Alma Mater 647

Page 1

SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

Obra de teatro Los incontados: un tríptico

El 16 de octubre la Universidad entregará los Premios Nacionales de Cultura • Fundación Mapa Teatro será distinguida con el Premio Nacional a las Artes y las Letras • Carlos Enrique Lozano Guerrero, Premio Nacional de Literatura, modalidad dramaturgia • Jacobo Cardona Echeverri, Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad ensayo en crítica de arte y cultura • En la ceremonia de entrega, en el teatro universitario, a las 6:00 p.m., se conocerá el ganador del Premio Nacional de Artes, modalidad performance y artes vivas

Foto: Danilo Pizarro / Archivo El Tiempo

Foto: Cortesía Mapa Teatro

Nº 647 Medellín, octubre de 2015

Lo que me ha fortalecido siempre es la convicción de justicia, el que tenga por principio, por guía y por sustento una lucha por la justicia, por la verdad; además, ir contra la impunidad genera también en muchos sectores grandes respaldos que lo alientan a uno a continuar: Iván Velásquez Gómez, egresado sobresaliente 2015

Páginas 3, 4, 5 y 6

A propósito de fronteras y migraciones: algunas claves analíticas

Páginas 12 y 13

¡Prepárate para el examen de admisión! Página 24


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

E

2

Foto: Cortesía

n 1993 el idea de colombianidad”, álbum Cláindica Juan Sebastián. sicos de la “Escuchábamos Clásiprovincia, cos de la provincia, y ahí del músico solo había una canción y actor samario Carlos con guitarra eléctrica en dos compases. Batería Vives y su agrupación había en tres canciones, La Provincia, llegó a las y solo unos pocos bomradios colombianas con bos y redoblantes”. un sonido caribe y juvenil. Un exitoso híbrido de Las claves de interfolclor y pop-rock que pretación las hallaron hoy, 20 años después, en un modelo de tres continúa influenciando modernidades, recua dos generaciones de rrente en las ciencias músicos colombianos y sociales. “Queríamos latinoamericanos. pensar qué tipo de moEl desarrollo, el imdernidad estaba plaspacto y también las mada en esa obra; si era una modernidad que controversias surgidas buscaba reproducir la con esta propuesta desdel primer mundo; una pertaron el interés de propia, construida aquí musicólogos de las uniGrupo de investigadores de la Universidad de Antioquia y de la Pontificia Universidad Javeriana con el cantautor Carlos Vives. a partir de los modelos versidades de Antioquia De izquierda a derecha, Juan Sebastián Ochoa, Carolina Santamaría, Carlos Eduardo Cataño y Manuel Sevilla. externos, o una tercera y Pontificia Javeriana de modernidad, más utópiCali, quienes coordica, que se desmarca de nan una serie de libros la modernidad europea investigativos llamada y trata de hacer una propia”, exCulturas musicales en Colombia. presa Carolina. La etnomusicóloga Carolina La conclusión fue que la obra Santamaría Delgado, integrante del musical de Vives es una apuesta equipo por la Universidad de Anpor dar un estatus a lo local, a lo tioquia, indicó que “en la academia propio, pero desde lo moderno euen general se desdeñan las músicas ropeo y anglosajón, representado que pasan por los medios masivos en el sonido rock y pop. Como indide comunicación por ser comerca Juan Sebastián, “el libro incluso La Fundación Alejandro Ángel Escobar entregó el 30 de septiembre, ciales, donde hay dinero en juego”. termina haciendo una crítica a la “Pensamos que era importante en Eafit, los reconocimientos a los ganadores en ciencias y solidaridad. obra de Carlos Vives, por proponer abrir un espacio a libros sobre validar lo local desde lo rock, desde música masiva, la que pasa por la lo externo”. radio comercial”, complementa el En 2014, el libro fue lanzado en músico Juan Sebastián Ochoa. Cali con la presencia de Vives. Una Por SERGIO A. URQUIJO MORALES Y explica que analizaron la Tras esta idea eligieron a Carlos pregunta inevitable es si el libro y obra no de la manera tradicional, Vives y la Provincia por su gran insus apreciaciones habrían influido que es sobre las partituras, “sino fluencia en la música colombiana. en el músico quien, un año después como una obra completa, desde Como señala Manuel Sevilla, que del lanzamiento, renació con éxito la composición y arreglos, la grajunto con Carlos Eduardo Cataño en los medios latinoamericanos. bación, masterización e ingeniería participaron por la Pontificia Jave“La última etapa de Carlos Vives de sonido, hasta la videografía, la riana de Cali, “la agrupación logró comulga más con músicos y sonipuesta en escena, los conciertos y desarrollar un estilo propio que sidos afrocolombianos. En el libro la distribución en la radio”. gue vigente, ha influenciado a mucomentábamos la presencia casi Carolina señala también que chos músicos y ha posicionado a nula de lo afro, ante lo protagónico “una de las dificultades que teníaColombia como un referente en las de lo indígena. Es interesante penmos era cómo hacer un trabajo de músicas populares del continente”. sar que un trabajo académico puerecepción de audiencias con 43 De allí surgió Travesías por la da influenciar un trabajo musical millones de colombianos. Así que tierra del olvido, modernidad y comercial”, aprecia el investigador. buscamos hablar con las personas colombianidad en la música de que programaban música, con los Carlos Vives y La Provincia, obra Y entonces, ¿dónde queda disc jockey de la radio, para preconsiderada por el jurado de los la tierra del olvido? guntarles sobre su relación con la premios de la Fundación Alejandro “La tierra del olvido es una obra de Vives”. Ángel Escobar como la mejor inmetáfora de la colombianidad; un Esa parte del libro se llama Resovestigación del año en la categoría mundo imaginario, utópico, posinancias, y hace además un estudio de ciencias sociales y humanas. tivo y sin conflicto, con elementos de cómo músicos más jóvenes se Es además la primera vez que inprincipalmente en el Caribe y en convirtieron en los herederos de vestigadores de la Universidad de “La tierra del olvido es Bogotá, pues Bogotá es un eleesa ruptura dada en los años 90. Antioquia reciben el premio en esa mento clave dentro de la poética una metáfora de una área de conocimiento. de Vives”, explica Carolina. ¿Modernizar la música colombianidad utópica”. Esta y muchas otras interpredel Caribe? Colaboración Carolina Santamaría. taciones se abren al público de Uno de las cosas que se escuLos investigadores estaban muchas áreas, no solo de la musichan más frecuentemente sobre decididos a entrevistar no solo a cología y la comunicación, sino a Carlos Vives es que modernizó el Carlos Vives, sino a músicos, ma“Nos cuidamos de emitir juicios cualquiera interesado en conocer vallenato. Esa idea generó las dos nagers, productores, videógrafos de valor”, explica Juan Sebastián. más sobre la influencia de esta preguntas centrales del estudio: y distribuidores. Del artista y su “En el libro hacemos algunas críobra musical. Todo el libro indica ¿es vallenato lo que la agrupación equipo, no solo lograron contacticas pero de tipo interpretativo, al lector referencias musicales y hace? y ¿qué es modernizar; qué es tos, material de archivo, videos y como cuando indicamos que la videográficas para consultar en la lo moderno? mucha información, sino también obra presenta una visión de un web o en una aplicación, disponigran respeto por el trabajo de los “Para nosotros era claro que país libre de conflicto, utópico, sin bles en el sitio http://www.javeriana. conflicto armado”. investigadores. había una apuesta por crear una edu.co/coleccioncmc.

¿Dónde queda la tierra del olvido?


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

3

El 16 de octubre la Alma Máter entregará los reconocimientos

Dos escritores y un colectivo, ganadores de los Premios Nacionales de Cultura

E

l 11 de septiembre, en el marco de la fiesta del libro de Medellín, el Alma Máter dio a conocer los ganadores de la versión 47 de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, en las categorías de Artes y Letras, de Literatura y de Comunicaciones, así como los finalistas en el Premio Nacional de Artes, modalidad performance y artes vivas. La Fundación Mapa Teatro fue la ganadora del 16° Premio Nacional a las Artes y las Letras, como reconocimiento a la obra de este colectivo que dirigen los artistas Heidi y Rolf Abderhalden y que cuenta con una trayectoria de más de 30 años. Fue una de las 11 postulaciones externas, más las 9 que propuso el comité interno de la Universidad, convirtiéndose en el primer colectivo al que se le adjudica el premio a la vida y obra de un autor colombiano por su amplia trayectoria. El 33° Premio Nacional de Literatura, modalidad dramaturgia, fue para el escritor caleño Carlos Enrique Lozano Guerrero, por su obra “Transmigración (los lobos no van a la guerra)”. Ganó entre 23 obras participantes. Mientras que el antropólogo antioqueño Jacobo Cardona Echeverri se quedó con el 12° Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad ensayo en crítica de arte y cultura, por su ensayo “Las tecnologías de lo monstruoso. Un cuadro, los cuerpos, el procedimiento”. Resultó ganador entre tres trabajos finalistas y tres menciones de reconocimiento y publicación, y en últimas entre un total de 25 postulaciones.

Premio Nacional de Artes En 2015, por primera vez el Premio Nacional de Artes convocó en la modalidad de performance y artes vivas. Entre 29 concursantes que participaron en la categoría fueron preseleccionados siete propuestas: “Inocular”, de Ana María Gómez López; “Orgasmo estoico, espacios para pensar”, de Milton Afanador Alvarado; “In-mundo-De-Cápita”, de Ángela María Chaverra; “Ficcionaria: relato multiplataforma a partir de las ausencias”, de José Alonso Rubio; “Ellas”, de Andrés Lagos;

Fotos: Sergio Alzate

Arriba: Henry Díaz Vargas, Elkin Restrepo, Ana Cristina Restrepo, Alberto Salcedo Ramos y Lucas Ospina, quienes hacen parte de los jurados de la 47° versión de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, cuyos ganadores dieron a conocer las directivas universitarias en la instalación de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín. Abajo: el rector Mauricio Alviar Ramírez, el escritor Juan Diego Mejía y el jefe de Extensión cultural Oscar Roldán.

“Reflexiones sobre el paisaje: los que mueren por la vida”, de Gustavo Escobar Escobar, y “Lo mejor es que nos olvidemos”, de Nathaly Rubio Castaño. Estas obras finalistas se presentarán en vivo durante el Primer encuentro nacional de performance y artes vivas Universidad de Antioquia, que se realizará del 14 al 16 de octubre en el campus. El ganador absoluto del 10° Premio Nacional de Artes se conocerá el día 16, durante la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, en el Teatro Universitario.

El rector Mauricio Alviar Ramírez destacó la observación que hicieron los jurados en sus actas de premiación sobre el alto nivel de calidad de los trabajos participantes. “Eso nos estimula a seguir trabajando por la promoción y el fomento a todas las expresiones del arte y la cultura en la Universidad”, dijo. En tanto que el vicerrector general, Carlos Vásquez Tamayo, recordó que estos premios reconocen precisamente el que haya creadores, “y los llama a venir desde el espacio del desconocimiento. Debemos divulgar, dar eco a esas acciones creadoras de los artistas”.

El hecho de que sean 47 años ininterrumpidos de premiación es, para el jefe de Extensión Cultural, Oscar Roldán Alzate, “una decisión absolutamente contundente de la Universidad frente a una política de estímulo a la creación nacional”. La Ciudad Universitaria será el telón de fondo para el encuentro de performance y artes vivas, con el que toda la comunidad podrá disfrutar los 47° Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, con obras premiadas y seleccionadas desde Cali, pasando por Bucaramanga, Bogotá, Ibagué, Itagüí e incluso Berlín (Alemania).


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Aspecto de la obra “Ansío los Alpes: así nacen los lagos”, estrenada en francés, en Suiza (2007), y luego en español en el XI Festival iberoamericano de teatro de Bogotá (2008). A su modo, la acción de Mapa Teatro — dice el jurado Elkin Restrepo— “puede concebirse perfectamente en la necesidad que tenemos todos de construir un país”.

4

Foto: Cortesía Mapa Teatro

Mapa Teatro: creación colectiva Por ÁNGELA AGUDELO

O

bra de los hermanos Rolf y Heidi Abderhalden, la fundación Mapa Teatro - Laboratorio de artistas, con sede en Bogotá, es el primer colectivo artístico que se gana el Premio Nacional de Cultura a las Artes y las Letras Universidad de Antioquia. “Al jurado, más allá del incuestionable valor artístico de sus realizaciones, le pareció ejemplar la libertad de búsqueda y cruce de géneros, tiempos, lenguas, tradiciones, que anima a Mapa Teatro en sus labores”, afirma el profesor Elkin Restrepo, integrante del jurado y para quien este colectivo teatral cada vez va más allá en sus propuestas experimentales, fruto de un incesante replantearse. En ese sentido, el jefe del Departamento de Extensión, Oscar Roldán Alzate, resalta la mediación de la experiencia del espectador por asuntos no convencionales, “que se incorporan directamente con nuestra mente; es un choque que genera la experiencia, y eso es indescriptible”.

Y observa que “este premio se le está entregando a gente que ha trabajado más de lo que ha hablado, a gente que lo ha hecho de manera copiosa, íntima, convencida, comprometida, resonante; desde Bogotá, desde Colombia, pero desde la calle del Cartucho, desde los problemas de la vida para el mundo”. El trabajo multidisciplinario “muy enraizado en lo social, con las comunidades” fue precisamente uno de los aspectos más valorados, dice otra miembro del jurado, Ana Piedad Jaramillo Restrepo, al indicar que “en lo contemporáneo ahora se unen y trabajan muchos artistas desde distintas disciplinas. El hecho de que se lo gane un grupo, yo creo que estimula muchísimo”. Y es que Mapa Teatro, además de ser un colectivo abierto, recurre a todas las formas contemporáneas del arte: el video, las nuevas tecnologías, la performance, el espectador como actor, además de tener un enfoque didáctico, gracias a su vinculación con la academia, a través de la maestría en Teatro y artes vivas, de la Universidad Nacional. Oscar Roldán señala que, no obstante provenir del universo de las tablas, los fundadores de

Mapa Teatro transformaron la concepción de las artes escénicas en Colombia, gracias a que vinculan multiplicidad de variables y vertientes, y “han unido el teatro con la plástica, entrando en los límites de lo que llaman la performance y que ellos hoy llaman muy bien artes vivas”.

La decisión del jurado, según el acta de premiación, fue unánime “en consideración a la contemporaneidad de su lenguaje, la experimentación multidisciplinaria (ópera, cine, video, literatura, teatro), el contenido pedagógico y social, y la actualidad, calidad y vigencia de la propuesta artística colectiva”.

Arte con y entre la gente … “Primer paso: 17:42 h carrera 13 calle 26. Una noticia leída en un periódico: ‘En Bogotá cerca de un millón de personas se movilizan a pie 17:22 h carrera 13 calle 26 porque no tienen cómo pagar transporte público (…). Los sectores 16:55 h calle 63 carrera 13 más afectados por la incapacidad de pagar un transporte motorizado son Usme y 16:43 h carrera 13 entre calles 63 y 64 Ciudad Bolívar (…). 16:25 h calle 72 transversal 56ª Esta situación es más evidente en los obreros y las empleadas domésticas’”… Es un extracto del texto con el que se presenta una de sus producciones, “Cartografías movedizas” (2011), puesta en escena en las calles de Bogotá mediante láminas de acrílico transparente —que muestran fotografías secuenciales y en tamaño real de una mujer que camina—, que son a la vez fotografiadas con otros caminantes y colocadas en nuevos sectores de la capital. … “darle a la información 6:28 h carrera 36 calle 3 una forma artística que resiste a la abstracción estadística; nombrar y ponerle un rostro 6:17 h carrera 36 calle 3 —una humanidad— al caminante de nuestra ciudad y crear así un intersticio 6:10 h calle 39A Sur carrera 85 en el espacio social; en esto ha consistido nuestro trabajo como artistas”…, concluye el texto.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

5

Por SERGIO ALZATE

Foto: Jaime Zapata

A

Jacobo Cardona Echeverri la sola idea de que le llamen poeta lo sonroja. También titubea sobre si considerarse escritor o no. Por eso, escudándose tras el pudor, sostiene que todavía está formándose para llegar a ser uno verdadero. Él no deja que los recientes reconocimientos literarios, en diferentes géneros, obnubilen su creación: amolda los concursos a sus textos, no sus palabras a los galardones. Y es que Jacobo, con menos de cuarenta años, ha sido premiado como poeta, novelista, cuentista y ensayista. “Para mí la literatura es una profesión y un proyecto de vida, pero las condiciones sociales de producción son difíciles. Hay unos juegos de asociación que, siento, no sé jugar”, dice. Por eso, resalta que “la mejor manera de hacer esto, sin la necesidad de intermediarios ni lobby, son los concursos literarios”. Su aspiración primordial es tender un puente entre él y un pequeño público que va creciendo a la par que su obra. El reconocimiento más reciente lo recibirá de la Universidad de Antioquia —donde es profesor del pregrado de Antropología— y sus Premios Nacionales de Cultura. Su ensayo Las tecnologías de lo monstruoso. Un cuadro, los cuerpos, el procedimiento fue seleccionado como ganador de la categoría Premio Nacional de Comunicaciones, modalidad ensayo en crítica de arte y cultura. Y ¿qué son las tecnologías de lo monstruoso? Jacobo lo resume de la siguiente manera: “Los cuerpos, desde una idea antropológica que estoy trabajando, no están terminados. Todos nosotros somos el resultado de unas series de operaciones tecnológicas que son realizadas a través de unas instituciones: la escuela, la familia, la religión. De esta forma se va construyendo el cuerpo”. Es decir, la corporalidad, desde la perspectiva del autor, es un modelado que empieza a diseñarse a partir del nacimiento, en aras de una producción homogénea. Lo monstruoso viene cuando alguien se sale del funcionamiento ‘perfecto’ que se ha instaurado como natural. “El monstruo escapa del ordenamiento médico, del ordenamiento científico, del ordenamiento pedagógico, del ordenamiento estético”, explica. Así, su ensayo se divide en dos temáticas que aparentemente no tienen nada que ver: la mutilación y la disposición de las partes de los cuerpos durante la época de la Violencia bipartidista; y la

Para Jacobo la disciplina es la posibilidad de disfrutar lo que hace. Leer cuando siente la necesidad. Escribir cuando cree que tiene algo que decir. Ver películas durante días y días por el placer de hacerlo. Desde su óptica, la obligación como esquema no funciona.

La literatura es mi manera de sobrellevar mi tristeza producción estética actual que, por medio de procedimientos quirúrgicos, inserta en los cuerpos los elementos necesarios que satisfagan el ideal de belleza que una sociedad tiene sobre lo corporal. Ambas orillas con una cosa en común: el cuerpo como una operación que está por hacerse. Las fascinaciones de un autor “Si hubiese que señalar una influencia madre, creo que tendría que mencionar a las series americanas de los ochenta”, dice Jacobo para luego agregar riendo: “las más baratas, las más malas, tipo Automan, Manimal, El auto fantástico. Con esas experiencias visuales muy ridículas y kitsch yo aprendí a narrar”. El cine también ha sido para él una manera de contar. No sabe hasta dónde llegará la intromisión cinematográfica en sus novelas o cuentos; pero sí tiene claro que las reglas literarias son más nocivas que beneficiosas en su visión de cineasta, ya que “el cine donde fuera literario sería defi-

ciente. El cine debe ser de todo, menos literario, pues su lenguaje es tan poderoso y rico en posibilidades que puede funcionar bajo sus propias reglas”. Así que su oficio de escritor es un constante ver, leer y escribir. “No creo en la disciplina en el sentido grandilocuente — aclara—, o sea, la concepción puntual de levantarse a determinada hora, escribir tanto tiempo, tomarse unos tragos, fumar un cigarrillo, seguir escribiendo hasta este otro momento”. Para Jacobo la disciplina es la posibilidad de disfrutar lo que hace. Leer cuando siente la necesidad. Escribir cuando cree que tiene algo que decir. Ver películas durante días y días por el placer de hacerlo. Desde su óptica, la obligación como esquema no funciona. Igualmente, sus lecturas no responden a una idealización sentimental que retiene a libros o autores para siempre. Hay momentos de su vida en que un escritor lo marcó o sorprendió. Pero, como él mismo explica, son

instantes que responden a estados no extrapolables al presente. Juan Rulfo y Roberto Bolaño fueron dos parteaguas para Jacobo, son de esas lecturas que se llaman de “cabecera”, pero no por eso su propio oficio gira en torno a ellos. Ahora —cuando ha dejado atrás al muchacho de 21 años que escribía de forma recargada “para gritar, para intentar llamar la atención y decirle al mundo que podía escribir”— está fascinado por autores estadounidenses como Don DeLillo, Raymond Carver, John Cheever y Comarc McCarthy. También por el rumano Mircea Cartarescu. En cuanto a su propio hacer, cree en estos momentos más en la palabra parca. Esa que sin artilugios o artificios es capaz de dar sentido a una situación. Inclusive a su propia experiencia vital, pues “soy una persona triste, vengo de una familia triste… yo creo que la literatura es mi manera de sobrellevar mi tristeza”.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Revista U. de A., 8 décadas

Por JAIME ZAPATA VILLARREAL

Foto: Cortesía

C

arlos Enrique Lozano no quiere escribir cuentos, ni poesía, ni novela. “Escribí dos o tres novelas malas cuya lectura, por fortuna, sólo sufrieron algunos amigos cercanos”, dice, con sarcasmo, para terminar parafraseando a Federico García Lorca: “ahora estoy en un punto de la vida en que digo: de ahora en adelante nada de poesía, puro teatro”. Lozano lo expresa con la convicción que le otorga ser el ganador del 33 Premio Nacional de Literatura Universidad de Antioquia modalidad Dramaturgia, con la obra Transmigración (los lobos no van a la guerra). La decisión del jurado fue unánime: “Es una obra escrita con un lenguaje poético, no solamente en la palabra sino también en las imágenes que se sugieren a través de ellas”. Dramaturgo y director caleño, Lozano absorbe como una esponja los momentos vitales de su vida, sus lecturas y aficiones (Beckett, Moliere, Camus, Borges, Caicedo, el teatro del absurdo, las películas de gangsters de los 80) para nutrir su obra de intimidad, de intuición personal: “me dejo afectar por las cosas que estoy leyendo o viendo siempre, la gente que estoy frecuentando, así que hay un flujo constante de referentes que van apareciendo y desapareciendo”. Esos referentes que aparecen y desaparecen están ligados, por una parte, a su itinerancia: ha vivido en Cali, Bogotá, Sydney, París y ahora en Buenos Aires donde hace un doctorado. “Estar lejos de Colombia —explica Lozano— me permitió tomar distancia no sólo con el país sino con esa veta importante de mi identidad que la constituye la colombianidad, digamos, aquella parte de uno que normalmente no es visible, y esto me ha permitido lograr una escritura más consciente porque es una escritura que surge de un sujeto que se conoce mejor, que entiende mejor qué porciones de su visión del mundo provienen más de la cultura que de sí mismo”. Además de un conocimiento de sí mismo, esta lejanía le ha permitido a Lozano desarrollar una escritura más libre e intuitiva: “En Transmigración, como en mis otras obras, comencé a escribir sin tener una idea muy precisa de hacia dónde iba. Así fui alternando intuición y reflexión. Siempre tuve claro, sin embargo, que la obra no tendría una fábula como tal sino que sería una suerte de variaciones sobre una misma forma y un mismo tema.

6

Carlos E. Lozano

La dramaturgia por descubrir Heiner Müller decía que cuando arrancaba un texto no sabía nada acerca de él y que escribirlo era irlo descubriendo. Este texto lo escribí así”. Por eso al escribir sin certezas, partiendo a lo sumo de una o dos imágenes, Lozano se sumerge en un proceso de descubrimiento en marcha de lo que está escribiendo: “cuando terminé de escribir pude entender que la obra trataba de diversos temas como la guerra, la violencia y la figura de la madre. Para mí es, sobre todo, un dispositivo poético que concatena fragmentos de manera arbitraria, inevitable y certera, de la misma manera en que la vida hilvana, a lo largo del tiempo, diferentes identidades en un cuerpo más o menos reconocible como el mismo”. “Transmigración (los lobos no van a la guerra) surgió de una hipótesis y una idea –explica Lozano–: la primera imagen es la de un animal que intempestivamente interrumpe una escena y la obra, en lugar de continuar con la escena, se va con el animal y abandona el flujo de la acción dramática que traía hasta ahí. La segunda, la hipótesis, es la de un texto en el cual cada escena es una reencarnación de la escena precedente”. A pesar de la felicidad por el premio, para Lozano el panorama de la dramaturgia en el país es débil y preocupante: “en un país como el nuestro, en el que la dramaturgia es tan poco

visible, recibir el estímulo de un premio nacional es muy importante porque no sólo reconoce el trabajo realizado sino que visibiliza la obra”. Pero más allá de los logros individuales, Lozano cree en la idea de seguir allanando un terreno más firme para el desarrollo de este género literario en Colombia, a pesar de las múltiples dificultades: “Hay razones de mercado por las que pasa esto: la gente se sienta a leer novela, cuento y poesía y por eso compra libros, nadie se sienta a leer teatro. Los otros géneros tienen a la poderosa (aunque languideciente) industria editorial detrás. Por supuesto hay muchas otras razones: históricas, estéticas, políticas, etcétera, pero no se habla mucho de la influencia de los grandes poderes económicos en el establecimiento del canon literario”. Lozano es enfático: la dramaturgia en Colombia es el gran secreto por descubrir. Y aunque la invisibilidad y el escaso apoyo sean la constante, hay síntomas positivos: la actividad, en los últimos cinco a diez años, se ha multiplicado de manera vertiginosa y la escritura ha alcanzado niveles de altísima calidad. “Fuera de los nombres establecidos —asegura Lozano— hay unas generaciones emergentes con individualidades muy importantes como Erik Leyton, Verónica Ochoa, Felipe Botero, Juan David Pascuales, Tania Cárdenas y Diego Fernando Montoya, por mencionar solo algunos”.

La revista Universidad de Antioquia cumple 80 años de vida, la misma que celebra la Alma Máter, al valorar la contribución que ella ha hecho a su engrandecimiento. Así lo expresa la moción de felicitación y reconocimiento que hizo el rector Mauricio Alviar Ramírez, el pasado 23 de septiembre, y en la que recuerda que “al compartir el afán de ilustrar sobre la cultura y ahondar en el conocimiento de otras realidades, nuestro impreso universitario se ha convertido en un erudito aporte para los universitarios y ciudadanos”. Impreso pionero de las publicaciones culturales institucionales universitarias, la revista U. de A. llega a 321 números y es quizás, como lo señalara su director, Elkin Restrepo, la única publicación que en Colombia puede contar el cuento. “A ello ha contribuido una vigorosa tradición interesada en mantener abiertos sus espacios a los modernos problemas y conquistas del conocimiento, la sociedad, la historia, las artes y las ciencias, a través de los escritores, pensadores y artistas más sobresalientes, nacionales y extranjeros, y con el fin de vincular al lector con su tiempo”, sostiene el profesor. La moción honra “a sus directores que ilustraron con su sapiencia los destinos del impreso: Alfonso Mora Naranjo, José Ignacio González, Jorge Montoya Toro, Ramón Córdoba Palacios y Carlos Castro Saavedra, Héctor Abad Faciolince, Juan José Hoyos y Luis Fernando Macías”, y distingue al maestro Elkin Restrepo, a sus colaboradores; al personal encargado de la producción y a quienes “comprometidos con nuestra Revista Universidad de Antioquia están afinados con el propósito de ilustración para el desarrollo de la civilidad y pluralidad que promueve la Alma Máter”. En opinión de su director, es motivo de celebración que la Universidad, creadora de cultura, al respaldarla y velar siempre por su destino, haya hecho de la Revista parte esencial de su patrimonio cultural y, por tanto, del patrimonio cultural del país.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

La Universidad de Antioquia y el canal Teleantioquia tienen programados debates con los candidatos a la gobernación de Antioquia y a las alcaldías de Medellín, Bello, Itagüí, Envigado y Rionegro. Todos los debates se transmiten por Teleantioquia. El primero se cumplió el 28 de septiembre con los candidatos a la Gobernación, y el segundo fue con los candidatos a la alcaldía de Envigado, el 30 de septiembre. Los próximos debates están programados de la siguiente manera:

• Domingo 4 de octubre: candidatos a la alcaldía de Rionegro, 8:30-9:30 p.m. • Lunes 5 de octubre: candidatos a la alcaldía Medellín, 8:30-10:00 p.m. • Martes 6 de octubre: candidatos a la alcaldía de Itagüí, 8:30-9:30 p.m. • Miércoles 7 de octubre: candidatos a la alcaldía de Bello, 8:309:30 p.m. • Miércoles 14 de octubre: candidatos a la Gobernación de Antioquia, 8:30-10:00 p.m. Respaldo académico Instituto de Estudios Políticos, Instituto de Estudios Regionales, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Facultad de Ingeniería, Escuela de Gobierno y Políticas Públicas, Programa de Gestión Tecnológica, Comité Universidad, Empresa Estado.

Por ayudar en la enseñanza de la lectura y la escritura

Octavio Henao, en The reading hall of fame Por ÁNGELA AGUDELO

D

esde julio, el profesor Octavio Henao Álvarez, de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, se convirtió en el segundo latinoamericano que hace parte de The reading hall of fame, de la Asociación Internacional de Alfabetización (ILA, por su sigla en inglés). “Nunca pasó por mi mente que yo pudiera estar allí”, dice emocionado el director del grupo de investigación Didáctica y nuevas tecnologías, cuando cuenta que su “inducción” se hizo con la presencia de “grandes autoridades en el campo de la lectura y la escritura, por las que siento un gran respeto y admiración”. En ceremonia realizada en el marco de la conferencia anual de ILA, que tuvo lugar en Saint Louis, Missouri, Estados Unidos, el 19 de julio pasado, Henao Álvarez recibió el diploma que lo reconoce ante la comunidad académica internacional como miembro del salón de la fama, por sus valiosos aportes a la investigación, la teoría y la práctica en el conocimiento básico de la lectura y la escritura. Hasta ahora la única latinoamericana que había logrado esta distinción había sido la psicóloga argentina Emilia Ferreiro, quien se formó y trabajó con Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. “Emilia Ferreiro ha sido una mujer de un prestigio enorme en América Latina y el mundo, como pionera en los estudios sobre la psico-génesis de la escritura y referente para quienes tratan de entender ese proceso a través del cual los niños van construyendo sus nociones del lenguaje escrito”, explica el docente distinguido.

Investigación y extensión Durante casi 40 años, el profesor Henao Álvarez ha desarrollado proyectos de investigación, extensión, y formación de docentes en el campo de la didáctica de la lectura y la escritura, utilizando medios tanto análogos como digitales, y formatos multimodales. Una línea muy característica del grupo Didáctica y nuevas tecnologías es la exploración de soportes digitales para la lectura y la escritura, pues, según Henao Álvarez, “estas tecnologías nos permiten

Foto: Ángela Agudelo

DEBATE con los candidatos

7

describir el mundo de otra manera, a través de nuevos recursos. Ya no es solo la representación alfabética; ahí se está configurando otro modo de escritura que utiliza diversos elementos simbólicos”. “Tradicionalmente en la escuela se ha trabajado mucho la lectura pero no la escritura, que es un proceso más complejo y una competencia que muy poca gente logra cultivar a un nivel avanzado. Nosotros llevamos 12 años yendo a las escuelas de Medellín a trabajar para que los niños y los jóvenes mejoren esa competencia; hemos trabajado la escritura poética, las narraciones y la escritura expositiva”, cuenta el investigador. A sus 65 años, destaca que “como académico, una de las cosas que más hago en la vida es leer; es enorme el torrente de textos que leemos: en el correo, en las revistas, en los medios, en los libros”. De ahí su llamado a que más que la cantidad, importa hacer una lectura juiciosa, reflexiva, crítica de los libros. Cuando tenía 18 años leyó “Anhelo de vivir”, un libro sobre la vida de Vincent van Gogh, del autor Irving Stone. “Para mí ese libro fue absolutamente revelador. Ese tipo de lecturas son las que hay que rescatar y promover; lecturas que nos transformen como personas cada vez más sensibles y comprometidas con el progreso del mundo y la sociedad”, observa.

UdeA, conocimiento, vida Abundan las palabras cuando se refiere al “entrañable afecto” que siente por su Alma Máter, la misma que lo formó y en la que ha sido profesor desde 1976. “Dos asuntos primordiales para mí han sido el amor y el conocimiento, y los he podido saborear en este entorno maravilloso de la Universidad, un espacio en el que había tantas complicidades con esas bellas locuras de la juventud”, recuerda. Se define como “un soñador incorregible”, que sigue imaginándose “cosas lindas, placenteras, vivificantes, como acariciando esa posibilidad de un mundo mejor. Yo creo que también soy una persona que celebra ese milagro cotidiano de la vida y el privilegio de la existencia, con todas esos avances y comodidades que nos ha deparado el mundo moderno, gustándome mucho también la sencillez de las cosas”. La lectura, es obvio, es una de sus aficiones, de libros y de todo lo que encuentra a su alrededor. “Me encanta leer un atardecer, un rostro amable”, dice, y agrega que una de las experiencias que el resulta muy interesante es ir al centro de Medellín. “Me maravilla todo ese caudal de vida que se siente, todos esos cachivaches que allí se venden… Ojalá el mundo apreciara eso; ojalá viera cómo aquí no desaprovechamos nada”, reflexiona.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

8

Por ÁNGELA AGUDELO

Foto: Ángela Agudelo

V

i vir y servir son dos consignas claras en la vida de la universitaria Daniela Marín Duque. Acaba de terminar materias en su pregrado de Química Farmacéutica y ya sobresale por sus investigaciones, sus trabajos de extensión a comunidades y su emprendimiento. Para ella, es una insensatez tener conocimientos y no poderlos llevar a otras personas. De ahí su desvelo por compartir y poner en práctica todo lo que aprende, un desvelo que la llevó a ser la ganadora absoluta del concurso “Mujeres jóvenes talento 2015”, de la Gobernación de Antioquia, en la categoría Excelencia académica. Esta joven, oriunda de Jardín, llegó a Medellín hace seis años con el objetivo de saber sobre las ciencias farmacéuticas, pues siempre se había preguntado por qué uno de sus seres queridos, al que na caída de un caballo le dejó un trauma que le cambió la vida, tenía que recibir prescripciones tan altas de medicamentos. “Estudié Química Farmacéutica por él; buscando la razón por la cual consumía tantas tabletas y cápsulas”, cuenta, convencida de que en la universidad se abre la mente para el mundo. “Para mí, venir a la Universidad es poder transformar algo. No tiene sentido aprender si no transformamos”, agrega.

No tiene sentido aprender si no transformamos

El estudio no se detiene Aunque es una convencida de que toda la vida se es estudiante, reconoce que muchos lo olvidan. “Cada año salen muchos profesionales, pero también cada año veo una inconsistencia: casi nada se transforma en pro de la equidad, y es para eso que se adquieren conocimientos, para salir a hacer algo diferente, algo que permita que el mundo esté mejor”, se lamenta. Por ejemplo, un asunto grave — dice— tiene qué ver con la piel, un órgano que la gente erróneamente ve como un punto de exhibición. “Algunos maestros dicen ‘si no te lo puedes comer, no te lo puedes aplicar”, pues, según explican, la piel absorbe y la acumulación mínima pero repetitiva puede hacer daño; lamentablemente son muchos los que se lucran en pro de la exhibición”, sostiene. Precisamente la cosmética natural es uno de sus proyectos personales, el mismo que comparte con la comunidad de Granizal, de Medellín, a donde acude algunos fines de semana, junto con otros voluntarios que se suman a cambiar y simplificar las brechas del conocimiento. También asiste, en calidad de voluntaria, a los talleres de per-

macultura con los profesores Felipe Valencia y Julián Valencia, de Madre tierra permacultura, a quienes admira por su labor y a quienes debe el haber conocido la vereda Granizal, el espacio donde comparte con 15 familias. “La idea no es crearles necesidades sino que ellos se sientan ricos en su medio”, señala Daniela, al referirse a este sistema de voluntariados, con el que se busca mejorar la calidad de vida de las personas a partir de la construcción de viviendas con materiales de la región y la producción de huertas orgánicas, entre otras prácticas. “Yo les enseño junto con otros amigos a elaborar champús, jabones, etc.”, cuenta. Lo hace desde el día en que Ruth, una joven de esa comunidad, le contó que quería montar un spa de belleza, pues su interés —afirma— es que la gente pueda apropiarse del cuidado del medio ambiente y de su salud.

Vivir cada instante A sus 23 años, Daniela tiene en su haber la producción de artículos científicos: dos en los que participó como joven investigadora del Grupo de investigación Ofidismo y escorpionismo —publicados en

“Journal etno pharmacology”—, y una revista que sacó con Expedición Antioquia sobre plantas utilizadas para la mordedura de serpientes en el departamento de Antioquia. También se destaca su proyecto de café Joya Mulata, con mercado justo que desarrolla con un tío caficultor, a quien le ha ido contando sobre el proceso para ir mejorando la calidad de la bebida en la taza, y lo incentiva pagándole un valor adecuado por el café caturro que produce. “Aprendí muchas de estas cosas por mi pasión sobre el tema, gracias al programa de Cafés especiales, que adelanta la Gobernación de Antioquia”, cuenta. “¿Para qué te han servido la carrera y tres años de investigación?”, recuerda que se preguntó cuándo decidió aprovechar la Química Farmacéutica en la caficultura. “Trabajar con café es tomar un metabolito de la tierra y dejarlo en un producto final con todos los sellos de calidad, desde cuando se siembra hasta su comercialización”, afirma la joven que cuando niña cogía café con su padr”. Aunque no deja de maravillarse con el campo, Daniela expresa su desilusión porque “hemos ganado

una supra-conexión en los centros comerciales; en vez de hacerlo en el ‘silencio’ majestuoso de las selvas… que ya asusta. Hemos perdido conexión con la naturaleza; nos da igual tumbar un palo, no está pasando nada, cuando somos todos quienes hemos perdido a un palo”. En su opinión, se debe vivir cada día. “Solo tienes el hoy, ese ya. Es ese instante en que estás vivo el que tienes que vivir; porque si no, la vida se vuelve un peso: desde que no tengas tiempo, estás muerto”, comenta. De ahí su insistencia en que cada persona recorra las estaciones de la vida: “no hay que quedarse en la juventud; nos debe encantar envejecer, e ir un poco en contra de esa publicidad loca que hacen con nosotras y de esos prototipos que limitan la belleza”. Ella, por ejemplo, disfruta cada día su apariencia —desde los peinados que se hace, la ropa que lleva puesta y su sonrisa—. “La gente me ve y pregunta ‘¿eres tú?’. Yo intento gozarme eso”, pues “lo importante es compartir la realidad y llevar siempre la alegría, ya que, dice ella, cada día se es un poco diferente”.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

9

Fondo Editorial FCSH

Hacer ciencias sociales en Macondo o de cómo llegar de la periferia al centro

Por GABRIEL VÉLEZ CUARTAS Jefe Centro de Investigaciones Sociales y Humanas FCSH

L

os debates actuales sobre la medición de la producción científica en Colombia, parecieran insulsos a la luz de la opinión pública. Cada vez que sale un nuevo resultado anual de medición de grupos, algunos investigadores levantan su voz en protesta por los resultados, Colciencias da unas respuestas, se publican un par de artículos y allí para hasta el año siguiente. Pareciera no existir mayor impacto en el transcurso de la vida de la Nación. Sin embargo, detrás de los pequeños debates hay un problema complejo, especialmente para las ciencias sociales y humanas: las dificultades para orientar el pensamiento y análisis social de un país que requiere de conocimiento que permita decidir su destino sin improvisación. Y para ello se necesita de conocimiento publicado e investigaciones visibles que nos permitan decidir autónomamente como país, como organización o como comunidad nuestro destino. La visibilidad es hoy uno de los desafíos más grandes de las ciencias sociales y humanas. Los patrones globales de producción han adoptado un modelo de competencia inducido por la necesidad del mercado de generar constantes innovaciones. En consecuencia, la autonomía relativa de las diversas ciencias se ve afectada, pues se abocan a trabajar bajo estándares de publicación de los campos experimentales, ciencias de la salud y naturales, y a excluir las dinámicas

propias del campo de las ciencias sociales y las humanidades. Ejemplo de ello es el reporte de Scimago de 2015, el cual establece que para 2014 el área de medicina en Colombia produjo 1.872 documentos, contra 623 de las ciencias sociales y humanas. Sin embargo, las cifras de grupos registrados en Colciencias para la convocatoria 693 de 2014 es inversa: 918 grupos para ciencias de la salud y 1.982 para ciencias sociales y humanas; con lo cual la proporción de artículos es de 2 por grupo de las ciencias de la salud y 0,3 por grupo de las ciencias sociales y humanas. De otro lado, si consideramos que uno de los mayores canales de divulgación de resultados en ciencias sociales y humanas es el libro, debemos advertir que el reconocimiento de productos de calidad en este campo es muy pobre: el número de capítulos de libro reconocidos por la convocatoria de Colciencias mencionada es de 53 para libros A1 y de 4 para libros A. No obstante, la producción en el área de ciencias sociales, humanidades y artes, según la oficina de asuntos docentes de la Universidad de Antioquia, en el período 1990-2012 es de 940, entre libros e impresos universitarios, y de 853 artículos en revistas indexadas, esto sin contabilizar los capítulos de libro. Además, no hay en este momento un método claro en el país para indizar la producción de libros; como tampoco es claro un sistema de reconocimiento de aquellas editoriales que publican libros de investigación. Esto último si tomamos en cuenta, por ejemplo, la convocatoria de Publindex para reconocimiento de editoriales

de 2013, en la que sólo se reconoció la existencia de 4 editoriales certificadas. Ahora, desde el punto de vista del sector editorial en Colombia, las editoriales que más publican resultados de investigación son las universitarias. Por ejemplo, para el área de ciencias sociales y humanidades en el período 20132014, la Universidad Nacional de Colombia publicó en promedio 31 libros anuales; la Editorial de la Universidad de los Andes 15; el Programa Editorial de la Universidad del Valle 10, la Editorial Universidad del Rosario 15 y, en el último año, la Editorial de la Pontificia Universidad Javeriana publicó 14 libros en el área. En paralelo, durante los últimos 5 años, la editorial Universidad de Antioquia ha publicado para el área de ciencias sociales y humanidades un promedio de 10 libros anuales; si consideramos que la Universidad de Antioquia cuenta con 88 grupos de investigación en el área, esto representaría una cifra cercana a 0,1 libros por grupo al año. Muy diferente a la cifra registrada por la oficina de asuntos docentes. Hay algo que no está funcionando bien. Si a estas cifras agregamos un cálculo del director de la editorial Universidad de Antioquia1, todavía la industria editorial queda debiendo a la producción investigativa del área. Jorge Franco propone que de cada libro presentado, por lo menos son rechazados hasta 3. Si tomamos en cuenta que la Universidad registra 78 libros anuales en promedio (según cálculos a partir de las cifras de la Oficina de Asuntos Docentes), esto significaría que se deben publicar por lo menos 26, pero en realidad

sólo hay 10. Esto significa que los investigadores del área no encuentran una vía expedita de publicación de sus textos en la Editorial UdeA, sea cual fuera la razón que se tuviera para ello. Todas las cifras son de invisibilidad, lo cual lleva a un problema mayor: el ocultamiento del potencial histórico de las ciencias sociales teóricas y aplicadas que hasta el momento ha orientado la modernidad desde el pensamiento crítico, la construcción de metodologías para la solución de problemas y las comprensiones globales que guían la política y la economía y que permiten un mejor entendimiento sobre la cultura. Su papel reflexivo nos ha permitido visibilizar problemas ocultos por el poder; ha ayudado al poder a gobernar; y ha advertido de muchas de las catástrofes humanas. Todo este poder de las ciencias sociales y humanas se alimenta de la producción escrita que permite posicionar resultados de investigación, enfoques teóricos y perspectivas metodológicas para los debates globales, facilitando la contextualización y territorialización del conocimiento y ofreciendo, de forma particular, las soluciones requeridas por un entorno en crisis permanente. Si en el entorno colombiano esa capacidad es ignorada tanto por los mecanismos de medición, como por las políticas editoriales y de fomento a la investigación, viviremos en un territorio dependiente exclusivamente de la producción social y humanística de otros países. Es de resaltar que la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia es una de las más grandes del país. Presenta,


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

al interior de la institución, la mayor cantidad de grupos de investigación del área de ciencias sociales, humanidades y artes (21 en total), entre los que se cuenta el 50% de los grupos A1 para el área (según la convocatoria 693 de Colciencias); asimismo, cuenta con una población aproximada de 300 investigadores y estudiantes afiliados a los grupos. Si a esto sumamos su producción investigativa, podemos encontrar desarrollos muy relevantes en temas como ciclos de vida, conflicto, historia, memoria histórica, antropología biológica y forense, medio ambiente, problemas agrarios, ciencia y tecnología, políticas públicas, salud mental, alimentación, estudios culturales y arqueología, entre otros tantos. La Facultad cuenta con presupuestos anuales que oscilan entre los 500 y 1.000 millones de pesos de inversión en investigación. Los grupos de investigación logran construir redes nacionales y transnacionales con universidades, empresas y organizaciones sociales, y apoyan a la administración pública en la ejecución de sus políticas. Todo este conocimiento acumula un acervo importante de reflexividad sobre nuestro entorno social que la oferta editorial institucional de la Universidad de Antioquia, en libros, no alcanza a solventar. Ante este ambiente adverso, es evidente la necesidad de generar mecanismos de canalización del conocimiento. Es en este entorno que surge el Fondo Editorial FCSH, el cual se plantea como respuesta a las carencias en políticas universitarias para la publicación de libros, de mecanismos de evaluación pertinentes y de validación del conocimiento producido por los grupos, los programas de posgrados y pregrados, la docencia y la extensión. Pero sobre todo, surge con la necesidad de generar mayor impacto del conocimiento producido tanto en los círculos académicos hispano-parlantes como en la sociedad regional y nacional. El Fondo Editorial FCSH empieza con una producción de 14 libros en proceso de evaluación y edición, cinco de los cuales se encuentran a la fecha publicados. Propone una alternativa para la Universidad en políticas de publicación, además de nuevos canales para los procesos de distribución, la visión del acceso abierto como una posibilidad y la realidad de un pensamiento social más potente. Con esto caminamos hacia la visibilidad, construimos un instrumento para tejer redes de conocimiento, una instancia para amplificar la voz de las respuestas que ofrecemos a la sociedad, un espacio de reflexividad y, ojalá, en un futuro próximo, uno de los pilares de la transmisión de conocimiento local para el mundo científico y humanístico contemporáneo en lengua española. 1. Franco, Jorge. 13 de septiembre de 2015. Tomado de: http://www.udea.edu.co

10

El reconocimiento social y legal del traductor en Colombia*

A

pesar de que la sociedad colombiana tiene una necesidad bien clara de las profesiones del traductor y del intérprete, al ser un país monolingüe en la práctica y tener bajos niveles de lengua extranjera entre su población, y de que existe una figura legal del traductor y el intérprete oficial, no existe ninguna iniciativa que le dé al traductor un reconocimiento profesional. Solo la clasificación del Servicio Nacional de Aprendizaje, más allá de tener dicha figura para asuntos diplomáticos y judiciales con carácter oficial, nos muestra que la traducción y la interpretación existen como profesiones ante el Estado, pero esa existencia no garantiza una protección estatal; aunque sí es un buen punto de partida para el reconocimiento de la profesión. Los traductores en Colombia, así como en otras latitudes, siguen siendo, tal como lo expresa Venuti, “escritores poco conocidos y mal pagos, cuyo trabajo, sin embargo, sigue siendo indispensable a causa de la dominación global de la cultura angloamericana, del inglés” (The Translator’s Invisibility, 1995, pp. 4-5). Aunque Venuti haga referencia directamente a los traductores al inglés, esta afirmación puede generalizarse a los traductores en el mundo, en lo referente al desconocimiento que con mucha frecuencia tiene su labor. Colombia, a diferencia de otros países latinoamericanos, no tiene una legislación para la protección de las profesiones de traductor o intérprete; todo se reduce a unos pocos artículos en los que se define la función con diferentes apelativos, como perito y traductor oficial: artículo 401, Testigo de lengua extranjera; artículo 427, Documentos procedentes del extranjero, y artículo 428, Traducción de documentos, tal como aparece en el Código de Procedimiento Penal; y una disposición del Congreso de la República de Colombia que se refiere al examen para el ejercicio del oficio de traductor e intérprete oficial (Ley 962 de 2005, artículo 33, la cual modifica el artículo 4.º del Decreto-Ley 382 de 1951). Así como otras leyes en las que se intenta salvaguardar al ciudadano, mas no al traductor (véase capítulo cuatro). Desde el punto de vista académico, una mirada global sobre la situación de la enseñanza de la traducción en el ámbito universitario en Colombia permite observar que la mayoría de las universidades

* Fragmento del libro Estatus actual del traductor en Colombia, de Gabriel Quiroz Herrera, Juan Felipe Zuluaga Molina y Norman Darío Gómez Hernández, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia en el marco de la Convocatoria para la publicación de libros derivados de proyectos de investigación.

que ofrecen programas de este tipo lo hacen a nivel de posgrado (véase Rodríguez, 2005; y Gómez y Gómez, 2010). Actualmente, en el país solo hay un pregrado de traducción (Universidad de Antioquia), dos maestrías (Universidad Autónoma de Manizales y Universidad de Antioquia) y, desde 1995, se han dictado varias especializaciones de posgrado en distintas universidades y con un énfasis en la traducción general, pero la mayoría sin continuidad en el tiempo (véase tabla 1.1). Dos casos de posgrados con énfasis específicos los constituyen la Especialización en Traducción en Ciencias Literarias y Humanas (Universidad de Antioquia, inactiva) y la Maestría en Traducción Económica, Financiera y de Negocios Internacionales (Universidad EAN, activa). Como dato relevante, está el hecho de que de once programas consultados en ocho universidades, solo la mitad se encuentran vigentes. Todo esto nos demuestra la necesidad de crear nuevos programas de traducción en las universidades colombianas, y en particular programas orientados a formación en pregrado, toda vez que los programas de posgrado

por lo general no garantizan una continuidad en la formación de los traductores, debido a razones como los altos costos de las matrículas en Colombia, la apertura supeditada a un número mínimo de aspirantes, los horarios ofrecidos, entre otros factores. Desde el punto de vista investigativo, en Colombia se cuenta con cerca de diez grupos de investigación en aspectos relacionados con la traducción; tales grupos proceden de universidades que cuentan con programas de lingüística o traducción. Cuatro de ellos se encuentran en la Universidad de Antioquia: Grupo de Investigación en Traducción y Nuevas Tecnologías, Grupo de Investigación en Traductología, Grupo de Investigación en Terminología y Traducción y Grupo de Investigación en Semiología Saussureana. El resto se distribuyen en otras ciudades, así: Grupo Linguae, de la Universidad Nacional de Colombia, y Grupo de Lingüística Aplicada y Comunicación Organizacional, de la Universidad EAN, ambos en Bogotá; Grupo Centro de Investigación Terminológica, de la Universidad Autónoma de Manizales; y Grupo de Investigación en Traducción y Terminología, de la Universidad del Valle. Este número de grupos no es siquiera comparable con la gran cantidad de grupos de investigación en medicina, ingenierías u otras carreras profesionales que se ofrecen en el país. Desde el punto de vista profesional, el único avance, aunque muy significativo, es la aprobación, en 2010, de la Norma Técnica Colombiana 5808 “Servicios de traducción. Requisitos para la prestación del servicio”, por parte del Comité Técnico 218, Terminología y otros recursos lingüísticos y de contenido, del Icontec. En 2013, dicho comité también aprobó la NTC-ISO 704 “Trabajo Terminológico. Principios y Métodos”, como una norma básica que rige la actividad terminológica como complementaria a la actividad traductora. Desde el punto de vista gremial, existen en Colombia dos cuerpos colegiados: la Asociación Colombiana de Traductores e Intérpretes (acti) y el Colegio Colombiano de Traductores (cct); entidades que trabajan por el posicionamiento de la traducción como profesión en Colombia y mantienen una agenda muy activa para lograrlo. Aunque en sus filas solo se agrupa un reducido número de miembros activos (48 en la acti, a marzo de 2014, y 32 en el cct, a octubre de 2012).


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

11

Por ANDRÉS VERGARA AGUIRRE Coordinador Letras: Filología Hispánica

Foto: Andrés Vergara

C

uando el 7 de diciembre de 1912 Franz Kafka al fin terminó La metamorfosis después de muchas noches de un sueño intranquilo, apenas se encogió de hombros como si ignorara que se había convertido en un monstruoso escritor. No era un sueño. Su habitación, una auténtica habitación humana, si bien algo pequeña, permanecía tranquila entre las cuatro paredes harto conocidas. Encima del escritorio estaban los folios del manuscrito recién terminado de una de las obras maestras más importantes de todos los tiempos. La mirada de Gregorio se dirigió después hacia la ventana, y el tiempo lluvioso —se oían caer gotas de lluvia sobre la chapa del alféizar de la ventana— lo ponía muy melancólico. “¿Qué pasaría —pensó— si durmiese un poco más y olvidase todas las chifladuras?”. Franz y Gregorio, dos nombres indisolubles en la historia de la literatura desde que hace cien años se publicó La metamorfosis, ese maravilloso relato que comienza con la noticia de aquella mañana en que Samsa, después de un sueño intranquilo, “se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Entonces pensó que ya estaba muy tarde y que si no se levantaba a tiempo no podría abordar el tren que lo llevaría a cumplir con sus compromisos como viajante de comercio, un trabajo que lo tenía atrapado entre compras y ventas de mercancías; y aunque esa ocupación lo hacía sentir miserable, no podía mandar a su despreciable jefe al carajo, pues con su trabajo amortizaba las deudas de su padre. Era su condena. En ese relato, algunos intérpretes han visto una codificación de la propia historia de Kafka, donde la metamorfosis de Gregorio no sería más que una representación de su propio debate interior, acosado por un padre autoritario y una familia convencional que lo empujaba a convertirse en un prominente abogado o un exitoso comerciante, en lugar de avanzar por los caminos de la literatura y el arte, su verdadero sueño. Incluso su nombre, Franz, en honor al emperador Francisco José I de Austria, habla de aquellas aspiraciones familiares, que de cierto modo él aceptó a regañadientes. Resignado ante el mandato familiar, en 1902 entró a estudiar química en la Universidad de Praga, pero solo aguantó dos semanas; después se transfirió a derecho, y se convirtió en abogado con la ilusión de que podría cumplir con las aspiraciones de su padre de ser un “alto funcionario”, pero apenas llegó a funcionario gris, y pasó gran parte de su vida al servicio de una

Cada año, miles de viajeros de todo el mundo visitan en Praga la casa museo Franz Kafka. Aquí nació y creció el autor de La metamorfosis. Junto a la entrada se aprecia la escultura Hombres orinando, de David Cerny, instalada en 2004.

De Kafka a Samsa: cien años de La metamorfosis Hace un siglo fue publicada La metamorfosis, que apareció en octubre de 1915 en la revista alemana Die Weissen Blätter, dirigida por René Schickele. compañía de seguros, dedicado a casos relacionados con accidentes de trabajo, atrapado como lo estaba Gregorio en su labor; Milena, Greta… ¿qué importan los nombres? ¿Kafka o Samsa? Dos insomnes que sueñan despiertos en el intento de alejar sus pesadillas… En la Facultad de Derecho, además de algunos cursos de arte y de literatura que ampliaron su horizonte y afianzaron su vocación por las letras, Kafka se encontró con Max Brod, que se convertiría en su gran amigo y en su editor, y a quien los lectores agradecemos que haya traicionado a Franz, el hombre temeroso, para no traicionar a Kafka, el genial escritor, cuando en lugar de cumplir su voluntad de destruir sus otras obras inéditas, decidió compartirlas con el mundo. Por los días en que escribió La metamorfosis, Kafka andaba atrapado en su despacho, entre códigos, expedientes, tal vez con la sensación de que, como dice la versión en español de aquella balada “Sonja”,

escrita por el compositor austríaco Fritz Löhner, más conocido por sus contemporáneos como Beda, “solo hordas de cosacos y de lobos hambrientos hay aquí”; era una rutina aburrida de la que solo podía liberarse cuando regresaba a casa para entregarse a la escritura. Al menos pudo hacer su catarsis, como en aquella famosa diatriba en la Carta al padre. Peor fue para Gregorio, que al final reventó en su soledad, aunque a su creador la tuberculosis tampoco le daría tregua. A propósito de Beda, que por ser judío murió en el campo de concentración nazi de Auschwitz el 4 de diciembre de 1942, Kafka de algún modo fue afortunado cuando la enfermedad lo extinguió en junio de 1924, a sus escasos cuarenta años, antes de que la Gestapo comenzara a perseguir y aniquilar a intelectuales y artistas, entre los que cayeron algunos de sus amigos más cercanos, y antes de que muchos de sus seres queridos fueran conducidos a los campos de exterminio…

En junio de 1924, Kafka murió por la tuberculosis. El cuerpo de Gregorio estaba completamente plano y seco, solo se daban realmente cuenta de ello ahora que ya no le levantaban sus patitas, y ninguna otra cosa distraía la mirada. A cien años de su publicación, hoy La metamorfosis es reconocida como una de las obras literarias más importantes de todos los tiempos, una de las más influyentes en la literatura del siglo xx, y que a pesar de las múltiples interpretaciones que puedan hacerse sobre ella, en el fondo siempre permanecerá como una obra cifrada en la que lo fantástico y lo misterioso, la lucidez y el absurdo, el hastío y el horror se conjugan de una manera magistral. Después de la pesadilla, cuando ya Gregorio se ha extinguido, se muestra la transformación de su familia; en la última línea, su hermana Greta “se levantó primero y estiró su cuerpo joven”, como una síntesis de la metamorfosis del paisaje: después del crudo invierno había llegado la primavera.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

12

Todo lo que contribuya a la paz merece el respaldo del país: Jurista Iván Velásquez Gómez, egresado sobresaliente • La distinción se entregará el 9 de octubre, en el día clásico de la Universidad de Antioquia Por unanimidad, el comité de selección para la distinción José Félix de Restrepo al Egresado Sobresaliente recomendó al Consejo Superior Universitario otorgar este año el reconocimiento al egresado del pregrado de Derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, Iván Velásquez Gómez. Fue director del Colegio Antioqueño de Abogados “Colegas”, donde adelantó campañas contra el “Estatuto de defensa de la justicia”, que establecía los jueces sin rostro y los testigos secretos. Entre 1991 y 1994 ocupó el cargo de Procurador Departamental de Antioquia, donde inició investigaciones relacionadas con torturas, ejecuciones extrajudiciales y abusos contra la población civil. En ese cargo logró consolidar la Oficina Permanente de Derechos Humanos de la Procuraduría Departamental, la cual atendía denuncias de graves violaciones a los derechos humanos. También impulsó el Comité Interinstitucional de Derechos Humanos, en el que participaron organizaciones sociales, la iglesia católica y autoridades. En 1996 fue magistrado auxiliar en el Consejo de Estado, y un año después fue electo como director regional de Fiscalías en Medellín (1997-1999). En conjunto con un equipo de investigadores inició una lucha frontal contra los grupos de autodefensas. Fue magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia en 2000. A partir de 2006 hasta agosto de 2012 coordinó la comisión de apoyo investigativo de la Sala Penal, encargada de investigar las relaciones entre miembros del Congreso de la República y el paramilitarismo, que derivó en la condena de más de 50 congresistas. También reveló la vinculación de más de 130 diputados con las estructuras criminales ligadas con los llamados “narcopolíticos». En 2011 la International Bar Association le entregó el Premio Mundial de Derechos Humanos, y en 2012 la Asociación de Jueces Alemanes lo galardonó por su compromiso en la lucha contra la impunidad y el respeto a los derechos fundamentales. En septiembre de 2013 fue designado como integrante de la Comisión internacional contra la impunidad en Guatemala, Cicig. Diálogo con ALMA MÁTER, a propósito del reconocimiento al exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia y de los avances en los diálogos con las Farc.

¿

Cómo visualiza los diálogos en La Habana entre el Gobierno y las Farc y los avances en el concepto de justicia que se quiere proponer? —Me parece que es realmente positivo frente a la posibilidad que se planteaba de una amplia impunidad. Por lo que hemos conocido hasta ahora creo que el avance en La Habana tiene cierto contenido de justicia en cuanto a la escala de acuerdo de las situaciones especiales particulares en cada uno de los tres casos que se prevén. Es decir, los que de una vez declaran todo lo que saben y aportan a la verdad, los que lo hacen tardíamente y los que se niegan a reconocer la verdad. Es, en todo caso, un avance frente a las expectativas pesimistas de prácticamente cero justicia. Habrá que ver qué ha de ser el problema del desarrollo específico y concreto de los acuerdos. Considero que es un buen inicio en cuanto se establece la imposición de una pena para cualquiera de los miembros de la organización guerrillera. ¿El país está preparado para enfrentar el posconflicto? —Nadie está preparado para un futuro incierto; sin embargo, el país tiene experiencias importantes en cuanto al posconflicto y cuenta con organizaciones y sectores interesados en formar una vida distinta. Esta es una etapa de construcción permanente y en la

que debe existir voluntad real, no solo del Gobierno y los grupos al margen de la ley, sino también de los diferentes sectores del poder. ¿La creación de tribunales especiales no se oponen al sistema de justicia internacional que ha estado pendiente del proceso de Colombia? —Yo creo que sí es viable. Habría un tema por definir y es lo de los magistrados extranjeros: cuál va a ser su capacidad de decidir derechos, es decir, si es posible que ellos actúen efectivamente como magistrados o sean más bien asesores dentro de cada una de las salas que se conformen. En el caso de ser lo primero, magistrados con capacidad de decisión, ahí habría un problema para examinar en cuanto a la cesión de jurisdicción. Con el apenas esbozo es difícil hacer un pronunciamiento más específico. ¿Después de más de 50 años de conflicto político armado doloroso, los colombianos se deben ‘dar la pela’ con los acuerdos en La Habana? —Yo creo que todo lo que contribuya a la paz, y la paz no solo como el cese del conflicto, sino como la posibilidad de reconstruir realmente un país para todos, merece todo el respaldo, todo el esfuerzo de todo el país. Pero no es tampoco un cese del conflicto a toda costa. Creo que, en todo caso, se deben respetar estos parámetros de verdad, justicia, repa-

ración y garantía de no repetición. Pero no es precisamente esto de darnos la pela como si fuera finalmente una derrota; creo que de la manera como está establecido el acuerdo constituye efectivamente un avance y el cese del conflicto merece algunos sacrificios que podría significar en términos de una completa justicia. Uno ve ahora que se establecen comparaciones con el tema de los paramilitares y que lo de ellos se trataba de una ley de sometimiento, como dicen algunos. Afirmando esto, se olvidan de todo el periodo que hubo de las negociaciones en Ralito o de cuando estuvieron recluidos en La Ceja, que no era precisamente un establecimiento carcelario; de manera que algunos critican este proceso de ahora comparándolo con el de los paramilitares para afirmar que este es de mayor concesión. Yo no veo realmente una diferencia tan abismal. Hay además otras circunstancias. El propósito del gobierno Uribe era el de impunidad para los paramilitares; así fue el primer proyecto que se presentó de alternatividad penal: se intentó asimilar el concierto para delinquir al delito político, se buscó garantías que finalmente yo creo que fue más por la presión social. Por la decisión de la Corte Constitucional no se logró consolidar lo que era un propósito de ese gobierno, y ahora muchos de sus representantes de manera hipócrita están señalando lo de hoy como una gran conce-

Foto: periódico El Mundo

Por ANDREA OREJARENA

sión, cuando en realidad parece que la diferencia no es tan grande como la pretenden establecer. ¿Usted cómo valora la convención de que se asuma el narcotráfico como conexo al delito político? —Este es uno de los puntos muy conflictivos, si es en la manera como se ha planteado, el narcotráfico como manera de financiación de la guerra pero no


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Yo creo que todo lo que contribuya a la paz, y la paz no solo como el cese del conflicto, sino como la posibilidad de reconstruir realmente un país para todos, merece todo el respaldo, todo el esfuerzo de todo el país. Pero no es tampoco un cese del conflicto a toda costa.

como una actividad delictiva en sí misma. Podría llegarse a aceptar que efectivamente toda la finalidad del narcotráfico, en cuanto esté acreditado, es para financiar la subsistencia de la organización guerrillera, pues tendría ese vínculo con el delito político. Desde su óptica como procurador que fue en Antioquia, como magistrado auxiliar en la Corte Suprema de Justicia, y ahora como comisionado contra la corrupción en Guatemala, ¿no tiene vuelta atrás este proceso? ¿Cuáles serían los desafíos para el país una vez se firme la paz con las Farc? —Yo espero que realmente no tenga retorno este proceso. El problema es que hay muchos sectores interesados que han usufructuado la guerra durante tantos años. Falta ver cuál es la capacidad que puedan tener sectores retardatarios del país para impedir que esto pueda consolidarse. La ciudadanía debe expresarse en respaldos al proceso, que finalmente va a traer un beneficio para todo el país. ¿De qué manera? Es ahí donde empieza realmente el proceso de reconstrucción, porque la firma del cese del conflicto, que está señalado como fecha límite el 23 de marzo de 2016, no es precisamente la firma de la paz, es apenas el principio de construcción de la paz, porque como se ha dicho repetidamente no se puede entender la existencia de la paz sin justicia social. Este es uno de los puntos fundamentales en el posconflicto. ¿Cuál ha sido el problema de la tierra en el país? ¿Cuál ha sido el problema del campesinado? ¿Cuál es el problema del empleo, de la salud, de la educación? Ese es el gran desafío que se abriría a partir de 2016. Suponemos que los grandes recursos que se están destinando actualmente para la guerra, ahora se van a destinar es para la reconstrucción de un país que incluya a todos sus pobladores y que proteja en mayor medida a los más excluidos. ¿Cómo hace usted y en qué valores se fija para resistir los embates de los que ha sido objeto, por su ejercicio profesional? —Yo creo que lo que me ha fortalecido siempre es la convicción de justicia, el que tenga por principio, por guía y por sustento una lucha por la justicia, por la verdad; además, ir contra la impunidad genera también en muchos sectores grandes respaldos que lo alientan a uno a continuar. Yo creo que desde que se asume un cargo de responsabilidad sea en la Procuraduría de Antioquia, o sea en la dirección regional de Fiscalías de Medellín, o en la Corte Suprema de Justicia como magistrado auxiliar, o ahora en el actividad mía en Guatemala al frente de la Comisión internacional contra la impunidad en ese país; en todo está ese elemento común que

13

es el de la lucha por la justicia, el de la lucha contra la impunidad, que pretende también estar del lado de las víctimas que son en todos estos procesos judiciales los más excluidos. Eso alimenta, fortalece. No entendería otra forma de cumplir una función social que es de la manera como la he venido desarrollando. De manera que todas esas acciones que se emprenden en mi contra, pues golpean y atemorizan, pero si no tengo la capacidad de superar el temor no puedo seguir desempeñando la función que esté desarrollando en esos momentos específicos y, por tanto, lo que tendría que hacer es renunciar. Por eso mantengo la convicción de la lucha por la justicia y la fortaleza para superar los temores frente a ataques de cualquier naturaleza que se pueden dirigir en mi contra. ¿Qué mensaje les dejaría a sus estudiantes de derecho, cuando la administración de justicia y los máximos órganos están tan desprestigiados? —Yo les digo que siempre hay que luchar por las convicciones, que hay que luchar por la justicia, que los más débiles merecen el compromiso de todos para que también hacia ellos mire la justicia. Les digo también que no se puede ceder ante las tentaciones de la corrupción, de las comodidades que se ofrecen desde muchos sectores vinculados con el crimen organizado que pretenden comprar a sectores de la administración de justicia e inclusive a abogados en el ejercicio de su profesión. Les digo que eso que los iluminó, que los impulsó en sus primeros años para matricularse en una facultad de derecho, que ese ánimo de justicia, ese espíritu de luchar por la justicia se mantenga. Que no permitan tampoco que en la enseñanza del derecho tantas veces tan formalista, tan apegada a la literalidad de la ley pretenda frenar ese entusiasmo de justicia que es el que debe iluminar. Que persistan entonces en lo que los definió para su vocación como abogados y que así, entre todos, podamos construir un país mucho mejor, una Latinoamérica mucho más inclusiva, un conjunto de naciones para la vida y prosperidad de todos. ¿Cuál es su valoración de su facultad de derecho? —En los últimos años he estado alejado de la Universidad de Antioquia, puesto que llevo 15 años viviendo en Bogotá y me alejé aún más viviendo dos años en Guatemala. Sin embargo, como lo planteaba en la Universidad de San Carlos en Guatemala, la universidad pública es la reivindicación de la vida académica y científica del país. Siempre afirmo, independientemente del manejo de la Universidad, que siento un gran afecto por la universidad pública, especialmente por la Universidad de Antioquia, porque a esta le debo el honor de ser abogado.


14

Fotos: Cortesía Facultad de Educación

Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Ruralidad, equidad y diversidad: desafíos para la educación Por DIANA GÓMEZ CEBALLOS

A

hora, cuando Colombia se asoma a la vaga posibilidad de poner fin a un conflicto de cincuenta años, a un proceso de descomposición social y cultural vasto y prolongado, del que el conflicto armado es apenas una consecuencia, todos nos preguntamos cómo será la paz que estamos buscando, cuál es la normalidad del vivir a la que queremos regresar, o si más bien será necesario construir por primera vez una normalidad que acaso nunca hemos tenido. Cuáles son las memorias compartidas, las costumbres, las tradiciones, los relatos de origen, los ejercicios de convivencia, las ceremonias del afecto, los rituales de inclusión, los diálogos de regiones y de culturas, las ciencias y las artes de la cotidianidad que debemos invocar en el esfuerzo generoso de construir de nuevo o de alcanzar por fin una normalidad que nos redima de esas violencias, exclusiones y estratificaciones que nos hicieron perder la tranquilidad, la confianza y, a veces, incluso, la esperanza. (William Ospina, Guías Ciegos, El Espectador, abril 14 de 2014) “La cuestión agraria se ha hecho más compleja a medida que avanza la sociedad, los mercados, la tecnología y que la globalización se impone en todos los órdenes de la actividad humana”, dice el experto Absalón Machado. Y, por lo mismo, cabe señalar el interrogante sobre el papel de la educación en este tema.

La Constitución de 1991 por primera vez reconoció el carácter pluricultural de la nación y el cuidado del ambiente, sin embargo, más de dos décadas después, los derechos de las poblaciones afrodescendientes, indígenas y campesinas siguen en el papel. El currículo de la educación básica y universitaria difícilmente acepta ser permeado por “otras voces”, tan necesarias para construir en diálogo de saberes alternativas a los desafíos ecológicos y sociales actuales. Una educación de calidad que responda de manera adecuada a las necesidades y expectativas de las poblaciones que habitan la Colombia rural debe contribuir con sus sueños por una vida digna y sostenible, en relación respetuosa con la naturaleza. ¿Qué nuevas propuestas educativas debemos construir de manera conjunta para responder a este desafío? Hace falta una mayor vinculación de la educación con la ruralidad, así lo han planteado expertos que vienen trabajando en la articulación entre la academia y los contextos rurales diversos. Con el respaldo de instituciones, ongs y organizaciones de base como WWF, Ceam, Cocomacia, Secretaría de Ambiente de la Gobernación de Antioquia, la Universidad de British Columbia (Canadá), la Universidad de Aalborgel (Dinamarca), el auspicio del Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensión (Buppe) de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia (convocatoria 2014), y el apoyo de los Grupos de investigación en educación y diversidad internacional (EDI), Unipluriversidad, y Pecet de la Universidad se viene trabajando el proyecto “Diálogo universidades

– comunidades para el fortalecimiento de capacidades de liderazgo y creatividad hacia la sostenibilidad en tres contextos rurales diversos afro, indígena y campesino”. Hoy estas comunidades viven al margen de las acciones del Estado, en situaciones precarias donde la hambruna, la pobreza y la violencia, que dificulta a familias enteras ejercer sus derechos y vivir con dignidad, son factores de riesgo a los que diariamente se ven sometidos. Grandes son las demandas que se generan desde el campo, entre ellas las de educación; en este sentido, las políticas estatales deben eliminar todo vestigio de inequidad, pensar en lo rural, teniendo en cuenta las voces de sus principales actores, las comunidades que habitan la Colombia rural. En el marco del proyecto de convergencia social y académica, “Diálogo universidades – comunidades...”, se aborda esta problemática en los que la calidad de dichos procesos no puede hacerse al margen del contexto donde se desarrollan. Uno de los objetivos principales del proyecto es la creación de una Licenciatura en ruralidad, equidad y diversidad, cuyo currículo y metodología de trabajo se trazan a partir de las necesidades identificadas en las comunidades implicadas como una construcción en conjunto. En esa perspectiva, en la actualidad se desarrolla un diploma en la comunidad de Tanguí (Chocó), los municipios de Vigía del Fuerte, Murindó y San Luis (Antioquia), y, de la mano de la World Wildlife Fund, WWF, llegó al municipio de Leguízamo en el departamento de Putumayo. Carmen Candelo, directora del Programa gobernanza y medios de

vida sostenible de WWF, resalta la pertinencia e importancia de esta iniciativa en la medida en que es un proceso único en Colombia. “El currículo —dice— obedece a unas necesidades que tiene la gente de resolver conflictos, de producir y garantizar seguridad alimentaria, de incidir en el ordenamiento territorial, de mejorar condiciones básicas de saneamiento. Creo que este proyecto Buppe le está apostando a ser pertinentes con los contextos locales, a atender esas necesidades y a buscar mejores posibilidades para la equidad. Acá estamos llevando la Universidad a la región y eso me parece muy significativo y novedoso”. Los avances desarrollados, las experiencias registradas y la reflexión a partir de las investigaciones de expertos sobre este proyecto serán punto de encuentro en el evento Tierras y minería: desafíos educativos para comunidades rurales y la sociedad en general, el cual tendrá como conferencista magistral al profesor Absalón Machado, entre otros invitados de carácter regional e internacional para generar un diálogo local/ global que contribuya a visualizar nuevas prospectivas para la educación rural en Colombia. El evento se llevará a cabo los días 15 y 16 de octubre de 2015 en la Sede de Investigación Universitaria, SIU. Los interesados pueden obtener mayor información en reúne.udea.edu.co. Teléfonos 2195710 y 2195716, o vía mail: extensioneducacion@udea.edu.co “Tenencia de tierras, problema agrario y conflicto”, Absalón Machado C. http://www.piupc.unal.edu.co/catedra01/ pdfs/AbsalonMachado.pdf


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Departamento de Historia, 40 años

II Congreso de Ética y educación

Para entender el hoy Por ALEJANDRA CARMONA VALENCIA

E

l Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Alma Máter, el más antiguo de Antioquia, cumplió 40 años. Desde 1975 trabaja en la formación de historiadores investigadores de la historia regional y nacional contribuyendo al reconocimiento de nuestra identidad en el territorio. Además, ha sido pionero en la creación de otros programas en Historia como el de la Universidad Nacional y la Universidad del Quindío. A la conmemoración de estas cuatro décadas del Departamento, se sumó el Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la Universidad Nacional, la Asociación Colombiana de Historiadores, la Academia Antioqueña de Historia, el Consejo de Instituto de Estudios Políticos, el IDEA (Instituto para el desarrollo de Antioquia), con la entrega de mociones, en reconocimiento al buen desempeño del Departamento en sus labores formativas. Dice el IDEA en su moción: “Toda Antioquia, a través de la historia que el IDEA representa, enaltece los méritos de esta Facultad que ha logrado generar y transferir conocimiento y formar senderos para la comprensión de la realidad antioqueña y colombiana a través de la enseñanza de la historia, con excelente nivel académico demostrado en sus estudiantes, egresados, trabajos de grado, publicaciones y criterios de enseñanza”. Según Jairo Salazar Restrepo, fundador del Departamento, antes de ser un pregrado en Historia, era una licenciatura. El cambio generó largas discusiones, pues inicialmente el programa buscaba dotar al estudiante de instrumentos metodológicos para desempeñarse como docente y eso cambió con la llegada de docentes investigadores porque la política se fijó en el manejo de archivos históricos para hacer investigación. Desde entonces, el enfoque del pregrado en Historia es investigativo. Los esfuerzos se han centrado en el conocimiento de nuestra historia, tratando de comprender las particularidades del antioqueño, por qué se diferencia en su cultura del valle, de la costa, del pacífico, aspectos que tienen que ver con las condiciones de vida en las que hemos estado.

Foto: Javier Londoño Balbín

La Comisión institucional de ética de la Universidad de Antioquia invita al segundo congreso de Ética y educación, que se realizará el 22 y 23 de octubre de 2015 en el auditorio principal del Edificio de Extensión, Medellín. Jueves 22 de octubre 8:30 a.m. Instalación. 9:00 a.m. Ponencia inaugural: La ética no se enseña, se comparte. Javier Darío Restrepo, periodista, escritor y maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. 10:30 a.m. Panel I: El papel de los medios de comunicación en el manejo del conflicto interno. ¿Son actores de pacificación o prolongan los odios? —El lenguaje periodístico: camino hacia la reconciliación. Ana Cristina Restrepo Jiménez, profesora de la Universidad Eafit. —La imagen periodística y la configuración de los contenidos de la mente como desafíos éticos. Eduardo Domínguez Gómez, profesor de la Universidad de Antioquia. —Hay verdades, mentiras y estadísticas. Educación y medios de comunicación. Hilda Mar Rodríguez, profesora de la Facultad de Educación. 2:00 p.m. Panel II: La responsabilidad en el manejo de la información. —La información, un objeto maleable. Juan Diego Restrepo, profesor de la Universidad de Antioquia. —El rezago del Estado y de las universidades colombianas frente a la transparencia en el contexto de la sociedad digital global. Edison Darío Neira Palacio, profesor de la Universidad de Antioquia. Viernes 23 de octubre 9:00 a.m. Medios alternativos —El palpitar. Directora Luz Avané Cataño Raigoza —La pupila. Director Giovanni Figueroa Jiménez —Con la oreja roja. Director Ian Schnaida Moderador Javier Londoño, periodista de la Universidad de Antioquia. 2:00 p.m. Mesa redonda. A propósito de los horizontes que nos permiten salir del vacío ético, ¿cuál es el papel de los medios de comunicación en la educación y formación de los ciudadanos colombianos? Moderador Eduardo Domínguez Gómez, profesor de la Universidad de Antioquia. Informes: congresoeticayeducacionudea@gmail.com comisionetica@udea.edu.co Teléfono 2195202

15

Jairo Salazar, Rafael Salcedo, Amparo Murillo y Víctor Álvarez recibieron un homenaje en la celebración de las primeras 4 décadas del Departamento de Historia, al frente de cuya jefatura está la profesora Luz Eugenia Pimiento (primera a la derecha). El acto conmemorativo también fue el punto de partida del programa Pensar la historia, mediante el cual la institución dedica este semestre a ese campo del saber con una variada programación académica y cultural.

“Nosotros somos producto de una evolución, de una interrelación entre distintas culturas. La presencia de la población negra en Antioquia es muy importante, hay que pensar en los habitantes de África que vinieron a explotar las minas. Esa mezcla cultural hay que conocerla para saber para dónde va, qué decisiones tomar, conocer la trayectoria que hemos tenido incluso desde periodos prehispánicos, porque a veces creemos que la historia comienza con la llegada de los españoles y aquí hubo una historia previa desconocida que olvidamos permanentemente”, dice Lucelly Villegas, profesora del Departamento. A propósito del proceso de paz, Luz Eugenia Pimiento, directora del Departamento de Historia, resalta la importancia del historiador en la construcción del porvenir, pues todos hablamos del conflicto —dice— pero no entendemos los procesos de violencia que ha vivido el país. “Hacer memoria es reconstruir lo que se ha vivido y preguntarnos el por qué. Se trata de reconocer las cuestiones políticas, sociales y culturales, la población, la ubicación geográfica. Esos factores inciden en lo que le pasa a la gente y en el actuar de la misma frente a los hechos. Por eso la historia sirve para entender lo que estamos viviendo hoy”, señala. Además de hacer memoria y comprender los sucesos que permean las comunidades, Gregorio

Saldarriaga, profesor e investigador del Departamento, enfatiza en que la gran posibilidad que brinda la historia es la de entender que las cosas no son naturales en sí mismas, pues son procedimientos construidos en los que entran en juego diferentes variables. “Cuando vemos el hecho final pensamos que es algo natural, como que los colombianos siempre hemos sido violentos o que siempre hubo corrupción. Lo que permite la historia es quitar esas diferentes capas y entender el proceso en sus diferentes variables, no para dar soluciones inmediatas, sino para entender la complejidad del asunto y en el futuro quizá pensar en soluciones que ataquen problemas particulares de la lógica en la que se ha construido y no verlo como un elemento inherente a la naturaleza colombiana”. Saldarriaga precisa que el historiador trata de llegar a la realidad a través de registros, por lo que es consciente de que no accede a la verdad sino a una versión que quedó plasmada de una manera específica. Sin embargo, para llegar a dar un concepto lo más fidedigno posible, acude a la contrastación. Finalmente, Alba David Bravo, profesora y egresada del Departamento, reconoce la historia como “la disciplina del contexto”, como una forma de hacer memoria siendo más incluyentes, teniendo como objetivo el conocimiento del ser humano, de la vida misma.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

80 años de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz

16

Foto: Javier Londoño Balbín

Una biblioteca de hoy y del futuro Por GERMÁN SIERRA

E

n 1935 don Alfonso Mora Naranjo fundó la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia, y estuvo en su dirección hasta 1954. En aquel comienzo de la Biblioteca era rector de la Universidad Clodomiro Ramírez (1934-1938). “Colombia era entonces un escenario de fuertes remezones y rupturas ideológicas, de innovaciones y cambios rotundos […]. El país estaba saliendo del cascarón de un régimen conservador y clerical que había durado 45 años ininterrumpidos, y se asomaba a una nueva era liberal. Era una época de aperturas, de utopías […]; tiempos de reconocimiento a los movimientos sindical y estudiantil, de participación política de sectores que nunca antes habían tenido un espacio”1. La Biblioteca pasó del edificio de San Ignacio, principal sede de la Universidad, al nuevo edificio de la Escuela de Derecho, donde se le había habilitado un amplio espacio, iluminado y cómodo. En el traslado, Mora Naranjo se sorprendió por el mal estado y deficiencia de las pocas colecciones de libros y revistas que pudo inventariar. El porqué una institución como la Universidad, que contaba para ese momento con cerca de 130 años de existencia,

tenía una biblioteca “tan insignificante y arrinconada”, se explica ampliamente en el libro La persistencia de las ideas. Setenta años de la Biblioteca Universidad de Antioquia, que en 2005 escribió el periodista y cronista Ricardo Aricapa Ardila. Ya en 1940 la Biblioteca contaba con 17.000 libros y folletos y con unos 50.300 lectores —un panorama sustancialmente distinto al del comienzo de la biblioteca— gracias a que Mora Naranjo había también creado, en 1935, la Revista Universidad de Antioquia y con ella había establecido canje con numerosas instituciones educativas del país y del exterior, así como con escritores e intelectuales. Todos iban intercambiando importante material bibliográfico con la Biblioteca, y esta iba adquiriendo relevancia en la ciudad, en el departamento y en el país. Alfonso Mora Naranjo fue, pues, el artífice de unos cambios fundamentales en la Biblioteca, gracias no solo a su empeño y su ingenio, sino también a que estuvo siempre dispuesto a defender la Biblioteca de los ataques de grupos irracionales, producto de los tiempos de convulsión y de tempestades políticas. A propósito, la bibliotecóloga e investigadora Luz Posada de Greiff (Yarumal, 1933) escribió: “El 9 de abril de 1948, el señor Mora Naranjo impidió personalmente la quema de la biblioteca cuando, en mangas de camisa y parado en la puerta que daba acceso a ella en

Ayacucho con Cervantes, recordó a la turba enardecida que la Universidad era para los hijos de los obreros y de los pobres, es decir, para sus hijos, y que al destruirla eran ellos los perjudicados. !Y se salvó la biblioteca!”2.

De números y nombres Andando el tiempo, la Biblioteca, que en los años ochenta pasó a llamarse institucionalmente Departamento de Bibliotecas, dado que habían nacido las bibliotecas del área de la salud —Medicina, Odontología, Enfermería, Salud Pública y Veterinaria y Zootecnia— y la Biblioteca de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, hacia 1998 adoptó el nombre de Sistema de Bibliotecas, a tono sin duda con los tiempos y con las “arquitecturas” organizacionales. Actualmente, dicho Sistema de Bibliotecas está conformado por 18 unidades de información, en las que se incluyen las de las sedes regionales de la Universidad, que contienen 258.015 títulos de libros en todas las áreas, correspondientes a 397.164 ejemplares; 5.191 títulos de revistas, equivalentes a 309.310 ejemplares; 76 bases de datos 53.000 revistas en línea, 57.000 libros electrónicos de bibliografía básica, y una amplia selección de recursos de calidad, disponibles en internet en todas las áreas del conocimiento. Amén de un buen conjunto de servicios como solicitud de material bibliográfico, asesoría

académica básica y especializada, suministro de artículos y capítulos de libros a nivel nacional e internacional, servicio para invidentes, salas de cómputo, red inalámbrica, préstamo de portátiles, acceso remoto a los recursos electrónicos y a los servicios mediados por las tecnologías de la información y comunicación, TIC. El 8 de mayo de 2015 la hasta ese entonces Biblioteca Central del Sistema de Bibliotecas pasó a llamarse Biblioteca Carlos Gaviria Díaz en homenaje al insigne personaje (Sopetrán, 1937-Bogotá, 2015) de la vida nacional —magistrado, político, candidato presidencial—, quien fuera estudiante, profesor y directivo de la Universidad, y, ante todo, quien tuviera por los libros un afecto extraordinario y se hubiera convertido a lo largo de su vida en un ávido lector y en un hombre que le rindió culto a las buenas bibliotecas. Como a esta, la de la Universidad.

Servicios, cultura y reconocimientos En 1985 el Departamento de Bibliotecas recibió la distinción “El Mundo de Oro de la Cultura” otorgado por el periódico El Mundo de Medellín, como un reconocimiento a la labor cultural que había desempeñado la Biblioteca en cincuenta años. En 1997 se crea en la Biblioteca Central el Servicio para Invidentes, pionero en instituciones educativas del país.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Foto: Archivo Alma Máter

Actualmente, dicho Sistema de Bibliotecas está conformado por 18 unidades de información, en las que se incluyen las de las sedes regionales de la Universidad, que contienen 258.015 títulos de libros en todas las áreas, correspondientes a 397.164 ejemplares; 5.191 títulos de revistas, equivalentes a 309.310 ejemplares; 76 bases de datos 53.000 revistas en línea, 57.000 libros electrónicos de bibliografía básica, y una amplia selección de recursos de calidad, disponibles en internet en todas las áreas del conocimiento. En 2010 se le otorga al Sistema de Bibliotecas el premio del Centro Colombiano de Relaciones Públicas, Cecorp, en la categoría “Responsabilidad social” por el Servicio para Invidentes. En 2011 se da comienzo, en la Sala de Periódicos de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, a la atención a víctimas del conflicto armado, que vienen diariamente a la Biblioteca a hacer consultas en los periódicos para adquirir pruebas que, según la Ley de Víctimas, les da derecho a hacer reclamos económicos como recompensa por los seres queridos muertos en el conflicto armado. En 2012 se le otorga el premio Rubén Pérez Ortiz, categoría “Institución destacada” por sus aportes al acceso a la cultura, al conocimiento y al fortalecimiento de la academia y la investigación para los antioqueños. En 2014 recibe el premio Crea digital por su propuesta Living lab en desarrollo para la inclusión digital, por la trayectoria del Servicio para Invidentes, y por nuestro compromiso con el bienestar de la comunidad académica con limitaciones visuales de la Alma Máter. En 2015 la Asamblea Departamental de Antioquia le otorgó al Sistema de Bibliotecas, en su ochenta aniversario, la Orden al mérito cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo, por su compromiso con la dinamización del conocimiento, incentivando la cultura, el arte, la investigación en las distintas regiones del país mediante el acceso a la información y al conocimiento de los usuarios bajo los parámetros de calidad, mejoramiento continuo

y oportunidad. Por su parte el Concejo de Medellín le otorgó la Orden al mérito Don Juan del Corral, dado su gran aporte a la comunidad universitaria en la dinamización de los procesos de apropiación del conocimiento, la innovación y la creación de una cultura de la información. En 2015 se crean las dos nuevas bibliotecas regionales —que ahora son diez— de Ciencias del Mar en Turbo y Carepa ,en Urabá, que contribuirán al proyecto integral regional para el desarrollo de la región. Actualmente, en el Sistema de Bibliotecas se llevan a cabo diversas actividades estrechamente relacionadas con el arte y la cultura, que le permiten aportar a la formación integral de su comunidad, tales como: conferencias con la participación de profesores y expertos de adentro y de fuera de la Universidad; ferias, campañas y eventos para la promoción y difusión de nuestros recursos y servicios; programas con los investigadores que consolidan e incentivan el desarrollo de la investigación en la Universidad y que con su vida inspiran a implementar una nueva actitud frente al conocimiento y aporte social; “Ver y leer”, ciclos de cine de obras cinematográficas basadas en obras literarias, y ciclo de “Cine a ciegas”, imagen y autodescripción, para personas con discapacidad visual; exposiciones de arte y bibliográficas en las cuales se da cabida a obras artísticas de estudiantes y profesores de la Universidad y de fuera de ella; rotación de cajas literarias (“cajas viajeras”) entre las 18 bibliotecas de Medellín y las regiones; concursos literarios de cuento; bole-

17

tines, alertas y reseñas para dar a conocer las novedades bibliográficas; programa Cultura Biblioteca: campañas que acrecen la conciencia sobre el sentido de lo público, la convivencia, el respeto por la Biblioteca como un ambiente de aprendizaje en el cual se privilegian actividades propias del desarrollo de la academia, las ciencias, las artes, las humanidades y la cultura en general. De igual forma, contamos con una nutrida colección de literatura con autores de todos los tiempos y lugares que, además de servir a los intereses propiamente de la academia, constituye una gran riqueza para los públicos interesados en la cultura literaria. Los trabajos de grado y las tesis constituyen parte de la memoria institucional, algunas de las cuales tienen su asiento en la biblioteca digital que les garantiza la difusión y visibilidad internacional. Una amplia y diversa colección de libros y revistas en todos los campos del saber impresos y electrónicos para el desarrollo de la docencia y la investigación.

Nuevos rumbos —Bibliotecas extramurales: la Biblioteca se encamina cada vez más a prestar servicios en línea para hacer más accesible el aprendizaje mediante nuevas tecnologías de la información, la comunicación y la educación. —Movimiento Open Acces: iniciativa que promueve el acceso abierto de la producción científica y académica de las institucio-

nes de educación superior por medio del uso de los repositorios en línea, lo cual redunda en una mayor cobertura en el aprovechamiento del conocimiento. —Centro de recursos para el aprendizaje y la investigación, Crai: es un entorno dinámico en el que convergen los recursos y los servicios existentes en la institución: electrónicos, laboratorio de idiomas, búsqueda activa de empleo, salas de estudio, soporte a la formación del profesor, creación y elaboración de materiales docentes y multimedia, reprografía, centro de producción en el que los docentes pueden crear sus propios materiales. —Redes globales: trabajo colaborativo y gestión de recursos a nivel mundial —Moocs: cursos abiertos en línea desinados a la participación ilimitada y acceso abierto por medio de la web de las capacitaciones del Programa de cultura informacional: cátedra Ci3 cultura informacional para la investigación y la innovación, desarrollo de habilidades digitales e informacionales. —Diseños estructurales flexibles: serán salas multipropósito para fortalecer las actividades de promoción de la lectura tales como talleres, lectura de oídas, club de lectura, audiolibros y ágoras en el campus universitario. 1. Ricardo Aricapa Ardila. La persistencia de las ideas. Sesenta años de la Biblioteca Universidad de Antioquia, Imprenta Universidad de Antioquia, 2oo5. 2. Memoria, Universidad de Antioquia, sf.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

18

Por JAIME ZAPATA VILLARRREAL

D

e las 114 millones de hectáreas territoriales que Colombia posee, 40 millones están dedicadas exclusivamente a la ganadería extensiva. El problema es que el país contaría con una capacidad de solo 15 millones de hectáreas utilizables para esta práctica, lo que estaría generando una sobreexplotación del suelo de 25 millones de hectáreas. Para el economista y rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez, el anterior es uno de los tantos ejemplos que existen sobre el uso irracional de los suelos en Colombia. “Cuando en el país hablamos de inundaciones, desastres naturales, deslizamientos, se los atribuimos al invierno”, observa Alviar Ramírez, y agrega que con ello nos desentendemos de la la responsabilidad, cuando lo que hay de fondo es el uso inapropiado de los suelos: “donde debería haber cobertura vegetal hay agricultura extensiva, donde debería haber agricultura hay ganadería extensiva, y esto implica, a corto plazo, problemas económicos, sociales y ambientales”. Tales planteamientos sobre la agroindustria y la uso racional de los suelos los hizo el rector de la Universidad de Antioquia en el Comité Universidad Empresa Estado —CUEE— y la Cátedra del rector, dada su preocupación para que en el país se entienda cómo pueden aprovecharse con mayor eficacia y responsabilidad los recursos naturales. Se trata, dice, de “comprender las pluralidades de nuestro ecosistema y sus complejidades latentes y promover así una solución cercana y sostenible a las metas trazadas; sean estas metas de índole industrial, tecnológica o ambiental”. Según el rector de la Universidad de Antioquia, “ha habido una deforestación intensa producto de los procesos de colonización que ha generado dos tipos de problemas: la erosión de suelos y la escorrentía”, y explica, renglón seguido, que “las prácticas agrícolas tradicionales en el país han generado un alto nivel de erosión y una gran escorrentía, que no es otra cosa que la pérdida de cobertura vegetal de las zonas montañosas, que lleva a desperdiciar, cuando llueve, el agua que cae y resbala y no alcanza a filtrarse de manera natural, provocando una pérdida de agua que podría ser utilizable en otros aspectos”. Las lluvias y las montañas, señala Alviar Ramírez, han sido desde siempre las principales fuentes de riqueza natural del país, pero lejos

Foto: Óscar David Múnera B.

La importancia de una agroindustria sostenible en Colombia de aprovecharse, ese potencial se ha trabajado a medias o tardíamente. “Los meses de abril, mayo, septiembre y octubre son las épocas de lluvias en Colombia, y como país tropical podemos extraer de ellas una fuente enorme de riqueza forestal en generación de energía hidroeléctica, pero nos hemos demorado mucho para entender ese potencial que tiene nuestro país en materia de generación de energía, de productos maderables y no maderables y de opciones sostenibles para aprovechar nuestra biodiversidad”, explica. En la misma reunión del CUEE, Juan Carlos Perfetti, investigador y asesor de Fedesarrollo, resaltó la importancia de reflexionar sobre el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo agroindustrial del país. “Es posible promover la creación de los sistemas regionales de ciencia, tecnología e innovación, donde, creo, confluirán los diferentes actores, recursos e instituciones regionales que tienen que ver con estas actividades”, dice, e

insiste que “estos sistemas son los motores del desarrollo científico y de innovación en las regiones y establecen las condiciones para que las empresas y los productores puedan ser más eficientes”. Perfetti plantea, además, que también es fundamental a largo plazo considerar los retos y las perspectivas de la agroindustria en un país como Colombia, que está por debajo de la media del crecimiento agroindustrial en el continente, máxime cuando hay países con menor potencial pero están por encima de nosotros, porque han sabido cualificar y sacar provecho de sus recursos naturales. ¿Qué potencialidades y oportunidades tenemos en el país de desarrollarlos a partir de exportaciones?, se pregunta, y señala que “nosotros tenemos 22 millones de hectáreas con potencial agrícola y solo utilizamos el 5%, y lo utilizamos mal”. Para Jairo Humberto Patiño Gómez, secretario de Agricultura de la Gobernación de Antioquia, uno de los factores que no permite el entendimiento sólido de la situación agroindustrial del país pasa por

menospreciar el origen del asunto: “En muchos espacios donde se discute el tema agroindustrial nos olvidamos de la base primordial: los campesinos”, dice. “Nosotros tenemos que partir de ahí porque si recuperamos la dignidad de los campesinos empezaremos a conformar y complejizar una agroindustria más eficiente y coherente con nuestro contexto”, asegura. Para Alviar Ramírez, sin embargo, los orígenes de la problemática se remontan, más bien, a la relación que existe entre el manejo de la tierra y el conflicto armado. “Nuestro conflicto armado tuvo su origen en problemas agrarios. Y no solamente por la concentración de la propiedad (que en parte está explicada por esos 40 millones de hectáreas en ganadería extensiva), sino por los usos del suelo en zonas conflictivas. Siempre hemos estado en contravía de nuestra naturaleza como país, malgastando o pervirtiendo los recursos. Y no hemos hecho nada para remediarlo. Tal vez sea el momento de hacerlo porque en el futuro las consecuencias serán impensables”, concluye.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

19

Patentar con el mercado en la mira La Universidad de Antioquia ostenta el segundo lugar entre las entidades con más patentes nacionales concedidas, superada solo por Ecopetrol. La institución cuenta con 16 registros ante la Superintendencia de Industria y Comercio, además de 9 patentes a nivel internacional en países como Estados Unidos, Corea del Sur, Marruecos, Israel, entre otros.

Por ANDREA ESTEFANIA LARA TARAZONA GINA MARCELA CASTILLO SIERRA

E

l entorno económico ha llevado a considerar a las patentes una ventaja comercial y competitiva para las organizaciones, superando el tradicional concepto que las concebía como un instrumento de protección. La Universidad de Antioquia, consciente de esta transformación, introdujo una medida especial para que las patentes con sello de la institución cada vez logren mayor éxito en su inserción en el mercado. Una patente es un certificado que otorga la oficina nacional competente, en Colombia lo hace la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, al titular de una invención para que tenga exclusividad en su comercialización. Para que una invención se considere patentable debe cumplir con los requisitos de novedad, es decir que no exista nada similar a nivel mundial; nivel inventivo, lo que significa que aun para una persona con conocimientos en la materia, no le es fácil llegar a ese resultado; y aplicación industrial,

es decir que pueda ser reproducida industrialmente. Frente a este panorama, y buscando que cada vez las patentes de la UdeA tengan más perspectivas comerciales, la institución ha definido un requisito que se une a los antes mencionados al momento de iniciar un proceso de solicitud de patente, y es el potencial comercial de la tecnología, a partir del cual se evalúan algunos factores como la salida comercial de la invención, donde se espera que, por ejemplo, cuente con aliados interesados en licenciarla. Es necesario aclarar que todas las patentes no resultan rentables. Se considera que lo son cuando pueden ser comercializadas, lo anterior debido a que el costo total de una patente en Colombia podría superar los 20 millones de pesos entre gastos de solicitud y mantenimiento, y el de una patente internacional es todavía más oneroso. Dados los costos que acarrea, se espera que la explotación comercial de la invención pueda retribuir el dinero invertido en su protección y dejar ganancias para la entidad que patenta. Solo por citar un ejemplo, en la Universidad de Antioquia de las 25 patentes concedidas a la fecha, la que más retribución económica ha traído por concepto de regalías es la patente “Proceso de

microencapsulación de sustancias volátiles”, del grupo Coloides, que ha generado cerca de 45 millones de pesos, beneficiando, por una parte, a la Universidad, sus inventores, el grupo de investigación, la facultad y fondos para apalancar la innovación, y, por otra parte, a la empresa Duas Rodas, una de las mayores fabricantes de materias primas para la industria de alimentos en Latinoamérica, que es la licenciataria de la tecnología. Actualmente la Universidad de Antioquia tiene en proceso de concesión 41 patentes, 27 de las cuales son en el exterior. Si bien las entidades nacionales como la SIC no presentan en sus estadísticas las solicitudes internacionales, los procesos que viene adelantando la Universidad resultan muy importantes para el desarrollo del país, ya que permiten la explotación comercial de nuestras tecnologías en otros países del mundo, más si se considera que en Colombia las solicitudes de patente nacionales son realizadas en su mayoría por empresas extranjeras.

Trámite En este proceso los inventores no están solos, puesto que desde la Oficina de Gestión Tecnológica y su Unidad de Transferencia se ofrece apoyo durante todas las etapas de la solicitud de patente.

Inicialmente con una asesoría donde se brinda información sobre la protección por esta vía a través de uno de los ejecutivos de la unidad o un gestor del Centro de Apoyo a la Tecnología y la Innovación, CATI. Si el investigador decide continuar con el proceso, se genera un concepto inicial de patentabilidad y, de ser favorable, se solicita al Comité de Propiedad Intelectual de la Universidad, órgano responsable de asesorar sobre la viabilidad de las solicitudes de protección, su aval para continuar con el proceso. Dados los costos iniciales que tiene realizar la solicitud, la Universidad cuenta con el Fondo de Innovación que apoya hasta el 50 por ciento de los trámites de protección por patente a nivel nacional, representado en tres millones de pesos. Además, la Universidad cuenta con un 50 por ciento de descuento en la tasa de solicitud ante la SIC por trámites a través del Programa CATI. El liderazgo investigativo de la Universidad de Antioquia, representado en su capacidad de generar conocimiento socialmente útil, es palpable en su posicionamiento en patentes a nivel nacional. Aunque el camino recorrido es satisfactorio, para la institución es claro que el foco debe estar en la comercialización de estos resultados.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

20

La academia en la innovación social para el desarrollo territorial

Foto: Óscar David Múnera B.

En el marco del encuentro de investigadores de las ciencias pecuarias, ENICIP 2015, se cumplirán varios certámenes: Por JOHN JAIRO ARBOLEDA CÉSPEDES* Director del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Agrarias

D

esde hace 26 años la Universidad de Antioquia realiza el encuentro de investigadores de las ciencias pecuarias en Colombia, que busca ser un escenario en el que se analice la situación actual del sector agropecuario y, a partir de la investigación, aportar a la productividad con la innovación para el desarrollo territorial. De acuerdo con los resultados preliminares del tercer Censo Nacional Agropecuario, el sector se encuentra en crisis. Según señala el mismo, el 44,7% del campo es pobre y los más afectados son los productores y campesinos. Los resultados evidencian una situación compleja y difícil, que es necesario enfrentar entre todos. En la actualidad, el futuro del sector agropecuario está envuelto en un contexto que se debe usar a favor; los diálogos de paz le apuestan a una reforma rural integral que tiene temas fundamentales en transferencia de conocimiento y asistencia técnica para el sector agropecuario, lo que se conoce en la Universidad como extensión rural, y es precisamente la responsabilidad que tenemos como institución, tratar de mejorar la productividad del sector y que esta se refleje en el bienestar para las personas.

• II Simposio internacional de emergencias y paciente crítico en caninos y felinos - Hospital Veterinario, Universidad de Antioquia, 2015 Dirigido a estudiantes de medicina veterinaria, médicos veterinarios y médicos veterinarios zootecnistas, cuyo objetivo es la actualización conceptual para el diagnóstico, la estabilización y la terapéutica en este tipo de pacientes. 19 y 20 de octubre - Plaza Mayor Medellín • Seminario latinoamericano: “Fomento al consumo de lácteos” Busca identificar y socializar experiencias exitosas en Latinoamérica en el fomento al consumo de lácteos, y facilitar espacios de intercambio entre los académicos, productores, industria, comercializadores, el sector salud y el gobierno para identificar y analizar los programas y políticas en torno a la promoción del consumo de lácteos. 19 de octubre - Plaza Mayor Medellín • Seminario: avances en investigación en nutrición y alimentación animal en Colombia 21 de octubre - Aula Máxima de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional Medellín, calle 59 A 63-20, Medellín, Colombia.

En la década de los 70´s y 80´s había una conciencia de los colombianos en resolver la problemática de la tenencia de la tierra, la repartición equitativa y la legalización de predios. Si bien este es un asunto por solucionar, también hay que saber qué hacer con esas tierras; como institución tenemos que llevar la asistencia técnica hasta la unidad familiar de producción, debemos contribuir a generar políticas públicas de seguridad alimentaria e impulsar la investigación como herramienta de conocimiento.

En esa perspectiva, del 19 al 20 de octubre de 2015 se cumplirá el XIII Encuentro Nacional y VI Internacional de los Investigadores de las Ciencias Pecuarias - ENICIP 2015, dirigido a todos los actores del sector agropecuario, principalmente investigadores, profesores, estudiantes, instituciones de investigación, colegios y universidades. Además de las conferencias magistrales que darán expertos de Uruguay, Argentina, México y Brasil, quienes compartirán experiencias innovadoras para el desarrollo rural, en el certamen se conocerán

más de 400 trabajos de investigación tanto en el ámbito nacional como internacional. ENICIP 2015 se realizará con la participación de la Gobernación de Antioquia a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, actor fundamental para convocar, financiar y organizar el encuentro, conjuntamente con universidades e instituciones de gran representación nacional e internacional como la Universidad Nacional, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, la Corporación Universitaria Lasallista, la Corporación Universitaria Remington, la Universidad CES, Corpoica, Ruta N, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA, la Federación Panamericana de Lechería —Fepale—, Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Colombia —Comvezcol—, IVANagro y la Corporación Interuniversitaria de Servicios, CIS. Las inscripciones para el encuentro podrán realizarse en www. enicip.com. Los interesados pueden consultar en info@enicip.com, teléfonos (57-4) 2199140 y 2199146. * Coordinador general ENICIP 2015


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

21

Gobernabilidad de Colciencias, el reto Por SERGIO URQUIJO MORALES

S

eptiembre fue un mes intenso para el futuro de Colciencias y del Sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, Sncti. Tras la alarma por un gran recorte en los recursos para la entidad, y el consiguiente pronunciamiento de investigadores y universidades, el Ministerio de Hacienda pasó al Congreso la propuesta de Presupuesto Nacional para 2016, que inicialmente era por 270.000 millones de pesos (20% menos que para 2015), con una adición de 50.000 millones dirigidos a inversión, resultante en una cifra todavía inferior a la de 2015 (que fue de 337.000 millones). Aparte, la entidad presentó la Unidad de diseño y evaluación de políticas públicas Udep, en alianza con la Unidad de investigación en políticas de ciencia de la Universidad de Sussex, Reino Unido. Ambos hechos reavivan el debate sobre el direccionamiento estratégico y financiamiento de la investigación científica en el país. El 2010, Colciencias fue separada del Departamento de Planeación Nacional (antes estuvo en el Ministerio de Educación) y convertida en departamento administrativo adscrito a la Presidencia. La idea era dotarla de una mayor capacidad de gestión y planeación, como ente rector de la ciencia en el país, consejero directa del ejecutivo y articulador de todo el Sncti. Sin embargo, como puede apreciarse en la gráfica presentada, luego de la mejora presupuestal que ese cambio significó, comenzó un declive en términos del porcentaje del presupuesto nacional que se dedicaba a esta entidad, hasta el punto que en 2014 llegó a ser igual que hace 10 años. Y si el presupuesto 2016 es el propuesto, no habrá recursos para crecer, sino solo para sostener a medias programas existentes. “De ese presupuesto, 210.000 millones ya están comprometidos en vigencias futuras, como becas doctorales y los compromisos con los grupos Max Planck en Colombia”, explica la ex directora de Fomento a la investigación de Colciencias, Gabriela Delgado. “Es difícil saber qué pasará con los programas misionales de Colciencias, como Ondas o Apropiación social del conocimiento, pues los recursos que quedan para proyectos y programas son mucho menores que los que hubo en 2015”, señala. Pero la crisis financiera no es el problema central de Colciencias,

sino un síntoma de un proceso más complejo: la falta de gobernabilidad para la entidad, que está lejos de tener la capacidad política y la influencia que su misión requiere. “No se debe mirar a Colciencias solo como una entidad financiadora, pues su labor debe ser diseñar y trazar políticas con real impacto en las decisiones de alto nivel”, señaló la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Antioquia, María Patricia Arbeláez Montoya. “Es importante que se haya pensado en esta unidad de políticas, porque la capacidad de la entidad para cumplir su función no solo está dada por los aportes financieros que recibe y da, sino también por su legitimidad y capacidad de injerencia en la política pública de alto nivel”, complementó la Vicerrectora. Aunque es un avance estratégico, críticas a la Udep apuntan a que está más dirigida a cumplir requerimientos de la Organización para la cooperación y el desarrollo económico, Ocde, que a una propuesta propia basada en nuestra realidad. Por su lado, Alejandro Olaya, subdirector de Colciencias, afirmó que con la unidad “podremos captar realmente la forma y la particularidad de nuestros actores; los convocaremos para que participen en el desarrollo y el diseño de estas políticas que beneficiarán sus propias capacidades y fortalecerán el Sncti”.

Tanto los asuntos financieros de Colciencias como el lanzamiento de la Udep exigen un compromiso y participación más activos de la comunidad de investigadores del país. “Vemos cómo debe conformarse una comunidad científica más sólida, deliberante y que haga un acompañamiento mayor no solo a Colciencias, sino a otros niveles de decisión pública”, afirma Arbeláez Montoya. Señales de un compromiso así pueden verse tanto en las diferentes cartas y peticiones que grupos grandes de investigadores han enviado a Colciencias y al gobierno nacional para alertar sobre los riesgos de no fortalecer financieramente al sistema. En esa línea, la vicerrectora Arbeláez Montoya enfatizó en que Colciencias y todo el Sncti requieren una relación más estrecha con los niveles de toma de decisiones, como Planeación Nacional, y con las políticas de innovación que contribuyan a fortalecer las condiciones de base señaladas en el Plan nacional de desarrollo: educación, equidad y paz. “Por supuesto, es importante que haya más recursos financieros para Colciencias, pero lo central es que la entidad debe estar en el alto nivel de la política pública; debe formular, diseñar y evaluar políticas para el alto gobierno”, afirmó Arbeláez Montoya.

Una de las propuestas fuertes es dejar de pensar la ciencia, la tecnología y la innovación, CTI, como un asunto de gobierno, y convertirla en una política de Estado, como propone un grupo de científicos de las principales universidades y asociaciones científicas del país. Fanor Mondragón, exvicerrector de Investigación de la Alma Máter, comentó que “hemos tratado de organizarnos para ver cómo se hacen propuestas de Estado, a 20 o 30 años, que no estén sujetas a las fluctuaciones de cada gobierno y época, como se ha visto en los últimos presupuestos nacionales”. “Queremos construir un gran pacto nacional por la CTI en Colombia, una idea que ya ha progresado en Perú y en Uruguay”, señaló el profesor Mondragón. “Hemos tenido aproximaciones con senadores y con la Comisión Sexta de la cámara. Somos conscientes de que es un proceso largo de mucha paciencia y perseverancia”. Un punto que no puede dejar de contemplarse es lo poco que se ha involucrado a la opinión pública en estos debates, algo que para el profesor Mondragón es esencial. “La educación e información en ciencia en el país es muy pobre. Si la gente no conoce lo que se hace en investigación, en los laboratorios y grupos, no sabe lo que se está perdiendo para el desarrollo del país”.

El gobierno nacional ha tratado de mitigar las críticas por los escasos recursos de Colciencias, explicando que el fondo de CTI del Sistema nacional de regalías lanzado en 2012 es una copiosa fuente de financiación para la investigación. Los académicos recuerdan a la opinión pública que este fondo en manos principalmente de las gobernaciones, por lo que es muy susceptible a politizarse. Además, son recursos específicos para investigación aplicada relacionada con desarrollo a corto plazo de las regiones, lo que deja a un lado a la ciencia básica, fundamental para cualquier desarrollo posterior, así como a áreas humanísticas que no buscan la aplicación inmediata sino la reflexión sobre la cultura, la sociedad y el intelecto. [Sede de investigación universitaria, SIU/Foto Archivo Alma Máter].


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

22

Oferta regional, con miras al cambio

Fotos: Natalia Piedrahita

Estudiantes de la Sede de Sonsón.

Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO

L

a calidad en la educación y la regionalización son ejes fundamentales de la actual administración de la Alma Máter; además de los cambios en las políticas de admisión, se están evaluando las dotaciones humanas y territoriales de cada sede y seccional con miras al fortalecimiento de los procesos y el cumplimiento de los objetivos. La oferta académica para las regiones es una de las primeras representaciones de este proceso. Veintitrés programas presenciales y cuatro virtuales se ofrecieron para el primer semestre de 2016. El listado está encabezado por carreras pertenecientes a las ciencias humanas y las ingenierías. “Uno de los aspectos más importantes de esta oferta es la llegada de nuevos programas a las regiones.

Tecnología biomédica estará por primera vez en la Seccional Oriente, una región con un proceso de desarrollo que permite potenciar la salud. La Técnica en atención pre hospitalaria llegará a cuatro regiones: Convenio Envigado, Norte, Oriente y Suroeste, un programa que genera alternativas para la participación de la comunidad en la atención de riesgos y situaciones de desastre”, enfatiza Claudia Elena Montoya Aguirre, directora de Regionalización. La decisión de llevar un programa a una región está determinada por la proyección de su calidad académica y está ampliamente ligada a la participación de la Universidad en la construcción de paz y la transformación de los territorios. La llegada del pregrado en Gestión cultural al Suroeste encuen-

tra un punto de conexión con el enfoque de ciencias de la tierra y del espíritu que se propone en la seccional. “La gestión cultural tiene muchos componentes importantes para la preservación del patrimonio y el fortalecimiento del renglón cultural. Los veintitrés municipios de la región cuentan con una estructura que debe dinamizarse, además de ello la investigación sobre el patrimonio cultural es un trabajo urgente en todas las subregiones antioqueñas”, expone Morelia Mesa, coordinadora del programa. Comunicación social- periodismo llega a Sonsón después de un acercamiento a la región propiciado por la Facultad de Comunicaciones a municipios como Abejorral, Nariño, Argelia y Sonsón, que tienen una gran tradición oral y escrita. “Es un programa muy demandado en municipios fuera de Medellín porque tiene los componentes de la administración y de las humanidades; sus estudiantes pueden explorar los territorios desde otras miradas, hacer lecturas de sus contextos y proponer la comunicación como eje fundamental para la transformación de los territorios”, declara Diana Marcela Taborda, coordinadora de Regionalización de la Facultad de Comunicaciones. Se subraya también la llegada de los pregrados Sociología y Derecho a Urabá, motivada por la buena acogida que han tenido ambos en las sedes en las que tienen cohortes, proyectando el importante desempeño que pueden tener los egresados en la solución de problemáticas arraigadas en este territorio. Énfasis en la virtualidad Todas las sedes y seccionales cuentan con una oferta virtual,

integrada por los cuatro programas de ude@ (UdeArroba): Ingeniería ambiental, Ingeniería industrial, Ingeniería de sistemas e Ingeniería en telecomunicaciones. Esta estrategia, que comenzó a implementarse hace diez años en Medellín, está ahora presente en todas las regiones, pensando en los estudiantes que por asuntos económicos o de movilidad no pueden desplazarse hasta las sedes universitarias. Se trata de cursos que se dan a través de plataformas virtuales y con la ayuda de tutores que acompañan a los estudiantes. Como reto a futuro, el programa tiene un compromiso, mejorar su planta profesoral. “La contratación de docentes de tiempo completo que estén dedicados sólo a la función de tutores es necesaria para aumentar la motivación de los estudiantes y reducir la deserción”, declara Julio César Saldarriaga, vicedecano de la Facultad de Ingeniería. Un nuevo proceso de selección Noviembre será el punto de inicio para la nueva política de admisión para aspirantes a la Universidad, pensada desde el fortalecimiento de la equidad en la selección y colaborativa con la vocación de los aspirantes. De un examen de admisión se pasará a un proceso de selección predictivo de la calidad: “La cifra de deserción de la Universidad de Antioquia está cerca del 48%, por eso es urgente trabajar en temas relacionados con la calidad y el aumento de la cobertura, y ésta debe pensarse desde la conexión con la educación precedente, ya que si comenzamos a elevar el nivel de los jóvenes que se presentan desde los grados 10 y 11 vamos a mejorar los resultados en permanencia y les vamos a ayudar perfilando su vocación”, declaró el rector Mauricio Alviar Ramírez. Aunque la Universidad no puede invertir dineros en educación precedente, tiene la responsabilidad de acompañarla. “A través de la formación docente y la utilización de tecnologías de la comunicación, apoyaremos la educación secundaria para que los estudiantes lleguen en mejores condiciones de calidad y equidad a la Alma Máter”, complementó el rector. Aunque será un proceso gradual, ya se han dado cambios significativos en el examen: la introducción de una tercera prueba para evaluar un campo específico del conocimiento, ponderación de las pruebas, doble opción e incentivos a los ganadores de las Olimpiadas del conocimiento en las subregiones de Antioquia.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Durante los 3 días del coloquio participaron 47 estudiantes, 12 profesores y 3 invitados internacionales con ponencias presentadas en inglés. Por ANDREA QUINTERO CARDONA

Fotos: Cortesía Dirección de Relaciones Internacionales

L

a quinta versión del Undergraduate colloquium on interdisciplinary microbiology —UGC—, de la Escuela de Microbiología de la Universidad de Antioquia, es un testimonio del impacto y la calidad que pueden tener las actividades desarrolladas por las diferentes unidades académicas para fortalecer la internacionalización de la institución, pues usa el inglés como vehículo de comunicación alrededor del tema principal, la microbiología interdisciplinaria. Tal iniciativa es acorde con la estrategia de cualificar a los estudiantes en competencias internacionales e interculturales, que trazó la Dirección de Relaciones Internacionales para el nuevo Plan de Acción 2015-2018. Mucho ha cambiado en la Escuela desde el nacimiento de este coloquio de pregrado en 2013. Hoy es común encontrar estudiantes que practican el inglés con propósitos específicos, usando terminología propia de la microbiología e interactuando con su comunidad académica y científica. Aunque la idea del UGC surgió con el curso en inglés Topics in molecular microbiology, un esfuerzo colaborativo entre la Escuela de Microbiología y la Escuela de Idiomas, en la actualidad también son parte de su agenda académica las exposiciones de jóvenes y profesores de otros programas de la Universidad, y de diferentes instituciones del país y del mundo, como los profesores Sven Hammerschmidt, de la Universidad de Greifswald en Alemania, y Luis Eduardo Martínez, del Instituto Oswaldo Cruz en Brasil. Según Adriana González, directora de Relaciones Internacionales, la cualificación de los estudiantes de la Alma Máter en competencias internacionales e interculturales está estrechamente relacionada con el objetivo del coloquio, porque desarrolla en ellos un nivel lingüístico más alto y posibilita la adquisición de habilidades académicas y sociales, necesarias para la interacción con pares y la creación de conocimiento.

23

introducirse con detalle en bibliografía especializada y escrita en inglés, por lo que ha vuelto a usar, en sus palabras, “este idioma que tanto amor me inspira desde la infancia”. Margarita Correa, coordinadora del curso Topics in molecular microbiology de la Escuela de Microbiología, es testigo de otras ventajas que genera la cualificación en competencias internacionales e interculturales en estudiantes de la Alma Máter: las pasantías de investigación y las publicaciones internacionales son dos modalidades frecuentes. Según la profesora, tanto este curso en inglés como el coloquio son experiencias enriquecedoras para los estudiantes, ya que les permiten expandir sus horizontes y profundizar en temas novedosos, como biodiversidad y nuevas tecnologías. Estos conocimientos les dan una ventaja competitiva, preparándolos mejor como profesionales o investigadores, o para desarrollar un plan de estudios en el exterior.

El coloquio y la gestión curricular

Microbiología promueve competencias internacionales Agrega la Directora que “la mejor forma de aprender una lengua adicional a la materna, es por medio del contenido, porque posibilita adquirir un vocabulario científico y el desarrollo de conceptos propios de las disciplinas del conocimiento. Así mismo, exponerse a textos académicos en inglés en un área específica, es encontrarse con la literatura más reciente y avanzada”. Esta cualificación en competencias internacionales e interculturales también se beneficia de los ejercicios académicos que se promueven desde el coloquio (análisis, resúmenes, hipótesis y conclusiones), y que se traducen en el desarrollo de habilidades de pensamiento y otras destrezas, como la claridad al transmitir información, la exposición óptima de una tesis durante un discurso, la habilidad para hacer y responder preguntas, y el manejo de públicos.

El estudiante Sebastián Schuth, del pregrado en Biología de la Facultad de Ciencia Exactas y Naturales, es un ejemplo del impacto que este evento tiene en el desarrollo de dichas competencias. Ponente por segunda vez en el UGC, Sebastián expuso un trabajo que adelanta con el grupo de investigación en Genética y Bioquímica de Microorganismos —Gebiomic—, catalogado como A1 por Colciencias. La investigación consiste en someter cianobacterias a condiciones de estrés y observar cuáles sobreviven, para así controlar su propagación, ya que en grandes cantidades se vuelven tóxicas y pueden ser ingeridas por animales. Para Sebastián, la participación en este espacio académico significa la oportunidad de divulgar la ciencia, el reto de hablar en público y la posibilidad de acercarse a otros proyectos. Ha tenido además que

En un diálogo con la Dirección de Relaciones Internacionales en 2014, el académico holandés Ronald Knust Graichen, mencionó algunos factores necesarios para tener un currículo con orientación internacional en contenido y forma, como la visión clara sobre la internacionalización, alumnos y profesores con competencias internacionalizantes, una infraestructura adecuada, planes de estudio con componentes internacionales y colaboraciones académicas a nivel global. Un currículo flexible y que se modernice según los últimos descubrimientos en el campo, son alternativas que se fortalecen con el UGC. Según la profesora Correa, cuando los estudiantes preparan sus ponencias y leen o estudian teorías que nacieron en otros lugares, están poniendo sobre la mesa elementos que son importantes a nivel internacional y, por tanto, propensos a introducirse posteriormente en el currículo. Sin embargo, no se trata solamente del deseo de los estudiantes de ver sus materias en otros idiomas, sino de la disposición e iniciativa de los profesores para aprenderlos e introducirlos en cursos, conferencias y seminarios. Tanto Adriana González, como Sebastián Schuth y Margarita Correa concuerdan en la importancia de promover la cultura de las lenguas extranjeras, mediante su uso en cursos, conferencias y bibliografía especializada. Resaltan también la necesidad de integrar a profesores y estudiantes, de todos los semestres y programas, a estas actividades, motivando el perfeccionamiento del inglés a través de los conocimientos básicos de la disciplina.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

24

A propósito de fronteras y migraciones: algunas claves analíticas Por GLORIA NARANJO GIRALDO*

E

n concordancia con la centralidad de las migraciones en las relaciones sociales contemporáneas, y con la importancia crucial que los flujos a través de las fronteras tienen para la investigación en las ciencias sociales y los estudios políticos en el presente, habría que reconfirmar que las teorías y los métodos para estudiar las migraciones y las fronteras como una relación co-constituyente entre lógicas de fronterización y diversos tipos de subjetividades migrantes, deben trascender las fronteras disciplinarias; acercarse a la dinámica de las relaciones y transformaciones sociales en un mundo globalizado; adoptar una perspectiva contextual y, sobre todo, potenciar una sensibilidad especial frente a

la dinámica de la inestabilidad y de los fenómenos emergentes en las zonas fronterizas en el mundo contemporáneo. 1. Todo lo contrario de lo que vemos hoy en día en donde el movimiento a través de las fronteras nacionales es concebido, todavía, como una excepción a la regla de sedentarismo en los límites del Estado-nación, y se sigue vinculando la excepcionalidad del asentamiento transfronterizo a la territorialización del imaginario nacionalista atado al modelo de sociedad-recipiente. Esto ha traído como consecuencia que los flujos de personas a través de las fronteras hayan sido considerados —y sean considerados— como un problema, en tanto objeto de políticas, poniendo al descubierto que el problema de fondo para los Estados y el sistema interestatal ha sido controlar la “anormalidad” que significa que haya personas, no-nacionales, residiendo y dispuestos a residir en países y Estados que no son su “lugar de nacimiento”, volviendo inestable, y quizás estallando desde adentro, la sacrosanta fórmula biopolítica del liberalismo y el republicanismo: nacimiento-nacionalidad-ciudadanía. Ante esto, las ciencias sociales y los estudios políticos, en el presente, en un gesto valiente

de superación del nacionalismo metodológico, —con sus explicaciones internistas y enfoques sedentaristas—, deberían asumir su parte de responsabilidad en la legitimación de ese proyecto de Estado-nación que estableció una soberanía, una ciudadanía, una nación homogénea, una comunidad de solidaridad y una delimitación territorial del Estado. Y en especial, asumir las consecuencias del modelo que describió —y describe todavía— a migrantes, desplazados, refugiados y solicitantes de asilo como riesgos potenciales de seguridad; culturalmente otros; socialmente marginales; y una excepción a la regla de confinamiento territorial. Estas perspectivas ofrecen muy poco para dar cuenta de las personas en movimiento y sus patrones de migración. 2. Han sido explicaciones internistas las que no nos han permitido captar la compleja realidad de las causas profundas de los flujos de migrantes, desplazados, solicitantes de asilo o refugiados, ni sus consecuencias, en especial el “régimen de no-entrada”, que fue instaurado por los Estados del Norte Global, más claramente desde la caída del Muro de Berlín en 1989. Esto es, explicaciones en las cuales las causas de los conflictos, las violencias y violaciones a los derechos humanos y las migraciones forzadas se asumen como si fueran la exclusiva responsabilidad de los llamados “Estados fallidos” del Sur, dejando por fuera otros aspectos determinantes en la vigorosa dinámica actual de las migraciones internacionales, tales como las desigualdades sociales y económicas propias de la globalización, o el papel que juegan las anteriores relaciones coloniales y las recientes “post-coloniales”, o la gran importancia de redes sociales y comunidades transnacionales que se fortalecen cada vez más como cadenas migratorias que conectan países de origen, tránsito y destino migratorio. En vez de esto, en el orden global de control de las fronteras y las migraciones, se avanza en la división de la responsabilidad entre el Estado del que huyen los refugiados y los Estados del Norte a la hora de los costos del asilo; se erosiona el exilio en el derecho internacional reemplazándolo por la repatriación como la mejor solución al problema global de los refugiados; se ha fortalecido el cambio de enfoque de los refugia-

dos hacia los desplazados internos, así como la justificación de la idea de las intervenciones humanitarias, como políticas de contención en la fuente (Chimni, 2009). Este tipo de explicaciones internistas, para poner un ejemplo, son las que invisibilizan “otras crisis” como la “crisis de refugiados en África”, como si fuera un “problema interno”, responsabilidad exclusiva de ese continente. No en vano, al menos el 86% de los refugiados del mundo son acogidos dentro de las mismas “regiones en desarrollo”, según Acnur (2014). Y, cómo no, ahora que flujos masivos de migrantes forzados tocan directamente a Europa, ese que es un porcentaje mínimo de refugiados y migrantes; ahora sí, estamos ante una “crisis global de refugiados”1. Pero tal vez, como le preocupa al Comité español de ayuda a los refugiados, la verdadera crisis, quien está naufragando es la llamada “Europa de los valores”2. 3. Por su parte, el enfoque sedentarista tiene consecuencias analíticas para la forma en que se estudian migrantes, desplazados, solicitantes de asilo, refugiados, pero también en la forma en que se diseñan, mediante políticas públicas, las llamadas soluciones duraderas de la Convención de Ginebra para refugiados: repatriación al país de origen, reintegración en la sociedad de acogida o reasentamiento en un tercer país. Entre las consecuencias de este enfoque habría que listar las siguientes. La visión de una identidad que solo puede estar completa y bien cuando está arraigada territorialmente a la patria, refuerza la presunción de que la soberanía del Estado, tal como la conocemos en la actualidad, es parte natural de un “orden nacional de las cosas”. Este reforzado relacionamiento puede naturalizar y hacer obvia la necesidad de controlar el movimiento de personas “fuera de lugar” y naturalizar tecnologías de poder como los campos de refugiados, los campamentos de tránsito o los centros de recepción y “acogida”. Puede naturalizar y hacer razonable el sellamiento de las fronteras contra las aplicaciones para el asilo, como viene sucediendo desde el final del período de la llamada Guerra Fría, finalmente, alimenta el imaginario de la “patologización” del desarraigo que entiende que la pérdida de patria nacional encarnada por refugiados y desplazados pueda ser incluso un


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

problema político-moral, validando el entendimiento de los refugiados y el desplazamiento a través de la frontera como si necesariamente fueran “un problema”, una “anomalía” que requiere correctivos especializados, incluso intervenciones terapéuticas. (Malkki, 1995). 4. En Colombia, es reconocido el peso que ha tenido en la academia de las ciencias sociales y en los estudios políticos esa construcción sobre el “excepcionalismo colombiano” que ha tenido como consecuencia negativa la sobredeterminación de explicaciones internistas y enfoques sedentaristas, sin apenas articular nuestros problemas nacionales y locales con una perspectiva global o siquiera latinoamericana, en el contexto de procesos de integración regional. Este estilo investigativo viene siendo cuestionado en diversos círculos académicos, entre otros, aquellos que propugnan por una nueva geopolítica de los estudios de fronteras y migraciones mediante la descripción y explicación de las experiencias locales, en articulación con las nacionales, regionales y globales, teniendo en el horizonte un marco más amplio de transformación social. En esta perspectiva, adquiere gran importancia, para poner un ejemplo, las investigaciones sobre el papel que juega y jugará la llamada “diáspora colombiana”, y en términos políticos, las comunidades transnacionales de colombianos en diversos países del mundo, tales como Venezuela, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y España. Igualmente, la investigación de los procesos de reparación, retorno y repatriación de víctimas y migrantes en fronteras y en el exterior3, articulado a los estudios sobre deportación y expulsión de migrantes, desplazados y refugiados colombianos desde diversas partes del mundo, como viene sucediendo, más claramente desde 2010, desde Estados Unidos, España, Canadá, Ecuador y Venezuela, entre los más significativos. * Profesora e investigadora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia. 1. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados calcula que en 2014 Alemania acogía al mayor número de sirios: unas 41.000 personas; mientras que el 95% de los refugiados sirios se encuentra en los países vecinos: Turquía (1.560.000), Líbano (1.150.000), Jordania (623.100), Irak (234.200) Egipto (138.400). (ACNUR Tendencias Globales 2014, p. 13). 2. Ver, link del video “La subasta de los refugiados en Europa”: https://youtu.be/ cT52TbhAVzA 3. El caso colombiano da cuenta de una explosión migratoria, interna, transfronteriza y transnacional, con situaciones de desplazamiento interno prolongadas, con un número aproximado de 6.000.000; con situaciones prolongadas de refugio en las fronteras del país y otros países (aproximadamente 400.000 refugiados y otros 400.000 en situación similar con necesidad de protección internacional). Igualmente, como una situación prolongada debería entenderse la salida de colombianos hacia el exterior hasta llegar a un número aproximado de 6.000.000 de personas.

25

Aportes de la Universidad a la comprensión del conflicto y la construcción de paz

Luciérnagas de la memoria Por SANDRA PATRICIA ARENAS GRISALES* Docente de la Escuela Interamericana de Bibliotecología

E

l filósofo e historiador de arte Georges DidiHuberman afirma que “hay motivos para ser pesimista, no obstante es necesario abrir los ojos en la noche, moverse sin descanso, volver a procurar las luciérnagas” (1). Las luciérnagas son la representación del potencial político de las pequeñas formas de resistencia frente al poder. Por eso retomamos esta metáfora para analizar las formas como algunas personas han lograron reconstruir sus memorias en contextos de violencia como el vivido en Medellín. Los eventos extraordinarios acostumbran ser objeto de las reivindicaciones de la memoria, pero es necesario también construirla a partir de lo periférico, lo micro, las personas comunes y lo que ellas hicieron para resistir. En nuestra investigación1 nos propusimos indagar por las expresiones de memoria construidas en las márgenes; acciones sutiles de cuestionamiento al poder. Los cuatro casos estudiados abordaban situaciones violentas ocurridas en Medellín entre 1992 y 2005. El primer caso es un mural pintado en 2005 en la pared de la iglesia del barrio Santo Domingo Savio, en el que están escritos los nombres de 386 personas asesinadas. La particularidad de este mural es que en él están inscritos los nombres tanto de las víctimas como de los perpetradores. Fue construido como parte de un proceso que procuraba la reconciliación y el perdón entre los moradores y los integrantes de los grupos armados que hacían presencia en el barrio. El segundo caso es un grafiti dibujado en 2005 en una pared de la Universidad Nacional de Medellín, en homenaje a dos estudiantes, Magaly y Paula Andrea, muertas mientras manipulaban explosivos durante una manifestación en la Universidad de Antioquia. El grafiti fue elaborado para conservar la memoria de las jóvenes y para rechazar el silencio y el olvido que el miedo impuso en su momento. El tercer caso, que se ubica en el barrio La Milagrosa, es un altar con una Virgen y una placa, colocadas allí para recordar

En la esfera política, el desmentido es lo opuesto al reconocimiento, y las situaciones traumáticas que destruyen los vínculos sociales son aquellas provocadas por seres humanos que no reconocen su responsabilidad a seis jóvenes asesinados en una masacre en diciembre de 1992. La Virgen recuerda el lugar de la muerte, pero también la capacidad de la comunidad de superar el miedo. Por último, en el barrio La Libertad, casi escondido en medio de las plantas, está el calvario a Robin Asmed, asesinado frente a su casa por paramilitares. Carmen, madre de Robin, lo cuida hace catorce años. Como ella misma afirma, algunas personas prefieren olvidar, pero ella tiene el calvario de su hijo para que nadie olvide quién era él y para mostrar el dolor que la violencia le provocó. Estos altares, construidos en el espacio público, indican que el dolor que los originó no se considera privado, sino compartido con otros. Son formas de memorialización y rituales públicos de luto frente a eventos considerados como catastróficos. Ellos problematizan esa separación entre el dolor sentido por la persona directamente afectada y el sentimiento de luto colectivo; entre memoria individual y memoria colectiva. El reconocimiento es central en la discusión pública sobre la memoria; sin él no es posible elaborar el luto y construir una narrativa sobre lo vivido. Reconocer el daño es central para sanar las heridas sociales (2). En la esfera política, el desmentido es lo opuesto al reconocimiento, y las situaciones traumáticas que destruyen los vínculos sociales son aquellas provocadas por seres humanos que no recono-

cen su responsabilidad (3). En los casos analizados lo que había en común entre los habitantes de esos barrios era la pérdida y la vulnerabilidad frente a la violencia, y sobre ese fundamento era posible, o no, crear una idea de “nosotros”. Las personas crearon esos altares para confrontar el desmentido, el descrédito, los rumores y el silencio; para recordar a la persona ausente a través de esos objetos y expresar públicamente una narrativa que señalaba la pérdida y demandaba el reconocimiento del error, de la injusticia, del sufrimiento. La respuesta afirmativa o negativa a ese llamado determinó la posibilidad de creación, o no, de esas comunidades afectivas. Al inicio afirmábamos que, para nosotros, los creadores de los altares eran como luciérnagas en la noche, siguiendo la metáfora usada por Didi-Huberman. Como él, también procuramos los destellos de luces en la oscuridad, invisibles, intermitentes. Las historias brevemente mencionadas en este texto —ampliadas en la investigación a la que hacemos referencia— evidencian la necesidad de privilegiar las memorias subterráneas de aquellos que sufrieron los estragos de la guerra y comprender la profundidad de sus implicaciones. Reconocer que la guerra no es un evento que sucede en un lugar aislado, distante, que la violencia ha marcado la vida de nuestros amigos, vecinos, colegas, compañeros de universidad, tal vez nos lleve a comprender la necesidad imperiosa de su fin. * Integrante de la red de pensamiento estratégico del Iner. 1. “Os vaga-lumes da memória: altares espontâneos e narrativas de luto em MedellínColômbia”. Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro, 2004. Tesis doctoral en Memoria Social de la Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro, Brasil. Orientador: Javier Alejandro Lifschitz. Referencias 1. Didi-Huberman G. Sobrevivência dos vaga-lumes. Belo Horizonte: IFMG; 2011. 2. Erikson K. Trauma y comunidad. En: Ortega Martínez F, editor. Trauma, cultura e historia: reflexiones interdisciplinarias para el nuevo milenio. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; 2011. 3. Gondar J. Ferenczi como pensador político. Cardernos de psicanálise. 2012; 34 (27).


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

Fotos: Ángela Agudelo

¿Qué se ha acordado hasta ahora en la Mesa de La Habana? Fue la pregunta en torno a la cual conversaron los profesores (de izq. a der.) Adrián Restrepo, Gabriel Ignacio Gómez, Juan Carlos Vélez, Felipe Piedrahíta y Ana María Jaramillo.

Mesa universitaria por la paz

La Mesa Universitaria por la Paz abordó, en una primera fase, el Glosario de paz con los profesores (de izq. a der.) Francisco Cortés, Bernardita Pérez, Carlos Vásquez, Wilmar Martínez y Gloria Patricia Peláez.

Por WILMAR MARTÍNEZ

S

e dijo alguna vez que el universo político es un pluriverso. Con ello se sintetizó esa realidad que traía aparejada consigo la sociedad moderna: la ruptura de un solo código moral sobre el que el poder político se instituía. La grandeza de Nicolás Maquiavelo consistió en que dio cuenta de esto en los orígenes mismos de la modernidad. Su distinción entre la ética que debe guiar la acción del hombre de Estado y aquella que debe determinar la del hombre común, es la puesta en evidencia de la aparición de un pluralismo de valores: en una misma sociedad los hombres pueden seguir sistemas de valores diferentes, todos válidos, todos con sus diversas concepciones de lo verdadero y lo falso. Con

esto se denunció el racionalismo moral que pretendía descubrir, a través de la razón, el código moral universal que debía orientar la acción de todos los hombres. Para los autores que siguieron la estela de Maquiavelo, dicho proyecto racionalista había demostrado ser, además de imposible, desastroso: el celo del fanatismo encontraba en él algún sustento, pues si era posible la existencia de un sistema de valores universal, su extensión e imposición estaba justificada. El hecho de que sea el contractualismo la teoría sobre la cual se va a justificar el nacimiento de la comunidad política moderna da cuenta de que la convivencia en las mismas no debe estar nunca más basada en principios o verdades universales, impuestas o descubiertas. La convivencia se erige sobre un acuerdo. Es emblemática la figura retratada por esta corriente filosófica de pensamiento que nos

muestra el orden político naciente como el resultado de un acuerdo entre aquellos hombres que, debido a lo terrible de la guerra, decidieron convivir con ese otro que profesaba verdades y una moral diferente. El resultado de esto fue la paz. Aquí no hubo consenso alguno: éste supone que las diferencias son aparentes, que se deben al error de alguna de las partes y que sólo basta con que la razón actúe para que desaparezcan. La paz exigió, antes bien, un compromiso: en vista de que las diferencias siempre estarán presentes, que son irreconciliables, es necesario aprender a tramitarlas sin recurrir a la violencia. Este relato que presenta la filosofía sobre la construcción de la paz nos proporciona una valiosa lección: para poder vivir juntos no tenemos que compartir los mismos valores, ni los mismos ideales de vida buena. Sólo acordar los mecanismos a través de los cuales podamos tratar las diferencias con el propósito de nunca más caer en el abismo de la violencia. Hoy que la sociedad colombiana busca dejar atrás una guerra de más de cincuenta años que ha sido inventario de terribles hechos, la Universidad propone esta Mesa Universitaria por la Paz como un lugar en el que se busca que tengan eco esos acuerdos a los que han llegado los actores de la guerra, para poder opinar sobre ellos, saber qué implicaciones generan para la sociedad en general, cómo debemos contribuir con su implantación, qué tipos de limitaciones tienen y qué escenario futuro prefiguraran. Es claro que aunque la construcción de ese acuerdo que busca poner fin a la guerra sólo involucra a los guerreros, su puesta en marcha requiere de la participación y compromiso de la sociedad colombiana. En este propósito, la Universidad como centro de conocimiento y esta Mesa en particular, tienen un papel fundamental: argu-

26

mentar a la ciudadanía que la paz, a pesar de lo imperfecta, es preferible a continuar con una guerra que ha golpeado fundamentalmente a la población más vulnerable. Dar cuenta a esa ciudadanía de las razones por las que es imposible acceder a la paz de otra manera, por las que su logro implica renuncias, pero así mismo, el acceso a otras oportunidades. Así ha sido siempre en la historia de los pueblos que la han alcanzado. Ahora, esta labor de la Universidad amerita que en ella misma se llegue a puntos de acuerdo. Difícilmente podremos contribuir a la tarea que hoy nos demanda este momento histórico cuando las posturas dentro de la Universidad pueden hacerse más distantes. ¿Qué principio permitirá juntarnos? Michael Ignatieff escribió que ante la dificultad de que los hombres encuentren un mismo código moral que los vincule, el rechazo a un mal, a una tragedia, a algo que quieren que no se repita puede juntarlos. Pues bien, hagamos de esta ética negativa, el principio, por lo menos parcial, de la unidad actual de la comunidad universitaria: no más violencia en nuestra Alma Mater. Hagamos de este nunca más el principio ético que supere nuestras diferencias. Con base en tal acuerdo, se propone esta Mesa como un espacio en el que cobren voz las distintas y legítimas posturas que hacen parte de ese otro pluriverso que es la Universidad. Se propone esta mesa como un escenario para abordar nuestros conflictos. Que nuestro principio de unión en la Universidad sea el rechazo a la violencia y nuestro modo de tramitar las diferencias sea a través de mecanismo y espacios como esta Mesa. El propósito de esta mesa es permitir que nos encontremos. Conversar sobre nuestras diferencias, sobre los problemas íntimos de la Universidad, así como sobre las necesidades más urgentes de nuestra sociedad: hoy es la paz la que nos convoca pero seguramente habrá otros por tratar. Esta mesa busca constituirse como un espacio permanente, pues permanentes serán los conflictos y las oportunidades para decir algo. Es una fatalidad que así sea: Lo propio de las sociedades modernas es que en ellas se presenten distintas concepciones de justicia y de vida buena que compiten entre sí. Esto no tiene por qué traducirse en algo trágico. Podamos evitar que la diferencia se transforme en violencia y que se replique esa historia de dolor que la Universidad y el país llevan a cuestas. El camino para ello es reconocer que la diferencia existe, que es legítima y que no es producto de la equivocación del otro. La Universidad instala esta mesa como un gesto de reconocimiento de la diferencia que en ella se presenta, pero también como símbolo a la sociedad entera de la forma en que se deben abordar los conflictos.


Foto: Archivo Alma Máter

Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

27

La voz de las mujeres en la democracia* “Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo. No creo que un sexo sea superior e inferior a otro. Creo que son distintos, con distancias biológicas insalvables, pero la hegemonía masculina ha malbaratado una oportunidad de diez mil años”. —Gabriel García Márquez , 1992—

Por LORENA ÁLVAREZ OSSA JOHN FREDY BEDOYA MARULANDA

L

as mujeres reclaman un lugar en la democracia en el seno del mismo movimiento ilustrado con Olympe de Gouges (1748 - 1793), quien proclamó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana en 1791, ante un pensamiento misógino que excluyó a las mujeres que lucharon para derrocar la monarquía durante la Revolución Francesa en el siglo XVIII. Han transcurrido más de dos

siglos y el mundo sigue siendo excluyente con las mujeres en los espacios de representación y de poder. Muestra de ello son los datos de análisis de participación de las mujeres en los cuales se refleja la desigualdad: únicamente 17 países (9%) tienen una presidenta o jefa de gobierno. En América de 35 países, 6 (37%) tienen mujeres: Argentina, Brasil, Chile, Jamaica y Trinidad y Tobago. Los mandatos de inclusión de las mujeres son de primer orden en el mundo. La Plataforma de Beijing en 1995 reconoce que la mitad de la población (las mujeres) están ausentes de las instancias de poder y, en este sentido, insta a la “potenciación […de] la plena participación de la mujer en condiciones de igualdad en […] los procesos de adopción de decisiones y el acceso al poder, son fundamentales para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz”1. Asimismo, el tercero de los Objetivos del Milenio establece la necesidad de lograr la igualdad entre los géneros y la autonomía de las mujeres, llamando al mantenimiento e impulso de los sistemas de cuotas, entendidos estos como los mecanismos legales dirigidos a aumentar la presencia de la población femenina en los escenarios de poder y de decisión, que se justifican ética y políticamente en: • La necesidad de aumentar la participación de las mujeres en los espacios de poder, en razón de que las mujeres históricamente han sido discriminadas y excluidas de

estos espacios. • Las mujeres son más de la mitad de la población, sin embargo, están menormente representadas en los espacios de poder y de decisión, por lo que se requieren acciones efectivas a nivel legal que ayuden a transformar estas condiciones de desigualdad manifiesta de las mujeres. • Los cambios no se dan por sí solos, es necesario generar mecanismos legales a fin de eliminar y reducir la desigualdad entre hombres y mujeres. • Se requiere una acción afirmativa para transformar las desigualdades históricas, sociales, políticas y económicas que obstaculizan las condiciones de igualdad entre los sexos. En Colombia apenas en 2011 se incluyó en la Ley 1475 (por la cual se adoptan disposiciones de reglamentación de los partidos y movimientos políticos, así como de los procesos electorales), un artículo que obliga a las colectividades a incluir cuotas del 30% en listas de más de 5 personas, lo que favorece la participación de las mujeres en las listas a instancias de poder y toma de decisión. Sin embargo, las mujeres únicamente elevaron su representación en el Congreso de la República al 20% en elecciones de 2014. A pesar de lo anterior, siguen siendo una minoría en las gobernaciones y las alcaldías en todo el país. En 2011, en Antioquia únicamente salieron electas dos de 26 personas integrantes de la Asamblea Departamental y una mujer de 21 personas que conforman el Concejo de Medellín. En las presentes elecciones de 2015, las postulaciones de mujeres a los diversos cargos no muestran una mejoraría significativa en su inclusión en el juego político, es decir, no superan por mucho las disposiciones legales. En las listas a cuerpos colegiados, como en el caso de las asambleas depar-

tamentales se postularon 1.261 mujeres, lo que representa solo 37% del total de puestos en las listas para esta corporación en el país, siendo Sucre, la Guajira y San Andrés los departamentos que en términos porcentuales presentaron más mujeres, pero en ninguno de estos casos se supera el 50%. En el caso de los concejos municipales, se postularon 33.242 candidatas que solo representan el 37% de espacio en las listas de los partidos de todo el país2. Por el lado de los cargos uninominales, la participación de la mujer es mucho peor, en este caso para las alcaldías municipales se presentan 649 candidatas, que solo representan el 14% con relación a los candidatos hombres. A las distintas gobernaciones son solo 25 candidatas que con relación a los hombres representan el 16%. Estos porcentajes muestran que la participación política de las mujeres solo se está limitando a las disposiciones de ley. Esta realidad evidencia que el Estado colombiano requiere seguir avanzando en el establecimiento de medidas que permitan que las mujeres logren mayor nivel de representación en los escenarios de toma de decisión y de poder. Así mismo, se requiere de mayor movilización de las mujeres y sus organizaciones para presionar transformaciones efectivas. *Artículo elaborado por Corporación Para la Vida Mujeres que Crean, con la colaboración del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, ambos pertenecientes a la plataforma para el Seguimiento político en Antioquia —SEPA—. 1. Declaración y plataforma de acción de Beijing. Recuperado de menwatch/daw/beijing/pdf/BDPfA%20S.pdf su gobierno, en la actualidad. Recuperado de http://womenceo.es/solo-17-paises-tienenuna-mujer-al-frente-de-su-gobierno-en-laactualidad/ 2. El porcentaje es calculado con relación al número de hombres y mujeres que se presentaron en listas de voto preferente de acuerdo a los datos suministrados por la Registraduría Nacional del Estado Civil.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

28

Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

Examen de admisión y participación Por JAIME RAFAEL NIETO LÓPEZ Presidente Asoprudea

A

hora que en la Universidad de Antioquia se agitan temas de crucial importancia relacionados con el Acuerdo Académico 480 de 2015 que introduce cambios en el examen de admisión y la rectoría promueve una reforma en lo concerniente a la designación del rector, es oportuno y conveniente que leamos y releamos la reciente declaración que el Consejo Nacional de Rectores ha dirigido al Presidente y su Ministra de Educación. Este Consejo es el organismo máximo de la Asociación Colombiana de Universidades, que congrega a 84 instituciones de educación superior, públicas y privadas. Por supuesto, no se trata de cualquier declaración, ni del pronunciamiento de una instancia universitaria cualquiera. Se trata de una declaración emitida por quien históricamente se ha convertido en el principal interlocutor del Gobierno en la definición y ejecución de la política pública en materia de educación superior. Se trata de una

declaración que, a pesar de no lograr aún la resonancia que merece, reviste la mayor importancia, puesto que formula una serie de interrogantes y reparos de fondo respecto a los cambios y transformaciones que el Gobierno está realizando o pretende realizar en esa materia, un ejercicio de participación y de debate que debería motivar e inspirar a los diferentes actores del mundo universitario, incluidos profesores y estudiantes. Los interrogantes y reparos se refieren no sólo a los contenidos de esta transformación, sino también a la forma cómo el Gobierno, a través del Ministerio, los viene realizando. Destaca, que el Consejo reitera su acuerdo con el Gobierno en la “necesidad de una transformación del sector educativo para contribuir de manera más efectiva al desarrollo del país y sus regiones”, y así mismo, que: “Comparte con el gobierno el interés de centrar los esfuerzos en el mejoramiento de la calidad y hace un llamado para considerar y actuar en consonancia con el fortalecimiento de las capacidades institucionales y los requerimientos de un esquema de sostenibilidad financiera, tanto de la educación superior como en materia de ciencia, tecnología e innovación, respaldado con los recursos necesarios establecidos en el Presupuesto General de la Nación”. Sin embargo, las críticas al proceso no se hacen esperar. Así, por ejemplo, manifiesta Ascun: “Preocupa a la comunidad académica que esta reforma se esté adelantando de manera fragmentada, en ausencia de la revisión integral del marco normativo que requiere la configuración y desarrollo de un

nuevo sistema de educación, el financiamiento, fomento, inspección y vigilancia de la educación superior, junto con los demás sistemas y herramientas creados en el Plan Nacional de Desarrollo 20142018. Sobre el Sistema Nacional de Educación Terciaria —SNET—, cabe la pregunta si el hecho de haberlo creado en un Plan Nacional de Desarrollo lo convierte en una política de Estado”. Más todavía: “Dado que se trata de una reforma estructural y de largo plazo que compromete no solamente el cambio de la nomenclatura, niveles de formación, tipología de las instituciones y nuevos organismos de gobierno, se abren muchos interrogantes frente al fundamento constitucional de transformar el sistema educativo por vía gubernativa, sin escuchar o consultar a sus actores”. Se trata de críticas de fondo, pero también de forma. Se trata de un proceso que se está implementando a espaldas de los universitarios y sin la participación de los mismos, concebido y ejecutado desde arriba, burocráticamente, sin que se abra a la participación democrática de los universitarios; un signo muy claro y marcado por la fallida reforma de 2011 a la Ley 30 de 1992 y el Acuerdo por lo Superior 2034 de 2014. El Consejo de Rectores está reclamando de manera legítima y constitucional “una convocatoria nacional que involucre de manera participativa a todos los actores e interesados, como lo señala la Constitución”. Finalmente hace un llamado explícito a los universitarios de forma tal que no deja dudas sobre los alcances de sus críticas: “los Rectores convocan a sus comunidades académi-

cas y científicas, a participar activa y propositivamente con el MEN en el análisis y construcción de las propuestas, con la mirada crítica y dialógica que caracteriza al mundo universitario”. ¿A la comunidad universitaria de la Universidad de Antioquia le dice algo esta declaración? Desde luego que sí, y mucho. No sólo por sus alcances generales en lo que respecta a la universidad colombiana, sino, muy especialmente, en lo que esta declaración ejemplifica para la forma como se llevó a cabo la aprobación de la reforma del examen de admisión por parte del Consejo Académico a instancias de la rectoría. Si algo caracterizó la promulgación de esta reforma fue la ausencia de participación, de deliberación y de consulta a los estamentos universitarios. Las diversas voces críticas expresadas por profesores, estudiantes y expertos no fueron escuchadas ni tenidas en cuenta, y sólo ahora que la reforma es un hecho cumplido, legal aunque no legítimo, la rectoría adopta como “metodología” promover debates y encuentros para socializar la decisión ya tomada. Dicen los rectores de Ascun: “La metodología de trabajo del MEN, que privilegia las llamadas socializaciones, ha llevado a que las universidades sean notificadas de hechos cumplidos, decisiones y resultados apresuradamente divulgados por los medios de comunicación”. La pregunta inevitable no la podemos evitar: ¿se declara el rector de la Universidad de Antioquia en desobediencia de su instancia legítima de representación? Su respuesta podría ser inspiradora.

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales de la señora GABRIELA DEL CARMEN BUILES GIL, fallecida el 25 de junio de 2015. Se ha presentado a reclamar la señora ARAMINTA GIL DE BUILES en calidad de madre. Las personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

L

a problemática del abandono se genera por múltiples factores e involucra diversos actores. Así lo advierten investigadores como Tinto o Díaz Peralta, quienes evidencian que ninguna estrategia específica será suficiente para abordar la permanencia y graduación estudiantil. Estas consideraciones, aunadas a las particularidades de la Universidad de Antioquia y las características de los diversos actores que intervienen en el proceso formativo de nuestra población estudiantil, hacen indispensable pensar un conjunto de acciones que permitan intervenir en aras de mejorar las condiciones de eficiencia terminal en la universidad. La Universidad es un espacio por excelencia para la formación integral, con el papel fundamental de educar, lo cual implica, más allá de impartir conocimientos académicos, generar cambios comportamentales para entregar a la sociedad ciudadanos socialmente responsables. La Universidad, por ser pública, tiene una connotación adicional: es de todos y para todos; por tanto, optimizar los recursos que se asignan es un imperativo, como también lo es generar toda la plataforma necesaria para contar con calidad educativa. Entendemos por permanencia la continuidad de los estudiantes en el programa académico al cual se matriculan, y ésta se favorece cuando se plantea una política al respecto que incorpore acciones académicas, pedagógicas, de bienestar, entre otras; la graduación se da en el momento que el estudiante cumple los requisitos para la obtención del título y se ha debido acompañar con las acciones que propicien su inserción al mundo laboral. En esa dirección, la Vicerrectoría de Docencia diseñó un programa de permanencia y graduación que propone acciones de acuerdo con las características identificadas en los estudiantes y las posibilidades de la institución. Permanencia con equidad es el nombre del programa que ha venido desarrollándose desde 2013 con tres componentes: el primero es el observatorio del ciclo de vida académica, que se constituye en el espacio de referencia para la toma de decisiones institucionales y tiene como reto realizar estudios de efectos e impactos sobre las acciones e iniciativas que se realizan en la Universidad para develar y analizar sus contribuciones. Además, caracterizar nuestros estudiantes desde Bienestar Universitario permite direccionar los recursos escasos hacia aquellos más vulnerables y generar intervenciones preventivas en lugar de paliativas.

Componentes que promueven la permanencia estudiantil El segundo componente, de asesoría en temas que fomenten la permanencia, trabaja dos asuntos que se identifican como primordiales: uno, la línea de tutorías que viene socializando la propuesta de lineamientos de acciones tutoriales y acompañando la implementación de programas de acompañamiento en diferentes unidades académicas; otro, la línea de inclusión que ha intervenido en los asuntos que favorecen el acceso, permanencia y graduación de los estudiantes, haciendo énfasis en los pertenecientes a poblaciones proclives a ser vulnerables en el ámbito académico; además se cuenta con la estrategia del banco de iniciativas, mediante el cual se acompaña económica y metodológicamente a las unidades académicas. La convocatoria de 2015 se hizo en las líneas de sistematización de experiencias asociadas a la permanencia y de lectoescritura, y busca fortalecer las actuaciones presentes y dinamizar la importancia que tiene la comprensión lectora.

El tercero de los componentes es el de formación desde el cual se realizan acciones educativas a los diferentes estamentos para mejorar la capacidad institucional y la aplicación de estrategias de acompañamiento estudiantil, y la creación de comunidad de conocimiento, esto con el “Diploma de acompañamiento estudiantil para la permanencia con equidad”, que ha contado con dos cohortes y desarrollado 47 iniciativas en las diferentes unidades académicas a las cuales pertenecen los asistentes, propiciando cambios en las clases a partir de la identificación de nuevas formas de interacción en el aula y fuera de ella; y por último la realización de mesas interinstitucionales en temáticas de interés permite identificar mejores prácticas y establecer convenios de trabajo entre diferentes instituciones en pos de favorecer el paso de los estudiantes por la universidad, como también ha permitido hacer parte de los comités de análisis de políticas públicas incidiendo

Foto: Javier Londoño Balbín

Por PATRICIA ESTRADA MEJÍA*

29

en ellos, en el caso de los lineamientos de política superior inclusiva y el modelo de permanencia estudiantil planteados desde el Ministerio de Educación Nacional. Para el periodo 2015-2018, la guía propuesta por el actual rector involucra asuntos esenciales que no se habían abordado, partiendo de mejorar la calidad de los estudiantes que ingresan a la Universidad desde el acompañamiento en la básica en los asuntos de orientación vocacional, comprensión lectora y lógica matemática, identificados claramente como vulneradores de la permanencia en la universidad; e interviniendo el otro agente comprometido en el proceso de formación, los normalistas y profesores de la media, para quienes se presentarán opciones de formación que impactarán en la calidad de los aspirantes. Revisar el proceso de admisión y cambiar la prueba que se utiliza para tal fin esperando predecir la posibilidad de éxito académico de los estudiantes es pertinente, ya que facilita el tránsito del estudiante al identificar que cuenta con las condiciones básicas para iniciar su formación profesional por contar con las competencias específicas necesarias, y en los casos que sea indispensable ellos contarán con cursos complementarios que llenen los vacíos de formación con que lleguen. Siendo el objetivo último la permanencia universitaria y la graduación, se alcanzará si el estudiante recibe un proceso de inducción integral que favorezca tanto su adaptación a la vida universitaria como la creación de redes de apoyo que se construyan desde el aula; y el fortalecer las actividades que permanentemente se ofrecen desde Bienestar Universitario y Extensión Cultural propiciará mayores espacios de interacción y fortalecimiento del ser. Y el acompañamiento, desde la figura de profesor tutor y de estudiantes de semestres avanzados, generará la humanización del acto educativo, toda vez que se mira al estudiante como sujeto de aprendizaje no como objeto, o sea como ente integral de formación. Lo académico también se revisará para que la dinámica en los currículos, la pertinencia de los programas y la selección y formación del cuerpo profesoral se conviertan en factores protectores para la graduación. *Coordinadora del Programa de permanencia con equidad de la Vicerrectoría de Docencia.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

30

Preocupa la situación mental de los niños en Colombia Por JOHANNA PINO QUICENO

T

al como lo han hecho en otros escenarios del país, el Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias presentaron en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia los resultados de la cuarta Encuesta Nacional de Salud Mental. El estudio evidenció que no hay muchos cambios en los índices de enfermedades mentales en adultos respecto del realizado en 2003. Los problemas más comunes siguen siendo depresión, esquizofrenia, suicidio, demencia, epilepsia y trastorno afectivo bipolar. La encuesta, que también revela que 1 de cada 5 adultos entre los 18 y 44 años tiene riesgo con el alcohol —convirtiéndose en un problema mayor que el de la depresión—, se aplicó a 15.351 personas del país. La novedad, la población infantil de 7 a 11 años, incluida por primera vez en el estudio. Según Nubia Bautista, coordinadora del Grupo de gestión integrada para la salud mental del Ministerio de Salud y Protección Social, “el 4% de los niños tienen una enfermedad mental. Pero los problemas, es decir, las cosas que no son enfermedades pero que pueden llegar a serlo, son mucho más grandes, llegan a un 40%. A ese 40% es que tenemos que apuntar y poder generar estrategias”. Según el estudio, los síntomas más frecuentes reportados por las madres en los menores fueron: lenguaje anormal 19.6%, asustarse o ponerse nervioso sin razón 12,4%, presentar cefaleas frecuentes 9.7% y jugar poco con otros niños 9.5%. Los dolores de cabeza fueron más frecuentes en niñas que niños (11,2% vs. 8,2%) y se describió un 2,9% de la población infantil con convulsiones o caídas al suelo sin razón, que podrían sugerir trastornos de tipo convulsivo o epiléptico. (Tabla 1). Para el psiquiatra Antonio Carlos Toro Obando, jefe de Posgrados

de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, hay que prestarle atención a los síntomas descritos, lo que no quiere decir que requieran atención por psiquiatría. “El psiquiatra infantil está en la capacidad de decir hasta qué momento de la vida es normal que el niño manifieste ciertos temores, tenga amigos imaginarios, se orine, se coma las uñas. Un niño de 5 años puede llegar a tener amigos imaginarios, hablar solo, ser fantasioso, creerse Superman o tener momentos de ansiedad normales para su edad y no necesariamente requiere atención por psiquiatría”. Uno de los factores que pueden llevar al padecimiento de síntomas y posteriormente de trastornos mentales es la violencia y los contextos desfavorables. Carlos Gómez Restrepo, director del Departamento de epidemiología clínica y bioestadística de la Universidad Javeriana e investigador en la encuesta, explica que “hay datos que sugieren que la violencia no se cura sola, como una herida que sana y ya, sino que es algo que queda marcado en el individuo y que se ve claramente en niños, en los cuales hay un índice de 10% de trastorno de estrés postraumático —Tept—, mientras que en adolescentes y adultos es de 3%”. Para Toro Obando esto se debe a que “los niños no tienen la madurez psicológica para entender lo que pasó, entonces tienen más riesgos de desarrollar Tept; los adultos pueden afrontar mejor la situación

y tienen mejores mecanismos de defensa. Lo que sí es deseable es que todas las personas que tienen un Tept contaran con apoyo psiquiátrico y psicológico”. Agrega que diagnosticar un niño es supremamente difícil porque no manifiesta los síntomas de igual forma que los adultos y muchas veces el inicio de la enfermedad se da a través de diferentes síntomas, los cuales, según el estudio, son mayores en niñas que en niños: el 27,6% de la población infantil presenta un síntoma, el 10,5%, 2 síntomas (45% son niñas y 44,3% niños); el 3,4%, 3 síntomas y el 3,2%, 4 o más síntomas. En la búsqueda del diagnóstico certero y el tratamiento oportuno las familias colombianas se encuentran con otros obstáculos de tipo cultural y procedimental. En el primer caso, según el investigador, “este estudio muestra que la mitad de la gente que tiene un diagnóstico no acude al médico por estigmas o autoestigmas, o está esperando a que se recrudezca mucho más. La idea es que hay que iniciar tempranamente donde es más fácil intervenir”. Por otro lado, está el obstáculo procedimental. Para el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Carlos Alberto Palacio Acosta, “la salud mental ha sido la cenicienta durante muchísimos años en el desarrollo de políticas de salud en Colombia, y la Organización Mundial de la Salud desde hace algunos años viene

considerando como prioritario el que los países desarrollen políticas y estrategias de atención a esta problemática, pero también a todo lo que es precario en Colombia, y es el trabajo en promoción de la salud y prevención de la enfermedad”. Además, complementa Antonio Toro, “la atención en salud mental es muy difícil por dos cosas: una, hay un subdiagnóstico; por ejemplo, el 80% de las personas que sufren un infarto se deprimen y el médico lo ve como una consecuencia normal de ese padecimiento y no es así, eso hay que acompañarlo. Dos, muchas veces se automedican mal, empiezan a beber alcohol o a consumir drogas.” El problema se agrava pues las EPS se demoran meses para asignar una cita con el especialista de psiquiatría. El Ministerio de Salud, por su parte, anunció que una de sus metas es reducir el 2% anual de la mortalidad evitable por enfermedades no transmisibles. Primero transformando los entornos que tiene que ver con la promoción de estilos de vida saludable. Según la Organización Mundial de la Salud son cuatro los aspectos en los que se puede incidir: la ingesta no abusiva de alcohol, la no exposición a tabaco o a sus derivados, la actividad física y la alimentación saludable. Y propiciar la transformación de los entornos con una estrategia de rehabilitación de base comunitaria. Para Palacio Acosta, “lo que muestra finalmente la encuesta es eso: la magnitud del problema y hacia dónde deben ser direccionadas las políticas y las estrategias en salud”. Por eso, para finales de 2015, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, el Ministerio de Salud iniciará la formación en todo el país de 26.000 médicos, enfermeras, trabajadores sociales, entre otros, para que sepan identificar los síntomas de las enfermedades mentales más comunes.

Comité editorial: Carlos Vásquez Tamayo • Roberth Uribe Álvarez • Alma Nury López Patiño Directora: Alma Nury López Patiño • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Redacción: Angela María Agudelo Restrepo, Sergio Andrés Alzate Sepúlveda, María Alejandra Carmona Valencia, Andrea Orejarena Tamayo • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

— Las opiniones expresadas en ALMA MATER son responsabilidad de los autores y sólo a ellos compromete —

Departamento de Información y Prensa Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108, Bloque 16, oficina 336, Medellín Teléfono (4) 2195026 • E-mail: dircomunicaciones@udea.edu.co / almamater@udea.edu.co • http://almamater.udea.edu.co • @ALMAMATER_UdeA •


¿Especies invasoras ‘domesticadas’? Por LINA GALLO BENITEZ

E

l Decreto 1780 de 2015 firmado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, da vía libre al cultivo de especies exóticas en diversos sistemas acuáticos, previa aprobación del Ministerio. Declara que las especies introducidas al país son ahora domesticadas, argumentando que estas especies, en particular la trucha y la tilapia, se introdujeron hace más de 50 años al país y no existe evidencia científica para demostrar que hayan tenido un impacto negativo en la biodiversidad. Existe consenso internacional para definir una especie como invasora. Se denomina de esta forma a una especie introducida por factores antrópicos; es decir, ocasionados por la intervención humana y que ocasionan daños a los ecosistemas nativos. Es natural que una especie migre y llegue a un ecosistema nuevo, allí encuentra características físico-químicas del entorno a las cuales deberá adaptarse; así mismo, el ecosistema nativo genera resistencias y hace una oposición natural ante la nueva especie.

El problema radica en la intervención humana. Así lo afirma Jenny Leal Flórez, doctora en ciencias naturales, investigadora en ecología de la invasión y recursos pesqueros, y coordinadora del grupo de investigación Gismac: “No conozco ninguna especie invasora que tenga efectos positivos; llamamos especies invasoras cuando los efectos son negativos, eso está claro a nivel internacional. Si causa problemas es una especie invasora, así lleve días o años; que se use para la acuicultura no significa que sea domesticada”. ¿Cuáles son entonces las evidencias científicas para decir que una especie domesticada ya dejó de ser una especie invasora? Es la pregunta que al igual que la profesora Leal se hacen muchos expertos en el tema: “Uno de los grandes vacíos que preocupa es la falta de investigaciones y argumentos desde la ciencia, para que una especie denominada invasora se catalogue como domesticada”, precisa Luz Fernanda Jiménez, doctora en ciencias biológicas y coordinadora del grupo de investigación Ictiología desde hace 15 años. ¿Qué impacto genera en la biodiversidad del país la “domesticación” de estas especies? Las especies exóticas que se han introducido al país ocupan un nicho y utilizan los recursos de la diver-

Foto: Fabio Castaño R.

Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

sidad biológica nativa: “La trucha es una especie depredadora que consume básicamente proteína animal; esto genera una presión muy fuerte sobre las especies nativas. La tilapia tiene un comportamiento reproductivo agresivo y compite con otras especies por sitios de desove. Es sorprendente que el Ministerio haya avalado un decreto de tal magnitud; las especies exóticas son un problema que se viene atacando a nivel mundial y que Colombia esté en contravía de esa política es muy preocupante”, enfatiza la doctora Jiménez. Incentivar la pesca es un mecanismo que ayuda a mitigar los impactos que ocasionan estas especies en los ecosistemas, ya que erradicarlas es prácticamente imposible. Expertos coinciden en que estas especies están en todas las cuencas a lo largo y ancho del país. Según la doctora Leal, estas especies están naturalizadas y son recurso pesquero, pero al promover el cultivo se aumentan las vías de entrada y por tanto la cantidad de individuos que llegan hasta las cuencas de los ríos y afectan los ecosistemas nativos. ¿Cómo llegaron? La invasión de la tilapia y la trucha en sistemas naturales ha sido el resultado de escape de esas especies en cultivos. Esas especies fueron introducidas al país con fines de cultivo y por mal

31

manejo fueron a dar en las cuencas. “No ha habido un control efectivo por parte de los piscicultores, para que estos ejemplares no se escapen y lleguen a los sistemas naturales. Una vez que estas especies llegan al sistema natural se dispersan porque los ríos son redes que no tienen límites. Si una especie está domesticada, debe estar en condiciones de confinamiento; esa es la principal amenaza que nosotros vemos al declarar domesticadas a estas especies, porque estaríamos pensando que el área de cultivo son todos los sistemas acuáticos de la cuenca del Magdalena y el Cauca, entonces no existiría un límite de cuerpos de agua donde estarían introducidas”, aclara Jiménez. Para Fabio Emilio Castaño, candidato a doctor en acuicultura e investigador del proyecto Lineamientos de ordenamiento pesquero del Golfo de Urabá, es “absolutamente imposible evitar que hayan fugas. El decreto 2424 de 2009 del Incoder puntualiza las normas de seguridad para evitar escapes en sistemas de cultivo en estanques en tierra. Plantea que todos los cultivos deben realizarse lejos de zonas inundables. Si ese decreto se cumpliera deberían cerrarse el 80% de los sistemas acuícolas del país”. Vladimir Montoya Arango, doctor en antropología social y cultural, director del Iner refiere, recuerda que “en Necoclí hubo una invasión de cachamas y eso afectó el lecho de los ríos que fueron sistemáticamente vaciados de las especies naturales. Esto altera la capacidad de las comunidades para acceder a recursos de su medio natural”. La acuicultura requiere inversión, tecnología e infraestructura, además de tierra y agua: “Existen comunidades de pescadores en Urabá que no tienen tierra. El agua está contaminada, no es posible tenerla en condiciones propicias para un sistema productivo”, refiere el doctor Montoya. La doctora Leal argumenta que los pescadores sí viven de la tilapia, a pesar de su efecto negativo en los ecosistemas: “No soy amiga de esas especies pero sí soy amiga de los pescadores. Ningún colega desconoce el beneficio económico que están obteniendo esos pescadores, pero también los mismos pescadores preferirían tener las especies nativas abundantes, como el bocachico y el bagre”.

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Mauricio Alviar Ramírez, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Francisco Javier Cardona Acosta, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Francisco Londoño Osorno, Representante del Consejo Académico • Rocío Bedoya Bedoya, Representante Profesoral • Ricardo León Álvarez, Representante de los Egresados • Juan Guillermo Londoño Posada, Representante del Sector Productivo • Jaime Restrepo Cuartas, Representante de los ex Rectores • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Mauricio Alviar Ramírez, Rector • María Patricia Arbeláez Montoya, Vicerrectora de Investigación • Luz Stella Isaza Mesa, Vicerrectora de Docencia • José Edinson Aedo Cobo, Vicerrector de Extensión • Fernando Tobón Bernal, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • David Hernández García, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa Marín, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina • Álvaro Olaya Peláez, Decano (e) Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Marco Antonio Vélez Vélez, Representante Profesoral Consejo Académico • Roberth Uribe Álvarez, Secretario General. Invitados: Carlos Vásquez Tamayo, Vicerrector General • Sandra María Turbay Ceballos, Directora de Posgrado • Carlos Mario Duque Duque, Director de Desarrollo Institucional • Adriana González Moncada, Directora de Relaciones Internacionales • Adriana Patricia Arcila Rojas, Directora de Bienestar Universitario • Claudia Montoya Aguirre, Directora (e) Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Gildardo Uribe Gil, Director Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Richard Steve Ramírez Grisales, Director Unidad de Asesoría Jurídica • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Auditora Interna • Alma Nury López Patiño, Líder de Comunicaciones.


Nº 647, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, octubre de 2015

32

CONVOCATORIA POSGRADOS

• Maestrías • Especializaciones

Se encuentran abiertas las inscripciones a programas de posgrado de la Universidad de Antioquia que inician actividades en el primer semestre de 2016. Consulte la información en www.udea.edu. co/posgrados. Dirección de Posgrado. Teléfonos: 2195375, 2195378. Posgrados@ udea.edu.co.

E

dison López Díaz, egresado del pregrado de Matemáticas de la Universidad de Antioquia, ganó el Concurso Nacional Otto de Greiff al mejor trabajo de grado en el área de ciencias naturales, por su tesis Un análogo de la condición clásica de Blaschke. Su propuesta compitió contra las de otros 26 autores universidades que promueven el Concurso: Javeriana, de Antioquia, de los Andes, del Norte, del Rosario, del Valle, Industrial de Santander, Nacional y Pontificia Bolivariana. La Universidad de Antioquia postuló doce de los 75 trabajos que participaron en las seis áreas de la convocatoria. Edison es de Sonsón, Antioquia. Creció en Marinilla y actualmente se encuentra radicado Bogotá. En la Universidad de los Andes adelanta estudios de maestría y es docente de pregrado. ¿En qué consiste su tesis? —Trata de la variable matemática compleja; más específicamente, el análisis complejo. De una manera más cercana a todos, tiene que ver con la raíz cuadrada de menos uno. Este trabajo se realizó con el apoyo y el auxilio incondicional del profesor Armen Jerbashian, quien vive aquí desde hace tres años, y que traía estas ideas consigo desde Armenia. Un análogo con la condición clásica de Blaschke es un desarrollo de variable compleja y lo que hemos hecho es resolver dos problemas nuevos que no estaban en la línea de la matemática: la circunferencia en el plano complejo, y que esa circunferencia tiene radio uno, que le llaman circunferencia unitaria. ¿Por qué decidió estudiar matemáticas? —Tiene que ver con un gusto hacia su forma de razonamiento. La matemática en sí es un juego, que tiene sus fichas y uno las mueve. También porque es una disciplina del conocimiento que siendo muy concreta no manipula, es muy genuina y es muy bondadosa hacia el mundo. ¿Qué es lo que más le gusta de la matemática? —Jugar con ella y compartirla. Nada puede ser si no se comparte. Todos sabemos que la matemática es compleja y que tiene un lenguaje demasiado propio, el cual, a menudo, impide que

Foto: Javier Londoño Balbín

• Doctorados

La matemática es un juego la gente pueda y quiera jugar con ella. Pero, una vez se logra acceder a ese lenguaje, es posible divertirse con esta área del conocimiento. ¿Necesitamos, entonces, más pedagogos de la matemática? —Sí, probablemente. Lo que sucede es que la parte inicial de la educación infantil no es desarrollada por expertos, entonces a menudo son personas que no saben mucho de matemáticas o que no tienen mucha generalidad del asunto. Entonces, se peca de dar solo un círculo de cosas o de, inclusive, complejizar todo al decir “no, es que esto es muy difícil”. Así se predispone inmediatamente a los estudiantes en contra de este conocimiento. La matemática es algo que entra por la piel, pero que se manifiesta a través del lápiz. Yo diría que ahí está la barrera que todos sentimos hacia ella.

¿Cómo recibe el premio Otto de Greiff? —Me alegra mucho, no solo por mí, sino también por mi facultad, por la universidad, por el profesor Armen Jerbashian y por mi familia. Me hace muy feliz porque la matemática se hace todos los días. Además porque un reconocimiento como este permite que las instituciones avancen. Sin embargo, también soy consciente que el premio es eso: un premio. ¿Y qué viene para Edison? —Inicié hace poco una maestría en la Universidad de Los Andes en matemáticas puras, porque mi idea es seguir por ese rumbo. Una vez finalice este grado, viene el doctorado. Aunque lo que más me gustaría sería el poder retornarle a la Universidad de Antioquia todo lo aprendido. Quisiera ser docente investigador y agradecerle en forma de conocimiento.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.