HERRAMIENTAS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA ELEMENTOS BÁSICOS Secuencia para la participación ciudadana Al comenzar a diseñar un plan de acción para la participación ciudadana, debemos seguir los siguientes pasos: 1. Identificación del problema: como en toda tarea, lo ideal es empezar por el principio, identificando cuál es la problemática que queremos abordar. Tal identificación puede estar ligada a una demanda que surja internamente, o bien ser respuesta a un reclamo generado por la ciudadanía. En este paso es fundamental tener especialmente en cuenta la efectividad y la factibilidad de la acción, es decir, que la estrategia definida pueda generar el cambio esperado; las herramientas con las que se cuenta internamente para lograr el objetivo seleccionado; las posibilidades de contar con el apoyo de otras OSC o ciudadanos/as particulares, que se encuentren directamente afectados por el mismo tema (esta acción ampliará significativamente los recursos humanos y/o económicos necesarios para llevar adelante las distintas acciones que compondrán nuestra estrategia de incidencia), y la identificación de los funcionarios públicos que intervienen en el tema elegido, a fin de pronosticar su posible participación o no en el proceso (reconocer aliados o "enemigos"), entre otras cuestiones. 2. Búsqueda de información: una vez identificados los puntos detallados en el paso anterior, debemos abocarnos a la búsqueda de información referida a la temática sobre la cual queremos incidir. Debemos disponer tanto de recursos humanos como de una adecuada infraestructura, a fin de recabar todo tipo de información útil, datos y documentación, relacionados con la temática elegida. La información, en el marco de una estrategia de participación ciudadana, resulta una herramienta clave para definir acciones, actores y estado de situación de la cuestión sobre la cual se espera generar un cambio. 3. Definición de la estrategia: a partir de la selección del problema, debemos plantearnos diversas soluciones. Entre ellas se seleccionará aquella que sea visiblemente la más "realizable", teniendo en cuenta el contexto cultural, político, social y económico. En este sentido, es necesario reconocer aquellos aspectos positivos y negativos de cada solución propuesta, los posibles aliados en cada una de las alternativas, la capacidad de acción propia y de aquellos actores que identifiquemos como aliados y, por supuesto, las soluciones alternativas a cada una de las propuestas. Para llevar a cabo esta labor, resulta muy valiosa la evaluación de otras "buenas prácticas" que otros hayan desarrollado sobre la base de objetivos similares. De esta manera, es posible extraer aquellos factores positivos que podrían facilitar las acciones y dejar de lado aquellos aspectos negativos de dichas experiencias. 4. Definición de actores clave: la definición de actores clave es un paso esencial en el diseño de una estrategia de incidencia. En este sentido, se deberá seleccionar no sólo a aquellas personas que desarrollarán las distintas actividades en el interior de la organización, o de las organizaciones intervinientes (en caso de que se generen alianzas entre varios espacios), sino que resulta primordial reconocer a aquellos actores que cumplen un rol relevante en los procesos de decisión estatales. Por ejemplo, legisladores, jefes de gobierno, intendentes, secretarios, y demás. 5. Desarrollo de acciones: si se ha hecho una buena identificación de la problemática sobre la cual se espera incidir; si hubo una correcta elección de la solución que se va a aplicar, de las acciones seleccionadas y de los actores que participarán en cada una de las etapas del proceso, es en este paso donde comenzaremos a desarrollar nuestras acciones y a ver nuestros logros.