1 minute read

El beso

Next Article
La soñadora

La soñadora

EL BESO

El beso es una forma ciega de verse, de sentirse y sensitivo contacto entre dos seres. Los labios comunican, alegran decepcionan, insultan o acarician. Y así como los ojos son promesa o veredicto. Es la boca puerto que intercambia la razón y el poderío de los cuerpos.

Advertisement

Lo hemos buscado en plazas parques, cines, en la estatua de Rodin ¿Quién habrá inventado el beso? Se pregunta la sorprendida adolescente enamorada. Y todos, absolutamente todos. Practicamos este código que tanto, tanta cosa dice sin palabras. Lo hemos buscado, pero nadie lo nombra, nadie lo recuerda al ilustre genio de los labios que supo unir dos suspiros solitarios

71

en el momento total de la caricia.

Y en el frío polar o en los cálidos desiertos, en las alturas de duros montañeses, en las capitales refinadas lo mismo que en las selvas y los campos. Está él, sigue inventando poemas, caricias, atenciones. Está ella, sigue creando, nuevas sutiles, elevadas, tiernas formas de entrega y de cariño.

El beso es una forma ciega de verse de sentirse y viene con nosotros. Así como la tierra estaba de antes, nació de nuestra carne, nuestros huesos, de las mejores inclinaciones de esta bestia. Y está en nosotros, latente, convocante. Atento al contacto tembloroso de la piel y la mirada enternecidos. El beso somos nosotros como no serlo si venimos de ser un chasquido de labios,

72

un chupón absorbente, apasionado. Porque no somos odio ni violencia, ni solitaria individualidad autosuficiente, ni foto, ni número, ni máquina animada. Somos eso, somos beso. Somos amor, sólo amor, siempre amor. Origen y destino.

73

74

This article is from: