Osservatore Romano. Edición en español del 11-12-15

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L’OSSERVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum Año XLVII, número 50 (2.444)

El jubileo del concilio

EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt

Ciudad del Vaticano

11 de diciembre de 2015

En cada diócesis el próximo domingo 13 cada obispo abrirá la Puerta santa

Un Año santo para vivir la misericordia

GIOVANNI MARIA VIAN Al concluir el Concilio, para poner de relieve las decisiones del Vaticano II y difundirlas en toda la Iglesia, Pablo VI quiso que desde el 1 de enero al 29 de mayo de 1966, fiesta de Pentecostés, en las diócesis del mundo se celebrase un jubileo extraordinario. Cincuenta años después, su actual sucesor, hijo del Concilio incluso siendo por motivos de fecha de nacimiento el primer Papa que no participó en el mismo, ha abierto otro Año santo, que por más de un motivo es extraordinario. Extraordinario lo es en cuanto que no está comprendido en los habituales períodos temporales, pero aún más por la voluntad de Bergoglio de relacionarlo de modo explícito a la misericordia, central en el Evangelio y en los jubileos. Y luego no tanto por la circunstancia de desarrollarse simultáneamente en las diócesis del mundo, como por la anticipación de su apertura en el corazón de África. El primer jubileo ordinario después del Concilio se celebró en 1974 primero en el mundo y luego en Roma, pero nunca un Pontífice había abierto una Puerta santa fuera de su diócesis. Como en circunstancias muy distintas Bonifacio VIII convocó el primer Jubileo interpretando la expectativa del pueblo cristiano, así una vez más el Papa Francisco percibió y supo captar la necesidad de los fieles, juntamente con el de muchísimas mujeres y hombres que tal vez no logran encontrar su sitio en los límites de la Iglesia visible: «La Iglesia —dijo en la primera audiencia general del Jubileo— tiene necesidad de este momento extraordinario. No digo: es bueno para la Iglesia este momento extraordinario. Digo: la Iglesia necesita este momento extraordinario», para hacer «visibles los signos de la presencia y de la cercanía de Dios». La misericordia, ante todo, que está en el corazón del Evangelio e impulsa a los cristianos a salir de sí mismos para ser testigos de Cristo. Como lo ha mostrado Bergoglio, sorprendiendo a todos y venciendo alguna resistencia, al abrir la Puerta santa en la catedral de Bangui e inaugurando el Jubileo para las diócesis centroafricanas, flageladas por la pobreza y la violencia. Recordando esa anticipación y siguiendo el ritual que se remonta a Alejandro VI, aún más sugestivo en su sencillez, el Papa ha abierto la puerta de SIGUE EN LA PÁGINA 3

A los padres de las escuelas católicas

Apertura de la Puerta santa

Primera audiencia general del Año santo

Valores que no se negocian

Como el buen samaritano

Lo que a Dios más le gusta

PÁGINA

PÁGINAS 4 Y 5

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Cuidado de la casa común

«Fiat lux: Iluminar nuestra casa común», fue el evento que sorprendió a más de cien mil personas la noche del martes en el Vaticano. Se trata del primer espectáculo de luces e imágenes que se realizó sobre la fachada y la cúpula de la basílica de San Pedro con motivo del inicio del Jubileo de la misericordia. El espectáculo se basa en la encíclica del Papa Francisco Laudato si' sobre el cuidado de la casa común y coincide con la conferencia del COP21 de París.


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A la

COP21

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de París el Papa pide opciones valientes por el bien de la familia humana

Cambios climáticos y pobreza Y recuerda los cincuenta años de la reconciliación entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla Todos tenemos necesidad de conversión: lo recordó el Papa Francisco en el Ángelus del domingo 6 de diciembre, caracterizado por el fuerte llamamiento lanzado por el Pontífice a los participantes en la cumbre sobre el clima en París. Queridos hermanos ¡buenos días!

y

hermanas,

En este segundo domingo de Adviento, la liturgia nos pone en la escuela de Juan el Bautista, que predicaba «un bautismo de conversión para perdón de los pecados» (Lc 3, 3). Y quizá nosotros nos preguntamos: «¿Por qué nos deberíamos convertir? La conversión concierne a quien de ateo se vuelve creyente, de pecador se hace justo, pero nosotros no tenemos necesidad, ¡ya somos cristianos! Entonces estamos bien». Pensando así, no nos damos cuenta de que es precisamente de esta presunción que debemos convertirnos —que somos cristianos, todos buenos, que estamos bien—: de la suposición de que, en general, va bien así y no necesitamos ningún tipo de conversión. Pero preguntémonos: ¿es realmente cierto que en diversas situaciones y circunstancias de la vida tenemos en nosotros los mismos sentimientos de Jesús? ¿Es verdad que sentimos como Él lo hace? Por ejemplo, cuando sufrimos algún mal o alguna afrenta, ¿logramos reaccionar sin animosidad y perdonar de corazón a los que piden disculpas? ¡Qué difícil es perdonar! ¡Cómo es difícil! «Me las pagarás»: esta frase viene de dentro. Cuando estamos llamados a compartir alegrías y tristezas, ¿lloramos sinceramente con los que lloran y nos regocijamos con quienes se alegran? Cuando expresamos nuestra fe, ¿lo hacemos con valentía y sencillez, sin avergonzarnos del Evangelio? Y así podemos hacernos muchas preguntas. No estamos bien, siempre tenemos que convertirnos, tener los sentimientos que Jesús tenía. La voz del Bautista grita tambiénhoy en los desiertos de la humanidad, que son —¿cuáles son los desiertos de hoy?— las mentes cerradas y los corazones duros, y nos hace preguntarnos si en realidad estamos en el buen camino, viviendo una vida según el Evangelio. Hoy, como entonces, nos advierte con las palabras del profeta Isaías: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos» (v. 4). Es una apremiante invitación a abrir el corazón y acoger la salvación que Dios nos ofrece incesantemente, casi con terquedad, porque nos quiere a todos libres de la esclavitud del pecado. Pero el texto del profeta expande esa voz, preanunciando que «toda carne verá la salvación de Dios» (v. 6). Y la salvación se ofrece a todo hombre, todo

pueblo, sin excepción, a cada uno de nosotros. Ninguno de nosotros puede decir: «Yo soy santo, yo soy perfecto, yo ya estoy salvado». No. Siempre debemos acoger este ofrecimiento de la salvación. Y por ello el Año de la Misericordia: para avanzar más en este camino de la salvación, ese camino que nos ha enseñado Jesús. Dios quiere que todos los hombres se salven por medio de Jesucristo, el único mediador (cf. 1 Tim 2, 4-6). Por lo tanto, cada uno de nosotros está llamado a dar a conocer a Jesús a quienes todavía no lo conocen. Y esto no es hacer proselitismo. No, es abrir una puerta. «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Cor 9, 16), declaraba san Pablo. Si a nosotros el Señor Jesús nos ha cambiado la vida, y nos la cambia cada vez que acudimos a Él, ¿cómo no sentir la pasión de darlo a conocer a todos los que conocemos en el trabajo, en la escuela, en el edificio, en el hospital, en distintos lugares de reunión? Si miramos a nuestro alrededor, nos encontramos con personas que estarían disponibles para iniciar o reiniciar un camino de fe, si se encontrasen con cristianos enamorados de Jesús. ¿No deberíamos y no podríamos ser nosotros esos cristianos? Os dejo esta pregunta: «¿De verdad estoy enamorado de Jesús? ¿Estoy convencido de que Jesús me ofrece y me da la salvación?». Y, si estoy enamorado, debo darlo a conocer. Pero tenemos que ser valientes: bajar las montañas del orgullo y la rivalidad, llenar barrancos excavados por la indiferencia y la apatía, enderezar los caminos de nuestras perezas y de nuestros compromisos. Que la Virgen María, que es Madre y sabe cómo hacerlo, nos ayude a derrumbar las barreras y los obstáculos que impiden nuestra conver-

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GIOVANNI MARIA VIAN director

Después de la oración mariana el Papa se dirigió a los fieles presentes en la plaza de San Pedro con estas palabras Queridos hermanos y hermanas: Sigo con gran atención los trabajos de la Conferencia sobre el cambio climático que se celebra en París, y me viene en mente una pregunta que hice en la encíclica Laudato si': «¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?» (n. 160). Por el bien de la casa común, de todos nosotros y de las generaciones futuras, en París todo el esfuerzo debe dirigirse a la mitigación de los impactos del cambio climático y, al mismo tiempo, a hacer frente a la pobreza para que florezca la dignidad humana. Las dos opciones van juntas: mitigar los cambios climáticos y hacer frente a la pobreza para que florezca la dignidad humana. Oremos para que el Espíritu Santo ilumine a todos los que son llamados a tomar decisiones tan importantes y les dé el coraje de mantener siempre como criterio de elección el mayor bien para toda la familia humana. Mañana se celebra el quincuagésimo aniversario de un acontecimiento memorable entre católicos y ortodoxos. El 7 de diciembre de 1965, la víspera de la conclusión del Concilio Vaticano II, con una declaración común del Papa Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras, se eliminaban de la memoria las sentencias de excomunión intercambiadas entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla en 1054. Es realmente provi-

TIPO GRAFIA VATICANA EDITRICE L’OSSERVATORE ROMANO don Sergio Pellini S.D.B.

Giuseppe Fiorentino subdirector

Ciudad del Vaticano ed.espanola@ossrom.va www.osservatoreromano.va

sión, es decir, nuestro camino hacia el Señor. ¡Sólo Él, Jesús, puede realizar todas las esperanzas del hombre!

director general

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dencial que ese gesto histórico de reconciliación, que ha creado las condiciones para un nuevo diálogo entre ortodoxos y católicos en el amor y la verdad, sea recordado justo en el comienzo del Jubileo de la Misericordia. No hay auténtico camino hacia la unidad sin pedir perdón a Dios y entre nosotros por el pecado de la división. Recordemos en nuestras oraciones al querido patriarca ecuménico Bartolomé y los demás jefes de las Iglesias ortodoxas, y pedimos al Señor que las relaciones entre católicos y ortodoxos siempre se inspiren en el amor fraterno. Ayer, en Chimbote (Perú), fueron beatificados Michael Tomaszek y Zbigniew Strzałkowski, franciscanos conventuales, y Alessandro Dordi, sacerdote fidei donum, asesinados por odio a la fe en 1991. La fidelidad a estos mártires en el seguimiento de Cristo nos dé fuerza a todos nosotros, pero sobre todo a los cristianos perseguidos en diferentes partes del mundo, para dar testimonio valiente del Evangelio. Saludo a todos vosotros, los peregrinos llegados de Italia y otros países —hay muchas banderas—, especialmente el coro litúrgico de Milherós de Poiares y los fieles de Casal de Cambra, Portugal. Saludo a los participantes en el congreso del Movimiento de compromiso educativo de Acción Católica, los fieles de Biella, Milán, Cusano Milanino, Neptuno, Rocca di Papa y Foggia; los miembros confirmados de Roncone y los que se preparan para la confirmación de Settimello, la banda de Calangianus y la Coral de Taio. Os deseo a todos un buen domingo y una buena preparación para el inicio del Año de la Misericordia. Por favor no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

Tarifas de suscripción: Italia - Vaticano: € 58.00; Europa (España + IVA): € 100.00 - $ 148.00; América Latina, África, Asia: € 110.00 - $ 160.00; América del Norte, Oceanía: € 162.00 - $ 240.00. Administración: 00120 Ciudad del Vaticano, teléfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06 698 85 164, e-mail: suscripciones@ossrom.va. En México: Arquidiócesis primada de México. Dirección de Comunicación Social. San Juan de Dios, 222-C. Col. Villa Lázaro Cárdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. México, D.F.; teléfono + 52 55 2652 99 55, fax + 52 55 5518 75 32; e-mail: suscripciones@semanariovaticano.mx. En Argentina: Arzobispado de Mercedes-Luján; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; teléfono y fax + 2324 428 102/432 412; e-mail: osservatoreargentina@yahoo.com. En Perú: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Perú; teléfono + 51 42 357 82; fax + 51 431 67 82; e-mail: editorial@salesianos.edu.pe.


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El Pontífice rinde homenaje a la Inmaculada ante la embajada de España

Redescubrir en la Virgen «la misericordia divina» El dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María fue proclamado por el Papa Pío IX, el 7 de diciembre de 1854 mediante la bula Ineffabilis Deus: «Declaramos y definimos, que es doctrina revelada por Dios, la que sostiene, que la beatísima Virgen María en el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente y en previsión de los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, fue preservada de toda mancha de pecado original». Tres años después, en 1857, el mismo Papa levantó el monumento a la Inmaculada Concepción. Fue desde los balcones de la Embajada de España que el Pontífice bendijo el monumento. Desde entonces, cada año el día de esta solemnidad, se le confiere el honor al personal de la embajada de España de colocar a los pies de la Virgen la primera ofrenda floral. En su discurso el Pontífice afirmó: «Fue España, la nación, que por sus reyes y por sus teólogos, trabajó más que nadie para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de María». El pasado 8 de diciembre de nuevo el palacio Monaldeschi, que alberga la sede de la embajada de España ante la Santa Sede, fue testigo de primera mano de la devoción mariana y de la oración que el Papa Francisco compuso especialmente para la ocasión. Antes de dirigirse a la basílica de Santa María la Mayor para rezar frente a la imagen de la Salus populi Romani, el Papa se detuvo durante treinta minutos para saludar a la multitud que lo acompañaba, dedicando una atención especial a los enfermos presentes en la plaza. A continuación publicamos la plegaria que Francisco le recitó a la Inmaculada, a la que siguieron las letanías durante las cuales el Papa permaneció con la cabeza baja orando frente a la Virgen. Virgen María, en este día de fiesta por tu Inmaculada Concepción vengo a presentarte el homenaje de fe y de amor del pueblo santo de Dios que vive en esta ciudad y diócesis.

El Papa pronuncia la oración en la Plaza de España en Roma para el tradicional acto de veneración de la Inmaculada Concepción de María

Vengo en nombre de las familias, con sus alegrías y fatigas; de los niños y de los jóvenes, abiertos a la vida; de los ancianos, llenos de años y de experiencia; de modo especial vengo ante ti de parte de los enfermos, de los encarcelados, de quienes sienten más difícil el camino. Como Pastor vengo también en nombre de cuantos han llegado desde tierras lejanas en búsqueda de paz y de trabajo. Bajo tu manto hay lugar para todos, porque tú eres la Madre de la Misericordia. Tu corazón está lleno de ternura hacia todos tus hijos: la ternura de Dios, que en ti se ha encarnado y se ha hecho nuestro hermano, Jesús, Salvador de todo hombre y de toda mujer. Mirándote, Madre nuestra Inmaculada, reconocemos la victoria de la divina

Misericordia sobre el pecado y sobre todas sus consecuencias; y se enciende de nuevo en nosotros la esperanza de una vida mejor, libre de la esclavitud, rencores y miedos. Hoy, aquí, en el corazón de Roma, sentimos tu voz de madre que llama a todos a ponerse en camino hacia esa Puerta, que representa a Cristo. Tú dices a todos: «Venid, acercaos confiados; entrad y recibiréis el don de la Misericordia; no tened miedo, no sintáis vergüenza: el Padre os espera con los brazos abiertos para daros su perdón y acogeros en su casa. Venid todos a la fuente de la paz y de la alegría». Te agradecemos, Madre Inmaculada, porque en este camino de reconciliación tú no nos dejas caminar solos, sino que nos acompañas,

estás cerca de nosotros y nos sostienes en toda dificultad. Que tú seas bendita, ahora y siempre, Madre. Amén.

El jubileo del concilio VIENE DE LA PÁGINA 1

San Pedro, a la cual seguirán en Roma y en las diócesis del mundo la apertura de otras muchísimas Puertas santas. En el fondo está el Vaticano II, inaugurado por Juan XXIII y concluido por Pablo VI en el signo de la misericordia. Fue precisamente Montini, el único predecesor recordado por Francisco en la homilía inaugural del Jubileo, quien resumió el sentido del Concilio con la parábola del samaritano, imagen por excelencia de la misericordia. El Vaticano II fue un encuentro, dijo, «un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo», que permitió a la Iglesia salir de las «aguas poco profundas que durante muchos años la habían recluido en sí misma», mientras que el cristianismo «parecía perder cada vez más su fuerza creativa», como escribió Benedicto XVI. El Papa, seguido por su predecesor que acababa de abrazar en el atrio de la basílica, fue el primero en cruzar la Puerta santa. Y, después de esperar y saludar de nuevo a Benedicto XVI, Francisco se encaminó a rezar ante la tumba de Pedro, apoyándose en el báculo de Pablo VI con la cruz de Cristo.


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Con ocasión de los cuarenta años de la Asociación de padres de las escuelas católicas

Valores que no se negocian Educar a los hijos es un deber y un derecho irrenunciable «Nunca negociéis los valores humanos y cristianos de los cuales sois testigos». Lo recomendó el Papa Francisco a los miembros de la Asociación de padres de las escuelas católicas (Agesc), a quienes recibió en audiencia el sábado 5 de diciembre, por la mañana, en la sala Clementina, con ocasión del cuadragésimo aniversario de su fundación. Queridos hermanos y hermanas: Con gusto os doy la bienvenida a todos vosotros, representantes de las Asociaciones de padres de las escuelas católicas, con ocasión de los cuarenta años de vuestra fundación. Estáis aquí no sólo para confirmaros en vuestro camino de fe, sino también para expresar la verdad del compromiso que os caracteriza: el compromiso, libremente asumido, de ser educadores según el corazón de Dios y de la Iglesia. Hace poco tuvo lugar un importante Congreso mundial organizado por la Congregación para la educación católica. En esa ocasión destaqué la importancia de promover una educación a la plenitud de la humanidad, porque hablar de educación católica equivale a hablar de lo humano, de humanismo. Exhorté a una educación inclusiva, una educación en la que haya lugar para todos y no seleccione de forma elitista a los destinatarios de su misión. Es el mismo desafío que hoy se os presenta a vosotros. Vuestra Asociación está al servicio de la escuela y de la familia, dando su aportación en la delicada tarea de tender puentes

taurarlo. Tender puentes: ¡no existe un desafío más noble! Construir unión d0nde avanza la división, generar armonía cuando parece tener éxito la lógica de la exclusión y de la marginación. Como asociación eclesial, vosotros bebéis del corazón mismo de la Iglesia la abundancia de la misericordia, que hace de vuestro trabajo un servicio cotidiano a los demás. Como padres, sois depositarios del deber y del derecho primario e irrenunciable de educar a los hijos, ayudando en ese sentido de manera positiva y constante a la tarea de la escuela. Os corresponde a vosotros el derecho de requerir una educación conveniente para vuestros hijos, una educación integral y abierta a En la educación tiene que los más auténticos valores humanos y haber lugar para todos y no seleccionar cristianos. Os code forma elitista a los destinatarios rresponde a vosotros también hacer de su misión. que la escuela esté a la altura de la misión educativa entre escuela y territorio, entre escuela y que se le ha confiado, en especial familia, entre escuela e instituciones ci- cuando la educación que propone se viles. Volver a dejar espacio al pacto manifiesta como «católica». Pido al educativo, porque el pacto educativo Señor que la escuela católica nunca se ha arruinado, porque el pacto dé por descontado el significado de educativo está roto, y debemos res-

En un momento en el que la crisis este adjetivo. En efecto, ser educaeconómica se hace sentir con todo dores católicos hace la diferencia. Y entonces debemos preguntar- su peso también en las escuelas connos: ¿cuáles son los requisitos que certadas, muchas de las cuales se ven hacen que una escuela pueda llamar- obligadas a cerrar, la tentación de se verdaderamente católica? Este los «números» se hace presente con puede ser un buen trabajo a realizar más insistencia, y con ella la del depor vuestra asociación. Vosotros saliento. Pero a pesar de todo os reciertamente lo habéis hecho y lo hacéis; pero los resulLa escuela debe marcar la diferencia con tados nunca se alcanzan una vez para la calidad formativa, no se puede siempre. Por ejemconvertir en un «parche» plo: sabemos que la escuela católica debe transmitir una cultura integral, no ideológica. Pero, pito: la diferencia se hace con la ca¿qué significa esto concretamente? O lidad de vuestra presencia, y no con también, ¿estamos convencidos de la cantidad de los recursos con los que la escuela católica está llamada a que se es capaz de trabajar en la reafavorecer la armonía de la diversidad? lidad. La calidad de vuestra presen¿Cómo se puede hacer realidad esto cia, allí, para tender puentes. Y me en concreto? Se trata de un desafío gustó que usted [se dirige al presipara nada fácil. Gracias a Dios exis- dente], al hablar de la escuela, haya ten, en Italia y en el mundo, muchas hablado de los niños, de los padres experiencias positivas que se pueden y también de los abuelos. Porque los conocer y compartir. abuelos tienen su misión. No descarEn el encuentro que tuvo con vo- tar a los abuelos que son la memoria sotros en junio de 1998, san Juan Pa- viva del pueblo. blo II recordó la importancia del Nunca negociéis los valores huma«puente» que debe existir entre es- nos y cristianos de los que sois testicuela y sociedad. Que nunca se os gos en la familia, en la escuela, en la olvide la exigencia de construir una sociedad. Dad generosamente vuescomunidad educativa en la que, jun- tra aportación para que la escuela tamente con los docentes, los divercatólica nunca se convierta en un sos agentes y los estudiantes, voso«parche», o en una alternativa insigtros padres podáis ser protagonistas nificante entre las diversas instituciodel proceso educativo. nes formativas. Colaborad a fin de No estáis fuera del mundo, sino que la educación católica tenga el vivos, como la levadura en la masa. rostro de ese nuevo humanismo del que La invitación que os dirijo es senci- se habló en la Asamblea eclesial de lla pero audaz: sabed marcar la dife- Florencia. Comprometeos a fin de rencia con la calidad formativa. Sabed que las escuelas católicas estén verencontrar modos y caminos para no daderamente abiertas a todos. Que el pasar desapercibidos tras los bastiSeñor, que en la Sagrada Familia de dores de la sociedad y de la cultura. Nazaret creció en edad, sabiduría y No despertando clamores, no con gracia (cf. Lc 2, 52), acompañe vuesproyectos adornados con retórica. Sabed distinguiros por vuestra cons- tros pasos y bendiga vuestro comtante atención a la persona, de mo- promiso de cada día. Gracias por este encuentro, grado especial a los últimos, a quien se ve descartado, rechazado, olvidado. cias por vuestro trabajo y por vuesSabed haceros notar no por la «fa- tro testimonio. Os aseguro mi rechada», sino por una coherencia cuerdo en la oración. Y vosotros, educativa radicada en la visión cris- por favor, no os olvidéis de rezar por mí. tiana del hombre y de la sociedad.


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En el mensaje para la Jornada de las vocaciones el Pontífice recuerda que la llamada de Dios nace y crece en la Iglesia

Todo comienza con una mirada Toda llamada en la Iglesia tiene su origen en la «mirada compasiva de Jesús». Lo recuerda el Papa en el mensaje para la LIII Jornada mundial de oración por las vocaciones, que se celebra el 17 de abril de 2016, cuarto domingo de Pascua.

La Iglesia Madre de las vocaciones Queridos hermanos y hermanas: Cómo desearía que, a lo largo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, todos los bautizados pudieran experimentar el gozo de perte- Iglesia y, después de madurar en su necer a la Iglesia. Ojalá puedan re- seno, nos concede una vocación esdescubrir que la vocación cristiana, pecífica. El camino vocacional se haasí como las vocaciones particulares, ce al lado de otros hermanos y hernacen en el seno del Pueblo de Dios manas que el Señor nos regala: es y son dones de la divina misericor- una con-vocación. El dinamismo ecledia. La Iglesia es la casa de la mise- sial de la vocación es un antídoto ricordia y la «tierra» donde la voca- contra el veneno de la indiferencia y el individualismo. Establece esa coción germina, crece y da fruto. Por eso, invito a todos los fieles, munión en la cual la indiferencia ha con ocasión de esta 53ª Jornada sido vencida por el amor, porque Mundial de Oración por las Voca- nos exige salir de nosotros mismos, ciones, a contemplar la comunidad poniendo nuestra vida al servicio del apostólica y a agradecer la media- designio de Dios y asumiendo la sición de la comunidad en su propio tuación histórica de su pueblo santo. En esta jornada, dedicada a la camino vocacional. En la Bula de convocatoria del Jubileo Extraordi- oración por las vocaciones, deseo invitar a todos los fieles a asumir su nario de la Misericordia recordaba las palabras de san Beda el Venera- responsabilidad en el cuidado y el ble referentes a la vocación de san discernimiento vocacional. Cuando Mateo: misereando atque eligendo los apóstoles buscaban uno que ocu(Misericordiae vultus, 8). La acción pase el puesto de Judas Iscariote, misericordiosa del Señor perdona san Pedro convocó a ciento veinte hernuestros pecados y nos abre a la vi- manos (Hch. 1, 15); para elegir a los da nueva que se concreta en la lla- Siete, convocaron el pleno de los discímada al seguimiento y a la misión. pulos (Hch. 6, 2). San Pablo da a TiToda vocación en la Iglesia tiene su origen en la mirada Conversión y vocación son como las dos compasiva de Jesús. Conversión y vocacaras de una sola moneda ción son como las y se implican mutuamente a lo largo dos caras de una sola moneda y se imde la vida del discípulo misionero plican mutuamente a lo largo de la vida del discípulo misionero. to criterios específicos para seleccioEl beato Pablo VI, en su exhorta- nar a los presbíteros (Tt 1, 5-9). Tamción apostólica Evangelii nuntiandi, bién hoy la comunidad cristiana está describió los pasos del proceso evan- siempre presente en el surgimiento, gelizador. Uno de ellos es la adhe- formación y perseverancia de las vosión a la comunidad cristiana (cf. n. caciones (cfr. exhort. ap. Evangelii 23), esa comunidad de la cual el dis- gaudium, 107). cípulo del Señor ha recibido el testiLa vocación nace en la Iglesia. Desmonio de la fe y el anuncio explícito de el nacimiento de una vocación es de la misericordia del Señor. Esta in- necesario un adecuado «sentido» de corporación comunitaria incluye to- Iglesia. Nadie es llamado exclusivada la riqueza de la vida eclesial, es- mente para una región, ni para un pecialmente los Sacramentos. La grupo o movimiento eclesial, sino al Iglesia no es sólo el lugar donde se servicio de la Iglesia y del mundo. cree, sino también verdadero objeto Un signo claro de la autenticidad de de nuestra fe; por eso decimos en el un carisma es su eclesialidad, su capaCredo: «Creo en la Iglesia». cidad para integrarse armónicamente La llamada de Dios se realiza por en la vida del santo Pueblo fiel de medio de la mediación comunitaria. Dios para el bien de todos (ibíd., 130). Dios nos llama a pertenecer a la Respondiendo a la llamada de Dios,

la comunidad y compartieron lo que el Señor había realizado por medio de ellos (Hch 14, 27). Los misioneros están acompañados y sostenidos por la comunidad cristiana, que continúa siendo para ellos un referente vital, como la patria visible que da seguridad a quienes peregrinan hacia la vida eterna. Entre los agentes pastorales tienen una importancia especial los sacerdotes. A través de su ministerio se hace presente la palabra de Jesús que ha declarado: Yo soy la puerta de las ovejasà Yo soy el buen pastor (Jn 10, 7.11). El cuidado pastoral de las vocaciones es una parte fundamental de su ministerio pastoral. Los sacerdotes acompañan a quienes están en buscan de la propia vocación y a los que ya han entregado su vida al servicio de Dios y de la comunidad. Todos los fieles están llamados a tomar conciencia del dinamismo eclesial de la vocación, para que las comunidades de fe lleguen a ser, a ejemplo de la Virgen María, seno materno que acoge el don del Espíritu Santo (cf Lc 1, 35-38). La maternidad de la Iglesia se expresa a través de la oración perseverante por las vocaciones, de su acción educativa y del acompañamiento que brinda a quienes perciben la llamada de Dios. También lo hace a través de una cuidadosa selección de los candidatos al ministerio ordenado y a la vida consagrada. Finalmente es ma-

el joven ve cómo se amplía el horizonte eclesial, puede considerar los diferentes carismas y vocaciones y alcanzar así un discernimiento más objetivo. La comunidad se convierte de este modo en el hogar y la familia en la que nace la vocación. El candidato contempla agradecido esta mediación comunitaria como un elemento irrenunciable para su futuro. Aprende a conocer y a amar a otros hermanos y hermanas que recorren diversos caminos; y estos vínculos fortalecen en todos la comunión. La maternidad de la Iglesia se expresa La vocación crece a través de la oración perseverante en la Iglesia. Duranpor las vocaciones te el proceso formativo, los candidatos a las distintas vocaciones necesitan conocer mejor la comunidad eclesial, dre de las vocaciones al sostener superando las percepciones limitadas continuamente a aquellos que han que todos tenemos al principio. Para consagrado su vida al servicio de los ello, es oportuno realizar experiencias demás. apostólicas junto a otros miembros de Pidamos al Señor que conceda a la comunidad, por ejemplo: comuni- quienes han emprendido un camino car el mensaje evangélico junto a un vocacional una profunda adhesión a buen catequista; experimentar la la Iglesia; y que el Espíritu Santo reevangelización de las periferias con fuerce en los Pastores y en todos los una comunidad religiosa; descubrir y fieles la comunión eclesial, el discerapreciar el tesoro de la contempla- nimiento y la paternidad y maternición compartiendo la vida de clausu- dad espirituales: ra; conocer mejor la misión ad gentes Padre de misericordia, que has enpor el contacto con los misioneros; tregado a tu Hijo por nuestra salvaprofundizar en la experiencia de la ción y nos sostienes continuamente con pastoral en la parroquia y en la dió- los dones de tu Espíritu, concédenos cocesis con los sacerdotes diocesanos. munidades cristianas vivas, fervorosas Para quienes ya están en formación, y alegres, que sean fuentes de vida frala comunidad cristiana permanece terna y que despierten entre los jóvenes siempre como el ámbito educativo el deseo de consagrarse a Ti y a la fundamental, ante la cual experi- evangelización. Sostenlas en el empeño mentan gratitud. de proponer a los jóvenes una adecuaLa vocación está sostenida por la da catequesis vocacional y caminos de Iglesia. Después del compromiso de- especial consagración. Dales sabiduría finitivo, el camino vocacional en la para el necesario discernimiento de las Iglesia no termina, continúa en la vocaciones de modo que en todo brille disponibilidad para el servicio, en la la grandeza de tu amor misericordioso. perseverancia y en la formación per- Que María, Madre y educadora de Jemanente. Quien ha consagrado su sús, interceda por cada una de las covida al Señor está dispuesto a servir munidades cristianas, para que, hechas a la Iglesia donde esta le necesite. fecundas por el Espíritu Santo, sean La misión de Pablo y Bernabé es un fuente de auténticas vocaciones al serviejemplo de esta disponibilidad ecle- cio del pueblo santo de Dios. sial. Enviados por el Espíritu Santo desde la comunidad de Antioquía a Vaticano, 29 de noviembre de 2015 una misión (Hch 13, 1-4), volvieron a Primer Domingo de Adviento


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En memoria del concilio

En la solemnidad de la Inmaculada el Papa abre la Puerta santa de la basílica vaticana

Como el buen samaritano «Al cruzar hoy la Puerta Santa nos comprometamos a hacer nuestra la misericordia del buen samaritano». Lo dijo el Papa Francisco durante la misa, celebrada en la plaza de San Pedro el martes 8 de diciembre por la mañana, solemnidad de la Inmaculada, con ocasión de la apertura del jubileo extraordinario. Antes de atravesar la Puerta santa de la basílica vaticana, el Pontífice en la homilía recordó las palabras de Pablo VI pronunciadas 50 años antes en la conclusión del Concilio Vaticano II. En breve tendré la alegría de abrir la Puerta Santa de la Misericordia. Como hice en Bangui, cumplimos este gesto, a la vez sencillo y fuertemente simbólico, a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado, y que pone en primer plano el primado de la gracia. En efecto, en estas lecturas se repite con frecuencia una expresión que evoca la que el ángel Gabriel dirigió a una joven muchacha, asombrada y turbada, indicando el misterio que la envolvería: «Alégrate, llena de gracia» (Lc 1, 28). La Virgen María está llamada en primer lugar a regocijarse por todo lo que el Señor hizo en ella. La gracia de Dios la envolvió, haciéndola digna de convertirse en la madre de Cristo. Cuando Gabriel entra en su casa, también el misterio más profundo, que va más más allá de la capacidad de la razón, se convierte para ella en un motivo de alegría, motivo de fe, motivo de abandono a la palabra que se revela. La plenitud de la gracia transforma el corazón, y lo hace capaz de realizar ese acto tan grande que cambiará la historia de la humanidad. La fiesta de la Inmaculada Concepción expresa la grandeza del amor Dios. Él no sólo perdona el pecado, sino que en María llega a prevenir la culpa original que todo hombre lleva en sí cuando viene a este mundo. Es el amor de Dios el que previene, anticipa y salva. El comienzo de la historia del pecado en el Jardín del Edén desemboca en el proyecto de un amor que salva. Las palabras del Génesis nos remiten a la experiencia cotidiana de nuestra existencia personal. Siempre existe la tentación de la desobediencia, que se manifiesta en el deseo de organizar nuestra vida al margen de la voluntad de Dios. Esta es la enemistad que insidia continuamente la vida de los hombres para oponerlos al designio de Dios. Y, sin embargo, también la historia del pecado se comprende sólo a la luz del amor que perdona. El pecado sólo se entiende con esta luz. Si todo quedase relegado al pecado, seríamos los más desesperados de entre las criaturas, mientras que la promesa de la victoria del amor de Cristo encierra todo en la misericordia del Padre. La Palabra de Dios que hemos escuchado no deja lugar a dudas a este propósito. La Virgen Inmaculada es para nosotros testigo privilegiado de esta promesa y de su cumplimiento. Este Año Extraordinario es también un don de gracia. Entrar por la puerta significa descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale personalmente al encuentro de cada uno. Es Él el que nos busca. Es Él el que sale a nuestro encuentro. Será un año para crecer en la convicción de la misericordia. Cuánto se ofende a

Dios y a su gracia cuando se afirma sobre todo que los pecados son castigados por su juicio, en vez de destacar que son perdonados por su misericordia (cf. san Agustín, De praedestinatione sanctorum 12, 24) Sí, así es precisamen-

te. Debemos anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios tendrá lugar siempre a la luz de su misericordia. Que el atravesar la Puerta Santa, por lo tanto, haga que nos sintamos partíci-

pes de este misterio de amor. Abandonemos toda forma de miedo y temor, porque no es propio de quien es amado; vivamos, más bien, la alegría del encuentro con la gracia que lo transforma todo.

Hoy, aquí en Roma y en todas las diócesis del mundo, cruzando la Puerta Santa, queremos recordar también otra puerta que los padres del Concilio Vaticano II, hace cincuenta años, abrieron hacia el mundo. Esta fecha no puede ser recordada sólo por la riqueza de los documentos producidos, que hasta el día de hoy permiten verificar el gran progreso realizado en la fe. En primer lugar, sin embargo, el Concilio fue un encuentro. Un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo. Un encuentro marcado por el poder del Espíritu que empujaba a la Iglesia a salir de las aguas poco profundas que durante muchos años la habían recluido en sí misma, para reemprender con entusiasmo el camino misionero. Era un volver a tomar el camino para ir al encuentro de cada hombre allí donde vive: en su ciudad, en su casa, en el trabajo...; dondequiera que haya una persona, allí está llamada la Iglesia a ir para llevar la alegría del Evangelio y llevar la misericordia y el perdón de Dios. Un impulso misionero, por lo tanto, que después de estas décadas seguimos retomando con la misma fuerza y el mismo entusiasmo. El jubileo nos estimula a esta apertura y nos obliga a no descuidar el espíritu surgido en el Vaticano II, el del samaritano, como recordó el beato Pablo VI en la conclusión del Concilio. Que al cruzar hoy la Puerta Santa nos comprometamos a hacer nuestra la misericordia del buen samaritano.

Una puerta abierta de par en par para «entrar» en el abrazo de la misericordia del Padre y «salir» hacia los demás con el espíritu del buen samaritano. A través de esta Puerta santa de la basílica vaticana —abierta por el Papa diez minutos después de las 11 del martes 8 de diciembre— pasarán miles y miles de peregrinos hasta el 20 de noviembre de 2016, día en el que concluirá el jubileo extraordinario. El primero en cruzarla fue el Papa Francisco, seguido de otro peregrino de excepción, el Papa emérito Benedicto XVI. Comenzó con esta imagen única —dos Papas que atraviesan la Puerta santa— el primer jubileo de la era digital, que llegó en tiempo real a todas las partes del mundo no sólo a través de la televisión, sino también y sobre todo a través de las fotocámaras, tablets, smartphones interconectados a la red global. Millones de personas vieron el acontecimiento gracias a la transmisión en vivo de mundovisión con el uso de tecnologías que han asegurado la más alta calidad de las imágenes jamás logradas para una celebración papal. Un jubileo inaugurado con el signo del afectuoso abrazo entre el Papa y su antecesor. Poco después Francisco presidió el rito de la apertura de la Puerta santa, en esencia lo que instituyó Alejandro VI para el Jubileo del 1500, aunque agilizada y simplificada a través del uso de la lengua italiana en lugar del latín. A diferencia de los precedentes, el rito tuvo lugar al final de la misa, celebrada en presencia de más de cincuenta mil fieles que habían llegado a la plaza de San Pedro desde

las primeras horas de una mañana neblinosa. Todo se desarrolló de manera ordenada y sin inconvenientes gracias al gran y discreto sistema de seguridad puesto en marcha para la ocasión. Precedido por el canto de los salmos 121 y 122, el Papa, de pie ante la puerta, recitó la fórmula del rito de apertura: «Esta es la puerta del Señor», fueron sus primeras palabras, seguidas de las invocaciones «Abridme las puertas de la justicia» y «Por tu gran misericordia entraré en tu casa, Señor». En silencio, luego, subió las escaleras, abrió la Puerta santa y se detuvo a rezar en el umbral. Después fue el primero en entrar en la basílica vaticana, seguido por Benedicto XVI, los cardenales, obispos, los demás concelebrantes y representantes de religiosos y laicos. Por último se dirigió al altar de la Confesión —no antes de estrecharle la mano al Pontífice emérito— mientras el coro cantaba el himno del año santo Misericordes sicut Pater. Aquí impartió la bendición y se cantó la Salve Regina.

La oración del Ángelus en la plaza de San Pedro «No se puede entender que un verdadero cristiano no sea misericordioso, como no se puede entender a Dios sin su misericordia. Esa es la palabra-síntesis del Evangelio». Lo subrayó el Papa Francisco el martes 8 de diciembre al mediodía, recitando el Ángelus con los fieles presentes en la plaza de San Pedro. Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y feliz fiesta! Hoy, la fiesta de la Inmaculada nos hace contemplar a la Virgen que, por singular privilegio, ha sido preservada del pecado original desde su concepción. Aunque vivía en el mundo marcado por el pecado, no fue tocada por él: María es nuestra hermana en el sufrimiento, pero no en el mal ni en el pecado. Es más, el mal en ella fue derrotado antes aún de rozarla, porque Dios la ha llenado de gracia (cf. Lc 1, 28). La Inmaculada Concepción significa que María es la primera salvada por la infinita misericordia del Padre, como primicia de la salvación que Dios quiere donar a cada hombre y mujer, en Cristo. Por esto la Inmaculada se ha convertido en icono sublime de la misericordia divina que ha vencido el pecado. Y nosotros, hoy, al inicio del Jubileo de la Misericordia, queremos mirar a este icono con amor confiado y contemplarla en todo su esplendor, imitándola en la fe. En la concepción inmaculada de María estamos invitados a reconocer la aurora del mundo nuevo, transformado por la obra salvadora del Padre y

La Misericordia es la síntesis del Evangelio del Hijo y del Espíritu Santo. La aurora de la nueva creación realizada por la divina misericordia. Por esto la Virgen María, nunca contagiada por el pecado está siempre llena de Dios, es madre de una humanidad nueva. Es madre del mundo recreado. Celebrar esta fiesta comporta dos cosas. La primera: acoger plenamente

a Dios y su gracia misericordiosa en nuestra vida. La segunda: convertirse a su vez en artífices de misericordia a través de un camino evangélico. La fiesta de la Inmaculada deviene la fiesta de todos nosotros si, con nuestros «síes» cotidianos, somos capaces de vencer nuestro egoísmo y hacer más feliz la vida de nuestros hermanos, de

donarles esperanza, secando alguna lágrima y dándoles un poco de alegría. A imitación de María, estamos llamados a convertirnos en portadores de Cristo y testigos de su amor, mirando en primer lugar a los que son privilegiados a los ojos de Jesús. Son quienes Él mismo nos indicó: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me dis-

teis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (Mt 25, 35-36). La fiesta de hoy de la Inmaculada Concepción tiene un específico mensaje que comunicarnos: nos recuerda que en nuestra vida todo es un don, todo es misericordia. Que la Virgen Santa, primicia de los salvados, modelo de la Iglesia, esposa santa e inmaculada, amada por el Señor, nos ayude a redescubrir cada vez más la misericordia divina como distintivo del cristiano. No se puede entender que un verdadero cristiano no sea misericordioso, como no se puede entender a Dios sin su misericordia. Esa es la palabra-síntesis del Evangelio: misericordia. Es el rasgo fundamental del rostro de Cristo: ese rostro que nosotros reconocemos en los diversos aspectos de su existencia: cuando va al encuentro de todos, cuando sana a los enfermos, cuando se sienta en la mesa con los pecadores, y sobre todo cuando, clavado en la cruz, perdona; allí nosotros vemos el rostro de la misericordia divina. No tengamos miedo: dejémonos abrazar por la misericordia de Dios que nos espera y perdona todo. Nada es más dulce que su misericordia. Dejémonos acariciar por Dios; es tan bueno el Señor, y perdona todo. Que por intercesión de María Inmaculada, la misericordia tome posesión

de nuestros corazones y transforme toda nuestra vida. Al término de la oración mariana el Pontífice saludó a los diversos grupos de peregrinos. Queridos hermanos y hermanas: Os saludo a todos con afecto, especialmente a las familias, los grupos parroquiales y las asociaciones. Dedico un pensamiento especial a los miembros de la Acción católica italiana que hoy renuevan la adhesión a la asociación: os deseo un buen camino de formación y servicio, siempre animado por la oración. Esta tarde iré a Plaza de España, para rezar a los pies del monumento a la Inmaculada. Después me dirigiré a Santa María la Mayor. Os pido que os unáis espiritualmente a mí en esta peregrinación, que es un acto de devoción filial a María, Madre de Misericordia. A Ella confiaré la Iglesia y toda la humanidad, y en modo particular la ciudad de Roma. Hoy ha cruzado la Puerta de la Misericordia también el Papa Benedicto. ¡Enviamos desde aquí un saludo, todos, al Papa Benedicto! A todos os deseo una buena fiesta y un Año santo fecundo, con la guía y la intercesión de nuestra Madre. Un Año santo lleno de misericordia, para vosotros, y de vosotros hacia los demás. Por favor, pedid esto al Señor también para mí, pues tengo mucha necesidad. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

La misa, celebrada precisamente en el día en el que hace cincuenta años se clausuraba el Vaticano II, se introdujo de manera significativa con la lectura de algunos fragmentos de las cuatro constituciones conciliares —Dei verbum, Lumen gentium, Sacrosanctum concilium y Gaudium et spes— y de dos fragmentos de dos decretos Unitatis redintegratio sobre el ecumenismo y Dignitatis humanae sobre la libertad religiosa. Durante la liturgia fue llevado en procesión el evangeliario de la misericordia —preparado especialmente para el jubileo— y colocado sobre el mismo trono que en las sesiones del concilio se ponía en el altar de la Confesión. Numerosos los sacerdotes concelebrantes, además de los arzobispos, obispos, prelados de la Curia romana y cincuenta y cinco cardenales. Entre los prelados, los arzobispos Fisichella y Ruiz Arenas, respectivamente presidente y secretario del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, encargada de organizar el jubileo. Los cantos fueron interpretados por la Capilla Sixtina junto con el coro guía «Mater Ecclesiae» y el del Pontificio Instituto de música sacra. Junto con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede se encontraban los arzobispos Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado, y Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados. Cinco las delegaciones oficiales presentes: de Italia, Bélgica, República de San Marino, República Checa y de Alemania. Por la tarde, a las 18, a los pies de la estatua de San Pedro, el arzobispo Fisichella dirigió el rezo del rosario en la plaza. Inmediatamente después comenzó la representación «Fiat lux: Illuminating our common home», una proyección en la fachada y la cúpula de la basílica de imágenes tomadas por algunos grandes fotógrafos del mundo e inspiradas en la misericordia, la humanidad, la naturaleza y el cambio climático. (nicola gori)


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La conferencia de prensa en el vuelo de regreso de África

Sorpresa africana Durante el vuelo de Bangui (República Centroafricana) a Roma, al final de su XI viaje apostólico internacional a África, el Papa Francisco mantuvo un encuentro con los periodistas a bordo del avión en una conferencia introducida por el director de la Oficina de prensa, padre Federico Lombardi. Publicamos la traducción del coloquio. (Bernard Namuname) En Kenia usted ha conocido a las familias pobres en Kangemi. El mismo día fue al estadio Kasarani, donde se encontró con los jóvenes. ¿Qué ha sentido al escuchar sus historias? Y, ¿qué se debe hacer para poner fin a la injusticia? Sobre este problema he hablado al menos tres veces de manera enérgica. En el primer encuentro de los Movimientos populares en el Vaticano; en el segundo encuentro de los Movimientos populares, en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y también en otras dos ocasiones: en la Evangelii gaudium, un poco, y luego con claridad y fuerza en la Laudato si’. No recuerdo las estadísticas y por eso les pido que no publiquen las estadísticas que diré, porque no sé si son verdaderas, pero he oído... Creo que el 80% de la riqueza del mundo está en manos del 17% de la población. No sé si es verdad, pero si no es verdad es acertado, porque así es-

lía—, el Señor reprochaba siempre al pueblo, al pueblo de Israel —pero es palabra que aceptamos y adoramos, porque es Palabra de Dios—, la idolatría. Y la idolatría se da cuando un hombre o una mujer pierde «el carnet de identidad», su ser hijo de Dios, y prefiere buscarse un dios a su medida. Este es el comienzo. A partir de ahí, si la humanidad La idolatría se da cuando un hombre o no cambia, continuarán las miserias, las una mujer pierde «el carnet de tragedias, las guerras, identidad», su ser hijo de Dios, los niños que mueren y prefiere buscarse un dios a su medida de hambre, la injusticia... ¿Qué piensa este porcentaje que tietán las cosas. Si alguno de ustedes ne en sus manos el 80% de la riqueconoce esta estadística, le ruego que za del mundo? Esto no es el comulo diga para ser más correcto. Es un nismo, esta es la verdad. Y la verdad sistema económico donde el centro no es fácil de ver. Le agradezco que es el dinero, el dios dinero. Recuer- haya hecho esta pregunta, porque es do haber encontrado una vez a un la vida. gran embajador, hablaba francés —no era católico— y me dijo: «Nous (Mumo Makau) Me gustaría saber sommes tombés dans l’idolâtrie de l’ar- cuál ha sido el momento más memoragent». Y si las cosas siguen así, el ble para usted de este viaje a África. mundo continuará así. Usted me ha ¿Volverá pronto a este continente? Y preguntado lo que sentí con los tes- ¿cuál es su próxima meta? timonios de los jóvenes y en KangeEmpecemos por el final: si las comi, donde hablé también claramente de los derechos. Sentí dolor. Pienso sas van bien, creo que el próximo en cómo la gente no se da cuenta... viaje será a México. Las fechas aún Un gran dolor. Ayer, por ejemplo, no son precisas. En segundo lugar: he ido al hospital pediátrico, el úni- ¿Volveré a África? Bueno, no sé... co de Bangui y del país. En terapia Soy anciano y los viajes son cansaintensiva no tienen instrumentos pa- dos. Y la primera pregunta: ¿Cuál ra el oxígeno. Había muchos niños ha sido el momento [que más me ha desnutridos, muchos. Y la doctora impresionado]? Pienso en la mucheme dijo: «La mayor parte de ellos dumbre, en la alegría, en la capacimorirán, porque tienen malaria, gra- dad para celebrar, para hacer fiesta ve, y están desnutridos». El Señor con el estómago vacío. Para mí, —pero no quiero hacer una homi- África ha sido una sorpresa. He pen-

sado: Dios nos sorprende, pero tam- de transición, y ella hará las elecciobién África nos sorprende. Muchos nes; pero buscan la paz entre ellos, momentos... La gente, la multitud. la reconciliación, sin odio. Se sienten visitados. Tienen un gran sentido de la hospitalidad. En las (Philip Pulella) En Uganda ha dicho tres naciones que he visitado, he vis- que la corrupción existe en todas parto que tenían este sentido de acogi- tes, y también en el Vaticano. ¿Qué imda, porque se sentían felices por ser portancia tiene la prensa libre y laica visitados. Luego, cada país tiene su en la erradicación de esta corrupción, propia identidad. Kenia es un poco donde quiera que se encuentre? más moderna, desarrollada. Uganda La prensa libre, laica y también tiene la identidad de los mártires: el pueblo ugandés, tanto católico como confesional, pero profesional —poranglicano, venera los mártires. He que la profesionalidad de la prensa estado en los dos santuarios, el an- puede ser laica o confesional, lo imglicano primero, y luego el católico; portante es que sean de verdad proy la memoria de los mártires es su fesionales, que las noticias no sean tarjeta de identidad. El valor de dar manipuladas— para mí es importanla vida por un ideal. Y la República te, porque la denuncia de las injustiCentroafricana: el deseo de paz, de cias, de las corrupciones, es un buen reconciliación y perdón. Hasta hace trabajo, porque dice: «Allí hay cocuatro años han vivido católicos, rrupción». Y a continuación, el resprotestantes y musulmanes como ponsable tiene que hacer algo, hacer hermanos. Ayer he ido a los evangélicos, que trabajan muy La profesionalidad de la prensa puede bien, y luego vinieron a misa por la tarde. ser laica o confesional, lo importante Hoy he ido a la mezes que sean de verdad profesionales quita, he rezado en la mezquita; también el imán ha subido al «papamóvil» para dar la vuelta por el pequeño estadio. un juicio, hacer un tribunal. Pero la Son los pequeños gestos, lo que prensa profesional tiene que decirlo quieren, porque hay un grupito que, todo, sin caer en los tres pecados me parece, es cristiano o se llama más comunes: la desinformación cristiano, que es muy violento. No —decir la mitad y no decir la otra he entendido bien esto... Pero no es mitad—; la calumnia —la prensa que el Isis, es otra cosa. Y ellos quieren no es profesional: cuando no hay la paz. Ahora habrá elecciones; han profesionalidad, se ensucia al otro elegido un Estado de transición, han con verdad o sin verdad—; y la difaelegido el alcalde [de Bangui], esta SIGUE EN LA PÁGINA 9 Señora, como presidente del Estado


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Diálogo con los periodistas VIENE DE LA PÁGINA 8

mación, que es decir las cosas que le quitan la reputación a una persona, cosas que en este momento no hacen algún daño, pero tal vez cosas del pasado... Estos son los tres defectos que socavan la profesionalidad de la prensa. Pero necesitamos profesionalidad. Lo justo: la cosa es así, así y así. Y sobre la corrupción, ver bien los datos y decirlos: sí, hay corrupción aquí, por esto, esto y esto... Después, un periodista que sea un verdadero profesional, si se equivoca, pide perdón: Creía, pero luego me he dado cuenta de que no. Y así las cosas van muy bien. Es muy importante. (Philippine De Saint-Pierre) Hoy más que nunca sabemos que el fundamentalismo religioso amenaza a todo el planeta. Ante este peligro, ¿cree usted que los líderes religiosos deben intervenir más en el campo político?

cos, y entró. Y luego, de cómo ha entrado ella, no estoy seguro, pero creo que no me equivoco si digo —pero no estoy seguro— que fue él quien la presentó como una mujer que conocía el mundo de las relaciones comerciales. Trabajaron y, cuando se terminó el trabajo, los miembros de dicha comisión, que se llamaba COSEA, permanecieron en algunos puestos en el Vaticano. Vallejo Balda, lo mismo. Y la señora Chaouqui no siguió en el Vaticano porque había entrado para la comisión y después no se quedó. Algunos dicen que se enfadó por esto, pero los jueces nos dirán la verdad sobre sus intenciones, cómo lo han hecho... Para mí [lo que ha salido] no ha sido una sorpresa, no me ha quitado el sueño, porque han hecho ver precisamente el trabajo que se inició con la Comisión de Cardenales —el «C9»— para investigar la corrupción y las cosas que no funcionan. Y aquí quiero decir una cosa —nada que ver con Vallejo Balda y Chaouqui, sino en general, y luego vuelvo, si usted quiere—: la palabra

Si intervenir en el campo político significa «hacer política», no. Que haga de sacerdote, pastor, imán, rabino: esta es su vocación. Pero se Se hace política indirectamente predicando hace política indirectamente predicando los los valores, los valores verdaderos, y uno valores, los valores verde los mayores valores es la hermandad daderos, y uno de los entre nosotros mayores valores es la hermandad entre nosotros. Todos somos hijos de Dios, tenemos el mismo Padre. En ese sentido, hay «corrupción» —lo ha dicho uno de que hacer una política de unidad, de los dos kenianos—. Trece días antes reconciliación y —es una palabra que de la muerte san Juan Pablo II, en no me gusta, pero tengo que usarla— aquel Via Crucis, el entonces cardede tolerancia, pero no sólo toleran- nal Ratzinger, que había dirigido el cia, sino también convivencia, amis- Via Crucis, habló de las «miserias de tad. Es así. El fundamentalismo es la Iglesia». Fue el primero en deuna enfermedad que se da en todas nunciar esto. Luego muere el Papa las religiones. Los católicos tenemos durante la Octava de Pascua —esto algunos; no algunos, sino muchos, era el Viernes Santo—, muere el Papa que creen que tienen la verdad abso- Juan Pablo II, y él fue elegido Papa. luta y van adelante ensuciando a los Pero en la misa pro eligendo Pontifice otros con la difamación y la calum- —él era el decano— habló de lo misnia, y hacen mal, hacen mal. Y digo esto porque es mi Iglesia, también nosotros, todos. Y se debe combatir. El fundamentalismo religioso no es religioso. ¿Por qué? Porque falta Dios. Es idolátrico, como es idolátrico el dinero. Hacer política en el sentido de convencer a estas personas que tienen esta tendencia, es una política que tenemos que hacer nosotros, líderes religiosos. Pero el fundamentalismo que termina siempre en una tragedia o en delito es una cosa mala, pero hay un poco de esto en todas las religiones. (Cristiana Caricato) Mientras nosotros estábamos en Bangui esta mañana se celebraba en Roma una nueva audiencia del proceso a cargo de mons. Vallejo Balda, a Chaouqui y a los dos periodistas. Le hago una pregunta que nos han hecho muchas personas. ¿Por qué estos dos nombramientos? ¿Cómo ha sido posible que, en el proceso de reforma que usted puso en marcha, dos personas de este tipo hayan podido formar parte de una comisión, la COSEA? ¿Cree que ha cometido un error? Creo que se cometió un error. Mons. Vallejo Balda entró por el cargo que tenía y que ha tenido hasta ahora. Él era secretario de la Prefectura para los Asuntos Económi-

mo, y nosotros lo elegimos por su libertad para decir las cosas. Desde entonces está en el aire del Vaticano que allí hay corrupción, hay corrupción. Sobre este juicio, yo he dado a los jueces las acusaciones concretas, porque lo que importa para la defensa es la formulación de los cargos. No he leído las acusaciones concretas, técnicas. Hubiera querido que esto terminase antes del 8 de diciembre, por el Año de la Misericordia, pero creo que no podrá ser, porque quisiera que todos los abogados de la defensa tengan el tiempo para defender, que haya total libertad de defensa. Así es como fueron elegidos y toda la historia. Pero la corrupción viene de lejos. (Cristiana Caricato) Pero usted, ¿qué pretende hacer?, ¿cómo piensa proceder para que estos episodios no se repitan? Yo doy gracias a Dios de que no esté Lucrecia Borgia... No sé, continuar con los cardenales, con la co-

misión para hacer limpieza... Gracias. (Néstor Ponguta) Me gustaría hacerle una pregunta en particular. Es un argumento específico que tiene que ver con un cambio político en América Latina, incluida Argentina, su país, en el cual está ahora el señor Macri, después de 12 años de «kirchnerismo», y está cambiando un poco... ¿Qué piensa de estos cambios?, ¿de cómo la política latinoamericana está tomando una nueva dirección, en el continente del que usted mismo proviene? He escuchado algunas opiniones, pero verdaderamente, en este momento, de esta geopolítica no sé qué decir, de verdad. De verdad que no lo sé. Porque hay problemas en varios países en esta línea, pero yo realmente no sé por qué o cómo empezó; no sé por qué. De verdad. Que haya varios países latinoamericanos en esta situación de un poco de cambio, es cierto, pero no sé explicarlo. (Jürgen Baez) El sida es la principal causa de muerte entre los jóvenes africanos. Usted se ha reunido con niños seropositivos y ha escuchado un testimonio conmovedor en Uganda. Sin embargo, usted ha dicho muy poco sobre este tema. Sabemos que la prevención es fundamental. También sabemos que los preservativos no son la única forma de detener la epidemia, pero sabemos que es una parte importante de la respuesta. ¿No es hora quizás de cambiar la posición de la Iglesia en este sentido? ¿De permitir el uso de preservativos para prevenir más infecciones? La pregunta me parece demasiado reducida e incluso parcial. Sí, es uno de los métodos; la moral de la Iglesia se encuentra —pienso— en este punto ante una perplejidad: ¿Es el quinto o el sexto mandamiento? ¿Defender la vida, o que la relación sexual esté abierta a la vida? Pero este no es el problema. El problema es más grande. Esta pregunta me hace pensar en la que una vez le hicieron a Jesús: «Dime, Maestro, ¿es lícito curar en sábado?». Es obligatorio curar. Esta pregunta, sobre si es lícito sanar... Pero la desnutrición, la explotación de las personas, el trabaSIGUE EN LA PÁGINA 11


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COMUNICACIONES Colegio episcopal

Audiencias pontificias

Monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi, obispo de Nueve de Julio (Argentina) Monseñor Pablo Modesto González Pérez, obispo de Guasdualito (Venezuela) Monseñores J. Víctor Aguilar Ledesma y Herculano Medina Garfias, auxiliares de Morelia (México) Monseñor Luis Albeiro Cortés Rendón, auxiliar de Pereira (Colombia) RENUNCIA: El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Nueve de Julio (Argentina) que monseñor MARTÍN DE ELIZALDE, O.S.B., le había presentado en conformidad con el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico. Le sucede en el gobierno pastoral de la diócesis el coadjutor, monseñor ARIEL EDGARD O TORRAD O MOSCONI. Martín de Elizalde, O.S.B., nació en Buenos Aires el 23 de octubre de 1940. Recibió la ordenación sacerdotal el 9 de enero de 1971. Juan Pablo II lo nombró obispo de Nueve de Julio el 6 de julio de 1999; recibió la ordenación episcopal el 14 de septiembre sucesivo. Ariel Edgardo Torrado Mosconi nació en Veinticinco de Mayo, diócesis de Nueve de Julio, el 18 de enero de 1961. Recibió la ordenación

Lutos en el episcopado —Monseñor ANTONIO TROYO CALDERÓN, obispo titular de Burca, auxiliar emérito de San José (Costa Rica), falleció el 1 de diciembre. Había nacido en Cartago (Costa Rica) el 18 de octubre de 1923. Era sacerdote desde el 30 de noviembre de 1947. El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Burca y auxiliar de San José de Costa Rica el 27 de agosto de 1979; recibió la ordenación episcopal el 21 de septiembre sucesivo. El Santo Padre aceptó su renuncia a la función de auxiliar de dicha sede el 13 de julio de 2002. —Monseñor RICARD O GUÍZAR DÍAZ, arzobispo emérito de Tlalnepantla (México), falleció el 4 de diciembre. Había nacido en México el 26 de febrero de 1933. Era sacerdote desde el 26 de octubre de 1958. Pablo VI lo nombró obispo titular de Nona y auxiliar de Aguascalientes el 30 de mayo de 1970; recibió la ordenación episcopal el 24 de agosto sucesivo. Juan Pablo II lo nombró obispo de Atlacomulco el 3 de noviembre de 1984 y lo promovió a arzobispo de Tlalnepantla el 14 de agosto de 1994. Benedicto XVI aceptó su renuncia al gobierno pastoral de dicha sede el 5 de febrero de 2009.

sacerdotal el 17 de noviembre de 1990. Benedicto XVI lo nombró obispo titular de Vico de Pacato y auxiliar de Santiago del Estero el 22 de noviembre de 2008; recibió la ordenación episcopal el 13 de diciembre del mismo año. El Papa Francisco lo nombró obispo coadjutor de Nueve de Julio el 12 de mayo de 2015.

de Roma. Ha sido vicario parroquial, responsable de la Oficina diocesana de evangelización y de catequesis, coordinador diocesano de pastoral familiar, párroco, vicario episcopal, miembro del colegio de consultores y profesor en el seminario de Morelia.

EL PAPA

—Obispo titular de Gegi y auxiliar de Morelia (México) al presbítero HERCULANO MEDINA GARFIAS.

HA NOMBRAD O:

—Obispo de la nueva diócesis de Guasdualito (Venezuela) al padre PABLO MODESTO GONZÁLEZ PÉREZ, S.D.B. Pablo Modesto González Pérez, nació en San Antonio de los Altos, diócesis de Los Teques, el 30 de junio de 1959. Recibió la ordenación sacerdotal el 26 de julio de 1986. Obtuvo la licenciatura en teología pastoral en la Pontificia Universidad de Salamanca (España). Ha desempeñado su ministerio como vicario parroquial, párroco en diversas parroquias, consejero provincial y director del Centro agrícola «Don Bosco» en la arquidiócesis de Maracaibo. S.D.B.,

—Obispo titular de Castulo y auxiliar de Morelia (México) al presbítero J. VÍCTOR ALEJANDRO AGUILAR LEDESMA. J. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma nació en San Guillermo, arquidiócesis de Morelia, el 5 de abril de 1965. Recibió la ordenación sacerdotal el 10 de diciembre de 1989. Se licenció en pastoral familiar en la Pontificia Universidad Lateranense

Herculano Medina Garfias nació en Rincón de Cedeños, arquidiócesis de Morelia, el 27 de noviembre de 1967. Recibió la ordenación sacerdotal el 15 de febrero de 1996. Obtuvo la licenciatura en doctrina social de la Iglesia en la Universidad Padre Alberto Hurtado, en Santiago de Chile. Ha desempeñado su ministerio como vicario parroquial, responsable de la pastoral social diocesana y de Cáritas, director espiritual y profesor en el seminario arquidiocesano, donde, en el último período, era ecónomo. —Obispo titular de Fidoloma y auxiliar de Pereira (Colombia) a monseñor LUIS ALBEIRO CORTÉS RENDÓN, hasta ahora obispo de Vélez. Luis Albeiro Cortés Rendón nació en Quimbaya, diócesis de Armenia, el 2 de febrero de 1952. Recibió la ordenación sacerdotal el 8 de diciembre de 1978. El Papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Vélez el 14 de mayo de 2003; recibió la ordenación episcopal el 27 de junio sucesivo.

Erección de diócesis

Representaciones pontificias

El Papa ha erigido la nueva diócesis de GUASDUALITO (Venezuela), con territorio desmembrado de las diócesis de San Fernando de Apure y Barinas, haciéndola sufragánea de la arquidiócesis metropolitana de Mérida.

El Santo Padre ha nombrado nuncio apostólico en Rumanía a monseñor MIGUEL MAURY BUENDÍA, arzobispo titular de Italica, hasta ahora nuncio apostólico en Kazajstán, Kirguizistán y Tayikistán.

La nueva diócesis tiene una extensión de 35.184 km² y cuenta con una población de 200.000 habitantes. Pastoralmente están distribuidos en catorce parroquias y son atendidos por nueve sacerdotes diocesanos y cuatro sacerdotes religiosos. También desempeñan su misión en esa circunscripción eclesiástica nueve religiosas. En la actualidad hay cuatro seminaristas mayores.

Miguel Maury Buendía nació en Madrid (España) el 19 de noviembre de 1955. Recibió la ordenación sacerdotal el 26 de junio de 1980. Benedicto XVI lo nombró arzobispo titular de Italica y nuncio apostólico en Kazajstán el 19 de mayo de 2008; recibió la ordenación episcopal el 12 de junio del mismo año. Lo nombró también nuncio en Kirguizistán y en Tayikistán el 12 de julio sucesivo.

EL PAPA

HA RECIBID O EN AUDIENCIA:

Jueves 3 de diciembre —Al primer ministro de Samoa, Tuilaepa Fatialofa Lupesolial Sailele Mallelegaoi, con su esposa y el séquito. —Al cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe. —A monseñor David Douglas Crosby, obispo de Hamilton (Canadá), presidente de la Conferencia episcopal de los obispos católicos de Canadá; con monseñor Lionel Gendron, obispo de SaintJean-Longueuil, vicepresidente, y monseñor Frank Leo, secretario general. Viernes, día 4 —Al cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría de asuntos económicos. —Al presidente de la República de Filipinas, Benigno S. Aquino III, con el séquito. —A monseñor Edgar Peña Parra, arzobispo titular de Telepte, nuncio apostólico en Mozambique. —Al cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, con el secretario de dicho dicasterio, monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., arzobispo titular de Belcastro. Lunes, día 7 —A la nueva embajadora de Perú ante la Santa Sede, María Elvira Velásquez Rivas-Plata, con ocasión de la presentación de las cartas credenciales. —Al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos. —Al cardenal Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Ranchi (India). —A monseñor Jean-Marie Speich, arzobispo titular de Sulci, nuncio apostólico en Ghana. —Al nuevo embajador de Hungría ante la Santa Sede, Eduard Habsburg-Lothringen, con ocasión de la presentación de las cartas credenciales. —A la presidenta de la Conferencia mundial de los institutos seculares (CMIS), Nadège Védie, con el séquito. —Al cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos.


número 50, viernes 11 de diciembre de 2015

L’OSSERVATORE ROMANO

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Sorpresa africana VIENE DE LA PÁGINA 9

jo esclavo, la falta de agua potable: estos son los problemas. No nos preguntemos si se puede usar una tirita u otra para una pequeña herida. La gran herida es la injusticia social, la injusticia del medio ambiente, la injusticia que he dicho de la explotación, y de la desnutrición. Esto es. A mí no me gusta bajar a reflexiones tan casuísticas, cuando la gente muere por falta de agua y por el hambre, por el hábitat... Cuando todos sean sanados o cuando no existan estas trágicas enfermedades que el hombre provoca, tanto por la injusticia social como para ganar más dinero —piense en el tráfico de armas—, cuando no se den estos problemas, creo que se podrá hacer una pregunta: «¿Es lícito curar en sábado?». ¿Por qué se sigue fabricando y traficando con armas? Las guerras son la mayor causa de mortalidad. Yo diría que no pensemos en si es lícito o no curar en sábado. Diría más bien a la humanidad: Hagan justicia, y cuando todos estén curados, cuando no exista la injusticia en este mundo, podremos hablar del sábado.

Unidas, he dicho dos veces esta palabra, tanto aquí en Kenia como en Nueva York: que su trabajo no sea un nominalismo declaracionista, que sea eficaz: que se construya la paz. Hacen muchas cosas: aquí en África, he visto cómo trabajan los cascos azules. Pero esto no es suficiente. Las guerras no son de Dios. Dios es el Dios de la paz. Dios hizo el mundo, lo hizo bello, todo bello y luego, según el relato bíblico, un hermano mata al otro: la primera guerra, la primera guerra mundial, entre hermanos. No sé, así me viene. Y lo digo con mucho dolor. Gracias. (François Beaudonnet) Hoy comienza en París la Conferencia sobre el cambio climático. ¿Estamos seguros de que la Cop21 será el comienzo de la solución? No estoy seguro, pero puedo decirle que ahora o nunca. Desde la primera, que creo que fue en Tokio, hasta ahora, se ha hecho poco, y cada año los problemas son más graves. Hablando en una reunión de

constructivos. Yo tengo la experien- dades que nunca han sido visitadas cia de la amistad —es una palabra por los Papas. Pero iré a México por fuerte, «amistad»— con un musul- la Virgen. Después voy a ir a Chiamán: es un dirigente mundial. Pode- pas, en el sur, en la frontera con mos hablar: él tiene sus valores, yo Guatemala; luego iré a Morelia; y, los míos. Él reza y yo rezo. Tantos casi seguramente, en el camino de valores... La oración, por ejemplo. regreso a Roma, pasaré una jornada El ayuno. Valores religiosos y tam- o menos en Ciudad Juárez. Sobre la bién otros valores. No se puede suprimir una religión No se puede suprimir una religión porque tenga algunos grupos —o muporque tenga algunos o muchos grupos chos grupos— de de fundamentalistas en un momento fundamentalistas en determinado de la historia un momento determinado de la historia. Es cierto: siempre ha habido en la historia guerras entre religiones, visita a otros países latinoamericasiempre. También nosotros debemos nos, me han invitado a ir en 2017 a pedir perdón. Catalina de Médicis Aparecida, la otra Patrona de Amérino era una santa. Y la Guerra de los ca de habla portuguesa —porque hay Treinta años, la noche de San Barto- dos— y, desde allí, se podría visitar lomé... También nosotros hemos de otro país, celebrar la misa en Aparepedir perdón por los extremismos cida y luego... no sé, no hay plafundamentalistas, las guerras de reli- nes... Gracias.

(Marco Ansaldo) Una crisis de ámbito internacional, que se ha producido entre Rusia y Turquía, una crisis de la cual, francamente, no se sentía la necesidad en esta «tercera guerra mundial por fases» en nuestro mundo, de la que usted habla. ¿Cuál es la posición del Vaticano en esto? Pero me gustaría ir aún más lejos y preguntarle si, por casualidad, usted ha pensado en ir para los 101 años de los acontecimientos en Armenia, que se cumplirán en abril del próximo año, tal como lo hizo el año pasado en Turquía. El año pasado prometí a los tres patriarcas [armenios] que iría: la promesa está ahí. No sé si se podrá realizar, pero la promesa está ahí. Respecto a las guerras: las guerras vienen por la ambición; las guerras —no hablo de las guerras para defenderse de un agresor injusto—, las guerras son una «industria». En la historia hemos visto muchas veces que un país, si el presupuesto no va bien... «bueno, pues hagamos una guerra», y termina el «desequili-

universitarios sobre el mundo que queremos dejar a nuestros hijos, uno de ellos dijo: «¿Pero está usted seguro de que habrá hijos de esta generación?». Estamos al límite. Estamos al borde de un suicidio, por decir una palabra fuerte. Y estoy seguro de que casi la totalidad de los que están en París en la COP21 Cuando no exista la injusticia en este son conscientes de esto y quieren hacer almundo podremos hablar del sábado go. El otro día leí que los glaciares de Groenlandia han perdido brio». La guerra es un negocio: un miles de millones de toneladas. Hay negocio de armas. Los terroristas, un país en el Pacífico que está com¿hacen ellos sus armas? Sí, tal vez prando tierras en otro país para trasalguna pequeñita. ¿Quién les da las ladarse a él, porque dentro de 20 armas para hacer la guerra? Hay to- años ese país ya no existirá... No, yo da una red de intereses, y detrás de tengo confianza. Confío en que estas ellos está el dinero, o el poder: el personas hagan algo; porque, diría poder imperial o el poder coyuntu- que estoy seguro de que tienen bueral. Pero nosotros estamos en guerra na voluntad de hacer algo, y espero desde hace años y cada vez más: las que sea así y rezo por ello. «fases» son menos cortas y se hacen más grandes. Y, ¿que pienso? El Va- (Delia Gallagher) ¿Qué tienen que deticano no sé lo que piensa, pero cir el islam y las enseñanzas del profe¿qué pienso yo? Que las guerras son ta Mohamed al mundo de hoy? un pecado y lo son contra la humaNo entiendo bien la pregunta... nidad, destruyen la humanidad, son la causa de la explotación, del tráfi- Se puede dialogar, ellos tienen valoco de personas, de tantas cosas... Se res, muchos valores. Ellos tienen tiene que parar. En las Naciones muchos valores y estos valores son

gión. Pero ellos tienen valores, se puede dialogar con ellos. Hoy he estado en la mezquita, he rezado; también el imán quiso venir conmigo a dar la vuelta al pequeño estadio donde había muchos que no habían podido entrar. Y en el papamóvil estaban el Papa y el imán. Se podía hablar. Como en todas partes, hay gente con valores, religiosa, y hay gente que no es así. Pero, ¿cuántas guerras, no sólo de religión, hemos hecho nosotros los cristianos? El saqueo de Roma no lo hicieron los musulmanes. Tienen valores, tienen valores. (Marta Calderón) Santidad, sabemos que va a ir a México. Nos gustaría saber algo más sobre este viaje y también, dentro de esta línea, de visitar los países que tienen problemas, si piensa visitar Colombia o, en el futuro, otros países latinoamericanos, como Perú. Usted sabe que, a mi edad, los viajes no hacen bien. Uno puede hacerlo, pero dejan su huella... De todos modos, voy a ir a México. En primer lugar para visitar a la Virgen, porque es la Madre de América. Por eso voy a Ciudad de México. Si no fuera por la Virgen de Guadalupe, no iría a Ciudad de México, según el criterio de visitar tres o cuatro ciu-

(Mark Masai) ¿Qué dice al mundo, que piensa que África está sólo desgarrada por guerras y llena de destrucción? África es una víctima. África siempre ha sido explotada por otras potencias. Desde África llegaban a Estados Unidos y eran vendidos los esclavos. Hay potencias que tratan únicamente de hacerse con las grandes riquezas de África. No sé, es el continente tal vez más rico... Pero no piensan en ayudar al crecimiento del país, que pueda trabajar, que todos tengan trabajo... La explotación. África es mártir. Es mártir de la explotación de la historia. Los que dicen que de África vienen todas las calamidades y todas las guerras, tal vez no entienden bien el daño que hacen a la humanidad ciertas formas de desarrollo. Por eso amo a África, porque África ha sido una víctima de otras potencias. Yo agradezco a ustedes su trabajo. Ahora viene la comida, pero dicen que hoy ustedes ayunan, deben trabajar sobre esta entrevista... Muchas gracias por su trabajo y sus preguntas, por su interés. Sólo les digo que respondo lo que sé, y lo que no lo sé, no lo digo, porque no lo sé. No invento. Muchas gracias. Gracias.


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viernes 11 de diciembre de 2015, número 50

En la primera audiencia general del Año santo el Papa habla de la misericordia

Lo que a Dios más le gusta «¿Por qué un Jubileo de la Misericordia?». Ha tratado de responder a este interrogante la reflexión propuesta por el Papa Francisco a los fieles presentes en la plaza de San Pedro para la audiencia general del miércoles 9 de diciembre, al día siguiente de la apertura del Año extraordinario. Queridos hermanos ¡buenos días!

y

hermanas,

creación del mundo y dice que Dios cada Ayer he abierto aquí, en la basílica día, después de crear de San Pedro, la Puerta santa del cada cosa —la luna, el Jubileo de la misericordia, después sol o los animales— dide haberla abierto en la catedral de ce: «Y vio Dios que bueno». Pero Bangui, en Centroáfrica. Hoy quisie- era ra reflexionar juntamente con voso- cuando hizo al homtros acerca del significado de este bre y a la mujer, la BiAño santo, respondiendo a la pre- blia dice: «Vio que era gunta: ¿por qué un Jubileo de la Mi- muy bueno». San Ambrosio se pregunta: sericordia? ¿Qué significa esto? «¿Por qué dice “muy La Iglesia tiene necesidad de este bueno”? ¿Por qué momento extraordinario. No digo: es bueno para la Iglesia este mo- Dios está tan contento mento extraordinario. Digo: la Igle- después de la creación sia necesita este momento extraordi- del hombre y de la mujer?». Porque nario. En nuestra época de profun- al final tenía alguien a quien perdodos cambios, la Iglesia está llamada nar. Es hermoso esto: la alegría de a ofrecer su contribución peculiar, Dios es perdonar, la esencia de Dios haciendo visibles los signos de la es misericordia. Por ello en este año presencia y de la cercanía de Dios. Y debemos abrir el corazón, para que el Jubileo es un tiempo favorable este amor, esta alegría de Dios nos para todos nosotros, para que con- colme a todos con esta misericordia. templando la Divina Misericordia, El Jubileo será un «tiempo favoraque supera todo límite humano y ble» para la Iglesia si aprendemos a resplandece sobre la oscuridad del elegir «lo que a Dios más le gusta», pecado, lleguemos a ser testigos más sin ceder a la tentación de pensar convencidos y eficaces. que haya alguna otra cosa que sea Dirigir la mirada a Dios, Padre más importante o prioritaria. Nada misericordioso, y a los hermanos ne- es más importante que elegir «lo cesitados de misericordia, significa que a Dios más le gusta», es decir orientar la atención hacia el contenido su misericordia, su amor, su ternura, su abrazo, sus caricias. También la necesaria obra de renovación de Lo que a Dios más le gusta las instituciones y de es perdonar a sus hijos las estructuras de la Iglesia es un medio a fin de que ellos puedan a su vez que debe llevarnos a perdonar a los hermanos tener una experiencia viva y vivificante de la misericordia de Dios que, ella sola, puede esencial del Evangelio: Jesús, la Mise- garantizar a la Iglesia ser esa ciudad ricordia hecha carne, que hace visi- ubicada sobre un monte que no pueble a nuestros ojos el gran misterio de permanecer oculta (cf. Mt 5, 14). del Amor trinitario de Dios. Cele- Resplandece sólo una Iglesia miseribrar un Jubileo de la Misericordia cordiosa. Si olvidáramos, incluso por equivale a poner de nuevo en el cen- un momento, que la misericordia es tro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades lo específico de la fe cristiana, es decir Jesucristo, el Dios misericordioso. Un Año santo, por lo tanto, para vivir la misericordia. Sí, queridos hermanos y hermanas, este Año santo se nos ofrece para experimentar en nuestra vida el toque dulce y suave del perdón de Dios, su presencia junto a nosotros y su cercanía sobre todo en los momentos de mayor necesidad. Este Jubileo, en definitiva, es un momento privilegiado para que la Iglesia aprenda a elegir únicamente «lo que a Dios más le gusta». Y, ¿qué es lo que «a Dios más le gusta»? Perdonar a sus hijos, tener misericordia con ellos, a fin de que ellos puedan a su vez perdonar a los hermanos, resplandeciendo como antorchas de la misericordia de Dios en el mundo. Esto es lo que a Dios más le gusta. San Ambrosio, en un libro de teología que había escrito sobre Adán, toma la historia de la

«aquello que a Dios más le gusta», to contemplar la misericordia de cada uno de nuestros esfuerzos sería Dios, pero hay muchas otras necesien vano, porque nos convertiríamos dades urgentes». Es verdad, hay muen esclavos de nuestras instituciones cho por hacer, y yo en primer lugar y de nuestras estructuras, por más no me canso de recordarlo. Pero hay renovadas que puedan estar. Pero se- que tener en cuenta que, en la raíz remos siempre esclavos. del olvido de la misericordia, está «Sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos» (Homilía en las Primeras Vísperas del Domingo de la Divina Mise8 DIC [11.45 AM] Que el Jubileo ricordia, 11 de abril de de la Misericordia traiga a todos 2015): este es el objetivo de la bondad y la ternura de Dios la Iglesia en este Año santo. Así reforzaremos en nosotros la certeza de que la misericordia puede contribuir realmente en la edificación de siempre el amor propio. En el munun mundo más humano. Especial- do, esto toma la forma de la búsquemente en nuestro tiempo, donde el da exclusiva de los propios intereses, perdón es un huésped raro en los de placeres y honores unidos al deámbitos de la vida humana, la refe- seo de acumular riquezas, mientras rencia a la misericordia se hace más que en la vida los cristianos se disurgente, y esto en todos los sitios: fraza a menudo de hipocresía y de en la sociedad, en las instituciones, mundanidad. Todas estas cosas son en el trabajo y también en la familia. contrarias a la misericordia. Los leCierto, alguien podría objetar: mas del amor propio, que hacen que «Pero, padre, la Iglesia, en este Año, la misericordia sea algo extraño al ¿no debería hacer algo más? Es jus- mundo, son tantos y tan numerosos que con frecuencia ya no somos ni siquiera capaces de reconocerlos como límites y como pecado. He aquí porqué es necesario reconocer el hecho de ser pecadores, para reforzar en nosotros la certeza de la misericordia divina. «Señor, yo soy un pecador; Señor, yo soy una pecadora: ven con tu misericordia». Esta es una oración muy bonita. Es una oración fácil de recitar todos los días: «Señor, yo soy un pecador; Señor, yo soy una pecadora: ven con tu misericordia». Queridos hermanos y hermanas, deseo que en este Año Santo cada uno de nosotros experimente la misericordia de Dios, para ser testigos de «lo que a Él más le gusta». ¿Es cuestión de ingenuos creer que esto pueda cambiar el mundo? Sí, humanamente hablando es de locos, pero «lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres» (1 Cor 1, 25).

Tuit del Papa en Pontifex_es


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