Ánforas tipo Tiñosa: Análisis de la caracterización químicomineralógica y su perspectiva histórica

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Avances en Arqueometría 2003 EDITORES: Mª José Feliu Ortega Joaquín Martín Calleja Mª Carmen Edreira Sánchez Mª Concepción Fernández Lorenzo Mª Pilar Martínez Brell Almoraima Gil Montero Rodrigo Alcántara Puerto

Colabora:


AVANCES EN ARQUEOMETRÍA 2003

© 2004 Servicio de Publicaciones. Universidad de Cádiz., pp. 183-198

Ánforas tipo Tiñosa: Análisis de la mineralógica y su perspectiva histórica

caracterización

químico-

Carretero Poblete, P. A.1; García Giménez, R.2; Feliu Ortega, M. J.3 1

Dpto. Historia Antigua. Universidad Complutense de Madrid Madrid. España.

2

Dpto. Química Agrícola, Geología y Geoquímica. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. España. E-mail: rosario.garcía@uam.es

3

Dpto. Química Física. Universidad de Cádiz. 11510 Puerto Real. Cádiz. España. E-mail: mariajose.feliu@uca.es

Palabras clave: Ánforas, Tiñosa, fenicio-púnicos, dispersión, producción, comercialización, tipos de pasta, arqueometría.

Introducción

Mediterráneo (Mañá-Pascual A-4=T-11.2.1.2.).

En el yacimiento arqueológico del Cabezo de la Tiñosa (Lepe, Huelva), presentado en 1978 en la revista Huelva Arqueológica (Belén Deamos y Fernández Miranda 1978, pp.197-281), se mostraron una serie de elementos significativos del ámbito púnico-turdetano que fueron explicados en su mayor parte como una factoría de salazones. Entre los amplios materiales que destacaban, típicos del área turdetana de las campiñas de Huelva y de Cádiz, estaban una serie de ánforas que no eran muy conocidas hasta el momento, nos estamos refiriendo a los tipos anfóricos clasificados como Carmona, conocidos por las excavaciones en Carmona y Cerro Macareno, donde eran muy abundantes (Pellicer 1978; tipo T8.2.1.1., Ramón 1995) y Tiñosa (T-8.1.1.2., Ramón 1995). Es en este último tipo, que se documentaba de forma clara por primera vez en la intervención señalada en Huelva, en el que vamos a centrar nuestro estudio (figura 1).

Las ánforas tipo Tiñosa Lo que nos llevó a centrarnos en el estudio de las ánforas conocidas como tipo Tiñosa (T-8.1.1.2., Ramón 1995) fue el apreciar cómo en el siglo IV a.C., y coincidiendo con la llegada de aportes poblacionales del Norte de África a las áreas turdetanas del sur de la Península Ibérica (Domínguez Monedero 1987; López Castro 1992), aparecían una serie de ánforas desconocidas hasta entonces y que no son evoluciones de ningún tipo conocido, como es el caso de las ánforas Carmona y Tiñosa. A partir de este momento elegimos las ánforas Tiñosa para comenzar un rastreo sistemático de este tipo por todo el sur Peninsular, documentando un número total cercano a los 300 ejemplares, en los yacimientos que nos fue posible estudiar (en otros, como el poblado de la Sierra de

No han sido muchas las conjeturas que se han hecho con respecto al posible origen de este tipo anfórico y mucho menos sobre los centros de dispersión, redes comerciales o productos comercializados en ella. Esto muchas veces se ha debido a que la investigación se ha centrado en estudiar ánforas mucho más antiguas de los primeros asentamientos fenicios y sin una gran variedad tipológica (R-1=Ánfora de Saco=T-10.); mientras que con respecto a las ánforas coetáneas a las que son objeto de estudio aquí, es tanta la variedad tipológica en los siglos IV-III a.C., que son pocos (por no decir mínimos) los tipos que se han analizado en profundidad, sobre todo porque durante muchos años solo se estudiaban las ánforas que (en teoría) llevaban salazón a todo el Figura 1. Ánfora tipo Tiñosa.

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San Cristóbal estimamos que su número supera esa cifra). Tras nuestras investigaciones pudimos trazar un mapa de dispersión de las ánforas del tipo Tiñosa, que aparecen por toda la mitad sur Peninsular desde Cap Negret (Sala, informe arqueológico) en Alicante hasta la desembocadura del río Arade (Dias Diogo et al. 2000) en el extremo occidental de Algarve portugués, dándose las mayores concentraciones de estos recipientes en las áreas púnico-turdetanas de Cádiz, Huelva y Algarve (Portugal), aunque eso sí, diferenciando entre zonas de producción de los recipientes y del contenido y zonas de consumo y redistribución. La gran concentración de estas piezas (tanto Tiñosa como Carmona) en la Campiña Gaditana (González 1987a y 1987b), nos hizo pensar que se podrían estar fabricando en esta zona, sobre todo porque los análisis de contenido también nos ratificaban el envasado en estas piezas de una serie de productos agrícolas que para época turdetana ya están siendo explotados de forma intensiva en esta Campiña tan fértil. Nuestras sospechas se vieron en parte ratificadas al analizar una serie de dolia del asentamiento romano de Los Prados de Montegil (González y Ruiz 1999), en plena Campiña Gaditana a medio camino entre Jerez y Trebujena, y certificar los análisis tanto mineralógicos como químicos que los materiales de fabricación de estas piezas romanas eran idénticos con respecto a las ánforas Tiñosa. Por lo que a pesar de no haberse localizado aún los posibles hornos de fabricación (mientras que el yacimiento de Los Prados si muestra una serie de hornos donde se fabricaron sus dolia), sería complicado que durante tantos siglos de diferencia y en diversos lugares de la Campiña se trajera la arcilla de fuera para fabricar cerámica, siendo más lógico que la arcilla que constituye esas piezas del interior provenga toda de una fuente cercana.

Durante varias campañas recogimos una serie de muestras de ánforas tipo Tiñosa (58 en total), muy distantes entre sí, gracias a la colaboración de los arqueólogos que realizaron las excavaciones correspondientes y con la ayuda de los museos donde estaban depositadas las piezas. La relación de piezas recogidas y analizadas es la mostrada en las Tablas 1 y 2 y Figura 2, para las piezas identificadas con total seguridad como Tiñosa. Al mismo tiempo, ante la imposibilidad de localizar los posibles hornos de fabricación y para descartar y delimitar áreas de producción de las ánforas Tiñosa, optamos por tomar una serie de muestras selectivas de ánforas de los alrededores de la zona (Campiña Gaditana) en la que presumiblemente se estaban envasando estas ánforas y que por motivos lógicos de abaratar gastos en el transporte, tanto de la arcilla como de las cerámicas torneadas, entendíamos que no podía estar situado muy lejos. Por este motivo, recogimos una serie de muestras de otros tipos anfóricos de yacimientos de los alrededores, tanto de época coetánea como posterior, para comparar los diferentes tipos de pasta. Las muestras tomadas fueron un total de 18, de diversa tipología, distribuidas tal y como se aprecia en las Tablas 1 y 2 y Figura 2.

Metodología: En cuanto a la metodología empleada y los análisis efectuados, hemos de señalar que no se presentan aquí nuevos métodos ni técnicas analíticas, más bien pretendemos una nueva visión de la interacción entre las metodologías HistóricoArqueológicas y las Químico-Mineralógicas. Para poder aproximarnos correctamente a las características de un centro de producción cerámico, creemos que es imprescindible realizar el estudio de numerosos ejemplares cerámicos de ese entorno.

Figura 2. Dispersión de las muestras de ánforas analizadas para este estudio. Dentro de los símbolos aparece el número de ánforas analizadas de cada tipo.

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La metodología que hemos seguido en el análisis de las ánforas del tipo Tiñosa ha sido la observación de las matrices cerámicas con lupa binocular en primer lugar; análisis por Difracción de Rayos X; Espectroscopía de Absorción Atómica y Microscopía Óptica de Polarización. Mediante estas técnicas pretendemos reconstruir la distribución geográfica de las ánforas y determinar el área de producción de las mismas. Los análisis fueron realizados por la Profesora Rosario García en su laboratorio de la Universidad Autónoma de Madrid. Empleamos el método natural para observar las pastas cerámicas mediante el examen con Lupa Binocular de 10 aumentos, pero este examen da poca información sobre los granos y por ello es preciso identificar con más detalle los minerales y fragmentos de roca presentes en la pasta, para lo que empleamos el Microscopio de Luz Polarizante (Tabla 1), un método utilizado frecuentemente en Petrografía. Se realizó este método porque entendemos que en una pieza cerámica la identificación de los granos que constituyen la fase arenosa permite definir la composición mineralógica fija para cada ejemplar y, con un número elevado de ejemplares, la descripción de la asociación mineralógica nos sirve para clasificar los minerales en orden de abundancia y por los minerales accesorios. En el análisis por Difracción de Rayos X (Tabla 2), son los Rayos X los que se producen por el bombardeo de un haz de electrones sobre un ánodo de metal puro y se emiten a través de una ventana fina de un metal ligero (generalmente berilio o aluminio) que no absorbe fuertemente los Rayos X. Estos rayos tienen longitudes de onda entre 0.02 y 0.2 nm. Las ondas más cortas las conocemos como “duras” y son las de mayor energía, mientras que las de mayor longitud se llaman “blandas” y son de menor energía, absorbiéndose fácilmente. El método del polvo empleado usa las reflexiones de todos los planos del cristal, se obtiene moliendo el mineral hasta que alcanza un tamaño de polvo impalpable (<2 micras), para luego tratar el polvo resultante mediante los métodos siguientes: colocado en un capilar de vidrio de 0.2 mm de diámetro; pegado a una fina fibra de vidrio que previamente se moja en alcohol; compactándolo con goma para obtener una pastilla manejable. Mediante estas técnicas, al ser fino el polvo, hay una cierta cantidad de granos en cualquier dirección, además para asegurarnos de que los granos están en todas las orientaciones posibles

expuestos a los rayos X se suele girar la muestra lentamente mientras es irradiada. A continuación, se mide la intensidad de los rayos difractados en cada momento en los difractogramas de papel. La muestra de polvo compactado gira mediante un goniómetro a razón de un grado por minuto, desplazando el papel a la misma velocidad. Un sistema gráfico nos muestra sobre el papel la intensidad de la radiación recogida por el detector en cada momento, dibujándose así el difractograma para todos los ángulos de coincidencia. En todas las muestras realizadas mediante esta técnica hemos hecho diagramas de polvo en un difractómetro PHILIPS PW-1035, con radiación de cobre y filtro de níquel, recogiendo el difractograma a una velocidad de dos grados por minuto e indicándonos anfíboles (8.32Å), cuarzo (4.24Å), filosilicatos (4.53Å), feldespatos (3.22Å y 3.18Å), calcita (3.03Å), piroxenos (2.99Å), dolomita (2.94Å) y hematite (2.88Å) (Brindley y Brown 1980). Por último, el análisis mediante la técnica de Espectroscopía de Absorción Atómica (Tabla 3), se realizó para conseguir la determinación de los elementos químicos mayoritarios y minoritarios. Para ello pusimos las muestras en una solución, procediendo a molerlas en un mortero de ágata para reducirlas a tamaño fino. Sobre cada muestra se realizó un ataque con ácido fluorhídrico en vaso de teflón, calentado el baño de arena hasta que se secara. A continuación pusimos la muestra en solución con agua regia y por último la enrasamos con agua destilada ligeramente acidulada, procediendo a la medida por Espectrometría de Absorción Atómica (AAS). Estos análisis AAS fueron realizados en un espectómetro PERKIN ELMER 503, determinando: calcio, magnesio, aluminio, cinc, plomo, níquel, hierro, manganeso, cobre, cromo y titanio; mientras que el sodio y el potasio fueron medidos por emisión de llama y la sílice se determinó por diferencia.

Conclusiones Tras la analítica realizada mediante las diferentes técnicas descritas, podemos dividir las muestras analizadas en dos familias (exceptuando el dolium T-57, que se saldría de ambos grupos): una formada por pastas de arcillas verdosas (esmectita) y otra formada por pastas de arcillas castañasrojizas (ilita), fácilmente reconocibles al microscopio:

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dolomita, posiblemente debido a la excesiva concentración de restos de caparazones de animales (fósiles), asociado a las características de las tierras albarizas que dominan la Campiña Gaditana. Relacionado con esto último tenemos la muestra T9 de los Garciagos (Cerro Naranja, Jerez), donde aparece muy concentrada Variscita, un fosfato que suele recubrir la parte interior de los fósiles. La existencia de hematita nos estaría indicando presencia de óxidos de hierro como especie mineral; mientras que la aparición de piroxenos y anfíboles está relacionada con la sedimentación propia de la Campiña Gaditana.

Figura 3. Diagrama Carbonatos-Silicatos-Filosilicatos

Dentro de la familia compuesta por pastas de arcillas verdosas (esmectita) tendríamos las muestras claramente identificadas como del tipo Tiñosa, procedentes tanto de entornos de producción como serían Los Garciagos (T-1, T-3, T-4, T-5, T-7, T-49), San Cristóbal (T-50 y T-51, estas dos piezas fueron recogidas en un examen superficial de la zona), Mesas de Asta (T-14) o Espera (T-28); así como otras procedentes de centros donde llegarían para ser redistribuidas o para consumir su contenido, tal es el caso de las muestras de Cádiz (T-23, T-24 y T-25), Castro Marim (T-36), Cap Negret (T-29) y los dolia romanos recogidos en un examen superficial de Los Prados de Montegil (T-51. T-53, T-54 y T-55). Con respecto a la familia de arcillas castañasrojizas (ilita), se corresponde con las muestras identificadas como ánforas del tipo Mañá-Pascual A-4 (T-11.2. de Ramón), recogidas por ser coetáneas a las del tipo Tiñosa, aunque suponemos que fabricadas en otros puntos de la Bahía Gaditana y para el envasado de otro tipo de contenidos. Se concentran en las muestras tomadas de yacimientos de la propia ciudad de Cádiz (T-19, T-20, T-21, T22). Esto nos estaría indicando que los focos de producción de las ánforas Tiñosa son diferentes a los de ánforas tipo Mañá-Pascual A-4, aunque los lugares de llegada para su redistribución y consumo fueran los mismos por lógicos motivos comerciales. Con respecto a los análisis mineralógicos por Difracción de Rayos X, estas 57 muestras nos indican que son pastas arcillosas con carbonatos, algunas de ellas en proporciones que sobrepasan el 10%. Todas presentan feldespatos en proporciones variables y en especie mineralógica (potásico, calcosódico). Destaca en algunas la existencia de

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Al representar la composición mineralógica en un diagrama triangular Carbonatos-SilicatosFilosilicatos, apreciamos como las muestras correspondientes a ánforas del tipo Mañá-Pascual A-4 y los dolia romanos, son diferentes al resto (figura 3). Las ánforas debieron de sufrir unas condiciones de cocción reductora-oxidante, donde es posible que las piezas tuvieran una primera fase de cocción en atmósfera reductora para pasar a un posterior enfriamiento al aire libre, de forma que el oxígeno entraría en el horno provocando una cocción en atmósfera oxidante y confiriendo a la pared exterior el tono anaranjado característico de estas piezas. También es muy posible que todo este proceso se realizara de una sola vez al cocerse las piezas en horneras al aire libre, confiriendo ese color característico tanto al exterior como al interior de las piezas por la entrada de oxígeno. La existencia de las dos arcillas reconocidas en el conjunto de las piezas (esmectita e ilita) nos indican que las piezas no alcanzaron una temperatura de cocción superior a los 850-900 ºC. Por último, presentan en su conjunto las ánforas tipo Tiñosa una textura regular, con una arcilla de mediana calidad, como corresponde a un envase anfórico, donde no se cuida en exceso la terminación del recipiente, ya que lo que importa es el contenido y las condiciones en las que se almacene éste. Tampoco se cuidan mucho los desgrasantes externos añadidos, que son de tamaño medio y redondeado, donde abundan a simple vista los cuarzos y sobre todo grandes nódulos de calcita que generan vacuolas considerables en las piezas. La casi totalidad de las piezas conservan en el exterior restos de un engobe amarillento– blanquecino, que caracteriza estas ánforas (y muchas del tipo Mañá-Pascual A-4), aplicado con la finalidad de proteger el contenido de la porosidad de la cerámica y aislarla de los agentes externos. Al tiempo, no existe en ninguna de las piezas analizadas restos de algún recubrimiento de las paredes internas, lo que nos da unas ligeras pistas sobre el posible contenido de estos


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cargamentos. Como conclusión a todo el estudio hemos podido comprobar cómo las piezas más alejadas, tanto las de Cap Negret (Alicante) por el extremo oriental, como las de Castro Marim (Algarve) por el extremo occidental, del posible foco de producción (Campiña Gaditana), así como de los puntos intermedios del sur Peninsular, tienen la misma

composición. Con lo que podemos decir que todas las ánforas del tipo Tiñosa analizadas para este estudio procederían de los mismos centros de producción de la Campiña Gaditana: Mesas de Asta-San Cristóbal-Cerro Naranja-Espera, con las implicaciones económicas, comerciales y sociales que ello supone para el siglo III a.C. y que no vamos a analizar aquí.

Tabla 1. MUESTRA

YACIMIENTO

TIPO

LÁMINA DELGADA

DIBUJO

Ánfora Tiñosa T-1

(T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa T-2

(T-8.1.1.2.)

No

Ánfora Tiñosa T-3

Ánfora Tiñosa T-4

(T-8.1.1.2.) Ánfora Tiñosa

T-5

No

(T-8.1.1.2.)

Cerro Naranja-Los

(T-8.1.1.2.)

No

No

No

Garciagos (Jerez de la Frontera, Cádiz) T-6

Ánfora Tiñosa (T-8.1.1.2.)

No

Ánfora Tiñosa T-7

(T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa T-8

(T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa T-9

T-10

(T-8.1.1.2.)

No

No

No

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

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MUESTRA

YACIMIENTO

TIPO

LÁMINA DELGADA

DIBUJO

Ánfora Tiñosa

T-11

No La Calerilla (Jerez de la Frontera, Cádiz)

T-12

(T-8.1.1.2.) Ánfora MañáPascual A-4

No

(T-11.2.) Ánfora Tiñosa

T-13

No Regajo

(T-8.1.1.2.)

(Jerez de la Frontera, Cádiz) Ánfora Tiñosa

T-14

(T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa

T-15

No (T-8.1.1.2.) Pza. Asdrúbal (Cádiz) Ánfora Tiñosa

T-16

No (T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa

T-17

No (T-8.1.1.2.) Ánfora Tiñosa

T-18

No (T-8.1.1.2.)

Ánfora MañáT-19

Pascual A-4 (T-11.2.) Cuarteles de Varela (Cádiz)

T-20

Ánfora MañáPascual A-4 (T-11.2.) Ánfora Mañá-

T-21

Pascual A-4 (T-11.2.) Ánfora Mañá-

T-22

Pascual A-4 (T-11.2.)

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No

No


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MUESTRA

YACIMIENTO

C/ García Camera T-23

TIPO

LÁMINA DELGADA

DIBUJO

Ánfora Tiñosa No

(Cádiz) (T-8.1.1.2.)

Avda. Ciudad de Santander T-24

Ánfora Tiñosa

(Cádiz) (T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa

T-25

(T-8.1.1.2.) Avda. Ciudad de Santander T-26

(Cádiz)

Ánfora MañáPascual A-4

No

No

(T-11.2.) Ánfora Tiñosa

T-27

No (T-8.1.1.2.) La Esperilla

T-28

Ánfora Tiñosa

(Espera, Cádiz) (T-8.1.1.2.)

Cap Negret T-29

Ánfora Tiñosa

(Altea, Alicante) (T-8.1.1.2.)

Castro Marim T-30

(Algarve, Portugal)

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-31

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-32

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-33

Ánfora Tiñosa (T-8.1.1.2.)

T-34

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

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MUESTRA

YACIMIENTO

TIPO

LÁMINA DELGADA

Ánfora Tiñosa

T-35

No (T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa

T-36

(T-8.1.1.2.)

Castro Marim T-37

(Algarve, Portugal)

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-38

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-39

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-40

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-41

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-42

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-43

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-44

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-45

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

T-46

Ánfora Tiñosa No (T-8.1.1.2.)

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DIBUJO


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MUESTRA

YACIMIENTO

TIPO

LÁMINA DELGADA

DIBUJO

Ánfora Tiñosa

T-47

No (T-8.1.1.2.)

Ánfora Tiñosa

T-48

No (T-8.1.1.2.)

Cerro Naranja-Los T-49

Garciagos

Ánfora Tiñosa

(Jerez de la Frontera, Cádiz)

(T-8.1.1.2.)

No

Ánfora Tiñosa

T-50

No Poblado de San Cristóbal

(T-8.1.1.2.)

(Pto. de Sta. María, Cádiz) Ánfora Tiñosa

T-51

No (T-8.1.1.2.)

T-52

T-53

T-54

Dolium Romano

No

Dolium Romano

No

Dolium Romano

No

Dolium Romano

No

Dolium Romano

No

Dolium Romano

No

Los Prados de Montegil (Jerez de la Frontera, Cádiz) T-55

T-56

T-57

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