Nº 646 Medellín, septiembre de 2015
SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303
Facultad de Educación diseñó pregrado de Pedagogía para pensar proceso de enseñanza-aprendizaje dentro y fuera de las aulas Página 5
La Universidad, lugar de múltiples patrimonios Páginas 16 y 17
21 ensayos, 21 autores sobre la lectura Página 28
Las regiones se escuchan hace una década en la Emisora Cultural Página 31
Un semestre para la historia
Universidad de Antioquia modifica régimen de admisión en pregrado Páginas 2, 3 y 4
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Lo que hemos visto es que la deserción que tenemos hoy es la primera enemiga de la cobertura. La Universidad de Antioquia no se puede dar el lujo de dejar, en promedio, 48 sillas vacías a lo largo de una cohorte. Cuando hablamos de aumentar cobertura, y pensamos en ampliar estos edificios y poner más sillas en los salones, yo me pregunto: si ni siquiera estamos siendo capaces de mantener las sillas llenas hoy, ¿para qué pensamos en construir más? Eso sí lo vamos a hacer, para lo cual necesitamos más recursos, porque se requiere ampliación, empezando por la planta profesoral. Pero, la primera forma de aumentar la cobertura es reducir la deserción: Mauricio Alviar Ramírez.
La primera forma de aumentar la cobertura es reducir la deserción
A
demás de razonamiento abstracto y de competencia lectora, los aspirantes a un cupo en los programas de pregrado en la Universidad de Antioquia deberán presentar una prueba adicional en el examen de admisión que se realizará en noviembre. La prueba específica, que será de matemáticas, de biología o de humanidades, según el programa seleccionado, constituye uno de los cuatro elementos básicos que integran las modificaciones al régimen de admisión a la Universidad de Antioquia introducidas por el Consejo Académico, mediante el acuerdo académico 480 de agosto de 2015. La doble opción, la ponderación de las pruebas y la ampliación de los estímulos para los mejores bachilleres son los otros elementos de los cambios en la política de admisión con los que la institución espera fomentar la probabilidad de éxito de los estudiantes en su proceso formativo, aumentar la permanencia en la carrera y contribuir a perfilar mejor la vocación profesional de los aspirantes.
El horizonte, llegar a un proceso de selección en el cual, en vez de tener que jugarse el futuro en un examen, los aspirantes desde décimo y undécimo grado adelanten cursos universitarios en áreas básicas, que pueden ser reconocidos una vez los candidatos adquieran la calidad de estudiantes regulares. En ALMA MÁTER, el rector de la Universidad explica los pormenores de esta trascendental decisión. Rector Mauricio Alviar Ramírez, ¿A qué obedece el cambio en la política de admisión? —Los estudios que hemos desarrollado hace unos ocho o diez años nos dicen que el primer determinante de la deserción en la Universidad es la calidad desde la condición de los aspirantes. Si la Universidad logra, como pretendemos con este acuerdo académico, elevar el nivel de los jóvenes que se presentan a la Universidad desde los grados 10 y 11, vamos a tener mejores resultados en la permanencia, vamos a ayudarles a perfilar mejor su vocación y vamos a lograr mejores tasas de graduación. Lo que hemos hecho ahora para la
admisión de noviembre es apenas el comienzo de todo un cambio en las políticas para pasar de un examen de admisión a un proceso de selección. La reforma ataca la deserción en general. Lo que pasa es que nosotros hemos visto, según las estadísticas recientes de la Vicerrectoría de Docencia, que la denominada deserción temprana, aquella que ocurre entre el primero y segundo semestre, ha venido creciendo. A finales de la década del 90 estaba en promedio en un 12%. Hoy la tenemos en 24%. O sea, en los dos primeros semestres se nos está yendo la quinta parte de los estudiantes. Eso es gravísimo. Y a lo largo de una cohorte, llega al 48%, en promedio. Eso es importante aclararlo, porque hay programas como los del área de la salud, en los cuales la deserción no llega siquiera al 10%. Y es natural que así sea: un joven que pasa a Medicina difícilmente va a desertar, aunque hay casos, por supuesto; el promedio de deserción en las áreas de la salud es mucho más bajo que el de la Universidad.
¿Cómo puede la Universidad mejorar la calidad en los niveles de educación precedente? —Si bien la Universidad no puede hacer inversiones en recursos frescos para la educación precedente, desde el punto académico sí podemos influir y de hecho lo estamos haciendo de varias maneras, por ejemplo, con el diseño de cursos para los estudiantes de 10 y 11 en matemáticas, español, inglés y en una área más, que va a depender de la vocación de los estudiantes. Para desarrollar esa estrategia, la Universidad tiene que contar con el apoyo, como de hecho ya lo tiene, de la Secretaría de Educación del Departamento y de la Gobernación de Antioquia, y utilizar las tecnologías de la información y las comunicaciones. Otra manera es con la formación de los docentes como la Maestría de enseñanza de las matemáticas para los maestros de Antioquia. Ya se graduaron 22 y otros están estudiando, desde sus municipios. Tenemos también un programa del gobierno nacional, de becas para maestros, en el cual la Universidad
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En la Facultad de Ingeniería hoy se ofrece a los estudiantes de grado 11 los cursos Descubriendo la Física y Matemáticas. A quienes los aprueban en su momento y pasan a la Universidad presentando el examen actual, se les reconoce como parte de su plan de estudio. Ese es un estímulo extraordinario para los jóvenes. Y de esa manera estamos logrando mejores competencias, mejor nivel de formación; estamos premiando a los buenos estudiantes y estamos logrando mayor equidad, porque todos tienen mayores oportunidades de ingresar a la Universidad.
participa. Es una responsabilidad de la Universidad colaborar con la educación precedente para que nuestros futuros estudiantes lleguen en mejores condiciones de calidad y equidad a lograr un cupo en la institución. La Facultad de Ingeniería desarrolló un programa para atraer a buenos estudiantes a las carreras de ingeniería, que consiste precisamente en la formación desde los grados 10 y 11, y el resultado que se tiene hasta ahora es que el 90% de los chicos que han tomado los cursos y fueron admitidos no han desertado. Eso evidencia que mejorar el nivel académico de los aspirantes contribuye a disminuir los niveles de deserción universitaria. ¿Cómo opera la figura de la doble opción? Hasta ahora los estudiantes que no logran cupo en la primera opción van a la segunda opción, pero por residuo. Con esa manera, muchos jóvenes con buenos puntajes se quedan por fuera de la Universidad. ¿Cómo lo vamos a hacer ahora? Los jóvenes que no logren cupo en el programa seleccionado como la primera opción van a ir a la segunda opción a competir con los de la primera opción. Es decir, los que tienen mejores puntajes acá van a ir de primeros en la segunda opción (que para otros será la primera). Eso nos garantiza mejores resultados y mejores puntajes, y mejora en la selección de nuestros estudiantes. ¿En qué consiste la ponderación de las pruebas? —Las pruebas de razonamiento lógico y de comprensión lectora
van a tener una ponderación del 30% cada una, y la prueba específica, que nos habla de la vocación del aspirante, del 40%. ¿En qué consisten los estímulos? —Hay que decir que la Universidad ya tenía unos estímulos, como el que se reconoce a los ganadores del Premio Andrés Bello y del Premio Fidel Cano. Pero nosotros hemos querido ampliar esos estímulos a los ganadores de cada una de las subregiones del Departamento del concurso Olimpiadas del conocimiento, que es una política pública consagrada en la Ordenanza 54 de 2013 de la Asamblea de Antioquia, para que puedan entrar a la Universidad sin presentar examen de admisión y escojan el programa que deseen. También para los finalistas de las Olimpiadas del conocimiento va a haber un estímulo que representa el 5% de la prueba de admisión. Estamos seguros de que esos estímulos van a generar un efecto positivo también en los maestros y en las instituciones de educación básica y media. ¿Existe el temor de que el nuevo examen de admisión privilegie o favorezca a los aspirantes de instituciones privadas? —Hay una creencia según la cual a los estudiantes de los colegios privados en general les va mejor en las prueba Saber 11 y en todas las pruebas que a los de los colegios públicos. Eso es parcialmente cierto, porque si uno mira los colegios privados de alto rendimiento académico, coincide en gran medida
con familias de altos ingresos, y esos jóvenes hoy no están viniendo a la Universidad de Antioquia, sino a otras instituciones que también ofrecen programas de buena calidad, y por otras razones; pero se nos olvida que esos colegios de rendimiento académico alto son muy poquitos. En Medellín no pasan de seis. En cambio, si uno mira los colegios en rendimiento bajo, hay una gran proporción de colegios privados. Entonces, decir así tajantemente que los colegios privados son mejores que los públicos no es cierto. ¿Qué ocurre en la Universidad? El 90% de nuestros estudiantes son de estratos 1, 2 y 3, y de ese 90%, aproximadamente el 77% proviene de colegios públicos, y muchos de ellos son muchachos buenos, prueba de ello es que siguen matriculados en la Universidad, no han desertado. La gran preocupación nuestra es por los muchachos que desertan de la Universidad y que necesitan de ahora en adelante mejorar sus condiciones para llegar a la Universidad con competencias para competir por los cupos. Hoy se nos están quedando por fuera muchos jóvenes por no tener esas competencias, y los que logran entrar se nos van de la Universidad, la quinta parte en los dos primeros semestres, porque llegan con déficit en matemáticas y comprensión lectora. Las cifras son significativas: el 48% en promedio, es decir, de 100 jóvenes que admitimos, a lo largo de una cohorte van quedando 48 sillas vacías. Y la mayor explicación para ese fenómeno es la calidad. Obviamente, hay otras razones, económicas, familiares, persona-
les, y la Universidad sobre esas otras razones también tiene políticas para incidir en el rendimiento académico y en la permanencia; pero si la más importante es la calidad, hay que actuar con todo el rigor en ese problema, que está produciendo deserción. ¿No es muy pronto para introducir los cambios? —Lo importante es que la Universidad de Antioquia desde ahora lance un mensaje claro a la sociedad sobre la preocupación por la calidad. Esta universidad es muy buena, pero podemos hacer mucho más por la calidad, y en esta sociedad tan desigual, el primer vehículo para mejorar la equidad es la calidad de la educación. Además, muchos de ellos acaban de presentar las pruebas Saber 11, que les ha exigido también un ejercicio de estudio. No podemos esperar uno o dos años, cuando ya hay cursos en marcha. En este momento, y desde el año pasado, aproximadamente 24.000 jóvenes de 240 instituciones públicas han venido tomando cursos a través del programas“Vamos para la Universidad”. Ese es un número ya bastante significativo. Y nosotros esperamos que con esta señal que estamos dando desde la Universidad, con estos cursos de formación, que para el año entrante se van a aumentar a 35.000 jóvenes, empecemos la campaña de mejoramiento de la calidad. ¿Qué va a pasar en esta admisión particular con las regiones? —Para las regiones operarán los mismos cambios.
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Proceso de admisión 2015-2 para aspirantes nuevos a programas de pregrado Calendario del proceso Pago de derechos de inscipción
del 4 de septiembre al 5 de octubre
Inscripciones
del 4 de septiembre al 8 de octubre
Examen de admisión
3 y 4 de noviembre
Resultados
19 de noviembre
Oferta de programas Sede Medellín
Cupos
Oferta de programas Sede Medellín
Cupos
Administración de Empresas
50
Ingeniería Mecánica
75
Contaduría Pública
50
Ingeniería de Materiales
75
Economía
50
Ingeniería Química
75
Biología
40
Ingeniería Eléctrica
75
Física
60
Ingeniería Electrónica
75
Matemáticas
70
Ingeniería de Sistemas
75
Química
70
Ingeniería Civil
75
Tecnología Química
40
Bioingeniería
75
Astronomía
60
75
Estadística
40
Historia
20
Antropología
20
Sociología
20
Ingeniería de Telecomunicaciones Licenciatura en Educación Básica, con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental Licenciatura en Educación Básica, con énfasis en Ciencias Sociales
Trabajo Social
20
Licenciatura en Educación Básica, con énfasis en Humanidades Lengua Castellana
0
Psicología
20
Licenciatura en Educación Especial
40
Periodismo
25
Comunicaciones
20
Licenciatura en Educación Básica, con énfasis en Matemáticas
40
Comunicación Audiovisual y Multimedial
18
Licenciatura en Matemáticas y Física
0
Letras: Filología Hispánica
20
Licenciatura Pedagogía Infantil
0
Bibliotecología
30
Pedagogía (pendiente registro calificado)
35
Tecnología en Archivística
10
Licenciatura en Educación Física
50
Archivística
20
Entrenamiento Deportivo
35
Artes Plásticas
25
Medicina Veterinaria
30
Licenciatura Educación: Artes Plásticas
25
Zootecnia
50
Arte Dramático (Teatro)
15
Microbiología y Bioanálisis
50
Licenciatura en Teatro
15
Microbiología Industrial y Ambiental
35
Licenciatura en Educación Básica en Danza
20
Medicina
135
Música-Canto
15
Instrumentación Quirúrgica
32
Música
34
Química Farmacéutica
35
Licenciatura en Música
20
Ingeniería de Alimentos
35
Filosofía
50
Tecnología en Regencia de Farmacia
35
Licenciatura en Filosofía
30
Odontología
50
Traducción Inglés – Francés – Español
35
Enfermería
50
Licenciatura en Lenguas Extranjeras
35
Nutrición y Dietética
15
Ingeniería Ambiental
75
Administración en Salud: Gestión de Servicios en Salud
0
Ingeniería Sanitaria
75
Administración en Salud: Gestión Sanitaria y Ambiental
0
Ingeniería Industrial
75
Gerencia en Sistemas de Información en Salud
30
Nota: consulte en www.udea.edu.co la guía de inscripción para conocer todos los detalles del proceso de admisión tanto para los programas ofrecidos en las sedes de Medellín como los programas ofrecidos para las seccionales y sedes municipales.
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Pregrado en pedagogía, el primero de su género en Colombia
L
a pedagogía, dentro o fuera de las aulas, es la preocupación central como objeto de conocimiento del primer pregrado en Colombia en esa área particular de formación, diseñado y ofrecido el próximo semestre por la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, para formar profesionales que investiguen y pongan en práctica nuevas modalidades de educación en ambientes y regiones distintas. “Si los siglos anteriores responsabilizaron de la educación a la familia y a los sistemas escolares, desde la segunda mitad del siglo XX las ciudades hacen parte de esta labor y, poco a poco, los países enteros adquirieron el deber. Esta situación ha hecho que emerjan ambientes de aprendizaje y colaboración en lugares por mucho tiempo dedicados a servicios como la salud, el trabajo, la diversión, el esparcimiento o la opinión pública”, señala el profesor Eduardo Domínguez Gómez1. En la misma dirección, Domínguez Gómez, quien es uno de los asesores externos del nuevo programa, observa que se muestran cada vez más propicios para educar a los ciudadanos espacios como las vías públicas, los hospitales, los teatros, los museos, los juzgados, las oficinas, los medios masivos de comunicación, las redes sociales digitales, el espacio laboral, los templos, los parques, las cajas de compensación, la banca, los centros comerciales y hasta las vallas publicitarias. “Cuando un departamento o todo un país lanza la consigna de “el más educado” —dice—, los espacios extraescolares para la formación y educación se multiplican: plazas de mercado, clubes, organizaciones musicales, emisoras, parques educativos, parques biblioteca, las unidades de vida articuladas en Antioquia; jardines botánicos, parques recreativos, teatros, entidades de eventos tipo “Plaza Mayor” (Medellín) o “Corferias” (Bogotá), casas de la cultura, cineclubes, partidos políticos, casas periodísticas, editoriales, librerías, cafés culturales, ludotecas, lugares deportivos, etc.”. Y concluye el historiador y docente de la Facultad de Comunicaciones que tal escenario demanda profesionales “que sepan diseñar programas y didácticas innovadoras, pedagogos más allá de las
aulas, capaces de dar sustento a otras experiencias educativas, con destrezas para combinar lo histórico y lo por venir; lo circunstancial y local con lo planetario, ambiental y global; lo personal y lo colectivo; lo popular y lo de élites.” La profesora Diana Aguilar Rosero, adscrita al Departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación, subraya que el equipo de trabajo logró pulir la propuesta después de más un año de pensar, construir, indagar en el país, recoger experiencias, hablar con audiencias y presentar la idea en varios escenarios. Ella, quien también integra el equipo que diseñó la propuesta2, recuerda que la Facultad de Educación cuenta con experiencias por fuera del sistema educativo “como es la Licenciatura en Educación Especial, que ha pensado la educación para adultos, la educación en contextos no formales, la educación en contextos de diversidad cultural; así como la Licenciatura
en Pedagogía de la Madre Tierra, que se abre completamente a pensar en un educador para las comunidades indígenas y todo lo que eso implica en lo político, social y de liderazgo comunitario”.
Perfil Con el pregrado en Pedagogía, la Facultad de Educación espera formar un profesional con elementos suficientes para realizar distintas misiones, entre ellas la investigación educativa y pedagógica; docencia universitaria; asesoría y consultoría pedagógica; planeación, desarrollo y evaluación de proyectos de educación formal, no formal e informal; planeación, gestión y evaluación de procesos educativos; desarrollo y evaluación de procesos formativos con comunidades y de formación para el trabajo, coordinación y supervisión de programas educativos. “Es importante que la formación del pedagogo que se pretende desempeñar en contextos no escolari-
zados le permita a este profesional interactuar con profesionales de áreas disímiles con las que en el contexto escolar normalmente no se relacionaría; va a estar enfrentado permanentemente a diálogos, discusiones, debates con profesionales y discursos de otras áreas que también van a influir directamente en su desempeño laboral”, plantea Juan Diego Naranjo Isaza, asesor pedagógico. En tanto que la profesora Aguilar Roseo considera que el pregrado es un reto muy grande “porque uno no solo tiene que garantizar un programa de formación, sino responder a las demandas sociales que se requieren y que además los estudiantes encuentren condiciones para trabajar […] Es un reto, primero porque vamos a posicionar un perfil nuevo en el mercado de las profesiones, pero también a nivel social y a nivel académico, vamos con paso firme garantizando procesos de calidad muy altos y justamente eso es lo que pensó el pregrado en su construcción: tomar lo mejor que hemos aprendido estos 60 años de formación de maestros, tomar las mejores experiencias que tenemos en las licenciaturas y además responder a los criterios de calidad de los programas de formación de maestros”. 1. Domínguez Gómez, Eduardo. Para un país educador. Medellín: El Mundo, 2 de junio de 2015. 2. El equipo de trabajo ha estado constituido por integrantes de los grupos de investigación Historia de la práctica pedagógica y formación y antropología —Formaph—, con los aportes y experiencias de los grupos Gecem y Diverser, además de la licenciatura en Pedagogía de la madre tierra. Algunos de los integrantes son los profesores Ana María Cadavid Rojas, Andrés Klaus Runge Peña, Edisson Cuervo Montoya.
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Por JOHN JÚPITER MORALES VALENCIA
E
ste año finaliza el Plan de Desarrollo 20122015 de la Alcaldía de Medellín, cuatro años desde que se implementa la política de salud bajo el concepto de “ciudad saludable”, y según las cifras oficiales, se presentaron reducciones en varias tasas de mortalidad: infantil, materna, por diarrea aguda o desnutrición en menores de 5 años y por suicidio. Es apenas un comienzo pues no se desconoce la existencia de muchos problemas por resolver, como el embarazo adolescente, la accidentalidad, la enfermedad mental, la desnutrición entre otros. Es por eso que una “ciudad saludable” se define como aquella que hace esfuerzos conjuntos y continuados para ser “saludable”, lo que implica que desde la administración municipal se le dé continuidad a este concepto como política pública. Esta política surge del trabajo articulado entre la Administración Municipal, las instituciones de salud, el sector privado, la comunidad y especialmente por la labor investigativa realizada desde el sector académico. Desde el año 2006, el Grupo de Investigación en Economía de la Salud (GES) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia ha venido investigando las características de las ciudades saludables y la manera de llevarlas a las políticas públicas de las ciudades colombianas. La acogida por parte de la Secretaría de Salud, significó que desde el año 2013 se iniciará un convenio de transferencia de conocimiento que ha permitido que hoy se haya implementado como una política pública en proceso de consolidación. Actualmente, el GES trabaja en cuatro productos. El primero es un análisis multisectorial de la salud, para consolidar un sistema de indicadores que permita dar cuenta de cómo avanza Medellín como ciudad saludable; segundo, se hará la documentación de aquellas experiencias significativas que la ciudad puede mostrar del ejercicio de lo que se denomina ”salud en todas las políticas”; tercero, se desarrollará un documento de “Lineamientos de política pública” para que la nueva administración se comprometa a mantener esta experiencia y, en cuarto lugar, se implementará una estrategia de comunicación para “traducir” a la ciudadanía este discurso y promover su participación. En este sentido se prepara el “Tercer Foro Regional de Salud Urbana de las Américas: Salud en Todas las Políticas para una Ciudad Saludable”, que entre el 1 y 3 de diciembre buscará discutir y conocer experiencias sobre un enfoque denominado “Salud en todas las políticas como base para
Por una ciudad saludable una ciudad saludable”. El Foro, que ya se ha realizado en México y Nueva York, planea presentar algunas de estas experiencias que desde diferentes sectores aportan a una vida más saludable, tales como: El programa Buen Comienzo de la Secretaría de Educación, el Parque Circunvalar de la Empresa de Desarrollo Urbano o el programa Canitas al Aire del INDER. La transferencia de conocimiento entre el sector académico y el sector gubernamental, produce que este último diseñe sus políticas públicas con base en el conocimiento. La investigación acerca de las condiciones específicas de los habitantes de Medellín y la estructura política, económica y social, da luces sobre cuáles son las verdaderas necesidades de la población y las mejores formas en que deben ser abordadas desde el gobierno municipal. La solidez que brinda tener respaldo académico, permite que actualmente el Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de la Salud estudien la posibilidad de implementarlo en 55 ciudades del país. Una ciudad saludable debe apostarle tanto a la prevención como a la buena atención de las enfermedades, frente a esto el secretario de salud, Gabriel Jaime Guarín, dice que “la salud no empieza cuando la persona llega al hospital, sino que en el entorno donde vive se puede generar salud… (Pero) La estructura también debe ser de capacidad resolutiva y tiene que ayudar, porque tarde o temprano la persona se va a enfermar, pero lo que sí debe pasar es que esa enfermedad se presente más tarde, con menos discapacidad y pudiendo la persona vivir muchos más años”. La salud se relaciona directa-
mente con la productividad de una sociedad, Jairo Restrepo, investigador del GES, explica que “una de las características de una ciudad saludable, es aquella que goza un entorno económico que le permita a su población tener un buen nivel de ingresos y gozar un empleo decente”, este es un beneficio bidireccional ya que un mejor nivel de salud se traduce en hechos como un menor ausentismo laboral y una contención del gasto médico. Esto indica además que la salud no debe ser abordada simplemente desde la Secretaría de Salud, sino que debe ser un esfuerzo “intersectorial”, y eso es lo que plantea tanto el discurso de “ciudad saludable” y “salud en todas las políticas”. Restrepo resalta que los problemas de salud se evitan y que la salud mejora, con acciones provenientes de sectores distintos al sector salud, “esto implica entender que una ciudad saludable es aquella que por ejemplo procura tener un medio ambiente sano, buena movilidad, baja contaminación, mayor actividad física, baja congestión…”. Opina el investigador que para avanzar hacia una ciudad saludable “son cuatro los atributos necesarios: Compromiso político de alto nivel, participación ciudadana, redes de colaboración y el trabajo intersectorial”. Es así como se está trabajando para que sea una apuesta de ciudad que continúe independientemente de la administración de turno. En el marco del convenio entre el GES y la Secretaría de Salud, los investigadores han elaborado estudios en torno a: La evolución del concepto a nivel mundial durante la última década, la manera de aplicarlo a Medellín, el nivel en que se encuentra como “ciudad saludable” y los retos para avanzar
en esa dirección. Paralelamente la socialización con las comunidades, organizaciones e instituciones buscando un trabajo articulado que permita realizar esfuerzos conjuntos. Se destacan la realización de una mesa temática en el Congreso internacional de Salud Pública del año 2013 que contó con la presencia de Trevor Hancock (autor del concepto de Ciudades Saludables) y la participación en el Foro Urbano Mundial del 2014 en donde se suscribió un “Acuerdo de Voluntades” entre la UdeA, la empresa Suramericana S.A. y la Secretaría de Salud de Medellín. Uno de los casos destacados de ciudades “saludables” más reconocidos es el de Hong Kong, que cuenta con una esperanza de vida de 82 años y la tasa de mortalidad infantil es de dos por cada mil nacimientos. Medellín por su parte ha venido incrementando su esperanza de vida, pasando de 75 años en el quinquenio 2006-2010 a ser de 77 años según las mediciones entre el 2011 y el 2015. Particularmente se aprecia un incremento en la esperanza de vida en habitantes del sexo masculino, que pasó de 72 a 75 años, cifra que en el año 2000 era de 62 años. En los últimos 20 años las mujeres han tenido una esperanza de vida promedio de 75 años. La violencia es uno de los factores a los que se le atribuye una menor calidad de vida y mayor índice de muertes, esto último particularmente en los hombres; para lograr “ciudades saludables”, el escritor Héctor Abad Faciolince opina que “es necesario pensar la ciudad como un ente vivo. Hay que preguntarse: ¿es la violencia un síntoma o una enfermedad? La violencia es síntoma de enfermedades como la marginalidad, la pobreza y otros malestares más profundos”.
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El arte de plastinar Por JOHANNA PINO QUICENO
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n diferentes instituciones del país es una necesidad apremiante conservar los cuerpos para las investigaciones y estudios médicos. Por eso, la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia puso en marcha el primer curso de formación especializada en plastinación y otras técnicas. De paso, cambió el histórico panorama de su Edificio de Morfología, tras emprender hace ya unos años atrás, la tarea de plastinar todos los órganos que allí se encuentran y que son objeto de estudio de su comunidad académica y científica. De acuerdo con Luis Miguel Acevedo, docente del Departamento de Educación Médica de la Facultad de Medicina y coordinador del curso en plastinación, la oferta es el resultado de seis años de trabajo con los profesores Carlos Alberto Mejía Giraldo y José Darío Rojas Oviedo. La plastinación es un método que consiste en reemplazar los fluidos corporales por plástico. Regularmente se hace con silicona y sirve para dejar el órgano seco, flexible y libre de riesgo biológico y químico después de cumplir con las cuatro etapas del proceso: fijación, deshidratación, impregnación forzada y curado.
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La técnica fue descubierta por Gunther von Hagens, propietario de la empresa alemana Biodur y autor de la conocida exhibición “Bodyworlds”, semejante a la exposición que estuvo en Medellín a finales de 2009. La formación en la conservación de cuerpos —observa Acevedo— resulta importante para diferentes instituciones pues, de un lado, permite disponer siempre del objeto de estudio, ya bastante difícil de conseguir en el país, y del otro, se pueden cumplir las actividades docentes sin riesgos de salud ocupacional, ya que el método de usar formol fue declarado como un peligro cancerígeno para el personal que lo manipulara de manera cotidiana. Adicionalmente, la conservación de los órganos deriva en investigaciones que permiten mejorar la salud y prevenir la enfermedad en la población. “Gracias a la gestión administrativa y la gran inversión en infraestructura, la Facultad de Medicina se encuentra avalada por el Ministerio de Protección Social para la utilización de cuerpos no reclamados en Medicina Legal con fines educativos y de investigación”, señala el profesor del Departamento de Educación Médica, pero advierte que esta opción no es expedita, pues requiere el aval de la Fiscalía, institución que puede solicitar la devolución del cuerpo en cualquier momento. Las otras dos maneras legales son la donación en vida o la donación del cuerpo mediante la autorización expresa de los familiares, y la disposición de cuerpos no reclamados en institución hospitalaria.
Capacitación Al primer curso de plastinación en el país asistieron docentes de las universidades Industrial de Santander, Pamplona, del Valle, Tecnológica de Pereira y de la Universidad Alas Peruanas. Además, la Facultad becó a seis personas, entre estudiantes y auxiliares, con el fin de capacitar y fortalecer el talento humano de la unidad académico administrativa. Además del curso de formación especializada en plastinación ofrecido en Colombia, el profesor Acevedo estuvo en julio en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, Perú, donde capacitó en la técnica a cerca de 20 personas entre profesores de medicina humana, medicina veterinaria y estudiantes. Y otras 400 personas de países suramericanos asistieron, entre el 13 y el 15 de agosto, al XI Congreso Colombiano de Morfología que se desarrolló en la Facultad de Medicina —referente nacional e internacional por su infraestructura para el desarrollo de la morfología—, donde se expuso y debatió los últimos avances y tendencias en técnicas de conservación como la plastinación.
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Estudios revelan efecto genotóxico del aire en el Valle de Aburrá Por ÁNGELA AGUDELO RESTREPO
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ado que en la región es poco conocida la composición química del material particulado respirable y sus posibles efectos genotóxicos (capacidad de interactuar con el ADN y romperlo), el Grupo de investigación en gestión y modelación ambiental, Gaia, de la Universidad de Antioquia, realizó el proyecto “Genotoxicidad sobre linfocitos humanos expuestos a PM10 (material particulado menor de 10 micras) de tres sitios del Valle de Aburrá (2015)”. Los resultados in vitro de la investigación evidenciaron actividad genotóxica en las células humanas cuando éstas fueron expuestas a ese material. “Esperábamos que el lugar donde había menos partículas presentara menos daño, pero los resultados dieron muy similares; todos los sitios, independientemente del nivel de partículas, fueron altamente genotóxicos”, dijo la profesora Luz Yaneth Orozco Jiménez, del Gaia y autora del trabajo junto con los investigadores Leidy Mendoza Zapata, Lina Zapata Restrepo y Jaime Palacio Baena. Para el trabajo, se obtuvo material orgánico extraíble a partir de fitros con material particulado PM10 proporcionados por la Red nacional de vigilancia de la calidad
del aire, Redaire, y recolectado en tres estaciones fijas de monitoreo ambiental. Teniendo en cuenta el valor máximo permisible de PM10 para Colombia (50 microgramos por metro cúbico en promedio al año —50 µg/m3/año—), “Barbosa” presentó un promedio de concentración de 25-30 µg, “Corantioquia” lo tuvo de 47 µg, y “Facultad de Minas”, de 76 µg. Los resultados de la investigación “alertan sobre la necesidad de una continua revisión y ajuste de los niveles de referencia como medida de control y protección de la salud pública”.
Contaminantes peligrosos A las PM10 —también conocidas como material particulado respirable— se les adhieren unos contaminantes orgánicos con conocida capacidad muta-carcinogénica, como los hidrocarburos policíclicos aromáticos (HPA), benceno, tolueno y compuestos inorgánicos tóxicos como sulfatos, nitratos, amonio y metales pesados. “Es importante que nosotros generemos nuestros propios datos”, dijo el profesor Francisco Molina, jefe del Gaia, al señalar que la EPA (agencia de control ambiental en Estados Unidos), por ejemplo, hace seguimiento a 16 HPA carcinógenos. Determinar los efectos genotóxicos de este tipo de contaminantes es posible; de modo tal que “las alteraciones tempranas previas al desarrollo de una enfermedad cons-
tituyen biomarcadores apropiados para el análisis de riesgo ambiental”, como detalla la investigación. Ella se basa precisamente en la metodología Ensayo Cometa, mediante la cual se evalúa la integridad del ADN, “aspecto fundamental para la salud de los organismos, ya que los quiebres o rupturas del ADN constituyen lesiones premutagénicas potenciales”, resalta el estudio. “Trabajamos en esa parte oscura: qué puede estar pasando antes de ese efecto. Tratamos de que se incorporen en los programas ambientales metodologías biológicas aprobadas internacionalmente, que pueden ser usadas para evaluar la calidad de matrices ambientales y también para determinar los efectos tempranos e impacto en la población expuesta, como epidemiología molecular”, explica Luz Yaneth Orozco.
Exposición y efecto Agrega que desde el momento en que ocurre el evento genotóxico hasta cuando se evidencia en la salud del individuo afectado, pueden pasar 15, 20 años o más, a menos que se tenga predisposición genética. De ahí se deriva la importancia de implementar este enfoque de la investigación sobre la población expuesta, para identificar sectores ocupacionalmente vulnerables y determinar su posible susceptibilidad genética. El objetivo es acoplar el mapa epidemiológico con el mapa de
los niveles de partículas, y acoplar también metodologías biológicas, con miras a tener un mejor criterio en el control de la calidad del aire, para estimar riesgos de afectación a la salud pública y hacer prevención, tanto desde lo clínico como desde lo ambiental, explica Luz Yaneth Orozco. Y por eso la recomendación que arroja el estudio de agregar al monitoreo químico convencional (que mide los niveles de monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y de azufre, ozono, PM10, PM2.5 y partículas totales en suspensión), la medición del “efecto biológico (ejemplo, ensayos de genotoxicidad), que podría mejorar considerablemente este análisis de riesgo, dada la complejidad de la mezcla de contaminantes”. El estudio hace la salvedad de que su enfoque estuvo basado en PM10, pero que “las partículas más finas, PM2.5 tienen mayor facilidad de penetrar a los alvéolos pulmonares y, por ello, deberían ser también evaluadas, ya que solo con PM10 se podría sobreestimar el peligro”. Según la profesora Orozco, aunque se trabajó con Redaire y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, se hace necesaria una mayor articulación con otras instituciones que trabajan en la región, como las entidades de prevención en salud y las instancias gubernamentales, para la generación de políticas públicas ambientales, de modo que tengan en cuenta para su gestión estos parámetros.
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Laboratorio de Citología, una apuesta por la prevención del cáncer cérvicouterino Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA
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ace más de 30 años el laboratorio de citología de la Escuela de Microbiología no solo trabaja en beneficio de la comunidad universitaria sino de la región y el país, con programas de prevención del cáncer cérvicouterino, la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mayores de 25 años en Colombia, precedido por el cáncer de mama. El laboratorio presta servicios a estudiantes, docentes y personal administrativo en convenio con la Dirección de Bienestar Universitario de la institución. Realiza pruebas y tomas de muestra para la detección precoz del virus de inmunodeficiencia humana, VIH, y para la citología. Además adelanta actividades educativas con el proyecto Fomento de la salud sexual y reproductiva, dirigido a la población estudiantil para la prevención del VIH, del virus del papiloma humano, VPH, y del cáncer cérvicouterino. En las zonas más vulnerables de Antioquia, mediante la extensión solidaria, también despliega actividades de prevención de la enfermedad y de promoción de la salud, las cuales contribuyen a disminuir las tasas de mortalidad de las mujeres en la región.
Según la doctora en salud pública y coordinadora del laboratorio, Marleny Valencia Arredondo, la principal causa de la detección tardía del cáncer cérvicouterino es la falta de atención oportuna por parte de los centros de salud, pues —señala— después de que la prueba sale positiva las mujeres empiezan una carrera contra reloj para ser atendidas, y en ocasiones les posponen tanto las citas que se cansan de insistir, “y ahí es donde llegan a un cáncer invasor”.
Controles Para el laboratorio de citología resulta fundamental observar los controles de calidad, los cuales están asegurados ya que tres profesionales se encargan de la lectura de cada citología: primero un citotecnólogo, después un especialista y por último un patólogo. Pero lo más importante, una vez cumplida la valoración, es la preocupación por las mujeres. En ese sentido, Valencia Arredondo subraya que más allá de la lectura de una citología, en el laboratorio piensan en la mujer que está detrás de cada muestra, y se preguntan quién es y qué factores de riesgo puede tener. De ahí que —asegura— “si nuestras pacientes no reciben atención oportuna, nos comunicamos con la institución para que les hagan los otros exámenes a tiempo y no lleguen a una metástasis”.
En cuanto a la formación, tanto los propios estudiantes de la Escuela de Microbiología como del departamento de Patología de la Facultad de Medicina y de citohistotecnología de las instituciones educativas con las que la Universidad tiene convenio, se benefician de las prácticas con el banco de placas de más de 380.000 especímenes con que cuenta el laboratorio. En educación no formal —añade la coordinadora del laboratorio—, se oferta el curso para la cualificación en toma de muestras dirigido a bacteriólogos, enfermeras y auxiliares de enfermería. Además capacita médicos generales en la actualización de Bethesda 2001, sistema bajo el cual se reporta el resultado citológico, a más de los talleres sobre difícil diagnóstico citológico orientados a la capacitación de citotecnólogos, bacteriólogos y patólogos. Igualmente, el laboratorio dispone del centro de consultoría y asesoría en citología cérvicouterina, un espacio de educación continua que busca fortalecer el vínculo entre el profesional y la Universidad, además de contribuir al aseguramiento de la calidad de la citología en los laboratorios clínicos de Antioquia y del resto del país. En investigación, cuenta con un grupo que con previo consentimiento de las usuarias, accede a las bases de datos para realizar
diferentes investigaciones sobre el comportamiento del cáncer. “Donde los epidemiólogos vemos datos sabemos que ahí está el comportamiento de la enfermedad. Empezamos a darles uso a esas referencias que tenía el laboratorio sobre el cáncer, haciendo una caracterización de cuál era la conducta de las diferentes lesiones de cáncer en la región y un aporte muy importante fue que la citología puede servir como una prueba de tamizaje para ver otras infecciones cervicovaginales. De ahí empezamos a formular diferentes proyectos de investigación”, dice la doctora en ciencias médicas Lucía Stella Tamayo, investigadora del laboratorio. En la actualidad, el laboratorio es responsable de la lectura de cerca de 100.000 citologías anuales que provienen de las mujeres que están en búsqueda de asistencia en las diferentes unidades prestadoras de servicios de salud en Metrosalud, de Medellín, y de 84 hospitales de Antioquia que envían las citologías a través de la EPS Savia Salud. La lectura de tales citologías está acompañada del reporte epidemiológico que sale cada semestre, el cual observa el comportamiento de las lesiones malignas en las mujeres y aporta a la vigilancia tanto de los factores de riesgo como de la incidencia y prevalencia del cáncer cérvicouterino.
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Por AAAAA AAAAAAAA AAAA
La Maestría en Ciencias del Mar es una realidad Mediante la resolución 10100 del 13 julio de 2015 el Ministerio de Educación Nacional otorgó el registro calificado del programa de Maestría en Ciencias del Mar, ofrecido por la Universidad de Antioquia en convenio con la Universidad de Cartagena. · El posgrado se ofrecerá a partir del primer semestre académico de 2016. ·
Por LINA MARCELA GALLO BENÍTEZ
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a iniciativa de la Universidad de Antioquia y de la Universidad de Cartagena cuyo propósito es unificar esfuerzos y articular la docencia, investigación y extensión al estudio de las ciencias del mar en Colombia logra materializarse mediante el Programa de Maestría en Ciencias del Mar. El posgrado cuenta con el interés académico de varios grupos de investigación avalados por Colciencias y el acompañamiento académico de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz, España. Manejo integrado costero, ecología marina, hidrodinámica costera y saneamiento del litoral, son las tres áreas de énfasis temático que se ofrecerán inicialmente en las universidades colombianas bajo la metodología presencial en las modalidades de profundización e investigación, en Turbo, Antioquia, y Cartagena, Bolívar. El desarrollo de la propuesta de maestría estuvo a cargo de un equipo de trabajo liderado por docentes, grupos de investigación y representantes de cada una de las universidades, quienes aunaron esfuerzos y for-
talezas académicas en aras de construir y discutir la mejor estructura del programa de posgrado en ciencias del mar.
Pertinencia Según el Sistema nacional de información de la educación superior, Snies, actualmente no se cuenta con un programa de maestría interinstitucional con esta denominación. La maestría formará estudiantes que posteriormente podrán continuar su formación en el Doctorado interinstitucional en ciencias del mar, ofrecido en convenio por seis universidades nacionales (Universidad de Antioquia en la sede de Ciencias del Mar, Universidad Nacional de Colombia, Universidad del Valle, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad del Norte y Universidad del Magdalena) con el apoyo del Instituto de investigaciones marinas y costeras —Invemar— y la Comisión colombiana del océano —CCO—, el cual actualmente cuenta con cinco estudiantes activos de la Universidad de Antioquia a través de la Corporación Académica Ambiental, uno de ellos próximo a graduarse. Aunque las áreas de énfasis de la Maestría en Ciencias del Mar cuentan con antecedentes en el
país, el posgrado permitirá el desarrollo de investigaciones básicas y aplicadas en el territorio marino y costero colombiano desde todas sus perspectivas inherentes y no solamente bajo el enfoque del conocimiento biológico, que ha sido el énfasis principal que han tenido los estudios marinos en el país. Por lo menos un 20% de la población mundial vive dentro de la franja de los 25 kilómetros en la línea de costa, lo cual obedece a la enorme riqueza que poseen las zonas costeras, y en especial los estuarios con manglares, en términos de recursos naturales y servicios que reditúan algún beneficio económico para la humanidad1. Sin embargo, esa riqueza también las convierte en áreas vulnerables al impacto humano2. Es evidente la necesidad de contar con profesionales altamente capacitados, idóneos, formados integralmente en el manejo de tecnologías, que atiendan las necesidades del sector marino, formulen proyectos y acometan acciones para ayudar a resolver los problemas sociales en las zonas urbanas y rurales, que propendan por el saneamiento, la conservación, ordenamiento, protección y desarrollo de las zonas costeras
de la región. Así, la Maestría en Ciencias del Mar resulta ser un programa pertinente para el desarrollo social, ambiental y económico y para generar mejor calidad de vida a los habitantes de la región Caribe y del país en general. La Maestría en Ciencias del Mar nace al percibir las carencias académicas en Colombia en temas
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como manejo costero, funcionamiento ecosistémico, geomorfología e hidrodinámica y oceanografía, entre otros. Así mismo, es vital mejorar los nexos con el sector industrial y estatal a nivel regional, acelerar el ritmo en la generación de conocimientos e innovaciones tecnológicas, fortalecer los grupos de investigación, el desarrollo investigativo y servir de apoyo al desarrollo de doctorados.
Apuesta interuniversitaria La suma de fortalezas académicas e investigativas entre la Universidad de Antioquia, la Universidad de Cartagena y la asesoría de la Universidad de Cádiz, contribuyen a suplir carencias de formación ya detectadas a nivel nacional. Esto implica que los profesionales formados en la Maestría de Ciencias del Mar adquieran las habilidades académicas, prácticas e investigativas que pondrán al servicio de sus regiones para la solución de los problemas ambientales más apremiantes en las zonas marinas y costeras. España es pionero entre los países de la Unión Europea y el Reino Unido en la implementación de estudios coordinados y metódicos en ciencias del mar con perfil multi e interdisciplinario. La licenciatura en ciencias del mar y los programas de maestrías y doctorados en acuicultura y pesca - recursos marinos y sostenibilidad (acuipesca); Erasmus mundus gestión de costas y agua; gestión integrada de áreas litorales; gestión integral del agua, y oceanografía, dan cuenta de la idoneidad investigativa y académica de la Universidad de Cádiz, aliada vital en la estructuración de la Maestría en Ciencias del Mar, que ha contado con el acompañamiento permanente de Pedro Arenas Granados, doctor en medio ambiente y espacios litorales de la misma universidad. 1. (Costanza et al., 1997; UNDP/UNEP/WB/ WRI, 2000). 2. (Blaber et al., 2000).
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Una intervención para la transformación en Caucasia Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO
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a presencia sostenida de la Universidad de Antioquia en las regiones durante dos décadas ha servido para apoyar procesos de reestructuración o intervención de sectores y barrios de diversos municipios vulnerados o vulnerables; un ejemplo reciente es la participación de la institución en el Proyecto de intervención comunitario por la promoción de la cultura ciudadana alrededor del complejo lúdico, recreativo y deportivo Villa Arabia, en Caucasia. El complejo, ubicado en la troncal de la paz (vía Bagre-Zaragoza, parte sur del casco urbano de Caucasia), y considerado por las entidades municipales como punto estratégico para las vías de la prosperidad, nació de un proyecto liderado por la Secretaría de Planeación de Caucasia y es apoyado por la Seccional Bajo Cauca. El proyecto de intervención de las comunidades de esta zona está liderado por las coordinaciones Académica y Bienestar y Extensión de la Seccional y cuenta con la participación de diez estudiantes de antropología, sicología, sociología y trabajo social, quienes han planteado un diálogo interdisciplinario, orientado teórica y metodológicamente por la docente Nora Londoño, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y por Jaime Causil, egresado del pregrado de Sociología. El trabajo se adelanta con 350 habitantes de los barrios Villa Arabia, Villa Arabia 2, Caracolí y
Parcelas de Caracolí, con quienes se realizan talleres sobre el autocuidado, la generación de sentido de pertenencia, el cuidado de los bienes públicos y el trabajo comunitario. “La metodología de intervención pretende diseñar, implementar y desarrollar estrategias que posibiliten la participación proactiva de las comunidades que habitan cada uno de los barrios priorizados por ser zonas de vínculo directo con el complejo deportivo”, dice Diana Isabel Quiñonez Montoya, coordinadora de Bienestar y Extensión de la Seccional Bajo Cauca. El compromiso está enfocado, además, en un diálogo con los líderes de las acciones comunales de la zona para implementar estrategias que posibiliten el fortalecimiento de las relaciones intersectoriales y familiares, y para orientar un proceso educativo que conlleve a la reconfiguración de las relaciones sociales en la comunidad beneficiaria con el fin de crear identificación, apropiación y uso adecuado del complejo deportivo. “Se pretende fomentar la realización de prácticas deportivas, haciendo el llamado a quienes practican algún deporte para que utilicen las posibilidades que les da esta placa; y erradicar acciones inadecuadas como el consumo de sustancias psicoactivas y mal uso de los espacios públicos, para el fortalecimiento de la vida comunitaria”, detalla Leonardo Fabio Guerrero, tallerista del proyecto. Además, se están recogiendo algunos elementos propios de la teoría del juego, como la metodología de la negociación simple, para proyectar modelos con los que las comunidades puedan afrontar los
Actividades con la comunidad adelantadas por el equipo del proyecto de intervención.
procesos de participación comunitaria que se configurarán en la unidad deportiva en relación con sus normas y prácticas de funcionamiento social. “Nuestra intención con los talleres es intervenir en los imaginarios de los habitantes del sector desde conceptos básicos sobre el cuidado personal. Si tenemos una idea de cómo estas personas cuidan su cuerpo y sus hábitos, podemos hacerles la analogía de cómo se cuidan los espacios”, complementa Guerrero. La comunidad académica orientadora es consciente del reto que tienen los talleres en cuestión de efectividad e incidencia en las prácticas comunitarias, sin embargo la medición del impacto de estos procesos de participación comunitaria y prácticas de conservación y sostenibilidad de los espacios sólo se podrá observar a mediano y largo plazo. “Gracias a la imagen que tiene la Universidad en el Bajo Cauca de ser motor de movilizaciones sociales, se nos convocó desde la Alcaldía de Caucasia para apoyarlos en este importante proyecto que incidirá en la transformación de nuestros territorios y será un referente para nuevos trabajos en otros barrios que necesiten intervenciones similares”, puntualiza Edgar Alonso Correa, director de la Seccional con sede en el municipio de Caucasia. La fase final del proyecto contempla dos talleres más, y la entrega de la unidad deportiva a la comunidad, cuya junta directiva y administradora serán los líderes de las acciones comunales, quienes serán orientados con el fin de generar la participación democrática a la población beneficiaria por el complejo deportivo.
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Comuna 1 planea entornos saludables Por DIANA ISABEL RIVERA
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osalbina González, morena y de cabello oscuro, vive en la comuna 1 Popular de Medellín hace 38, cuando ella y su familia llegaron de Urabá. Desde que era una adolescente demostró ser una persona inquieta e interesada por el bienestar de su comunidad, y se ha integrado a diferentes organizaciones para proponer soluciones en derechos humanos, transporte, agua potable, alcantarillado, salud… Ella es una de las lideresas que de la mano con la Facultad Nacional de Salud Pública, FNSP, y la Alcaldía de Medellín participaron en la construcción del plan comunal de salud de la comuna 1. Este es, finalmente, la materialización de un sueño que desde hace varios años fue concebido por los habitantes, cuando empezaron a preguntarse “¿Por qué nos estamos enfermando y qué podemos hacer?” Según el perfil epidemiológico 2005 – 2013 realizado por la Alcaldía, la 1 está entre las comunas con menores índices de calidad de vida de la ciudad, con un índice de 77.35, seis puntos por debajo del de Medellín. El empleo de la mayoría de sus habitantes es informal. Además, está catalogada en nivel de riesgo muy alto en temas de trastornos de ansiedad, afectivos, impulsivos, y consumo de sustancias psicoactivas. La tasa de intento de suicidio es de 99.1, en comparación con la de Medellín que llega a 70.2 casos por cada cien mil habitantes. En temas de mortalidad de menores de cinco años y de embarazo entre los 10 y los 19 años, las cifras superan a las de la capital antioqueña, y la tasa de mortalidad por enfermedad respiratoria aguda para menores de cinco años fue de 33.4, en comparación con 9.6 para Medellín en 2013. “También identificamos problemas de obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades transmisibles como VIH, brotes de la piel debido a residuos, entre otros”, afirma Rosalbina. Un trabajo de todos Y así, pensando en una vida más saludable, la junta de acción y los habitantes de la comuna reservaron recursos de presupuesto participativo para elaborar un plan de salud a diez años. Pero necesitaban expertos que los acompañaran en el desarrollo de la propuesta, y con la Alcaldía buscaron nacional e internacionalmente, hasta que
La Comuna 1 se ubica en la zona nororiental de Medellín. Está conformada por los barrios El Popular, Santo Domingo Savio, La Avanzada, Carpinelo, La Esperanza Nº 2, Aldea Pablo VI, Granizal, El Compromiso, San Pablo, Moscú Nº 2, y Villa de Guadalupe.
fue la Universidad de Antioquia, a través de su Facultad Nacional de Salud Pública, la seleccionada para llevar a cabo el proyecto. Según Víctor Bula, coordinador de movilización social del proyecto y líder de extensión solidaria de la FNSP, lo más relevante de este proceso que comenzó en 2014 es que se construyó palmo a palmo con los líderes de la comuna, quienes conocían la temática, el entorno político y cultural, y tenían claro qué necesitaban y querían.
“Uno de los acuerdos clave fue que todos los profesionales o técnicos que requería el proyecto fueran contratados del talento humano de la comunidad. Seleccionamos a ocho personas, las capacitamos en la metodología y fueron ellas quienes recorrieron los barrios identificando iniciativas en salud, motivando a las personas e involucrándolas en el proceso”, explica Bula. Rosalbina es una de las ocho personas vinculadas. “El plan es muy importante para nosotros por-
que refleja la voz de la comunidad, y porque desde la Universidad nos enseñaron una metodología participativa para la identificación de problemas y las posibles soluciones. Al principio se pensaba solamente en hospitales y en mejorar el servicio asistencial, pero después comprendimos que la salud no está relacionada directamente con la enfermedad sino que hay otros determinantes que inciden como el medio ambiente, el hábitat, los servicios públicos, los estilos de vida favorables. Ese fue uno de los mayores aprendizajes”, dijo. La elaboración de la propuesta duró alrededor de ocho meses, en los cuales se crearon mesas de diálogo temáticas de acuerdo con los campos que en el plan decenal de salud pública fueron definidos como indispensables para el bienestar de las personas: el medio ambiente, la seguridad alimentaria, la salud sexual y reproductiva, la salud en entornos laborales, emergencias y desastres, vida saludable y enfermedades trasmisibles, vida saludable y enfermedades no transmisibles. También se crearon mesas poblacionales, vinculando a niños y adolescentes, mujeres en edad fértil, adultos mayores, personas en situación de discapacidad, población LGTB, víctimas de la violencia, afro descendientes e indígenas. “De ese modo garantizábamos enfoque diferencial, con perspectiva de género y ciclo de vida”, explicó Bula. Se desarrollaron numerosas actividades para informar sobre el proceso, recibir nuevos aportes y hacer ajustes, y en esos ires y venires, la propuesta se fue nutriendo de los saberes de la comunidad y los conocimientos académicos de la Universidad. “Finalmente, en julio de este año el plan fue entregado, y con él, también volvió la confianza a la comuna, pues llevaban varios años tratando de sacar adelante el proyecto y por diversas razones no se había logrado”, afirma Bula. Para él, esta fue una experiencia tan bella de extensión solidaria que se está sistematizando con el fin de aprender de esa realidad y poder mejorarla. Además, los pobladores de la comuna 1 ya cuentan con su propia ruta para convertir sus hogares, escuelas, parques, cafeterías, espacios de trabajo y todos los lugares que habitan, en “entornos saludables por el bienestar y el desarrollo”, como reza el slongan del plan construido entre todos.
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Ícaro promueve la resiliencia en los jóvenes Por JORGE MARIO ÁLVAREZ D.
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caro es un proyecto de intervención psicosocial de la Secretaría de la Juventud de Medellín, operado por la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, que desde 2013 trabaja con jóvenes de 14 a 28 años pertenecientes a las comunas 2, 4, 6, 7, 8, 10, 13, 16, 80 y Nuevo Occidente, de la ciudad de Medellín. El proyecto está integrado por los componentes de formación, fortalecimiento individual y social, gestión social del conocimiento, investigación, e intersectorialidad, a partir de los cuales se busca favorecer la resiliencia en los jóvenes desde la promoción y prevención, el fortalecimiento de capacidades individuales y colectivas, la apropiación de ciudad, el trabajo intersectorial y la gestión social del conocimiento en ese sector poblacional que se encuentra en riesgo y vulnerabilidad social, para contribuir, así, a su desarrollo, el del entorno inmediato y la ciudad. La resiliencia procura fomentar las capacidades de los jóvenes, para que se encaminen hacia hábitos de vida más saludables y, por tanto, tengan mayores probabilidades de llevar a cabo su proyecto de vida y aportarle a otros jóvenes en sus comunidades, apostándole al logro de mejores resultados para permitir un cambio en el entorno.
La ciudad de Medellín registra unos 570.000 jóvenes, de los cuales el 65% están en riesgo de adicción a las drogas o de ser reclutados por los grupos al margen de la ley; es precisamente en esta población donde el proyecto Ícaro le apuesta al desarrollo de procesos de prevención y promoción en salud psicosocial. A futuro, el modelo de intervención adelantado por Ícaro aspira a seguirle aportando a la operatividad de la política pública de juventud, con mayor capacidad de atención, nivel de cobertura y pertinencia en los territorios de la ciudad, logrando hacer presencia en un porcentaje significativamente más alto de la población joven.
¿Qué es Ícaro? https://www.youtube.com/ watch?v=URe5FqDMl6s Página en Facebook: Jóvenes Ícaro https://www.facebook. com/pages/J%C3%B3venes% C3%8Dcaro/637270359718 760?ref=hl Contacto Calle 62 52-59, Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, teléfonos 2196792, 2196793. Jovenesicaro@gmail.com, icaro.resieliencia@gmail.com
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Por JOHANNA PINO QUICENO
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uando el Parque de la vida surgió en septiembre de 2012 se pensó como un espacio de encuentro y construcción de ciudadanía que permitiera, a su vez, la implementación de actividades relacionadas con la salud desde una perspectiva centrada en el bienestar, no en la enfermedad. Desde entonces sus programas no solo crecen, sino que se expanden del ámbito local al regional y nacional, con el concurso de su principal aliado y administrador, la Facultad de Medicina. La partida propiamente dicha en 2013 se materializó con tres proyectos y hoy el Parque de la vida suma seis; al principio registraba cerca de 3.000 visitantes en un semestre y ahora son 18.000 en los 3 años de funcionamiento; y, lo más importante, trabaja con 25.000 personas en todas las comunas de Medellín. Así, el Parque de la vida, que como lo recuerda su coordinadora Greta Romero debía convertirse en un referente de ciudad, no solo ha cumplido con ese cometido, sino que como asociación que es —entre la Universidad de Antioquia y la Alcaldía de Medellín— ha logrado consolidar y aumentar programas de significativa incidencia entre la población, como Medellín se toma la palabra, Comportamientos saludables y Living lab.
Parque de la vida triplicó programas y beneficiarios
Conversatón. El 20 de agosto Medellín se toma la palabra celebró su segundo aniversario con la conversatón, una jornada que invitó
a transeúntes, visitantes y trabajadores del centro de la ciudad a hablar sobre la participación ciudadana, la convivencia y los cambios que requiere la urbe. Cerca de 60 promotores de la conversación que han participado de los procesos formativos del proyecto recorrieron Junín, Carabobo, Parque Berrío, Parque Bolívar y Plaza Botero, motivando charlas entre desconocidos que comparten un mismo espacio, la ciudad. Para Andrés Marín, líder de relacionamiento del proyecto, en este contexto electoral “es importante que las personas se reconozcan como sujetos políticos activos desde la opinión y la deliberación”. Uno de los propósitos principales del proyecto, liderado por la Facultad de Comunicaciones y la Secretaría de Participación Ciudadana, ha sido vencer la apatía y la indiferencia que hay por los asuntos públicos. Medellín y de Antioquia. El programa de televisión SaludAndo se transmite por Teleantioquia todos los jueves a las 4:00 p.m. La primera fase de esta iniciativa, que de acuerdo con Bustamante Ospina ha logrado “participación, empoderamiento y creatividad” por parte de quienes lo viven y lo construyen, tuvo lugar en Telemedellín con el programa Medellín ciudad saludable.
Medellín se toma la palabra El propósito de este programa es dar a la conversación un lugar especial en la ciudad, donde las opiniones parecidas o distintas se encuentren para construir ciudadanía. Según Juan Correa Mejía, secretario de Participación ciudadana, la estrategia de su Secretaría “es consolidar un proceso que logre corresponsabilidad de todos los sectores sociales alrededor de unas ideas prometedoras que cada vez contribuyan a formar un ciudadano para la vida”. Natalia María Echeverri, gerente de Medellín se toma la palabra, dice que “lo que queremos desde los lenguajes expresivos (pintura, fotografía, música, grafiti) es que esto sea entretenido, que realmente la gente pase bueno conversando, y en esa medida vaya cada vez entendiendo mejor la ciudad que habita y cuál es su papel como ciudadano en esta ciudad”. El programa se desenvuelve en la conversación entre la comunidad en sus espacios geográficos, pero también en espacios digitales y televisivos.
Comportamientos saludables “Lleva dos años y busca trabajar educación para la salud en los ha-
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Living lab
bitantes de las comunas de Medellín, con recursos de los programas de presupuesto participativo y Jornadas de vida y equidad”, cuenta Edilson Bustamante Ospina, asesor general de este programa que ha llegado a 12.000 personas de las comunas del municipio de Medellín, aportando conocimiento y prácticas en torno a la nutrición, la salud bucal, la actividad física, el riesgo cardiovascular, entre otros.
Dada su acogida, además de los talleres experienciales, visitas familiares y salidas pedagógicas, Comportamientos saludables también comprende la realización del programa de televisión SaludAndo, estrategia de comunicación y movilización social que busca ampliar el concepto de la salud y redefinir la relación del médico con la comunidad a través de historias de vida de diferentes amas de casa de
“Es un laboratorio viviente donde se integra el ecosistema de salud con el objetivo de resolver problemas soportados en tecnologías de la información y de la comunicación desde un ejercicio innovador en extensión, investigación y docencia”, explica su coordinadora Nora Luz Salazar, quien observa que en este espacio tiene lugar la innovación, la cocreación y el desarrollo tecnológico. En este proyecto confluyen la universidad, la empresa y el Estado a través de organizaciones como Une, Edatel, Alcaldía de Medellín, Cruz Roja, Universidad CES, Universidad Pontifica Bolivariana y Universidad de Antioquia. “Con ésto le estamos diciendo a la comunidad que la alianza Universidad Empresa Estado funciona, que trasciende en el proceso de responsabilidad social que tenemos todos en el sentido de mejorar el bienestar y la calidad de vida de la población”, afirma el decano de la Facultad de Medicina Carlos Alberto Palacio.
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Jornadas de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias Por GUILLERMO MONSALVE ROLDÁN
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os sectores farmacéutico y alimentario constituyen dos de las industrias más importantes en el país y en mundo, por la repercusión que tienen sus avances y decisiones en la calidad de vida de las personas, por su injerencia directa en asuntos de máxima atención como la salud y la alimentación y, desde luego, por la cantidad de dinero que se asocia a ellas. Si bien puede ser notoria la envergadura de ambos saberes y su impacto en la sociedad, es común encontrar a cada sector como independiente y con pocas articulaciones entre sí. Por ello, la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la Universidad de Antioquia (antes Facultad de Química Farmacéutica) le apuesta a la articulación y complemento entre uno y otro sector y a los saberes que los integran. Mediante el Acuerdo Académico 466 de 2014 la Facultad de Química Farmacéutica cambió su nombre por el de Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, tras considerarse, entre otras razones, que en la unidad académica se ofrecen programas en Química Farmacéutica, Tecnología en Re-
gencia de Farmacia, Tecnología de Alimentos e Ingeniería de Alimentos; además de posgrados en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias (maestría y doctorado), por lo que el nombre de la dependencia debe reflejar todos los programas académicos ofrecidos, así como sus objetos de estudio, expresando coherencia con la misión de la Facultad. La nueva denominación es incluyente, equitativa y con visión de futuro, con reconocimiento y homologación internacional. La expresión de Hipócrates “Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”, deja ver la articulación y relación directa que existe entre los saberes farmacéutico y alimentario, cuyos sectores están constantemente en la agenda de la atención pública. “Las industrias son convergentes, complementarias y emplean materias primas con componentes múltiples, procesos de transformación y elaboración de productos con propiedades físicas, químicas y organolépticas estables”, afirma Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias.
Jornadas En coherencia con ese propósito de articular los saberes, la Fa-
cultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias, con la Asociación colombiana de estudiantes de ingeniería de alimentos, la Asociación de egresados del departamento de alimentos de la UdeA, la Asociación de químicos farmacéuticos de Antioquia y la Corporación interuniversitaria de servicios, organizarán las primeras Jornadas de ciencias farmacéuticas y alimentarias. En el marco de las Jornadas, que se cumplirán del 22 al 30 de octubre de 2015 en la Universidad de Antioquia, también tendrán lugar el II Congreso colombiano de estudiantes de ingeniería de alimentos, el II Simposio internacional de ciencias farmacéuticas y alimentarias, la celebración del Día Mundial de la Alimentación, el III Congreso colombiano de atención farmacéutica y las Jornadas de investigación de la dependencia académica. Además, la VI carrera atlética de la Facultad. “Identificando soluciones innovadoras en los sectores farmacéutico y alimentario” es el slogan del Simposio internacional que guiará las diferentes ponencias de los expertos participantes y los espacios de aprendizaje y debate que se darán cita. “El Simposio tendrá una gran riqueza académica, dada por la calidad del programa definido y por la presentación de expertos naciona-
les e internacionales, procedentes de importantes universidades e instituciones de Francia, Alemania, Estados Unidos, Brasil, Cuba, Chile y Colombia, todos con una destacada trayectoria investigativa y repercusión en las ciencias farmacéuticas y alimentarias”, aseguró el decano Alarcón Pérez. Se trata de un evento de pertinencia e impacto para los sectores, donde se darán cita alrededor de 450 asistentes, entre estudiantes, profesionales e integrantes del sector productivo, en torno a ponencias y experiencias de investigación y su aplicación en la elaboración de productos. Los ejes temáticos alrededor de los cuales girarán las ponencias tienen que ver con procesos biotecnológicos en el área de alimentos y farmacia, alimentos funcionales y salud, desarrollo de alimentos y productos farmacéuticos a partir de materias primas emergentes, la nanotecnología en los sectores de alimentos y medicamentos, tecnologías emergentes y nuevos procesos en alimentos, nuevas tecnologías farmacéuticas, e innovación en ciencias farmacéuticas y alimentarias. En la página web www.udea.edu. co/jornadascifal, puede encontrarse toda la información del evento, así como el programa académico y el proceso de inscripción.
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Coleccio
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omo evidencia del invaluable acervo histórico, cultural, natural y científico, recogido a lo largo de 212 años, la Universidad de Antioquia conserva un variado conjunto de colecciones de carácter patrimonial. Alma Máter presenta una muestra representativa de las colecciones de las que es depositaria la institución, a propósito de la celebración del mes del patrimonio en septiembre.
Archivo histórico Custodia cuatro fondos documentales: Universidad de Antioquia (1809-2012), Reconstrucción del Eje cafetero (Forec), Liceo Antioqueño (1901-1988) y Fondo Acumulativo Universitario (1934-2013).
Fonoteca de la Emisora Cultural Conserva 26.000 registros sonoros, distribuidos en cuatro colecciones: musical, de producción radial, de efectos sonoros y de la palabra.
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ones patrimoniales Herbario Documenta 196.700 especímenes, producto de expediciones realizadas por estudiantes, profesores e investigadores de diferentes generaciones. Alberga registros de todo el mundo, pero en especial de la flora antioqueña.
Museo Universitario Centro cultural de primer orden, ofrece una función social y educativa transcendental, gracias a sus colecciones: antropología, artes visuales, ciencias naturales e historia, con cerca de 60 mil objetos museísticos.
Colecciones especializadas del Sistema de Bibliotecas Permanecen en la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, la Biblioteca Médica y la Biblioteca de Veterinaria y Zootecnia, compuestas por documentos relevantes debido a sus contenidos, encuadernación, tamaño, antigüedad, rareza y calidad física.
Colecciones zoológicas En el Instituto de Biología se encuentran las colecciones limnológica (de zooplancton, fitoplancton y macroinvertebrados), estuarina y marina (micro y macroalgas, fitoplancton y zooplancton marinos e invertebrados bentónicos), ictiológica (peces), teriológica (mamíferos), herpetología (anfibios y reptiles) y entomológica (insectos y otros artrópodos), todas evidencia de condiciones ecológicas y geográficas de lugares y épocas diversas.
Serpentario Mantiene viva una colección de ejemplares preservados de serpientes, escorpiones y arañas, recolectados en todo el país, especialmente en Antioquia.
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Experiencias de innovación social de la Universidad de Antioquia con la comunidad de Urabá.
Por LAURA GARCÍA RESTREPO
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a innovación es el factor común de los dos proyectos en los que participará la Universidad de Antioquia, junto con otras instituciones europeas y latinoamericanas, como parte del programa Erasmus+ de la Unión Europea, que promueve acciones en educación, formación, juventud y deporte. En ambos proyectos, la Maestría internacional en medicina innovadora y la Red latinoamericana en innovación social, se reconoció el liderazgo de la Alma Máter por parte de sus pares internacionales, lo que le permitirá no solo fortalecer el trabajo que viene realizando en dichas temáticas, sino también replicar sus buenas prácticas en otras instituciones y países. Erasmus+ tiene un presupuesto aproximado de 16 mil millones de euros para el periodo 2014 - 2020 y entre sus objetivos están: mejorar las cualificaciones y la empleabilidad de los jóvenes, modernizar la educación, la formación y el trabajo juvenil, y reforzar la cooperación entre la Unión Europea y sus socios internacionales. Este programa reúne otras siete estrategias europeas, entre ellas Erasmus Mundos, en el que la Universidad de Antioquia se involucró mediante el consorcio Eurica. “La Alma Máter participó en seis proyectos de esta nueva convocatoria de la Unión Europea, por lo que resultar favorecida en dos de ellos es una excelente noticia, teniendo en cuenta la alta exigencia de Erasmus+. También es una clara evidencia de nuestras fortalezas
Innovación universitaria con estándares internacionales académicas a nivel internacional y de que nuestros socios en otros países nos ven como un aliado estratégico”, aseguró Natacha Aguilar, coordinadora de cooperación académica de la Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad.
Medicina innovadora Gracias a una relación que nació hace más de 5 años entre la Universidad de Antioquia y la Universidad de Groningen en Holanda, entre las cuales existe la doble titulación de Doctorado en Ciencias Básicas Biomédicas, surgió la posibilidad de presentar un proyecto bajo la modalidad “Títulos conjuntos de máster Erasmus Mundus” en medicina innovadora. La maestría combina el conocimiento clínico-básico de las enfermedades y el uso en el dominio médico de las tecnologías de la información y la comunicación, para el manejo centralizado y personalizado de las dolencias. Para desarrollar el posgrado internacional sobre medicina innovadora se conformó un consorcio de 7 universidades, 4 latinoamericanas y 3 europeas, las cuales trabajarán en el proyecto por un período de 5 años, con posibilidad de extenderlo a 10. El primer
año se dedicará a la planeación y desarrollo del currículo conjunto, y a decidir los cursos que se ofrecerán, a partir de las posibilidades, conocimiento, infraestructura y grupos de investigación de cada institución participante. Según Gloria Sánchez, directora de la Corporación Ciencias Básicas Biomédicas, dependencia responsable de ejecutar el proyecto en la Universidad, los costos asociados a los procedimientos, diagnósticos, medicamentos y al cuidado de la salud están incrementando día a día en todas partes del mundo. “Una alternativa que se ha propuesto es que las economías emergentes entremos a este mercado de manera competitiva, ofreciendo productos de buena calidad y a bajos costos, lo que solo es posible si se capacitan personas de diferentes disciplinas, tanto de áreas de la salud como de administración, negocios y mercadeo, para crear una masa crítica multidisciplinaria capaz de participar en este tipo de investigaciones”. La maestría brindará tres becas completas por año para los nacionales, y permitirá la movilidad de investigadores e intercambios con estudiantes que seleccionen a la Alma Máter para hacer su estancia en el segundo año del programa. También representará una gran
oportunidad de internacionalización, al posibilitar la homologación de créditos con Europa, la transferencia de conocimiento y la necesidad de ofrecer cursos del programa en inglés. Del mismo modo, al interactuar con otras universidades que tienen gran experiencia, la Corporación podrá mejorar sus programas académicos y la manera de ver las ciencias básicas biomédicas y de llevarlas de lo básico a lo aplicado. “Es lo que necesitamos, esa visión de integralidad: desde el laboratorio hasta el sitio de atención primaria en salud”, reconoció Sánchez.
Red latinoamericana A partir de una búsqueda de la Universidad de Glasgow Caledonian (Reino Unido) de pares en Latinoamérica para conformar un consorcio orientado al fortalecimiento de proyectos de innovación social, surgió el nombre de la Universidad de Antioquia debido a su liderazgo y experiencia en esta temática. Por medio de la Vicerrectoría de Extensión y con el apoyo del Parque de la Vida y de las unidades académicas adscritas a éste, la Alma Máter entró a hacer parte de un consorcio de 12 universidades, 9 de América Latina y 3 de Europa,
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que conformarán la Red latinoamericana en innovación social, por un periodo de 3 años. “Nosotros como universidad pública somos unos de los más llamados a hacer innovación social como una solución a los problemas de la sociedad, derivada del conocimiento y en compañía de las comunidades. Al tiempo que se convierte en un instrumento para materializar la responsabilidad social universitaria”, explicó Mónica Palacio, coordinadora del Programa integración docenciaasistencia, IDA, de la Vicerrectoría de Extensión. Por su parte, Pablo López, director de proyectos europeos de la Universidad de Glasgow Caledonian, institución que coordina el consorcio y que tiene una gran experiencia en esta temática, reconoció que “uno de los principales retos de la innovación social es conseguir implementar el cambio en los negocios, entidades y estamentos, pero cualquier cambio siempre genera resistencia, por lo que las universidades son la llave para que éste penetre en todos los niveles de la sociedad”. Además, aseguró que la Universidad de Antioquia, por su experiencia, historia y ámbito geográfico, jugará un papel esencial en el éxito del proyecto, tanto en Colombia como en toda la región. El Parque de la Vida, al ser el escenario natural de la innovación social en la Alma Máter, será fundamental en este proyecto de Erasmus+, que permitirá consolidar y potenciar las actividades que allí se desarrollan, además de ayudar a articular y a definir los lineamientos institucionales en torno al tema. Los productos que debe entregar el consorcio son: un diagnóstico preliminar para contextualizar el proyecto a nivel institucional, local, nacional y regional; un modelo genérico para una unidad de apoyo a la innovación social, y la consolidación de la Red latinoamericana de innovación social. Adicionalmente, afirmó Palacio, existen otros beneficios asociados al proyecto como desarrollar un diplomado y una maestría en innovación social, favorecer la formación de formadores, lograr apropiación social del conocimiento, aportar a la política pública nacional en la temática y, en el caso particular de la Universidad de Antioquia, llevar la experiencia del Parque de la Vida a otros países de la región, para apoyar la creación de espacios similares. “El principal objetivo del proyecto es que, a través de los parámetros de la innovación social, se pueda llegar a un cambio social y económico sostenible, que redunde en el beneficio de toda la sociedad, mejorando la calidad de vida de las personas y eliminando las diferencias y barreras sociales”, concluyó López.
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Repsol convoca a los investigadores más innovadores de la UdeA Por JOHN S. OTÁLVARO PÉREZ
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a Red universitaria iberoamericana de incubación de empresas, RedEmprendia, abre el programa Solutions dirigido a las universidades asociadas. En esta primera versión, la multinacional española petrolera y gasística Repsol S.A., definió cuatro retos con la expectativa de recibir propuestas que desafíen los estándares comunes, que estén comprometidas con el crecimiento económico, el respeto por el medio ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida. La Universidad de Antioquia integra la Red, junto a universidades clave en investigación e innovación como la Universidad Politécnica de Madrid, Instituto Politécnico Nacional, Universidade de Coimbra, Universidade Estadual de Campinas, Universidade do Porto y la Pontificia Universidad Católica de Chile. “Como universidad pionera en investigación, tenemos que ir articulando los resultados del conocimiento que se generan en la Alma Máter para dar respuesta a problemáticas no solo regionales y nacionales, sino también mundiales. Los avances en nuevas fuentes de energía responsable y asequible son el escenario fundamental para generar conocimiento de pertenencia desde nuestro potencial innovador”, manifiesta María Patricia Arbeláez, vicerrectora de Investigación de la Universidad de Antioquia, y subraya la relevancia de convenios que promuevan los desarrollos investigativos y tecnológicos que aporten soluciones alternativas a preocupaciones que aquejan al mundo. La recepción de propuestas —sin detalles que pudieran considerarse confidenciales— inició en julio y se extenderá hasta el 30 de septiembre de 2015. El 31 de diciembre de 2015 los promotores de la iniciativa anunciarán los proyectos seleccionados para iniciar la fase II en los primeros meses de 2016. Los organizadores recalcan que las propuestas deben ser ambiciosas desde su metodología, impacto e innovación, y que no hay un tope
financiero que limite la iniciativa postulada. “La financiación destinada para el desarrollo de los proyectos seleccionados solo estará limitada por la calidad de las ideas, la ambición de los retos y la capacidad para convencer sobre los beneficios de su implementación”, precisa Bernardo del Amo Fernández, senior technology advisor en Repsol, y agrega que se apoyará cada propuesta con 2.000 € a fondo perdido, para que puedan desarrollar los planes del proyecto con tranquilidad. Solutions no solo representa un apoyo económico en el desarrollo de las propuestas tecnológicas, también puede significar un vínculo de altos beneficios para el convenio de colaboración universidad-empresa, en este caso una conexión entre Repsol y la Universidad de Antioquia a través de sus investigadores, en consonancia con el objetivo del programa: “fomentar la colaboración entre universidad y empresa en el ámbito del emprendimiento y búsqueda de soluciones tecnológicas, para lo cual servimos de puente entre siete grandes universidades de trayectoria investigativa y una gran empresa multinacional”, como lo asegura Leticia Borrajo, técnica en gestión de proyectos de RedEmprendia. Las personas que tengan algún tipo de vínculo con la Universidad de Antioquia o sus grupos de investigación califican para enviar sus propuestas enmarcadas en los retos que plantea Repsol, englobados en cuatro categorías: nuevas tecnologías para recuperación de fluidos en sistemas porosos, micro/nano sensores autónomos para monitorear propiedades fisicoquímicas en lugares remotos y complicados, tecnologías geofí-
sicas disruptivas para la mejora de la información del subsuelo y nuevas tecnologías de generación y almacenamiento distribuido que causarán una disrupción en el statu-quo. “Solutions es una posibilidad importante para la Udea en su estrategia de internacionalización de la investigación y las políticas de innovación tecnológica, además de un reto al ser convocados para desarrollar tecnologías disruptivas”, manifestó el coordinador del grupo Gasure Andrés Amell, tras la presentación de Solutions a los investigadores de la Universidad de Antioquia en julio pasado. “Los retos que presenta la empresa son una opción para que los grupos de investigación pensemos en cómo podemos aplicar nuestro conocimiento a la industria, sin embargo es también un reto para la Universidad valorar la trayectoria de lo que estamos haciendo, del legado investigativo construido al momento de negociar con empresas”, expresó en dicha presentación Aida Luz Villa, coordinadora del grupo Catálisis Ambiental. Por su parte, la directora del Programa Gestión Tecnológica, Ana Lucía Pérez Patiño, les recordó a todos los investigadores que esta dependencia se encarga de articular los retos con los avances investigativos para lograr impulsar así los resultados de investigación aplicada, y los invitó a comunicarse con para brindarles asesoría en propiedad intelectual y propiciar un contacto directo con Repsol para resolver inquietudes durante la formulación o ejecución del proyecto. Los interesados pueden consultar más información del programa Solutions en comunicacionespgt@ udea.edu.co o en el teléfono 2192121.
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Los medios no han entendido que en La Habana no está la noticia: Olga Behar Por GISELA POSADA MEJÍA Y NATALIA ACEVEDO SERNA
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Me siento tan vulnerable como cualquier otro colombiano en un país en donde el odio con frecuencia se impone a la tolerancia”, responde con la vehemencia y rigurosidad que la caracteriza la periodista Olga Behar Leiser, en la entrevista a propósito de su participación en el encuentro latinoamericano de facultades de comunicación, Felafacs 2015, que se cumplirá en Medellín del 5 al 7 de octubre en Medellín. Reconocida por sus investigaciones y por el libro El clan de los 12 apóstoles, en la actualidad se desempeña como profesora universitaria. Sus impresiones sobre los medios y el conflicto interno. Periodista Olga Behar, ¿cómo cubren los medios de comunicación el conflicto armado en Colombia? —Creo que no lo cubren, por lo general reportan datos estadísticos y entrevistan a autoridades. Estamos lejos de encontrar, en la mayoría de los medios, un verdadero ‘cubrimiento’. Desde La Habana, la televisión muestra a un visitante parado con un fondo de la ciudad, echando un carretazo de un minuto y dando cambio a Bogotá. Eso no es cubrir. Si yo fuera directora de un medio de esos, lo mandaría de vuelta de inmediato. El conflicto está en las regiones, allí están los protagonistas, los hechos, el contexto, las víctimas y los victimarios. Por eso, repito, yo me traería a todos esos periodistas de La Habana y recibiría los comunicados oficiales. Los medios y los colegas no han entendido que allá no está la noticia. Y que no debe estar allá, pues con la interferencia de los que buscan las chivas, el proceso termina en un sabotaje mediático que impide que avance hacia puerto seguro. ¿Y qué ha pasado con la desmovilización paramilitar y las bandas emergentes? —Ha pasado lo que suele pasar con procesos mal implementados. En primer lugar, estamos lejos de que haya verdad. Es cierto que desde los tribunales de Justicia y Paz se han hecho esfuerzos ingentes para reconstruir algunos eventos. Y que los jefes paramilitares algo han contado. Pero cuando Álvaro Uribe extraditó la verdad, le manifestó al país que eso era lo que el proceso daba. Ahora, buena parte de ellos recuperará la libertad. Y como lo dice ‘Popeye’, el matón de Pablo Escobar, lo que tasó su condena
es lo que ha sido pagado. Si los condenaron a ocho años y unos meses, pues lógicamente tendrán que liberarlos. Otro elemento importante es que en buena parte de los paramilitares medios y rasos no hubo una verdadera voluntad de verdad, justicia y reparación. Y desde el Estado no se diseñó un proyecto para impedir que continuaran en la delincuencia. Por eso, yo no los llamo emergentes ni criminales, los denomino nuevo paramilitarismo. ¿Hoy es posible hablar de posconflicto? ¿Cómo se construye? —Siempre hablo de transición hacia el posconflicto, entendiendo la firma de los acuerdos de La Habana como el inicio de esa transición. El posconflicto llegará cuando se desarticule —o se desmovilicen— los otros actores del conflicto (los ilegales) y cuando haya claridad histórica sobre el papel de los agentes del Estado que forman parte de él. ¿Qué piensa de las “chivas” periodísticas? —Nada reemplazará nunca una buena chiva. El problema es mediatizar la información con un objetivo de ganar en audiencia, el síndrome del ‘rating’ que, en últimas, perjudica al público. De una buena chiva debe pasarse a hacerle seguimiento, contextualizarla, profundizar en los hallazgos, encontrar a los protagonistas y convencerlos de hablar. Una chiva desencadena mucho trabajo y acá no se está haciendo con tozudez. ¿Deben los periodistas dedicarse a construir “la verdad” para evitar la repetición? —Nos dedicamos a ello hace ya varias décadas. Creo que hemos reemplazado, hasta cierto punto, a un poder judicial que está abrumado y sobrepasado en su capacidad de acción. Pero no hay una verdad. La aproximación de la verdad se construye a partir de lograr desentrañar múltiples verdades. ¿Cuál es la importancia de Felafacs y que las facultades de comunicación de América Latina reflexionen en torno de estos temas? —La responsabilidad que tenemos los educadores sobre la creación de una nueva generación, más consciente sobre sus vocaciones y sus deberes, es inmensa. Ojalá desde nuestras aulas podamos contribuir a que existan periodistas para la construcción de la paz, para la reconstrucción de la verdad y para aportar hacia la justicia y la reparación.
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La gestión universitaria con calidad jurídica: una cuestión de ética civil Por ROBERTH URIBE ÁLVAREZ*
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a universidad pública tiene como uno de sus marcos de acción el modelo de Estado de derecho constitucional, tanto para sus administradores como para sus diferentes estamentos y agremiaciones. Esta regla de acción institucional, que parece una obviedad, paradójicamente se convierte, en la actualidad, en un desafío urgente y prioritario de la Universidad de Antioquia en su más inmediato porvenir. Lo anterior, debido a diversos factores, complejos de explicar en este texto, que han generado la práctica del accionar universitario en el marco de permanentes y distintos niveles de juridicidad defectuosa e, incluso, de antijuridicidad. Lo anterior aconseja que la Universidad deba acometer con urgencia, con el mayor rigor jurídico y académico posible, al menos dos medidas de intervención de su estructura normativa, tanto desde el nivel de la semántica de las normas como de la pragmática de su reconocimiento por los universitarios: de un lado, la actualización de aquella normativa que se encuentra o bien en desuso o, en su lugar, dispersa y, con ello, asistemáticamente expedida. De otro lado, la adecuación constitucional y legal de aquella normativa que, estando vigente, fue proferida con precarios juicios y niveles de constitucionalidad y legalidad. Esto implica, entre otras definiciones, la determinación de una ruta de reforma a los estatutos básicos de la Universidad, de conformidad con los dos niveles referidos: en primer lugar, en el nivel semántico, una reforma del Estatuto General, en tanto carta de navegación institucional, que permita generar criterios tanto académicos (relacionados con las misiones institucionales de docencia, investigación extensión y gestión) como normativos de regulación de la restante normativa básica: el reglamento estudiantil y los estatutos profesoral, de los servidores públicos, disciplinario, contractual, entre otros. En segundo lugar, en el nivel pragmático, esta reforma integral dirigida a la actualización y al aseguramiento de la adecuación constitucional de la normativa universitaria, presupone una trasformación de
la comunidad universitaria en su conjunto hacia la eunomia, esto es, una transformación de las prácticas de reconocimiento y aplicación del ordenamiento jurídico estatal y universitario de los ciudadanos y, ante todo, de las diferentes autoridades universitarias. En los niveles de la normativa universitaria básica estos cambios semánticos y pragmáticos deberían estar precedidos de diversas reflexiones éticas y epistémicas, tanto respecto de los sujetos como de las misiones universitarias. A este respecto, es innegable la imperiosa restauración del ethos del profesor, del estudiante y del administrador universitarios. En cuanto al ethos del profesor, en el caso de la Universidad de Antioquia, es de suma importancia y urgencia rehabilitar como cuestión siempre vigente la pregunta por la vocación del profesor universitario, pues ¿cómo poder autoconcebirse como profesor si no se ha llegado aquí por vocación? Desde luego que esta es también una cuestión institucional, pero es ante todo un imperativo de carácter personal. Con relación a este aspecto, es urgente así mismo la reflexión ético-pública respecto del papel que cumple la investigación en el desempeño de la función ontológica formativa del profesor, desde la perspectiva de un balance o ponderación con el papel que en dicha función desempeña y debe desempeñar la docencia. Es claro que buena parte de los profesores de planta de la Universidad de Antioquia se han distanciado de la docencia, especialmente en los pregrados, como forma valiosa, que no es incompatible con una investigación racionalmente adelantada, para el desarrollo de la función formativa del profesor. Con relación a este asunto, y antes de proceder a una reforma que lo regule, los profesores universitarios nos debemos y le debemos a la sociedad una reflexión sobre los niveles de corrección moral que tiene la decisión de centrar la vida del profesor en la investigación en detrimento de la docencia y de la extensión. Otro aspecto importante es la reflexión ética sobre el ethos del estudiante. En este punto son varios los desafíos de reflexión, pero ojalá incluya, entre otros aspectos, el concerniente al papel a desempeñar en la participación
de los órganos académicos y del gobierno universitario, así como el deber ético y jurídico de cuidado de los bienes de la Universidad en tanto públicos que están al servicio de todos y prioritaria y prevalentemente destinados al servicio de la educación. Por supuesto que los administradores universitarios tenemos un ethos de servidores sobre el cual es importante generar acciones restauradoras de este rol, que se ha perdido en diverso grado. Nosotros, en cuanto administradores de la educación superior, debemos encaminar la gestión universitaria desde el referente ético de poner esta al servicio de la academia y no viceversa. El otro aspecto que demanda una reflexión ética profunda es en el ethos de las misiones universitarias, muy especialmente de la proyección de éstas en el reto que tiene la universidad pública de contribuir al desarrollo y la trasformación social, económica y política de la región y del país. Aquí surgen desafíos de gran entidad para la Universidad, especialmente en materia de mayor permanencia estudiantil con bienestar y calidad y de graduación de profesionales íntegros. Sobre este aspecto tan relevante surge la necesidad de reflexionar sobre imperativos éticos que tanto desde el nivel de nuestras subjetivaciones como universitarios, como del nivel propiamente misional de la Universidad permitan proyectar el ejercicio ponderado y racional de estas misiones universitarias sin incurrir en el abandono del ethos de la Universidad y su objeto social. Sobre esta cuestión, es de gran oportunidad la deliberación en torno al Plan de Acción Institucional como forma no sólo de planear el desarrollo de las misiones universitarias, sino, ante todo, de pensar la Universidad. Este es un espacio universitario que, conjuntamente con la necesidad de formulación próxima del Plan de Desarrollo Institucional, ad portas de fenecer, nos permite como universitarios hacer del ethos de la Universidad nuestro objeto de estudio, de modo que esta sea una cuestión, como debe ser, no sólo académica sino también ética, es decir, como ciudadanos integrantes de una sociedad civil. *Secretario General de la Universidad de Antioquia
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Tierras, fuerzas armadas y fracturas políticas, los nudos de la guerra (y de la paz)
María Emma Wills Obregón
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l problema de la tierra y la representación campesina; la desarticulación del gobierno central, de sus normas, con lo que realmente acontece en el poder político local; y la profesionalización de las fuerzas armadas y de la policía, son los tres nudos que los colombianos tenemos que resolver si queremos de veras solucionar los ciclos violentos en Colombia; pero también tenemos que cuestionarnos sobre cuáles son los desafíos que todavía nos aquejan como Estado y que son necesarios enfentar para alcanzar un buen vivir democrático, sostiene la filósofa y politóloga María Emma Wills Obregón, única mujer integrante de la Comisión histórica del conflicto y sus víctimas, quien intervino en Medellín en la cátedra pública Héctor Abad Gómez, el 28 de agosto. Profesora María Emma, ¿qué tendríamos que hacer los colombianos para desatar los nudos del conflicto que usted señala? —Tenemos que comprender que estos nudos son el producto de interacciones entre actores. A veces lo más fácil es pensar que el origen de la guerra fue algo entre buenos y malos. Y lo que yo creo
es que la guerra se desencadena por la interacción entre quienes deciden y los otros que, frente a lo decidido, reaccionan creando a su vez otras decisiones. Pongo de ejemplo el año 64, la operación Marquetalia, llevada a cabo por el Ejército Nacional para contrarrestar lo que se tildaba de “repúblicas independientes”, que eran vistas como un desafío al buen orden en Colombia. Sin embargo, ese ejército, que solemos ver como un solo actor monolítico, tenía distintas corrientes y la manera en que ingresan a allí es diferente para cada batallón. Encontrar que dentro de esas fuerzas militares, que siempre nos las han presentado como monolíticas y represoras, había una corriente que realmente miraba el conflicto de una manera más compleja e integral fuera para mí un descubrimiento. En Marquetalia hubo, efectivamente, algunos batallones que entraron usando exceso de violencia, exceso de ferocidad por aire, por tierra. Entonces, lo que hubo fue una reacción a la acción de las fuerzas militares que llevó a a la constitución de las Farc. Y las Farc deciden crear una memoria épica de la invasión del ejército a la zona y desconocen con eso aquellas entradas que eran más integrales
y sociales. Así, hay acciones y reacciones que van constituyendo dinámicas y procesos sociales y políticos que dan lugar a la guerra. ¿Para qué sirven las memorias? —Creo que el papel de la memoria en estos momentos, hecha principalmente por las víctimas, es de impugnación. Quienes realizan la guerra han puesto la vida a favor de ideales de izquierda o derecha, es decir guerrilla o fuerza pública, y ellos han construido sus propios discursos patrióticos. Pero estos discursos hay que impugnarlos porque la guerra no es patriótica. La guerra es un horror para todos, sin importar el bando de las víctimas, y también para los propios combatientes. Los colombianos desconocemos que la guerra también es un infierno para quienes la hacen. Por eso, el testimonio de las víctimas es el gran impugnador de la guerra. Necesitamos un basta ya, un no más. Y ese no más lo aprendemos escuchando a las víctimas, comprendiendo que si queremos un país distinto para las generaciones futuras, no podemos seguir repitiendo los errores. Hay que conocer el horror, escucharlo, afrontar los sentimentalis-
mos, tenemos que escuchar a quienes lo han sufrido para comprender y hacer un esfuerzo de compresión y reflexión histórica. ¿Qué es lo que no podemos volver a repetir como generación? ¿Qué es lo que no podemos volver a repetir como país? Eso solo viene de la mano de una compresión sobre qué fue lo que desencadenó y propició la guerra en Colombia por tanto tiempo. ¿Usted qué lectura tiene del papel de los medios de comunicación en el desarrollo del conflicto armado colombiano? —Yo critico algunas prácticas profesionales de los periodistas en Colombia, porque el periodismo también requiere contexto histórico y no puede ser solo la descripción de un hecho que no contextualiza. El contexto lo que ofrece es la posibilidad de análisis para comprender lo que pasó, no solo la reproducción de lo sucedido. Yo no solo necesito comprender que murieron diez personas en una masacre; lo que necesito comprender es cómo eso, que es inadmisible, sucede en un país que se precia de democrático. Entonces lo que yo añoro es más periodistas historiadores, analíticos, que puedan ofrecer compresión a una opinión pública que la necesita. ¿Qué historia está contando el sistema educativo? ¿Hay historia en las aulas? —Lo que pasa es que el sistema educativo no tiene lo que antes había, que era la cátedra de historia. Necesitamos reintroducir una reflexión histórica en el aula escolar. Debemos conocer nuestra historia, no solo para no repetir, sino porque sin una noción de un pasado compartido difícilmente podemos construir una comunidad imaginada nacional. ¿Qué papel deben cumplir las universidades en cuanto a memoria histórica? —Uno escucha, generalmente, que Bogotá está de espaldas al conflicto. En general es la urbe la que está dándole la espalda a un conflicto armado que se juega más que todo en las zonas rurales. Entonces, las universidades tienen el papel de producir conocimiento de lo que pasó en el todo el territorio. Ser gestores de memoria histórica, pero no solo realizar historia, sino hacer memoria con las víctimas y no a nombre de las víctimas; creando una serie de mecanismos que permitan solidaridad entre estudiantes, profesores y víctimas.
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a resolución 1216 de 2015 del Ministerio de Salud y Protección Social, que establece los lineamientos para el funcionamiento de comités interdisciplinarios que permitan materializar el derecho a morir dignamente, ha sido el instrumento indicado para personas como José Ovidio González, padre del reconocido caricaturista Matador; pero también ha propiciado diversos debates por parte de sus detractores y preocupación para quienes, en un momento dado, deben afrontar el procedimiento médico. En este último caso, personal médico hospitalario —y hasta operadores jurídicos— todavía manifiesta su preocupación ante la aplicación de practicar una eutanasia, a pesar de la sentencia C - 239 de 1997 que despenalizó el procedimiento bajo el argumento de respeto a la dignidad humana durante toda la vida y hasta el momento de la muerte de cualquier persona, y de la sentencia T - 970 de 2014, que exhortó al ejecutivo a expedir la resolución. Las preocupaciones son comprensibles si se tienen en cuenta los debates jurídicos, morales, religiosos e ideológicos suscitados; pero sobre todo la demandada en acción de nulidad de la resolución 1216 de 2015 que cursa ante el Consejo de Estado, quien negó la medida cautelar que pedía suspender provisionalmente la aplicación de la norma mientras se decide definitivamente sobre la nulidad. Los demandantes de la acción argumentaron que el poder ejecutivo no puede reglamentar sentencias de la Corte Constitucional. Para la abogada Ana María Londoño Agudelo la resolución es constitucional bajo dos argumentos. El primero es que el gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud y Protección Social, es competente, porque cumplió con un deber legal nacido de una orden judicial en la sentencia T -970 de 2014. Mandato del juez constitucional que se produjo, además, porque el Congreso ha estado en mora (o más bien renuente) de legislar en la materia desde hace dieciocho años, momento en que Carlos Gaviria lo exhortó por primera vez. El otro argumento —observa Londoño Agudelo— es que, al analizar el contenido de la resolución, el Ministerio no se extralimitó pues solo estableció los criterios prácticos para que el derecho a morir dignamente sea efectivo y no se entrometió en determinar su alcance o núcleo esencial, lo cual le corresponde al Congreso a través de una ley estatutaria. Ante la necesidad o no de la expedición de la ley estatutaria, impulsada en la sentencia de Ga-
viria Díaz y reiterada en la T – 970 de 2014, la abogada Águeda Torres plantea que el marco jurídico actual, logrado en buena medida gracias al trabajo realizado por los jueces, “permite considerar a la muerte digna como un derecho fundamental autónomo sin requerir una ley que consagre el derecho y lo desarrolle”. Y, por tanto, Torres concluye que la jurisprudencia ampara de manera suficiente el ejercicio de los médicos para que su actuar en el caso de una eutanasia no sea considerado delito. Aunque ella también reconoce que Colombia es un país legalista y que muchos quieren una norma expedida por el legislativo como medida de protección. Se sabe, por ejemplo, que algunos jueces temen incurrir en prevaricato ante la petición, mediante tutela, de la aplicación de la eutanasia como garantía del derecho a la muerte digna.
Cuestión de dignidad La dignidad humana es “un valor intrínseco absolutamente unido a todo ser humano por el solo hecho de ser tal; por lo que se exige que
a toda persona se le respete como un derecho fundamental la libertad de tomar las decisiones sobre aquellas situaciones que la afectan, es decir, que se respete la autonomía individual sin más límites que el derecho ajeno igualmente respetado”, recordó Juan Medoza Vega, de la Fundación pro derecho a morir dignamente, en el ciclo in memoriam Carlos Gaviria, que organizan el Instituto de Estudios Políticos y la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Según el médico, en la práctica el ejercicio efectivo de la autonomía del ser humano para una muerte digna se puede garantizar a través de dos instrumentos válidos, la eutanasia y el documento de manifestación anticipada de voluntad. De acuerdo con Mendoza Vega, en la eutanasia existe la intención de cortar la vida de un enfermo en estado terminal que sufre intolerablemente, a petición libre, voluntaria y reiterada del paciente. “En Colombia —precisa— debe ser un acto practicado por un médico que no sea objetor de conciencia”. En cuanto a la manifestación
anticipada de nuestra voluntad sobre cómo deseamos morir dignamente, vale decir que la Fundación pro derecho a morir dignamente desarrolló el documento “Esta es mi voluntad”, en el que, como textualmente está consignado, se acepta la posibilidad de que “un médico proporcione medicamentos en dosis letales para acceder a la muerte digna de manera rápida, segura y apacible”. El documento, que cualquier mayor de edad puede firmar, tiene como objetivo “reunir elementos de prueba sobre la conformación, maduración y consistencia en el tiempo de su voluntad personal frente a la eventualidad enunciada”, añade el médico Mendoza Vega. Personas con Alzheimer; las que sufren dolores intolerables sin esperanza de alivio pero no se encuentran en etapa terminal, como un cuadripléjico; la persona en coma prolongado o en estado vegetativo persistente, son situaciones que —afirma Mendoza Vega— pueden consignarse de manera anticipada en el documento “Esta es mi voluntad”, para garantizar, así, una muerte digna.
“No es humano obligar a soportar el sufrimiento”: Juan Mendoza Vega
Foto: Felipe Sosa
Por JULIANA ECHAVARRÍA RESTREPO
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Lo bueno, lo malo y lo mejorable de la Constitución de 1991 Por SERGIO ALZATE
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n las proximidades de la conmemoración de los 25 años, la Constitución de 1991 plantea inquietudes en torno a su vigencia en la Colombia del siglo XXI. ¿Es una constitución adecuada a la actualidad del país? ¿Es el vehículo oportuno para realizar las transformaciones políticas y sociales que exige el contexto nacional? O, por el contrario, ¿es imperativo pensar en una nueva constituyente, como aquella que en 1990 puso fin a más de un siglo de hegemonía instaurada por la Constitución de 1886? Este cuarto de siglo ha sido para la Constitución una experiencia entre éxitos y fracasos. Ha sido un modelo para las constituciones de la región, que miran la colombiana como un ejemplo en derechos humanos, en democracia y libertades; pero, al mismo tiempo, el texto superior cada vez parece distanciarse de la realidad o viceverza. “Las libertades están corriendo cien metros planos y ya llegaron a la meta, mientras que las instituciones van a paso de tortuga”, opina Bernardita Pérez Restrepo, profesora de derecho constitucional en la Universidad de Antioquia. Sin embargo, es notable la consolidación de los derechos fundamentales al sustituirse la Constitución de 1886. “Teníamos, hasta 1991 un Estado totalitario, fundamentado en la autoridad y poco interesado en conceder derechos y libertades ciudadanas”, contextualiza Tulio Elí Chinchilla, también profesor de derecho constitucional de la Alma Mater. Por tanto, una constituyente que pusiera fin a 105 años de hegemonía política, “era una necesidad histórica, ya que teníamos obligaciones, no derechos”, agrega Pérez Restrepo. Pensada en 1990, mediante un movimiento universitario que se conoció como “La séptima papeleta”, la Asamblea Nacional Constituyente dio luz verde a la Constitución Política de Colombia el 7 de julio de 1991. “En ese momento histórico era fundamental relegitimar las instituciones de gobierno como el Congreso”, resalta Chinchilla, además de otras necesidades políticas del momento: derrumbar el bipartidismo histórico, la creación y protección de derechos fundamentales (inexistentes o insuficientes durante más de un
... como preparación para el cumpleaños 25 de la Carta magna colombiana, el semillero Grupo de discusión constitucional, adscrito a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, ha propuesto un ciclo de charlas donde el eje temático es la Constitución Política de 1991 y la vigencia de sus preceptos. siglo), fomentar un Estado más descentralizado, separar la Iglesia del Estado, entre otros tópicos que fueron puestos sobre la mesa de discusión hace 25 años. ¿Pero fueron exitosos estos cambios? “Institucionalmente se ha quedado corta la Constitución del 91”, sentencia la profesora Bernardita, para quien el Congreso sigue siendo representado por los mismos de siempre; además cree que es necesario “un presidente menos dictador y un poder judicial más independiente, que se ponga la camiseta de los ciudadanos”. Esta opinión es complementada por el docente Tulio Elí quien cree que “las clases dirigentes, quienes tienen que aplicar las leyes, no han asimilado lo postulados de la Constitución de 1991. Eso es casi que condenarla al fracaso o a la precariedad”. Inclusive, la disparidad entre una constitución liberal y una sociedad conservadora como la colombiana ha llevado a aparentes contradicciones entre el ideal de Estado promulgado en 1991 y el Estado vivido en los últimos 24 años. Así que, como preparación para el cumpleaños 25 de la Carta magna colombiana, el semillero Grupo de discusión constitucional, adscrito a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, ha propuesto un ciclo de charlas donde el eje temático es la Constitución Política de 1991 y la vigencia de sus preceptos. Adrián Ríos Torres, miembro del semillero y estudiante de derecho de la Universidad de Antioquia, cree que es importante “analizar los más de veinte años de vida de la actual Constitución, para saber qué partes hay que defender”. Por eso, en las charlas que allanan el campo para la celebración de los 25 años, y que comenzaron con el papel de la Carta constitucional en la búsqueda de la paz, se busca poner en discusión temas como la defensa de los derechos fundamentales, el actual sistema económico, las lu-
chas lgbtiq, entre otras cuestiones que, según Ríos Torres, han surgido como inquietudes en estos años de vida constitucional. No obstante, tanto Bernardita Pérez Restrepo como Tulio Elí Chinchilla opinan que la Constitución Política de 1991 es un mecanismo ideal, a pesar de las dificultades, para lograr cambios coyunturales en el país. “Nuestra Constitución contiene cláusulas muy avanza-
das, garantistas y humanistas que con un buen desarrollo legislativo pudiera sacar adelante ciertas reivindicaciones de mejoría para la población colombiana”, opina Chinchilla. Por su parte, la profesora de derecho constitucional resalta la posibilidad de reivindicaciones que ha dado la Constitución en estos casi 25 años. En ese sentido, pondera como positivo el debate actual en torno a la unión, adopción y derechos patrimoniales de las parejas del mismo sexo; debate posible por la actual carta de derechos. “Es a partir de pequeñas causas que se cambian las sociedades. Una decisión como legitimar la unión de parejas del mismo sexo es de una transcendencia política incalculable. Ciudadanía es eso: ejercer la pluralidad”, concluye.
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Por CLARA INÉS ARAMBURO SIEGERT*
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s consustancial con la misión universitaria contribuir con el conocimiento acumulado a la solución de problemas específicos de manera oportuna y, para hacerlo de forma articulada, la Universidad de Antioquia creó la Red de pensamiento estratégico, orientada por el Instituto de Estudios Regionales, Iner1. En los últimos meses y por iniciativa del Comité de decanos y directores del área de ciencias sociales, humanas y artes se invitó al Iner a instalar el cuarto nodo de la Red, enfocado en los estudios realizados por el área sobre conflicto armado y construcción de paz, con el fin de generar aprendizajes que contribuyan a aportar a la intervención en la coyuntura de negociación y posacuerdos. El nodo se activó con 13 profesores expertos en el tema2 y un equipo sistematizador del Iner3 reunió sus distintos enfoques de trabajo y subtemas de interés y configuró las áreas de mayor conocimiento acumulado, para ofrecerlos, desde la Universidad, como reflexiones, asesorías y aportes académicos útiles para enfrentar los retos que supone construir una sociedad en paz luego de las negociaciones entre el gobierno y las Farc en La Habana. Con la convicción de que el posconflicto será tan espinoso como el conflicto, y con diferencias en cuanto a una mayor o menor ilusión para cimentar otra forma más esperanzadora de vida, la mesa respondió en cuatro reuniones de discusión durante dos meses a la pregunta: ¿Qué tenemos para construir la paz? De las respuestas y análisis emergieron tres enfoques de trabajo —militar, jurídico y social— articulados en los siguientes temas de investigación: —Conflictos y violencias con dos énfasis: uno analiza cómo el conflicto armado exacerba, se inmiscuye, interactúa, de manera directa con el conflicto social, familiar, político, escolar, urbano; el otro expresa la relación directa entre actores armados (victimarios) y población vulnerada (desplazados, feminicidios, hombres víctimas, reterritorialización de población étnica, mujeres víctimas en situación de guerra). —Tratamiento del conflicto, trabaja dos enfoques: los procesos encaminados a superar el conflicto por la vía política (negociación, desmovilización, desarme, diálogo, amnistía, indulto, reconciliación, restitución de tierras, seguridad humana, incidencia de procesos culturales y artísticos) y los procesos encaminados a superar el conflicto por la vía normativa y legal (justicia transicional, DDHH, DIH, Sistema Interamericano de DDHH, Corte Penal Internacional, etc.).
Conocimientos para la paz —Memorias, trabaja el enfoque de la eficacia, validez, importancia, necesidad de activar la memoria para superar el conflicto (archivos de memoria, memoria documental, lugares de memoria), y la dimensión subjetiva de la memoria (duelos, odios, narrativas de sentimientos, dignidad de los muertos). —Resistencias, analiza la intencionalidad política del acto en procesos en los que la población enfrenta a los actores armados y a las dinámicas mismas de la guerra, y la manera organizada de resistir a ciertas estructuras de poder en los que se incluyen la resistencia civil no armada. —Formación y pedagogías de paz, incluye las acciones formativas deliberadamente encaminadas a la construcción de escenarios de convivencia y de formación de paz desde la perspectiva procesual más que finalista. Estos temas se agregaron en una matriz temática, que aunque limitante y esquemática, deja visualizar el conocimiento universitario acumulado en esos ejes, reconoce lugares de confluencia de intereses entre profesores, vislumbra posibles articulaciones interdisciplinarias entre dependencias del área de ciencias sociales, humanas y artes o por fuera de ella, abre opciones para integrar los conocimientos desarticulados en pos de respuestas más cualificadas a las proble-
máticas venideras de los posacuerdos en La Habana y la construcción de paz. La mesa propuso cruzarle a la matriz temática tres claves analíticas: lo multiescalar para mayor comprensión territorial del conflicto, lo interdisciplinar para la interacción entre las fronteras del conocimiento y lo reflexivo para la comprensión del sujeto en la producción de conocimiento. Las tres claves propuestas reconocen principios éticos de actuación para los profesores e investigadores de la Universidad, pues expresan una actitud autocrítica para proyectar en el trabajo interdisciplinar y reflexivo interno los principios de convivencia, tolerancia y pluralismo como valores del conocimiento con los cuáles actuar en las condiciones particulares de nuestra sociedad. No basta producir conocimiento, que sea en colaboración o diálogo de saberes, o entre unidades académicas y disciplinas del conocimiento; se trata de darle al saber un sentido compartido para enriquecerlo, intencionado para aplicarlo, territorializado para responder por los problemas específicos y articulado con el saber de los demás actores territoriales en la construcción de la paz territorial. No está por demás retomar de Gramsci esa enseñanza de que la acción intelectual es una acción política, o que “La educación es un campo en el que la teoría y la práctica, la cultura y la política
se confunden inevitablemente, y donde la investigación y el descubrimiento intelectual se combinan con la acción social y política”4. El trabajo colaborativo, interdisciplinario, territorializado, contribuirá a comprendernos como colombianos en el conflicto y a generar, juntos, alternativas de reconciliación y construcción de paz. Es éste el sentido profundo que inspiró el Nodo de conflicto armado y construcción de paz que desde ahora pone el área de ciencias sociales, humanas y artes al servicio de nuestra sociedad. * Instituto de Estudios Regionales 1. La Red de pensamiento estratégico ha activado otros tres escenarios de interlocución entre expertos en áreas específicas: 1) profesores expertos de la Universidad sobre el proceso de revisión del POT de Medellín, 2) investigadores U. de A. sobre conflicto armado y la construcción de paz en Urabá, 3) investigadores sobre el sistema de ciencia y tecnología. 2. Elsa María Blair Trujillo (Iner), Pablo Emilio Angarita Cañas (Facultad de Derecho y Ciencias Políticas), Juan David Londoño (Facultad de Comunicaciones), Jaime Nieto (Facultad de Ciencias Sociales y Humanas), Sandra Arenas (Escuela de Bibliotecología), Wilmar Martínez (Instituto de Estudios Políticos), Rodrigo Jaramillo (Facultad de Educación), Morelia Mesa (Facultad de Artes), Heidy Gómez (Iner), Felipe Piedrahita (Instituto de Filosofía). 3. Clara Inés Aramburo S., coordinadora; Elizabeth Montoya, investigadora grupo Rerdsa; Esteban Suárez, joven investigador grupo Gecem, Facultad de Educación. 4. Monasta, Atilio. “Antonio Gramsci (18911937)”. http://www.ibe.unesco.org/publications/ThinkersPdf/gramscis.pdf
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Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.
¿Quién tiene la batuta? Por LUIS JAVIER CASTRO NARANJO*
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xiste una deuda de 12 billones de pesos con las clínicas y hospitales que tiene a todos los actores del sistema de salud al borde de un ataque de nervios. Si esta cifra es cierta, aunque otros digan que son 14, 7 o 5 billones (los más despistados) las medidas del gobierno para inyectar al sistema a través de distintos mecanismos uno y medio billones de pesos, francamente, no alcanzan a ser más que paños de agua tibia. Todos los expertos en el tema no dudan en señalar un problema estructural relacionado con la intermediación de las EPS que se quedan con parte de los dineros y en algunos casos generan grandes escándalos por desviación de los recursos hacia otros destinos que nada tienen que ver con el sector de la salud. El caso más conocido por todos es el de Saludcoop una de las intermediarias más grandes con un gran número de afiliados y actualmente intervenida por el gobierno. Es claro el poder que las EPS obtienen del gobierno y las conduce a una posición dominante. Las EPS desconocen los entes rectores del sistema y se relacionan con el alto gobierno. Se legisla para las EPS. Por eso hasta el día de hoy cuando los ciudadanos en sus marchas de protesta cantan “a ver, a ver, quién tiene la batuta, las EPS ó el pueblo que lucha y lucha” creo que
son las primeras las que ganan la contienda. Si señores, son las EPS las que dominan el mercado de la salud como han llamado al sistema de aseguramiento que tenemos en Colombia. Ellas contienen los costos pero también se quedan con parte de las ganancias. Recordemos que convirtieron la salud en una mercancía. Me pregunto qué papel juegan las secretarías de salud departamentales que antes de la expedición de la ley de seguridad en salud eran rectoras del sistema, eran fundamentales para la conservación de la salud de la población. Entre sus funciones aparecen: garantizar y controlar el recaudo y la aplicación de los recursos propios, los cedidos por la Nación y los del Sistema General de Participaciones con destinación específica para salud, y administrar los recursos del Fondo Departamental de Salud; garantizar la prestación de los servicios de salud, de manera oportuna, eficiente y con calidad a la población habitante en el Departamento de Antioquia, según las características poblacionales y el régimen de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Como puede verse no parecen tener un control sobre las famosas EPS. (1) Ahora bien, cuál es el rol del Ministerio de Salud y Protección Social. De su página web traigo estas funciones que nos sirven para el debate: definir y reglamentar los sistemas de información del Sistema de Protección Social que comprende afiliación, recaudo, y aportes parafiscales; la administración de los sistemas de información de salud se hará en coordinación con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público; definir los requisitos que deben cumplir las entidades promotoras de salud e instituciones
prestadoras de servicios de salud para obtener la habilitación y acreditación. Observen que en el papel figura la habilitación y acreditación, cosa que en la realidad no se hace porque en diciembre el Ministerio les dio otros siete años a las EPS para que se habiliten. (2) Nos queda, entonces, la Superintendencia Nacional de Salud, que entre sus funciones más importantes se encuentran la inspección, vigilancia y control del Sistema General de Seguridad Social en Salud —SGSSS—; del cumplimiento de las normas constitucionales; la administración de los riesgos inherentes; la eficiencia, eficacia y efectividad en la generación, flujo, administración y aplicación de los recursos; suministrar la información con calidad, cobertura, pertinencia, oportunidad, fluidez y transparencia. Eureka, si hubiera cumplido con su deber nada de lo que está pasando habría sucedido. La Contraloría General de la República realiza la vigilancia de la gestión fiscal y el control de los resultados de la administración del Ministerio de la Protección Social; lo anterior en cumplimiento de lo establecido en los artículos 117 y 119 de la Constitución Política de Colombia. De nada han servido las advertencias que desde hace varios años realiza la Contraloría General de la Nación. (3) Según Luis Alberto Martínez, director general de la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (AESA), el 9 de agosto de 2012 la Contraloría envió una función de advertencia donde decía que, con base en un informe presentado por la Superintendencia de Salud al Congreso de la República, la situación financiera de las EPS de ambos regímenes presenta un deterioro mayor al que venía informándose a la opinión pública por los distintos medios. El
61% de las EPS no tenían recursos líquidos para funcionar y 44 de las 72 EPS registraban un margen de solvencia negativo y no contaban con la capacidad financiera para operar legalmente. El no actuar de acuerdo con lo previsto en las normas que rigen el margen de solvencia del sector salud ha llevado a un deterioro muy complejo del Sistema General de Seguridad Social en Salud en contra del fundamento mismo de dichas disposiciones. En efecto, tal y como lo prevé el Ministerio de Salud y Protección Social en los considerandos del Decreto 1921 del 6 de septiembre de 2013 “Que un elemento fundamental para garantizar el cumplimiento de los objetivos del Sistema General de Seguridad Social en Salud es que las entidades mantengan una adecuada solvencia desde el inicio de sus operaciones, entendida como la capacidad de atender todas sus obligaciones”. Esta omisión contribuye a conculcar el derecho fundamental constitucional a la salud de los colombianos y a poner en riesgo los recursos parafiscales y públicos que dichas EPS reciben para la atención de dicho derecho fundamental. Concluyo que la crisis del sistema de salud es consecuencia natural y directa del incumplimiento de las funciones asignadas al Ministerio de Salud y a la Superintendencia de Salud. * Representante profesoral de la Facultad de Medicina. Cibergrafía 1. http://www.dssa.gov.co/index.php/conozcanos/funciones-generales, consultado el 12 de agosto de 2015 2. https://www.minsalud.gov.co/Ministerio/ Paginas/objetivosFunciones.aspx, consultado el 12 de agosto de 2015 3. http://www.supersalud.gov.co/supersalud/ LinkClick.aspx?fileticket=BF%2b1DsOz4tQ %3d&tabid=38&mid=1181, consultado el 12 de agosto de 2015
LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales de la señora GABRIELA DEL CARMEN BUILES GIL, fallecida el 25 de junio de 2015. Se ha presentado a reclamar la señora ARAMINTA GIL DE BUILES en calidad de madre. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.
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Llegaron los Viernes U
Por ÓSCAR ROLDÁN ALZATE*
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l día viernes, además de ser esperado ansiosamente por todos, y para muchos el más feliz de la semana, ha sido tradicionalmente un tiempo para alimentar el espíritu y distensionar los ánimos. Este día, que recibe su nombre en honor a Venus —la diosa de la mitología romana de la belleza, el amor y la fertilidad—, es la transición entre las jornadas académicas y laborales y el descanso, y ha sido habitualmente el nicho donde el ocio alcanza sus niveles más complejos de productividad desde la reunión entre familiares y amigos. Por ello es un día con potencial para dar lugar a un ritual contemporáneo en el cual se refuerce el sentido de comunidad universitaria, es decir, un momento para la convivencia, la equidad y la inclusión.
Desde el pasado 28 de agosto, y de manera indefinida, comenzó el programa Viernes U en la Universidad de Antioquia. Esta iniciativa surge de la convicción que tiene la Alma Máter, en su nuevo rectorado, de reconocer en el humanismo la garantía para la vida en comunidad, el respeto por lo público, la conciencia misma de nuestra existencia en un contexto que nos requiere como ciudadanos proactivos y el sentido que entrega este principio emancipador a la búsqueda del conocimiento para su disfrute y aprovechamiento social. El principal objetivo del programa, que se vivirá en todos los rincones donde la Universidad imparte su quehacer, es consolidar una plataforma de cooperación entre todas las instancias universitarias (unidades académicas y administrativas) para la puesta en marcha de esta política cultural que nos permitirá reconocer en los viernes el espacio-tiempo más fértil para el cultivo de los valores universitarios y los principios que nos identifican como comunidad.
Pertenecer a la comunidad universitaria, desde cualquier lugar, pero especialmente desde la perspectiva de la comunidad estudiantil, es un privilegio que, a su vez, conlleva derechos y deberes, entre los cuales se incluyen el derecho al disfrute y a la cultura y el deber de respetar los espacios universitarios. Partiendo del concepto contemporáneo de “cultura”, el cual no se suscribe únicamente a las artes sino que incluye todo aquello que hacemos juntos para llenar de sentido la vida propia y la de los demás, en la compleja tarea de construir comunidad, la universidad se entiende como proyecto de orden cultural y es en este sentido precisamente donde el ejercicio de Viernes U tiene su compromiso más ambicioso: volver siempre al disfrute de los logros académicos, la amistad y la Universidad como fuente misma del goce del conocimiento. Como todo lo que hacemos en la Universidad, el soporte conceptual es definitivo. En el ejercicio de la cultura se ha venido trabajando con una sensible composición de diadas que a su vez conforman un trípode estable para las políticas y acciones. Economía/territorio, comunidad/individuo y otredad/identidad son la base estructural de Viernes U y demás iniciativas culturales que ofrecemos. La dupla conceptual economía/territorio se entiende a partir de la noción fundamental de escasez, siguiendo la definición de Lionel Robbins, según la cual “la economía es una ciencia que estudia el comportamiento humano como relación entre los fines y los medios escasos que tienen aplicaciones alternativas”. De esta manera, el proyecto procurará explotar y optimizar todos los recursos culturales con los que cuentan las distintas unidades académicas y administrativa, antes de hacer uso de ofertas externas con la idea de movilizar el talento propio y darlo a
conocer, pues todo esto hace parte del territorio universitario, es decir que participan de las prácticas sociales y los sentidos simbólicos que la población universitaria desarrolla en comunidad. Frente a la relación entre otredad/identidad debemos recordar a Jean Francois Lyotard, de la mano con Hannah Arendt, cuando afirma que “lo que hace a los hombres semejantes, es que cada uno lleva en sí la figura del otro. Su común similitud procede de su disimilitud singular”. El proyecto está fundamentado en la idea de que el reconocimiento de la otredad es un momento constitutivo de la identidad y de que tal ejercicio tiene un lugar privilegiado en la cultura. Por último, y no menos importante, tenemos la relación comunidad/individuo, donde la comunidad es resaltada como el lugar de llegada de las diversas maneras de entenderse a sí mismo, donde se encuentran las distintas formas de ser, estableciendo nexos, puntos en común y redes de comunicación a través de los cuales se resignifica el mundo; en este sentido la comunidad es un espacio de reconocimiento y autoafirmación en la que el individuo encuentra espacio para el arraigo. Sobre los retos que tiene Viernes U, tenemos claridad que el programa va a propiciar un espacio para las preguntas sobre los valores de lo público como escenario y sentimiento que pertenece a todos y es para todos, asunto que garantiza su permanencia como tal. Así mismo, creemos que el programa podrá captar la atención y participación de chicos y chicas que están necesitados de alternativas distintas para invertir su tiempo de ocio en actividades que llenen sus expectativas y contribuyan a la formación de criterio, que es la forma más audaz de “construir” la libertad. Con Viernes U la Universidad extiende una invitación a toda su comunidad y visitantes para crecer en la cultura y fortalecerse con las alas que brinda el humanismo. Desde ahora, y siempre que recorran alguno de los caminos de la U un viernes, estén preparados para la sorpresa y para aportar con su gracia al disfrute de todos. * Jefe del Departamento de Extensión
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Ilustración carátula: Sara Roldán
21 ensayos
Fragmento del prólogo de 21 ensayos. Una selección de Leer y Releer, libro que saldrá al público en este mes de septiembre.
Por LUIS GERMÁN SIERRA J.
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l igual que algunos autores, pienso que la lectura es una de esas actividades que, por placentera, no necesitan defensa, ni se requieren muchos argumentos para convencer a nadie acerca de que ella es tan disfrutable como una buena comida, como un agradable viaje en el que conocemos nuevos mundos y nuevas culturas, como una conversación inteligente y risueña entre amigos, como el amor y como el buen vino. Leer y releer, que está muy cerca de sus ochenta números en un poco más de veinte años como una publicación del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Antioquia, cuenta con muy buena acogida por parte de un vasto pú-
Dicen que se debe leer para buscar la verdad. Si es para eso, se debe leer para perder el tiempo. La lectura debe mirarse como un medio para acostumbrar nuestra vista a ver mayor número de matices en la vida. —Fernando González—
blico gracias a que, justamente, ha sostenido la idea de no imponerse como una lectura aleccionadora, ni porta el propósito expreso de educar o de inducir nuevos lectores, como si ello se tratara de una misión especial. Los textos que aquí se publican son el resultado de la reflexión de los escritores en torno a unos temas que, como la lectura, el libro o las bibliotecas, atañen a algunos de sus amores preferidos, a un oficio que se cultiva con paciencia y convicción. Pero son, sobre todo, las ideas vueltas arte, no tratados ni decálogos ni recomendaciones —aquello que tanto abunda en quienes llevan alma de profetas—. El arte, por el contrario, discurre en los territorios probables de la equivocación y del tanteo, pero sobre todo de la autenticidad y de la defensa de la verdad sin propagandas ni mezquinos intereses. Los escritores que han pasado por Leer y releer, de Virginia Woolf a Rafael Humberto Moreno Durán, de Ítalo Calvino a Óscar Collazos, de Luis Tejada a Germán Espinosa, de Roberto Luis Stevenson a Jorge Luis Borges, de Michel de Montaigne a Héctor Abad Faciolince, de Marcel Proust a Clarice Lispector, de Fernando Pessoa a Cesare Pavese, de Joseph Brodsky a William Ospina, de Dereck Walcott a Estanislao Zuleta, de Miguel de Cervantes Saavedra a Pablo Montoya, de Juan Manuel Roca a Marguerite Yourcenar, de Juan Gustavo Cobo Borda a Piedad Bonnett, de Eduardo Escobar a Eugenio Montejo, nos
dejan una lección que no cesa en el tiempo. Con ellos continuamos un camino en pos de una palabra que, sin duda, esclarece parte de nuestra vida, pero, al mismo tiempo, nos hunde en la incertidumbre de lo que no termina de aclararse, de lo que no tiene un punto final. Nos dejan, ante todo, la lección de la belleza, ella sí imprescindible para darle sentido a la pequeña verdad que a cada uno nos ha tocado en suerte. El presente libro es parte de la celebración de los ochenta años de la Biblioteca de la Universidad de Antioquia, y es una selección de Leer y releer, producto de criterios subjetivos (más allá de la objetiva condición de su buena calidad) en la escogencia de los ensayos y los autores, y quiere ser un pequeño compendio útil para sus lectores, una manera de tener, reunidos, un puñado de esos textos que han hecho carrera entre quienes disfrutan la lectura como un acto placentero, permeado por la belleza y por la inteligencia de las palabras cuando ellas llevan corazón y conocimiento, pasión y raciocinio, pulimento y hondura, orden y crítica. Nota Una mención obligada en los reconocimientos de la tarea que, a lo largo de los años, ha significado la edición de Leer y releer es la de Gloria Bermúdez Bermúdez, hoy en uso de buen retiro, quien conmigo dio inicio a esta feliz iniciativa hace ya una larga veintena de años. La idea fue suya.
Marta Nubia Velásquez Rico
Ex decana, nueva magistrada del Consejo de Estado La abogada Marta Nubia Velásquez Rico fue elegida por la sala plena del Consejo de Estado como nueva magistrada de la Sección Tercera de esa corporación, en reemplazo de Mauricio Fajardo Gómez. Velásquez Rico es abogada y magíster en ciencia política de la Universidad de Antioquia, economista de la Universidad Autónoma Latinoamericana, con especialización en derecho administrativo de la Universidad Pontificia Bolivariana. Su trayectoria laboral ha estado ligada a la academia y a la rama judicial, ámbitos en los que se ha destacado por su liderazgo, capacidad intelectual y vocación por el derecho. En la Universidad de Antioquia fue profesora de tiempo completo y decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, donde lideró la creación y puesta en marcha del pregrado de Derecho en regiones, la Maestría en Derecho y el pregrado en Ciencia Política, este último en asocio con el Instituto de Estudios Políticos. Ha sido profesora de posgrado en diferentes universidades del país y viene de desempeñarse como magistrada auxiliar del Consejo de Estado, desde 2008.
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Historia de una resurrección*
ucede a veces que la apreciación de la obra de un artista experimenta en el transcurso del tiempo vaivenes sorprendentes: después de haber sido ésta conocida y valorada, puede pasar al olvido, y muchos años más tarde volver a adquirir fama. El caso de la autora de Humo y ocre es un buen ejemplo de ello. Tras su prematura muerte —se suicidó en 1965, a los 31 años de edad—, la figura de Ingrid Jonker, que había llegado a tener renombre en el mundo literario de los años sesenta en Sudáfrica, quedó prácticamente relegada al olvido, para adquirir de pronto, treinta años después, notoriedad. La inusitada “resurrección” se debió principalmente —como queda reseñado en el prólogo de este libro— al hecho de que Nelson Mandela le rindiera homenaje en 1994, cuando leyó en público el poema “El niño matado de un tiro por los soldados en Nyanga”. Unos años más tarde, a finales de la última década del siglo pasado, aparecen en los Países Bajos dos obras del escritor neerlandés Gerrit Komrij, que ponen de relieve la poesía de Ingrid Jonker y han resultado decisivas para el retorno de su obra: una es la extensa antología de poetas sudafricanos publicada en 1999,1 en la que acoge diez poemas de Ingrid; la otra es una antología bilingüe de sus poemas, editada en el año 2000 y acompañada de la biografía de la poetisa.2 Este último libro tuvo desde el primer momento un éxito inusitado, y aún sigue reeditándose en los Países Bajos. Además, en el año 2001 la documentalista Saskia van Schaik hizo un magnífico documental sobre la vida de Ingrid Jonker, que ha tenido igualmente una gran difusión. El poemario Humo y ocre, cuya traducción al castellano se publica ahora, es la obra principal de Ingrid Jonker. Se gestó entre 1960 y 1963, años en que Ingrid se encontraba en Ciudad del Cabo, adonde había ido a vivir con su pequeña hija Simone después de separarse de su marido y dejar Johannesburgo. En ese momento había publicado ya un libro de poemas que le dio cierta notoriedad. En el nuevo
El niño
matado de un tiro por los soldados en Nyanga [fragmento] El niño no está muerto el niño levanta el puño contra su madre que grita África grita el aroma de libertad y brezo en barriadas de corazón acorralado el niño levanta el puño contra su padre en el cortejo de generaciones que gritan África gritan el aroma de justicia y sangre en las calles de su orgullo en armas El niño no está muerto ni en Langa ni en Nyanga ni en Orlando ni en Sharpeville ni en la comisaría de policía de Philippi donde yace con la cabeza traspasada por una bala […] entorno entró en contacto con un grupo de artistas —principalmente escritores— afincados en la playa de Clifton, en las cercanías de Ciudad del Cabo, el cual tendría una significación decisiva para la vida literaria sudafricana. Muchos de ellos escribían en afrikáans y estaban intentando llevar a cabo toda una renovación tanto en actitudes vitales como en la manera de hacer arte. Y esto en un momento muy especial: el del recrudecimiento del régimen del apartheid, al que se oponen radicalmente. Es el grupo al que se designa en Sudáfrica con el nombre de Generación de los
Sesenta. Algunos de estos escritores habían estado cierto tiempo en Europa, sobre todo en París, y habían traído de allí los aires de la vanguardia europea: las ideas del existencialismo, la poesía de Paul Eluard, la poética experimental del grupo de poetas de lengua neerlandesa llamado Generación de los Cincuenta. Ingrid se integra plenamente en el grupo y llega —en gran parte gracias al intercambio de ideas y opiniones con los otros escritores y a la tutela que estos le ofrecen— a la madurez poética que se manifiesta en Humo y ocre.
Ingrid Jonker —quien en 1960 tenía 27 años de edad— era una mujer pasional, impetuosa, un tanto recalcitrante, y al mismo tiempo capaz de una gran ternura. Siempre en desasosegada búsqueda de la autenticidad en un país regido por la mentira, se hace cada vez más consciente de su aversión a la hipocresía del régimen blanco imperante, adoptando una actitud de compromiso con la realidad circundante. En marzo de 1960 se producen en Sudáfrica protestas masivas contra la “ley de pases”, según la cual los negros no podían moverse libremente en el país sin un pase. En Sharpeville la policía abre fuego contra los manifestantes, ocasionando la muerte de sesenta y nueve personas. En Nyanga, una barriada de Ciudad del Cabo, el ejército dispara igualmente contra los manifestantes, matando, entre otros, a un niño. La imagen de ese niño muerto, con la cabeza traspasada por una bala, en brazos de su madre, impresiona profundamente a Ingrid y le inspira el poema “El niño...”. Su publicación produjo una gran conmoción. En primer lugar porque era totalmente inusitado en Sudáfrica que una mujer, poetisa y además blanca, se atreviera a tomar públicamente partido por la gente negra. Y, en segundo lugar, porque esta mujer resultaba ser la hija de un parlamentario sudafricano perteneciente al Partido Nacional, propulsor del apartheid: Abraham Jonker. El enfrentamiento entre hija y padre fue fulminante y se ventiló hasta en la prensa. Máxime cuando poco después este es nombrado presidente de una comisión cuyo cometido fue establecer una legislación para el endurecimiento de la censura, a fin de limitar la libertad de prensa y someter a aquellos escritores rebeldes, entre los que se contaba su hija. […] *Fragmento del prólogo al poemario Humo y ocre, de Ingrid Jonker, traducción de Agustín B. Sequeros, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia. 1. Gerrit Komrij. De Afrikaanse poëzie in 1000 en enige gedichten [La poesía sudafricana en 1.000 poemas y unos cuantos más]. Ámsterdam: Bert Bakker, 1999. 2. Ingrid Jonker. Ik herhaal je [Te repaso]. Ámsterdam: Podium, 2000 (traducción de los poemas al neerlandés: Gerrit Komrij; biografía: Henk van Woerden).
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Olaya Peláez, Decano (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.
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Premios Nacionales de Cultura El viernes 11 de septiembre la Alma Máter proclamará los ganadores La ceremonia de entrega de los reconocimientos será el 16 de octubre.
Editorial UdeA, en la Fiesta del libro y la cultura
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n la novena edición de la Fiesta del libro de Medellín, la Editorial Universidad de Antioquia tendrá una participación diversa y destacada. Además de la muestra comercial habitual, con un estand en el que exhibirá lo más representativo de sus publicaciones, entre novedades y títulos de fondo de su catálogo, este año la Editorial participará en el Primer salón iberoamericano del libro universitario, presentará dos de sus más recientes novedades y llevará a cabo un seminario en formación de editores.
Primer Salón Iberoamericano del Libro Universitario Sobre la calle Carabobo, y como una de las mejores formas de ingresar al espacio ferial, las editoriales universitarias de la ciudad instalarán sus espacios de exhibición para hacer posible el ingreso de visitantes y lectores a las instalaciones de la Fiesta con el libro. Pero este año, el visitante se encontrará con un elemento adicional: un salón destinado a las publicaciones universitarias iberoamericanas, donde unas noventa editoriales universitarias, locales y extranjeras, exhibirán y pondrán al alcance de los interesados aproximadamente cinco mil títulos de las diversas áreas del conocimiento y de los más variados temas, tanto con enfoque y tratamiento especializado, como divulgativo, para todo tipo de públicos. Países como España, Portugal, México, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, Brasil y, por supuesto, Colombia, tendrán espacio con
una muestra representativa de sus fondos editoriales universitarios más reconocidos. Y paralela a esta exhibición se contará con una programación académica y cultural organizada por los coordinadores del Salón, los editores de la Colección Bicentenario de Antioquia y la Fiesta del libro, generoso anfitrión de esta iniciativa de promoción del libro universitario.
Presentaciones La Editorial Universidad de Antioquia tiene prevista la presentación de dos de sus novedades editoriales. Para el miércoles 16 de septiembre a las 8:00 de la noche, en el auditorio de Carabobo, se programó, en asocio con la Universidad Nacional de Colombia —Sede Medellín—, la presentación del libro Humo y ocre de la poeta sudafricana Ingrid Jonker, a cargo del traductor de los poemas, el poeta y profesor español Agustín B. Sequeros, y la profesora María Cecilia Salas. Sobre los poemas de Ingrid Jonker ha dicho el poeta Giovanni Quessep: “[…] es destacable la música interior, sin la que no se alcanzarían en ellos el asombro y la altura de que hacen gala. La imaginación de Ingrid Jonker crea un loable contraste entre los aspectos de la fantasía poética y la dolorosa realidad de Sudáfrica durante el Apartheid”. La segunda presentación programada se llevará a cabo el sábado 19 de septiembre, en el mismo auditorio de Carabobo, también a las 8:00 de la noche. En esa fecha el escritor Fernando Mora conversará con Andrés Mauricio Muñoz, el autor del libro de cuentos Un lugar para que rece Adela, sobre su obra, su formación como escritor, los procesos de su tarea creativa,
sus labores como lector. De Un lugar para que rece Adela, la revista Arcadia acaba de publicar una reseña de Camilo Hoyos, de la cual destacamos este comentario: “Los cuentos de Muñoz son tanto relatos para leer en la comodidad del sillón como piezas para aprender a escribir cuentos. […] Son cuentos que logran eso que suena tremendamente fácil, pero que sin embargo tanto se celebra cuando se encuentra por sorpresa: hacer de la forma y el contenido un solo cuerpo, donde una palabra o una imagen cotidiana son materia suficiente para poder recrear vidas y mundos de personajes que están al alcance la mano”.
Formación editorial Por último, la Editorial Universidad de Antioquia organiza el seminario intensivo de formación de editores titulado Ser editor. Durante dos días, viernes 11 y sábado 12 de septiembre, cinco de los temas cruciales y siempre vigentes de la labor de editores serán objeto de análisis, discusión y actualización: configuración de un catálogo, el concepto de marca editorial, el diseño, la comercialización y los derechos de autor, por parte de los expertos Margarita Valencia, Manuel Gil, María Alejandra Echavarría Arcila, Ignacio MartínezVillalba y Juan Manuel Espinosa. La perspectiva: la profesionalización de la tarea del editor universitario. La Editorial Universidad de Antioquia los invita ampliamente a participar en la programación y a visitarnos en nuestro estand (Carabobo, Zona A, Universidades, Estand 11). Los invita a leer sus publicaciones y a conocer a sus autores.
En la apertura de la 9a Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, las directivas universitaria y los jurados anunciarán los ganadores de la 47 versión de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, que en esta oportunidad convocaron a los artistas y estudiosos colombianos en el país y el extranjero a participar con sus trabajos en los Premios de Literatura, modalidad dramaturgia; de Artes, modalidad performance y artes vivas; de Comunicaciones, modalidad ensayo en crítica de arte y cultura, y de las Artes y las Letras. En la rueda de prensa que se desarrollará a partir de las 10:00 a.m. en el Salón Humboldt del Jardín Botánico, se anunciarán los finalistas entre las 29 propuestas presentadas al 10° Premio Nacional de Artes, modalidad performance y artes vivas, quienes participarán en el 1er Encuentro nacional de performances y artes vivas Universidad de Antioquia, que se llevará a cabo del 14 al 16 de octubre en el campus principal. Justamente, el último día de ese encuentro se conocerá al ganador absoluto de Artes y se finalizará con la ceremonia de premiación de las demás modalidades. Los Premios de Literatura, Artes y Comunicaciones cuentan con un estímulo económico para cada uno de $19.330.500, más la publicación y presentación de la obra. Por su parte, el Premio Nacional Universidad de Antioquia a las Artes y las Letras entrega $32.217.500. Este año se postularon un total de 85 propuestas en los cuatro premios convocados, entre cuyos participantes hubo colombianos radicados en Alemania, Chile, Estados Unidos y Puerto Rico. Informes: Vanessa Márquez Mena, coordinadora de comunicaciones de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, teléfonos 2198178 y 2195177; premioscultura@udea. edu.co http://www.udea.edu.co/ premiosnacionalesdecultura.
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Emisora Cultural, la voz viva de la Universidad en las regiones Por ALEXANDER OTÁLVARO @xanderotalvaro
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la par que la Universidad de Antioquia consolidó la regionalización como uno de sus más relevantes proyectos estratégicos del último tiempo, la radio se abrió paso en campos, llanuras, cumbres, puertos y costas antioqueñas con la creación del sistema de radio educativa de la Emisora Cultural. Ya son diez años de presencia ininterrumpida de la “Voz de la Universidad” en Urabá, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Suroeste y Oriente, y un lustro en el Occidente antioqueño, de un proyecto de radio pública incluyente pensada en clave de región. La jefa del Departamento Emisora Cultural, Beatriz Elena Mejía Mejía, afirmó que para la Universidad y la Emisora es motivo de orgullo haber presentado a la sociedad un proyecto de esta magnitud que permite integrar a gran parte del territorio antioqueño. “Es una iniciativa de comunicación pública pensada desde el medio radiofónico, que moviliza a la academia para responder a las necesidades y requerimientos que, en materia de educación, información y cultura, nos presenta la sociedad”, subrayó. Mejía Mejía agregó que “durante estos diez años hemos sido la voz viva de la Universidad en el departamento. Nos hemos arriesgado a proponer desde la academia otras formas de entender la radio univer-
sitaria, si se quiere más comprometida con la realidad de nuestras regiones. Una radio inteligente, que, a partir de la libre expresión de las ideas, entiende el disenso y promueve el debate argumentado, pero que también es testigo de acuerdos logrados por la vía del diálogo”. Alina Castrillón Rave y Antonio Rodríguez Marenco son dos de los coordinadores de la Emisora Cultural en regiones. Alina considera que el aporte más importante de la Emisora en Magdalena Medio ha sido entregarle, casi que literalmente, el micrófono a los ciudadanos para que cuenten sus necesidades, narren sus historias de vida y se sientan protagonistas de la vida cultural, social y política de sus municipios. Cientos de kilómetros al occidente de Puerto Berrío encontramos en Andes, Suroeste antioqueño, a Antonio, quien dice, sin ánimo de vanidad, que la Emisora se consolidó como una opción seria en términos de información para una audiencia que estaba ávida de contenidos que fueran más allá del mero entretenimiento. Es justo allí donde el sistema de radio marca diferencia al no pensarse como la competencia de las radios ya establecidas en las subregiones, sino como el complemento a la oferta vigente con base en el proyecto académico de la Universidad. Así lo entendieron la institución, la Emisora y oyentes como Jaime Bejarano Mayorga, mototaxista de oficio y oyente por convicción, al decir que la importancia de tener la emisora en Puerto Berrío, y toda esa región,
es principalmente el hecho de no ser una emisora comercial; de no preocuparse por espacios publicitarios, sino por generar contenidos de carácter cultural y de interés para toda la comunidad. De vuelta a Andes, el fotógrafo Javier Mejía valora el diálogo regional que genera la Emisora al destacar que, además de resaltar los valores culturales del Suroeste, ha permitido conocer como es la cultura, la música y las costumbres de otras subregiones de Antioquia. Seguimos el recorrido por la ruta que nos sugiere el río Cauca hacia el norte. Esta vez el invitado es Luis Carlos Camacho, fiel oyente en Caucasia, quien destaca la diferencia de programación de la Emisora frente a la radio comercial, al aportar espacios de entretenimiento, información, y desde luego, de difusión académica y cultural. “A mí me gusta mucho (la Emisora) particularmente Ensamble Latino, por la salsa que me ha gustado todo el tiempo, igual otros espacios como Música para saludar el día, el noticiero regional de la mañana, porque uno vive actualizado de las noticias de las regiones y de lo de aquí en Caucasia, y los programas del domingo, uno de música vieja y otro de tangos, muy buenos ambos”, recordó Luis Carlos. La última estación tiene sabor caribe en plena costa antioqueña: Urabá. Allí, donde se está más cerca de la idiosincrasia del atlántico colombiano que de la capital del departamento, se siente la relevancia de la radio pública de Antioquia. Así lo atestigua desde Turbo el docente
Fabio Enrique Chaverra: “la presencia de la Emisora Cultural en Urabá es muy importante. Desde la Emisora, se pueden impulsar los proyectos, y ésta puede servir de buena expectativa para la apertura de nuevas iniciativas y hacer más visible todo el acontecer político, social, cultural. Además la Emisora hace más visibles los programas y proyectos de la Universidad en la subregión”. De vuelta a Medellín, Carlos Arturo González Restrepo, programador de la Emisora Cultural destaca dos aspectos de esta radio de región. El primero es la manera como desde la Emisora se ofrecen los contenidos educativos y culturales con el enfoque profesional que no tienen las emisoras comerciales por su propio modelo de negocio, y el segundo es el modo como este sistema genera un diálogo y reconocimiento mutuo y permanente entre las regiones. “Ese postulado con el cual se creó la programación del sistema hace diez años hoy continúa vigente. “Interacción de voces, comentarios, escuchar otras maneras de pensar y ver el mundo hablan de unas regiones que se comunican, dialogan y se conocen”, puntualizó. Los retos hacia el futuro son muy grandes y más grandes aún cuando se entiende que en este tipo de propuestas, la meta no existe. Así lo estima Beatriz Mejía Mejía, al explicar que cualificar todos los días la calidad de las producciones y fortalecer la producción regional son algunos de los propósitos que enfrenta como equipo la Emisora Cultural Universidad de Antioquia, la radio pública del departamento.
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Representantes de las instituciones educativas, culturales, empresariales y gubernamentales, reunidas en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia, manifestaron su disposición para impulsar en forma conjunta iniciativas que revivan el quehacer cultural del centro de Medellín.
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a Universidad de Antioquia convocó a las instituciones que trabajan por la cultura en el centro de Medellín para adelantar una estrategia sostenida que reviva esa zona de la ciudad desde la perspectiva cultural. “Queremos dinamizar una estrategia de cultura para la ciudad, en donde llenemos estos espacios de exposiciones, de cineclubes, de conciertos; qué rico poder incrementar la apreciación de la cultura y el consumo de cultura en Medellín y su centro”, planteó el rector de la Alma Máter, Mauricio Alviar Ramírez, en la primera cita interinstitucional realizada en agosto. Gustavo Trujillo, de Comfenalco Antioquia, destacó que espacios como la Plazoleta de Botero, el Parque Bolívar, la Plazuela de San Ignacio, son de altísimo valor cultural y a los que “no debemos darle la espalda”. En la misma línea, Silvia Rincón, del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, recordó que hace poco se reabrió el Palacio de la Cultura y se está elaborando una propuesta para hacer una activación de este edificio, bien de interés cultural, así como de los alrededores. La rectora de la Fundación Universitaria Bellas Artes, Egda Rubi García, recordó que desde el año pasado unas 17 instituciones de educación superior vienen trabajando con la Secretaría de Cultura en una mesa de cultura y extensión de las universidades. Justamente, en la segunda reunión prevista para el 18 de septiembre, ella dará a conocer los lineamientos que la mesa ha adelantado para un plan cultural del centro.
Por la cultura del centro de Medellín
La Antigua Escuela de Derecho y el Paraninfo contiguos al tranvía de Ayacucho que empezará a funcionar en octubre, son referentes culturales de Medellín y hacen parte de los espacios que se quieren aprovechar para adelantar la revolución cultural en esa zona de la ciudad, como la denominó el rector Mauricio Alviar Ramírez.