Todo lo mio es robado

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POEMAS Pedro Gรณmez Arango

A Lili 1


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Todo lo mĂ­o es robado

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Índice Arena movediza…….…………………………….…..14 Una mujer…...…………………………………………15 Flor encarnada…………………………….…….……17 La vela y el viento….…………………..………….….18 Sin aliento………..……………………...…………….19 Tu piel mi alimento………….…………………..…….21 El encantador de serpientes…………………………23 Duende…………………………………………..…….24 La envidia de las diosas…………………………..…25 Tentación y caída…………………………….……….26 Perdidos.………………………………………...…….27 Visionario….…………………………………….….….28 Suplicio.……………...…………………………..…….29 Solo………….…………………………………...…….30 Casi un sueño…………………..……………….…….31 Palabras……………..……………………………..….32 Extravío…………………………….…………..………33 Días contados.………………………………………...34 Zona de riesgo…………………………..…………….35 6


Libre……………….……………………………..…….36 El cielo y el infierno…………………………………...37 Mi ley……………………………………………..…….38 Fantasma..….……….…………..…………………….39 Dulce veneno..…………..………………………...….40 El pecador…..…...……………………………….……41 Danza salvaje…………………………………...…….42 Magia..…………………………………………...…….43 El baile……...………………………….………………44 La ira divina…………….…………………….………..45 Destino.………………………………………..……….46 Misterio…………..……...………………………….….47 Viaje a Casablanca…………………………..……….48 Corazón sediento…………....…………………….….49 Un poema para ti…….…...……………………….….51 Lluvia de flechas……………………………………...52 Todo lo mío es robado…...…………………………..53 Realidad y fantasía…..……………………………….55 Silencio roto…………………………………………...56 Premonición…………………………..……………….57 Desengaño…….………………………………………58 Sueño de tontos………………….…………………...59 7


Libertad….…..………………………………………...60 Tempestad…………………………………………….61 Lisiado….………………………………………………62 El perdido……………….………….………………….63 Principio y fin……………….………..………………..64 Fuego………………………………………….……….65 Lili……………………………………………………….66 Delirio…………………………………………………..67 Tú…………………………………………………….…68 Sin medida………………………………………….....69 Locos……………………………………………….….70 Lujuria………………………………………………….71 Abandonados…………………………………………72

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”Todo amor, toda sensualidad, todo deseo arraiga en la búsqueda del placer. No deseamos sino aquello que nos proporciona placer, y todo placer, toda sensación placentera, es una experiencia de lo divino, ya que toda vida procede del placer y este es el creador de todo cuanto existe”.

Swami Karapati

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A Lili

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Arena movediza

Que delicia es comer el fruto tierno y jugoso de tus labios, sentir tu respiraciรณn agitada, mientras yo me deslizo sobre tu piel caliente y palpitante, hasta desaparecer en la arena movediza de tu cuerpo.

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Una mujer

Quiero una mujer que sea tan bella por dentro como por fuera, sobre todo cuando se despierta por la maĂąana; que se quiera a si misma, que se cuide y se mime, y le guste ser cuidada y mimada; que sea tierna y apasionada; que a la hora del amor se entregue al placer sin importarle nada; que entre sus montes y valles se descubran todos los olores de la naturaleza reciĂŠn lavada; que rĂ­a mucho; que le brillen los ojos, los dientes y el alma; que le guste bailar y tumbarse al sol; que no pueda vivir sin flores; 15


que le guste el mar pero también las montañas; que le guste explorar y ser explorada; que pueda disfrutar el canto de los grillos en una noche estrellada… Ay…pobre de mí si llegara a encontrarla…

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Flor encarnada

Entre todas las flores del mundo, existe una que se abre al amor; es caliente y húmeda como la carne viva; su color, su olor, su sabor‌

y despuĂŠs la muerte.

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La vela y el viento

Tu eres la vela, yo el viento. Déjame llevarte… Déjame llenarte…

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Sin aliento

Un atardecer de septiembre, luz dorada al poniente; un murmullo de agua con chicharras que cantan; una noche morena bañada de luna y estrellas; una escalera cercana que comunica al cielo; tu sonrisa que alegra mi corazón solitario y salvaje. Mi equipaje.

Tu caminar, tu cintura, entre la sensualidad y la ternura. Mi locura.

Una piel que palpita; una mirada infinita; un instante sin aire; dulce agonía; un momento de ensueño, como un faro en el tiempo.

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Niña, te veo pasar, y siento que algo de mí se ha clavado en ti, y algo de ti se ha clavado en mí.

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Tu piel mi alimento

Temblores, suspiros, espasmos, lamentos‌ sangre que corre loca entre las venas, tu pelo revuelto, miro los pies que yo amo y no puedo creerlo, me los como a besos.

Tu ombligo mi lecho; nuestro olor como mares, tierra, rĂ­os, bosques y viento; la magia del momento.

Mi lengua de fuego se pierde feliz en los rincones secretos de tu geografĂ­a; luego se detiene para lamer sedienta la boca tierna y rosada de tu sexo. 21


Tu piel mi alimento; me dices ven y muero contigo; mi cuerpo derretido penetra como lava ardiente en tus entraĂąas profundas.

El tiempo se detiene; caen estrellas del cielo, y una paz infinita nos invade.

Han quedado fundidos para siempre nuestros cuerpos.

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El encantador de serpientes

Yo por ti estaba dispuesto a ejercer de poeta, de saltimbanqui, de encantador de serpientes, de que se yo‌ lo que fuera; con tal de tenerte cerca, de verte feliz, de hacerte reír; pero algo me dice, me hace sentir, que ya no tengo auditorio; la función ha terminado.

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Duende

Quiero ser tu duende, para estar contigo en medio de la gente y que nadie se entere.

Quiero ser tu duende, para amarte y gozarte, para quererte siempre.

Quiero ser tu duende, y aparecer cada vez donde menos lo esperes, entre tu falda, tus sabanas, tus cajones, tus quehaceres.

Quiero ser tu duende, y mirarte y reĂ­rme, y saber que me quieres. 24


La envidia de las diosas

Tu mirada infinita, que difĂ­cil de olvidar.

Tu sonrisa encantadora, las diosas envidiaran.

Y el rosado de tus labios, no hay flor que lo pueda igualar.

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Tentación y caída

Caminábamos juntos por la playa buscando un lugar.

Tú, con tú vestido rosado; yo, con mi pantalón azul.

De pronto, siento tu calor delante de mi; te inclinas un poco, y tu mano ansiosa me abre el camino. Me puedo morir…

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Perdidos

Amo a esa mujer, que con sus mimos me hace llegar hasta la orilla de su ancho mar; y con la tibia brisa de sus caricias, me hace perder en su profundidad, allĂ­, solo, con su soledad.

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Visionario

No te imaginas cuanto trabajo me cuesta, hacerle entender a mi terco corazón, que quizá tú no eres lo que él en algún momento soñó.

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Suplicio

Dame tu amor, o si no, la manera de olvidarte.

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Solo

Solo trato de sanar, porque olvidarte no podrĂŠ jamĂĄs.

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Casi un sueño…

Una noche, un instante, un pretexto, una música…

La espuma de una cerveza que se escurre entre los dedos, las pecas de tu pecho grabadas en mi piel, tu cuerpo con mi cuerpo, nos fundimos en un beso. Casi un sueño… Casi un sueño…

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Palabras

Palabras sueltas que me dan vueltas.

Palabras locas que me provocan.

Palabras palabretas palabritas palabrotas palabrutas.

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ExtravĂ­o

La razĂłn me lleva por atajos tratando de no verte, pero mi corazĂłn no para de buscarte entre la gente.

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Días contados

Los días de la guerra los hombres peleando y las bombas explotando.

Los días de la fiesta el diablo y dios bailando y la música sonando.

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Zona de riesgo

¡Cuidado! El gato enjaulado que habita dentro de mí, puede romper las barras cuando se acerca una gata como tú.

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Libre

Ay amor‌ que a todos dejas sin aire con tu libertad; llegas cuando quieres, y sin dar explicaciones, te vas.

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El cielo y el infierno

Adonde están los dueños del cielo y del infierno.

Adonde los que creen ser los únicos, los buenos.

¿Adonde están? Adonde para desenmascararlos.

¿Adonde están? Adonde para olvidarlos.

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Mi ley

Las Ăşnicas leyes que conozco, son las de la Naturaleza; las otras, las que cuentan que un dĂ­a cayeron del cielo grabadas en piedra, si acaso, solo son, infamias, cuentos y tretas.

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Fantasma

Ya no se que pensar que es de mi, ni que me pasa.

Voy de aquĂ­ para allĂĄ como un fantasma, un bulto de carne, un amasijo de nervios, una piltrafa.

He perdido mi alma y no encuentro donde hallarla.

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Dulce veneno

Te estas clavando en mĂ­, lentamente; me estas haciendo una herida, lentamente; dulce herida, lentamente; como un soplo, tibiamente.

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El pecador

El fruto prohibido.

Mi fruto preferido.

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Danza salvaje

AllĂ­, donde la vida se detiene, para soltar al vuelo los giros de tu baile.

AllĂ­, solo contigo, y con la magia de tu carne.

AllĂ­, solo contigo, y con la fuerza de tu sangre.

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Magia

Una noche de tantas, de esas que parecen cualquiera, pero resultĂł ser una noche sin fronteras.

De repente una llamada, y eras tĂş, que me esperas.

Alzamos el vuelo juntos, una noche sin barreras, una noche sin disfraces, una noche de luna y estrellas.

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El baile

La vida sin la muerte no corre mejor suerte.

La muerte sin la vida no tiene otra salida.

La vida sin la muerte va sola y al garete.

La muerte sin la vida se encuentra desvalida.

La vida con la muerte van juntas de la mano.

La muerte con la vida van juntas y bailando.

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La ira divina

Pastores, Rabinos, Papas, Popes, Mullahs, Brahmánes, Gurús…. Sacerdotes de todos los pelambres. Brujos psicópatas. Farsantes.

A callar.

¿Quien os ha autorizado para hablar en nuestro nombre?

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Destino

Nuestro destino es como el agua; fluir y fluir.

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Misterio

Esa fuerza misteriosa que me atrae, que me llama como un canto de sirena. Que delicia… Que aventura… Que placer sumergirme, en tu océano de coral rosado y de algas, jugar con tu marea, donde todo sueño es posible, y arriesgarme a la deriva, hasta perderme en medio de tu oleaje de mujer infinita.

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Viaje a Casablanca

Larga espera, camino de obstรกculos.

Unos ojos verdes como el mar, una sonrisa nerviosa; tu falda al viento... y un beso apasionado me esperan al final

Dulce recuerdo...

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En memoria de Jaime Sabines

Corazรณn sediento

No es nada de tu cuerpo; ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre, ni ese lugar secreto y delicioso que los dos conocemos.

Tampoco es tu boca, que me recuerda tu sexo, ni tus hombros, ni tu espalda, ni tus pechos, ni tu ombligo que me quita el aliento.

No son tus suaves muslos, ni tus pies descalzos que anhelo, ni tu olor, ni tu pelo en el que me enredo. 49


No es tu mirada, ni tus cejas, ni tu nariz sensible, ni tus labios carnosos y frescos.

No es tu lengua traviesa, ni la tibia humedad de tus besos.

No, no es nada de tu cuerpo, es solo el vacĂ­o que has dejado, y este, mi corazĂłn sediento.

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Recuerdo de un antiguo poema griego

Un poema para ti

Un poema para ti, si me quieres de veras. Tómalo, y dame un poco de tu amor. Pero si tus pensamientos son, como no quisiera yo que fueran, tómalo igualmente, y piensa que breve es la vida para gozar de la belleza. ¿Deseas guardar celosamente tu amor? ¿Para que? Ningún amante te espera después de la muerte niña mía. Los placeres del amor están hechos para la carne viva. La castidad después de la muerte es solo huesos y polvo. 51


Lluvia de flechas

Mientras caminas, tus pasos, como una lluvia de flechas, entre mi pecho y espalda, penetran como agua fresca.

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Todo lo mío es robado

Todo lo mío es robado, soy un ladrón sin remedio, soy un ladrón descarado.

Robo el aire que respiro, robo el agua de los ríos, robo los frutos de la tierra, robo la sangre de mis victimas, robo la luz de las estrellas, robo suspiros, robo secretos, robo palabras, robo ideas; robo y robo sin descanso; robo los besos de mis amantes, y el amor de quien me deja.

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Todo lo mío es robado; robar es algo tan natural en mí, y mi madre es testigo, que aun antes de nacer, ya era un ladrón consumado.

He robado tanto, tanto, que hasta basura he robado, y si alguien se descuida, no tardaría en sumarlo, al enorme botín, de todo cuanto he robado.

Pero al final podré decir, que soy un ladrón muy honrado, y prometo que algún día, aunque espero sea lejano, devolveré todo, todo lo que he robado.

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Realidad y fantasía

Hola realidad; que pocos te conocen, y muchos de los que juran conocerte, no saben, que eres más atrevida, que la loca fantasía.

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Silencio roto

El trueno en el aire, el aire que estalla, el rayo en la piedra, la piedra en el agua, el agua en la tierra, la tierra que sangra.

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Premonición

Anoche tuve un sueño: En medio de la oscuridad vi que amanecía; y vi como se cambiaba el símbolo del hombre clavado en una cruz, por una pareja haciendo el amor en una hamaca.

Me desperté feliz.

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DesengaĂąo

Los libros llamados sagrados son una perversidad, si aun no te has dado cuenta, en algĂşn momento lo harĂĄs.

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SueĂąo de tontos

Civilizado, civilisiado: si te va bien o te va mal, llegaras a ser mercancĂ­a barata.

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Libertad

El trabajo no es una virtud, el trabajo es esclavitud.

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Tempestad

Las olas rompen, el รกrbol calla, las piedras quietas sobre la playa.

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Lisiado

Como un mico enjaulado, el hombre civilizado.

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El perdido

¡Adán! Tú, que según cuentan no tuviste madre; ¿Cuándo has visto a un macho parir a una Eva?

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Principio y fin

Todas las cosas que tu ves, y aun las que no ves, han nacido del amor, la atracciรณn, el deseo y el placer; principio y fin de todas las cosas.

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Fuego

Quiero estar contigo en el centro de la hoguera, y arder hasta que el fuego nos consuma, y nuestras cenizas sean una sola.

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Lili

Nuestro amor, es un amor distinto a todo.

Un amor sin limite. Un amor que no conoce el tiempo y la distancia. Un amor que ya no sabe en donde terminas tĂş y comienzo yo.

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Delirio

Amo bucear hasta perderme, en las cavernas cálidas y húmedas en tu cuerpo. Cuevas sagradas y profanas. Delirio. Refugios de mis tiernos y salvajes instintos.

Éxtasis en mi cuerpo y en mi alma.

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TĂş

Nada me importa mas que tĂş.

Eres mi tesoro adorado. Y lo Ăşnico que tengo para ti es mi vida entera.

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Sin medida

Adoro que seas como eres; autentica, sin tapujos.

Tierna y salvaje. Toda mujer. Toda amor. Toda pasiรณn. Toda lujuria.

Sin medida.

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Locos

Siento como si te amara desde siempre. Un amor que cada dĂ­a se renueva con una fuerza arrolladora. Un amor que me desborda; me enloquece y te enloquece. Loca tu y loco yo. Tiernos y salvajes compartiendo esta felicidad en medio del delirio.

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Lujuria

Tu risa es un canto a la vida; al amor; a la felicidad; a la belleza; a la sensualidad; al deseo; a la fantasía; a la lujuria‌ Al placer sin limite. Mi delirio.

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Abandonados

En un lugar secreto que solo tu y yo conocemos; felices y abandonados, en un mar de caricias y de besos.

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Todo lo mĂ­o es robado

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