El Lavatorio de los pies
Título: Actividades de Religión para Infantil y Primaria Autor: Almudena Fernández García Editorial: PPC - SM Páginas: 208
Propuesta de experiencias creativas para la clase de Religión en Infantil y Primaria
El Lavatorio de los pies Sentados a la mesa (5º y 6º primaria, también ESO) Personajes (17): Jesús, Pedro, María, Susana, Magdalena, Juana, 11 apóstoles (y 2 apuntadores) ESCENA 1 (Decorado de una cocina típica de una casa hebrea de la época de Jesús. Al fondo se ve una puerta entreabierta con una sala en la que están los Doce a la mesa y Jesús agachado lavando los pies a uno de ellos). NARRADOR: Un olor a jazmín inunda la casa y el canto de los pájaros deja paso al murmullo de
las mujeres en la cocina. MAGDALENA: María, ¿estás vigilando el cordero? MARÍA: Sí, sí, acabo de mirarlo, aún le queda un poco. JUANA: Y digo yo, ¡mira que están a gusto los hombres esperando que la cena sea servida mientras nosotras trajinamos en la cocina! MAGDALENA: ¿Os imagináis que algún día sean los hombres los que preparen y sirvan la cena? Todos dejan por unos instantes sus tareas y se echan a reír a carcajadas. Susana, limpiándose las lágrimas dice: SUSANA: ¡Qué cosas tienes Magdalena!, imaginación no te falta, desde luego. MARÍA: Venga, mujeres, volvamos a la tarea. MAGDALENA: Las aceitunas están listas… JUANA: …y los dátiles. MARÍA: Mirad las flores que he preparado para la mesa. SUSANA: Mmm, jazmines… ¡mis flores preferidas! MAGDALENA: Pues yo sigo pensando que los hombres podrían cambiar de actitud y dejar de
tratarnos como a criadas. MARÍA: Bueno, viendo actuar a Jesús yo diría que él trata a todas las personas por igual, ¿qué opináis de su trato con publicaciones y pecadores? MAGDALENA: Tienes razón, María. Y hasta con los leprosos. SUSANA: ¡Nosotras mismas, hermanas! MARÍA: Eso es que nos quiere enseñar algo sobre Dios, algo que antes nadie nos había dado a conocer. Para Dios todos somos sus hijos y sus hijas, con la misma dignidad. Y si quiere a alguien de forma especial es precisamente al más débil. MAGDALENA: Eso es cierto, acordaos de la parábola que nos contó del hijo pródigo Todas suspiran (y mueven la cabeza asintiendo) JUANA: O la de la oveja perdida… SUSANA: O la de la piedra que el albáñil desechó… MAGDALENA: Sí, sí, hermanas, pero de ahí a que los hombres se pongan a servir la me…sa…
Mientras dice esto, Magdalena se queda atónita con la bandeja en la mano mirando lo que ocurre dentro de la sala, donde están los hombres.
MARÍA: ¿Qué ocurre, Magdalena?
Se acerca Susana a contemplar también la escena. MAGDALENA: Jesús ha cogido agua en una jofaina. Pero, qué va a hacer con ella?
Todos dejan las tareas y se acercan a contemplar silenciosas la escena.
ESCENA 2 Los discípulos están sentados a la mesa, en una sala contigua a la de la primera escena. Al fondo se ve una puerta entreabierta con una sala en la que están las mujeres observando a Jesús con los platos en la mano. NARRADOR: Jesús se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó.
Luego echa agua en una jofaina y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro. PEDRO: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies? JESÚS: Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde. PEDRO: No me lavarás los pies jamás. NARRADOR: Jesús le respondió. JESÚS: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. PEDRO: Señor, no solo los pies, sino hasta las manos y la cabeza. JESÚS: El que se ha bañado, no necesita lavarse, está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos. NARRADOR: Después de lavarle los pies, tomó sus vestidos y volvió a la mesa. JESÚS: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.
ESCENA 3 Todas unidas, con la mirada perdida en el horizonte, en dirección al público. MAGDALENA: ¡Y decías tú que ni esperando 2000 años veríamos servir a los hombres! JUANA: ¿Os habéis fijado en lo que ha hecho Jesús? SUSANA: Casi no me lo puedo creer.
MARÍA: ¿Quién de nosotras se habría puesto a hacer esta tarea de criados y esclavos?
Se cierra el telón