El camino del arco

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Edici贸n autorizada por el autor al Club de Tiro con Arco Delik2


El Club de Tiro con Arco Delik2, agradec e al autor su permiso de para posibilitar la impresi贸n de este libro, regalo del autor a sus lectores por su cumplea帽os.


Paulo Coelho (Río de Janeiro, 1947) antes de convertirse

en

un

novelista

famoso

inició

estudios de Derecho, pero los abandonó antes de graduarse. Rebelde e inconformista, se unió al movimiento hippy y viajó por Centro América, Europa

y

África.

A

su

regreso,

en

1 972,

desempeñó múltiples oficios: fue periodista, escritor de canciones, guionista de televisión y director de teatro. En

1986,

recorrió

a

pie

el

Camino

de

Santiago, una experiencia que más tarde relataría en El Peregrino de Compostela (Diario de un Mago ) publicada en 1987. Al año siguiente, con su segundo libro, El Alquimista, que fue un auténtico fenómeno publicitario y primer best-seller en 29 países, Paulo Coelho pasó a ser uno de los autores contemporáneos

más

leídos.

Según

la

revista

internacional

"Pu blishing

Trends", El Alquimista figura entre los 10 libros más vendidos en todo el mundo durante el año 1998. Entre sus obras más difundidas cabe destacar los ya nombrados El peregrino de Compostela, El alquimista y además, Brida, Valquirias, A orillas del río de piedra me senté y lloré , La quinta montaña, Manual del guerrero de la luz, Verónika decide morir , El demonio y la señorita Prym , Naktub, Once minutos, El Zahir, La bruja de Portobello , Como el río que fluye , y El vencedor está solo . Su obra ha sido publicada en más de 170 países y traducida a 73 idiomas y lleva vendidos más de 135 millones de libros, además de haber recibido importantes premios en numerosos países.


Los críticos alaban especialmente su estilo al mismo tiempo poético, realista y filosófico, así como "su lenguaje simbólico que no va dirigido a nuestro cerebro, sino a nuestros corazones". Su narrativa tiene el poder de conmover a los pueblos y culturas m ás diversas, lo que ha influido para que fuera nombrado Consejero Especial del programa de la UNESCO "Convergencias espirituales y diálogos interculturales". Es también miembro del Consejo del Centro "Simón Peres" para la Paz, y de la Fundación de Lord Men uhin. Además de recibir destacados premios y menciones internacionales, en 1996 el ministro de Cultura francés lo nombró Caballero de las Artes y las Letras. En 1999 recibió el Premio Crystal Award que concede el Foro Económico Mundial, la prestigiosa dist inción Chevalier de l’Ordre National de la Légion d’Honneur del gobierno francés y la Medalla de Oro de Galicia. Su obra literaria es lectura recomendada en varias universidades y desde octubre de 2002 es miembro de la Academia Brasileña de las Letras. En 2007 fue nombrado Mensajero de la Paz por Naciones Unidas. En 2009 recibió el Record Guinness al autor más traducido por el mismo libro (El Alquimista). Visite el blog de Paulo Coelho en www.paulocoelhoblog.com - Paulo cuenta actualmente con más de 2 millones de seguidores en Twitter y más de 6,5 millones de "likes" en Facebook



Una oraci贸n sin objetivo es como una flecha sin arco. Un objetivo sin oraci贸n es como un arco sin flecha. Ella Wheeler Wilcox


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 1.-Tetsuya. El chico miró asustado al extranjero. - N a d i e e n e s t a c i u d a d h a v i s t o j a m á s a T e t s u y a c o n u n a r c o e n l a s manos -respondió-. Todos sabemos que trabaja en carpintería. -Puede que haya desistido, que se haya acobardado; no me importa in si st ió e l ex tran je ro -. Pe ro n o p u ed e se r con s id e rad o el me jor ar q u e r o del país si ha abandonado su arte. Por eso he hecho un viaje de tantos dí as: para desafiarlo y terminar con una fama que ya no merece. E l ch ico vio q u e d e n ada le serviría segu ir d iscu tiendo. E ra mejor lle varlo hasta el carpintero para que viera con sus propios ojos que estaba engañado. Tetsuya estaba trabajando en la oficina situada en los bajos de su casa. Se dio la vuelta para ver quién llegaba, y se le congeló la sonrisa. Sus ojos se quedaron fijos en la bolsa alargada que llevaba consigo el extranjero. -Es exactamente lo que está pen sando -dijo el recién llegado -. No he venido para humillar ni para provocar al hombre que se convirtió en una leyenda. Tan sólo quiero demostrar que, tras años y años de práctica, he conseguido llegar a la perfección. Tetsuya respondió que tenía que volver a su trabajo: estaba terminan do de colocar las patas de una mesa.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria - Un h o mb re q u e s ir v ió d e ej e mp lo a tod a u n a g en era ci ón , n o p u e d e desaparecer como usted desapareció -continuó el extranjero -. He seguido sus enseñanzas, he procurado respetar el camino del arco, y merezco que me vea disparar. Si lo hace, me iré por donde vine y no diré a nadie dón de se encuentra el mayor de todos los maestros. El extranjero sacó de su bolsa un arco largo, h echo de bambú barniz ado, con la empuñ adu ra u n p oco más abajo d el cen tro. Hizo un a reveren cia a Tetsuya, caminó hasta el jardín e hizo otra reverencia hacia un lugar d etermin ad o. Acto s egu id o, d isp aró u n a flech a orn amen tad a con p lu mas d e águila, abrió las piernas para tener una base firme para disparar, con una mano llevó el arco hasta delante de su rostro, y con la otra colocó la flech a. E l ch ico mirab a con una mezcla d e alegría y mied o. Tetsuya, a su vez, había interrumpido su trabajo y miraba al extranjero con curiosidad. El hombre llevó el arco -ya con la flecha sobre la cuerda - hasta el cen tro de su pecho. Lo levantó por encima de la cabeza y, a medida que bajaba las manos, comenzó a abrirlo. Cu and o llegó con la flecha a la altu ra d e su rostro, el arco ya estaba completamente extendid o. Por un momento que pareció durar una eter nidad, arquero y arco perman ecieron inmóviles. El chico miraba hacia el punto donde apuntaba la flecha, pero no veía nada. De repente, la mano de la cuerda se abrió, el brazo fue empujado hacia atrás, el arco dibujó un elegante giro con la otra mano, y la flecha se per dió de vista para volver a aparecer a lo lejos.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria -Ve y cógela -dijo Tetsuya. E l ch ico volvió con la f l ech a. Hab ía atravesad o u n a cereza q u e e stab a en el suelo, a cuarenta metros de distancia. Tetsuya hizo una reverencia al arquero, fue a un rincón de su carpinte ría, y cogió una especie de madera fina, de delicadas curvas, envuelta en u n a larga cin ta d e cu ero. Des en rolló la cin ta sin n in gu na p risa y d escu brió un arco semejante al del extranjero, con la diferencia de que parecía haber tenido bastante más uso. -No tengo flechas, así que necesitaré una de las tuyas. Haré lo que me pid es, pero tendrás que mantener la promesa que has hecho: jamás reve larás el nombre de la aldea donde vivo. "Si alguien preguntara por mí, le dirás que fuiste al fin del mundo en mi busca, hasta qu e descubriste qu e me había mordido una cobra y había muerto dos días más tarde." El extranjero asintió y le tendió una de sus flechas. Apoyando en la pared uno de los extremos del largo arco de bambú, y haciendo un esfuerzo considerable, Tetsuya colocó la cuerda. A contin uación, sin decir nada, salió en dirección a las montañas. El extranjero y el chico lo acompañaron. Caminaron durante una hora hasta llegar a una hendidura entre dos rocas, por donde corría un cauda loso río. El lu gar sólo se p od ía cru zar a través d e u n p u en te d e cu erd a medio podrido y a punto de caerse. Con toda tranquilidad, Tetsuya se plantó en mitad del puente, que se


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria balanceaba peligrosamente, hizo una reverencia a algún lugar del otro la do, armó el arco tal y como lo había hecho el extranjero, lo levantó, lo lle vó hasta su pecho y disparó. El chico y el extranjero vieron que la flecha había atravesado un melo cotón maduro, que se encontraba a veinte metros del lugar. -Tú alcanzaste una cereza, yo alcancé un melocotón -dijo Tetsuya, mien tras volvía a la seg u rid ad d el margen d el río -. La cereza es men or. "Tú alcan zaste tu ob jetivo a cuaren ta metros, y el mío estab a a la mitad de esa distancia. Estás, por lo tanto, en condiciones de repetir lo que he h echo yo. Ven aquí, ponte en mitad d el puente, y haz lo mismo." Aterrorizad o, el extran jero camin ó h asta mitad d el p u en te med io p o d ri d o, si n ap a rtar la v i sta d e l d e sp eñ ad e ro b a jo su s p ie s . Hi zo lo s mi s mos gestos rituales y disparó en dirección al melocotonero, pero la flecha pasó a mucha distancia. Al volver al margen, tenía la cara blanca. -Tienes habilidad, tienes dignidad, y tienes postura -dijo Tetsuya-. Conoces bien la técnica y dominas el instrumento, pero no dominas tu men te. Sabes disparar cuando todas las circunstancias te son fa vorables, pero cuando estás en un terreno peligroso, no das en el blanco. El arquero, sin embargo, no siempre puede escoger su campo de batalla, d e mod o que vuelve a comenzar tu entrenamiento y prepárate para situaciones desfa vorables. "Continúa en el camino del arco, pues es el recorrido de una vi da. Pero aprende que un tiro correcto y certero es muy diferente a un tiro con paz en el alma."


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria El extranjero hizo una vez más una larga reverencia, colocó su arco y flechas en la bolsa alargada que cargaba al hombro, y partió. En el camino de vuelta, el chico estaba exultante. -¡Lo has humillado, Tetsuya! ¡Cómo se ve que eres el mejor! -No debemos juzgar a las personas sin antes aprender a oírlas y respe tarlas. El extranjero era un hombre bueno: no me humilló, no intentó demo st rar q u e era me jor , au n q u e d i e ra e sa i mp r e si ón . Qu er ía mo st rar su a r t e y v e r l o r e c o n o c i d o , p e s e a q u e p a r e c i e r a e s t a r d e s a f i á n d o m e . "Ad e má s , f or ma p art e d el c am in o d el arc o en fr en t ar s e d e v ez en cu an d o a pruebas inesperadas, y justamente e so fue lo que el extranjero me ha permitido hacer hoy." -Él dijo que tú eras el mejor de todos. Yo no sabía que eras un maestro en el tiro con arco. Si es así, ¿por qué trabajas en una carpintería? -Porque el camino del arco sirve para todo, y mi sueño era trabajar con mad era. Ad emás, u n arq u ero q u e sigu e este c amin o n o n ecesita n i arco, ni flecha, ni blanco. -Nunca pasa nada interesante en esta aldea, y de repente me doy cuen ta de que estoy delante de un maestro en un arte por el que ya nadie se interesa -dijo el chico, con los ojos encendidos -. ¿Y qué es el camino del arco? ¿Me lo p uedes enseñar? -Enseñar no es difícil. Puedo hacerlo en menos de una hora, en cuanto lleguemos de vuelta a la aldea. L o difícil es practicar todos los días, hasta


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria conseguir la precisión necesaria. Los ojos del chico parecían implorar una respuesta afirmativa. Tetsuya camin ó en sil en cio d u ran te casi q u in ce min u tos . Cu an d o volvió a h ab lar, su voz parecía más joven. - H o y e s t o y c on t e n t o : h e h o n r ad o a l h o m b r e q u e , h a c e m u ch o s a ñ o s, me salvó la vida. Por ello, te daré todas las reglas necesarias, pero no po dré hacer nada más que eso. Si entiendes lo que te estoy diciendo, podrás u sar estas en señ an zas p ara lo q u e d es ee s. "Hac e ap en as u n os min u tos, me llamaste maestro. ¿Qu é es un maestro? Yo te respondo: n o es aqu él que enseña algo, sino quien in spira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene en el a lma." Y en cuanto h ubieron b ajad o d e la montaña, Tetsu ya le exp licó el ca mino del arco.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 2. LOS ALIADOS El arquero que no comparte con otros la alegría del arco y de la flecha, ja más conocerá sus propias cualidades y defectos. Por lo tanto, antes de ponerte a buscar nada, búscate aliados: gente que se interesa por lo que estás haciendo. No digo: "busca otros arqueros." Digo: encuentra personas con diferen te s h ab il id ad e s, p o rq u e el ca min o d e l ar co n o e s d if e ren t e d e cu a lq u i er otro camino que se sigue con entusiasmo. Tus aliados no serán necesariamente aquellas personas a quienes todos miran, ante quienes se deslumbran y de quienes afirman: "no hay nadie mejor." Muy al contrario: serán aquéllos que no temen errar, y sin embar go yerran. Por ello, su trabajo no siempre es reconocido. Pero es esa clase de persona la que transforma el mundo, la que, tras muchos errores, con s i g u e a c e r t a r e n a l g o q u e m a r c a r á u n a n t e s y u n d e s p u é s e n s u comunidad. Son p ersonas qu e no p u ed en qu ed arse esp erando los acon tecimien tos p ara d esp u és tomar la mejor d ecisión : ellos d ecid en a med id a q u e actú an, aun sabiendo los riesgos que con ello corren. Convivir con estas p ersonas es importante para un arquero, porque és te necesita entender que, antes de colocarse frente al blanco, debe ser lo bastante libre para cambiar de dirección a medida que lleva la flecha hac ia delante de su pecho. Cuando abre la mano y suelta la cuerda, debe decirse a sí mismo: "mientras abría el arco, recorrí un largo camino. Ahora suelto esta flech a con


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria la conciencia de que he arriesgado lo suficiente y he dado lo mejor de mí." Los mejores aliados son aquéllos que no pien san como los demás. Por eso, cuando busques compañeros pa ra compartir con ellos el entusiasmo del tiro, sigue tu intuición y no te dejes llevar por los comentarios ajenos. L a s p e r s o n a s siempre

juzgan

a

los

demás

poniendo

como

modelo

sus

propias

limitaciones, y a veces la opinión de la comunidad está llena de prejuicios y temores. Únete a los que experimentan, arriesgan, caen, se hieren y vuelven a arri e s gar . Ap á rta te d e q u ien e s a fi r man v erd ad e s, cri ti can a q u ien e s n o p ien san como e llos, jam ás d an u n p aso sin ten e r la s egu rid ad d e q u e s e les respetará por ello, y prefieren tener certezas a tener dudas. Únete a los que se exponen y no temen ser vulnerables: ellos entienden q u e l a s p e r s o n a s s ó l o p o d e m o s m e j o r a r c u a n d o v e m o s l o q u e h a c e e l p r ó ji m o , n o c on e l f i n d e ju z ga r lo s i n o p ar a a d m i r ar l o p o r s u d e d i ca c i ó n y coraje. Tal vez pienses que el tiro con arco no puede interesar a un panadero o a un agricultor, pero yo te digo: ellos ven, aprenden, y ponen lo que aprenden en aquello que están haciendo. Tú harás lo mismo: aprenderás como el buen panadero a usar las ma n os y a sab er la mezcla exacta d e los in gredientes. Ap ren d erás como el agricultor a tener paciencia, a trabajar duro, a respetar las estaciones, y a no blasfemar contra las tormentas, pues ello sería una pérdida de tiempo. Ú n e t e a l o s q u e s o n f l e x i b l e s c o m o l a m a d e r a d e t u a r c o y e n t i e n d e n las señales del camino. Son personas que no dudan en cambiar de rumbo cu ando se


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria top an con un ob stácu lo in salvable, o cu and o vislu mb ran un a oportunidad mejor. Tales son las cualidades del agua: pasar entre las rocas, adaptarse al cu rso d el río y tran sformarse a veces en un lago hasta qu e la d ep resión está rebosando y puede seguir su curso. Porque el agua no olvida que su destino es el mar, y que tarde o temprano deberá llegar a él. Únete a los que jamás dijeron: "se acabó, aquí me detengo". Porque así como al in vierno le sigu e la p rimavera, nada termin a: d esp u és d e alcan zar tu objetivo h ay qu e comen zar d e n u evo, emp lean do en todo momen to lo que aprendiste en el camino. Ún ete a los qu e can tan , cu en tan h istorias, disfrutan la vid a, y tienen alegría en los ojos. Porqu e la alegría es contagiosa, y siemp re con sigu e e v i t a r q u e n o s d e j e m o s p a r a l i z a r p o r l a d e p r e s i ó n , l a s o l e d a d y l a s dificultades. Únete a los que hacen su trabajo con entusiasmo. Pero para poder ser les útil como ellos te son útiles a ti, debes saber cuáles son tus herramien tas, y cómo puedes perfeccionar tus habilidades. Por tanto, ha llegado el momento de conocer tu arco, tu flecha, tu blan co y tu camino.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 3. EL ARCO El arco es la vida: dale toda tu energía. La flecha partirá un día. El blanco está lejos. Pero el arco permanecerá siempre contigo, y hay que saber cuidarlo. N e ce s ita p er íod o s d e in act i vid ad : u n ar co si e m p re a rm ad o, en e st ad o de tensión, pierde su potencia. Por tanto, déjalo que repose y recupere su fir m eza . As í, cu an d o e sti r es la cu erd a, e star á c on t en t o y con su fu er za intacta. El arco no tiene concien cia: es un prolongamiento de la mano y el d e seo del arquero. Sirve para mata r o para meditar. Por ello, sé siempre cla ro en tus intenciones. U n a r c o t i e n e f l e x ib i l id a d , p e ro ta m b i é n t i e n e u n l í m i t e . U n e s f u e r zo más allá d e su capacid ad lo romp erá, o d ejará exhausta la mano qu e lo sostien e. Por lo tanto, p rocu ra estar en armon ía con tu in stru mento y n o le exijas más de lo que te puede dar. Un arco o bien reposa o bien se tensa en la mano del arquero. Pero la m an o n o e s s i n o e l l u g a r d on d e s e c o n c e n t ra n t od o s l o s m ú s c u l o s d e l cuerpo, todas las intenciones del tirador, todo el esfuerzo para el tiro. Por lo tanto, para mantener con elegancia el arco abierto, haz que cada parte dé sólo lo necesario, y no disperses tus energías. De este modo, podrás disparar muchas flechas sin cansarte.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria Para entender tu arco, es preciso qu e se con vierta en parte de tu brazo y sea una extensi贸n de tu pensamiento.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 4. LA FLECHA La flecha es el intento. Es lo que une la fuerza del arco con el centro del blanco. El intento tiene que ser cristalino, recto, bien equilibrado. Una vez ha ya p arti d o n o v ol v er á, p or lo q u e, si l o s mo v i mi en t os q u e ll e va ron h a sta el tiro no

fueron

precisos

y

correctos,

es

mejor

interrumpirlo

que

actuar

precipitadamente sólo porque el arco ya estaba tenso y el blanco, esperando. Pero jamás dejes de soltar la flecha si lo único que te detiene es el mie do a errar. Si has hecho los movimientos correctos, abre la mano y suelta la cuerda. Aunque no des en el blanco, sabrás afinar la puntería la próxi ma vez. Si no te arriesgas, nunca sabrá s qué cambios eran necesarios. Cada flecha deja un recuerdo en tu corazón, y es la suma de estos rec uerdos lo que te hará disparar cada vez mejor.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 5. EL BLANCO El blanco es el objetivo a alcanzar. Fue escogido por el arquero, pero está lejos, y no podemos jamás culp arlo si n o lo alcanzamos. En eso resid e la b elleza d el camin o d el arco: nunca puedes disculparte diciendo que el adversario era más fu erte. Tú escogiste tu blanco y eres responsable de él. El blanco puede ser mayor o menor, estar a la derecha o a la izquierda, pero tú siempre tienes que colocarte frente a él, respetarlo y hacer que se ap roxime men talmen te. Sólo cuand o se encu entre en la pu nta d e tu fle cha debes soltar la cuerda. Si ves el b lan co como en emigo, p od rás qu izá acertar el tiro, p ero n o conseguirás mejorarte en nada a ti mismo. Te pasarás la vida intentando colocar una simple flecha en el centro de una cosa de papel o madera, lo que es absolutamente inútil. Y cuando estés en compañía, te quejarás de que no haces nada interesante. Por eso, debes escoger tu blanco, dar lo mejor de ti para alcanzarlo, y mirarlo siempre con respeto y dignidad: sé consciente de lo que significa, y de cuánto esfuerzo, entrenamiento e intuición has necesitado. C u a n d o m i r e s a l b l an c o, n o t e c o n c en t r e s s ó l o e n é l , s i n o e n to d o lo que sucede a tu alrededor, porque la flecha, al ser disparada, se encontra rá con factores con los qu e tú no cu entas, como el viento, el p eso o la distancia.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria Tien es que entender el blanco. Debes preguntarte constantemente: "si y o s o y e l b l a n c o , ¿ d ó n d e e s t o y ? ¿ C ó m o p u e d o s e r a l c a n z a d o d e m o d o que dé al arquero la honra que merece?" Porque un blanco sólo existe en la medida en que existe el arquero. Lo que justifica su existencia es el deseo del arquero de alcanzarlo. Sin él, se ría una cosa muerta, un pedazo de papel o madera al que nadie prestaría atención. Así, d e la misma manera que la flecha bu sca el blanco, el blanco tam bién busca la flecha, porque es ella la que da sentido a su existencia: ya no es un pedazo de papel, sino el centro del mundo de un arquero.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 6. LA POSTURA Una vez se ha entendido el arco, la flecha y el blanco, hay que tener sere nidad y elegancia para aprend er la práctica del tiro. La serenidad viene del corazón. Aunque muchas veces lo atormenta la inseguridad, el corazón sabe que, a través de una postura correcta, conseguirá dar lo mejor de sí. L a e l e g a n c i a n o e s a l go s u p e r f i c i a l, s i n o la m a n e r a q u e e n c o n t r ó e l hombre para honrar la vida y el trabajo. Por eso, cuando a veces sientes que la postura te incomoda, no debes pensar que es falsa o artificial: es verd ad era p orqu e es difícil. Hace que el blanco se sienta honrado por la dignidad del arquero. La elegancia no consiste en la postura más cómoda, sino en la más ade cuada para que el tiro sea perfecto. La elegancia se logra cuando se descarta todo lo superfluo y el arquero d e sc u b r e la s i mp l ic id ad y la con c en tr ac ión : cu an to má s si mp le y sob ri a sea la postura, más bella será. La nieve es bonita porque tiene un solo color, el mar es bonit o porque parece una superficie plana. Pero tanto el mar como la nieve son profundos y conocen sus cualidades.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 7. CÓMO SUJETAR LA FLECHA Sujetar la flecha es estar en contacto con su intención. H a y q u e m i ra r l a e n t od a s u l o n g it u d , v e r s i l a s p l u m a s q u e gu í an s u vu elo están b ien colocadas, verificar la punta y cerciorarse d e qu e está afilad a, y comp rob ar que está r ecta y n o q u ed ó cu rvad a o d añ ad a en un tiro anterior. La flecha, con su simplicidad y liviandad, puede parecer frágil, pero la fu erza d el arq u ero con sigu e q u e p u ed a llevar con sigo la en ergía d e su cuerpo y de su mente. C u e n t a l a l ey e n d a q u e u n a s i m p l e f l e c h a f u e c ap a z d e h u n d i r u n n a vío: el hombre que la disparó sabía dónde se hallaba la parte más delga da de la madera, con lo que abrió un agujero que permitió que entrara el agua en la bodega sin hacer ruido y acabó así con la amenaza de invasión que pendía sobre su aldea. La flecha es la intención que deja la mano del arquero y parte en dirección al b lanco. Por lo tanto, es lib re en su vu elo, y segu irá el camin o qu e le fue destinado en el momento del tiro. Será tocada por el viento y por la gravedad, pero eso es parte de su re corr id o: u n a h oj a n o d e ja d e s er h oja p orq u e u n a to r me n ta la ar ran q u e del árbol. Así es la intención del hombre: perfecta, recta, afilada, firme, certera. Nadie la puede detener cuando cruza el espacio que la separa de su destino.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 8. CÓMO SUJETAR EL ARCO Ten calma y respira p rofu ndamente. Tod o s tu s mo v i mi en t os son p e rc ib i d o s p or tu s aliad o s, q u e t e ayu d a rán en lo que sea necesario. Pe ro n o o l vid e s q u e ta mb i én e l a d ve r sar io e st á ob s er van d o, y co n oc e la diferencia entre la mano firme y la mano trémula: por lo tanto, si estás tenso, respira hondo, pues eso te ayudará a concentrarte en todas las eta pas del tiro. En el momento en que sujetas el arco y lo colocas, con elegancia, delan te del cuerpo, repasa mentalmente cada etapa que te llevó a preparar el tiro. Pero hazlo sin tensión, pues es imposible ten er todas las reglas en la cabeza. Y con el espíritu tranquilo, a medida que repases cada etapa, te darás cuenta de cuáles fueron los momentos más difíciles, y de cómo los superaste. Eso te dará confianza, y tu mano dejará de temblar.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 9. CÓMO TENSAR LA CUERDA El arco es un instrumento de música y es en la cuerda donde se manifies ta su sonido. La cuerda es grande, pero la flecha la toca sólo en un pequeño punto, y es en este punto donde debe concentrarse toda la sabiduría y experiencia del arquero. Si este punto se inclina un poco a la derecha, o un poco a la izquierda, si está por encima o por debajo de la línea de tiro, nunca se alcanzará el objetivo. Por lo tanto, al tensar la cuerda, sé como el músico que toca su instrumento. En la música, el tiempo es más importante que el espacio: un conjunto d e n ota s co lo cad a s en l ín e a n o q u i er e d ec ir n ad a , p ero q u i en l e e lo q u e allí está escrito es capaz de transformar esta línea en sonidos y compases. Así como el arquero ju stifica la existen cia del blanco, la flecha justifica la existencia del arco: puedes lanzar una flecha con la mano, pero un arco sin flech a n o tien e n in gu n a u tilid ad . Por lo tanto, cu an d o ab ras los b ra zos, no pienses que estás estirando el arco. Pien sa qu e la flech a es el centro, in móvil, y tú estás haciendo q ue arco y cu erd a se le ap roximen p or los extremos h asta tocarla con cu id ad o y pedirle que cooperen contigo.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 10. CÓMO MIRAR EL BLANCO Mu ch o s arq u e ro s se q u ejan d e q u e, a p e sa r d e h ab e r p ra cti cad o e l ar t e del tiro durante años, aún sienten que el corazón se les dispara de ansiedad, que les tiembla la mano, que les falla la puntería. Tienen que entender que aunque un arco o una flecha no p ueden cambiar nada, el arte del tiro hace que nuestros errores sean más evidentes. El día que no sientas amor por la vida, tu tiro será confuso, complicado. Verás que estás sin fuerza suficiente para estirar al máximo la cuerda y que no consigues hacer que el arco se curve como debe. Esa mañana, cuando veas que tu tiro es confuso, intenta descubrir qué p rovocó tal imp recisión. E llo hará q u e ten gas que en frentarte a un p ro blema que te incomoda, pero que hasta entonces estaba oculto. Tamb ién su ced e lo con trario: tu tiro es segu ro, la cu erd a su en a como un instrumento musical, los pájaros cantan alrededor. Entonces te darás cuenta de que estás dando lo mejor de ti mismo. Mientras tanto, no te dejes llevar por los tiros de la mañana, sean éstos precisos o inseguros. Te quedan aún muchos días por delante, y cada fle cha es una vida en sí misma. Ap rovech a los malos momentos p ara d escubrir qu é te h ace temb lar. Ap ro v e ch a l o s b u en o s mo m en t os p ara en co n trar e l ca m in o q u e h a d e


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria llevarte a la paz interior. Pero que ni temor ni alegrĂ­a te detengan: el camino del arco es un c amino sin fin.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 11. EL MOMENTO DE DISPARAR Existen dos tipos de tiro. El primero es aquél que se da con precisión, pero sin alma. En este ca so, aunque el arquero tenga un gran dominio de la técnica, se concentra exclusivamente en el blanco, y por eso no ha evolucionado, se ha vuelto rep etitivo, no ha con segu id o crecer, y un d ía d ejará el camin o d el arco, pues siente que se ha convertido en una rutina. El segundo tiro es el que se da con el alma. Cuando la intención del ar quero se transforma en el vuelo de la flecha, su mano se abre en el mo mento justo, el sonido de la cuerda hace que los pájaros canten, y el gesto de disparar a algo en la distancia provoca, paradójicamente, un retorno y un en cu en tro con uno mismo. Tú sab es el esfu erzo q ue costó ab rir el arco, resp irar h ond o, con cen trarte en tu objetivo, tener clara tu intención, mantener la elegancia de la postura, respetar el blanco. Pero tamb ién d eb e s co mp ren d er q u e n ad a en este mu n d o p erman ec e con nosotros por mucho tiempo: en algún momento tu mano tendrá que abrirse y dejar que tu intención siga su destino. Por lo tan to, la flech a tien e q ue p artir, p or más amor q u e sien tas p or cada paso que te llevó a la postura elegante y a la posición correcta, y por más que admires sus plumas, su punta, su forma. Pero no podrá partir antes de que el arquero esté listo para el disparo, pues


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria su vuelo sería muy corto. No puede partir después de que haya al canzad o la p ostura y con centración exactas, p orq u e el cu erp o no resisti ría el esfuerzo y la mano comenzaría a temblar. Tien e qu e p artir en el momento en qu e el arco, el arqu ero y el blan co se encuentran en el mismo punto del u niverso: eso se llama inspiración.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 12. LA REPETICIÓN El gesto es la encarnación del verbo. En otras palabras, una acción es un pensamiento que se manifiesta. Un pequeño gesto nos denuncia, de modo que tenemos que perfeccio nar todo, pensar en los detalles, aprender la técnica de tal manera que se v u e l v a i n t u i t i v a . L a i n t u i c i ó n n o t i e n e n a d a q u e v e r c o n l a r u t i n a , s i n o con un estado espiritual más allá de la técnica. Así, después de mucho practicar, ya no pensamos en todos los movimientos necesarios. Éstos pasan a formar parte de nuestra propia existenc ia. Pero para eso hay que entrenar y repetir. Y, si no fuera suficiente, entrenar y repetir. Ob serva a un b u en h errero trab ajand o el acero. Para el ojo in exp erto, no hace sin o repetir los mismos martillazos. Pero quien conoce el camino del arco, sabe que cada vez que levanta el martillo y lo hace d escender, la inten sidad del golpe es diferente. La ma no repite el mismo gesto, pero conforme se acerca al hierro, sabe que de be tocarlo con más dureza o con más suavidad. Así e s con la rep etici ón : au n q u e p arezca igu al, siemp re es d istin ta. Ob serva el molino. Para q uien ve su s aspas sólo u na vez, parece girar sie mp r e con la mi s m a ve lo cid ad , rep it ie n d o el m i s mo mo vi m i en to . Pero quien conoce los molinos sabe que están condicionados por el


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria viento, y cambian de dirección siempre que hace falta. La mano del herrero se entrenó repitiendo miles de veces el gesto de martillear. Las asp as del molino son cap aces d e moverse con velocidad después d e que el viento haya soplado mucho y haya hecho que se limp ien sus engranajes. El arquero permite que muchas flechas pasen lejos de su objetivo, po rque sabe que sólo aprenderá la importancia del arco, de la postura, de la c u e r d a y d e l b la n c o d e s p u é s d e re p e t i r s u s g e s t o s m i l e s d e v e c e s , s i n miedo a errar. Los

verdaderos

aliados

jamás

lo

criticarán,

porque

saben

que

el

entrenamiento es necesario y es la única man era de perfeccionar su in stin to y su tiro. Hasta q u e p or fin ll ega el mo men to en q u e ya n o h ace falta p en sar en lo que se está haciendo. A partir de ahí, el arquero pasa a ser su arco, su flecha y su blanco.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 13. CÓMO OBSERVAR EL VUELO DE LA FLECHA Un a vez qu e la flecha h a sido d isp arad a, no q u eda nad a qu e el arqu ero pu ed a h acer, si n o e s acomp a ñ ar su recorrid o en d irección al b lan co. A partir de este momento, la tensión necesaria para el tiro ya no tiene razón de existir. Por lo tanto, el arquero ma ntiene los ojos fijos en el vuelo de la flecha, pero su corazón reposa, y él sonríe. La mano que soltó la cuerda es empujada hacia atrás, la mano del arco h ace u n movimiento d e expan sión, el arqu ero es forzad o a ab rir los bra zos y enfrentarse, a pecho desc ubierto, a las miradas de sus aliados y de sus adversarios. En este momento, si entrenó lo suficiente, si consiguió d esarrollar su instinto, si mantuvo la elegancia y la concentración durante todo el pro ceso del tiro, sentirá la presencia del universo y verá que su acción ha si do justa y merecida. La técnica hace que las dos manos estén listas, que la respiración sea precisa, que los ojos se puedan fijar en el blanco. El instinto hace que el momento del tiro sea perfecto. Quien pase cerca y vea al arquer o de brazos abiertos, con los ojos acompañando a la flecha, pensará que no está haciendo nada. Pero los al iados saben que la mente de quien realizó el tiro ha cambiado de dime nsión, está ahora en contacto con todo el universo: continúa trabajando, ap ren d ie n d o tod o aqu ello q u e el tiro h a traíd o d e p ositivo, corrigien d o eventuales errores, aceptando sus cualidades, esperando a ver cómo re acciona el blanco al ser


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria alcanzado. Cu and o el arqu ero ten sa la cu erd a, pu ed e ver el mu nd o en tero dentro de su arco. Cu an d o aco mp añ a e l v u el o d e la fl ec h a, e st e mu n d o se l e h a ce má s p róximo, lo acaricia, y h ace q u e ten ga la se n sación p erfecta d el d eb er cumplido. Cada flecha vu ela d e man era diferen te. Tira mil flechas: cada una te mostrará un recorrido distinto. Ése es el camino del arco.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 14. EL ARQUERO SIN ARCO, SIN FLECHA, SIN

BLANCO

El arquero aprende cuando olvida las reglas del camino del arco y pasa a actu ar b asán d ose sólo en su i n stin to. Pero p ara olvi d ar las reglas an tes hay que conocerlas y respetarlas. Cuando alcanza este estado, ya no necesita de los instrumentos que lo ay u d aron a ap ren d er. Ya n o n eces ita d el arc o, n i d e las fle ch as, n i d el b lanco, p orq u e el camin o es más importante q u e aqu ello qu e lo llevó a caminar. De la misma forma, llega el momento en que el alumno que está aprendiendo a leer se libera de las letras aisladas y pasa a crear palabras con ellas. Sin embargo, si las palabras estuviesen todas unidas, no tendrían sen tido o dificultarían mucho su compren sión: es n ecesario que existan es pacios entre las palabras. Es necesario que, entre una acción y la siguiente, el arquero recu erde to d o lo q u e h i zo, con v er s e con su s a lia d o s, d e sc a n s e y s e si en t a al e gr e por el hecho de estar vivo. E l camin o d el arco es el camino d e la alegría y d el entu si asmo, d e la perfección y del error, de la técnica y del instinto. Pero sólo lo aprend erás a medida que vayas tiran do tus flechas. Cuando Tetsuya terminó de hablar, estaban ya a la puerta de la


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria carpintería. -Gracias por la compañía -le dijo al chico. Pero éste no se movió. -¿Cómo puedo saber si lo hago bien? ¿Cómo estar seguro d e que tengo l a m i r a d a c o n c en t r ad a, la p o s t u ra e l e g an t e , e l a r co s u j e to d e m a n e r a correcta? -Mentaliza la idea de un maestro perfecto que está siempre a tu lado, y haz todo lo posible por reverenciarlo y honrar sus enseñanzas. Ese maes tro, a quien muchos llaman Dios, otros llaman "algo", y otros llaman ta lento, siempre nos mira. É l no merece sino lo mejor. "Acuérdate también de tus aliados: debes apoyarlos, pues ellos te ayu darán cuando lo necesites. Procura desarrollar el don de la bondad: este don te permite estar siempre en paz con tu corazón. Pero sobre todo, no olvides esto: lo que te he dicho tal vez sean palabras inspiradas, pero só lo tendrán sentido si las experiment as." Tetsuya extendió la mano para despedirse, pero el chico lo retuvo: Sólo una cosa más: ¿cómo aprendiste a disparar? Tetsuya reflexionó un poco: ¿valía la p ena contarlo? Pero como aquél había sido un día especial, terminó abriendo la puerta de su ofici na. -Voy a hacer té. Y voy a contarte la historia. Pero tendrás que prome terme lo mismo q u e l e p ed í al extran jero: jamás h ab les con n ad ie sob re mi habilidad.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria Entró, encendió la luz, volvió a en volver su arco con la larga cinta de cuero y lo puso en un luga r discreto: si por casualidad alguien lo encon trase, pensaría que era un ped azo retorcido d e bambú. Fue a la cocina, preparó el té, se sentó con el chico y comenzó su historia.


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria 16. LA HISTORIA DE TETSUYA -Hace un tiempo trabajaba para un gran señor que vivía no lejos de aquí. Era el encargado de cuidar sus establos. Pero como el señor siempre esta ba de viaje, yo tenía mucho tiempo libre y decidí dedicarme a lo que con sideraba la verdadera razón de vivir: la bebida y las mujeres. " Un b u en d í a, d e s p u é s d e var ia s n o ch e s en b la n co, s en t í u n vé rt igo y caí en mitad d el campo. Pensé que iba a morir y me rendí. Pero un hom b re a q u i en ja má s h ab ía vi st o p asó p o r e l ca m in o, s e ap iad ó d e m í, m e llevó a su casa -en un lugar muy lejos de aquí - y cuidó de mí durante va rios meses. Mientras reposaba, lo veía ir todas las mañanas al campo con su arco y sus flechas." "Cu and o me hub e recu perad o, le p edí q u e me en señase el arte d el arco; era mucho más interesante que cuidar caballos. Pero él me respondió que me había acercado mucho a la muerte, y ahora no podía alejarla: ha b ía cau sad o d emasiad o d añ o a mi cu erp o físico y ah ora la mu erte estab a a dos pasos de mí." “Si yo quería aprender, era sólo para que la muerte no me tocase. Un hombre de un país lejano, al otro lado del océano, le había enseñado que era posib le d esviarse por u n tiemp o d el camino qu e lleva al p recip icio d e la muerte. Pero en mi caso, debía ser consciente por el resto de mis d ías d e que estaba caminando al borde d e ese abismo y en cualquier momen to podía caer en él." "Me enseñó entonces el camino del arco. Me presentó a sus aliados, me o b l i g ó a p a r t i ci p ar e n co m p e t i c i on e s , y en s e g u i d a m i f a m a s e e x t en d ió p or


Club de Tiro con Arco Delik2 Gran Canaria t o d o e l p a í s . C u an d o v i o q u e y a h ab í a ap r e n d id o l o s u f i c i e n t e , m e quitó las flechas y el blanco, y sólo me dejó el arco como recuerdo. Me di jo que empleara todas su s enseñanzas en algo qu e realmente me llenase de entusiasmo." "Le dije que lo que más me gu staba era la carpintería. Él me b endijo y me pidió que partiese y me dedicase a lo que me gustaba hacer, antes de q u e m i f a m a c o m o a r q u e r o t e r m i n a s e p o r d e s t r u i r m e o m e l l e v a s e d e vuelta a mi vida anterior." “Desd e en ton ces, trabo a cad a segu ndo un a lucha contra mis vicios y mi autocompasión. Ten go qu e estar con cen trado, manten er la calma, h acer con amor el trabajo que escogí, y jamás tener apego al momento presente. Porque la muerte sigue todavía muy cerca de mí, e l abismo está a mi lado y yo ca mino por el borde." Tetsuya no añadió que la muerte está siempre cerca de todos los seres vi vos: el chico era todavía muy joven y no tenía por qué pensar en eso. Tet suya tampoco le dijo que cada etapa del camino del arco es taba presente en cu a l q u i er act i vid ad h u man a . En cuanto hubo bendecido al chico, de la misma manera que él mismo había sido bend ecido muchos años atrás, le pidió al chico que se fuera, p orq ue h ab ía sid o u n d ía muy largo y ten ía qu e dormir.


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