Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera y una fase romana republicana, donde destaca un horno, seguido de un nivel altoimperial (González et alii 2002). Dentro del numeroso elenco cerámico registrado en la Parcela 3, destaca la cerámica común, las imitaciones de barniz rojo y barniz negro, diferentes importaciones itálicas y sobre todo ánforas, tanto de importación como de producción local. Es a este último grupo al que nos vamos a referir en el presente trabajo, centrándonos en los tipos conocidos como “Carmona” (T-8.2.) y Campamentos Numantinos (en adelante CC.NN. - T-9).
LAS PRODUCCIONES CERÁMICAS DE ÁNFORAS TIPO “CAMPAMENTOS NUMANTINOS” Y SU ORIGEN EN SAN FERNANDO (CÁDIZ): LOS HORNOS DE PERY JUNQUERA. ∗ Pedro A. CARRETERO POBLETE Universidad Complutense de Madrid 1.- Introducción. En el año 1997 fueron excavados en San Fernando una serie de hornos en el yacimiento de la Avenida de Pery Junquera1, que según los últimos estudios abarcarían una cronología entre los siglos III y I a.C. Se trata de unos hornos en parte coetáneos a los conocidos de Torre Alta y donde una de las producciones más importantes que encontramos son las ánforas llamadas “Campamentos Numantinos” (T-9., Ramón 1995), debido a que los primeros estudios que se produjeron de este material anfórico correspondían a las piezas que recuperó Schulten en los campamentos que rodearon Numancia.
3.- Las Ánforas Tipo Carmona (T-8.2.). Tras muchos años de investigaciones, han ido apareciendo cada vez más ánforas de los tipos Carmona y CC.NN. (figs. 1 y 2), según iba avanzando la investigación sobre estos recipientes. Ha sido gracias al yacimiento de la Avda. Pery Junquera y su continuidad durante los años de auge de estas dos producciones (siglos III a I a.C.), cuando hemos podido realizar una propuesta de sistematización de dicho tipos. Las ánforas tipo Carmona (T-8.2., Ramón 1995, 225) presentan un perfil cónico de tendencia recta, labios alargados y exvasados, redondeados y en algunos casos engrosados hacia el interior aunque suelen ser de perfil recto. En estos tipos no se aprecia ni espalda ni cuello ya que el labio suele empezar justo en el arranque superior de las asas. Cuando aparece cuello lo podemos situar en el tramo por encima de las asas que lleva una serie de acanaladuras, que son las que realmente nos están diferenciado el cuerpo del labio. Las asas son de perfil circular (por lo general) y, como hemos dicho, situadas en al parte alta arrancando justo por debajo del labio. Termina el envase en una punta ojival. En cuanto a las medidas, no podemos crear un estándar debido al alto número de imitaciones encontradas y los numerosos focos de producción con sus propios tipos, pero por lo general suelen tener unos 90 cm. de altura, con un diámetro máximo entre 20 y 30 cm. en el cuerpo y en la boca desde 16 hasta 25 cm., según los casos.
La Avenida de Pery Junquera está situada al oeste de la ciudad de San Fernando (Cádiz), a escasa distancia del mar y en plena Bahía de Cádiz. La actuación arqueológica de urgencia se produjo ante el comienzo de las obras para la construcción de bloques de viviendas. Se trata de una zona que se conoce de importancia con respecto a talleres alfareros desde que en 1987 fueron excavados los hornos púnicos de Torre Alta (Perdigones y Muñoz 1990; De Frutos y Muñoz 1994). A estas excavaciones le siguieron otras de complejos alfareros en las inmediaciones, como las que se efectuaron en la Rotonda de Benjamín López en 1995 y 1997 (Arteaga et alii 2001), documentándose una serie de vertederos y dos nuevos hornos púnicos; las siguientes de Camposoto (Gago Vidal et alii 2000); o las últimas intervenciones publicadas en Residencial David (Clavaín y Sáez 2003). No vamos a proceder en el presente estudio a describir los materiales aparecidos en estos hornos púnicos de la Bahía de Cádiz, aunque los paralelos son bastante claros, ya que aparecen descritos en Sáez et alii (e.p.).
Estamos pues ante unas ánforas de proporciones variables, estas vendrían determinadas por los lugares de fabricación que intentaremos plantear aquí. También según los lugares de procedencia presentan o no un engobe amarillento al exterior (muy común en las piezas de la Bahía y la Campiña Gaditana), acanaladuras (estas muy comunes en el área levantina).
2.- El yacimiento de la Avda. Pery Junquera. El complejo industrial cerámico de la Avenida de Pery Junquera tendría una cronología general (a falta de estudios definitivos de todas sus unidades) desarrollada entre finales del siglo III a.C. y la primera mitad del I d.C.
Para las pastas hemos distinguido al menos cuatro grupos:
Durante la excavación se documentaron dos fases culturales: una primera fase púnica, con once hornos de diferentes tamaños y tipologías, junto con un edificio sin una funcionalidad definitivamente determinada por el momento;
3.1.- Grupo de la Campiña Gaditana. Un primer grupo de ánforas Carmona estaría situado en la Campiña de Cádiz, aquí aparecen de forma novedosa durante el siglo IV a.C. (asociado siempre a otras ánforas de nueva creación como las tipo Tiñosa=T-8.1.1.2.) y relacionado con el auge de explotaciones agrícolas de carácter intensivo en la zona (González 1987a y 1987b). Se trata de piezas compactas y terminación algo tosca al exterior, desgrasante medio donde predominan los cuarzos redondeados y nódulos de calcita, por el exterior llevan un engobe amarillento-
Actas del Congreso Internacional FIGLINAE BAETICAE. Talleres alfareros y producciones cerámicas en la Bética romana (ss. II a.C. – VII d.C.), Universidad de Cádiz, Noviembre 2003, B.A.R., int. ser., 1266, Oxford, 2004, pp. 427-440. 1 Este estudio no habría sido posible sin la ayuda de los miembros de este proyecto: Dª Beatriz González, D. José Torres, D. Lázaro Lagóstena, D. Iván García y Dª Macarena Bustamante.
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Figura 1.- Dispersión de ánforas tipo Carmona (T-8.2.): 1. Lisboa; 2. Castro Marim; 3. Lixus; 4. La Tiñosa; 5. Cabezo San Pedro; 6. Niebla; 7. Carmona; 8. Cerro Macareno; 9. Sevilla; 10. Mesas de Asta; 11. Cerro Naranja; 12. Guadalcacín; 13. San Cristóbal; 14. Doña Blanca; 15. Torre Alta; 16. Pery Junquera; 17. La Caleta; 18. Cádiz; 19. Málaga; 20. El Chuche; 21. Isla de Mazarrón; 22. Castillico; 23. Alcoi; 24. Tossal de Manises; 25. La Escuera; 26. Cap Negret; 27. La Serreta; 28. Valencia; 29. Sagunto; 30. Alorda Park; 31. Mas Castellar de Pontós.
blanquecino; con cocción reductora-oxidante que le aporta una coloración anaranjada al exterior y al interior, con tonos grisáceos en ocasiones en el núcleo. Su pasta es mucho menos depurada que las de la Bahía de Cádiz.
distinguen restos de calcita. Es por tanto una pasta más depurada, mucho menos tosca en su terminación que las de la Campiña y en algunas de las piezas se aprecia ese engobe amarillento por el exterior.
En cuanto a los productos envasados, al tratarse de ánforas fabricadas en la Campiña, con un fácil acceso al mar, al Guadalquivir y Guadalete, nos atreveríamos a decir que contienen productos agrícolas que se están explotando en esta zona, como es el caso del vino y/o aceite.
Se distribuyen como poco por todo el sur Peninsular y estarían respondiendo a los impulsos comerciales de Gadir caracterizados por su dinamismo comercial desde época fenicia. Con respecto a los posibles productos envasados, debemos decir que no se han hecho análisis de contenidos, más teniendo en cuenta que estamos en un foco productor y casi todas las piezas proceden de desechos depositados en basureros, por lo que no llegarían a contener nada. No obstante, por el emplazamiento en el que se encuentran estos hornos (en primera línea de mar), la tipología y amplia distribución de estas ánforas, podemos sugerir que servirían para envasar las diferentes variedades de salazones de pescado gaditanas, bien en forma de trozos o bien diversas salsas de pescado (Ponsich 1965).
3.2.- Grupo de la Bahía de Cádiz. Dentro de este grupo (fig. 3 y 4), con pastas de factura similar, entre las diferentes factorías que conocemos tendríamos los hornos de San Fernando, entre los que se encuentra el objeto de este estudio. Suelen presentar pastas de tonos amarillentos uniformes, verdosos cuando se excede la cocción. La arcilla matriz es más fina que la anterior y los desgrasantes también son mucho más finos, aunque se 428
Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera
Figura 2.- Dispersión de ánforas tipo Campamentos Numantinos (T-9): 1. Chôes de Alpompé; 2. Lisboa; 3. Castro Marim; 4. Cabezo San Pedro; 5. Pajar del Artillo; 6. Cerro Macareno; 7. Sevilla; 8. Lebrija; 9. Mesas de Asta; 10. Las Redes; 11. Torre Alta; 12. Pery Junquera; 13. La Caleta; 14. Cádiz; 15. Málaga; 16. Archidona; 17. Cerro de la Cruz; 18. Morro de Mezquitilla; 19. Almuñecar; 20. Adra; 21. Cerro de los Infantes; 22. Cartagena; 23. Tossal de Manises; 24. Valencia; 25. Sagunto; 26. Peña Redonda; 27. Travesadas; 28. Molino; 29. Valdevorrón; 30. Renieblas; 31. Alto Real; 32. Tarragona; 33. Illa Pedrosa; 34. Peyrac de Mer.
de ánforas Carmona de la Campiña al área levantina y allí fueran imitadas para el envasado de algún producto local y redistribuidas por los alrededores. Ribera (1982, 50-58), describe las piezas de La Serreta (Alcoi) con la misma forma que el resto pero con pastas rosadas, toscas por el exterior y con desgrasantes abundantes de cuarzo y esquisto. Lo mismo sucede para las que describe del yacimiento de El Puig (Alcoi), con pastas rosadas que pasan al anaranjado en la superficie interior de la pieza. En todos estos asentamientos están documentadas en niveles de finales del siglo III a.C.
3.3.- Grupo de Levante. Aunque en Levante no se ha documentado por el momento ningún horno de fabricación de estas ánforas tipo Carmona, dada la abundancia de estas piezas en la zona (fig. 1; fig. 5), las diferencias en las texturas de las pastas y la forma final, podemos señalar que es muy posible que hubiera durante el siglo III a.C. algún área de producción de estos tipos (así como del tipo CC.NN.). El mejor ejemplo lo tenemos en Alcoi (Ribera 1982, 58) y en los poblados ibéricos de El Oral y La Escuera (Abad y Sala 2001; Abad y Sala 1993), donde se ha documentado una serie de piezas de pastas rosadas y anaranjadas, diferentes a las de la zona gaditana, con texturas algo más toscas y un ligero engobe. Es muy posible que a finales del siglo IV a.C. llegaran las primeras producciones
El foco de dispersión de estas piezas fabricadas en Levante se extendería (fig. 1) a las documentadas en Cartagena (vertedero de la Plaza de San Ginés, Martín Camino 1998), o las de Saguntum (Pascual y Aranegui 1993), o incluso más al
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Figura 3.- Producciones anfรณricas de los tipos Carmona y CC. NN. del รกrea gaditana y del Guadalquivir.
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Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera tipo Carmona y CC.NN. por toda la costa mediterránea se aprecia una interesante ruta comercial entre el sur y el norte que respondería a leyes de oferta y demanda de determinados productos, entre ellos las ánforas (junto con los platos de barniz negro, grises ampuritanos, de estampillas del taller de Rosas, etc.). Sobre los productos envasados en esta región, no podemos aventurar nada ya que no se han realizado análisis de contenidos, pero de acuerdo a otros puntos donde está algo más claro su contenido, éstos podrían ir desde salazones de pescado o de carne, hasta vino o aceite. 3.4.- Grupo del Guadalquivir. Gracias a las noticias proporcionadas por el Dr. García Vargas, pudimos ver un horno del siglo III a.C. en los sótanos de la Casa del Obispo de Sevilla, que se encuentra en proceso de excavación y documentación, importaciones de ánforas tipo Carmona procedentes de la Bahía, de la Campiña Gaditana y también lo que parecían producciones propias en dicho horno de estos tipos. Por lo que tendríamos un cuarto foco de producción que veremos más detenidamente cuando sea realizado el estudio detallado de los materiales y del yacimiento. 4.- Las Ánforas Tipo Carmona de Pery Junquera. Hemos visto cómo uno de los focos productores de ánforas tipo Carmona (fig. 1) en la bahía gaditana estaba situado en el yacimiento de la Avenida de Pery Junquera. Dentro de la Parcela 3 (fig. 6) se documentaron una serie de cuadrículas donde abundan estas piezas. Así tenemos la Cuadrícula 8 (figs. 7 y 8), donde se han documentado un total de 11 bordes de este tipo y ninguno del tipo CC.NN., lo que es significativo en un nivel donde aparece un horno tardopúnico datado a finales del siglo III y principios del II a.C.
Figura 4.- Producciones anfóricas de los tipos Carmona y CC.NN. del área gaditana, del Guadalquivir, de Levante y Numancia.
al norte en el yacimiento de Alorda Park (Sanmartí y Santacana 1992; Pou, Sanmartí y Santacana 1993; Sanmartí et alii 1998) y en Mas Castellar de Pontós (al interior de Ampurias), donde al menos se han documentado dos bordes de Carmona de producción local o levantina (Esteba et alii 1998, 133, fig. 4 nº 5; 137, fig. 8 nº 4), lo que apoyaría nuestra hipótesis de que en esta zona hay producción propia de ánforas tipo Carmona y CC.NN. como demostrarían las importaciones que hay desde esta zona hasta Numancia (fig. 5).
Este nivel nos estaría indicando, ante la ausencia de ánforas tipo CC.NN., que a principios del siglo II a.C. todavía no se ha iniciado la producción de éstas, lo que estaría de acuerdo con nuestra hipótesis de que las ánforas CC.NN. serían un derivado desde inicios del siglo II a.C. de los tipos Carmona. En la otra Cuadrícula que podemos asociar con materiales de la misma época que la anterior, la número 16 (figs. 9 y 10), estaría caracterizada por tener un basurero contemporáneo al horno púnico y que por tanto podría tratarse de ser el lugar de vertido de los desechos de ese horno. Precisamente en esta Cuadrícula 16 también tenemos documentados 11 bordes de ánfora tipo Carmona y las primeras formas de CC.NN. (fig. 9) que bien podrían estar relacionadas con la Cuadrícula adyacente número 23 donde hay mayoría de formas CC.NN.
La zona levantina destaca por la diversidad de las importaciones, sobre todo en los asentamientos costeros con respecto a los del interior, de forma que hay una división en la distribución de los productos de importación a medida que nos adentramos; de igual manera que ya en el interior de la región levantina también hay diferenciación entre los lugares centrales y los asentamientos secundarios donde casi no llegan producciones anfóricas. Lo que parece claro es que hay establecido un horizonte de importaciones, donde desde el principio se está imitando la vajilla púnica y gaditana en los talleres alicantinos y valencianos. Algo que contrasta con que las producciones ebusitanas (al menos en el área de influencia alicantina) no son mayoritarias, al contrario de lo que podría suponerse (Sala 1998, 45). No pretendemos aquí negar las relaciones comerciales con Ibiza, pero viendo la dispersión de ánforas
En las cuadrículas situadas encima y debajo de estas, en las que abundan las ánforas tipo Carmona, también se ha documentado un número importante de piezas: así en la cuadrícula 7 hemos documentado 2 bordes; mientras que en la Cuadrícula 17 hay 4 y en la Cuadrícula 9 un total de 3 (fig. 6). De forma que según nos vamos alejando de la zona más antigua del yacimiento va decreciendo el número de ánforas Carmona hasta desaparecer y no volver a aparecer, aunque 431
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Figura 5.- Ă nforas de los tipos Carmona y CC.NN. del ĂĄrea levantina y catalana.
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Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera 5. Las Ánforas Tipo CC.NN. (T-9). Siguiendo una evolución tipológica a partir de las producciones de ánforas tipo Carmona (con las que conviven a lo largo del siglo II a.C.), surge a inicios de este siglo II, el tipo llamado Campamentos Numantinos (T-9, Ramón 1995, 226-227). La denominación de este tipo proviene de la primera publicación en la que fueron estudiados en profundidad (Sanmartí 1985a; Sanmartí 1985b). En estos primeros estudios de E. Sanmartí se definen las características de este tipo con respecto a los abundantes restos encontrados en los campamentos romanos que sitiaron Numancia desde el 154 al 133 a.C. con la caída de la ciudad, tanto de las excavaciones efectuadas por Schulten a principios del siglo XX y cuyos materiales se hayan depositados en el RömischGermanisches Zentralmuseum de Mainz (Luik 2002) hasta los recogidos en las sucesivas campañas de prospección y excavación de dichos campamentos. Se caracterizan estas piezas en general por ser una continuidad de los tipos Carmona, con un cuerpo cilíndrico, con el mismo diámetro prácticamente a lo largo de todo el cuerpo hasta la base, que es plana-convexa (a diferencia de los tipos Carmona, que tienen la base apuntada), la factura externa suele ser lisa, salvo en el área levantina que puede tener acanaladuras más o menos marcadas. No presentan espalda ni cuello ya que del cuerpo se pasa directamente al labio. Éste es recto casi siempre, siendo prácticamente una continuación del cuerpo porque solo les separa una incisión o una acanaladura que suele crear un escalón. Cuanto más evolucionada es la forma menos se aprecia la acanaladura y más altas están las asas. El labio siempre es engrosado por el interior, y las asas arrancan a pocos cm. del borde, justo en el centro de la incisión o acanaladura que separa éste del cuerpo y presentan una sección circular, siendo bastante más pequeñas que los tipos Carmona. La base, como hemos dicho es plana-convexa y suele tener un diámetro algo más pequeño que la boca. Sus proporciones varían (fig. 4) en cuanto a su altura desde los 40 cm. hasta los 70, con un diámetro máximo del cuerpo que puede llegar a los 30 cm. y un diámetro de boca muy diferente según el tipo, ya que van desde los 15 cm. hasta los 25. La amplitud de las medidas se debe, como podemos apreciar en la foto de las piezas completas depositadas en los fondos del Museo Municipal de Cádiz y recogidas en diversos lugares, a que a lo largo del siglo II a.C. son numerosas las variables que se producen. En relación a esto se debería de hacer un estudio con las piezas que hay completas para ver la relación que existe entre las medidas tan diferentes y poder discernir si siguen algún patrón establecido o estas ánforas en si mismas constituyen una unidad de medida.
Figura 6.- Esquema de la Parcela 3, Avd. Pery Junquera (San Fernando, Cádiz). Dispersión de las ánforas tipo Carmona (T-8.2.) y Campamentos Numantinos (T-9.).
con un número muy escaso, hasta el ámbito de la habitación anteriormente mencionada, que ocupa las Cuadrículas 12, 13, 14, 21 y 22. Dentro de los tipos de Carmona de estas cuadrículas, hemos observado como evoluciona el perfil del labio. Así pasamos en los niveles más antiguos de un labio alto, redondeado y exvasado a un labio que se va acortando a medida que evoluciona la forma durante el siglo II a.C. y haciendo cada vez más recto hasta que no es capaz de distinguirse de la pared, momento en el que ya tendríamos ante nosotros los tipos CC.NN.
La cronología de las ánforas CC.NN., según nos demuestra el yacimiento de Pery Junquera, iría desde los inicios del siglo II a.C. hasta la primera mitad del I a.C., cuando debieron ser sustituidos paulatinamente estos tipos de
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Figura 7.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 8. Relación de ánforas tipo Carmona (T-8.2.).
5.1.- Grupo Bahía de Cádiz. Nos referimos a los hornos documentados en San Fernando (Cádiz), descritos con anterioridad. A lo largo del siglo II a.C. dejamos de tener constatadas producciones de la Campiña Gaditana y del Guadalquivir (zona de Sevilla), por lo que apreciamos una concentración de la producción en la región de la bahía gaditana, con lo que esto implicaría económicamente, ya que a lo largo de este siglo y una vez que ha caído Cartago, Cádiz se somete al poder romano pero no ve mermada su capacidad manufacturera y comercial, lo que nos estaría indicando que el dinamismo comercial de Cádiz no decae en ningún momento a lo largo de la crisis púnico-romana, siendo posiblemente los gaditanos los que mejor se adaptaron a este cambio (o más rápido por sus intereses), gozando desde nuestro punto de vista de un estatuto comercial privilegiado con respecto a otras ciudades.
Figura 8.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 8. Horno y fosas en el proceso de la excavación.
tradición púnica por otros tipos de tradición romana para el envasado de los mismos productos.
Como en el grupo anterior, por lo general, las piezas fabricadas en los hornos de San Fernando presentan una factura similar: con pastas amarillentas y algunas veces tonos anaranjados en el núcleo, verdosas cuando la pieza tiene un exceso de cocción. Los desgrasantes son similares a los del tipo Carmona de la Bahía, si cabe bastante más finos y depurados, con un tacto suave al exterior y a veces engobe. Tiene una distribución más amplia que el tipo anterior, hacia las costas del sur Peninsular y por el interior del río Guadalquivir. Podemos destacar (fig. 2) desde Lisboa2; Cabezo de La Tiñosa (Belén y Fernández Miranda 1978); Cabezo de San Pedro en Hueva (Belén et alii 1977); Pajar del Artillo en Itálica (Luzón 1973, 92, lám. XXXVI; 105, lám. XLIX fig. a) de tonos amarillentos y cronología de inicios del siglo II a.C.; también en el Cerro Macareno
Aún más claro que en el caso de los tipos Carmona, tenemos una gran variedad de medidas y tipos CC.NN., que al igual que las anteriores vendrían determinados por los lugares de fabricación que intentaremos plantear aquí. También según los lugares de procedencia presenta o no el engobe amarillento al exterior (muy común en las piezas de la Bahía) y acanaladuras al exterior (abundantes en el área levantina). En cuanto a los tipos de pastas que se aprecian, como en el grupo anterior, hemos distinguido tres tipos que comentamos a continuación.
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Según nos ha comunicado D. João Pimenta.
Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera
Figura 9.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 16. Relación de ánforas tipo Carmona (T-8.2.) y primeras evoluciones de Campamentos Numantinos (T-9.).
aparecen en niveles de finales del siglo II a.C. (Pellicer, Escacena y Bendala 1983, 116 fig. 19 nº 279) además de las diversas evoluciones desde el tipo Carmona que se producen a lo largo de toda la primera mitad del siglo II (Pellicer, Escacena y Bendala 1983,129 fig. 32 nº 1638; 185 fig 87 nº 1727) de tonos claros y pastas depuradas. Más abundantes son en las zonas de producción de la Bahía: en San Fernando tenemos en Campo del Gayro, Centro Atlántida, Cerro de los Mártires, Camposoto, Doctor Marañón, Gallineras, Torre Alta (Sáez et alii e.p.) y el que es objeto de nuestro estudio, Pery Junquera. En todos ellos se puede apreciar cómo evolucionan estas piezas desde los tipos Carmona hasta su desaparición, presentando por lo general unas pastas amarillentas a veces con tono anaranjado muy claro al interior y bastante depuradas. No debemos olvidar que dentro de esta zona de la Bahía el principal centro de consumo está en la propia ciudad de Gadir como nos demuestran los últimos estudios (Muñoz 1998): hay restos en López Pinto, Ana de Viya, Asdrúbal, Ciudad de Santander, Santa Mª del Mar, Santa Cruz de Tenerife, C/ Gas, La Caleta.
Figura 10.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 16. Basurero donde apareció el mayor número de ánforas, sobre todo fallos de cocción.
Con respecto al contenido, proponemos los mismos que para las ánforas tipo Carmona, aunque al ser piezas de tamaño más reducido pensamos que llevarían un garum de mejor calidad o salsamenta de pescado.
Su exportación se extendería por toda la costa andaluza, tal y como nos indican las encontradas en Málaga; Archidona (Recio Ruiz 1985); o el Cerro de los Infantes ya en el interior (Mendoza et alii 1981).
5.2.- Grupo de Levante. Tenemos los mismos problemas en cuanto a hornos de fabricación de ánforas Carmona, pero cada vez son más los ejemplares recogidos en las publicaciones (fig. 2 y 5) donde 435
Pedro A. Carretero Poblete se aprecia una diferencia con las pastas de la Bahía y con las del Norte de Levante-Cataluña. Se estarían fabricando en esta zona durante todo el siglo II a.C., dada la gran aceptación de los productos que contendría. Los mejores ejemplos de producciones propias levantinas los tenemos en las últimas excavaciones del Tossal de Manises (Olcina Doménech 1998) de donde tuvimos la ocasión de tomar una muestra y apreciamos una pasta rosada-anaranjada, muy en sintonía con las pastas de las anteriores tipo Carmona3 de la zona. También aparecen estos tipos en Cartagena en la Plaza de San Ginés (Martín Camino 1998, 15, lám. III, fig. 2) y una completa procedente del Cerro del Molinete (Sanmartí 1985a, 138, fig. 3), donde no podemos asegurar si son importaciones de San Fernando o del área Levantina. Un número importante de ánforas CC.NN. fue recogido en las excavaciones valencianas de los últimos años: son numerosas en el yacimiento de la C/ Bará de Petrés, asociadas a ánforas grecoitálicas, Dressel 1 y Maña C2b, datando el yacimiento entre los años 140 y 130 a.C. (Ribera 1998, 267); también en niveles fundacionales de la ciudad, con un total del 24% de las ánforas y datadas en el tercer cuarto del siglo II a.C. (Ribera 1998, p. 323); y abundantes, aunque en clara decadencia, en los niveles finales del siglo I a.C. (Ribera 1998, 349), que nos estarían indicando su paulatina desaparición. Más al norte tenemos CC.NN. en Sagunto (Bonet Rosado 1998, 51, fig. 2, nº 27), de tipología levantina.
5.3.- Grupo Tarraconense-Ampuritano. No podemos decir que en la región de Gerona y Tarragona exista un centro productor de ánforas tipo CC.NN., porque no se han encontrado restos de hornos donde se estén produciendo (como en tantos otros sitios). Pero al comparar las pastas de las producciones anteriores vemos cómo hay un grupo muy numeroso que se corresponde con una zona donde también hay ánforas del tipo Carmona de época anterior y que en su morfología no podemos adscribirla ni al área levantina ni a la gaditana. Por eso proponemos en este estudio un nuevo foco de producción de ánforas CC.NN. durante el siglo II en la zona catalana que son exportadas tanto al norte como por el interior siguiendo sobre todo el curso del Ebro. Estarían relacionadas estas exportaciones con la presencia de tropas romanas por toda esta costa y sometiendo a los pueblos del interior. Nos estamos refiriendo sobre todo a los materiales aparecidos en los campamentos romanos que asediaron Numancia, sobre todo en su etapa final de los años 134-133 a.C., de donde estas piezas tomaron el nombre y donde abundan en las excavaciones y prospecciones realizadas junto a las formas grecoitálicas y primeras producciones de Dressel 1 (Sanmartí 1985b). Tenemos un total de 5 piezas del campamento romano de Peña Redonda (Sanmartí 1985b, 136 fig. 11; 147 fig. 22 nº 88 a 92); mientras que de las excavaciones de Schulten (Schulten 1929), cuyos materiales fueron llevados al museo RGZM de Mainz, se encontró un fragmento en el campamento de Travesadas, dos en el de Molino, dos en el de Valdevorrón y cuatro en el de Renieblas (revisados y publicados por Luik 2002, 333-334 nº. 645 a 653; 405 nº. 590 a 592). A estas piezas debemos añadir otra procedente de las prospecciones realizadas por el Profesor Alfredo Jimeno4 en el campamento de Alto Real, que hemos podido analizar visualmente y que estaría datado en el 133 a.C. aproximadamente.
Como podemos observar en Levante y Cataluña los tipos CC.NN. aparecen en las mismas zonas que los anteriores, por lo que podemos aplicar la misma política de distribución y fabricación que para esos tipos, incluso con un aumento de la producción y de la redistribución de dichos contenedores, teniendo en cuenta el prestigio que debieron adquirir las salsas contenidas en época de dominación romana. Para esta zona, durante la Segunda Guerra Púnica, vemos cómo no se interrumpe el desarrollo comercial pese a los problemas políticos, como es el caso de la represión emprendida por Catón en la zona a principios del siglo II a.C. por los inconvenientes que causaban determinados pueblos íberos para los intereses comerciales romanos. Lo que se aprecia es que el ejército romano no inutiliza los puertos de tradición púnica al tomar las ciudades, sino que genera alianzas e integra estas zonas productivas y rutas comerciales en su órbita.
Se trata de pastas anaranjadas, provenientes posiblemente de este foco catalán, junto con otras que podrían ser de importación del área gaditana por tratarse de pastas de color beige y amarillo verdoso con engobe al exterior. La textura de estas piezas anaranjadas son algo más porosas y menos depuradas que las gaditanas y algo más toscas al exterior (tacto rugoso), sin que se aprecie la existencia de engobe al exterior ni recubrimientos internos de algún tipo de resina para proteger el contenido (por eso entendemos que no debían contener vino, además de por su forma).
Así vemos cómo se ha pasado desde los tipos Carmona del siglo III a.C. de un comercio en el sur peninsular controlado por los púnicos y en levante cuando menos dirigido por éstos, a lo que nos muestran los tipos CC.NN.: una adaptación de estas regiones a la órbita romana y adecuación de la producción y el comercio a sus intereses tradicionales y los de Roma. Tal es la continuidad de estos tipos desde época púnica que hasta su desaparición y sustitución por otros propiamente romanos va a ser lenta y sistemática (nada traumática), hasta que desaparecen por completo a finales del siglo I a.C.
Esta hipótesis vendría completada por los abundantes ejemplares que hemos visto aparecen del tipo Carmona (Pontós) en la zona, y por los propios CC.NN. recogidos en los alrededores, como el ejemplar de Isla Pedrosa (Pascual 1975, fig. 2 nº 7), o ya en la costa itálica la pieza de Albintimilium (Ventimiglia).
3 Debemos agradecer a D. Manuel Olcina, D. Rafael Pérez y Dª Feliciana Sala su ayuda para la obtención de dicha muestra.
4 Se trata de una pieza aún inédita en la que debemos agradecer al Prof. Jimeno que nos la haya cedido para su estudio.
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Las producciones cerámicas de ánforas tipo “Campamentos Numantinos” y su origen en San Fernando (Cádiz): los hornos de Pery Junquera
Figura 11.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 13. Relación de ánforas Campamentos Numantinos (T-9.) y sus evoluciones.
modernas: la zona donde más hemos localizado es en el interior del edificio, en la cuadrícula 13 (figs. 11 y 12) un total de 62 fragmentos y en la Cuadrícula 12 (fig. 13) hasta 23. Podrían estar determinando este espacio edificado como un lugar de almacenaje además de para otros menesteres productivos. Otro dato importante que se observa con la dispersión en la Parcela 3 es que desde las cuadrículas que enmarcan este edificio hasta las que van hacia el horno tardopúnico es en la otra zona donde son abundantes las CC.NN.
6.- Las Ánforas Tipo CC.NN. de Pery Junquera. Como sucedía con la producción de los tipos Carmona, el producto que según el total de las piezas documentadas más se fabrica en el siglo II a.C. en el yacimiento de Pery Junquera son las ánforas CC.NN. Como podemos observar en el plano de la Parcela 3 (fig. 6), la dispersión de estas piezas es muy desigual, sobre todo teniendo en cuenta que al ir sustituyendo progresivamente a las Carmona van a ser más abundantes donde escasean éstas y viceversa. En dicho plano de dispersión vemos cómo nos datan las cuadrículas más 437
Pedro A. Carretero Poblete pero también algo inclinado hacia adentro en vez de recto, además de desaparecer paulatinamente la incisión o línea que separa el cuerpo del labio. 7.- Bibliografía. ABAD CASAL, L. y SALA, F. (1993): El poblado ibérico de El Oral (San Fulgencio, Alicante), Valencia. ABAD CASAL, L. y SALA, F. (2001): Poblamiento ibérico en el Bajo Segura. El Oral (II) y La Escuera, Madrid. ARTEAGA, O., CASTAÑEDA, V., HERRERO, N. y PÉREZ, M. (2001): “Los hornos tardopúnicos de Torre Alta (San Fernando, Cádiz). Excavación de urgencia de 1997”, A.A.A./1997, vol. III, Sevilla, pp. 128-136. BELÉN, M., FERNÁNDEZ MIRANDA, M. y GARRIDO, J. P. (1977): “Los orígenes de Huelva. Excavaciones en los Cabezos de San Pedro y la Esperanza”, Huelva Arqueológica III, Huelva. BELÉN, M. y FERNÁNDEZ MIRANDA, M. (1978): “La Tiñosa (Lepe, Huelva)”, Huelva Arqueológica IV, Huelva, pp. 197-281. BONET ROSADO, H. (1998): “Las cerámicas de importación durante los siglos III y principios del II a.C. en Valencia”, Arqueomediterránia 4, Barcelona, pp. 49-72. CLAVAÍN GONZÁLEZ, I. y SÁEZ ROMERO, A. (2003): “La intervención arqueológica de urgencia en el Residencial David Fase II (UE 55) de El Pedroso (San Fernando, Cádiz)”, A.A.A./2000, vol. III, Sevilla, pp. 174-182. DE FRUTOS, G. y MUÑOZ, A. (1994): “Hornos púnicos de Torre Alta (San Fernando, Cádiz)”, Arqueología en el entorno del Bajo Guadiana. Encuentro de Arqueología del Suroeste, Huelva-Niebla, pp. 396-398. ESTEBA, J. ET ALII (1998): “Les fàcies ceràmiques d’importació de l’Empordà durant el segle III i la primera meitat del segle II aC. a través dels jaciments de Pontós i Ullastret”, Arqueomediterránia 4, Barcelona, pp. 129-156. FERNÁNDEZ, J. A., DÍAZ, J. J., SÁEZ, A. M., TOBOSO, E. y MONTERO R. (2001): “La evolución de las industrias alfareras de San Fernando (Cádiz) durante la Antigüedad”, Nivel Cero 9, Santander, pp. 123-138 GAGO, Mª H., CLAVAÍN, I., MUÑOZ, A., PERDIGONES, L. y FRUTOS, G. DE (2000): “El complejo industrial de salazones de Camposoto, San Fernando (Cádiz): Estudio preliminar”, Habis 31, Sevilla, pp. 37-61. GARCÍA VARGAS, E. (1996): “La producción anfórica en la Bahía de Cádiz durante la República como índice de romanización”, Habis 27, Sevilla, pp. 49-57. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, R. (1987a): “Cerro Naranja. Un asentamiento rural púnico en la campiña de Jerez”, A.A.A./1985, vol. III, Sevilla, pp. 90-95. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, R. (1987b): “Notas sobre las excavaciones de urgencia realizadas en el yacimiento prerromano de "Cerro Naranja" (Finca de Los Garciagos, Jerez de la Frontera)”, Cádiz en su Historia: VI Jornadas de Historia de Cádiz, Cádiz, pp. 27-44. GONZÁLEZ, B., TORRES, J., LAGÓSTENA L. y PRIETO, O. (2002): “Los inicios de la producción anfórica en la bahía gaditana en época republicana: la intervención de urgencia en la Avda. Pery Junquera (San Fernando, Cádiz)”, Congreso Internacional Ex Baetica Amphorae, Sevilla-Écija 1998, Sevilla, pp. 175-186. LAGÓSTENA BARRIOS, L. (1994): “Alfarerías romanas en El Puerto de Santa María. Un modelo de transición económica del ámbito cultural púnico al romano en la bahía gaditana”, Revista de Historia de El Puerto 13, El Puerto de Santa María, pp. 9-42. LAGÓSTENA BARRIOS, L. (1996): Alfarería romana en la Bahía de Cádiz, Cádiz.
Figura 12.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 13. Detalle de los muros de la habitación.
Figura 13.- Avda. Pery Junquera’97, Parcela 3, Cuadrícula 12. Últimos ejemplares de ánforas tipo Carmona (T-8.2.) y Campamentos Numantinos (T-9.).
Es decir, podrían estar marcando un desplazamiento de los usos industriales de la zona. Estas cuadrículas, que siguen en importancia a las anteriores, serían la Cuadrícula 11 (7 piezas), la 26 (7), la 10 (17), la 9 (8), la 17 (11), y ya en la zona que linda entre el basurero (Cuadrícula 16) y el horno romano de planta rectangular (Cuadrícula 23 con 9 ejemplares). Lo que observamos en esta transición de ánforas tipo Carmona a CC.NN. es cómo según nos vamos alejando del edificio más moderno (que abarca la segunda mitad del siglo II a.C.) y acercando al basurero y horno tardo-púnico va decreciendo el número de CC.NN. y aumentando el de Carmona, pero siendo estas un ejemplar residual, ya que no alcanzan el número de las cuadrículas donde dominan (pertenecientes a niveles de finales del siglo III y principios del II a.C.) y que vimos con anterioridad. Es en esta transición entre las cuadrículas del horno púnicotardío hacia las que ocupan la habitación, donde se aprecia la separación de una rama del tipo Carmona que se va a convertir en los CC.NN. Pero durante esta transición vemos cómo en las cuadrículas intermedias aparecen los tipos que evolucionan hasta las últimas producciones de T-9, que se caracterizan por tener las asas mucho más altas, casi tocando con el borde, éste sigue estando engrosado hacia el interior 438
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