muestra el bárbaro asesinato de 28 cristianos coptos etíopes. «Sé que Vuestra Santidad —escribe el Pontífice— sufre profundamente en el corazón y en la mente al ver a sus fieles asesinados por el solo motivo de ser seguidores de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Me dirijo a usted con profunda solidaridad espiritual, para asegurarle mi cercanía en la oración ante el continuo martirio impuesto
en modo tan cruel a los cristianos en África, en Oriente Medio y en algunas regiones de Asia». «No representa ninguna diferencia —recuerda el Papa— que las víctimas sean católicas, coptas, ortodoxas o protestantes. Su sangre es única e igual en su confesión de Cristo. La sangre de nuestros hermanos y nues-
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tras hermanas cristianos es un testimonio que grita para hacerse oír por todos los que aún saben distinguir entre el bien y el mal». Y este grito, añade, «debe ser escuchado sobre todo por quienes tienen en las manos el destino de los pueblos». Al recordar que «en este período estamos llenos de la alegría pascual de los discípulos a quienes las mujeres le llevaron el anuncio de que “Cristo ha resucitado de los muertos”», el Pontífice reconoce que «este año nuestra alegría, que nunca disminuye, se ve oscurecida por una profunda tristeza». Sin embargo, afirma, «sabemos que la vida que vivimos en el amor misericordioso de Dios es más fuerte que el dolor que todos los cristianos experimentan, un dolor compartido por hombres y mujeres de buena voluntad en todas las tradiciones religiosas».
TIPO GRAFIA VATICANA EDITRICE L’OSSERVATORE ROMANO don Sergio Pellini S.D.B. director general
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poco espirituales, y quizá sea éste nuestro cáncer. Podemos recitar plegarias durante media hora sin haber conectado con Él ni un segundo. Por desconfianza a Dios y a la vida —que es la misma desconfianza— nos
A Dios, por lo general, acudimos cuando en nuestra vida es de noche, es decir, cuando comprendemos que le necesitamos aseguramos todo tanto que, al final, no necesitamos nada y, en consecuencia, nada hay que pedir de verdad. ¿Cuál es hoy mi grito? Esta es la pregunta. ¿De qué necesito ser salvado en este momento de mi vida? ¿Estoy dispuesto a convertirme en un pobre que suplica?
«Mujeres, Iglesia, Mundo» en Madrid La versión en español del suplemento mensual de L’Osservatore Romano «Mujeres, Iglesia, Mundo» fue presentado en Madrid el jueves 23 de abril durante una mesa redonda organizada por la revista «Vida Nueva». En el encuentro —titulado «Las mujeres, protagonistas con Francisco»— participaron Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas, Marisa Salazar, jefa de gabinete de presidencia de Cáritas española, Julia García Monge, secretaria general de la CONFER (Conferencia española de religiosos), y María de la Válgoma, profesora de derecho civil en la Universidad Complutense de Madrid y columnista de «Vida Nueva». La colaboración entre la revista española y el periódico de la Santa Sede multiplica la difusión y da un importante impulso al suplemento, nacido en 2012 como respuesta a la petición de Benedicto XVI de dar más espacio a las firmas femeninas. La edición en español de «Mujeres, Iglesia, Mundo» fue presentada en Roma el pasado 24 de marzo en la embajada de España ante la Santa Sede con la participación, entre otros, de Lucetta Scaraffia, coordinadora del suplemento, Nuria Calduch, profesora de la Universidad Gregoriana de Roma, y los directores de «Vida Nueva» y de L’Osservatore Romano.
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El Papa Francisco recibe al presidente italiano
Común responsabilidad El Santo Padre recibió en visita de Estado el sábado 18 de abril, por la mañana, en el palacio apostólico vaticano, al presidente de la República italiana, Sergio Mattarella. El jefe de Estado estaba acompañado por su hija Laura y un séquito de trece personalidades. En la biblioteca, tras el coloquio privado, el Pontífice pronunció el siguiente discurso. Señor presidente: Le agradezco su visita, que realiza a sólo dos meses desde que los representantes del pueblo italiano lo eligieron a la más elevada magistratura del Estado. Este gesto manifiesta las excelentes relaciones entre la Santa Sede e Italia y se sitúa en continuidad con las visitas realizadas por su inmediato Predecesor y con una ya larga tradición, que en particular desde el período conciliar ve más frecuentes las ocasiones de encuentro entre las supremas autoridades civiles italianas y las de la Iglesia universal. El Tratado de Letrán, recogido por la Carta constitucional de la República, y el Acuerdo de revisión del mismo ofrecieron un sólido marco de referencia, dentro del cual pacíficamente se desarrollaron y reforzaron las relaciones entre Italia y la Santa Sede, garantizando la recíproca soberanía e independencia y, al mismo tiempo, la mutua orientación en la colaboración eficaz, sobre la base de valores compartidos y con vistas al bien común. Es fundamental, de hecho, que con la distinción de funciones y competencias y en el pleno respeto de las recíprocas funciones, se escuche siempre la necesidad de una colaboración renovada, destinada a unir las fuerzas por el bien de todos los ciudadanos que tienen el derecho a tal concordia, de la cual derivan beneficios innumerables. La Iglesia ofrece a todos la belleza del Evangelio y de su mensaje de salvación, y necesita, para desempeñar su misión espiritual, contar con condiciones de paz y tranquilidad, que sólo los poderes públicos pueden promover. Por otro lado, estos últimos, a quienes principalmente corresponde establecer las condiciones de un desarrollo equitativo y sostenible, a fin de que la sociedad civil despliegue todas sus potencialidades, encuentran en el compromiso y en la leal colaboración de la Iglesia un válido y útil apoyo para su acción. La recíproca autonomía, en efecto, no disminuye sino que eleva la común responsabilidad por el ser humano concreto y por las exigencias espirituales y materiales de la comunidad, que todos tenemos la responsabilidad de servir con humildad y entrega. De ello se deriva que un sano pluralismo no se cerrará en la específica aportación ofrecida por los diversos componentes ideales y religiosos que forman la sociedad, siempre que naturalmente ellos acojan los principios fundamentales que presiden la vida civil y no instrumentalicen o desvíen sus creencias con fines de violencia y abuso. En otras palabras,
el desarrollo ordenado de una sociedad civil pluralista pide que no se pretenda recluir el auténtico espíritu religioso en la sola intimidad de la conciencia, sino que se reconozca también su papel significativo en la construcción de la sociedad, legitimando la válida aportación que este puede ofrecer. La historia de Italia muestra claramente la magnitud de la aportación del cristianismo a su cultura y al carácter de su población, cómo la fe cristiana impregnó el arte, la arquitectura y las costumbres del país. La fe se transformó en obras y estas en instituciones, hasta dar un rostro a una historia peculiar y a modelar casi todos los aspectos de la vida, empezando desde la familia, primer e indispensable baluarte de solidaridad y escuela de valores, que debe ser ayudada a desempeñar su insustituible función social como lugar fundamental de crecimiento de la persona. Señor presidente, entre los diversos bienes necesarios para el desarrollo de toda colectividad, el trabajo se distingue por su vínculo con la dignidad misma de las personas, con la posibilidad de construir una vida digna y libre. De modo especial, la carencia de trabajo para los jóvenes se convierte en un grito de dolor que interpela a los poderes públicos, las organizaciones intermedias, los empresarios privados y las comunidades eclesiales, para que se realice todo esfuerzo con el fin de encontrar un remedio para ello, dando a la solución de este problema la justa prioridad. En la disponibilidad del trabajo está, en efecto, la disponibilidad misma de dignidad y de futuro. Para un ordenado crecimiento de la sociedad es indispensable que las jóvenes generaciones, a través del trabajo, tengan la posibilidad de proyectar con serenidad su futuro, emancipándose de la precariedad y del riesgo de ceder a engañosas y peligrosas tentaciones. Todos los que ocupan cargos de especial responsa-
bilidad tienen por ello la tarea primaria de afrontar con valentía, creatividad y generosidad este problema. Otro ámbito que requiere hoy especial atención por parte de todos es el cuidado del medio ambiente. Para tratar de aliviar los crecientes desequilibrios y contaminaciones, que a veces provocan auténticos desastres ambientales, hay que adquirir plena conciencia de los efectos de nuestros comportamientos sobre la creación, que están estrechamente relacionados con el modo que el hombre se considera y se trata a sí mismo (cf. Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate, 51). Dentro de pocos días se abrirá en Milán la Exposición universal, que tiene como tema: «Nutrir el planeta. Energías para la vida». El acontecimiento de la Expo será una importante ocasión en la que se presentarán las más modernas tecnologías necesarias para garantizar alimento sano, seguro y suficiente para todos los pueblos respetando el medio ambiente. Que el evento pueda también contribuir en la profundización de la reflexión sobre las causas de la degradación ambiental, de modo que presente a las autoridades competentes un marco de conocimientos y experiencias indispensables para adoptar decisiones eficaces y preservar la salud del planeta que Dios confió al cuidado del género humano. Deseo, por último, expresar mi gratitud por el compromiso que Italia está prodigando para acoger a los numerosos inmigrantes que, arriesgando la vida, piden acogida. Es evidente que las proporciones del fenómeno requieren una participación mucho más amplia. No tenemos que cansarnos de solicitar un compromiso más extendido a nivel europeo e internacional. Señor presidente, al formularle mi más cordial deseo para el cumplimiento de su elevada responsabilidad, deseo que Italia, teniendo en cuenta sus nobles tradiciones y su cultura ampliamente inspirada en la fe cristiana, pueda progresar y prosperar en la concordia, ofreciendo su valiosa aportación a la paz y la justicia en el mundo. Que Dios proteja a Italia y cada uno de sus habitantes.
Preocupaciones que acercan GIOVANNI MARIA VIAN Autonomía recíproca y responsabilidad común. Con estos rasgos esenciales se puede resumir el encuentro entre el presidente de la República italiana y el Pontífice durante la visita de Estado que Sergio Mattarella realizó en el Vaticano después de poco más de dos meses de su elección. Una circunstancia que ya de por sí expresa —fue el Papa quien lo indicó inmediatamente— la excelencia de las relaciones entre Italia y la Santa Sede, consolidadas también gracias a la relación personal que a lo largo del tiempo se fue instaurando entre los jefes de Estado y los Pontífices, como en los últimos años lo mostró la recíproca estima y la cercanía cordial entre Giorgio Napolitano y Benedicto XVI. Y muy cordial fue la visita al Vaticano del presidente Mattarella, cuya historia personal está enraizada en la más significativa tradición de los católicos italianos comprometidos en política, dimensión fundamental para la sociedad y que Pablo VI describió como una «forma exigente» de vivir el compromiso cristiano caracterizado por el servicio. El jefe de Estado, en algunos momentos emocionado, iba acompañado por la hija y cinco nietos, un modo de destacar visiblemente la importancia de la familia, a cuyo papel insustituible hicieron referencia en los respectivos discursos tanto el Pontífice como el presidente Mattarella. Las preocupaciones que acercan a Italia y la Santa Sede se hicieron evidentes en un contexto italiano e internacional caracterizado sobre todo por la cuestión de la falta de trabajo a causa de la crisis económica, por el drama de las inmigraciones marcado por trágicos lutos, por conflictos en los que a menudo se asiste a una cínica y repugnante instrumentalización de la religión y por la urgencia de cuidar un medio ambiente cada vez más degradado. Y, por lo tanto, esa «mutua orientación hacia la eficaz colaboración, partiendo de valores compartidos con vistas al bien común», a la que se refirió el PaSIGUE EN LA PÁGINA 5
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Misa del Pontífice en Santa Marta El tiempo mensajero de Dios Precisamente «en este momento» muchos cristianos «son martirizados por el nombre de Jesús» y soportan los ultrajes con gozo, incluso hasta la muerte. Y siempre «por amor a Jesús» hay personas «que sufren humillaciones cada día», tal vez «por el bien de la propia familia». Es el camino de la «imitación de Jesús» que hace vivir «el gozo que da la humillación», afirmó el Papa Francisco en la misa que celebró el viernes 17 de abril, en la capilla de la Casa Santa Marta. Con la lectura de los Hechos de los apóstoles (5, 34-42), propuesta por la liturgia del día, concluye la «historia de la persecución de los apóstoles que predicaban en nombre de Jesús», de la cual el Papa Francisco había hablado también el jueves 16. «Fueron encarcelados, liberados por el ángel» recordó el Papa; «luego enseñaban en el pórtico de Salomón» pero «los llevaron otra vez ante el Sanedrín». La cuestión, explicó, es que «los doctores de la ley no toleraban escuchar el anuncio, el kerigma, el anuncio de Jesucristo». El versículo 33, en particular, «dice que los doctores de la ley, escuchándolos, se enfurecieron y querían matarlos». Era tan fuerte «el odio, la furia que tenían, que querían asesinarlos». Pero «en ese momento, cuando tal vez estaban listos para detenerlos y llevarlos fuera para lapidarlos, un fariseo se levantó en el Sanedrín». Se trata de un gesto «importante», destacó el Papa, porque «no todos los fariseos eran malos». No hay que pensar en ellos, en efecto, «como si fuesen diablos: no, estaban los malos y había muchos buenos». Y el pasaje de los Hechos de los apóstoles relata precisamente sobre Gamaliel, «un hombre justo: estaba en el Sanedrín, doctor de la ley, estimado por todo el pueblo, o sea que tenía autoridad». Se trataba de «un hombre con autoridad moral que dio la orden de dejar salir a los apóstoles haciendo esta reflexión: “Hemos visto muchos revolucionarios que decían ser el Mesías y luego ¿cómo acabaron? Solos. Dejémoslos. Si es cosa de hombres, se disolverá. Pero si es cosa de Dios, por favor, que no os suceda de encontraros combatiendo contra Dios”. Y así los demás siguieron su parecer». Es «curioso», destacó el Papa Francisco, que esos «hombres cerrados, seguros de la ley y que no querían oír a nadie que hablase diversamente, que no sabían lo que era el diálogo y preferían el monólogo», al final hayan «aceptado este consejo» de esperar un tiempo. Precisamente el tiempo, en efecto, «es una gran medicina, porque en el tiempo hay sitio para la esperanza». En tal medida que «san Pedro Fabro decía que el tiempo es el mensajero de D ios». La recomendación de Gamaliel también es válida para los cristianos de hoy, precisó el Papa: «Cuando tenemos o pensamos algo en contra de una persona, y no pedimos consejo, la tensión crece y crece hasta
que revienta: revienta con el insulto, la guerra, con muchas cosas feas». Así «cuando un sentimiento está encerrado crece, crece mal y se justifica porque estos se justificaban con la ley». Por lo tanto «el remedio, la medicina ofrecida por Gamaliel es: “Deteneos, deteneos”. Su consejo es “dar tiempo al tiempo”. Una advertencia que «también nos sirve a nosotros cuando tenemos malos pensamientos contra los demás, malos sentimientos, cuando probamos antipatía, odio: no dejarlos crecer, paraos, dar tiempo al tiempo». El tiempo, de hecho, explicó el Papa, «pone las cosas en armonía y hace ver la cosa justa». Pero, «si reaccionas en el momento de la furia, seguro que serás injusto». Y ser «injusto también te hará mal a ti». Por eso, reiteró el Pontífice, Gamaliel da una excelente recomendación respecto al «tiempo en el momento de la tentación». Este es también «el sabio consejo de santa Teresa del Niño Jesús: huir de la tentación, es decir, dar tiempo, distanciarse, no
tan grande que algo, de algún modo, tenían que hacer contra ellos. Luego ordenaron a los apóstoles «que no hablaran en el nombre de Jesús». Así que «se detuvieron pero hasta un cierto punto: la maldad de esta gente era grande». Por eso, sólo después de la flagelación y la orden de no hablar en el nombre de Jesús «les pusieron en libertad». Pero «¿qué hicieron los apóstoles? ¿Les gritaron? ¿Les dijeron: sois malos, iréis al infierno? No». Los Hechos de los Apóstoles, recordó el obispo de Roma, nos dicen que los apóstoles «se fueron del sanedrín, alegres de haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús»: o sea «la humillación». Y, así, «el orgullo de los primeros lleva a querer matar a los demás; la humildad, también la humillación, te lleva a asemejarte a Jesús: y esto es algo que nosotros no pensamos». E inmediatamente el pensamiento del Papa se dirigió «a muchos hermanos y hermanas nuestros martirizados por el nombre de Jesús», tam-
dejar que crezca dentro y se justifique, que crezca y crezca» hasta estallar «en odio, en enemistades». Y esto también sucede en las familias, recordó el Pontífice. Así, pues, en el sanedrín que juzga a los apóstoles, «este odio es detenido por un sabio consejo y advertencia: “que no os suceda de encontraros luchando contra Dios”». Gamaliel nos da a entender que «cuando estamos con estos malos sentimientos contra los demás, luchamos contra Dios, porque Dios ama a los demás, ama la armonía, ama el amor, ama el diálogo, ama caminar juntos». Y esto es, por lo tanto, «un hermoso consejo». «Yo —confesó el Papa Francisco— os digo francamente: a mí me sucede cuando algo no me gusta. El primer sentimiento no es de Dios, es malo, siempre. Lo he visto en mí mismo. ¡Deteneos, detengámonos!». Para dejar así «espacio al Espíritu Santo, para que nos sane lentamente y nos haga llegar a lo justo, a la paz». Volviendo nuevamente al pasaje de los Hechos de los Apóstoles, el Papa destacó otro hecho significativo. Los miembros del sanedrín, en efecto, siguieron el parecer de Gamaliel pero, «volviendo a llamar a los apóstoles mandaron flagelarles» antes de decir algo. Tenían un odio
bién «en este momento». Y «ellos están en este estado, en este momento tienen la alegría de haber sufrido ultrajes, incluso la muerte, por el nombre de Jesús». Por lo demás, afirmó el Papa Francisco, «para huir del orgullo de los primeros está solamente el camino de abrir el corazón a la humildad, y a la humildad no se llega jamás sin humillación: esto es algo que no se entiende naturalmente». Es más bien «una gracia que debemos pedir: Señor, que cuando lleguen las humillaciones yo sienta que estoy detrás de ti, en tu camino, que te has humillado». Es la gracia de la «imitación de Jesús» que se refiere, añadió el Papa, «no sólo a los mártires de los que he hablado ahora, sino también a muchos hombres y mujeres que padecen humillaciones cada día y por el bien de la propia familia, el bien de otras cosas, cierran la boca, no hablan, soportan por amor a Jesús. Y son muchos». Esta «es la santidad de la Iglesia: este gozo que da la humillación no porque la humillación sea algo hermoso, no: eso sería masoquismo»; sino «porque con dicha humillación tú imitas a Jesús». Aquí se encuentran las «dos actitudes» que se confrontan. Por una parte «la cerrazón que te lleva al odio, a la ira, a querer matar a los
demás». Por otro lado «el de la apertura a Dios en el camino de Jesús, que te hace recibir las humillaciones, también las fuertes, con ese gozo interior, porque estás seguro de estar en el camino de Jesús». Antes de continuar la misa, «celebración del misterio de Jesús, este misterio de la muerte, de la humillación y de la gloria de Jesús», el Papa invitó a rezar para pedir «la gracia de la paciencia: la paciencia que tuvo Jesús para escuchar a todos» y para «estar abierto a todos, y también soportar las humillaciones por amor a todos».
Del estupor al poder El cristiano debe cuidarse de la «tentación» de pasar del «estupor religioso del encuentro con el Señor» al cálculo para aprovecharse de ello con el fin de obtener poder, cediendo de ese modo al espíritu de mundanidad. Es la recomendación del Papa Francisco durante la misa que celebró el lunes 20 de abril en la capilla de la Casa Santa Marta. Su reflexión se inspiró en los textos propuestos por la liturgia. En particular el pasaje evangélico de san Juan (6, 22-29) que relata cómo la multitud, por interés material, buscaba a Jesús después de la multiplicación de los panes y los peces. El Evangelio, recordó el Papa, «dice que, después del ayuno y las tentaciones en el desierto, Jesús estaba lleno de la fuerza del Espíritu y comenzó a predicar». Así «fue a Nazaret, donde se había criado». Y «allí anuncia su misión con ese pasaje del profeta Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí y me ha consagrado con la unción para llevar la buena noticia a los pobres, a los prisioneros la liberación, a los ciegos la vista, a los oprimidos la libertad, y anunciar el año de gracia del Señor”». Precisamente «este —afirmó el Papa Francisco— era su programa, esta era su misión». Jesús concluye su discurso diciendo: «Hoy se cumple esta Escritura». Así, pues, inicia su misión con el anuncio. Luego «comienza a hacer los milagros, los signos, las curaciones: esas curaciones que la gente contemplaba» y así «creía en Él y le llevaban a los enfermos». Pero «Jesús hacía esto porque era su misión». He aquí, entonces, «otro pasaje, las catequesis de Jesús: que enseñaba al pueblo con las bienaventuranzas, con muchas parábolas». Así, destacó el Papa, «vemos tres pasos: el anuncio de su misión, su trabajo de traer la salud, el bien, la curación, y las catequesis». Y «la gente lo seguía y decía: “Nunca hemos escuchado a un hombre hablar así”». En realidad, reconocían que hablaba «como uno que tiene autoridad, esa fuerza del Espíritu que tenía Jesús». El Evangelio, continuó el Papa Francisco, nos dice luego que «un día la gente siguió a Jesús y permaneció todo el día escuchando sus caSIGUE EN LA PÁGINA 9
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A los obispos de Kenia en visita «ad limina»
No a la violencia en nombre de Dios El Papa invitó a los obispos de Kenia «a trabajar con los líderes, tanto cristianos como no cristianos, en la promoción de la paz y la justicia en el país a través del diálogo, la fraternidad y la amistad», para poder «presentar una denuncia más concorde y valiente contra toda violencia, especialmente de la cometida en nombre de Dios». El Pontífice los recibió en audiencia el jueves 16 de abril, por la mañana, con ocasión de su visita «ad limina Apostolorum». Publicamos la traducción del discurso que el Papa entregó en inglés a los prelados kenianos. Queridos hermanos obispos: Os doy mi bienvenida fraterna con ocasión de vuestra visita ad limina Apostolorum, mientras realizáis vuestra peregrinación a las tumbas de los santos Pedro y Pablo. Vuestra estancia en la ciudad eterna y vuestras visitas a los diversos dicasterios de la Curia romana ofrecen numerosas oportunidades para profundizar en la comunión entre la Iglesia en Kenia y la Sede de Pedro. Agradezco al cardenal Njue sus cordiales palabras en vuestro nombre y en el de los sacerdotes, religiosos y religiosas, así como de todos los fieles laicos de Kenia. Os pido que les aseguréis mis oraciones y mi cercanía espiritual. A algunos de vosotros esta visita a Roma les traerá a la memoria el tiempo pasado aquí para la preparación de la ordenación sacerdotal. Los numerosos seminaristas que estudian en esta ciudad, así como el gran número de seminaristas en vuestro país, son un signo elocuente de la bondad de Dios con la Iglesia universal y con vuestras diócesis. Nos recuerdan el gran recurso que tenéis en los muchos jóvenes de vuestras Iglesias locales, así como vuestra solicitud paterna al ayudar a los jóvenes hombres a responder a la llamada al sacerdocio. Pienso, de modo particular, en el celo, la esperanza y la dedicación de los seminaristas que desean entregar todo a Cristo a través del servicio a la Iglesia. Aunque las semillas de una vocación sacerdotal se siembran mucho antes de que un hombre llegue al seminario, en primer lugar en el corazón de la familia, les corresponde a los formadores en el seminario alimentar el crecimiento de tales vocaciones. Por eso es fundamental que a la buena voluntad de los seminaristas y a sus deseos sinceros se responda con una formación humanamente sólida, espiritualmente profunda, intelectualmente rica y pastoralmente variada (cf. Pastores dabo vobis, 43-59). Soy consciente de los desafíos que esto comporta, y os animo a intensificar los esfuerzos, individualmente en vuestras diócesis y colectivamente en vuestra Conferencia episcopal, para que se perfeccione el buen trabajo que el Señor está realizando en vuestros candidatos al orden sacerdotal (cf. Flp 1, 6). En el ejercicio de vuestro ministerio episcopal cada uno de vosotros está llamado a ser cuidador de almas (cf. Christus Dominus, 2), padre y pastor (ibídem, n. 16). Esto se realiza principalmente con vuestros colaboradores más cercanos, vuestros sacerdotes. Ellos necesitan que los guiéis con claridad y firmeza, pero también, y sobre todo, con compasión y ternura. Como obispos debemos considerar siempre el ejemplo de Jesús, que cuidaba personalmente a los Apóstoles, pasaba el tiempo con ellos y disfrutaba de su compañía.
También vosotros debéis tratar de estar con vuestros sacerdotes, conocerlos y escucharlos. Vuestro apoyo los ayudará a ser fieles a las promesas hechas y fortalecerá vuestro compromiso común para edificar el reino de Dios en Kenia. En este Año de la vida consagrada, mi corazón también está cerca de los religiosos y las religiosas que han renunciado al mundo por el Reino, llevando de este modo muchas bendiciones para la Iglesia y la sociedad en Kenia. Queridos hermanos obispos, os pido que les transmitáis mi gratitud, mi afecto y mi cercanía orante y les expreséis también mi esperanza de que, en este año dedicado a la vida consagrada, sean gozosos y audaces mientras muestran a Cristo con su vida. Os animo a profundizar en los vínculos de caridad y comunión eclesial que mantenéis con los institutos religiosos en Kenia. La misión de la Igle-
Preocupaciones que acercan VIENE DE LA PÁGINA 3
pa Francisco, en la distinción respetuosa de los papeles y las competencias de Estado e Iglesia. La autonomía recíproca, en efecto, «no disminuye sino que exalta la común responsabilidad por el ser humano concreto y por las exigencias espirituales y materiales de la comunidad, a la que todos —destacó el Pontífice— tenemos la tarea de servir con humildad y entrega». En un contexto plural que debe rechazar el uso violento de la religión y al mismo tiempo respetar «el papel significativo» que tiene «el auténtico espíritu religioso» en la construcción de la sociedad. Como lo demuestra la aportación de la tradición cristiana en la historia de Italia, un dato histórico que recordó también el cardenal secretario de Estado en su discurso. Significativo por último en las palabras del presidente Mattarella fue la referencia al jubileo extraordinario que el Papa convocó bajo el signo de la misericordia. Una dimensión del corazón del Evangelio que es común a muchas tradiciones religiosas y que la percibe también quien no pertenece a ninguna de ellas. Demostrando que es verdaderamente posible que hombres y mujeres de procedencias diversas puedan recorrer un camino común.
sia, aunque polifacética, es una sola: será posible realizar mucho más para alabanza y gloria del nombre de Dios, si nuestras acciones están en armonía. Los esfuerzos unidos y generosos de tantos católicos en Kenia son un hermoso testimonio y un ejemplo para el país. De muchos modos, la Iglesia está llamada a dar esperanza a la cultura en general, esperanza basada en el munificente testimonio de la novedad de vida prometida por Cristo en el Evangelio. Al respecto, sin querer interferir en las cuestiones temporales, la Iglesia debe insistir, especialmente con quienes ocupan una posición de liderazgo y poder, en los principios morales que promueven el bien común y la edificación de la sociedad en su conjunto. Al cumplir su misión apostólica, la Iglesia debe asumir un papel profético en defensa de los pobres y contra toda corrupción y abuso de poder. Debe hacerlo, en primer lugar, con el ejemplo. ¡No tengáis miedo de ser una voz profética! ¡No tengáis miedo de predicar con convicción! Haced que la sabiduría de la Iglesia, contenida en particular en su doctrina social, incida en la sociedad keniana. De modo particular, deseo dirigir una palabra de aprecio a los numerosos trabajadores, humildes y piadosos, de las instituciones gestionadas por la Iglesia en todo vuestro país, cuya actividad diaria produce beneficios espirituales y materiales para innumerables personas. La Iglesia ha dado su contribución, y sigue haciéndolo, a todo Kenia, a través de una vasta serie de escuelas, institutos, universidades, clínicas, hospitales, casas para enfermos y moribundos, orfanatos y centros sociales. A través de estas estructuras, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos dan una contribución vital al bienestar de toda la nación. Estas loables obras son sostenidas constantemente por la vida de oración y culto vivida en tantas parroquias, conventos, monasterios y movimientos laicos. ¡Que este himno de alabanza y los frutos de vuestro trabajo apostólico sigan creciendo! Queridos hermanos: La Iglesia en Kenia debe ser siempre fiel a su misión de instrumento de reconciliación, justicia y paz. Con fidelidad a todo el patrimonio de la fe y a la enseñanza moral de la Iglesia fortaleced vuestro compromiso de trabajar con los líderes, tanto cristianos
como no cristianos, en la promoción de la paz y la justicia en vuestro país a través del diálogo, la fraternidad y la amistad. De este modo podréis presentar una denuncia más concorde y valiente contra toda violencia, especialmente de la cometida en nombre de Dios. Esto dará una certeza más profunda y consuelo a todos vuestros conciudadanos. Con vosotros rezo por todos los que fueron asesinados mediante actos de terror u hostilidad étnica o tribal en Kenia, así como en otras partes del continente. Pienso, en particular, en los hombres y mujeres asesinados el Viernes santo en el Garissa University College. Que sus almas descansen en paz y sus seres queridos encuentren consuelo, y quienes perpetran tales brutalidades se arrepientan y busquen la misericordia. Deseo ofreceros una palabra de aliento en vuestra solicitud pastoral por la familia. Mientras la Iglesia se prepara para el Sínodo ordinario dedicado «a los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», confío en que sigáis asistiendo y fortaleciendo a todas las familias que están luchando a causa de matrimonios rotos, infidelidad, dependencia o violencia. También os pido que intensifiquéis el ministerio de la Iglesia en favor de los jóvenes, formándolos para que sean discípulos capaces de asumir compromisos permanentes y que donen vida, tanto con el cónyuge en el matrimonio como con el Señor en el sacerdocio o en la vida consagrada. Enseñad a todos la verdad salvífica del Evangelio de la vida. Que la belleza, la verdad y la luz del Evangelio resplandezcan de modo cada vez más luminoso en el rostro joven y alegre de la Iglesia en Kenia. En fin, rezo con vosotros para que el inminente Jubileo de la misericordia sea un tiempo de gran perdón, sanación, conversión y gracia para toda la Iglesia en Kenia. Que tocados por la misericordia infinita de Cristo todos los fieles sean signo de la reconciliación, la justicia y la paz que Dios quiere para vuestro país y, de hecho, para toda África. Con estos pensamientos, queridos hermanos obispos, os encomiendo a todos a la intercesión de María, Madre de la Iglesia, y con gran afecto os imparto mi bendición apostólica, que extiendo de buen grado a todos los amados sacerdotes, religiosos y fieles laicos de Kenia.
L’OSSERVATORE ROMANO
número 17, viernes 24 de abril de 2015
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En el Regina caeli nuevo llamamiento del Papa tras la tragedia de inmigrantes en el Mediterráneo
Niños paquistaníes recolectando frutas en el basurero de un mercado (Ap)
Hombres y mujeres como nosotros En el Regina caeli del domingo 19 de abril, en la plaza de San Pedro, el Papa lanzó «un apremiante llamamiento a la comunidad internacional», tras la tragedia de inmigrantes en el Mediterráneo. Antes de la oración el Pontífice comentó las lecturas del día. Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días! En las lecturas bíblicas de la liturgia de hoy resuena dos veces la palabra «testigos». La primera vez es en los labios de Pedro: él, después de la curación del paralítico ante la puerta del templo de Jerusalén, exclama: «Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello» (Hch 3, 15). La segunda vez, en los labios de Jesús resucitado: Él, la tarde de Pascua, abre la mente de los discípulos al misterio de su muerte y resurrección y les dice: «Vosotros sois testigos de esto» (Lc 24, 48). Los apóstoles, que vieron con los propios ojos al Cristo resucitado, no podían callar su extraordinaria experiencia. Él se había mostrado a ellos para que la verdad de su resurrección llegara a todos mediante su testimonio. Y la Iglesia tiene la tarea de prolongar en el tiempo esta misión; cada bautizado está llamado a dar testimonio, con las palabras y con la vida, que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros. Todos nosotros estamos llamados a dar testimonio de que Jesús está vivo. Podemos preguntarnos: pero, ¿quién es el testigo? El testigo es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento. Por eso recuerda, no sólo porque sabe reconstruir de modo preciso los hechos sucedidos, sino también porque esos hechos le han hablado y él ha captado el sentido profundo. Entonces el testigo cuenta, no de manera fría y distante sino como uno que se ha dejado cuestionar y desde aquel día ha cambiado de vida. El testigo es uno que ha cambiado de vida. El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, no es una ideología o un complejo sistema de preceptos y prohibiciones o un moralismo, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos. Él puede ser testimoniado por quienes han tenido una experiencia personal de Él, en la oración y en la Iglesia, a través de un camino que tiene su fundamento en el Bautismo, su alimento en la Eucaristía, su sello en la Confirmación, su continua conversión en la Penitencia. Gracias a este camino, siempre guiado por la Palabra de Dios, cada cristiano puede transformarse en testigo de Jesús resucitado. Y su testimonio es mucho más creíble cuando más transparenta un modo de vivir evangélico, gozoso, valiente, humilde, pacífico, misericordioso. En cambio, si el cristiano se deja llevar por las comodidades, las vanidades, el egoísmo, si se convierte en sordo y ciego ante la petición de «resurrección» de tantos hermanos, ¿cómo
podrá comunicar a Jesús vivo, como podrá comunicar la potencia liberadora de Jesús vivo y su ternura infinita? Que María, nuestra Madre, nos sostenga con su intercesión para que podamos convertirnos, con nuestros límites, pero con la gracia de la fe, en testigos del Señor resucitado, llevando a las personas que nos encontramos los dones pascuales de la alegría y de la paz. Al término de la oración mariana el Pontífice recordó la tragedia de los inmigrantes en el Mediterráneo.
Queridos hermanos y hermanas: Están llegando en estas horas noticias relativas a una nueva tragedia en las aguas del Mediterráneo. Una embarcación cargada de inmigrantes volcó la pasada noche a unas 60 millas de la costa libia y se teme que haya centenares de víctimas. Expreso mi más sentido dolor ante tal tragedia y aseguro a los desaparecidos y sus familias mi recuerdo y mi oración. Dirijo un apremiante llamamiento para que la comunidad internacional actúe con decisión y rapidez, para evitar que similares tra-
Inmigrantes auxiliados en las orillas de Rodi tras la tragedia en el canal de Sicilia (Reuters)
gedias se repitan. Son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras, buscan una vida mejor. Buscaban la felicidad… Os invito a rezar en silencio antes y después todos juntos por estos hermanos y hermanas. Al final, después del Avemaría por los inmigrantes fallecidos, el Pontífice saludó como es habitual a los diversos grupos de fieles presentes, recordando el inicio de la ostensión de la Sábana Santa en Turín. Dirijo un cordial saludo a todos vosotros, llegados de Italia y de varias partes del mundo. Un saludo especial al grupo de la Universidad católica del Sagrado Corazón, con ocasión de la Jornada nacional de apoyo a este gran Ateneo. Es importante que pueda continuar para seguir formando a los jóvenes en una cultura que conjugue fe y ciencia, ética y profesionalidad. Hoy comienza en Turín la solemne ostensión de la Sábana santa. También yo, si Dios quiere, iré a venerarla el próximo 21 de junio. Espero que este acto de veneración nos ayude a todos a encontrar en Jesucristo el rostro misericordioso de Dios y a reconocerlo en los rostros de los hermanos, especialmente en los que más sufren. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Os deseo a todos un feliz domingo y buen almuerzo.
En Santa Marta el recuerdo de los dramas y la injusticia de nuestro tiempo
Iglesia de mártires «Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires». Y entre ellos están «nuestros hermanos degollados en la playa de Libia; el joven quemado vivo por sus compañeros por ser cristiano; los emigrantes que en alta mar fueron arrojados al mar por ser cristianos; los etíopes, asesinados por ser cristianos». Haciendo referencia a la historia del protomártir san Esteban, el Papa Francisco, en la misa que celebró el martes 21 de abril en la capilla de la Casa Santa Marta, recordó a los numerosos mártires de hoy: también aquellos de quienes no conocemos los nombres, que sufren en las cárceles o que son calumniados y perseguidos «por los numerosos sanedrines modernos» o, también, los que viven cada día «la fidelidad en su familia». El Pontífice inició la homilía indicando precisamente lo que une a los numerosos mártires: son los que, explicó, «en la historia de la Iglesia dieron testimonio de Jesús» sin tener «necesidad de otros panes: para ellos era suficiente sólo Jesús, porque tenían fe en Jesús». Y «hoy —destacó— la Iglesia nos hace reflexionar y nos propone, en la liturgia de la Palabra, al primer mártir cristiano», san Esteban, de quien hablan los Hechos de los apóstoles (7, 51-8, 1). «Este hombre no tenía hambre, no tenía necesidad de hacer negociaciones, componendas con otros panes, para sobrevivir», afirmó el Papa. Y con este estilo «dio testimonio de Je-
sús» hasta el martirio. Ya «ayer —recordó refiriéndose a la liturgia de la Palabra del día anterior— la Iglesia comenzó a hablar de él: algunos de la sinagoga, los “libertos”, se pusieron de pie para discutir con Esteban pero no lograban resistir a la sabiduría y al espíritu con el que él hablaba». En efecto, explicó, «Esteban estaba lleno del Espíritu Santo y hablaba con la sabiduría del Espíritu: era fuerte». Y así estas personas «instigaron a algunos para que dijesen que lo habían escuchado pronunciar palabras contra Moisés y contra Dios, y dar un falso testimonio». Con estas acusaciones «levantaron al pueblo, a los ancianos, a los escribas: se abalanzaron sobre él, lo capturaron y lo llevaron ante el sanedrín». «Es curioso» —destacó el Papa— cómo «la historia de Esteban» sigue «los mismos pasos de la historia de Jesús», es decir, el esquema de los «falsos testimonios» para «levantar al pueblo y llevarlo a juicio. Y hoy hemos escuchado cómo termina esta historia, porque Esteban en el sanedrín explica la doctrina de Jesús, da una
larga explicación». En realidad, sus acusadores «no querían escuchar, tenían el corazón cerrado». Así, «al final Esteban, con la fuerza del Espíritu, les dijo la verdad: “Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos”, es decir paganos, “no tenéis el corazón y los oídos de la fe en Dios”». Con ese SIGUE EN LA PÁGINA 11
El martirio de san Esteban
Denuncia del Pontífice ante el escándalo de la trata de seres humanos
Esclavitud oculta Tráfico de seres humanos, trabajo forzado, prostitución, comercio de órganos: son las formas modernas de esclavitud —que el mundo busca esconder porque son «políticamente incorrectas»— denunciadas por el Papa durante la audiencia a los participantes en la plenaria de la Academia pontificia de ciencias sociales, a quienes recibió el sábado 18 de abril, por la mañana, en la sala del Consistorio. Tras el saludo de la presidenta Margaret Archer, el Pontífice pronunció el siguiente discurso. Queridos hermanos y hermanas: Os doy la bienvenida a vosotros, miembros de la Academia pontificia de ciencias sociales y participantes en esta sesión plenaria dedicada a la trata de personas. Agradezco las amables palabras de la presidenta, la señora Margaret Archer. Saludo a todos cordialmente y os garantizo que estoy muy agradecido por lo que esta Academia realiza para profundizar el conocimiento de las nuevas formas de esclavitud y erradicar la trata de seres humanos, con el único propósito de servir al hombre, especialmente a las personas marginadas y excluidas. Como cristianos, vosotros os sentís interpelados por el sermón de la montaña del Señor Jesús y también por el «protocolo» con el que seremos juzgados al final de nuestra vida, según el Evangelio de san Matero, capítulo 25. «Bienaventurados los pobres, bienaventurados los afligidos, bienaventurados los mansos, bienaventurados los puros de corazón, bienaventurados los misericordiosos, bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia: estos poseerán la tierra, estos serán hijos de Dios, estos verán a Dios» (cf. Mt 5, 3-10). Los «benditos del Padre», sus hijos que lo verán son los que se preocupan por los últimos y aman a los más pequeños entre sus hermanos: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis», dice el Señor (cf. Mt 25, 40). Y hoy, entre estos hermanos más necesitados están los que sufren la tragedia de las formas modernas de esclavitud, del trabajo forzado, del trabajo esclavo, de la prostitución, del tráfico de órganos, de la droga.
San Pedro Claver, en un momento histórico en el que la esclavitud estaba muy difundida y socialmente aceptada, lamentablemente —y escandalosamente— también en el mundo cristiano, porque era un gran negocio, sintiéndose interpelado por estas palabras del Señor, se consagró para ser «esclavo de los esclavos». Muchos otros santos y santas, como por ejemplo, san Juan de
Mata, combatieron la esclavitud, siguiendo el mandato de Pablo: «Ya no como esclavo ni esclava, sino como hermano y hermana en Cristo» (cf. Flm 1, 16). Sabemos que la abolición histórica de la esclavitud como estructura social es la consecuencia directa del mensaje de libertad que Cristo trajo al mundo con su plenitud de gracia, verdad y
Propuesta de la plenaria de la Academia pontificia de ciencias sociales
Agencia mundial contra la trata Se necesita una agencia mundial anti-trata que tenga autoridad para hacer que se cumplan los protocolos firmados por los Estados. Es una de las propuestas de la sesión plenaria de la Pontificia Academia de ciencias sociales y que fue presentada durante la rueda de prensa del martes 21 de abril, por la mañana, en la Oficina de prensa de la Santa Sede. La presidenta Margaret Archer habló a grandes líneas de los temas tratados, destacando la necesidad de atacar no sólo la oferta de personas esclavizadas, sino también la demanda, o sea los empresarios que explotan el trabajo forzado y quien utiliza la prostitución. Habló también de la dramática situación de las personas objeto de trata que son repatriadas a
sus respectivas naciones. Ellas, en su mayoría pertenecientes a familias pobres, al regresar ven en riesgo su integridad física y su futuro. El profesor Stefano Zamagni destacó que una de las novedades de la sesión plenaria fue la presencia conjunta de los académicos, los agentes de las ONG que trabajan en favor de las personas objeto de trata y quienes en ámbito social sensibilizan a la opinión pública sobre el tema. El académico subrayó cómo, según los últimos datos proporcionados por las Naciones Unidas, el 70 por ciento de las personas esclavizadas son mujeres o niñas, mientras que el 72 SIGUE EN LA PÁGINA 11
amor, con su programa de las Bienaventuranzas. La conciencia progresiva de este mensaje en el curso de la historia es obra del Espíritu de Cristo y de sus dones comunicados a sus santos y a numerosos hombres y mujeres de buena voluntad, que no se identifican con una fe religiosa, pero que se comprometen por mejorar las condiciones humanas. Lamentablemente, en un sistema económico global dominado por el beneficio, se han desarrollado nuevas formas de esclavitud en cierto modo peores y más inhumanas que las del pasado. Más aún hoy, por lo tanto, siguiendo el mensaje de redención del Señor, estamos llamados a denunciarlas y combatirlas. En primer lugar, debemos tomar más conciencia de este nuevo mal que, en el mundo global, se quiere ocultar por ser escandaloso y «políticamente incorrecto». A nadie le gusta reconocer que en su ciudad, en su barrio también, en su región o nación existen nuevas formas de esclavitud, mientras sabemos que esta plaga concierne a casi todos los países. Tenemos que denunciar este terrible flagelo con su gravedad. Ya el Papa Benedicto XVI condenó sin medios términos toda violación de la igualdad de la dignidad de los seres humanos (cf. Discurso al nuevo embajador la República de Alemania ante la Santa Sede, 7 de noviembre de 2011). Por mi parte, he declarado más veces que estas nuevas formas de esclavitud —tráfico de seres humanos, trabajo forzado, prostitución, comercio de órganos— son crímenes gravísimos, «una llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea» (Discurso a la II Conferencia internacional sobre la trata de personas, 10 de abril de 2014). Toda la sociedad está llamada a crecer en esta toma de conciencia, especialmente en lo que respecta a la legislación nacional e internacional, de modo que se pueda aplicar la justicia a los traficantes y emplear sus ganancias injustas para la rehabilitación de las víctimas. Se deberían buscar las modalidades más idóneas para penalizar a quienes se hacen cómplices de este mercado inhumano. Estamos llamados a mejorar las modalidades de rescate e inclusión social de las víctimas, actualizando incluso las normativas sobre el derecho de asilo. Debe aumentar la conciencia de las autoridades civiles acerca de la gravedad de esta tragedia, que constituye un retroceso de la humanidad. Y muchas veces —¡muchas veces!— estas nuevas formas de esclavitud son protegidas por instituciones que deben defender a la población de estos crímines. Queridos amigos, os aliento a proseguir con este trabajo, con el que contribuís a hacer el mundo más consciente de tal desafío. La luz del Evangelio es guía para quien se pone al servicio de la civilización del amor, donde las Bienaventuranzas tienen una resonancia social, donde existe una real inclusión de los últimos. Es necesario construir la ciudad terrena a la luz de las Bienaventuranzas, y así, caminar hacia el cielo en compañía de los pequeños y de los últimos. Os bendigo a todos vosotros, bendigo vuestro trabajo y vuestras iniciativas. Os agradezco mucho por lo que hacéis. Os acompaño con mi oración y también vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.
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viernes 24 de abril de 2015, número 17
COMUNICACIONES Colegio episcopal Monseñor Juan de Dios Peña Rojas, obispo de El Vigía-San Carlos del Zulia (Venezuela) Monseñor Misael Vacca Ramírez, obispo de Duitama-Sogamoso (Colombia) RENUNCIAS: El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archieparquía de Petra y Filadelfia de los greco-melquitas (Jordania) que monseñor YASER RASMI HANNA ALAYYASH le había presentado en conformidad con el canon 210 § 1 del Código de cánones de las Iglesias orientales. Yaser Rasmi Hanna Al-Ayyash nació en Chatna (Jordania), archieparquía de Petra y Filadelfia de los greco-melquitas, el 4 de diciembre de 1955. Recibió la ordenación sacerdotal el 12 de julio de 1987. Fue nombrado arzobispo de Petra y Filadelfia de los greco-melquitas el 21 de junio de 2007; recibió la ordenación episcopal el 13 de octubre del mismo año. El Papa ha aceptado la renuncia a la función de auxiliar de la arquidiócesis de Guadalajara (México) que monseñor JOSÉ TRINIDAD GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, obispo titular de Menefessi, le había presentado en conformidad con los cánones 411 y 401 § 2 del Código de derecho canónico.
Erección de eparquía El Santo Padre ha eregido la nueva eparquía de SAN JUAN CRISÓSTOMO DE GURGAON DE LOS SIROMALANKARES (India). La eparquía se extiende en la zona norte de la India, abarcando 22 de los 29 estados del país. La sede de la nueva eparquía está en Gurgaon, ya que en esta zona metropolitana se encuentra la mayor concentración de fieles, distribuidos en nueve parroquias. El nuevo obispo eparquial tendrá su sede y cancillería en el barrio Neb Sarai, donde se encuentra la iglesia de Santa María, que será la catedral.
Curia romana El Santo Padre ha nombrado secretario de la sección administrativa de la Secretaría de asuntos económicos a monseñor LUIGI MISTÒ, hasta ahora secretario de la Administración del patrimonio de la Sede apostólica. Al mismo tiempo, Su Santidad ha nombrado secretario de dicha Administración a monseñor MAURO RIVELLA.
José Trinidad González Rodríguez nació en Jesús María, diócesis de San Juan de los Lagos, el 12 de septiembre de 1943. Recibió la ordenación sacerdotal el 2 de abril de 1972, incardinado en la arquidiócesis de Guadalajara. Juan Pablo II le nombró obispo titular de Menefessi y auxiliar de Guadalajara el 21 de febrero de 1997; recibió la ordenación episcopal el 19 de marzo del mismo año. EL PAPA
HA NOMBRAD O:
—Obispo de El Vigía-San Carlos del Zulia (Venezuela) al presbítero JUAN DE DIOS PEÑA ROJAS.
—Obispo de Graz-Seckau (Austria) a monseñor WILHELM KRAUTWASCHL. Wilhelm Krautwaschl nació en Gleisdorf, diócesis de Graz-Seckau, el 5 de marzo de 1963. Recibió la ordenación sacerdotal el 7 de julio de 1990. Se doctoró en teología en la
Audiencias pontificias EL SANTO PADRE
—Monseñor Salesius Mugambi, obispo de Meru.
HA RECIBID O EN AUDIENCIA:
—Monseñor James Maria Wainaina Kungu, obispo de Muranga.
Jueves 16 de abril
Juan de Dios Peña Rojas nació en Acequias, arquidiócesis de Mérida, el 8 de agosto de 1967. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de agosto de 1992. Se licenció en teología en el Instituto universitario de Santa Rosa de Lima de Caracas y en historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En su ministerio ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: formador y rector en el seminario mayor de Mérida, asesor de la pastoral juvenil, director administrativo de la curia arzobispal, párroco, miembro y secretario del consejo presbiteral y miembro del colegio de consultores.
A los obispos de la Conferencia episcopal de Kenia, en visita «ad limina Apostolorum»:
—Obispo de Duitama-Sogamoso (Colombia) a monseñor MISAEL VACCA RAMÍREZ, hasta ahora obispo de Yopal.
—Monseñor Joseph Mairura Okemwa, obispo de Kisii.
Misael Vacca Ramírez nació en Somondoco, Boyacá, diócesis de Garagoa, el 5 de noviembre de 1955. Recibió la ordenación sacerdotal el 3 de diciembre de 1983. Juan Pablo II le nombró obispo de Duitama-Sogamoso el 24 de abril de 2001; recibió la ordenación episcopal el 10 de agosto sucesivo.
—Monseñor Dominic mengich, obispo de Lodwar.
—Obispo de la nueva eparquía de San Juan Crisóstomo de Gurgaon de los siro-malankares (India) a monseñor JACOB BARNABAS AERATH, O.I.C., hasta ahora obispo titular de Bapara y visitador apostólico para los fieles siro-malankares de la India, fuera del propio territorio.
O.F.M.,
Jacob Barnabas Aerath, O.I.C., nació en Karikulam Kerala, archieparquía de Tiruvalla, el 7 de diciembre de 1960. Recibió la ordenación sacerdotal el 2 de octubre de 1986. Benedicto XVI le nombró obispo titular de Bapara y visitador apostólico para los fieles siro-malankares de la India, fuera del propio territorio, el 7 de febrero de 2007; recibió la ordenación episcopal el 10 de marzo del mismo año.
Universidad de Graz, Austria. En su ministerio ha desempeñado los siguientes cargos: vicario parroquial y párroco en diversas parroquias, decano de un decanato y juez en el tribunal diocesano. En el último período era rector del seminario y responsable de la pastoral vocacional.
—Cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi. —Monseñor Zacchaeus Okoth, arzobispo de Kisumu. —Monseñor Norman King'oo Wambua, obispo de Bungoma. —Monseñor Cornelius Kipng'eno Arap Korir, obispo de Eldoret. —Monseñor Philip A. Anyolo, obispo de Homa Bay. —Monseñor Joseph Obanyi Sagwe, obispo de Kakamega.
—Monseñor Maurice Anthony Crowley, obispo de Kitale, S.P.S. Ki-
—Monseñor Martin Musonde Kivuva, Arzobispo de Mombasa. —Monseñor Paul Darmanin, obispo de Garissa, con el obispo coadjutor: monseñor Joseph Alessandro, O.F.M. O.F.M.,
—Monseñor Emanuel Barbara, obispo de Malindi.
—Monseñor Emanuel Okombo Wandera, obispo de Kericho. —Monseñor Anthony Muheria, obispo de Kitui. —Monseñor Maurice Muhatia Makumba, obispo de Nakuru. —Monseñor John Oballa Owaa, obispo de Ngong. —Monseñor Peter J. Kairo, arzobispo de Nyeri. —Monseñor Paul Kariuki Njiru, obispo de Embu. —Monseñor Virgilio obispo de Maralal.
Pante,
I.M.C.,
—Monseñor Peter Kihara Kariuki, I.M.C., obispo de Marsabit.
—Monseñor Joseph Mbatia, obispo de Nyahururu, con el obispo emérito: monseñor Luigi Paiaro. —Monseñor Alfred Kipkoech Arap Rotich, Ordinario militar. —Monseñor Anthony Ireri Mukobo, I.M.C., obispo titular de Rusgunie, vicario apostólico de Isiolo. Viernes, día 17 —A monseñor Salvatore Fisichella, arzobispo titular de Voghenza, presidente del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización. —Al ministro presidente del land Sassonia-Anhalt (República federal de Alemania), Reiner Haseloff, con su esposa y el séquito. SIGUE EN LA PÁGINA 10
Representaciones pontificias El Santo Padre ha nombrado nuncio apostólico en Madagascar a monseñor PAOLO RO CCO GUALTIERI, consejero de nunciatura, elevándolo al mismo tiempo a la sede episcopal titular de Sagona, con dignidad de arzobispo. Paolo Rocco Gualtieri nació en Supersano (Lecce, Italia) el 1 de febrero de 1961. Recibió la ordenación sacerdotal el 24 de septiembre de 1988, incardinado en Ugento-Santa María de Leuca. Es doctor en derecho canónico y en teología dogmática. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1996 y ha trabajado en las representaciones pontificias en Papúa Nueva Guinea y República Dominicana y en la sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
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Misa en Santa Marta VIENE DE LA PÁGINA 4
tequesis». Pero Él «se dio cuenta de que tenían hambre y todos conocemos como acaba esa historia: había sólo cinco panes y Jesús multiplica los panes y la gente se maravilla». Así, pues, «los milagros de Jesús, sus palabras, conducían a la gente al estupor», hasta hacerles decir: «¡Este hombre es el profeta, es el hombre de Dios!». Pero esas misma personas, y esta es la reflexión del Pontífice, «después de haber comido hasta saciarse, comienzan a sentir otra cosa». Y así se dicen: «Aprovechemos a este hombre, aprovechémonos bien, convirtámoslo en rey». En realidad, «del estupor religioso se deslizan hacia el poder». Pero «Jesús se marcha solo al monte», recordó el Papa refiriéndose expresamente al Evangelio de la liturgia. Y «esta gente lo busca al día siguiente y no lo encuentra, pero hace cálculos». Y dice: «No subió a la barca, pues hay sólo una barca aquí, no comprendemos bien». Al final «lo encuentran en la otra parte del mar». Y cuando ve a toda esa gente que va a su encuentro, «Jesús la recibe con mucha bondad». Le preguntan: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Y Él, siempre «con gran bondad, les responde: “En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos —como si dijese, no por el estupor religioso que te lleva a adorar a Dios—, sino porque comisteis pan hasta saciaros”». En esencia, les dijo: «Vosotros me buscáis por intereses materiales». Y así «corrige esta actitud». Una actitud, sin embargo, que «se repite en los Evangelios», destacó el Papa Francisco. Son «muchos los que siguen a Jesús por interés», incluso «entre sus apóstoles», como «los hijos de Zebedeo que querían ser primer ministro y el otro ministro de economía: tener el poder». Por lo tanto, puso en guardia el Papa, «esa unción de llevar la buena noticia a los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos y anunciar un año de gracia, al llegar a ser algo sombrío se pierde y se transforma en algo relacionado con el poder». Y también «el día de la Ascensión pasó lo mismo», cuando los apóstoles preguntan: «¿Es este el tiempo en el cual reconstruirás el reino de Israel?». En definitiva, explicó el Pontífice, «siempre estuvo esa tentación de pasar de ese estupor religioso —esa es la palabra— que Jesús nos da en el encuentro con nosotros, a llegar a aprovecharnos de ello». Por lo demás, «esta fue también la propuesta del diablo a Jesús en las tentaciones: una sobre el pan, precisamente; la otra sobre el espectáculo». Es decir: «Hagamos un buen espectáculo, así toda la gente creerá en ti». Y luego la tercera tentación, «la apostasía, es decir, la adoración de los ídolos». Y «esta es una
tentación de cada día de los cristianos, nuestra, de todos nosotros que somos la Iglesia: la tentación no del poder, del poder del Espíritu, sino la tentación del poder mundano». Así «se cae en esa tibieza religiosa que te lleva a la mundanidad, esa tibieza que acaba cuando crece, crece, crece, esa actitud que Jesús llama hipocresía». De tal modo que llega a decir a los discípulos: «Cuidaos de la levadura de los fariseos, de los doctores de la ley». O sea, «levadura, pan: cuidaos de eso, que es la hipocresía». De este modo, en efecto, se acaba siendo «cristiano de nombre, de actitud externa, pero el corazón está en el interés». Al respecto, el Papa repitió las palabras de Jesús a la multitud que lo seguía, descritas por san Juan en su Evangelio: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros». Precisamente «esta es nuestra tentación cotidiana: deslizarse hacia la mundanidad, hacia los poderes y así se debilita la fe, la misión. Se debilita la Iglesia». Pero el Señor, aseguró el Papa, «nos despierta con el testimonio de los santos, con el testimonio de los mártires que cada día nos anuncian que ir por el camino de Jesús es su misión: anunciar el año de gracia». El Evangelio dice que «la gente entiende la amonestación de Jesús» y por eso le pregunta: «Y ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les reponde: «Esta es la obra de Dios: que creáis en Aquel que ha enviado». Es decir, «la fe en Él, sólo en Él; la confianza en Él y no en otras cosas que nos llevarán, al final, lejos de Él». Antes de proseguir con la celebración, «con Él presente sobre el altar», el Papa Francisco pidió al Señor en la oración «que nos dé esa gracia del estupor del encuentro y que nos ayude a no caer en el espítitu de mundanidad, es decir, ese espíritu que detrás o bajo un barniz de cristianismo nos llevará a vivir como paganos».
Invitación a los rabinos de Europa
Firme rechazo del antisemitismo «Todo cristiano tiene que ser firme al deplorar cualquier forma de antisemitismo, manifestando al pueblo judío su solidaridad». Lo reafirmó el Papa Francisco al hablar el lunes 20 de abril, por la mañana, a la Conferencia de los rabinos europeos, a quienes recibió en el Vaticano. Tras el saludo del presidente, el rabino Pinchas Goldschmidt, el Pontífice pronunció su discurso recordando la muerte de Elio Toaff. Queridos amigos: Os doy mi bienvenida al Vaticano como miembros de la Conferencia de los rabinos europeos. Me siento particularmente feliz y agradecido porque esta es la primera visita realizada por vuestra organización a Roma para encontrar al Sucesor de Pedro. Saludo al presidente, el rabino Pinchas Goldschmidt, agradeciéndole sus amables palabras. Os expreso mis más profundas condolencias por el fallecimiento, ayer por la noche, del rabino Elio Toaff, rabino jefe emérito de Roma. Acompaño con mi oración al rabino jefe Riccardo di Segni —que tendría que haber estado aquí con nosotros— y a toda la comunidad judía de Roma, en el recuerdo agradecido de este hombre de paz y de diálogo, que acogió al Papa Juan Pablo II en la visita histórica al Templo mayor.
En el luto de los judíos de Roma Tras recibir la noticia de la muerte de Elio Toaff, el Papa lo recordó el 20 de abril en la audiencia a los participantes en la Conferencia de los rabinos europeos. En la misma fecha envió la siguiente carta al rabino Riccardo Di Segni, sucesor de Toaff en la guía de la comunidad judía de Roma. Deseo expresar mi más sentida participación en el luto de los familiares y de toda la comunidad judía de la capital por la muerte del rabino profesor Elio Toaff, durante mucho tiempo insigne guía espiritual de los judíos de Roma. Protagonista de la historia judía y civil italiana de los últimos decenios, él supo conquistar la común estima y aprecio por su autoridad moral, unida a una profunda humanidad. Recuerdo con agradecimiento su generoso compromiso y la sincera disponibilidad en favor de la promoción del diálogo y de las relaciones fraternas entre judíos y católicos, que vieron un momento significativo en su memorable encuentro con san Juan Pablo II en la Sinagoga de Roma. Elevo oraciones al Altísimo, rico de amor y fidelidad, para que lo acoja en su Reino de paz.
El diálogo entre la Iglesia católica y las Comunidades judías avanza sistemáticamente desde hace casi medio siglo. El próximo 28 de octubre celebraremos el quincuagésimo aniversario de la declaración conciliar Nostra aetate, que sigue siendo hasta hoy el punto de referencia de todo esfuerzo en esa dirección. Con gratitud al Señor, pensamos en estos años alegrándonos por los progresos conseguidos y por la amistad que, mientras tanto, ha ido creciendo entre nosotros Hoy en Europa es cada vez más importante resaltar la dimensión espiritual y religiosa de la vida humana. En una sociedad cada vez más marcada por el secularismo y amenazada por el ateísmo, se corre el riesgo de vivir como si Dios no existiera. El hombre siente a menudo la tentación de tomar el lugar de Dios, de considerarse el criterio de todo, de pensar que puede controlar todo, de sentirse autorizado a usar todo lo que le rodea según su arbitrio. En cambio es muy importante recordar que nuestra vida es un don de Dios, y que a Él debemos encomendarnos, confiar en Él, dirigirnos a Él siempre. Los judíos y los cristianos tienen el don y la responsabilidad de contribuir a mantener vivo el sentido religioso de los hombres de hoy y de nuestra sociedad, dando testimonio de la santidad de Dios y de la vida humana: Dios es santo, y santa e inviolable es la vida por Él donada. Preocupan actualmente en Europa las tendencias antisemitas y algunos actos de odio y violencia. Todo cristiano debe deplorar firmemente cualquier forma de antisemitismo, manifestando al pueblo judío su solidaridad (cf. Nostra aetate, 4). Recientemente se conmemoró el 70º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, donde se consumó la gran tragedia de la Shoah. La memoria de lo sucedido, en el corazón de Europa, debe servir de advertencia a las generaciones presentes y futuras. Igualmente hay que condenar por todas partes las manifestaciones de odio y violencia contra los cristianos y los fieles de otras religiones. Queridos amigos, os agradezco de corazón esta visita tan significativa. Os deseo hoy lo mejor para vuestras comunidades, asegurando mi cercanía y mi oración. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Shalom alechem!
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viernes 24 de abril de 2015, número 17
Fue director de «La Civiltà Cattolica» y de Radio Vaticano
Fallece el cardenal Roberto Tucci Falleció en Roma el martes 14 de abril, por la noche, tras una larga enfermedad, el cardenal jesuita Roberto Tucci, durante muchos años director de «La Civiltà Cattolica» y de Radio Vaticano y organizador de los viajes de Juan Pablo II. El purpurado italiano, que hubiese cumplido 94 años el domingo 19, tras estar ingresado algunas semanas por problemas respiratorios, residía en la enfermería de la comunidad jesuita en Roma. Para todos era sencillamente «padre Tucci». Con su carácter sencillo y discreto, fue sin duda uno de los testigos directos de la vida de la Iglesia en los últimos decenios, trabajando como protagonista en el campo de las comunicaciones sociales y acompañando a Juan Pablo II en sus viajes internacionales. Había nacido en Nápoles el 19 de abril de 1921, poco después del fin de la primera guerra mundial. A los quince años ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en Vico Equense (Nápoles). Recibió la ordenación sacerdotal el 24 de agosto de 1950, y al año siguiente se licenció en teología en Lovaina. Luego, tras obtener el doctorado en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, lo destinaron como profesor a la Facultad teológica San Luis de Nápoles. En 1956 fue llamado a formar parte del colegio de los escritores de «La Civiltà Cattolica», de la cual tres años después pasó a ser director. En ese período dio mayor amplitud internacional a la revista y asumió responsabilidades cada vez mayores en el seno de la Compañía en ámbito ecuménico y en organismos de la Santa Sede. En este contexto fue significativa su aportación en la
organización y en los trabajos del Concilio Vaticano II. Tras ser miembro de la comisión preparatoria sobre el apostolado de los laicos, durante la asamblea conciliar contribuyó, como perito, en la redacción del decreto Apostolicam actuositatem y, sobre todo, de la constitución pasto-
En los meses de abril, mayo y junio
Calendario de las celebraciones del Papa Abril IV
D OMINGO 24 SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
DÍA 26 D OMINGO DE PASCUA
Santa misa en la basílica vaticana, a las 10.00.
Santa misa con ordenaciones presbiterales en la basílica vaticana, a las 9.30. SOLEMNIDAD
Mayo DÍA 3 V
D OMINGO
DE
PASCUA
Visita pastoral a la parroquia Santa María «Regina Pacis» (Ostia), a las 16.00. MARTES 12 Santa misa con ocasión de la apertura de la Asamblea general de Caritas internationalis, en el altar de la Cátedra de la basílica vaticana, a las 17.30.
VII
Junio
DÍA 17 D OMINGO DE PASCUA
Santa misa y canonización de las beatas: Juana Emilia De Villeneuve, María Cristina de la Inmaculada Concepción Brando, María Alfonsina Danil Ghattas y María de Jesús Crucificado Baouardy, en la plaza de San Pedro, a las 10.00.
JUEVES 4 DEL CORPUS CHRISTI
Santa misa en la plaza de San Juan de Letrán, a las 19.00. Procesión a Santa María la Mayor y bendición eucarística. SÁBAD O 6 Viaje apostólico a Sarajevo (Bosnia). D OMINGO 21 - LUNES 22 Visita pastoral a Turín. SÁBAD O 27 Consistorio para algunas causas de canonización, en la sala del Consistorio, a las 10.00. LUNES 29 DE SAN
ral Gaudium et spes. Durante la segunda, tercera y cuarta sesión se encargó diariamente de la conferencia de prensa para los periodistas acreditados ante la Oficina de prensa de la Santa Sede. Tras la clausura del concilio, fue nombrado miembro de la comisión para el apostolado de los laicos, hasta la institución del Consilium de laicis. Fue también consultor de la Comisión pontificia (desde 1988 Consejo pontificio) para las comunicaciones sociales de 1965 a 1989. Fue el primer sacerdote católico invitado a pronunciar un discurso a una asamblea del Consejo mundial de Iglesias —en Upsala, Suecia, en julio de 1968— y durante diversos años formó parte del comité de redacción de la revista teológica internacional «Concilium». En la Compañía de Jesús fue secretario general de la provincia italiana y participó en las congregaciones generales XXI (1965-1966) y XXXII (1974-1975) como miembro elegido por la provincia napolitana. De 1970 a 1975 fue consejero oficial del prepósito general, padre Pedro Arrupe, para el ecumenismo. Además, participó en la XXXIII congregación general que en 1983 eligió como prepósito general al padre Peter Hans Kolvenbach. En 1973 fue nombrado director general de Radio Vaticano —cargo que desempeñó hasta julio de 1985—, donde contribuyó en el proyecto de potenciación decidido por el Papa Montini e impulsó nuevos programas informativos con ocasión del Año santo de 1975. Como director general de la emisora acompañó a Juan Pablo II desde el primer viaje apostólico a México en 1979. Excepto a Francia en 1980 y a Austria en 1983, participó en todas las peregrinaciones del Papa, y desde el otoño de 1982 fue el organizador de las visitas papales fuera de Italia, hasta la de junio de 2001 a Ucraina, a la que asistió como cardenal en el séquito papal. En el consistorio del 21 de febrero de 2001 —el mismo en el cual recibió
SOLEMNIDAD PEDRO Y SAN PABLO
Santa misa y bendición de los palios para los nuevos arzobispos metropolitanos en la basílica vaticana, a las 9.30.
la púrpura Jorge Mario Bergoglio— Juan Pablo II le creó cardenal diácono de San Ignacio de Loyola en Campo Marzio. El 21 de febrero de 2011 su diaconía fue elevada pro hac vice a título presbiteral.
Pésame del Pontífice El Santo Padre apenas tuvo noticia de la muerte del cardenal jesuita Roberto Tucci, se recogió en oración. Después envió al prepósito general de la Compañía de Jesús, padre Adolfo Nicolás Pachón, el siguiente telegrama de pésame. He recibido la noticia de la muerte del venerado cardenal Roberto Tucci, miembro de la Compañía de Jesús y deseo expresar a usted, a todo el instituto, a los familiares y a quienes conocieron y estimaron al purpurado difunto mis sentimientos de sentido pésame. Recuerdo con gratitud la valiosa colaboración que prestó durante muchas décadas en la Santa Sede como director de la «Civiltà Cattolica», perito en el Concilio Vaticano II, director general de Radio Vaticano y en especial como organizador de las visitas papales fuera de Italia. Él deja el recuerdo de una vida activa y dinámica, entregada en la adhesión coherente y generosa a su vocación como religioso atento a las necesidades de los demás y pastor fiel al Evangelio y a la Iglesia, a ejemplo de san Ignacio. Elevo fervientes oraciones de sufragio para que el Señor lo acoja en el gozo y en la paz eterna, y envío a usted y a los hermanos jesuitas la consoladora bendición apostólica, signo de mi participación intensa en el dolor común.
Audiencias pontificias VIENE DE LA PÁGINA 8
Sábado, día 18 —Al presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, con la hija y el séquito. —Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S., prefecto de la Congregación para los obispos. Lunes, día 20 —Al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos. —Al embajador de Eslovenia ante la Santa Sede, Tomaž Kunstelj, con ocasión de la presentación de las cartas credenciales. —A monseñor Santo Gangemi, arzobispo titular de Umbriático, nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y en Mali.
—A monseñor Gonzalo de Villa y Vázquez, obispo de Sololà-Chimaltenango (Guatemala). A los obispos de la Conferencia episcopal de Gabón, en visita «ad limina Apostolorum»: —Monseñor Basile Mvé Engone, arzobispo de Libreville.
S.D.B.,
—Monseñor Timothée MobidoNzockena, obispo de Franceville. —Monseñor Mathieu Madega Lebouakehan, obispo de Mouila, administrador apostólico «sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis» de PortGentil, con el obispo emérito: monseñor Dominique Bonnet, C.S.SP. —Monseñor Jean-Vincent Ondo Eyene, obispo de Oyem. —Monseñor Joseph Koerber, obispo titular de Siccenna, vicario apostólico de Makokou.
C.S.SP.,
número 17, viernes 24 de abril de 2015
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El Pontífice alienta la actividad de la Fundación papal
Formación y desarrollo El viernes 17 de abril por la mañana, el Papa Francisco, al recibir en audiencia en la sala Clementina a los miembros de la Fundación papal, con ocasión de su peregrinación anual a la Sede de Pedro, alentó el apoyo brindado a «los esfuerzos incesantes de la Iglesia para promover el desarrollo integral de la familia humana» y la actividad desarrollada en favor de la formación de los sacerdotes. Señor cardenal, queridos amigos: Dirijo mi caluroso saludo a vosotros, miembros, administradores y colaboradores de la Fundación papal llegados a Roma con motivo de vuestra peregrinación anual. La visita a la tumba de los apóstoles es una fervorosa muestra de comunión con la Sede de Pedro, que desde el inicio fue el elemento sobresaliente de la Fundación. Rezo para que esta experiencia profundice vuestra fe y os anime a dar una expresión renovada a vuestra vida, transmitiendo esta fe, una, santa, católica y apostólica que viene de los apóstoles. La amplia variedad de los proyectos que sostiene la Fundación testimonia los esfuerzos incesantes de la Iglesia para promover el desarrollo integral de la familia humana, consciente como es de las enormes nece-
sidades diarias de tantos hermanos y hermanas nuestros. Sabiamente, la Fundación papal destina una parte notable de sus recursos a la educación y formación de los jóvenes sacerdotes, religiosos y laicos, tanto hombres como mujeres, adelantando el día en que sus Iglesias locales puedan sostenerse por sí mismas y, aún más, transmitir los frutos de tal generosidad a los demás. Deseo confirmar mi gratitud por el duro trabajo y el sacrificio que comporta vuestra entrega, y también aseguraos mis fervientes oraciones por vosotros, vuestros seres queridos y las personas que ayudáis.
Mientras la Iglesia se prepara para el próximo Jubileo de la misericordia, pido al Señor Jesús, «rostro de la misericordia del Padre» (Misericordiae Vultus, I), que os fortalezca y
Desde hace 25 años Veinticinco años de ayuda al Papa en el ejercicio de su misión con ayudas económicas que han superado los ciento diez millones de dólares. Un compromiso recordado por el cardenal Donald William Wuerl, arzobispo de Washington y presidente de la Fundación papal, en su saludo al Pontífice. «El servicio de la caridad —dijo el purpurado recordando un pasaje de la Evangelii gaudium— es una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y es expresión irrenunciable de su misma esencia». Como respuesta concreta a tal llamada, el cardenal presentó al Papa el regalo de este año: 130 ayudas por un total de más de catorce millones de dólares, sumando a esta cantidad más de seiscientos mil dólares en becas de estudio erogadas a sacerdotes, religiosos y fieles laicos comprometidos en profundizar su formación en Roma.
os renueve a cada uno de vosotros, mediante su compasión, el más grande de sus muchos dones. Que cada uno de vosotros experimente la sanación y la libertad que proceden del encuentro con el perdón y el amor gratuito que ofrecen los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Encomiendo a cada uno de vosotros y a vuestras familias a la amorososa intercesión de la Virgen María y de san Pedro, mientras os imparto cordialmente mi bendición apostólica, como prenda de paz en Cristo Jesús, el Salvador resucitado.
Agencia mundial contra la trata VIENE DE LA PÁGINA 6
Iglesia de mártires VIENE DE LA PÁGINA 6
«sois paganos, incircuncisos» Esteban precisamente «quiere decir eso». Y añadió: «Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo». «Una de las características de la terquedad ante la Palabra de Dios» es, precisamente, la «resistencia al Espíritu Santo», explicó el Papa, repitiendo las palabras de Esteban: vosotros sois «como vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran?». Esteban «recuerda a muchos profetas que fueron perseguidos y asesinados por haber sido fieles a la Palabra de Dios». Luego, «cuando él confiesa su visión de Jesús, lo que Dios le hace ver en ese momento, estando él lleno del Espíritu Santo, ellos se escandalizaron y a gran voz dieron un grito estentóreo, se taparon los oídos». Y esto es un «buen signo», comentó el Papa, porque «no querían escuchar». Y así «se abalanzaron todos juntos sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo». Y esta es siempre «la historia de los mártires», también «los del Antiguo Testamento, de los que hablaba Esteban en el sanedrín». La cuestión es que la «Palabra de Dios disgusta siempre a algunos corazones; la Palabra de Dios molesta cuando tienes el corazón duro, cuando tu corazón es pagano, porque la Palabra de Dios te interpela a seguir adelante, buscando y dándote de comer con ese pan del cual hablaba Jesús». «En la historia de la revelación» afirmó el Papa Francisco, hay «muchos mártires que fueron asesinados
por ser fieles a la Palabra de Dios, a la verdad de Dios». Así, «el martirio de Esteban se asemeja mucho al sacrificio de Jesús». Y mientras lo lapidaban Esteban oraba diciendo: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Cómo no recordar lo que Jesús había dicho en la cruz: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». E, incluso, los Hechos de los Apóstoles nos relatan que Esteban «cayó de rodillas y gritó a gran voz: “Señor, no le tengas en cuenta este pecado”». De nuevo, Jesús había dicho: «Perdónales Señor, Padre: no saben lo que hacen». Aquí está toda «la magnanimidad cristiana del perdón, de la oración por los enemigos». Pero «estos que perseguían a los profetas, estos que persiguieron y mataron a Esteban y a muchos mártires, estos —Jesús lo había dicho— creían que daban gloria a Dios, creían que» haciendo así, «eran fieles a la doctrina de Dios». Y, afirmó el Papa, «hoy quisiera recordar que la historia de la Iglesia, la verdadera historia de la Iglesia, es la historia de los santos y los mártires: los mártires perseguidos» y muchos también «asesinados por los que creían dar gloria a Dios, por los que creían poseer la verdad: corazón corrupto, pero la verdad». También «en estos días ¡cuántos “Esteban” existen en el mundo!» exclamó el Papa. Y recordó historias recientes de persecuciones: «Pensemos en nuestros hermanos degollados en la playa de Libia; pensemos en el joven quemado vivo por sus compañeros por ser cristiano; pensemos en los emigrantes que
en alta mar fueron arrojados al mar por los demás porque eran cristianos; pensemos —anteayer— en los etíopes, asesinados por ser cristianos». Y también, añadió, «en muchos otros que no conocemos, que sufren en las cárceles por ser cristianos». Hoy, afirmó el Papa Francisco, «la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren, ellos dan la vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio». Y «están también los mártires ocultos, los hombres y las mujeres fieles a la fuerza del Espíritu Santo, a la voz del Espíritu, que abren camino, que buscan caminos nuevos para ayudar a los hermanos y amar mejor a Dios». Y por esta razón «son vistos con sospecha, calumniados, perseguidos por muchos sanedrines modernos que se creen dueños de la verdad». Hoy, dijo el Pontífice, hay «muchos mártires ocultos» y entre ellos existen muchos «que por ser fieles en su familia sufren mucho por fidelidad». «Nuestra Iglesia es Iglesia de mártires» reafirmó el Papa Francisco antes de proseguir con la celebración, durante la cual, dijo, «vendrá a nosotros “el primer mártir”, el primero que dio testimonio y, más aún, salvación para todos nosotros». Así, pues, exhortó el Papa, «unámonos a Jesús en la Eucaristía, y unámonos a los numerosos hermanos y hermanas que sufren el martirio de la persecución, de la calumnia y del asesinato por ser fieles al único pan que sacia, es decir, a Jesús».
por ciento de los traficantes de seres humanos son hombres. Del último informe surge una novedad respecto a las mujeres: objeto del tráfico no son sólo las destinadas a la prostitución; crece en cambio el número de mujeres empleadas en el trabajo forzado. El profesor destacó también la existencia de un espacio común en este ámbito, o sea la infravaloración del papel de la demanda en el proceso económico que afecta al fenómeno y del papel de los consumidores de los servicios. El reconocimiento de esta realidad debe ir al mismo ritmo de la lucha contra la criminalidad que nunca es suficiente. Otro factor subestimado es «el papel de quien requiere los servicios: si alguien me ofrece un trabajo a tres euros la hora, tengo que sospechar. El papel de la demanda es ampliamente superior al de la oferta». También el profesor Pierpaolo Donati puso en guardia acerca de la confusión de los inmigrantes ilegales con las personas esclavizadas. El académico enumeró algunas propuestas para reducir el fenómeno de la trata: hacer menos proficuo el trabajo no protegido o la prostitución, modificando las preferencias de los consumidores y boicoteando a las empresas que emplean el trabajo forzado, proponiendo poner etiquetas en los productos que certifiquen no utilizar el trabajo forzado para su fabricación. Hay que desarrollar una cultura de la cooperación. Entre las novedades de la sesión plenaria, el lanzamiento del sitio internet www.endslavery.va, promovido por las Pontificias Academias de ciencias y de ciencias sociales. Se activó también una cuenta twitter (@nonservos).
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viernes 24 de abril de 2015, número 17
En la audiencia general el Papa indica en el hombre y la mujer el culmen de la creación
La obra maestra Dios cuida y protege con ternura su «obra maestra», el hombre y la mujer creados para dar vida a «una alianza» de comunión y plenitud. Lo recordó el Papa en la audiencia del miércoles 22 de abril, en la plaza Queridos hermanos y hermanas: En la anterior catequesis sobre la familia, me centré en el primer relato de la creación del ser humano, en el primer capítulo del Génesis, donde está escrito: «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó» (1, 27). Hoy quisiera completar la reflexión con el segundo relato, que encontramos en el segundo capítulo. Aquí leemos que el Señor, después de crear el cielo y la tierra, «modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y
de San Pedro. Prosiguiendo la catequesis sobre el relato de la creación del ser humano, el Pontífice evidenció que «la mujer no es una “réplica” del hombre» sino que «viene directamente del gesto creador de Dios».
to la imagen del hombre solo —le falta algo—, sin la mujer. Y sugiere el pensamiento de Dios, casi el sentimiento de Dios que lo observa, que observa a Adán solo en el jardín: es libre, es señor,... pero está solo. Y Dios ve que esto «no es bueno»: es como una falta de comunión, le falta una comunión, una falta de plenitud. «No es bueno» —dice Dios— y añade: «voy a hacerle a alguien como él, que le ayude» (2, 18). Entonces Dios presenta al hombre todos los animales; el hombre da a cada uno de ellos su nombre —y esta
de mi carne» (2, 23). Al final hay un gesto de reflejo, una reciprocidad. Cuando una persona —es un ejemplo para comprender bien esto— quiere dar la mano a otra, tiene que tenerla delante: si uno tiende la mano y no tiene a nadie la mano queda allí..., le falta la reciprocidad. Así era el hombre, le faltaba algo para llegar a su plenitud, le faltaba la reciprocidad. La mujer no es una «réplica» del hombre; viene directamente del gesto creador de Dios. La imagen de la «costilla» no expresa en ningún sentido inferioriSi no encontramos un sobresalto dad o subordinación, sino, al contrario, que hombre y mujer son de la de simpatía por esta alianza, capaz misma sustancia y son complementa- de resguardar a las nuevas generarios y que tienen también esta reci- ciones de la desconfianza y la indifeprocidad. Y el hecho que —siempre rencia, los hijos vendrán al mundo en la parábola— Dios plasme a la cada vez más desarraigados de la mujer mientras el hombre duerme, misma desde el seno materno. La destaca precisamente que ella no es desvalorización social de la alianza de ninguna manera una criatura del estable y generativa del hombre y la hombre, sino de Dios. Sugiere tam- mujer es ciertamente una pérdida bién otra cosa: para encontrar a la para todos. ¡Tenemos que volver a mujer —y podemos decir para en- dar el honor debido al matrimonio y contrar el amor en la mujer—, el a la familia! La Biblia dice algo herhombre primero tiene que soñarla y luego la encuentra. La confianza de Dios en el hombre y en la mujer, a quienes confía la tierra, es generosa, directa y plena. Se 17 ABR [12.00 PM] María, Madre Dolorosa, fía de ellos. Pero he aquí ayúdanos a descubrir la voluntad de Dios que el maligno introduce en en los momentos de mayor sufrimiento su mente la sospecha, la incredulidad, la desconfianza. 21 ABR [11.00 AM] Hemos de cuidar la tieY al final llega la desoberra para que siga siendo, como Dios quiediencia al mandamiento que re, fuente de vida para toda la familia hulos protegía. Caen en ese mana delirio de omnipotencia que contamina todo y destruye la armonía. También nosotros lo percibimos dentro de noso- moso: el hombre encuentra a la mutros muchas veces, todos. jer, se encuentran, y el hombre debe El pecado genera desconfianza y dejar algo para encontrarla plenadivisión entre el hombre y la mujer. mente. Por ello el hombre dejará a Su relación se verá asechada por mil su padre y a su madre para ir con formas de abuso y sometimiento, se- ella. ¡Es hermoso! Esto significa coducción engañosa y prepotencia hu- menzar un nuevo camino. El hommillante, hasta las más dramáticas y bre es todo para la mujer y la mujer violentas. La historia carga las hue- es toda para el hombre. llas de todo eso. Pensemos, por La custodia de esta alianza del ejemplo, en los excesos negativos de hombre y la mujer, incluso siendo las culturas patriarcales. Pensemos pecadores y estando heridos, conen las múltiples formas de machismo fundidos y humillados, desanimados donde la mujer era considerada de e inciertos, es, pues, para nosotros segunda clase. Pensemos en la inscreyentes, una vocación comprometrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual tedora y apasionante en la condición cultura mediática. Pero pensemos actual. El mismo relato de la creatambién en la reciente epidemia de ción y del pecado, en la parte final, desconfianza, de escepticismo, e in- nos entrega un icono bellísimo: «El cluso de hostilidad que se difunde Señor Dios hizo túnicas de piel para en nuestra cultura —en especial a Adán y su mujer, y los vistió» (Gen partir de una comprensible descon- 3, 21). Es una imagen de ternura hafianza de las mujeres— respecto a cia esa pareja pecadora que nos deja una alianza entre hombre y mujer con la boca abierta: la ternura de que sea capaz, al mismo tiempo, de Dios hacia el hombre y la mujer. Es afinar la intimidad de la comunión y una imagen de cuidado paternal hacustodiar la dignidad de la diferen- cia la pareja humana. Dios mismo cuida y protege su obra maestra. cia.
Los tuits en @Pontifex_es
Miguel Ángel, «La creación de Eva» (1509-1510)
el hombre se convirtió en ser vivo» (2, 7). Es el culmen de la creación. Pero falta algo: Dios pone luego al hombre en un bellísimo jardín para que lo cultive y lo custodie (cf. 2, 15). El Espíritu Santo, que inspiró toda la Biblia, sugiere por un momen-
es otra imagen del señorío del hombre sobre la creación—, pero no encuentra en ningún animal al otro semejante a sí. El hombre sigue solo. Cuando Dios le presenta a la mujer, el hombre reconoce exultante que esa criatura, y sólo ella, es parte de él: «es hueso de mis huesos y carne
El Pontífice visitará Cuba en septiembre El Papa Francisco ha decido realizar en septiembre una etapa en Cuba, antes de ir a Estados Unidos, para el viaje desde hace tiempo anunciado. Lo dijo el miércoles 22 de abril, por la tarde, el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede al hablar con los periodistas. «Puedo confirmar —añadió el padre Federico Lombardi— que el Santo Padre» ha «recibido y aceptado la invitación por parte de las autoridades civiles y los obispos» de la isla. Como ya se conoce, en este viaje americano, el Pontífice canonizará en Washington, el 23 de septiembre, al misionero franciscano Junípero Serra, que testimonió y anunció el Evangelio en los inmensos territorios que corresponden a la actual California. La visita coincidirá en parte con el Encuentro mundial de las familias en programa en Filadelfia.