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FALTA DE VISIÓN EN EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Alma Maldonadomaldonado
Alma Maldonado, doctora, investigadora y académica dedicada a los temas de políticas educativas y científicas, comparte su opinión crítica sobre la recién aprobada Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, y los retrocesos que tendrá en la educación superior de nuestro país.
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LA DOCTORA en Educación, Alma Maldonado, está “dedicada a estudiar la educación y las políticas educativas y científicas”. Es una mujer que le apasiona buscar retos físicos y esforzarse por ellos. “Me gusta hacer deporte, ponerme retos”. Es aficionada al llamado Rey de los Deportes, el béisbol, y fan de los Medias Rojas (Red Sox) de Boston, su equipo favorito.
Discutir y pensar la educación, son temas que le apasionan a Alma. Le gusta pensar “cómo la educación puede cambiar las vidas de las personas”. Sin romanticismos, señala, “no creo que la educación solucione todo, pero si es de las pocas cosas que tenemos para que las personas puedan desarrollarse y realizarse”.
La academia es un trabajo maravilloso
El interés de Alma Maldonado por los temas educativos surgió desde que era muy joven, cuando decidió estudiar Pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y le nace la inquietud de entender qué es la educación y cuáles son sus complejidades”.
Posteriormente, ya en la carrera su vocación por la academia y la investigación surgen “al ver a mis profesores que son académicos de la UNAM”. Con eso en mente, Alma inicia un largo recorrido para alcanzar su propósito.
Estudió en Estados Unidos “con una beca del entones Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), aho- ra Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT). Al concluir, comenta, “tuve que hacer un par de cosas para poder volver a México con una plaza de académica de tiempo completo”. Para ella, dedicarse a la academia es “realmente un trabajo maravilloso”. Aunque tiene sus bemoles “es un privilegio ser académica, dedicarte a eso. Siempre digo me pagan por leer, pensar, escribir, hablar y, eso, es un privilegio”.
El sinuoso camino de la academia
Realizar una trayectoria académica no es sencillo y Alma lo vivió justo al concluir sus estudios de postgrado. Platica que cuando termina sus estudios de doctorado y quiere volver a México, se encuentra con la realidad de que en su país “no había plazas” para iniciar su camino en la docencia.
“Entonces presento en Estados Unidos de Norteamérica, en la Uni- versidad Arizona” una solicitud en un concurso para un lugar como docente y gana su lugar “sin haber terminado” aún su tesis doctoral. Esta oportunidad le permitió “llegar a una nueva ciudad, mudarme, empezar una nueva vida, terminar la tesis y empezar a dar clases en inglés”.
El reto no era menor porque Alma “nunca había dado clases formalmente” y todo este proceso de su incorporación a la vida académica que tanto había buscado “fue muy rápido, muy precipitado, muchísima presión y creo que fue un gran reto que tuve”.
Confiesa que “haber trabajado como profesora en Estado Unidos, por seis años, fue como haber hecho otro doctorado porque realmente me formó mucho en la investigación, ser académica y profesora”.
Las desigualdades educativas, una constante en México
En el ámbito de la educación superior, comenta que como país no hemos es- tado a “la altura de responder con suficientes alternativas” en este nivel educativo a todas las personas jóvenes que buscaban formarse.
A su parecer, “hemos perdido el bono demográfico” que teníamos como país, por el “gran potencial por el número de jóvenes que se empezó a empujar” con las altas tasas de escolarización en los niveles previos –primaria y secundaria-. El aumento de la demanda en estos segmentos de edad no fueron correspondidos con políticas que los acompañaran en la educación superior.
“Me parece que hubo una falta de visión” en las políticas educativas del país. Reconoce que “nunca ha habido suficiente presupuesto para la educación con todo lo que se necesita, para poder formar a estos jóvenes y darles estas alternativas”. Pero ahora el gran problema es que las desigualdades educativas que “siempre han estado en el país” son más notorias y “se van seguir viendo”.
Menciona, como ejemplo, el debate de los nuevos libros de texto y el nuevo modelo educativo que impulsa el gobierno federal, al que denomina la Nueva Escuela Mexicana. “Veo que el resultado final va a ser ampliar más la brecha entre quienes estudian en escuelas privadas, que no van a tener que usar esos libros de texto; y los niños y las niñas que van a la escuela pública, que son la mayoría. Esa brecha se va haciendo más grande”.
Sistema educativo de calidad y flexible
Para Alma Maldonado en México “vivimos un estancamiento” en materia educativa. Afirma que “mientras no tengamos políticas de mediano y largo plazo, no veo cómo vamos a poder empujar la educación hacia una mejora y ofrecer una educación relevante y pertinente”.
Desde su perspectiva, el gran debate es precisamente que “tienes que ser muy flexible, ofrecer otras cosas. Ya no estamos en la época donde hay que memorizar todo” porque estamos en la época en que hay aplicaciones y dispositivos tecnológicos que traen toda esa información.
Licenciatura en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y Doctora en Educación Superior por el Boston College, EE.UU. Realizó una estancia posdoctoral en el 2008 en la Universidad de Oxford.
@almaldo2
Ahora lo que se requiere, asegura Maldonado, son “nuevas habilidades que tienen que ser enseñadas en la escuela. Pero esto no lo estamos discutiendo, estamos en un debate de los libros de texto ideologizados, mal hechos, mal diseñados, no pensados para los niños de las edades que debería de corresponder. Nos quedamos ensimismados en esos temas”.
Considera que “el actual gobierno tiende a no ver hacia fuera, querer pretender que si solo miramos hacia adentro nos va a ir mejor”. Algo con lo que Alma no está de acuerdo porque la evidencia señala que es importante observar lo que sucede en otros países y compararnos con las grandes potencias, particularmente en materia educativa.
Trayectoria
• Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
• Investigadora Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
• Editora del blog de educación de la revista Nexos llamado “Distancia por tiempos”.
“El resto del mundo está avanzando rápidamente en términos de tecnología, de innovación y creo que si no nos metemos a esa discusión vamos a quedar atrás, porque por supuesto que hay cooperación entre países, pero también hay competencia. Si no se ven las dos caras, va a ser muy difícil que podamos responder a retos que van a venir muy pronto y no vamos a tener la capacidad, la formación y los ciudadanos preparados para esos temas”.
Implicaciones de la nueva legislación en ciencia y tecnología
En mayo pasado, se aprobó la Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación. Una ley muy criticada por algunos sectores de la comunidad científica. Al respecto la investigadora Alma Maldonado señala que si bien la ciencia y la tecnología en el país no estaba en un gran lugar, se había desarrollado un trabajo científico y académico que se pretende olvidar. Existían instituciones que “se lograron consolidar con muchísimo dinero, esfuerzo, personas, disposición, etcétera”.
“El problema es que llega un nuevo gobierno que está totalmente en desacuerdo con esta visión y pueden ser capaces de destruir instituciones cuyo prestigio costó construir muchí - simo tiempo, como el CIDE y otros centros públicos de investigación” que están viviendo esa situación. Todo esto con el ánimo gubernamental de descalificar que las acciones de administraciones anteriores “todo fue neoliberal”.
Sin embargo, para Alma “no todas las políticas que se hicieron, produjeron resultados negativos. Por supuesto que hemos avanzado en algunas cosas, hemos consolidado otras”. Un ejemplo de ello era el sistema de evaluación de posgrados nacionales, que “no fue perfecto y sí generó problemas. Pero de ahí a no ver lo que sí funcionó y lo que sí hicieron estos programas, es negar totalmente la realidad”.
En cuanto a las implicaciones de la Ley, anticipa que “muchas cosas se van a terminar destruyendo, cambiando y no para bien”. Y todo lo que costó trabajo no se va a “volver a levantar, va a ser muy difícil, porque toma tiempo construir este tipo de instituciones y este tipo de programas”. ciencia no todo son recursos, pero una buena parte sí”.
Menciona que al comparar “leyes de ciencia que se hayan discutido últimamente” como en Argentina o España, “no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo aquí”. Alma Maldonado entiende que como país debemos tener una visión propia, pero es necesario observar las tendencias en el mundo y dialogar lo que está pasando en otras latitudes. Sin embargo, “estas visiones tan cerradas, tan ideológicas, tan falsas por los datos que sostienen, no sé a dónde nos van a llevar”, enfatiza.
Un aspecto que le preocupa a la Dra. Maldonado es el tema de las becas, porque fue una estudiante becada por el CONACYT y reconoce esa oportunidad que le brindaron. Sin embargo, la actitud de la directora del CONAHCYT, María Elena Álvarez- Buylla, que también se benefició de las becas ahora su actitud sea cerrar el paso a otras personas.
“No hay peor cosa en los estudios sobre desigualdad que las personas que logran entrar y cierran la puerta para que los demás no pasen. Y eso lo pienso directamente sobre la directora del CONAHCYT, que ella también tuvo una beca y ahora cierra la puerta de tal manera, entiendo es caro, por supuesto que es caro, pero hacer ciencia y tener una comunidad académica cuesta dinero porque es una inversión”.
Toda política y programa de gobierno en materia educativa requiere recursos. “No puedo hacer una nueva escuela mexicana si no le pongo dinero a la capacitación de los maestros para que realmente implementen el nuevo modelo educativo y lo aprendan y lo discutan. No puedo prometer que son mejores libros de texto, si de entrada va la promesa de que ahorre dinero porque salían muy caros. No puedes ahorrar en un libro de texto, hay cosas básicas en nuestra educación, en la ciencia misma, donde no puedes ahorrar”.
Notas
En el momento convulso por el cual atraviesa el tema de la educación en México, la Dra. Maldonado visualiza tres factores que se deben atender. Uno de ellos es que “las personas deben tener acceso a la educación, becas, posgrado, y acceso a modalidades distintas de educación”.
El segundo factor es “pensar en la calidad educativa. No es solo ir a la escuela, si no ir para aprender, para que uno obtenga habilidades y conocimientos relevantes para la vida”.
El tercer factor que se debe atender es “lograr mayor financiamiento. Si seguimos al ritmo como se está invirtiendo en educación y como se está invirtiendo a ciencia, realmente estamos condenados a quedarnos en donde estamos o más abajo”.
En relación al financiamiento, Alma Maldonado es contundente al señalar que “las acciones del gobierno se ven en los presupuestos”. No basta con declarar el interés por la educación, los gobiernos deben aportar recursos para demostrarlo. Admite que “en educación y en
Proyecto de Nación
El Proyecto de Nación de Alma Maldonado es un México “donde la gente que tiene una enfermedad no se tenga que morir porque no tiene acceso a la salud”. Que los recursos económicos de las familias y personas no marque la diferencia en el acceso a salud, ni en la educación.
“Lamento que en este gobierno que tanto habla de desigualdad, las políticas no está atacando el problema de fondo: no hay mayor política de ataque a la desigualdad que mejorar la calidad del sistema público de educación”.