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“VOY HACER LA DIFERENCIA”
Marcelo Ebrard Casaubon está decidido a convertirse en el próximo Presidente de México en el 2024. En exclusiva para Proyecto de Nación nos platica sus razones y motivaciones para impulsar la versión 2.0 de la Cuarta Transformación de nuestro país.
MARCELO EBRARD quiere ser Presidente de México en el 2024. Busca la presidencia porque “puedo hacer una diferencia, si no, no estaría aquí”. Asegura que tiene “elementos que aportar”, porque de lo contrario “para qué me presento. Sería puro ejercicio de vanidad”.
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Con todo lo que implica ser presidente de la República piensa que de no hacer “este esfuerzo”, se va “a quedar siempre con la idea de que debía haberlo hecho”.
Recuerda que esta situación ya la vivió cuando “me invitaron a ser secretario de seguridad” en el entonces Distrito Federal. En ese momento “pensé qué difícil es, pero si no lo hago el día de mañana voy a decir por qué no lo hice”.
Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó los perfiles de sus posibles sucesores en la Presidencia de la República, comúnmente conocidos como las “corcholatas”, el Canciller reconoció su legítimo interés por ser titular del Poder Ejecutivo Federal en el 2024.
A partir de ese momento, sin descuidar su trabajo como secretario de Estado, el ex Jefe de Gobierno de la capital mexicana se ha dedicado a recorrer el país y plantear su proyecto político en caso de ser candidato presidencial.
Como en toda su carrera política, Marcelo es un político y funcionario público dispuesto a aceptar los retos, por más desafiantes que estos sean. “Es un reto para el que te preparas. Es como una operación de alto grado de complejidad. Siempre digo que si fuese médico sería de urgencias, no tendría consultorio, nunca. Todo el tiempo estaría atendiendo operaciones complejas”.
Marcelo Ebrard sabe que el camino a la Presidencia de la República en el 2024 se construye con el apoyo de la gente. El método de selección de candidatura elegido por su partido será a través de la encuesta, la cual eventualmente se llevará a cabo entre los meses de agosto y septiembre.
“En esa encuesta te van a preguntar quién quieres que represente a MORENA, que es el partido en que yo estoy, para el año que entra esté registrada o registrado como candidato. Entonces puedes participar en la encuesta y dar tu opinión”.
Además, el propio Ebrard ha propuesto “que haya debates, he planteado que nos separamos del cargo antes y que la encuesta sea muy simple, que te pregunten quién quieres que sea” la persona candidata a la Presidencia de la República.
PERFIL
Nace en la Ciudad de México el 10 de octubre de 1959. Licenciado en Relaciones Internacionales por el Colegio de México y un posgrado en Administración Pública por la École Nationale d’admistration (Escuela Nacional de Administración) en Estrasburgo, Francia.
El camino de Marcelo Ebrard
En las últimas cuatro décadas, el nombre de Marcelo Ebrard ha estado presente en momentos claves de la política mexicana. Reconocido por sus habilidades políticas en las negociaciones y su capacidad de encontrar soluciones a problemas complejos, el Canciller ha participado directamente en eventos de alta tensión política
Desde la reconstrucción de la Ciudad de México después del terremoto que sacudió a la capital en 1985, las negociaciones con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994 que encabezó su amigo y mentor, Manuel Camacho Solís y su lucha como diputado federal por tratar de frenar lo que considera un despojo a la nación como lo fue el rescate bancario de 1995.
El camino que Marcelo ha construido en estas cuatro décadas le permiten aspirar al máximo cargo de la República. El secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México tiene una amplia trayectoria. “Llevo 42 años preparándome para esto. Mi primer objetivo fue gobernar la Ciudad de México. Lo hicimos con un buen resultado, a juzgar por lo que fueron las elecciones del año 2012 cuando yo salí. Salimos con más votos que cuando entramos al gobierno”.
En su carrera política y como servidor público “he vivido situaciones muy difíciles en cuanto a adversidades del país y de la Ciudad de México. Tengo, sin duda, elementos que aportar”.
Marcelo por Marcelo
El 21 de marzo pasado, el secretario Marcelo Ebrard presentó su libro El camino de México en el que presenta un “autorretrato” en el que comparte “quién soy esencialmente y qué pienso para México en los próximos años”. Además de ser una autobiografía, el libro relata episodios que marcaron la vida política de la Ciudad de México y del país.
En esta introspección, el Canciller relata los hechos que marcaron su vida y que le permitieron entrar al mundo de la política, conocer y trabajar con su mentor Manuel Camacho Solís y compartir un proyecto político con el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Con el actual mandatario mantiene una relación política y personal desde hace más de 23 años. Desde que Ebrard fue secretario general del entonces Departamento del Distrito Federal cuando Manuel Camacho Solís fue regente. Luego, en la elección de la Jefatura de Gobierno del DF en el 2000 declinó a favor de López Obrador.
Posteriormente, no solo fue su secretario de Seguridad Pública y Desarrollo Social, sino quien lo sucedió en el gobierno capitalino en el 2006. Se mantuvo firme en el movimiento obradorista que acusaba de fraude electoral y apoyó su gobierno legítimo en el sexenio de Felipe Calderón, a pesar de las presiones que buscaban confrontarlos. Incluso, dejó de lado sus aspiraciones presidenciales en el 2012 para que Andrés Manuel buscara por segunda ocasión la presidencia de la República.
A lo largo del libro, nos comparte su infancia, la influencia de abuela en su visión de México, su rebeldía estudiantil en la que nació su vocación política y social, así como su formación profesional y política.
Retomando un idea de Jesús Reyes Heroles, para Marcelo Ebrard “un político debe tener tres C: corazón, cabeza y carácter”. Corazón "para entender intereses superiores a los egoístamente individuales; Cabeza para obrar con frialdad, eludir muchas asechanzas, saber eludir trampas; y Carácter, porque hay gentes con mucha cabeza y con mucho corazón, pero que no tienen carácter, y el carácter en política es muy importante: tener carácter para saber que lo pueden insultar a uno, que lo pueden calumniar a uno, y nunca perder la cabeza”.
Con una estructura cronológica de su vida y carrera política, en poco más de 300 páginas Marcelo no solo describe los cargos que ha ocupado, sino los retos que ha enfrentado y las batallas que ha librado en muchos espacios de la vida pública de México. Al finalizar, cierra con un mensaje prometedor: “México tiene una oportunidad de oro y yo podría encabezar mejor lo que podríamos denominar la década ganadora para nuestro país, entre 2024 y 2034”.
Cuarta Transformación 2.0
El proyecto de Marcelo Ebrard se puede resumir en lo que denomina “La Cuarta Transformación 2.0”. Esto implica reconocer los avances que se han logrado hasta ahora e identificar lo que tienes que hacer para consolidar el proyecto de la llamada “4T”.
En primera instancia, señala Marcelo, es “aprovechar el esfuerzo político que hay, que nos favorece. Creo que podemos aspirar a tener una tasa de inversión extranjera muy importante. Por lo tanto, la opción de crecimiento de México por primera vez, yo diría en lo que va del siglo, es realista viendo los flujos financieros internacionales que vengan de fuera y otra parte de México”.
De acuerdo con el secretario, una de los aspectos más rescatables para su versión 2.0 de la Cuarta Transformación es “plantear que la corrupción debe estar lejos de la esfera pública”. De igual forma, señala, seguir aumentando la capacidad de recaudación por parte del gobierno porque es muy favorable en este momento.
Por otra parte, “hay todo un basamento de programas sociales a gran escala. Esas transferencias las tienes que mantener y acrecentar”, de lo contrario “no lograremos el objetivo”.
Asimismo, Ebrard enfatiza la importancia del vínculo con el sector privado. “Trabajar muy de cerca con el sector privado en todas sus acepciones. Todo lo que es innovación, accesos a servicios financieros”. Un aspecto que resalta es “trabajar para que sea mucho más sencillo para cualquiera que emprenda alguna actividad en México, le vaya bien. Ese es el objetivo”.
Advierte que de no atender este vinculo con el sector privado, “¿cómo vas a tener más recursos para cerrar la brecha social? Sería impensable”.
Seguridad, movilidad social y desarrollo económico
Uno de los pilares de su versión 2.0 es la seguridad. De acuerdo con los datos actuales del INEGI, señala en la entrevista, se muestra una mejoría en materia de seguridad pública. “Nos cuesta trabajo a veces aceptar mejoría porque hemos sufrido muchos años, pero la tendencia que muestra es favorable, entonces ahora hay que llevarlo a su máxima expresión”.
Cabe recordar el paso de Marcelo por la Secretaría de Seguridad del DF en el gobierno de López Obrador. Como señala en su libro, cuando llegó a la dependencia encontró una “policía mal preparada, era un cuerpo desordenando y sus integrantes tenían pocas oportunidades de ascender por mérito”.
Además de terminar con la corrupción, su propuesta fue modernizar a las fuerzas de seguridad, cambiando el enfoque de que la “seguridad no es un problema policial, sino gubernamental”. Con el apoyo del entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, lograron aumentar “exponencialmente la efectividad del Estado por hacer valer la ley y dominar el espacio público, se redujeron consistentemente los índices delictivos y se expandió un nuevo sentimiento de seguridad”.
El segundo pilar es “cerrar la brecha de desigualdad en México. Para eso hay que hacer muchísimas cosas”. Para ello, señala, “primero es desmontar las estructuras que impiden avanzar en igualdad de oportunidades y perpetúan desigualdades e ineficiencias, empezando por la capacidad de recaudación del Estado y las distorsiones regulatorias y normativas que encarecen la competencia y dificultan enormemente la movilidad social”.
Para ello se requiere “la construcción de un sistema de salud universal, el más avanzado y amplio de Latinoamérica; elevando el promedio de las universidades del país ara mejorar sus lugares en los rankings internacionales (hoy solo la UNAM se encuentra entre las primeras 300 de 2500 evaluadas). Todo esto sin perder de vista la conciencia ecológica y la ampliación de las libertades y derechos de los mexicanos”, escribe en su libro.
En la propuesta de Marcelo Ebrard la expansión de las clases medias es fundamental como “fin último de toda política de izquierdas en México”. Por ello, pretende acelerar la movilidad social de las familias mexicanas a partir de “planes integrales de educación y salud universal, gratuita y de calidad, y de un trabajo en mancuerna con el sector privado para elevar los salarios de los trabajadores vinculado al aumento de su productividad”, señala.
La propuesta de país que propone Marcelo es impulsar nuestro desarrollo económico. Está convencido que “podemos aumentar el valor de la economía mexicana, no solo porque recibamos inversión del exterior que está sucediendo, pero va a suceder a una escala mucho mayor, sino que tu capacidad de innovación, el promedio de tus instituciones de educación superior, sea muy superior a lo que tienes ahora. Es ahorita que hay que hacerlo porque tu promedio de edad es de 29 años en el país, después ya no hay tiempo”.
En su libro, Marcelo abunda sobre esta oportunidad que tiene México y que como presidente no va a desaprovechar.
“México está primero en la lista de las opciones de miles de millones de inversión”, esto debido a que como país somos la “opción de mediano plazo de inversión extranjera más potente en el mundo”.
Las razones son:
1) Logística, “las grandes tendencias del comercio internacional hacen hincapié en que el siguiente paso de la globalización son las cadenas productivas regionales”.
2) Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá “más moderno y con mejores ventajas competitivas”.
3) Empleados con alta productividad
4) Bono demográfico, “una cuarta parte de nuestra población tiene entre 15 y 29 años (31.5 millones de personas).
Erradicar la pobreza
Un problema que afecta al país es la pobreza. Para Marcelo, la propuesta de desarrollo económico que tiene contribuye a erradicar este problema social. “Vas a tener ingresos suficientes para hacerle frente a todo el tema de pensiones y otras presiones fiscales. Y al mismo tiempo reducir sobre todo los 13 millones que tenemos en pobreza extrema”.
Al respecto, en el libro señala una anormalidad que hemos vivido como país. “México no puede seguir siendo el quinto exportador mundial de vehículos y uno de los principales socios de la economía más grande del mundo y tener pobreza extrema”. Terminar con la lacerante pobreza en la que aún viven millones de familias mexicanas “es un imperativo ético y es aún más acuciante porque es imposible lograr ese destierro”.
Este modelo que propone Ebrard incide no solo en el combate a la pobreza sino a la seguridad pública. “La seguridad tiene que ver con cuál es la certidumbre de la sanción que disuade el comportamiento negativo hacia los demás. Entonces eso es una parte y la otra es la adhesión a las normas”.
Recuerda que cuando fue Jefe de Gobierno en la capital, “logramos muy buenos resultados con esos dos pivotes: certeza en la sanción y respaldo a la adhesión a las normas que se llamó cultura de la legalidad”.
Estado de Derecho y polarización
El canciller considera que “el Estado de derecho que tenemos es muy contradictorio. Vamos a partir de ahí. Sí tenemos que llevar el 2.0 cualitativamente, porque las normas no son solo contradictorias sino confusas”.
Un ejemplo de lo anterior es el propio gobierno. Desde su perspectiva, “el gobierno es un gobierno colegiado para todo, sin responsables claros, salvo en lo enunciativo. Entonces cualquiera tiene poder de veto, pero además sin responsabilidad”. Añade, “tienes normas totalmente contradictorias en los objetivos que tienes. Lo que yo pensaría es que necesitamos organizarlo bien para hacer más fácil su cumplimiento y supervisión”.
En cuanto a la polarización social, el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, acepta que “la polarización nos va a acompañar, queramos o no, porque es la tendencia hoy. Por muchas razones”.
Sin embargo, señala, “creo que lo que necesitaremos hacer si vas a tener un escenario de crecimiento económico mayor y todo lo que acabo de describir, tienes que contribuir a reducir las tensiones. Pero la polarización puede ser que siga existiendo, pero no necesita ser la estrategia principal de un gobierno”.
Al concluir la entrevista, Marcelo Ebrard transmite esa sensación de quien está convencido de lo que quiere en la vida, y ser Presidente de México en el 2024 es una de ellas.
Posibilidades
Gobierno SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES
Martha Delgado Peralta
Ex Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos