“SCHREBERGARTEN” Paola Dávila
Locura y cordura (el cuerpo, la casa y el silencio) 0. Quizá, una de las preguntas que nos permite acercarnos al 3. A partir de una residencia en Austria, Paola comenzó una invespresente tiene que ver con las maneras en que generamos relatos, es decir: ¿Cómo y desde dónde es que articulamos una narrativa? ¿Qué fragmentos, comentarios, imágenes y palabras son las que nos permiten generar un enunciado? Narrar, ¿para qué, para quién? ¿Qué voz emite el relato? ¿Qué cuerpo lo contiene?
tigación que replanteó su manera de trabajar, lo que le ha permitido llegar hasta este punto: Schrebergarten. Si asumir los límites del habla es ya una posición respecto al lenguaje (no es posible decirlo todo), entonces podría pensarse que Paola ha estado trabajando desde ese lugar. Y desde el exquisito orden de jardines y casas (perfectas, solitarias) ha podido enunciar una manera en que el cuerpo se vincula/deriva de la concepción de orden que planteó Schreber: si todo ha de ser perfecto, la casa, el jardín, las flores y plantas; entonces un cuerpo debería ahí de responder a esa perfección, uno que se ordene de manera específica para embonar en ese paisaje donde no hay, humanamente hablando, ningún trastorno. Todo es orden aquí y ese orden es violento. Ese orden tendrá que vincularse a un cuerpo disciplinado.
1. La segunda mitad del Siglo XX podría considerarse la época de la crítica de los discursos, la época que reenmarca al sujeto desde su posición respecto a lo que se quiere decir y lo que se puede o no decir. No me refiero solamente a las ideas planteadas por el pensamiento filosófico francés sino a la manera en que asumimos los límites del habla, su relación con el deseo y las rutas en que se vuelve peligroso hablar. De ahí que podría pensarse en el relato contemporáneo como el lugar donde ha de generarse una especie de umbral, un eco o una fisura para pensar (pensarnos) 4. La historia de los saberes (y de las ciencias humanas) deja ver que es muy largo el camino a través del cual se han transformado críticamente. los cuerpos por la vía de aquello que Michel Foucault llamó la or2. Desde hace muchos años, Paola Dávila ha generado diversos topedia social. La invención de las máquinas y su extensión, hasta enunciados visuales desde la fotografía. Más allá de los límites au- las máquinas de castigo (aquellas que generaban un castigo no toimpuestos en términos temáticos (la casa, por ejemplo), dicho solamente eficiente sino objetivo en relación a la falta cometida), ya ejercicio le ha permitido articular preocupaciones y situar espa- dejaba ver que un nuevo cuerpo del individuo estaba sucediendo, cios: adentro, afuera, los límites entre uno y otro. Con el paisaje se estaba haciendo, para una nueva sociedad: la sociedad de como soporte: como extensión de una situación contenida en el las producción masiva y del consumo masivo. Pedagógicamenobjeto. Desde ahí, me parece que ha insistido en abrirse paso te hablando, había que transformar la currícula para poner en un dentro de otros ámbitos temáticos y dar con una voz propia en la sitio muy preciado todo aquello que tuviera que ver con la disciplina y, en consecuencia, con la producción de una subjetividad saturada narrativa fotográfica actual.
obediente, con un cuerpo resistente, fuerte y, paradójicamente, terriblemente dócil. De modo que esos cuerpos dóciles y bellos encontraran en la escuela, en la casa y en los espacios públicos, un lugar en el cual estar de manera armónica, es decir, sin faltar a la norma y a la normalidad impuesta. 5. Una larga historia. Máquinas, cuerpos… disciplina, castigo, vigilancia, ortopedia… conceptos que se sumaron para formar saberes específicos, modos de articular ideologías y una transformación de los lenguajes que habrían de referirse a lo mismo: la enfermedad o el trastorno mental, la indisciplina, la voluntad/no voluntad, deseos que gobiernan el alma, la sin razón y/o locura. Si la imperfección está contenida en nosotros, entonces es necesario abrir el espacio de la tecnología política del cuerpo para dar un orden a ese caos que nos habita, a fin que no escape a los mecanismos que la ciencia genera para contener, cuidar y excluir. Sea la escuela o el panóptico (o la escuela como panóptico), serán sólo algunos de los muchos lugares de vigilancia. Y permitirán construir espacios donde reine el orden, la escala perfecta, los cuerpos erguidos, los cuerpos sanos, los cuerpos fuertes, el carácter, la raza perfecta. Los otros, los que no caben en esta clasificación, estarán en condiciones de ser tratados, alineados, de enderezarles el cuerpo y la mente. 6. Si uno observa las casas/jardines que Paola fotografió en Austria y Suiza, si aísla esas imágenes en esta exposición, desde luego que regresamos a esos lugares que tanto investigó en otros proyectos con el afán de mostrar un patrón de deseo en la ideo-
logía de la clase media de nuestro país. Los lugares oníricos: la cama, las cobijas, las almohadas. Afortunadamente esa narrativa se vio afectada por otra. Por un cambio en la estructura y en el orden. Una manera de afectar su discursividad, para asumir una posición crítica al respecto, no sólo a la casa, sino a sus implicaciones ideológicas y políticas. Estos Schrebergärten desde luego que son lugares donde ha de ponerse el ejemplo de lo que es la belleza, el control, la subordinación de lo “natural” (¿acaso hay algo “natural” ahí?). Que nada escape a la mirada y que nada escape a la perfección. Si lo que vemos ahí es perfecto, es porque hay un cuerpo que puede controlarlo y entonces ese cuerpo debe ser perfecto también. No lo vemos en las fotografías de las casas, desde luego que no, no puede haber un cuerpo porque acabaría de inmediato con esa perfección o, por lo menos, con el deseo de la perfección. 7. Podríamos suponer (cinematográficamente hablando) que se trata de un set. En efecto lo es, pero no es el set de una película (de esa otra narrativa) sino la de un saber disciplinario. Abrir el espectro en esta serie de piezas, alejarse y tomar distancia, nos permite mirar el entorno del set, aquello que escapa a esa perfección y que tendrá que ser corregido. Incluir las gráficas del Dr. Schreber permite pasar a otro momento de esta narrativa, en donde se desdibuja la imagen fotográfica para pasar a la imagen didáctica, a la imagen que nos enseñará cómo corregir. Un cuerpo se ejercita. Un cuerpo sube. Un cuerpo baja. Un cuerpo hace fuerza. Un cuerpo se extiende. Un cuerpo será tensado. Será tratado. Será observado. Será medido. Será perfectible. Será fuerte.
Podrá medirse con un cuerpo enfermo, con una mente enferma. qué mecanismos visuales se articula? 8. Estar en el lugar del cuerpo que será corregido ¿es ponerse en el lugar de lo no normal, de la anormalidad? ¿Qué cuerpo es? 10. Dentro de los Schrebergärten la casa sigue siendo una casa (sólo que ahí siempre se está de visita). El cuerpo sigue siendo el ¿Qué cuerpo quiere ser? cuerpo (sólo que hay que trabajar permanentemente en perfec9. Copio aquí el título de uno de los libros del Dr. Schreber: Edu- cionarlo). Un jardín sigue pareciendo un jardín (y hay que desordecación para la belleza mediante el fomento natural y equilibrado narlo para que parezca ordenado). Luego, algo comienza a incodel crecimiento normal del cuerpo. Paola lo utiliza para nombrar modarnos, algo se salió de su norma. Se trata de un cuerpo que una de sus piezas. De izquierda a derecha: representación gráfica está siendo corregido. Habrá que llevarlo a su estado normal. Las de un hombre con las manos en la cintura que deja caer su bar- imágenes que presenta Paola, desde estas estructuras narrativas, billa hacia delante. Se insinúa, con el dibujo, que el ejercicio debe tienen algo de aquellas máquinas para ver (para vigilar) que tanto repetirse varias veces. Siguiente imagen. Al fondo de la fotografía comenzaron a gustar allá por el Siglo XVII y que aquí, en este mohay una casa, techo de dos aguas. Color ladrillo. Una pequeña mento de las vigilancias digitales, se democratiza todos los días. ventana y una puerta, un toldo desplegable ¿acaso se puede ver Luis Felipe Ortega algún imperfecto en la construcción? Ninguno. Siguiente imagen. Cd. Mx., noviembre, 2016. Un conjunto de flores, arbustos y algo que podría llamarse pequeños árboles. Hay un desorden que se antoja exquisito intervenido por un poste verde. Cuarta y última imagen. Un maniquí porta una “barbillera”, material de cuero perfectamente cosido, hebillas de acero. La correa hace un giro desde la frente hacia la nuca y de la parte superior del cráneo hasta la barbilla. El diseño es perfecto, impecable. Un hermoso instrumento para cuidar y precisar la posición del cuello. Vista al frente. Boca cerrada. La descripción de la pieza me hace pensar en lo lejos que puedo estar de nombrar lo que se está tensando ahí en términos de la estructura narrativa. Una vez cruzado el umbral de los elementos que la componen, me siento en condición de volver a preguntar: ¿De qué habla esta pieza? ¿De qué quiere hablar? ¿Qué es lo que se enuncia y bajo
Barbillera, del libro Educación para la belleza mediante el fomento natural y equilibrado del crecimiento normal del cuerpo. Schreber, D.G.M., 1958. 75 x 219 cm. Trípcitco. Impresión fotogrfáfica, 2016
Capítulo II. El segundo a séptimo año de vida. Edad de juego. Aspectos físicos. Movimiento. 75 x 214 cm. Tríptico. Impresión fotográfica, 2016
Casa de jadín. Modelos de la 01 a la 25. 80 x 120 cm. Impresión fotográfica, 2016
Schrebërgarten 75 x 95 cm. Impresión fotográfica, 2016
Cierre de mano en la parte posterior 4, 6, 8 veces. Sistema de formas de ejercicios especiales para El Pangymnastikon. Segunda etapa. Del libro El Pangymnastikon, D. G. M. Schreber. 1862. 75 x 144 cm. Tríptico. Impresión fotográfica, 2016
Correa para hombros, del libro Las posturas corporales y hábitos perniciosos de los niños, incluida una enumeración de meidas correctoras, D. G. M. Schreber, 1853. 75 x 201 cm. Tríptico. Impresión fotográfica, 2016
El Pangymnastikon. Todo el sistema a su vez en un solo dispositivo, sin necesidad de espacio, como el medio más simple para el desarrollo de la más alta fuerza muscular, conciencia corporal y empoderamiento. Para institutos escolares, casas y asociadiones de giro. Schreber, D. M. G. 1862. 55 x 159 cm. Tríptico. Impresión fotográfica y video, 2016
Gimnasia de sala médica e higiénica. Representación y descripción de los movimientos gimnásticos que, no exigiendo ningún aparato para su ejecución, pueden practicarse en todas partes y toda clase de personas de uno y otro sexo. Manueal ppopular. 75 x 157 cm. Tríptico. Impresión fotográfica y video, 2016
Máquina de estiramiento. Exclusivamente para fines ortopédicos. 55 x 131 cm. Tríptico. Impresión fotográfica, 2016
Proyección de la pierna adelante y atrás. Ejercicio indicado contra las afecciones crónicas, reumáticas y gotosas de la articulación del muslo con la cadera. 75 x 160 cm. Tríptico. Impresión fotográfica, 2016
Casa de jadín. 75 x 75 cm. Impresión fotográfica, 2016
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