PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA Vicerrectoría de Postgrado Maestría en Tecnología Educativa
Seminario La Figura de Jesús: Síntesis Trabajos en el aula Síntesis Personal del curso. ● Síntesis discurso Papa Benedicto XVI Síntesis artículo “Ética de los maestros y los profesores” de Augusto Hortal, sj. Profesor: ● ●
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Padre Miguel Marte Presentado por:
MANUEL PERALTA 2009-2696 Fecha de entrega: 29 de junio del 2012
Síntesis Personal del curso La Figura de Jesús. “ Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría.” (Rabindranath Tagore)
De acuerdo con el autor Giancarlo Ravassi “la figura del maestro es relevante”, y coloca esa afirmación en un contexto amplio para describir diferentes roles que juega el maestro. Y ciertamente el abanico de situaciones que rodea la actividad docente abarca desde la metodología utilizada para facilitar el aprendizaje, hasta la influencia ejercida en las vidas de los discentes, y cómo esa influencia construye o destruye sus aspiraciones. La posición actitudinal asumida por el maestro lo coloca en la perspectiva de ser quien sirve al alumno o quien se aprovecha de su condición. Entiendo que el ejemplo de acción es el que mejor educa. Cooperar con el alumno para que su experiencia sea enriquecedora es la mejor manera de demostrarle que el dedicarse a los demás es lo que más motiva el deseo de cumplir con las metas establecidas. Hacerles ver que dando es que se recibe, no en retorno de lo dado, sino en el resultado de lo que se ha entregado. Sirviendo se obtiene la alegría de ver a sus semejantes realizados, y esta es una sensación inconmensurable para todo profesor (a). Al servir el poder que se ejerce en el estudiante es un poder constructivo, ya que lo induce a obrar en beneficio de los demás. Es un poder persuasivo que convence y no alinea. Abre las posibilidades a la creatividad, no coarta en genio del alumno. Con la experiencia de los años en la docencia se apunta cada vez más alto en este sentido. Los paradigmas que hacían pensar ser el dueño de la información correcta, han ido desmoronándose, principalmente por causa de la tecnología. En esta era de la información, el alumno tiene acceso a las mismas fuentes a las que profesor tiene acceso. Esta condición los coloca de igual a igual. La diferencia radica en la manera de procesar esa información. La experiencia y la preparación del docente le dará la ventaja. Sin embargo, esa ventaja debe de ser utilizada para orientar al alumno, no para avasallarlo. Es ahí en donde el rol del maestro se y su sentido visionario se ensanchan. Con toda seguridad puedo afirmar que las veces que he actuado como servidor, he experimentado las satisfacciones que más me han marcado en mi vida de docente. ya que los resultados son tangibles e inmediatos. Los cambios en las actitudes del alumno no se hacen esperar porque experimentan en carne propia el sentimiento de ser vulnerables, de saberse necesitados y, por lo demás, servidos con autenticidad. La autenticidad que posee el buen maestro. Aquel que tanto da que al final se vuelve redundante. Ya el alumno no lo necesita. Es hora de continuar el camino de conocimiento, de explorar nuevas formas de aprender y
crecer. Esto lo logra el buen maestro cuando enseña lo útil, entonces en alumno se hace útil. El mejor modelo a seguir para convertirnos en buenos maestros es Jesús. Su pedagogía era definida, persistente, inducía la autocrítica y llevaba a la práctica todo lo discutido y explicado para afianzar los conocimientos. Con esta metodología, Jesús guiaba al alumno paso a paso para que fuera él mismo quien construyera sus propio conocimiento. En nuestro contexto, debemos diseñar actividades que se ajusten a estos propósitos. Entregarles tareas que los ayuden a pensar y actuar de manera autónoma para que puedan desarrollar las competencias de resolver sus propias vidas. En el relato del ciego se puede ver que Jesús le provee con la ayuda necesaria, más al final le instruye qué hacer. Jesús no lo hace por él, no lo lleva a lavarse después de haberle untado el lodo, sino que le dice que fuera y se lavara por si mismo. Así como el ciego, el alumno asume una actitud de pasividad, al permitir que el maestro le instruya, para luego pasar al papel activo de poner en práctica esas instrucciones. Dentro de los resultados de esta manera de enseñar cabe destacar el de la autonomía en el aprendizaje de parte del estudiante, el de la satisfacción de las expectativas de todos los estudiantes y el de creación de una actitud proactiva, de resolución de las situaciones que se presenten, utilizando los recursos que estén a la mano. De lo estudiado en este curso puedo decir que he podido ver el modelo del maestro que se centra en los aspectos humanos del alumno, sin descuidar los objetivos de ayudarlos a desarrollar las destrezas que les serán útiles en su quehacer profesional. Es decir promoviendo el aprendizaje significativo, aprendizaje basado en la aplicación de los conceptos primordiales, los cuales se fijan mediante la polémica y el choque de ideas. La misión del maestro es dar los mejor “de sí, antes de pensar en si”, como reza el lema de Rotary International, para eso necesita estar en una constante auto reflexión. Revisando sus propios procesos, viviendo, mediante el estudio, la experiencia de aprender, para poder colocarse en el lugar de sus alumnos. De esta manera podrá saber cómo servir.
Síntesis del discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de
Washington. ¨Verdad significa más que conocimiento: conocer la verdad nos lleva a descubrir el bien.¨ Papa Benedicto XVI La Iglesia Católica tiene un gran compromiso con la educación de las generaciones universitarias. En su discurso ante las autoridades de la Universidad de Washington el Papa Benedicto XVI afirmó que aparte de llevar la Nueva Noticia sobre la venida de Jesucristo, las universidades católicas tienen la misión de propiciar una educación integrada, llevando de la mano el conocimiento, la persona y la fe. Es evidencia de la verdad cuando el ser humano, en este caso el estudiante de la universidad católica, se enfoca en la realización plena, basada en la objetividad, lo universal y lo absoluto. La afirmación del Papa Benedicto XVI, llama a una reflexión sobre el papel que ha estado jugando la universidad católica en los últimos tiempos. Por un lado reconoce que personajes importantes en el ámbito cristiano han hecho aportes valiosísimos a la docencia católica en los Estados Unidos, pero a la vez, les hace un llamado a la auto critica. Les pide que revise sus patrones, que renueve sus métodos. Este discurso fue dado en un país donde los valores cristianos se han estado diluyendo. La juventud estadounidense se ha dejado envolver por la manipulaciones del modelo económico y social de este país. El consumismo y la cultura del que el que mas ostenta m, mas importante lo creen, han desviado el fin de los padres fundadores de esa nación. De acuerdo con un estudio del 2000 de la Universidad de Fordham, solo el 25% de los católicos estaban asistiendo a misa, lo que denota una reducción drástica en comparación con los que asistían en 1965, que eran el 74%, según estudios de la misma universidad. Se torna más significativo cuando se nota que las personas que asisten son en un 85% adultos o adultos mayores, no jóvenes. Sí tomamos esos números como referencia, podríamos expresar que para las universidades católicas, en su misión de fortalecer la fe a través de su misión educadora, puedan encontrar oídos en la juventud de 16 a 21 años, tiene que entonar con sus intereses y con sus problemas. Con lo antes expresado, se reafirma que los intereses económicos desvían las misiones de las universidades católicas. El concepto de universidad-empresa, muy en boga en latinoAmérica, hace que “la universidad-empresa obviamente queda sujeta a las leyes del mercado,” (Cadavid, 2009), y a su lógica utilitarista. Con el fin de sobrevivir en un mundo de globalización de los mercados, la universidad católica de nuestro país se apresta a competir como una empresa de servicios. Con esta reingeniería en su estructura organizativa, la universidad católica se aleja de la juventud de los bajos estratos, y su fin de desarrollar un
individuo integro en fe y conocimiento, entra en conflicto porque la demanda de conocimiento tiende a superar la oferta de la fe. El discurso del Papa Benedicto XVI ofrece múltiples aportes. Primero, hace un llamado a las universidades a ser más expresivas de la fe en “la liturgia, en los sacramentos” para así demostrar lo que realmente son, y que sus preceptos se alineen con sus acciones. Y segundo, atrae la atención sobre el concepto libertad que un país de cómo los EEUU ha venido fomentando. Benedicto XVI dijo, “la libertad auténtica jamás puede ser alcanzada alejándose de Dios” para acercarse a los bienes materiales. No es libertad la autonomía propia a costa de la esclavitud de su semejante. Referencias bibliográficas: -Estudio de la Universidad deForham. Recuperado el 29 de junio del 2012, de: http://www.tldm.org/ spanish/news1/declinaci%C3%B3n.htm -Cadavid, T., 2009. Sobre la universidad-empresa. Revista Iberoamericana de Educación, n.º 50/ 7 – 10 de noviembre de 2009, Universidad de Antioquia, Venezuela. Recuperado el 28 de julio del 2012 de: http://www.rieoei.org/jano/3162Cadavid.pdf
Síntesis del artículo: Ética de profesores y maestros. Augusto Hortal sj “Educar es siempre, a la vez que cualquier aspecto parcial por pequeño que sea,
enseñar a vivir.” Augusto Hortal s.j. La actividad docente tienen implicaciones éticas de diferentes dimensiones. En primer lugar, los beneficios de su labor no se centran en su propia persona, sino en la de sus alumnos. No resulta ético asumir el rol de profesor por el mero hecho de ser mejor persona o ciudadano. Se debe tomar como eje central del ejercicio profesoral el progreso del estudiante, su avance en el aprendizaje y su ulterior desarrollo como profesional. Poner en práctica el principio de beneficencia conlleva entregarse al estudiante, servir y dar, dar “hasta que duela”. También, hay que entender que el alumno no es un simple receptáculo de información, en el cual el profesor deposita sus conocimientos, acertados o no, para simplemente recuperarlos el dia de los exámenes. El principio de la autonomía empuja a fomentar la independencia de participación y pensamiento, entregandoles a los alumnos las herramientas estratégicas necesarias para que se haga dueño de su proceso de aprendizaje. El profesor debe terminar haciéndose inútil al estudiante. Y por último, el profesor se hace copartícipe de la mejora de las condiciones sociales del estudiante. Su accionar en las aulas debe estar comprometido con los buenos intereses de justicial social y respeto a la persona humana. Un ejercicio ético del oficio del docente incentiva un proceder justo de sus alumnos. El profesor es un modelo a seguir, siempre se ha dicho, sin embargo, en la sociedad de hoy día resulta difícil determinar donde comienza la calidad y donde termina la mediocridad. Profesores que no cumplen con las horas asignadas. QUe no reportan los resultados de las evaluaciones a tiempo. Otros que juzgan por las apariencias del alumno para otorgar calificaciones. Y los que ceden a presiones de personajes influyentes para promover a estudiantes mediocres. Con esta actitud, muchos profesores terminan “desenseñando” (en el sentido de enseñar mal) a sus alumnos, puesto que los que sí tienen los méritos para ser reconocidos, se desmotivan ante tal falta de responsabilidad ética. Ciertamente la labor del profesor universitario, aparte de ser edificante, en términos científicos, “debe ser humanizante. “ “No solo del pan vive el hombre”, así tampoco no sólo de los conocimientos propios de su campo académico vive el profesional. Este no debe enclaustrarse en su mundo profesional y olvidarse que existen otras profesiones que influyen en la suya. La interdisciplinariedad enriquece el ejercicio. Lo hace más rico en posibilidades de abordaje a los problemas que tiene que resolver. En la lectura se aprecia un aporte determinante en el propósito del autor. Cuando la docencia se toma primeramente como vocación, comprometiendo la existencia misma del profesor, los aspectos éticos son observados de forma más honesta. Aunque los modelos económicos en muchos países inducen a tomar la docencia
como forma de subsistencia, es responsabilidad de cada profesor de verla como una oportunidad de ejercerla bien, un vehĂculo para transportar al alumno por camino de iluminaciĂłn intelectual y un arma pacĂfica para inducir a cambios sociales.