Revista franciscana

Page 1

Revista Mensual

No.4

Febrero 2013

Feliz mes de la

fraternidad franciscana Qué onda con… Me quiere…no me quiere.

El amor es libre

Y los quiero amar y temer

Aprendan a hacer

el bien…


Y los quiero amar y temer. Por:Fr.Juan Jasso Coyote,OFM.

Aprendan a hacer el bien... busquen la justicia. Is. 10. Queridos hermanos: estamos por iniciar una de las épocas más sagradas del año y propicia para reconocer en cada momento la oportunidad que Dios nos brinda para nuestro crecimiento espiritual. Que esta Cuaresma sea de plena conciencia de conversión y crecimiento en todos los aspectos de nuestras vidas, que nos permitamos la dicha y la gracia del perdón y que nos alejemos del egoísmo para dar paso a la armonía y comunión como fraternidad, pero principalmente como hermanos. Que en esta época del año caminemos juntos, en comunidad, preparada para las celebraciones de este mes y que el miércoles de ceniza, 13 de febrero, sea el preámbulo para dar paso al amor a nuestro prójimo. Que este tiempo de oración, silencio, penitencia y ayuno sea una dicha para lograr pasar del pecado a la Gracia y de la muerte a la Vida, para vivir la alegría Pascual. Que nuestro mayor sacrificio en esta época y durante nuestras vidas sea renovar nuestra Fe, dar testimonio renovado y fidelidad al Señor. Saludos a sus familias y que esta Cuaresma sea fecunda. ¡Ánimo! Dios los bendiga.

Directorio Fray Juan Jasso C., OFM. Dirección jasso_baea_8@hotmail.com

Edwin Che Coordinación Editorial edwinkar_10@hotmail.com

Grace Franco Coordinadora Comercial

revistacomunidadfr@gmail.com

Nube Ideas Diseño Gráfico / Web info@nubeideas.com

Informes y ventas:

Parroquia San Pedro y San Pablo Reg. 96, Mza. 72, Calle 16 Cancún, Quintana Roo. Tel: (044) 99-87-04-29-69 revistacomunidadfr@gmail.com

Paz y bien


Qué onda con… Por: Grace Franco

Me Quiere…no me quiere, me quiere…no me quiere.

El amor es libre. Por fin llegó el mes del amor y la amistad. Una vez más la mercadotecnia y el consumismo hacen de las suyas recordándonos que hay que demostrar el afecto a los demás. Un presente, una flor, un globo, una carta perfumada, un compac disc especial con las canciones exclusivas de tu relación, entre muchas otras opciones. Pero… ¿y los demás días? ¿Seguirás peleando? ¿Seguirás sintiéndote incómodo (a) en tu relación de pareja o de amistad? Mírate en el espejo, no eres la misma persona que sonreía a cada momento, la que cantaba y era feliz sin tropiezos sentimentales. Has dejado atrás tu esencia, has cambiado, has cedido para ser aceptado(a) o amado (a). Incluso has hecho cosas con las que ni tú mismo (a) comulgas. Y es que si bien es cierto que el ser humano por naturaleza es un ser sociable, gregario, que necesita interrelacionarse con los demás y con su entorno; que requiere amar y ser amado en todos los ámbitos; también lo es que eso no te obliga a cambiar tus creencias, ni tu educación, ni tus costumbres, ¡nada! Eres un ser irre-

petible y nadie tiene el derecho a condicionar tu amor, ni a pedirte que mientas o te escondas de ti mismo (a) ni de los tuyos. El amor condicional no es amor. Es una forma de controlar a la otra persona. No importa cómo se obtenga el control, si es de una manera poderosa o de una forma silenciosa y manipuladora. No existe diferencia alguna, el resultado final es el mismo. Se está causando avería a la persona que está siendo controlada. Ahora, vuelve al espejo; ¿cómo le pides al mundo entero que te ame? ¿Cómo le pides a esa persona que no te deje, si ni siquiera te aceptas o te amas a ti mismo (a)? ¿Está difícil no? El amor es libre, debes brillar con todos los dones que Dios te ha dado. Pero para que esto suceda deberás trabajar y tirar lo que hasta ahora «no sirve». ¡Claro que puedes ser mejor! sólo basta que te sientas pleno (a), para entonces tener la capacidad de compartir y recibir amor incondicional. Recuerda que ésa persona es «el amor en tu vida, no el amor de tu vida». Si se va, dolerá; pero tendrás

la fortaleza y amor propio para salir adelante. Lo extrañarás, sí; pero si trabajas en ti sabrás qué hacer. Caminarás hasta que exista un ser tan especial como tú capaz de ver más allá de lo superficial. Un ser que pueda darte, a sus posibilidades, lo mejor de sí. Por tanto, no desesperes. En algún rincón de este planeta habrá personas como tú trabajando en sí mismas. Tu futuro mejor amigo, tu mejor compañera o la pareja con la que vivirás el resto de tu vida… llegará. Así que si las actuales compañías no te valoran como amigo o como pareja, estás perdiendo el tiempo. Mejor ocupa ése tiempo en prepararte, en fortalecer tu espiritualidad, en ocuparte de tu cuerpo y de tu núcleo familiar; de lo contario, saldrás lastimado (a), habrá dolor, frustración y una sensación infinita de soledad. Necesitamos trabajar en nosotros para luego compartir, amar y ser amados con libertad. ¿Quién dijo que tenemos que mendigar amor o cariño? El amor es libre y viaja de adentro hacia afuera, regresando a ti. ¿Listos? ¡A vivir y a amarnos se ha dicho!


Febrero 2013

04

A los pies de la Iglesia:

CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO «PORTA FIDEI» No cabe duda que sólo el conocimiento nos permite valorar en su justa dimensión a las personas, a las cosas, los sistemas, las creencias, etc., y sólo quién valora, ama y ama de verdad. Es por ello que uno de los objetivos de esta sección ha sido y seguirá siendo el de dar a conocer esta carta del sumo Pontífice Benedicto XVI; y pretendemos que al reflexionarla, la comprendamos y por consiguiente nos sintamos cada día más enamorados de la fe que profesamos; la cual hoy más que nunca necesita ser renovada a través de nuestros compromisos concretos. Continuemos; pues hermanos interiorizando estos fragmentos y dejemos que sea Dios y no otras cosas; el que dé respuestas a nuestras preguntas más complejas.

4. A la luz de todo esto, he decidido convocar un Año de la fe. Comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. En la fecha del 11 de octubre de 2012, se celebrarán también los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por mi Predecesor, el beato Papa Juan Pablo II,3 con la intención de ilustrar a

todos los fieles la fuerza y belleza de la fe. Este documento, auténtico fruto del Concilio Vaticano II, fue querido por el Sínodo Extraordinario de los Obispos de 1985 como instrumento al servicio de la catequesis4, realizándose mediante la colaboración de todo el Episcopado de la Iglesia católica. Y precisamente he convocado la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, en el mes de octubre de 2012, sobre el tema de La nueva evangelización para la transmisión de

la fe cristiana. Será una buena ocasión para introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe. No es la primera vez que la Iglesia está llamada a celebrar un Año de la fe. Mi venerado Predecesor, el Siervo de Dios Pablo VI, proclamó uno parecido en 1967, para conmemorar el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en el décimo noveno centenario de su supremo testimonio. Lo concibió como un momento solemne para que en


Predecesor vio ese Año como una “consecuencia y exigencia postconciliar”8, consciente de las graves dificultades del tiempo, sobre todo con respecto a la profesión de la fe verdadera y a su recta interpretación. He pensado que iniciar el Año de la fe coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo II, “no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia. […] Siento más que nunca el deber de indicar el Concilio como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza”9. Yo también deseo reafirmar con fuerza lo que dije a propósito del Concilio pocos meses después de mi elección como Sucesor de Pedro: “Si lo leemos y acogemos guiados por una hermenéutica correcta, puede ser y llegar a ser cada vez más una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia”10.

toda la Iglesia se diese «una auténtica y sincera profesión de la misma fe»; además, quiso que ésta fuera confirmada de manera «individual y colectiva, libre y consciente, interior y exterior, humilde y franca»5. Pensaba que de esa manera toda la Iglesia podría adquirir una «exacta conciencia de su fe, para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para confesarla»6. Las grandes transformaciones que tuvieron lugar en aquel Año, hicieron que la necesidad de dicha celebración

fuera todavía más evidente. Ésta concluyó con la Profesión de fe del Pueblo de Dios7, para testimoniar cómo los contenidos esenciales que desde siglos constituyen el patrimonio de todos los creyentes tienen necesidad de ser confirmados, comprendidos y profundizados de manera siempre nueva, con el fin de dar un testimonio coherente en condiciones históricas distintas a las del pasado. 5. En ciertos aspectos, mi Venerado

3 Cf. Juan Pablo II, Const. ap. Fidei depositum (11 octubre 1992): AAS 86 (1994), 113-118. 4 Cf. Relación final del Sínodo Extraordinario de los Obispos (7 diciembre 1985), II, B, a, 4, en L’Osservatore Romano ed. en Leng. española (22 diciembre 1985), pag. 12. 5 Pablo VI, Exhort. ap. Petrum et Paulum Apostolos, en el XIX centenario del martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo (22 febrero 1967): AAS 59 (1967), 196. 6 Ibíd., 198. 7 Pablo VI, Solemne profesión de fe, Homilía para la concelebración en el XIX centenario del martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo, en la conclusión del “Año de la fe” (30 junio 1968): AAS 60 (1968), 433-445. 8 Id., Audiencia General (14 junio 1967): Insegnamenti V (1967), 801. 9 Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 57: AAS 93 (2001), 308. 10 Discurso a la Curia Romana (22 diciembre 2005): AAS 98 (2006), 52.


Febrero 2013

06

Hermano León escribe: Por:Edwin Che

Feliz mes de la frate Era una noche oscura como pocas hay durante el año y en un rincón de esta mi habitación tan sola como fría; comenzaron a pintarse en mi memoria; cual si fuese un buen desfile militar, uno a uno los recuerdos de aquel Santo del cual una mañana yo escuché. Francisco de Asís le decían, el Varón de Dios y el Juglar de Asís; pero nada taladro hasta lo más hondo de mí ser como escucharles decir: el Hermano Francisco. Y es que hoy comprendo lo que hace algunos años no entendía; que no existe apelativo más exacto, delicado y más a fin a su experiencia que no sea el de: Fratello. Francisco, en efecto; es el hom-

bre - hermano: el hermano de todos, el hermano de la luna, de la hierba y el sol. Francisco es un hermano tanto como él mismo se nombra (cfr. 2 CtaF 1, CtaA 1; 1 y 2CtaCus 1) y tan hermano como él mismo apuesta nombrar (cfr. CtaM, CtaO). No hace distinción de criaturas, sólo mira con los ojos de su corazón; con esa mirada que no tiene límites, que traspasa lo terreno y temporal para encontrarse con el candor y la sencillez de un ser que también es un fratello, que también es una hermana (cfr. LM 8, 6). No obstante ¿qué significará para Francisco ser hermano? ¿Qué lo mantiene firme en la creencia de una verdadera fra-

ternidad universal? Sencillamente su experiencia de fe. Y es que el Santo de Asís no puede concebir otra forma de relación con todo lo creado, sino es mediante una noble y exquisita fraternidad; donde tanto más evidentes sean las características que nos distinguen y nos difieren cuanto más clarificada se hace en nuestra vida la Paternidad de Dios. Naturalmente Francisco queda prendido de la gratuidad de Dios, la mirada Paternal del Sumo Bien. ¡Dios es Padre! ¡Es una iluminación! Un canto de triunfo. Pues, si al principio de todo está la gratuidad del amor..., eso lo cambia todo. Todo tiene un origen. Todo tiene un sentido. Todo tiene una meta. La paternidad de Dios


ernidad franciscana hace posible la fraternidad. Fraternidad de origen, fraternidad de destino, fraternidad final. Su Fe se convierte en acción de gracias liberadora y en motor de su misión fraternal. (SelF 31). Ahora bien, es en el ejemplo de amor de Jesús donde Francisco descubre la manera evangélica de relación, de amistad, de fraternidad. Hermandad pura que no se basa en el dominio y la explotación del hombre por el hombre y del hombre para con todo lo creado; sino en la admiración y en el servicio entre iguales; puesto que todo proviene de Dios y halla su realización en Él. Así pues, Francisco, perceptivo, vio en los gestos de

Cristo el secreto del corazón de Dios Padre. ¡Vio a Jesús hacerse «hermano» de ricos y de pobres, de los marginados y de los notables, de publicanos y de prostitutas, de Magdalenas y de Zaqueos, y entregar su vida para «reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos»! (Jn 11,52). Francisco quedará fascinado por ese Dios, Señor y Servidor, que rechaza toda forma de poder y de dominación y hace estallar nuestras fronteras culturales y religiosas lavando los pies tanto del que va a negarle como del que va a traicionarle (SelF 31). Hablar; pues del amor en fraternidad es hablar del Juglar de Dios y de su concepción de

la relación entre los hijos de Dios y por consiguiente para con toda criatura. Por ello, es justo en la quietud de mi habitación que hoy nuevamente me pregunto como hacía un par de años: ¿Aún será posible la fraternidad del amor? Sin titubeos vuelvo la mirada a Francisco que contempla a la Trinidad: Fraternidad y Misterio de relaciones. Era una noche oscura como pocas hay durante el año y en un rincón de esta mi habitación tan sola como fría; comenzaron a pintarse en mi memoria, las memorias del amor y la fraternidad del Hermano Francisco.


Febrero 2013

AlegrĂ­a Franciscana

Para Colorear:

08


Sopa de letras: Las palabras pueden estar horizontales o verticales. ¡Haber si puedes encontrar todas!.

B P D O M I N G O R V C

R N T O Ñ T M J K E R O

O L E O O Y R M A Y M R O D S E I B C R N L R A

1. Cuaresma 2. Jesús 3. Desierto 4. Ayuno 5. Orar 6. Monte 7. Burro 8. Ramos 9. Olivo 10. Domingo 11. Jerusalén 12. Salmo

I O C U A R E S M A W R

V H R E S T S E S L A J

O W E B P U A R E R M O I E O G A L M O P C E S

G I O D Ñ C I W N N S A R T G C M O N T T L U S

T E A Y U N O B E E R A

Q S O N R S O L A G E R

J E R U S A L E N Q B Z

Laberinto:

Frases de San Francisco “No necesito más, conozco a Cristo pobre y crucificado.”

¿

¿

¿Sabias Qué?

Debido a su contemplación del misterio de la Cruz, Francisco recibe de parte de Dios las llagas de Jesús en pies, manos y costado»

Ayuda a Jesús a llegar hasta el desierto, donde pasará los próximos 40 días


Febrero 2013

10

Experiencias de un misionero Fr. Benito Rodríguez Galván. OFM.

Un Cristo Vivo Continuando con esta narración debo decir que a pesar de todo Cristo es el único personaje que resiste al tiempo, porque está fuera del tiempo. Él es en este sentido el verdadero futuro, porque todo lo que será, todo lo que vendrá, todo lo que nacerá en la tierra de los hombres ya existe en Él.

tretenidos en contemplar viejas fotografías de familia. ¿Pisarlo como una colilla bajo nuestros pies nerviosos? Tampoco, porque en la prisa podría quedar una chispa de fuego que, encolerizada, hiciera saltar la nueva casa en llamas. ¿Pasar de largo, como se pasa delante de los cementerios que en algunas ciudades se alinean a la orilla de las grandes carreteras y de cuyo símbolo nos hablaba hace algunos años el escritor español Emilio Romero? Creo que tampoco. Para él sí vale comparación porque, apasionado como es por lo que viene después, no caería nunca en la tentación de echar marcha atrás para convertirse en plañidera ante las cenizas de las tumbas. Pero ¡cuántos siguen heridos por la nostalgia provinciana del pasado que sacudía ya a los israelitas en el desierto que olvidaban el «maná», símbolo de lo nuevo, y preferían y añoraban los ajos y cebollas de Egipto.

Sin embargo; nosotros tenemos que hablar de Cristo desde nuestro ángulo del tiempo, ya que es el tiempo nuestra única propiedad y es en el tiempo donde nosotros construimos la historia que es ya historia de Salvación y comienzo de la Pascua final. Por eso, si es verdad que creer en el futuro, que tener vocación de futuro, es tener esperanza en el Cristo siempre presente en todo lo que nace, también lo es que el pasado vive en nosotros, que nuestra justicia debe abarcar todo el arco de la historia, que nosotros somos lo que somos y preparamos el futuro que vive en nosotros gracias a la realidad del pasado que nos ha dado la posibilidad de seguir engendrando la historia. No obstante, junto con todo lo anterior de igual forma se impone una pregunta honrada cada vez que nos lanzamos a profundizar en las realidades de lo nuevo, de lo desconocido. Y esta pregunta es: ¿qué hacemos con el pasado? Porque es sabido que hoy, la nueva generación, tiene sobre todo vocación de futuro; ya que comprende que «para estar presentes hay que ser contemporáneos del futuro». Y hoy se vive corriendo, con el pie en el metro o en el acelerador del automóvil; y no hay tiempo, ni posibilidad, ni demasiadas ganas de mirar para atrás como las antiguas

¿Qué haremos, pues, con el pasado, nosotros, hombres de una generación más veloz que el sonido y con un pie en las estrellas? ¿Qué haremos con el pasado para que, sin pecar de injusticia, no nos sirva de pretexto para seguir sentados sobre las cenizas muertas de lo que ya no volverá a nacer? matronas que, desde sus diligencia de caballos, les gustaba contemplar lo que iba quedando a sus espaldas. ¿Qué hacer, pues? ¿Meter el pasado en la caja de los recuerdos con olor a naftalina? No, porque podríamos caer en la tentación de la añoranza y podríamos perder el autobús en-

Estoy seguro de que las actitudes ante este fenómeno serán muy variadas. Por tanto, no sé si valdrá para todos, pero para mí fue significativa la lección que me dio un insecto. Sí, uno de esos grandes, magníficos insectos de los bosques. Continuará…


¿Qué hay de nuevo? Eventos del mes:

02 DE FEBRERO.

04 DE FEBRERO.

BENDICIÓN DE CIRIOS Y VELAS.

PEREGRINACIÓN

AL SANTUARIO DE NUESTRA SRA. DE IZAMAL, YUC.

EN LA CAPILLA «SAN FELIPE DE JESÚS» EN PUNTO DE LAS 19:00 H.

10 DE FEBRERO.

13 DE FEBRERO.

RETIRO DE CUARESMA

MIÉRCOLES DE CENIZA. MISA: PARROQUIA «SAN PEDRO Y SAN PABLO».

EN LA CAPILLA «SAN FELIPE DE JESÚS»

EN PUNTO DE LAS 7:00, 12:00, 18:30 Y 20:00 H.

EN PUNTO DE LAS 10:00 H.

15 DE FEBRERO.

22 DE FEBRERO.

REZO DEL VÍA CRUCIS

REZO DEL VÍA CRUCIS

EN LA CAPILLA «SAN FELIPE DE JESÚS» EN PUNTO 17:00 H. CONFESIONES A LAS 18:00 H., EUCARISTÍA A LAS 19:00 H.

EN LA CAPILLA «SANTA CLARA DE ASÍS» EN PUNTO DE LAS 17:00 H. CONFESIONES A LAS 18:00 H., EUCARISTÍA A LAS 19:00 H.

Frases para el FACE

“Se debe pedir a cada cual, lo

que está a su alcance realizar. ”

El Principito

“Incluso cuando Dios parece guardar silen-

cio ante la opresión, la injusticia o el sufrimiento, sigue amando al ser humano y sale en su ayuda si es invocado. ” Beato Juan Pablo II


Ideal Franciscano

San Felipe de Jesús

Oración De padres españoles, nació Felipe de las Casas Martínez en la Ciudad de México en 1572. Fue el mayor de once hermanos, de los que tres siguieron la vida religiosa. Su padre estaba emparentado con otro notable fraile y evangelizador de América, Fray Bartolomé de las Casas. Felipe era travieso e inquieto de niño. Estudió gramática en el Colegio de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México, dirigido por los jesuitas. Mostró interés por la artesanía de la plata. Por eso, cuando Felipe fue beatificado el gremio de los plateros lo nombró su patrón. A los 21 años se encontraba en las Islas Filipinas, a donde había ido en busca de aventura. Las personas que viajaban a ese lugar, en aquellos tiempos, no lo hacían generalmente por motivos piadosos. Ni tampoco predominaba lo espiritual en el ambiente de Manila, ciudad conquistada apenas en 1571. En ésta lo común era ver gente ocupada con planes de conquista militar y haciendo planes para el comercio. Ahí decidió Felipe ingresar a la Orden de los Franciscanos y escogió el nombre Felipe de Jesús. Entró al convento de Santa María de los Ángeles de Manila. Un año más tarde, Jesús hizo su profesión religiosa. Cuando tres años después se acercaba el tiempo de su ordenación, el 12 de julio de 1596, partió rumbo a México en barco. En Filipinas no se podía ordenar porque no había un Obispo. El viaje de Filipinas a América era una aventura peligrosa y el viaje podía durar hasta siete u ocho meses. La travesía del barco en el que iba Felipe

estuvo a punto de ser desastrosa. Durante un mes la nave estuvo a la deriva, arrojada por las tempestades de un lado a otro hasta que, destrozada y sin gobierno, fue a dar a las costas del Japón. En Japón, no les tenían confianza a los misioneros. Cuando ellos llegaron ahí no sabían qué les iba a pasar y así pasaron varios meses. Fray Felipe de Jesús se refugió en Meaco, donde los franciscanos tenían escuela y hospital. El 30 de diciembre todos los frailes fueron hechos prisioneros junto con un grupo de cristianos japoneses. Comenzó el martirio. El día 3 de enero les cortaron a todos la oreja izquierda. Luego emprendieron una marcha en pleno invierno, por un mes, de Tokyo a Nagasaki. El 5 de febrero, 26 cristianos fueron colgados de cruces sobre una colina en las afueras de Nagasaki. Los fijaron a las cruces con argollas de hierro en el cuello, en las manos y en las piernas. Los atravesaron con lanzas. El primero fue Felipe de Jesús. Murió repitiendo el nombre de «Jesús». Las argollas que debían sostenerle las piernas estaban mal puestas, por lo que el cuerpo resbaló y la argolla que le sujetaba el cuello comenzó a ahogarlo. Le dieron dos lanzadas en el pecho que le abrieron las puertas de la Gloria de Dios. Fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de julio de 1862. Estos mártires eran frecuentemente recordados por el Papa Juan Pablo II dando

San Felipe de Jesús, Protomártir de México, que llevaste tu espíritu generoso hasta el extremo del mundo, enséñanos a medir el valor exacto de las cosas; que nuestra patria vuelva a su antigua riqueza espiritual, y sea Dios el Señor de cada vida. San Felipe de Jesús, que aprendamos de ti a ser como el mundo nos necesita. ¡Glorioso Mártir Mexicano, ruega por tu Patria y por los que vivimos en ella!

a saber que su sangre no fue derramada en balde. Llegaron al cielo. Recuerda que el testimonio de los santos confirma el amor a Dios (CEC 313). El testimonio de estas personas nos puede ayudar a crecer en nuestra vida espiritual, en nuestra vida de fe.

Algo que no debes olvidar: San Felipe de Jesús es el protomártir mexicano. Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila. Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mataron. Murió repitiendo el nombre de “Jesús”.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.