De vuelta a las andadas con un cuarto volumen que repite el esquema de los Katz anteriores (parodias de series manga, tiras cómicas e historietas cortas de una o dos páginas), pero con un cambio algo radical en la plantilla al guión y dibujo, y la sorprendente escasez de colaboradores. Os lo explicaré todo con pelos y señales: en principio, el fanzine destinado a editarse en papel iba a ser el Kingdom Katz, pero la reestructuración de Studio Kat y la entrada de gente nueva entre nuestras filas nos obligó a cambiar la temática original. Por si fuera poco, todas estas variaciones se produjeron a escasas semanas de la fecha de entrega, con lo que no hubo tiempo siquiera de conseguir ayuda de terceras personas. Ocurrió eso, y que hacemos lo que nos da la gana. Y así salió el Shonen Katz, sin pelos en la lengua.