El juego de los personajes
[lectores adultos]
Encargado por la Consejer铆a de Cultura de Castilla La Mancha (2006) coordin贸 todo: Susana Mart铆nez selecci贸n de los textos: Pep Bruno ilustraciones: Lourdes Quesada
personaje 1
Cómo es: “No iba maquillada, y se vestía con cierto descuido. Aquella primera tarde, mientras me guiaba hacia la habitación de Valdivia, caminando por delante de mí y hablándome mientras tanto, como una enfermera apresurada, pensé que no era especialmente atractiva, o que no quería serlo.” Qué hace: “Algunas noches se quedaba escribiendo hasta el amanecer. (…) [Walter y ella] habían reconstruido la organización de Madrid casi desde la nada” Lugar donde transcurre la acción: [otro personaje dice:] “Vine a Madrid para matar a un hombre a quien no había visto nunca.”
personaje 2
A qué se dedica: “El mes que viene voy a presentarme al examen de bachiller superior en Matemáticas y voy a sacar un sobresaliente.” Qué dicen de él: “El señor Jeavons decía que a mí me gustaban las matemáticas porque son seguras.. Decía que me gustaban las matemáticas porque consisten en resolver problemas, y esos problemas son difíciles e interesantes, pero siempre hay una respuesta sencilla al final. Y lo que quería decir era que las matemáticas no son como la vida, porque al final en la vida no hay respuestas sencillas.” Dónde vive: “Mi tren de juguete tenía un pequeño edificio que era dos habitaciones con un pasillo entre ellas. Una era el mostrador donde comprabas los billetes, y la otra era una sala donde esperabas el tren. Pero la estación de Swindon no era así.”
personaje 3
Cómo es: “Era reseca, desmañada, de dientes protuberantes, piel cuarteada y ojos huidizos; estos ojos ofrecían la peculiaridad de tener la pupila amarilla. (…) Hosca, sucia, desgreñada, andrajosa y descalza corría a todas horas de la cocina a los cuartos y de los cuartos a la cocina y al comedor acarreando cubos, escobas y bayetas.” Qué dice ella: “Todos creen que no me entero de nada, pero lo oigo todo. Me tratan como si fuera un mueble, un trasto inútil, ni siquiera me saludan cuando se cruzan conmigo en el pasillo.” Dónde transcurre la acción: “En el año 63 a. de J.C. un tal Mucio Alejandrino, pretor, escribe a su suegro y valedor en Roma lamentándose de haber sido destinado a Barcelona”.
personaje 4
Cómo es: “Era alta y rubia. El pelo corto, color miel. (…) A los cuarenta y cinco cuplidos sus piernas esbeltas y firmes avanzaban impriemiendo al cuerpo ese elástico balanceo propio de los adolescentes. El rostro redondo, los labios sobresalientes y bien delineados, denunciaban la sangre macedónica. Los dientes delanteros grandes y ligeramente prominentes le daban una perpetua expresión burlona e infantil. La voz, algo ronca, pasaba de los acentos graves a una gama cantarina cuando deseaba afirmar algo con énfasis.” Qué dicen de ella: “No tenía la menor idea del valor del dinero y lo usaba indiscriminadamente sin parar mientes en quién era el dueño. Tampoco tenía apego alguno por las cosas, de las que podía prescindir una una facilidad instantánea” Qué dice ella: “Tengo la idea de cómo vamos a salir de aquí con dinero suficiente y sin mucho trabajo. (…) Escucha, se trata de poner una casa de citas a la que asistirán exclusivamente aeromozas de las compañías de aviación que pasan por Panamá y de otras muy conocidas.”
personaje 5
Cómo es: “Cuando se sentó a la mesa mostrando su espectral rostro desnudo, afilado y un poco demoníaco con la barbita canosa y las cejas hirsutas, con los ojos de lagarto extraviado y su trémula mano tanteando la cuchara sobre el mantel, tenía el aspecto de un decrépito y domesticado Buffalo Bill, ya sin lustrosa cabellera de plata, sin Winchester ni puntería, pero dispuesto todavía a dar mucha guerra.” Qué dicen de él: “-¡Anda ya, Hombre Invisible, desnúdate! –gritó uno de los chicos, y todos rodearon al capitán y corearon: -¡Que se desnuuuude, que se desnuuude!” Qué dice él: ¡Eh, vosotros, no os acerquéis demasiado a esta cloaca, que está acumulando gases!¡Lo digo muy en serio, puñeteros!¡Y no se os ocurra echar un petardo dentro…!
personaje 6
A qué se dedica: “La otra razón por la que no había ido al partido era porque quería despedirme de (…), mi profesor de historia.” Qué dicen de él: “Estaba leyendo el Atlantic Monthly, tenía la habitación llena de pastillas y medicinas, y olía a Vicks Vaporub. Todo bastante deprimente. Confieso que no me vuelven loco los enfermos, pero lo que hacía la cosa aún peor era que llevaba puesto un batín tristísimo todo zarrapastroso, que debía tener desde que nació. Nunca me ha gustado ver a viejos ni en pijama, ni en batín ni en nada de eso.” Dónde vive: “Empezaré por el día en el que salí de Pencey, que es un colegio que hay en Agerstown, Pennsylvania.”
personaje 7
Qué hace: “Todas las mañanas iba a clases a la Sorbona y aplaudía al profesor. Aplaudía fuerte, más fuerte que los demás alumnos” Qué dice él “el día 7 de junio de 1978, entré en crisis, como suele decirse por ahí, aunque positiva, en mi caso, pues logré por fin salir de la melancolía blue blue blue, como solía llamarla Octavia, que fue primero Octavia de Cádiz a secas, porque durante largo tiempo la conocí sólo en estado o calidad de aparición” Dónde vive: “Alquilé un pequeño departamento, con su cocinita y su baño, y se me instaló media colonia estudiantil peruana de un hotel sin baños que quedaba en la esquina.”
personaje 8
Cómo es: “Estaba vestido y atildado con toda propiedad, como nuestro padre quería que viniera a la mesa, a pesar de sus doce años: cabellos empolvados con lazo en la coleta, tricornio, corbata de encaje, frac verde con faldones, calzones de color malva, espadín y altas polainas de piel blanca hasta medio muslo, única concesión a un modo de vestir más acorde con nuestra vida campesina.” Qué hace / a qué se dedica: “al ser tan abundantes los árboles, podía desplazarse de una rama a otra durante muchas millas, sin necesidad de bajar nunca. A veces, un trecho de tierra desnuda lo obligaba a larguísimos rodeos, pero pronto fue un experto en todos los itinerarios obligados y medía las distancias no de acuerdo con nuestras estimaciones, sino teniendo siempre en la cabeza el retorcido trazado que debía seguir él por las ramas.” Dónde vive: “Estábamos en el comedor de nuestra villa de Ombrosa, las ventanas enmarcaban las tupidas ramas de la gran encina del parque.”
personaje 9
A qué se dedica: “con objeto de hacerme la ilusión de que me dedicaba a algo importante, decidí darle un título llamativo, un tanto ampuloso: El libro del desvarío humano. En él pensaba escribir, en
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lenguaje lo más claro y sencillo posible, un relato de cada equivocación, torpeza y batacazo, de cada insensatez, flaqueza y disparate que hubiera cometido durante mi larga y accidentada existencia.” Qué dice él: “Intenta encajar los golpes. Lleva la cabeza alta. Que no te tomen el pelo. Vota a los demócratas en todas las elecciones. Pasea en bici por el parque. Sueña con mi cuerpo inigualable y perfecto. Toma vitaminas. Bebe ocho vasos de agua al día. Apoya a los Mets. Ve mucho al cine. No te mates a trabajar. Haz un viaje conmigo a París. Ven al hospital cuando Rachel tenga el niño y coge en brazos a mi nieto. Cepíllate los dientes después de cada comida. No cruces la calle con el semáforo en rojo. Defiende al débil. Hazte valer. Recuerda lo hermosa que eres. Acuérdate de lo mucho que te quiero. Bebe un whisky con hielo todos los días. Respira prfoundamente. Mantén los ojos abiertos. No comas grasas. Sueña el sueño de los justos. Recuerda cuánto te quiero.” Dónde vive: “Estaba buscando un sitio tranquilo para morir. Alguien me recomendó Brooklyn, de manera que al día siguiente salí de Westchester y fui para allá a reconocer el terreno.”
personaje 10
Qué dicen de él: “El personaje, a mi modo de ver, y quizá por lo único que lo saco a la luz, es un modelo de conductas; un modelo no para imitarlo, sino para huirlo; un modelo ante el cual toda actiud de duda sobra; un modelo ante el que no cabe sino decir: ¿Ves lo que hace? Pues hace lo contrario de lo que debiera.” Qué dice él: “Hacia los días señalados por la señora Engracia, y como si la Lola fuera un reló, de precisa como andaba, vino al mundo, y con una sencillez y una felicidad que me tenían extrañado, mi nuevo hijo, mejor dicho, primer hijo, a quien en la pila del bautismo pusimos por nombre Pascual, como su padre, un servidor.” Dónde vive: “Nací hace ya muchos años –lo menos cincuenta y cinco- en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo.” […] “Volví a ensillar la yegua, a enjaezarla con la sobremontura y las riendas de feria del señor Vicente y a enrollarme la manta en el arzón, para con ella –y con mi mujer a la grupa como a la ida- volverme para Torremejía.”
personaje 11
Qué hace: “¿Qué mal había en que se quedara unas horas observando el desierto? ¿Por qué privarle de ese consuelo? (…) Toda su vida sentimental se concentraba en esa esperanza, en realidad, y esta vez con él sólo estaba Simenoni, los otros no pensaban en ello, ni siquiera Ortiz, ni siquiera el sastre-jefe Posdocimo. Era hermoso ahora alimentar celosamente un secerto tan solos, no como en los días remotos, antes de morir Angustina, cuando todos se miraban como conjurados, con una especie de ávida competencia.” Qué dice él: “Hace más de treinta años que estoy aquí, esperando… He dejado escapar muchas ocasiones. Treinta años son algo y todo por esperar a los enemigos. No puedes pretender ahora… No puedes pretender ahora que me marche, no puedes pretenderlo, tengo cierto derecho a quedarme, me parece…” Dónde vive: “partió una mañana de septiembre de la ciudad para dirigirse a la fortaleza Bastiani, su primer destino”.
personaje 12
Cómo es “Era el bachiller (…) no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón, de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta veinte y cuatro años, carirredondo, de nariz chata y de boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas.” Qué hace: “que dejasen salir a don Quijote, pues el detenerle parecía imposible, y que [el personaje] le saliese al camino como caballero andante, y trabase batalla con él, pues no faltaría sobre qué, y le venciese, teniéndolo por cosa fácil, y que fuese pacto y concierto que el vencido quedase a merced del vencedor, y así vencido don Quijote le habría de mandar el bachiller caballero se volviese a su pueblo y casa, y no saliese della en dos años,” Qué dice él: “Yo sé lo que digo, señora ama: váyase y no se ponga a disputar conmigo, pues sabe que soy bachiller por Salamanca, que no hay más que bachillear.”
personaje 13
Cómo es: “no era lo que comúnmente se llama una mujer con gran voluntad, es decir, no se trazaba planes a medio o largo plazo ni ponía en juego todas sus energías para conseguirlos. Estaba exenta de los atributos de la voluntad. Cuando sufría el dolor fácilmente se traslucía y cuando era feliz la felicidad que experimentaba se volvía contagiosa. (…) Para ella la lectura estaba relacionada directamente con el placer y no directamente con el conocimiento o con los enigmas o con las construciones y laberintos verbales,” A qué se dedica: “lo único que sabían era que daba clases de literatura alemana en una universidad de Londres. Y que no era, como ellos, catedrática.” Qué dice ella: “[ella] quería suspender, al menos por un tiempo, las relaciones amorosas que sostenía con ambos. El motivo que adujo fue que necesitaba pensar y centrarse, luego dijo que no quería romper su amistad con ninguno de los dos. Necesitaba pensar, eso era todo.”
personaje 14
Cómo es: “un hombre de treinta y ocho a cuarenta años en traje tunecino, es decir, gorro rojo con una larga borla de seda azul, chaqueta de paño negro bordada toda de oro, pantalones sangre de toro anchos y bombachos, polainas del mismo color bordadas de oro como la chaqueta y babuchas amarillas. Una magnífica faja de cachemira le ceñía la cintura y sostenía un pequeño cangiar, agudo y curvo. Aunque de palidez casi lívida, tenía aquel hombre una cara extraordinariamente hermosa. Los ojos eran vivos y penetrantes, la nariz, recta y casi en línea con la frente, indicaba el tipo griego en toda su pureza, y los dientes, blancos como perlas, sobresalína admirablemente bajo el negro bigote que los enmarcaba.” Qué dicen de él: “esto estuvo en contacto con la mano de un hombre por el que mi padre se salvó de la muerte, nosotros de la ruina y nuesttro nombre de la vergüenza, un hombre gracias al cual nosotros, hijos pobres condenados a la miseria y a las lágrimas, podemos oír a la gente extasiarse sobre nuestra suerte. Esta carta (…) la escribió él un día en que mi padre había tomado una resolución desesperada, y aquel generoso desconocido dio a mi hermana este diamante como dote.” Qué dice él: “¿Morir? ¡Oh, no! No merece la pena morir ahora después de haber vivido tanto, ¡de haber sufrido tanto! Estaba bien morir cuando tomé la determinación antaño, hace años ya, pero ahora sería verdaderamente demasiado ayudar a mi miserable destino. No, quiero vivir, quiero luchar hasta el final; no, quiero recuperar la felicidad que me arrebataron. Que no se me olvide que antes de morir tengo que castigar a mis verdugos, y tal vez también, ¿quién sabe?, recompensar a algunos amigos.”
personaje 15
Qué hacen: “Lloravan de los ojos las dueñas e Álbar Fáñez, / e Pero Vermúez conortado las ha: / (…) cuidado non ayades, / cuando vós sodes sanas e bivas e sin otro mal; / buen casamiento perdiestes, mejor podredes ganar.” Qué dicen ellas 1: “¡Merced vos pedimos, padre, sí vos vala el Criador! / Vós nos engendrastes, nuestra madre nos parió; / delant sodes amos, señora e señor, / agora nos enviades a tierras de Carrión / debdo nos es a cunplir lo que madáredes vós. / Assí vos pedimos merced nós amas a dos / que ayades vuestros mensajes en tierras de Carrión.” Qué dicen ellas 2: “¡Don Diego e don Ferrando, rogámosvos por Dios! / Dos espadas tenedes fuertes e tajadores, / al una dizen Colada e al otra Tizón, / cortandos las cabeças, mártires seremos nós; / moros e crisitanos departirán dʼesta razón, / que por lo que nós merecemos no lo predemos nós.”
personaje 16
Cómo es: “su rostro era enérgico y sus cabellos, efectivamente más oscuros pero carentes de brillo y, además, muy cortos, al estilo de los boxeadores.” Qué hace: “Por lo que he creído entender, van a ocuparse ustedes de estudiar nuestro folclore” Dónde vive: “Se llama Posada del Cráneo de Búfalo, o más corto, Posada del Crabúfalo.”
personaje 17
Cómo es: “Llevaba un delantal azul con pálidas florecitas rojas. Tenía el pelo rubio y largo sujeto en un moño sobre la nuca. Sus brazos desnudos eran pálidos. (…) Sobre su rostro de entonces se han ido depositando en mi imaginación sus rostros ulteriores. Cuando la evoco tal como era entonces, la veo sin rostro. Tengo que reconstruírselo. Frente alta, pómulos altos, ojos azul pálido, labios gruesos y de controno suave, sin arco en el labio superior, mentón enérgico. Un rostro ancho, áspero, de mujer adulta.” Qué hace: “Aprendió a leer con usted. Se llevaba en préstamo de la biblioteca los libros que usted le había grabado, y seguía palabra por palabra y frase por frase lo que oía. De tanto pararlo y ponerlo en marcha y rebobinar hacia delante y hacia atrás, el aparato acabó estropeándose, y había que repararlo cada dos por tres.” Qué dice ella: “–Fuera –dijo retirando el edredón–. Fuera de mi cama. Y no vuelvas hasta que te pongas a estudiar. ¿Dices que ir al colegio es para imbéciles? ¿para imbéciles? ¡pero qué sabrás tú! ¿Tú sabes lo que es pasarse el día vendiendo billetes de tranvía?”
personaje 18
Cómo es: “mujer espigada y de rasgos finos, tez bruñida y grandes ojos oscuros, algo tristes. (…) Se pone las zapatillas, el pantalón, la blusa de deportes, sujeta sus cabellos con una redecilla. (…)” A qué se dedica: “Todas sus horas están cronometradas, desde las nueve, en que entra a su despacho de Madison y la 74 Street. Para entonces, ha corrido tres cuartos de hora en Central Park si hace buen tiempo, o hecho aeróbic en el Fitness Center de la esquina al que está abonada. Su jornada es una sucesión de entrevistas, informes, discusiones, consultas, averiguaciones en el archivo, almuerzos de trabajo en el reservado del estudio o algún restaurante de los alrededores, y una tarde igualmente ocupada que se prolonga con frecuencia hasta las ocho.” Qué dice ella: “–Sí, papá, a eso debo haber venido –dice, en voz tan baja que apenas alcanza a oírse–. A hacerte pasar un mal rato. Aunque, con el ataque cerebral, tomaste tus precauciones. Arrancaste de tu memoria las cosas desagradables. ¿También lo mío, lo nuestro, lo borraste? Yo, no. Ni un día. Ni uno solo de estos treinta y cinco años, papá. Nunca olvidé, ni te perdoné.”
personaje 19
Qué dicen de él: “Cuando llegó la República, él se hizo republicano. Le duró sólo unos meses. Enseguida, su héroe pasó a ser el contrabandista, banquero y conspirador Juan March, entonces conocido como el último pirata del Mediterráneo. (…) Tenían el mismo lema en el blasón: Diners o dinars. Dinero o comida. Pensaban que todo se podía comprar con esas armas.” Qué dice él: “¡La cultura, señores! Y dentro de ella, la más sublime de las artes. La poesía. Con discreción y humildad, a ella le he dedicado parte de mis más íntimos desvelos en los últimos tiempos. (…) En primer lugar, un poema por mí compuesto en honor de nuestro mayores y nuestros antepasados. (…) Nuestras vidas son los ríos / que van a dar a la mar, que es el morir…” Dónde vive: “Según las leyes de Fronteira, puja diez para ganar uno.”
personaje 20
Cómo es: “Al principio (…) era una especie de patriarca juvenil, que daba instrucciones para la siembra y consejos para la crianza de niños y animales, y colaboraba con todos, aun en el trabajo físico, para la buena marcha de la comunidad. (…) Aquel espíritu de iniciativa social desapareció en poco tiempo, arrastrado por la fiebre de los imanes, los cálculos astronómicos, los sueños de trasmutación y las ansias de conocer las maravillas del mundo.” Qué dice él: “La tierra es redonda como una naranja.” Dónde vive: “Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.”
personaje 21
A qué se dedica: “Y después, sostiene Pereira, en un determinado momento vio cómo un joven alto y delgado y con una camisa clara se levantaba de una de las mesas y se colocaba entre los dos ancianos músicos. (…) Y el joven comenzó a cantar una canción italiana: O sole mio” Qué dice él: “Señor Pereira, sé varios idiomas y conozco a los escritores de nuestra época; a mí me gusta la vida, pero si usted quiere que hable de la muerte y me paga, de la misma forma que me han pagado esta noche por cantar una canción napolitana, puedo hacerlo, para pasado mañana le escirbiré un elogio fúnebre de García Lorca, ¿qué me dice de García Lorca? (…) Escuche, perdóneme que se lo pida así, yo le escribiré el elogio fúnebre de García Lorca, pero ¿no podría usted adelantarme algo? Necesito comprarme unos pantalones nuevos” Dónde vive: “¿Diga? Oiga, dijo Pereira, le llamo del Lisboa. Y la voz dijo: ¿Sí? Verá, sostiene haber dicho Pereira, el Lisboa es un periódico de aquí, de Lisboa,”
personaje 22
Cómo es: “El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Estas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. (…) Todo en él era viejo, salvo sus ojos, y estos tenían el mismo color del mar y eran alegres e invictos.” A qué se dedica: “Fue en la tercera vuelta cuando primero vio el pez. Lo vio primero como una sombra oscura que tardó tanto tiempo en pasar bajo el bote que el viejo no podía creer que fuese tal su longitud. –No –dijo–. No puede ser tan grande. Pero era tan grande, y al cabo de su vuelta salió a la superficie sólo a treinta yardas de distancia y el hombre vio su cola fuera del agua.” Qué dice él: “–Medio pez –dijo–. El pez que has sido. Siento haberme alejado tanto. Nos hemos arruinado los dos. Pero hemos matado muchos tiburones, tú y yo, y hemos arruiando a muchos otros. ¿Cuántos has matado tú en tu vida, viejo pez? Por algo debes tener esa espada en la cabeza.”
personaje 23
Qué hace: “En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, paresciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndol cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tractase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir a mi nuevo y viejo amo.” Qué dicen de él: “Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé qué y sí sé qué de que veen a mi mujer irle a hacer la cama y guisalle de comer [al arcipreste de Sant Salvador].” Qué dice él: “–Tío, el arroyo va muy ancho; mas, si queréis, yo veo por donde travesemos más aína sin nos mojar, porque se estrecha allí mucho, y saltando pasaremos a pie enjuto. (…) ¡Sus! Saltá todo lo que podáis, porque deis deste cabo del agua. (…) ¿Cómo, y olistes la longaniza y no el poste? ¡Olé, olé!”
personaje 24
A qué se dedica: “Es un buen trabajo. El lunes quema a Millay, el miércoles a Whitman, el viernes a Faulkner, conviérteles en ceniza y, luego, quema las cenizas. Éste es nuestro lema oficial.” Qué dicen de él: “¿Cómo empezó eso? ¿Cómo intervino usted? ¿Cómo escogió su trabajo y cómo se le ocurrió buscar el empleo que tiene? Usted no es como los demás. He visto a unos cuantos. Lo sé. Cuando hablo, usted me mira. Anoche, cuando dije algo sobre la luna, usted la miró. Los otros nunca harían eso. Los otros se alejarían, dejándome con la palabra en la boca. O me amenazarían. Nadie tiene tiempo ya para nadie.” Qué dice él: “Tenemos todo lo necesario para ser felices, pero no lo somos. Falta algo. Miré a mi alrededor. Lo único que me constaba positivamente que había desaparecido eran los libros que he ayudado a quemar en diez o doce años. Así, pues, he pensado que los libros podrían servir de ayuda.”
personaje 25
Cómo es: “No me había dado tiempo a cambiarme, llevaba puesto el uniforme del colegio, y solamente el jersey era nuevo, de mi talla. Ya era la más alta de todas mis hermanas. La falda la había herdado de Isabel y me quedaba muy corta, un palmo por encima de la rodilla. La blusa era de Amelia, otra herencia, los botones amenazaban perpetuamente con estallar. (…) Las medias estaban desgastadas, el elástico se había aflojado y no podía dar dos pasos sin que se me enrollaran en el tobillo. Los zapatos eran espantosos, con una suela de goma de dos dedos de alto.” Qué dice ella: “Lo cierto es que era yo quien actuaba, Ely no se había movido de su sitio, pero éramos tres. Quizás no fuera la primera vez. A lo mejor se había acostado alguna vez con un hombre. A lo mejor muchas veces. A lo peor con mi hermano. Marcelo y Pablo en una cama de matrimonio, desnudos, besándose en la boca…” Dónde vive: “Soy madrileña. Me sé la Castellana de memoria.”
personaje 26
Cómo es: “a la sabiduría y experiencia de la edad madura añadía el entusiasmo y el ardor de un mozo en la más interesante y dispensable de las humanas flaquezas: el amor. Los años y el mucho comer habían desarrollado aquella figura, un tiempo romántica. El negro chaleco de seda se había ensanchado más y más; pulgada a pulgada, la cadena del reloj había desaparecido del horizonte visible [del personaje], y gradualmente la abundante papada iba colgando cada vez más de los bordes de la corbata.” Qué hace: “En una ocasión, la tía solterona logró hacer “matrimonio” [una jugada del whist]; volvieron a reír las muchachas, y se preparaba la vieja a demostrar su enojo, cuando, al sentir que [el personaje] le apretaba la mano por debajo de la mesa, se le subió el pavo y miró a los demás satisfecha, pensando que, en realidad, el matrimonio no estaba tan lejos de ella como alguien suponía.” Dónde vive: “han sido requeridos para que de tiempo en tiempo comuniquen al Club Pickwick, establecido en Lodres, memorias auténticas de sus viajes e investigaciones”
personaje 27
Cómo es: “Llevaba la camisa arrugada y mal abotonada y los cordones de los zapatos sin anudar. El pelo, cuidadosamente peinado y repeinado por delante, estaba de punta por detrás, como un halo de plumas. Parecía un puerco espín beatífico y desaliñado. Era alto y, a pesar del desastre de su ropa (corbata inapropiada, chaqueta raída), (…) su cuerpo era atlético. Tenía un aire alegre y fruncía los ojos como si quisiera leer un cartel lejano pero hubiera olvidado las gafas. Las orejas le sobresalían de la cabeza y parecían asas de tetera. Había algo contradictorio entre su constitución atlética y su apariencia desaliñada. Las mejillas relucientes y felices eran la única señal del hombre obeso que estaba al acecho en su interior.” A qué se dedica: “Durante años fue profesor en la Universidad Cristiana de Madrás, y, tras la muerte de Pappachi, regresó a Ayemenem con la máquina Bharat de embotellado al vacío, el remo de Balliol y el corazón roto.” Dónde vive: “dos bolígrafos llenos de agua con unos collages de recortes que representaban una calle de Londres.” // “Había olvidado lo húmedo que podía llegar a ser el aire del monzón en Ayemenem. Los aparadores se hinchaban y crujían.”
personaje 28
Cómo es: “Lo que me impresionó, y probablemente impresionó a todos los otros más que cualquier otra cosa, más que su porte aplomado, su aire aristocrático y su tenue sonrisa ligeramente altanera, fue su elegancia. (…) Llevaba pantalones largos, pulcramente cortados y planchados, y que obviamente no habían sido descolgados de un gancho como los nuestros. Su traje parecía caro: era de color gris claro, de punto espigado, y casi con certeza de un tejido cuyo origen inglés estaba “garantizado”” Qué dice él: “La Alemania de mañana será distinta de la que nosotros conocimos. Será una Alemania nueva, bajo el liderazgo del hombre que va a determinar nuestro destino y el destino del mundo por muchos siglos. Te pasmará saber que creo en ese hombre. Sólo él puede salvar a nuestra amada patria del materialismo y del bolchevismo, (…) Debemos optar entre Stalin y Hitler, y yo prefiero a este último. Dónde vive: “Stuttgart parecía el lugar tranquilo y sensato de siempre”
personaje 29
Qué hace: “En el invierno íbamos a la escuela abrigados con bufandas y gorros, y llenos de sabañones en los dedos de los pies y de las manos, y en las orejas. Quirico chico solía llevar menos abrigos que nosotros y nos llamaba frioleros. También decía que él se curaba las frieras mojándolas con una buena meada por la mañana y por la noche” Qué dice ella: “la más segura era yo, que yo sí que pasaría la frontera pronto con un…, no me acuerdo cómo lo llamó, un pasamontañas o un guía de montañas o un contrabandista…, un cura amigo del padre Tafalla y del abuelo Mozo” Qué dicen de ella: “El párroco exige que sea en la parroquia, que la niña comparezca ante todos los feligreses. Con [ella] no podemos hacer lo mismo que con Quirico. Quieren que la hija pague por todos los pecados del padre, quieren ver cómo la hija del rebelde inclina la cabeza.”
personaje 30
Cómo es: “Tenía doce años de edad y últimamente se había puesto bastante gordo, pero aún era un cerdo majestuoso de aspecto sabio y bonachón, a pesar de que sus colmillos nunca habían sido cortados.” A qué se dedica: “Tengo doce años y he tenido más de cuatrocientas criaturas.” Qué dice él: “¿Cuál es la realidad de esta vida nuestra? Encarémonos con ella: nuestras vidas son miserables, laboriosas y cortas. Nacemos, nos suministran la comida necesaria para mantenernos y a aquellos de nosotros capaces de trabajar nos obligan a hacerlo hasta el último átomo de nuestras fuerzas; y en el preciso instante en que ya no servimos, nos matan con una crueldad espantosa. (…) La vida de un animal es sólo miseria y esclavitud”
personaje 31
Qué hace: “Frotó con la yema del dedo la base de su máquina de coser. (…) La estancia servía al mismo tiempo de tienda, taller y comedor. (…) Los vestidos terminados estaban puestos en colgadores, suspendidos en una larga cuerda que atravesaba la estancia por el medio. Había también rollos de tejidos y vestidos doblados, amontonados en las esquinas, asaltados por un ejército de hormigas.” Qué dicen de ella: “Ese viejo Balzac –prosiguió– es un verdadero brujo que ha posado una mano invisile en la cabeza de la muchacha; se había metamorfoseado, parecía soñadora. Permaneció unos instates sin volver en sí, sin poner los pies en la tierra. Y terminó por ponerse tu jodida chaqueta, que por otro lado no le sentaba mal, y me dijo que el contacto de las palabras de Balzac sobre su piel le proporcionaría felicidad e inteligencia…” Dónde vive: “ El distrito de Yong Jing no carece de interés (…). El Fénix del Cielo comprendía unas veinte aldeas dispersas por los meandros del único sendero u ocultas entre los sombríos valles.”
personaje 32
Cómo es: “Sólo cuando estuvo vestido, con las solapas altas, el sombrero bajo y el pañuelo en pompa, encendió la luz. Tardó en reconocerse, y no halló ni rastro de su mueca de impostor. Tomándose las distancias, ladeando el talle, ensayó distintos gestos, posiciones y portes, encontró mil formas de ponerse y quitarse las gafas, de embolsarse las manos, de subirse las solapas o graduarse el sombrero, y otras mil de seducir o fulminar con la mirada, y finalmente sonrió.” Qué hace: “Examinó sus viejas poesías. Por lo menos veinte eran aprovechables, que retocadas y unidas a otras veinte que compusiera en los próximos meses (incluso en un mes, a la vista de lo inspirado que andaba esa noche), haría un libro de unas sesenta o setenta páginas, prólogo aparte, que se titularía Versos completos de la vida artística” Qué dicen de él: “Ante ustedes, el gran artista, viajero, ingeniero, filósofo y políglota, famoso en todas las tertulias del mundo, que me honra con su amistad y a todos ustedes con su presencia.”
personaje 33
Qué hace: “Qué hago, se preguntó. El barracón al que debería llevar el coche quedaba lejos, a las afueras de la ciudad, y con aquellos nervios no iba a llegar nunca, Me atrapa un guardia, o tengo un accidente, que todavía sería peor, murmuró.” Qué dicen de él: “Este señor está ciego, encárguese de él, y la mujer, que debería sentirse aliviada (…) percibió la dimensión de la fatalidad que le entraba por la puerta cuando un marido deshecho en lágrimas cayó en sus brazos” Qué dice él: “No es necesario, intervino una tercera voz, yo conduciré el coche y llevo a este señor a su casa. (…) Dígame dónde vive, por favor, al mismo tiempo se oyó que el motor se ponía en marcha.”