Nº 644 Medellín, julio de 2015
SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
El autor del Tríptico de la infamia y el sonido de la flauta Páginas 2 y 3 Hacia dónde van los posgrados Página 4
UdeA, centro de entrenamiento para América Latina en enfermedades tropicales Página 12
Por una minería responsable Página 13
Volver a pensar el curriculum Página 21
Páginas 16 y 17
Escribir con un abrir y cerrar de ojos
Foto: Periódico El Tiempo Medellín
Impactos de las megavías en Antioquia
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Por ANDRÉS VERGARA AGUIRRE Coordinador Letras: Filología Hispánica
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ablo Montoya Campuzano. Nació en Barrancabermeja. A Medellín lo trajeron a vivir a los tres años, el retorno a sus raíces. Estudiante del Liceo Antioqueño, donde comenzó el descubrimiento de la literatura. Estudiante de medicina en la Universidad de Antioquia, como si de verdad creyera que podía seguir los pasos del progenitor, aunque ya le habían advertido que lo suyo eran las letras. Desertor de medicina, y joven estudiante de música en Tunja, donde se formó como intérprete de la flauta. Estudiante de filosofía y letras de la Universidad Santo Tomás de Aquino, licenciado. Después, un salto decisivo para el escritor: una temporada de doce años en París, a donde llegó con la cabeza llena de sueños y con los bolsillos vacíos; y en esos primeros años de escasez, ya con su pequeña hija Sara a bordo, la flauta le permitiría ganarse la vida tocando en los subterráneos del metro, en una ciudad que amenazaba con devorarlo. Estudiante de la maestría y después del doctorado en estudios hispánicos y latinoamericanos en la Universidad de la Nueva Sorbona París III; a eso había llegado allá, a estudiar literatura, y a extasiarse en las galerías. Y el regreso a casa, al vincularse como profesor de literatura de la Universidad de Antioquia. El encuentro con la mujer que hoy acuna sus días, Alejandra —su esposa—, y la madre de su segunda hija, Eloísa. Este ha sido el recorrido del escritor todavía desconocido para muchos que hace unos días ganó el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, uno de los más prestigiosos para las letras hispánicas, gracias a su obra Tríptico de la infamia. ¿Su iniciación como lector? Pablo recuerda que cuando era niño, al volver de la escuela encontraba a la madre leyendo.
Pablo Montoya y el sonido El 17 de julio, a las 10:00 de la mañana, la Universidad le impondrá al ganador del premio internacional de novela Rómulo Gallegos el Escudo de oro de la Alma Máter. “Creo que ella fue clave en mi interés por los libros. Desde entonces mantuve una disciplina de lectura que me acompaña hasta hoy”. Ante la pregunta de cuál fue el primer escritor que lo marcó, él responde sin dudas: “La primera impresión fuerte que yo recuerdo de un escritor, que despertó en mí el interés de escribir, fue cuando leí por primera vez a Hermann Hesse, a los trece o catorce años; leí Siddhartha, y quedé fascinado con esta obra, y con el autor; leí muchas cosas suyas en esa época”. Y al preguntarle por El lobo estepario, enfatiza: “Fue el último libro que leí de él. El lobo estepario fue una cosa muy impresionante, me afectó mucho. Es una novela esquizofrénica”. De esos tiempos de lector en formación también recuerda que la madre se sobresaltó cuando apareció con el Manifiesto comunista, y que aun El lobo estepario
le había causado inquietud, porque lo asociaba con la revolución rusa. Pero qué va, Pablo tenía suficiente con sus revoluciones internas. Y concluye: “Creo que El lobo estepario fue el libro que marcó el final de las lecturas que hice en esa época”. De sus primeros inicios como escritor, Pablo recuerda un cuento que escribió bajo el influjo de Hesse: “cuando hice ese cuento, a los dieciséis o diecisiete años, fue cuando empecé con la idea de ser escritor. Entonces escribí muchos cuenticos, muy malos, de aprendiz, luego pasé a la poesía, y rompí muchas cosas. Hasta que vinieron unos cuentos sobre música con los que me empezó a sonar la flauta, que conforman mi primer libro, La sinfónica y otros cuentos musicales”. Esto nos lleva a otro tema importante aquí, la relación de la literatura con la música y con la pintura. Él evoca aquellos días en
que comenzó a estudiar medicina en la Universidad de Antioquia, pero solo estuvo cuatro semestres. “En ese periodo yo leía mucho, y ahí conocí al otro autor que me marcaría después de Hermann Hesse: Dostoievski; me impresionó profundamente, sobre todo dos libros: Memorias del subsuelo y Crimen y castigo. Creo que Dostoievski me ayudó a tomar la decisión de salirme de medicina, y entonces me fui a estudiar música en Tunja, e inmediatamente encontré la veta musical, y escribí ese libro de cuentos sobre música con el que gané varios concursos regionales y nacionales, y que fueron los que me convencieron de que ese era el camino. Tenía veintitrés o veinticuatro años cuando comencé a recibir esas primeras luces verdes, el aviso de que era por ahí; así vinculé la música con la literatura”. Ya establecida esa relación con la música en su obra literaria,
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Foto: Andrés Vergara Aguirre
De sus primeros inicios como escritor, Pablo recuerda un cuento que escribió bajo el influjo de Hesse: “cuando hice ese cuento, a los dieciséis o diecisiete años, fue cuando empecé con la idea de ser escritor. Entonces escribí muchos cuenticos, muy malos, de aprendiz, luego pasé a la poesía, y rompí muchas cosas. Hasta que vinieron unos cuentos sobre música con los que me empezó a sonar la flauta, que conforman mi primer libro, La sinfónica y otros cuentos musicales”.
de la flauta vendría la otra simbiosis artística: “El proceso de adquisición de la pintura fue completamente autodidacta, cuando ya estudiaba literatura en París. Ese fue un periodo muy especial para mí, en el que me dediqué a visitar todos los museos, el Louvre lo recorrí todo: lo visitaba regularmente, y leía ensayos que indagan sobre las relaciones entre poesía y pintura, como los de Octavio Paz, o El museo imaginario de André Malraux. Y una obra muy bella que me impactó y que recomiendo mucho: Historia del arte, de Élie Faure”. A partir de ese adentrarse en lo pictórico, Pablo Montoya empezó a escribir obras relacionadas con el arte, como Trazos, dedicado a ciertos cuadros que lo marcaron; Solo una luz de agua, sobre la relación entre San Francisco de Asís y Giotto, un artista que tuvo gran influencia en el Renacimiento; y el Tríptico de la infamia, novela que aborda la relación
entre pintura y literatura, en un contexto histórico del siglo XVI, con tres pintores que sufren las persecuciones en un ambiente de intolerancia del poder católico en Europa, mientras los europeos llegan a América para avasallar a los pueblos indígenas. París, entonces, fue clave para la formación del escritor, por muchas razones. Y está claro que al comienzo no fue fácil: “Toda esa vida de la marginalidad, de la periferia, de ser nadie, de tener apenas tres amigos que eran tu soporte, y de saber que si no te apoyabas en ellos y en ti mismo podías perecer ante la fuerza de esa ciudad gigantesca, indiferente, muy cruel, muy dura, eso me fortaleció mucho; fueron unos tres años de lucha para no dejarme hundir por la ciudad”. Al preguntarle a Pablo por el modo como recibe el Premio Rómulo Gallegos, él confiesa: “Hasta ahora no confiaba en esos
grandes premios, porque se habla de muchas intrigas. Pero la editorial Random House envió al concurso muchos de los libros que había publicado en los últimos dos años, entre ellos el mío. Este premio ha sido una gran sorpresa, e implica un gran viraje: es pasar del casi absoluto anonimato a esta gran visibilidad mediática, y esto siempre asusta”. En cuanto al significado del premio, afirma: “Es el reconocimiento a una obra hecha en la soledad y el silencio. Se ha premiado una apuesta estilística, una propuesta literaria que se preocupa por esas relaciones con las artes. Ya en el ámbito personal, el premio significa un gran honor. Entre las novelas ganadoras hay unas que son de excelentísima calidad; pienso en Cien años de soledad, en La casa verde, en Terra nostra, en Palinuro de México, Los perros del paraíso…”. Pablo se muestra mesurado cuando afirma, con su tono siempre suave, que él sabe que no es una figura mediática, y cuando lo dice parece confiado en que la marea ocasionada por la noticia del premio pronto pasará, y entonces podrá volver a navegar en la calma de su vida familiar, académica y literaria, y los viajes; con sus ojos siempre sedientos, seguirá buscando la manera de verter imágenes en palabras, y vendrán nuevas páginas en las que también será difícil distinguir entre música, pintura y literatura. Uno de los temas inquietantes en el Tríptico dela infamia es la relación entre los dibujos corporales que se hacían los indígenas y los tatuajes modernos. El escritor lo reconoce: “la novela en cierto momento dialoga mucho con esa estética corporal, que es un aporte de esas comunidades indígenas olvidadas, periféricas, para las que el tatuaje es una manifestación de la vida, una expresión artística, una filosofía. Hay
una escena muy ígnea, un centro de la novela, cuando Le Moyne se deja pintar por el indio, y él a su vez pinta al indio; se cruzan los dos imaginarios. Las concepciones que presento aquí están muy alimentadas en Lévi-Strauss, en Los triste trópicos, y en lecturas sobre el tatuaje actual; introduje en ese europeo del siglo XVI una condensación de todas esas concepciones sobre el tatuaje como forma estética. En la novela presento ese tipo de anacronismos, porque a los europeos de esa época les insuflé pensamientos contemporáneos”. Al final de la conversación, Pablo, a manera de homenaje, recuerda dos señales que le dieron en el Liceo Antioqueño. La primera vino cuando en segundo bachillerato el profesor Enrique Zuluaga, alcohólico consumado al que después mataría la cirrosis, les pidió una composición sobre algún elemento, y él escribió sobre un carbonero que había en el jardín de su casa. Cuando devolvió los trabajos, el profesor preguntó: ¿este trabajo de quién es? Y ante la tímida señal de Pablo, frente a todos sus compañeros el profesor sentenció: “usted va a ser escritor”. La segunda anécdota es una conversación en quinto bachillerato con el profesor Carlos Jiménez, quien después de leer el trabajo que Pablo le presentó sobre Huasipungo, de Jorge Icaza, lo llamó aparte para preguntarle: —¿Usted qué piensa ser en la vida? —Yo voy a estudiar medicina. —¿Medicina? ¡Usted está loco, hombre! Usted tiene que estudiar literatura, porque tiene mucha madera. Ese trabajo que presentó es muy bueno. Tenían razón, los maestros, y hay gratitud en Pablo al evocarlos. Porque le ha sonado la flauta, y tiene a las musas encantadas.
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Por SANDRA TURBAY CEBALLOS
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asta hace poco tiempo los universitarios consideraban que su ciclo de formación culminaba con la obtención de un título profesional. La educación que recibían en el pregrado era todo lo que tenían para competir en el mercado laboral. En el marco de una sociedad cada vez más globalizada, donde el conocimiento tiene un papel protagónico como motor del desarrollo, la formación en pregrado ya no es suficiente. ¿Cuál debe ser el papel de la universidad pública ante esa demanda de formación en posgrados? Algunas universidades se han concentrado en ofrecer especializaciones que satisfacen las necesidades de nichos de mercado con fines de desarrollo profesional y que pueden ser financiadas por los mismos estudiantes que las ven como una inversión que pueden recuperar rápidamente. Esa tendencia responde al crecimiento de las economías basadas en el mercado, a la rapidez con que los conocimientos se tornan obsoletos, a la exigencia cada vez mayor de desarrollar competencias específicas para el desempeño laboral y al surgimiento continuo de nuevos campos de acción profesional. La educación superior es un bien público y no puede convertirse en un servicio sujeto a las reglas del mercado. Sin embargo, la oferta de especializaciones sigue teniendo vigencia en universidades como la nuestra para atender la formación continua de los profesionales. En algunas facultades los egresados están vinculados especialmente al sector productivo o a la administración pública y demandan más especializaciones que maestrías. La universidad pública pone un sello particular a sus especialistas. Se trata de formar, en una perspectiva humanista e integral, ciudadanos autónomos, con conciencia histórica y social y comprometidos con la construcción de una sociedad más justa, más equitativa y más amable con la naturaleza. Muchas instituciones de educación superior han reducido los pregrados a tres años y promueven la transición a maestrías de
Foto: Archivo Periódico Alma Máter
Directora de Posgrado
¿Hacia dónde van los posgrados? dos años y a doctorados donde el estudiante cursa dos años adicionales, con exigencias altas a nivel de internacionalización para garantizar la movilidad de los egresados. Esto ha ocurrido especialmente en países firmantes de acuerdos multilaterales relativos al proceso de formación en las universidades. En nuestra universidad todavía conservamos pregrados fuertes de cuatro o cinco años de duración y adicionalmente ofrecemos especializaciones médico-quirúrgicas, maestrías y doctorados convencidos de la importancia del desarrollo científico, para romper la dependencia de saberes producidos en otras naciones. Los países latinoamericanos no podemos confiar nuestro destino a la explotación de recursos naturales no renovables o a la exportación de productos agrícolas, eso sería perpetuar las relaciones coloniales que nos han ubicado como simples proveedores de materias primas baratas en el concierto mundial. La formación de recurso humano de alto nivel y la mayor inversión en ciencia y tecnología son condiciones indispensables para generar un conocimiento que contribuya a la transformación social. El primer paso para lograr este objetivo es superar los obstáculos para que los mejores egresados de las universidades puedan acceder a
los posgrados. Eso significa ampliar la oferta de becas para maestría y doctorado, promover la transición de un nivel de formación a otro como lo estipula la figura del estudiante co-terminal, privilegiar a sus estudiantes de posgrado cuando se trata de elegir docentes ocasionales o de cátedra, ampliar la figura de estudiante instructor para que haya un mayor número de beneficiarios y reconocer como contraprestación actividades de investigación, de extensión o de asistencia a otros docentes. Además de garantizar que el ingreso a los posgrados sea el resultado exclusivo de la excelencia académica, los programas deben procurar la flexibilidad del currículo, promover la interdisciplinariedad, estimular el trabajo en red, autoevaluarse permanentemente, establecer un plan de acciones mejoradoras continuas y diseñar estrategias tendientes a la apropiación social del conocimiento generado en las investigaciones de sus estudiantes y profesores. Igualmente, los programas deben examinar cómo la internacionalización atraviesa la estrategia curricular. Esta debe reflejarse en la formación en lengua extranjera, en la invitación a profesores de otros países, en la movilidad de estudiantes y profesores del programa, en el uso de nuevas tecnologías de la
información y las comunicaciones para insertarse en comunidades académicas de otras latitudes, en investigaciones y publicaciones conjuntas con profesionales extranjeros, en dobles titulaciones o titulaciones conjuntas, en la acreditación con estándares internacionales que permitan la homologación de los estudios y en actividades extracurriculares que expandan el horizonte académico y promuevan el entendimiento entre las culturas. La Universidad de Antioquia le apuesta durante este trienio a un plan de acción orientado al fortalecimiento de la calidad de la educación. En consecuencia, la dirección de posgrado apoyará a los programas en las iniciativas que presenten para lograr este objetivo, particularmente las relacionadas con procesos de autoevaluación conducente a la acreditación de alta calidad. Paralelamente continuará el esfuerzo que se ha venido haciendo en administraciones anteriores por dotar a la sede de posgrados de la infraestructura física y tecnológica que demandan los procesos académicos y el bienestar estudiantil y avanzará en la formalización de una estructura para la administración académica de los posgrados que reconozca debidamente la labor de sus coordinadores.
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Los retos de Bienestar Universitario Por ADRIANA PATRICIA ARCILA ROJAS Directora de Bienestar Universitario
Para Bienestar Universitario, en consonancia con la política rectoral de la Universidad de Antioquia, es definitivo pensar los procesos de participación en la vida universitaria que deben promover los valores de convivencia, respeto, solidaridad, encuentro, fraternidad, consenso y por supuesto debate sobre los devenires sociales, académicos y políticos del país, la región, la localidad y la Universidad misma. Para lograr este cometido proponemos, desde el equipo rectoral, que en la academia se planteen núcleos temáticos que involucren temas de política, arte, humanismo y deporte. Algunas dependencias académicas cuentan con esta experiencia y excelentes resultados que bien vale la pena evaluarlos y revisar, desde el Consejo Académico, bajo el liderazgo de la Vicerrectoría de Docencia, la posibilidad de generar la discusión en pos de aportar desde esta estrategia a la calidad de los procesos de aprendizaje y de enseñanza. Otro gran nodo de trabajo que la Dirección de Bienestar Universitario quiere fortalecer está referido a la generación de oportunidades que lleven a la equidad desde una perspectiva de enfoque diferencial. En este reto se busca institucionalizar el proceso de caracterización de nuestra población estudiantil desde los aspectos físico, nutricional, psicológico, socio familiar, socioeconómico, académico, de salud y seguridad social. Esta información permitirá conocer mejor a los estudiantes, tener claridad sobre las ofertas que la institución les está brindando en diferentes apoyos como el transporte, la alimentación, la recreación, los planes cultura-
les. De esta manera, el propósito final es ayudar a los estudiantes a culminar sus estudios oportuna y exitosamente, aportando en su desarrollo profesional y personal. Alcanzar las metas que se pretenden para apoyar a los estudiantes y a la población universitaria para su bien-estar refiere potenciar programas y proyectos que propendan por la instauración, continuidad y fortalecimiento de hábitos y estilos de vida saludables, que se inspiran en prácticas encaminadas a mejorar la calidad de vida de las personas en el ámbito físico, psico-afectivo y social. En esta línea cobra sentido para la Dirección de Bienestar Universitario el fomento de las prácticas recreativas, culturales y deportivas; la formación para la creatividad en arte y cultura, más todas las inclinadas a la formación para la salud física y mental; las encaminadas a fortalecer las habilidades para la vida; la orientación vocacional y profesional. Estos caminos se hacen posibles cuando se cuenta con un equipo humano de altas cualidades como el que se encuentra en la Universidad en general y la Dirección de Bienestar Universitario en particular, las mismas que tendrán un énfasis desde el fortalecimiento de la gestión íntegra que busca estructurar un modelo de gestión organizacional, que garantice las condiciones de los recursos humanos, físicos, tecnológicos y financieros para dar cumplimiento a la misión y los objetivos estratégicos. Se trata, en últimas, de consolidar el trayecto andado para que
Foto: Dirección de Bienestar Universitario
Qué se espera y cómo lograrlo
Foto: Dirección de Bienestar Universitario
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ien-estar es una idea del valor que las personas le otorgamos a lo que deseamos de nosotros mismos y del entorno, es decir, “las acciones bien ejecutadas” y que necesariamente dan como resultado la serenidad, la empatía, mejores procesos comunicativos, mayor comodidad y disfrute de lo que se hace, todo lo cual constituye un desafío que la Dirección de Bienestar Universitario quiere no solo continuar sino fortalecer, en particular las estrategias que el equipo de trabajo viene desarrollando en tal sentido.
la comunidad universitaria logre desde su proyecto personal y profesional, encontrar caminos para que mejore su calidad de vida y logre sacar adelante sus sueños e iniciativas. Ello es deseable y posible, pues la Universidad y la
Dirección cuenta con un grupo humano idóneo y empeñado en la tarea de pensar, planear, desarrollar, evaluar e impactar en una de las esferas más relevantes de cualquier actividad humana y profesional: el bien-estar.
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Dirección de gestión logística y de infraestructura
Compromiso con el cuidado de la Universidad como bien público y mayor patrimonio de nuestra sociedad Por ANA MARÍA GUTIÉRREZ GIRALDO Directora de Gestión logística y de infraestructura
Foto: Dirección de gestión logística e infraestructura
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a Universidad se constituye como un patrimonio cultural y académico de la sociedad, cuyo eje fundamental se basa en la generación de conocimiento. En tal sentido, la rectoría, las vicerrectorías y direcciones cumplen un papel fundamental en la búsqueda de la excelencia académica, a partir de su función de apoyo en la construcción de un plan de acción acorde con ese propósito. Particularmente la Dirección de Gestión Logística y de Infraestructura, en su misión de dar soporte a la ampliación de servicios de apoyo logístico y realizar la modernización y ampliación de la planta física al servicio de la educación pública de nivel superior, se constituye como uno de los pilares en la materialización de la búsqueda de esos propósitos; y por ende desde la arquitectura se proyectan sedes y edificios que responden a las condiciones del contexto en que se desarrollan, el clima, el terreno, la morfología, los programas académicos, de investigación, de extensión, la región y las condiciones sociales de la comunidad. El reto que asume esta Dirección es el de procurar porque la calidad de los servicios que se prestan diariamente garanticen que la Universidad adquiera altos estándares de calidad en la educación como proceso habilitador; que el cuidado de lo público, el manejo racional de los recursos, la orientación al logro y la vocación de servicio de cada uno de los servidores universitarios que hacen parte del equipo se reflejen en ello. Pero también se requiere que se conozcan esos diferentes y valiosos servicios que se prestan y que se ponen a disposición de toda la comunidad universitaria: • Estudios de viabilidad sobre el desarrollo de la planta física. • Planeación y ejecución de proyectos para el desarrollo de la planta física. • Intervenciones sobre la conservación y restauración del patrimonio mueble e inmueble. • Trámites de novedades de bienes institucionales: inventario, asignación, traslado, bajas, paz y salvos y reintegro de bienes. • Asesoría y trámite de adquisición de bienes y servicios para
la docencia, la investigación y la extensión: compras nacionales y compras internacionales (líneas de papelería, computadores, aseo y abarrotes, insumos de oficina, insumos de cafetería, equipos de ayuda audiovisual, insumos para laboratorios y prácticas, insumos para mantenimiento, equipos, otros implementos de apoyo a actividades académicas). • Administración y préstamo de bienes de carteras institucionales. Aseguramiento de bienes y personas. • Atención a necesidades de adecuaciones sobre la infraestructura. • Mantenimiento preventivo y correctivo de infraestructura. • Atención a necesidades de vigilancia física y electrónica. • Asesoría en materia de seguridad física. • Programación y asignación de vehículos para el transporte de personas o bienes. • Procesos de correos: manejo de comunicaciones y demás envíos postales. • Sostenimiento de espacios y bienes: aseo, mantenimiento, paisajismo, manejo integral de plagas. • Asignación de recursos logísticos y espacios físicos para las actividades universitarias: auditorio, espacio de reuniones, escenarios deportivos, espacios públicos para eventos y apoyo logístico. • Diagnóstico y acompañamiento para la gestión ambiental. • Asesoría y establecimiento de políticas para el manejo integral de residuos.
• Soporte técnico de equipos de cómputo y de investigación, así como construcción y reparación de equipos electrónicos y material de vidrio, a través del Centro de Instrumentación. • Servicios de metrología en variables de masa y volumen. • Asesoría y acompañamiento en los diferentes procesos de contratación de los estamentos de la Universidad. • Capacitación en los diferentes procesos de los servicios prestados: contratación, interventoría, manejo ambiental, manejo de riesgos, entre otros. Todo esto va encaminado al crecimiento ordenado y lógico de la infraestructura y el enlace entre lo académico y lo administrativo a través de sistemas logísticos que pongan los productos adecuados (bienes, obras y servicios) en el lugar adecuado, en el momento preciso y en las condiciones deseadas. Es fundamental la construcción de relaciones de confianza y a su vez la ruptura de paradigmas, partiendo de una actitud positiva para la prestación permanente del servicio, una cultura de la valoración, el establecimiento y cumplimiento de acuerdos, que garanticen la disponibilidad de infraestructura al servicio de la Universidad y en particular de los ejes misionales y de la administración, lo cual se vea reflejado, como se dijo anteriormente, en el cumplimiento del reto establecido desde la rectoría con respecto al fortalecimiento de la calidad académica.
La interacción con los diferentes niveles y estamentos es esencial para el mejoramiento de los procesos, por lo que la invitación es a fortalecer o generar nuevas formas de relacionamiento con una mirada común, para establecer ese compromiso enorme con el cuidado de la Universidad como bien público y mayor patrimonio de nuestra sociedad. En este orden de ideas, cobra vital importancia la administración de los recursos y la prestación del servicio en términos de oportunidad, racionalización, eficiencia y transparencia. Será decisivo entonces la promoción de actividades de comunicación permanente en dos direcciones, no solo de las necesidades sino también de soluciones, propuestas; trabajos conjuntos que permitan obtener respuestas si no inmediatas del resultado esperado, si de rutas a seguir, estableciendo planes de trabajo que permitan seguimientos a los compromisos adquiridos, al desarrollo esperado en tiempos reales, calidad y cumplimiento de los requisitos. Para culminar, una reflexión sobre nuestro papel en este proceso de construcción colectiva, una pregunta sobre por qué estamos y pertenecemos aquí…sólo tiene sentido si caminamos juntos hacia una visión común. “La comunidad no es algo que podemos ‘hacer’ que suceda. La comunidad surge cuando participamos en la vida con los que nos rodean” Anne Wilson Schaef.
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Foto: Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Por AAAAA AAAAAAAA AAAA
Durante los casi 11 años en los que el pregrado de Derecho ha estado presente en el Departamento, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas ha formado a 306 abogados que replican los aprendizajes en su subregión y benefician a las comunidades con las prácticas académicas que realizaron. En la foto, practicantes y docentes de la seccional Occidente.
Las prácticas académicas benefician a los habitantes en las subregiones Las prácticas académicas son parte vital de la formación de los abogados. En Medellín y en las regiones, los estudiantes aplican los conocimientos adquiridos a través de diferentes modalidades que benefician a la comunidad. Santa Fe de Antioquia es una de las sedes donde, al concluir el ciclo formativo, las prácticas dejaron huella en la subregión del occidente antioqueño. Por JULIANA ECHAVARRÍA RESTREPO
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n agosto de 2004 la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia comenzó actividades académicas con el pregrado de Derecho en las seccionales de Bajo Cauca, sede Caucasia, y Oriente, sede Carmen de Viboral. Como en su momento sucedió en aquellas subregiones del Departamento, en junio de 2015 se cerró el ciclo formativo de dos cohortes de Derecho en la subsede de Santa Fe de Antioquia, en un proceso significativo tanto para los egresados como para la población beneficiaria de las prácticas académicas. El pensum del programa de Derecho para las regiones está diseñado para que desde el séptimo semestre y hasta el décimo los estudiantes realicen sus prácticas como actividad de extensión del pregrado y, además, como requisito para optar al título de abogado. Las modalidades de práctica son cuatro: consultorio jurídico, formación jurídica básica, clínica jurídica e institucional. En la primera, las personas en estratos 1 y 2 —excepcionalmente en estrato 3— reciben asesoría jurídica y en algunos casos
acompañamiento en procesos jurídicos. En formación jurídica básica los estudiantes, mediante charlas y actividades, enseñan a la comunidad sobre diversos temas de interés, para lo cual acuden principalmente a las instituciones educativas en las subregiones. La clínica jurídica es otra modalidad de práctica en la que durante un semestre los estudiantes eligen una problemática que consideren relevante en su comunidad para investigarla y proponer soluciones o acciones dentro del sistema jurídico. Finalmente, está la práctica institucional, que se realiza mediante el acompañamiento de los estudiantes en actividades desarrolladas en juzgados, fiscalías, comisarías de familia, hospitales, entre otras instituciones públicas.
Acompañamiento En el ciclo práctico los estudiantes son asesorados por profesores que se desplazan a cada seccional o acompañan de manera virtual, como Claudia Liliana Uribe, asesora en derecho penal, quien resalta que “desde lo aptitudinal y actitudinal, a pesar de que a la par ven teoría y práctica en cada semestre, los estudiantes son muy receptivos y dedicados. Siempre quieren asistir a audiencias reales, inclusive en Medellín. En Santa Fe
de Antioquia todo el tiempo piden más, piden cuerda”. Entre los estudiantes que terminaron sus prácticas en junio está Diego Alejandro Celada Luna, de Sopetrán, para quien resultó significativa la metodología de clínica jurídica, a partir de la cual, con once compañeros más, investigó sobre la eficacia y eficiencia en el sistema de seguridad social en salud del régimen subsidiado en los municipios de San Jerónimo y Sopetrán. “El resultado fue presentar un manual para mejorar el marco normativo y los procesos contractuales de las EPS del régimen subsidiado para así mejorar la cobertura de salud en los municipios”, contó Celada. Laura Pastora Mesa Villegas también hace parte de los asesores en regiones, y a la vez es asesora en el Consultorio Jurídico en Medellín. Su experiencia le permite decir que en las regiones “el estudiante aprovecha muchísimo todo lo que le entrega la Universidad, y en muchos casos hay que atajarlo. Tiene, además, el plus de que los estudiantes conocen el municipio y a las personas, lo que les facilita las relaciones”. Por su parte, al estudiante Robinson Guerra, de Frontino, y residente en Santa Fe de Antioquia hace más
de siete años, le resulta muy valioso que “las personas más vulnerables puedan tener acceso a la justicia a través de las diferentes prácticas que ofrece la Universidad”. Robinson, profesor de primaria y graduado en etnoeducación, ve como una falencia que “no impactamos a toda la subregión, lo hacemos en Santa Fe y municipios cercanos pero al occidente lejano como Peque, Uramita, Dabeiba o Frontino no. Siempre quisimos ir pero por seguridad no pudimos”, dijo. A propósito del informe de prácticas que rinden los estudiantes, la Fiscal 100 local de Santa Fe de Antioquia, Estrella Bedoya, resaltó que los practicantes fueron “muy pilosos” y contó que cuando cometía imprecisiones el estudiante de práctica le llamaba la atención de manera respetuosa para corregirla. “Quisiera que ellos estuvieran más tiempo en sus prácticas para que el aprendizaje sea más significativo”, expresó. El pregrado de Derecho también ha hecho presencia en Puerto Berrío, Andes y Turbo, las sedes respectivas de las seccionales de Magadalena Medio, Suroeste y Urabá. En la actualidad, está en Sonsón, Yarumal y Amalfi con 217 estudiantes, quienes, cuando les corresponda, impactarán sus regiones con las prácticas académicas.
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Día Mundial de los Océanos, para generar conciencia ambiental que vive nuestra sociedad. El 60% de los ya casi ocho mil millones de la población mundial vive en zonas cercanas al mar. “Con nuestros pares en Estados Unidos e Inglaterra llegamos a la conclusión que para el año 2050 nuestra sociedad necesitará los recursos naturales de dos planetas para su supervivencia”, afirma, y agrega que la situación es aún más grave debido a que parece pasar inadvertida en los sectores que toman las decisiones. Un caso ejemplar son los manglares, bosques anfibios costeros que conectan la tierra con el mar en la banda tropical del planeta. Son emblemas de las zonas tropicales y están siendo afectados por la acción humana y la actividad contaminante comercial y turística, así como por los procesos de deforestación. “A pesar de ello los manglares tienen la posibilidad de readaptación y de migrar a nuevas zonas, y eso es lo que venimos identificando en la parte norte del trópico de América como la costa de México y la parte sur de los Estados Unidos”, señala Yañez.
Por DIEGO JARAMILLO GIRALDO
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Cambio climático exige mayores acciones Uno de los grandes problemas que acarrea el actual modelo de desarrollo económico global es el uso exacerbado de energía derivada de fósiles como petróleo, gas y carbón, demandada en especial en los países desarrollados para
Foto: Juan Felipe Blanco
nvestigadores de diferentes disciplinas, del país y del extranjero, coincidieron en la Sede de Ciencias del Mar de la Universidad de Antioquia, en Turbo, en torno a la salud de los sistemas oceánicos y su impacto en el medio ambiente planetario, a propósito de la celebración del Día mundial de los océanos, el 12 y 13 de junio. Según los especialistas, las zonas costeras guardan singular importancia científica, social y económica en el contexto global, pues aportan diversidad de recursos naturales, energía, alimentos, transporte, turismo, industria, expansión urbana y otras posibilidades para el desarrollo económico e industrial, tanto que, de acuerdo con la Organización para lo cooperación y el desarrollo económico, OCDE, el 55% del producto interno bruto (PIB mundial) proviene de las zonas costeras del planeta. Todo lo cual ha implicado, a la vez, contaminación severa y deterioro. Para Alejandro Yáñez Aracibia, profesor investigador del Instituto Nacional de Ecología de México — Inecol— y uno de los invitados al Día mundial de los océanos, “es necesario un cambio de actitud y una perspectiva diferente para el manejo de los recursos costeros y naturales en general, porque tradicionalmente se ha separado la dinámica del sistema con las decisiones administrativas. Estamos hablando de un sistema dinámico y cambiante que requiere decisiones y acciones contundentes por parte de los gobiernos y los organismos multilaterales”. Para el académico mexicano, la civilización se ha desarrollado en lo social y en lo económico a costa de los recursos naturales, lo que ha generado una crisis medio ambiental por la explotación desmedida y por la falta de control gubernamental. “Estamos ante un umbral del desarrollo sustentable, que podríamos denominar mejor como un desarrollo insustentable. El modelo actual de desarrollo social y económico no será viable en el corto plazo, por lo que se necesitan acciones contundentes y cambios radicales en las maneras de explotar los recursos naturales y crear riqueza”. Según Yañez, uno de los factores que más está incidiendo en la radicalización de la crisis ambiental global es la explosión demográfica
la actividad industrial, comercial y agropecuaria. La contaminación del aire a causa de la quema de combustibles fósiles en plantas de energía y vehículos automotores es responsable de la muerte de alrededor de medio millón de personas en el mundo (OMS 2012). Vinculado estrechamente con el problema de la contaminación, está el fenómeno del calentamiento global, el cual se ha radicalizado en las últimas décadas debido a la acción del hombre. “El mundo tiene que volcar la mirada hacia las energías alternativas como la luz solar y la energía eólica, ya que éstas reducen considerablemente la contaminación atmosférica y se convierten en una buena opción para el desarrollo sustentable”, señala Alejandro Yañez. Para el experto mexicano, las universidades deberían cumplir un rol más protagónico en las acciones globales para la reducción del cambio climático. “Creo que parte de la solución es que las universidades se comprometan a invertir recursos en la movilidad de los estudiantes y jóvenes investigadores para que tengan la posibilidad de visitar otras áreas, otros laboratorios, otros países y crear redes de trabajo colaborativo en materia ambiental, que promuevan una mayor visibilidad y generación de conciencia en el corto plazo sobre la crisis ambiental que estamos viviendo y las alternativas para afrontarla”.
Cambio climático y salud (OMS, 2015) • A lo largo de los últimos 50 años, las actividades humanas, y en particular la combustión de combustibles fósiles, han liberado cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero suficientes para afectar al clima mundial. Los consiguientes cambios del clima mundial conllevan una serie de riesgos para la salud, tales como el aumento de la mortalidad por las temperaturas extremadamente elevadas o el cambio de la distribución de las enfermedades infecciosas. • El clima y la meteorología tienen grandes repercusiones directas e indirectas en la vida humana. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las grandes lluvias, las inundaciones o los huracanes ponen en peligro la salud y destruyen propiedades y medios de subsistencia. En la última década del siglo XX, los desastres naturales relacionados con las condiciones meteorológicas produjeron aproximadamente 600.000 muertes en todo el mundo. • La elevación del nivel del mar, otra consecuencia del calentamiento global, aumenta el riesgo de inundación de las costas y podría causar desplazamientos de población. Más de la mitad de la población mundial vive en una franja costera de 60 km. de ancho. Además de producir directamente lesiones y muertes, las inundaciones pueden aumentar el riesgo de infecciones transmitidas por el agua y por vectores.
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Proyectos de extensión, alternativa de desarrollo territorial Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO
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una feria gastronómica y botánica, realizada en el municipio de Andes y que se va a dar a finales de este año en Salgar, además se generará una cartilla agroecológica con motivo de 2015 como año internacional de las semillas tradicionales.
Animación de la lectura
Foto: Dirección de Regionalización
esde hace once años, la Universidad ofrece a los estudiantes, docentes y egresados de las regiones la convocatoria para presentación de proyectos de extensión, con el objetivo de impulsar acciones y programas de gran impacto en los territorios, relacionados con el desarrollo social, la promoción de la salud, la generación de conocimientos y la conservación medioambiental, entre otros temas. Hasta 2004 no se tenía un filtro claro de selección para las propuestas que surgían desde las unidades académicas y administrativas y fue en ese año en el que la Dirección de Regionalización conformó un comité, al cual se unió posteriormente la Vicerrectoría de Extensión, que consolidó la importancia de desarrollar en las regiones una convocatoria de esta naturaleza. Hasta hoy los participantes han presentado 328 proyectos, de los que han sido aprobados 170; actualmente se han ejecutado en su totalidad 72 y 13 están en curso. Se destacan temas como el uso responsable de los agroquímicos, la promoción de los talentos juveniles y el empleo, el establecimiento de bancos genéticos de especies particulares y la consolidación de sistemas locales de áreas protegidas. En once años de trayectoria se han destinado $1.802 millones para el desarrollo de estas iniciativas que benefician directamente a poblaciones de zonas rurales y urbanas de todo el departamento. Este año, pensando en la pertinencia social de los proyectos y con motivo de la celebración de los veinte años de regionalización universitaria, se proponen cinco ejes temáticos para la inscripción de las propuestas: proceso de paz y posconflicto, gestión del ambiente cultural y desarrollo socio-económico, y vida y salud. “Contaremos con doscientos millones de pesos en total para la implementación de los proyectos de extensión regio-
Hasta el 10 de agosto estará abierta la décimo primera convocatoria para presentar proyectos de extensión en las sedes y seccionales de la Universidad de Antioquia.
nales, de estos se otorgarán veinte millones de pesos como máximo para cada proyecto. Los recursos no asignados en esta vigencia, serán trasladados o acumulados para la vigencia siguiente”, dice Juan Fernando Osorio Franco, coordinador de Extensión de la Dirección de Regionalización.
Seguridad alimentaria En 2012 se comenzó a ejecutar el proyecto “Modelo de seguridad alimentaria y nutricional con la participación activa de la mujer campesina y las familias en el corregimiento de San Bartolo, municipio de Andes”, desarrollado por el profesor Tito Machado Cartagena, del Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La equidad de género y la alimentación saludable constituyen el enfoque principal de este pro-
yecto que ahora también se está ejecutando en la vereda El Concilio, de Salgar. “Nos interesa mejorar la alimentación de las familias campesinas mediante una gastronomía propia de su región, enseñándoles a cultivar sin pesticidas y mezclando plantas aromáticas, hortalizas y alelopatías”, dice Machado Cartagena. El ejercicio se da mediante diez talleres lúdicos y salidas de campo en los que las familias participantes aprenden a crear corredores biológicos con plantas trampas que por su aroma alejan las plagas, y a diseñar huertas con semillas tradicionales, ya que estas son más resistentes desde el punto de vista bioclimático; así se les encamina a la conformación de huertas agrofamiliares con las que pueden generar un intercambio entre veredas. De esta experiencia se derivó
Lina María Pino es egresada de la Tecnología en Archivística de la Sede Norte y a partir de su trabajo en la biblioteca de la Universidad rastreó una de las necesidades que se derivaban de su labor diaria: a la sede no iban los niños. Fue así como hace dos años presentó el proyecto “Programa de animación a la lectura con docentes, padres de familia y estudiantes de los grados cuarto y quinto” y, tras su aprobación, trabajó con el CER Mina Vieja y la Institución Educativa San Luis, sede Villa Fátima de Yarumal. “Los talleres de animación a la lectura se implementaron con dos grupos de treinta niños, a quienes a través de elementos didácticos y material bibliográfico, se les invitó a desarrollar mejores hábitos de lectura”, relata Lina, y resalta la importancia de que la Universidad sea un referente de articulación institucional en las regiones. Con el paso del tiempo observó cómo los niños comenzaron a ir a la biblioteca de su sede en sus ratos libres a hacer preguntas y a buscar libros, alentados por sus profesores y por sus padres; esta es sin duda una muestra de la importancia que tiene sacar a la Universidad de las aulas y de las sedes, para que nuevos visitantes vengan a conocerla y a debatirla desde su experiencia. El desarrollo de los proyectos de extensión en las regiones ha permitido que la universidad se acerque a las comunidades alejadas de la urbe a través de sus docentes, empleados, egresados y estudiantes, para conocer de primera mano sus experiencias y poder integrarse a la generación de tejido social, siendo reconocida como casa del conocimiento no sólo de los estudiantes matriculados, sino de todos.
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Aporte de los becarios Fulbright a la Universidad
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res profesores y dos egresados de la Universidad de Antioquia, y un investigador estadounidense son los nuevos beneficiarios de las becas Fulbright; con lo cual, la Alma Máter completa en su historia 156 becarios colombianos y norteamericanos de este programa que nació en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y que funciona en Colombia desde 1957. El objetivo de Fulbright, presente en 155 países, es promover el conocimiento intercultural, la cooperación científica y el desarrollo por medio de la formación de líderes, para lo cual cada año escoge cerca de 80 becarios colombianos para realizar posgrados, investigar, dictar clases y participar en otras actividades profesionales y académicas en Estados Unidos, mientras que aproximadamente 50 estadounidenses llegan al país. Las becas han logrado un alto reconocimiento internacional, debido a que los becarios son académicos y profesionales destacados en sus áreas de estudio: entre ellos hay 53 premios Nobel, 80 premios Pulitzer, 6 premios Príncipe de Asturias y 30 exjefes de Estado. Son personas que “buscan innovar y fomentar proyectos que contribuyan con el desarrollo de sus respectivos países y que creen ámbitos a través de los cuales se promueva la diversidad, el desarrollo de las regiones y la inclusión social”, explica Ann Mason, directora ejecutiva de Fulbright Colombia. La Universidad de Antioquia es la institución del departamento que más becarios ha tenido desde que comenzó el programa, entre ellos el rector, Mauricio Alviar Ramírez, quien realizó un doctorado en economía agrícola y recursos naturales en Oklahoma State University. Las áreas más fuertes entre los becarios de la Alma Máter son ciencias biológicas, agrícolas y de la salud, seguidas por ciencias sociales y humanas, idiomas y educación. Por su parte, Fulbright ha identificado como campos
de conocimiento prioritarios la formación en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas, investigación, docencia y programas para el fomento del bilingüismo en instituciones de educación superior.
Líderes Gloria Molina Marín, coordinadora del Doctorado en Salud Pública de la Universidad, es una de las becarias en la convocatoria “Investigador visitante colombiano”, que le permitirá recibir durante 6 meses en University of Illinois en Chicago entrenamiento en métodos mixtos —cuantitavos y cualitativos— de investigación, para aplicarlos en el análisis de políticas y programas de salud. “Tenemos debilidades en el uso de métodos mixtos de investigación y nos falta entrenamiento para vincular distintos métodos de una manera organizada”, afirma la profesora Molina, quien luego de su pasantía también podrá hacer contribuciones a otras instituciones de educación superior, evaluar proyectos y ayudar a investigadores a cualificar sus procesos metodológicos. Otro de los becarios de la Universidad es Carlos Toro Tobón, profesor del área de teoría y composición musical del Departamento de Música de la Facultad de Artes. Él obtuvo la beca en la modalidad de “Desarrollo universitario regional” para adelantar estudios de doctorado en composición musical en University of Iowa. “Espero que mi experiencia ayude a crear nexos que fomenten la movilidad estudiantil y a fortalecer el área de teoría y composición, así como la investigación en la Facultad de Artes. Me siento muy complacido de tener esta oportunidad porque considero que podré aportarle mucho más a tantos estudiantes talentosos y dedicados que hacen parte del Departamento de Música”, reconoce el profesor Toro. Entre los otros beneficiarios están el profesor Luis Fernando Correa Montes quien realizará una estancia de investigación doctoral de ingeniería química en Massachusetts Institute of Technology, y los egresados Jorge Iván Caraballo Cordovez con un máster en periodismo en Northeastern University y Francys López Mosquera con un
Foto: Dirección de Relaciones Internacionales
Por LAURA GARCÍA RESTREPO
El egresado Jorge Iván Caraballo (el quinto de izquierda a derecha) durante la ceremonia de entrega de las becas Fulbright.
Las distintas modalidades de becas Fullbright cubren la mayor parte de los gastos: tiquetes aéreos, manutención, exención parcial o total de matrícula, seguros de salud y hasta los trámites de la visa. El programa exige a los becarios que regresen al país por un mínimo de dos años para implementar proyectos e iniciativas que promuevan el desarrollo de las áreas en las que trabajaron.
máster en ingeniería estructural en University of Nebraska. “Los becarios Fulbright son el reflejo de una inversión para incrementar las competencias investigativas de sectores estratégicos y fomentar tanto la inserción de Colombia en redes globales de conocimiento, como la colaboración académica y científica con Estados Unidos”, agrega Anne Mason.
Destino académico y científico A diferencia de hace unos años, Colombia se ha convertido en un destino atractivo para académicos y profesionales de Estados Unidos. Según Mason, “lo que hace que una universidad reciba un mayor número de colaboradores estadounidenses es que ésta cuente con grupos de investigación consolidados y proyectos científicos activos, que sus investigadores hagan parte de redes de conocimiento, que cuente con recursos necesarios y que esté conectada con la solución de necesidades de la región y del país”. La Universidad de Antioquia se destaca por ser la institución del
departamento donde más becarios estadounidenses han realizado actividades de investigación y docencia en los últimos 10 años: 22 en total. Uno de ellos es Jean Paul Allain, profesor de University of Illinois en Urbana-Champaign, quien obtuvo la beca Fulbright-Colciencias Tecnología e Innovación, para trabajar con investigadores de la Alma Máter en el desarrollo de nanomateriales funcionales para aplicaciones en biotecnología y energía, durante un mes al semestre por 2 años. El trabajo de Allain con la Universidad de Antioquia comenzó hace unos años, con el apoyo del profesor Juan José Pavón Palacio, director del Grupo de biomateriales avanzados y medicina regenerativa, BAMR. Además, en 2014 se firmó un convenio con University of Illinois, lo que ha permitido desarrollar algunos proyectos, que se podrán consolidar con la presencia de Allain. Uno de los proyectos más importantes que se desarrollarán es el diseño y montaje de un pequeño reactor de nanosíntesis por plasma
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Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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dirigido, que consiste en un tipo de nanotecnología avanzada para la modificación superficial tanto de estructuras como de composición química, y para la caracterización de estas superficies. Aunque este reactor estará ubicado en el laboratorio del Grupo BAMR, prestará servicio a toda la Universidad. “Esta beca de Fulbright es una manera efectiva y eficaz de recibir conocimiento científico y tecnológico de punta. Nos permite lograr un impacto transversal, a todos los niveles”, asegura Pavón. Algunas de las áreas de investigación que se verán beneficiadas con la visita de Allain son biomateriales, medicina regenerativa, materiales catalíticos, nanomateriales para energía solar y biosensores; además, aprovechando su primera estadía en septiembre, se realizarán el Primer seminario en nanosuperficies: procesamiento avanzado y caracterización y el Segundo seminario internacional en biomateriales, biomecánica y medicina regenerativa. El profesor Allain considera que Colombia tiene la madurez suficiente para el crecimiento de la tecnología y la industria, y que su futuro depende de la transición de la innovación a la aplicación. El país continúa trabajando para evolucionar en su sistema de investigación y según él, «es ese cambio de perspectiva el que alimenta directamente la investigación”. Considera además que esta beca Fulbright es el comienzo de una relación de largo alcance con científicos colombianos.
Deportistas de la UdeA representan a Colombia en las Universiadas 2015 Por LILIANA SALAZAR VILLA
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res estudiantes de la Universidad de Antioquia destacados en natación, atletismo y taekwondo representan a Colombia en la vigésima octava versión de la Universiada de Verano que se realiza en Corea del Sur, del 3 al 14 de julio de 2015. La nadadora Ana María Pérez Quintero, del pregrado de Contaduría; el taekwondista Daniel Alexánder Mejía Sepúlveda, de Ingeniería Civil; la atleta en lanzamiento de bala, Gloria Amparo Hinestroza Ibarguen, de la Licenciatura en Educación Física – sede Urabá, ya se encuentran en la ciudad de Gwangju en comisión deportiva, luego de alcanzar el oro en los Juegos Universitarios Nacionales del año pasado. En los días previos al viaje, las directivas universitarias entregaron a los estudiantes deportistas y a los entrenadores Juan Carlos Moreno Ariza (natación), Mauricio Quiroz Hoyos (atletismo) y Humberto Martínez (taekwondo) los símbolos nacionales e institucionales para que con orgullo los exalten durante las justas de las universidades del mundo en el país surcoreano. “Estoy convencido de que ustedes, y otros deportistas de la Universidad, están comprometidos no solo con sus estudios sino con la tarea de vivir esa formación integral que se ofrece desde Bienestar. Venimos a la universidad a vivir la academia, el deporte, la cultura, la sana convivencia, esos son complementos para ser profesionales integrales”, dijo el rector Mauricio Alviar Ramírez a la delegación de atletas y entrenadores. Al entregar a los estudiantes deportistas la bandera
de Colombia, Alviar Ramírez les recordó la responsabilidad que los jóvenes tienen al representar el país. El vicerrector general Carlos Vásquez Tamayo les entregó la bandera de la Universidad de Antioquia y con ella los valores institucionales como el respeto, el sentido de comunidad y la integridad. El secretario general, Roberth Augusto Uribe Álvarez, les puso la insignia del escudo universitario. A su turno, la directora de Bienestar Universitario, Adriana Arcila Rojas, impuso un botón distintivo con el mensaje: ‘Universidad de Antioquia estás en mi alma’. “Entregarles estos símbolos nos llenan de alegría por la experiencia de representarnos. Vivan esto a nivel cultural y deportivo, ustedes son ejemplo para los demás jóvenes”, manifestó, y a los entrenadores expresó su gratitud por la labor cumplida como tutores del proceso que llevó a las justas universitarias mundiales a nuestros deportistas. “Los estudiantes tienen una potencia inmensa, pero son ustedes quienes la resaltan, gracias a su esfuerzo y dedicación”, dijo. La participación de nuestros deportistas en las Universiadas se debe no solo a la Dirección de Bienestar Universitario que apoya a los deportistas de representación, sino también a la Fundación Universidad de Antioquia, que confió en el proyecto y patrocinó a la delegación en su viaje al país de Asia Oriental, donde seguramente, con los valores y principios que identifican a Ana María Pérez, Gloria Amparo Hinestroza y Daniel Mejía, los nombres de Colombia y de la Universidad de Antioquia quedarán en alto.
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Por SERGIO URQUIJO
Investigar en el terreno Jamie Guth, encargada de comunicaciones de TDR, señaló que “estas becas están dirigidas a la investigación en implementación, un enfoque que estudia los sistemas de salud y sus cuellos de botella”. Así, se estudian, en escenarios reales y desde variadas perspectivas, las limitaciones que existen para la puesta en marcha de estrategias de
Ilustración: Christian Benavides
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a Organización Mundial de la Salud escogió a la Facultad Nacional de Salud Pública —FNSP— como uno de los siete operadores, en el mundo, de los posgrados internacionales del Programa especial de entrenamiento e investigación en enfermedades tropicales —TDR—. El programa fue creado en 1975 como una apuesta de la Organización Mundial de la Salud —OMS—, Unicef, el Banco Mundial y la Agencia de la ONU para el Desarrollo —PNUD—, para fortalecer la investigación e implementación de estrategias de salud pública orientadas a combatir las enfermedades asociadas a la pobreza. A partir de 2016, los esquemas de entrenamiento de profesionales, que antes se hacían en la sede de Ginebra, Suiza, se llevarán a cabo directamente en las regiones más afectadas por dichas enfermedades, operadas por universidades de prestigio de cada región. Un total de 49 universidades del mundo se postularon para operar los programas en las respectivas regiones, mediante posgrados ya establecidos. Tras un proceso de selección en el que fueron evaluadas características como capacidad instalada, claridad en la reglamentación, experiencia en investigación y trabajo multidisciplinario, la FNSP fue escogida como operador del programa para toda América Latina. “El TDR halló en la Universidad de Antioquia un personal altamente cualificado y unos sólidos programas de maestría y doctorado”, señaló desde Ginebra el director del programa, John Reeder, refiriéndose a los posgrados en Epidemiología, Salud Pública y Salud Mental. Carlos Rojas Arbeláez, quien coordina el esquema en la FNSP, señaló la fortaleza del énfasis multidisciplinario: “Se trabaja en alianza con otras dependencias y grupos que investigan estas enfermedades en las facultades de Medicina y Ciencias Agrarias, el Instituto de Biología y la Escuela de Microbiología”. Y agregó que los programas serán conducidos por el grupo de Epidemiología, que ha estado clasificado como A1 por Colciencias durante los últimos 10 años y que es fuerte en investigación de enfermedades infecciosas.
UdeA, centro para América Latina de entrenamiento e investigación en enfermedades tropicales salud. Pretende así llevar los resultados de la investigación a escenarios de la vida real y contextos particulares, con énfasis en los puntos críticos de los sistemas de salud. Por ello, el primer paso luego de la selección de la Universidad de Antioquia como operador del programa para América Latina fue un taller sobre esta metodología, en el que por la Alma Máter participó la anterior coordinadora del grupo de Epidemiología y actual vicerrectora de Investigación, María Patricia Arbeláez Montoya. «De manera específica en investigación, el programa permite desarrollar nuevas metodologías, aportar conocimiento pertinente y consolidar a futuro una red con las universidades de los otros sitios seleccionados: Ghana, Zambia, Suráfrica, Bangladesh, Indonesia y Líbano. Además, se contará con la posibilidad de buscar financiamiento en las convocatorias internacionales promovidas por el TDR/OMS», comentó la profesora Arbeláez Montoya.
Un programa UdeA para América Latina El reto de los programas que operará la Alma Mater es grande, pues se trata de que el esquema beneficie a toda la región. “Esperamos que la Universidad pueda proyectar el programa más allá de Colombia y atraer estudiantes de
Instituciones escogidas por el TDR • Facultad de Ciencias de la Salud, American University de Beirut, • Facultad de Salud Pública James P. Grant, Universidad BRAC, Bangladesh • Departamento de Salud Pública, Universidad de Zambia, Zambia • Facultad de Salud Pública, Universidad de Witwatersrand, Suráfrica • Facultad de Medicina, Universidad Gadjah Mada, Yogyakarta, Indonesia • Facultad de Salud Pública, Universidad de Ghana, Ghana • Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, Colombia
otros países de América Latina”, indicó Jamie Guth. Las becas cubren todos los gastos de estudio, desplazamiento y estadía en Medellín de los estudiantes, durante los 2 años del programa. Se espera que la convocatoria abra en julio y que los estudiantes sean seleccionados para noviembre. Las clases y actividades de la primera cohorte comenzarían en febrero de 2016. “Estamos preparando los avisos de convocatoria que deben difundirse por todos los países elegibles de América Latina y el Caribe”, comentó Carlos Rojas Arbeláez. “Nos comprometimos a formar dos cohortes de la maestría en Epidemiología, de 16 personas cada una”. La idea es que los estudiantes que entren a la maestría desarrollen proyectos sobre alguna de las enfermedades infecciosas que son frecuentes en sus países. Por la naturaleza del enfoque de investi-
gación en implementación, estas investigaciones “estarán enfocadas en las barreras y dificultades que se presentan para implementar las intervenciones que existen para el control de estas dolencias”, explicó el docente. Para garantizar la calidad del esquema, el TDR realizará en Medellín un entrenamiento para los profesores que serán tutores de este grupo de estudiantes. “Es una gran oportunidad para la Universidad de Antioquia porque permite la integración de fortalezas de sus diferentes dependencias para el estudio de las enfermedades infecciosas”, señaló la vicerrectora María Patricia Arbeláez Montoya. “También aumenta la proyección internacional en la formación de talento humano para dar respuesta a problemas prioritarios de salud pública, y permite articular los tres ejes misionales: investigación, docencia y extensión”, observó.
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Urge incentivar la minería responsable
Por JOHN MORALES VALENCIA
La explotación de carbón representa el 47% de la actividad minera en Colombia. Este recurso natural es extraído en gran medida por pequeñas y medianas empresas mineras que, en muchos casos, son informales. La falta de conocimiento y la poca regulación de la actividad generan impactos ambientales y sociales de gran magnitud. De ahí la importancia de las herramientas propuestas por los investigadores para organizar la pequeña y mediana minería y reducir los impactos.
El impacto ambiental El proyecto, que tenía como objetivo la evaluación del impacto ambiental de la explotación carbonífera en la cuenca del Sinifaná, se realizó a partir del análisis de ciclo de vida, una metodología que busca identificar, cuantificar y caracterizar impactos ambientales potenciales, asociados a cada una de las etapas del ciclo de vida de un producto.
Foto: Facultad de Ciencias Económicas
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a cuenca carbonífera del Sinifaná, ubicada en el suroeste antioqueño, está conformada por los municipios de Amagá, Angelópolis, Fredonia, Titiribí y Venecia. Conocido por sus carbones térmicos, el distrito minero también se caracteriza porque el 95% de la explotación se hace a través de la pequeña minería, conformada, a su vez, por familias de escasos ingresos que trabajan en condiciones de seguridad laboral y social deficientes, con poca cobertura en salud y educación y una muy baja capacitación1. La producción del carbón en bruto, sustancial en el desarrollo de la región, varía según los métodos de extracción que se usan en la minería subterránea. Tal actividad ha hecho necesario identificar acciones para reducir y mitigar los impactos ambientales y sociales en el marco normativo del país. En este contexto, investigadores del Grupo de Estudios Regionales —GER—, adscrito al Centro de Investigaciones y Consultorías de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia2, se dieron a la tarea de desarrollar herramientas que reduzcan el impacto ambiental y de mecanismos que permitan organizar la pequeña y mediana minería, para contribuir, de esta manera, a la formalización de la actividad minera, a partir del conocimiento académico sobre un fenómeno de grandes dimensiones económicas, ambientales, sociales y culturales en el país. El estudio, que inicialmente beneficiará la gestión ambiental de los municipios productores de carbón en el Departamento de Antioquia, podrá ser aplicado a todas las minas como una herramienta de gestión ambiental y como referencia por parte del Gobierno para efectos de control y fiscalización.
Situación de las minas en la cuenca del Sinifaná El trabajo de campo se realizó con un grupo de pequeños y medianos mineros que están organizados en la Asociación de mineros de la cuenca del Sinifaná —Asomicsi—, por medio de la cual buscan la legalización, formalización y cualificación de su actividad. La investigación constó de cuatro etapas, en las cuales se seleccionó la metodología de trabajo, se hizo un inventario de las diferentes etapas del ciclo de vida de la extracción de carbón y se realizó la evaluación del impacto ambiental en cada fase, para identificar finalmente los mercados verdes, en los ámbitos nacional e internacional, que den valor agregado a los proveedores que han hecho inversión ambiental. Con base en los hallazgos, los
investigadores calcularon los indicadores de riesgos y propusieron técnicas de extracción, para, finalmente, determinar las técnicas más recomendadas tanto por su impacto ambiental como por su productividad. Producto de la investigación se desarrolló la “Guía para una minería más limpia del carbón”, que permite identificar cuáles son los impactos ambientales, y da claridad sobre algunas medidas para mitigarlos o para compensarlos.De este documento, se han entregado copias a la Agencia Nacional de Minería y la Secretaría de Minas, y se espera realizar convenios con entidades como Corantioquia o el Ministerio de Minas y Energía para obtener presupuesto que permita su implementación en cada región,
pues mineros de otros municipios del Departamento ya han manifestado su interés. El proyecto de investigación “Evaluación del impacto ambiental de la explotación carbonífera en la cuenca del Sinifaná, a partir del análisis de ciclo de vida”, fue desarrollado por los investigadores Harold Cardona Trujillo (principal), Uriel Fabián Carmona, Viviana Cano Chica y Ana Paulina Toro. Para más información de este y otros proyectos del Grupo puede comunicarse al correo electrónico: harold.cardona@udea.edu.coiIncentivar la minería responsable En el país son pocos los incentivos que existen para la adopción de prácticas de producción más limpias. El primer obstáculo es el mercado. En la competencia entre la minería tradicional y la minería más limpia, la primera lleva una ventaja porque en el mercad, el carbón extraído limpiamente se vende al mismo precio que el extraído tradicionalmente, pero los gastos para poder investigar e implementar prácticas responsables hacen más costosa la actividad. Otros limitantes sos la manera en que está organizado el sector minero, la falta de investigaciones que permitan identificar y reducir el impacto ambiental la débil legislación que existee falta integrar la visión de las comunidades cercanas Los incentivos por parte del Gobierno a una producción más limpia son fundamentales teniendo en cuenta que los incentivos del mercado son insuficientes. Impuestos preferenciales, subsidios, leyes y fondos para la investigación son algunos de los estímulos que se pueden implementar y así contribuir al equilibrio. Las leyes deben ser más estrictas con las maneras de producción más contaminantes, ejemplos de ello son las que se aplican en países como Estados Unidos o Alemania. 1. Cárdenas, J & Restrepo, C. (2006). Patrimonio Geológico y Patrimonio Minero de la Cuenca Carbonífera del Suroeste Antioqueño, Colombia. Boletín de Ciencias de la Tierra. 2. El grupo Estudios Regionales trabaja también las líneas: desarrollo local y regional, competitividad local y regional, organización productiva e instituciones, diagnósticos y planes de desarrollo.
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En el conversatorio participaron los expertos (de izq. a der.) Gabriel Vélez Cuartas, jefe del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas; Alejandro Uribe, profesor de la Escuela Interamericana de Bibliotecología; Francisco Collazos, investigador del Cinvestav, México; Diana Lucio Arias, del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, y Emilio Piazzini del Iner.
Foto: Dirección de Regionalización
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Investigadores cuestionan criterios de medición en ciencias sociales y humanas Por ÁNGELA MARÍA AGUDELO
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e los 274 grupos de investigación avalados por la Universidad de Antioquia en la convocatoria nacional 693/2014 de Colciencias, 247 fueron reconocidos y 237 clasificados. De acuerdo con los resultados finales, publicados en www.colciencias.gov.co en abril pasado, la Alma Máter de Antioquia es la segunda institución con más capacidad de investigación en Colombia, después de la Universidad Nacional de Colombia. En la convocatoria la UdeA logró aumentar el número de grupos de investigación categoría A y B, registra el 20% de los grupos categoría A1 en el país y 132 de sus 666 científicos son reconocidos como Investigadores Sénior. Proporcionalmente, la distribución de grupos A1 dentro de la Alma Máter, según la clasificación de Colciencias, se da en mayor medida en las áreas de ingeniería y tecnología (donde 12 de un total de 28 grupos son A1), de ciencias naturales y exactas (16 de sus 45 grupos), y de ciencias médicas y de la salud (27 de sus 99), y en menor medida en el área de ciencias sociales, humanidades y artes (3 de sus 75). Vale destacar, no obstante, que en el país la mayor proporción de grupos reconocidos por Colciencias es del área de ciencias sociales. La Universidad de Antioquia había
avalado para la última convocatoria 106 grupos de ciencias de la salud, 85 de ciencias sociales y humanas, 51 de ciencias exactas y naturales, y 31 de ingenierías y tecnologías. “Históricamente estamos en el mejor momento en América Latina, porque creció la producción científica. Ese crecimiento tiene mucho qué ver con el ingreso de revistas científicas locales a los índices en inglés, sobre todo ISI y Scopus”, afirma el investigador del Cinvestav y asesor del Atlas de la Ciencia Mexicano, Francisco Collazos. A propósito del conversatorio “Retos en la medición de la producción científica en América Latina”, que realizó la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas en febrero pasado, el experto mejicano resaltó a la geografía de las capacidades, e insistió en que “algo están haciendo bien los científicos en Colombia”, pues su producción ha crecido frente a un porcentaje del producto interno bruto destinado a la ciencia que no lo hace. Collazos ponderó la importancia de que los países de la región cuenten con sistemas de información propios para no quedar a la deriva. “Hay dos regímenes editoriales en el mundo y ellos imponen los criterios de evaluación y medición”, advirtió. Para el profesor Carlo Emilio Piazzini, del Instituto de Estudios Regionales, Iner, un camino para acceder a los rankings internacionales dominantes, específicamente ISI y Scopus, es “reconocer las formas de hacer ciencia. Es muy importante mantener la excelencia y el rigor académico, pero conforme a unos parámetros construidos
más equitativamente”. Recuerda que llegó a existir el índice nacional Publíndex, dentro de la plataforma que usaba Colciencias para asignar categorías a los grupos de investigación, “pero fue deshabilitado para favorecer los índices ISI y Scopus, y esto es más dramático aún con las ciencias sociales y humanas, que son una periferia de la periferia”. En ese sentido, el director del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Información, Alejandro Uribe, señala la urgencia de levantar una base de datos para el repositorio, porque “si no, de aquí a cinco años quienes controlan las principales bases de datos en el mundo lo harán por nosotros”, aseguró. “Debemos empezar a hacer otras cosas, como por ejemplo, un estudio bibliométrico de la producción científica de América Latina en el siglo XIX. No nos han medido por allá, entonces empecemos a medir acá”, sugirió Uribe, y agrega que recursos como el Open Access, Ciencia 2.0 (visibilidad en internet), aunque no sean reconocidos, “son una manera de posicionarnos científicamente”.
Por igualdad de oportunidades A propósito de la necesidad de ser más visibles, 31 grupos, 2 decanaturas y 2 centros de investigación del área de ciencias sociales, humanidades y artes de la Universidad de Antioquia, en carta abierta a Colciencias en abril pasado, hicieron un llamado por “un modelo (de medición) con las mismas oportunidades para todas las áreas del conocimiento; una mirada de la
investigación que pondere y estandarice, pero que a la vez reconozca las particularidades de las áreas y las formas diversas que ellas tienen de construir el conocimiento”. “Si se tienen en cuenta las discusiones realizadas a lo largo de los años, todo indica que Colciencias no ve razones de peso para aceptar un cambio radical en el modelo actual”, denunciaron. Los científicos señalaron que el modelo actual califica parcialmente el impacto de la investigación en ciencias sociales y humanidades en el desarrollo del país, ya que las soluciones dirigidas a comunidades y organizaciones “a partir de material de divulgación o procesos de participación no son valoradas con el mismo peso que la producción de un artículo científico”. De ahí que la Universidad de Antioquia esté buscando favorecer el diálogo entre las diversas áreas del conocimiento, tanto a nivel de su sistema de investigación (SUI) como de Colciencias, con el fin de concertar mediciones que hagan una adecuada valoración del resultado y del impacto de la investigación también en estos campos. “Debemos rescatar la importancia de producir un conocimiento pertinente, que ayude a transformar las realidades que se están conociendo y que cumpla con los estándares de excelencia y visibilidad internacional”, dijo la vicerrectora de Investigación, Maria Patricia Arbeláez Montoya, al destacar el trabajo que ha hecho la facultad de artes para poder valorar su producción científica.
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lombia “la ciencia sigue triste, pobre y sin un futuro claro”, pues “no hay plata para CT+I” —aunque se busca elevar los recursos a costa de la empresa privada— y “en el PND no se avizoran propuestas que impliquen un cambio de fondo”. “Se requiere elevar el papel de la ciencia, así como fortalecer a Colciencias y su relación con las instituciones; pero al contrario, venimos observando su empequeñecimiento, opacamiento y relegamiento”, señala Restrepo Zea, y advierte que dicho “relegamiento a Colciencias y, con ella, a las universidades”, está “dando más protagonismo a la competitividad y las empresas, con implicaciones en la percepción pública de la universidad”.
Por ANGELA MARÍA AGUDELO
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Faltan recursos
Foto: Archivo Periódico Ama Máter
Las universidades nos hemos manifestado frente a la necesidad de recursos que permitan realizar de una manera contundente y relativamente suficiente nuestras actividades misionales”, expresó el vicerrector General de la Universidad de Antioquia, Carlos Vásquez Tamayo, en la presentación del Plan Nacional de Desarrollo 20142018 (PND) que hizo el director de Planeación Nacional, Simón Gaviria Muñoz, en junio pasado. Entre los académicos hay inquietud frente al articulado del Plan, que no plantea un panorama cierto para la educación, llamada a ser protagonista en el proceso de transformación social y cultural, más todavía en el caso de llegarse a un acuerdo de paz con las Farc. Las inquietudes están bien fundadas, si se tiene en cuenta, por ejemplo, que el PND prohíbe que los aportes especiales para “financiamiento de infraestructura” constituyan base presupuestal para los períodos subsiguientes, y “retrotrae el año 1993 como base para definir las transferencias venideras”, como lo observa el vicerrector Administrativo de la Alma Máter, Fernando Tobón Bernal, lo cual —agrega— “podría eliminar el efecto encadenador que se ha producido con los aportes adicionales del Gobierno Nacional a las universidades estatales en lo que va corrido de vigencia de la Ley 30 de 1992”. El directivo advierte que más allá del debate de la suficiencia o insuficiencia de los recursos monetarios destinados al funcionamiento de las universidades oficiales, estas dos restricciones —contenidas en el artículo 223 del PND— “podrían implicar un cambio contundente en la forma en la que el Gobierno Nacional y los entes territoriales han venido atendiendo la financiación de estas instituciones”. Tobón Bernal indicó, asimismo, que el nuevo plan, puesto en marcha por la Ley 1753 de 2015, tendrá efectos administrativos y financieros en las universidades oficiales, dadas las transformaciones que plantea, como la creación futura de los sistemas de educación terciaria y de calidad de la educación terciaria , el modelo obligatorio para el suministro de información, la integración de los sistemas de la calidad en un solo sistema de gestión, la adopción de la política nacional de “trabajo decente” por parte del Ministerio del Trabajo para promover la generación de empleo, y la exigencia de la acreditación de alta calidad de los programas de licenciatura. Precisamente el decano de la Facultad de Educación, Carlos Soto Lombana, llama la atención sobre el plazo perentorio de dos años que se da a los programas académicos de licenciaturas que lleven
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El PND le queda debiendo a la educación pública superior cuatro cohortes de egresados para que obtengan la acreditación de alta calidad. “Esta medida va a tener un efecto en el contexto nacional, en la extensión de los programas para las regiones, que se fundamenta en la obtención de un registro calificado. Tenemos todos los programas de licenciatura certificados con alta calidad en Medellín, pero ahora no es factible tener estos mismos programas ofreciéndose en Urabá, Bajo Cauca… y todas las sedes nuestras”, dice. En relación con el Sistema nacional de ciencia y tecnología, la vicerrectora de Investigación, María Patricia Arbeláez Montoya, subraya cómo el plan incluye escasos artículos que hacen referencia a ciencia, tecnología e innovación, y que orientan este tipo de avances a la competitividad, a la cesión gratuita de propiedad intelectual de productos obtenidos con recursos públicos, a la transferencia de conocimiento a través de parques
tecnológicos y a la contratación de acceso a recursos genéticos.
Por el rol de la ciencia “Esta orientación subestima el gran potencial que la ciencia, la tecnología y la innovación tienen en la comprensión de procesos sociales que contribuyen a la educación y la paz, y a la mejora de las condiciones de vida para la equidad social, lo que pone en evidencia el escaso valor que tiene la ciencia en los procesos de conducción del Estado colombiano, como debiera verse reflejado en las grandes apuestas de planificación que hace el país”, afirma la vicerrectora. “Hemos encontrado un gran desbarajuste institucional, pese a que llevamos más de cuatro años reclamando una política en materia de ciencia, tecnología e innovación (CT+I) que mantenga y fortalezca el rol de la ciencia y la academia”, afirma el profesor Jairo Humberto Restrepo Zea, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Alma Máter. El docente resalta que en Co-
A este panorama se agregan las necesidades en la asignación de recursos. Óscar Durán, de la Oficina Asesora de Planeación del Tecnológico Pascual Bravo, resalta, por ejemplo, que las metas en el PND quedan muy bien plasmadas, pero en la práctica “difícilmente se pueden alcanzar por la falta de recursos”. El director de Planeación de la Universidad Nacional de Colombia, Carlos Garzón, afirma que el Plan no propone una estrategia de sostenibilidad financiera de largo plazo para las instituciones de educación superior estatales. “Con la situación actual de las finanzas públicas en la práctica seguiremos con la misma política de hacer más con lo mismo o con menos y seguir modificando la Ley 30 de 1992 a cuenta gotas”, afirma. De ahí la urgencia —observa— de que el Estado se comprometa “con la financiación plena de los gastos de funcionamiento de las universidades públicas que se derivan de su crecimiento, dado que en este momento estas instituciones están sufragando parte de estos gastos con recursos propios, afectando su inversión y limitando su ampliación y el mejoramiento de la calidad”. El mecanismo de financiación para la oferta pública, según Garzón, exige definir un nuevo punto de partida en la distribución de recursos para todas las instituciones, por lo que “se requiere aumentar la base presupuestal en el monto que se ha evaluado por el Sistema Universitario Estatal (SUE) como de déficit de supervivencia”. No obstante los reparos, el profesor de Economía Jairo Humberto Restrepo propone una lectura esperanzadora, y destaca que el PND plantea la necesidad de construir una visión de largo plazo en donde se puedan formular políticas integrales en ciencia, tecnología e innovación. Asimismo, señala la urgencia de reestructurar o, más bien, reconstruir a Colciencias, “así como sus relaciones con diversos grupos, entre ellos las universidades, porque están muy deterioradas”, comenta.
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Mega-auto urbano reg índice de desempeño institucional y el índice de gobierno abierto. Los riesgos radican en posibles alteraciones en la movilidad de la población rural, en la reubicación de la población y en los cambios fuertes en los modelos socioculturales asociados a la generación de ingresos.
Foto: Sergio Urquijo
Los componentes
El presidente Juan Manuel Santos instó al vicepresidente de la República, a la ministra de Transporte y al director de la Agencia Nacional de Infraestructura a seguir el ejemplo de Antioquia para que se adelanten estudios similares en el resto de megaproyectos en el país. Por SERGIO URQUIJO
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urante los últimos dos años, grupos de investigación del Instituto de Estudios Regionales, INER, y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, y de la Universidad Pontificia Bolivariana, en un proyecto con la Gobernación de Antioquia financiado con recursos de regalías, evaluaron las implicaciones de las llamadas autopistas para la prosperidad, que se construirán en el departamento y que buscan optimizar la accesibilidad entre las regiones de Antioquia, el mar y el resto del país. Claudia Puerta Silva, investigadora del Iner y directora del proyecto1, explica que “la investigación diferencia dos momentos para la comprensión de las implicaciones de las autopistas: la construcción y la puesta en marcha. Por un lado, identifica los beneficios y riesgos ocasionados por la construcción o adecuación de las vías. Por otro lado, proyecta las implicaciones, o transformaciones estructurales, relacionadas con los cambios en los patrones de accesibilidad —en general reducción de tiempos de desplazamientos—”. Con esta información, se definieron las oportunidades de los territorios antioqueños relacionadas con las autopistas y se señalaron lineamientos de política pública, que, como explica la profesora Puerta Silva, servirán de insumo a
los gobiernos del Departamento y los municipios para formular políticas que potencien el bienestar social y el emprendimiento económico y para adecuar el ordenamiento urbano y rural. “Otros actores, como la sociedad civil, los empresarios y los concesionarios podrán informarse a partir de los hallazgos del proyecto para emprender iniciativas y mejorar su gestión”, añade Puerta Silva. La Gobernación encargó el estudio para tener un panorama científico de las implicaciones de una obra de tal tamaño y evitar así la desarticulación común en las grandes obras de infraestructura. “Contactamos a la UdeA y a la UPB para que le pusieran todo el rigor científico de un estudio multidisciplinario”, comentó el gobernador Sergio Fajardo durante el acto de presentación de resultados, el 18 de junio en Plaza Mayor, con la presencia del presidente Juan Manuel Santos y del gobernador Sergio Fajardo Valderrama.
Complejidad y territorio La evaluación de las implicaciones para ambos momentos se hizo desde cuatro componentes o dimensiones de análisis: físicoespacial, económica, sociodemográfica y político institucional. Se desarrolló una ruta que poco a poco fue conformando una metodología original para este tipo de estudio. “Fue una de los mayores apuestas: articular modelos, instrumentos y técnicas, desde tan diferentes enfoques, que permitieran visualizar un problema tan complejo y
procesos tan dinámicos”, señala Katerine Montoya Castañeda, comunicadora del proyecto. Tras recorrer los tramos de las autopistas y los municipios implicados, el equipo investigador detectó algunos actores clave: alcaldes, secretarios municipales, líderes comunitarios y comunidades étnicas, gremios, entre otros. El equipo de cada componente realizó entrevistas semiestructuradas con dichos actores para averiguar qué saben de las autopistas para la prosperidad y cómo se han preparado para el impacto. El otro insumo fundamental de cada componente fue la información suministrada por alcaldías y por dependencias departamentales como las secretarías de la Gobernación, así como mapas y datos del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, la Agencia Nacional de Infraestructura y el DANE. Sobre los datos recopilados, los investigadores aplicaron modelos validados, para hacer evaluación y proyección de los riesgos, oportunidades y capacidades que tienen los municipios frente a la etapa de construcción y de operación de las autopistas. Los hallazgos del estudios identificaron como oportunidades que habrá durante de la construcción la generación de valor agregado y el empleo, efectos de corta duración. Se evaluó la capacidad de los núcleos urbanos para atraer inmigrantes y turistas y para generar infraestructura urbana, así como las oportunidades ambientales, el
El componente físico-espacial, buscó “identificar, mediante técnicas de análisis espacial, los patrones de transformación del sistema urbano regional en el departamento de Antioquia”, según indica la arquitecta Bibiana Patiño Alzate, investigadora de UPB que coordinó el componente. El componente sociodemográfico, coordinado por la antropóloga Elizabeth Arboleda, buscó “identificar las implicaciones de las autopistas en las condiciones de protección social y vulnerabilidad sobre las poblaciones del Departamento”. El componente político-institucional exploró el delicado tema de las capacidades políticas de los municipios implicados. “Hicimos un análisis de gobernanza para los municipios del Departamento a partir de una lectura de contexto y del análisis y cruce de tres temas: capacidad de la gestión pública estatal, conflicto armado y violencia; luchas sociales y acción colectiva; y poderes políticos locales”, explica César Otálvaro Sierra, coordinador del componente. Y los desafíos que las autopistas presentan para que los sectores público y privado aprovechen las oportunidades de crecimiento y generación de empleo fueron analizados por el componente económico, coordinado por Jorge Lotero Contreras. Es de destacar la participación de estudiantes de posgrado que desarrollaron sus proyectos en el marco de la investigación. Julián Pérez Ríos, antropólogo y estudiante de la maestría en Estudios Socioespaciales del INER, hizo parte del equipo del componente sociodemográfico. En sus manos estuvo analizar la inmensa cantidad de información generada, especialmente cualitativa. “En un principio, se trató de buscar la incidencia de antiguos proyectos carreteros en Antioquia, como la vía al mar y la autopista MedellínBogotá, los cuales se caracterizaron por sus propias dinámicas históricas y regionales”, comenta Pérez Ríos. “También se exploraron experiencias internacionales, buscando patrones o similitudes en la incidencia en la
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opistas cambiarán el modelo gional de Antioquia tamento pasará de 4,5% a 6%. Se calcula que la etapa de construcción podrá generar 190.000 empleos, aunque como limitación está el bajo nivel de formación profesional en los municipios, donde menos del 5% alcanza formación técnica y menos del 2% tiene educación superior.
población de megaproyectos de infraestructura en transporte”, añade.
Resultados
Conocimiento al servicio de entidades, municipios y ciudadanos Uno de los mayores resultados es el conjunto de información útil y organizada que se entregó a la Gobernación como insumo para una mejor toma de decisiones en el proyecto de autopistas para la prosperidad, junto con los lineamientos para el diseño de políticas públicas. Se está generando también un sitio web, www.implicacionesautopistas.org, en el que a partir de agosto de 2015 se podrá acceder a un atlas con información nacional,
Ilustración: Felipe Uribe
Los resultados de la investigación fueron presentados como oportunidades, prioridades, tendencias y desafíos, tanto para la fase de construcción como para la de implementación. La información completa se publicará a partir de agosto, pero algunos avances permiten vislumbrar la importancia de los hallazgos. Por ejemplo, desde el componente espacial se reveló información vital para los planes de ordenamiento y desarrollo de los municipios. “Se halló que habrá una alta fragmentación en los predios rurales en los municipios, lo que generará un cambio drástico en los usos del suelo y los paisajes culturales”, afirma Bibiana Patiño Alzate. “También habrá fragmentación ecológica y cambios en los ciclos hidrológicos, con importante incidencia en las fuentes que captan agua para los acueductos veredales”, señaló la investigadora, “y una presión sobre las infraestructuras de servicios públicos y servicios sociales y sobre la red vial, por el aumento de población flotante y por los ciclos de obra”. A largo plazo, el modelo urbanoregional del departamento de Antioquia se modificará debido al cambio en la posición relativa de algunas cabeceras municipales. “Aumentará significativamente el potencial de desarrollo de municipios de frontera como los de Urabá, Caucasia y Puerto Berrío”, indica Patiño Alzate. Desde lo político-institucional, además de identificar cambios estructurales en el sistema urbano-regional del departamento, la investigación detectó las condiciones de los municipios para enfrentar los cambios, y que se requerirá un fuerte acompañamiento del gobierno departamental para los que están menos preparados. “La idea es que este sea el inicio de una estrategia de gestión social en la cual los entes municipales, la Gobernación y la ciudadanía adquieran roles activos y estratégicos en los proyectos de gestión vial, entendiendo que dicho proceso supera la construcción de infraestructuras y entra a influenciar procesos de desarrollo territorial”, indica el investigador César Otálvaro Sierra. Una proyección impactante en la dimensión económica es que, de aprovecharse las oportunidades de la fase de operación de las autopistas, la tasa de crecimiento del producto interno bruto del Depar-
departamental y de los municipios influenciados por las autopistas, analizados desde los diferentes componentes. Contendrá videos y algunas fichas municipales, donde se consigna la información pertinente a los municipios que reciben los mayores efectos de la construcción de las vías. “Este proyecto ha sido un reto metodológico para los investigadores y ha generado un cúmulo importante de información y de resultados”, señala Claudia Puerta Silva. “Hubo que construir índices complejos que sintetizan las relaciones entre múltiples variables, así como modelos de análisis integrales y espaciales”. La investigadora remarca la confluencia de saberes: antropología, economía, arquitectura, y de campos, como la planeación, el urbanismo, la demografía y la estadística: “Hay muchas innova-
ciones metodológicas que seguramente serán acogidas por otros grupos y entidades”. “Los hallazgos que allí se logran demostrar les permitirán a muchos actores tomar decisiones informadas, basadas en evidencia, que serán, además, el inicio de renovadas maneras de entender el territorio antioqueño, y sus dinámicas económicas, sociales, políticas y espaciales, en conexión con el resto del país” concluye la profesora Puerta Silva. El presidente Juan Manuel Santos felicitó a la Gobernación y a las universidades por este proyecto. “Qué bueno seguir el ejemplo de Antioquia, y medir el impacto social y económico de las grandes obras que se están desarrollando en el país”, afirmó el mandatario en el acto de presentación de resultados. 1. De febrero a octubre de 2014 el director del proyecto fue el economista Jaime Piedrahita.
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Foto: Facultad de Educación
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Graduados del Diploma en evaluación de programas y políticas públicas en educación.
Facultad de Educación forma evaluadores de la calidad educativa La Facultad de Educación, en una alianza público-privada, adelantó un curso para cualificar el talento humano que hará parte de los pares evaluadores de los premios a la calidad de la educación de Medellín y Antioquia.
Por CRISTINA TORRES RIVERA
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ortalecer las competencias, conocimientos y habilidades de los profesionales interesados en desempeñarse como pares evaluadores de las instituciones educativas de Medellín y Antioquia que se postulan a las diferentes categorías del Premio a la calidad de la educación. Tal fue el propósito del Diploma en evaluación de programas y políticas públicas en educación El diploma, desarrollado bajo la modalidad virtual, trabajó los módulos educación y políticas públicas; gestión educativa en clave de mejoramiento continuo; la evaluación como insumo para la política pública en educación, y el informe de evaluación como herramienta estratégica para la gestiones, mediante herramientas de comunicación digital como foros, redes sociales, recursos audiovisuales y textuales, tales como videos, documentos e infografías. Luz Celina Calderón, coordinadora académica de los Premios a la Calidad de la Educación Antioquia la más educada y Maestros para la
vida de Medellín, expresó durante el cierre del diploma, el martes 23 de junio, que lo importante de este tipo de formación no solo consiste en ser par académico del premio, sino en ser mejores maestros. “Esa es la apuesta más grande que hacemos todos los aliados de estas estrategias y por supuesto la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia; creo que si eso lo logramos, ganamos todos, ser mejores maestros, mejores directivos y estar cada vez más y mejor formados para aportar a las instituciones educativas y a los maestros para que la calidad educativa repunte y de cuenta de lo que queremos, más y mejores aprendizajes de todo orden, no solo académico, sino aquello que hace mejores seres humanos a nuestros niños, niñas, jóvenes y a nuestros pares: los maestros”, dijo Calderón. Julio César Carmona Correa, profesor universitario, expresó que la decisión de hacer el Diploma en evaluación de programas y políticas públicas en educación responde a los retos que tiene la educación actual con respecto a la calidad. “Pienso que la Universidad ha dado un paso muy importante ofreciéndonos la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, pero también a partir de la experiencia hacer una transferencia hacia las
instituciones educativas en pro del mejoramiento de ellas mismas para el posicionamiento. Es un diplomado virtual como muy pocos, por la calidad, el compromiso de la Universidad, de los organizadores, por el enfoque y por la visión”, resaltó Carmona Corrrea. Para Luz Marina Ordoñez Molina, quien actualmente adelanta estudios de doctorado en política pública, el curso le permitió cualificarse y ver de manera integral todas las gestiones de las instituciones educativas y las diferentes categorías del Premio a la calidad de la educación. Ricardo León Gómez, coordinador del diploma, observó que con este proceso académico se vio la necesidad de implementar un programa de formación sobre políticas públicas en educación que sea enfocado no solo al Premio a la calidad de la educación, sino también a un público más general. Los aliados del Premio a la calidad de la educación que hicieron posible este Diploma son la Universidad de Antioquia a través de su Facultad de Educación, Proantioquia, la Gobernación de Antioquia, el Municipio de Medellín y los medios de comunicación Teleantioquia, El Colombiano y El Mundo. La Universidad de Antioquia otorgó becas equivalentes al 70%
del valor del diploma y cada participante sufragó el 30% restante. El total de profesionales certificados fue de 54. De acuerdo con Ricardo León Gómez, todos los participantes cumplen con la formación y el perfil para ser evaluadores de los premios a la calidad de la educación de Medellín y Antioquia. Carlos Soto Lombana, decano de la Facultad de Educación, resaltó la experiencia formativa, en la medida que se constituye en el primer avance que la dependencia hace en los últimos años en el contexto de la metodología b-learning. “Con esta experiencia —expresó Soto Lombana— estamos avanzando en consolidar nuevas propuestas de pregrado y posgrado que hagan uso de metodologías virtuales y de educación a distancia, lo que repercutirá de manera importante en la apuesta de regionalización que la Universidad de Antioquia debe hacer en los próximos años”. En ese sentido, el Decano planteó que las nuevas disposiciones del Ministerio de Educación Nacional, sobre la formación de los profesores, no dejan otra alternativa a las facultades de educación que revivir los programas a distancia, con enfoques metodológicos renovados y soportados en medios tecnológicos de última generación.
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Nuevas maestrías en finanzas, políticas públicas y gestión del talento humano • Maestría en Finanzas Su línea de estudio se centra en la disciplina financiera tanto en el ámbito de las finanzas corporativas, como en las inversiones y en las finanzas de los mercados de valores y capitales. Cuenta con el respaldo del Grupo de investigación en finanzas y es coordinada por los profesores Jaime Andrés Correa García, magíster en Ingeniería Administrativa de la Universidad Nacional de Colombia, y César Giraldo Prieto, magíster en Administración de Empresas de la Alma Máter. Abrió convocatoria para el semestre 2015-2-
• Maestría en Gestión del Talento Humano Será ofrecida para el semestre académico 2016-1, con el respaldo del Grupo de investigación en comportamiento humano organizacional. Los estudiantes obtendrán los conocimientos necesarios para fomentar el desarrollo integral del ser humano y el logro de los objetivos organizacionales desde las dimensiones humanista, científica y de gestión, por lo que el egresado podrá desempeñarse como gestor, consultor e investigador en diferentes tipos de organizaciones públicas y privadas. La maestría será coordinada por la profesora Bibiana Gómez Granada, Magíster en Educación y Desarrollo Humano (CINDE, Universidad de Manizales).
• Maestría en Políticas Públicas Adscrita al Departamento de Economía, le permitirá al profesional desarrollar habilidades y competencias para el análisis, creación y evaluación de políticas públicas que promuevan el desarrollo económico y la equidad en la sociedad. Incluye un componente riguroso de evaluación de política pública, con énfasis en las herramientas de la economía para entender las políticas públicas. En modalidad presencial y de profundización, se espera ofrecerla en el semestre 2016-1, afirma su coordinador, el profesor Danny García Callejas, Doctor en Políticas Públicas de la University Of Massachusetts (Estados Unidos).
Todos los programas se ofrecerán en la Sede de Posgrados de la Alma Máter, ubicada en el sector de la Aguacatala (Medellín), en modalidad presencial, y tendrán una duración de cuatro semestres académicos, tiempo en el que los futuros magísteres tendrán a su disposición, además de una excelente planta profesoral (con estudios de maestría y doctorado), el apoyo y asesoría por parte de los diez grupos de investigación de la Facultad, según su interés de profundización; además de la oportunidad de crear redes de trabajo con algunas instituciones aliadas y/o invitados nacionales e internacionales. Para más información de nuestros programas, puede comunicarse a los teléfonos (57 4) 219 58 32- 219 58 33 o al correo electrónico: posgradoseconomicas@udea.edu.co o en el sitio web: http://economicas.udea.edu.co.
Maestría en Agronegocios
Foto: Archivo Periódico Ama Máter
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uego de obtener del Ministerio de Educación Nacional los respectivos registros calificados, la Facultad de Ciencias Económicas dará apertura a tres nuevas maestrías, enfocadas a cualificar a los profesionales de la región en áreas que inciden directamente en la toma de decisiones y en la gestión de la competitividad de las organizaciones, tanto públicas como privadas. En la configuración de las maestrías en finanzas, en gestión del talento humano y en políticas públicas, cumplieron un rol fundamental los docentes e investigadores de los Departamentos de Ciencias Administrativas, Ciencias Contables, Economía, y Estadística y Matemáticas, por el aporte en la construcción pedagógica y metodológica de los nuevos posgrados, asegurándose que respondan no sólo a las necesidades del mercado laboral, sino también a algunas problemáticas de la sociedad, bajo altos estándares de calidad. “La aprobación de estos tres programas, tanto por el Consejo Superior Universitario como por el Ministerio de Educación Nacional, es un paso importante que da la Facultad en el fortalecimiento de la formación avanzada, y en el desarrollo de la región, desde la especialización del capital humano social” afirmó el decano Ramón Javier Mesa Callejas.
La Facultad de Ciencias Agrarias, en conjunto con la Facultad de Ciencias Económicas, ofrece la Maestría en Agronecios, la primera en el departamento en esta área y la segunda a nivel nacional, para orientar a los profesionales que se desempeñen en las organizaciones del sector agrario de manera que contribuyan al desarrollo tecnológico, la innovación y la competitividad de los negocios en el agro. En Antioquia la maestría llena un vacío, pues no existe una oferta de posgrados direccionada a fortalecer las capacidades gerenciales de los profesionales de ciencias agrarias. Podrán aspirar “todos los profesionales de diferentes áreas que estén decididos a liderar con éxito la gestión de los agronegocios”, señala Dursun Barrios, coordinador del posgrado, quien observa que el egresado tendrá competencias para gestionar soluciones innovadoras a las necesidades de las organizaciones del sector agrario, bajo un enfoque de responsabilidad social, calidad humana y orientación hacia los mercados globales. La maestría tiene una duración de cuatro semestres presenciales, con modalidad de profundización e investigación y posibilidad de horarios entre viernes 17:00 a 21:00, sábado 8:00 a 14:00. Las inscripciones se abrirán en el segundo semestre de 2015 para iniciar clases en febrero de 2016. Contacto: maestriaagronegocios@udea.edu.co. Teléfono (4) 2199127.
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Mentorías: una iniciativa para disminuir la deserción Por JUAN ESTEBAN VÁSQUEZ MEJÍA
Foto: Facultad de Comunicaciones
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a Facultad de Comunicaciones puso en marcha una iniciativa para brindar acompañamiento integral a los estudiantes de los primeros semestres, facilitar su adaptación a la vida universitaria y, de esta manera, disminuir los índices de deserción. Se trata del Plan piloto de mentorías y tutorías, el cual hace parte del plan de acción de la Decanatura para el periodo 2013-2016. El proyecto involucra a docentes tutores, quienes orientarán y supervisarán a los estudiantes de semestres avanzados (entre el tercero y sexto semestre lectivo), que serán los “mentores”, en su proceso de acompañamiento a los “telémacos” o estudiantes recién vinculados a los diferentes pregrados de la Facultad, en asuntos como calidad académica y beneficios en la Universidad. Esta relación entre pares se convierte en un elemento de suma importancia ya que aporta al aprendizaje significativo, a la retroalimentación y ayuda a la identificación de alertas tempranas sobre situaciones que pueden ocasionar que un estudiante no continúe con su formación. Según el Sistema para la prevención de la deserción en las instituciones de educación superior —Spadies— en Colombia, en 2014 la deserción alcanzó el 48%, lo que significa que cerca de uno de cada dos estudiantes que ingresan al sistema no culminan sus estudios. En la Universidad de Antioquia el índice fue del 42%. En lo que respecta a los programas de pregrado de la Facultad de Comunicaciones, la tasa de deserción en el periodo 2014-2 se comportó de la siguiente manera: Comunicaciones: 2,71%, Comunicación Audiovisual y Multimedial: 2,73%, Periodismo: 3,35%, Letras Filología Hispánica: 8,11%, y Comunicación Social - Periodismo, ofrecido en las regiones: 10,17%, Si bien los índices de deserción bajaron significativamente con respecto al semestre inmediatamente anterior, es necesario estudiar, monitorear y cuantificar los diferentes motivos por los cuales los
Docentes y estudiantes de la Facultad de Comunicaciones en una actividad preparatoria de la iniciativa que busca que universitarios ayuden a los compañeros a permanecer y desempeñarse bien en la Universidad.
estudiantes deciden abandonar la Universidad, para darles solución y garantizar su permanencia. “Estamos en una universidad pública donde hay personas con diferentes realidades socioeconómicas que no siempre garantizan la continuidad de un estudiante durante sus estudios de pregrado o posgrado. Y en ese sentido debería ser preocupación generalizada de todos los directivos universitario para que esto se disminuya”, afirma David Hernández García, decano de la Facultad.
Antecedente En octubre de 2014, a instancias del Programa de permanencia con equidad que coordina la profesora Patricia Estrada de la Vicerrectoría de Docencia, fueron invitados a la Universidad de Antioquia los catedráticos Ana Calles Doñate y Miguel Alonso García, promotores de la Red Iberoamericana de Mentorías, para explicar cómo implementaron esta estrategia en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid donde tuvo su origen. Dicha propuesta ha sido implementada en diferentes instituciones de educación superior alrededor del mundo, especialmente en las europeas. La primera en
emplearla fue la Universidad de Oxford durante los siglos XV y XVI, causando gran impacto. Ante este panorama favorable y de positivos resultados, la Facultad de Comunicaciones decidió adaptar el modelo de mentorías a su contexto. De esta manera se da inicio a la formación de 8 “tutores” y 24 “mentores” sobre temas como el perfil del joven universitario hoy, la salud mental de los estudiantes y la relación docente-alumno, para que con estos conocimientos puedan apadrinar a los 120 “telémacos” que serán parte de este proyecto en su etapa inicial. La estructura de trabajo ya está planteada y la prueba piloto se empezará a ejecutar en el próximo semestre. Los tutores tendrán a su cargo tres mentores y durante las jornadas de inducción, entre el 21 y el 24 de julio, se asignarán a cada mentor cuatro telémacos. En promedio, el estudiante “primíparo” o telémaco se reunirá dos veces al mes con su mentor y éste una vez al mes con su tutor. Las reuniones de los profesores tutores con la dirección de bienestar y el coordinador del proyecto se realizarán también una vez al mes o antes si la situación lo amerita. “Hasta el momento hemos visto el entusiasmo y compromiso de to-
dos los que están en este proyecto, que además de querer facilitar el proceso de acercamiento a la vida universitaria logra crear una cultura de colegaje y comunidad académica”, expresa Javier Castaño, coordinador de Bienestar, y agrega que la Facultad de Comunicaciones, como promotora de esta iniciativa, va a poder sistematizar el proceso de tal manera que quede fácil su implementación en otras unidades académicas”. Aunque esta metodología de trabajo es totalmente experimental, hay muchas expectativas con respecto a los avances que este proyecto pueda desarrollar, pues de acuerdo con sus alcances contribuirá al bienestar de toda la comunidad de la Universidad de Antioquia. “No podríamos decir, en un proceso que apenas empieza, que ya tenemos resultados pero lo que sí sabemos es que es una propuesta novedosa dentro de la Universidad. Esperamos que en el semestre 2015-2 y en años venideros esto se refleje en la permanencia y el aprovechamiento de los recursos que brinda la educación superior pública y, por ende, en un mayor nivel de calidad de vida para nuestros estudiantes y futuros egresados”, concluye el decano Hernández García.
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Por EDISSON CUERVO MONTOYA*
Foto: Luis Javier Londoño Balbín
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artamos por reconocer nuestra instalada dificultad de concebir a la palabra curriculum como algo más allá de un mero plan de estudios. Potencializado ello por la insipiente presencia de una definición de ese término en la legislación sobre educación superior en Colombia, dejándonos esto con una restringida concepción del vocablo, que le destina a ser entendido como un técnico y básico ejercicio de elemental planeación educativa, al cual sólo se le pone sobre la mesa cuando se está trabajando la organización de los cursos, créditos e intensidad horaria de los programas de pre y posgrado de nuestra universidad. Obviamos, entonces, muchas veces, que tras las discusiones sobre el curriculum universitario se está en realidad hablando de la identidad personal, profesional, organizativa y ciudadana de estudiantes, profesores y comunidad académica en general. Somos lo que el curriculum de nuestra Alma Máter ha hecho (y hace permanentemente) en nosotros. Pero esta dificultad no es sólo nuestra, en realidad el término curriculum, según múltiples autores, entraña una particular paradoja. Nombra algo que debe pensarse más como un proceso que como un objeto. Un proceso que va desde la validez del conocimiento seleccionado para ser transmitido en distintos niveles educativos, hasta la entrega del mismo a la comunidad discente, esto es, el proceso que tiene que ver con las instancias que “establecen” a nivel nacional e internacional el conocimiento que debe (o puede) ser impartido en centros de educación superior, la publicación de determinados conocimientos, así como la selección concreta de saberes, contenidos, teorías o investigaciones que serán tratados en las dinámicas de aula, en laboratorios, en las prácticas tempranas o profesionales y por supuesto en lo atinente a la evaluación de la calidad de los procesos educativos de una nación, de una casa de estudios de educación superior, una facultad, una asignatura o igualmente en cualquier tipo de prueba (escrita, gráfica u oral) que se realice para verificar o complementar el conocimiento recibido o entregado. El curriculum es, pues, un proceso. Hoy que estamos ante un escenario que demanda una mayor calidad en los procesos de formación universitaria en Colombia, es hora de volver a pensar en ese proceso que llamamos curriculum, el curriculum de la educación superior. Y consideramos que esto
Profesor Edisson Cuervo M.
Volver a pensar el curriculum debe pasar inicialmente con una declaratoria de voluntad política para hacer formación curricular o re-educación curricular en nuestra Alma Máter. Entre otros aspectos, por la necesidad de reposicionar las discusiones sobre el tema. Claro está que cuando refiero la idea de re-educación curricular no estoy diciendo que nos encontremos ante iletrados o legos en la materia; nuestras unidades académicas cuentan con personal que ha sido formado en el tema y que con diferentes niveles de éxito ha logrado desarrollar sus respectivos procesos de gestión curricular, de renovación, de integración y de
transversalidad. Es muy importante, de entrada, reconocer los buenos procesos llevados a cabo en las facultades de Medicina, de Ingeniería, de Educación, de Ciencias Agrarias y de Derecho y Ciencias Políticas, y en el Instituto de Filosofía, para mencionar solo algunas experiencias. Y todo esto desde sus propósitos de renovación curricular, evaluación, mejoramiento y acreditación de programas. Cuando hablo de voluntad política para reposicionar el curriculum en la Universidad de Antioquia, me refiero a que se puedan generar espacios de construcción, debate y diseño curricular conjunto en y para
la Universidad. Y, por supuesto, ello desde un enfoque deliberativo y democrático. Es importante equilibrar las diferentes unidades académicas en cuanto a las potencialidades y capacidad que en materia curricular tenemos como centro de estudios superiores, promocionando igualmente a las unidades académicas que así lo requieren, en cuanto a buenas prácticas curriculares. Siendo claro que, como Universidad, debemos tratar de consolidar una política curricular universitaria que reconoce por supuesto las buenas prácticas realizadas o que están en ejecución, coadyuvando igualmente a que esto se haga de manera conjunta y democrática, con unas directrices curriculares universitarias mínimas, con elementos innegociables como la libertad de cátedra y la autonomía universitaria. De esta manera podemos decir que la misma Universidad de Antioquia, de manera autónoma, puede ser quien defina no solo lo que está entendiendo por calidad educativa, sino que es ella misma quien puede definir y posibilitar (deliberativamente) su propio curriculum, en pro de lógicas y estrategias de diseño curricular integrales y flexibles, pasando por dinamizar la transversalidad curricular desde problemas tanto científicos como sociales actuales y con discusiones conjuntas como por ejemplo el conflicto, el posconflicto, el cambio climático o las fluctuaciones económicas actuales, entre otros problemas contemporáneos, que deben hacer parte de los curricula que son pertinentes para una sociedad como la nuestra, que tiene determinadas dinámicas y situaciones, que demanda (y demandará) un profesional más idóneo para desenvolverse en tales contextos. Finalmente, cabe destacar por esta vía argumental, la particular potencialidad curricular que nos ofrece un reto como el del Programa de Regionalización de nuestra Universidad de Antioquia, en el cual confluyen temas como el de contextualización, flexibilidad curricular, integración de contenidos, diseños curriculares conjuntos entre unidades académicas, entre otros. Así como también la posible perspectiva de que no solamente se lleva conocimiento de Medellín a las subregiones de nuestro Departamento, sino que también aprendemos de ellas, un verdadero camino curricular de ida y vuelta. Es relevante pues “volver a pensar el curriculum” de nuestra Alma Máter. Profesor ocasional de la Seccional Suroeste. Dirección de Regionalización - Facultad de Educación. Email: edisson.cuervo@udea. edu.co
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Dice Nobel de Física:
“Si no se educa, es difícil hacer ciencia y generar bienestar”
Foto: Sergio Alzate
es difícil hacer ciencia y generar bienestar”, precisó el francés, profesor en The College de France. Frente a un auditorio completamente lleno, con transmisión en vivo por televisión y vía livestream, Haroche y Wineland contestaron las preguntas de estudiantes, profesores o simples aficionados a las cuestiones científicas. ¿Cómo podríamos entender la luz? ¿Lo contrario a la oscuridad? “Es difícil responder a esa pregunta. Qué se entiende como oscuridad, ¿la ausencia de luz, la oscuridad de tus ojos?”, respondió Haroche con su seriedad e inglés salpicado de pronunciaciones francesas. Otra de las inquietudes despertadas en el auditorio fue la posibilidad que la luz, al poder ser convertida a masa, tuviera peso. “Desde que Einstein nos dejó la famosa fórmula de E=MC², hasta ahora, sabemos que es posible transmutar la luz en masa, así que sí, creo que eso responde a la pregunta”, contestó Wineland. Sin embargo, más allá de esta charla inaugural de Colombia en el año de la luz, los dos científicos participaron en diferentes conferencias donde se discutieron temas de física, matemática y, cómo no, la luz, su aplicación en la vida cotidiana y la manera en cómo el hombre ha llegado a comprenderla. No obstante, además de los dos ganadores del Premio Nobel de Física, el evento, realizado los días 18 y 19 de junio, contó con la participación de científicos de diversas partes del mundo. El canadiense William George Unruh y el francés Alain Aspect, quienes hablaron sobre la era cuántica. También estuvieron presentes el brasileño Paulo Soares Guimarães y el físico de Francia Jean Pierre Galaup. Por su parte, la cuota colombiana estuvo representada por John Henry Reina, de la Universidad del Valle, Ana María Rey, de la Universidad de Colorado, y por los profesores investigadores de la Universidad de Antioquia Boris Rodríguez y Alejandro Mira.
De izquierda a derecha, Nicolás Naranjo en diálogo con los premio Nobel de Física 2012 Serge Haroche y David Wineland, en el Parque Explora.
Por SERGIO ALZATE
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omo un contraste, una luz y una sombra, David Wineland y Serge Haroche conversaron en el acto inaugural de Colombia en el Año internacional de la luz. El primero, un norteamericano afable, de recio bigote blanco y maneras suaves; el segundo, un francés con un toque de parquedad y sofisticación en sus palabras. Y ambos ganadores del Premio Nobel de Física en 2012, por sus estudios sobre óptica cuántica y la manera como interactúan la luz y la materia. Reunidos frente a un auditorio en el Parque Explora, el motivo de su visita fue la participación en el evento Colombia en el año de la luz. Una iniciativa por parte de Medellín y Bogotá, que involucró a varias universidades como la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional y Eafit, entre otras entidades, para articularse a lo que la ONU denominó como “2015: el Año internacional de la luz y las tecnologías basadas en la luz”. Desde latitudes diferentes, ambos científicos cuando niños sintieron curiosidad por la ciencia. “La complejidad de algo tan aparentemente simple como las matemáticas, y su repercusión en la vida, me impresionó hondamente en el colegio”, recordó Wineland. Por su parte Haroche destacó la inmensidad de la ciencia al ser capaz, tras
el entrecruzamiento de un par de fórmulas, de “elevar un cohete”. Se conocieron a mediado de la década del ochenta. “Pero ya conocía de él, de Serge, desde antes por sus publicaciones”, contó el estadounidense que se desempeña como profesor en la Universidad de Colorado. Desde esos primeros compases de amistad, hasta ahora, galardonados por la Real Academia de las Ciencias de Suecia, han ido cultivando una relación de camaradería que trasciende lo netamente científico. Sin embargo, a pesar de la pasión por la exactitud de la ciencia, ambos premios Nobel son conscientes de la necesidad de un balance entre lo exacto y lo humano. ¿Qué pueden aprender las personas de la ciencia? ¿Cómo incide esta en los problemas sociales? O, en el caso colombiano, ¿cómo ayudaría a una posible resolución pacífica del conflicto armado? El científico estadounidense resaltó la capacidad de llegar a consensos en los saberes exactos. “Un lenguaje en común”, así llamó a la posibilidad de aceptar una misma dirección, una vía global que permitiría un mayor entendimiento entre partes y, finalmente, entre todos. Por su parte, Serge Haroche cree, tal como lo manifestó, que el proceso de paz en Colombia solo puede florecer si hay justicia social que complemente todo lo demás. “Pero, por encima de todo, es necesario un buen sistema educativo que potencie la innovación y la investigación. Si no se educa,
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Instalación del Consejo Técnico Departamental de Enfermería La secretaria seccional de Salud y Protección Social de Antioquia, Luz María Agudelo y el asesor de la secretaría de Educación de Antioquia, Alonso Hoyos, instalaron en mayo el Consejo técnico departamental de enfermería, en cumplimiento de la ley 266 de 1996. De ese Consejo hace parte la decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, Sandra Catalina Ochoa, quien participó de la instalación junto con sus similares de las universidades Pontificia Bolivariana y Católica de Oriente, además de los representantes de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia —ANEC—, y de la Liga de Usuarios. El Consejo impulsará políticas regionales de desarrollo de la enfermería, en estrecha relación con las instituciones de salud y las necesidades de los profesionales que ejercen en diferentes áreas del departamento; además, podrá establecer mecanismos de integración, cooperación, comunicación, concertación y compromiso con los entes gubernamentales, sector educativo de enfermería, distintos actores comunitarios, organizaciones gremiales de salud, procurando la intervención y visibilidad en las necesidades sociales de la población en la región. Entre sus funciones también se encuentra la coordinación y asistencia técnica a las autoridades de salud del departamento y el municipio en la formulación de planes y programas relacionados con la atención de salud y las intervenciones de enfermería; la elaboración de planes proyectivos para la prestación de los servicios de enfermería del Departamento, en todos los niveles y áreas de prestación de servicios de salud, identificando la demanda de recurso humano en enfermería. Igualmente, aportará criterios para la formación, educación continuada, dotación, distribución y calidad del empleo, entre otros.
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Foto: Samuel Ruiz Villa. Banco de imágenes Facultad de Ingeniería
lidad virtual porque me permitió acercarme al conocimiento de la Universidad de Antioquia. Estudiar en Ude@ fue la posibilidad, por ejemplo para mí que fui un estudiante trabajador, de acercarme al conocimiento universitario, y no a cualquier universidad, sino a la Universidad de Antioquia. ¡Eso es lo que me parece más importante!”, manifiesta el egresado de Ingeniería de Telecomunicaciones, Carlos Lopera,” en entrevista realizada por la emisora Ude@ Suena.
Ude@ cumple una década de educación virtual Desde su creación, Ude@ ha superado diferentes retos y ha alcanzado importantes logros y alianzas con organizaciones públicas y privadas, locales y nacionales, para desarrollar proyectos de educación virtual.
Por REINALDO ZAPATA SÁNCHEZ
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esde hace una década Ude@ impulsa la educación virtual en la Universidad de Antioquia. Un equipo interdisciplinario de la Facultad de Ingeniería fue el encargado de iniciar lo que actualmente se ha consolidado como la Unidad de educación virtual de la Universidad de Antioquia. El ingeniero Guillermo Ospina Gómez, líder de la iniciativa y actual coordinador de Proyectos especiales, define a Ude@ como un modelo diferente pero con la misma calidad que caracteriza a la Universidad de Antioquia: “tenemos un modelo diferenciador, ya que les ofrecemos a los estudiantes diversas herramientas de trabajo que no los obliga a estar conectados todo el tiempo, y que les permite trabajar en el formato que deseen sin restarle a la calidad. En la educación virtual la exigencia es igual, o incluso mayor, que en el modelo presencial ¡y eso se ve en la calidad de los egresados!”. En 2005 Ude@ entró en funcionamiento con el programa de Inge-
niería de Telecomunicaciones de la Facultad de Ingeniería, unidad académica que tomó la bandera de este proyecto cuando la Universidad de Antioquia adquirió el compromiso de participar en el desarrollo de la Universidad Electrónica de Medellín, ordenada por el Acuerdo del Concejo Municipal 55 de 2002. Desde entonces, el principal objetivo de Ude@ ha sido impulsar en la Alma Máter la educación virtual apoyada por las tecnologías de la información y la comunicación. “Ude@ está al servicio de toda la Universidad. Nuestro interés es que los decanos y directores de la institución vean las ventajas de ofrecer programas de manera virtual, así como lo hace también la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales con la Maestría en la Enseñanza de las Matemáticas. Ellos han sido totalmente autónomos en su proceso académico y nosotros les hemos brindado el soporte y apoyo tecnológico”, resalta Carlos Alberto Palacio Tobón, decano de la Facultad de Ingeniería. A través de Ude@, actualmente dos unidades académicas de la Alma Máter ofrecen programas de pregrado y posgrado virtuales. La Facultad de Ingeniería cuenta con cinco programas virtuales: Ingeniería Ambiental, Ingeniería Industrial, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería de Telecomunicaciones y la Espe-
cialización en Gestión Ambiental; la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales ofrece la Maestría en Enseñanza de la Matemáticas; esta oferta se complementa con los proyectos especiales de educación virtual que desde 2009 se desarrollan con organizaciones públicas y privadas del orden local, nacional e internacional. Para la Facultad de Ingeniería Ude@ ha sido una oportunidad para extender la oferta académica y tener mayor presencia en el departamento. Hoy en día sus cuatro programas de pregrado virtuales se ofrecen en las nueve regiones de Antioquia, y a la fecha cuenta con 1.036 estudiantes de pregrado matriculados y 96 egresados de la modalidad virtual. Y en cuanto a posgrados, 42 estudiantes se han graduado de la Especialización en Gestión Ambiental. Estudiar, trabajar y ser padres de familia son características de muchos de los estudiantes virtuales. A ellos la modalidad les ha permitido asimilar métodos y estrategias de aprendizaje distintos a los presenciales, desarrollar habilidades como el autoaprendizaje y la autodisciplina; y en particular, representa la oportunidad de conectarse con la Universidad de Antioquia desde sus lugares de residencia y cumplir el sueño de una educación superior. “Agradezco mucho a la moda-
Virtualidad para bachilleres Uno de los proyectos especiales con que cuenta Ude@ es Vamos pa’ la Universidad, el cual se enfoca en la educación precedente y tiene como objetivo fortalecer las competencias en matemáticas y lectoescritura de los estudiantes de instituciones públicas de Antioquia. Con el fortalecimiento de estas competencias se busca que el estudiante tenga mayores posibilidades de acceder a la educación terciaria y mantenerse en ella. En 2014, el programa se ofreció a 1.529 estudiantes a través del convenio entre Ude@, la Facultad de Ingeniería y AMA (Alianza Medellín Antioquia), de los cuales 528 aprobaron el examen de admisión de la U. de A., lo que representa el 34% de la población. Los buenos resultados del programa Vamos pa’ la Universidad en 2014, sumados al componente virtual que permite llegar con más facilidad a las comunidades de todas las regiones, en este caso de Antioquia, llevaron a que en 2015 la Gobernación de Antioquia firmara nuevamente un convenio con Ude@ para capacitar, en este caso, a 14 mil estudiantes del grado once pertenecientes a 241 instituciones de municipios no certificados. Ude@ cuenta con plataformas de estudio, sincrónicas y asincrónicas, a través de las cuales el estudiante puede acceder a los contenidos, interactuar y recibir las clases en vivo. Además cuenta con recursos y medios educativos, producidos directamente, orientados a dinamizar y facilitar los procesos de enseñanza – aprendizaje del docente y el estudiante, entre los que se encuentran las aulas semillas (aula virtual donde se aloja el contenido y material del curso), multimedias interactivas, el repositorio de recursos educativos digitales, videos tutoriales y la emisora digital Ude@ Suena, espacio de comunicación para la producción de contenidos académicos. La educación virtual llegó a la Universidad de Antioquia y a la Facultad de Ingeniería para quedarse y acercar la academia a los habitantes de los diferentes puntos cardinales de Antioquia; de ahí que el equipo profesional que integra Ude@ continúa formulando y desarrollando propuestas para que más estudiantes cumplan con el sueño de ser profesionales.
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Sobre la dosis mínima de cannabis
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Por ALEJANDRA CARMONA
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a dosis mínima, introducida normativamente por la ley 30 de 1986 y mantenida por la sentencia C-221 de 1994 de la Corte Constitucional que despenalizó el consumo de marihuana, no tiene hoy ningún sustento legal, porque el código penal (ley 599 de 2000) reguló enteramente la materia y derogó de manera tácita lo dispuesto por la antemencionada ley. Dice el artículo 376 de la ley 599 de 2000: “El que para fines ilícitos o sin permiso de autoridad competente, introduzca al país, así sea en tránsito o saque de él, transporte, lleve consigo, almacene, conserve, elabore, venda, ofrezca, adquiera, financie o suministre a cualquier título droga, droga de síntesis, medicamento de control especial, droga que produzca dependencia o cualquier otra sustancia no apta para el consumo humano que altere el sistema nervioso central, incurrirá en prisión…” Por su parte, la Corte Suprema de Justicia ha reconocido en varias decisiones que una persona puede llevar consigo cualquier cantidad de drogas. La calificación penal no se establece a partir de una dosis mínima sino por el fin con que se porta la misma, si es para consumo personal o para el comercio. En el primer caso es permitida cualquier cantidad, pero en cuanto al tráfico, hasta una cantidad mínima sería punible, como lo explica el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Julio González Zapata. De acuerdo con el exdecano, la Corte Suprema de Justicia ha mantenido una línea jurisprudencial que reconoce la despenalización decidida por la Corte Constitucional desde 1994. Y aunque en algunos casos el máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria hizo interpretaciones basadas en la dosis personal que condujeron a muchos consumidores a la cárcel, ahora parece haber cambiado de postura, de acuerdo con las sentencias de casación 35978 de agosto 17 de 2011 y 042617 de noviembre 12 de 2014. En los dos gobiernos del expresidente Uribe Vélez se intentó volver a penalizar el consumo de estupefacientes. “La pretensión de Uribe de desconocer la sentencia de la Corte Constitucional que despenalizó el consumo de drogas se quedó en mitad de camino, pero sigue siendo una reforma muy perniciosa. De hecho no se re-penalizó el consumo de estupefacientes, pero se dijo en ese acto legislativo (Acto Legislativo 02 de 2009) que el consumo y porte de estupefacientes está prohibido. Sin embargo, no dijo cuál sanción se podría aplicar. Es decir, se prohibió pero no se penalizó”, precisa González Zapata. “Por esto —explica—, si la droga no está destinada al comercio, no hay delito porque no se afecta el bien jurídico protegido mediante el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes que atenta contra la salubridad pública, y el consumidor no la está lesionando, ni siquiera poniendo en peligro”. González Zapata observa que Colombia ha suscrito acuerdos internacionales sobre drogas, lo cual dificulta tomar decisiones soberanas al respecto. En el futuro, como ha sucedido ya en otros países, se espera que se reglamente la producción y consumo de drogas y, en particular, la marihuana, tanto para fines médicos como para fines recreativos. En cuanto a drogas “más duras” como la cocaína y la heroína es probable que el prohibicionismo y la punición de la producción y del comercio, se mantengan durante muchos años más. En esa dirección, desde 2014, el senador Juan Manuel Galán diseñó un proyecto de ley que busca legalizar el uso de la marihuana para tratamientos medicinales, pero aún no ha sido aprobado. Por iniciativa del senador Roy Barreras, se dará inicio al debate sobre el tema en las próximas sesiones ordinarias de El Congreso.
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor ALEJANDRO COCK PELÁEZ, fallecido el 1 de mayo de 2015. Se han presentado a reclamar la señora CAROLINA JARAMILLO LEMOS en calidad de cónyuge y la señora JUANA MELISA LONDOÑO CORREA en representación del menor TOMÁS COCK LONDOÑO en calidad de hijo. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor DIONISIO HENAO ÁLVAREZ, fallecido el 14 de mayo de 2015. Se ha presentado a reclamar la señora CLARA EUGENIA ARIAS OSPINA en calidad de cónyuge y en representación de la menor MARÍA LUCÍA HENAO ARIAS en calidad de hija. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Plataforma para el seguimiento político en Antioquia —SEPA—:
para que el ciudadano sepa sobre la política regional
Por JOHN FREDY BEDOYA MARULANDA Docente investigador del Instituto de Estudios Políticos
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s muy común escuchar sobre el descontento que sienten los ciudadanos con los diferentes procesos políticos. Este descontento se ha objetivado en los diferentes escándalos, en las malas decisiones tomadas en los escenarios de representación, en los diferentes delitos contra el sufragio, entre muchas otras acciones que debilitan la democracia. Sin embargo, estos hechos no solo tienen lugar en los escenarios gubernamentales, sino que se propagan por la poca información que tiene el ciudadano sobre ellos y sobre cómo actuar en caso de detectarlos. Es por esto que diferentes organizaciones se han unido para ampliar el diálogo con el ciudadano, para acercarlo más al mundo de la política y SEPA sobre las decisiones y acciones que allí acontecen. Así, la Plataforma para el seguimiento político en Antioquia — SEPA—, es una iniciativa conjunta del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, el programa Antioquia visible de la
Universidad EAFIT, los pregrados de Ciencia Política de las mismas universidades, Viva la ciudadanía, Conciudadanía, la MOE Antioquia, la Corporación Región, el Instituto Popular de Capacitación —IPC— y la Corporación Mujeres que crean. El proyecto nace del compromiso de investigadores y miembros de estas instituciones de velar por el buen funcionamiento de la democracia en el Departamento mediante el seguimiento de los procesos de conformación y ejercicio del poder, así como de las relaciones entre los distintos niveles de gobierno —local, regional y nacional—, centrándose en el análisis empírico del comportamiento de los componentes y prácticas que allí se desarrollan: partidos políticos, elecciones, intermediarios, actores gubernamentales, opinión pública, medios de comunicación, clientelismo, ilegalidades, campañas, toma de decisiones y acuerdos. En términos generales, la plataforma SEPA se fortalece alrededor de las diferentes coyunturas electorales. Por ejemplo, en perspectiva, una apuesta en común para la observación de los comicios de Presidencia, Cámara y Senado de 2014 permitieron resaltar las dinámicas de la postulación de candidatos antioqueños de los diferentes partidos, así como delinear sus redes políticas y de financiación legales e ilegales. Esta experiencia brindó elementos a los integrantes de la plataforma para abordar con mayor propiedad puntos clave en dichas elecciones, como la representación de la mujer en la política, el cuestionamiento de algunos candidatos y las dinámicas de la competencia
electoral en el Departamento; todo ello con una devolución al ciudadano en diversos espacios como foros, aulas de clase y medios de comunicación. En la actualidad, y en víspera de las elecciones de autoridades locales de 2015, el plan del SEPA se amplía para dar un mayor cubrimiento a este proceso, pero con miras al diálogo continuo con el ciudadano. Con relación a lo anterior, los miembros del SEPA se enfocarán en tres grandes líneas de trabajo: primero, en la observación electoral, apoyará la construcción de una red de observadores electorales para garantizar el monitoreo de los comicios en al menos 65 municipios del Departamento; con ello se pretende velar por la transparencia de la elección de las autoridades locales y por el libre ejercicio al sufragio. Además, se realizará un rastreo de los delitos pre-electorales como la trashumancia, la publicidad extemporánea, entre otros. En segundo lugar, su componente investigativo estará direccionado al seguimiento de la contienda en diversos municipios, principalmente el área metropolitana. De esta forma, para la plataforma SEPA es de vital importancia entender los mecanismo mediante los cuales los partidos políticos asignan sus avales, cómo se desarrollan las campañas, los mensajes que estas transmiten a los ciudadanos, la agenda pública para el Departamento según los diversos planes de gobierno presentado por los candidatos, las relaciones que se instauran entre ellos, con los ciudadanos y el gobierno. Todo ello con el objetivo de reunir elementos para
realizar análisis electorales más objetivos y dar mayor contenido al diálogo con el ciudadano. Y en última instancia, el componente de pedagogía electoral del SEPA se plantea como una estrategia comunicativa para brindar información sobre el desarrollo del periodo pre y poselectoral a través de los diferentes medios de comunicación. Con ello se dará a conocer las funciones y limitaciones de los diferentes cargos a proveer y los perfiles de los candidatos que buscan ocuparlos, además advertir sobre los diferentes delitos electorales en los cuales pueden incurrir los votantes o para denunciar aquellos que puedan presenciar. De otro lado, se formarán líderes en diferentes municipios para darles a conocer la mecánica electoral, prepararlos para la participación en la construcción de agendas ciudadanas para los planes de desarrollo y, finalmente, la plataforma en su componente de pedagogía apoyará las diferentes iniciativas que permitan abrir el diálogo entre candidatos y ciudadanos, apoyando los espacios de debate de diálogo social. Por último, en el futuro la SEPA proyecta desarrollar sus componentes de observación de la actividad legislativa y de gobierno de las autoridades locales, orientándose a la promoción del diálogo y la participación ciudadana, la transparencia en la toma de las decisiones, las relaciones partidistas con los representantes electos y demás instancias de gobierno en todos los niveles de representación; siempre con el objetivo de brindar herramientas al ciudadano para que este SEPA sobre la política regional.
Delitos pre-electorales ¿Sabía que existen delitos previos a las elecciones? Estos se denominan delitos pre-electorales y se pueden dar de distintas formas. • Financiación de campaña Uno de los delitos pre-electorales más comunes en Colombia es la financiación ilegal de campañas que se produce cuando un candidato es financiado por grupos armados ilegales, por dineros del narcotráfico, por funcionarios públicos o por recursos del Estado o del extranjero. En las elecciones populares de 2011 la ciudadanía reportó 59 casos de financiación ilegal de campañas.
• Intervención en política Uno de los delitos pre-electorales más comunes en Colombia es la intervención política, o sea, cuando los funcionarios públicos participan en política poniendo al servicio de algún candidato sus atribuciones como servidores públicos. En las elecciones populares de 2011 Antioquia fue el departamento en el que la ciudadanía hizo un mayor número de reportes de intervención en política con un total de 99 irregularidades reportadas.
Para denunciar irregularidades pre-electorales puede ingresar al portal web www.pilasconelvoto.com y, además, si quiere conocer más sobre los delitos pre electorales en 2011 ingrese a la página de la Misión de Observación Electoral: www.moe.org.co.
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
El ser de las humanidades o el no-ser de la razón instrumental
Por ANDRÉS TAFUR VILLARREAL* WILLIAM DÍAZ** MARÍA CECILIA PLESTED ÁLVAREZ***
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l pasado mes de marzo (18 y 19) se realizó en Bogotá el primer encuentro nacional “Cultura e investigación: por qué y para qué medir”, que reunió a estudiantes, profesores, investigadores y grupos en humanidades, artes y ciencias sociales, que se abstuvieron públicamente de participar en la convocatoria 6932014 de Colciencias para medición de grupos de investigación del país. El evento tuvo como propósito reflexionar sobre la importancia de esa medición y la forma en que en los últimos años Colciencias relaciona la medición con los investigadores de las ciencias sociales y las humanidades. Además, se organizaron dos redes de trabajo y discusión (Departamentos de ciencias sociales y humanidades y “Mamados de Colciencias”) que, a través de la red social Facebook, han buscado generar desde el encuentro un diálogo para afinar los términos de la construcción de una política de investigación realmente pertinente para las humanidades, las ciencias sociales y las artes. En las conclusiones y propuestas del encuentro, suscritas por 30 universidades públicas y privadas, se empieza a configurar un cuestionamiento radical a las condiciones generales de producción del saber (tasadas a través de esa política
pública de Colciencias y las normativas de las universidades), a la importancia de la formación y la investigación en humanidades, pero, sobre todo, se plantea una clara posibilidad, en virtud de la cual se pueda enfrentar el actual estado de cosas y la postura del gobierno respecto a la investigación en nuestra área. En la reunión preparatoria del segundo encuentro realizada el pasado 17 de junio en la Universidad del Tolima se presentó la declaración suscrita en Santiago de Chile el 29 de septiembre de 2014 por más de 63 revistas latinoamericanas, de la cual presentamos algunos apartes: En los últimos años, varios gobiernos latinoamericanos han venido adoptando políticas de medición de la calidad académica basadas en las nuevas políticas de administración pública, que privilegian el uso de indicadores y métricas por encima del contenido y del valor científico, social y cultural intrínseco del trabajo académico. Tales políticas han sido asumidas también por algunas universidades, cada vez más atentas a la visibilidad y el impacto, a la posición en los ránquines internacionales, y en general a la formación de capital humano en una perspectiva que privilegia el desarrollo económico. Por lo general, los modelos de medición adoptados se basan en las prácticas académicas de las ciencias exactas y aplicadas, e ignoran las particularidades que caracterizan el trabajo académico en las ciencias humanas. […] Además, estos modelos conciben la utilidad del conocimiento de un modo restringido, limitado a la aplicación práctica y a la solución de problemas concretos. Las ciencias humanas, por su naturaleza reflexiva y polémica, no se ajustan a este tipo de criterios, y esto no significa que sean menos importantes para la sociedad. El saber que ellas buscan es abierto y plural, no está dirigido exclusivamente a las comunidades académicas, sino también al ámbito público. Las humanidades fortalecen y alientan la apropiación crítica de la cultura y la
tradición, abren espacios de discusión y debate, y tienen una dimensión utópica que va más allá de la mera solución de problemas inmediatos. Por eso, las humanidades no se adaptan fácilmente a los criterios meramente cuantitativos, ni a las formas estandarizadas de producción académica. De hecho, al adecuarse a los criterios de calidad imperantes, las humanidades a menudo se ven obligadas a traicionar su naturaleza, sus fines y su efecto social y cultural. Las publicaciones que suscribimos el presente documento abogamos por una reformulación de los criterios de evaluación académica en las ciencias humanas. Nuestros comités editoriales comprenden la necesidad de la evaluación, pero se oponen a que ésta sea concebida a partir de principios cuantitativos o basados en la aplicación práctica inmediata del conocimiento. [...] En todas las áreas, la evaluación académica debe ser contextual, pues debe hacerse a partir de la misión y el proyecto específico de las instituciones, de las publicaciones, de los distintos saberes disciplinarios, de los grupos de investigación y los individuos que son evaluados. El contexto cultural y socioeconómico juega un papel importante en la consideración de la calidad de una publicación académica en cualquier área, pero especialmente en las humanidades y las ciencias sociales. Los indicadores suelen favorecer, por ejemplo, las publicaciones en inglés, pues ellas tienen índices de citación más altos, se editan en países desarrollados y las más importantes de ellas se proponen como publicaciones “nucleares” (core journals), es decir, publicaciones que consolidan un canon de la literatura académica más relevante para cada disciplina. Pero las ciencias humanas y sociales, por su propia naturaleza, están vinculadas a contextos regionales y lingüísticos específicos, y esos vínculos son fundamentales en la consideración de la calidad de los productos académicos. Así ha sido reconocido, por ejemplo, en el documento “Bases para la categorización de publicaciones periódicas en humanidades y ciencias sociales”, publicado en junio de 2014 por el Consejo nacional de investigaciones científicas y técnicas
(Conicet) de Argentina. Allí se establece con claridad que el factor de impacto no tiene la misma incidencia en las ciencias sociales y las humanidades que en otras disciplinas, y que los libros —individuales y colectivos— tienen una gran importancia en la producción científica de este campo, a pesar de que no suelan ser incorporados en los índices de citación. […] También vale la pena destacar la decisión del Conicet de poner en un mismo nivel los índices internacionales (WoS, Scopus) y los regionales (SciELO) o nacionales, como parte de una estrategia para fortalecer la producción regional, y para proponer la lengua española como un idioma de importancia en la generación de conocimiento y difusión científica en las humanidades y ciencias sociales. Y naturalmente también en las artes. Abrimos, entonces, la invitación a todos los investigadores del país, a los jefes de departamento y demás funcionarios comprometidos con el mejoramiento de las humanidades, las artes y las ciencias sociales y editores de revistas, para que también la firmen y además participen en el segundo encuentro que se realizará en la Universidad del Tolima en el mes de octubre, donde se propone sistematizar “estados del arte” de la producción en humanidades, ciencias sociales y artes. De tal forma que sirva de crisol para iniciar la construcción de una política pública de investigación y formación, que presentada al gobierno permita cambiar el rumbo actual de Colciencias y el Ministerio de Educación Nacional respecto a investigación y formación superior derivada de la investigación desde nuestras áreas. *Secretario Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU seccional Tolima. **Director del Departamento de Estudios Literarios, de la Universidad Nacional. Declaración de las revistas latinoamericanas de literatura. ***Presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia - Asoprudea. Coordinadora del Grupo de Investigación en Terminología y Traducción GITT, Escuela de Idiomas, Universidad de Antioquia.
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La guerra y la educación La educación tiene un papel preponderante en el proceso de transformación de las estructuras sociales y culturales que ayudaron a crear y reproducir la violencia, asegura el exdecano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.
Por JULIO GONZÁLEZ ZAPATA Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
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s indudable que un éxito en las conversaciones que actualmente adelanta el gobierno nacional con las Farc en La Habana traerá muchos beneficios al país. Terminar el conflicto armado que el estado colombiano ha mantenido con las Farc y eventualmente, con el ELN, significaría entonces que los demás conflictos del país (económicos, sociales, políticos, y los que se generan en el sistema educativo y de salud, para mencionar unos pocos) no van a desaparecer y que probablemente se multiplicarán, pero sí implicaría que deberán resolverse mediante mecanismos políticos y no apelando a las armas de la subversión ni a la represión física por parte del Estado. Por eso, sería deseable que la palabra posconflicto se empleara con más prudencia y precisión. Un acuerdo sobre el conflicto armado no equivale a decir que tendremos una sociedad sin conflictos, porque sería sencillamente imposible, sino que ya no será la fuerza de las armas la que pretenda resolverlos. Es iluso pensar que inmediata-
mente se firmen los acuerdos —si como es deseable, esto llegare a ocurrir—, vamos a tener una sociedad en paz. Ese sería un paso, el primero, indudablemente, y de una trascendencia capital para iniciar el camino hacia la paz, pero para consolidar la paz será necesario esperar muchos años y hacer muchas reformas, de las que poco se habla. En el lenguaje de la justicia transicional, estas serían las garantías de no repetición que implican, sobre todo, hacer las reformas a las instituciones y a las prácticas que dieron origen al conflicto, realizar las transformaciones sociales y económicas que nunca se han hecho y que han facilitado la emergencia del conflicto y su larga pervivencia. En Colombia varias generaciones han nacido, crecido y muerto en la guerra. Es apenas explicable que ésta haya producido unas marcas que se incorporan a su ethos o por lo menos a prácticas culturales, políticas y sociales muy amplias. Transformar esas prácticas requiere trabajar pacientemente durante muchos años, es una labor que hay que empezarla cuanto antes, y con los más jóvenes. La educación tiene un papel preponderante en el proceso de transformación de las estructuras sociales y culturales que ayudaron a crear y reproducir la violencia. La pregunta que habría que hacer es hasta dónde el sistema educativo colombiano está diseñado y capacitado para cumplir esta tarea. Y creo que sobre este punto no se puede ser muy optimista. Si bien es cierto que ahora se habla de “Colombia como la más educada” como un eco de “Antioquia la más educada”, en Antioquia por lo menos el énfasis se ha puesto más en las instalaciones físicas y en los concursos para determinar quiénes son los mejores estudiantes, que en el contenido de la educación y en las necesidades y aspiraciones de los docentes y los estudiantes. Me temo que en el país también se
En el lenguaje de la justicia transicional, estas serían las garantías de no repetición que implican, sobre todo, hacer las reformas a las instituciones y a las prácticas que dieron origen al conflicto, realizar las transformaciones sociales y económicas que nunca se han hecho y que han facilitado la emergencia del conflicto y su larga pervivencia. crea, entonces, que la mejora de la educación se reduce a construir gigantescos edificios educativos y a facilitarles el acceso a las nuevas tecnologías a los estudiantes, pero esto es un aspecto del problema y no creo que sea el más importante. A imagen y semejanza de tantas cosas en el mundo contemporáneo, la educación superior se concibe como una empresa, donde imperan la competitividad, la medida de los logros y la comparación con los países más desarrollados; mientras tanto, los problemas del país ocupan un lugar muy secundario en las preocupaciones de las comunidades académicas, más interesadas en el reconocimiento internacional o en la publicación de sus trabajos en revistas del primer mundo, que en ver qué le pasa a nuestro país. No creo que una educación superior que tome como paradigma la empresa y hable en términos de oferta y de demanda, pueda ser un buen modelo para conseguir la paz.
Respuesta innovadora Decía el gran sociólogo norteamericano Robert K. Merton que gran parte de la delincuencia se producía debido a lo que él llamaba
respuesta innovadora. Ésta consistía en que ante la dificultad de los individuos para acomodarse a unos fines culturales que se proclamaban como universales frente a unos medios sociales para acceder a ellos, distribuidos de una manera muy desigual, muchos de ellos optaban por escoger caminos vedados, hacer trampa o, como decimos popularmente, escoger el “atajo”. En otras palabras, se vale cualquier medio para llegar a la meta. Una educación que privilegia los logros, que simplemente mide y cuantifica, genera grandes peligros de respuestas innovadoras, porque es una educación que le hace ver al estudiante en su compañero un rival, con el cual hay que competir por el primer lugar, por la beca, por el puesto o por el reconocimiento. La meritocracia no es un valor absoluto: también engendra grandes riesgos de exclusión y segregación. No solo los más “pilos” tienen derecho a estudiar. Decía Merton que si se quería reducir las respuestas innovadoras, habría que estimular valores como la solidaridad, el respeto por la cultura como algo valioso en sí mismo y no simplemente como un mecanismo de ascenso social; volver a mirar el deporte básicamente como una actividad recreativa y no como un espectáculo comercial de miles y miles de millones (de dólares y de personas); entender que las generaciones anteriores también nos habían dejado unos valiosos legados que no podemos reducirlos a cero bajo el complejo de Adán. Si bien es cierto que Merton hablaba de estas reformas como necesarias para reducir la criminalidad, se puede pensar en ellas como mecanismos para aclimatar la paz. ¿Tendremos un aparato educativo preparado para ayudar a producir una cultura de la paz, o preferimos jugarle a la innovación, la competitividad, la internacionalización y a estimular a los más “pilos”, y sólo reconocer a la gente por sus títulos y diplomas?
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Violencia en la universidad* Por FRANCISCO CORTÉS RODAS Director del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia
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n el capítulo de El Capital dedicado a la acumulación originaria, Marx escribe: “La violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva”. Desde los días de las grandes revoluciones del siglo XIX y XX, basadas en los ideales que Marx postuló, los socialistas han afirmado de manera explícita que buscarán llegar a las puertas del paraíso socialista por medio de la violencia. Esta se justificó como un medio para conseguir una sociedad de hombres libres e iguales. Esta profecía religiosa nunca llegó. En Colombia, la justificación de la violencia como recurso de lucha política para conseguir el poder se planteó desde los años setenta en el contexto del surgimiento de los guerrilleros que se formaron bajo la influencia de los diferentes marxismos. Políticos, sectores de la iglesia, medios de comunicación y académicos justificaron la violencia revolucionaria. Hoy amplios sectores la rechazan y buscan otros caminos para construir una sociedad democrática. Sin embargo, aunque la sociedad avanza en el proceso de ir más allá de la violencia, existen nichos en los cuales la consigna marxista “la
violencia es la partera de la historia” es el máximo principio de la acción política: las universidades públicas. Hay que precisar que no son todas; en algunas universidades estudiantes radicalizados piensan que la democracia y las libertades políticas son conceptos propios de una ideología liberal al servicio del capitalismo. Afirman que en las aulas hay violencia porque se enseña con una pedagogía orientada por el mercado; el cuerpo directivo es violento porque responde a las exigencias del neoliberalismo; los sistemas de control y vigilancia en las porterías, bibliotecas son violentos; en suma, la universidad es “en sí” violenta. Para enfrentar esta violencia institucional, al servicio del capitalismo, hay que oponerle, dicen, una “universidad en llamas, en crisis, en decadencia, que cree a partir de la nada el saber, la ciencia y el conocimiento” (El Tropelero). ¿Corresponden los señalamientos que estas minorías hacen contra la universidad a lo que es la violencia? “En un nivel muy básico, violencia es causar intencionalmente daño a las personas y toma diferentes formas: saqueo, robo, vandalismo, incendio provocado, desplazamiento forzado, secuestro, tortura, mutilación, violación y
Encuentro de Egresados de Ingeniería 2015 Los egresados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia están convocados el viernes 24 de julio, a las 6:00 p.m., en el Teatro Universitario Camilo Torres, para encontrarse y compartir experiencias, plantear perspectivas de desarrollo y exponer las demandas que requiere la profesión. Los interesados pueden registrarse en el link https://goo.gl/ MUKGsI y diligenciar sus datos personales, o a través de la página web de la Facultad: ingenieria.udea.edu.co. Organiza: Centro de Extensión Académica —Ceset—, teléfono 2195548, eventosingenieria@udea.edu.co, y la Unidad de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería, teléfono 2195587, comunicacionesingenieria@udea.edu.co.
Causar intencionalmente daño —violencia— a los universitarios no ha sido una política de las universidades públicas. La universidad es un ámbito de la razón, que se construye mediante argumentos fundamentados. Es desatinado denominar espacio de la violencia al espacio de la razón.
toma de rehenes” (Kalyvas). Causar intencionalmente daño —violencia— a los universitarios no ha sido una política de las universidades públicas. La universidad es un ámbito de la razón, que se construye mediante argumentos fundamentados. Es desatinado denominar espacio de la violencia al espacio de la razón. La intervención policial, en casos de necesidad, se legitima en la obligación estatal de garantía de las libertades.
“En realidad Marx conocía el papel de la violencia en la historia pero le parecía secundario; no era la violencia sino las contradicciones inherentes a la sociedad antigua lo que provocaba el fin de esta” (Arendt). Entender esta frase le plantea a quienes operan con tesis inconexas de residuos marxistas que ni la glorificada violencia ni la idea de que el Estado es un instrumento de violencia de la clase dominante, eran tesis de Marx. * La columna es publicada originalmente en El Colombiano.
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Revista Universidad de Antioquia: 80 años de una sólida labor cultural
Por JAIME ZAPATA VILLARREAL
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arlos Gaviria Díaz aseguró, en una de sus últimas entrevistas, que la Revista Universidad de Antioquia era la mejor publicación cultural del país. Lo afirmó así, tajante. Y Janeth Posada, escritora y asistente de la dirección de la revista, sabe por qué: “Nosotros estamos pensando constantemente en lo que viene. En mejorar. En tener mejores textos, mejores imágenes, un contenido de altura. Yo creo que esa exigencia en lo que hacemos es lo que permite que se formulen este tipo de conceptos, y más de personas del talante de Carlos Gaviria, lo que nos motiva mucho más”. La Revista Universidad de Antioquia arriba a los 80 años como uno de los estandartes culturales más importantes y respetados del país. Con más de 319 números desde su fundación, el 8 de mayo de 1935, la revista ha registrado los cambios y las necesidades culturales de cada época, priorizando, como punto de partida, los sucesos que han marcado la agenda intelectual de la Universidad de Antioquia. “La presencia de las revistas culturales en el país es cada vez más reducida”, afirma Elkin Restrepo, escritor, dibujante y director de la Revista Universidad de Antioquia desde hace más de 15 años. “El ámbito cultural —continúa— ha ido perdiendo terreno frente a las revistas del corazón y del entre-
tenimiento. Este tipo de publicaciones son las que hay que cuidar, son un patrimonio cultural del país. Afortunadamente la Revista Universidad de Antioquia cuenta con un gran apoyo de la misma Universidad y por eso ha logrado lo que ninguna otra revista cultural en Colombia: llegar a los 80 años”. Ignacio Piedrahita, escritor y colaborador habitual de la sección Minúsculas, hace énfasis en la permanencia y el modelo de exigencia y calidad que ha sostenido la revista a pesar de los cambios naturales que operarían en cualquier publicación con el paso de los años: “La revista ha tratado de mantenerse en su línea. Y esto es muy diciente y ponderable en un tiempo en el que todo está cambiando constantemente por los afanes del mercado, por la obsesión de vender. Es reconfortante abrir la revista y seguir viendo artículos serios y de calidad”. “Esta es una de las mejores revistas, si no la mejor, que existe en Colombia, no solo por su propuesta estética, impecable, sino por su contenido diverso e interesante”, afirma Emma Lucía Ardila, profesora, escritora y colaboradora frecuente de la revista. Emma Lucía Ardila ha escrito para ella desde cuentos hasta reseñas literarias; ha sido, también en lo personal, un espacio de exigencia en su trabajo literario: “Es grato y honroso publicar en ella y por supuesto exige estar al nivel de calidad que
tiene esta publicación académica y cultural”, puntualiza. Pero a pesar del trabajo bien hecho, la propuesta sólida y los terrenos ganados, siempre habrá detalles, vacíos que se están repensando, que se están reorientando constantemente desde el seno de la Revista Universidad de Antioquia en pos de una mejora contundente de ciertas falencias. “Yo quisiera que la revista tuviera una acogida mucho más amplia dentro de la comunidad universitaria”, asegura Elkin Restrepo, enfatizando que este es uno de los detalles en los más que se está trabajando. “Estamos utilizando los nuevos medios: internet, redes sociales y eventos para difundir el trabajo importantísimo que hace la revista desde el aspecto cultural. En especial en la comunidad universitaria. Ese es nuestro principal foco de interés”. Llegar a un radio de público más amplio: en este aspecto concuerda Ignacio Piedrahita, quien afirma que en esos cambios —la necesidad de renovarse y de encontrar otras rutas— se va trazando un mapa de lo que falta, de lo que queda por hacer: “El reto que tiene la revista es llegar a más personas. Sabemos la dificultad que eso significa porque el público de la revista no es masivo. Es tratar de llegar a más personas pero ver bien a qué tipo de personas. Porque para leer ciertos artículos se requiere un conocimiento a priori, y un gusto
por temas culturales que muchas veces no son muy populares. Pero el objetivo debe ser copar por lo menos todo el renglón de lectores que a ella le corresponde de una manera más eficiente”. “Siempre hay nuevos retos, pero pienso que su director, Elkin Restrepo, está a la altura de ellos”, dice Emma Lucía Cardona, ponderando la labor multifacética de Restrepo. “Es una fortuna contar con una persona como él, pues no solo es un excelente poeta sino también un buen lector, con fina intuición para elegir a sus colaboradores y los artículos y temas que valen la pena. Además, tiene el olfato para detectar nuevos talentos. Dentro de sus funciones como director de la revista ha incluido por iniciativa propia la formación de nuevos escritores”. Janeth Posada es consciente de que la revista, a pesar de estar orientada a un público específico, fiel y reducido, está preparada para abarcar un espectro mayor de lectores, muchos de ellos lectores ávidos que por distintas razones no han llegado a sus páginas: “La pluralidad de los temas, la frescura del diseño y el afianzamiento de un estilo propio son componentes que nos permiten pensar en esa meta. También es importantísimo esa gama de talento, de nuevas ideas y de principios intelectuales que surgen desde la Universidad de Antioquia. Eso es llevar lo mejor de nosotros a otras fronteras”.
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Foucault y la democracia*
[…] Foucault no fue un “demócrata”, es lo menos que podemos decir. Y, sin embargo, su filosofía le importa de manera central a la democracia. Remitiéndome a nuestra actualidad, a la “ontología de aquello en lo que nos hemos convertido” hoy, me siento inclinado a decir que su filosofía le importa a la democratización de la democracia, la cual constituye probablemente, en un momento de crisis aguda de todas las instituciones de “soberanía” y de “poder”, la única manera de resistir a la de-democratización (Wendy Brown). No se puede entonces situar a Foucault (desde el punto de vista de sus tesis o de las aplicaciones —bastante diversas, e incluso opuestas entre ellas— de las que sus tesis son objeto) en el “campo” de la antidemocracia. Esto se debe, en primer lugar, a la equivocidad del nombre democracia, a que esto que designa es el campo en continuo movimiento de una batalla, más que la figura estable de un régimen o el programa determinado de un partido. En la acepción que durante mucho tiempo ha dominado entre nosotros, ‘democracia’ ha buscado combinar de la manera más estrecha posible una referencia al poder de la mayoría (y entonces, finalmente, de la “multitud” o de la “masa”), una referencia a la igualdad (de derechos o de condiciones), y, en fin, una referencia al orden de la ley (ella misma dividida permanentemente entre decisionismo y constitucionalismo). Sobre estos tres puntos, Foucault está en total oposición con el discurso democrático y no ha dejado de combatir sus fundamentos “empírico-trascendentales”, comenzando con la idea de pueblo que él ha sistemáticamente sustituido por el fenómeno “biopolítico” de la población. Diogo Sardinha recuer-
Sobre estos tres puntos, Foucault está en total oposición con el discurso democrático y no ha dejado de combatir sus fundamentos “empírico-trascendentales”, comenzando con la idea de pueblo que él ha sistemáticamente sustituido por el fenómeno “biopolítico” de la población.
da, justo en el momento preciso, su hostilidad hacia la noción de ciudadanía, puesto que se funda en un procedimiento de legitimación idealmente “contra-actualista”: no —como en la tradición conservadora que va desde Montesquieu hasta Hegel a través de Hume y de Burke— en razón de los efectos disgregadores de la idea de contrato en las comunidades históricas, sino, al contrario, en tanto busca reconstituir por medio de la ficción jurídica una pertenencia al “cuerpo político”. “La sujeción a sí”, de la que Diogo Sardinha hace el pináculo de la ética foucaultiana, tendida entre un modelo griego de estetización de las conductas y una noción “kantiana” de heautonomía (que ilustra la caída tendencial de los esquemas de la moralidad en la Crítica del juicio), aparece entonces, no solamente como una manera de responder al imperio de la ley, sino como el “lujo de una minoría”. Pero, querámoslo o no, una fórmula tal suena como desafío hacia el discurso democrático, incluso si, en un primer momento, parece solamente concernir a una ética de la vida “privada”, pues esta no toma la forma de una subordinación o de una jerarquía de esferas, sino de una retirada o de una división en el seno mismo de la comunidad de los iguales. De
ahí que lo que pone en peligro es la posibilidad misma para los ciudadanos-sujetos de incorporarse a un pueblo unificado, según esta otra “dupla”, teorizada en particular por Rousseau: la participación en una soberanía “indivisible” duplicada por una obediencia individual a la “voluntad general”. ¿Tendría entonces que asegurarse que esta actitud ética —que es objeto de una elección y que “no se dirige de manera igual a todos”, puesto que no todos son igualmente susceptibles de instalar sus vidas “en un plan superior”, es decir, digámoslo claramente, susceptibles de someterla libremente a una dificultad mayor— tiene que ver con el elitismo o con una actitud aristocrática? Podría parecer difícil contradecir esto (de hecho, parece bastante difícil para muchos lectores de Foucault), aun al precio de las distinciones entre diversos aristocratismos o elitismos, que no todos son “oligárquicos”, ya que no tienen todos que ver con la distribución o la apropiación del poder, si no nos diéramos cuenta inmediatamente de hasta qué punto la idea foucaultiana de la excepción individual (susceptible a lo largo de su vida de comunicarse tanto con los modelos de la transgresión, como con los modelos de la resistencia, que es, en primera
instancia, quizás, una resistencia a la asimilación), permanece inseparable de una búsqueda de la invisibilidad o del anonimato. De ello dará testimonio el valor simbólico que esta actitud ética atribuye a los “hombres infames”, en el sentido etimológico del término. Que él mismo se haya convertido en uno, es otro asunto. Pero lo que es seguro es que la estrategia de Foucault apunta más a dotar a ciertos individuos de una “capacidad igualitaria” superior (en el sentido en que esta capacidad no será objeto de ningún reconocimiento o distinción), que a elevarlos por encima de la comunidad de los iguales. Esta estrategia posee de cierta manera las propiedades oximóricas (o místicas) de una elevación “por lo bajo”. En otros términos, tiende a subvertir radicalmente la lógica y la topología de las “relaciones sociales” que confieren su historicidad a los conatos de emancipación individual, de tal manera que su reunión o su conspiración no pueda nunca aparecer como el otro nombre de un conformismo de “masa” o de “clase”. […]. *Fragmento del prefacio, escrito por Étienne Balibar, para el libro Orden y tiempo en la filosofía de Foucault, de Diogo Sardinha (Editorial Universidad de Antioquia).
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MinEducación entregó reconocimientos a la calidad La ministra Gina Parody entregó los reconocimientos al rector Mauricio Alviar Ramírez, quien recibió en nombre de los directivos de las unidades académicas responsables de los respectivos programas (en la segunda fila de la foto inferior).
Fotos: Luis Javier Londoño Balbín
ticas y alianzas estratégicas, incluidos los 10 nuevos convenios suscritos con universidades de Argentina, Brasil, Chile y Ecuador. De Odontología, acreditado por 6 años, resalta el compromiso de los profesores en la investigación reflejado en los grupos clasificados en A1 y en A; los esfuerzos por controlar de manera sistemática la tasa de deserción estudiantil en el programa, pasando de 7,89% en el periodo 2007 I a 2,99% en 2014 I, y las innovaciones tecnológicas como el “Paralelizador intra-oral electrónico”, para uso en la clínica protésica y quirúrgica y el “Maniquí anatómico de cráneo como modelo de simulación”, para uso en prácticas de docencia. Del programa de Historia, acreditado por 6 años, destaca la planta conformada por 12 profesores de tiempo completo, 3 ocasionales y 16 catedráticos —12 doctores y 3 magísteres—, los cuales atienden una población de cerca de 300 estudiantes; así como las actividades de investigación que dan apoyo al programa, respaldadas por 5 grupos de investigación. Más la Tecnología Química, reacreditado por 8 años. Respecto de la Maestría en ciencias animales, acreditado por 8 años, sobresale la planta docente que apoya al programa, compuesta por 43 profesores, cerca del 60% de ellos con doctorado y 35% con maestría; la producción de los grupos de investigación que en los últimos cinco años reportan más de 150 publicaciones entre artículos, libros, capítulos en libros, revisiones y resúmenes de ponencias; más la relación con el entorno, la cual se evidencia en proyectos de investigación relacionados con la calidad de producción de leche y forrajes, así como las relaciones establecidas con Colanta, Premex, Solla, Piscícola de Occidente, Asociaciones de criadores de ganado bovino y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. El reconocimiento que otorga el Estado una vez que los pares académicos del Consejo Nacional de Acreditación certifican la comprobación que efectúa una institución sobre la calidad de sus programas académicos, su organización, funcionamiento y el cumplimiento de su función social, también lo recibieron otros programas de pregrado de otras instituciones de educación superior, al igual que dos universidades que recibieron la acreditación institucional.
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omo corresponde, en acto público que se cumplió en la universidad Eafit de Medellín el 19 de junio, los pregrados de Tecnología química, Odontología, Zootecnia e Historia, y la Maestría en ciencias animales, recibieron por parte del Ministerio de Educación Nacional el reconocimiento a la acreditación en alta calidad de la educación superior. La ministra Gina Parody entregó al rector Mauricio Alviar Ramírez las respectivas distinciones, quien las recibió en nombre de los directivos y de los coordinadores de los comités de evaluación y de acreditación responsables del logro académico institucional. Del programa de Zootecnia, reacreditado por 10 años, el CNA destaca su programa de extensión solidaria, que busca mejorar la eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad de los sistemas de producción agropecuaria de los productores rurales, así como la visibilidad nacional e internacionalización con 77 convenios regionales, nacionales e internacionales de cooperación técnica, académica, de investigación, de prác-
Cuartas jornadas académicas bibliotecológicas y archivísticas 2015 Los estudiantes de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia y el Centro de Investigaciones en Ciencia de la Información —Cicinf—, invitan a todos los estudiantes de programas tecnológicos, de pregrado y de posgrado relacionados con bibliotecología, archivística u otras ciencias de la información, a participar como ponentes en las Cuartas jornadas académicas bibliotecológicas y archivísticas 2015. Los interesados pueden participar con un trabajo escrito o un póster producido en el marco de una asignatura del programa académico o en forma libre. También pueden presentar trabajos en parejas o de manera individual y la ponencia se puede realizar en forma presencial o a distancia, a través de medios tecnológicos como video o teleconferencia. La inscripción se realiza en el sitio web del evento, a través del link: https://sites.google.com/ site/jornadasacademicasba/ inscripcion-ponente Los trabajos se recibirán hasta el 2 de agosto, el informe de ponencias admitidas se dará entre el 3 de agosto y el 4 de septiembre y las jornadas académicas se realizarán en la Universidad de Antioquia el 10 y 11 de septiembre de 2015.
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Olaya Peláez, Decano (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
Inventario del paraíso Por GISELA POSADA MEJÍA
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de las aves (ornitólogos). “El trabajo de campo fue dispendioso y las metodologías no solo facilitan aumentar y nutrir las colecciones biológicas, sino que demostraron asuntos valiosos para la investigación como el considerar que los muestreos deben ser realizados en ciertas épocas del año”, señaló Cardona, al tiempo que explicó que el producto editorial de este periplo investigativo es vasto, de utilidad para científicos, aficionados y promotores de la conservación; incluso para entidades internacionales como el Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian de Washington, que trabaja en La enciclopedia de la vida, en su versión digital y en recopilar fichas sobre especies de todo el mundo, incluidas las de la biodiversidad en Antioquia. Pero a todo este fulgor la amenaza latente son las quemas y el asentamiento de producción ganadera en zonas hechas para otra vocación. Destruir bosques completos para “poner una vaca” es un daño que no se justifica; no solo por la fauna que se desplaza sino por la flora que se destruye. Y una alerta más: ante la ausencia de regulación, la deforestación es creciente y la pérdida de recursos biológicos que podrían ser medicinas en un futuro se acaban (quemas de 200 hectáreas en una semana). Este inventario nos ayuda a recordar que otros también ocupan un lugar en la tierra, así como lo describió el maestro Uribe al referirse a las hormigas: “…una vasta ciudad escondida bajo el suelo y defendida por poderosas fortalezas que, con esfuerzo heroico, construyeron los titanes de ese pequeño pueblo diligente y valeroso”.
Ilustraciones: Cortesía del proyecto
ntre los precursores del conocimiento de las especies distintas al hombre que habitan el mundo está el maestro, naturalista y poeta Joaquín Antonio Uribe, quien en su libro Cuadros de la naturaleza describe “La república de las hormigas es la más perfecta y maravillosa agrupación de seres animados conocida, como también la democracia más bien consolidada…son los inteligentes, y probos ciudadanos de esa prodigiosa república que se agita silenciosa bajo las hiervas perfumadas de los campos, entre las ramas de los árboles floridos y en las sombras de sus oscuras y subterráneas mansiones…”. Quizá esta mirada podría servir para entender el profundo significado que encierra el inventario que trae noticias de doscientas especies de aves; 87 de anfibios y reptiles; 52 de peces, 98 de mamíferos, y 200 especies de flora, las cuales hacen parte de la riqueza biológica que durante 11 años han monitoreado investigadores en el Nordeste de Antioquia y que pueden observarse en Las guías ilustradas de la flora y fauna. El monitoreo se adentró en los corredores biológicos del Nordeste Antioqueño hasta llegar en los bosques fronterizos con las centrales de Porce II y Porce, en las poblaciones de Amalfi, Anorí, Gómez Plata, Guadalupe y Yolombó, poblaciones que paradójicamente son reconocidas más por las dificultades de orden público y las secuelas de la guerra, que por el universo biótico. Felipe Cardona, coordinador del Herbario de la Universidad de Antioquia, comenta que la Universidad ha sido aliada para esta labor liderada por EPM, con la intención de hacer corredores biológicos entre Carolina del Príncipe (Miraflores) y el cañón del río Porce. “Se busca una transformación importante como es reconocer la gran diversidad que hay en una zona tan pequeña y que parece ser producto de la influencia de la historia natural de la Amazonía y de la conexión de Centroamérica con Suramérica”, observa. La inversión de $500 millones parece pequeña ante los hallazgos significativos y las especies registradas. Las guías ilustradas de la flora y fauna constituyen un instrumento pedagógico y social, ya que los campesinos, por ejemplo, podrán conocer las plantas, sus usos y valores ornamentales, maderables y medicinales, y reconocer la toxicidad de algunas especies que ameritan la conservación, entre otros atributos. El colectivo lo integraron más de 52 investigadores: los estudiosos de las plantas (botánicos); los expertos en peces (ictiólogos); en anfibios y reptiles (herpetólogos); los que saben de mamíferos (mastozoologos) y los estudiosos