Nº 643 Medellín, junio de 2015
SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Programa de Regionalización cumple 20 años
La UdeA reflexiona sobre el significado de su calidad académica
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Admitidos 4.882 nuevos estudiantes Página 19
Innovación biotecnológica en la Facultad de Odontología
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Cuidador familiar y política pública Página 22
Compasión y verdad en la ética pública Página 27
Ilustración: Juan Andrés Álvarez
Un mar para investigar
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Fotos: Archivo periódico ALMA MÁTER
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La investigación en la Universidad de Antioquia, pilar para la calidad académica Por MARÍA PATRICIA ARBELÁEZ MONTOYA*
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l cumplimiento de la misión universitaria conlleva un compromiso con la transformación de la las condiciones de vida de la población colombiana, máxime cuando nuestro país sigue mostrando profundas brechas de inequidad y su sistema de educación superior no alcanza las coberturas que la composición poblacional demanda. La investigación es una de las tareas misionales que más aporta al cumplimiento de la responsabilidad social de la Universidad. Para ello se requiere que la relación con las otras tareas misionales, como la docencia y la extensión, se articulen de manera más intencionada y estratégica, y desarrollarlas con altos estándares de calidad. Con la docencia, el desarrollo del proceso formativo en investigación sería un insumo fundamental para incrementar las capacidades de nuestros estudiantes desde el pregrado, en torno a la constitución de habilidades analíticas, de deducción, de asimilación crítica del conocimiento y de conformación de pensamiento complejo. Durante su tránsito por la Universidad, los estudiantes viven en una dialéctica entre conocimiento y praxis que, si se acompaña de una formación investigativa, les permite acercarse de una manera más creativa, crítica, solidaria y constructiva a transformar las realidades en las que se desenvuelven. Consideramos también fundamental el relacionamiento profesor-alumno; los docentes tenemos un papel activo y una postura
ética frente al conocimiento, en la manera como lo asimilamos, lo transmitimos y lo generamos. Es por ello que la investigación es una tarea imperativa para desarrollar una docencia de calidad. Con relación al eje misional de la extensión, la pertinencia de la Universidad se valora por su capacidad de trasladar y construir con la sociedad un conocimiento que ayude a transformar condiciones, así como por las discusiones actuales en torno al papel de la innovación y por la vinculación de la investigación con el emprendimiento y el desarrollo empresarial como aporte al crecimiento productivo del país. Esbozadas en el actual plan de desarrollo del país, estas son también prioridades de reflexión durante este período.
Investigación para la sociedad y el mundo En medio de esta intencionalidad general, la Universidad de Antioquia planteó en su plan de desarrollo 2005-2016 la meta de ser una universidad de investigación. Aún estamos lejos de esa meta, pero sí hemos alcanzado un reconocimiento nacional por la calidad de los investigadores y grupos, la canalización de recursos y los resultados. Los retos que actualmente queremos abordar desde la Vicerrectoría se orientan a una mayor reflexión sobre las perspectivas de la investigación de la Universidad con la participación de la comunidad académica, como base del plan de desarrollo de la institución para 2017-2026. En el plan de acción del período rectoral 2015-2018, la investigación, la innovación y la internacionalización constituyen uno de
los cuatro retos que abordará esta administración —los otros son la formación integral, la regionalización y el buen gobierno—. Ello conlleva a un trabajo articulado entre las vicerrectorías de Investigación y Extensión y la Dirección de Relaciones Internacionales, para plantear acciones conjuntas y romper la dinámica de un plan de acción independiente por cada dependencia universitaria. Hoy, la internacionalización responde a convenios que establecemos y que trascienden las estrategias de movilidad, para orientarse a una de relacionamientos como pares. Ahora se requiere que, desde las especificidades de nuestra realidad y del conocimiento que generamos a partir de ella, la internacionalización nos permita compartir espacios de debate internacional para la construcción conjunta de alternativas globales, en campos tan importantes para nuestra sociedad como es la resiliencia en la población juvenil de nuestra ciudad.
Transformación del Sistema Universitario de Investigación La Vicerrectoría de Investigación tiene como prioridad la transformación del Sistema Universitario de Investigación, SUI, con base en los resultados de los procesos de autoevaluación del sistema, de la evaluación de los pares internacionales y el análisis de expertos sobre los dos procesos anteriores. Dichas evaluaciones abogan por el fomento de la investigación transdisciplinaria y por un sistema que facilite los procesos administrativos sin que ellos se vuelvan un fin en sí mismos, para una mayor y mejor dedicación de los investi-
gadores a sus tareas misionales. Para adelantar el proceso de investigación transdisciplinaria, las estrategias de fomento con las que cuenta la Vicerrectoría promueven el apoyo de convocatorias de investigación por áreas de conocimiento, abiertas a toda la comunidad académica; apoya la gestión de propuestas de investigación para acceder a recursos tanto de Colciencias como del Sistema General de Regalías, para aportar respuestas a problemáticas complejas donde se vincula con otras instituciones incluso del orden internacional; adelanta convocatorias con otras universidades, y llevó a cabo la convocatoria temática para proyectos de investigación en las regiones. El fortalecimiento de capacidades en investigación en la Universidad implica consolidar el sistema de información en investigación, que ya está en marcha en su fase inicial, e integrarlo con los sistemas administrativos y financieros que utiliza la Universidad. Se adelantarán acciones de apoyo y capacitación a los centros de investigación con miras a fortalecer una capacidad descentralizada más cercana a las necesidades de los procesos investigativos. También hay limitaciones de espacio físico que urgen respuestas de corto y largo plazo, acordes con las perspectivas. Para concluir quiero enunciar la conciencia que tenemos sobre la deuda con la apropiación social del conocimiento, tarea en la que comenzamos a avanzar con la divulgación y difusión de la investigación que adelanta la Universidad, con el propósito de ser partícipe en la construcción colectiva de una sociedad más justa y equitativa. * Vicerrectora de Investigación
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La calidad académica en la agenda del Consejo Académico Por LUZ STELLA ISAZA MESA*
Calidad y eficiencia: la excelencia en indicadores En este primer enfoque se responde al modelo de aseguramiento de la calidad relacionado con conceptos como la evaluación, indicadores y estándares, tanto nacionales como internacionales. Es un modelo externo, refrendado por organismos externos y avalado por el gobierno, cuya pretensión es la homogeneización de las instituciones educativas en torno a dichos estándares. En modelos de este tipo, los universitarios y nuestros procesos comparecen con pares cuya función en las dinámicas evaluativas tienen un énfasis predomi-
Fotos: Luis Javier Londoño Balbín
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na definición unívoca de calidad riñe con la riqueza y variedad de implicaciones que tiene el término. Hablar de calidad supone referirse a la naturaleza de las cosas, a sus cualidades internas, donde el plural es ya un buen indicio de la amplitud de sentidos y usos de la palabra. Con esta perspectiva, el Consejo Académico de la Universidad de Antioquia, en tanto órgano decisorio y reflexivo en torno al desarrollo académico de la Universidad, y teniendo en el horizonte inmediato la elaboración de los planes estratégicos de acción y de desarrollo para la Alma Máter, se propuso desde hace un par de meses el fortalecimiento de sus dinámicas académicas a partir de la interlocución con pares expertos a propósito de los diversos sentidos y usos que con respecto a la calidad académica en la educación superior pública deben nutrir la vida diaria no sólo de dicho organismo sino de la Universidad en general. En este contexto, y con el objetivo de pensar la calidad en la Universidad de Antioquia como el elemento articulador de los retos que el profesor Mauricio Alviar Ramírez, rector de la Universidad, y su equipo rectoral han discutido y construido en compañía de profesores, estudiantes y Consejos de Facultades, Escuelas e Institutos, la Vicerrectoría de Docencia presentó ante el Consejo Académico la línea base de reflexión para esta nueva dinámica en el máximo órgano académico de la Universidad, para lo cual se consideraron dos enfoques posibles para hablar de calidad en la educación superior: uno basado en el discurso de la eficiencia y la eficacia, y otro enmarcado en la calidad entendida como excelencia académica.
La profesora Marta Lorena Salinas Salazar fue la encargada de iniciar, ante el Consejo Académico, una ronda de conferencias al rededor de la calidad académica. En una sesión posterior, el profesor Edison Cuervo Montoya abordó la temática del currículo. nante en lo administrativo más que en los asuntos académicos, razón por la cual los resultados de la evaluación están determinados en no pocas ocasiones por prácticas de ocultamiento, pues este tipo de enfoque privilegia el logro del indicador sobre las dificultades que subyacen en él. Por ejemplo, es común observar que cuando comparecemos ante pares evaluadores del Consejo Nacional de Acreditación —CNA—, en lo tocante con factores como estudiantes, profesores y egresados, presentemos ante ellos datos numéricos sobre profesores vinculados, niveles de formación, estudiantes graduados, etc., pero en la cotidianidad sabemos que asuntos como la dedicación de los profesores al pregrado es cada vez menor, la vinculación de los egresados es siempre un ítem a mejorar y la integralidad y la calidad de los currículos, un objetivo a alcanzar. No obstante, el proceso de autoevaluación no puede convertirse en un ejercicio para cumplir con un requisito. Antes bien, él debe enfocarse en atender los procesos
académicos reales y las dificultades detectadas en los mismos. Finalmente, este enfoque tiene como una de sus posibles implicaciones que una vez obtenida la acreditación, las dependencias académicas y los programas de formación desarrollados por ellas, desatienden el ejercicio de autoevaluación constante, lo cual obstaculiza la detección, atención y solución oportuna de las falencias que se presentan en las dinámicas académicas.
La calidad: un asunto de excelencia académica A diferencia del primer enfoque, este segundo modelo hace énfasis en la calidad entendida como excelencia académica. Si bien así lo expresa la misión de la Universidad, su simple mención carece de sentido si no se nutre con procesos permanentes de autoevaluación, con ejercicios de autorregulación que conduzcan a la toma de decisiones oportunas y a acciones de mejoramiento que marquen la ruta hacia dónde la Universidad quiere conducirse, en la clave de la autonomía y en un ejercicio responsable de calidad.
En este modelo la Universidad en general y los programas académicos en particular ya no comparecen ante pares administrativos, sino ante otros pares académicos y ante los mismos miembros de la comunidad universitaria, lo cual debe conducirnos a prácticas de develamiento en lugar de ocultamiento. Esta es la diferencia con el anterior modelo, razón por la cual se hace entonces necesario promover un ejercicio de reflexión crítica permanente sobre lo que hacemos, sobre lo que tenemos y sobre hacia dónde, en tanto universidad pública, queremos llegar. En esta concepción no es posible perder de vista la importancia que tienen los distintos actores (estudiantes, profesores, egresados, empleados administrativos, sociedad, etc.), su voz, sus reflexiones, críticas, perspectivas y propuestas, lo cual configura la historia, las apuestas, las formas de pensamiento y la identidad de la Universidad. Finalmente, frente a estos dos enfoques o modelos de comprensión de la calidad en la Universidad ¿qué debemos hacer entonces con el modelo de calidad implementado hace algunos años en la Universidad? En principio, y retomando la propuesta y dinámica académica del actual equipo rectoral, el modelo sobre el cual deben girar las reflexiones y los procesos de la Alma Máter tiene una mayor correspondencia con el segundo, el cual, sin desconocer el primer enfoque y los datos producidos en él, propenda por unas formas más racionales de organización, evaluación y planeación. Con el objetivo de materializar esta pretensión, el Consejo Académico y el equipo rectoral de la Universidad han diseñado una estrategia de diálogo reflexivo y crítico con expertos locales, nacionales e internacionales y con la comunidad académica en general. Seguidamente, pero como consecuencia de lo anterior, se definirán los factores de la calidad, lo cual será una construcción colectiva, pues se hace necesario que la calidad, su materialización y evaluación sea una dinámica que resulte de la confluencia de todos los miembros de la comunidad universitaria y la sociedad, para luego acotar las experiencias y los proyectos que se están definiendo o desarrollando en cada una de las unidades académicas para fortalecer la calidad. * Vicerrectora de Docencia
La extensión en la Universidad de Antioquia
Por JOSÉ EDINSON AEDO COBO*
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a extensión, como uno de los ejes misionales de la Universidad, ha venido evolucionando, adaptándose a los cambios del entorno, y se ha constituido en un componente fundamental de la vida universitaria. Las formas de la extensión se han diversificado en los últimos años, en el propósito de contribuir al desarrollo y mejorar la sociedad en su conjunto. La Universidad, en tanto institución generadora de conocimiento, con recursos físicos y humanos, es un actor fundamental para participar en la resolución de problemas reales de la sociedad. Para lograr este propósito debe continuamente desarrollar formas novedosas de interacción con la sociedad, que permitan, mediante un diálogo permanente con la misma, identificar oportunidades y priorizar las acciones de mayor impacto. Es necesario, por tanto, adecuar los recursos administrativos y de gestión de los cuales dispone la Universidad, e implementar procesos de relacionamiento más efectivos. En cuanto a la acción cultural, ésta debe entenderse como una
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actividad estructurante y determinante de la vida en comunidad, pues contribuye a nuestra noción de identidad y a la formación integral, que implica no solo la profesionalización de los sujetos, sino también la formación de ciudadanos competentes para dar respuesta a los retos de este tiempo. La cultura participa del proyecto educativo de la Universidad como alternativa para el uso del tiempo libre, pero también como factor determinante en las maneras de construir conocimientos, en la forma de integrar visiones diversas del mundo, de asumir el conocimiento como pluralidad de saberes y las diversas prácticas sociales y colectivas que permitan afirmar la responsabilidad social de la institución. Además de seguir promoviendo el trabajo que adelantan el Museo Universitario —MUUA—, el Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo y el Departamento de Extensión Cultural, se diseñarán también acciones culturales con alcance regional, considerando la expansión de la Universidad en el Departamento. Asimismo, deben profundizarse las actividades asociadas a la extensión solidaria sustentadas en el
conocimiento. La Universidad debe liderar la construcción de políticas y de procesos de intervención que busquen la erradicación de la pobreza en las poblaciones más vulnerables, utilizando su principal activo: el conocimiento. Una de las formas de extensión que ha adquirido mayor relevancia en los últimos años es la transferencia de los resultados de investigación a la sociedad. Para realizar este proceso de forma eficaz es necesario desarrollar modelos e implementar procesos que permitan, de forma sistemática, la identificación de los activos intangibles de conocimiento generados, su potencial y su visibilización para promover su utilización por parte de la sociedad. Lo anterior significa que debe haber una articulación efectiva con el sistema de comunicaciones y relacionamiento de la Universidad. Igualmente deben promoverse las actividades relacionadas con el emprendimiento y la innovación. Considerando el gran número de estudiantes de pregrado y posgrado matriculados en la Universidad, la cifra de emprendimientos generados sigue siendo muy limitada y demuestra que es necesario aprovechar mejor el gran potencial de nuestra comunidad académica. Por
ello, deben diseñarse políticas para promover y desarrollar el emprendimiento y potenciar las iniciativas surgidas en las diferentes unidades académicas de la Universidad mediante su incubación, con el apoyo del Parque del Emprendimiento. Se requiere crear programas de entrenamiento en estrategias para la innovación sistemática, dirigidos a estudiantes de los diferentes programas académicos de la Universidad que tengan interés en el emprendimiento. Finalmente, los egresados, como presencia viva de la Universidad en la sociedad, constituyen uno de los estamentos más importantes de la institución. Conviene promoverse formas más innovadoras de relacionamiento que estimulen un intercambio bidireccional, con beneficio tanto para los egresados como para la Universidad. Los egresados son fundamentales para apoyar los procesos de mejoramiento e incremento de la calidad de los programas académicos de la institución. La Alma Máter debe brindarles, a su vez, la oportunidad para acceder a programas de formación que les garantice actualizarse y a programas de emprendimiento para la creación de empresas. * Vicerrector de Extensión
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Regionalización: un camino que se construye desde la diversidad de Antioquia Por CLAUDIA MONTOYA AGUIRRE*
la Universidad como articuladora y gestora de dinámicas sociales, y como actor que contribuye a la redefinición de lo público y aporta en la configuración de proyectos colectivos donde sea posible la dignificación del otro desde el conocimiento y la formación de ciudadanos para la vida.
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Hacia una nueva fase Luego del camino recorrido en estos veinte años, el cual ha sido posible gracias a las enseñanzas que aportaron las distintas unidades académicas que desde décadas atrás han desarrollado las funciones sustantivas por fuera de la centralidad tradicional, la regionalización universitaria deberá asumir una nueva fase en su proceso de consolidación. El Plan Estratégico de Regionalización la plantea desde la habilidad de “Ser Universidad en, desde y para las regiones”, lo cual implica la conformación de nichos académicos a través del accionar de profesores vinculados a las regiones y estudiantes construyendo comunidad académica, bajo la premisa de proyectar la docencia, la investigación y la extensión, con las necesarias articulaciones y posibilidades de situarse en los contextos regionales. Ello requiere también de la generación de procesos de formación y producción de conocimiento situado, que permitan configurar programas de pregrado y posgrado pertinentes y flexibles, el acompa-
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a presencia de la Universidad en las nueve subregiones del Departamento es una estrategia decidida de la institución de aportar a la equidad y el desarrollo integral de los territorios y actores de Antioquia, a partir del reconocimiento de sus especificidades, fortalezas y potencialidades. La regionalización está consagrada como principio en el Estatuto General, al establecer que “por su origen, naturaleza jurídica y su tradición, la Universidad tiene una vocación regional: desarrolla el conocimiento, y contribuye a la articulación de Antioquia con los procesos de construcción nacional y con los desarrollos de la ciencia, la tecnología y la cultura en los demás pueblos del mundo.” (Acuerdo Superior No. 1 del 5 de marzo de 1994). En 2015 se cumplen 20 años de compromiso social a través de esta apuesta, y al hacer el balance de los aprendizajes vividos es posible reconocer que se han consolidado las dos primeras fases que el Plan Estratégico de Regionalización 2002 - 2012 identificó como la ruta en la generación de acceso y oportunidades de educación superior con calidad para las regiones del Departamento. Este proceso implicó, en primera instancia, la proyección universitaria con la oferta de programas de docencia, producto del trabajo y compromiso de las unidades académicas, ante lo cual, las comunidades acogieron la Universidad y los jóvenes incorporaron o validaron en su proyecto de vida, alternativas donde el conocimiento trazaba nuevos rumbos para ellos, sus familias y la comunidad en general. La interacción con los actores de las regiones y la posibilidad de vivenciar la diversidad cultural que caracteriza cada una de ellas le permitió a la Universidad una siguiente fase de posicionamiento, donde se configuran espacios para la docencia y la extensión, lo cual representa mayores oportunidades, tanto para los estudiantes que optaban por asumir el reto de la academia, como para la Universidad, que reconoce de manera más amplia las prácticas y expresiones de la escena regional. Todo ello le ha permitido a la institución contribuir en la disminución de la brecha de inequidad y que se reconozca a
ñamiento de nuestros estudiantes de manera cercana y efectiva, la permanencia y mejor desempeño académico y la concientización del proceso de aprendizaje. El relacionamiento con las comunidades también podrá ampliarse y cualificarse, buscando contribuir a la resolución de los problemas de las regiones, la promoción de sus potencialidades y la generación de propuestas innovadoras. En este sentido, se hace visible la necesidad de dinamizar proyectos educativos regionales que recojan la experiencia del programa en estos años, las particularidades de las regiones, las fortalezas de la institución y el futuro planteado a través de un nuevo plan de desarrollo institucional. Esto se hace más contundente, al entender que el proyecto educativo permitirá orientar desde lo pedagógico, lo curricular y lo didáctico, la formación de líderes regionales que contribuirán al posicionamiento de su cultura y saber, en un horizonte que traspasa las fronteras de lo regional y se articula a un mundo global, con el consiguiente reto de la internacionalización. La apuesta es, pues, un proyecto educativo que parta de los principios y objetivos universitarios, de las realidades y contextos regionales y que sea capaz de adecuarse administrativa y políticamente a enfoques descentralizados, basados en la autonomía y la instalación de capacidades.
De la mano del rector Mauricio Alviar Ramírez y del nuevo gobierno universitario, los esfuerzos de la Dirección de Regionalización estarán concentrados en: • Generar procesos de descentralización de aquellas seccionales con características propicias y madurez en el proceso. • Potenciar el trabajo articulado por áreas del conocimiento, favoreciendo miradas y formación integradora. • Fortalecer la relación con los niveles precedentes de la educación en los territorios regionales, contribuyendo a la calidad de la educación como potenciadora del desarrollo. • Generar y cualificar los espacios para el estudio, la cultura, el deporte y el arte. • Fortalecer la infraestructura y las dotaciones. • Favorecer articulaciones y alianzas entre los ejes misionales y con actores públicos y privados, que contribuyan al desarrollo y equilibrios regionales. • Fortalecer la oferta de posgrados y la vinculación de los egresados con la Alma Máter. • Promocionar el desarrollo de la investigación y la extensión en el marco de las realidades nacionales, que vislumbran la construcción de la paz como el gran reto de la nación y sus ciudadanos. * Directora (E) de Regionalización
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Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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Representantes de las universidades norteamericanas Purdue, Texas A&M, Michigan State, California, Washington State, Florida, Pennsylvania y delegados de la embajada de Estados Unidos visitaron la Universidad como parte de la misión exploratoria de instituciones de educación superior especializadas en el sector agrario, interesadas en desarrollar proyectos en ese campo en un escenario de posconflicto en el país.
Internacionalización: diálogo de saberes Por ADRIANA GONZÁLEZ MONCADA
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a Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad de Antioquia es una dependencia que apoya los procesos misionales a través de la internacionalización. En tal sentido, propendemos por apoyar el desarrollo y proyectar la actividad universitaria más allá de las fronteras nacionales. La internacionalización trae consigo la posibilidad de hacer parte de los diálogos de saberes y de vivencias con otros ciudadanos del mundo. Cuando trascendemos las fronteras conocemos otras formas de hacer ciencia, de concebir la academia, de hacer arte y cultura, y de vivir el día a día. Reconocemos el valor de otros pueblos y podemos difundir lo que somos y hacemos en nuestras regiones. Tener contacto con otros países a través de la vida académica es un elemento que apoya la educación de calidad de los universitarios. Adquirimos nuevos conocimientos, técnicas y procedimientos en las áreas del saber al entrar en contacto con literatura de frontera y llegar a conocer grandes científicos, humanistas o artistas. En ese camino conocemos también otros docentes y estudiantes que comparten intereses académicos y pueden generar vínculos profesionales y personales que transforman nuestra vida. Si en el trabajo con personas de otros
países podemos tener la suerte de visitar nuevos territorios, aprendemos a interpretar la realidad desde muchos lentes en el contacto con gente del común, ciudadanos locales o turistas, con quienes entablamos conversaciones del día a día. Vemos la complejidad y la diversidad de manera cercana y aprendemos a ser solidarios y a tener más amplios horizontes de pensamiento y acción. Las ganancias que he descrito ocurren igualmente para quienes vienen al país. Los docentes, investigadores o estudiantes que nos visitan encuentran tanto pares académicos con grandes capacidades y realizaciones, como seres humanos únicos en sus historias de vida y vivencias. Se nutren además de nuestra alegría, naturaleza y anhelos de ser mejores. Aunque aún las cifras de movilidad entrante son menores a las de movilidad saliente, hay enormes oportunidades de que el mundo nos conozca y aprenda de nuestro quehacer universitario. Todos estos beneficios se potencian si además podemos aprender o mejorar las habilidades en una lengua extranjera. Una lengua adicional es una llave a nuevos mundos pasados, presentes y futuros. La ciencia, el arte y la cultura han encontrado en el inglés una lingua franca que posibilita múltiples encuentros para la cooperación, pero no podemos dejar de lado el inmenso valor que traen consigo otras lenguas. Una de ellas es el español, razón adicional por la que los visitantes internacionales podrían enriquecer su experiencia en la Universidad, porque las áreas del saber se re-
nuevan y se construyen en muchas latitudes, en muchas lenguas. Por tal motivo, una universidad internacional es una universidad multilingüe y multicultural. En sincronía con las acciones que se proponen en el Plan de Acción 2015-2018 y con las realizaciones proyectadas para el nuevo Plan de Desarrollo 2016-2026, concibo las tareas de la Dirección como una oportunidad maravillosa de apoyar fuera de Colombia la difusión de la actividad científica, humanista, artística y cultural de los profesores, investigadores y estudiantes universitarios para que sea reconocida en su calidad y capacidad transformadora. Nuestro saber local, pertinente y particular, nos permite entrar en diálogo con otros saberes locales para construir lo global y crear conocimiento de alto impacto en todas las ramas del saber. En la internacionalización, la Dirección posibilita la movilidad en doble vía, fomenta la investigación colaborativa, promueve pasantías y becas para formación de posgrado, facilita la firma de convenios de cooperación y de alianzas estratégicas, y apoya las iniciativas de doble titulación con universidades del mundo. Sin embargo, estas actividades son solo parte del gran objetivo de contribuir a la formación integral de quienes conformamos la Universidad de Antioquia. Queremos aportar con la construcción de una nueva forma de relación con el mundo a través de las actividades en las ciencias, las artes y la cultura. Queremos que los universitarios escuchen y sean escu-
chados en nuevos ambientes; que aprendan otros conocimientos y enseñen los que han desarrollado; que sean reconocidos como interlocutores válidos en diferentes entornos donde difunden las actividades de investigación, docencia y extensión. Para la Dirección de Relaciones Internacionales es un reto promover más y mejores intercambios académicos y culturales de doble vía. Es el momento de contar con más docentes, investigadores y estudiantes fuera de nuestras fronteras, pero también tener más docentes, investigadores y estudiantes extranjeros visitando nuestras aulas y laboratorios, cursando nuestros programas, aprendiendo de lo que hacemos en Medellín y contribuyendo a mejorar los potenciales de internacionalización en las sedes regionales. Y fomentar, por ejemplo, cursos de verano con temáticas locales en todas las áreas del conocimiento dictadas en español o en inglés. Tenemos talento humano capacitado para comunicarse con el mundo y mostrar que somos una gran institución. Cuando los visitantes internacionales superan los estereotipos y los temores que trae consigo el desconocimiento de nuestra realidad, quedan maravillados de nuestro potencial y calidad en la producción de conocimiento. Eso tenemos que hacerlo más frecuente y volverlo parte de nuestra cotidianidad. Finalmente, la Dirección de Relaciones Internacionales debe ser una puerta abierta para ofrecer todos los recursos que faciliten la apertura de la Universidad al mundo.
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Nuevas integrantes del Comité Rectoral El rector Mauricio Alviar Ramírez nombró en días recientes a la nueva líder de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, Alma Nury López Patiño, y a las directoras de Relaciones Internacionales, Adriana González Moncada; de Gestión Logística y de Infraestructura, Ana María Gutiérrez Giraldo; de Posgrado, Sandra María Turbay Ceballos, y de Bienestar Universitario, Adriana Patricia Arcila Rojas. Sus perfiles:
Adriana González Moncada Directora de Relaciones Internacionales Es licenciada en inglés-español de la Universidad de Antioquia, magíster en ciencias del lenguaje de la Université de Nancy II, Francia, y doctora en lingüística de la State University of New York at Stony Brook, Estados Unidos. Profesora titular de la Escuela de Idiomas, de la que fue directora entre los años 2002 y 2009, coordinó el grupo de investigación Enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras, Eale; fue miembro principal de la Sala Conaces de Educación del Ministerio de Educación Nacional (2010-2012), par evaluador de Colciencias y profesora visitante de las universidades de Caldas, Pontificia Bolivariana y Veracruzana de Xalapa, en México. Ha escrito artículos y capítulos de libros en publicaciones nacionales e internacionales sobre desarrollo profesional de los docentes de lenguas extranjeras, políticas lingüísticas y adquisición de lenguas extranjeras. Entre sus investigaciones destaca el Estudio comparativo de las políticas de reclutamiento, retención y desarrollo profesional de los docentes de inglés en América Latina y el Medio Oriente.
Alma Nury López Patiño Líder de Comunicaciones Sandra María Turbay Ceballos Directora de Posgrado Es antropóloga de la Universidad de Antioquia y licenciada en educación preescolar de la Universidad de San Buenaventura. En 1993 obtuvo su doctorado en antropología social y etnología de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París. Desde 1989 se desempeña como profesora del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales Humanas de la Universidad de Antioquia. Al mismo tiempo es miembro del grupo de investigación Medio ambiente y sociedad. Ha combinado tareas administrativas como la Vicedecanatura de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y la coordinación de la Maestría de Antropología y del Doctorado en Ciencias Sociales, con la docencia y la investigación sobre problemas socio-ecológicos en comunidades de campesinos, de indígenas y de pescadores en diversos lugares del país. En 1996 se ganó el premio nacional de antropología con una investigación acerca del impacto de la deforestación sobre los indígenas emberá del Atrato Medio.
Adriana Patricia Arcila Rojas Directora de Bienestar Universitario Es fonoaudióloga de la Universidad María Cano, magíster en ciencias de la educación de la Universidad Val de Marné París XII, magíster en ciencias sociales con énfasis en desarrollo social de la Universidad de Antioquia y doctora en filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana. Secretaria de Educación de Medellín entre 2014 y 2015), fue directora de Educación de la Fundación Proantioquia, rectora del colegio campestre Horizontes, directora del programa de Lengua castellana de la Universidad de San Buenaventura, así como del programa Pactos por la infancia, de la Gobernación y la Universidad de Antioquia. Ha sido docente universitaria e investigadora de Regionalización en la Universidad de Antioquia. Sus trabajos de investigación se han enfocado en las áreas de educación, filosofía y desarrollo humano
Es comunicadora social - periodista de la Universidad de Antioquia, especialista en gerencia de la comunicación organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana y magíster en administración de empresas con énfasis en talento humano de la Universidad de Antioquia. Durante los últimos 15 años fue jefa de Servicios Administrativos de la Facultad de Ciencias Económicas, tiempo en el cual acompañó la definición del direccionamiento estratégico para los períodos 1999-2004, 2004-2010 y 2010-2016. También participó en dinámicas universitarias en representación de la Facultad en asuntos de bienestar, comunicaciones, gestión universitaria y procesos. Se ha desempeñado, además, como docente de cátedra y consultora en las áreas de talento humano, y es miembro del grupo de investigación Comportamiento Humano Organizacional, de la Facultad de Ciencias Económicas.
Ana María Gutiérrez Giraldo Directora de Gestión Logística y de Infraestructura Es arquitecta de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, y especialista en gerencia de construcciones de la Universidad de Medellín. Como líder de infraestructura de la Corporación Country Club Ejecutivos - Poblado Country Club, entre 2002 y 2014 tuvo a su cargo la administración de la infraestructura física y de equipos, la construcción y administración de planes maestros de desarrollo y la dirección de proyectos; así mismo, participó en la implementación de sistemas de calidad y en la construcción del direccionamiento estratégico de la empresa; además, fue auditora interna. Se desempeñó como directora y residente de obras de Conconcreto entre los 1997 y 2001, especialmente en proyectos comerciales, y participó en procesos de licitación de obras tanto en el sector público como privado. Entre 1993 y 1997 fue interventora técnica y administrativa de proyectos de vivienda e industria con la empresa Ingeniería Estructural S.A. También ha sido arquitecta independiente en diferentes períodos.
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ormar el talento humano con los más altos estándares de calidad es la misión de la Universidad de Antioquia. De ahí que el fortalecimiento permanente de la calidad sea el eje central sobre el que gravitará la vida universitaria en los próximos tres años, según el rector Mauricio Alviar Ramírez. Pero, ¿y qué significa esa palabra? “Representa un sentido y una práctica, un escenario donde cada quien es responsable de esculpirse a sí mismo pero también de esculpir a los demás”, afirmó la profesora Marta Lorena Salinas Salazar, de la Facultad de Educación, en la primera de varias sesiones que tiene programadas el Consejo Académico para debatir el asunto. Las preguntas de las directivas académicas asistentes a la Corporación no se hicieron esperar. ¿Cómo conciliar las necesidades del mundo globalizado, de las sociedades del conocimiento, con currículos pertinentes con las áreas disciplinares a las que nos dedicamos?, planteó la decana de la Facultad de Enfermería, Sandra Catalina Ochoa Marín, al contar que los profesionales de enfermería no están ejerciendo las actividades para las cuales recibieron entrenamiento. Indicó que “enseñamos un asunto con las condiciones casi que óptimas”, pero “tenemos un sistema y un modelo de salud que no se acomoda a las necesidades verdaderas de la población”. Al respecto, la profesora Salinas Salazar observó que la conciliación de los currículos con la demanda externa es un ejercicio de largo plazo e hizo énfasis en que la Universidad no puede perder de vista su propósito fundamental, el de la formación, pues “hay otros factores portadores de calidad”, difíciles de leer en grandes titulares, “que son también la expresión de la formación de ciudadanos” y “que podrían perderse por el seguimiento detallado de las cifras, de los datos”.
Foto: Angela María Agudelo
Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO
La calidad académica pasa al tablero En esa dirección, resaltó tres enfoques: la calidad interna, que hace una revisión en términos cuantitativos (número de profesores, la distribución de su dedicación, la relación con los títulos que poseen y sus grupos de investigación, entre otros); la calidad externa, que pone como centro de discusión una tríada entre calidad, pertinencia y equidad, en términos de lo que está planteado en las políticas y la normativa, y el enfoque de sistemas, que recoge los dos anteriores, es decir, los insumos y los procesos de la transformación, y les suma el impacto. “Cabe preguntarnos si la elección que hacemos sobre los insumos en relación con los procesos que van a gestar esa calidad responden a las problemáticas sociales en las cuales se inscribe la razón de ser de la universidad”, puntualizó. En ese sentido, la vicedecana de la Facultad Nacional de Salud Pública, Isabel Cristina Posada Zapata, invitó a pensar en que “más allá de estar en ingeniería, o en salud o en ciencias exactas, estamos formando ciudadanos, y eso implica que ese otro al que estamos formando tiene que ser un sujeto transformador. Pero la pregunta que se revierte es ¿cómo ese profesor también se considera un sujeto transformador? y ¿cómo logramos, en una universidad abocada también a cumplir indicadores, generar esos momentos
de reflexión ética para que sea una universidad transformadora?”. Sobre el particular, Salinas señaló que se necesita un plan de formación de profesores consistente con la política universitaria. “Hay que definir para qué existimos y hacer un plan de formación de profesores. No podemos seguir dando bandadas de traer expertos, que un día nos habla uno de una cosa, al otro día otro de otra y ¿a los no pedagogos quién les ayuda a pegar eso con algo?”, dijo.
Enseñar a aprender La experta señaló que aunque el estudiante egresa de la universidad con la tarea de aprender, “no le hemos enseñado a aprender (…) Él requiere orientación, motivación, es decir, desplegar un entramado complejo de disposiciones, contextualizaciones del conocimiento, formas de participación en los procesos de indagación y de contrastación, que van a enriquecer su comprensión a la par que le van a permitir ser congruente entre su obrar y su pensar. Y es el profesor, somos los maestros, quienes orientamos, con la planificación, el seguimiento y la evaluación para el aprendizaje, esa posibilidad de que el estudiante aprenda a estudiar”. Resaltó, así mismo, la relación de formación de los estudiantes. “La universidad es el camino. Y tenemos una obra colectiva: la educación, que en su escenario si se quiere, más trascendente y
fundamental, es la formación”, afirmó. “Sin duda la educación y la formación universitaria tienen que tomar distancia del ritmo avasallante de la contemporaneidad. Por supuesto, a la universidad le corresponde entenderlo y hasta responder a él; tenemos que formar a profesionales para interactuar con la sociedad del conocimiento, de la producción, de la innovación, pero también formar —en medio del tráfico incesante del día a día— a seres pausados, capaces de leer el mundo, entenderlo y proponerle alternativas plausibles y lógicas”, agregó. Marta Lorena Salinas recordó que en 1987 se le confirió a la educación a nivel mundial el carácter de área de inversión económica socialmente productiva. Sin embargo, ya entonces se afirmaba que las condiciones macroeconómicas adversas y la intensa competencia intersectorial por los fondos públicos habían reducido la capacidad de la mayoría de los gobiernos para continuar expandiendo la educación. Si bien en 1998 la prioridad para la Unesco fue la cobertura, en 2009 durante la Segunda conferencia mundial de educación superior, el espectro de las preocupaciones se amplió hacia la acreditación de la calidad, la apertura de oportunidades con equidad, la utilización de los avances de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y el refuerzo a la internacionalización de la universidad.
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Jesús Alberto Echeverri, el formador de formadores económicas son importantes, no lo niego, pero a este paro le hizo falta reivindicaciones que yo llamo de carácter ‘pedagógico-político’”, opina. Lo pedagógico-político hace referencia, según su mirada, a la necesidad de permitir que los profesores reflexionen sobre su hacer dentro de los círculos académicos. Para que no sean meros replicadores, sino sujetos políticos activos capaces de generar conocimiento.
El premio
Foto: Sergio Alzate
Francisca Radke fue una educadora alemana quien en el siglo XX ayudó a cimentar las bases del campo académico e investigativo de la educación en Colombia. Por eso en su honor, en 1990, se creó como fundación la institución que lleva su nombre y que desde 1997 premia a docentes destacados. La Universidad de Antioquia se integró a la fundación a partir de 2007. Jesús Alberto Echeverri se hizo merecedor del galardón que premia a una vida dedicada a la labor docente. Echeverri es licenciado en Historia y Filosofía, además de Magíster en Psicopedagogía en la Universidad de Antioquia. En 1993, recibió mención de reconocimiento de la Facultad de Educación. De igual manera, es docente investigador del Grupo Historia de la Práctica Pedagógica de la Alma Máter, que estudia y conceptualiza la historicidad de la pedagogía en Colombia con el fin de incidir en la formación de los maestros. “Jesús Alberto Echeverri es un testimonio de la capacidad de potenciar en cada individuo la potencialidad de sí mismo”, dijo el vicerrector General de la Universidad de Antioquia, Carlos Mario Vásquez Tamayo, al resaltar la carrera docente y pedagógica del galardonado durante el acto de premiación. “Por respetar que cada individuo es plural. Que en cada individuo hay varios, que al mismo tiempo son uno y reclaman atención”, añadió Vásquez en su discurso de congratulación pronunciado en el Edificio de Extensión de la Alma Máter. Bajo el rótulo de “El formador de formadores”, Jesús Alberto recibió su galardón. Él, más que un motivo de vanagloria, ve la distinción como un nuevo reto. “Recibir este premio me lleva a pensarme más. A reflexionar sobre los estudiantes que llegan a mí en pregrado, maestría y doctorado. A ser delicado con sus necesidades y singularidades”, expresa. “Pero mi mayor interés es el querer que más que aprender de mí, aprendan de sí mismos. Que se miren y descubran en sí una gran fuerza interior. No es darles algo mío: es que ellos permitan darse no solo intelecto, sino también vida, emociones y experiencias”, concluye este hombre cuya misión en la vida es formar a los futuros formadores.
Por SERGIO ALZATE
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esús Alberto Echeverri al hablar no se apresura. Ni siquiera al rememorar los años en que, siendo un niño, debió huir con su familia del norte de Tolima. “La Violencia”, recuerda, “nos trajo a Medellín en 1956. Yo tenía seis años”. Venía de un ambiente rural y el contraste entre el campo y la ciudad lo impresionó. Pero al llegar a cuarto de primaria en el colegio Salesiano del Sufragio, el profesor Ernesto Muñoz le ayudó a adaptarse a ese entorno que no comprendía y que le parecía agresivo. “Él es uno de esos muchos maestros que me habitan. Que me dan fuerza y me nutren con sabiduría y bien”, dice recordando a esos profesores que en primaria, bachillerato y en la universidad le fueron dejando un aprendizaje. Y ahora tras recibir en mayo el galardón Exaltación a una vida dedicada a la educación que otorga la Fundación Francisca Radke, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad de Antioquia, rememora su vida, dedicada a una pasión primordial: la enseñanza. Desde hace 39 años Echeverri es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. Previo a ello, tuvo experiencia, aunque corta, como docente de colegio. “Fue en un colegio privado de niñas de estratos altos. Una experiencia durísima, pues en esas esferas el maestro es visto más como un sirviente que como alguien merecedor de respeto”, dice. Sin embargo, esto no frenó su pasión por la docencia pues “tenía a mis maestros conmigo, en mi interior, dándome la fuerza necesaria”. Es crítico del pasado paro de maestros que se dio en el país y cuyo desenlace dejó un sabor amargo para algunos como él. “Las reivindicaciones
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Ganadores del Premio Nacional de Educación Francisca Radke A propósito de la celebración del día del maestro, el 12 de mayo fue entregado el Premio Nacional de Educación Francisca Radke, que en la versión quince tributó homenaje al profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia Alberto Echeverri, al concederle la distinción en la categoría Exaltación a una vida y obra dedicada a la educación. “Nos llena de regocijo y satisfacción que el profesor e investigador Alberto Echeverri reciba esta tarde este preciado galardón. Él ha logrado con sus estudios y sus escritos el más amplio reconocimiento en educación y en pedagogía de nuestro país”, expresó Galo Burbano López, presidente de la Fundación Francisca Radke. El premio, que promueven la Fundación Franciska Radke y las universidades Pedagógica Nacional y de Antioquia, también reconoció a los estudiantes de la Universidad del Valle Ángela Tróchez Tapia y Álvaro Saa Vernaza en la categoría Trabajo de grado de pregrado en educación, por su tesis “Una propuesta de enseñanza de la función por tramos usando el periódico y geogebra”. En la categoría Tesis de grado de maestría en educación ganaron los estudiantes de la Universidad de Antioquia Claudia María Echeverry y María Ligia Echavarría por el trabajo “Representaciones sociales sobre diversidad y transformación de prácticas escolares violentas”. Mientras que en la categoría Tesis de doctorado en educación Jorge Fernando Zapata ganó el premio por su trabajo “Diseño y experimentación de un modelo teórico-práctico de videoprendizaje para docentes en educación básica, apoyado en el uso de la WebTV”. Además de la entrega del Premio Nacional de Educación Francisca Radke, en el mismo acto se hizo la presentación del nuevo programa de Maestría en Estudios en Infancia, que adelantan de manera conjunta la Universidad de Antioquia y la Universidad Pedagógica Nacional, y nuestra Alma Máter hizo público reconocimiento a la Universidad Pedagógica Nacional por sus 60 años en la formación profesional de maestros en el país. “A lo largo de su devenir, la Universidad Pedagógica Nacional ha configurado su identidad en torno a la formación de maestros, la producción de conocimientos y de pensamiento educativo, pedagógico y didáctico, así como su proyección, al conjunto de la nación colombiana, en particular al sistema educativo nacional en sus diferentes grados y modalidades”, dijo el rector de la institución hermana Adolfo León Atehortúa.
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Por SERGIO ALZATE
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omo exaltación a la labor de los profesores, en mayo la Universidad de Antioquia entregó, en el Paraninfo de la institución, la distinción Excelencia Docente a tres maestros del área de la salud, del área de las ciencias sociales y humanas, y del área de las ciencias exactas y naturales, ciencias económicas y la ingeniería. Nominados por los estudiantes que en cada facultad hayan completado el 80% de su formación, los tres elegidos como los mejores en sus áreas cuentan sus experiencias como formadores.
Como si todavía fuera el primer día que se vio al frente de un salón, Gloria María Agudelo Ochoa, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Antioquia, prepara con dedicación sus clases. “Tengo que devolver a mis estudiantes esa confianza que tienen depositada en mí”, afirma con convicción. Considera que enseñar en la Alma Máter es una fortuna. Más aún, hacerlo en el área de nutrición clínica que es su pasión. “Acá puedo combinar mis pasiones: la docencia y la investigación, volcándolas hacia un aula. Allí, con los estudiantes, esto se me convierte en gusto”, dice. Es docente de la Universidad desde hace 15 años. Sin embargo, la sorpresa de haber sido postulada por los estudiantes a la distinción de excelencia docente es algo que continúa con ella. “Para mí es muy satisfactorio saber que he marcado la diferencia en su formación”, expresa Gloria Agudelo. “Recibo este reconocimiento con mucha gratitud y humildad. Y, claro, sabiendo que esto por encima de todo es un reto encaminado hacia la excelencia”, añade. Para llegar a esta “excelencia”, Agudelo resalta como cualidades fundamentales “la vocación, la formación y constante cualificación, el respeto por los alumnos y un sentido de responsabilidad”. De igual modo, más allá del saber académico y teórico, desea dejarles a sus pupilos autonomía, curiosidad, sensibilidad y solidaridad con las problemáticas sociales. “Alguien académicamente muy bueno, pero insensible de las necesidades humanas, en mi concepto no es el profesional que necesita el futuro”, concluye.
Nora Eugenia Muñoz Franco Incuantificable. Así considera Nora Eugenia Muñoz Franco el reconocimiento que los estudiantes le hicieron al postularla a la distinción. “Sentir que todos los
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
Gloria María Agudelo Ochoa
Nora Eugenia Muñoz Franco, Gloria María Agudelo Ochoa y Roberto Flórez Rueda, fueron los tres profesores que recibieron el galardón que entrega la Universidad cada año a la excelencia docente.
Reconocimiento a los docentes excelentes estudiantes me hayan elegido es, para mí, el mayor mérito. O sea, es algo que no viene desde lo administrativo o de los círculos académicos, sino que viene desde los alumnos”, expresa. Es docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y ejerce la docencia desde hace 13 años. Ha querido ser un ejemplo para sus alumnos. “No es solo lo que se les deje en materia teóriconceptual, sino también las enseñanzas de vida que se les debe dejar”, dice, pues para ella los valores como la responsabilidad y la dedicación son fundamentales para el ejercicio integral del trabajo social. Lo anterior, desde su experiencia, conlleva a que “el docente esté permanentemente mirándose y evaluándose. Abierto siempre a la capacidad de sorprenderse, de aprender de continuo”. Lo que recuerda su primer día como profesora es una mezcla entre nervios y ansiedad. “Me sudaban mucho las manos y en mi mente pensaba ‘qué me irán a preguntar, qué estarán esperando’. Lo bueno es que los nervios no se me notan”, confiesa entre risas Nora Muñoz. Siempre se exige al máximo. Reflexiona y evalúa, no solo sus
capacidades profesionales, sino también la manera en cómo lleva y entrega un conocimiento. Sabe que en ella están depositadas las esperanzas de quienes la ven como un modelo a seguir. Por eso, dice que “la docencia para mí es pasión y compromiso. Un proyecto de vida y una vocación que no solo se cimenta con vastos conocimientos, sino que debe erigirse como contribución a los procesos formativos”.
Roberto Flórez Rueda “Lo más gratificante para mí, por encima de todas las cosas, es percibir que los estudiantes me quieren”, afirma Roberto Flórez Rueda, profesor de la Facultad de Ingeniería. Tiene 63 años y lleva 40 años enseñando; en la Universidad de Antioquia su experiencia ha sido de 33. De su primer día clase como docente solo recuerda que todos le parecieron mucho mayores que él. “Yo tenía 23 años y enseñaba resistencia de materiales y mecánica de fluidos en la Universidad Autónoma. Era gente que ya trabajaba, profesionales”, recuerda Flórez. Aún hoy, al enfrentarse a un nuevo grupo, siente los nervios de la primera vez. “Pero la experiencia
le va haciendo saber a uno si lo está haciendo bien o no, si le está llegando o no a los alumnos”, expresa. Tras una experiencia alrededor de cinco años en la industria privada, Roberto decidió que lo suyo era la docencia. “En mis épocas de bachillerato le ayudaba a los vecinos y amigos con problemas de álgebra o cálculo; la enseñanza es algo que siempre he llevado dentro”, confiesa. Cree que la enseñanza virtual todavía es un campo a explorar, pero sin las imposiciones que, a su modo de ver, se están volviendo tendencia. “Yo creo que se necesita tiempo para llegar al punto donde el estudiante solo, por medio de la tecnología, aprenda. Nuestra cultura se siente bien con un docente presencial, no virtual”, opina, sin desconocer que es necesario que los alumnos vayan interiorizando el estudio autónomo como herramienta de conocimiento. La distinción a la excelencia docente “era algo que no esperaba, una completa sorpresa”, afirma. Este reconocimiento le ratifica, diariamente, la satisfacción de preparar clase y evaluarse a sí mismo como profesor. “Nunca me he arrepentido de mi vocación”, concluye.
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Facultad de Educación propone nuevos programas Por CARLOS AGUDELO CASTRO*
Foto: Archivo periódico ALMA MÁTER
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esenta años después de su creación, la Facultad de Educación continúa proponiendo horizontes de renovación académica. Durante la conmemoración de sus seis lustros, a lo largo de los cuales ha estado formando maestros para la ciudad, la región y el país, se destacó su aporte como la facultad semilla de la Universidad de Antioquia, su presente y el camino a seguir con programas académicos que respondan a los retos que plantea los cambiantes escenarios sociales y políticos. La invitación a expertos nacionales e internacionales, la apertura de foros de discusión y el debate constructivo, aunado a la discusión en torno a la problemática educativa local, regional y nacional, fueron actividades adelantadas a propósito de la conmemoración en 2014 que contribuyeron decididamente a renovar el impulso de la Facultad en torno a sus objetivos misionales para los años que siguen, tal como lo señaló el decano Carlos Soto Lombana en reciente balance. En esa dirección, el estudio que hizo la Facultad sobre la situación de los egresados en relación con las necesidades del sector educativo mostró que la dependencia ha impactado poco el departamento y el país, a pesar del reconocimiento nacional por los aportes a las comunidades étnicas y a la población rural desde las regiones. Por lo mismo, Soto Lombana considera que las facultades de educación deben ir más allá de la formación de profesores para el magisterio, y en tal sentido observa que el pregrado en Pedagogía es una propuesta generada por un grupo de profesores que han visto la necesidad de expandir la Facultad de Educación a otros escenarios, territorios e instituciones públicas y privadas, más allá de lo formal. El nuevo pregrado proyecta a la Facultad a otros contextos en ámbitos culturales, científicos y del sector productivo, en consonancia con conceptos como los de Ciudad Educadora y Ciudad Escuela que propone la Alcaldía de Medellín. Según el decano, las organizaciones productivas también pueden ser instancias de aprendizaje en cuanto a la formación para el trabajo, donde las personas aprenden y se forman en temas como la responsabilidad social empresarial que proyecte a las
instituciones más allá de su objeto comercial o industrial y las conecte con dinámicas de transformación territorial. La maestría en educación con metodología virtual es otro programa en desarrollo que permite a la Facultad llegar de una manera más contundente a las regiones e incluso a espacios nacionales e internacionales. El posgrado se alimenta de la experiencia que en los años 70s y 80s tuvo la Facultad en la implementación de programas de educación a distancia cuando desarrolló conceptos, plataformas y programas que la convirtieron en líder en el ámbito nacional y latinoamericano.
Formación En cuanto a la formación de maestros, la Facultad está en condiciones de ofrecer la maestría en educación presencial en la modalidad de profundización, para los profesores que requieren de experiencias formativas que les ayuden a transformar sus prácticas de aula de clase. “Un programa de profundización es ideal en la medida en que está enfocado a proyectos de aula, a seguimiento in situ de estudiantes, con formación didáctica de naturaleza mucho más práctica y más sintetizada con la realidad que tiene el profesor y su institución”, afirma Soto Lombana.
Otro programa en proceso está centrado en la ruralidad, a través de un diplomado dirigido a poblaciones campesinas, afrodescendientes, indígenas, enfocado en el posconflicto, que da soporte técnico metodológico a personas que viven en territorios apartados. Maestros vamos para la U es un programa de profesionalización dirigido a cerca de 3.500 maestros normalistas que están en la nómina del Departamento de Antioquia, para que accedan a un título universitario que les permita continuar estudios de posgrado, mejorar condiciones de vida, salario, y cualificación. Ellos son en su mayoría los profesores que hoy por hoy atienden a las poblaciones infantil, escolar y media. Las propuestas mencionadas van de la mano con la capacidad y la intención de tener una mayor presencia en el debate en torno a la educación en Colombia. Tanto el gobierno nacional como las administraciones departamental y municipal han puesto el tema en el centro de su agenda de políticas públicas, cuando se sabe que maestros bien remunerados, con una vinculación estable, sistema de salud apropiado y una formación posgraduada son condiciones que inciden en la calidad de la educación. En este último caso, los esfuerzos que hacen la Gobernación con la oferta de 800 becas o el gobierno nacional con tres mil becas para formación no pueden ser un elemento circunstancial porque la nómina estatal es cercana a los 400.000 profesores, lo cual demandaría varias décadas para que todos los profesores accedan a formación posgraduada. Allí, la Facultad de Educación, a través de programas como Maestros regresan a la U, puede contribuir a que la clase dirigente se comprometa con reformas educativas estructurales, más allá de los gobiernos de turno, subraya Soto Lombana, acorde con la reflexión de los exdecanos a propósito de los sesenta años de la Facultad. “Es importante que las nuevas generaciones de profesores de la Facultad de Educación se apropien del legado que han dejado quienes nos han antecedido y nos comprometamos con acrecentar el patrimonio simbólico y material de la Facultad de Educación en beneficio de la sociedad”, concluye Soto Lombana. * Profesor de la Facultad de Educación.
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Seguridad vial de Antioquia - SEVIDA promueve la prevención de incidentes Por GUSTAVO CABRERA ARANA*
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Pandemia Los incidentes viales son una pandemia, un problema de salud pública global que casi se duplicó en los últimos 20 años la mortalidad, y que mata al año más que muchas enfermedades infecciosas o crónicas a las que se presta mayor interés y se invierten más recursos. Además, existe sólida evidencia de la inequidad del riesgo, la exposición, los incidentes y sus efectos en las poblaciones. En el mundo hasta el 90 de los lesionados y muertos se registra en países aún en desarrollo como Colombia, aunque estas naciones solo tengan el 45% de los vehículos circulantes. Mientras los países industrializados avanzan positivamente año a año en la reducción de muertes viales,
como El Bagre, Caucasia y Puerto Berrío indican que el irrespeto a la vida, propia o ajena, la velocidad, la conducción bajo efecto de sustancias como el alcohol, cocaína o marihuana, el no uso de cinturón o casco; la falta o no cumplimiento de normas; poca cultura, política, gestión, control y monitoreo; retraso en infraestructura, señales y transporte; la inmoralidad de gestores privados y agentes públicos en licencias de conducción o trámites diversos; comercialización inmoral, sin responsabilidad y distorsión social del uso y tenencia de un auto o moto; el rebusque y el desprecio al transporte colectivo; pobre gestión del ambiente, conocimiento y tecnología; prácticas irresponsables en las vías; poca o ninguna formación e información y falta o ausencia de liderazgo en funcionarios de todo nivel, entre otras razones, agudizan la pandemia vial que en 2020 se estima matará en el mundo, sin una intervención eficaz, hasta 1.9 millones, 600.000 más que 1.3 millones fallecidos en incidentes viales en 2014. En Antioquia este tipo de muerte también seguirá creciendo.
Modelo de gestión Foto: Luis Javier Londoño Balbín
ntioquia es uno de los departamentos más complejos del país. Su extenso territorio, la diversa y exigente topografía, la precariedad de infraestructura vial, en especial la periférica, la heterogeneidad cultural e inequidad social, son un desafío en el que la seguridad vial de sus habitantes para su movilidad urbana e interurbana es asunto cada vez más crítico. En 2014, en los 125 municipios de Antioquia, más de 1.000 personas perdieron la vida en accidentes de tránsito y más de 100.000 resultaron lesionadas en incidentes viales. Significa que cada día tres personas murieron y hasta 300 se lesionaron en choques, atropellos y similares. Casi la mitad de este millar de muertes ocurrió en los municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y cerca de un tercio, alrededor de 300 decesos, fueron registrados en Medellín. Naciones Unidas estima que el sub-registro de muerte vial en Colombia puede ser del 20%, en especial por quienes no mueren en el sitio del evento sino hasta 30 días después y fallecen por complicaciones, con lo cual probablemente el número de tragedias sea mayor, así como las secuelas y discapacidades entre los sobrevivientes, y las cargas para la familia, la comunidad y los servicios de salud, lo cual resulta socialmente insostenible.
el resto del planeta, en especial los países de ingreso medio-bajo como el nuestro, observan cómo los datos y tasas crecen de manera relevante o apenas se estabilizan y no ceden hacia la reducción. Solo China puso en 2014 un total de 234.000 muertes mientras América Latina registró 123.000 decesos por causa vial. Las razones de este fenómeno están explicadas por variables y factores a los cuales ni Colombia ni Antioquia escapan; la motorización sin control es uno de los aspectos más críticos. El mejoramiento de las condiciones de vida, del ingreso, la bancarización y el acceso creciente a créditos
blandos, casi sin condiciones, impulsó en la última década la explosión de comercialización de autos y especialmente de motos cada vez más baratas, ventas que no se acompañaron de procesos éticos o socialmente responsables para entrega y uso responsable de estos vehículos tanto particulares como públicos y que en Antioquia se asocian al mototaxismo. Evidencias generadas por la iniciativa de Seguridad vial de Antioquia-Sevida, del grupo de investigación Gestión y política de salud de la Facultad Nacional de Salud Pública “Héctor Abad Gómez” de la Universidad de Antioquia, en Medellín y municipios
Ante este panorama la iniciativa Sevida prepara, en el marco de su proyecto Seguridad vial Medellín: dinámica a 2015 y Modelo de gestión-Mogesvi a 2020, el 1er Foro de seguridad vial, vía viva, para el 17 de septiembre, justamente para presentarle a los actores y sectores de Antioquia el Modelo de gestión de la seguridad vial, Mogesvi, un recurso inexistente tanto en Colombia como en Latinoamérica. El Mogesvi es una herramienta heurística, integradora del conocimiento estructurado que existe en relación con la gestión de la seguridad vial para prevenir integral y eficazmente los incidentes viales y promover en las ciudades de Antioquia una movilidad segura para todos, en especial para peatones, ciclistas y motociclistas, los más vulnerables en la vía y los que más lesiones fatales, incapacidades, discapacidades, sufrimiento y costos generan a familias y al territorio. *Profesor titular Facultad Nacional de Salud Pública “Héctor Abad Gómez” Universidad de Antioquia.
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Por SERGIO A. URQUIJO MORALES
Glifosato: la molécula de la controversia cutáneas en las zona de aspersión suelen pasar desapercibidas, porque son diagnosticadas como dermatitis y no se las relacionas con el CosmoFLUX”, señaló la profesora Alviar. Además, como indicó la investigadora Lilliam Gómez, del Programa Control de Enfermedades Tropicales —PECET— de la Universidad y presidenta del Consejo seccional de plaguicidas, “el CosmoFlux411 destruye la quitina, que es la sustancia principal del exoesqueleto de los insectos”. Así, cuando el viento lleva el herbicida a un sector fuera del objetivo (fenómeno conocido como deriva) puede afectar a muchos otros organismos: insectos, cultivos de supervivencia y vegetación natural. El POEA contiene además dioxinas, moléculas desde hace años consideradas cancerígenas y nocivas para el sistema inmune, el hígado y los riñones. Además, como alerta la profesora Gómez, “las dioxinas son contaminantes orgánicos persistentes (COP), que entre otras cosas contribuyen a deteriorar la capa de ozono de la atmosfera”.
¿Qué significa la clasificación 2A del IARC? El IARC analiza la bibliografía científica sobre agentes sospechosos de causar cáncer (sustancias, mezclas, factores o comportamientos) y los clasifica en cuatro grupos: en el grupo 1 se ubican los
que, claramente, según la evidencia científica, pueden causar cáncer, como la radiación UV, los asbestos y el virus del papiloma humano. En el grupo 2 (subdividido en 2A y 2B) están agentes cancerígenos en animales o células in vitro, pero cuya evidencia no es totalmente contundente para humanos. El glifosato fue clasificado en el grupo 2A, entre otros 72 agentes considerados “probablemente cancerígenos para los humanos”. Es decir, no hay evidencia contundente de que el glifosato genera cáncer en humanos, pero sí es claro en experimentos con animales, y el daño se produce mediante mecanismos que también operan en humanos. También se reportó evidencia de alteración del ADN en humanos, según estudios hechos con agricultores de Estados Unidos, Canadá y Europa, donde el glifosato es ampliamente utilizado en granjas y jardines.
El principio de precaución Uno de los puntos centrales de la Declaración de Río de Janeiro, suscrita por Colombia en 1992, es el principio de precaución, que indica, para sustancias y procedimientos, que “cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente”.
Ilustración: Laura Ospina y Sergio A. Urquijo
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mediados de marzo, la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), adscrita a la Organización Mundial de la Salud, determinó que el glifosato, el herbicida más usado en el mundo, es probablemente cancerígeno, pues se encontró evidencia de que puede causar cáncer en animales de laboratorio, además de degradación del ADN y de los cromosomas en humanos. Por tanto, debe ser usado con cautela. Por lo mismo, el 9 de mayo el presidente Juan Manuel Santos, por recomendación del ministro de Salud Alejandro Gaviria, anunció la suspensión de las aspersiones aéreas de glifosato sobre plantaciones de coca y amapola, estrategia desarrollada hace 15 años como parte del Plan Colombia. Entre las voces contrarias a la decisión, el procurador general Alejandro Ordóñez expresó que “no hay razones científicas que sustenten ese planteamiento, pero sí múltiples prejuicios; ni existe una conclusión definitiva que indique que hay riesgos para la salud humana”, afirmación que invita a revisar los conceptos de razón científica y riesgo. El glifosato es una sustancia popularizada por la compañía Monsanto bajo la marca Roundup, aunque existen muchas otros herbicidas que lo integran como ingrediente principal. La molécula penetra en las hojas y alcanza las células. Su estructura química es muy similar a otra sustancia, el fosfenolpiruvato, que es esencial para que la planta pueda sintetizar tres aminoácidos (ladrillos que construyen las proteínas en cualquier ser vivo): tirosina, fenilalanina y triptófano. El glifosato opera como un “impostor” que sustituye al fosfenolpiruvato en el proceso de síntesis y lo interrumpe. Sin los aminoácidos mencionados, la planta no puede crecer ni nutrirse, y muere. “El glifosato no afecta a los seres humanos, solo a los vegetales, pero en contacto con el ambiente, incluso con la saliva, puede convertirse en n-nitroso-glifosato, que sí es muy tóxico”, aclara la profesora Lía Isabel Alviar, investigadora de la Escuela Ambiental de la Universidad de Antioquia y miembro del Consejo seccional de pesticidas de Antioquia. Además de glifosato, la mezcla usada en las aspersiones contiene dos componentes que potencian el efecto del herbicida: el polioxietileno amina —POEA— y el CosmoFlux 411. Son sustancias que destruyen la capa cerosa que protege las hojas, para que el glifosato entre más fácil a las células. “La piel humana también tiene un recubrimiento protector que es deteriorado al contacto con el POEA y el CosmoFlux411. Las afecciones
La profesora Lía Isabel Alviar indicó que “ante la sospecha, incluso si la evidencia no es concluyente, debe suspenderse el uso del producto hasta que se compruebe que es inocuo”. “En el caso del glifosato, y especialmente de la aspersión aérea, a pesar de las advertencias e investigaciones el gobierno nunca las suspendió, violando así un principio internacional”, agrega. Por la época, muchos estudios — como la revisión de Keith Solomon y su equipo, encargada por la OEA— concluyeron que el glifosato no conlleva ningún prejuicio ambiental. Estos estudios fueron acusados de no tomar en cuenta factores como la afectación a otras especies o las enfermedades cutáneas. Por su parte, trabajos como el del médico Adolfo Maldonado, que encontró alteraciones precancerosas en las células sanguíneas de mujeres expuestas en la zona de aspersión en Ecuador, fue acusado de ser patrocinado por el gobierno ecuatoriano con la intención de usar los resultados en el litigio con Colombia en el tribunal de La Haya. Hoy el país se prepara para suspender las aspersiones con glifosato. Para muchos investigadores, este es solo un paso. Como afirma la profesora Lilliam Gómez, “nuestra posición es que hay muchas estrategias de control de plagas que permiten dispensar totalmente de los agrotóxicos”.
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Dobles titulaciones impulsan la internacionalización Por LAURA GARCÍA RESTREPO
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on la reciente firma del convenio de doble titulación en doctorado entre la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia y la Facultad de Ciencias Médicas y el Centro Médico de la Universidad de Groningen en Holanda, la Alma Máter suma 13 acuerdos de este tipo con instituciones de educación superior en el mundo. La doble titulación es una modalidad de internacionalización relativamente reciente en la Universidad, pues los primeros acuerdos los firmó en 2006. La estrategia permite a un estudiante de pregrado o posgrado cursar uno o dos años en una universidad extranjera y obtener, además del título de la Alma Máter, el grado correspondiente en la institución de destino. El auge mundial de las dobles titulaciones en los últimos años ha sido “impulsado por el avance en la configuración de escenarios de educación superior con mayor armonización y homologación académicas, como el proceso de Bolonia y Lisboa en la Unión Europea, y por las dinámicas de integración comercial que conducen a crear espacios de diálogo para mejorar el entendimiento y reconocimiento de formaciones profesionales cuando se establecen, por ejemplo, asociaciones estratégicas entre países y tratados de libre comercio”, explica Diego Franco, asesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Antioquia. La Facultad de Ingeniería es una de las dependencias académicas más fuertes en dobles titulaciones, ya que en la actualidad tiene convenios con el Politécnico de Torino en Italia, la Universidad de Limoges, las Escuelas Nacionales de Ingenieros de Metz y Tarbes, y el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas Centre Val de Loire, en Francia, más el recién firmado con la Universidad de Groningen. La mayoría de estos convenios, que son de tipo pregrado-posgrado, permite que los estudiantes de pregrado de la Facultad que hayan cursado el 80% de sus materias en Colombia, viajen al exterior durante uno o dos años para realizar una maestría, al cabo de los cuales pueden recibir el título de pregrado en la Universidad de Antioquia y el
de posgrado en la institución extranjera, gracias a que los pregrados son más cortos en el sistema europeo y a un trabajo previo de análisis de los planes de estudio y de homologación de materias. Otra experiencia exitosa la tiene la Maestría en lingüística con énfasis en alemán como lengua extranjera, entre la Facultad de Comunicaciones y la Universidad Pedagógica de Friburgo, Alemania. Esta es una doble titulación tipo posgradoposgrado, que se ofrece desde 2009 y en la que los estudiantes cursan tres semestres en la Universidad de Antioquia y un semestre en la institución alemana, para obtener los dos títulos de maestría. Desde sus inicios, los responsables de liderar esta doble titulación recurrieron al apoyo del Servicio Alemán de Intercambio Académico – DAAD, postulándose a programas de financiación para promover tanto la movilidad de los estudiantes colombianos hacia Friburgo, como de los profesores alemanes que vienen a la Universidad a dictar seminarios todos los semestres, y para adquirir literatura especializada. “Durante la estadía de los estudiantes en Alemania, nosotros los motivamos para que avancen con su trabajo de investigación, porque tienen acceso a bases de datos, a todo el material bibliográfico y a expertos académicos e investigadores alemanes”, asegura Lissette Mächler, representante del DAAD para Medellín y coordinadora de la doble titulación de la Maestría en Lingüística en la Universidad de Antioquia.
Beneficios “Una doble titulación te abre la mente, te permite descubrir que hay muchas realidades, formarte como una persona tolerante con otras culturas sin olvidar la propia, aprender a corregir solo tus
Estudiantes de la Maestría en Lingüística con énfasis en Alemán como Lengua Extranjera de la Universidad de Antioquia y estudiantes de la Universidad Pedagógica de Friburgo, con la cual la Alma Máter tiene programa de doble titulación. propios errores, descubrir en ti mismo las mejores y peores actitudes, valorar todo lo que nunca valoraste y tener una perspectiva de la vida totalmente nueva y mejorada”, asegura Ánderson Mosquera, egresado de la Facultad de Ingeniería, quien realizó una doble titulación con la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz. Como Ánderson, existen cerca de 260 estudiantes de pregrado y posgrado de la Universidad que realizaron o están cursando actualmente una doble titulación, y que son testigos de los beneficios de este tipo de movilidad, como entrar en contacto con docentes de alto nivel, establecer relaciones académicas con la universidad del exterior, perfeccionar una lengua extranjera y prepararse para trabajar en un entorno global, entre muchos otros. “La doble titulación es también una garantía de la calidad de los programas ofrecidos, ya que universidades de prestigio internacional no brindan sus títulos sin controlar estrictamente este aspecto”, comenta Franco. Maritza Areiza, coordinadora de la Unidad de movilidad nacional e internacional de la Facultad de Ingeniería, reconoce que la experiencia con las dobles titulaciones ha permitido estrechar los lazos entre la Universidad de Antioquia y otras instituciones en el extranjero, al tiempo que se genera una confianza y reconocimiento de la calidad académica de la Alma Má-
ter. “Además, el perfil de nuestros egresados se vuelve más atractivo para el sector productivo”, asegura. En la misma línea, Mächler afirma que la importancia de la doble titulación se debe a que permite flexibilizar las estructuras universitarias, internacionalizar los programas académicos y abrir la Universidad a otros contextos y culturas de estudio.
Retos Otras dependencias académicas de la Universidad que ofrecen este tipo de movilidad son la Corporación Ciencias Básicas Biomédicas y las facultades de Ciencias Exactas y Naturales, Artes y Ciencias Económicas. El objetivo a mediano plazo es incrementar los convenios de dobles titulaciones, pero esto solo será posible si se logran hacer más eficientes el proceso de la firma de los mismos y los trámites que esto implica. Areiza considera que es esencial la comunicación entre todos los involucrados en la firma del convenio en la Universidad, “que hablen el mismo idioma”. Además, recomienda a las dependencias hacer un análisis juicioso sobre el tipo de universidad con la que quieren suscribir el convenio, y revisar los planes de estudio y los programas académicos. “Tiene que existir una muy buena relación entre las universidades y estar en contacto permanente. Es indispensable que las personas
Financiación del DAAD El Servicio Alemán de Intercambio Académico – DAAD financia el desarrollo de programas de doble titulación entre una universidad alemana y una universidad colombiana, ya sea bajo la modalidad “joint degree” o “double degree”, con recursos que pueden ascender a 360.000 euros durante 8 años, tanto para la movilidad de estudiantes y profesores, como para la adquisición de materiales. La convocatoria se abre una vez al año y se cierra a finales de enero. Más información: http://www.daad.co
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Ánderson Mosquera, egresado de la Facultad de Ingeniería, realizó una doble titulación con la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz. que lideren la doble titulación en las respectivas instituciones cooperen muy bien, y conozcan los programas académicos y las estructuras de estudio de ambas partes”, comenta Mächler, quien también sugiere la creación de una guía escrita sobre el proceso de firma de un convenio de este tipo en la Universidad de Antioquia. Un reto más que enfrentan las dobles titulaciones es la financiación, debido a que los tiempos de estadía en el exterior son más largos que los de un intercambio académico regular o una pasantía. Sin embargo, estos acuerdos contemplan la exención en la matrícula, lo que representa una gran ayuda, y según el caso, se puede recurrir a créditos del Icetex, Colfuturo y Enlaza Mundos, becas ofrecidas por las mismas instituciones extranjeras y convocatorias como las del DAAD. La reciprocidad es otro asunto que apenas está tomando fuerza, pues frente a la cantidad de estudiantes de la Universidad que se ha ido, solo han llegado 4 extranjeros. El objetivo también es incentivar esa movilidad entrante, por ejemplo la Maestría en Lingüística recibirá al primer alemán el próximo semestre, mientras que en la Facultad de Ingeniería hay dos franceses estudiando desde el año pasado. “Como estos son convenios recíprocos se espera, no solo que nuestros estudiantes viajen, sino que los extranjeros reconozcan la calidad de nuestros programas y de la Universidad y que empiecen a llegar también”, agrega Areiza. Estas cifras aumentarán en la medida en la que las unidades académicas ofrezcan planes de estudio complementarios a los de las instituciones extranjeras, que reflejen las particularidades y fortalezas académicas y científicas de Colombia.
Con apoyo de la comunidad “A la comunidad la vemos muy participativa; ellos ven con mucho agrado que la Universidad esté aquí proyectándose para solucionar problemas de salud del barrio”, señaló el investigador Vélez Bernal y destacó que más de 5.000 familias dieron el consentimiento escrito para que se lleve a cabo la liberación y se haga el control biológico del dengue. Cada semana, durante algunos meses, se harán más liberaciones, pues el objetivo es que los mosquitos que normalmente están en el barrio se apareen con los mosquitos liberados y se transmita, así, la bacteria Wolbaquia a las nuevas generaciones. El primer desafío de la investigación es lograr que los mosquitos portadores de la bacteria se instalen en este sector del norte del Valle de Aburrá. Ante el consecuente aumento de la población de mosquitos, los residentes del sector deberán continuar con las medidas de prevención que siempre han tenido ante las picaduras, al tiempo que seguirán prestándose los programas de prevención y control de las autoridades de
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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l 26 de mayo el Programa de estudio y control de enfermedades tropicales, Pecet, liberó en el barrio París, de Bello, los primeros mosquitos Aedes aegypti portadores de Wolbaquia, una bacteria que inhibe la transmisión del dengue. La prueba piloto hace parte del proyecto de investigación “Eliminar el dengue, desafío Colombia”, que lidera el Pecet, de la Universidad de Antioquia, junto con la Universidad de Monash (Australia), como parte de una iniciativa global que también se ha puesto a prueba en Australia, Indonesia, Vietnam y Brasil. “Llevamos dos años preparándonos para este día y vamos a necesitar de la colaboración de todos ustedes para que este programa siga siendo muy exitoso”, dijo el director del Pecet, Iván Darío Vélez Bernal, en el “Festival amigos Wolbachia”, que se ofreció a la comunidad del barrio París y que marcó el comienzo de la prueba piloto en Colombia. Desde las 5 de la mañana, un equipo multidisciplinario recorre las empinadas calles del barrio París en cumplimiento de un complejo plan de liberación de los mosquitos en rutas y puntos estratégicos: la mitad de los mosquitos son machos y la otra mitad hembras.
Liberados mosquitos que inhiben la transmisión de dengue salud en la zona. El secretario de Salud de Bello, César Augusto Arango, reconoció y agradeció el trabajo adelantado en su comunidad bajo el liderazgo del director del Pecet y su equipo. “Con proyectos como éste la Universidad evidencia el compromiso con la comunidad, y con la ciencia y el conocimiento al servicio del hombre”, afirmó.
Vigilancia epidemiológica Vélez Bernal indicó que desde hace más de un año la comunidad cuenta con un médico y una enfermera que están pendientes de las personas que acuden a la Clínica de la fiebre con este síntoma, y la expectativa es que los casos de dengue se empiecen a reducir. También continuará la revisión de las trampas de mosquitos instaladas en el barrio, para ver
cuáles tienen la bacteria y cuáles no y si hay o no mosquitos infectados con el dengue, según el investigador, al destacar que “a partir de ahora sigue una vigilancia epidemiológica muy fuerte durante por lo menos un año”. El director del Pecet observó que en Australia se hizo una liberación similar hace seis años y “en este momento el 100% de los mosquitos tienen la bacteria en la comunidad donde los liberaron; lo mismo está ocurriendo en Indonesia y en Vietnam, que llevan más tiempo. Los países número 4 y 5 somos Brasil y Colombia, que estamos empezando”, resaltó. El dengue está presente en más de 100 países. Cerca del 50% de la población en Colombia se encuentra en riesgo de contraerlo; ya en 2010 reportó uno de los índices más altos de América Latina, con 149.000 casos.
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Descentralización y autonomía, el siguiente salto de la regionalización áreas académicas que se deben consolidar en la región: una, las ciencias exactas y la ingeniería haciendo especial énfasis en los temas oceánicos y costeros, pero también en áreas como las matemáticas y la biología; dos, las ciencias sociales y humanas y, tres, las áreas de la salud, con la gran apuesta de tener en el mediano plazo un programa de medicina tropical. “La Universidad debe aprender de las regiones y debe insertarse a las dinámicas locales con pertinencia. Para ello esperamos que
Por DIEGO JARAMILLO GIRALDO
puesta del nuevo gobierno universitario en materia de regionalización tiene que ver con el establecimiento de lazos de cooperación internacional. “Hay un alto interés de países como Francia, Alemania, Holanda, Estados Unidos y Japón para el intercambio con nuestra Universidad y las regiones a través de proyectos de cooperación académica y científica”, dijo el rector.
Multicampus La Seccional Urabá está constituida por 3 campus: la ciudadela
Foto: Diego Jaramillo
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La Universidad debe dar ya un paso adelante en lo que nosotros denominamos una verdadera descentralización. En el mediano plazo debemos llegar a un esquema similar, guardando las proporciones, a lo que hoy en día es la Universidad Nacional, con un grado de autonomía administrativa, académica y financiera avanzado”, afirmó el rector de la Universidad de Antioquia Mauricio Alviar Ramírez, en la reunión que sostuvo con estudiantes, docentes y directivos de la Seccional Urabá el 23 de mayo en la ciudadela universitaria en Apartadó. El encuentro, con el fin de dar a conocer las bases fundamentales del plan de gestión de la nueva administración universitaria, especialmente en lo concerniente a la presencia de la Alma Máter en las regiones, se cumplió en momentos en los cuales la institución cumple en 2015 dos décadas de haber iniciado el programa de regionalización y se plantea la necesidad de profundizar la reflexión en torno a la autonomía y la calidad de la educación superior en las regiones. En lo que respecta a Urabá, según el rector son tres las grandes
sean nuestros egresados de Urabá quienes en el mediano plazo sean los docentes del multicampus y que a partir de su conocimiento académico y del territorio ayuden a consolidar la Universidad de Antioquia en Urabá”, afirmó Alviar Ramírez. En este sentido, vale señalar que en 20 años de labores académicas en Urabá han egresado 1.790 profesionales en diversas áreas del conocimiento, de los cuales el 85% labora en la región y el 78% ejerce su profesión. Otro aspecto central de la pro-
El rector Mauricio Alviar Ramírez dialogó con los estudiantes, docentes y empleados administrativos de la seccional Urabá, con el propósito de avanzar en la descentralización de la Universidad en las regiones. Calidad, cooperación internacional, autonomía y uso de tecnologías de la información y la comunicación son algunos de los ejes que soportan la propuesta del nuevo gobierno universitario.
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Veinte años de presencia institucional en las regiones Por DIEGO JARAMILLO GIRALDO
Foto: Archivo periódico ALMA MÁTER
E universitaria en Apartadó, la Sede de Ciencias del Mar en Turbo y la Sede de Estudios Ecológicos y Agroambientales en Carepa; además cuenta, en comodato, con la sede Jesús Mora en Turbo, en donde comenzó en 1995 la regionalización. Tales sedes forman lo que se denomina el multicampus integrado para Urabá, alrededor del cual la Alma Máter espera encaminar sus esfuerzos para conformar un nicho académico capaz de profundizar los procesos investigativos, científicos y de innovación, que catapulten a la Universidad en Urabá como un centro académico de excelencia que aporte conocimiento y productividad al desarrollo del territorio. Para la profesora Jenny Leal Flórez, docente adscrita a la Seccional Urabá y coordinadora del Doctorado en Ciencias del Mar, los retos para la nueva administración son grandes. “Es imprescindible dar continuidad a lo que venimos trabajando aquí dentro de la región en la Seccional Urabá con todo el personal docente y administrativo para construir una seccional multicampus con integración entre las sedes y sin caer en la fragmentación del quehacer de la Universidad”. La construcción de la segunda etapa de la ciudadela universitaria en Apartadó, la culminación de la Sede de Ciencias del Mar, la gestión de convenios con empresas transportadoras de la región para la movilidad de los estudiantes entre cada una de las sedes y un centro de idiomas para la Seccional, son entre otras, algunas de las acciones que se avisoran en el corto y mediano plazo en aras de fortalecer la consolidación del multicampus Universidad de Antioquia en Urabá.
n 1995 se dio apertura a la Seccional Urabá en el municipio de Turbo y con ello se puso la piedra angular de un proyecto que hoy deja grandes logros, aprendizajes y reflexiones. Si bien en 1990 la Universidad oficializó el proceso de regionalización, solo cinco años después se inició en pleno el programa, recogiendo los aprendizajes y experiencia de años anteriores y poniendo su potencial académico e investigativo al servicio de las comunidades regionales. Las condiciones de inequidad y las asimetrías sociales a escala departamental, traducidas en escasas oportunidades de progreso para las comunidades por fuera del área metropolitana de Medellín, fueron factores que motivaron a sectores universitarios a cuestionar el papel de la Alma Máter y a impulsar iniciativas para llevar educación de calidad a las demás regiones del departamento. Los antecedentes del programa se remontan a 1967, cuando la Universidad de Antioquia, a través de la Facultad de Educación en cooperación con la Unesco, implementa el Proyecto Escuela Unitaria, buscando mejorar la calidad educativa en todos los grados a partir de nuevas metodologías de enseñanza con los maestros de las zonas más alejadas del departamento. En años posteriores el proyecto se denominaría Escuela Nueva y mediante Decreto 1490 de 1990 se hizo obligatoria la implementación de la estrategia en todo el territorio nacional con el fin de mejorar cuantitativa y cualitativamente la educación básica en las zonas rurales. Los intentos por impactar la calidad de la educación en Antioquia no se detuvieron allí. A principios de la década de los setenta se da inicio al Programa Extramuros, un proyecto de extensión para docentes, compuesto por cursos de corta duración y centrado en algunas áreas básicas del conocimiento. Se desarrolló en las cabeceras municipales del Suroeste, Oriente y Norte de Antioquia. Una apuesta aún muy tímida, pero que sentó las bases para desarrollar un sólido modelo de educación a distancia: Universi-
dad Desescolarizada UNIDES. En la década de los 80 se da inicio al programa de Educación a Distancia, “retomando las experiencias de una investigación que con el nombre de Proyecto —Universidad desescolarizada UNIDES—, fue conducida, realizada y evaluada por la Universidad de Antioquia entre 1974 y 1975, según solicitud y financiación hecha por el gobierno de aquel entonces”(Velásquez: 1981, pág. 83). Esta propuesta se presentó como respuesta a las demandas de amplios sectores poblacionales que por diferentes motivos no podían asistir a un claustro convencional; el proyecto se basó en el uso de nuevas posibilidades metodológicas y nuevos medios instruccionales que permitieron la mejora de los servicios de educación superior especialmente en zonas rurales y cabeceras municipales. A partir de ese momento la Universidad se convierte en pionera en la oferta de programas de licenciatura en la modalidad a distancia. En 1994 se expide el Estatuto General que contempla como uno de sus principios la regionalización y que le confiera a la Universidad una mayor proyección regional. El artículo 24 plantea que “por su origen, su naturaleza jurídica y su tradición, la Universidad tiene una vocación regional: desarrolla el conocimiento y contribuye a la articulación de Antioquia con los procesos de construcción nacional y con los desarrollos de la ciencia, la tecnología y la cultura en los demás pueblos del mundo”. En 1995 se recoge el trabajo y las reflexiones de años anteriores en el plan de desarrollo institucional “La Universidad para un nuevo siglo de las luces 1995-2006”. Allí se contempló la regionalización como una de las estrategias fundamentales y se planteó que en cumplimiento de su encargo social y conjugando los criterios de equidad, calidad y eficiencia la Alma Máter debía ampliar sus índices de cobertura académica, social y geográfica. Así mismo, que la institución asumía este compromiso de manera muy especial con Antioquia participando en los procesos de desarrollo de sus regiones. El actual plan 2006-2016 “Una Universidad investigadora, innovadora y humanista al servicio de las regiones y el país” reafirma su compromiso de convertir la educación superior en un factor dinamizador del desarrollo regional. Es así como en la línea estratégica 3 —Interac-
ción Universidad Sociedad— la institución se propone consolidar la presencia de la Universidad en las subregiones del Departamento de Antioquia a través de acciones tales como: fortalecer la investigación y la extensión en las regiones; fortalecer la oferta de programas de pregrado, posgrado y educación continua en las regiones; vincular al funcionamiento de las seccionales un 30% del personal académico con permanencia en las subregiones, entre otras acciones que se han venido gestionando de manera sistemática por la Dirección de Regionalización y que tienen como fin último hacer de la educación superior un factor decisivo en los procesos de desarrollo regional a partir de la circulación y generación de conocimiento socialmente útil.
Referente En veinte años de presencia con todas sus fortalezas, y en más de 40 años de participación a través de programas y proyectos específicos, la Alma Máter se ha convertido en actor y referente institucional que aporta a la reflexión del territorio y sobre todo a generar dinámicas a partir del conocimiento que posibiliten una construcción colectiva del desarrollo. Tal y como lo afirma la actual Directora (E) de Regionalización Claudia Montoya “La Universidad de Antioquia por su vocación regional y mediante su estrategia de descentralización de la educación universitaria se ha constituido en agente transformador de las realidades regionales”. La celebración de los veinte años de puesta en marcha del proceso de regionalización que nos convoca en este 2015 es una excusa más para reunirnos en torno a un proyecto en etapa de madurez. “Es fundamental articular las dependencias académicas y administrativas alrededor de un proyecto educativo regional, propender por la permanencia académica de nuestros estudiantes en los programas de pregrado y posgrado y fortalecer la capacidad académica requerida mediante la ampliación de la planta profesoral, con el propósito de crear nichos académicos regionales que contribuyan a la consolidación de la Universidad de Antioquia en, desde y para las regiones”, afirmó Claudia Montoya Aguirre, directora encargada de Regionalización. (Manuel Ortega Velásquez – Educación a distancia “Una innovación técnica para un cambio en la administración de la educación superior”, En: Actualidades Biológicas. Vol 10, N°37)
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Fotos: Natalia Piedrahíta
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Seccional Occidente, 10 años Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO
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n diez años, desde su entrada en funcionamiento formal en junio de 2005, la Seccional Occidente se ha constituido no solo en casa del saber, sino que es considerada por la comunidad del municipio sede, Santa Fe de Antioquia, como centro estratégico de conversación y convergencia de las principales estrategias académicas, culturales y sociales de los diecinueve municipios que componen la subregión del Departamento. Tal afirmación la confirman los 417 estudiantes que hoy están matriculados en diez programas académicos presenciales, los 199 egresados y los 13 funcionarios que velan por la realización de proyectos que beneficien a la comunidad. Aunque se trata de una sede joven, cuenta con gran experiencia en materia de asesoría académica y de extensión universitaria en una región afectada por problemáticas relacionadas con la minería y el turismo. Los estudiantes provienen de la subregión, pero también de otras regiones de Antioquia y Colombia, como Sonsón, Cartago y Valle del Cauca. “La interlocución con las regiones permite que los estudiantes
se especialicen desde el pregrado en particularidades de sus lugares de origen y ese es un aspecto que debemos leer desde las facultades para generar una real incidencia en el territorio a través de nuestros egresados”, observa María Isabel Noreña, directora del programa de Psicología en las regiones. Otro indicador de la incidencia positiva de la Seccional en el municipio y la subregión es el vínculo y la participación de los directivos académico-administrativos en distintos escenarios de la zona, encaminados a potenciar las fortalezas y reducir las problemáticas del Occidente, como la Mesa de infancia y adolescencia Santa Fe de Antioquia, la Mesa regional de residuos sólidos, la Mesa ciudadana por la vida. Además, en esta década se han gestado proyectos como el Grupo de extensión para la prevención del dengue y el Consultorio jurídico, programa mediante el cual la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y la Dirección de Regionalización prestan asesoría a personas de escasos recursos para llevar sus casos judiciales. “Nos hemos convertido en un centro de actividades donde la comunidad viene a preguntarnos qué profesionales de la Universidad puede acompañarlos en los temas de su interés”, afirma Jorge Iván Gallego Mosquera, di-
rector de la Seccional Occidente.
Historia El 27 de junio de 2005 se inauguró la seccional de la Universidad en Occidente, tras el impulso dado por un grupo de amigos de la Universidad conformado por docentes, jubilados y concejales, quienes, con el interés de llevar educación a las regiones, ayudaron en la búsqueda del espacio apto para la localización e inserción de la Universidad. Así, una vez realizados los estudios pertinentes, se determinó que Santa Fe de Antioquia era equidistante a los demás pueblos de la subregión, un centro histórico reconocido y disponía, además, de un edificio con excelentes características e infraestructura para las necesidades académico-administrativas de la Alma Máter. “En nuestras instalaciones funcionaba Ecosesa, una entidad que formaba odontólogos y técnicos en varias modalidades, pero la Gobernación nos había dejado a disposición este espacio en diálogo concertado”, recuerda Gallego Mosquera. La oferta de programas se inició con la Tecnologías en Regencia de Farmacia, Tecnología en Administración de Empresas y el pregrado Psicología, pero pronto empezó a ofrecerse Trabajo Social, Derecho, Ingeniería Agropecuaria,
y en este momento, a parte de los diez programas académicos presenciales, se ofrecen cuatro virtuales y se está a la espera del registro calificado de la Maestría de Educación para la región. La llegada de la Emisora Cultural al municipio de Santa Fe de Antioquia en octubre de 2010 fue otro importante hecho para estos municipios, que hasta ese momento no contaban con radio pública; además la biblioteca de la Seccional es hoy uno de los principales centros de consulta bibliográfica no solo para los estudiantes sino para los bachilleres y la comunidad general. La Seccional trabaja continuamente en incentivar a los jóvenes de la región para que accedan a la educación superior y con ello en los últimos años se ha observado un crecimiento significativo de participación de bachilleres en las pruebas Icfes y Saber Once. “La percepción que la comunidad tiene sobre la Alma Máter es que es un instrumento de ayuda para el desarrollo de nuestra región, por eso algunos egresados han ido a cursar posgrados a otros lugares pero en su mayoría han vuelto a cooperar en sus municipios”, sostiene Elizabeth Gacha, estudiante de décimo semestre de Derecho y auxiliar administrativa de la Seccional.
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La UdeA recibe 4.882 nuevos estudiantes Admitidos por sedes
Admitidos Medellín
En el examen de admisión que se cumplió el mes pasado, al que se presentaron un total de 32.644 aspirantes de Antioquia y del resto del país, fueron admitidos 4.882 para el semestre 20152. Según el consolidado por sede, en Medellín suman 3.498, mientras que en las regiones alcanzan los 1.384. Del total de admitidos el mayor número proviene del estrato 2, 1.986 (40,7%), seguido del estrato 3 con 1.670 admitidos (34,2%). De manera que, considerados los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3, los admitidos suman el 93,3%. En este proceso, el 51% de admitidos son mujeres (2.488), el 49% hombres (2.394). El 73% proviene de colegios públicos (3.550) y el restante 27% de privados (1.332).
Admitidos por género
Colegios públicos con más de 20 admitidos
Admitidos por estrato socioeconómico
Colegios privados con más de 10 admitidos
Admitidos por tipo de colegio
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Facultad de Odontología tramita patente de dispositivo inalámbrico Por LUIS MIGUEL RAMÍREZ ARISTEGUIETA*
Foto: Archivo periódico ALMA MÁTER
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n la actualidad la Facultad de Odontología realiza el trámite ante la Superintendencia de Industria y Comercio de su primera patente “Dispositivo inalámbrico de asistencia espacial para prostodoncia, implantes y ortodoncia” —DIAE—, resultado de investigación y desarrollo de la Universidad de Antioquia (http:// goo.gl/v4V7eL). Esta innovación biotecnológica es guiada por el profesor-investigador Luis Miguel Ramírez Aristeguieta, del Grupo Estomatología Biomédica, y es fruto del compromiso transdisciplinar en el que se busca el concurso de diferentes áreas del conocimiento para la solución de un problema en salud. La cadena de valor desde la Unidad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia está conformada por el ingeniero electrónico Juan David Montoya, el ingeniero mecánico Samuel Valencia, el ingeniero de sistemas Diego Botia, profesor del Departamento de Ingeniería de Sistemas, quienes se articulan con el Programa de Gestión Tecnológica y la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia en este primer desarrollo. Recientemente el bioingeniero Jonathan Gallego se unió al equipo de trabajo con un segundo proyecto en desarrollo, el “Dispositivo electro-estimulador salivar parotídeo” para personas con menor salivación. La ubicación espacial durante algunos procedimientos odontológicos (restaurativos, ortodónticos y quirúrgicos) es esencial si se busca un buen resultado. Los procedimientos clínicos exigen entrenamiento, control motriz autónomo y experiencia debido a su complejidad y estos dependen en su totalidad del entrenamiento, experiencia y habilidad motriz del operador. Así, los procedimientos son resultado de la destreza, pero también del ensayo y el error en el momento clínico, situación que hace proclive a errores del tratamiento y los fracasos asociados a sus dificultades. El DIAE supera estos inconvenientes que se revierten en un mayor control de calidad sobre los procedimientos y un mejor pronóstico respaldado en su asistencia. Apoya de forma asistida y sincrónica la motricidad fina de la mano del operador en dife-
rentes disciplinas odontológicas (implantes, rehabilitación oral y ortodoncia), descartando el error motriz humano y permitiendo la vigilancia y verificación de los movimientos de precisión en tiempo real. Actualmente no existe tal tecnología en el mercado, situación que exige al odontólogo a apoyarse en fases ulteriores a los procesos clínicos con técnicas aproximadas, indirectas y asincrónicas que no previenen el error motriz durante el procedimiento, sino que lo confirman después de realizado. En el momento de su uso, el DIAE debe ser acoplado a cada herramienta odontológica para el que fue diseñado (pieza de alta o baja velocidad, motor para implantes o pinza porta brackets de ortodoncia). Ya unido, se enciende y es asistido por un software que permite la vigilancia espacial en el movimiento de la mano en diferentes posiciones y angulaciones para los procesos de desgaste, inserción y ubicación, conforme un eje principal de referencia. Esto facilita el control con retroalimen-
tación visual y auditiva con menos variables de error durante el acto clínico. El valor agregado a su uso terapéutico se encuentra en una mejora sobre el estado del arte en su técnica y procedimientos conexos: los protocolos pre-clínicos de aprendizaje en estudiantes de las facultades de odontología en los que el DIAE podrá ser incorporado como asistente en las etapas de entrenamiento en modelos y previo a su aplicación de terapias clínicas en pacientes reales. Este dispositivo cumple con la visión de impacto en cienciatecnología e innovación del país para el sector biotecnológico e igualmente implica un compromiso con su fortalecimiento en una etapa temprana, que logre despertar curiosidad en la industria sobre sus posibles aplicaciones y explotación. El reconocimiento de una oportunidad se fundamenta en unas condiciones propicias y diferenciadoras para su fortalecimiento aprovechando la ausencia de una sobreoferta y generando un mercado de valor con un nicho
propio a explorar. Este dispositivo cumple con un nivel inventivo, de novedad y aplicación industrial, que se ajusta a estas condiciones. El robustecimiento del invento orientado por la Unidad de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Antioquia es esencial en esta etapa en la que se exploran acuerdos con socios estratégicos que perciben su viabilidad y que reducen el plazo de su comercialización con su transferencia a través de diferentes modelos de negocio y explotaciones probables (spin-off, star-up, joint-venture, etc.). La creación de una empresa de base tecnológica basada en un plan de negocios aseguraría el concurso de un explorable modelo universidad-empresa y en la que otras experiencias ya se han logrado. Para el acervo de la Universidad de Antioquia es evidente que a partir de la explotación de las ideas internas, la Universidad genera fuentes de ingreso y en este espacio la velocidad es esencial. Parafraseando a Xavier Ferrás, el potencial de innovación de un concepto es proporcional a la capacidad relacional de sus agentes y entidades clave. En tal sentido, nuestro equipo de trabajo cuenta para su segundo desarrollo en curso, el “Dispositivo electro-estimulador salivar parotídeo”, con el profesor Andy Wolff, socio de Saliwell (empresa de base tecnológica Israelí), y reconocido líder en los comités internacionales sobre disfunción salivar; pero igualmente propietario intelectual de las patentes y protocolos existentes de electro-estimuladores a la fecha. El profesor Wolff se ha integrado como asesor internacional y co-investigador con un valioso aporte por su renombre y experiencia en el campo (good-will y know-how), haciendo de enlace sintonizado con el conjunto de habilidades logradas hasta ahora con nuestro equipo de trabajo. La Universidad de Antioquia, a través de sus diferentes unidades (académicas, de investigación y de extensión), conforman la incubadora de estos proyectos innovadores que motivan futuras empresas de base biotecnológica. Según Henry Chesbrough, padre del concepto del open-innovation: “Innovar es arriesgado…no innovar es letal”. * Profesor de la Facultad de Odontología
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La gestión humana desde la realidad de lo público
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n las instituciones de educación superior de carácter público se advierte una paradoja que hace complejo el desarrollo institucional desde la administración, la planeación estratégica y la gestión del talento humano, y que amenaza el óptimo desempeño de las organizaciones y la calidad de vida de sus servidores. Esa paradoja se fundamenta en las crecientes demandas sociales, la planeación ambiciosa y el reto de mantener la calidad frente a la progresiva desfinanciación estatal, las limitaciones en plata física y personal, la amenaza a la calidad por la sobrecarga laboral y la carencia de recursos para satisfacerla. En tal sentido la correcta gestión del talento humano se hace una necesidad, para que desde la administración de las instituciones públicas se procure una mayor pertinencia acorde con las capacidades instaladas, los recursos disponibles y las nuevas demanadas para cumplir con la calidad requerida del proyecto educativo universitario. En este contexto se desarrolló la Cátedra Abierta de Talento Humano de la Universidad de Antioquia, con la participación del experto en gestión humana Gregorio Calderón Hernández, quien analizó la problemática y perspectiva de este campo de conocimiento y acción en Colombia. Con los problemas de financiamiento y las restricciones en cuanto a personal y planta física de las universidades públicas en Colombia, ¿cómo afrontar la demanda creciente
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
Por FERNANDO CASTRO
de la sociedad, la ampliación de cobertura y los planes ambiciosos que formula la Universidad para dar respuesta a tales necesidades cuando los recursos son insuficientes? —El llamado en primera instancia es al Estado, a los gobiernos nacional, departamental y municipales y sus presupuestos, para que en lugar de desfinanciar paulatinamente la educación superior aumenten las partidas, puesto que el desarrollo de un país no se genera solo en infraestructura vial, por ejemplo; esa es una visión muy limitada y una desatención estatal que termina generando las crisis en las instituciones públicas y problemáticas de alto impacto en las personas que laboran en dichas instituciones. La falta de recursos trasciende al administrador, pero es en tal sentido que se necesita de directivos muy bien preparados, con conocimientos, creatividad, iniciativa y sentido de la realidad para no disminuir la calidad, sobredimensionando sus objetivos y propósitos para mostrar resultados. La gestión ayuda para dar coherencia, buscar pertinencia y tener un principio de realidad que no afecte negativamente a las instituciones y las personas que allí se desempeñan. ¿Cómo compaginar el lenguaje y técnicas gerencialistas para administrar recursos públicos con la vocación humanista de la universidad, teniendo en cuenta que no siempre guardan relación, ni coherencia? —Frente a la gestión existen muchos mitos y paradigmas, que
no todos son ciertos; no podemos caer en el gerencialismo y creer que todo se arregla vía técnicas o prácticas de la gerencia, puesto que hay quienes creemos que el mundo va más allá de tomar decisiones en una empresa y en el ámbito público mucho más. Pero hay que tener en cuenta que los recursos públicos son de todos nosotros y saber organizarlos, administrarlos y obtener resultados con esos recursos, es decir darles el mejor uso posible es un obligación de quienes tienen una función directiva en el sector público, lo que nos obliga a conocer las prácticas y saberes que desde la administración nos enseñan a hacerlo mejor, sin caer en técnicas superfluas del gerencialismo que se quedan en el discurso pero no ofrecen soluciones estructurales a los problemas en las organizaciones. Las históricas limitaciones de recursos de las instituciones públicas señalan un panorama que no tiende a mejorar, incluso con los problemas macroeconómicos nacionales se podría pensar que empeorá. ¿Qué alternativas quedan frente a dicho panorama? —Los resultados de las investigaciones permiten evidenciar que situaciones críticas en las instituciones se han podido superar por la visión y las acciones que emprenden sus directivos, desde saber orientar los recursos siempre escasos hasta generar espacios de participación, escuchar las ideas y proponer soluciones; es por ello que se requiere líderes que sean capaces de escuchar, analizar,
aceptar e implementar las ideas. En la participación del equipo humano está la solución a las grandes crisis en las instituciones. De otra parte, es relativamente sencillo administrar en situaciones de auge, pero tomar decisiones y gerenciar las carencias es donde aparece la fuerza de los directivos para encontrar soluciones que respondan a las prioridades establecidas, para optimizar los recursos disponibles y no caer en el pesimismo que paralice la gestión. ¿Cuáles cree usted que son los retos y las mayores necesidades de las instituciones en gestión humana en Colombia, que marquen la ruta a seguir? —En cuanto a los retos las instituciones deberán generar una visión compartida, fomentar el trabajo en equipo e interdisciplinario, gestionar adecuadamente los cambios que se generan constantemente y fortalecer la comunicación interna, lo cual promueve el respeto por la identidad y la palabra del otro. En tal sentido, las mayores necesidades para superar crisis y estar preparados para afrontarlas están en promover procesos formativos de alta pertinencia para sus directivos y empleados, buscar generar cohesión de equipo y cuidar las relaciones en la instituciones como un organismo vivo, como un tejido social dinámico; allí cada quien tiene una importante contribución. Particularmente en la educación superior la administración y lo académico necesitan ir de la mano para potenciarse mutuamente en beneficio de todos.
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Hacia una política pública de cuidado familiar para personas enfermas
¿Al cuidador quién lo cuida? Por SANDRA CATALINA OCHOA MARÍN*
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os cambios epidemiológicos y demográficos en la población mundial y en Colombia cada vez demandan de manera creciente la atención de la persona enferma en casa, bien por discapacidad, o por tratarse de adultos mayores, o por enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la Salud —OMS—, la población mundial de 60 o más años es de 650 millones, y se calcula que en 2050 alcanzará los 2000 millones. Hoy en día el cuidado de esta población es asumido generalmente por mujeres en edad adulta y con poco o escaso acceso a la seguridad social, lo que modifica sustancialmente la dinámica social, económica, afectiva y cultural de la familia que se ve enfrentada a esta situación. El trabajo del cuidador familiar y voluntario pasa inadvertido en la mayoría de los casos, en parte por el carácter femenino y doméstico que lo caracteriza, en parte por la manera informal como se ejerce: los cuidadores familiares y voluntarios trabajan más de 20 horas diarias en el cuidado de otros, lo que se traduce en menores costos para el sistema de salud, y es aquí donde el apoyo institucional y la responsabilidad del Estado cobran gran importancia. El cuidador familiar o voluntario es la persona que siendo cónyuge, compañero o compañera permanente, pariente hasta el quinto grado de consanguinidad, tercero de afinidad o primero civil, o que sin tener ningún tipo de parentesco con la persona con dependencia de cuidado, presta ayuda permanente en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria sin recibir contraprestación económica por su asistencia; por lo mismo, se ve impedida de desempeñarse laboralmente. Por su parte, las personas con dependencia de cuidado son aquellas que, independiente de la edad y sexo, demuestran dependencia funcional por enfermedad terminal,
enfermedad crónica degenerativa, demencia o discapacidad física, cognitiva, sensorial o múltiple discapacidad, de acuerdo con escalas de medición de dependencia validadas para la población colombiana.
Aportes El sistema familiar y voluntario de cuidados se registra dentro del contexto de la acción social sobre la salud y hay estudios sociológicos que ponen de manifiesto la magnitud e importancia de la aportación del sistema informal de cuidados al sostenimiento de la salud. Los servicios sociales y sanitarios participan de forma minoritaria en el cuidado continuado de las personas que lo necesitan, y la familia y voluntarios constituye la principal prestadora de cuidados en nuestro entorno. En este sentido, se afirma que sólo doce de cada cien horas dedicadas al cuidado de la salud se aplican desde el sistema sanitario institucional y el resto se hace desde contextos mayoritariamente no sanitarios y por motivos no laborales. El acompañamiento psicosocial a los cuidadores familiares y voluntarios es primordial quienes, por falta de apoyo de la familia, de las instituciones estatales y de las redes barriales, suelen presentar aislamiento social, lo que se traduce en ausencia de trabajo —o, más bien, de una relación laboral formal—, de amigos y de actividades externas al hogar. Depresión: Se sienten sin fuerza, sin motivación, sin salidas para enfrentar lo cotidiano del cuidado. Los cuidadores familiares y voluntarios también sufren de ansiedad e irritabilidad, por lo que se angustian si tienen que delegar o salir, se irritan con facilidad con otros e incluso con la persona enferma. Experimentan, asimismo, agotamiento, por la carga del cuidado y de otras labores del hogar; de insomnio: por las horas dedicadas al cuidado y la angustia por el otro se pierde el sueño o es discontinuo, y, en últimas, de problemas de salud por malas posturas, fuerzas excesivas, mala alimentación, descuido.
Proyecto de acuerdo Teniendo en cuenta esta problemática, la Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia y el concejal Luis Bernardo Vélez Montoya, presentaron el proyecto “Política pública de cuidado familiar y voluntario para personas con dependencia de cuidado, en la ciudad de Medellín”, el cual será radicado ante el Concejo de la capital antioqueña, para su respectivo análisis en la comisión tercera, encargada de asuntos sociales. La iniciativa pretende que en Medellín se institucionalice la atención integral de cuidadores familiares y voluntarios de personas con dependencia en cuidado, mediante capacitación en cuidados básicos en el hogar de personas enfermas. De igual manera, el proyecto
apunta a generar mecanismos de prevención con el fin de fortalecer el conocimiento de las personas encargadas del cuidado de los enfermos, a fin de evitar enfermedades osteomusculares, y fatiga crónica y mental como falta de sueño, depresión, e irritabilidad. Otros componentes de la iniciativa están relacionados con la promoción de la política pública en diversos escenarios y la creación de redes barriales que contribuyan a la potencialización de recursos humanos, materiales, económicos, médicos y políticos. Y en el entretanto del curso que pueda seguir la iniciativa en el Concejo de Medellín, la Universidad de Antioquia seguirá liderando el trabajo con cuidadores mediante el programa de extensión solidaria
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El valor del adulto mayor Nosotros, los jóvenes adultos mayores colombianos entre 65 y 95 años, estamos en el pico de nuestra capacidad productiva, especialmente los que nos dedicamos al trabajo intelectual o tecnológico con alta efectividad, aunque reconocemos que no somos ya tan rápidos, pero somos más constantes comparativamente que cuando teníamos mucho menos edad. Por HERNANDO ESCOBAR ÁLVAREZ*
Foto: Cortesía
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a través del grupo de investigación La práctica de enfermería en el contexto social, de la Facultad de Enfermería, a partir del cual desde hace 7 años ha capacitado a cuidadores familiares y agentes de pastoral de la salud de Medellín en elementos básicos para el cuidado en el hogar de personas enfermas, contribuyendo al bienestar tanto de las personas cuidadas como de quienes proveen el cuidado. El proyecto puesto a consideración del Concejo de Medellín tuvo en sus inicios la visión y determinación de las profesoras Berena Patricia Torres y Gloria María Franco, quienes junto con otras profesoras han llevado a cabo ininterrumpidamente un programa que ha beneficiado hasta el momento a más de 400 cuidadores de la ciudad de Medellín. * Decana de la Facultad de Enfermería
a anti-cultura sobre la vejez obliga a las personas mayores a retirarse cuando están en el pico de su mayor productividad. Con razón, las instituciones públicas y privadas presentan la misma concepción, donde a los adultos mayores se les trata como muebles viejos, que estorban en todas partes y buscan deshacerse de ellos a como dé lugar. En general, el adulto mayor se siente excluido, marginado, y la incomprensión acentúa esta indefensión. No es enfermo contagioso, como lo indican las manifestaciones y expresiones que él recibe. Se espera que este mensaje sea revisado o analizado y asumido en la conciencia de todas aquellas personas que toman decisiones y en general por la sociedad, ya que la vejez es un asunto de carácter social, por lo que en esa esfera hay que enfrentarla. La vejez no es una derrota sino un triunfo que permite vivir integrado con todos y en todas las circunstancias. El jubilado está en el punto preciso para que cuente con una madurez espiritual, mental, emocional, biológica y social. Él está enmarcado por un proyecto de vida ajustado a esta etapa del desarrollo vital, y particularmente aprovechando el ocio productivo realizando proyectos de beneficio personal, institucional y social. Si esta persona se siente útil y a la vez degusta lo que está haciendo, su práctica se considera como un buen pasa tiempo y un bien productivo. “Es hacer lo que uno le dé la gana”, le agrada y a la vez se beneficia, al igual que su organización, las otras personas y la comunidad. Hay una tendencia que incide negativamente en aprovechar productiva y amablemente el tiempo: “yo me jubilo para no trabajar”. Lo que no saben, quienes así piensan, es el que no hacer nada trae consecuencias negativas, entre otras cosas, darle oportunidad a la mente para que piense tonte-
rías, que pueden desencadenar enfermedades y causarle la muerte muy rápido. ¿De qué descansa cuando se jubila? De la rutina laboral, de los jefes que entorpecen el trabajo, que llaman a cada rato para hacer cosas improductivas en la gran mayoría de las veces y, por tanto, se desea que el jefe se ausente para aprovechar mejor el tiempo. En cambio ocuparse en proyectos llamativos es tener sueños y trabajar por alcanzarlos, y esa tarea concuerda con el desarrollo del proyecto de vida. Los adultos mayores, en relación a edades inferiores, presentan una inmensa producción de conocimientos, de innovación tecnológica. Si no, veamos las edades de los Premios Nobel, los escritores consumados, pues la madurez dada por años de estudio, de investigación, de experiencia, les permite en esta etapa ser muy prolijos en su producción intelectual, desarrollos tecnológicos, obras artísticas de gran valor. Nosotros, los jóvenes adultos mayores colombianos entre 65 y 95 años, estamos en el pico de nuestra capacidad productiva, especialmente los que nos dedicamos al trabajo intelectual o tecnológico con alta efectividad, aunque reconocemos que no somos ya tan rápidos, pero somos más constantes comparativamente que cuando teníamos mucho menos edad. Esto ocurre en la medida en que hayamos tenido una vida sana de calidad. La esperanza de vida al nacer y la edad promedio alcanzada en nuestra generación ha aumentado aceleradamente y seguramente seguirá aumentado. La sociedad entera y en especial los directivos de las instituciones públicas y privadas deben concederle el valor y la importancia que merece el adulto mayor. Que a pesar de las pérdidas en el balance resultante, las ganancias son mayores y altamente gratificantes para todos. La vida sería injusta si
todo lo bueno estuviera reservado a la juventud. En algunas culturas, los adultos mayores son admirados, respetados, queridos y están dispuestos a aprender de su gran sabiduría, fruto de su formación profesional, vasta experiencia, vivencias y maduración personal. El futuro empieza ahora y es el producto de lo que vamos construyendo. En la vejez es cuando la espiritualidad irradia y alcanza su plenitud, cuando la belleza interior de los adultos mayores sirve para iluminar el camino de quienes los siguen en su trayectoria. Las virtudes que florecen en la vejez son las que hacen posible que vivamos plenos y dichosos; por lo que hay que cambiar la cultura de las actuales y nuevas generaciones sobre el envejecimiento y la vejez. Concientizarlas de que están envejeciendo y depende de que los patrones culturales contenidos en los hábitos y estilos de vida sean dignos y saludables, de lo contrario no lograrán tener una vejez independiente, productiva y satisfactoria, disfrutando de su gente querida. Los excelentes líderes institucionales de todos los sectores socioeconómicos, que saben ver mucho más allá de las cosas cotidianas y a largo plazo, que les cabe el mundo entero en la cabeza, junto con la globalización, no se enredan en las minucias, ni se ponen con rodeos y ven con claridad las cosas para darles justo tratamiento a cada persona o problema dentro de una sana alianza. Saben conformar equipos intergeneracionales e interdisciplinarios, en donde se busca la mejor complementariedad y se logra la máxima efectividad para la organización. Un giro que vale la pena: hacia una nueva cultura del envejecimiento y la vejez, un paso en la dirección correcta. *Expresidente de la Asociación de profesores jubilados de la Universidad de Antioquia, Aprojudea
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¡Cuidado! Esa palabra va a estallar
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uchas palabras y expresiones del lenguaje cotidiano movilizan imaginarios socialmente aceptados que refuerzan la discriminación, la violencia y la intolerancia. Con el ánimo de motivar una reflexión sobre este tema y generar un proceso de cambio que empiece por las palabras y conduzca a las acciones y a la manera de relacionarnos con el otro, nace la campaña Desarma tus palabras. Durante este año el equipo de Medellín se toma la palabra, un proyecto de la Universidad de Antioquia en alianza con la Alcaldía de Medellín, liderará esta campaña que, según comentó su gerente, Natalia Echeverri, pretende proponerle a la ciudad una elección más cuidadosa de las palabras que usa, “darnos cuenta de que en los refranes y las expresiones cotidianas hay mucha violencia, mucha agresividad de la que a veces no somos conscientes o no nos hemos hecho cargo”. La campaña tendrá varias etapas en las que se abordarán temas como el lenguaje agresivo y denigrante hacia las mujeres, las negritudes y la población LGTBI; además, la forma como le hablan los adultos a los niños. Las estrategias incluirán la publicación de mensajes en diferentes medios, intervenciones en espacios y eventos de ciudad e interacciones por medio de las redes sociales.
El peso de lo que decimos Diferentes académicos han visto la necesidad de investigar la manera como el lenguaje se moldea y a la vez nos moldea como sociedad y como individuos. La investigadora mexicana Ana María Fernández Poncela dice que “somos lo que decimos y hacemos al decir, y somos lo que nos dicen y hacen al decirnos”. Su libro La violencia en el lenguaje o el lenguaje que violenta. Equidad de género y lenguaje, analiza pala-
bras, refranes, canciones y chistes que generan discriminación e inequidad de género. Plantea la necesidad de “conocer cómo se construye el lenguaje y de qué manera se produce y reproduce, cómo nos influye y de qué modo lo influimos los seres humanos, creándolo, reproduciéndolo o transformándolo”. Por otra parte, en un análisis referente al lenguaje y la discriminación racial, Félix Rodríguez González afirma que el lenguaje cotidiano refleja los valores culturales y morales de una sociedad, al tiempo que los transmite y los refuerza. Por eso el inmenso poder transformador que tiene la palabra. A pesar de su importancia en la construcción social e histórica, el lenguaje verbal es tan cotidiano que a veces se pasa por alto la trascendencia que tiene, tanto en el plano simbólico como en el real. Ese es el cuestionamiento que propone la campaña.
Desarmar las palabras en medio del conflicto Ligia Alzate, investigadora y coordinadora del área de Lingüística en la Facultad de Comunicaciones, ha estudiado temas como la atenuación lingüística y la cortesía, que pretenden, entre otras cosas, generar mayor recepción frente a lo que se dice y evitar herir susceptibilidades. “Yo puedo llegarle al otro sin necesidad de insultarlo, puedo decir lo que estoy pensando sin necesidad de utilizar una palabra soez o un tono de voz fuerte”, dice la profesora. Para ella, el uso de estas estrategias podrían hacer una sociedad más equitativa, más justa y más respetuosa frente a las opiniones contrarias. Precisamente, en el marco del proceso de paz y la polarización que ha provocado en la opinión pública nacional, se han hecho comunes, a través de las redes sociales, frases, chistes y memes que atacan y agreden directamente al opositor político, mostrando el ambiente de
reconciliación como un reto. Según el historiador Eduardo Domínguez, legitimador académico de Medellín se toma la palabra, en todas partes del mundo las convicciones ideológicas son un lindero social que discrimina a quienes no militen en las convicciones de quien habla, “pero entre los colombianos la proclividad a derivar en enemistad o en violencia es mayor por los episodios bélicos que llevamos en doscientos años de república. Ojalá estas negociaciones en Cuba estén marcando un horizonte distinto”, agrega el académico. Justamente, por esta razón tiene plena vigencia que el denominado “desescalamiento” del conflicto armado, también pase por las formas en que nos relacionamos con el que piensa distinto, con quien es diferente. El antropólogo guajiro, Wilder Guerra, quien está convencido de que el lenguaje puede cambiar la conducta de los seres humanos, opinó que en campañas como “Desarma tus palabras” es importante concientizar a las personas del valor de la palabra. “Lejos de lo que se dice —afirma—, las palabras valen mucho. Para algunos pueblos como el Wayuu son casi corpóreas, se pueden pesar, tocar, porque saben que a través de ellas puede surgir una guerra o se puede construir una paz duradera”. La invitación a desarmar las palabras consiste precisamente en generar conciencia frente a esos actos de habla que pueden ofender, herir o violentar. El equipo de Medellín se toma la palabra busca que los ciudadanos le den al lenguaje la importancia que este tiene en la construcción social y cultural. Como afirma Natalia Echeverri, gerente del proyecto, parafraseando al filósofo Humberto Maturana, “si podemos cambiar la manera como hablamos, podemos transformar la forma como vivimos”. *Redacción Medellín se toma la palabra medellinsetomalapalabra@parquedelavida.co
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Recitar un himno... Por LÍA ISABEL ALVIAR RAMÍREZ*
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ucha tela para cortar dio el hecho de que una figura pública cantando en un evento público el Himno Nacional cambiara la expresión con la que Rafael Núñez calificó la libertad: por un momento dejó de ser sublime para ser posesión de ublime… Sin embargo no es la intención de esta reflexión recabar sobre un asunto añejo, sino más bien y por qué no, hasta eximir del estupor por la burla a la persona implicada. Sucede que la sociedad en general se expresa de igual manera, es decir, sin comprender lo expresado… pero como quienes constituyen ese conglomerado no son figuras públicas se disimula el desliz. Muchos son los momentos en los cuales se entona el Himno Nacional con mayor o menor emoción, pero con escasa conciencia. A sabiendas de que este símbolo patrio se oficializó en 1920, cuando Colombia arrastraba episodios como la separación de Panamá, la masacre de las bananeras, las protestas de las comunidades originarias, resulta difícil dar por cierta la expresión ¡Oh gloria inmarcesible!, entre otras cosas porque no son acciones que ennoblezcan u honren nuestra historia, al contrario, restan vigor al ímpetu de criollos y mestizos por posicionarse en el planeta como país autónomo. El júbilo es tan mortal que si el esbozo anterior no pareciera suficiente puede dársele una miradilla a la historia más reciente… en 1936 la Ley de Tierras para acallar los ánimos caldeados del pueblo, pero el consecuente enojo de conservadores y latifundistas engendró en 1944 la ley de aparcería que nada cambió. Más protestas; 1948, la Marcha del silencio, el magnicidio de Gaitán y el genocidio gaitanista, la llamada violencia clásica,
la reforma agraria, la operación Colombia, el genocidio de la UP, la apertura económica, los diálogos del Caguán, el Plan Colombia, las aspersiones con glifosato, los falsos positivos, las chuzadas, los diálogos de La Habana, en fin, aquello de que en surcos de dolores el bien germina ya... parece hoy, casi cien años después, un proceso prolongado, desesperanzador, no inmarcesible… una promesa incumplida. Cesó la horrible noche… ¿si ha cesado? No; en realidad ha sido una noche muy, muy larga, ¡desde 1502 cuando Juan de la Cosa pisó suelo colombiano! Y, qué decir de la libertad sublime…, tal calificativo según la Real Academia Española hace referencia a lo que es excelso, de una elevación extraordinaria; la tozuda realidad evidencia lo contrario. La humanidad entera que entre cadenas gime, comprende las palabras del que murió en la cruz. Distintas cadenas han amordazado la humanidad por 21 siglos y sus palabras aun no han sido comprendidas: amar al prójimo como a ti mismo, no parece ser el ejercicio cotidiano de las diferentes agremiaciones mundiales, llámense hoy Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o Club Bilderbeg, quienes sojuzgan a favor de don dinero las tímidas soberanías de países como Colombia. Por algo así como tres décadas de repetir la libertad de ublime, sin saber qué se decía… llegó el convencimiento de estar en lo cierto. Alrededor de un siglo se ha cantado el Himno Nacional sin pensarlo, como si fuera cierto, quedando la vivencia diaria como una sumatoria de cortas pesadillas o de la mala suerte. Un engaño repetido termina por parecer verdad. Sin embargo, superando la cantilena de la primera estrofa y el coro, el poema Himno Patriótico, del
cuatro veces Presidente de la República Rafael Núñez, presenta una estrofa que a la par que describe la realidad, convoca a despertar de la horrible noche, a acercar la libertad sublime y a procurar hacer reales las palabras del que murió en la cruz; dicho de otro modo, a que deje de ser expresión vacua y a permitir germinar el bien tras siglos de dolores. La mencionada estrofa expresa: Mas no es completa gloria vencer en la batalla, si el brazo que combate lo anima la verdad. Independencia sola el gran clamor no acalla, si el sol alumbra a todos justicia es libertad. Vencer es un paso, pero fundamentar la organización social con veraz independencia, consustancial al ejercicio de la soberanía es el siguiente. Como marco del proceso de albergar al pueblo colombiano dentro de los cánones de la justicia y la libertad, se requiere la elemental comprensión del hecho que la pródiga energía solar, motor de la vida, no llega a la Tierra etiquetada para determinado grupo humano o agremiación financiera; sin rodeos, dicha energía es bien común y patrimonio de la vida. ¡Cuántas veces se habla o se canta sin comprender lo dicho! ¡Cuántas veces comprender lo que se expresa es el principio del cambio! Es cuestión de poner otras palabras a la misma melodía… entonces el cerebro y el colectivo humano comprenderán que el futuro se empieza a construir en el presente, que vivir es más que respirar, comer, consumir, padecer… Que la solidaridad es el solaz de los avatares de gozar la vida. Coletilla: amerita una mirada al Himno Antioqueño. El hacha dejó y deja aun muchos suelos sin cobertura vegetal, valorada como fundamental en la actual comprensión del ecosistema planetario. *Profesora de la Escuela Ambiental, Facultad de Ingeniería.
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Olaya Peláez, Decano (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
Autonomía y constituyente universitaria Por CARLOS ENRIQUE RESTREPO*
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as recientes embestidas gubernamentales contra la autonomía universitaria en Colombia, que incluyen el Acuerdo por lo Superior, la Ley 1740 de Inspección y Vigilancia, el Sistema de Educación Terciaria, el endurecimiento del intervencionismo ministerial a través de sus organismos (CNA, Colciencias, etc.), entre otras disposiciones, finalmente empiezan a despertar la conciencia de que asistimos a un fenómeno que sobrepasa lo meramente coyuntural, y que se trata en cambio de una recodificación profunda en la que está en juego la universidad en su conjunto, sometida a un proceso de reforma que adopta distintas expresiones en lo local, pero en el que repercuten lógicas de alcances globales. En lo fundamental, se trata del diseño de universidad exigido por el capitalismo cognitivo, en el que la capitalización de la producción de saber se ha vuelto posible mediante el modelo de la investigación llamada “científica”, aquella que para los agentes de la “racionalidad estratégica” somete la riqueza inmaterial y proliferante de los conocimientos y de los talentos al “reino de los fines” del mundo empresarial. Los síntomas de esta recodificación son evidentes: hace ya mucho tiempo la universidad dejó de ser la de los estudiantes y maestros (universitas magistrorum et scholarium) para quedar en manos de la inmensa fronda de la burocracia que, con su canto de sirenas, ha terminado por seducir a los mismos académicos, entregados en su mayoría a quehaceres irreconocibles, a la vanagloria de las publicaciones indexadas, a la competencia por los fondos y las clasificaciones, a circular de proyecto en proyecto,
y a desempeñar funciones y oficios que se asemejan más a los de una “secretaria especializada”. La idea misma de universidad se nos escapa bajo el ritmo vertiginoso de la megamáquina (burocrática, comunicacional y financiera), la perdemos a pasos agigantados en medio de un presente brumoso, en el que sin embargo la precipitud a una transición irremisible llama a reaccionar en el momento terminal, antes de la parálisis definitiva. Esta conciencia violenta no puede ser expresada más que en la forma del grito: ¡Nos están robando la universidad! El colega mexicano Juan Carlos Moreno Romo no podía haberlo dicho mejor, acudiendo ya no a una sofisticada elucubración teórica, sino a la puesta en acción política de su filosofía de arrabal: “Nos están robando la universidad. Nos han robado muchas cosas ya, los trenes, el acero, las carreteras, los canales de la televisión pública… el Estado mismo nos lo roban, y con nuestros derechos políticos nos roban nuestras libertades civiles, con todo descaro. El petróleo nos lo roban desde hace muchísimo tiempo, no nos engañemos; y al nivel de la universidad, lo de la corrupción, y los desvíos de plazas y de fondos, o lo de su utilización para llevar a cabo, con el pretexto de ella, unos negocios que no tienen nada, o tienen poco que ver con su misión, no es, por desgracia, nada nuevo. Lo nuevo es que esta vez el robo está llegando a la universidad en cuanto tal. No es ya que nos estén robando los fondos, o las plazas, o los presupuestos de cada una de nuestras universidades. Nos están robando la universidad, lo mismo que nos roban el Estado y todo lo de-
más, el “poder adquisitivo”, la paz social, la asistencia médica de carácter social, la vivienda... En nuestras propias narices, y con la complicidad, si no con la pasividad de todos nosotros, o de casi todos… nos están robando la universidad!”1. En el espanto de esta conciencia tremenda cabe reivindicar con una fuerza inusitada esa vieja palabra fundante: la autonomía universitaria. No se trata, claro está, de una noción ilustrada, especie de ilusión trascendental kantiana; tampoco de una mera forma jurídica, puesta a relucir en los discursos demagógicos de los rectores, o en los estatutos y reglamentos; se trata de una práctica política, e incluso habría que decir, de una reivindicación existencial, y por ello mismo, libertaria, contestataria frente a los múltiples poderes que asedian el espacio universitario para instalar en él su soberanía. Reivindicar hoy esa palabra fundante es reivindicar su potencia política, en el contexto de la apropiación capitalista en la que el conocimiento es el objeto en disputa y el leitmotiv de las luchas. Así lo han recalcado los teóricos autonomistas, a la luz del concepto de cognitariado. Habrá que invocarlo cada vez en función de una conciencia de clase de los universitarios, y componer con él renovados gritos, en esa región en la que los derechos son conquistas, sólo posibles donde se logre agenciar colectivamente un movimiento capaz de alcanzar el dinamismo de una expresión y de una potencia constituyente. *Profesor del Instituto de Filosofía, UdeA enrique.restrepo@udea.edu.co Red Universidad Nómada 1. Moreno Romo, Juan Carlos. “La universidad en tensión: entre la cultura y la barbarie”. En: Universidad e investigación. (Adriana Ruiz, Ed.). Medellín: UPB, 2013, p. 63-64.
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor FRANCISCO GRAJALES ZULUAGA, quien falleció el 15 de febrero de 2015. Se ha presentado a reclamar la señora CANDIDA ROSA VANEGAS JARAMILLO en calidad de cónyuge. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor ALEJANDRO COCK PELÁEZ fallecido el 1 de mayo de 2015. Se han presentado a reclamar la señora CAROLINA JARAMILLO LEMOS en calidad de cónyuge y la señora JUANA MELISA LONDOÑO CORREA en representación del menor TOMÁS COCK LONDOÑO en calidad de hijo. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Compasión y verdad en la ética pública Lo que define propiamente la dignidad de una persona es su aspiración a no dejarse imponer nada con lo cual no se pueda estar moralmente de acuerdo. Por eso el sentido de nuestra propia dignidad —vinculado a la generosidad y a la compasión—, nos mueve a obrar, a pesar de que esas acciones sólo nos reporten daños y aflicciones, o incluso pongan en riesgo nuestra vida. Pues las ventajas y ganancias, las alegrías y placeres, o la vida misma nos resultan despreciables y miserables si no tenemos dignidad.1 Lucy Carrillo
Por EUFRASIO GUZMÁN MESA*
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icolav Chéjov, pintor y hermano mayor del escritor ruso Antón Chéjov, se quejaba de ser un incomprendido y Antón, en una carta memorable, le escribió un conjunto de reglas para quien se quiere considerar a sí mismo culto. Dentro de esas ocho reglas hay una que tiene que ver con la compasión en un sentido opuesto al que quiero resaltar, pues pedir compasión sin merecerla o necesitarla es un defecto que tienen en común los pordioseros y algunos ideales románticos y ese sentido de la compasión ha sido objeto de duros comentarios por parte de Nietzsche o el mismo Antón Chejov. Le dice a su hermano pintor sobre los seres cultos: “No se menosprecian por despertar compasión. No tensan las cuerdas de los corazones de los demás para que los otros giman y hagan algo (o mucho) por ellos”. En una dirección similar Nietzsche repudia la compasión como emoción casi incontenible ante la presencia de una miseria o un estado deplorable del otro; pasión e inclinación están asociadas a un plegamiento, a un bajar al nivel de la miseria del otro. La compasión de la que hablo no tiene mayor cosa que ver con esta “simplona, decadente y finalmente falsa”. La compasión de la que quiero hablar se refiere a la que menciona la profesora Carrillo en el epígrafe y es la misma que se vincula a un profundo sentido de la dignidad y, siguiendo a Kant, al sentido esencial de la autonomía y al “no dejarse imponer nada con lo cual no se pueda estar moralmente de acuerdo”. Una compasión así emana de la naturaleza humana, parece estar asociada a sentidos del gusto muy hondos y hay ejemplo de ella en los poemas homéricos: “En general, la compasión constituye una experiencia penosa porque
La confianza es un sentimiento y un afecto humano que se tiene o no se tiene. No se puede obligar a una persona a tener confianza. Yo me puedo ganar la confianza y puedo llegar a ser confiable para alguien después de un proceso largo en el cual doy muestras permanentes y duraderas que hacen que inspire confianza.
expresa el reconocimiento de la propia vulnerabilidad al infortunio, pero comporta una auténtica comprensión del mundo. De tal manera, el encuentro de Príamo y Aquiles puede verse como el momento climáctico en La Ilíada porque al sentir piedad por Príamo, Aquiles alcanza una clase de visión interna acerca de la pena y cólera que lo han conducido a lo largo del poema.”2 En el caso de nuestra patria la desconfianza profunda es un ingrediente importante del conflicto y podemos decir que construir confianza es uno de los métodos más definitivos para fortalecer los vínculos sociales. La confianza es un sentimiento y un afecto humano que se tiene o no se tiene. No se puede obligar a una persona a tener confianza. Yo me puedo ganar la confianza y puedo llegar a ser confiable para alguien después de un proceso largo en el
cual doy muestras permanentes y duraderas que hacen que inspire confianza. Pero observemos que la sola expresión “inspirar confianza” habla de un cierto origen instintivo o irracional de la confianza. Pero al mismo tiempo la confianza se origina en la observación de conjuntos de hechos, en trayectorias, en la experiencia humana concreta y ayuda a la compasión saludable. La confianza tiene que ver con la verdad. Por la verdad renace la vida, ella es núcleo decisivo de seres conscientes. Dada la tendencia a engañarnos, a adoptar mitos, y teorías como tablas de salvación, es necesario recordar que la cultura occidental le concede a la verdad valor esencial en la vida social. La verdad tiene valor terapéutico fuerte. La verdad y la elegancia obedecen a propósitos humanos diferentes; la elegancia es un don del espíritu apreciable en la percepción de lo bello y en muchos casos orienta la simulación; la verdad, en cambio, transforma el sentido de la existencia y libera de los lastres de la ignorancia y de la fantasía loca. ¿Es nuestra voluntad de verdad más profunda que la propensión a creer en mitos o inventarlos? Quiero ponderar el valor de la verdad en la vida humana. Son amargos los alivios de la verdad. Por la verdad renace la vida, ella es núcleo decisivo de seres conscientes. Dada la tendencia a engañarnos, a adoptar mitos y teorías como tablas de salvación, es necesario recordar que la cultura occidental le concede a la verdad valor de moralidad y supervivencia y tiene un papel central en la ética pública. * Profesor del Instituto de Filosofía 1. Carrillo, Lucy. “Dignidad o miseria de la universidad”. 2. Zecchin de Fasano, Graciela Cristina. Temor y compasión en los Poemas homéricos.
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Programas de apoyo estudiantil aportan a la permanencia y graduación oportuna El 97,67% de los estudiantes de la Universidad de Antioquia que hacen parte de los programas de apoyo social de la Dirección de Bienestar Universitario logra graduarse oportunamente.
Por LILIANA SALAZAR VILLA
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racias a los programas para la permanencia y el buen rendimiento académico, como requisito de acceso, los estudiantes beneficiarios de las ayudas que ofrece la Universidad a través de la Dirección de Bienestar Universitario logran terminar oportunamente sus estudios de pregrado. Así lo muestran las cifras de 2014 cuando 1.886 estudiantes lograron graduarse en el tiempo estipulado; es decir, el 97.67% de los jóvenes que contaron con apoyo socioeconómico, hoy son profesionales. En la Universidad de Antioquia existen programas para acompañar a los estudiantes en la culminación oportuna de su proceso de formación, apoyo socioeconómico que se brinda desde la Dirección de Bienestar Universitario e instituciones externas como fundaciones,
cooperativas y entidades públicas y privadas. Desde Bienestar Universitario, en alianza con el sector solidario, se brinda apoyo con el servicio de alimentación a estudiantes, becas solidarias para la permanencia, Burbujas de café y Sistema de Estímulos Académicos —SEA—. Por su lado, la Alcaldía de Medellín ofrece el beneficio de tiquete estudiantil bus/Metro y el Fondo EPM; la Gobernación apoya con las becas de Alianza AMA; el Ministerio de Educación con el programa Ser pilo paga y el Icetex con créditos para la educación superior. Desde el Gobierno Nacional, el Departamento para la Prosperidad Social y su programa Jóvenes en acción entrega entre 800 mil y un millón de pesos semestrales para los gastos de cada estudiante beneficiado. Y próximamente la Fundación Bancolombia apoyará con su programa de becas Sueños de paz. “Estos programas cambian significativamente la vida de los estudiantes, porque se puede dar
solución a las dificultades que los jóvenes tengan para estudiar. Si el estudiante necesita apoyo para almorzar, está el servicio de alimentación; si necesita dinero para sus gastos diarios está la oportunidad de trabajar en la Universidad como auxiliar en el SEA o en las Burbujas de café. Lo que nos interesa en Bienestar es que los muchachos estudien y no deserten”, afirma Juan Carlos Valencia Franco, jefe del Departamento de Desarrollo Humano de la Dirección de Bienestar Universitario. Para María Alejandra Jaramillo Zapata, auxiliar administrativa y estudiante de Licenciatura en Educación Especial, hacer parte del Sistema de Estímulos Académico le permite afianzar sus conocimientos administrativos mientras culmina su carrera profesional. “Estoy muy agradecida con la Universidad por esta oportunidad. Aparte de estudiar puedo trabajar en la tecnología administrativa que hice. Yo aquí gano mi plata y puedo costear mis gastos”, expresa con gratitud. Otro beneficiario de uno de los
programas de apoyo social es John Edwin Mejía Gómez, quien lleva seis semestres en su carrera de sociología y tres de ellos como beneficiario de las Burbujas de café, donde puede trabajar dignamente mientras finaliza sus estudios. Recibe un salario quincenal, todas las prestaciones sociales, las cuales también benefician a su hermana y a su mamá, y tiene derecho a acceder a los beneficios de la caja de compensación familiar. “Es una alegría muy grande poder estudiar y trabajar en la Universidad de Antioquia, porque es el lugar que siempre soñé para ser profesional”, manifiesta John Edwin con orgullo. Así como Alejandra y John Edwin, son más de 20 mil estudiantes beneficiados en los diferentes programas de apoyo social para la permanencia. Según el informe presentado por el Departamento de Desarrollo Humano en 2014, de los 26.227 apoyos entregados, existen 4.845 estudiantes que recibieron más de una ayuda. En total, son 21.382 favorecidos.
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Pedro Páramo
Los escribanos de la Villa de Medellín, 1675-1819
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Por LUIS GERMÁN SIERRA J.
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n 1955, hace sesenta años, se publicó en México Pedro Páramo, una novela de Juan Rulfo (México, 19171986), autor muy conocido en ese momento porque era también el creador del exitoso libro El llano en llamas, una colección de quince cuentos (luego serían diecisiete) publicados hacía apenas dos años. El escritor daría a la luz, en adelante, tan solo una novela más, El gallo de oro, en 1980. Pero a Rulfo se le conoce, sobre todo, como el autor de los dos primeros libros mencionados. Un caso excepcional, si se quiere, dada su fama mundial debida a esas dos únicas obras. En un solo tomo, juntas, alcanzan apenas 280 páginas. Lo que se ha escrito sobre ellas, en cambio, podría conformar una vasta biblioteca. “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo” es la primera frase de la novela (uno de los más famosos inicios de todas las literaturas del mundo), que da rienda suelta a una geografía de paisajes, personajes y situaciones que conforman un mundo, Comala, donde todos están muertos y donde Juan Preciado, el dueño de la frase del comienzo, muere a manos de los murmullos. Puede decirse que Pedro Páramo es la novela que mejor representa a un país, México, que comporta hacia la muerte una especie de veneración, al mismo tiempo que se mofa de ella y la conjura con cientos de representaciones y de pleitesías no siempre santas, no siempre reverenciales. Puede decirse que es una novela que lleva la poesía a uno de sus lugares más auténticos: el silencio, pero que lo hace con el lenguaje de la gente, es decir, con los puros sentimientos, no con malabarismos propios de
quienes saben mucho, pero no saben lo esencial, que es lo más sencillo (y por lo tanto lo más difícil). Puede decirse que es una novela que representa a un continente donde la realidad supera con creces a la ficción y donde las miserias humanas a menudo se toman como mero folclorismo. Puede decirse, también, que Pedro Páramo inaugura una moda literaria (el realismo mágico) para decir una de las tantas estupideces que se han dicho de una novela extraordinaria.
La primera página: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. «No dejes de ir a visitarlo —me recomendó—. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte». Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas. Todavía antes me había dicho: —No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro. —Así lo haré, madre. Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de ese modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala”. Referencia: Juan Rulfo. Pedro Páramo y El llano en llamas. Editorial Planeta, Bogotá, 2003.
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a trascendencia que la escritura adquirió en la vida administrativa y económica acompañó el momento de la formación de las modernas monarquías, institucionalizando el poder real a través de leyes, organismos y prácticas burocráticas. En tal contexto formativo, coincidente con la expansión imperial de la Corona española en las Indias, los profesionales de la escritura debían dar respuesta a las necesidades generadas por la ocupación de numerosos y diversos espacios públicos y privados por la palabra escrita. La obligatoriedad del documento escrito y la “fe pública”, tanto en el ámbito judicial como en el extrajudicial, creó sobre los actos de la vida cotidiana una dependencia de los ciudadanos respecto a los notarios o escribanos públicos, oficiales del rey que ejercían un oficio de carácter técnico, encargados de confeccionar y autorizar los instrumentos públicos que documentaban actos institucionales y judiciales, y los actos que se formalizaban entre particulares. La “fe pública” era considerada como “prueba de verdad” de carácter legal. Los escribanos estaban investidos de una fe pública que emanaba del rey y les llegaba, de manera particular a cada uno de ellos, a través de un título Real. Eran depositarios de la verdad contenida en los documentos que de ellos emanaban y ellos refrendaban, llamados instrumentos públicos en cuanto, en expresión que ya empleaban las fuentes medievales, hacían fe. […]. La información, además, era algo muy cotizado en una sociedad como la de entonces, incluso más en las pequeñas villas rurales, donde la autoridad del escribano (en ocasiones solo había uno de estos funcionarios) pudo equipararse a la de otras figuras como las del alcalde mayor, el cura o el médico. Además de burocratizar numerosos aspectos relativos a la cotidianidad de las relaciones sociales, las funciones escribaniles estuvieron implícitas en el desarrollo económico de villas y ciudades; así, los múltiples y variados tipos de escribanías estuvieron adscritos con mayor frecuencia a los centros urbanos. La común figura del escribano público de cabildo, al lado del escribano numerario, fue vital para el desenvolvimiento administrativo de núcleos sociales donde la expansión de la burocratización permitió implementar una economía cada vez más dinámica y de carácter monetario. Mediante la escritura, los escribanos de cabildo fijaban primero y custodiaban después las decisiones tomadas por los cabildantes y los actos administrativos a que estas daban lugar. Ellos fueron, al mismo tiempo, receptores y protectores oficiales de una documentación emanada de organismos públicos y privados que, en la mayoría de los casos, se situaban por encima del rango de la institución donde ejercían, un cabildo fundado en el continente americano y dependiente de la Corona española. Las instituciones superiores como el Consejo de Indias, los virreinatos, las reales audiencias, las gobernaciones o las instituciones eclesiásticas a menudo regulaban, mediante el envío de dispositivos legislativos, la vida cotidiana y social de una determinada comunidad; los escribanos, por su parte, constataban diariamente la vida institucional en documentos legales, administrativos y jurídicos, que asentaban derechos y obligaciones. En una sociedad colonial mayoritariamente ágrafa, los escribanos fueron el nexo entre una institución que exigía como constatación o prueba de reclamos y derechos la presentación del documento escrito, y una población en la que predominaban las prácticas orales; fueron el nexo entre unos individuos obligados a desenvolverse en colectividad y el mundo de los documentos escritos que reflejaban la vida político-social y económica de una determinada villa o ciudad, cuya convivencia se verá plasmada en el continuo ejercicio escriturario de la institución que los administraba, el cabildo. A su vez, los documentos formalizados por los escribanos reflejarán fielmente, y a lo largo de toda su historia, el modus operandi de la institución y de los propios escribanos como grupo dedicado a poner en práctica unos determinados saberes técnico-profesionales. Fragmento inicial de la Introducción de la obra Los escribanos de la Villa de Medellín, 1675-1819. La representación de un oficio en la escritura de su archivo, novedad de la Editorial Universidad de Antioquia.
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“Yo quiero encontrar mi mundo literario en la vida, en la calle”:
Foto: Jaime Zapata Villareal
Jacobo Cardona Echeverri
Por JAIME ZAPATA VILLARREAL
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studiar antropología en la Universidad de Antioquia le enseñó a Jacobo Cardona Echeverri a “mirar con profundidad la complejidad de la gente”. Ahora, como docente de la misma carrera y en la misma universidad, comprende el acierto de esta decisión y la aplica como herramienta fundamental en todo lo que hace: “La antropología permite acceder a un mundo que normalmente está vedado para los propios miembros de una cultura. Me permite objetivar mi propio comportamiento, el comportamiento de mis compañeros de tribu. Eso me parece supremamente valioso y es una habilidad muy estimable en la literatura que yo hago”. Sí, Jacobo Cardona también es escritor y es tal vez uno de los talentos más promisorios de los últimos años en el panorama nacional. Con menos de 40 años ya ha obtenido varios premios y menciones en géneros como novela, poesía, cuento, crítica de
arte y hasta guión cinematográfico, distinciones que contribuyen a avalar una carrera curiosa y en permanente búsqueda de nuevas formas e inquietudes. Antes de la antropología, el origen del entusiasmo literario de Jacobo se puede rastrear en las primeras lecturas que su mamá hacía en voz alta de los clásicos infantiles: cuentos de los Hermanos Grimm, Blancanieves y Winnie the Pooh, hasta llegar a la juventud y absorber otras artes que han sido fundamentales para su formación como escritor: la música el cine, el cómic. Desde el gusto por el grunge, pasando por el cine de los hermanos Coen y la literatura de Juan Rulfo, J. M. Coetzee y Cormac McCarthy, los modelos y las búsquedas de Jacobo se han ido depurando sin perder, asegura, esa curiosidad de niño: “Nunca quise que la adultez me despojara de ese sentido de estar ensayando con nuevas formas literarias ni constreñirme o pensar la escritura desde géneros: mejor dejo que cada texto me vaya pidiendo un tono, una forma, me vaya señalando un rumbo; las etiquetas son más bien para las convenciones literarias”, afirma.
“La antropología también me enseñó a escribir”, vuelve a plantear Jacobo, para quien la comunión entre antropología y literatura no acaba allí. Según cree, haber estudiado lo que estudió le permitió no ser un escritor caníbal, es decir, “ser un escritor que absorbe, bebe y se alimenta de literatura y que solo de esa manera es capaz de crear un mundo literario propio”, asegura, para enfatizar después en lo que de verdad cree que es su camino: “yo quiero encontrar mi mundo literario en la vida, en la calle”. Su única novela hasta ahora, Las vidas posibles (ganadora de la edición XIV de la Bienal Internacional de Novela José Eustasio Rivera), busca trazar, precisamente, un vínculo entre una estructura singular y novedosa con la intención de abordar temas cotidianos del contexto local —como la exclusión social, la violencia en las comunas, el travestismo y lo lo popular—. “Las vidas posibles está hecha de fragmentos, de retazos, de historias que los mismos muchachos de las comunas me contaban. Como investigador tuve la oportunidad de profundizar con ellos en sus conflictos, en
sus temores y eso ayudó a nutrir esa idea que tenía de escribir una novela sobre esa realidad de todos los días que muchas veces ignoramos”, asegura. Para Jacobo, también hay alta literatura en lo popular. “Pienso que hay una extraordinaria fuente de literatura en lo que aparentemente no tiene que ver nada con ella. Hay gente que hace literatura constantemente sin darse cuenta. Literatura de la vida, se podría decir. Hay que bajar la poesía a la calle, al lenguaje popular. Y extraer de ahí experiencias significativas de vida. Experiencias que nos ayuden a comprender a los que estamos por fuera de esas realidades las distintas formas que existen de abarcar el mundo”, asegura. Siguiendo esta ruta entre literatura y su posible función social, Jacobo es tajante en su postura: “Creo que el arte es inútil para transformar la sociedad”, e insiste, reafirmando su posición, “no creo en la transformación de la realidad social a través del arte, creo más bien en transformar las condiciones de vida de la gente en términos políticos y económicos realmente. Y eso se hace con acciones y no con literatura”. Jacobo es consciente de que la literatura debe nutrirse de la realidad política porque hace parte de “nuestra reflexión social y vital de cada día”, pero, en este sentido, le interesa más el compromiso político implícito y sugerido que el explícito y latente, “ese que tiende a adoctrinar por medio de consignas subjetivas y juicios categóricos a los lectores”, explica el escritor. En cambio, piensa que el papel del artista va por otro cauce y que es ese, a fin de cuentas, el único aporte tangible y honesto que puede generar como intelectual a la realidad que lo circunda: “Hay una frase de Gonzalo Arango que me gusta mucho: ante la imposibilidad de destruir el sistema solo queda desprestigiarlo. Creo que por ahí parte el papel del escritor: alzar la crítica permanente contra los desaciertos del Estado. Porque no creo que con la novela o la poesía se logre ese cambio radical que se podría esperar en otra época. Estamos, y eso no está mal, siendo más realistas con nuestro presente y sus limitaciones”.
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Violencia y habitus Paramilitarismo en Colombia
Desde la teoría de los campos de Bourdieu el profesor Manfredo José Koessl analiza el problema de la violencia en Colombia en general y el fenómeno paramilitar en particular. La violencia como estrategia para solucionar los problemas, las debilidades y las limitantes estructurales en el espacio social percibidos por los actores sociales, es uno de los grandes aportes del trabajo publicado por la Editorial: Siglo del hombre editores y presentado en mayo por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, en donde Koessl ha sido docente. El habitus incorporado de la violencia explica y relaciona prácticas que, en general, son vistas como contradictorias, si no inexplicables, de la sociedad colombiana. Es así como este trabajo pretende explicar al paramilitarismo como la consecuencia de una trayectoria, que se ha formado con características particulares, frente a concepciones que le atribuyen la responsabilidad de ser una de las causas más importantes de la violencia en la Colombia de las últimas décadas, e incluso la de ser una simple herramienta de un estado débil o inexistente para imponer la represión social y política. Por tanto, la violencia no es solo un serio problema social, político y económico en Colombia, sino también un medio de reproducir ese campo. De este modo, la violencia es parte del problema pero, a través del tiempo, también funciona en muchas ocasiones como una solución para la reproducción de los agentes sociales. Este texto busca realizar un aporte a los estudios de la violencia en Colombia, desde una perspectiva acotada: a partir del contexto violento colombiano, incorporado al habitus de la sociedad, analiza la mirada que tienen acerca de sí mismos los paramilitares, y los grupos que los apoyan, en cuanto a las funciones que cumplen para la sociedad y el Estado colombiano, indagando, en función de ello, sus prácticas y estrategias construidas a partir de esa mirada.
XV Encuentro latinoamericano de facultades de comunicación social
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edellín es sede este año del XV encuentro académico que organiza la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social —Felafacs— y que reúne a 230 facultades de comunicación de 23 países. En esta ocasión, el certamen que se realizará del 5 al 7 de octubre, es organizado por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, con el apoyo de Felafacs y de la Asociación colombiana de facultades y programas universitarios de comunicación — Afacom— La temática central de Felafacs 2015 es Convergencias comunicativas: mutaciones de la cultura y del poder, alrededor de tres ejes temáticos: cultura(s): entre medios y mediaciones; los cambiantes escenarios del poder, y transformaciones en el ámbito académico, y diez conferencistas de Argentina, Brasil, España, EE.UU, México, Portugal y Colombia. Hasta el 30 de junio hay plazo para inscribirse al certamen con tarifas más económicas. Los interesados pueden consultar la programación detallada en www.felafacs2015.com. El certamen incluye, además, el desarrollo de tres conferencias magistrales, tres paneles temáticos, un panel-debate de medios, 226 ponencias en 27 mesas temáticas, taller de formación de investigadores jóvenes, VII Premio latinoamericano de tesis de maestría y doctorado en comunicación, concurso de productos innovadores para internet y el concurso blog FELAFACS; Asamblea general de Felafacs, Reunión iberoamericana de cátedras Unesco en comunicación, XI Conferencia de comunicación de las Américas, Encuentro internacional de la red de investigación y consultoría en comunicación y la reunión del Grupo permanente de diagnóstico y prospectiva curricular en América Latina, CIESPAL. El XV Encuentro Latinoamericano FELAFACS 2015 está dirigido a: • Profesores, investigadores, analistas sociales, estudiantes de facultades de comunicación y demás disciplinas afines. • Periodistas, productores, realizadores, artistas, publicistas, diseñadores y profesionales de la comunicación. • Representantes del sector y la gestión pública, la cultura y la empresa privada relacionados con el campo de comunicación y la cultura. • Representantes de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, entidades de cooperación internacional y medios de comunicación.
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Arte para una sociedad sostenible El 15 de mayo se celebró el Día Internacional de los Museos con la consigna “Museos para ciudades sostenibles”. El Museo de la Universidad de Antioquia, MUUA, participa de la celebración con la selección especial de piezas de sus cuatro colecciones (Artes Visuales, Antropología, Ciencias Naturales e Historia), para exponer, en un diálogo con el presente, una “visión sobre el papel del ser humano en función de la transformación de su entorno, con el fin de promover la reflexión y discusión sobre las acciones cotidianas y comunitarias que se practican con los recursos naturales y biológicos de las diversas sociedades”. Obras intervenidas, modificadas, que hablan de la perspectiva de un pasado remoto y un presente gris; organismos domiciliarios y predomiciliarios, gente del Amazona y del Pacífico enraizada con poemas de Jorge Luis Borges, constituyen los aspectos fundamentales de la exposición que busca generar una reflexión más activa sobre nuestro entorno en los visitantes a la muestra.
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